a) ¿Cómo asegurar, desde el punto de vista de la salud pública que cada persona sea adecuadamente referida al profesional que esté en las mejores condiciones para ayudarla Consentimiento informado es importante porque en este, idealmente, se revela la suficiente información para la decisión. La oposición de un psicólogo a permitir que sus pacientes den un consentimiento previamente informado antes de empezar la relación psicológica y la actitud sistemática de justificar dicha decisión afirmando que su técnica terapéutica requiere tal forma de proceder, podría estar ocultando un actitud paternalista y un no respeto por la autonomía de las personas. Franca-Tarragó (1994) propone lo que sería un consultor de primera entrevista cuyo rol y perfil profesional consistiría en atender la primera demanda de consulta de los pacientes, para poderles informar adecuadamente (y los más “neutralmente” posible) sobre las distintas posibilidades de tratamiento de su problema dentro del amplio espectro de psicoterapias que existen en la actualidad. b) El diagnóstico psicológico es una acción de poder que el psicólogo ejerce sobre los consultantes . Esta relación se torna manipuladora en la medida que encierra una prescipción de cuál debe ser el futuro de los individuos implicados. Según Franca-Tarragó (1994) el “poder” que ejerce quien es capaz de hacer un diagnóstico proviene del hecho de que satisface en los profesionales una serie de necesidades y ansiedades sociales de diverso tipo: Emocionales, socioideológicas y epistemológicas. El diagnóstico esta profundamente influido por la "fe" que el psiquiatra o psicólogo tiene en la teoría psicopatológica que sustenta su práctica. Dilemas en el transcurso de la relación terapéutica a) Revelación de datos de niños o personas que no estan capacitadas. Franca-Tarragó (1994) propone que la edad en la cuál los individuos desarrollan la autonomía que obliga al profesional a respetar la confidencialidad sobre cualquier asunto es alrededor de los 12 años. Sin embargo, se podrían exceptuar de este criterio aquellos casos en los que el adolescente esté poniendo en riesgo la vida o integridad física o psíquica de terceros. b) Acceso del sujeto a sus propios datos, "historia clínica". Este es un derecho, relacionado con el principio de autonomía. El individuo tienen derecho al acceso a sus datos, si están registrados como historia clínica. Sin embargo, podría establecerse una restricción. Cuando se trate de registros que están en manos del psicólogo clínico individual habría que diferenciar aquellos datos que son “objetivos” de los que pueden ser comentarios, hipótesis o apuntes hechos por el psicólogo durante el proceso de diagnóstico y tratamiento. El acceso a los segundos no sería tan oportuno cómo a los primeros. Dilemas en el fin de la relación terapéutica a) El asunto de juzgar cuándo una persona ha logrado mejoría. Cada terapeuta tiene la obligación moral de terminar su función tan pronto como su trabajo ya no sea necesario. Pero la dificultad se da en el juicio concreto. Hay mucha incertidumbre al respecto, por eso es conveniente tomar ciertas medidas que posibiliten al sujeto que consulta en conjunto con el terapeuta, determinar el momento del fin. A modo de ejemplo, Freud (citado en Franca-Tarragó, 1994) estableció que el criterio para juzgar si ha llegado el momento de concluir la relación es cuando se haya alcanzado de la mejor manera posible las condiciones necesarias para el funcionamiento del ego ¿Pero cómo juzgar esto? ¿Cómo tener la certeza de que se han alcanzado “las condiciones necesarias para el funcionamiento del ego”?
Franca-Tarragó (1994) Ética para psicólogos. Tercera Edición. Desclée de Brouwer.