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TRIBUNAL SUPREMO SOBRE HIPOTECAS

INADMISIBLE, IMPRESENTABLE RESOLUCIÓN:


GANA LA BANCA, PIERDE LA GENTE
CCOO considera inadmisible la decisión del Tribunal Supremo, conocida en el día de ayer, que
en el transcurso de dos semanas ha cambiado de parecer y ha rectificado su decisión inicial de
hacer recaer sobre los bancos el coste del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Tras dar
marcha atrás a su decisión del 18 de octubre, finalmente serán los clientes quienes tendrán que
asumir dicho coste. Una vez más, la banca vuelve a ganar frente a la ciudadanía.

El cambio de criterio y la forma en que se ha producido, con una revocación sin precedentes de
una sentencia adoptada por la sala especializada del Tribunal Supremo, provocan una innegable
alarma social y generan una duda muy difícil de ocultar sobre la independencia judicial. Un
Estado de derecho, sobra decirlo, no se puede permitir una duda de la magnitud que la decisión del
Supremo ha provocado. Para CCOO, los sucesivos cambios de criterio en 20 días son un
verdadero despropósito que provoca alarma social y una reacción ciudadana que el sindicato
considera más que justificada y a la que no han tardado en sumarse partidos políticos (que
según los casos, pese a las escasas iniciativas, ahora muestran indignación y estupor) y
asociaciones de consumidores.

Tras esta decisión, CCOO considera que lo prioritario es actualizar la normativa (y para eso,
más allá de los cabreos oportunos y oportunistas, se tienen que poner las pilas los partidos
políticos que son los que legislan y pueden cambiar la realidad) que proteja los derechos de la
ciudadanía y ofrezca seguridad y certidumbre a la actividad financiera. Recordamos que no es la
primera vez que la instancia judicial es la que determina criterios sobre el negocio financiero
(recordemos el caso de las cláusulas suelo y las preferentes), algo inadmisible cuando, sin ir
más lejos, la Ley Hipotecaria lleva dos años “dormida” en el Parlamento. Porque ante la falta de
regulación, de sobra lo sabemos, son los todopoderosos lobbies empresariales quienes
llevan las de ganar frente a los ciudadanos y las ciudadanas.

La inseguridad generada por la decisión del Supremo, además, no se limita a los ciudadanos/as
ni al mercado hipotecario: recordemos que esta sentencia puede tener recorrido hasta
instancias europeas, por lo que no es un tema resuelto en firme. Todo ello sin perder de vista
que este tipo de decisiones polémicas tiene directa repercusión en los trabajadores/as del
sector, que son los que “dan la cara” ante la justificada indignación ciudadana.

Tras el gigantesco rescate al sector financiero en los peores años de la crisis económica, la
banca ha vuelto a salir beneficiada con una sentencia inadmisible que pulveriza el principio
constitucional que determina que “la justicia emana del pueblo” y que “todos somos iguales
ante la Ley”. Una minoría enormemente privilegiada y “cuidada”, mientras millones de
ciudadanos y ciudadanas perdíamos empleo, salario y derechos laborales y sociales. Una
minoría, finalmente, que ha vuelto a mostrar su gigantesca capacidad de presión, desde el
mundo empresarial y económico, en esta ocasión sobre la independencia de las decisiones
judiciales.

7 de noviembre de 2018

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