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écnicas generales de prediccion y diagnostico: su aplicacién en escuela, industria y clinica Bl DOS POSIBILIDADES PRINCIPALES DE PREDICCION: EQUIPARACION DE PERFILES Y ESTIMACION DE CRITERIO Es importante que el psicélogo tenga los conpcimientos anteriores acerca de cada factor individual —primario y secundario— y que comprenda cOmo y por qué tiende a afectar cada expresién en el conjunto de conductas reales que han demostrado tener altas cargas de tales factores. Sin embargo, también debe conocer los principios para la ‘combinacién de su accién en la personalidad total, ya que la mayoria de los criterios industriales, educativos y clini- cos con los que el psicélogo se enfrenta en la practica son resultados complejos de la operacion de varios factores de personalidad. En ese sentido, a continuacién se consi- deraran las principales maneras de evaluar su efecto inte- grado y de llegar a una decisién sobre cualquier resultado particular para un individuo o grupo. En principio —para que no parezea que se ha dado un énfasis exagerado a la estadistica— debemos decir que la practica ideal de prediccién y tratamiento requicren tanto ‘de comprensién psicol6gica acerca de la manera en que los rasgos fuente cambian sus efectos con el tiempo y las circunstancias, como de comprensién estadistica sobre cémo realizar los cdlculos de manera eficaz (segin las reglas de modelos dados) a partir de las puntuaciones de prueba, Por fortuna, cuando se trata con rasgos fuente orgiinicos, funcionalmente unitarios, no hay necesidad ya de recordar las elaboradas reglas peculiares de cada ins- trumento, las cuales dificultaban y oscurecian la préctica cuando el area del trabajo y otros campos utilizaban sus propios artefactos de prueba y “recetas de cocina” inde- pendientes. La teoria basica de la personalidad que se re- fleja en el Cuestionario 16 FP reconoce que las mismas personalidades humanas y, por tanto, las mismas estruc- turas factoriales, entran en accién en los tres campos de 7 aplicacién —elinico, educativo y del trabajo. En realidad, cl profesional se restringe de manera innecesaria y com- plica su comprensién acerca de la prediccién de la perso- nalidad si cae en la costumbre de invocar diferentes con- ceptos de la personalidad e instrumentos de prueba en cada disciplina aplicada, Felizmente, dado que las mismas, formas de medici6n, discernimiento y célculo de la perso- nalidad se aplican a todas las dreas, se les puede tratar con «datos y constantes apropiadas para cada una de ellas, como un problema técnico psicol6gico unificado. Debido a que los procedimientos técnicos que ahora se analizarén implican habilidades psicométricas y de diagnéstico clinico usuales, en las que suponemos que el lector tiene conocimientos profesionales generales, los pun- tos fundamentales se pueden expresar aqui con brevedad, Primero, el profesional reconoceré la verdad psicométrica, ‘general de que cualquier nimero obtenido como una pun- tuacién —en cualquier escala de crterio arbitrario o en las, presentes escalas de rasgos fuente primarios y secunda- rios~ tiene alguna falta de confiabilidad; esto quiere decir que el valor verdadero sélo tiene una probabilidad de estar dentro de ciertos limites alrededor del valor obtenido. Como se recordari, al utilizar la Forma A debe reconocerse que el profesional Gnicamente esta aplicando de 10 a 13 reactivos y de 2 a4 minutos para la medicién de cualquier factor individual. Las confiabilidades (coeficientes de fi bilidad y estabilidad) de los factores de la personalidad son tan adecuadas como aquéllas del muy conocido factor de inteligencia, pero, {qué psicélogo se sentiria satisfecho teniendo entre 2 y 4 minutos para una prueba de inteligen: cia? Sabemos que con una sola prueba, no existe ningiin instrumento que pueda arrojar coeficientes atractivos de fiabilidad con una cantidad tan limitada de reactivos. De hecho, por lo que concierne al 16 FP, la aplicacion de una forma no dard més que una probabilidad aproximada de ‘que la verdadera puntuacién en estén de un factor dado se 78 W Cavell 16 FP enouentre dentro de + 0.7 estenes con respecto a la cifra obtenida. Pero, una segunda consideracién debe también entrar en lavaloracién de una puntuacién. Aunque estamos acos- tumbrados (de modo no muy justificable) a considerar las ‘capacidades como caracteristicas relativamente fijas, es seguro, como se sefiala antes, que la mayoria de los rasgos de personalidad cambien con el tiempo y las circunstan- cias. Sélo una fracci6n del cambio a los dos afios es pro- bable que se deba a la fluctuacién del estado que se analiza antes y nos vemos forzados a concluir que, debido a la modificacién en las vidas de estos indivicluos, sus niveles caracteristicos del rasgo de ansiedad han atravesado por alguna variacién en ese tiempo. En esto encontramos el primer ejemplo de la necesidad que se menciona antes, ¢5 decir, de comibinar las leyes psicolégicas con las nomas cestadisticas cuando se realizan predicciones. Por fortuna, con las unidades significativamente funcionales de los fac- tores primarios de la personalidad, a medida que avanza la psicologia, las posibilidades de relacionar la teoria y las, leyes de personalidad son muy alentadoras, No obstante, ‘poco se puede decir en este Manual acerca de los cambios esperar en estos rasgos fuente en relacién con edad, cexperiencias de aprendizaje, efectos fisiolégicos, terapia, ctc., ya que esto pertenece a los libros de texto. ‘Con esta perspectiva, volvamos ahora la atencién ha- cia las téenicas estadisticas, recordando que las conside- rraciones anteriores demandan que “por todos los medios se haga el estimado estadistico, cuantitativo, més refin do, de acuerdo con las férmulas; pero al misino tiempo se aspire de manera inteligente a tomar en cuenta las cit- ‘cunstancias especiales y cualquier conocimiento confiable que tengamos acerea de la manera en que las situaciones y las experiencias de aprendizaje pueden afectar la natura leza del rasgo fuente y su nivel”. Ahora, en términos del célculo estricto, deben reco- nocerse dos enfoques principales, que se pueden denomi- nar de ajuste (o asignacién del tipo) y de efieiencia (0 desempetio). Estos comprenden la suma total de técnicas detalladas y, desde una perspectiva amplia, se les debe cconeebir como complementarios, auinque con frecuencia se les considere altemativos. + Método de ajuste (o asignacién del tipo). Fn este caso, uno se pregunta sielindividuo pertenece al tipo X. Con cl término tipo, puede expresarse una categoria clinica ‘© aquellas personas adaptadas pars un trabajo particu- lar, o bien, los individuos con altos logros o bajos al- cances en la escuela, y asi sucesivamente. En términos de un procedimiento objetivo o de un célculo que bus- que una respuesta, esto significa equiparar el perfil de factores del individuo (16 de primer orden y 8 de se- gundo orden) con un perfil conocido que sea el que ‘mejor representa la categoria psicolégica implicada. La suposicién en la equiparacién de perfiles es que el perfil promedio en un grupo critero es, en cierto sentido, un patron “ideal” para la seleccién de nuevos miembros de ese grupo, aunque no se sepa con exactitud el modo en que los factores individuales que componen el perfil fun- cionan juntos para hacer que la conducta del individuo se asemeje a aquella del grupo eriterio. ‘+ Método de eficiencia (0 desempefio). Con esto nos referimos a los procedimientos para estimar la bondad del desempefio del eriterio mediante el uso de algunas funciones matemiticas de las puntuaciones factoriales; Ja mis familiar de estas ecuaciones, para la mayoria de los lectores, seré la de regresién lineal. En la actualidad existe considerable investigacién para definir los pesos (cargas beta) de los Factores del 16 FP en el éxito ocu- pacional, liderazgo, creatividad, desempefio educativo, asi como diagnésticos y pronésticos clinicos, etcétera Este procedimiento, en su forma lineal, simplemente nnul- tiplica la puntuacién estindar en estén del individuo en cada factor por la ponderacién apropiada y suma los dieciséis resultados para obtener el mejor estimado final , de su “suficiencia” en el trabajo (0 cn un diagnéstico clinico particular —si podemos utilizar aqui el término suficiencia en su sentido mas amplio de aptitud). El que el total ponderado se modifique para llegar a puntuacio- nes arbitrarias o a esténdar en estén depende de si uno desea tomarse la molestia adicional de realizar los cétcu- los; en cualquier caso, el resultado es una asignacién de los clientes en cuanto a su suficiencia relativa para el desempeiio criterio, un nivel en aprovechamiento esco- lar, un grado de neurosis y més. IM PROCEDIMIENTOS QUE UTILIZAN EL. ENFOQUE DE AJUSTE 0 ASIGNACION DEL TIPO ‘Como se acaba de explicar, fa suposici6n en la equipara- cin del perfil para una ocupacién es que el rasgo central de las personas que durante largo tiempo han permaneci- do en una actividad (y que, supuestamente, satisfacen sus demandas y se ajustan de manera estable a ella) es, en cierto sentido, un patron, digamos, ideal. Esto proporcio- na una base para seleccionar a los nuevos micmibros de sa labor, aunque no sepamos cdmo funcionan los facto res individuales para la eficiencia dentro de ella; se vera {que esta perspectiva implica que existe un nivel, digamos, ‘ptimo de cada factor en cada ocupacién, no una mejoria que continia de manera indefinida con cada incremento en el factor, en sentido ascendente hasta la puntuacion ‘mis alta, Asi, la relacién se supone curvilinca Técnicas generales de prediccién y diagndstico: su aplicacién en escuela, industria y clinica Wi 79 Enel nivel més simple del procedimiento—quees aquel {que utiliza la mayoria de los profesionales cuando carece de ayuda de cémputo— la equiparacién del perfil del cliente con el perfil ideal se juzga de vista; en el caso de los psicdlo- {205 experimentados, participara algo mas que la geometria, 5 decir, algunas intuiciones acerca de las deficiencias, de las ponderaciones en algunos factores ms que en otros. Por otro lado, ya que las intuiciones personales suelen zo ser tan pertinentes, cuando sea posible, es mejor hacer primero los catculos objetivos y después modificarlos ‘geramente con cualesquiera consideraciones mas sutiles que cl psicdlogo tenga para creer que no se han cubierto con las formulas, A un nivel de cémputo, la relacién curvilinea con un desempeiio 6ptimo se puede abordar en el célculo, ya sea ‘mediante: a) el coeficiente de semejanza con el patron, ry ob) una ecuacién de mayor grado por ejemplo, cuadritica, Para facilitar el procedimiento, la iltima se ha aproximado nel instrumento que denominamos rejilla curvilinea de calificacién Comparaciones entre individuos ‘Comencemos con el caso més sencilto, aquél en que se obtiene un valor de indice rp entre dos individuos para deseribir su semejanza. Primero se escribe la diferencia de los dos perfiles en estenes (sin signo) para cada factor sucesivo. Después se elevan al cuadrado las 16 diferen- cias y se suman los cuadrados. Con esta suma, se utiliza el nomograma de célculo para rp al final de este Manual (Apéndice B, figura 42). Después de encontrar el valor dado al sumar las puntuaciones de diferencia al cuadrado, alo largo del eje horizontal de la grfica, se sigue la linea vertical desde este punto hasta que se cruce la curva marcada N = 16 (debido a que son 16 puntuaciones factoriales). El valor rp la izquierda de la gritica, a la ‘cual se llega horizontalmente desde él nivel de este pun- to de interseccién, es el coeficiente descado de semejan- za.con el patron. Por ejemplo, silos perfiles de dos individuos son los siguientes: A BoC BE F G Ht LM N 0QAQ QQ Garcia 6 5 7 8 5 6 8 3 $5 6 9 4 5 9 6 3 Palacios 2 8 S$ 7 2 4 6 6 8 9 5 5 77 6 6 emoncesd= 4 3 2 1 3 2 2 3 3 3 4 1 2 2 0 3 yf= % 9 4 1 9 4 4 9 9 9 6 1 4 4 0 9 Estos datos suman 2d ~ 108. Al buscar en el nomograma ‘este valor en la linea base, encontramos que rp = #0.06, lo cual, segiin la Tabla de Hom (Apéndice B, cuadro 26), no es significativo: Garefa y Palacios no tienen una semejan- za mayor a la debida al azar. El nomogramia de célculo también contione curvas para, perfiles utilizando menos de 16 factores, por ejemplo, 2, 6, 12, 14, dado que puede haber muchas circunstancias en la industria y en el trabajo clinico donde la investigacion haya demostrado que la equiparacin se necesita realizar sélo en términos de ciertos factores muy semejantes o en funcién de cerca de seis factores de segundo orden. Para la mayoria de las comparaciones del perfil crterio, donde el psicélogo utiliza los 16 factores completos, es més conve- niente emplear una tabla simple de transformacion aritmé- tica, en lugar de tratar de buscar en el nomograma. Dicha tabla de transformacién se proporciona en el cuadro 27 del Apéndice B; cuando se desee tener mayor precisién, se puede emplear la formuila: KABA 1227-2 KER 122.7 +a Comparaciones entre grupos Sil lector busca en los perfiles ocupacionales en el capi- tulo 11, notard que, en relacidn con las variaciones entre los perfiles de los individuos (en cualquier factor) con los que esti familiarizado, sus variaciones son mucho mas pequeiias, es decir, los rasgos son mas planos y cereanos 1 la media, Esto proviene del principio estadistico de que la sigma de un conjunto de medias de grupos aleatorios (0, ‘casi aleatorios) es cho menor que entre los individuos ‘que los forman. En consecuencia, para usar la rp con gru- pos, se debe sustituir 6 = 2 estenes, que se emplea con individuos, con la desviacién estandar de las medias en la familia de grupos en los que uno esté interesado. Aunque el nero de ocupaciones estudiadas en los rasgoé fuente de personalidad ya es bastante grande (y aumenta de manera constante), esta sigma para la familia de ocupa- ciones todavia se conoce sélo de manera allegada y aquella que se necesita cuando se trata de grupos clinicos, ‘imicamente se puede estimar de forma todavia mis aproximada.

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