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Debo admitir que desde el año pasado tenía cierto interés en adquirir una, pero se me hizo muy caro así que
lo pospuse.
Curiosamente, el precio actual de la maquinola está casi igual al del año pasado, lo que me hace pensar que
como artículo no ha tenido mucha salida… Aunque no por eso puedo quejarme ya que la espera valió un
interesante ahorro comparable solo con la bendita inflación. …Lo que probablemente signifique que el año
Acá se vendió durante varias épocas, pero hace tiempo que no la he visto. Lo bueno es que la línea Cofler
de Arcor tiene una barrita bastante parecida (la celeste) que es un muy buen sustituto.
La realidad es que me costó encontrar una receta de helado de coco “brasuka” que no llevara ni leche
condensada ni agua de coco. No es que tenga algo contra esos ingredientes pero no son lo más fácil de
conseguir… Tampoco lo más económico.
A continuación dejo la receta. El original me lo robé de acá pero lo adapté un poco porque:
a) no iba a comprar fécula de maíz solo para hacer helado (tampoco requiere)
b) no tiene del todo sentido,
Pues lo mejor es agregarlo cuando el helado ya esté más o menos sólido, sino se va todo para el fondo.
La verdad es que esta receta me sorprendió por lo endemoniadamente cremosa que resulta. También es bien
“brasuka” (super dulzona) a diferencia de los helados de coco que he probado acá, que son un tanto más
suaves. Supongo que habría que reducirle el azúcar si uno es fácilmente empalagable.
Así todo, esta receta rinde casi 2 litros de helado, que al pesarlo resultó más o menos 1 kilo y 3/4. No quisiera
ponerme a hacer cuentas de lo que se ahorra haciendo helado en casa, pero aun sin comprar una maquinola
la diferencia es… wow.
Supongo que si uno es de consumir bastante helado artesanal la máquina hasta que se paga bastante rápido.
Todo eso sin siquiera entrar en el tema de que uno prepara el helado como se le canta y sabe perfectamente
qué le está poniendo.
Creo que necesito cuenquitos más chulos.