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La impecabilidad de Cristo - Lección 3

Dr. Lehman Strauss

La tentación de Cristo en el desierto: registrada en los tres evangelios, Mateo,


Marcos y Lucas. Vamos a avanzar desde Mt. 4.

Pero antes primero, es necesario tener en cuenta, que no fue la única vez que
el diablo tentó, en Lc. 4:13 dice: Y cuando el diablo hubo acabado toda
tentación, se apartó de él por un tiempo. Observe las palabras “por un
tiempo”, es decir que otras tentaciones le siguieron, especialmente durante las
últimas semanas de la vida de Cristo sobre la tierra. Él sabía que el diablo
vendría a tentarle nuevamente. Él les dijo a sus discípulos en Jn 14:30,
porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.

Y en la última cena dijo: Pero vosotros sois los que habéis permanecido
conmigo en mis pruebas., lo leemos en Lc 22:28. No hay dudas que unas de
esas tentaciones fueron en el Getsemaní de acuerdo a Mt. 26:38-42. Las
tentaciones de nuestro Señor fueron sin pecado, no solo en sus resultados,
sino también en su naturaleza.

La tentación de Cristo en el desierto la que pasó inmediatamente después de su


bautismo y antes de comenzar su ministerio público. Está registrada en tres
evangelios, Mr. 1, Mt. 4, y Lc. 4. Los tres escritores muestran como el ataque viene
después del bautismo del Señor.

• Marcos es muy explicito cuando dice: Y luego el Espíritu le impulsó al


desierto. Mr. 1:12.

Ahora, ¿porque satanás ataco a Jesús en ese momento?

Satanás había escuchado la aprobación que Dios le había dado a Cristo diciendo:
Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia, lo leemos en Mt. 3:17. Por lo
tanto el ataque vino después del bautismo y después de la aprobación de Dios.

Ahora, Satanás sabía que el Señor Jesús es el perfecto Hijo de Dios, con la
aprobación de Dios, entonces satanás atacó.

Apropósito amigo, esto es algo con que cada creyente debe estar preparado para
enfrentar.

Después de un momento de gran victoria, el enemigo se prepara para atacar.

Esa fue la experiencia de Elías, después de su victoria de los profetas de baal en el


monte Carmelo, la malvada Jezabel, lo atacó tratándolo de matarlo, él tuvo que huir
para preservar su vida.
Así vemos que hábilmente, el enemigo elige el momento para atacarnos.
También eligió cuidadosamente el momento para atacar a Jesús. El Señor iba a
comenzar su ministerio público de tres años, y enfrentó al enemigo en sus
comienzos.

También Pablo se encontró con la misma oposición satánica, el escribió a los


tesalonicenses, por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo ciertamente una y otra
vez; pero Satanás nos estorbó. Eso lo leemos en, 1 Ts. 2:18.

Cada esfuerzo de nuestra parte, para avanzar en nuestro servicio para Dios,
encontrará la oposición satánica.

Un punto importante mencionado por estos tres escritores, debe ser tenido muy en
cuenta. Principalmente la actividad del Espíritu Santo en relación a la tentación.

• Mateo dice: Mt. 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al
desierto, para ser tentado por el diablo.

• Marcos escribe, e inmediatamente el Espíritu lo llevo al desierto. Y


luego el Espíritu le impulsó al desierto. Mr.1:12.

• Y luego Lucas dice, y fue llevado por el Espíritu al desierto.

Por lo tanto, no fue por accidente que Jesús se confrontó con Satanás, ni tampoco la
tentación fue planeada por Satanás. Todo sucedió de acuerdo al plan divino. En
realidad Dios condujo al diablo a la confrontación, mantenga esto en mente. Jesús
fue llevado por el Espíritu Santo al desierto con el expreso propósito de enfrentar a
satanás.

El diablo desafió a Adán y lo venció,


Cristo desafió al diablo y lo venció.

En la antigüedad, Satanás atacó a Job; pero fue con el permiso de Dios, lo leemos
en el libro de Job 1:6 y 2:7.

Así que no pensemos que los ataques de satanás hacia nosotros están
todos separados del conocimiento y del plan de Dios.

Pablo testifico en 2 Co. 12:7 me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de


Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;

Todo el que le la historia de la tentación de Cristo se dará cuenta de esta verdad


importante, que la batalla con Satanás, fue de acuerdo al plan divino.

Ahora vamos considerar los tres ataques de satanás a Cristo.

• En primer lugar, vamos a examinar al tentador:

Mt.4:3 Y vino a él el tentador. El tentador no es una simple influencia, o un


principio de maldad. Negar la personalidad satanás es negar la clara enseñaza de las
escrituras. No existe manera de explicar el mal en este mundo, aparte de una
personalidad maligna como la de Satanás.

Él apareció temprano en el escenario de la historia del hombre, allá en Gn. 3:1 y a


estado activo desde entonces. Él tiene sus hijos esparcidos por toda la tierra
atacando a los creyentes, pero Satanás no es un innovador, sino un imitador. Por
eso Pablo escribe en 2 Co. 2:11 pues no ignoramos sus maquinaciones. En Ef. 6:11
habla de, las asechanzas del diablo. Satanás es el león rugiente que busca a quien
devorar, según 1 P. 5:8.

Se les dice a los creyentes que resistan a Satanás en Stg. 4:7, pero ellos pueden
hacer esto solo cuando usan la armadura que Dios le a provisto.

• Ahora observemos la prueba:

Mt. 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras
se conviertan en pan. No se confunda al leer la oración, que comienza con la
palabra condicional “Si”, satanás no estaba cuestionado a Cristo como Hijo, porque
él ya había escuchado la voz del Padre, este es mi Hijo amado y es posible que la
voz estuviera dirigida al diablo. La palabra “Si”, en los versículos 3 y 6 sugiere el
significado, “como”, “opuesto que”. Satanás no esta desafiando a Jesús, para
demostrar su calidad de Hijo de Dios, éste no era el propósito de la prueba en
absoluto, él sabía que Jesús es el Hijo de Dios.

Jesús había estado por cuarenta días sin agua y sin alimento, y por lo tanto tenía
hambre. Sin embargo no debemos perder de vista, el hecho de que el periodo de
ayuno era parte del plan de Dios para él. Él no solo fue llevado por el Espíritu al
desierto, sino para permanecer en el desierto por cuarenta días, por lo tanto la
situación de hambre estaba incluida como parte del plan de Dios y como fue
permitido por el Señor dentro de la voluntad de Dios, él debe seguir el plan de Dios,
no debe desviarse de el.

Esta es la verdadera prueba, ¿Demostraría Cristo su deidad convirtiendo las piedras


en pan y satisfaciendo a satanás y su hambre? No era pecado tener hambre, ni
tanpoco lo hubiese sido el hecho de realizar el milagro de trasformar las piedras en
pan, la única manera de vencer a al hambre es sacar la causa que produce el hambre.
Entonces el diablo le sugirió a Jesús, que haga algo que es normal, satisfacer su
necesidad física.

Esta era la estima de satanás de la vida humana. -“Consigue el pan


hombre, estás hambriento, consigue algo para comer, cuídate de ti mismo,
¿Por qué pasar hambre, cuando tienes lo que preemitiría conseguir el
pan?”-

Podemos ver fácilmente la astucia de satanás en esto, él estaba tratando de persuadir


a Jesús, para hacer lo correcto, en la forma incorrecta. No había maldad moral en la
tentación, la tentación era un intento para hacerlo dudar de la bondad de Dios,
realizar un milagro para satisfacer un deseo egoísta y así dejar de lado la voluntad
de Dios. Si la voluntad de Dios, para Jesús, era dejar a Jesús sin alimento en un
periodo de tiempo, entonces Jesús debía rendirse a una obediencia completa.
El deseo y de la necesidad de alimento era reales; pero no era posible que Jesús se
rindiera a la tentación de satanás para satisfacer, ese deseo, si hubiese sido posible
que él desobedeciera la voluntad del Padre, también hubiera sido, posible entonces
la separación del Padre, recuerde que en Jn. 10:30 Yo y el Padre uno somos.

• Consideremos ahora, el triunfo logrado:

1. sobre este primer ataque de satanás:

Mt. 4:4, Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios.
Satanás estaba haciendo un juego sutil; pero no tuvo repuesta
de Cristo.

Es verdad que el hambre física en Jesús reclamaba el alimento, pero había en él,
otra hambre que hacia mayores demandas, sobre él. Era el hambre santo de hacer la
voluntad del Padre. En mas de una ocasión él exhortó a sus discípulos a no estar
preocupados por el alimento, lo podemos leer en Mt. 6:25, 31 No os afanéis por
vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; él le dijo que no se
preocuparan por las cosas materiales.

Ahora, es perfectamente apropiado para ellos y para nosotros, pedir a Dios por el
pan diario, pero no antes de que nos hayamos rendido completamente para hacer la
voluntad de Dios, y en este orden.

Cuando, los discípulos en una ocasión se preguntaron, ¿le habrán traído alguien de
comer? Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que
acabe su obra., lo leemos en Jn. 4:33-34. Esto le dijo Jesús, cuando ellos les decían
que comiera y él le contesto, El les dijo: Yo tengo una comida que comer, que
vosotros no sabéis. Jn. 4:32

Así, aun en la hora de necesidad física, se puede encontrar fortaleza y satisfacción al


hacer la voluntad de Dios.

En Ro. 14:17 Pablo dijo: porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Así Jesús, triunfó cuando fue atacado por el diablo, las primeras palabras de nuestro
Señor, ante el ataque de satanás, fueron: está escrito.

Con estas primeras palabras, Cristo declaró su posición en relación a la palabra de


Dios. Mencionó la ley de Moisés en Dt. 8:3.

Así el ataque de satanás fue rápidamente refutado, porque él no tiene poder para
soportar la palabra de Dios, satanás puede ser muy limitado por la palabra de
Dios. Sin embargo la palabra, nunca puede, ni podrá, estar limitada por nadie. En
este punto, nos damos cuenta de la fuerte implicancia que tiene la referencia del
Señor a las escrituras.
Nuestra línea de defensa en contra del diablo es la palabra de Dios. En 2 Co. 10: 4
Pablo escribió, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, La Biblia es una fuente
segura de fortaleza.

Jeremías dice, Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por
gozo y por alegría de mi corazón; lo leemos en Jer. 15: 16.

La armadura del cristiano, no esta completa sin la


Espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios.

Amigos míos, no permita que el diablo le separe de la palabra de Dios.

Si usted y yo vamos a permanecer en la voluntad de Dios,


debemos permanecer en la palabra de Dios.

Vístase con la armadura, vístase con ella cada día, colóquesela al


principio del día, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo, lo leemos en Ef. 6:11.

2. segundo ataque del diablo al Hijo de Dios,

Lo leemos en Mt. 4:5-6.

Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del


templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A sus ángeles mandará acerca de ti,
y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra.

La respuesta del Señor en el primer ataque de satanás, no puso fin a los ataques del
diablo.

El diablo es persistente, sus métodos son muchos y variados. Cuando falla con uno
recurre a otro, no esta limitado a ninguna línea de ataque, sino que adapta cada
ataque a una situación en particular. Las tentaciones del diablo son como las olas
del mar, si una ola no nos derriba, otra le seguirá de inmediato.
Nunca estaremos libres de pruebas y tentaciones en esta vida. La victoria
sobre una tentación debe ponernos en guardia esperando la siguiente.

Esto, queridos amigos, es parte de la astucia de satanás, pero gracias a Dios, no


ignoramos sus maquinaciones. (2 Corintios 2:11).

El segundo ataque a Jesucristo se llevó acabo en un lugar y con un entorno


completamente diferente al primero. Y sin dudas estas palabras fue otra estrategia
de Satanás.

Se movió del desierto, un lugar aislado a la ciudad santa, Jerusalén, y al templo.


¿Por qué?
Es allí donde se reunían las multitudes, y las dos tentaciones son partes de un todo.

La primera tentación, fue para hacerle desconfiar de Dios y esta involucrado dos
personas al Padre y al Hijo;

Pero aquí, en la segunda tentación, fue para que el Señor llegara a sentir orgullo
espiritual, confianza en sí mismo, para ejecutar un acto sobre natural que le hiciera
ganar el aplauso de las masas.

Ambas tentaciones fueron para intentar que él demostrara su poder divino.


Convertir piedras en pan, era un milagro, un acto que Jesús podría haber ejecutado
fácilmente, como lo hizo cuando convirtió el agua en vino, o cuando alimentó a
miles con cinco panes y dos pescados. Pero convertir las piedras en pan, según la
sugerencia del diablo, tendría que hacerlo con la motivación equivocada. Es decir,
poniendo lo material por sobre lo espiritual y por tanto desconfiando de Dios.

Ahora la segunda tentación, el diablo se va al otro extremo, en sustancia dice, “si no


puedo hacer que Jesús dude de Dios, lo llevaré a que confíe de tal manera que esto
le lleve a un orgullo espiritual”.

En versículos 6, (Mt. 4: 6.) tenemos,

Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:


A sus ángeles mandará acerca de ti,
y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra.

El Señor ya había demostrado su fe absoluta en el Padre, considerando sus


necesidades físicas, y lo hizo, bajo una circunstancia muy difícil, como lo es el
sentir hambre. Y aun mas, demostró la base de su fe, la palabra de Dios escrita. Él
citó la palabra, en la cual Él había confiado.

Ahora, es en estos dos puntos, en que satanás dirigió sus ataques.

En la segunda tentación encontramos una lección para todos nosotros:


Nuestros mejores logros son algunas veces, nuestros más grandes riesgos o
peligros.

Podemos ser personas con una gran fe en Dios y en su palabra, y estar orgullosos
de nuestra fe.

Hay un proverbio que dice: Antes del quebrantamiento es la soberbia,


Y antes de la caída la altivez de espíritu. Pr. 16:18.

Y el diablo conocía esto, porque este mismo pecado fue el que causó su caída, de
acuerdo a 1 Ti. 6:9.
Queridos amigos, debemos caminar con cuidado especialmente, en aquellos lugares
altos, donde sentimos que yace nuestra fortaleza, porque es allí donde exactamente
donde satanás nos atacará, es allí donde atacó al Señor Jesús.

Si Jesús esta confiando implícitamente en el Padre, esperando que el Padre le


provea pan a su tiempo, entonces ¿porque no confiar en el Padre por completo?

En sustancia, el diablo le esta diciendo: “-se un héroe, salta del pináculo


del templo, confías en que Dios esta cuidando, demuestra que tu fe en
él.-”

Este, fue un movimiento inteligente por parte del diablo, los cuarenta días en el
desierto, fueron parte del plan de Dios y el Espíritu Santo introdujo a Jesús en esa
experiencia. Por lo tanto en él podía confiar en la provisión de Dios, pero aceptar la
sugerencia del diablo y crear una situación peligrosa, no hubiese sido fe sino
presunción.

Hay otro aspecto posible en esta segunda tentación, el lugar cuidadosamente elegido
sugiere que satanás hubiese tenido la idea de presentar el mismo a Jesús
públicamente. El lugar del templo seria el centro para las reuniones religiosas, con
muchas gentes esperando al Mesías y así su reino. Si lograba que Jesús ejecutara
este milagro, la gente le hubiese recibido como el Mesías; pero el método del
diablo, de lograr que la gente aceptara a Cristo, hubiera pasado por alto la cruz, tal
milagro hubiese traído multitudes a los pies de Cristo; Pero esto hubiese sido
irrelevante en el Plan de Dios respecto a la redención.
La obra de Dios debe ser hecha a la manera de Dios.

Para Cristo, arrojarse del pináculo del templo hubiese sido una decisión equivocada,
y él no pudo haber hecho esto.

Él dijo en Jn. 8: 29, Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el
Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

En esta tentación diferente a la primera, el diablo citó la las escrituras, les dijo a
Jesús en el versículo 6, (Mt. 4: 6.) A sus ángeles mandará acerca de ti,
y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra y este
era el salmo 91:11.

Recuerde lo que dije anteriormente, el diablo no es un innovador, es un imitador. Él


había escuchado a Jesús citar las escrituras con eficacia y el diablo recurrió al
mismo método.

Alguien ha dicho, “¿que es esto que veo, es el mismo satanás con una
Biblia debajo del brazo en su boca?”

Este método es usado con efectividad por satanás, aun hoy mi amigo, él tiene sus
ministros, que limitan a los ministros de Cristo. Pablo le escribió en la segunda carta
a los corintios, 2 Co.11: 13-15 Porque éstos son falsos apóstoles, obreros
fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque
el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también
sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus
obras.

Amigos, el diablo, es un enemigo terrible, es capaz de tentarnos con lo espectacular,


con lo sensacional, y lo superficial. Aun nos dará un versículo de las escrituras, para
lograr que deslumbremos a las personas, para tenerlas alrededor de nuestros pies. Y
siento mucho decir que algunos ministros han caído en esta seducción, recurriendo
a toda clase de engaño para tener a las multitudes en las palmas de sus manos. Tal
como los judíos tentaron a Jesús demandando señales entre nosotros están aquellos
que quieren ver lo milagroso, lo sensacional. Ha mis amigos, seamos concientes de
la sutil tentación de satanás que dice, “apelen a los sentidos de las personas con
maravillas, milagros y lograrán conquistarlos”.

Yo les digo esto queridos hermanos, prediquen el evangelio no se


dejen atrapar por las seducciones del diablo y es mejor que
evalúen cuidadosamente las escrituras que están usando, porque
el diablo puede usar también las escrituras. Es mejor que evalúen
las escrituras cuidadosamente, porque Satanás puede dársela
incorrectamente, quitando algo de ella o añadiendo algo, o
cambiando algo en ella. El diablo es un experto en manejar la
palabra de Dios. Más experto es que algunos ministros y el pasaje
que él cita puede adaptarse a la ocasión de una manera perfecta,
pero vigile la más pequeña omisión.

Porque el texto dice, te guardará en todos tus caminos, la trampa es hacer que la
Biblia diga lo que ciertamente no dice, y esto es lo que el diablo hizo con el Señor
Jesús; pero el triunfo de Cristo fue maravilloso y lo vamos a tratar en al próxima
lección.

Mi advertencia solemne, es que puedan llegar a ser hombres y mujeres de


la de la palabra de Dios. No tomando un texto fuera de contexto, o
construyendo un sistema de milagros o hablar en lenguas.

Sino, interpretando las escrituras con las escrituras.

Tomando todo el consejo de Dios, y usándolo como debe ser usado. Dios sabe
como utilizar su palabra, por lo tanto, él sabe como debe ser usada por nosotros,
necesitamos convertirnos en hombres y mujeres de toda la palabra de Dios, seamos
concientes del método del diablo.

Queridos hermanos, usemos la palabra de Dios en su correcto contexto y sentido.


Usemos palabra de Dios, la espada del Espíritu para triunfar en esta batalla
espiritual.

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