You are on page 1of 19

SINTESIS

SEGUNDO
PERIODO
SEXTO A Y B
EL ARGUMENTO

¿Qué es un argumento? A continuación encontrarás las claves para comprender,


de un modo fácil y sencillo, en qué consiste este concepto. Para los monjes y
sacerdotes medievales, un argumento era una disputa entre dos personas, cada
una con una postura diferente, que se definía de un modo verbal o escrito. Esta
referencia nos da una pista acerca de lo que es un argumento. Sin embargo,
atendamos a la siguiente definición:

Un argumento es ofrecer, ya sea de forma oral o de manera escrita, un conjunto


de razones o pruebas que tienen por fin sustentar una conclusión.

Según esta idea, se puede decir que un argumento consta de dos partes
claramente diferenciadas:

I. Las razones o pruebas que también reciben el nombre de premisas ya que


son anteriores a la conclusión.
II. La conclusión que es una afirmación que se prueba y es sustentada por las
premisas.

En un argumento, la relación que se establece entre ambas partes es condicional.


Esto quiere decir que las razones o las pruebas son condición de la conclusión. En
otras palabras, sin las premisas no sería posible afirmar la conclusión. Veamos
dos ejemplos de argumentos:

Ejemplo 1

Si tenemos en cuenta que el número cuatro (4) es mayor al número tres (3) y que
cinco (5) es mayor que cuatro (4), entonces podemos afirmar que cinco (5) es
mayor que tres (3).

Las premisas son: “el número cuatro (4) es mayor al número tres (3)” y “cinco (5)
es mayor que cuatro (4)”

La conclusión es: “cinco (5) es mayor que tres (3)”

La infografía

El término infografía es un vocablo que se refiere a una clase de gráfico que tiene
como objetivo ofrecer, por medio de imágenes, esquemas, dibujos o diseños,
información variada. Aunque por lo general las infografías complementan el
cuerpo del texto, pueden contener en sí mismas la información completa que el
lector necesita para comprender un tema. Se considera una manera más atractiva
de comunicar, ya que pretende llamar la atención de quienes la observan,
partiendo de un buen uso de colores, imágenes explicativas y fáciles de
comprender. Sumado a lo anterior, se apoya en breves textos que hacen más ágil
y dinámica su lectura.
Características de la infografía

 La información debe ser suficiente y completa para que el lector tenga una
visión completa de lo que se presenta.
 Los elementos icónicos deben estar relacionados con los textos utilizados.
 La presentación en general no debe contener errores que generen, en
quien la ve, desconfianza e inseguridad respecto al producto.

Partes de una infografía

 Titular: presenta la información visual y textual que se presenta en la


infografía. Es concreto y directo.
 Texto: muestra en forma breve la explicación para entender lo que la
imagen no puede decir.
 Cuerpo: contiene la información visual que se presenta por medio de
imágenes, mapas, cuadros estadísticos, diagramas y tablas. Presenta una
imagen central que se destaca por su ubicación o tamaño y de la cual se
desglosan otros gráficos o textos.
 Fuente: señala de dónde se obtiene la información presentada.
 Crédito: menciona al autor o autores de la infografía. Debe ir con una
tipografía de menor tamaño y en un punto que no distraiga la atención del
lector.

Tipos de infografía

 Gráficas: proporcionan información estadística y numérica. Se clasifican en


gráficos de barra, de torta y de línea.
 Tablas: cuadros fáciles de entender, en los que se presentan datos
descriptivos o comparativos.
 Mapas: proporcionan la ubicación de un lugar en particular. Ofrecen la
indicación de los puntos cardinales y sitios claves.
 Diagramas: permiten mostrar el funcionamiento de algún objeto o la
relevancia de un acontecimiento.

Elementos de la comunicación

Existen diversas formas de comunicarse entre los seres humanos, ya sea por
medio de la palabra (escrita o hablada), la imagen, los gestos, las señas, etc. Se
puede llevar a cabo una acertada comunicación si participan durante el proceso
los siguientes elementos:

La literatura ofrece una serie de relatos acerca de las hazañas de grandes héroes
históricos o ficcionales. La mayoría de estos héroes, pese a tener en muchos
casos un desenlace trágico, poseían destrezas físicas y morales, superiores a las
humanas, que los beneficiaban en las cruentas batallas que libraban contra otros
hombres, seres fantásticos o divinidades. Por otro lado, los protagonistas de estas
historias eran paladines que blandían armas singulares y únicas.

Los héroes griegos y sus armas

Los grandes héroes de occidente provienen de la literatura griega del siglo VIII a.
C., es decir, de las grandes epopeyas atribuidas al poeta Homero: la Ilíada y la
Odisea. En la Ilíada, el narrador le da un descanso al lector en medio de la batalla,
describiendo de forma detallada el escudo que ha sido forjado por los dioses para
Aquiles. Es decir, usa la écfrasis, una figura literaria que, lejos de hacer el simple
inventario de los materiales del objeto, ofrece una detallada descripción de los
elementos internos de este. En consecuencia, el arma adquiere un carácter
prodigioso, pues en ella se describe el cosmos y los microcosmos de la Tierra,
en otras palabras, la cosmovisión del poeta.

El escudo de Aquiles: hijo de Peleo y de Tetis, y biznieto de Zeus (jefe de los


dioses del Olimpo), fue educado por el centauro Quirón. Debido a su excelente
formación, Aquiles participó en la Guerra de Troya. En ella, se destacó por su
agilidad física, su inteligencia y por su armadura y escudo, forjados por Hefesto,
dios griego del fuego, la forja y las artes del metal.
“Cinco eran las capas del escudo, en el que hacía sus obras de arte con ingeniosa
inventiva. Allí cinceló la tierra; allí, el cielo; allí, el mar; el sol infatigable, la luna
llena; allí, las constelaciones todas, de que el cielo se corona: las Pléyades, las
Híades y la fuerza de Orión; la Osa, a la que llaman Carro por otro nombre; ella
gira sobre sí misma y contempla a Orión: solo ella no tiene parte en los baños del
océano. Allí representó también dos ciudades de hombres mortales, ciudades
hermosas las dos”.

Ilíada, XVIII, 478.

El escudo representaba los círculos más amplios conocidos por el hombre: la


tierra, el cielo y el mar. Así, el sol marcaba los días, la luna los meses y las
constelaciones señalaban las estaciones que determinaban el trabajo en el
campo; mientras que Orión, la estrella del norte, guiaba a los navegantes. Como
podemos ver, el cosmos determinaba los ritmos y el devenir del hombre. Más
adelante, en la descripción del escudo, las ciudades representan la paz y la
guerra: la ciudad en paz alberga a habitantes que comparten en festines e
imparten justicia, en tanto que la ciudad en guerra se halla asediada y los
invasores buscan venganza.

El mito

Un mito es una narración sagrada que transcurre en un tiempo anterior al hombre


y que explica sucesos y fenómenos naturales. Así, un mito puede ser contado
para explicar por qué llueve, por qué el cielo está sobre la tierra o por qué hay
montañas o lagos. La historia que leíste, A las puertas del Olimpo es, en ese
sentido, un mito, porque explica el origen de la tierra, de los mares, de los seres
humanos e, incluso, el de los males y las enfermedades que los afligen.

Los mitos se han recogido en grandes grupos de narraciones, conocidas como


mitologías. Estas se originaron al agruparlos de acuerdo con la cultura o la
civilización que las produjo. Como se sabe, cada cultura creó su propio sistema de
mitos, y cada uno tenía una serie de personajes recurrentes, bien fuesen dioses,
héroes o criaturas.

Las funciones del mito

¿Para qué sirven los mitos? Hemos dicho que los mitos se cuentan de generación
en generación para transmitir un saber, pero ¿qué quiere decir esto? Pensemos
en una comunidad cualquiera en donde los adelantos científicos aún no han
explicado fenómenos que probablemente ya son conocidos en la actualidad, como
que hay ciertos momentos del año llamados estaciones en los que el clima varía
por el movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Supongamos que esta comunidad
empieza a ver que hay períodos del año en los que la tierra se seca y ninguna
planta parece crecer. ¿Qué explicación crees que le darían?

Perséfone y la cosecha

Las estaciones, por ejemplo, son el tema del mito de Deméter y Perséfone en la
mitología griega. Los antiguos griegos creían que un día Hades, el dios de la
muerte, raptó a Perséfone y la llevó a su palacio en el inframundo. Su madre, la
diosa de la cosecha, Deméter, vagó por toda la tierra, llorando y buscando a su
hija, pero como no la encontraba, impidió que las plantas crecieran y que no
hubiera frutos u hojas en el mundo. La tierra, entonces, poco a poco empezó a
secarse. Zeus, al ver que todo se marchitaba, decidió pedirle a Hades que
regresara a Perséfone a la tierra, pero —así arguyó el dios del inframundo— como
Perséfone había comido seis semillas de granada ya no podía pasar todo el
tiempo con su madre. Desde entonces, Perséfone pasa seis meses del año con su
madre y la tierra florece y da frutos, y luego baja al inframundo seis meses (uno
por cada semilla que comió) en los que la tierra se marchita.
La leyenda

Al igual que un mito, una leyenda es una narración popular que se transmite por
medio de la tradición oral y que busca explicar el origen de las creencias de los
pueblos, del poder de ciertos elementos naturales o de las costumbres de un
pueblo en especial. Generalmente, las leyendas pueden estar ubicadas en un
espacio geográfico específico y en un tiempo histórico que si bien es lejano, puede
ser rastreado. Las leyendas narran las historias de seres humanos que se
enfrentan a mundos y personajes sobrenaturales, en busca de alguna satisfacción
personal. No obstante, este acto “individual” termina por transformarse en un bien
para la comunidad, ya sea porque lo que el héroe consigue le dará un beneficio a
sus compañeros, o porque su acto se convierte en un ejemplo de conducta, bien
sea positivo o negativo.

Funciones de la leyenda

Al igual que el mito, una leyenda tiene como objetivo principal explicar el origen de
ciertos elementos del mundo y la relación del hombre con ellos. Asimismo, las
leyendas también pueden narrarse para:

 Transmitir un conjunto de conductas heroicas o devocionales: las


leyendas pueden enseñar cómo comportarse de acuerdo con una creencia
específica.
 Transmitir un conocimiento histórico: gracias a que la mayoría de las
leyendas poseen un trasfondo histórico, ellas pueden evidenciar algún
suceso histórico de la comunidad a la que pertenecen.

Diferencias entre el mito y la leyenda

Los mitos y las leyendas pueden poseer muchas similitudes, hasta el punto de que
su diferenciación ha sido siempre un gran problema para algunos antropólogos e
investigadores de la literatura. En el cuadro encontrarás algunas características
que los diferencian.

La epopeya

La epopeya es un subgénero literario del género épico, que narra extensamente


las aventuras y las travesías de un héroe, muchas veces con una temática
mitológica. Puede ser escrita en prosa o en verso largo.

Aunque no es claro cuál es el origen de la epopeya, la obra más antigua de este


género que se conserva es La epopeya de Gilgamesh, de la civilización sumeria,
pues data del año 2000 a. C. La historia narra las diferentes aventuras del rey
Gilgamesh en busca de la gloria y la inmortalidad.
Junto al poema de Gilgamesh, existen otras epopeyas que son representativas del
género, como la Ilíada y la Odisea. Su creación la debemos a Homero , el más
famoso poeta de la Grecia clásica. Las dos epopeyas narran, respectivamente, la
cólera de Aquiles, un feroz guerrero griego que combate en Troya durante el
último año de la guerra, y el regreso de Odiseo, otro héroe griego, a su país natal
luego de la guerra.

Las características de la epopeya

Como cualquier género literario, la epopeya posee ciertas características que


fueron evolucionando a lo largo de los años. A continuación, puedes ver una lista
de algunas de ellas.

 Su historia es extensa, pausada y repetitiva.


 Se ocupa de seguir uno o varios héroes en sus peripecias y aventuras.
 El espacio de la narración generalmente abarca muchos países, incluso se
puede hablar del mundo

¿Qué es el adjetivo?

Es la palabra que amplía o precisa el significado de un sustantivo agregando una


cualidad o un estado. Por ejemplo:

Palacio. Sustantivo. Casa de vivienda de un rey o persona prestante.

Palacio nuevo: el adjetivo nuevo agrega información sobre el estado del palacio.

Palacio lujoso: el adjetivo lujoso indica una cualidad que tiene el palacio.

También son adjetivos los que indican origen o procedencia. Por ejemplo:

Un palacio ruso.

Morfología del adjetivo

En cuanto a su forma, los adjetivos admiten variación de número y de género en


su morfema, igual que los sustantivos. Por ejemplo:

Los adjetivos concuerdan con el sustantivo en género y número. Por ejemplo:

Algunos adjetivos pierden una o más letras cuando anteceden al sustantivo. En


estos casos, se dice que el adjetivo está apocopado. Por ejemplo:

Mariscal grande - Gran Mariscal Baile bueno - Buen baile

Función del adjetivo

Sintácticamente, los adjetivos, casi siempre, van junto al sustantivo. Por esta
razón, aparecen modificando el núcleo (N) de la frase nominal (FN) o en una frase
preposicional (FP). Por ejemplo:
Posición de los adjetivos

 Los adjetivos pueden ir antes o después del sustantivo. Por ejemplo:

El mayor esplendor. El esplendor mayor.

 Pueden ir unidos al sustantivo por medio de un verbo. Por ejemplo:

La comunicación está cortada.

El uso del adjetivo antes o después del sustantivo, en muchas ocasiones, implica
un cambio de significado. Por ejemplo:

No es lo mismo decir: son grandes hombres que son hombres grandes.

USO DE LAS PALABRAS A VER, HABER

Haber es una palabra y a ver son dos, pero muchas personas tienden a confundir
sus significados y como resultado las escriben de manera incorrecta. Es muy
común no saber en qué contexto se debe escribir un término o el otro. Algunos de
los errores más frecuentes que se cometen al confundir ambas palabras son los
siguientes:

 Vamos haber una película en la casa de Andrea el sábado a las ocho de la


noche, ¿quieres venir? Por favor, avísame con tiempo porque no sé si va a
ver espacio en su sala.

La forma correcta de escribir las expresiones anteriores es:

 Vamos a ver una película en la casa de Andrea el sábado a las ocho de la


noche, ¿quieres venir? Por favor, avísame con tiempo porque no sé si va a
haber espacio en su sala.
Se escriben con s

 Las palabras terminadas en -eso, -iso, -uso, -usa.

Por ejemplo: impreso, regreso, aviso, difuso, permiso.

 Las palabras terminadas en -sivo, -siva.

Por ejemplo: comprensivo, expresiva, ofensivo.

 Las palabras terminadas en -ísimo, -ísima.

Por ejemplo: carísimo, lejísimos, lindísima.

 Las terminaciones -osa, -oso.

Por ejemplo: aceitosa, graciosa, escabroso.

 Las palabras terminadas en -sión.

Por ejemplo: depresión, expulsión, revisión.

 Las terminaciones -erso, -ersa, -erse, -enso, -ensa, -esa, -isa.

Por ejemplo: perverso, tersa, extenderse, propenso, hamburguesa, prisa.

 Los gentilicios terminados en -ense y -és.

Por ejemplo: candiense, portugués.


Se escriben con z

Los sustantivos abstractos que terminan en -ez, -eza. Excepto: revés, interés.

Por ejemplo: escasez, madurez, pereza, ligereza, pobreza.

Los adjetivos y derivados que terminan en -az, -izo, -anza.

Por ejemplo: capaz, huidizo, confianza.

Conoce cómo es una historieta protagonizada por un superhéroe

La historieta de aventuras es protagonizada por un héroe valeroso que se enfrenta


a diversos peligros para conseguir su objetivo. Desarrollada hacia la década de los
treinta, con el nacimiento de un estilo realista de ilustración, este tipo de historietas
marcó un hito por representar un adelanto al estilo del cómic al que hoy estamos
acostumbrados. Una de las primeras creaciones, que resulta muy notable dentro
del género de “cómic de aventuras”, es El Fantasma, un relato protagonizado por
un enmascarado. Cuatro años después de la creación del Fantasma aparece
Superman, un ícono de las historietas de aventuras por su éxito y popularidad,
especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, época en la que los
superhéroes de las historietas parecían tomar partido en la lucha bélica.

Algunas características de los superhéroes

1. Su origen está marcado por algún suceso que luego explicará la aparición
de sus superpoderes. Por lo general, estos están encaminados hacia el
cumplimiento de una misión para salvar a un colectivo de las fuerzas del
mal.
2. Siempre tienen dos o más habilidades. Las más comunes son la
capacidad de volar y la fuerza sobrehumana.
3. Defienden valores como la generosidad, el sacrificio, la piedad, etc. Sin
embargo, no solucionan grandes problemas como el hambre o la guerra.
4. Su apariencia física imita los modelos de la Grecia antigua: son
personajes bellos y fuertes.
5. Tienen una identidad secreta tras la que se ocultan. Esta es silenciosa y
paciente, puede parecer contraria a los poderes y gallardía de los héroes.
6. Se enfrentan a un supervillano que tiene características similares pero
enfocadas en la maldad.

El estilo de las historietas de aventuras, protagonizadas por un superhéroe, es


realista y puede presentarse en papel o en formato digital. Por lo general, se trata
de historietas largas que van formando colecciones en las que se siguen una a
una las luchas, derrotas y victorias del héroe. Es común que estas historias tengan
un final abierto, pues de esta manera se da pie, por un lado, a la continuación de
la aventura y por el otro, a la intriga que forma en el lector la espera del nuevo
episodio sobre el héroe.

Cuando un autor quiere crear una historieta, imagina un episodio o la totalidad de


la historia que desea contar. Luego, divide los hechos de la narración en viñetas
en las que se dibujan los espacios, objetos y personajes. El texto se integra a la
historieta mediante el uso de globos, que expresan los pensamientos y palabras
de los personajes, y cartelas que aportan datos del contexto y de la situación.
Finalmente, es recomendable prestar atención a la agilidad de la historia y
reflexionar sobre lo que esperan de ella los lectores interesados en su lectura.

Los animales mitológicos como medio de transporte

Estándar Medios de comunicación

A lo largo de la historia, los animales han acompañado al hombre en su desarrollo,


ya sea como medio para facilitar la caza o como fin para garantizar su alimento. A
los animales se les han concedido también propiedades mágicas y
sobrenaturales, es así como se pueden rastrear sus diversas manifestaciones en
las tradiciones populares y en los mitos de origen de los pueblos. Particularmente,
se les ha designado a las diversas criaturas mitológicas el importantísimo papel de
transportar a héroes y dioses durante peligrosas aventuras en las que su ayuda
resulta crucial.

Pegaso, el transporte de la victoria

Pegaso fue un caballo alado que surgió de la afrenta entre Perseo y Medusa, la
única mortal de las hermanas gorgonas (Esteno y Euríale). Perseo, al mirar en su
escudo, pudo ver el reflejo de la Medusa, evitando la mirada que lo podía convertir
en piedra; de esta manera la decapitó sin sucumbir a sus ojos malignos. Se dice
que del chorro de sangre que brotó de Medusa tras el golpe asestado por Perseo
nació Pegaso y su hermano el gigante Crisaor. Una de las versiones del mito
sostiene que al nacer Pegaso, Perseo montó enseguida sobre su lomo y pudo
escapar de las otras gorgonas. Cabe mencionar que esta criatura era codiciada
por muchos hombres debido a las propiedades mágicas que poseía. A pesar de
que Pegaso fue acosado por los más fuertes en busca de su servicio y
prodigiosidad, el maravilloso caballo alado solo dejaba montar en su lomo a los
hombres de buen corazón.

La escultura es un tipo de expresión artística o arte plástica que, por medio de la


representación, busca significar un pensamiento empleando diversos materiales
con la intención de erigir figuras tridimensionales. La palabra escultura proviene
del latín sculptûra, que es el arte de modelar objetos por medio de diversos
elementos, aunque también corresponde a la pieza elaborada por un escultor. La
escultura hace parte de las Bellas Artes, en las cuales el artista se expresa
elaborando volúmenes y transformando espacios.

En el Paleolítico se desarrollaron las primeras piezas escultóricas que aún se


conservan. En las primeras etapas, el hombre trabajó la piedra y minerales
similares al cuarzo, como materia prima. Posteriormente, cuando desarrolló las
herramientas para cazar y cultivar, comenzó a grabar la piedra en relieve y a crear
figuras ornamentales en huesos de animales, principalmente, formas femeninas
que simbolizaban la fertilidad. Más adelante, la talla evolucionó hasta llegar a
representaciones de figuras animistas que se adaptaban a materiales de hueso y
al modelado en arcilla. Los egipcios, por ejemplo, usaron la escultura en su arte
mortuorio para preservar a sus faraones y dioses, mientras que los griegos
buscaron las perfecciones de las formas en el trabajo del mármol.

Un avance considerable fue la manipulación del metal; al principio, se trabajó con


el bronce y luego el hierro, el cual sirvió para manufacturar herramientas más
duraderas y eficientes y, adicionalmente, obtener un material para recrear nuevas
esculturas. El vaciado en bronce, con base de arcilla, se desarrolló en Grecia y
Roma, y aún hoy se utiliza para hacer piezas de metal. Los celtas, en el siglo V a.
C., a final del período de la Edad de Hierro, ampliaron la decoración de espadas,
escudos, broches, carruajes y otros objetos, en los que se pueden observar
diversos motivos de animales, plantas y figuras humanas.

Elementos para apreciar una escultura

La superficie y los materiales que configuran los cuerpos es muy importante,


porque a partir de ellas entra en juego la percepción táctil, aunque no sea
percibida por la vista: lo blando, lo duro, lo terso, lo áspero; o la percepción visual:
el color, ingravidez o ligereza.

Otro de los elementos importantes es el espacio en el que se encuentra la


escultura, ya que puede estar predeterminado, es decir, que el bloque que se
toma para trabajar es un punto de partida para establecer el espacio. Ejemplo de
lo anterior son las piezas que decoran las columnas o las esculturas religiosas en
las iglesias. En consecuencia, es muy importante la instalación de la escultura y,
por eso, en su contemplación, hay que tener en cuenta la distancia, el punto o los
puntos de vista posibles, la correspondencia con otros elementos artificiales o
naturales del lugar y, en especial, la luz.

Clasificación de las esculturas

La escultura exenta, también llamada de bulto redondo, es aquella que no tiene


contacto con ningún muro o pared; es un volumen independiente de cualquier
superficie, excepto por la base en la que se asienta, y admite un desplazamiento
visual a su alrededor para ser contemplada. Algunas veces está incorporada a la
arquitectura, con la que establece relaciones representativas, pues por medio de
la escultura se sugieren funciones o valoraciones de la arquitectura, y
ornamentales, ocupando ciertos espacios, que determinan el aspecto del edificio.
Por ejemplo: las figuras de dioses antiguos, que son compactas, macizas y de
materiales duros que se encuentran en templos o centros funerarios.

El relieve es otra forma escultórica: existen altorrelieves, donde las figuras


sobresalen de un fondo plano, y bajorrelieves, en cuyo caso el grosor es inferior a
la media figura, determinado más por las reglas de la pintura que de la escultura.

Para mantener su legado después de la muerte, muchos emperadores o reyes


mandaron construir obras monumentales.

Técnicas

En la escultura se incluyen las siguientes técnicas:

Los burgueses de Calais de Auguste Rodin.


Auguste Rodin

Como parte de la expresión simbólica de la Modernidad, Rodin representó


sentimientos ocultos del alma y los temores del porvenir.

François-Auguste-René Rodin (París, 12 de noviembre de 1840-Meudon, 17 de


noviembre de 1917) fue un escultor francés considerado uno de los pilares de la
escultura moderna. Su trabajo se desarrolló en un período en el que chocaban dos
visiones artísticas: el sometimiento a la realidad, que tiende a presentarse como
algo fugaz, y la búsqueda de un mundo interior impulsado por lo simbólico y
espiritual más allá de la materia. Frente a esto, Rodin trabajó los materiales como
formas inacabadas con una fuerte carga simbólica.

Su escultura más famosa: El pensador, es símbolo de la portentosa capacidad


humana para imaginar, concepto que se expresa por medio de la plasticidad de la
materia, tras la cual parece latir intensamente la vida. Esta escultura hace parte de
una obra mayor que fue inspirada por los cantos del “Infierno” de la Divina
comedia de Dante Alighieri.

En las obra de Rodin hay un encanto por las superficies dúctiles, en las que el
mármol o el bronce adquieren un aspecto blando, orgánico, como si estuviesen a
punto de transformarse por el impulso vital que los artistas logran cristalizar en la
materia.

El cuento

¿Qué es el cuento? En esencia, es un relato corto, que involucra un número


reducido de personajes, en el que se narra una situación puntual, con un
desarrollo limitado por la extensión del mismo texto. Según Julio Cortázar,
reconocido como uno de los mejores escritores latinoamericanos del siglo XX, el
cuento se asemeja a una fotografía: plasma un hecho concreto y delimitado por el
campo que la cámara abarca.

Los relatos cortos que dieron origen al cuento datan de la historia temprana de la
humanidad. Egipcios, sumerios, griegos y chinos contaban ya con narraciones
breves y, en muchos casos, didácticas. Muchas de ellas tenían un origen mítico o
eran leyendas populares, como era usual en las culturas antiguas, en las que la
literatura era una amalgama de tradiciones. Siglos después, aquellas narraciones
breves fueron incluyendo elementos exclusivos de la imaginación de los
encargados de recitarlas, modificando así el relato inicial. De esta manera, surgen
distintas versiones de una misma historia, y poco a poco el cuento, como género
narrativo, adquiere una forma más definitiva, gracias a las invenciones y
alteraciones individuales.

Ahora bien, como se ha visto, el proceso de escritura de un cuento puede ser muy
distinto según el caso. Puede ser que se trate de la invención oral de una
colectividad, y que luego alguien la transcriba, en cuyo caso hablamos de un
compilador. Por otro lado, puede tratarse de la invención privativa de uno o más
individuos, y por tanto se hablaría de autor o autores. Se da un tercer caso en el
que un autor niega que el cuento sea creación suya y lo atribuye a otra persona.

Las características del cuento

Pese a que cada autor puede innovar en forma y estilos, cambiando el orden y
rompiendo algunos de los esquemas o principios de los cuentos, pueden
identificarse unas características esenciales en todos ellos.
Los tipos de cuentos
El cuento popular

Como se mencionó previamente, los primeros cuentos tuvieron su origen en la


tradición oral y en el folclore de las comunidades antiguas. A estos se les conoce
como cuentos populares, puesto que fueron el producto de la imaginación
colectiva.
Los autores de los cuentos populares son anónimos, pues, debido al carácter oral
de sus narraciones y a las múltiples adaptaciones que surgieron de cada una de
ellas, es difícil identificar quién fue el primero en narrarla y cuál fue la versión
“original”. Del mismo modo, puede suceder que no se pueda encontrar una fuente
geográfica determinada, aunque a veces es posible hablar de cuentos
“nacionales”. Es así como, por ejemplo, la historia de Blancanieves tiene una
versión rusa en la que la protagonista es la joven hija de un zar.

Una derivación de los relatos populares son los cuentos de hadas. Pese a que se
conjetura que la palabra que le dio nombre a este tipo de cuento es de origen
árabe, los cuentos de hadas fueron muy comunes en el continente europeo y
adquirieron particular protagonismo en los siglos XVII y XVIII, cuando figuras como
Charles Perrault y los célebres hermanos Grimm se dedicaron a la compilación de
relatos.

El cuento literario

A la narración oral y a la compilación de relatos, le sucedieron las narraciones


escritas por uno o varios autores. Los cuentos literarios se distinguían por ser
obras impresas y por ser, en la mayoría de los casos, publicadas por un escritor
específico. No obstante, es necesario precisar que la oralidad y el folclore
continuaron siendo una fuente inapreciable para este tipo de cuento.

Una de las particularidades del cuento literario es que muchos escritores (Edgar
Allan Poe y Julio Cortázar, entre otros) han hecho teorías sobre sus
características, sus efectos, sus ventajas e, incluso, sobre sus esencias.

Las principales diferencias entre el cuento popular y el literario residen en los


aspectos formales. Mientras el primero tiene una forma más o menos tradicional,
en la que se empieza con enunciados como Había una vez…, Hace mucho tiempo
en un lugar remoto…, y otras similares, el segundo no cuenta con un inicio
determinado: cada autor puede escoger la forma en la que quiere empezar su
relato, incluso puede decidir si narrar desde el final o desde el inicio. Por esta
razón, el cuento literario se renueva constantemente.

La novela

Compilaciones de cuentos populares como Las mil y una noches , la sátira, la


épica clásica y otras obras de tipo narrativo, dieron origen a la novela, uno de los
géneros literarios con más popularidad actualmente.

En la Antigüedad clásica se escribieron muchos textos en prosa que, a diferencia


de la épica, no narraban hechos estrictamente heroicos, sino que relataban
sucesos cotidianos, ordinarios y de la realidad del momento. Narraciones que, a
menudo, involucraban un componente amoroso y otro aventurero. Este tipo de
textos fueron las primeras formas literarias con un estrecho parecido a la novela,
sin tener, no obstante, muchas de sus características distintivas. Una de las
principales diferencias, por ejemplo, que se puede encontrar entre estos textos y
una novela, es el hecho de que en ellos los personajes no eran desarrollados con
suficiente profundidad, pues se le otorgaba más atención a la trama, de forma tal
que los protagonistas de distintas obras fuesen muy similares. De esta primera
etapa se recuerdan autores como Longo y Aquiles Tacio, en Grecia, y Petronio y
Apuleyo, en Roma.

Las características de la novela

Al igual que el cuento literario, la novela suele atribuirse a la invención de un autor


único, por lo que es impensable que puedan existir dos principios idénticos para la
escritura de una novela. Sin embargo, también en ella es posible encontrar ciertos
elementos comunes. Uno de ellos, por ejemplo, es la estructura de inicio, nudo y
desenlace, similar a la del cuento.
Sobre la extensión, la novela es un texto largo en el que se puede narrar una
historia con más detalle que en los relatos. Su lectura toma un tiempo prolongado
(el cuento, por lo general, está pensado para leerse de una sola sentada) y en su
trama participan, generalmente, varios personajes. En este tipo de creación
literaria, el narrador puede permitirse aportar detalles que pueden no ser
indispensables para el desarrollo de la trama, aunque puedan servir como
herramienta de “verosimilitud” o un rasgo del estilo propio del autor.

Los temas, por su parte, pueden ser tan variados en este género como en las
narraciones breves. La novela trata sobre el mundo que la rodea, al tiempo que
incluye elementos ficcionales propios de la imaginación de un individuo.

Los subgéneros de la novela

La novela, como el cuento, puede clasificarse en distintos grupos según su tema,


el movimiento literario al que pertenecen o la época en la que fueron escritos. De
acuerdo con ello se puede decir que:

Según el movimiento, se pueden clasificar en novela realista, novela romántica,


novela costumbrista, novela gótica, novela vanguardista, novela naturalista, entre
otras.

Según la época, puede hablarse de novela victoriana, novela del Siglo de Oro,
novela medieval y novela antigua.

Según el tema, se puede tratar de novela de terror, novela negra, novela de


aventura, novela de ciencia ficción, novela de formación, novela pastoril, novela
policial, novela fantástica, entre otras.

¿Qué es el verbo?

Según el significado usual, el verbo es la palabra que expresa acciones,


estados o procesos de los seres u objetos en un tiempo determinado
(presente, pasado, futuro). Por ejemplo:

Muchas personas adoptan mascotas.

Adoptan es una palabra que indica acción en un tiempo presente y, por


consiguiente, es un verbo.

Morfología del verbo

La estructura de los verbos está conformada por un lexema o raíz y por un


morfema o desinencia. El morfema es el que nos da información de tiempo,
persona, número y modo.

Observa que el morfema nos indica: tiempo presente, tercera persona, número
plural y modo indicativo.

Pero si el morfema varía, la información sobre estos aspectos también varía. Por
ejemplo:
Función del verbo

Sintácticamente, los verbos cumplen la función de ser el núcleo de la frase o


sintagma verbal (SV) de la oración. Ejemplo:

El verbo es la palabra más importante del sintagma verbal de una oración, al punto
de ser la única palabra que, por sí sola, puede constituir una oración. Por ejemplo:

¡Come!

Lloraba.

¿Salieron?

En las oraciones anteriores, aparece solo un verbo, mientras que la información


sobre el sintagma nominal (SN) se ha elidido, es decir que no aparece, pero se
sobreentiende por los morfemas del verbo.

¡Tú, come!

Ella lloraba.

¿Ellos/ustedes salieron?

Formas no personales del verbo

Existen tres formas verbales que no tienen morfemas que indiquen la persona que
realiza la acción señalada por el verbo. Estas formas se denominan formas no
personales del verbo, y son:

 El infinitivo: cuando el verbo termina en -ar, -er, -ir: bailar, comer.


 El gerundio: cuando el verbo termina en -ando, -endo: arando.
 El participio: cuando el verbo termina en -ado, -ido: gozado, comido.

La conjugación

Con este nombre denominamos al conjunto de las formas verbales de un


mismo verbo. La conjugación resulta de combinar un lexema o raíz verbal con
todos los morfemas o desinencias posibles.

De acuerdo con la terminación del infinitivo, los verbos se agrupan en tres grandes
conjugaciones:

1.ª conjugación. La conforman los verbos cuyo infinitivo termina en -ar. Ejemplos:
amar, arar, llorar, saltar…
2.ª conjugación. La conforman los verbos cuyo infinitivo termina en -er. Ejemplos:
morder, querer, tener, beber…

3.ª conjugación. La conforman los verbos cuyo infinitivo termina en -ir. Ejemplos:
partir, reír, morir, sentir…

Los tiempos verbales

Los tiempos verbales señalan el tiempo en que se realiza la acción indicada por el
verbo. Pueden ser de dos clases:

 Tiempos simples. Son aquellas construcciones verbales que están


conformadas por una sola palabra. Por ejemplo:

Presente: tengo Pretérito perfecto simple o indefinido: tuve

Pretérito imperfecto: tenía Futuro: tendré

 Tiempos compuestos. Son aquellas construcciones verbales que están


conformadas por dos palabras; una de ellas es el verbo haber y lo sigue el
participio pasado del verbo principal. Por ejemplo:

Pretérito perfecto: he tenido Futuro perfecto: Habré tenido

Verbos regulares e irregulares

Como se sabe, un verbo está conformado por una raíz o lexema y por un morfema
o desinencia. De acuerdo con la alteración o no alteración del lexema o raíz los
verbos pueden ser de dos clases:

 Verbos regulares. Son aquellos cuya raíz no se altera cuando se


conjugan, es decir, permanece siempre igual.
 Verbos irregulares. Son aquellos cuya raíz se altera o modifica cuando se
conjugan. Por ejemplo

You might also like