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Se lo utiliza:
"El nombre del programa tiene importancia. Marca el perfil del producto que vos querés
mostrar"; no existen fórmulas rígidas, si algún título ha resultado exitoso —en términos de su
efectividad como tal, no necesariamente está ligado con el éxito del programa
Siguientes conceptos:
Vestimenta o artística: Llamamos vestimenta o artística a todos los elementos grabados que le
dan marco a un programa y a una emisora. En el primer caso, comprende: apertura y cierre del
programa, apertura y cierre de bloques o secciones, separadores, cortinas musicales, promos o
a vances del programa, promos de algunos de sus contenidos específicos. Ninguna artística,
por más brillante que sea, sostiene sola un programa, Sin artística un programa radial es muy
difícil de realizar. Pero no quiero que la artística esté por encima de los contenidos
periodísticos. Lo más importante es mantener un equilibrio entre ambos.
Con respecto a la apertura y el cierre de programa, debemos pensar qué queremos expresar
al presentar cada día el programa (la vestimenta, en general, aporta eso: imagen). Y no olvidar
que saludaremos y nos presentaremos en vivo, evitar redundancias. Pensemos si queremos
mencionar a todo el staff o no, si nos viene bien reiterar el día y horario de emisión.
Guion: hoja de ruta Cualesquiera sean las características y el tipo de programa, resulta
necesario elaborar en cada emisión una guía de los elementos que lo integran y el orden de los
mismos. Debemos confeccionar una hoja de ruta, para el operador, marca un principio de
seriedad del productor y del respeto que tiene por el operador y por el oyente.
La planificación siempre puede ser espontáneamente modificada; cuando algo lo justifica,
tiras todo ese trabajo previo para improvisar un tema que surge en ese momento con mayor
interés.
Una hoja de ruta es lo que conocemos como guion (de guiar) se describen los contenidos y
participaciones de cada uno de los miembros del staff del programa. No hay una única manera
de confeccionar un guion, pero habitualmente presentan un espacio para las instrucciones que
debe seguir el operador técnico y otro para quienes hacen micrófono, saber si la forma en que
escribimos es adecuada, es chequearlo con el equipo, verificando que todos entienden sin
dudas el esquema general y las indicaciones para su propia participación.
Llamadas de oyentes: De acuerdo con las características del programa, podemos evaluar cómo
manejaremos este tema. Si el programa no las necesita, proponerlas, incentivarlas provoca el
riesgo de que las llamadas no se produzcan, lo cual tiene dos consecuencias negativas. La
primera es que se expone ante los oyentes que no hay llamadas y por ende hay pocos oyentes;
esto no ayuda a la imagen del -programa. La segunda repercutirá negativamente sobre el
ánimo del grupo de producción
Todo riesgo con lleva la posibilidad del triunfo y, si las llamadas aparecen y son satisfactorias,
provocarán las consecuencias inversas: nutrirán el programa, le darán un color de participación
que seguramente será positivo y brindarán una inyección anímica para el equipo, tenemos que
pensar, cuando proponemos que el oyente llame, por qué y para qué va a llamar.
Será importante que la gente de producción realice un filtro que permita contar con la
presunción, ya que nunca se puede estar seguro, de que la llamada servirá al programa
Entrevistas: La entrevista es uno de los formatos más utilizados en radio, y el que requiere de
más experiencia para dominar.
Algunos conceptos y recomendaciones básicas:
Conocer claramente el nombre y apellido del entrevistado, resulta desagradable,
cuando el propio invitado debe aclarar que no ejerció tal o cual cargo.
breve introducción a la entrevista, por qué la realizamos y por qué elegimos a ese
entrevistado en particular.
breve guía de preguntas, no estar ceñidos a ellas.
recordar a los oyentes quién es el entrevistado y el marco de la entrevista
Algunas sugerencias más:
Tener en cuenta que los entrevistadores suelen hablar en plural
Usar un lenguaje sencillo.
Hacer preguntas claras, cortas y concretas.
Hacer una sola pregunta por vez.
Preguntar desde la acera opuesta, sin temor de abordar una posición contraria a la del
entrevistado.
Prepararse para saber de su entrevistado pero no tanto como para dejar de
sorprenderse con sus respuestas
Entrevistas telefónicas: Las hay pactadas con anterioridad y las hay improvisadas durante el
programa, presentan algunas peculiaridades a tener en cuenta.
En principio, una cuestión básica de producción es el acuerdo sobre los temas que van a
tratarse y las cuestiones que el entrevistado prefiere evitar, informarle al interlocutor quién va
a entrevistarlo, el nombre del programa y la emisora, acordar claramente el día y horario de la
entrevista, el número de teléfono en el cual lo contactaremos, si la entrevista telefónica forma
parte esencial del programa hay que realizar una comunicación previa, prestar mucha
atención a la calidad de sonido.
El caso más frecuente es el del llamado mal retorno, si fue acordada, podremos manifestarle al
entrevistado que la calidad de la comunicación no es buena y entonces intentar una nueva
conexión. Si la comunicación no pueda posponerse entonces habrá que seguir adelante