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Para una prueba de salud rápida, piense si sufre de cualquiera de los siguientes síntomas
comunes:
¿Qué es la histamina?
diarrea;
dolor de cabeza;
sofocones;
sarpullido, urticaria (ronchas), eczema;
arritmia (latido irregular del corazón);
presión arterial baja: debido a la vasodilatación causada por la histamina;
sibilancia;
goteo nasal;
ojos llorosos;
angioedema: hinchazón de cara, manos, labios;
acidez gástrica: debido al aumento de producción de ácido;
picazón: normalmente de la piel;
síndrome premenstrual: dolores de cabeza durante el ciclo menstrual o cólicos
dolorosos debido a contracciones producidas por la histamina en relación con los
niveles hormonales.
Puede tener correlación con otros problemas de salud
La intolerancia a la histamina parece darse más frecuentemente cuando hay presente una
disfunción gastrointestinal, como en la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad
celíaca, el síndrome del intestino irritable, etc. Dados los pocos datos que se tienen en
cuanto a la incidencia real de la intolerancia a la histamina, los datos sobre su correlación
con otros problemas de salud son también escasos. En el ámbito de la medicina
alternativa, se cree que ocurre más comúnmente cuando hay disbiosis intestinal o
sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO, por sus siglas en inglés).
Por ejemplo, es posible que usted haya consumido alimentos ricos en histamina en la
mañana, y en la tarde haya consumido una comida baja en histamina. Pero, es posible que
la comida de la tarde sea suficiente para hacer sobrepasar su nivel de tolerancia, por lo
que usted tendría síntomas en la tarde. Usted podría pensar que sus síntomas se debieron
a la comida de la tarde, pero en realidad los alimentos de la mañana fueron el factor más
importante.
Si usted cree que puede tener intolerancia a la histamina, hable con su médico para
evaluar otras condiciones posibles “parecidas”, tales como alergias, trastornos de
mastocitos o trastornos digestivos subyacentes. Una vez que estas posibilidades se hayan
evaluado y tratado, se podrá comenzar una dieta de eliminación para ver si los síntomas
mejoran. En este caso, llevar un diario de alimentos es esencial. Se deben corregir primero
cuestiones subyacentes para optimizar la mejora. Debido a que la dieta es restrictiva,
sobre todo si se añade a un plan de alimentación ya restringido, consulte con un
profesional para asegurar una ingesta nutricional adecuada.
¡No se trata solo de seguir una dieta! Trate primero cualquier otro problema subyacente, ya
que solo eso podría mejorar la tolerancia a la histamina.
Dieta: una dieta baja en histamina es el tratamiento de elección (podrá ver listas de
alimentos abajo), pero puede ser difícil de seguir si la persona ya está haciendo una dieta
restringida como la dieta sin gluten o baja en FODMAPs, y debe hacerse bajo supervisión
médica para asegurar una ingesta nutricional apropiada. La tolerancia a la histamina varía
de persona a persona, y la cantidad de histamina tolerada debe deducirse por ensayo y
error. Algunas personas solo pueden tolerar cantidades muy pequeñas, y otras más
grandes.
Sueño: ¡de siete a ocho horas por noche ayuda con todo!
Relajación: los beneficios de las técnicas de relajación son más que importantes. Los
ejercicios de respiración o relajación muscular progresiva son fáciles, gratis y pueden
hacerse en cualquier lugar. El yoga y la meditación son excelentes también. La relajación
también puede significar para usted leer un libro, pasar tiempo con amigos o tocar música.
Medicamentos: antihistamínicos, cremas/ esteroides tópicos, esteroides orales, cremas
homeopáticas o de origen vegetal tópicas y lociones para las erupciones.
Suplementos: hay escasez y hasta falta de datos sobre los suplementos, pero los
siguientes se utilizan a veces: vitamina C, B6, zinc, cobre, magnesio, mangostán,
quercetina, promotores y suplementos de la DAO y cremas de uso tópico. Utilice cualquier
suplemento bajo la guía de un profesional. Los suplementos pueden tener efectos
secundarios tóxicos. (Supplements can have toxic side effects.)
la acetilcisteína;
el ambroxol;
la amilorida;
la aminofilina;
la amitriptilina;
la aspirina;
el cefotiam;
la cefuroxima;
la ciclofosfamida;
la cimetidina (Tagamet);
el ciprofloxacino;
la codeína/ los opioides;
el diazepam (Valium);
el haloperidol (Haldol);
los medios de contraste;
el metamizol;
la metoclopramida (Reglan);
el naproxeno (Aleve);
el narcótico tiopental (medicamento intravenoso para las cirugías);
la noscapina;
el pancuronio;
la prilocaína.
ESTE ARTÍCULO ES PROPIEDAD DE AMY BURKHART, MD, RD.
Alimentos y dieta baja en histamina
Son muchos los alimentos que provocan una acumulación de histamina en el organismo, y
no todos tienen que ser necesariamente ricos en esta amina.
Ya se conocen algunos alimentos, descritos a lo largo de los años por los propios pacientes,
relacionados con la aparición de la migraña u otros síntomas, pero hasta ahora no se
conocía la causa. Siempre se ha hablado de buscar “culpables” entre los alimentos sin ver
donde se encuentra el problema. El origen de padecer este síndrome se encuentra en el
propio individuo y la alimentación es sólo la vía de acceso del componente que ayuda a que
se produzca.
Hay discrepancias sobre el criterio a seguir para la consideración o no de un alimento rico
en histamina. Algunos autores proponen eliminar de la dieta aquellos alimentos que
presentan concentraciones superiores a 20 mg/kg, mientras que otros son mucho más
exigentes y consideran alimentos con niveles bajos de histamina los que la contienen en
cantidades inferiores a 1 mg / kg. Aunque para poder hacerlo correctamente debería
aparecer la cantidad de histamina en el etiquetado alimentario, y no es así.
Por otro lado, además de tener en cuenta los alimentos ricos en histamina, se deberían tener
muy presentes otros factores que provocan la acumulación de la amina dentro del organismo
como la cantidad de otras aminas, la capacidad para liberar histamina endógena o bien
factores bloqueadores de la enzima DAO como las bebidas alcohólicas.
La siguiente tabla recoge los alimentos precursores de acumulación de histamina por déficit
de DAO (tanto por alta concentración, por contener otras aminas que compiten con la DAO,
como por liberación endógena de histamina), pero en ningún caso sustituye una dieta
equilibrada baja en histamina, que debería ser asesorada por un profesional de la nutrición,
el dietista-nutricionista.
nd – 13
Bebidas alcohólicas (vino tinto,
nd – 21
blanco, espumoso, cerveza
nd – 6,3
embotellada) Carne fresca (vacuno, cerdo) nd – 4
nd – 2
Champagne 67 Aceitunas nd – 2
Alimentos sin
histamina: La lista
más completa
La histamina puede estar detrás de una intolerancia
alimentaria y otros problemas de salud. Por ello es
importante reducir o limitar el consumo de alimentos
con un elevado contenido en histamina.
por Isabel Rodríguez, il 5 Julio 2013
La histamina es una amina idazólica que produce nuestro cuerpo y que, entre
otros, puede ser la causante de intolerancias alimentarias (histaminosis
alimentaria), dolores de cabeza (migraña), dolores musculares y piel atópica,
entre otros, en el caso de las personas que padecen Déficit de DAO, el cual
debe ser diagnosticado mediante una analítica de sangre concreto en un
servicio médico profesionalizado. La alimentación puede ser crucial a la hora
de tratarlo, incluyendo en la dieta alimentos bajos en histamina y eliminando
los que son altos en histamina o favorecen su producción.
Pero, ¿cuáles son los alimentos que nos hacen más vulnerables? No se trata de
prohibir su consumo, sino de revisar nuestra dieta y detectar qué tipo de
alimentos convienen ser sustituidos por otros de igual valor nutritivo para no
desequilibrar nuestra dieta, pero sin el riesgo de la histamina. Veamos qué
alimentos podemos incluir en la lista.
Los alimentos, algunos tan comunes y de consumo diario como los lácteos,
el trigo o el huevo, pueden hacer que nuestro organismo libera elevadas dosis
de histamina. Las altas concentraciones de histamina pueden provocar un
choque anafiláctico. Por tanto, es a través de la dieta como debemos controlar
los efectos de la histamina sobre el organismo. No podemos olvidar, no
obstante, que las proteínas lácteas no solo están presentes en la leche, sino que
también se añaden a otro número importante de alimentos, como dulces y
repostería, pan, cereales, pizzas y salsas.
Picor, urticaria, vómitos, mareos y diarrea son los síntomas más comunes que
acompañan a la intolerancia a la histamina, una patología que suele más
frecuente entre las mujeres de mediana edad. En estos casos, al igual que
sucede con otras intolerancias alimentarias como la celiaquía, el tratamiento
más efectivo es la dieta libre, en la mayor medida posible, de histamina para
evitar su acumulación en la sangre. Hay alimentos con un elevado contenido
de histamina y otros, por su parte, tienen la capacidad de favorecer su
liberación por parte del organismo.
¿Qué alimentos debemos evitar y cuáles están libres de histamina? Hay que
apuntar que, en líneas generales, cuanto mayor es el tiempo de maduración y
procesamiento de un alimento más elevado será su contenido en histamina
(pescados en conserva, queso curado o carnes procesadas y embutidos).
Veamos más detenidamente la lista de alimentos.
Alimentos con niveles altos de histamina
Si padeces Déficit de DAO o alguna intolerancia alimentaria hacia alimentos
con histamina, estos son los alimentos que deberás eliminar o evitar lo más
posible. No todos son altos en histamina, algunos la producen una vez que se
ingieren o producen otras aminas, las cuales favorecen el crecimiento de
histamina en sangre.
Conservas de pescado (atún, sardinas, caballa, boquerón), de carne o de
verduras y fermentados.
Pescados azules y mariscos.
Quesos curados (sobre todo la zona de la corteza).
Carnes y pescados curados o ahumados.
Embutidos.
Productos de soja (leche de soja, salsa de soja, tofu).
Frutas cítricas y otras frutas: naranja, limón, mandarina, pomelo, kiwi, piña,
papaya, frambuesa, aguacate, plátano, ciruelas, fresas.
Verduras altas en histamina: tomate, pimiento, berenjena, patata, espinacas y
acelgas. Y verduras fermentadas como el chucrut.
Café, té, vino, cerveza, zumos procesados.
Trigo y derivados: pan, pasta, cereales, pizzas, pastelería, bollería, harinas,
rebozados…
Frutos secos: nueces, cacahuetes y almendras.
Azúcar blanca refinada, aditivos (glutamato o E-621 y aspartamo), helados,
confites, chucherías, dulces industriales…
Leche de vaca y derivados: yogurt, queso, yogures líquidos, natillas, nata,
leche con chocolate, puré de patata artificial, helados, flan, crema catalana…
Chocolate y derivados: crema de cacao, bombones, dulces con chocolate…
Clara de huevo.
Setas en conserva y aceitunas.
Se recomienda evitar los alimentos con gluten: trigo, cebada, cuscús, bulgur,
espelta, centeno, malta y avena contaminada (con gluten).
Qué es la histamina?
La histamina se trata de una molécula vital, necesaria para la vida. Es una amina
biógena que se forma en los alimentos por acción de enzimas de los microorganismos a
partir de los aminoácidos precursores. La histamina, que se encuentra en todos los
alimentos en una medida u otra, ya sean de origen animal o vegetal, también debe ser
metabolizada para poderse eliminar por la orina sin ningún inconveniente. El problema
aparece cuando el organismo tiene baja actividad de la principal enzima encargada de
metabolizar la histamina ingerida en los alimentos, la DiAmino Oxidasa o DAO, o bien
nuestro hígado no la está metabolizando correctamente. Es entonces cuando debemos
hacer una dieta baja en histamina.
Se sabe, desde la década de 1950, que la histamina está en el cerebro, pero hasta hace
poco no se sabía su papel. Las funciones fuera del sistema nervioso han sido un
impedimento para pensar que era un neurotransmisor. Es sintetizada y liberada por
neuronas del sistema nervioso central que usan la histamina como neuromodulador.
Fuera del sistema nervioso central es un mediador de medios fisiológicos. Se encuentra
fundamentalmente en células cebadas del tejido conectivo y basófilos (un tipo de
leucocitos) de la sangre periférica.
Migraña
Dolor crónico
Fibromialgia
Dolores musculares
Mareos
Colon irritable
Estreñimiento
Diarrea
Dolor de estómago
Flatulencia
Sensación de hinchazón
Náuseas
Sensación de saciedad
Trastornos cutáneos (piel seca, atópica, psoriasis, urticaria, picor,
dermatitis, edemas)
Desajustes hormonales (amenorrea, síndrome premenstrual,
ovarios poliquísticos, infertilidad)
Dolores osteopáticos (sobre todo de espalda y columna)
Dolor en los tejidos blandos
Astenia
Sensación de cansancio injustificado
Cómo diagnosticarla
Hay varias maneras de diagnosticar la histaminosis:
Los alimentos ricos en histamina más destacados (lo que hay que evitar) son los
que tienen más de 20 mg de la amina, los alimentos que liberan histamina y
también los que son ricos en otras aminas biógenas, como la putrescina y la
cadaverina, que pueden provocar una saturación del DAO e impedir que éste
elimine la histamina de los alimentos.
Así, hay unos alimentos que tendremos que quitar de la dieta durante un tiempo, como
gluten (trigo, espelta, kamut), embutidos, cerdo, jamones (crudo, cocinado o salado),
todos los ahumados, mortadela, salami, chorizos, alcohol (cava, vino, cerveza), café, té,
quesos (excepto el fresco de cabra u oveja), pescado azul en conserva (atún, caballa,
anchoas), productos vegetales fermentados (chucrut), soja y derivados, vinagre (sobre
todo balsámico), kétchup y tomate, patatas, espinacas, acelgas, pimiento, berenjena,
mariscos, chocolate, aguacate, frutos secos, trigo (gluten), naranja, limón, mandarina,
pomelo, kiwi, piña, papaya, frambuesa, plátano, fresa, ciruelas, azúcar blanco, azúcares
refinados y artificiales, clara de huevo, garbanzos, aceitunas y setas que no sean frescas.
En cambio, se debe hacer una dieta en alimentos bajos en histamina, como legumbres
(excepto garbanzos y soja), cualquier verdura menos las comentadas, leches vegetales
excepto la de soja, algarroba en lugar de chocolate, pan de quinoa, de espelta, de arroz o
de trigo sarraceno, infusiones en lugar de café o té, pescado blanco fresco de máximo 48
horas en la nevera y nunca congelado, carne fresca de 48 horas en a nevera no
congelada de cordero, ternera, conejo, jabalí, pollo y pavo; las algas también van bien;
para endulzar se puede usar estevia, miel, melazas, zumo concentrado de manzana o
azúcar integral de caña o de coco; yogur de oveja o cabra y el queso fresco también de
oveja o cabra, y frutas como manzana, pera, mango, coco, lichis, granada, uva, melón,
sandía, frutas del bosque, higos, melocotón, cerezas, albaricoque y nectarinas.