MOBBING

Más conocido como “​acoso laboral​”, es un problema poco manifiesto, aunque padecido
actualmente por una gran cantidad de trabajadores con resultados que pueden ser muy
graves.

El ​Mobbing se comenzó a investigar y describir hace alrededor de veinte años,

indicándolo como un fenómeno social que se da en el ámbito de las relaciones laborales,
cuando se ejerce una violencia psicológica u hostigamiento hacia una persona por parte
de un superior o compañeros de trabajo, en forma recurrente y sostenida en el tiempo
Hay que puntualizar que no todo problema laboral con el jefe o compañeros es
mobbing​; para que una situación conflictiva se establezca como acoso debe presentar
ciertas características necesarias: existir una única víctima de los ataques, un mismo
acosador (que generalmente instiga a otros a maltratar a la víctima), los hechos deben
ser sistemáticos (al menos uno por semana durante seis meses), y el comportamiento de
la víctima debe ser el normal esperado para su puesto (no debe justificar castigos o
apercibimientos).
El ​Mobbing no implica agresiones físicas, por el contrario se trata de una violencia
específicamente comunicacional (verbal y modal), muchas veces relacionada con el
abuso de poder. Es expresada de diversas formas, tales cómo:
● Gritar, avasallar o insultar a la víctima, estando sola o en presencia de otros.
● Asignarle objetivos o tareas imposibles de cumplir
● Quitarle áreas de responsabilidad y darle tareas rutinarias y sin interés.
● Tratarlo de manera diferenciada. Estigmatizarlo. Ridiculizar su trabajo, sus
principios, sus creencias, su aspecto físico, etc.
● Difamarlo, haciendo correr rumores maliciosos que menoscaben su reputación.
● Ignorar su presencia.
● No dar crédito a sus éxitos laborales, apropiándoselos u otorgárlos a terceros.
● Ocultarle información importante para realizar su trabajo.
● Amenazarlo sistemáticamente. Entre muchos otros.
Puede causar sorpresa el conocer el perfil habitual de las víctimas de Mobbing, que
contrariamente a lo que se puede imaginar, se trata de personas con elevada ética y
honradez, que ,como trabajadores, son capaces, eficaces y valiosos. A grandes rasgos se
destacan por sobre los demás debido a sus excelentes cualidades laborales y personales.
Los motivos más frecuentes por lo que éstas destacadas personas pueden caer en manos
de un acosador, son principalmente dos: conocer un hecho fraudulento en la
organización y haberse negado a participar o “mirar a otro lado”, o ser tomado por el
acosador como chivo expiatorio de su propia mediocridad. Ambas circunstancias tienen
como finalidad del agresor la “destrucción psicológica” y el abandono de la víctima del
puesto de trabajo.
Es importante aclarar que los involucrados en la situación de Mobbing poseen unas
características psicológicas particulares; la víctima tiene, por ejemplo, un rasgo de
vulnerabilidad marcado, como así el hostigador puede padecer sentimientos de
inferioridad expresados en la necesidad de someter a otros. Sin la convergencia de éstos
factores psicológicos es muy difícil que se mantenga una situación de acoso laboral,
aunque se presenten las características mencionadas con anterioridad.
Las situaciones de Mobbing pueden establecerse y durar meses, incluso años; y las
consecuencias para el trabajador pueden ser realmente graves:
-Proceso de desvalorización personal, deterioro de la autoconfianza.
-Creencia de haber cometido ​realmente e​ rrores.
-Inseguridad, torpeza, conflicto con compañeros e incluso familiares.
-Angustia, irritabilidad, depresión, hipervigilancia, etc.
-Estrés, insomnio, fatiga crónica, dolores musculares, etc.
-Frecuentes licencias laborales.
-Abandono del trabajo y dificultades para reinsertarse en el mercado laboral.
-Establecimiento de daños psíquicos y/o físicos permanentes.

Pese a la amplia ocurrencia de los fenómenos de Mobbing, en nuestro país hay una
pobre legislación específica sobre el tema, que se ha iniciado desde hace apenas unos
pocos años; no obstante hay jurisprudencia, lo que da una esperanza si queremos actuar
legalmente. Desde el lado humano, si nos vemos involucrados o conocemos alguien que
padece éste tipo de acoso, es importante saber que también se puede hacer algo; en
principio tomar conciencia, cuidar nuestra salud física y menttal, compartir el problema
con otros, buscar ayuda con un profesional psicólogo que nos pueda asesorar y
apuntalar emocionalmente.

Lic. Gabriel Fioretti

Psicólogo UBA
Coach Certificado