You are on page 1of 10

FASCISMO

El fascismo es una ideología y un


movimiento político de carácter
totalitario y antidemocrático; creado
por el dirigente italiano Benito
Mussolini, se difunde en la Europa de
entreguerras desde 1918 hasta 1939.
El proyecto político del fascismo es
instaurar un Estado totalitario,
basado en el corporativismo y una
economía dirigista. El término«fascismo» proviene del italiano fascio (‘haz,
fasces’), y éste a su vez del latín fascēs (plural de fascis), que daludela los signos
de la autoridad de los magistrados romanos.

El fascismo se ha caracterizado históricamente —sobre todo en la Italia de


Mussolini y en la Alemania de Hitler— por la exaltación de valores como la patria
o la raza para mantener permanentemente movilizadas a las masas, lo que ha
llevado con frecuencia a la opresión de minorías (judíos, gitanos,
homosexuales…) y un fuerte militarismo. En este sentido el enemigo se identifica
como un ente exterior, a diferencia de los totalitarismos típicos de izquierda en
que el enemigo es interno (Burguesía).

La Primera Guerra Mundial fue decisiva en la gestación del fascismo, al provocar


cambios masivos en la concepción de la guerra, la sociedad, el Estado y la
tecnología. El advenimiento de la guerra total y la movilización total de la
sociedad profundizaron la distinción entre civiles y militares. Una «ciudadanía
militar» surgió, en la que todos los ciudadanos se involucraron con los militares
de alguna manera durante la guerra. La guerra pone así de relieve el papel de
un poderoso Estado capaz de movilizar a millones de personas para servir en
primera línea y proporcionar producción económica y logística para apoyarlos,
además de tener una autoridad sin precedentes para intervenir en la vida de los
ciudadanos. Para ello, desde un punto de vista fascista, es necesaria la
destrucción de los partidos y los sindicatos; la democracia y el voto se consideran
métodos inútiles, se aboga por un sistema con un partido político único.
Así pues, el fascismo se caracteriza por eliminar el disenso: el funcionamiento
social se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de
mando, y en llevar adelante un fuerte aparato militar, cuyo espíritu militarista
trascienda a la sociedad en su conjunto, junto a una educación en los valores
castrenses, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes
victimistas, que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos.

Los fascistas creen que la democracia


liberal es obsoleta y consideran que la
movilización completa de la sociedad
en un Estado de partido único
totalitario es necesaria para preparar
a una nación para un conflicto armado
y para responder eficazmente a las
dificultades económicas. Tal Estado
es liderado por un líder fuerte—como
un dictador y un gobierno marcial compuesto por los miembros del partido
fascista gobernante—para forjar la unidad nacional y mantener una sociedad
estable y ordenada. El fascismo niega que la violencia sea automáticamente
negativa en la naturaleza, y ve la violencia política, la guerra y el imperialismo
como medios para lograr una regeneración, un rejuvenecimiento nacional. Por
otra parte, los fascistas abogan por una economía mixta, con el objetivo principal
de lograr la autarquía mediante políticas económicas proteccionistas e
intervencionistas.

El fascismo se presenta como una «tercera vía» o «tercera posición»3 que se


opone radicalmente tanto a la democracia liberal en crisis (la forma de gobierno
que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial,
como el Reino Unido, Francia o Estados Unidos, a los que considera
decadentes) como a las ideologías del movimiento obrero tradicional en ascenso
(anarquismo o marxismo. Sin embargo algunos autores sostienen que el
fascismo deriva en mayor medida de la matriz socialista clásica45 caracterizado
por un estado con sentido comunitario, altamente intervencionista,revolucionario,
antiliberal y anticapitalista, en la que se agregan elementos nacionalistas
exacerbados (Unitarismo) contraponiéndose a la lucha de clases mediante un
fuerte antimarxismo.
El concepto de «régimen fascista» puede aplicarse a algunos regímenes
políticos totalitarios o autoritarios6 de la Europa de entreguerras y a
prácticamente todos los que impusieron las potencias del Eje durante su
ocupación del continente durante la Segunda Guerra Mundial: en primer lugar,
la Italia fascista de Benito Mussolini (1922) —que inaugura el modelo y acuña el
término—, seguida por la Alemania del Tercer Reich de Adolf Hitler (1933) —que
lo lleva a sus últimas consecuencias— y, cerrando el ciclo, la España de
Francisco Franco, cuyo régimen se prolonga mucho más tiempo (desde 1936
hasta 1975) y evoluciona.
Características del fascismo:
Totalitarismo
En el fascismo, el Estado está presente en todos los
aspectos de la vida de la gente, sin dejar abierto
ningún canal para que puedan escucharse voces
disidentes. La ideología todo lo penetra: el trabajo, la
escuela, la juventud, los medios de comunicación, etc.
La democracia y el voto se consideran métodos
inútiles para llevar adelante un país, y obviamente, solo existe un partido político
único.
Antiliberalismo
En el fascismo, la libertad individual no es un valor, por el contrario, todos se
deben subordinar plenamente al Estado y ponerse a su entero servicio. También
es denostada la libertad de mercado y la libertad de asociación y culto.
Tercera posición
Se considera al fascismo una tercera posición, que nada tiene que ver ni con el
capitalismo ni con el comunismo, ideologías a las que considera incapaces de
funcionar en el mundo real.
Anticapitalismo
La figura del banquero-financiero como elemento degenerado de la burguesía se
estigmatizó de la mano del nazismo, una forma particular de fascismo que
terminó convirtiendo a la Alemania de Hitler en la cara más oscura y denigrante
del comportamiento humano. El anticapitalismo fascista se expresó, por ejemplo,
a través de la organización corporativa del trabajo, en la que tanto los
empresarios como los trabajadores fueron obligados a pertenecer a sindicatos
controlados por el partido único.
Antimarxismo
Totalmente en oposición a la lucha de clases sostenida desde el marxismo, el
fascismo mantuvo un concepto unificador y nacionalista, y persiguió duramente
a toda forma de oposición, incluyendo las juventudes socialistas, comunistas y
anarquistas. Los partidos de izquierda fueron ilegalizados y sus seguidores
intensamente perseguidos por los aparatos de seguridad estatales. Esto en parte
colaboró con la adhesión que tuvieron los movimientos fascistas de parte de
algunos sectores de la clase media.
Corporativismo
El fascismo determinó que los conflictos de intereses de clase quedaran
completamente suprimidos mediante una política de sindicato vertical y único,
que recibe las directrices del gobierno.
Autoritarismo
En el fascismo no existe espacio alguno para el disenso; el funcionamiento social
se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de mando. La
insubordinación era castigada con dureza.
Militarismo
Para sostener el autoritarismo hacía falta un fuerte aparato militar, cuyo espíritu
trascendió a la sociedad toda. La educación en los valores castrenses y los
grandes desfiles de uniformados, planeados meticulosamente, se hicieron parte
del paisaje cotidiano en los períodos de gobiernos fascistas. Además, los
partidos fascistas organizaron grupos de paramilitares que se involucraron en la
persecución de los opositores.
Propaganda desmedida
La radio y la prensa han significado mucho durante los regímenes fascistas, ya
que actuaron como instrumentos de propaganda masiva para difundir los ideales
y los supuestos logros, dejando cerrado todo acceso a opiniones diferentes.
Nacionalismo
El concepto de nación es enaltecido en el fascismo, el cual da un valor supremo
a la unidad nacional y a la familia como base de la sociedad, con el rol de la
mujer claramente ubicado en la casa, atendiendo al marido y a los hijos, y el del
hombre en el mundo del trabajo y la defensa de la nación.
Racismo
A partir de ciertas fuentes mitológicas y literarias, el fascismo nazi instaló la
aberrante idea de una desigualdad de las razas. En ese contexto ubicaron a la
raza aria como “la raza superior”, y por debajo de ella a las demás etnias
integradas por seres inferiores, como gitanos y judíos. Esta ideología dio lugar a
algo que avergüenza a la humanidad en su conjunto: el holocausto.
Personalismo
La historia demuestra claramente que los gobiernos fascistas siempre se
organizaron en torno a la figura de un jefe o caudillo, que partiendo de cierto
carisma supo ir construyendo toda una estructura jerárquica en la que él ocupa
la posición central, erigiéndose en la única voz autorizada, la del líder, y quienes
lo rodean sostienen esa imagen mediante el culto a la personalidad, que
trasciende y llega a toda la población.
NAZISMO

El nazismo es una abreviación de


nacionalsocialismo (en alemán,
Nationalsozialismus) es la
ideología del régimen que
gobernó Alemania de 1933 a
1945 con la llegada al poder del
Partido Nacionalsocialista
Obrero Alemán de Adolf Hitler
(NSDAP). Hitler instituyó una
dictadura, el autoproclamado Tercer Reich. Al Reich se unió Austria a partir de
la Anschluss, así como la zona de los Sudetes así como Memel y Dánzig.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis ocuparon tierras en Francia,
Checoslovaquia, Hungría, los Países Bajos, Dinamarca y Noruega. La Alemania
de este período se conoce como la Alemania nazi.

Es una ideología alemana gestada en la década de los años 1920, pero que no
alcanzará importancia hasta los años 30, momento en que las duras condiciones
de paz impuestas en el Tratado de Versalles (1919) se juntan con la grave crisis
mundial del Jueves Negro en 1929 (véase Gran Depresión). En Alemania la
situación es más acuciante aún, ya que a los devastadores efectos económicos
se sumaba la obligación de pagar el tributo de la derrota en la Primera Guerra
Mundial, y el descontento popular ante la injusta situación que hacía que las
calles se llenaran de manifestaciones extremistas de toda índole, tanto de
izquierda como de derecha.

Esta situación culmina con el fuerte descrédito de las democracias liberales,


dado que las dictaduras que surgieron demostraron ser capaces de controlar y
resolver las crisis más efectivamente que las democracias.nota 1 Tanto la Italia
de Benito Mussolini —quien fue elogiado por «hacer que los trenes llegaran a
tiempo», es decir, por poner fin a las huelgas y caos económico que había
dominado a ese país— como el Imperio del Japón, países en los que se
impusieron «gobiernos fuertes», no solo resolvieron la crisis a mediados de los
30 sino que fueron percibidas como restaurando el orden social aun con
anterioridad a esa solución a problemas económicos.

A esa crisis político-económica hay que agregar una crisis ideológica aún anterior
que se ha sugerido se extiende desde 1890 a 1930 y que ha sido caracterizado
como una «revolución contra el positivismo».2 Tanto los valores como las
aproximaciones a la sociedad y la política que formaban la base de la civilización
occidental fueron percibidas como superadas reliquias del racionalismo
proveniente de la Ilustración. Específicamente, tanto el fascismo como los
desarrollos intelectuales que lo antecedieron buscaron transcender lo que se
percibía como la decadencia del Occidente.

Consecuentemente, el Zeitgeist de esa época puede ser descrito como una


amalgama o mezcla de ideas caracterizado por un rechazo al racionalismo,
proceso que es generalmente percibido como iniciándose con Friedrich
Nietzsche, junto a tentativas de incorporar «explicaciones científicas» a
preconcepciones o incluso prejuicios explicativos del mundo, por ejemplo, un
racismo latente, que dieron origen a propuestas tales como las de la eugenesia,
y en lo político, bajo la influencia de pensadores tales como Georges Sorel,
Vilfredo Pareto, Martin Heidegger (supuestamente), Gaetano Mosca, y,
especialmente, Robert Michels; a percepciones político elitistas basadas en un
culto del héroe y la fuerza que culminan en una versión del darwinismo social.
Percepciones que adquieren connotaciones más extremas en su divulgación y
vulgarización
COMUNISMO

El comunismo es un sistema social, así como también un modo de organización


socioeconómica, caracterizado por la propiedad en común de los medios de
producción, la ausencia de propiedad privada en los medios de producción y la
inexistencia de clases sociales y de un Estado.

El comunismo como proyecto de socialización de los medios de producción


surgió en el siglo XVI bajo la forma de diversas utopías basadas en el
colectivismo agrario. Las más conocidas fueron la obra Utopía de Tomás Moro y
la ideología revolucionaria babuvina que derivó del movimiento jacobino de la
Revolución francesa. El ideario comunista se convirtió a comienzos del siglo XIX
en un complejo proyecto económico industrial gracias a las diferentes corrientes
del llamado socialismo utópico, del anarcocomunismo y las ramas obreras del
comunismo cristiano. El actualmente más conocido de estos movimientos fue el
que adoptó la escuela del denominado socialismo científico de los pensadores
alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, bajo la cual sería rebautizado como Liga
de los comunistas. Por la influencia de su obra, el movimiento comunista adoptó
una interpretación revolucionaria de la historia y la forma de partido político,
convirtiéndose luego en una organización internacional unificada bajo la doctrina
marxista.

Según el marxismo, la historia es entendida como un permanente conflicto por


el excedente material, cuyo inicio se debe a la aparición de la propiedad. Las
diferentes formas de propiedad ponen fin al comunismo primitivo y estratifican a
la sociedad en clases de acuerdo a sus relaciones de producción. Las diferentes
relaciones de producción que vinculan a los hombres y mujeres requieren de la
explotación, y estas relaciones generan con el tiempo las condiciones para ser
reemplazadas por otras formas de explotación superiores, en una secuencia
revolucionaria de modos de producción. En cada uno de estos modos se
desarrolla una lucha de clases interna entre los diferentes tipos de trabajadores
y explotadores que los integran, y que se resuelve con el surgimiento de nuevas
clases dominantes. Sin embargo, la sociedad capitalista genera una serie
creciente de crisis internas y cíclicas que sólo pueden ser resueltas por sus
trabajadores asalariados en una revolución proletaria, que requiere a su vez de
la construcción del comunismo. Para llegar a este fin debe organizarse un partido
comunista que conquiste el poder político liderando una fase de transición en la
que el Estado funcione como una dictadura del proletariado. Este período
termina cuando desaparecen las clases sociales, lo cual lleva a que el Estado,
de acuerdo a su concepción como herramienta de dominación de una clase
sobre la otra, deba extinguirse. A esta transición le siguen inmediatamente dos
períodos en el desarrollo del comunismo: una primera fase y una fase superior.
Existen discrepancias cruciales entre las diferentes corrientes del marxismo
sobre cual debería ser la naturaleza de cada una de estas tres fases.

Representantes

Karl Marx

Fue un filósofo, economista y militante de origen judío. Es el principal


representante del socialismo, del comunismo y del materialismo histórico. Para
Marx (uno de los dos pilares de la teoría comunista junto con Engels) el motor
de una sociedad son los bienes materiales. De allí deriva la teoría del valor.

Friedrich Engels

Junto con Marx son los dos grandes representantes del comunismo. Fue un gran
filósofo y revolucionario alemán.

Lenin

Fue un político, revolucionario y teórico ruso. Lenin se convirtió en el líder del


partido obrero social demócrata en Rusia. Junto con Stalin y con Trotsky eran
líderes bolcheviques. Lenin adaptó la teoría comunista de Marx a la realidad de
Rusia. Tras la revolución de Octubre de 1917 se convirtió en la máximo dirigente
de la URSS. Lenin decidió retirar a la URSS de la primera guerra mundial. Lenin
se encargó de darles justicia e igualdad a personas que vivían en absoluta
pobreza y miseria.

Trotsky y Stalin

Tras la muerte de Lenin, Trotsky asume el control total de la URSS. Luego del
fallecimiento de aquél se produce una revolución liderada por Stalin. Stalin
gobernó desde 1927 hasta 1953 y estableció un régimen intolerante y autoritario.
La idea de Stalin era crear un socialismo fuerte en la URSS y luego extenderlo
hacia todo el mundo. Stalin se centró en la expansión del comunismo a toda la
nación pero terminó convirtiéndose en una tiranía.

Mao Zedong

Fue el máximo dirigente del partido comunista en China. Era marxista-leninista


pero con matices propios que se adaptaban a la realidad de China. Este otorgó
un papel central a los campesinos como motor o eje central de la revolución.

Tipos de comunismo

En función de cada uno de los autores se puede determinar diferentes tipos de


comunismo:

Comunismo primitivo. Este tipo de comunismo (sostiene Marx) fue el que se


dio en las primeras civilizaciones de cazadores y recolectores porque la
propiedad no era privada sino comunitaria. La clase obrera era dueña 100% de
aquello que cazaba o recolectaba. No existía división de tierras ni concepto de
plusvalor.

Anarco-comunismo. Este tipo de comunismo propulsa la abolición de la


propiedad privada pero también de la figura del Estado. No desea ningún tipo de
jerarquía o dominación. También se le conoce como comunismo voluntario.

Izquierda comunista. Estos eran seguidores de Marx pero que se oponían a las
consecuencias que había dejado la revolución de Lenin y de Trotsky. Entre los
seguidores más destacados se encontraban Karl Korsch, Herman Gorter y Paul
Mattick. Estos se oponían a los revolucionarios bolcheviques. La izquierda
comunista prefería que las autoridades sean elegidas por un consejo de
trabajadores. Este consejo debería ser electo de forma democrática.

You might also like