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Manejo de riesgos en el Ministerio de los Aventureros y Conquistadores.

UNA VISIÓN HISTÓRICA DEL ABUSO INFANTIL


El maltrato infantil es uno de los problemas más graves y dolorosos de la sociedad moderna. La vi-
da de millones de niños se ve brutalmente amenazada por los malos tratos que recibe de la
familia, de las instituciones y de la sociedad en general. El fenómeno de maltrato a infantes no
ocurre sólo en la actualidad, sino que también ha ocurrido a lo largo de la historia. Es así como el
maltrato de niños por parte de adultos es un hecho conocido desde la antigüedad, como lo
confirman diversos relatos históricos y literarios que se remontan incluso a la época del Antiguo
Testamento, pinturas rupestres e inscripciones en monumentos indígenas.
Sin embargo, el significado que cada civilización le ha dado, varía ampliamente según las
características culturales prevalentes, siendo unas veces condenado, pero otras abiertamente
favorecido y legitimado. Es válido decir que la forma en que los niños han sido tratados durante
su infancia, se basa en la estructura social y en normas valoradas en cada sociedad y tiempo. La
mayor dificultad para la evolución de las sociedades ha sido la negación de este fenómeno. Los
actuales cambios en la forma de vida, como urbanización e industrialización y el desarrollo de los
medios de comunicación, han llevado a los países a reconocer e identificar el elevado número de
casos de abuso físico y negligencia.
En los últimos 150 años el maltrato infantil se ha visto como un problema social, con complejos
mecanismos sociolegales que pretenden regularlo. El concepto Síndrome del Niño Golpeado lo
usó, por primera vez, el médico forense parisino A. Tardieu en 1860 en Francia, cuyo alegato por
el reconocimiento médico de los malos tratos no fue escuchado hasta un siglo después; así como
los enunciados también por Charles Dickens en Inglaterra, Balestrini (1888) en Italia, Caffey (1946)
en Estados Unidos, entre otros, los cuales denunciaron el maltrato, la negligencia, la explotación y
la muerte de los niños. No obstante, en esta misma época, A. Johnson (1868) médico del hospital
de niños de Londres, insistía en que la frecuencia de fracturas repetitivas se debía a fragilidad del
tejido óseo, producto del raquitismo, con lo cual se intentó minimizar el problema.
Más tarde, en Estados Unidos la preocupación por este tema se inicia con el caso de Mary Helen
Wilson, una niña que fue golpeada, herida con tijeras y encadenada a una cama por sus padres
adoptivos; presentando síntomas de desnutrición severos y otras señales de maltrato físico y
negligencia. La publicidad de este caso, en el año 1874, por el primer proceso judicial que
defendía a un menor de los malos tratos físicos, obligó a reconocer oficialmente por primera vez el
maltrato infantil. Como consecuencia de esto se formó en 1875, la Sociedad para la Prevención de
Crueldad hacia los Niños, la que posteriormente, en 1883, fue creada en el Reino Unido.
El mundo médico reconoció el maltrato infantil como posibilidad diagnóstica, recién en los años 60,
debido a la publicación del trabajo de Kempe (1962) sobre el Síndrome del Niño Golpeado, el cual
fue considerado como: Una condición clínica, causada por golpes físicos, intencionales de un
padre o un cuidador. Así, después de dicho acontecimiento, este concepto dio rápidamente origen
a los términos de abuso, negligencia y maltrato infantil. La toma de conciencia social del
fenómeno de maltrato infantil, se dio paralela al desarrollo de la toma de conciencia individual.
Así, se identifican cinco etapas de desarrollo por las que toda sociedad pasa antes de
llegar a reconocer las variadas manifestaciones de maltrato infantil, las etapas son las siguientes.
1) Primera Etapa: El problema es negado socialmente y existiría el mito de que el maltrato infantil
es escaso y atribuido a unos pocos individuos mentalmente perturbados.
2) Segunda Etapa: Se reconocen sólo los casos más extremos de abuso físico, los cuales tienen
riesgo vital para el menor.
3) Tercera Etapa: El abuso físico es tratado con eficacia y la atención se dirige a aspectos tales
como las consecuencias para el desarrollo infantil.
4) Cuarta Etapa: Se reconoce el maltrato psicológico y la negligencia como factores de riesgo
importantes para el desarrollo sano de los menores.
5) Quinta Etapa: Se acepta la existencia del abuso sexual a menores.
De acuerdo a lo anteriormente descrito, la toma de conciencia del maltrato infantil comúnmente
difiere entre las sociedades y dentro de ellas, dependiendo de las condiciones políticas,
económicas y culturales del país. Esto se expresa en diferencias considerables en cuanto a la
internalización de normas y valores, lo cual dificulta alcanzar un consenso para establecer los
límites entre paternidad normal y abusiva. Para comenzar a legislar sobre el tema, la mayoría de
los países tuvieron que recorrer las 5 etapas antes descritas para recién comenzar a reconocer y
aceptar la existencia del fenómeno.
A comienzos de los años 60, las definiciones de maltrato infantil le prestaban exclusiva atención al
abuso físico, ahora las definiciones incluyen negligencia emocional, abuso sexual y una serie de
otras conductas vistas como dañinas para el desarrollo del niño. Por esto, se hace necesaria
la aproximación a un concepto de maltrato infantil que sea lo suficientemente amplio como
para abarcar sus distintas manifestaciones y que respete diferencias culturales dentro de un
marco valórico común.
Así, hay que considerar dos aspectos involucrados para la conceptualización de maltrato infantil:
1. La Violencia Intrafamiliar y el Maltrato constituyen una forma de poder ejercido en el contexto
de las relaciones de dependencia que se dan en la familia.
2. El Maltrato afecta el bienestar Psicosocial del niño, del adulto responsable del maltrato, de la
familia y de su entorno social

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO


El maltrato en todas sus formas de expresión conlleva una serie de consecuencias, que van más
allá de las huellas físicas que deja el maltrato físico. Se identifican consecuencias a corto,
mediano y largo plazo en el desarrollo psicosocial y emocional de los menores, las cuales se
describen a continuación.
1) Consecuencia del Maltrato Físico.
Las consecuencias de golpes y maltratos físicos en general, producen en primer lugar daño físico,
pero en el mismo instante del castigo se envían mensajes profundamente destructivos para la
psique de las víctimas, ejerciendo un dramático impacto en áreas críticas del desarrollo infantil,
con perjuicios presentes y futuros en el funcionamiento social, emocional y cognitivo. El
carácter altamente traumático del pánico, la impotencia, el terror, las frustraciones severas y
prolongadas, acompañadas de dolor y del carácter impredecible del comportamiento del
padre agresor, son huellas que constituyen secuelas psicológicas que se manifiestan de las
siguientes formas.
a) Trastorno de la Identidad El niño golpeado puede tener una mala imagen de sí mismo, puede
creer que es él la causa del descontrol de sus padres, lo que le llevará a autorepresentarse como
una persona mala, inadecuada o peligrosa.
b) Autoestima Pobre Al igual que los niños carenciados, estos niños tienen sentimientos de
inferioridad e incapacidad, lo que puede llegar a manifestarse en comportamientos de timidez y
miedo, o por el contrario, con comportamientos agitados con el que trata de llamar la atención de
las personas que les rodean.
c) Ansiedad, Angustia y Depresión Esta puede expresarse en trastornos del comportamiento,
por miedo, ansiedad y angustia, o como síndrome de estrés pos‐traumático. A veces este
trastorno, puede estar enmascarado por mecanismos de adaptación a la situación. Estos
niños desconfían de los contactos físicos, particularmente de adultos, y se alteran cuando un
adulto se acerca a otros niños, especialmente si lloran. También presentan problemas de
atención, concentración y tienen dificultad para comprender instrucciones. Estos menores
desarrollan lentamente sentimientos de tristeza y desmotivación, pudiendo llegar a un estado
anímico deprimido, con comportamientos autodestructivos, como la automutilación.
Los niños maltratados físicamente, son significativamente más agresivos con sus iguales, y
presentan altas tasas de conductas aversivas, como patear, gritar, comportamientos destructivos
y desviaciones en la conducta prosocial. Al mismo tiempo, existiría una conexión etiológica entre
los malos tratos recibidos en la infancia y el desarrollo fisiológico y social de la persona, tales
como el retardo del crecimiento y desnutrición ‐que no está relacionado con el insuficiente aporte
de nutrientes‐ y la delincuencia y/o el comportamiento antisocial, durante la adolescencia y
adultez.
2) Consecuencia del Maltrato Psicológico y Negligencia.
La negligencia es básicamente la ausencia o insuficiencia crónica de cuidados físicos,
médicos, afectivos y/o cognitivos. Los niños tratados con negligencia se presentan
sistemáticamente mal alimentados, sucios y mal vestidos. Habitualmente quedan solos y sin
vigilancia, no reciben la atención sanitaria adecuada, y son víctimas de una deprivación
psicoafectiva y de falta de estimulación cognitiva permanente. En general los niños que sufren
negligencia, reciben también otros tipos de maltrato, especialmente físicos; y siempre reciben un
mensaje analógico que les indica que no son dignos de amor y de respeto. Este mensaje es
reforzado por las palabras descalificadoras e hirientes que producen en el niño baja autoestima,
sentimientos de inferioridad, de inadecuación, tristeza y ansiedad crónica.
Se ha observado que los niños que sufren del maltrato psicológico y/o negligencia de parte de sus
cuidadores, son exageradamente temerosos y ansiosos; y las experiencias nuevas, aunque sean
positivas, les provocan excitación y ansiedad desmesurada. Con poca frecuencia demuestran
alegría o placer, y se caracterizan por aparecer siempre frustrados y tristes, además manifiestan
sentimientos de fracaso y vergüenza frente a sus dificultades de aprendizaje. El niño que no es
amado, además de tener una mala imagen de sí mismo, percibe el mundo como amenazante y
poco seguro. En la adultez, pueden presentar cuadros depresivos; ya que se ha constatado que
una de las causas principales de la depresión es la deprivación afectiva durante la infancia,
la cual puede ser enmascarada con otros trastornos conductuales.
Los niños maltratados psicológicamente desde la edad escolar, son significativamente más
propensos a mostrar retrasos en el desarrollo cognitivo que los niños no maltratados. Este
fracaso se ha atribuido a la falta de estimulación y descalificación permanente de padres que se
preocupan excesivamente de aspectos conductuales y de obediencia, en detrimento de las
necesidades exploratorias y de estimulación, necesarias para el desarrollo normal. De esta
forma, los niños expuestos a abuso verbal, cohiben poco a poco sus manifestaciones
espontáneas y suprimen algunos aspectos de la conducta interpersonal, lo que explicaría el
enlentecimiento en la adquisición de competencias cognitivas.
Algunos estudios han revelado déficit significativos en el rendimiento académico y en el
nivel intelectual de los niños maltratados física y psicológicamente, encontrándose diferencias
promedios de 20 puntos menos en el coeficiente intelectual, que el de los niños que no han sido
maltratados. Otros estudios demuestran un retraso de dos años en las habilidades verbales de
niños con maltrato físico y negligencia, respecto del logro normal de estas habilidades.
Las situaciones carenciales o de maltrato psicológico, obligan a los menores a invertir gran
cantidad de energía psíquica en desarrollar mecanismos de adaptación a su situación, como por
ejemplo en las relaciones interpersonales caracterizadas por la dependencia y el rechazo. Ésta
aparece a raíz de la indiferencia de los padres, por lo cual el niño puede ser muy dependiente de
los signos de afecto de cualquier adulto, llamando su atención indiscriminadamente para
procurarse un poco de afecto, exponiéndose permanentemente al peligro del abuso sexual o
del rechazo. Una vez lograda la atención del adulto, la dependencia se transforma en retirada,
para protegerse del sufrimiento que puede conllevar un nuevo abandono. Así, estos niños dejan
paulatinamente de buscar afecto y congelan sus emociones, negándose la posibilidad de
mantener relaciones afectivas, cálidas y duraderas en el transcurso de su vida.
3) Consecuencias del Abuso Sexual.
El abuso sexual de los niños, constituye un área de investigación particularmente difícil y
problemática, ya que cuenta entre sus componentes con el secreto, la vergüenza y la culpa, que
ponen en evidencia aspectos controvertidos de la sociedad contemporánea, como la sexualidad, el
poder, los valores y actitudes hacia la infancia, haciendo muy difícil el acceso a esta realidad.
Hasta hace poco, la denuncia de los niños era interpretada como producto de la fantasía infantil, y
particularmente el incesto era considerado como ejemplo de la incapacidad de los niños para
distinguir entre sus propios deseos sexuales y la realidad. En la actualidad se han producido
algunos cambios, hay una mayor sensibilidad social y respuesta legal ante este problema,
existiendo la aceptación de que los episodios más comunes del abuso sexual se dan al interior de
la familia.
El mayor reconocimiento social y profesional del abuso sexual, ha incrementado el número de
casos conocidos o denunciados, aún cuando las cifras corresponden a un pequeña parte de la
incidencia real. Esto, a raíz de que las denuncias por parte de las víctimas, se ven dificultadas por
las amenazas de castigo, el temor a que su experiencia no sea creída o a la culpabilización de la
propia víctima lo cual hace que el abuso se mantenga en un secreto difícil de denunciar. El
carácter traumático de los comportamientos sexuales abusivos, se debe al hecho de que las
conductas de los adultos se encuentran fuera de la experiencia habitual de los niños,
transformando a la familia en un contexto confuso, que altera sus percepciones, emociones, la
autoimagen, la visión del mundo familiar y de sus propias capacidades afectivas.
Los comportamientos abusivos producen un cambio en la percepción de los cuidados familiares,
desde un ambiente protector, a uno abusivo y sexualizado. Este es sentido por los niños como
amenazante y confuso, produciendo en la víctima estrés, angustia y pérdida de energía. Los
abusos se manifiestan en los menores como: síntomas psicosomáticos, miedos, fobia, terrores
nocturnos, enuresis, amenorreas, anorexia y conductas autodestructivas, psicodependencias,
automutilación, e incluso el suicidio. En el área psicológica, aparecen síntomas como fugas
o bloqueos emocionales, trastorno de la identidad sexual, crisis de rabia, desinterés, pérdida
de la curiosidad y trastornos mnémicos.
Del mismo modo, los mecanismos de defensa utilizados por la víctima para reducir o evitar el
recuerdo y sufrimiento, asociado a los actos abusivos vivenciados, le llevan a reducir su contacto
con el mundo exterior. Este estado corresponde a la "anestesia psíquica y emocional", descrita en
el DSM IV, o a conductas evitativas como la reticencia a salir, detención de los juegos
espontáneos y la pérdida de interés por actividades que antes eran gratificantes para la víctima.
En el aspecto cognitivo, aparece una caída brusca en el rendimiento escolar, con trastornos de
aprendizaje, de concentración y de atención.
En el ámbito conductual se presenta un extenso repertorio de conductas erotizadas como
seducción inapropiada, sexualización de las relaciones afectivas, dificultad para buscar pareja o
compañero sexual, agresividad y delincuencia. Al mismo tiempo, puede producir retraimiento
y conductas regresivas, lenguaje inapropiado para la edad, masturbación precoz y exacerbada,
promiscuidad y prostitución.
Finalmente, es importante destacar que el carácter transgresivo del abuso sexual, hace que los
hechos queden encapsulados en el espacio comunicacional de la familia, sin posibilidad de
ser compartidos en el nterior ni en el exterior. La regla impuesta es el silencio que organiza la
relación de los componentes del sistema familiar, y garantiza la supervivencia de dicho sistema. El
secreto supone la convicción de que las vivencias en cuestión son incomunicables, ya que entre
las personas involucradas nace un compromiso implícito de mantener lo sucedido en secreto.
Este compromiso es transtemporal, no negociable e indisoluble, por lo cual la víctima se
siente obligada a no denunciar lo sucedido, permaneciendo fiel y leal a las condiciones
implícitas del pacto.

¿QUÉ ES EL ABUSO A LOS NIÑOS?


Se abusa a los niños cuando se les hace daño o no se les cuida debidamente. El abuso puede ser
físico ‐ causando danos físicos al cuerpo del niño. Puede ser mental ‐ perjudicando la forma de
pensar y los sentimientos del niño. El abuso a los niños va en contra de la ley. Si, en tu opinión,
alguien le esta causando daño a un niño, debes informar a la Agencia de Bienestar Infantil
(Child Welfare Agency) en tu estado. Esto lo prescribe la ley. De no informarlo, también
estarías come‐tiendo una infracción.
¿Cómo reconocer el abuso a los niños?
Hay dos formas de saber si un niño es victima de abuso. Una es observando al niño. Y la otra es
viendo la forma como actúa el niño. Acuérdate de que un niño puede tener estas señales de vez
en cuando, pero si las ves con frecuencia puede ser una señal de abuso.
Las señales de abuso
He aquí una lista de cosas a las que debes prestar atención:
SEÑALES FÍSICAS
• Golpes, cortadas, morados o contusiones que no se pueden explicar en la cara, los labios,
la boca, el cuerpo, la espalda, los glúteos, las pantorrillas, o en los órganos sexuales.
• Contusiones en distintas etapas de curación.
• Golpes con la marca de hebillas, alambres eléctricos, o cualquier objeto que pueda hacerle
daño a un niño.
• En áreas distintas.
• Golpes o morados que vez luego de que el niño haya estado ausente.
• El niño tiene dificultad para caminar o para sentarse.
• Ropa interior rasgada, manchada o ensangrentada.
• Siente dolor cuando va al baño.
• Padece de secreciones en los órganos sexuales.
• Enfermedades venéreas, especialmente si no son adolescentes.
• Necesita ir al baño con frecuencia.
• Siente temor al ir a casa.
• Tiene la mirada vacante o fija en el espacio. Se muestra inactivo y divaga.
• Se queda muy quieto cuando observa sus alrededores (recién nacido).
QUEMADURAS INEXPLICABLES
Quemaduras de cigarro o de cigarrillo, especialmente en los pies, las manos, la espalda o los
glúteos.
Quemaduras causadas por agua caliente (en forma de calcetines, guantes o circulares en los
glúteos o en los órganos sexuales). Impresiones de objetos como planchas, fogones eléctricos,
etc.
Quemaduras de cuerda en las manos, las piernas, el cuello o el cuerpo.
Quemaduras infectadas, que demuestran no haber sido debidamente tratadas de un comienzo.
SEÑALES PSICOLÓGICAS
El niño siente que debe ser castigado.
Demuestra temor al contacto con adultos.
Siente miedo cuando lloran los otros niños.
Cambios abruptos de comportamiento, desde timidez excesiva a agresividad e hiperactividad.
Demuestra temor hacia los padres.
Responde a preguntas con solo una palabra.
Actúa como si fuera mayor de edad.
Se enoja cuando quiere llamar la atención.
Es incapaz de hacer buenas amistades.
Busca que le den cariño a cualquier oportunidad.
Tiene una mala opinión de si mismo.
Intenta hacer todo lo que se le pide.
Parece estar siempre de mal humor.
Tiene problemas físicos continuos: dolores de estomago, vómitos, etc.
Te informa de abuso sexual por parte de personas que cuidan de el.
Se siente y actúa de manera infeliz.
Problemas súbitos en el dormir y en el comer.
Se frota las partes sexuales con frecuencia indebida.
Le cuenta algo a alguien, pero no lo dice todo. ("Tenemos un secreto, pero no te lo puedo
contar...", "Me gustaría decirte algo, pero no puedo...").
Aislamiento, comportamiento irracional o infantil.
Ideas y comportamiento sexual muy raros.
Se causa daño a si mismo.
Problemas en el hablar.
Se retrasa el desarrollo físico.
Falta de crecimiento o de aumento de peso.
Hiperactividad o comportamiento que molesta a los demás.
Palidez, mirada absorta.
COMO REPORTAR UN CASO DE ABUSO INFANTIL
Acuérdate que es ilegal hacerle daño a un niño. Debes reportarlo cuando sospechas de que un
niño esta siendo abusado Luego de haber informado sobre un caso de abuso, espera una semana
y llama otra vez para ver que se ha hecho.
Presta atención a nuevas señales de abuso e informarlas en detalle.
Cada vez que llames, escribe el tiempo, la fecha, y a quien le hablaste. Mantén un record escrito
de cada llamada y de la persona con quien hablaste.
Escribe la hora y la fecha. Escribe el nombre del niño y explica por que piensas que esta siendo
abusado.
No te olvides. Es ilegal causarle daño a un niño.
Si sabes algo… Tienes que informarlo!
A continuación, algunas instrucciones que se siguen en Campeche aplicables al trabajo con los
clubes*.
Acciones del Personal para ACTUAR ante cualquier situación de Abuso Sexual Infantil, maltrato
infantil y acoso.
Es responsabilidad del personal directivo, de los consejeros y de la Autoridad inmediata superior,
tomar las medidas que aseguren al alumnado la protección y el cuidado necesario para preservar
su integridad física, psicológica y social, durante su permanencia en el club y conforme al horario
establecido.
El Director(a) del club deberá instruir al personal para que no tenga contacto con la población
estudiantil, para asuntos no académicos, por vía celular, correo, redes sociales o cualquier otro
medio electrónico para evitar quejas relacionadas con conductas que afecten la integridad física,
psicológica y/o sexual de los educandos.
Los distintos niveles educativos observarán además lo siguiente: El Director del club en
coordinación con el Subdirector, deberá atender, documentar y en su caso canalizar las acciones o
quejas relacionadas con Abuso Sexual Infantil, Maltrato Escolar y Acoso Escolar, hacia los
alumnos y en la comunidad educativa conforme al siguiente Procedimiento de Actuación: Cuando
en los clubes se detecta o se reciba una denuncia acerca de un presunto Abuso Sexual Infantil
ocurrido dentro del mismo, el Director(a) procederá a realizar los siguientes pasos:
Ÿ Se escuchará al niño, atentamente.
Ÿ Comunicará de forma inmediata al Director y éste al anciano y al pastor.
Ÿ Se le comunicará que se realizarán acciones para su protección, si el niño acepta que se le
comunique a sus padres se hará de inmediato.
Ÿ Valorar la situación teniendo en cuenta la afectación emocional del niño, y si es necesario como
medida urgente de protección, retirar de la atención frente a la unidad al presunto responsable (si
es parte del club), instrucción que se otorgará por escrito de parte de su autoridad inmediata.
Ÿ Informar al representante legal de la Iglesia para los efectos conducentes.
Ÿ Si el presunto responsable permaneciera en el club, se implementarán medidas que garanticen
la integridad psicosexual del menor involucrado a través de la supervisión de las actividades que
se realicen al interior del mismo, así como la confidencialidad de la situación.
Ÿ Deberá cuidarse que, durante la intervención del niño, el presunto responsable no esté al
alcance de su vista. Por ningún motivo se debe confrontar al involucrado con el presunto
responsable.
Ÿ Elaborar un Acta de Hechos.
Ÿ Si la opinión del niño, nos manifiesta que no desea se le informe a sus padres, se procederá a
dar aviso a la Fiscalía correspondiente y a la Procuraduría de Protección de Niños y Niñas,
quienes harán lo pertinente para protegerlo. Esto deberá hacerse a través de un oficio en donde se
dé conocimiento de la situación que se detectó con el niño; No es un oficio de denuncia y deberá
de anexarse una copia del Acta de Hechos.
Ÿ Generar evidencias documentales que permitan sumar conclusiones sobre la verdad histórica de
la denuncia y colaborar en todo momento con las Autoridades Eclesiásticas y Jurídicas para el
esclarecimiento del hecho.
Acciones del Personal para ACTUAR ante cualquier situación de Posesión, Distribución o
Consumo de Sustancias presumiblemente Adictivas
CONDUCTAS DE RIESGO CON LAS ADICCIONES: (Son todas esas conductas que, de manera
voluntaria o manipulada, arriesgan la integridad de una alumna(o), al exponerla(o) al contacto,
consumo, posesión o distribución de sustancias presumiblemente adictivas por personal que
labore en el club o personas ajenas al mismo).
Cuando en los clubes se detecte o se reciba denuncia de que presuntamente alguna alumna(o) o
personal que labora en los mismos, ha sido detectado participando en alguna de estas conductas,
el Director(a) procederá a:
1. De forma inmediata y sin prejuzgar sobre la veracidad de los hechos, deberá iniciar la
investigación correspondiente para esclarecer la situación y documentarla;
2. Citar a los padres de familia o tutores de los implicada/o(s), para realizar las siguientes
acciones: Se levantará el Acta de los Hechos sucedidos que llevará los siguientes datos:
Descripción del hecho, fecha en que se sucedió, lugar, quiénes participaron, nombre y firma de
quien la redacta (la persona que haya realizado el descubrimiento), nombre y firma del Director(a)
del club y si es posible nombre y firma de algún testigo del hecho sucedido; los padres o tutores
firmarán de conocimiento; de ser necesario los involucrados se canalizarán a una Institución
especializada que valorará su situación de riesgo con las drogas (Sistema de Atención a Niños,
Niñas y Adolescentes Farmacodependientes, SANNAFARM, VIDA NUEVA)
3. Comunicar por escrito a su Autoridad inmediata Superior sobre la denuncia o detección
anexando el Acta de Hechos;
4. La sustancia presumiblemente adictiva encontrada, se deberá de asegurar y preservar
metiéndola en una bolsa transparente de ser posible, e inmediatamente se contactará a la Fiscalía
correspondiente para solicitar que un agente de esa institución, acuda al club a recoger la
sustancia presumiblemente adictiva, misma que se entregará con una copia del Acta de Hechos
para las investigaciones necesarias;
5. De sospechar de la existencia dentro o fuera del club de una red de distribución de droga, se
solicitará apoyo por medio de oficio a la Fiscalía correspondiente.

*Tomado de:
PROTOCOLOS DE PREVENCIÓN, DETECCIÓN Y ACTUACIÓN EN SITUACIONES DE ABUSO
SEXUAL INFANTIL, MALTRATO INFANTIL Y ACOSO ESCOLAR DEL MARCO LOCAL DE
CONVIVENCIA ESCOLAR DEL ESTADO DE CAMPECHE

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