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La genética de los caracteres cuantitativos

Los caracteres cuantitativos son aquellos que pueden medirse, como la longitud, el peso,
el número de huevos por kg en las hembras o la conversión de los alimentos. Los
caracteres cuantitativos difieren de los cualitativos en el sentido de que los organismos no
pertenecen a categorías discretas no coincidentes. Cuando un genetista describe un
carácter cuantitativo crea tan sólo una categoría, como el peso. Los peces no se agrupan
en categorías discretas como “ligeros” o “pesados”, sino que forman parte de un todo y el
valor fenotípico del individuo se determina por la unidad de medida que utiliza el
piscicultor (milímetros, centímetros, gramos, kilogramos, etc.).

La razón por la cual los caracteres cuantitativos, a diferencia de los cualitativos, no


agrupan a los individuos en categorías claras y precisas, es su mayor complejidad
genética. En general, los caracteres cualitativos están controlados por uno o dos genes,
pero pueden estar controlados por un número mayor de genes, aunque esto se produce
raramente. Generalmente, no se conoce el número exacto de genes. Además, los genes
se entremezclan como las cartas de una baraja durante la meiosis a causa del
sobrecruzamiento y de la distribución independiente de los cromosomas, fenómenos que
hacen que cada generación reciba un mensaje genético ligeramente distinto.

Los caracteres cuantitativos también están fuertemente influidos por las variables
ambientales, lo cual contribuye a producir una distribución continua. Estas variables van
desde las más evidentes, como la densidad de población, a otras que frecuentemente no
se tienen en cuenta, como el tamaño y la edad de la madre. Algunas de esas variables se
manifiestan a nivel familiar (por ejemplo, la fecha de nacimiento y la edad de la madre), y
otras a nivel individual (por ejemplo, el acceso a los alimentos).

Las acciones simultáneas de estos factores genéticos y ambientales dan lugar a


categorías fenotípicas distintas en las que la medición es la única forma de describir a un
individuo. Teniendo en cuenta que los caracteres cuantitativos son categorías individuales
con distribuciones continuas, no es posible analizar coeficientes ni determinar qué
porcentaje de la población posee un carácter determinado, lo cual sí puede hacerse en el
caso de los caracteres cualitativos. Hay que proceder, entonces, a calcular los valores del
conjunto de la población y comparar con ellos los valores fenotípicos individuales o
familiares. En una población, los caracteres cuantitativos se describen como la media, que
es un promedio aritmético, y por la desviación típica, que es la raíz cuadrada de la
varianza. La media describe la tendencia básica y la desviación típica indica cómo se
distribuyen los valores en la población en torno a la media.

La genética de los caracteres cualitativos


Los caracteres cualitativos son aquellos que pueden describirse, como el color, el sexo o
la configuración de las escamas. Son los más fáciles de observar porque cada individuo
pertenece a una u otra categoría discreta, descriptiva y singular. Por ejemplo, si en una
población existen peces azules y amarillos, cada uno de los peces pertenecerá a la
categoría de los peces azules o de los amarillos.
La genética de los caracteres cualitativos es sencilla y se denomina frecuentemente
“genética mendeliana”, en honor de Gregor Mendel, que fue su descubridor. Estos
caracteres están controlados normalmente por uno o dos genes. Las formas alternativas
de un carácter (por ejemplo, azul frente a amarillo) son producidas por formas alternativas
de un gen (alelos). Con frecuencia, el carácter normal recibe el nombre de carácter
“común” o “silvestre”, y a los demás caracteres se les denomina caracteres “mutantes”.

Frecuentemente, a los caracteres cuantitativos se les denomina “cosméticos” porque


afectan principalmente al aspecto del individuo. Ahora bien, esto no significa que carezcan
de importancia, pues pueden determinar una salud mejor o contribuir a que el producto
sea mejor aceptado por los consumidores. Por ejemplo, el enanismo es un carácter
apreciado en muchas variedades de trigo porque los tallos cortos son más fuertes que los
tallos altos normales y no se doblan ni se rompen durante el período de crecimiento de la
planta; la ausencia de cuernos es también un carácter apreciado en muchas variedades
de ganado por razones de seguridad y salud; asimismo, las plumas blancas son un
carácter apreciado en las aves de corral porque, cuando se arrancan, las plumas oscuras
dejan manchas oscuras muy desagradables en la piel. Los caracteres cualitativos pueden
aumentar también notablemente el valor de los peces cultivados. Por ejemplo, en los
Estados Unidos, el color corporal del piscardo tiene consecuencias importantes sobre el
precio de mercado: los ejemplares de pigmentación normal (oscura) alcanzan un precio
de 6,05 $ por kg, mientras que los ejemplares rosados valen 8,5 $ por kg. Bastará con
que los piscicultores dirijan su atención a la industria del cultivo de peces ornamentales
para que comprendan la importancia de los caracteres cualitativos. El valor de un pez
ornamental está determinado por su color, pauta de coloración, forma de las aletas y de
los ojos, etc.

Los caracteres cualitativos pueden dividirse en dos categorías principales: autosómicos y


ligados al sexo. Los caracteres autosómicos son los que están controlados por genes
situados en un autosoma (cromosoma distinto del cromosoma sexual). Los caracteres
ligados al sexo están controlados por genes situados en el par cromosómico que
determina el sexo. (Hay algunas excepciones, pues algunos peces tienen más de un par
de cromosomas sexuales, mientras que otras especies tienen un número impar, ya sea
uno o tres. Todos los peces cultivados para la alimentación poseen un único par de
cromosomas sexuales.)

FAO. CONCEPTOS DE GENETICA CAP 2

FAO DOCUMENTO TECNICO DE PESCA

352

PROGRAMAS DE CRIA SELECTIVA PARA PISCIFACTORIAS DE TAMAÑO MEDIO

POR DOUGLAS TAVE. URANIA UNLIMITED COOS BAY, OREGON. USA

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