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COLECCIÓN
HUMOR JUEGOS Y PASATIEMPOS
Adolivio Capece
DOMINE
LAS APERTURAS
DE AJEDREZ
EDITORIAL DE VECCHI, S. A.
© Editorial De Vecchi, S. A. 1990
El Código Penal vigente sanciona a • . . . quien
intencionadamente reprodujere, plagiare, dis·
rribuyere o comunicare públicamente, en codo
o en parte, una obra literaria, artística o cien·
tífica o su transformación o una interpreta·
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La misma pena se impondrá a guíen intencio·
nadamence importare, exportare o almace
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ciones sin la referida autorización.• (Artículo
534 bis, a).
Edirorial De Vecchi, S. A.
Balmes, 247. 08006 BARCELONA
Depósito legal: B. 20.883-1990
ISBN: 84-315-0668-7
Impreso en España por
LIBERGRAF, S. A.
Constitució, 19.
08014 Barcelona
Sumario
LA PARTIDA 21
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES 27
Importancia de las casillas centrales en la apertura . 27
La ventaja de la jugada inicial 29
La buena disposición de las piezas 30
El mate del pastor . 31
La elección de la primera j ugada . 32
7
Apertura del centro . 56
Apertura escocesa 57
Apertura Ponziani 59
Apertura italiana 60
Gambito Evans . 61
Defensa de los dos caballos 63
Apertura de juego lento 65
Apertura de los cuatro caballos 66
Apertura de los tres caballos 67
Apertura española 68
Defensa Philidor 70
Defensa rusa 71
Partidas explicativas 72
N .0 1- Apertura de alfil de rey 72
N .0 2- Apertura de alfil de rey 73
N .0 3 - Gambito de rey 74
N .0 4 - Gambito de rey 74
N .o 5- Gambito de rey 75
N .0 6 - Gambito de rey 75
N .o 7- Apertura vienesa 76
N .0 8 - Apertura de centro 77
N .0 9 - Apertura escocesa . 77
N .o 1 0- Apertura escocesa . 78
N:" 1 1 - Apertura escocesa . 78
N.0 1 2- Apertura escocesa . 78
N.0 1 3- Apertura Ponziani . 79
N .0 1 4- Apertura Ponziani. 80
N.o 1 5- Apertura italiana 80
N.o 16- Apertura italiana 81
N.o 1 7- Gambito Evans 82
N.0 1 8- Defens a de los dos caballos 82
N.o 1 9- Defensa de los dos caballos 83
N.0 2 0- Defensa de los dos caballos 83
N.o 2 1 - Apertura de juego lento 84
N.0 2 2- Apertura de los cuatro caballos 84
N.o 23- Apertura de los cuatro caballos 85
N .o 24- Apertura de los tres caballos 85
N.0 25- Apertura española . 86
N .o 2 6- Apertura española . 86
8
N.o 2 7- Apertura española . 87
N.0 2 8- Apertura española . 87
N .o 29- Apertura española . 88
N.0 3 0- Apertura española . 88
N.0 3 1 - Apertura española . 88
N.0 32- Apertura española . 89
N.o 3 3- Defensa Philidor 90
N.o 3 4- Defensa rusa . 90
N.0 3 5- Defensa rusa . 90
Aperturas de juego semi-abierto 91
Defensa Alekhine 92
Defensa escandinava 94
Defensa frances a 96
L a defensa Caro-Kann 98
Defensa Nimzowitch 1 00
Defensa siciliana 1 02
Variante del Dragón 1 04
Variante Najdorf 1 05
Variante Boleslavsky 106
Ataque Rauser . 1 07
Variante Scheveninger 1 08
Siciliana cerrada 109
Partidas explicativas 1 10
N.0 3 6- Defensa Alekhine 1 10
N.0 3 7- Defensa Alekhine 1 10
N.0 3 8- Defensa escandinava 111
N .o 39- Defensa escandinava 111
N .0 40- Defensa francesa 111
N .0 41 - Defensa francesa 1 12
N .0 42- Defensa francesa 1 12
N .0 4 3 - Defens a francesa 113
N.o 44- Defensa francesa 113
N. o 4 5
- Defensa Caro-Kann 1 14
N.0 46- Defensa Caro-Kann 1 14
N.0 47- Defensa Caro-Kann 1 15
N .0 4 8- Defensa Nimzowitch 1 15
N.0 49- Defensa siciliana 1 16
N.0 5 0- Defensa siciliana 1 16
N.0 5 1 - Defensa siciliana 1 16
9
N .0 52 - Defensa siciliana 1 17
N. o 53 - Defensa siciliana 1 17
N. o 54 - Defensa siciliana 1 19
Aperturas de juego cerrado . 1 19
Gambito de dama aceptado 121
Defensa ortodoxa de l a partida de dama 1 24
Defensa eslava . 1 26
Apertura catalana 127
Sistema Colle 128
Defensas d e gambito 1 29
Defensas Indianas 130
India d e Rey 131
Defensa Grunfeld 1 33
Defensa Nimzowitch-India 1 34
India de Dama . 1 35
Defensa holandesa 1 36
Apertura Bird . 138
Apertura inglesa 140
Apertura Reti . 1 40
Partidas explicativas 1 42
N.o 5 5 - Gambito d e dama aceptado . 1 42
, N.o 56- Defensa ortodoxa de la partida de dama 1 43
N.o 57- Defensa ortodoxa de la partida de dama 143
N . o 5 8- Defensa ortodoxa de l a partida de dama 1 43
N.o 5 9- Defensa ortodoxa de la partida de dama 1 44
N.o 6 0- Defensa eslava 1 44
N .0 6 1 - Defensa eslava 145
N .o 6 2 - Apertura catalana 1 45
N.o 63- Sistema Colle . 1 46
N.0 64- India de Rey 1 46
N.o 65- India de Rey . 1 47
N.0 66- India de Rey . 1 47
N.0 67- India de Rey . 148
N .0 68- Defensa Grunfeld . 148
N.0 6 9 - Defensa Nimzowitch - India 149
N . o 70- Defensa Nimzowitch - India 149
N .o 7 1 - Defensa Nimzowitch - India 1 50
N.o 72- India de Dama 150
N .o 7 3 - Defensa holandesa . 151
10
N.0 7 4- Defensa holandesa . 15 1
N .0 7 5 - Apertura Bird 1 52
N .o 76- Inglesa-Reti 1 52
N .0 7 7 - Inglesa-Reti 1 53
N .0 7 8- Inglesa-Reti 153
11
Normas y anotaciones de carácter general
4 4
1 1
a e e 9
- u
La anotación de la partida
14
la casilla de salida, obligatoria , excepto cuando hay dos piezas
iguales que pueden ocupar la misma casilla ; eso sólo puede su
ceder con las Torres y los Caballos .
. •'
15
Dos jugadas particulares
Captura al paso
Diagrama 5A. Captura al paso: posición de salida con jugada del blanco.
1
Diagrama 5B. Captura al paso: posición después de l. c2-c4.
a e e 9
grama n .o 5C ilustra la posición que se alcanza si el negro efec
túa la captura al paso.
Repetimos que tal captura no es obligatoria, pero que es
una posibilidad especial que dura el espacio de una sola jugada.
Por ejemplo, si en la posición del diagrama 5B el Negro mueve
el Rey ya no podrá efectuar la captura al paso en una j ugada
posterior .
En resumen , la captura al paso puede realizarse cuando un
Peón, trasladado dos pasos con respecto a su casilla inicial, se
coloca al lado de un Peón adversario en la cuarta fila (o quinta
si el Peón que se mueve es Negro ) . El Peón que se encuentra
en la cuarta (o quinta ) fila puede capturar al aversario, como
si se tratara de un solo paso , pero sólo si se encuentra en una
columna inmediatamente adyacente .
Enroque
18
Diagrama 6A. Enroque: posición de salida .
20
La partida
21
Una de las características de las partidas de ajedrez es que
éstas se escriben sobre formularios y eso permite estudiarlas
a través de los años .
Este hecho ha permitido el n acimiento de una teoría del
juego que ha tenido una evolución propia , según los conceptos
de base expresados por las diversas escuelas . No debe creerse
que la t eoría sea exclusivamente una acumulación de experien
cias ; de hecho, la teoría ha tenido necesidad de muchísimos
años, antes de poder establecer los que son ahora principios ge
nerales universalmente aceptados .
Ha sido necesario , además , analizar numerosísimas partidas
para poder extraer los principios generales que , actualmente,
parecen lógicos y naturales .
En el ajedrez, las partidas s e dividen en dos grandes cate
gorías : las partidas llamadas de ataque y las partidas llamadas
de posición. En las primeras , evidentemente, uno de los dos
j ugadores, a menudo el que tiene las fichas blancas , se lanza
veloz hacia un ataque contra el Rey adversario, con el fin de
lograr el j aque mate .
En la segunda, por el contrario, el jugador intenta obtener
una ventaj a , pero no con un ataque contra el Rey adversario ,
sino observando la posición . En este caso , por ejemplo , se bus
ca una ventaja de espacio o bien una ventaja en el desarrollo,
por lo que la partida se vencerá, no de un modo rápido y espec
tacular , s ino con tranquilidad y calma.
Hasta hace algunos decenios , l a estrategia del juego de aje
drez , siendo menos perfecta , hacía que los dos jugadores provo
caran posiciones muy complicadas y de ataque por parte de
ambos . Mucha difusión tuvieron las partidas de Gambetto ( ofer.
ta de uno o más Peones como cebo para el ataque ) ; se puede
decir que era una cuestión de honor para el que se defendía ,
aceptar la oferta y acentuar el ataque. Seguidamente, la escuela
moderna demostró que el motivo del j uego del ajedrez no es
solamente el de atacar locamente, sino el de desarrollar una
construcción lógica , científica y, en cierta manera, artística . Por
lo cual nace el llamado juego posicional del cual hemos hablado
antes. Resulta muy importante para el jugador, en el estudio
de la teoría de la apertura , no aficionarse a una variante deter
minada, quizá de moda porque algún campeón ha vencido con
22
ella partidas brillantes . Se debe, por el contrario , analizar los
principios generales de las aperturas , el modo de alcanzar un
buen sistema para defenderse y resolver los problemas plantea
dos por el adversario . Lo importante es saber organizar un plan
activo y no solamente una defensa pasiva .
Lo primero que debe comprender el jugador es que la aper
tura de una partida de ajedrez es un conjunto de j ugadas lógicas
y no simplemente mover las piezas de la casilla de salida para
colocarlas en o tra casilla.
Es aconsej able para todos aquellos que se inician en el es
tudio del ajedrez , profundizar en la historia del juego ; eso
significa no salir, inmediatamente , con el empleo de aperturas
de j uego de posición , sino iniciarse con el estudio de aperturas
de juego abierto . Después de que ha sido constatado que el
juego posicional nace espontáneamente de la experiencia y , por
lo tanto , es útil que el jugador , sobre todo al inicio , tienda a
efectuar aperturas que den derecho a salir de ataque con posibi
lidad para ambos j ugadore s , de manera que puedan adueñarse
de lo que se llama la visión combinativa.
Como es bien sabido , las aperturas se dividen en tres gran
des familias :
23
riormente, que dicen que es necesario lograr aquella visión com
binativa que permitirá al j ugador organizar un ataque, también
en el caso de una partida de juego posicional .
Para concluir, recordemos que el estudio de la apertura no
puede hacerse inmediatamente sobre una apertura concreta. El
j ugador que se aproxima al j uego del aj edrez , debe tener en la
mente una visión general de las diversas aperturas , considerar
determinados principios, es decir, saber qué es lo que se propo
nen dichas aperturas. Una vez que el j ugador tenga conocimient o
de los principios generales, estará ya en grado de elegir aquellas
aperturas que sean más adecuadas al propio estilo . En lo que
respecta al estudio de la teoría de las aperturas , se debe tener
presente que la primera condición es aprender, para cada po
sible apertura, un número base de jugadas .
Las continuaciones teóricas fundamentales , afortunadamen
te son muy pocas para cada apertura . No obstante, el jugador
se dará cuenta que el conocimiento , más o menos profundo, de
las diversas aperturas desde un punto de vista teórico, cambian
mucho con la práctica , es decir, que se encontrará , a menudo,
frente a j ugadas nuevas e imprevistas .
Por lo tanto, recordamos que el estudio requiere no sólo
memoria, sino también una cierta estabilidad mental .
Fundamentalmente para aquellos que desean llegar a los
vértices de la escala de los valores del aj edrez es el estudio
casero de las variantes que se consideran más propicias para
el estilo de j uego ; es importante para un jugador entender si
está más inclinado hacia un juego de ataque o hacia un juego
de posición, hacia una partida de juego abierto o hacia una
partida de j uego cerrado . Pero es to suele comprenderse una vez
se ha adquirido la experiencia , después de algunos años de j uego .
Una particularidad realmente importante para el mejoramien
to de cualquier j ugador, es el análisis de las propias partidas,
sobre todo aquellas jugadas en torneos con el fin de comprender
los propios errores ; se debe tener en cuenta , además , que resul
ta más útil analizar una partida perdida que una partida ganada .
Pues , en una partida perdida es fácil comprender en qué mo
mento se ha cometido la equivocación , es decir , cuál ha sido el
movimiento decisivo que ha provocado la derrota ; en una par
tida perdida, además , se es mucho más crítico sobre sí mismo.
24
Sin embargo , en una partida ganada, se tiende simplemente a
resaltar los errores del adversario y se considera que uno ha
j ugado muy bien . Pero, a menudo, las partidas ganadas son
las que presentan los mayores errores , sea de una o de la otra
parte . No conviene, al menos al principio, estudiar las partidas
de los grandes campeones , ya que uno no está en situación de
j ugar como ellos . Por lo tanto , las partidas de los maestros pue
den observarse, analizarse o estudiarse , simplemente para crear
se ideas generales del juego , criterios estratégicos generales, pero
no para intentar aplicarlas en las partidas con los amigos , ya que
es evidente qu si un j ugador es un principiante, no sabrá ju
gar como un gran maestro .
Principios fundamentales
Diagrama 7. El centro.
27
De hecho, cualquier pieza que ocupe una de estas casillas
obtien e el máximo radio de acción posible, y sobre todo puede
ser fácilmente trasladada al sector del tablero donde resulte
más necesaria su presenci a .
El diagrama n .0 8 ilustra visiblemente este cu adro . Com
paremos las piezas del blanco y las del negro .
28
Si, por ejemplo, debemos controlar la casilla a2 , vemos
que el Blanco puede lograr tal control después de una sola
j ugada del Caballo ; el Caballo negro necesita tres jugadas .
Esta idea nos permite concluir diciendo que las casillas
centrales tienen un valor importantísimo en la fase de apertura ,
ya que al principio no se puede establecer todavía dónde se
desarrollará la lucha y , por lo tanto, es muy importante centra
lizar las piezas de manera que se puedan dirigir lo más rápida
mente posible hacia una u o tra parte , según la necesidad . Es esto
un axioma básico del juego del ajedrez cuya no observación
puede conducir a la derrota.
Esto no significa que sea absolutamente necesario ocupar
el centro con los propios peones : la teoría moderna, de hecho,
afirma que , a veces, la presión sobre el centro puede ser más
ventajosa que la efectiva ocupación del mismo .
l9
incrementar , la iniciativa . El Negro debe intentar neutralizar
el plano del adversario y variar la situación .
Se observa que en las competiciones entre grandes maestros
se considera ya un éxito el hecho de salir de la apertura mante
niendo la iniciativa, lo que se define en los libros de teoría
como ventaja lig era pero duradera, ya que permite poder reali
zar más fácilmente los propios planos estratégicos .
No es difícil comprender, después de lo que hemos expuesto
hasta ahora , que la conquista, o bien el control , del centro es
esencial para la victoria final .
l. e4 e5
2. Ac4 Ac5
3. Dh5 Cf6?
4. D X f7 mate
3. . . . De7
31
Diagrama 10. Posición final del mate del Pastor.
32
Típico del princtptante es el temor de desplazar un peón
dos pasos, refugiándose, por tanto, en j ugadas p asivas y de
defensa, como a2-a3 , h2-h3 , o bien Cb l -a3 , Cg l -h3 , las cuales
anulan la más leve ventaj a del trato inicial .
Sin embargo , ahora lo esencial es la ocupación , o eventual
mente el control , del centro .
. Con este criterio, se pueden descartar jugadas a priori como :
a2-a4 , h2-h4 , f2-f3 , c2-c3 , d2-d 3 , e2-e3 . Es conveniente dej ar
a los más expertos , aperturas como : b2-b3 , b2-b4 , f2-f4 , g2-g3 ,
g2-g4 , y eventualmente Cb l -c3 .
La elección , pues, se reduce a cuatro jugadas, dos de ocupa
ción del centro , es decir, e2-e4 o bien d2-d4 , y dos de control
del centro , es decir c2-c4 o bien Cg l -f3 .
Hasta aquí nos pueden ayudar la teoría y la lógica . Ahora,
la elección es ya personal y destinada exclusivamente al tipo de
j uego por el cual cada uno s e siente más adaptado .
El jugador que desea efectuar una partida de ataque, en
busca del j aque mate , o bien de una victoria de material , optará
por la apertura e2-e4 .
Sin embargo , quien prefiera un j uego más posicional, es decir
que tienda a reducir el espacio del adversario , a mantener la
iniciativa y a llegar al final, escogerá preferiblemente la apertura
d2-d4 .
Quien desee una apertura elástica que permita salir de las
vías más corriente s de la teoría pero , al mismo tiempo , sin
correr el riesgo de cometer grandes errores iniciales, optará por
c2-c4 o bien Cg l -f3 .
Nace , ahora , el problema de establecer si se es j ugador de
ataque o posicional . Con respecto a esto no existen principios
generales . Por lo tanto , es aconsej able a todos los que se acer
can al juego del ajedrez por vez primera, emplear, sobre todo,
la apertura del Rey, o bien e2-e4 ; en cuanto a la orientación
para el juego posicional , se puede decir que nace sólo una vez
que el jugador ha alcanzado una cierta madurez : lo importante,
sobre todo al principio , es no tener miedo de perder, lanzarse
al abordaje, de manera que se vaya adquiriendo una cierta fami
liaridad con el tablero , y de adquirir, sobre todo , la propia ca
pacidad de análisis y la propia visión del juego .
Los problemas de la apertura
l. e2-e4 d7-d5
2. e4 x d5 Dd8-d5
3. Cb l -c3 Dd5-d8
En este caso el Negro ha perdido un tiempo , ya que ha
j ugado dos veces la Dama y ahora , a igualdad de j ugadas, el
Blanco ha movido ya una pieza contra ninguna del adversario .
l. e2-e4 e7 -CS
2. Cg l -f3 Cb8-c6
3. d2-d4 e5 x d4
4. Cf3 X d4
4. Cc6 x d4
ya que después :
5. Dd l X d4
-37
prácticamente un tiempo y ahora , como es fácil de constatar,
tiene problemas para continuar su movimiento, dado que el
blanco tiene bajo presión al Peón en g7 y amenaza el posible
movimiento en e5 .
Veamos , ahora, otro caso típico de error de lógica en la
apertura :
l. e2-e4 e7 -e5
2. Cg l -f3 f7 -f6
3. Cf3 x e5 !
'
En realidad no se trata de un verdadero sacrificio, ya que si
el negro captura ahora el caballo pondrá en manos de su adver
sario la posibilidad de dar el mate en pocas j ugadas . La j ugada
más adecuada, que tiende a demoler el avance blanco es la
siguiente :
3. Dd8-e7
4. Ce5-f3 De7 x e4 +
5. Afl -e2
38
Diagrama 1 3 . Posición después de 3. Cf3 X e5 ...
3. f6 : e5 ?
4. Dd l -h5
4. Re8-e7
J9
Después 4 . . . . + g6 ; 5 . D:e5 , el blanco se asegura una venta
ja decisiva de material con la captura de la torre h8 .
7. De5-f5 + Rg6-h6
8. d2 -d4 + g7-g5
9. h2 -h4 ! Af8-e7
1 0. h4 X g5+ Rh6-g7
1 1. Df5-f7 mate
l. e2 -e4 e7-e5
2. Cgl-f3 d7-d6
3. d2-d4 Cb8-d7
4. Afl-c4 Af8-e7?
40
la dama blanca . No iría bien , pues , 4 . . . . Cgf6 ; a causa de
5. Cg5 , con ataque sobre f7 . La jugada exacta sería 4 . . c6 .
. .
5. d4 x e5 d6 x e5
6. Ddl-d5
l. e2-e4 d7-d5
2. e4 x d5 Dd8 X d5
3. Cbl-c3
3. Dd5-a5
4. d2-d4
41
Supongamos, ahora, que el negro en lugar de la jugada co
rriente, 4 . . . . e5 ; o bien 4 . ... Cf6; juegue:
4. Cb8-c6 ?
5. d4-d5
42
los movimientos adversarios ( ventaj a de espacio). La pérdida de
tiempo es evidente si el negro hace retroceder al caballo b8 .
Otra ventaja de espacio por parte del blanco es 5 . . . . Ce5 ;
a causa de 6. Dd4 , que le permite situar en el centro una dama
fuertísima e inatacable. El negro, por su parte , no puede en
este momento abandonar el control de la casilla c6, ya que el
jaque de alfil en b5 resultaría decisivo .
No queda más que :
5. Cc6-b4
6. a2-a3
6. Ac8-f5
7. Afl-b5+ c7-c6
8. a3 : b4 Da5 : al
9. d5 : c6
9. a7-a6
43
y esperando 1 0. c:b7 + , a:b5; 1 1 . b:a8 =D+ , D:a8 ; etc .
Pero el blanco reúne mej or posición, y :
1 0. Cc3-d5
l. e2-e4 e7-e5
2. d2-d4 e5 x d4
3. Dd l X d4
3. Cb8-c6
4. Dd4-e3
4. Cg8-f6
5. e4-e5?
5. Cf6-g4
6. De3-e4 d7-d5 !
44
7. e5 x d6 + Ac8 -e6
8. d6 x c7?
8. Dd8-d l + !
9. Re l X d l Cg4 X f2 +
10. Rd l -e l Cf2 x e4
2 2
1 1
a e e 9
45
blanco se realiza inmediatamente , transformándose en ventaja
de material .
l. e2-e4 d7-d6
2. d2-d4 g7-g6
3. Cg l -f3 Af8-g7
4. Af l -c4 Cb8-d7 !
5. Ac4 x f7 + ! ReS x f7
6. Cf3-g5 + Rf7-e8
7. Cg5-e6
46
Diagrama 1 6B .
El blanco tiene un caballo de más .
Supongamos que cambiamos todas las piezas : la nueva si
tuación está ilustrada en el diagrama n .o 1 6B .
L a victoria en este punto será fácil ; bastará capturar con
el caballo cualquier peón adversario y luego mover los nuestros
hasta el final .
Sin embargo , si cambiamos todos los peones ( diagrama nú
mero 1 6C) , nos quedamos solamente con el rey y el caballo
contra el rey adversario y, en este caso , no será posible la
victoria .
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
a e e 9
Diagrama 1 6 C .
48
Las ideas estratégicas de las aperturas
49
aperturas han sido divididas por los teóricos en tres grandes
grupos :
e7-e5 .
3. Apertura de ju ego cerrado : el blanco inicia el juego con una
jugada distinta de l . e2-e4 .
l. e2-e4 e7-e5
50
APERTURAS DE JUEGO ABIERTO QUE TIENDEN AL ATAQUE S O B RE
EL PUNTO f7
2. Cg8-f6
51
considerad a , sin duda , la cont inuación mej or y atacando al peón
central en e4 del blanco , que resulta indefenso . O b i en , j u
gando :
2. Af8-c5
Gambito de rey
2. e5 x f4
2. Af8-c5
2. d7-d5
53
con la cual el negro cede un peón para evitar la apertura de la
columna f.
De hecho, después :
3. e4 x d5
3. e5-e4
Apertura vienesa
2. Cg8-f6
54
Diagrama 1 9 . Apertura vienesa.
l. e2-e4 e7-e5
2. Cb l -d Cg8-f6
3. f2-f4 d7-d5
4. Cf6 x e4
5. Cg l -f3
5. Af8-e7
55
seguido por el enroque y el movimiento en f6 ( ver partida 7 ) .
56
2. e5 x d4
3. Dd l X d4 Cb8 -c6
Apertura escocesa
en cuanto después :
3. e5 x d4
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
a e e 9
La estrategia del negro en ésta y en pos1c10nes similares
debe basarse en la idea de mover el peón e4 blanco, así como
el blanco ha desplazado el peón negro . Esto puede suceder, sólo,
con el movimiento d7 -d5 .
Así, después 4 . Cf3 x d4 , la mejor j ugada para el negro será
evidentemente :
4. Cg8 -f6
5. Cb 1 -c3
controlando ya sea e4 o d5
5. Af8-b4
6. Cd4 x c6
6. b7 x c6
7. Af l -d3 d7 -d5
58
Apertura Ponziani
59
seguir, ahora, con 3 . d7-d5 , o bien , con 3 . . . . C g8-f 6 ( vet
. . .
partida 1 4 ) .
Una idea estratégica parecida e s l a d e l a apertura italiana.
Apertura italiana
60
El caballo b 1 , pues , podrá ser, e v e n tualme n t e despla za do
,
4. Cg8-f6
5. d2-d4 e5 x d4
6. c3 X d 4 Ac5-b4
7. Cb 1 -c3 Cf6 x e4
Gambito Evans
4. A c 5 -b6
4. Ac5 x b4
5. c2-c3 Ab4-a5
62
Defensa de los dos caballos
4. Cf3 -g5
63
después de que al negro no le queda otra alternativa como de
fensa que la del desplazamiento hacia el centro :
4. d7-d5
5. e4 x d5 Cc6-a5
4. d2-d4
4. e 5 x d4
5. 0-0 Cf6 x e4
6. Tf l -e l
64
Ap·ertura de juego lento
65
Esto nos permite establecer hasta ahora que en aperturas
de este tipo, el negro no debe defenderse en absoluto , sino que
debe aprovechar la lentitud del adversario para intentar asu
mir la iniciativa .
4 4
3 3
2 2
1 1
a e e
9 h
66
Tal apertura se caracteriza por el hecho de que el negro a la
tercera j ugada desplaza el Cg8 y , por lo tanto , todos los caballos
se d esplaz an ; de ahí su nombre .
Sin embargo , si el negro realiza u na jugada distinta de 3 . . . .
Cg8-f6 ; la apertura se llamará , entonces, apertura de tres ca
ballos.
4 4
2 2
a e e g
67
y ahora el negro continuará con 3 . . . Af8-c5 ; o bien con la
.
p os i c i o n al o abierto ( ve r partidas 2 1 , 2 2 , 2 3 y 24 )
.
Apertura española
l. e2 e 4 e7-e5 ;
- , 2. Cg l -f3 , Cb8-c6 ;
3. Af l -b5 ;
68
Dado que esta apertura ofrece a ambos jugadores muchas
posibilidades y presenta a la vez un gran número de variantes,
nos limitaremos a explicar los conceptos generales y las ideas
básicas . Sobre todo importa saber cuál es la finalidad de la ju
gada 3 . Af l -b5 . No se pueden efectuar las j ugadas 4. Ab5 x c6,
d7 X c6 ; 5. C X e5, pues ahora el negro recupera tranquilamente
el peón con 5 . . . . Dd8-d4 ; y, por lo tanto , la maniobra del
blanco sería inútil . Esta idea puede tenerse en cuenta o bien
efectuarla más tarde .
Pero la verdadera finalidad de 3 . Afl -b5 , es la de obligar al
negro a desplazar el peón d7 en el punto d6 .
La experiencia nos enseña -y el más breve análisis de las
aperturas realizado hasta ahora no s lo puede confirmar- que
el desplazamiento a la casilla d4 del blanco adquiere realmente
ventaja cuando el negro tiene los peones centrales colocados en
e5 y d6 ; ya que el negro j ugando Cg8-f6 no sólo ataca al peón
blanco e4, sino que establece las bases para el desplazamiento
d7 -d5 , desplazamineto liberador que le asegura , al menos , el
equilibrio .
Tal movimiento se convierte en dificultad, si no en imposi
bilidad, cuando el negro ha desplazado ya el peón d7 hacia la
casilla d6, dada la pérdida de un tiempo precioso .
Las ventajas de la española para el blanco son, pues, múl
tiples ; con 3 . Af l -b5 , no solamente se desplaza una pieza, sino
que se coloca un «enclave preventivo » sobre el caballo negro en
c6 , sometiendo bajo presión al peón e5 . El movimiento en d4
se realizará después de una adecuada preparación , una vez que
el negro haya j ugado d7-d6 .
De cuanto hasta ahora hemos expuesto no es difícil ave
riguar la estrategia del negro : retrasar al máximo el desplaza
miento hacia la casilla d 6 , a menudo abandonando la defensa
del peón e5 con la finalidad de preparar las bases para un ataque
al peón e4 del blanco .
Las partidas señaladas os podrán dar una idea general de
los posibles modos de realizar la española. De todas formas ,
esta apertura requiere un estudio minucioso y un poco profundo ,
al menos d e l a s variantes principales ( ver partidas de l a 2 5 a
la 3 2 ) . ·
Concluyamos esta panorámica sobre las partidas d e juego
69
abierto con la alusión a dos aperturas que se destacan un poco
de las otras : la Philidor y la Rusa.
Defensa Philidor
70
zamiento hacia el punto d6 , el negro pierde la posibilidad de
j ugar el movimiento d7 -d5 .
El blanco, por el contrario, tiene un juego abierto y sin
problemas y podrá jugar el movimiento en d4 cuando le parezca
más oportuno ( ver partida 3 3 ) .
Defensa rusa
71
.
La j ugada 2 . . . . Cg8-f6 ; se revela más de una vez como una
prematura tentativa de ataque al peón e4 y, además , se debe
recordar que , a menudo , la apertura de la columna e revela una
ventaja para el blanco que puede aprovecharla para realizar un
rápido ataque contra el rey adversario .
Se observa , de hecho , que después :
3. Cf3 x e5
Partidas explicativas
72
1 2 . T : c l , Te8 ; 1 3 . Aa4, e4 ; 1 4 . d 4 , b5 ( evidentemente
equivocada 1 4 . . . . C:d4; por 1 5 . Td1 , etc. ) ; 1 5 . A : b 5 , C : d4 ;
1 6 . Aa6, Dg5 ; 1 7 . C� 2 , C : e2 ; 1 8 . Da5 + , Re7 ; 1 9 . R : e2 ,
Dg4 + ? ( la jugada q u e l e cuesta a l negro la partida. S e debía
jugar 1 9 . . . . A : aG; 2 0 . D : aG, D : g2; con posibilidad para
ambos ) ; 2 0 . Rf l , Df4 ; 2 1 . Te 1 , A : a6 + ; 22 . D : a6 , T : a8 ;
2 3 . Td 1 , Tb8 ? ( mejor resultaría el movimiento e3 ) ; 2 4 . D : a7 ,
T : b2 ; 2 5 . Dd4 , T : c2 ; 2 6 . g3 , Dg4 ; 2 7 . D : d6 + , Rf7 ;
2 8 . D : d7 + , el negro abandona.
N .0 3 - Gambito de rey
Spassky-Bronstein , Moscú , 1 97 1
73
T : e4 + ; 1 0 . Ae2 , T : b4 ; 1 1 . Cf3 , T : f4 ; 1 2 . Dd2 , Dd6 ;
1 3 . 0-0-0 , Cd7 ; 1 4 . Cd4 , a6 ; 1 5 . g3
( el blanco se deja
perder la ocasión de un brillcmte sacrificio : 1 5 . Ce6!, f:ec;
1 6. d: ec, con posición claramente superior. Por ejemplo,
1 6. . . . D : e6; 1 7 . D:f4, etc. O bien 1 6 . . . . D : d2 + ;
1 7. T:d2, C/8; 1 8 . e l, etc. O, 1 6 . . . . C/6; 1 7. De3, etc . ) ,
1 5 . . . . Tf6 ; 1 6 . The 1 , Ce5 ; 1 7 . Ah5 , Ad7 ; 1 8 . De2 ,
Te8 ; 1 9 . Empate .
l . e4 , e5 ; 2 . f4 , e : f4 ; 3 . Cf3 , g5 ; 4 . h4 , g4 ; 5 . Ce5 ,
Cf6 ; 6 . d4 , d6; 7 . Cd3 , C : e4 ; 8 . A : f4 , Ag7 ; 9 . Cc3
( débil. Mejor resultaría 9. c3, etc. ) 9 . . . . C : c3 ; 1 0 . b : c3 ,
c5 ; 1 1 . Ae2 , c : d4 ; 1 2 . 0-0 , Cc6 ; 1 3 . A : g4, 0-0 ; 1 4. A:
c8 , T : c8 ; 1 5 . Dg4 , f5 ; 1 6 . Dg3 , d : c3 ; 1 7 . Ta e 1 , Rh8 ;
1 8 . Rh 1 , 8g8 ; 1 9 . A : d6 , Af8 ; 2 0 . Ae5 + , C : e5 ; 21. D:
e5 + , Tg7 ; 2 2 . T : f5 , D : h4 + ; 2 3 . Rg1 , Dg4 ? ( más pre
cisa 23 . . . . Dg3; etc. ) ; 2 4 . Tf2 , Ae7 ; 25. Te4 , Dg5 ;
2 6 . Dd4 , Tf8 ( el error final. Alguna esperanza podía sub
sistir todavía después 26 . . . . Af8; etc. ); 2 7 . Te5 , Td8 ;
2 8 . De4 , Dh4 ; 2 9 . Tf4 , el negro abandona.
N .0 5 - Gambito de rey
Murej-Níkítín , Unión Soviética, 1 9 7 1
l . e4 , e5 ; 2 . f4 , d5 ; 3 . e : d5 , e4 ; 4 . d3 , e : d3 ; 5 . A : d3 ,
D : d5 ? ( La salida de dama e s prematura. Mejor 5 . . . Cf6;
.
74
1 3 . Dh5 , g6 ; 1 4 . C : g 6 , f : g6 ; 1 5 . A : g6 , h : g 6 ; 1 6 . D : g6 + ,
Rh8 ; 1 7 . Cd5 , T : f 1 + ; 1 8 . T : f 1 , De2 ; 1 9 . Dh6 + , Rg8 ;
2 0 . Cf6 + , el negro abandona .
Un óptimo ejemplo de como recup erar las pérdidas de tiem
po y el consiguiente retraso de los movimientos del adver
sario.
N .0 6 - Gambito de rey
Gross-Plachetza, Checoslovaquia , 1 97 2
N .o 7 - A pert u ra vienesa
J anosevic-1 vanovic , Puertorose, 1 97 1
75
2 2 . D : e4 , Ag6 ; 2 3 . C : g6 , h : g6 ; 2 4 . Ab5 , Rb8 ; 25 . Ad7 ,
g5 ; 2 6 . Tf5 , Ce7 ; 2 7 . Tb5 , b6 ; 2 8 . Dc2 , g4 ;
76
jor resultaría 8. Ac4, d6; etc. ) 8 . . . . T : e4 ! ? ( una continua
-ción dudosa. Fav orable al negro resulta ahora 8. . . . C: e4,
T: e4; 1 0 . A/4, D/6; etc. ) ; 9. Ad3 ! , Tg4 ; 1 0 . Dh3 , Ce5 ?
( era m ejor 1 0 . . . . d6; etc. ) ; l l . f4 , C : d3 + ; 1 2 . D : d3 ,
d5 ; 1 3 . g3 , Tg6 ; 1 4 . Cf3 , Ag4 ; 1 5 . f5 , A : f3 ; 1 6 . D : f3 ,
Tg4 ; 1 7 . Af4 , A : c3 ; 1 8 . D : c3 , Dd7 ; 1 9 . h 3 , T : f4 ;
2 0 . g : f4 , D : f5 ; 2 1 . De5 ! , Dd7 ; 2 2 . Thg 1 , Dc6 ; 2 3 . Dg5 ,
g6 ; 2 4 . f5 , Te8 ; 2 5 . f : g6 , h : g6 ; 2 6 . Tg2 , Rg7 ; 2 7 . h4 ,
Th8 ; 2 8 . Tf l , Th5 ; 2 9 . Df4 , De6 ; 3 0 . Tg5 ! , T : g5 ;
3 1 . h : g5 , Ce4 ; 3 2 . D : c7 , C : g5 ; 3 3 . Dc3 + , f6 ; 3 4 . Dc7 + ,
Df7 ; 3 5 . Dd8 ! , Ch3 ; 3 6 . Te1 , el negro abandona .
N .o 1 0 - Apertura escocesa
Ciocoltea-Karaklaic , Polaska , 1 9 7 1
l . e4 , e5 ; 2 . Cf3 , Cc6 ; 3 . d4 , e : d4 ; 4 . c3 , d : c3 ; 5 . C : c3 ,
Ab4 ; 6 . Ac4 , A : c3 + ; 7 . b : c 3 , d6 ; 8 . O-O, Ag4 ; 9 . Db3 ,
A : f3 ; 1 0 . A : f 7 + , Rf8 ; 1 1 . g : f3 , Ce5 ; 1 2 . A:g8, T : g8 ;
1 3 . f4, Cf3 + ; 1 4 . Rg2 , Ch4 + ; 1 5 . Rh 1 , Dd7 ; 1 6 . f5 ,
Te8 ; 1 7 . f3 , Dc6 ; 1 8 . Dc2 , g5 ; 1 9 . f : g6 , C : g6 ; 2 0 . Ah6 + ,
Re7 ; 2 1 . Df2 , Rd7 ; 22 . Tad 1 , Te5 ; 2 3 . c4, Th5 ; 2 4 . Dd2 ,
77
Ce5 ; 2 5 . Af4 , D : c4 ; 2 6 . A : e5, T : e5 ; 2 7 . Tfe 1 , De6 ;
2 8 . Tg1 , Th5 ; 2 9 . T : g8 , D : g8 ; 3 0 . Tgl , Df8 ; 3 1 .Tg3 ,
Dh6 ; 3 2 . D : h6 , T : h6 ; 3 3 . f4 , c5 ; 3 4 . f5 , c4 ; 3 5 . Tg7 + ,
Rc6 ; 3 6 . Rg2 , b5 ; 3 7 . T : a7 , c3 ; 3 8 . Ta8 , Rc7 ; .3 9 . Ta7 + ,
Rb6 ; 4 0 . Ta8 , d5 ! ; 4 1 . e : d5 , Rc7 ; 42 . TeS , Rd6 ; 43 . Tc8 ,
b4 ; 4 4 . a 3 , R : d5 ; 45 . A : b4 , Tc6 ; 46 . Td8 + , Rc4 ;
4 7 . Td 1 , c2 ; 48 . Tc l , R : b4 ; 4 9 . Rg3 , Rc3 ; 50 . Rg4 , Rd2 ;
5 1 . Tfl , c l = D ; 5 2 . T : c l , T : c l ; 5 3 . El bla nco abandon a .
78
4 1 . Ad2 + , Rb6; 4 2 . A/4 , luego 4 3 . a4, etc . ); 4 1 . Af4 ,
el negro abandon a .
N . o 1 2 - Apertura escocesa
S e tli n - Gell e r , Leningrado , 1 9 7 1
7 9'
2 2 . Te2 , Rh8 ; 2 3 . f3 , h5 ; 2 4 . Tef2 , h4 ; 2 5 . f4 ! , h : g3 ;
2 6 . h : g3 , e : f4 ; 2 7 . g : f4 , Dd7 ; 2 8 . f5 ! , Ch4 ; 2 9 . e5 , Ch7 ;
3 0 . Ae4 , Rg8 ; 3 1 . Th2 , el negro abandona . ( Una partida
muy instructiva, en la cual sobresale el concepto de la ven
taja del espacio . )
N .0 1 5 - Apertura italiana
David-Jensen, correspondencia , 1 97 0 / 7 1
80
7 . e5 , Ce4 ; 8 . b5 , Ca5 ; 9 . Ad3 , C : c3 ; 1 0 . C : c3 , d : c3 ;
1 1 . Dc2 , d6 ; 1 2 . A f4 , d : e5 ; 1 3 . A : e5 , Af6 ; 1 4 . D : c3 .
A : e5 ; 1 5 . C : e 5 , Ae6 ? ( era mejor 1 5 . . . 0-0; 1 6 . D : a5,
.
81
N .o 1 7 - Gambito Evans
Mariotti-Gligoric , Venecia, 1 9 7 1
82
N .o 1 9 - Defensa de dos caballos
Fischeimer-Gligoric, Estados Unidos, 1 972
83
N.o 2 1 - Apertura de juego lento
Estrin-Bikovsky, Unión Soviética , 1 9 67
84
N.0 2 3 - Ape rtu ra de lo_ s cuatro caballos
Lutikov-Tarve, Parnu , 1 9 7 1
85
final. Se deb e ría jugar 45. h4, o bien también 45. g4, etc. ),
45 . . . . g5 ; 4 6 . Rc4 , h5 ; 47 . Rb4 , f4 ! ; 4 8 . h4 , g : h4 ;
4 9 . Rc4 , e4 ! ; 5 0 . El blanco abandona .
N .o 2 6 - Apertura española
Browne-Mariotti, Venecia , 1 97 1
86
N.0 2 7 - Apertura española
Ribli-Medina , Wijk aan Zee , 1 1 , 1 97 2
N .0 2 8 - Apertura española
Mosionzik-Nikolajevsky , Moscú , 1 9 7 2
87
N . o 2 9 - Apertura española
Levsenkov-Sakovic , Unión Soviética, 1 972
88
N.0 3 2 - Apertura españ o la
Voronov-Es trin , Unión Soviética , 1 9 7 2
89
C:/6,· 26. A:dJ, c:dJ>' 2 7 . D:dJ, C:g4¡ 28. h:g4, T:/2 + >"
29. RhJ, D/8>" 30. g5, etc . ) , 25 . . . . Rh8 ; 26. Dd2, T : f2 + ;
27 . D : f2 , A : f2 ; 2 8 . Af6 + , C : f6 ; 29. R : f2 , Df8 ! ; 3 0 . El
blanco abandon a .
N .o 3 3 - Defensa Philidor
Stejn-Petrosj an, Moscú , 1 9 7 1
N .0 3 4 Defensa rusa
-
Geller-Smyslov , Leningrado , 1 9 7 1
N .0 3 5 Defensa rusa
-
90
1 0 . Cc3 , Cf8 ; 1 1 . d5 ! , Cg6 ; 1 2 . Te l , Ad7 ; 1 3 . A g5 ( así
no se llega más que al empate . Para mantener una discreta
ventaja se debería jugar 1 3 . Cd4, etc. ) , 1 3 . . . . Ch5 ! ; 1 4 . Ad2 ,
Chf4 ; 1 5 . Afl , Af6 ; 1 6 . T : e8 + , D : e 8 ; 1 7 . Del , Ae5 ;
1 8 . De l , Af6 ; 1 9 . Rh2 , Af5 ; 20 . De3 , Ad3 ! ; 2 1 . E m p a t e .
91
Defensa Alekhine
l. e2 -e4 , Cg8-f6 ;
l. e2-e4
el negro, con
l. Cg8-f6
92
quiere obligar al peón blanco a que avance , dado que
2. e4-e5
2. Cf6-d5
3. c2-c4
3. Cd5-b6
4. d2-d4 d7-d6
5. f2-f4
5. d6 x e5
93
La continuación que mej or exprime las posibilidades estra
tégicas del negro
6. f4 x e5 Cb8-c6
7. Ac 1 -e3 Ac8-f5
8. Cb l -c3 e7-e6
9. Afl -e2
Defensa escandinava
l. e2-e4 , d7-d5
2. e4 x d5 Dd8 X d5
94
Diagrama 3 5 . Defensa escandinava .
3. Cb l -c3
95
Defensa francesa
l. e2-e4 , e7-e6 ;
2. d2-d4
4 4
3 3
2 2
1 1
a e e 9
96
Ahora , sin embargo , el negro con el movimiento
2. d7-d5
3. e4 x d5 e6 x d5
3. Cb l -c3
97
vimiento en d5 con el peón e en lugar de con el peón e. Así
tenemos :
La defensa Caro-Kann
l. e2-e4 , c7-c6 ;
98
El defecto principal de la Caro-Kann consiste en el hecho de
que el negro para obtener un cierto contrajuego debe , antes o
después , realizar el movimiento en c5 , por lo que jugar en la
primera j ugada c7-c6 , constituye , en un cierto sentido , una
pérdida de tiempo .
Por ello la defensa Caro-Kann para el negro es considerada ,
m á s bien , pasiva .
De todas formas , luego :
2. d2-d4 d7 -d5
3. e4 x d5 c6 x d5
4. c2-c4
3. Cb l -c3 d5 x e4
4. Cc3 x e4 Ac8 -f5
5. Ce4-g3 Af5-g6
l. c7 -c5 ;
. . .
Ahora :
2. d2-d4
1 00
sigue :
2. d7-d5
3. e4-e5
2. Cb l -c3
2. e7-e6
3. d2-d4
se fortalece , ya que :
3. d7-d5
4. e4-e5
(O l
alfil c8 bloqueada y no tiene la posibilidad de un movimiento
liberador en c5 , a causa de la presencia del caballo en c6 .
Por estas razones la defensa Nimzowitch está considerada
insuficiente , también porque si el blanco juega atentamente ob
tiene una posición agresiva y una notable ventaj a de espacio
( ver partida explicativa 48 ) .
Defensa siciliana
l. e2-e4 , c7-c5 ;
4 4
2 2
1 1
a e e
g
1 02
Los primeros indicios a la siciliana del italiano Polerio , sur
gen en 1 594 ; pero fue otro italiano , Greco, que la difundió por
vez primera y la aplicó en el siglo siguiente .
No obstante , a pesar de esos antiguos albores, dicha aper
tura está considerada , actualmente , com o muy moderna, ya que
responde al principio según el cual , el negro no debe intentar
contrastar al adversario la ocupación del centro , sino sólo con
trolarla.
La siciliana debe mucho de su fuerza a la presión que el ne
gro puede ejercer sobre la columna c. Además con el movimien
to en c5 se ejerce un control inmediato sobre la casilla d4 ,
creando, así, la posibilidad de un hundimiento completo del
centro , gracias al desplazamiento hacia el punto d7-d5 . Además
con dicha j ugada se abre la diagonal a5-d8 a la dam a .
Desde u n punto d e vista puramente estratégico, l a siciliana
deja al negro una gran posibilidad de elección con respecto a
la propia sistematización de los peones , según los deseos y el
estilo de cada jugador.
Opuesto a todo ello , está la posibilidad del blanco de ocu
par el centro con las piezas y organizar un violento ataque hacia
el lado del rey en las primeras fases del centro partida y no
apenas salido de la apertura . Además , a menudo, si dicho ataque
falla el final resulta favorable para el negro , el cual desde su
parte, durante la mitad del j uego , puede organizar un buen
ataque de minoría hacia el lado de la dama , en particular la
columna c.
Desde un punto de vista general , es necasrio recordar que
la finalidad última del negro es la de alcanzar el desplazamiento
d5 . Si lo logra, obtiene una posición , si no superior, al menos
igualada.
Las variantes de la siciliana son numerosas y cada uno, no
obstante respetando los principios generales expuestos, desarro
lla un contenido estratégico distinto . Aquí , por lo tanto , aludi
mos solamente a algunas de las continuaciones principales , tras
ladando al lector al estudio del volumen monográfico sobre la
apertura misma .
103
Variante del Dragón
1 04
Variante Najdorf
1 05
Variante Boleslavsky
106
Ataque Rauser
1 07
Variante Scheveninger
1 08
Siciliana cerrada
109
El negro intentará contrarrestar dicho plan con un contrajue
go hacia el lado opuesto, basado sobre la acción del alfil en g7 y
en el movimiento del peón b en b5 y luego en b4 ( ver partidas
de la 49 a la 54 ) .
Partidas explicativas
l. e4 , Cf6 ; 2 . Cc3 , d5 ; 3 . e : d5 , C : d5 ; 4 . g3 ! ? , C : c3 ;
5 . b : c3 , Dd5 ; 6 . Cf3 , De4 + ; 7 . Ae2 , Ah 3 ; 8 . Tg 1 , Ag4 ;
9 . d3 , Dc6 ; 1 0 . c4 , e6 ; 1 1 . Tb 1 , Ae7 ; 1 2 . Ce5 , A : e2 ;
1 3 . D : e2 , Da6 ; 1 4 . Rf1 , Cc6 ; 1 5 . C : c6 , D : c6 ; 1 6 . Ab2,
0-0 ; 1 7 . Dg4 . Empate .
N .0 3 7 - Defensa Alekhine
C ioc al t e a G r unb erg, Rumania , 1 972
-
1 10
N.o 3 8 - Defensa escandinava
Ritov-Skuj a , Unión Soviética, 1 97 1
4 . d4 , e5 ; 5 .Cf3 ,
1 . e4 , d5 ; 2 . e : d5 , D : d5 ; 3 . Cc3 , Da5 ;
e : d4 ; 6 . De2 + , Ae7 ; 7 . C : d4 , c6 ; 8 . Af4 , Ca6 ; 9 . 0-0-0 ,
Ad7 ; 1 0 . Rb 1 , 0-0-0 ; 1 1 . Dc4 , g5 ; 1 2 . Ag3 , Ch6 ;
1 3 . Cb3 , Db4 ; 1 4 . Cd5 , Ae6 ; 1 5 . D : c6 + , el negro aban
dona .
N .0 40 - Defensa francesa
Sax-Larsen , Teesside, 1 9 72
111
Cbc6 ; 1 0 . c3 , Cf5 ; 1 1 . a3 , Ae7 ; 1 2 . Cf l , h6 ; 1 3 . Ce3 ,
C : e3 ; 1 4 . A : e3 , Dd7 ; 1 5 . d4, c4 ; 1 6 . Cd2 , Ca5 ; 1 7 . f4 ,
h5 ! ? ( más prudente 1 7 . . . . g6; o bien, el enroque largo ) ;
1 8 . f5 ! ? , e : f5 ; 1 9 . Cf3 , Cc6 ; 2 0 . b3 ! ? , c:b3 ; 2 1 . c4,
d : c4 ; 22. d5 , 0-0-0 ! ; 2 3 . d : c6 , D : c6 ; 24. De2 , Td3 ;
25 . Ch4 , De6 ; 26. A : b7 + , R : b7 ; 27 . Df3 + , Ra6 ; 2 8 . C : f5,
Ac5 ; 2 9 . De4 , g6 ; 30. Cg7 ! ? , T : e3 ! ; 3 1 . T : e3 , Dg4 ;
3 2 . Rg2 , Td8 ; 3 3 . e6, Td2 + ; 3 4 . Rh 1 , D : e4 ; 35 . T : e4 ,
c3 ; 3 6 . e : f7 , b2 ; 3 7 . Tfl , c2 ; 3 8 . Tee 1 , Tf2 ! ; 3 9 . Ce6 ,
T:fl + ; 40 . T : f l , A : a3 ; 4 1 El blanco abandona .
.
1 12
1 3 . A : f5 , T : e2 ; 1 4 . b3 , De7 ; 1 5 . Ad3 , Tb2 ; 1 6 . Dg3 ,
Te8 ; 1 7 . Dg5 , Ce4 ; 1 8 . Del , T : f2 ; 1 9 . T : f2 , C : f2 ;
2 0 . R : f2 , Df6 + ; 2 1 . Rg1 , Cf4 ; 2 2 . Afl , Te2 ; 23 . Cd2 ,
C : h3 + ; 2 4 . Rh2 , Cf4 ; 2 5 . Rg3 , Cd3 ; 2 6 . El blanco aban
dona.
N .0 4 3 - Defensa francesa
Minic-Bukal , Sarajevo , 1 972
N .0 44 - Defensa francesa
Ignaziev-Krasnov, Unión Soviética , 1 9 72
113
Cc6 ; 2 8 . Ac3 , Tf4 ; 2 9 . De3 , T : h4 ; 3 0 . 0-0-0 , Ce5 ;
3 1 . Dg3 + , el negro abandona .
N .0 46 - Defensa Caro-Kann
Sejtlin-Ritov , Unión Soviética, 1 9 72
1 14
N .0 4 7 - Defensa Caro-Kann
Adorian-Rukavina , Vrnj acka Banj a , 1 9 7 2
Dd7 ; 3 2 . Empate .
1 15
N.0 49 - Defensa siciliana
R . Byrne-Ciocaltea , Hastings , 1 97 1 -7 2
N .0 5 1 - Defensa siciliana
Paoli-Liptay, Debrecen, 1 97 1
1 16
1 0 . Cd2 , d5 ; 1 1 . e : d5 , C : d5 ; 1 2 . C : d5 , D : d5 ; 1 3 . Cc4 ,
D:dl ; 1 4 . Tf : dl , Ae6 ; 1 5 . d , f5 ; 1 6 . Cd6 , Cd4 ;
1 7 . A : d4 , A : d6 ; 1 8 . Ab6 , Ae7 ; 1 9 . Ab5 , Rf7 ; 2 0 . Td 2 ,
Ad8 ; 2 1 . Ac5 , Ae7 ; 2 2 . A : e7 , R : e7 ; 2 3 . Tel , Tad8 ;
24. Tde2 , e4 ; 2 5 . f3 , A : a2 ; 2 6 . f : e4 , f4 ; 2 7 . b4, Ae6 ;
28 . b : a5 , Ta8 ; 2 9 . Ta l , Tfc8 ; 3 0 . Ta3 , Tc5 ; 3 1 . Tb2 ,
Rf6 ; 3 2 . Ad3 , Ta : a5 ; 3 3 . T : a5 , T : a 5 ; 3 4 . T : b 7 , Tc5 ;
3 5 . c4, A : c4 ; 3 6 . e5 + , R : e5 ; 3 7 . A : c4 , T : c4 ; 3 8 . T : g7 ,
h5 ; 3 9 . Empate .
N .0 5 3 Defensa siciliana
-
117
d6 ; 6 . Ae2 , Cc6 ; 7 . Ae3 , Ad7 ; 8 . f4, .Ae7 ; 9 . Cdb5 ,
Db8 ; 1 0 . g4 ! ? , a6 ; 1 1 . Cd4 , C : d4 ( un error; el negro
p odía obtener la igualdad con 1 1 . . d5; etc. ) ; 1 2 . D : d4 , e5 ;
. .
a e d e 9 h
1 18
2 4 . Tg7 + ! , R : g7 ; 25 . Ce8 + , Rh6 ; 2 6 . C : c7 , Tg8 ;
2 7 . Ce6 , Tg2 + ; 2 8 . Rc3 , el negro abandona .
N 0 54 - Defensa siciliana
.
119
este caso, puede parecer muy similar a las de las aperturas de
juego abierto después de l . e2-e4, e7-e5 ; pero, en realidad, la
situación es conceptualmente muy distinta , ya que cambian
completamente las condiciones básicas para la conquista del
centro .
En el juego abierto hemos visto ya que el blanco obtiene
una cierta ventaja cuando logra efectuar el movimiento d2-d4 ,
ocupando con los peones las dos casillas centrales ( véase , por
ejemplo la española ) .
En l a apertura d e dama, siendo y a realizado el movimiento en
d4, el problema consistirá, entonces, en efectuar el desplaza
miento hacia el punto e4. A esta finalidad no solamente es
necesario preparar adecuadamente dicho movimiento, sino tam
bién intentar eliminar piezas o peones negros que puedan im
pedir y hacer más difícil tal desplazamiento .
Dadas estas premisas, es obvio que después de :
l. d2-d4 d7 d 5
-
2. c2 c 4
-
que somete bajo presión al peón central del negro y abre, tam
bién, la diagonal d l -a4 a la dama blanca .
Ahora, el negro tiene dos posibilidades , es decir : capturar
el peón c4 , y en este caso tendremos el gambito de dama acep
tado, o bien defender el peón d5 .
En este segundo caso, sin embargo , la defensa debe ser ne
cesariamente efectuada con otro peón . Sería, de hecho , una
equivocación ¡ugar, por ejemplo :
2. Cg8-f6
a causa de
3. c4 x d5
120
y ahora, si el negro juega
3. Cf6 X d5
si tiene
4. e2-e4
3. Dd8 X d5
4. Cb l -c3
3. e2-e3
1 21
que es la manera de tomar el peón con el alfil, ganando, práctica
mente, un tiempo para el desarrollo , tiempo que, sin embargo,
el negro ha perdido , moviendo dos veces seguidas el mismo
peón en la fase inicial .
Es fácil c ons t atar que el negro no puede defender el peón .
Por ejemplo
3. b7-b5
4. a2-a4 c7-c6
5. a4 x b5 c6 x b5
6. Dd l -f3
122
y el blanco, dado el ataque sobre l a torre a 8 , gana una pieza .
Sin embargo , el negro puede j ugar mejor, después 3 . e2-e3 , in
tentando mantener el peón y apuntando sobre un ataque al
centro con
3. e7-e5
3. Cg l -f3
3. c7-c6
4. e2-e3 b7-b5
5. a2-a4 e7-e6
6. a4 x b5 c6 x b5
7. b2-b3 !
3. Cg8-f6
4. e2-e3 e7-e6
5. Af l x c4
1 23
Defensa ortodoxa de la partida de dama
3. Cb l -c3
1 24
La continuación que caracterizaba a la ortodoxa . Con 3 .
Cg l -f3 , o bien con 3 . e2-e3 , se entra en la catalana o en la
col!e .
5. Cg8-f6
4. Ac l -g5
4. Af8-e7
5. e2-e3 O-O
6. Cg l -f3 Cb8-d7
1 25
El negro proseguirá, luego, tendiendo el ataque hacia el lado
de la dama, donde antes o después , tras la captura en c4 , tendrá
una mayoría de peones ; el blanco , sin embargo , tenderá al ata
que hacia el lado del rey, propicio para una cierta supremacía
en el centro .
También en este caso , las variantes son numerosísimas y no
pueden prescindir de un estudio profundo y monográfico de las
aperturas ( ver partidas esplicativas 5 6 , 5 7 , 58 y 5 9 ) .
Defensa eslava
4 4
2 2
a e e 9
126
La eslava intenta evitar este inconveniente y, siempre com
parando con las partidas de juego semiabierto , desarrolla prác
ticamente el concepto de la Caro-Kann .
El defecto de esta aper t ura consiste en el hecho de que el
desplazamiento temático en c5 , que el negro antes o después
deberá efectuar para no quedarse «sofocado» , tendrá una des
ventaj a de tiempo . En compensación , además de no cerrar la
diagonal al alfil c8 , se amenaza la captura del peón en c4 , que
luego será posible sostener gracias al movimiento b 7 -b5 . El
negro , por lo tanto, no teniendo grandes perspectivas de juego
en el centro de partida, deberá esperar al final en que la mayoría
de peones sobre el lado de la dama le dará una ventaj a en nada
indiferente .
El blanco, por su parte , deberá, sin embargo , apurar sus
propias posibilidades en el medio juego, aprovechándose tam
bién del hecho de que el negro debe jugar siempre con mucha
atención y precisión . Se observa, por ejemplo , esta variante :
3. e2-e3 Cg8-f6
4. Cb l -c3 Ac8-f5 ?
futación es simple :
5. c4 x d5
Apertura catalana
1 27
Diagrama 50. Apertura catalana.
Sistema Calle
128
Diagrama 5 1 . Sistema Colle .
Defensas de gambito
129
rrolla fácilmente según los criterios posicionales, resultando más
difícil un hundimiento en el centro . Sucede, por lo tanto, a
menudo, que el j ugador de las negras, en la tentativa de evitar,
tiende a toda costa a complicar la posición , con la finalidad de
crear las premisas para un j uego lo más abierto posible .
Nacen así las defensas de gam b ito, las cuales huyen a una
casuística particular y tienen como finalidad crear complicacio
nes .
Tienen , a pesar de todo , un función determinada y es, por
lo tanto , aconsej able no olvidarlas , al contrario es una buena
regla estudiarlas con atención y tenerlas siempre presentes .
Entre estas aperturas , las principales son el gam b ito Buda
pest ( l . d2-d4 , Cg8-f6 ; 2 . c2-c4 , e7-e5 ; ) , el gam b ito Benoni
( 1 . d2 -d4 , c7-c5 ; ) el gam b ito Blumenfeld 1) . d2-d4 , Cg8 -f6 ;
2 . c2-c4 , c7-c5 ; 3 . d4-d 5 , b7-b5 ; ) .
Estas aperturas , evidentemente , no resultan particularmente
favorables al negro , y basan su validez , sobre todo , en el factor
sorpresa .
Defensas Indianas
l. d2-d4 , Cg8-f6 ;
1 30
7
Endia de Rey
l. d2-d4 , Cg8 -f6 ; 2. c2-c4 , g7-g6 ;
3. Cb l -c3 , M8-g7 ; 4. e2-e4 , d7-d6 ;
131
La idea del negro es, evidentemente, la de permitir al blan
co la total ocupación del centro, basando las posibilidades de
contraj uego sobre los clásicos desplazamientos de los peones e
y e. Mucha de la presión de la India de Rey es l a ofrecida por
las grandes posibilidades del alfil a un lado, que desarrqlla un
rol parecido al que se desarrolla en la variante del Dragón de
la siciliana.
El blanco tiene muchas posibilidades, una vez alcanzada la
posición j usta de la apertura, ilustrada por el diagrama . Partien
do de la variante clásica con 5 . Cgl -f3 , 0-0 ; 6. Af l -e2 , en el
que el blanco acepta la lucha del centro . Arriesgada es la varian
te de los cuatro peones, con 5 . f2-f4 , muy usada en los años 2 0
y que reflej a , e n el mejor d e los casos, e l contenido estratégico
de la apertura : el blanco ocupa completamente el centro , el ne
gro tenderá a demolerlo con el movimiento de peones laterales,
en particular e 7 -c5 .
Interesante resulta ser la variante Saemisch, 5 . f2 -f3 que
sostiene el peón en e4 y establece las bases para el enroque
Defensa Grunfeld
Defensa Nimzowitch-India
l. d2-d4 , Cg8 f6 ;
- 2. c2-c4 , e7-e6 ;
3. Cb l -c3 , Af8-b4 ;
India de Dama
1 35
Una línea de j uego muy lograda es la de mover el alfil f 1
hacia e l lado para contrarrestar la acción del alfil b 7 negro , in
tentando realizar desplazamientos cambiantes sobre e4 y e5
( ver partida explicativa 72 ) .
Defensa holandesa
l. d2-d4 , f7-f5 ;
2. f5 x e4
3. Cb l -d Cg8-f6
4. Ac l -g5
4. d7-d6
5. f2-f3 e4 x f3
6. Cg l X f3 Ac8-g4
pero aun así no se puede decir que el negro esté mal (ver par
tidas explicativas 7 3 y 7 4 ) .
136
Diagrama 56. India de Dama .
Apertura Bird
l. f2-f4 ,
138
Diagrama 5 8 . Apertura Bird .
a e e 9
Apertura inglesa
l. c2-c4 ,
recurrir a otra apertura que des arrolla una idea muy p arecid a , es
decir , la
Apertura Reti
l. Cg l -f3 ,
140
Es esta la apertura que , quizá , mejor realiza la idea de las
partidas de juego cerrado .
Antes que nada, observemos que el movimiento del caballo
dej a la máxima movilidad posible a los peones centrales , evitan
do aquellos «bloqueos » en el centro que podrían ocasionar , por
ej emplo : l . e2-e4 , e7-e5 ; sea luego l . d2-d4 , d7-d5 .
Con la Reti, además , se controla rápidamente la importante
casilla e5 . El negro, sin embargo , puede intentar ocupar el cen
tro con :
l. d7-d5
2. c2-c4
2. d5 : c4
2. c7-c6
3. b2-b3
141
Los peones d y e deberán permanecer en una posición de
espera , para ser movidos cuando se considere más oportuno , es
decir , más bien cuando se haya realizado el movimiento de las
piezas .
En cuanto el negro se refiere , deberá evitar de lanzarse a
ataques prematuros , puesto que el adversario puede fácilmente
rebatir ; la mejor estrategia es la de jugar una apertura tranquila ,
buscando realizar el bloqueo del centro ( ver partidas explicati
vas : 7 6 , 7 7 y 7 8 ) .
Partidas explicativas
l . d4 , d5 ; 2 . c4 , d : c4 ; 3 . Cf3 , Cf6 ; 4 . e3 , e6 ; 5 . A : c4 ,
c5 ; 6 . Cc3 , a6 ; 7 . 0-0 , b5 ; 8 . Ae2 ! ? , Ab7 ; 9 . d : c5 ,
D: d1 ; 1 0 . T : d 1 , A : c5 ; 1 1 . a3 , Cbd7 ; 1 2 . b4 , Ae7 ;
1 3 . Ab2 , 0-0 , 1 4 . Tac l , Tac8 ; 1 5 . Rf l , Tfd8 ; 1 6 . h3 ,
Rf8 ; 1 7 . Cb i , Cd5 ; 1 8 . Cbd2 , C7b6 ; 1 9 . Cb3 , Ca4 ;
2 0 . Ad4 , Cdc3 ; 2 1 . A : c3 , T : d 1 + ; 2 2 . A : d l , C : c3 ;
2 3 . Ae2 , C : e2 ; 2 4 . T : c8 , A : c8 ; 2 5 . R : e2 , f6 ! ; 2 6 . Cfd4 ,
e5 ; 2 7 . Cc6 , Ad6 ; 2 8 . Cc5 ! ? A : c5 ; 2 9 . b : c5 , Ab7 ;
3 0 . Cb4 , Re7 ; 3 1 . f3 , a 5 ; 3 2 . Ca2 , Ad5 ; 3 3 . Cc3 , Ac4 + ;
3 4 . Rd2 , Rd7 ; 3 5 . h4 , f5 ; 3 6 . g4 , g6 ; 3 7 . g : f5 , g : f5 ;
3 8 . a4, b4 ; 3 9 . Cb5 , Rc6 ; 4 0 . Cd6 , Ad5 ! ; 4 1 . C : f5 ,
A : f3 ; 4 2 . Cg7 , R : c5 ; 4 3 . Ce6 + , Rc4 ; 4 4 . C g5 , Ac6 ;
4 5 . C :}-¡7 , b3 ; 46 . Cf6 , Rb4 ; 4 7 . h5, b2 ; 48 . Rc2 , Ra3 ;
4 9 . Rb 1 , Af3 ! ; 5 0 . El blanco abandona ( no hay nada que
hacer contra la amenaza 50 . . Ae2; etc. ) . . .
142
N.0 5 6 - Defensa ortodoxa de la apertura de dama
Portisch-Szily, Vrsac, 1 9 7 1
-143
h6 ; 1 0 . Ah4 , c5 ! ? ; 1 1 . Ad3 ? ( así se permite al negro
derrotar el centro . Se imponía 1 1 . e4 .' , etc. ) , 1 1 . . . . c : d4 ;
1 2 . e : d4 , b6 ! ; 1 3 . 0-0, 0-0 ; 1 4 . Ab 1 , Aa6 ; 1 5 . Dc2 , f5 ?
( demasiado arriesgado . Era mejor 1 5 . . . . g6,· etc. ) ; 1 6 . C : d5 ,
D : d5 ; 1 7 . Tfd 1 , Ab7 ; 1 8 . Ag3 , a5 ? ( mejor 1 8 . . . . Ad6;
etc. ) ; 1 9 . a3 , Tac8 ; 2 0 . De2 , Ae7 ; 2 1 . b4 ! , a : b 4 ;
2 2 . a : b4 , Ta8 ; 2 3 . Ad3 , Tf6 ; 2 4 . Tc7 , f4 ; 2 5 . Ah4 , Ta2 ;
2 6 . De l , Tg6 ? ? ; 2 7 . A : g6 , el negro abandona.
1 44
2 3 . Rg2 , Tf4 ; 2 4 . Ag4 , T : g4 + ; 2 5 . f : g4 , d4 ; 2 6 . Rf l ,
Df3 + ; 2 7 . El blanco abandona.
N .0 7 3 - Defensa holandesa
Galeb-Arita, Olimpiadas de Siege n , 1 9 7 0
N .o 74 - Defensa holandesa
Cholmov-Bronstein , Moscú , 1 968
· 15 1
42 . D : g4 , f : g4 ; 4 3 . R : g4 , T : c4 ; 44 . Te3 , Td8 ; 45 . T : e6 ,
Tc : d4 ; 4 6 . T : d4 , T : d4 ; 4 7 . a5 , b : a5 ; 4 8 . Ta6 , Empate .
N .0 75Apertura Bird
-
N .o 7 6 - Inglesa-Reti
Gheorghiu-Olaffson , Moscú , 1 972
1 52
N.0 77 - Inglesa-Reti
Kaufman-Kavalek , Campeonato de los Estados Unidos , Nue
va York, 1 97 2
N.o 7 8 - Inglesa-Reti
Smislov-Gingingasvili , Moscú , 1 9 7 2
Í53
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