You are on page 1of 12

http://releoenred.blogspot.com/p/literatura-4to.

html
POST MODERNISTA
EL VANGUARDISMO
SUS OBRAS LITERARIAS:
Lírico: Dramática:
“Los Heraldos Negros”, 1918 “Entre dos orillas corre el río”
“Trilce”, 1922 “Colacho Hermanos”
“Poemas Humanos” “Lockout”
“España, aparta de mí este cáliz” “La piedra cansada”
Narrativa:
“Fabla salvaje” 1923
“Tungsteno”, 1931
“Escalas Melografiadas”,
“Paco Yunque”
Ensayos:
“Rusia, en 1931”, Madrid, 1931
“Contra el secreto profesional”
“El arte y la revolución”
LOS HERALDOS NEGROS Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé! Y el hombre… Pobre… ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!

Análisis Literario
Título: "Los Heraldos Negros
Autor:Cesar Vallejo
Corriente literario: Vanguardismo
Género literario: Lírico
Especie: Poesía
Estructura: 4 Estrofa
Rima: No tiene una rima constante
Figuras literarias: Metáfora, amplificación, símil, personificación.
Mensaje del poema: Este poema nos habla de los momentos duros de la vida, pero nos lleva a la reflexión y a la fe en Dios.
Tono: Con tono de reclamo
Apreciación critica: En este poema, Cesar Vallejo trata de decirnos sobre los distintos momentos difíciles que nos pueden marcar por siempre
hasta llegar al punto de creer que Dios nos ha abandonado, dándonos una muestra de que se puede tener fe en Dios mediante un corto poema.
Usa muchos registros lingüísticos como la metáfora, la amplificación, el símil, etc
RESUMEN DE LA OBRA LA CASA DE CARTON
- MARTIN ADAN -
Argumento del libro "La casa de cartón" del escritor peruano Martin Adan.
Trata el libro del Barranco, el balneario lirico en donde se formaron y crecieron Eguren, Beingolea, Parra del Riego, Bustamante y
Ballivian y también en ciertos momentos, se inspiraron Valdelomar, Hidalgo, y antes Chocano y Gonzales Prada.

El narrador da impresiones del paisaje barranquino, no el paisaje mismo, objetivo, bidimensional, sino el barranco de finales de los
veinte, que surge envuelto en una prestigiosa niebla de imágenes, sensaciones, sentimientos y olores que proceden a su mar, su
malecón, sus burgueses veraneantes, sus beatas atrabiliarias, sus niñas impúdicas.

Basta para admirarlo recordar su intempestivo modo de describir:… “ Ya a principiado el invierno en Barranco, raro invierno, lelo y
frágil, que parece que va hendirse en el cielo y dejar asomar una punta del verano.

Nieblecita del pequeño invierno cosa del alma, soplo del mar, garuas del viaje en bote de un muelle a otro; aleteo sonoro de beatas
retardadas, opaco rumor de misas, invierno recién entrado. Ahora hay que ir al colegio con frio en las manos.

El desayuno es una bola en el estomago y una dureza de silla de comedor en las posaderas, y una ganas solemnes de no ir al colegio
en todo el cuerpo… Una palmera descuella sobre una casa; como la forma flabeliforme, suavemente neta, rosa, fulgida. Y ahora silbas
tu, con el tranvía, muchacho de ojos serrados.
Tu no comprendes como se puede ir al colegio tan de mañana y habiendo malecones con mar debajo…”.

Se podría decir que la descripción es valida para cualquier ciudad donde haya un muchacho, un malecón, el mar y una palmera. Pero
el conjunto de estas cosas y seres, y su atmósfera solo corresponden a una ciudad pequeña, semi rural, balnearia, de cielo gris, de
tedio azul, de calificativo limeño.

Otro aspecto importante que observamos en esta obra es el procedimiento metafórico que magistralmente es manejado por Adán:…”
Ahora el cielo no existe; se ha desarrollado como una alfombra y a quedado en desnudo el entarimado del espacio por donde los
mundos caminan; sociedad elegante, con lentitud, con silencio, con fastidio”… “Noche de verano vestida de cerveza negra con pardas
espumas de estrellas”.

La ironía, el disparate, la imagen de una nueva poesía asoman tras el invierno de Barranco, tras el campo costeño, tras la parroquia
del pueblo, tras el mar y tras los viejos del lugar:… “Ramón se puso las gafas y quedo mas zambo que nunca de faz y de piernas”…
“dijo que si y séllenlo los bolsillos con las manos…”

Ramón se despojo de su esperanza como si se hubiera despojado de su sombrero y allí afloraban también los amores:… La gringa
era un camino ambulante, ciego de sol, por el que se iba a las tumbas, a un país de nieve y musgo donde se empinaba una magra y
lívida ciudad de rascacielos con todo el misterio de la mecánica en las fabricas sombrías”. Y después de Annie Doll, vendrán otras, y
al final catita…”.

La carta de catita huele a soltería -a incienso, a flores secas, a jabón, a yeso, a botica, a leche- soltería emblemática con gafas de
concha y un dedo índice tieso”.

Carlos Oquendo de Amat: 5 metros de poemas


por María Ángeles Vázquez

La primera edición de este singular libro es del año 1927, en Lima por la Editorial Minerva, donde se recogen los dieciocho poemas de los "5 Metros de poemas".

Es la única obra conocida de su autor.

Se trata de un libro-acordeón con claros componentes cinematográficos: páginas desplegables horizontalmente, que se extienden como una película. La especial organización
del texto nos aclara incluso la palabra "intermedio" (uno de los componentes poemáticos), a modo de las viejas películas divididas en dos partes. Según Carlos Germán Belli, la
concepción de este libro tiene su punto de partida en el pensamiento de Jean Epstein, quien, en un estudio sobre la poesía vanguardista afirmó: "Antes de cinco años se
escribirán poemas cinematográficos: 150 metros y 100 imágenes en rosario en un hilo que seguirá la inteligencia".

Si algo define a nuestro libro, es la VISUALIZACIÓN ESTÉTICA que nos propone el autor en un arrebato de originalidad, pero con coherencia interna y como una lógica
consecuencia del sentido general de la obra.

Oquendo muere en España en un patético año, 1936, tan patético como el estado actual del sanatorio para enfermos tuberculosos de Guadarrama donde pasó los últimos
momentos de "asfixia permanente", tan patético como su solitaria tumba (1), apenas visitada por algunos estudiantes que aman tanto su poesía como él amó la vida. Fue
Carlos Meneses, el primer biógrafo de Oquendo, capaz de trasmitir esta pasión a través de su arduo y concienzudo trabajo tras la búsqueda de los restos de este gran poeta
peruano, al que los bombardeos de la guerra civil española habían dejado sin identificar.

Carlos Oquendo de Amat desarrolla su inquietud literaria en un momento en el que la represión del dictador Augusto B. Leguía, la influencia presurrealista del dadaismo y la
surrealista de Bretón, lanza a los jóvenes intelectuales peruanos a manifestar sus registros culturales en un intenso número de revistas con un marcado carácter social y
literario, donde se pretenden combinar los últimos acontecimientos históricos europeos y lo autóctono peruano, como es el caso de Amauta, que dirigiría José Carlos Mariátegui
hasta el fin de sus días.

Su poesía se gesta con las primeras voces ultraístas que llegan a Perú en los años veinte, pero especialmente se nutre de Bretón, Tzára, Eluard y de sus inspiradores Rimbaud,
Mallarmé, Valery y Apollinaire, influencia recibida de la exquisita educación que su padre le proporcionara. Por supuesto y como tónica general de los poetas de su generación,
tuvo también la influencia siempre presente de José María Eguren y en menor grado, de César Vallejo. Sin embargo, encasillar el estilo de Oquendo sería lo mismo que
pretender medir susCinco metros de poemas y pretender que los mida.

Construye un universo poético para el que no necesita más que la libertad creativa que le ofrecen los "ismos" y es por ello que juega incesantemente, experimenta y vive. Y lo
hace con vehemencia y con estrecheces.
Son diversas las anécdotas recogidas en el citado trabajo de Carlos Meneses, muchas de ellas tan festivas, que nos acercan a un Oquendo picaresco y bohemio y que según el
poeta Luis de Rodrigo, le hicieron caer en "las garras del alcohol y los paraísos artificiales".

Carlos se introduce en el ambiente literario limeño a través de Xavier Abril gracias al cual conoce a Manuel Beingolea, una de sus amistades más duraderas, quien durante años
cubre las necesidades alimenticias del poeta desde que decidiera abandonar definitivamente, a la muerte de sus padres, su ciudad, Puno, e instalarse en Lima en la más
absoluta penuria.

Mendech Dorich narra que "tras meses de proporcionarle dinero y alimentos, llegó un día en el que el viejo y bondadoso escritor no estuvo en condiciones de hacerlo y a la
salida de su trabajo, en la biblioteca del Senado, no atinó sino a comprar dos chancays y dos pepinos y cuando encontró a Oquendo, que lo esperaba en un bar cercano, le dijo
mostrándole una libretita que sacó del bolsillo: -Son apuntes de mis gastos mensuales. Te los voy a leer: gasto de casa 300 soles, lavado 25 soles, ropa 100 soles, putas 80
soles, Oquendo 195 soles, lo que hace un total de 700 soles; yo gano 650, de modo que tengo que robar 50 para cubrir mi presupuesto y además tengo que gorrear el tranvía
para movilizarme. Como tú comprenderás, hay que resolver esta clamorosa situación. Tu lunch en adelante habrá de ser de una franciscana frugalidad ...- A lo que Oquendo
respondió con una vocecilla de falsete: -Eres injusto Manuel, pero no me dejas otra alternativa y no tengo más remedio que aceptar-".

A los 21 años ya está listo para la imprenta su único libro, Cinco metros de poemas, además de la publicación de algunos poemas editados en diversas revistas de la época y
una pequeña composición llamada Nueva crítica literaria que divulga en la revista limeña Rascacielos en 1926, donde realiza una crítica a los poetas de su tiempo, entre los que
se incluye, autodefiniéndose como: "Carlos Oquendo de Amat -es un imbécil. Carlos Oquendo de Amat" . Su colaboración en el desarrollo de revistas de vanguardia es
fundamental para entender el espíritu de nuestro autor.

Cinco metros ... desde el título supone una provocación directa al lector (¡quién no ha caído en la trampa de medir el texto! -4,16 ctms- que según indicación del autor se
debe abrir "como quien pela una fruta"). Tomará el título del poema escrito en 1923 "Reclame" o "Réclam" de su último verso "compró para la luna cinco metros de poema",
siendo por otra parte uno de los textos más innovadores y donde logrará con absoluta maestría plasmar los juegos tipográficos prototípicos de los movimientos de vanguardia
vigentes. Debemos destacar, dentro de estos juegos, la enorme plasticidad que nos ofrecen sus representaciones visuales, ya sea a través de los reclamos publicitarios, de la
doble imagen que ofrecen los espejos o de las secuencias cinematográficas que nos muestran el asombro y la fascinación del poeta ante el progreso y la potencia de la gran
metrópolis, tendencia por otro lado absolutamente surrealista.

You might also like