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ARTHUR ANDERSEN

1 Arthur Andersen LLP fue una empresa fundada en 1913 que llegó a

convertirse en una de las cinco mayores compañías auditoras del mundo, hasta
su práctica desaparición en 2002 a raíz del escándalo Enron. Su sede se
encontraba en Chicago. Además de la auditoría, ofrecía servicios de consultoría
y asesoramiento fiscal y jurídico.

Arthur Andersen fue fundada en 1913 por Arthur Andersen y Clarence DeLany
bajo la denominación «Andersen, DeLany & Co.» Andersen era por aquel
entonces catedrático de finanzas empresariales en la universidad Northwestern
University (cerca de Chicago). Su primer cliente fue la empresa cervecera Schlitz
Beer Company, de Milwaukee, ciudad situada al norte de Chicago. En 1918 el
nombre de la compañía fue sustituido por Arthur Andersen & Co.

El final de Arthur Andersen como una gran compañía ocurrió cuando la empresa,
auditora de Enron Corporation, fue sentenciada por los tribunales federales
de Houston el sábado 16 de junio de 2002 por delitos de obstrucción a la justicia,
y de destrucción y alteración de documentos relacionados con la quiebra de
Enron y las irregularidades cometidas por dicha corporación. La multa impuesta
fue de poca cuantía, unos 500 000 dólares, pero además se privó a la compañía
de poder seguir ejerciendo sus funciones de auditoría y asesoría para las
sociedades registradas en la bolsa de valores de los Estados Unidos.

2 Esto motivó el cese de casi todas sus actividades. A partir de entonces, las

sociedades de Arthur Andersen en los diferentes países se fueron disolviendo y


sus equipos profesionales se fusionaron o fueron absorbidos por otras empresas
del sector.
ENRON es uno de los fraudes empresariales más conocidos a nivel mundial,
por malos manejos contables y financieros, así como por una inadecuada
administración de los recursos energéticos que manejaba. Enron fue auditada
por una de las mejores empresas en este rubro: Arthur Andersen, quien
mostraba informes de grandes ganancias por parte de Enron, cuando realmente
la deuda que presentaba esta empresa era mucho mayor a las ganancias que
obtendría.

Es así como Enron se va a la quiebra, tanto por sus malos manejos como los
fraudes realizados, viéndose perjudicados, a causa de ello, sus empleados, sus
accionistas y otras empresas vinculadas.

La reputación de Enron comenzó a caer cuando salió a la luz los rumores de


pago de sobornos y tráfico de influencias para obtener contratos en ciertos
continentes.

Enron manejaba, en su mayoría, transacciones a largo plazo, de las cuales hacía


referencia que estaban perdiendo su valor, lo cual era un engaño. Para
«maquillar» esto, Enron, trabajaba en conjunto con su empresa auditora, Arthur
Andersen, quien mostraba informes con grandes ganancias, cuando en realidad,
las deudas superaban a gran escala las ganancias.

3 Durante el 2001 apareció un «agujero negro» contable, como resultado de

la mala aplicación de técnicas contables. Como consecuencia de esto, los


precios de las acciones de Enron cayeron hasta llegar a no valer prácticamente
nada (5 centavos).

La Comisión de Reguladora de los Mercados de Valores de USA, iniciaron un


investigación sobre el comportamiento financiero de Enron. Finalmente, Enron
aceptó haber inflado las utilidades, lo que causó que las acciones se precipiten
aún más. Es así como Enron se declara en quiebra el 2 de diciembre del
2001pidiendo protección.
MOTIVOS DEL FRACASO

Primordialmente, el permitir que se disimulen la situación financiera de Enron,


mostrar utilidades engañosas, en vez de la deuda real que presentaba la
empresa
Falta de responsabilidad por parte de sus directivos, ya que aprovecharon su
poder para cometer fraudes y realizaron un mal uso de los recursos.
Liberalismo por parte del gobierno estadunidense, ya que dejo que se realice la
distribución de energía como cualquier otro producto, sin prestar atención del por
qué el gran crecimiento que habían tenido Enron a corto plazo.

4 Poca preocupación y supervisión por parte de los bancos de inversión y

agencias de calificación de riesgos.

Los pagos sobornados y contrataciones influenciadas en diversos países donde


estaban presentes.

Remuneraciones desproporcionadas a beneficio de los altos cargos y venta de


acciones a precios menores al mercado.

La evidente relación existente entre Enron y el poder político, pues la Casa


Blanca aceptó las reuniones con la empresa, mas no los acuerdos realizados.

El apoyo de su auditora Arthur Andersen para disfrazar la deuda de la empresa,


a cambio de un gran beneficio económico.

5 El 31 de mayo de 2005 la corte suprema de Estados Unidos, a raíz de una

apelación por parte de Arthur Andersen, absolvió a la compañía basándose en


la vaguedad de las pruebas presentadas por la acusación, estimando además
que el jurado del juicio condenatorio estuvo «aleccionado» por la fiscalía para
culpabilizar a la auditora «por destruir papeles, incluso si no hubiera ánimo de
obstruir a la Justicia». Sin embargo, la compañía no pudo recuperarse de la
pérdida de prestigio y capital humano y fue incapaz de retomar la actividad
profesional anterior, ni siquiera a menor escala.1

Arthur Andersen no fue disuelta y continúa operando el centro de conferencias


Q Center, en St. Charles, Illinois (Estados Unidos), utilizado para conferencias y
cursos de formación de diversas consultoras y auditoras
(principalmente Accenture).2
6 Desmantelamiento de la firma
En España, la compañía había integrado en los últimos años de existencia el
despacho Garrigues & Andersen. Tras la disolución de Arthur Andersen, el
equipo profesional de auditoría y de asesoramiento fiscal se integró en Deloitte,
mientras que el departamento de asesoramiento jurídico recobró su
independencia como Garrigues.

En Argentina se fusionaron con E & Young y formaron uno de los estudios de


auditoría más grandes del país.[cita requerida]En Chile ,bajo el nombre de Langton
Clarke, se fusionaron con Ernst & Young y formaron la mayor auditora del país,
con una participación de mercado entre 35 % y 40 %. En México, la firma era
representada por Ruiz, Urquiza y Cía, S.C., y se integró en Deloitte. En Perú, el
representante era Medina, Zaldívar y Asociados S. C., quienes al ver el
desprestigio inminente de la firma negociaron hábilmente la representación de
Ernst & Young, representada en ese entonces por la firma Alonso y Asociados.

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