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INTEGRANTES:
LOPEZ ANGEL
OJEDA BARBARA
GEORGE GENESIS
GUERRERO MOISES
ESPINOZA PEDRO
BENAVIDES ANDRES
IMARA CALDERA
CONCLUSION
Tanto el Fiscal del Ministerio Público como los Jueces de Causa deben estar
atentos a la hora de recibir una denuncia o acusación, deben examinarla para
determinar, ante todo si el acto sobre el cual versa la denuncia o acusación es
típico o es atípico, si reviste o no reviste carácter penal. Si es atípica no deben
admitirla, pero si la admiten y la tramita el Juez deberá declarar sobreseído la
causa porque los hechos no revisten carácter penal, es decir los hechos
denunciados o acusados no están previstos en la ley como delitos. Ningún Fiscal
del Ministerio Público, ni ningún Juez deben tramitar una denuncia o acusación por
hechos que no estén previstos en la ley penal como delitos, por aplicación del
principio de legalidad de los delitos y de las penas.
ANTIJURIDICIDAD
Un acto será antijurídico cuando haya contradicho el ordenamiento jurídico
positivo vigente en un lugar y en un momento determinado. Ciertos autores
emplean para designar este elemento del delito.
Es el acto voluntario típico que contraviene el presupuesto de la norma penal,
lesionando o poniendo en peligro bienes e intereses tutelados por el Derecho. La
antijuridicidad es un juicio impersonal objetivo sobre la contradicción existente
entre el hecho y el ordenamiento jurídico.
La condición o presupuesto de la antijuridicidad es el tipo penal. El tipo penal es el
elemento descriptivo del delito, la antijuridicidad es el elemento valorativo. Por
ejemplo el homicidio se castiga sólo si es antijurídico, si se justifica como por
un Estado De Necesidad como la legítima defensa, no es delito, ya que esas
conductas dejan de ser antijurídicas aunque sean típicas.
2.- La segunda es la teoría de las normas de la cultura, defendida por Max Ernesto
Mayer, según la cual la antijuricidad implica la contradicción de un acto de la vida
real con las normas de la cultura. Define las normas de la cultura, como las
órdenes y las prohibiciones por medio de las cuales una colectividad exige el
comportamiento que está de acuerdo con sus intereses. .
3.- La tercera es la teoría que se refiere a la posición dualista de Franz Von Liszt,
que distingue una antijuricidad que él llama formal de una antijuricidad que el
llama material. Según Liszt, la antijuricidad formal implica la contradicción
existente entre un acto de la vida real y el ordenamiento positivo vigente en un
país y en un momento determinado y al lado de esta antijuricidad distingue una
antijuricidad material y dice que un acto será antijurídico cuando ese acto ha
contradicho los intereses fundamentales de la sociedad.
ANTIJURICIDAD OBJETIVA
Se dice que la antijuricidad es objetiva porque, para determinar si un acto es o
no antijurídico hemos de realizar un juicio objetivo de comparación entre ese acto
y las normas objetivas del derecho positivo vigente en un país y en un momento
determinado
AUSENCIA DE ANTIJURICIDAD
Las causas de justificación son situaciones reconocidas por el Derecho en las
que la ejecución de un hecho típico se encuentra permitido, es decir,
suponen normas permisivas que autorizan, bajo ciertos requisitos, la realización
de actos generalmente prohibidos.
Son situaciones concretas que excluyen la antijuridicidad de un determinado
comportamiento típico que, a priori, podría considerarse antijurídico. Por ello, se
afirma comúnmente que la teoría de la antijuridicidad se resuelve en una teoría de
las causas de justificación.
Entre las causas de justificación más habituales, reconocidas por los
diversos ordenamientos, se encuentran las siguientes: