El aceite de oliva extra virgen, este tipo de aceite es el mejor para
el consumo, ya que preserva sus propiedades, luego de ser extraído de los olivos a través de una prensadora en frío. Su calidad comienza desde el identificar a las aceitunas más sanas, las cuales son procesadas una vez que son recogidas. En este proceso se realiza a temperaturas adecuadas y bajo un almacenamiento indicado. Pues con este, se garantiza pureza y que el sabor se altere, además se cuida que su aroma inconfundible se mantiene inalterable. Su grado de acidez no debe ser superior a los 0.8 grados. A lo que se le denomina como acidez, no tiene nada que ver con el sabor, es más bien un término químico que determina la cantidad de ácidos grasos libres y está vinculado con el proceso de elaboración del aceite. Se emplea en salsas, aderezos, platillos sin cocer y como toque final para servir los alimentos en un plato.
El aceite de oliva virgen, es obtenido de manera directa de las
aceitunas, de una mezcla de aceites (ya prensados) en frío y procesados en conjunto. Cualquier aceite prensado en frío que no cumpla con los estándares extra vírgenes, es refinado para eliminar las impurezas indeseables, dando al aceite un sabor más neutro y un color más claro. En general, se utiliza de manera común para cocinar y saltear. Este aceite conserva sus vitaminas y antioxidantes. Presenta una acidez igual o inferior a 2°, sus propiedades organolépticas son inferiores ante el aceite de oliva extra virgen. Estas le otorgan al alimento: textura, sabor, olor y apariencia agradable o desagradable al degustarlo.
Maria Fernanda Rodriguez Agreda
Las principales diferencias entre el aceite de oliva virgen y el virgen extra Residen en su modo de extracción. Es decir, en su modo de producción por medio de la aceituna. En la fermentación del aceite se descubren las propiedades de uno y otro. Los grados de fermentación a los que se exponen resultarán en la distinción de ambos aceites. Tanto con el aceite de oliva virgen, como con el de oliva virgen extra se usan los métodos de extracción tradicional y mecánica, pero el virgen extra se categoriza como de mayor calidad, con una fermentación que no debe superar los 0.8 grados centígrados y la nota de cata no desciende del 6,5, que es el mínimo. Por el lado contrario, el aceite de oliva virgen es un poco menos exquisito, ya que se permite una fermentación de 2 grados centígrados y su nota de cata desciende un punto por debajo del virgen extra, situándose en el 5,5 para su certificado de calidad. CONCEPTOS DE LOS TIPOS DE ACEITE DE OLIVA MÁS USADOS O RECONOCIDOS: Aceite de oliva virgen extra
Refleja los aromas y sabores propios de la variedad de aceituna de la
que proviene y de la tierra donde se ha cultivado, no puede presentar defectos y su acidez máxima no debe ser superior a 0,8º.
Aceite de oliva virgen
Posee una acidez igual o inferior a 2º y puede presentar unos pocos
defectos que no siempre detecta el consumidor. En ambos casos hay monovarietales y coupages o, lo que es lo mismo, aceites elaborados a base de una sola variedad o con mezcla de ellas.
Aceite de oliva lampante
Con una acidez que supera el 2º, se llama así porque, en la
antigüedad, era el que se empleaba para las lámparas de aceite que iluminaban los hogares. Es claramente defectuoso y no es comestible. De hecho, puede contener elementos extraños y para su consumo debe ser sometido a un proceso de refinación. Aceite de oliva refinado
Tras la refinación del lampante, el resultado es un aceite inodoro,
incoloro, insípido y sin propiedades. Esto cambia con la adición de una proporción de virgen.
Aceite de oliva (a secas)
Es la mezcla de virgen (no lampante) y de oliva refinado. Atención: