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Luces y sombras en el centro

histórico de La Habana

Francisco Carrillo Martín


La decadencia de La Habana colonial. Las imágenes de sus calles se reiteran en las películas, los noticiarios o las fotografías
del turista que recala por unos días: constituyen todo un reclamo en el mercado de iconos internacional, también como una de
las metáforas más poderosas de la evolución del gobierno revolucionario. Pero, ¿qué hay más allá de las fachadas ruinosas? El
caminante que recorre las calles de la Habana Vieja y Centro Habana se encuentra con un universo de luces y sombras, con un
juego de atracción y rechazo que, si mantiene los ojos abiertos, cuestionará cada uno de sus juicios de partida.

Viene hacia nosotros con el brazo apuntando al cielo y una sonrisa en la cara. El Consejo Popular de Colón, donde se abre la cuartería de Rafael, es uno
Nos ha visto con la cámara y sabe que esta puede ser una buena oportunidad de los más pobres del municipio. Como si se desplegasen por las páginas de Pa-
para ganarse unos pesitos: radiso, los vecinos de José Lezama Lima habitan en esa “estática milagrosa”, en
—¿Quieren ver cómo vive un cubano? palabras de José Antonio Ponte, capaz de conservar en pie los edificios de una
Quien lo dice lleva una cadena al cuello con la bandera de Cuba y se ciudad que “crece hacia dentro”. La escasez de vivienda obliga a la densificación
protege de los malos espíritus con una pulsera roja y negra, la de los hijos de de las ya existentes, así que en las azoteas se alzan nuevos agregados, en las es-
Elegguá. Nos tiende la mano y nos invita entrar en su casa, una cuartería de tancias surgen paredes arbitrarias que generan pequeños habitáculos o entre los
la calle Crespo, en el corazón de Centro Habana. Se llama Rafael N, eso es lo suelos y los techos proliferan las “barbacoas”, como se conoce a los entrepisos
que pone en su carnet del Policlínico de Carlos III, donde al parecer trabaja de nueva factura. José Vázquez, encargado de Relaciones Internacionales de
como celador. la Oficina del Historiador de La Habana aporta el dato elocuente: “cuando
En el largo pasillo que conecta la puerta que da a la calle con el patio entramos en la última casa que nos quedaba por restaurar de la Plaza Vieja, nos
interior donde se suceden los diferentes cuartos, cada uno ocupado por una encontramos que donde debían habitar doce familias había cuarenta y cuatro”.
familia, se apilan algunos sacos de cemento. Mientras nos abre la puerta de Cada morador de estos edificios milagrosos se ha transformado, por impera-
la miserable habitación nos dice que el hospital es bueno, que la gente está tivo de la necesidad, en improvisado albañil, fontanero o electricista: una de
bien atendida allí. En unos pocos metros cuadrados se observa la cama con las imágenes más comunes en estas calles es el trasiego continuo de hombres
una sábana por encima, la ropa doblada sobre unas herrumbrosas sillas y los transportando materiales de obra o trabajando para parchear sus casas.
rincones dedicados a los santos. Me señala una columna que se yergue a su A otros inmuebles, sin embargo, ni los esfuerzos de los Orishas les han
espalda y precisa que le costó diez dólares (le llaman “dólar” al peso converti- librado del derrumbe. En los barrios más antiguos de La Habana, la ruina
ble) asegurarla con un poco de cemento, que los sacos cuestan a cinco dóla- y los lotes vacíos se integran al paisaje como un elemento más, componen
res, que la casa está muy mala y que no tiene dinero para arreglarla. También un decorado posible al que se le pueden dar los usos más variados, desde
dice que vive allí con su madre anciana y su hermana “retrasada mental”, y parkings para motos a pequeñas plazuelas, talleres, mercados, improvisadas
que los tres duermen en la misma cama (me cuesta creer este último retrato canchas de pelota o terrazas para cafeterías en busca de algún turista.
familiar, demasiado apropiado para que, como terminamos haciendo, le ten- La ruina y sus metáforas: en la secuencia de homenaje a la ciudad de Fresa
damos unos billetes al despedirnos). y chocolate (1994), Vladimir Cruz, quien interpreta al joven militante del Par-

En la página anterior: fachada de un edificio en La Habana, Cuba. Fotógrafo: Joe Shom; arriba: plano de la ciudad de La Habana donde se ven destacados los barrios de la Habana Vieja
y Centro Habana.

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Centro histórico de La Habana

Fotografía: Sarah Kinosian


Fotografía: Sarah Kinosian

Fotografía: Sarah Kinosian


Izquierda: plaza del Cristo, esquina calle Villegas. La Habana Vieja; derecha: Café Escorial. En restauración. Calle Mercaderes, La Habana Vieja.

tido Comunista, se aleja caminando mientras al fondo se eleva el esqueleto tistas catalanes hacían estragos en nuestras avenidas y repartos, con sus columnas
de un edificio derruido. Desde entonces la imagen domina el retrato de esta compradas al por mayor y balaustradas a tanto el metro […]. Nos habituamos
Cuba que nunca se sobrepuso al Periodo especial, La Habana que se desvela a tropezarnos con los mismos terrenos cercados por las mismas vallas; con las
tras caída del muro de Berlín, la del proyecto social que parece agotado para mismas casas a medio construir, con las mismas aceras hundidas en torno a una
las nuevas generaciones. Reto político o cuestión de imagen, denuncia viva placa de alcantarilla mohosa […]. Y no hablemos del hermano bache que nos
de un régimen o símbolo del envejecimiento de una aventura utópica… los espera en todas partes, dando muestras de un prodigioso don de ubicuidad.
calificativos que acompañan la decadencia física de la ciudad también reflejan
las tensiones de cualquier acercamiento a la política de la isla: La Habana invita A pesar de las deficiencias estructurales con las que se encontró el gobierno
a una interpretación apasionada de la revolucionario, su acercamiento a La
historia social que la recorre. La escasez de vivienda obliga a la Habana ha carecido de una sensibili-
En contra de algunas de estas pa- dad que respondiera a estas necesida-
siones, puede decirse que el descui- densificación de las ya existentes, así que des sin cubrir. De hecho, el proceso
do de La Habana colonial viene de político que se inicia en 1959 desarro-
lejos y que los estudios del periodo en las azoteas se alzan nuevos agregados lla una particular conceptualización
republicano ya señalaban los proble- de la vida en La Habana, motivada
mas urbanos agudizados hoy en día o entre los techos y los suelos proliferan por un núcleo revolucionario para el
entre sus pobladores. A tanto llegó que la capital encarna el foco de la
la falta de compromiso con este le- las “barbacoas” corrupción y la dependencia norte-
gado histórico del régimen anterior americana contra la que se combate.
a 1959, que el Plan Piloto de La Habana (1956) realizado por Josep Lluis Tras la toma del poder, los planes de desarrollo regional del nuevo gobierno se
Sert proponía acabar con la ciudad antigua para unir el puerto con los re- orientarán a disminuir el desequilibrio entre una ciudad cuyo grado de sofis-
partos de El Vedado y Miramar mediante un entramado lecorbuseriano de ticación, atracción de recursos y modernidad se podía equiparar a las grandes
autopistas y parques. Desde inicios del siglo XX numerosos análisis y testi- metrópolis occidentales, y el subdesarrollo campesino.
monios abundan en las fallas seculares: hacinamiento, proletarización de los La Habana tradicional se alza hoy como el resultado de décadas de desidia
barrios históricos, ciudadelización de los inmuebles y abandono guberna- institucional y luego, de la ausencia de recursos por la aguda crisis económica
mental. Alejo Carpentier escribe un artículo en 1940 titulado “La Habana, que a partir de los años noventa ha imposibilitado la adopción de medidas ur-
ciudad sin terminar”: gentes. A estos factores se deben sumar otros, como la constante llegada de inmi-
grantes interiores y su progresivo hacinamiento en los inmuebles, el deterioro sin
La Habana es la ciudad de lo inacabado, de lo cojo, de lo asimétrico, de lo aban- repuesto de la infraestructura de servicios y el rápido desgaste de las edificaciones
donado. Desde niños estamos habituados a tropezarnos, cada día, con solares (cuando no el derrumbe) por el salitre, los huracanes y otras inclemencias del
yermos, donde se amontonan latas cada vez más seculares, desperdicios cada vez trópico. No obstante, como señala una de las voces más autorizadas sobre el
más diversos […]. El Malecón fue poblado de casas en épocas en que los contra- tema, el arquitecto Mario Coyula, esta inmovilidad administrativa ha evitado,

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Fotografía: Sarah Kinosian
Fotografía: Sarah Kinosian
Centro histórico de La Habana

Fotografía: Sarah Kinosian


Izquierda: Imágenes de la restauración de los edificios de la Plaza Vieja. La Habana Vieja; derecha: calle Crespo, Centro Habana.

al menos, las transformaciones traumáticas y ya irrecuperables que han sufrido que se ha producido, particularmente, desde fuera de la isla. Ensayistas como
otras ciudades antillanas, como Santo Domingo o San Juan de Puerto Rico. Rafael Rojas o Antonio José Ponte han apuntado las coincidencias entre la
En medio de este panorama destaca la labor que desde los momentos más estrategia urbana de Leal y la estrategia política del gobierno cubano tras
duros del Periodo especial realiza la Oficina del Historiador de La Habana. el desplome de los noventa, cuando la imagen del país recupera, con fines
Este organismo, económicamente independiente y financiado mediante la comerciales, algunos de los tópicos de los que abjuró el primer discurso revo-
red de tiendas, hoteles e infraestructura turística de la empresa Habagua- lucionario. El resurgimiento de La Habana como destino turístico y ciudad
nex, además de las aportaciones de instituciones internacionales, ha supuesto de servicios para el extranjero con divisas frescas rescata la nostalgia de la
todo un hito de la autogestión en momentos de dificultades extremas para gesta revolucionaria, la memoria de la guerra fría o la suntuosidad del pasado
las cuentas del estado cubano. A la colonial La cita es de Rojas:
cabeza destaca Eusebio Leal, uno Puede decirse que el descuido de La Ha-
de los personajes más conocidos y A partir de 1992, reaparecieron todas
respetados en Cuba, verdadero ar- bana colonial viene de lejos y que los estu- Las Habanas que la revolución se pro-
tífice de un proyecto en continua puso barrer, como espectros invocados
expansión. Desde la aprobación del dios del período republicano ya señalaban en una sesión espiritista. Aquellas Las
Decreto oficial para la restauración y Habanas espectrales reaparecían por
conservación del centro histórico de los problemas urbanos agudizados hoy en obra de una política oficial o informal
La Habana (143 de 30 de octubre de la memoria: los fantasmas urbanos
de 1993) que sucede a la declaración día entre sus pobladores que no reproducía el turismo o la Ofici-
del centro histórico de La Habana na del Historiador regresaban solos, por
como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982, la oficina pura nostalgia o por una misteriosa recuperación de roles perdidos […] Las calles
de Leal ha recaudado e invertido más de 1500 millones de dólares en La se atestaban de viejos Chryslers, Chevrolets y Oldsmobiles y los cocteles en emba-
Habana Vieja, y no sólo en la restauración de edificios, plazas y jardines, sino jadas, ministerios, galerías y palacetes remedaban la antigua elegancia antillana.
en proyectos comunitarios que gestiona la propia oficina, ya sean asilos para La Habana se teatralizó como una Venecia silvestre, se entregó al espectáculo de sus
ancianos, clínicas, hospitales de especialización o centros para niños discapa- transfiguraciones, a la sublimación del deterioro de sus casas y vecinos.
citados, como si se tratara de un gobierno municipal en la sombra. El 60%
del presupuesto se destina, de hecho, a esta rehabilitación social que comple- José Vázquez, consciente de las críticas, defiende el trabajo de la Ofici-
menta una rehabilitación física con un importante impacto en otros sectores, na, “¿qué quieren que les diga? nosotros no tenemos la culpa ni los medios
pues a partir de ella se han recuperado oficios, formado a profesionales e para resolver la situación general. El turismo que nosotros vendemos es un
incluso se ha creado una titulación universitaria en Gestión del Patrimonio turismo diferente; no es playa, sol y mulatas, es un turismo cultural.” En sus
que pretende convertirse en una referencia internacional. palabras se advierte el cambio de perspectiva que introdujo Leal, cuyo éxito
A pesar de ello, las voces críticas contra la orientación de los proyectos que se debe, sobre todo, al imperativo de rentabilidad y atracción de capitales
auspicia la Oficina del Historiador marcado una constante entre la reflexión que sólo parecía posible a partir de la inversión en actividades producti-

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Fotografía: Sarah Kinosian
Centro histórico de La Habana

Calle Dragones, Centro Habana.

vas: en “vender” un modelo de turismo. La experiencia de independencia hacia dentro se ha producido con especial intensidad durante los primeros
financiera respecto de los organismos del estado podría exportarse a otras años del Periodo especial, momento en que los barrios históricos de La Ha-
propuestas de intervención urbana, si bien fue precisamente la coyuntura de bana reciben una inmigración interna que supera con creces la emigración
quiebra económica y la urgencia de generar entradas de divisa lo que originó que partió desde ellos hacia otros países, de la que también ejercieron como
un proyecto hasta ahora único dentro de la contabilidad centralizada del base principal.
modelo cubano. Tanto en Centro Habana como en La Habana Vieja alrededor del 60%
El paseante de La Habana Vieja se topa en su camino con múltiples obras de sus pobladores son emigrantes interiores, lo que plantea el reto de la au-
de remoción, cuyas mejoras comienzan a crear un tejido urbano cada vez sencia de recursos e identificación barrial que podría colaborar en un mejor
más sólido a partir de los ejes que marcan la calle Obispo, Mercaderes u mantenimiento de las infraestructuras. Para Mario Coyula, este hecho ha
Oficios y las plazas que las vinculan resultado clave en la conservación
–la Plaza de Armas, la Plaza de San La decadencia de Centro Habana de las zonas históricas: “en térmi-
Francisco y la Plaza Vieja–, como nos sociales, la salida masiva de los
primeros núcleos de actuación. El representa el retrato más acabado del estratos más ricos de la población
panorama cambia en otros sectores generó una significativa fractura en
intramuros y, especialmente, en el abandono capitalino, sin que se avizoren la fisonomía de algunos barrios, que
municipio contiguo de Centro Ha- fueron tomados por una población
bana, cuya decadencia representa el medidas que palíen sus graves problemas cuyos patrones de conducta no asu-
retrato más acabado del abandono mían el valor cultural y los rituales
capitalino, sin que se avizoren medi- de habitabilidad de los espacios y edificios ocupa-
das que palien los graves problemas dos”. No obstante, este flujo parece
de habitabilidad, sanitarios o de servicios básicos, a pesar de los anunciados haberse detenido tras la aprobación del polémico Decreto 217 de 1997
planes de rehabilitación. Luisa Íñiguez, geógrafa e investigadora del Centro que regula la inmigración interna desde las provincias hacia la capital. De
de Estudios de Salud y Bienestar Humano de la Universidad de La Habana, hecho, el saldo migratorio de los últimos años arroja cifras negativas para
considera que en el caso de Centro Habana, estos problemas son irreversibles estos municipios históricos, mientras en el resto de La Habana la pobla-
(mientras con sorna cubana menciona el “TNT” como única solución). En ción sigue creciendo.
la multitud de estudios que ha auspiciado su centro se reflejan unas profun- Inhabitabilidad y densidad aparecen como las dos constantes que marcan
das carencias que convierten el problema habitacional de este barrio en foco el ritmo en estas calles que no dan respiro, donde la vida transcurre, más por
de una desigualdad y una marginación social en crecimiento continuo desde necesidad que por amabilidad, de puertas para afuera. Este es otro de los
los años noventa. retratos posibles de La Habana exótica y turística, la de los cuadros con un
Cuarterías como la que nos enseñaba Rafael, con sobrepoblación, cortes Chevrolet antiguo en primer plano o los vídeos de Buena Vista Social Club.
de agua y luz, en calles con graves deficiencias en la gestión de las basuras, el Rafael se despide de nosotros y nos solicita una última cosa. Que si pasamos
alcantarillado, la iluminación pública o las redes telefónicas, sitúa en cerca por la Oficina del Historiador le comentemos su caso. Nos escribe su direc-
del 80% las viviendas “milagrosas” por su práctica inhabitabilidad. A esto ción en un papel y reitera la demanda, que por favor le digamos que le hacen
hay que sumar que el municipio de Centro Habana es el que concentra una falta unos sacos de cemento. ■
mayor densidad de población del país, con 46.784 habitantes por kilómetro
cuadrado, el doble que La Habana Vieja. El dato no es accesorio, pues una
de las primeras causas del deterioro de la zona se deriva directamente del Francisco Carrillo Martín es licenciado de periodismo por la UCM y
hacinamiento en los inmuebles, con el agravante de que este crecimiento doctorando en la Universidad de Pensilvania (EE.UU)

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Centro histórico de La Habana

© aristar
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