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LA SUFICIENCIA DE LA REVELACIÓN ESPECIAL

DANNY J. LÓPEZ O.

PROFESOR: JIM BEARSS


SEMINARIO REFORMADO LATINOAMERICANO
INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO

Cabimas, Zulia, Venezuela – 2018


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN
I. La revelación
A. Definición
B. Tipos de revelación
1. Revelación general
2. Revelación especial
C. Características de la revelación especial
1. La cantidad de libros revelados
2. Los escritores
3. El tiempo de revelación
D. El alcance de la revelación especial
II. La suficiencia de la revelación especial
A. Suficiente para la fe y la práctica
B. Suficiente para la salvación
C. Suficiente para conocer de Jesucristo
CONCLUSIÓN
INTRODUCCIÓN

El tema de la suficiencia de la revelación especial o de las Escrituras ha sido uno de los más
atacados en los últimos siglos, de manera que ha sido necesario estudiar qué es lo que quiere decir el que
la revelación especial sea suficiente.

Como contenido, se desarrollará los conocimientos básicos de la revelación, es decir, su definición,


la clasificación de la revelación de Dios al hombre, cuales son las características que describen a la
revelación especial y cuál es el alcance de la revelación especial de Dios.

Además de ello, se desarrollará el concepto de suficiencia de la revelación especial, es decir, hablar


de por qué es suficiente. Todo lo que se debe saber acerca de la suficiencia de las Escrituras está en la
biblia (MacArthur J.) Es propicio entonces tomar en consideración la siguiente premisa: “La verdad no es
descubierta, es revelada”.

“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio
al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro,
que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová
son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que
miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande
galardón. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también
a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran
rebelión. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca
mía, y redentor mío” (Salmos 19:7-14).
DESARROLLO

I. La revelación
A. Definición
El significado de este término es importante para poder entender el tema de la revelación especial.
El mismo puede ser definido como la “manifestación de Dios para con los hombres” (Morris L., 1976, p.
12). El término es usado varias veces en la biblia, como por ejemplo, en el Antiguo Testamento es usado
con dos palabras diferentes: “Galá”, que significa desnudar, pero figurativamente revelar (Amós 3:7)-,
“Guelá”, Revelar (Daniel 2:19). En el Nuevo Testamento el término más usado es “Apokálupsis”, que
significa revelación, manifestar o manifestación, usado en Romanos 16:25, Apocalipsis 1:1, entre otros.
En conclusión, se entiende que revelación es quitar el velo, “implica retirar la cubierta de algo que estaba
oculto” (Sproul R., 1992, p. 3).

B. Tipos de revelación
La premisa de la revelación es que Dios se dio a conocer al hombre, y no que haya sido descubierto
por el hombre. Algunos estudiosos han podido ver, no solo a la luz de la Escritura, sino también de la
naturaleza que Dios se ha manifestado (Revelado) al hombre de dos maneras, conocidas también en la
teología como: (1) Revelación general, y (2) Revelación especial. Hay una diferencia resaltante entre
ellas: En la revelación general, Dios revela pocas verdades a muchas personas y en la revelación especial,
Dios revela muchas verdades a pocas personas.

1. Revelación General
Acerca de la revelación general, puede decirse que es la manera que Dios ha usado para revelarse
a toda la humanidad, es decir, que no está limitada a un grupo o nación específica, y el medio de tal
revelación es la creación. Una definición más sencilla puede ser la siguiente: “Cuando hablamos de la
revelación general mediata, nos estamos refiriendo a la revelación que ha sido transmitida a través de
algo” (Sproul R., 1992, p 11). Algunos han agrupado el contenido de la revelación general de Dios en tres
categorías: (1) La naturaleza, (2) la providencia de Dios en la historia de la humanidad, y (3) la conciencia
humana.

A través de la naturaleza, Dios ha mostrado su eterno poder y deidad (Romanos 1:20; Salmos 19:1-
6). A través de la historia se ha visto la manifestación de la providencia divina, de manera que Él: “…quita
reyes y pone reyes” (Daniel 2:21), “…da el poder para hacer las riquezas” (Deuteronomio 8:18), entre
otras cosas. Por último, se entiende que Dios se ha manifestado al hombre a través de la conciencia, de
manera que, como enseña Génesis 1:26, tiene la capacidad de pensar y razonar, pero también de
diferenciar lo bueno y lo malo (Romanos 1:20-23).

A pesar de todas estas cosas que Dios revela de manera general, no hay en ellas algún medio a
través del cual el hombre pueda ser restaurado de su condición caída (Condición pecaminosa). En otras
palabras, nada de la revelación general muestra a Cristo Jesús como el reconciliador entre Dios y los
hombres.

2. Revelación Especial
La revelación especial se puede definir como el medio que Dios ha utilizado para revelarse a sí
mismo por medio de las Escrituras. “El término "revelación especial" se emplea para designar la
revelación consignada en las Sagradas Escrituras” (Morris L., 1976, p 57). Los teólogos han clasificado
dos temas principales como el contenido de esta revelación, los cuales son: (1) Jesucristo, y (2) la Santa
Biblia.

Jesús fue la revelación más grande Dios, puesto que la biblia misma declara acerca de Él que:
“…en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo…” (Hebreos 1:1-3). Así también el evangelista Juan
ha declarado en su evangelio que Jesús es el Verbo encarnado, es decir, Dios hecho carne: “Y aquel Verbo
fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Las Sagradas Escrituras son la segunda clasificación de la revelación especial, la cual contempla
la revelación de Dios dada por medio de sus santos siervos: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,…” (Hebreos 1:1), cuya característica
esencial es que tal revelación es inspirada (Exhalada) por Dios. Dios dice que “Toda la Escritura es
inspirada por Dios…” (2 Timoteo 3:16). Es necesario acotar que no fueron los siervos de Dios los
inspirados, sino la Palabra misma. Los Santos siervos de Dios fueron llevados o dirigidos por el Espíritu
Santo para escribir lo que Dios quería que se escribiera. Cuando la biblia dice “que los santos hombres de
Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21) el término griego usado para
“inspirados” (Soplado) no es el mismo que el usado por Pablo (dseópneustos), sino otro que denota ser
“llevado” (Féro).

A diferencia de la revelación general, esta manifestación de Dios a través de la revelación especial


si presenta a Jesús como el reconciliador entre Dios y los hombres: “Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5), a través de ella el lector (El
hombre) es llevado directamente a Jesucristo, aquél que es considerado como el “cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo” (Juan 1:29).
C. Características de la revelación especial
Hay una premisa que es necesario recalcar, y es que la característica principal de la revelación
especial es que ella es inspirada por Dios. De esta doctrina de la inspiración se detallan dos cosas: (1) La
inspiración verbal, que se refiere a que todas las palabras escritas son exactamente las palabras que Dios
quería que se escribieran, y (2) la inspiración plenaria, lo que afirma que toda la escritura fue inspirada en
su totalidad y no ciertas partes de ella.

Si bien la revelación especial es, como se describió anteriormente, la manifestación de Dios a


través de las Escrituras, se hace necesario la especificación de lo que se ha recibido como revelación
especial. De ella entonces, podemos observar por lo menos, (1) cuanto se ha recibido como revelación
especial, (2) quienes y cuantos comunicaron la revelación y (3) durante cuánto tiempo se recibió la
revelación.

1. La cantidad de libros revelados


Una de las dudas que ha persistido en el tiempo respecto a la revelación especial es cuanto se ha
recibido de ella, de manera que fue, en varias oportunidades, el tema de discusión en los concilios. La
Iglesia misma llegó a participar como un medio para señalar cuales y cuántos libros fueron inspirados por
Dios, pero es necesario destacar que fue Dios quien manifestó un número exacto de libros. La revelación
especial está conformada por sesenta y seis libros, los cuales están divididos en dos secciones principales:
(1) El Antiguo Testamento, y (2) el Nuevo Testamento.

El Antiguo Testamento está conformado por treinta y nueve (39) libros, los cuales todos fueron
dirigidos todos a un público específico (Los Israelitas). Cabe destacar que en la actualidad hay un número
de libros, además de los treinta y nueve, que reclaman ser inspirados o parte del AT, pero no fueron
admitidos en el canon del mismo, por no cumplir con los estándares, y obviamente, por no ser inspirados.

El Nuevo Testamento está conformado de veintisiete (27) libros, los cuales fueron dirigidos a
diferentes destinatarios (Iglesias locales y personas específicas), aunque de manera general a un pueblo:
La Iglesia de Cristo (Considerando el principio de la Iglesia universal). Al igual que en el Antiguo
Testamento, hay otros libros que reclaman ser parte del canon del Nuevo Testamento, pero no cumplen
con los estándares de canonización.
2. Los escritores
El número de siervos que Dios usó para dar la revelación especial llegan hasta los 40. Para el
Antiguo Testamento el número de participantes fue de aproximadamente treinta y dos (32) hombres. Para
el Nuevo Testamento el número de participantes fue de ocho (8) hombres. Todos ellos, de diferentes
profesiones, pero de una característica esencial en común: Llamados por Dios para dar la revelación. Los
antiguos fueron considerados profetas (Escritores del Antiguo Testamento), y los que escribieron el Nuevo
Testamento fueron considerados Apóstoles y Profetas (Efesios 2:20).

Cada uno de ellos escribió siendo guiados o llevados por el Espíritu Santo, pero en la libertad de
escribirlo en el idioma correspondiente. Además de ello, cada escritor escribió conforme a un tipo de
lenguaje o literatura, a bien saber: narración, poesía y argumentación (Puede englobarse en estas tres
categorías). Es necesario acotar que la forma de escribir y la misma escritura fue lo que Dios quería que
se escribiera.

3. El tiempo de revelación
El tiempo general de escritura de toda la biblia fue de aproximadamente mil quinientos (1500)
años, presente entonces, en estos quince siglos, diferentes escritores, algunos contemporáneos y otros no,
fueron usados por Dios para dar la revelación especial. El Antiguo Testamento fue escrito en más o menos
mil años y el Nuevo Testamento fue escrito en 50 años aproximadamente.

D. El alcance de la revelación especial


En cuanto al alcance de la revelación especial, se puede decir que lo que Dios quiso revelar fue
a Jesucristo. Jesucristo es el pináculo de la revelación de Dios, de manera que puede concluirse, respecto
al propósito principal de la biblia (Revelación Especial) que Cristo Jesús es el tema central y el enfoque:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito
del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Además de manifestarnos a Jesucristo como el centro de la revelación especial, Dios ha mostrado


en su Palabra otros temas, los cuales consideró a bien revelar como parte de su plan. El Señor nos ha
revelado un sistema de doctrinas que los teólogos ha clasificado como: (1) Las Escrituras, (2) Dios, (3)
el Hombre, (4) el Pecado, (5) Cristo, (6) el Espíritu Santo, (7) la Iglesia, (8) la Salvación, y (9) las
Últimas cosas. También nos mostró aspectos relacionados con la historia de la humanidad desde el inicio
de ella, y su plan de salvación partiendo de un pueblo (Israel).
II. La suficiencia de la revelación especial
A. Suficiente para la fe y la práctica
Cuando el mundo está lleno de incertidumbre y duda, solo la biblia (La revelación especial)
enseña al hombre la verdad, lo que a su vez le muestra lo que debe creer respecto a todo, y así mismo lo
que debe practicar en cada asunto de la vida. La misma biblia dice de sí que: “Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que
el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).

Uno de los asuntos más frágiles de la sociedad tiene que ver con la moralidad, la cual según la
filosofía de este mundo, viene a ser relativa en función de cada sociedad. De manera que en los diferentes
grupos, lo bueno o lo malo dependerá de lo que el mismo quiera creer. Pero en la biblia se encuentra un
referente moral, el cual procede de Dios mismo, es decir, que el estándar moral que debería tener este
mundo, que es la creación de Dios, es el que ya ha revelado, eso es suficiente para el orden en una
sociedad: “Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya
bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para
siempre” (Deuteronomio 4:40).

Pero a causa de la naturaleza pecaminosa, el hombre natural no podrá cumplir perfectamente los
estándares morales, y si llegare a esforzarse en ello y a lograr conseguir algún beneficio, aun así serán
esfuerzos inútiles para alcanzar algún bien espiritual, por lo que únicamente para el creyente, esta
revelación es suficiente para que pueda llevar una vida piadosa y digna del llamamiento, en cuanto a fe
y práctica se refiere. Se concluye que si bien la revelación especial es inspirada por Dios, y que no hay
otro libro en el mundo que haya sido inspirado por Dios, entonces el creyente solo tomará de esta
revelación todo lo necesario para la fe y práctica, pues solo ella es suficiente.

B. Suficiente para la salvación


Nuevamente, según este mundo, hay muchos referentes para la salvación (Muchas de ellas
basadas en las buenas obras) e insuficientes para salvar, pero solo un referente es suficiente para salvar
al hombre caído, ese es el que se revela en las Escrituras (Revelación especial).

No es de sorprenderse que los ataques que llegan a la suficiencia de las Escrituras, en cuanto a
materia de salvación, vienen de la misma Iglesia, la cual ha abandona la revelación especial para hacer
uso de referentes más atractivos, pero insuficientes para salvar. El Apóstol Pablo, guiado por el Espíritu,
dijo: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a
Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” (1 Corintios 1:21), y “…pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; más
para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.” (1 Corintios 1:23-
24).

C. Suficiente para conocer de Jesucristo


El máximo referente para conocer a Cristo Jesús es la biblia (La revelación especial). Cualquier
otro referente es insuficiente. A través del tiempo han surgido diferentes oponentes de la deidad de Jesús,
afirmando que no era posible que Dios se hiciera hombre, es decir, carne (Influenciados por el
pensamiento gnóstico) y así mismo presentando a otro Jesús, distorsionando no solamente la doctrina de
Cristo, sino también la doctrina de la salvación. La realidad es que toda ella presenta a Jesús, y no se
puede añadir o quitar de lo que Dios ya ha revelado acerca de Él.

Hablando de los cuatro evangelios, Ireneo dice: “Tan firme es el cimiento sobre el cual descansan
estos Evangelios, que los mismos herejes dan testimonio de ellos, y, a partir de estos [documentos], cada
uno procura establecer su propia doctrina.” (Thielman F., 2005, p. 40). Desde un punto de vista, Ireneo
resalta que los herejes reconocieron la inspiración de estos escritos, pero solo de uno de ellos,
dependiendo de la filosofía de pensamiento. Las personas de los primeros siglos cometieron el error de
tomar un solo evangelio de los cuatro, para basar en ella su teología de Cristo Jesús, cayendo en no poder
ver la diversidad y unicidad de estos cuatro evangelios. Por consiguiente, es necesario recalcar que toda
la biblia habla de Jesús, y no se le puede quitar, pues como está, ya es suficiente.

La revelación especial presenta la meta de cada oficio que Cristo Jesús constituyó en la Iglesia y
en ella se ve como cada uno debe presentar a los creyentes toda la manifestación de Cristo Jesús (La
revelación especial), para que lleguemos a la estatura de Cristo: “Y él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a
la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo;” (Efesios 4:11-13).
CONCLUSIÓN

Acerca de la revelación, se entiende que es la manera en como Dios se ha comunicado al hombre,


y que de manera específica se ha revelado a un grupo pequeño (Los creyentes de Cristo Jesús). En esta
revelación especial, se detallan dos enfoques principales, Jesucristo y las Sagradas Escrituras. Además
de ello, se entiende que esta revelación fue dada por hombres siervos del Altísimo, quienes fueron
guiados por el Espíritu Santo para escribir exactamente lo que Dios quería que fuera escrito. Así mismo,
se entiende que la biblia fue escrita en aproximadamente mil quinientos años, y que se compone de
sesenta y seis libros. El alcance de las esta revelación especial es presentar centralmente a Cristo Jesús,
pero también muestra otros aspectos que Dios quiso comunicar al hombre.

Se entiende que la suficiencia de la revelación especial comprende por lo menos tres áreas a
resaltar, que ella es suficiente para dar al hombre lo necesario para la fe y la práctica, que la revelación
especial es suficiente para dirigir al hombre pecador a su salvador (Cristo Jesús) y que no hace falta otra
manera, pues es insuficiente; y por último, es suficiente para conocer lo necesario acerca de Jesús.
REFERENCIA

Leon Morris, (1976) Creo en la revelación, Miami Florida: Editorial Caribe.

R. C. Sproul, (1992) Las grandes doctrinas de la biblia, Miami Florida: Editorial UNILIT

Frank Thielman, (2005) Teología del Nuevo Testamento, Miami Florida: Editorial Vida

Jim Bearss, Seminario Reformado Latinoamericano SRL, Introducción al Nuevo Testamento


(Recuperado 22 de enero del 2017) https://www.youtube.com/watch?v=B0s_T_SoKKo&t=43s.

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