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Comenzar con lo que se sabe. Cuando los integrantes del grupo entran por la
puerta al inicio de la reunión, ¿qué es lo que piensan de la situación? Hay una
variedad de formas distintas de averiguar esta información. Se les puede pedir de
antemano anotar lo que saben acerca del problema o el facilitador puede dirigir una
sesión de lluvia de ideas para tratar de sacar el mayor número de ideas. Es
necesario recordar que un buen facilitador expondrá las opiniones de todos y no
sólo la de aquellos que participen vocalmente.
Decidir qué información hace falta. La información es la clave para la toma de
decisiones efectiva. Si está luchando contra el hambre en la niñez, ¿se sabe cuáles
son los niños que están hambrientos? ¿Cuándo están hambrientos – todo el tiempo
o particularmente al final del mes, cuando todo el dinero se ha acabado? Si ése es
el caso, la declaración del problema puede ser, "Los niños de nuestra comunidad
están hambrientos a menudo al final del mes porque el salario de sus padres se
agotan muy rápido".
Comparemos esta declaración del problema sobre hambre en la niñez con aquella dada
anteriormente en "La naturaleza de los problemas". ¿Cómo pueden las soluciones para los
dos problemas ser diferentes?
Cuando se está recabando información, probablemente se escuchen todos los cuatro tipos
de información mencionados y todos pueden ser importantes. La especulación y la opinión
pueden ser especialmente importantes para medir la opinión pública. Si la opinión pública
acerca del problema está basada en suposiciones erróneas, parte de la estrategia de
solución probablemente va a incluir algún tipo de campaña informativa.
Por ejemplo, tal vez la coalición esté haciendo una campaña contra la pena de muerte, y
descubre que la mayoría de la gente cree erróneamente que la pena de muerte puede
disuadir el crimen violento. Como parte de la campaña, por lo tanto, probablemente se
debería dejar en claro para el público que eso sencillamente no es cierto.
¿Dónde y cómo encontrar esta información? Depende de lo que se quiere saber. Algunas
cuantas posibilidades incluyen:
Encuestas
Entrevistas
La biblioteca
La Red Internet
Definir el problema. Con la información en las manos, ya se está listo para redactar una
"declaración del problema", es decir una definición amplia de él. Antes de hacerlo, se deben
tener en cuenta dos principios generales:
Ahora, ya se está listo para definir el problema. Esto puede hacerse de distintas maneras:
Incluso si hay algunos resultados indeseables, se puede bien decidir que los beneficios
pesan más que las consecuencias negativas. Debemos verlo de manera similar a cuando
estamos enfermos y tenemos que tomar medicinas: soportamos los efectos secundarios
para curar la enfermedad. Sin embargo, es necesario abordar el proceso con los ojos bien
abiertos al costo real de la resolución del problema en cuestión.
ESCOGER ENTRE VARIOS PROBLEMAS
Es posible que haya muchos obstáculos que nos gustaría remover del camino. De hecho,
probablemente es un muy raro el grupo comunitario que no tiene una lista de problemas
que quiera resolver, dados el tiempo y los recursos suficientes. Entonces, ¿cómo decidir
por cuál empezar?
Una simple sugerencia podría ser el hacer una lista de todos los problemas que se están
enfrentando, ya sea que cumplan con el criterio dado arriba o no (importancia, viabilidad,
etcétera). Es difícil asignar valores numéricos a algo como esto, debido a que para cada
situación, uno de los criterios puede pesar mucho más que los otros. Sin embargo,
solamente el tener toda la información frente al grupo puede ayudar a que la toma de
decisiones sea una tarea mucho más fácil.
En la parte de Herramientas de esta sección, se puede encontrar una tabla en blanco que
ayudará a decidir qué problema emprender de primero; una versión ya llena de esta tabla
está disponible en Ejemplos.
ANALIZAR EL PROBLEMA
Una vez que el grupo ha definido el problema y ha acordado que quiere trabajar para llegar
una solución, es momento de analizar a fondo el problema. Se empezó a hacer esto cuando
se recabó información para definir el problema, pero ahora, es momento de poner más
atención a los detalles y asegurarse de que todos entienden el problema completamente.
CONTESTAR TODAS LAS PREGUNTAS
El facilitador puede guiar a los miembros del grupo a través de un proceso de comprensión
de cada aspecto del problema al responder las preguntas - qué, por qué, quién, cuándo,
y cuánto. Este proceso puede incluir los siguientes tipos de preguntas:
¿Cuál es el problema? El grupo ya tiene su propia declaración del problema, entonces
esta parte está más o menos hecha. Sin embargo, es importante revisar el trabajo realizado
hasta este momento.
¿Por qué existe el problema? Aquí debe haber común acuerdo entre los participantes de
la reunión sobre por qué, para empezar, existe el problema. Si no lo hay, se debe
considerar una de las siguientes técnicas.
La técnica del "Pero, ¿por qué?". Este simple ejercicio puede hacerse fácilmente
con un grupo grande, o incluso uno pequeño. Se debe escribir la declaración del
problema y preguntar a los participantes, "¿Por qué existe este problema?" Después
se escribe la respuesta dada y se pregunta, ¿Pero por qué ocurre (esa respuesta)?
Por ejemplo, supongamos que el problema es: "Los niños a menudo se quedan
dormidos en clases".
Pero, ¿por qué?
"Porque no tienen energía".
Pero, ¿por qué?
"Porque no desayunan".
Pero, ¿por qué?
Y así sucesivamente…
Se debe continuar con esta línea hasta que los participantes puedan coincidir cómodamente
en la causa-raíz del problema. Llegar a un acuerdo es esencial aquí; si las personas ni
siquiera concuerdan con la fuente del problema, una posible solución puede bien estar fuera
de alcance.
"Análisis de campo de fuerzas". La técnica del "pero ¿por qué?" requiere excavar
profundo para encontrar la causa del problema. Con el análisis de campo de fuerzas,
se ve más ampliamente el asunto y las fuerzas que lo rodean.
o Comenzar con la definición que se escribió arriba.
o Dibujar una línea en el centro del papel. O, si se está trabajando con un
grupo grande de personas que no pueden ver con facilidad lo que se está
escribiendo, usar dos pedazos.
o En la parte superior de una hoja/lado, escribir "Fuerzas limitantes".
o En la otra hoja/lado, escribir, "Fuerzas conductoras".
o Bajo "Fuerzas limitantes," hacer una lista de todas las razones que
mantienen la situación como está. Como con todas las sesiones de lluvia de
ideas, esto debe ser de tipo "libertad para todo"; ninguna idea está
demasiado "fuera de lugar" como para no ser sugerida y escrita.
o De la misma manera, bajo "Fuerzas conductoras", listar todas las fuerzas
que llevan la situación a un cambio.
o Cuando todas las ideas han sido escritas, unos miembros del grupo pueden
reescribirlas de forma que suenen mejor y compilar en otra lista, los factores
más relevantes que están causando la situación.
Claramente, estos dos ejercicios son aptos para tiempos diferentes. La técnica del "Pero
¿por qué" es más efectiva cuando el facilitador (o el grupo como un todo) decide que el
problema no ha sido examinado a fondo lo suficiente y que la comprensión grupal ha sido
un poco superficial. El análisis de campo de fuerzas, por otra parte, puede ser usado cuando
existe la preocupación de que elementos importantes del problema aún no han sido
considerados – es decir, de que no se está viendo todo el panorama.
¿Quién está causando el problema y quién está siendo afectado por él? Una
simple sesión de lluvia de ideas es una excelente forma para determinar esto. La
lluvia de ideas se trata de generar y elegir soluciones. Si la lluvia de ideas por sí sola
no funciona.
¿Cuándo ocurrió por primera vez el problema o cuándo se volvió
significativo? ¿Es éste un nuevo problema o uno antiguo? Saber esto puede
otorgar una comprensión añadida del por qué el problema está ocurriendo ahora.
Además, cuanto más tiempo haya existido el problema, más se ha atrincherado y
más difícil será resolverlo. La gente con frecuencia se acostumbra a las cosas tal
como lo son y se resiste al cambio, aun cuando es un cambio para mejorar.
¿En qué magnitud a qué alcance está ocurriendo este problema? ¿Cuántas
personas están siendo afectadas por el problema? ¿Cuán significativo es? Aquí, se
deben revisar de nuevo las preguntas sobre la importancia del problema que se
vieron cuando se estaba definiendo el problema. Esto sirve como una revisión breve
y provee un análisis completo a partir del cual trabajar.
Si el tiempo lo permite, se podría resumir el análisis en una sola página de papel para los
participantes, antes de continuar con la generación de soluciones, el siguiente paso en el
proceso. Así, los integrantes tendrán algo a lo cual hacer referencia durante estados
posteriores del trabajo.
También, después de que se haya terminado este análisis, el facilitador debe pedirle al
grupo su aprobación. ¿Han cambiado de forma significativa las percepciones de las
distintas personas sobre el problema? En este momento, es necesario verificar y
asegurarse que todos aún desean trabajar juntos para resolver el problema.
PARA RESUMIR
El primer paso en cualquier proceso efectivo para la resolución de un problema puede ser
el más importante. Toma tu tiempo para desarrollar una definición crítica, y deja que esta
definición, y su análisis subsecuente, te guíen a través del proceso. Estás ahora listo para
avanzar en la generación y escogencia de soluciones, que son los siguientes pasos en el
proceso de resolución de un problema, y el centro de la sección que sigue.
Contributor
Jenette Nagy
Recursos impresos
Avery, M., Auvine, B., Streibel, B., & Weiss, L. (1981). A handbook for consensus decision
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