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FACULTAD CIENCIAS ECONÓMICAS

ECONOMÍA
RESUMEN DEL LIBRO “EL PRINCIPE”
NOMBRES:
SUÁREZ ORTEGA STEEVEN ADRIÁN
MATERIA:
GERENCIA PÚBLICA

PROFESOR:
ECON. MAURO BAILON

CURSO:
8 SEMESTRE “B”
VO

FECHA DE ENTREGA:
SABADO 27 DE OCTUBRE DEL 2018
Biografía de Nicolás Maquiavelo
Diplomático, filósofo y teórico político italiano nacido en Florencia el 3 de mayo
de 1469 y fallecido en la misma ciudad el 21 de junio de 1527. Estuvo al servicio
de la República de Florencia, siendo un importante funcionario y diplomático al
que se le encomendaron diversas misiones diplomáticas en Roma, Francia y
Alemania. Tras la vuelta de los Médici a Florencia y el fin de la República, fue
despedido de la función pública y apresado, aunque por mediación papal se le
liberó, malviviendo unos años a las afueras de la ciudad dedicándose a la
agricultura, la ganadería y la tala de árboles en una finca de su propiedad. Fue
durante su exilio cuando escribió la mayor parte de sus obras, en especial la más
importante de ellas, El Príncipe. Tras ser perdonado por los Médici pudo volver
a su ciudad, donde trabajó en diversos oficios (traduciendo a Polibio, por
ejemplo) hasta que fue acusado de nuevo, muriendo en la pobreza. En El
Príncipe, una de las obras de teoría política más importantes de la historia,
Maquiavelo pone toda su experiencia como diplomático por escrito, hablando de
las virtudes y defectos de un buen gobernante en base a sus entrevistas y
conocimientos acerca de líderes como César Borgia, Fernando de Aragón o el
emperador Maximiliano de Austria.
Resumen por capítulo del libro El Príncipe
Capítulo I (Cuántas son las formas de principado y cómo se adquieren)
El capítulo inaugural de esta obra abarca básicamente los distintos tipos de
principados que existen, y las distintas formas en las que un soberano puede
llegar a adquirirlos, sin que esto menosprecie para nada la legitimidad de su
poder, el cual deberá afianzar y mantener por medio de acciones.
Capítulo II (Los Principados hereditarios)
Por consiguiente, Maquiavelo hace un aparte para especificar y ahondar sobre
cada uno de estos tipos de principados, iniciando entonces con aquellos que se
han obtenido por sucesión, es decir, sobre los principados hereditarios. En
cuando a ellos, Maquiavelo señala que son los de más fácil aceptación por parte
de los súbditos, quienes lo ven como un hecho natural, pues ya están
acostumbrados a que determinado linaje ejerza el poder.
Capítulo III (Los Principados mixtos)
Así mismo, Maquiavelo aborda el tema de los Principados Mixtos, los cuales son
definidos como aquellos principados que constituyen una novedad, pues
contemplan la asunción de una nueva figura al poder, la cual puede conservar a
su lado personajes del principado anterior, por lo que son una mezcla entre
nuevo y viejo. No obstante, esta carga de tradición, implican un verdadero reto
en cuanto a la conservación del poder, puesto los súbditos pueden rebelarse, así
como encontrar fuertes obstáculos por parte de los gobernante anteriores. En
este caso, Maquiavelo aconseja algunas estrategias que pueden ser
interpretadas actualmente como radicales.
Capítulo IV (Por qué razón el reino de Darío, conquistado por Alejandro no
se rebeló a sus sucesores una vez muerto este)
Por su parte, este capítulo compara dos tipos de principados: uno en donde el
soberano domina en compañía de una corte de nobles, que a su vez tienen
territorios bajo su poder, y que pueden ir acumulando cuotas de poder y ambición
que lleve a la aparición de ciertas rebeliones. Otra opción es aquella que dibuja
al soberano absoluto, quien ejerce directamente el poder sobre sus dominios.
Maquiavelo se decanta por este segundo tipo de principado, afirmando que es el
que menos oposición y peligros reviste.
Capítulo V (Cómo hay que gobernar las ciudades o los principados que,
antes de ser ocupados, vivían con sus propias leyes)
Así también, Maquiavelo utiliza este apartado para exponer según su visión de
qué forma o manera los Príncipes deben ejercer su poder y gobernar sus
ciudades, incluso si estas son productos de la conquista. De esta forma,
Maquiavelo expone al menos tres estrategias sobre cómo el Príncipe debe tomar
el poder –tanto si es un pueblo conocido o no- tratando de ejercerlo sin hacer
grandes cambios de leyes en primer momento, aun cuando también advierte
sobre la posibilidad constante de rebelión, por lo que la estrategia más segura
es la de propinar ruina sobre los territorios conquistados, a fin de dejarlos sin
fuerzas ni armas para su defensa.
Capítulo VI (Los Principados nuevos que se conquistan con los propios
ejércitos y la propia virtud)
Dentro de los distintos tipos de principados, Maquiavelo también habla sobre el
poder que se logra por medio de las armas, originando principados nuevos, los
cuales presentarán siempre oposición y riesgos. En este sentido, Maquiavelo
afirma que todo Príncipe nuevo, sobre todo aquel que ejerce el poder sobre
nuevos territorios, debe hacer gala de su virtud, a fin de que sus nuevos súbditos
crean que es lo indicado el ejercicio de su poder.
Capítulo VII (Los principados nuevos que se conquistan gracias a la suerte
y a las armas de otros)
Siendo tan caro el ejercicio de la guerra, puede suceder que un Príncipe cuente
con sus tropas y ejércitos a la hora de conquistar otros territorios, aun cuando el
dinero para financiar dichas contiendas provenga de otros, a través de
financiamientos. Esto puede conllevar a que aun cuando el Príncipe logre el
poder, corre el riesgo de ser presionado en su voluntad por quienes le han
servido de financistas. En este caso, sólo puede salvarlos su virtud.
Capítulo VIII (De los que se han llegado al principado mediante delitos)
No obstante, Maquiavelo no descarta que el poder pueda adquirirse también por
medio de crímenes, circunstancia que no le resta legitimidad al poder obtenido,
aun cuando este escritor advierte sobre la importancia de usar bien la crueldad.
En este sentido, deberá usarse toda junta, a fin de que una vez se han eliminado
los opositores y afianzado el poder, generar una etapa en donde por el contrario
se hace gala de la bondad, a fin de que los súbditos olviden lo malo, y se
entreguen a disfrutar del nuevo principado. Por el contrario, si no hay límite en la
maldad, y se erige un principado que constantemente infringe dolor en los
súbditos, tarde o temprano estos encontrarán la forma de erradicar el principado.
Capítulo IX (El Principado civil)
En el mismo orden de ideas, Maquiavelo reconoce también el Principado civil, el
cual puede ser definido como aquel que se conquista por ayuda o petición del
pueblo o los poderosos. Este no requiere de virtudes especiales, y aunque en
apariencia pudiese presentar menos dificultades sí se necesita de gran astucia,
a fin de neutralizar a los poderosos que hayan ayudado a ascender al poder,
mientras que se entabla amistad con el pueblo.
Capítulo X (Cómo hay que valorar las fuerzas de cada principado)
Maquiavelo también opta por apartar un capítulo que le permita ahondar sobre
la importancia que tiene para el Príncipe no sólo ser soberano de un
principado, sino la capacidad de éste para valerse por sí mismo, a fin de poder
competir y medir fuerzas de igual a igual con otros principados, a fin de estar
preparado ante otros que quieran atacarle. Igualmente deberá tener siempre
presente estrategias bélicas que le permitan resistir ataques, en caso de
encontrarse con contrincantes más fuertes.
Capítulo XI (Los Principados eclesiástico)
Sin embargo, también puede suceder que el principado sea adquirido gracias a
la intervención del poder religioso, o por ser parte de él. Estos en principio
muestran gran oposición, pero si logra pasarse el primer momento, constituyen
después principados fáciles de mantener, pues se manejarán a los súbditos en
torno a leyes que coincidan con los propios principios religiosos.
Capítulo XII (Tipos de ejército: los ejércitos mercenarios)
En este capítulo, Maquiavelo se dará a la tarea de explicar las distintas clases
de fuerzas militares con las que puede contar un principado. Así mismo, pondrá
especial atención en definir y advertir sobre los soldados mercenarios.
Capítulo XIII (Los ejércitos auxiliares, mixtos y propios)
En consonancia con el capítulo anterior, Maquiavelo seguirá prestando atención
a los militares, esta vez para manifestar sus apreciaciones sobre la relación e
importancia que tendrán para el Príncipe los soldados auxiliares, aquellos
denominados mixtos, y finalmente el inmenso valor que tiene el tener soldados
propios.
Capítulo XIV (Deberes de un príncipe frente al ejército)
Una vez descritos los tipos de tropas y soldados, Maquiavelo se da a la tarea de
dar sus lineamientos de cuáles deben ser las actitudes y posiciones que el
Príncipe debe ejercer sobre sus tropas, a fin de ejercer realmente como el
comandante en jefe de ellas, procurando su fidelidad y respeto, pues son ellas
las que garantizarán mantener el poder.
Capítulo XV (Cualidades por las que los hombres, y especialmente los
príncipes, son loados o criticados)
Así mismo, en vista de seguir aconsejando al Príncipe sobre cómo mantener una
popularidad alta y aprecio por parte de sus súbditos, Maquiavelo se entrega en
este capítulo a la tarea de explicar cuáles son las cosas que hacen que un
hombre sea alabado, recibiendo admiración, o por el contrario simplemente
consiga la desaprobación general.
Capítulo XVI (Liberalidad y parsimonia)
En este sentido, Maquiavelo sigue insistiendo en la necesidad del Príncipe de
transmitir a otros la idea de que él cuenta con virtud. De esta forma, Maquiavelo
señala la importancia de parecer –no necesariamente siéndolo- que practica la
generosidad, a fin de ir ganando adeptos, sin necesidad de poner en riesgo las
arcas públicas.
Capítulo XVII (Crueldad y humanidad: ¿Es mejor ser amado que ser temido,
o viceversa?)
De igual forma, Maquiavelo dispondrá de un capítulo para exponer el cómo
deben ser empleadas durante el ejercicio del poder tanto la crueldad como la
compasión, las cuales deben ser administradas de forma correcta por el
Príncipe. Así mismo, expone sus comentarios sobre la importancia de ser un
líder amado, o por el contrario si es mejor ser temido, llegando a la conclusión
de que el Príncipe debe en todo momento generar en sus súbditos, de forma
simultánea, el amor y el temor, como forma de proteger su posición.
Capítulo XVIII (De qué forma tiene que mantener su palabra un príncipe)
Así mismo, dentro de la virtud que debe exponer y mantener el Príncipe, se
encuentra sobre todo el valor de la palabra dada. En este sentido, Maquiavelo le
explica al soberano las estrategias que puede seguir para en todo momento
cumplir con lo dicho, o cómo no quedar como mentiroso aun incumpliendo lo
prometido.
Capítulo XIX (Como evitar el desprecio y el odio)
Pensando también que el Príncipe es un ser humano, el cual comete errores, y
en ocasiones debe tomar decisiones que no dejan a todos felices, Maquiavelo
toma un capítulo de su obra para explicarle a los posibles Príncipes cómo evitar
que el odio sea un sentimiento que nazca hacia él, pensando nuevamente en
que todo Príncipe debe ser amado por su pueblo y súbditos.
Capítulo XX (Utilidad o inutilidad de las fortalezas y de muchas otras
medidas que los príncipes toman cotidianamente)
Continuando con la lista de consejos para el Príncipe, o quien desee mantener
el poder, Maquiavelo entra entonces al terreno de qué tan útiles o no son las
cosas que un Príncipe hace a diario, incluso aquellas referidas al ámbito bélico.
Capítulo XXI (Que debe hacer un príncipe para ser estimado)
Así mismo, Maquiavelo sigue insistiendo en que un Príncipe debe contar con una
reputación que lo resalte como un ser virtuoso, digno de ser amado y ejercer el
poder. En este sentido, en este capítulo, despliega otras estrategias, que le
permitirán al Príncipe seguir ganando estima de aquellos que lo rodean, sobre
todo de los miembros de su gobierno.
Capítulo XXII (Los consejeros del príncipe)
En sintonía con el pensamiento que dice que no hay peor enemigo que el que
se tiene cerca, Maquiavelo también expone sus apreciaciones sobre los
secretarios y ministros que acompañaran al Príncipe en el ejercicio del poder,
explicando cómo deben escogerse y manejarse, a fin de evitar traiciones.
Capítulo XXIII (Cómo evitar a los aduladores)
Igualmente, Maquiavelo coloca el acento en la importancia que tiene para un
Príncipe, en cuanto a las estrategias que le permitan mantener el poder que
ejerce a salvo, alejarse de los aduladores, pues estos para quedar bien le
mentirán siempre, mientras que por el contrario el Príncipe debe rodearse de
personas que le digan la verdad, de forma frontal, a fin de conocer la realidad.
Capítulo XXIV (Por qué los príncipes de Italia han perdido sus reinos)
Hacia los capítulos finales, Maquiavelo decide hacer también un recuento
histórico de las causas que han llevado a los monarcas italianos a perder
sucesivamente el poder, como una forma de ejemplificar cuáles son los asuntos
que pueden interponerse en el desarrollo continuo del poder.
Capítulo XXV (Cuál es el poder de la fortuna en las cosas humanas y cómo
hacerle frente)
Maquiavelo expone su visión sobre si los triunfos de una persona tienen que ver
mucho más con su suerte o con las estrategias que utiliza para conseguirlas. Sin
embargo, agrega cómo en ocasiones la fortuna puede intervenir de forma
considerable, por lo que el monarca dependerá de su sabiduría para librarse bien
del hecho.
Capítulo XXVI (Exhortación a tomar Italia y liberarla de los bárbaros)
Finalmente, Maquiavelo destina su último capítulo para exhortar a los líderes
italianos a continuar la lucha por regresar al poder, librando la patria de los
bárbaros y extranjeros, retornando éste a manos legítimas italianas.
Criterio Personal
El príncipe trata del modo de fundar y fortalecer un principado, cuyo gobernante
deberá mostrarse virtuoso, prudente al par que enérgico, dispuesto a servirse de
todos los medios posibles incluso de la astucia y el engaño para establecer y
preservar el orden.

Bibliografía:
 "EL PRINCIPE", Nicolás Maquiavelo. EDITORIAL GERNIKA, MEXICO
DF. SEXTA EDICIÓN 2004.

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