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PROBLEMAS FILOSOFICOS FUNDAMENTALES

Problema epistemológico:

Concepto

Etimológicamente los problemas se refieren a algo echado hacia adelante (pro- hacia adelante, ballein, lanzar).
Al final, es algo que es echado adelante para su consideración. Regularmente los problemas implican algunas
tesis (ideas, o explicaciones) que son distintas y opuestas, las cuales, no pueden ni aceptarse, ni rechazarse
plenamente. Por ejemplo, en Física la luz se convirtió en un problema teórico que se manifestó con la
explicación del comportamiento de ésta tanto como onda, como partícula.
los problemas pueden ser subjetivos, si son problemas personales, u objetivos, si lo que se tiene que resolver
no es un asunto de la vida propia de un individuo. También se suele distinguir a los problemas como teóricos o
prácticos, en función de si lo que plantean tiene o no una aplicación tecnológica y/o social o simplemente una
solución cognitiva dentro de una teoría. La filosofía, según Ferrater Mora, respondería a problemas teóricos.
Aunque debemos de considerar que tal vez la Ética, como disciplina filosófica, plantearía problemas prácticos
también. Igualmente, podemos decir que no todos los planteamientos filosóficos son objetivos. La reflexión
existencialista también implica problemas subjetivos. En consecuencia, la filosofía se mete con todo tipo de
problemas: teóricos, prácticos, objetivos y subjetivos.
Detrás de todo problema concreto se puede encontrar un problema filosófico. Tras un problema matemático
podemos preguntarnos sobre la esencia de los números, si representan la realidad o no. Detrás de un problema
emocional podemos preguntarnos qué es una emoción y qué sentido tiene la vida. Los problemas filosóficos
son los más generales, profundos y son altamente significativos para el sujeto.
La ciencia sus principios y fundamentos
Metafísica Parte de la filosofía que trata del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas
primeras.

Principios
Los Principios de la Metafísica: los 7 Principios de la Felicidad
Se denomina metafísica al estudio de cualquiera de los principios que rigen el Universo, que aún no han sido
integradas a las ciencias tradicionales. Así pues, en esta entrada nos centramos en los Principios de la
Metafísica centrados en la felicidad.

El significado de la palabra meta es “más allá”, donde metafísica se resume en el concepto de estudio de
aquellos fenómenos que se encuentran un poco más allá de la física, es decir, que están por fuera de la
percepción de nuestros sentidos.

Los Principios de la Metafísica


Los Principios de la Metafísica fueron escritos por Hermes en el antiguo Egipto, por lo que se le considera
el padre de la sabiduría, fundador de la astrología y descubridor de la alquimia.
Se le llamaba Trismegisto, tres veces grande, y fue deificado más adelante por los propios egipcios cuando le
dieron como nombre Thot. Los inmensos conocimientos que poseía eran extremadamente secretos y solo
fueron revelados a unos pocos escogidos de aquellos tiempos.
Las enseñanzas “herméticas” se propagaron por innumerable cantidad de países y sociedades y se
incorporaron a todas las religiones en mayor o menor medida, pero no se han podido identificar con ningún
país existente a día de hoy.

En el principio, los preceptos y enseñanzas se transmitían oralmente. No se empleaba ningún tipo de


material escrito hasta la aparición del Kybalión, que recopilaba enseñanzas, axiomas y principios de la
metafísica.
Kybalión significa contenedor, pues este estudio se aplica como contenedor de sabiduría. Probablemente,
uno de sus principales autores fuera el Conde de Saint Germain, quien según aseguran especialistas y
estudiosos de ese tiempo, era una de las reencarnaciones del Maestro Hermes.
Dice el Kybalión: “Los principios son siete, el que comprende esto perfectamente posee la clave mágica ante la
cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par”.
Los Siete Principios de la Metafísica

Principio del mentalismo


Principio de correspondencia
Principio de vibración
Principio de polaridad
Principio de ritmo
Principio de causa y efecto
Principio de generación

1. Principio del mentalismo


El Todo es mente; el Universo es mental.
Para comprender este principio es necesario empezar desde la base. En nuestro Universo, en el que vivimos
solo existe un Dios. Pueden existir diferentes creencias y tal vez grandes diferencias religiosas y culturales, pero
Dios es uno solo y es el mismo para todos y cada uno de nosotros.
En el Kybalión se emplea el concepto y la palabra Todo, desde el punto de vista de la síntesis de la idea de una
Única Presencia.
En todo el universo solo existe una Mente y todo lo que existe está comprendido dentro de esa mente. Nosotros
estamos conectados por una sola mente y como consecuencia existe una sola ley, que se manifiesta en los
siete principios de la metafísica.
Dios es Infinito, Omnipresente y Eterno. Todo fue creado por Él. Lo creó en su propia Mente. Todo lo que
existió, existe y existirá está incluido en esa gran Mente Universal.

2. Principio de correspondencia
Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba.
Comprender los alcances del principio del mentalismo nos permite entender y aceptar que, con nuestros
pensamientos, creamos nuestra realidad.
El Principio de correspondencia nos dejará comprender por qué en ocasiones nosotros mismos creamos
situaciones negativas que nos perjudican y nos hacen daño. Podremos entender por qué extraños
motivos atraemos hacia nosotros a personas que nos engañan y nos mientan descaradamente y que hasta son
capaces de robarnos.
Debemos comprender que como es adentro es afuera y como es afuera es adentro.
Las cosas que nos pasan y que suceden a nuestro alrededor son reflejos de lo que pasa en nuestro interior.
Si la persona es desordenada con sus cosas demuestra el desorden de su interior. Y si por el contrario la
persona es muy rígida con el orden y la pulcritud, refleja una mente esquemática y dura.
Existe una correspondencia directa entre lo que se habla y la expresión corporal de le acompaña. Cuando una
persona miente, por lo general, tiende a expresar la incomodidad que su interior siente y puede darle picazón
en la cara. En los niños es muy común ver que cuando mienten se llevan la mano a la boca.
Los adultos no se comportan de manera tan evidente, pero solo porque hacen otros gestos parecidos como
arreglarse el cabello o rascarse la nariz.
Así como funcionan los detectores de mentiras, en nosotros se produce una especie de cortocircuito interno,
una incomodidad que generalmente culmina con una picazón en el rostro.
También el movimiento ocular acompaña a la secuencia de pensamientos.
Si los ojos miran hacia arriba se fijan en las imágenes. Si es hacia arriba a la derecha, la parte creativa se
activa. En cambio, si es hacia arriba, pero a la izquierda, se está activando a la memoria.
Es bastante fácil deducir, cuando se le formula una pregunta a una persona y al responder mira hacia la
derecha, es que está inventando una respuesta.
Si, por el contrario, mira hacia la izquierda, está recordando algo que hizo.

3. Principio de Vibración
Nada está inmóvil. Todo se mueve, todo vibra.
Ya hemos aprendido que Dios ha creado, crea y creará todo, a partir de su propia Mente.
Nosotros, que hemos sido creados a su imagen y semejanza, hacemos exactamente lo mismo: lo que creemos,
es lo que se manifiesta en nuestra vida.
Hemos aprendido que existe una correspondencia entre lo que vivimos afuera y lo que tenemos adentro.
Si nuestra existencia es un caos, con problemas, sin amor, o estamos enfermos, es porque está arraigada una
idea, una programación que nos lleva a eso.
El universo en donde estamos vibra constantemente. Todo está en constante movimiento y transformación.
Todas y cada una de las partes que componen el Universo, tienden a transformarse en algo mejor, en algo
superior. Evoluciona hacia un nuevo nivel de existencia.
La vida misma se encarga de impulsarnos siempre hacia delante, a buscar la forma de vivir mejor. Cuando
estamos tensos o nos mantenemos inamovibles en una decisión, aparecen las crisis y cuanto más cerrados
estemos en esa decisión, más fuerte será el esfuerzo que tendrá que hacer el Universo para quitarnos de ese
enredo.
Es común y corriente encontrar personas que tienen que pasar por cierto tipo de enfermedad o accidente, o
sufrir una pérdida familiar importante, para darse cuenta del valor que tiene su propia vida.
Pero también es posible encontrar personas que no toman decisiones y es cuando el Universo mismo toma las
decisiones por ellos.

4. Principio de Polaridad
Todo es doble
Todo tiene dos polos
Todo tiene su par de opuestos
Los semejantes y los antagónicos son lo mismo
Los opuestos son idénticos en naturaleza, pero en grados diferentes
Los extremos se tocan
Todas las verdades son casi verdades
Todas las paradojas pueden reconciliarse
En el Universo en el que vivimos todo es doble y todo tiene su par de opuestos. El blanco y el negro. El hombre
y la mujer, el calor y el frío, el arriba y el abajo.
El bueno y el malo, el rico y el pobre, el amor y el odio. Lo sucio y lo limpio, lo inocente o lo culpable.
El Kybalión afirma que los opuestos son lo mismo. Nosotros lo podemos confirmar cuando observamos a una
persona, que desde nuestro personal punto de vista, consideramos muy buena y luego la comparamos con otra
que es muy mala.
Si lo analizamos en profundidad podremos saber que estamos hablando exactamente de la misma cosa que se
manifiesta en grados diferentes. Cada una de ellas está en un extremo.
Es razonable pensar que existen diferentes grados de bondad y de maldad al mismo tiempo y podemos llegar a
entender a aquellas personas extremistas para las que todo es cuestión de blanco o negro.
Esas personas que se mantienen rígidas e inamovibles en sus propios extremos, tienen que realizar mucho
esfuerzo y les costará bastante trabajo poder encontrar su propio equilibrio, su punto medio.
Cuando ejercitamos estos reconocimientos obtenemos paz interior si conseguimos darnos cuenta, de que el
culpable también es inocente y que nadie es tan bueno o tan malo como aparenta.

5. Principio del Ritmo


Todo fluye y refluye. Todo tiene sus períodos de avances y retrocesos. Todo asciende y desciende. Todo se
mueve como un péndulo. El ritmo es la compensación.
Vemos otro de los principios de la metafísica. Así como se mueven las olas del mar, hacia delante y luego hacia
atrás, así el Universo avanza y retrocede en todas las cosas. La vida misma tiene un movimiento pendular y se
repite infinitamente. Nacer, crecer, desarrollarse y morir.
En el plano físico se repite también, como se repite en los planos emocional y mental. Después de un período
triste, de gran pesadumbre o dolor, sigue otro lleno de felicidad y alegría.
Es bastante común que los cambios de humor se den durante un mismo día. Podemos sentirnos optimistas y
sumamente alegres y al poco rato estar triste y preocupados.
Una de las herramientas más eficaces para comprender la esencia del ritmo es la meditación. Al meditar, se
alcanza un estado sin tiempo en donde todas las presiones de la vida cotidiana y las que, por su parte, hace
nuestro propio ego, desaparecrn.
Concentrar la mente en un solo pensamiento, en una sola palabra, en algún sonido de la naturaleza o en algún
mantra.

6. Principio de Causa y Efecto


Toda causa tiene su efecto y todo efecto tiene su causa. Todo sucede de acuerdo con la Ley y la Suerte no es
más que el nombre que se le da a una ley no conocida. Existen muchos planos de casualidad, pero nada
escapa a la Ley.
Generalmente, pensamos que todas las cosas buenas que nos suceden son el producto de acciones buenas.
Que son el natural resultado de las cosas buenas que hacemos.
Pero nos negamos a entender tan fácilmente que las situaciones negativas que vivimos también las hemos
creado nosotros.
Somos en parte lo que poseemos genéticamente de nuestros padres, abuelos y bisabuelos. La sociedad influye
en nuestros pensamientos, así como lo hace la religión que practicamos o la institución de enseñanza a la que
concurrimos.
Los amigos más cercanos y los clubes deportivos y las interacciones entre todos, hacen que tengamos
particularidades compartidas.
El estudiante de los principios de la metafísica deberá tener en cuenta el cúmulo de información recibida a lo
largo de su vida y conscientemente seleccionar aquello que quiere que permanezca en su mente, y desechar lo
que no quiere.
En este proceso de aprendizaje se debe entender y reconocer cómo pensaba nuestro padre, nuestra madre y
nuestros abuelos para poder elegir con total propiedad qué es lo que elegimos pensar nosotros.

7. Principio de Generación
La generación existe en todas las cosas. Todo tiene sus principios masculinos y femeninos. La generación se
manifiesta en todos los planos.
El Principio de Generación se refiere muy especialmente a la creatividad. El Kybalión nos dice que para crear
algo nuevo es imprescindible conjugar dos tipos de energía: la masculina y la femenina.
Si este equilibrio no se consigue no puede existir ningún tipo de manifestación creativa.
El Principio de Generación es independiente del propio sexo. Todos somos portadores de energías masculinas
y de energías femeninas y para obtener éxito en nuestra vida debemos alcanzar una perfecta sincronización y
conjugación entre estas.
Fundamentos

El fundamento metafísico
En la famosa primera frase de su Ética a Nicómaco, Aristóteles escribe que con razón se ha dicho que el Bien
es aquello que todas las cosas desean13. Debemos ser conscientes de que para Aristóteles no solo los seres
humanos
desean su bien, sino todos los seres vivientes e incluso los seres no vivos luchan por su bien14. En cuanto a los
seres vivos, Aristóteles describe el significado de este bien en un famoso pasaje de su De Anima II, iv: “Y es
que para todos los vivientes... la más natural de las obras consiste en hacer otro viviente semejante a sí mismos
–si se trata de un animal, otro animal, y si se trata de una
planta, otra planta– con el fin de participar de lo eterno y lo divino en la medida en que les es posible: todos los
seres, desde luego, aspiran a ello y con tal fin realizan cuantas acciones realizan naturalmente... Ahora bien,
puesto que les resulta imposible participar de lo eterno y divino a través de una existencia ininterrumpida, ya
que ningún ser sometido a corrupción puede permanecer
siendo el mismo en su individualidad, cada uno participa en la medida en que le es posible, unos más y otros
menos; y lo que pervive no es él mismo, sino otro individuo semejante a él, uno no en número, sino en
especie”15.
En este pasaje Aristóteles dice que el objetivo de la actividad de todos los seres vivos es participar de lo eterno
y lo divino. Buscar “lo eterno y lo divino” es buscar la eternidad del Dios de Aristóteles, el Motor Inmóvil16.
Luchar por la eternidad significa luchar por sobrevivir. Así pues, todos los seres vivos se esfuerzan por
sobrevivir. Pero como el individuo debe necesariamente morir,
busca sobrevivir reproduciéndose a sí mismo.
Sin embargo, como he mencionado, Aristóteles nos dice en el Libro II de su Física que todo ser viviente17 se
esfuerza por su perfección o por el desarrollo completo de su forma18. Un ejemplo típico sería que la bellota
busca crecer en un roble completamente maduro. Este es su mayor bien. Pero como los seres vivientes no
pueden permanecer en una condición de pleno desarrollo, se
reproducen para alcanzar la eternidad de Dios en la especie.
Se puede decir, entonces, que para Aristóteles el objetivo de todos los seres vivos es desarrollarse hacia su
mejor condición y esforzarse por sobrevivir.
De esta observación llegó a la conclusión de que debe haber una explicación de por qué todos los seres vivos
se esfuerzan por su mejor condición y por la eternidad. En su opinión, debe haber un Bien último, un Dios, que
es perfecto y eterno y cuya bondad actúa por causalidad final. Por lo tanto, los seres vivos, cuando se
esfuerzan por sobrevivir en su mejor condición, en realidad buscan la bondad última y la eternidad de Dios. Así
pues, Dios es el fundamento metafísico
de toda teleología.
Pero la ética también es teleológica por naturaleza. Todos los seres humanos luchan por su bien, y la ética nos
da las reglas para alcanzar este bien. El bien que los seres humanos son capaces de alcanzar es la felicidad
(εὐδαιμονία). Así, Aristóteles nos dice que el objetivo de la vida humana es alcanzar la felicidad19. Incluso dice
que todos los filósofos y la gente común están de acuerdo con él en decir que el propósito de la vida es
alcanzarla20. Desde entonces casi todos los filósofos han seguido manteniendo este punto de vista21. De
hecho, puede decirse que hay muy pocas opiniones filosóficas sobre las cuales hay tanto acuerdo. Sin
embargo, me gustaría proponer tres razones por las que sería mejor decir que el objetivo de la vida no es la
felicidad y que lo que Aristóteles quería decir con eudaimonía era algo diferente. En primer lugar, la felicidad es
un sentimiento y sería extraño que el propósito de la vida fuera un sentimiento. Uno esperaría que
el propósito de la vida fuera una realidad más sustancial que un sentimiento.
En segundo lugar, el mismo Aristóteles habla de la eudaimonía (su término para expresar la felicidad) como
exigiendo una vida perfecta o completa22. Así, eudaimonía significa más que un sentimiento de felicidad, ya
que un sentimiento de felicidad es transitorio. El requisito de una vida completa implica el pleno desa rrollo de
un ser humano y el logro de la perfección o la integridad. En términos metafísicos, implica el logro de la forma
(plenamente desarrollada). En tercer lugar, podemos decir que el objetivo de la vida es la supervivencia en la
mejor condición y que los momentos en que nos sentimos felices son precisamente los momentos en que
creemos que hemos logrado algo que promoverá nuestro objetivo en la vida. Esto es, otra vez, una observación
empírica. Por ejemplo, nos sentimos felices si pasamos un examen o recibimos una promoción o tenemos éxito
en hacer algo que mejorará nuestras vidas. Por lo tanto, la felicidad no es
el objetivo de la vida, sino una especie de barómetro que mide el grado de éxito que estamos logrando para
alcanzar el objetivo de realizar nuestras potencialidades en la vida. Solo los seres humanos pueden ser felices,
y esto se debe a que solo los seres humanos poseen inteligencia y pueden calcular si tienen éxito en la vida. La
felicidad, por lo tanto, parece ser un sentimiento que surge de la comprensión de que estamos haciendo
progresos en el logro de nuestra mejor condición. Se sigue, entonces, que la ética no es solo un método para
lograr la felicidad, sino, más profundamente, un método para lograr nuestro pleno desarrollo en la vida y para
mantener esta condición durante el mayor tiempo posible. La comprensión de Aristóteles de la eudaimonía
como el objetivo de la ética es, por tanto, paralela a su comprensión de la meta de toda vida, tal como se
expresa en sus obras físicas. Así pues, para Aristóteles, los seres humanos luchan por la eudaimonía porque es
el bien humano que pueden alcanzar. Pero en la búsqueda de este bien están en realidad tratando de lograr un
bien que no son capaces de lograr, a saber, la perfección y la eternidad de Dios. Así pues, Dios es el Bien y la
causa final del esfuerzo de los seres humanos por alcanzar la felicidad que surge del progreso hacia el objetivo
de lograr su mejor condición posible por el mayor tiempo posible. Parece, entonces, que Dios es el fundamento
metafísico de la felicidad, el objetivo de la ética.
Dado el paralelo en el objetivo entre la física y la ética, podríamos preguntarnos por qué Aristóteles no incluyó la
ética en el campo de la física. La respuesta radica en el hecho de que los seres humanos son libres gracias a
su intelecto23. Es por esta razón que Aristóteles nos dice que el arte (que depende del intelecto) imita a la
naturaleza24. Lo que los seres humanos hacen con la
ayuda del intelecto es una imitación de lo que hace la naturaleza sin intelecto.
La naturaleza actúa teleológicamente y también lo hacen los seres humanos. La explicación de la teleología no
se encuentra pues en el intelecto, puesto que los animales y las plantas no poseen intelecto, sino en el alma. Es
de la naturaleza del alma actuar teleológicamente, es decir, luchar por el bien. Las plantas y los animales
luchan por su bien gracias a su alma, y los seres humanos también se esfuerzan por su bien con la ayuda de un
alma más compleja que incluye al intelecto. Dios no es, pues, solo el fundamento metafísico de la teleología en
la física, sino también en la ética.

Las ciencias naturales y las ciencias sociales

Las ciencias naturales

La filosofía de las ciencias naturales investiga la naturaleza del conocimiento científico y la práctica científica.Se
ocupa de saber, entre otras cosas, cómo se desarrollan, evalúan y cambian las teorías científicas, y de saber si
la ciencia es capaz de revelar la verdad de las "entidades ocultas" (o sea, no observables) y losprocesos de la
naturaleza.
Por ejemplo: * El ser humano es capaz de comprender la naturaleza (tesis gnoseológica de inteligibilidad
Estudiar la naturaleza humana no es en definitiva una tarea fácil, pues el ser humano es cambiante, tiene
diferentes: Comportamientos Personalidades Preferencias, etc.
Las ciencias naturales se distinguen de las ciencias sociales o ciencias humanas (cuya identificación o
diferenciación de las humanidades y artes y de otro tipo de saberes es un problema epistemológico diferente).
Las ciencias naturales, por su parte, se apoyan en el razonamiento lógico y el aparato metodológico de las
ciencias formales, especialmente de las matemáticas, cuya relación con la realidad de la naturaleza es menos
directa (o incluso inexistente).
Los científicos sociales que sostienen que no es adecuado utilizar en las ciencias sociales el mismo método
empleado en las ciencias naturales, basan su postura en la finalidad asociada a los hechos sociales y a la
conducta humana.
Una de las modalidades de investigación más ampliamente utilizada en las ciencias naturales es la
experimentación controlada. Trasladar esta modalidad a la investigación social supone la manipulación de
variables y sujetos sociales.

Las ciencias sociales


Las ciencias sociales describen principalmente los fenómenos asociados a la interacción entre individuo y
sociedad, la filosofía de las ciencias sociales describe la propia actividad cognitiva de tales ramas de la ciencia
experimental.
Los científicos sociales que sostienen que no es adecuado utilizar en las ciencias sociales el mismo método
empleado en las ciencias naturales, basan su postura en la finalidad asociada a los hechos sociales y a la
conducta humana.
“Todas las ciencias sociales tienen una preocupación común con respecto al comportamiento que responde a
un propósito y a los sistemas dirigidos hacia un objetivo, o sistemas teleológicos. Los fenómenos que
denominamos «sociales» suelen ser casi invariablemente aquellos de los que decimos igualmente que
responden a un propósito. Por ello, importantes escritores han sostenido que para las ciencias sociales es
apropiada una metodología totalmente diferente”.

Morris R. Cohen escribió: “La diferencia entre las ciencias naturales y sociales no es accidental ni puede
eliminarse tan fácilmente por la mera resolución de hacerlo. En primer término, el objeto del estudio de las
ciencias sociales es intrínsecamente más complicado, en el sentido de que debemos vérnoslas, allí, con más
variables que en la física o en la biología. En estas últimas ciencias, los especimenes pueden obtenerse más
fácilmente, asimismo, podemos experimentar a voluntad, variando las condiciones una por vez y llegando, así,
con mayor rapidez, a respuestas definidas”.

Diferencias en ciencias sociales y ciencias naturales


La característica diferenciadora entre las ciencias naturales y las sociales: es que los seres humanos poseen
habilidades cognitivas específicas que crean una conciencia y representaciones mentales abstractas que en
general influyen en su comportamiento y crean unas reglas de interacción entre individuos complejas, por tanto
a diferencia de las ciencias naturales introducen los hechos mentales reales o supuestos.
Ciencias sociales y ciencias naturales
Las ciencias naturales o físico-naturales: son aquellas ciencias que tienen por objeto el estudio de la naturaleza.
Estudian los aspectos físicos, y no los aspectos humanos del mundo.
las ciencias sociales se diferencian de las humanidades, en que estas dan un mayor énfasis al método científico
u otras metodologías rigurosas de análisis.

Conclusión
* las ciencias naturales usan el metodo cientifico las sociales no.
* las sociales no tienen leyes o teorias , las naturales si.
* las sociales no pueden experimentar en hechos o sucesos sociales las naturales si pueden hacer
experimentacion.
* las naturales trabajan con cosas que no existen en el plano real, que solo podemos representar como los
numeros que no podemos tocarlos , solo representarlos y las sociales trabaja con seres vivos.
* las ciencias sociales tienen resultados comprobables las sociales no.

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