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Antonio Damasio Y el cerebro creé al hombre ¢Como pudo el cerebro generar emociones, sentimientos, ideas y el yo? Traduccién de Ferran Meler Orti Ediciones Destino Coleccién Imago Mundi Volumen 182 Titulo original: Self Comes to Mind No se permite la reproduccién total o parcial de este libro, ni su incorporacién a un sistema informatico, ni su transmisién en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrénico, mecénico, por fotocopia, por grabaciGn u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infraccién de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Cédigo Penal). © Antonio Damasio, 2010 © Ediciones Destino, S. A., 2010 Diagonal, 662-664. 08034 Barcelona www.edestino.es © de la traduccién del inglés, Ferran Meler Orti, 2010 Primera edicién: octubre de 2010 ISBN: 978-84-233-4305-8 Depésito legal: M. 38.004-2010 Impreso por Artes Graficas Huertas Impreso en Espafia ~ Printed in Spain E| papel utilizado para la impresi6n de este libro es cien por cien libre de cloro y esta calificado como papel ecol6gico. {INDICE PARTE I EMPEZAR DE NUEVO . DESPERTAR 19 Propésitos y razones. . 23 Enfoque del problema 24 El si mismo como testigo 32 Superar una intuicién engafiosa . . 34 Una perspectiva integrada 36 El marco teérico 40 Esbozo de las ideas principales... 44 La vida y la mente consciente...............44 56 . DE LA REGULACION DE LA VIDA AL VALOR BIOLOGICO..........00-.000005 61 La increible realidad 61 Voluntad natural 63 Mantenerse vivo 76 Los origenes de la homeostasis . . 79 Células, organismos pluricelulares y maquinas.... 81 El valor biol6gico.. 2... 6... cece e cece e cece ee 83 El valor bioldgico en los organismos considerados como un todo.............4+ 87 El éxito de nuestros primeros predecesores. . . oa 8o El desarrollo de los incentivos ................ 93 La homeostasis, el valor, la conciencia y lo que las enlaza......... 00... eee eee 97 PARTE II ¢QUE HAY EN UN CEREBRO QUE PUEDA SER UNA MENTE? . CREAR MAPAS Y ELABORAR IMAGENES Mapas e imagenes ......-- eee eee eee Cortando por debajo de la superficie ....... Mapas y mentes.......--.--. 2.0 se eee La neurologia de la mente ... Los comienzos de la mente. . . ¢Mas cerca de la elaboracién de la mente? ....... 142 . EL CUERPO EN LA MENTE... La cuestién de la mente . . . Cifrar el cuerpo en mapas. . Del cuerpo al cerebro Representar cantidades y construir cualidades.... 161 Sentimientos primordiales ...........00000005 163 Elaborar mapas de estados corporales y simulacién de estados corporales...........-+20-+44 164 El origen de una idea ..........-- 22-0 eee eee 169 El cuerpo en un cerebro dotado de mente.......- 172 . EMOCIONES Y¥ SENTIMIENTOS.... 06.0000 eee 173 La importancia de las emociones y los sentimientos. .......... 00000 eee eee 173 Definir la emocién y el sentimiento 174 Desencadenar y consumar las emociones . . 178 El extrafio caso de William James . . 182 Sentimientos de emociones..... 185 ~Cémo sentimos una emoci6n? .... 190 La sincronizacién de emociones y sentimientos 193 La emocién y sus variedades. . . . 194 La desigual gama de emociones .... 197 Paréntesis sobre la admiracién y compasién 199 . UNA ARQUITECTURA PARA LA MEMORIA ........ 205 En algtin lugar, de alguna manera ............. 205 La naturaleza de los archivos de memoria ....... 208 Primero fueron las disposiciones, después los mapas . . La memoria en accion .. Breve digresién sobre los tipos de memoria ...... 218 Una posible solucién al problema.............. 220 Zonas de convergencia y divergencia ........... 222 Mas sobre las zonas de convergencia y divergencia 225 El modelo en funcionamiento. . 230 El cémo y el dénde de la percepcién yelrecuerdo ..... 0... cece eee eee eee eee 235 PARTE III SER CONSCIENTE . LA CONCIENCIA OBSERVADA .. 6.2.0.0. 00002 eee 241 Hacia una definicion de la conciencia 241 La conciencia en sus partes. 244 Eliminar el si mismo y conservar la mente ....... 249 Completar una definicién provisional de la conciencia 255 Clases de conciencia 257 La conciencia humana y no humana .. -. 263 Lo que la conciencia no es .......... .. 264 El inconsciente freudiano - 271 . LA CONSTRUCCION DE UNA MENTE CONSCIENTE. .. 277 Una hipotesis de trabajo... ....... 0... eee eee 277 Aproximacion al cerebro consciente....... .. 281 La mente consciente: una vision preliminar . .. 282 Los ingredientes de una mente consciente. . .. 285 El proto si mismo reg Construir el sf mismo central.............- ... 307 El estado de si mismo central..... Peeceeee eee. 312 Viaje por el cerebro mientras forma una mente consciente. . . EL sf MISMO AUTOBIOGRAFICO........- ee 319 La memoria hecha consciente . 319 Construir el si mismo autobiografico . . . 321 La cuesti6n de la coordinaci6én....... « 324 Los coordinadores . 6.6... 006 cece cence eee 325 Un posible papel para las cortezas posteromediales......... 6.0 c cece eee eee . 329 La corteza posteromedial en funcionamiento..... 335 Otras consideraciones sobre las cortezas posteromediales...... eee ee 339 Nota final sobre las patologias de la conciencia ... 355 . HACIA UNA VISION DE CONJUNTO .... 000s eee 363 A modo de resumen .........-. 000 eee eens 363 La neurologia de la conciencia............-04 366 EI punto critico anatémico que subyace a la mente consciente. . . 375 Del funcionamiento conjunto de las grandes divisiones anatémicas al funcionamiento de las neuronas . 378 Cuando sentimos nuestras percepciones . 380 Qualia] oo... cece cece eee eens 1. . 381 Qualia ll..... 2.6... Pee eee eee. 385 Los qualia y el si mismo - 393 Asuntos pendientes. . . - 394 PARTEIV MUCHO TIEMPO DESPUES DE LA CONCIENCIA 11. Vivir CON UNA CONCIENCIA. .. . .. 399 ¢Por qué se impuso la conciencia? .. 399 El si mismo y la cuestién del contro! .. 401 Digresi6n sobre el inconsciente... . . 407 Nota sobre el inconsciente genédmico peal) El sentimiento del arbitrio consciente - 418 Educar el inconsciente cognitivo. . 419 Cerebro y justicia............ ~ 423 Naturaleza y cultura.......... - 425 Y el si mismo se aduefié de la mente. . 431 Las consecuencias de un si mismo reflexivo . . - 434 APENDICE... . 445 La arquitectura del cerebro. . » 445 Ladrillos y mortero ............ - 448 Abundando en la arquitectura a gran escala . 455 La importancia de la posicién .... . 461 En las superficies de contacto del cerebro y el mundo. - 464 Nota sobre la hipotesis de la equivalencia cerebro-mente . 467 - 473 . 477 - 503 Para Hanna. «Mi alma es como una orquesta ocul- ta; no sé qué instrumentos tafie o rechi- nan en mi interior, cuerdas y arpas, tim- bales y tambores. S6lo me reconozco como sinfonia.» FERNANDO PEssoa, El libro del desasosiego «Aquello que no puedo construir, no lo entiendo.» RICHARD FEYNMAN, inventor (1918-1988) PARTE I EMPEZAR DE NUEVO CAPITULO 1 DESPERTAR Cuando desperté, habiamos empezado ya el descenso. Me habia quedado dormido lo suficiente para perderme el anuncio de que inicidbamos la maniobra de descenso, y el parte sobre el tiempo. Durante aquel rato no habia tenido conciencia de mi mismo ni de lo que me rodeaba. Habia estado sin sentido, inconsciente. Pocas cosas en nuestra biologia son tan triviales en apariencia como este producto que conocemos con el nombre de conciencia, la portentosa aptitud que consiste en tener una mente provista de un propietario, de un protagonista para la propia existencia, un sujeto que inspecciona el mundo por dentro y a su alrededor, un agente que en apariencia esta listo para la accién. La conciencia no es simplemente un estado de vigilia. Cuando me desperté, hace tan sélo un par de breves parrafos, no miré a mi alrededor con gesto ausente tra- tando de asimilar lo que veia y ofa como si mi mente despierta no perteneciese a nadie. Al contrario, supe casi en el acto, sin tener que pensarlo dos veces, sin esfuerzo, que ése era yo mismo, sentado en un avi6n, mi identidad en vuelo de regreso a Los Angeles, con una larga lista de cosas por hacer antes de que el dia terminara, conscien- te de una extrafia mezcla de cansancio por el viaje y entusiasmo por lo que atin me aguardaba, curioso por 20 EMPEZAR DE NUEVO saber en qué pista fbamos a aterrizar y pendiente de los ajustes en la potencia de los motores que nos mantenian en el aire mientras nos aproximabamos a tierra. Estar despierto era sin duda indispensable para este estado, pero el estado de vigilia no era su rasgo principal. El rasgo principal era mas bien que la miriada de conteni- dos que se desplegaban en mi mente, con independencia de lo hicidos que fuesen o !o bien ordenados que estuvie- sen, estaban conectados a mi, al duefio de mi mente, a través de unos hilos invisibles que juntaban esos conte- nidos reuniéndolos en esa fiesta que siempre nos acom- pafia a la que Ilamamos «yo». Y, lo que no es menos importante, la conexi6n era sentida; habia una capaci- dad de sentir la experiencia de estar conectados a mi. Despertar significé que mi mente habia vuelto de su transitoria ausencia, llevandome, a mi, ahora consigo, respondiendo a la vez de la propiedad (la mente) y del propietario (mi mismo). Despertar me habia permitido reaparecer y examinar mis dominios mentales, la pro- yecci6n en gran angular de una pelicula magica, en par- te documental y en parte ficci6n, que conocemos como la conciencia humana. Todos accedemos libremente a la conciencia, que bor- botea de una manera tan sobrada y abundante en la men- te que dejamos que se apague, sin titubear ni vacilar, cada noche cuando nos dormimos, y permitimos que vuelva cada mafiana cuando suena el despertador, 365 veces al afio como minimo, sin contar las siestas. Y, sin embargo, pocas cosas de nuestro ser son tan extraordina- rias y singulares, fundamentales y, en apariencia, miste- riosas como la conciencia. Sin conciencia, es decir, sin una mente dotada de subjetividad, no tendriamos modo de conocer que existimos, y mucho menos sabriamos quiénes somos y qué pensamos. Si la subjetividad no se DESPERTAR 21 hubiera originado, de manera muy modesta al principio, en criaturas vivas mucho mis sencillas que los seres hu- manos, la memoria y el razonamiento probablemente no se habrian desarrollado de la manera prodigiosa en que lo hicieron, ni se habria allanado el camino evolutivo hacia el lenguaje y la versi6n compleja de la conciencia que hoy poseemos los seres humanos. Sin la subjetividad, la crea- tividad no habria florecido y no tendriamos canciones ni pintura ni literatura. El amor nunca seria amor, sdlo sexo. La amistad habria quedado en mera conveniencia coope- rativa. El dolor nunca se habria convertido en sufrimien- to, no se hubiera considerado algo malo, sino sélo una dudosa ventaja dado que el placer tampoco se hubiera convertido en dicha o en gozo. Si la subjetividad no hubie- ra hecho su radical aparici6n, no existiria el conocimiento ni tampoco nadie que se fijara en las cosas y dejara cons- tancia de ellas; es decir, no habria cultura ni historia de lo que las criaturas hicieron a lo largo de las épocas. Si bien ain no he aportado una definicién provisional de conciencia, espero al menos haber dejado claro qué significaria mo tener conciencia: cuando falta la concien- cia, el punto de vista personal queda suspendido, privado de sus funciones; sin conciencia no hay conocimiento de nuestra existencia ni tampoco conocimiento de que exis- ta algo mas. Si la conciencia no se hubiera desarrollado en el decurso de la evolucién y no se hubiese expandido hasta alcanzar su version humana, la humanidad, tal como ahora la conocemos, en toda su fragilidad y vigor, tampoco habria evolucionado. Uno se estremece de sdlo pensar que el simple hecho de no haber pasado por un simple recodo en nuestro camino podria haber supuesto la pérdida de las alternativas biolégicas que nos hacen ser propiamente humanos. Pero entonces, ¢c6mo nos hu- biéramos dado cuenta de que faltaba algo? 22 EMPEZAR DE NUEVO Tomamos la conciencia como algo natural porque es tan accesible, tan facil de utilizar, tan discreta cuando apa- rece o desaparece; pero si nos ponemos a pensar en ella, como personas corrientes 0 como cientificos profesiona- les, la verdad es que desconcierta. ;De qué esta hecha la conciencia? De una mente, a mi juicio, con una peculia- ridad, puesto que no podemos ser conscientes sin tener una mente de la que ser conscientes. Pero entonces, ¢de qué esta hecha la mente? ;La mente viene del aire o del cuerpo? Los mas sagaces dicen que viene del cerebro, que reside en el cerebro, pero la respuesta no es satisfac- toria. Y el cerebro, ¢c6mo hace una mente? El hecho de que nadie vea la mente, consciente 0 no, de los demas, es algo especialmente enigmatico. Obser- vamos los cuerpos y los actos de los demas, aquello que hacen, dicen 0 escriben, y podemos formular conjeturas fundadas acerca de lo que piensan. Pero no podemos observar la mente de los demas, y sdlo uno mismo pue- de observar la suya, desde el interior y a través de una rendija mas bien estrecha. Las propiedades de la mente —y aun mas las propiedades de la mente consciente— parecen ser tan radicalmente distintas de las propieda- des de la materia viva visible, que los mAs juiciosos se preguntan de qué modo un proceso (las mentes cons- cientes) se combina con el otro proceso (las células fisi- cas que conviven en agregados Ilamados tejidos). Pero decir que las mentes conscientes son un miste- rio —y a primera vista asi lo parecen—, es algo diferen- te de afirmar que ese misterio es irresoluble, 0 que nun- ca seremos capaces de comprender de qué modo un organismo vivo dotado de cerebro elabora una mente consciente.! DESPERTAR 23 PROPOSITOS Y RAZONES Este libro trata de dos cuestiones. La primera se centra en cémo el cerebro construye una mente. La segunda en cémo el cerebro hace que esa mente sea consciente. De sobra sé que abordar estas cuestiones no es lo mismo que darles una respuesta y que, en lo relativo a la mente y a la conciencia, seria insensato suponer que hay res- puestas definitivas. Ademas, reconozco que el estudio de la conciencia se ha ampliado tanto que ya no es posible tratar como se merecen todas las aportaciones que se hacen. Eso, sumado a las cuestiones de terminologia y de enfoque, hace que la investigacién actual sobre la conciencia casi se asemeje a pasear por un campo plaga- do de minas. No obstante, es sensato y razonable pensar las preguntas con detenimiento, por nuestra propia cuenta y riesgo, y emplear las pruebas existentes, por incompletas y provisorias que sean, para elaborar conje- turas comprobables y empezar a sofiar con el futuro. El propésito de este libro no es otro que reflexionar sobre las conjeturas y plantear un cuerpo de hipétesis. El libro se centra en cémo el cerebro humano tiene que estar estructurado y de qué manera debe funcionar para que surjan las mentes conscientes y la conciencia. Los libros se escriben por alguna raz6n; éste lo escri- bi con el propdsito de empezar de nuevo. Durante mas de treinta afios me he dedicado a estudiar la mente y el cerebro humanos, y a lo largo de este tiempo he escrito acerca de la conciencia en libros y articulos cientificos.” Pero la reflexion sobre los hallazgos relevantes, tanto los antiguos como los nuevos, a los que habia !legado la in- vestigacién ha modificado profundamente mis puntos de vista acerca de dos cuestiones en particular: el origen y la naturaleza de los sentimientos, y los mecanismos 24 EMPEZAR DE NUEVO que subyacen a la conciencia de ser si mismo. Este libro es un intento de plantear y debatir las concepciones y los puntos de vista actualmente vigentes, y, en gran medida, trata también de aquello que atin no conocemos, pero que nos gustaria conocer. En las paginas que siguen de este primer capitulo, trataré de situar el problema, explicar el esquema tedri- co que he escogido para abordarlo, y procuraré ofrecer una aproximacion a las principales ideas que iran apare- ciendo en los siguientes capitulos. A los lectores que con- sideren que la extensa presentacién que constituye este capitulo 1 ralentiza la lectura, les prometo que redunda- ra en que el resto del libro resulte mas accesible. ENFOQUE DEL PROBLEMA Antes de que tratemos de avanzar en la cuestién sobre cémo el cerebro humano construye la conciencia, es preciso reconocer dos grandes legados. Uno es el que forman los intentos que se han hecho previamente para descubrir la base neuronal de la conciencia en el marco de lineas de investigaci6n cuyo origen se remonta a me- diados del siglo xx. En una serie de estudios pioneros que se realizaron en Italia y Estados Unidos, un pequefio grupo de investigadores sefialaron con una asombrosa seguridad un sector del encéfalo humano que actualmen- te se relaciona de manera inequivoca con la formacién de la conciencia —el tronco del encéfalo—, una region que identificaron como la responsable de una aportacioén decisiva a la conciencia. Como es ldgico, a la luz de lo que hoy sabemos, la explicacién que dieron aquellos pioneros —Wilder Penfield, Herbed Jasper, Giuseppe Moruzzi y Horace Magoun— resultaba incompleta, y en

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