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FACULTAD DE DERECHO Y

CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CENTRO ULADECH CAÑETE

ASIGNATURA

ANÁLISIS ECONÓMICO DEL


DERECHO
TEMA

IMPORTANCIA DE LA INTERRELACIÓN ENTRE


EL DERECHO Y LA ECONOMÍA EN EL
CONTEXTO NACIONAL Y MUNDIAL

DOCENTE

PERCY EDWIN GARCIA PAREDES

AUTOR
NEIRA QUIROZ; Luis Felipe

CAÑETE – PERÚ

2018
IMPORTANCIA DE LA INTERRELACIÓN ENTRE EL DERECHO
Y LA ECONOMÍA EN EL CONTEXTO NACIONAL Y MUNDIAL

I. DERECHO, ECONOMÍA Y DERECHO ECONÓMICO

El Derecho puede ser definido como una disciplina que regula y estudia a la
Economía, a los sujetos de Derecho, al igual que las instituciones públicas y mixtas y
los bienes. Dentro de los sujetos de Derecho podemos considerar a las personas
jurídicas, empresas, personas naturales, entre otras tantas. Dentro de las instituciones
podemos tener en cuenta a los poderes del Estado. Y dentro de los últimos a las cosas y a
los bienes incorporales, encontrándose dentro de éstos los derechos de autor y los bienes
de propiedad industrial.

Un tema importante dentro del Derecho lo constituyen las ramas del Derecho, las
cuales son el Derecho público, privado y mixto.

Otro tema importante al momento de estudiar el Derecho lo constituyen las fuentes


del Derecho, dentro de las cuales se encuentra la ley, costumbre, doctrina, jurisprudencia,
ejecutorias, principios generales del Derecho, principios específicos de
cada disciplina jurídica, realidad social, entre otras tantas. Asimismo, el Derecho se divide
en tres partes que son las siguientes: Derecho interno o nacional, externo o extranjero y
Derecho internacional.

El objetivo de la Economía es estudiar la correcta distribución de los recursos


escasos para satisfacer las necesidades del ser humano. En otras palabras, analiza la
relación entre los recursos, que son de carácter limitado y las necesidades, que son de
carácter ilimitado. La más difundida definición de Economía es la de Lionel Robbins,
quien dijo que “la Economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una
relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos."

Por su parte, el Derecho Económico es el conjunto de principios y de normas de


diversas jerarquías, sustancialmente de Derecho público, que inscritas en un orden
públicoeconómico plasmado en la carta fundamental, facultan al Estado para planear
indicativa o imperativamente el desarrollo económico y social de un país y regular la
cooperación humana en las actividades de creación, distribución, cambio y consumo de
la riqueza generada por el sistema económico.

Por tanto, el Derecho Económico se define como el papel que tiene


el Derecho (entendido en este caso como sistema jurídico) en la regulación de la actividad
económica. Este marco legal que establece las reglas del juego neutrales para los actores
económicos abarca las transacciones bursátiles, la auditoría de negocios,
las leyes referentes a la Economía y, en general, todas las actividades comerciales y de
funcionamiento de los mercados. Se observa entonces hasta qué punto los campos de
la Economía y el Derecho están íntimamente ligados y mantienen una interacción
constante entre sí.

Por su parte, Fernando Jesús Torres señala como las teorías existentes en la
doctrina sobre el Derecho y la Economía son las siguientes:

 Economía y Derecho
 Economía o Derecho.

Con su estudio se pueden ampliar los conocimientos jurídicos y económicos, es


decir, los conocimientos sobre análisis económico del Derecho.

Es decir, se trata de dos teorías totalmente diferentes entre sí u opuestas, lo que


debe ser materia de inspiración a efecto de que con sus aportes, se busca tener
conocimientos más amplios en el estudio del Derecho. La primera teoría considera que
debe estudiarse y aplicarse el Derecho junto con la Economía. Según esta teoría la
Economía sería una parte del Derecho o fuente del Derecho, lo cual es bastante conocido
con el nombre de análisis económico del Derecho. Es decir, esta teoría sostiene que no
pueden aplicarse en forma separada, sino que sólo se las puede tener en cuenta en forma
conjunta. Es más al Derecho se le deben aplicar postulados económicos.

Incluso, en algunas Facultades de Derecho de universidades de la ciudad de Lima,


se ha agregado cursos de análisis económico a la carrera profesional de Derecho, podemos
citar el caso de la Pontificia Universidad Católica del Perú PUCP y la Universidad
de Ciencias Aplicadas UPC.

También en los estudios de Economía se forma a los estudiantes de dicha carrera


profesional con algunos conocimientos de Derecho. La Teoría de Economía o Derecho
sostiene que debe aplicarse y estudiarse en forma separada el Derecho de la Economía, lo
que se sustentaría en que cada una de las mencionadas constituye una carrera profesional
diferente, son áreas del saber diferentes, es decir, existe la carrera profesional de Derecho,
al igual que existe carrera profesional de Economía.

Otro fundamento para precisar que estos temas son diferentes entre sí, es que en
el Derecho se forma a los estudiantes para elaborar documentos distintos, a los elaborados
por parte de los economistas.

Es decir, con esto se puede sostener que son totalmente diferentes entre sí, el
Derecho con la Economía. Siguiendo la primera de las teorías, es decir, la de Economía
y el Derecho, podemos señalar como la finalidad del Derecho y de la Economía la utilidad
social donde el Derecho, sirviendo de cauce a la Economía, se ponga junto con ésta al
servicio de la comunidad, y no de unos pocos, los más fuertes.

Por lo anterior, es que se ha considerado que la Economía ofrece contenido a las


relaciones jurídicas, y sobre sus aportaciones, el Derecho establece una unidad formal,
según sus propios criterios; o lo que es lo mismo, que el entendimiento y la actividad
jurídica solamente son posibles cuando tengan presentes los datos económicos.

II. LA RELACIÓN ENTRE EL DERECHO Y LA ECONOMÍA

Respecto a la conexión entre el Derecho y la Economía se puede señalar lo siguiente:

 Hay que establecer la valoración de los motivos racionales que determinan la


instauración de un ordenamiento.
 Hay que establecer la valoración del Derecho como bien en sentido económico
(en sentido no jurídico).
 Hay que hacer el análisis de la necesaria relación funcional entre el Derecho
entendido en abstracto como tutela jurídica e interés económico jurídicamente
protegido.

Referente a lo anterior, cabe mencionar que se han considerado como acciones


económicas sólo aquellas que tienen por objeto la adquisición o circulación de bienes
materiales, y en las cuales los medios son adecuados a los fines de esta especie.
Así es como la contribución del Derecho moderno en el ámbito de la Economía
debe consistir, según Bentham, como "principio de utilidad", en el principio de
organización de la sociedad de modo que logre la máxima felicidad para el mayor número
posible. Decimos lo anterior, porque actualmente el Derecho más que ser un conjunto de
conexiones individuales, lo es de conexiones sociales. Es por ello, que toda actividad
económica deberá ser regulada por el Derecho, ya que al ser toda actividad económica de
trascendencia humana, tiene un carácter social que exige la presencia del Derecho. La
Economía puede encontrar en el Derecho un asiento y una seguridad que facilite la
realización de la actividad económica mediante un conjunto de reglas de Derecho. El
Derecho, como bien económico, muestra su vocación para organizar la actividad
económica tanto en su aspecto de ser cauce para la circulación de los bienes y para la
creación de riqueza como para establecer las reglas del juego, para que no se lesionen
entre sí los intereses contrapuestos entre los hombres y los grupos sociales.

De esta manera, el Derecho reintegra y coordina las dispersas particularidades


económicas, introduciendo disciplina y ordenación. La certeza jurídica es el reflejo de
una certeza conseguida en la misma esfera económica, un verdadero y típico ejemplo de
nacimiento del instituto jurídico del hecho económico. La Economía en sus relaciones
con el Derecho adquiere un perfil jurídico basado en la certeza que permite que su
actividad dirigida a la creación y circulación de riqueza se desenvuelva dentro de los
intereses de seguridad, de justicia y de libertad.

El problema de la relación entre Economía y Derecho está ligado a una nueva


fase histórica, a la revolución industrial y a sus consecuencias en el plano político, social
y económico. Paralelamente se ha ido alcanzando una progresiva realización de la
personalidad humana, que primero se afirma en el plano moral y después en el formal
jurídico y, en fin, en el económico social.

Es por ello, que la valoración jurídica debe enfocarse siempre buscando la


realización del bien común social que conlleva el cumplimiento y la satisfacción de las
necesidades humanas para que el hombre alcance a plenitud sus fines. De aquí que toda
valoración económica debe hallarse en última instancia subordinada al criterio jurídico
que establezca el ordenamiento nacional que, sin duda, habrá de responder a las
exigencias supremas de la vida humana.

De esta manera es como Lino Rodríguez-Arias define al Derecho como el


portador del universal jurídico capaz de ordenar las particulares relaciones económicas,
haciendo de ellas un ordenamiento que se asienta sobre una base moral. La Economía es
sólo una parte de la materia regulada por el Derecho. En todo tiempo y en todo lugar,
desde que existe la vida social, que es como decir la convivencia, la actividad económica
ha sido en alguna forma regulada por el ordenamiento jurídico, el cual, en su esencia, no
consiste tan sólo en códigos y leyes, que incluso pueden faltar y de hecho faltan por
completo en ciertas fases jurídicas, sino en las limitaciones de la conducta recíproca, en
las pretensiones y obligaciones correlativas. Estas no pueden faltar jamás, porque en tal
caso faltaría la convivencia, es decir, la vida.[9]

Así, tanto el Derecho como la Economía encuentran su propia unidad en el


elemento común de la sociabilidad o, más exactamente, en la misma existencia concreta
y real, en su estructura. Porque el Derecho es la misma estructura, o la expresión de la
exigencia de normatividad jurídica de la existencia concreta y real y, por este motivo,
también de la Economía. Para alcanzar un fin particular querido por la voluntad
individual, el Derecho es la ciencia formal y la Economía la ciencia material de la
sociedad. El Derecho constituye el instrumento que coadyuva no sólo a la distribución de
la riqueza sino a un progresivo aumento de su producción, desde el momento que al
estructurar jurídicamente los procesos de la Economía vienen a establecer una sociedad
normativamente ordenada y, por consiguiente, logra un ordenamiento de Derecho que
aspira constantemente a alcanzar una más justa convivencia humana. El Derecho a través
de su normatividad, construye con carácter obligatorio el caparazón que salvaguarda e
impulsa la vida económica, claro es que respetando su autonomía a fin de que fluyan
libremente la producción, la distribución y el consumo de los bienes. Por su parte, la
finalidad de la Economía es la producción para consumir; mantener una Economía de
productores. La Economía es hecha para el hombre y no el hombre para la Economía, la
Economía tiene por fin el hombre, que es ordenada a la naturaleza humana encarnada en
la persona y que esta tiene por fin último la bondad y la solidaridad.

Por ello, el marxismo nos ha erigido como ley universal, que el hombre está
sometido al determinismo económico, con lo cual su libertad no es más que una palabra
vacía. Así es como J.B. Say, asigna como materia a la Economía "el conocimiento de las
leyes naturales y constantes sin las cuales las sociedades humanas no podrían subsistir".
Desgraciadamente el resultado del imperio de la ley de la oferta de la demanda no ha sido
tan satisfactorio como se esperaba pues el liberalismo nos ha instaurado una sociedad en
desequilibrio por la que ciertos miembros eliminan a los otros, es decir, los más fuertes,
los más audaces y los más imprecisos y, a veces también los más trabajadores, hacen
desaparecer a los más débiles, a los más honestos y a los más vagos, habiéndose creado
una imagen de sociedad injusta, que hubiera sido posible corregir con la existencia de un
Derecho rector inspirado en los principios del Derecho natural.

Se ha sugerido correr el riesgo de que el gobierno del mundo quede en manos de


los expertos de la Economía que instrumentalicen el Derecho para concebir una nueva
explotación del ser humano, cuando lo normal y lo justo es que el ordenamiento jurídico
inspirado en la moral controle y encauce la Economía al servicio del fin del hombre.
Porque el Estado es el garantizador del bien común, y, por lo tanto, habrá de poner
cuidado en discernir entre el servicio social que debe prestar toda actividad económica y
el beneficio a obtener de la misma, cuidándose en que este sea el resultado de un auténtico
esfuerzo productor en el sentido del bien honesto y que responda a las exigencias de los
fines humanos entre los cuales los bienes materiales representan su instrumento, a cuyo
fin el Estado, fiel a su misión, no deberá sobrepasar una filosofía de la naturaleza
humana.[12]

Tomar conciencia de lo anterior exige tener muy claro que el desarrollo


económico debe estar en función de la persona humana y del progreso social,
promoviendo al hombre y a todos los hombres, esto es, a la humanidad entera, a fin de
construir una Economía del orden humano, en la cual una masa de bienes conseguida al
máximo, sea repartida según el orden de urgencia de la vida de todos y no de acuerdo a
la jerarquía de las capacidades de pago. Es por esto que defendemos una "Economía de
necesidades", conforme a las exigencias de la persona humana y de la colectividad, que
ascienda, dentro de una jerarquía de valores, de las necesidades de subsistencia a las de
superación: amor, amistad, solidaridad, trabajo.

De allí que propiciemos una sociedad en que el objetivo sea alcanzar la felicidad
del hombre dentro de un ámbito de libertad atendiendo a la más elevada calidad de vida,
contemplada la productividad subordinada siempre a la obtención de los valores
humanos. Ante todo hay que rescatar al ser humano de la miseria y también del desorden
y de la pereza y de la obsesión de hacer dinero. Aspiramos a un hombre situado en sus
comunidades, rodeado de su familia, de sus amistades, de sus compañeros de trabajo, de
sus compañeros de partido.

Al no obtener la satisfacción de las necesidades primarias, es natural que surja el


descontento, produciéndose pánico y la desorganización social. Se requiere provocar
la adecuación entre Derecho y Economía, dentro de un clima de correspondencia,
respetándose las autonomías respectivas de acuerdo a su ordenación jerárquica para que
puedan contribuir dichas ciencias a la consecución de los fines humanos. Porque tanto el
Derecho como la Economía justifican su existencia en función del hombre, ya que
estimular el consumismo de nuestro tiempo, supone seguir propiciando el caos en que
vivimos. En este sentido, el Derecho es el instrumento al servicio de la comunidad social
para ordenar la Economía a la realización del bien común. Para comprender la relación
entre el Derecho y la Economía, es necesario saber que la ciencia económica es un
desprendimiento del Derecho y este a su vez de la filosofía. Las primeras reflexiones
sobre temas económicos estuvieron relacionadas con temas de justicia.

III. COMO PODEMOS OBSERVAR EL DERECHO Y LA ECONOMÍA SON


CIENCIAS TOTALMENTE AFINES

La Economía no es algo ajeno al Derecho y para entender la correlación que


existe entre estas dos áreas del conocimiento debemos empezar por reconocer que muchos
actos jurídicos; como el robo, la compra, el contrato y la propiedad antes de pertenecer al
Derecho, pertenecen al campo de la Economía y si definimos que son actos económicos
todos aquellos mediante los cuales los hombres tratan de satisfacer sus necesidades,
encontraremos una sucesión de fenómenos que finalmente nos llevarán a sacar una
conclusión basada en que la Economía no basta para poner orden entre los hombres y
satisfacer así lo que constituye la necesidad suprema del individuo y de la sociedad, razón
por la cual nace el Derecho con el propósito de implantar normas que regulen la
convivencia humana y garantice los derechos de cada uno de los pertenecientes a la
sociedad.[13]
Mucho de lo que los abogados y jueces hacen tiene implicaciones económicas.
En sus labores como fiscales, jueces y frecuentemente como legisladores, los
conocimientos de Economía evitan que tomen decisiones equivocadas e instrumenten
políticas dañinas para la sociedad. Por ejemplo, cuando ocurre un desastre natural, los
precios tienden a dispararse.

En estos casos la gente debe hacer menos uso de los recursos escasos y los
fabricantes deben producir más. Un incremento en los precios de esos productos evita su
consumo exagerado y también fomenta los aumentos en la producción. El abogado que
se gradúe sin tener conocimientos económicos fundamentales no entiende las leyes tan
bien como sus colegas con entrenamiento en Economía. Aquí se aprecia la importancia
de la materia de Economía.

IV. RELACIÓN DE LA ECONOMÍA CON EL SISTEMA JURÍDICO

Como ya se ha explicado anteriormente, la Economía es una asignatura que se


envuelve en todos los ámbitos de la vida, desde el más simple hasta el más complejo y
avanzado. Lo mismo pasa al hablar de Derecho. A decir verdad la Economía guarda
amplia relación con el Derecho, de hecho existe una que engloba las dos cuestiones y se
llama Derecho Económico. El Derecho Económico, tiende a sacar a flote los detalles más
íntimos que pueden existir entre la Economía y todo el sistema jurídico de un país. La
primera relación entre estas disciplinas consiste en que la Economía se enfoca
principalmente en las relaciones de intercambio. Y el intercambio sólo es posible con
base en el derecho de sobre lo que se intercambia y del marco jurídico-legal que rige y/o
protege la transacción subyacente.

Por tanto, la primera relación entre el Derecho y la Economía se da cuando para


realizar una actividad económica, se debe contar con aprobación legal dentro de un marco
jurídico, creado para regular las transacciones y el comercio. Para implementar un plan
económico o un modelo económico, se tienen que seguir una serie de pasos que se
relacionan íntimamente con el sistema jurídico. Es más, la misma Constitución indica
estos pasos. En principio, el Poder Ejecutivo implementa un plan o paquete económico,
es decir, la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos, donde muestra sus objetivos
económicos para un posterior de tiempo (un año), también escribe los instrumentos que
utilizará para lograr sus pretensiones. Enseguida, el paquete económico formulado, se
manda al Poder Legislativo para su revisión. Por último, antes de una aprobación de un
paquete económico (o de cualquier ley), se debe de analizar su perfecta coordinación y
ensamblaje con otras leyes, primordialmente con la Constitución. Si existiera una
contradicción, se declararía una ley inconstitucional, se remitiría a una nueva revisión y
posteriormente a su modificación.

Existen otras relaciones, por ejemplo, la Economía se relaciona directamente con


la ecología y el medio ambiente. Existen leyes sobre el medio ambiente y existen los
llamados delitos ecológicos. Por tanto, la Economía se relaciona con las leyes, el aparato
judicial, o sea, el sistema jurídico. La Economía dicta los impuestos que se pagarán al
gobierno por alguna actividad económica. Las leyes existen para regular estos impuestos
y para velar que su cumpla con su pago. Por consiguiente, la Economía se relaciona y
depende del sistema judicial. Por lo tanto, para que la Economía de un país sea estable y
prometedora, la confianza de los inversionistas debe de ser alta. La inseguridad provoca
la desconfianza de las empresas e inversiones. Las leyes están hechas para que la
inseguridad disminuya. Pues, la producción y el nivel de inversión de un país dependen
en gran medida de la eficacia de su sistema jurídico. Por su parte, el Presupuesto de
Egresos de un paquete económico indica, cuánto podrá gastarse en sueldos y nuevas
tecnologías para el sistema judicial de un país, y como la tecnología ayuda a ser más
productivos, según el sistema capitalista actual, entre más dinero exista más tecnología,
y entre más productividad más eficacia. Por tanto, la Economía puede definir hasta cierto
grado la eficacia de un sistema judicial.

Asimismo, respecto al vínculo de la Economía con el Derecho se plantea que


para capturar todas las ganancias del comercio se requiere un orden legal y político que
garantice la ejecución de los contratos, proteja los derechos de propiedad, desarrolle los
acuerdos hipotecarios, permita la responsabilidad limitada de las empresas y facilite el
uso extendido y perdurable del mercado de capital que hace más líquidas las inversiones
y los préstamos. Un efectivo análisis económico del Derecho garantiza la seguridad
jurídica de un país. El análisis económico permite el estudio del impacto de variables
económicas tales como las restricciones presupuestales, el empleo, los precios, los
subsidios, entre otros; analiza el impacto sobre el ejercicio de Derecho y su contenido;
para ello, utiliza los paradigmas económicos sobre eficiencia, costo-beneficio, teoría de
precios, buscando un equilibrio entre el ejercicio de los derechos individuales y
colectivos, y la dinámica de una Economía de mercado. En tal sentido, la exigencia que
la sociedad hace a los jueces para que efectúen ejercicios de asignación de derechos frente
a las restricciones económicas y jurídicas cotidianas, son un reto para la ciencia jurídica;
a partir de este escenario la ciencia jurídica debe incorporar de manera crítica los nuevos
paradigmas del Derecho.

De tal manera que el ejercicio del Derecho habrá de limitarse al análisis contable
de la capacidad de gestión eficiente en el marco de la “Economía de mercado”, y es
entonces la capacidad monetaria la que liga el Derecho formal con la realidad material.
Así es como la teoría law and economics tiene como idea central que las normas jurídicas
generan costos y pueden procurar beneficios, de modo que la creación de normas y su
aplicación debe ser decidida en función de su eficacia económica. De esta manera, la
globalización del Derecho, es estudiada en el ámbito específico del Estado-Nación, sus
instituciones jurídicas terminaron siendo reducidas progresivamente al número de normas
y títulos legales y se volvieron más ágiles y flexibles en términos procesales. Desde luego,
el Estado continuó legislando inclusive en materia económica, financiera, monetaria,
tributaria, de seguridad social, laboral, civil y comercial.

Posteriormente, otra relación entre el Derecho y la Economía se vió reflejada en


el “movimiento Derecho y desarrollo”, cuyo origen data de los años sesenta, bajo la
influencia de los planes de intervención de los Estados Unidos en el Tercer Mundo y que
en el caso concreto de América Latina se denominó “Alianza para el Progreso”, que
consistió en elaborar políticas para promover el desarrollo a través de la influencia en las
instituciones jurídicas. Luego, en los ochenta, el tema adquirió relevancia con la
consolidación de la corriente conocida como “Nueva Economía Institucional” (NEI) y su
influencia en los programas del Banco Mundial y sus sucursales regionales, que asumen
el concepto según el cual es necesario construir un verdadero Estado de Derecho como
condición para el desarrollo económico con base en el mercado. Así, otros organismos
internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) influyen en gobiernos y organismos ligados
al gran capital en los países centrales que han coincidido en que el progreso económico a
través del mercado requiere el establecimiento de un marco legal y judicial que lo
posibilite.
En resumen, la Economía es la base material de las relaciones sociales, por lo
que existe una relación interactiva entre Economía y Derecho. Si bien las relaciones
sociales, que están determinadas por las relaciones de producción, generan las normas
jurídicas que las consagran, como la propiedad, el contrato, etc., el Derecho
puede reactuar sobre aquellas, para modificarlas.

V. CONCLUSIONES

La Economía posee conceptos integrantes, que van direccionados hacia la


satisfacción de las necesidades del hombre, que a su vez llevan a la sociedad a un desorden
o caos que pretende solucionarse a través del Derecho.

La Economía no basta para poner orden entre los hombres y satisfacer así lo que
constituye la principal necesidad del individuo y de la sociedad, razón por la cual nace el
Derecho con el propósito de implantar normas que regulen la convivencia humana y
garantice los derechos de cada uno de los pertenecientes a la sociedad.

La Economía y el Derecho han trascendido en la sociedad y se deben analizar en


conjunto, pues muchos actos que son vistos sólo por el lente de lo jurídico tienen su origen
y su explicación más en el campo económico.

La autoridad de las leyes es un requisito necesario y suficiente para construir una


economía de mercado exitosa, por tanto los actores económicos deben operar dentro de
un marco jurídico que asegure la captación ordenada de beneficios.

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


 CARNELUTTI, Francesco. Cómo nace el Derecho. Editorial Temis. Bogotá,
2004.
 KALMANOVITZ, Salomón. Las instituciones, la ley y el desarrollo económico
en Colombia. Documento en Internet en el sitio del Instituto Internacional de
Gobernabilidad.
 MARTÍNEZ Coll, Juan Carlos. Enciclopedia y Manual de Economía.
200 Grandes Economistas. 2001.
 ROBBINS, Lionel. An Essay on the Nature and Significance of Economic
Science. Macmillan and Co. London, 1945. 160 Pp.

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