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CONSELLERIA DE SANITAT
Auxiliar Administrativo
A. El acto administrativo.
1. Concepto:
Ninguna Ley recoge una definición del acto administrativo. Sin embargo, vamos a ver
algunos rasgos que lo definen:
• El acto administrativo presupone la existencia de un actuar por parte de la
Administración: o bien crea cargas y obligaciones a los administrados o bien les
otorga beneficios o derechos. El acto administrativo implica un obrar de la
Administración con una transcendencia exterior hacia los administrados.
• Los actos administrativos son jurídicos y suponen actuaciones concretas en
oposición a las normas que tienen transcendencia para conductas generales.
• Tienen un carácter declarativo que los diferencia de los actos materiales. Por
ejemplo, La orden de derribo de una finca ruinosa es un acto administrativo,
declara una conducta a seguir, pero no es la ejecución del derribo que es un
mero acto material conectado con aquel.
• El acto administrativo es una declaración de voluntad, de juicio, de
conocimiento o de deseo:
• Declaración de voluntad: Otorgar una licencia.
• Declaración de deseo: Elaborar una propuesta de resolución que se
somete a otro órgano distinto.
• Declaración de conocimiento: Certificar las calificaciones de un alumno de
un centro público.
• Declaración de juicio: Resolver recursos administrativos y emitir informes
y dictámenes.
• El acto administrativo es, esencialmente, unilateral, sin que requiera mediación
de voluntad del sujeto destinatario para alcanzar validez. El acto administrativo
se encuentra regulado por el Derecho Administrativo. Puede encontrarse
regulado por cualquier norma jurídico-administrativo, y no solo por la Ley
39/2015 o la Ley 40/2015.
• El acto administrativo es dictado, normalmente, por una Administración
Pública, que es fiscalizable, como regla general, ante la jurisdicción contencioso-
administrativa.
2. Elementos.
a) Elementos subjetivos.
Es decir, el sujeto u órgano productor del acto, que debe ser necesariamente un sujeto
de la Administración. El órgano, además, debe ser competente para producir el acto.
En caso contrario, el acto nacería viciado inicialmente por falta de competencia, con
trascendencia para su nulidad si esta competencia es manifiesta, por razón de la materia
o del territorio, o para su anulabilidad en otro caso.
También se deben cumplir determinadas condiciones personales respecto al sujeto
productor del acto, de ahí que en los art. 23 y 24 de la Ley 40/2015 se establezcan
ciertas reservas cuando las autoridades o los funcionarios tengan interés personal en el
asunto, cierto grado de parentesco, etc
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b) Elementos objetivos.
Entre los elementos objetivos podemos destacar el contenido. El contenido es la
declaración que el propio acto realiza.
b1) El contenido debe ser ajustado a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico y
adecuado al fin del acto, conforme al artículo 34 de la Ley 39/2015.
El contenido por tanto debe ser:
• Lícito: ajustándose al ordenamiento jurídico.
• Razonable: de acuerdo a lo que se propone.
• Posible: el acto no puede tener características que lo conviertan en inviable.
El contenido del acto, además, puede ser: esencial, natural y accidental.
• Esencial: es aquel que siempre y en cualquier caso debe acompañarle, puesto
que sin ello el acto carecería de eficacia e incluso de su propia existencia.
Ejemplo: en una autorización de obras, en el acto de la licencia debe expresar
claramente si se permite o no construir el edificio, si se omite tal declaración no
se ha decidido en cuanto a un elemento esencial del acto.
• Natural: es aquel que es consustancial al propio acto, es decir, que aún sin
expresa mención se sobreentiende. Ejemplo: si se concede una licencia se
presupone que el edificio ha de ser edificado bajo la vigilancia de un arquitecto
o aparejador, según la importancia de la construcción.
• Accidental: solo se toma en consideración cuando la propia Administración lo
introduce expresamente. Los elementos accidentales del acto son:
• La CONDICIÓN. Por ejemplo, en el caso de licencia de obras la condición
podría ser la retirada de dicha licencia si la Administración decide, en el
plazo de un mes, utilizar este terreno para, modificando el plan urbano,
trazar una calle.
• El TÉRMINO. Consiste en que la Administración fija un plazo determinado
para la producción de los efectos del acto. Así la licencia puede ser dada
salvo la salvedad de que si la casa no se construye en dos años, queda
sin efecto.
• El MODO: en que se dan las circunstancias que pueden acompañar a la
ejecución de tal acto, la licencia de construcción puede concederse con la
adición de que habrá de construir un aparcamiento subterráneo.
b2) Los presupuestos de hecho: otro de los elementos objetivos del acto. Son
aquellas circunstancias exteriores que justifican y determinan la producción del acto, sus
efectos, alcance y sentido. Ejemplo: en la licencia de obras el presupuesto de hecho
sería la existencia de un solar. Multa: que el vehículo sea del sancionado y efectivamente
esté mal aparcado.
b3) La causa: Sería la concreta razón o finalidad por la que se dicta una acto
determinado, el porqué de los actos administrativos. Ejemplo: en la licencia la posibilidad
de construir en un solar de acuerdo con las ordenanzas.
b4) El fin: Sería el para qué. Lo que se persigue con ese acto, sería la finalidad prevista
en la norma para el acto administrativo. Ejemplo: en la licencia de obras para que
efectivamente se construya un inmueble.
Para que el acto administrativo resulte válido, el fin y la causa deben coincidir. El acto
debe dirigirse a la finalidad prevista por el ordenamiento jurídico.
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c) Elementos formales.
Un acto administrativo necesita determinadas formalidades para que efectivamente
exista. El elemento formal hace referencia a los requisitos formales que se imponen para
su elaboración y producción de un acto administrativo. El cauce formal mediante el que
se produce el acto administrativo es el procedimiento administrativo.
Declaración: ésta ha de ser idónea para que pueda exteriorizarse el contenido del acto;
no basta con que el órgano colegiado o unipersonal haya llegado a una decisión, debe
exteriorizarla, normalmente de forma expresa pero también existen los actos presuntos
que se materializan a través del silencio administrativo, es decir, a través de la pasividad
de la Administración el ordenamiento deduce determinadas consecuencias.
Volvamos a los actos expresos que son la mayoría de los actos. La forma de declaración
es normalmente escrita. El art. 36 de la Ley 39/2015 nos dice que los actos
administrativos se producirán por escrito, a menos que su naturaleza exija o permita
otra forma más adecuada de expresión y constancia. En el propio artículo se establecen
determinados actos en los cuáles los órganos administrativos puedan ejercer su
competencia de forma verbal, pero esto es excepcional.
Existen las siguientes formas de expresión del acto administrativo:
• Escrita
• Oral o verbal
• Mímica y acústica
• Automática
Notificación: No basta con que la Administración refleje una constancia de dicho acto.
Es necesario que se haga constar a los interesados. La notificación de los actos
administrativos es para los particulares requisito de eficacia de lo dispuesto en ellos.
3. Clases.
a) En cuanto a sus efectos para los particulares o su contenido.
a1) Actos favorables: cuando amplían las posibilidades jurídicas de los administrados.
• Admisiones: Suponen la atribución a los administrados de un status jurídico.
Los que comportan la incorporación de un sujeto al uso de un servicio público,
como la matriculación en un centro de educación.
• Concesiones: Implican la adjudicación de determinadas potestades,
originariamente administrativas. No existe un derecho previo, pero la
Administración lo crea. Por ejemplo, no se tiene derecho a usar el dominio público
de manera que se impida el disfrute de los demás, pero la Administración puede
otorgar una concesión de dominio público, y permitir el uso privativo del bien, en
cuyo caso está creando el derecho y no autorizando el ejercicio de un derecho
preexistente. Ejemplo: concesión minera.
• Autorizaciones: Se distinguen de la concesión en que no origina derechos
nuevos para los particulares y solo remueven límites que la Administración había
impuesto para el ejercicio del derecho preexistente. Ejemplo: autorización de
caza.
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a2) Actos desfavorables: son aquellos que restringen la esfera jurídica de los
particulares.
• Actos de sanción: Supone una retribución negativa de una conducta ilegítima.
Ejemplo: multa.
• Expropiaciones: no implican una conducta ilegítima, sino que transforman
derechos de la esfera privada a la pública o a otra privada en aras al interés
público.
• Órdenes preceptivas u obligaciones: Son aquellas que imponen
determinadas conductas a los particulares, que antes no venían obligados a
seguir. Ejemplo: la fijación de un horario en fiestas navideñas o la orden de
derribo de un edificio.
• Prohibiciones: Actos que vetan determinadas conductas que antes eran
posibles. Ejemplo: penetrar en un determinado recinto o el tránsito de vehículos
por una vía.
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d) Procesalmente.
Toma como base el momento del procedimiento administrativo en que se producen los
actos.
d1) Los actos de trámite: Son los que se producen a lo largo del procedimiento
administrativo antes de la resolución del procedimiento. Son actos de trámite los
informes, las propuestas, las pruebas. Estos actos no tienen vida jurídica propia, y se
entienden dependientes del acto por el que se resuelve el procedimiento. Son
preparatorios de los actos definitivos y, por lo tanto, al carecer de sustantividad propia
se les excluye de la vía revisora, a no ser que decidan directa o indirectamente el asunto,
determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento, produzcan indefensión o
perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos. Por ejemplo, en unas oposiciones
realmente lo impugnable es la decisión final del tribunal, pero si no se puede llegar a
ello porque un opositor se le separa de las pruebas por considerar que no tiene el título
necesario o edad, esto, aunque es un acto de trámite para el opositor, es un acto
definitivo, puesto que decide para él el fondo del asunto, entonces cabe impugnarlo ante
los tribunales, previos los recursos administrativos que procedan en la vía administrativa.
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d2) Actos definitivos o resolutorios: Son aquellos que ponen fin al procedimiento.
Hay actos definitivos dentro de un procedimiento, pero que no agotan lo que se
denomina “la vía administrativa”, es decir, aunque pongan fin al procedimiento en la
instancia o nivel en que se producen son susceptibles de modificación por la autoridad
superior a través del recurso de alzada.
Por otro lado están los actos que agotan la vía administrativa, bien porque no son
susceptibles de recurso en vía administrativa al no existir superior jerárquico, (por
ejemplo, los actos de los Ministros), o bien porque se ha utilizado el recurso procedente,
o bien porque lo determinan las Leyes. De estos actos son los que conoce la jurisdicción
contenciosa.
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a) Disposiciones administrativas.
El Título VI de la Ley 39/2015 dedica su capítulo I a las disposiciones administrativas.
En concreto en sus artículos 128 y siguientes.
Debemos entender por disposición administrativa la norma elaborada por la
Administración Pública que tiene carácter general. El ejemplo más típico es el
Reglamento.
Límites de las disposiciones administrativas: (art 128)
• Principio de legalidad: Cualquier disposición administrativa debe respetar normas
de carácter superior como la Constitución y las Leyes.
• Principio de reserva de Ley: Prohibición de regular aquellas materias competencia
de las Cortes Generales o Asambleas Legislativas de las Comunidades
Autónomas. (por ejemplo: no podrán tipificar delitos o imponer penas).
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b) Actos administrativos.
Implican un actuar por parte de la Administración, se regulan en el Capítulo I del Título
III.
En el artículo 34 establece una serie de requisitos para que un acto administrativo se
entienda producido:
• Elemento subjetivo: que se produzcan por el órgano competente, es decir,
para que un acto administrativo produzca sus efectos jurídicos debe ser dictado
por el órgano que tenga atribuida la competencia para adoptarlo. Ejemplo: Un
acto dictado por el Ayuntamiento de Alicante en el que se establece que el plazo
para matricularse en la Universidad comienza el 15 de junio. No sería un acto
válido, ya que no es el órgano competente para determinar ese plazo.
• Elemento Formal: el acto administrativo deberá ajustarse al procedimiento
establecido. Todo acto administrativo sigue un procedimiento para su
elaboración. No sería correcto que un acto administrativo que declara unas obras
ilegales provenga de los procedimientos establecidos para la imposición de
multas. En este caso ese acto sería nulo de pleno derecho.
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2. Eficacia y validez
Un acto válido no significa que sea eficaz, entonces, ¿qué diferencia hay entre validez y
eficacia?
La validez del acto supone que el mismo se ha dictado cumpliendo los requisitos para
ello:
• Por el órgano competente
• Siguiendo el procedimiento establecido para ello
• Acorde con el fin para el que se dicta.
Un acto administrativo así dictado será válido y directamente ejecutivo, es decir, es
obligatorio su cumplimiento por terceros. Esa imposición se basa en la presunción de
que el acto es legítimo y válido y, por tanto, produce las consecuencias que le son
propias, incluso contra la voluntad de sus destinatarios.
La eficacia del acto se produce cuando despliegue sus efectos.
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Si recibimos una notificación que solo contenga el texto íntegro, será efectiva a partir
del momento en que el interesado realice las averiguaciones oportunas para conocer su
contenido completo.
Ahora bien, a los efectos de entender realizada la notificación por parte de la
Administración, será suficiente la notificación que contenga al menos el texto íntegro
así como el intento de notificación debidamente acreditado. De esta manera la
Administración ha cumplido la obligación que le impone el artículo 40.
Vamos a ver ahora cómo la Administración debe realizar la notificación para que el
interesado pueda recibirla.
Dos tipos de notificación:
• Notificación por medios electrónicos
• Notificación en papel
Independientemente de la forma de la notificación, nos dice el artículo 41, ésta debe
permitir tener constancia de la recepción por el interesado, es decir, que el interesado
la ha recibido, y en qué fecha. Esto último es muy importante para computar los plazos.
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Por otro lado, el artículo 42 de la misma ley recoge la notificación realizada en papel.
En los procedimientos iniciados por el interesado la notificación se practicará por el medio
señalado por aquel. Esta notificación será electrónica en los casos en los que exista
obligación de relacionarse de esta forma con la Administración. De manera, que salvo
obligación en contrario, somos nosotros los que le decimos, normalmente, a la
Administración donde queremos que nos notifique cualquier comunicación que nos
quiera remitir.
Cuando ello no fuera posible, por ejemplo que la dirección sea errónea, lo hará en
cualquier lugar adecuado a tal fin.
Si es en nuestro domicilio:
• Si no fuera posible notificar directamente al interesado. Podrá recibirla cualquier
persona mayor de 14 años que se encuentre en su domicilio y acredite su
identidad.
• Si no hubiera nadie que se hiciera cargo: se volverá a intentar dentro de los tres
días siguientes y a una hora distinta dejando pasar como mínimo tres horas entre
el primer intento y el segundo. Si tampoco se consigue realizar la notificación, se
considerará infructuosa.
• En el caso que se rechace por parte del interesado o su representante, esta
circunstancia se hará constar en el expediente y se tendrá por realizada la
notificación.
¿Pero qué ocurre si la Administración no supiera el domicilio del interesado o no sabe a
quien ha de notificar un determinado acto e incluso si no se hubiera podido realizar la
notificación por no haber nadie en su domicilio? ¿Qué ocurre si la notificación es
infructuosa? (art. 44) Por ejemplo, piensa en un procedimiento expropiatorio de un
inmueble donde hay vecinos que no viven allí o han muerto.
La única posibilidad será la publicación en el Boletín Oficial del Estado. Previamente a
esta publicación y si la Administración así lo decide, podrá publicarse en los diarios
oficiales y en el tablón de anuncios del Ayuntamiento del último domicilio conocido del
interesado, y en el caso que la Administración tenga noticia que el último domicilio estaba
en el extranjero, podrá publicar en el tablón de anuncios del Consulado o de la Embajada.
La Ley permite otras formas de notificación, siempre complementarias, a través de otros
medios de difusión. Por ejemplo: un anuncio en un periódico.
Por último, señalar que todas las notificaciones que se practiquen en papel deberán ser
puestas a disposición del interesado en la sede electrónica de la Administración u
Organismo actuante para que pueda acceder si lo desea. Una vez acceda, se le ofrecerá
la posibilidad de que a partir de ese momento las notificaciones se hagan por ese medio.
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C. Nulidad y anulabilidad.
Estas dos figuras operan cuando los actos administrativos presentan alguna infracción
del ordenamiento jurídico.
A continuación, definiremos cada una de las dos situaciones y se pondrán ejemplos de
ambas para que resulten conceptos de más fácil comprensión.
También es interesante resaltar que la diferencia entre ambas se realiza atendiendo a
su mayor o menor gravedad. Siendo mayor la gravedad de la nulidad de pleno derecho
y menor la de la anulabilidad.
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2. Anulabilidad.
El artículo 48 de la Ley 39/2015 establece las causas de anulabilidad. Se trata de
actos que tienen vicios menos importantes que la nulidad de pleno derecho.
Los actos que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la
desviación de poder. Debe tratarse de una infracción que no deba ser objeto de la
nulidad de pleno derecho, ya que si es así ese acto sería nulo no anulable. En cuanto a
la desviación de poder podemos definirla como la utilización de la potestad que otorga
el ordenamiento jurídico para un fin distinto para la que fue concedida.
Algunos ejemplos de infracción del ordenamiento jurídico podrían ser la falta de
motivación cuando se requiera o la omisión de informes preceptivos, entre otras.
Pero volvamos a las causas de anulabilidad, ya que el artículo 48 de la Ley 39/2015
establece limitaciones. Por una parte el defecto de forma solo conllevará anulabilidad
cuando carezca de los requisitos indispensables para:
• Alcanzar su fin.
• Dar lugar a la indefensión de los interesados.
Por otra parte, realizar actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para
ellas solo implicará la anulabilidad de los actos cuando así lo imponga la naturaleza del
término o plazo.
Establece el artículo 49 una serie de límites a la nulidad y la anulabilidad. Según el
mismo, cuando se declare la nulidad o anulabilidad de un acto administrativo, ésta no
afectará a los demás actos sucesivos que integran el mismo procedimiento siempre que
sean independientes del primero. Es decir, si la nulidad de un acto afecta a otro posterior
éste también se declarara nulo. Pero si no es así, el acto posterior es totalmente válido.
La nulidad o la anulabilidad que puede afectar a los actos administrativos darán lugar a
una serie de figuras:
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b) Conservación de actos.
Establece el artículo 51 de la misma Ley que se conservarán los actos y trámites del
procedimiento que hubieran producido de igual modo si la infracción no se hubiera
producido.
La conservación es aplicable, a diferencia de la transmisibilidad, a todos los actos.
c) Convalidación.
Tan solo opera con los actos anulables ya que los actos nulos de pleno derecho no son
subsanables.
Consiste en la subsanación posterior de los vicios de un acto determinantes de la
anulabilidad por el órgano competente para dictar el acto conforme al ordenamiento
jurídico. La convalidación produce efectos desde la fecha en que tiene lugar.
En los apartados 3 y 4 del artículo 52 de la Ley 39/2015 se establecen dos
supuestos de convalidación:
• Si el vicio consistiera en incompetencia no determinante de nulidad, es decir la
incompetencia jerárquica, la convalidación corresponde al órgano competente,
cuando sea superior jerárquico del que dictó el acto.
• Si el vicio consistiera en la falta de alguna autorización, dicho acto podrá
convalidarse mediante la autorización otorgada por el órgano competente.
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