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“Te acompaño a Crecer, fundamentos para una educación de la sexualidad humana responsable”
(Argentina) (38)
1.2 Conceptos
Sexualidad humana
El ser humano es un individuo sexuado desde antes de la fusión del material genético nuclear proveniente del gameto
femenino y masculino, pues ambas células originarias son sexuadas por definición. Por lo tanto la sexualidad en un
proceso permanente e inherente a la vida. La determinación del sexo genético ocurre al momento de la concepción y se
mantiene hasta la muerte. Sin embargo, la determinación del sexo genital es más tardía e inducida por la determinación
genética.
Después del nacimiento se inicia la vida de relación corporal, social y cultural, que se extiende desde la lactancia a la
adolescencia y que le imprime la orientación sexual, para conformar la identidad de género y la conducta sexual. El
proceso evolutivo natural de la sexualidad es la consecuencia de complejos procesos biológicos, psicológicos y socio-
cultural. Luego la sexualidad humana es un conjunto y un componente de nosotros mismos que tiene variaciones
individuales, dependiendo de la cultura donde vivimos y de la historia individual de cada ser. Tiene expresiones y
respuestas corporales y psicológicas frente a los estímulos externos e internos.
Sexualidad y Educación
El cuerpo y la psiquis se educan para tener una mejor calidad de vida y de relación con la sociedad. Es un largo proceso
en el cual participa toda la sociedad tanto formal como informalmente. La familia, escuela, medios de comunicación de
masas, grupos de pares y experiencias individuales son los pilares más importantes. En este proceso educativo y de
aprendizaje, la sexualidad es sólo un aspecto más. Es una parte de la educación para la vida, en la cual participan las
mismas instancias ya descritas. No es una educación separada del contexto de la formación individual y social.
Definiciones y reacciones
Educación de la Sexualidad
"Es un proceso de permanente aprendizaje de sí mismo y de la vida de relación de un ser humano en las diferentes
etapas de su crecimiento y desarrollo y que termina con la muerte."
La investigación de la sexualidad se ha desarrollado más tardíamente que otras áreas del desarrollo humano. Por
ejemplo el inconsciente y su relación con la sexualidad humana, se describe por Sigmund Freud a fines del siglo XIX, (algo
más de 100 años), y la respuesta sexual humana biológica se describe recién a fines de la primera mitad del siglo XX,
(algo más de 50 años).
Escuela, Familia y Comunidad participan de la Educación de la Sexualidad como parte integrante regular de la cultura y
desarrollo humano
La familia sigue siendo la base fundamental de la transmisión de valores. Se acepta que hay varios modelos de familia y
que su espacio en la sociedad es un derecho. También se acepta que la familia necesita de la participación activa de la
escuela en la transmisión de conocimientos y valores, en el ámbito de la Sexualidad Humana.
Se percibe que no sólo es necesaria la adquisición de conocimientos, sino que la metodología docente es tanto o más
importante. Existe un programa de Educación Sexual recomendado por las Direcciones de Educación o Ministerios en el
cual se describen los objetivos y las materias que debe cubrir un programa. Se dan las facilidades y se invierte en
capacitación de los docentes.
Se detecta además que es posible aplicar métodos de enseñanza de la educación sexual en todos sus aspectos y que
puede ser adaptada a las diferentes ideologías y aproximaciones culturales, pues las bases del desarrollo humano, son
las mismas.
Se aprende que lo más difícil es la enseñanza de los aspectos psicológicos y sociales de la sexualidad relacionados con los
cambios de estilo de vida sana y conductas responsables de los individuos.
Se elimina el conflicto del momento de inicio de la educación sexual, pues se entiende que ésta es de siempre. Lo que
varía son los contenidos y los métodos de acuerdo con el desarrollo evolutivo normal del ser humano desde el
nacimiento al adulto y la senectud. También se entiende que no es necesario tener un ramo especial llamado educación
sexual, sino que es parte inherente de toda la enseñanza curricular y que la dificultad es el método de la integración de
materias en forma transversal. La enseñanza de la educación de la sexualidad sigue métodos más atrayentes,
participativos y vivenciales a través de talleres donde se integran los alumnos y padres y donde los valores, principios,
ideologías y normas son de responsabilidad de todo el sistema de acuerdo con lo que cada uno elige.
En el proceso más avanzado, los establecimientos usan diferentes modelos de educación sexual, pues la educación
sexual ya es parte de lo que entrega cada familia y la escuela pasa a ser un ordenador didáctico y un foro de los temas de
sexualidad tanto en los conocimientos, actitudes y prácticas, como en los aspectos culturales, ideológicos y valóricos de
la sexualidad. Ya no se discute acerca del modelo ideal de educación de la sexual, pues no existe. Sólo existe un proceso
dinámico interactivo y que se adapta a las necesidades y demandas de los alumnos y la sociedad.
Manejar los conocimientos de las creencias, ideologías, valores y ética concerniente con la sexualidad y las
relaciones interpersonales.
Integrar a la sexualidad como parte del desarrollo personal y humano y como parte del desarrollo social y de la
estructura social.
Embarazo en adolescentes
Aborto
Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y SIDA
Contenidos Psicológicos y Sociales en Este Programa de Auto aprendizaje
Afectividad y Relaciones de Pareja
Paternidad, Maternidad
Integración de la sexualidad
Adopción
Abusos Sexuales.
Tal como se puede observar hay 6 temas en aspectos biológicos y 11 temas en el área psicológica y social. De los cuales
los más difíciles de desarrollar en un AutoAprendizaje son los Psicológicos y Sociales. Hay abundante material de apoyo
para los aspectos biológicos.
¿Cómo enseñar?
La metodología en la enseñanza de la educación sexual es interactiva y participativa en la cual el maestro es un guía que
desarrolla las materias en conjunto con los adolescentes, padres y apoderados.
Los medios de comunicación de masas, especialmente la televisión y los sitios Web y el Chat en Internet, tienen gran
impacto informativo, educativo y en la formación de opiniones. Esto ha dado origen a la Enseñanza y Aprendizaje a
Distancia en esta área. Los programas son incipientes aun, pues se están adaptando métodos participativos presenciales
a los medios virtuales de participación individual y grupal. Desde ya es un apoyo masivo, multiplicador importante en los
aspectos de información teórica y en la auto evaluación de conocimiento. El camino es aumentar la capacidad de juicio
crítico y analítico, a través de la educación y enseñar a ser libres a través de la adquisición de actitudes, conductas y
decisiones responsables, libres e informadas.
El método que se aplica es el Auto Aprendizaje On Line con un apoyo de una red de profesionales de la Universidad de
Chile. Modelo que no ha sido probado o al menos no se conoce de publicaciones de sus resultados.
La Cognitiva
La de Actitudes
La de Prácticas
De la evaluación de programas tradicionales: ((40))
Aumentan significativamente los conocimientos en el corto, mediano y largo plazo de Biología, Sexualidad,
Anticoncepción e Infecciones de Transmisión Sexual
Se retrasa la edad de inicio de las relaciones coitales y se desarrollan prácticas responsables en aquellos que
continúan con la actividad sexual o que la inician
Disminuye significativamente la tasa de embarazos y de abortos provocados clandestinos y los abortos obligados
Método de la evaluación
Evaluación Interna
Un programa de educación en general mide elementos inherentes al mismo programa y compara aspectos técnicos y de
aceptabilidad de las técnicas docentes utilizadas, instrumentos educacionales aplicados y medición de resultados a
través de los objetivos planteados para cada una de las actividades docentes. Esto se hará con una encuesta a los
Estudiantes a los 6 meses de aplicación del Programa ((41,42,43))
Evaluación directa
Se evalúa el impacto del programa. Para ello se mide el logro de los objetivos específicos diseñados previamente.
En este tipo de programa de Autoaprendizajes se hará midiendo la satisfacción alcanzada por los usuarios del programa.
Evaluación Indirecta
Esta evaluación se ha centrado en la medición de la autopercepción de su Calidad de Vida que tienen los y las
adolescentes después que han sido intervenidos por un programa específico ((44,45)). Se ha aplicado en salud y en
muchas otras instancias ((46,47,48)). No se conoce experiencias en intervenciones con Educación de la Sexualidad.
Su aplicación implica utilizar instrumentos (test) adaptados culturalmente, validados y que tengan comparación
internacional. En Chile existe un test de este tipo que es el KIDSCREEN aplicado a población adolescente escolar entre 10
y 19 años, en una muestra Nacional y por lo tanto ya se tiene la medición basal que permitiría utilizar este criterio de
evaluación para medir impactos de intervenciones como es la Educación de la Sexualidad. En este modelo se aplicara una
encuesta On Line con el test de KDSCREEN para los menores de 19 años y un Test de Calidad de Vida de la OMS. Ambos a
toda la Universidad y los mismos test un año después identificando a los que han hicieron uso del programa de
Autoaprendizaje ((49,50))
Considerando por una parte, que la sexualidad representa un lenguaje de amor, que permite la comunicación afectiva y
física entre dos sujetos humanos, y por otra, que somos sexuados desde que nacemos, viviéndola diariamente en todas
nuestras acciones y de forma diferente a lo largo de nuestra vida, es razonable sostener entonces, que ella es factible de
aprender, perfeccionar, manejar y orientar, es decir, desarrollar conductas entendidas como expresión visible de
actitudes y valores, que permitan un comportamiento sexual basado en una determinación personal inteligente, libre y
voluntaria.
Como sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) (1), la sexualidad sana involucra tres aspectos, a saber:
Aptitud para, por una parte, disfrutar de la actividad sexual y reproductiva y por otra, para controlarla de
acuerdo a una ética personal y social.
De los medios de comunicación que si bien pueden entregar información, ésta no siempre va acompañada de la
correspondiente acción formativa.
De las experiencias directas, que en muchos casos son más bien negativas e incluso a veces frustrantes y
marcadoras para la expresión futura, de una sexualidad, plena y gratificante.
Entendiendo y aceptando el derecho y deber de la familia (los padres) como responsables directos del proceso educativo
integral de niños y jóvenes, incluido el ámbito de la sexualidad, no es menos cierto y aceptado, que normalmente los
padres no asumen esta responsabilidad, reconociendo sus inhibiciones y dificultades para abordar la temática.
Esto es comprensible porque ellos también, como la mayoría de los adultos, son productos del círculo de
analfabetismo que ha imperado en el campo de la sexualidad y reproducción humana en nuestro país. Hay autores que
piensan que sólo los padres deben informar a sus hijos sobre la vida sexual; sin embargo muchos son los que se han
quedado esperando o siguen aguardando que les llegue dicha información. En contraste, otros creen que el sexo es tan
natural, que no hay nada que se tenga que aprender, ni que enseñar (4,5).
Por su parte, el Sistema Educación Formal, se ha caracterizado por la ausencia de Educación Sexual Integral, en sus
planes y programas. Con excepción de algunos colegios confesionales, en el resto, habitualmente se han dado iniciativas
con connotación biologicistas, asistemáticas, fragmentarias y muchas veces, riesgosamente voluntaristas, es decir,
implementada por personas sin formación amplia y sólida y en ciertos casos, con serios problemas personales no
resueltos, en el ámbito de su propia sexualidad. Situaciones como esta última, puede implicar que se provoque más
daño que beneficio.
Han predominado acciones más bien con carácter de parches, que con finalidad realmente formativa o preventiva, frente
a problemas puntuales calificados de alarmantes, como: revistas pornográficas, cuadernos con dibujos eróticos,
conductas o prácticas sexuales, algún embarazo precoz, etc.
Como solución, típico ha sido recurrir, con carácter de parche a charlas de especialistas, cuya real importancia se da,
cuando forman parte de un programa sistemático y permanente, dentro del currículo escolar.
Tradicionalmente se han dado acciones, más bien con carácter represivo, punitivo y aún discriminatorio, como lo
muestra la tradicional marginación del sistema escolar regular, de la adolescente embarazada, respecto de lo cual,
bastante se ha avanzado en los últimos años, en cuanto a permitir que esas alumnas prosigan sus estudios; no obstante,
a pesar de la legislación vigente (6) se siguen conociendo casos de alumnas embarazadas que son discriminadas y por
tanto marginadas del sistema escolar tradicional.
o Falla en la autoestima. La autoestima está referida a la autovaloración que cada persona hace de sí. Es
el juicio de valor, positivo o negativo, que se tiene con respecto a sí mismo. Es importante que el
individuo se perciba positivamente. Que sea capaz de reconocer sus limitaciones, pero también sus
potencialidades. De este modo podrá aceptarse y quererse, tal como es.
Cuando esta percepción de sí, es negativa, el individuo no se valora, se siente insatisfecho, sin
expectativas y aún puede llegar a despreciarse. La autoestima, se da y se refuerza significativamente en
el núcleo familiar.
De allí, la importancia de la comunicación dialógica y asertiva entre padres e hijos; como así mismo, las
relaciones y manifestaciones de cariño y de afecto.
Una persona querida y que se quiera, podrá tener una mayor capacidad para dar, como así mismo para
integrarse con armonía y sin conflictos a su entorno social.
Factores relacionados con el medio sociocultural.
Sociales
o Alteraciones del núcleo familiar. De estructura o funcionalidad, por:
Separaciones o fallecimiento de uno o ambos padres
Necesidad de incorporación de las madres al mundo laboral rentado
Alcoholismo o drogadicción de uno o ambos progenitores
Enfermedades catastróficas de algún miembro de la familia
Pobreza económica, afectiva o en la comunicación padres/hijos
o Retraso del matrimonio. La sociedad de consumo altamente competitiva, cambiante y tecnificada, en
que está inmerso hoy en día el hombre, le demanda la necesidad de alcanzar las más altas
competencias, que le respalden para alcanzar las metas de vida propuestas
Esta demanda implica prolongar estudios (estimulados por los propios padres) hasta edades más
avanzadas (educación continua) con la consiguiente postergación de compromisos, como el matrimonio,
por no contar con los recursos económicos que tal responsabilidad exige.
o Hacinamiento familiar (promiscuidad). La falta de oportunidades laborales, por una parte, a que se ve
enfrentada la juventud, más aún si no tiene las competencias requeridas, y por otra, la migración desde
las zonas rurales a las grandes ciudades, son causas que influyen en los hacinamientos familiares
(condición de allegados).
Esta situación se ve acentuada, cuando el grupo familiar, es del tipo extendido, es decir, con presencia de
abuelos, tíos, primos, etc.
Esta situación de hacinamiento plantea entonces el hecho, que las manifestaciones sexuales de sus
integrantes se den en un contexto de absoluta falta de privacidad.
Buen ejemplo se observa en la película “El Chacotero Sentimental” de Cristián Galaz, episodio “Todo es
cancha”. Esto obviamente, influirá en un aprendizaje empírico por parte de niños y jóvenes, de cuya
calidad formativa es legítimamente razonable, dudar.
Psicológicos
o Falta de manifestaciones afectivas y de comunicación con los padres. Es reconocido por los propios
afectados, que una de las razones por las cuales embarazan o se embarazan, es la carencia de afecto y
comunicación con sus padres (7). Sienten que ese niño o niña, por una parte les pertenece y por otra,
representa la persona con la cual podrán, comunicarse e intercambiar afectos.
De aquí entonces, la necesidad de hacer énfasis en la calidad de las relaciones padres/ hijos. En la época
actual, ambos padres se ven forzados a trabajar y por tanto dejan desprovistos de tutela, por más
tiempo, a sus hijos.
Considerando esto, hay que resaltar y rescatar la calidad que debe caracterizar las relaciones familiares
en el escaso tiempo de que se dispone. Lo ideal sería disponer también de cantidad de tiempo. De no
ser posible, hay que reforzar la calidad.
Culturales
o Estímulos sexo eróticos de los medios de comunicación. Probablemente la globalización y la revolución
comunicacional, sean lo que va a caracterizar este siglo XXI. Y es precisamente, en este ámbito, en que
siendo la comunicación multidimensional prácticamente instantánea y de gran accesibilidad, en que el
hombre y muy especialmente niños y jóvenes, sin herramientas formativas adecuadas, quedan
expuestos a la multiplicidad de estímulos sexo-eróticos que entregan los medios de comunicación:
películas, teleseries, videos, CDs, DVDs, TV cable, revistas, diarios e Internet. Los medios de
comunicación, hoy como nunca, transmiten mensajes sexo eróticos directos o subliminales, en los cuales
se señala que usando tal o cual perfume o vestimenta, fumando o bebiendo determinada marca, las
conquistas para él o ella serán más fáciles. La relación sexual, tiene una connotación de inmediatez y sin
mayores preámbulos y compromiso (touch and go).
o Deficiencia en la entrega de una adecuada información y formación, en el ámbito de la reproducción y
sexualidad humana. Se ha señalado que tanto la familia (básicamente responsable) como el sistema
escolar (con carácter subsidiario o complementario), en general, no han asumido el rol formador en el
ámbito de la educación en sexualidad y reproducción humana, que haga posible entregar eficaz,
adecuada y oportunamente las herramientas cognitivas y por sobre todo formativas, que permita a niños
y jóvenes enfrentar adecuadamente el bombardeo sexo-erótico, al que diariamente están expuestos.
Las razones expuestas en mayor o menor grado, estimulan o determinan el inicio sexual prematuro, de
un porcentaje de la juventud. Este inicio les puede significar costos, perjuicios y situaciones conflictivas,
difíciles para ellos de enfrentar.
Consecuencias de la Sexualidad Prematura en Adolescentes
En el aspecto biológico
o Embarazos inoportunos. Generalmente no esperados, ni deseados. Si bien hay casos de muchachas y
muchachos que reconocen haber deseado el embarazo, la mayoría manifiesta que no lo esperaban.
Muchas adolescentes aún creen que no pueden embarazarse en las primeras relaciones. Habitualmente
no usan métodos preventivos, creyendo ingenuamente que a ellas no les va a pasar, pues son otras las
que se embarazan.
o Abortos. Considerando que actualmente en Chile el aborto en cualquiera de sus formas, está prohibido
legalmente desde el año 1989, (actualmente está en discusión pública y próxima a aprobarse en el
Parlamento Ley que despenaliza el aborto en tres situaciones: riesgo de vida materna, inviabilidad fetal y
violación) los que se dan son ilegales, clandestinos y por tanto de alto riesgo. Sin embargo, muchas
adolescentes, con un buen apoyo profesional interdisciplinario y también afectivo, especialmente a nivel
familiar, hacen opción de vida, asumiendo la responsabilidad que en parte les corresponde. De este
modo el hijo no esperado y habitualmente no deseado, se transforma en hijo aceptado y que podrá
llegar a ser hijo amado (8,9).
o Riesgo de ITS, SIDA. La ignorancia no es factor protector de ningún riesgo; es por ello que la Educación
Sexual Integral, entregada oportuna y permanentemente, podría constituir la mejor herramienta de
prevención primaria, especialmente en este contexto de las Infecciones de Transmisión Sexual
En el aspecto social
o Matrimonios forzados, con bajas probabilidades de consolidación. En muchas ocasiones es preferible no
presionar este tipo de decisiones, que en lugar de beneficiosas, pueden resultar inconvenientes, por la
inmadurez y falta de claridad de futuro que tienen los adolescentes. Es necesario recordar que no
obstante, ser madre o padre, estos adolescentes deben continuar con el desarrollo de su adolescencia.
o Renuncia a las interacciones sociales. La necesidad de dedicarse a la atención de su hijo, influye en que la
adolescente, normalmente deba renunciar a fiestas, paseos y otras actividades propias de esta etapa de
desarrollo.
o Acceso a trabajos menores, mal remunerados y sin previsión social. El hecho de tener que abandonar los
estudios y no obtener capacitación laboral, determina significativamente esta situación. Considerando
que el sistema escolar tradicional no ha sido estructurado para atender las situaciones de las
adolescentes madres o embarazadas, justifica la necesidad de implementar alternativas que les dé la
oportunidad de terminar sus estudios básicos y medios, como así mismo aquellas que lo deseen,
capacitarse en un área técnica o profesional, que las habilite para generar recursos, que faciliten sus
responsabilidades de madre (10).
En el aspecto psicológico
o Modificación de sentimientos. Remordimientos o sentimiento de culpa en caso de, abortar o abandonar,
internar o ceder en adopción a su hijo. Incluso en esta última situación, se han conocido en el curso de
los últimos años, casos en que la madre biológica se ha arrepentido de haber dado en adopción a su hijo
y ha recurrido a tribunales de justicia para obtener la restitución por parte de los padres adoptivos, lo
cual ha suscitado gran e interesante polémica.
o Frustración de proyectos de vida, que los limitará en su realización como personas humanas . Estos costos
y frustraciones que una sexualidad ejercida en ausencia de una adecuada formación e información,
acarrean a nuestra juventud, justifican la necesidad de implementar Programas de Educación Sexual
Integral que debiera estar primariamente en manos de la familia, puesto que es ella el núcleo
socializador básico, en cuyo seno debiera llevarse a cabo el proceso formativo integral y permanente, de
niños y jóvenes, especialmente a través de la acción modeladora de los padres con educación sexual.
Es mediante, un estilo de vida definido y consecuente y particularmente de la manifestación de los
afectos a través del lenguaje no verbal, como la familia puede educar a los hijos. No obstante, existe
conciencia que en la práctica la familia no asume su rol protagónico y es por ello que se hace
recomendable y necesario el desarrollo de Programas de Educación Sexual Integral, insertos en el
currículo normal, en los cuales se puedan también considerar la implementación de Escuelas para
Padres y Apoderados, que incluyan reuniones de trabajo, seminarios y jornadas, que aborden temas
relacionados con el desarrollo integral de niños y jóvenes (11,12).
De este modo, en forma absolutamente natural, se reforzará la relación Familia Escuela, fundamental
para un trabajo armónico y coherente al servicio del proceso formativo de los educandos. Así también
padres y apoderados, se sentirán más fuertemente comprometidos con sus hijos y con la
Escuela (13,14).
Programas expresados en términos de Educación para la vida o Educación para el amor o Educación para mejorar la
calidad de vida, debieran contribuir, como un continuo sistemático e interdisciplinario a: (15)
Desarrollar integralmente a los jóvenes.
Para esto se hace necesario estimular en ellos la capacidad de análisis crítico y reflexivo, frente a las problemáticas o
necesidades que en el ámbito de la sexualidad, les son propias y que tarde o temprano tendrán ineludiblemente que
enfrentar.
La Educación Sexual, debería preparar y formar a los jóvenes de tal manera, que llegado el momento de decidir por la
iniciación o aplazamiento de la actividad sexual, éstos dispusieran de las herramientas que les posibilite, una opción
madura, voluntaria, libre y responsable. Los adolescentes pueden ser mejor preparados para los requerimientos de la
sociedad moderna, si la didáctica docente, les da la oportunidad de analizar creativamente el conocimiento brindado,
favoreciendo así el compromiso personal, consigo mismo y su entorno social.
El proceso educativo, debe estar centrado en el alumno como actor principal en la búsqueda activa de respuestas
fundamentadas, a sus propios conflictos y necesidades, poniendo en práctica así, el principio metodológico
del aprendizaje en la acción. Naturalmente, que una metodología de este tipo, enriquece y dinamiza el proceso
formativo (16).
La Educación Sexual no debe transformarse, sólo en la monótona tarea de dar sermones, consejos y advertencias
sobre lo que debiera ser o hacerse en materia de sexo, sino también acerca de lo que es y se hace. Se cree ingenua o
hipócritamente, que se educa a los niños y jóvenes ya sea idealizándoles exageradamente la realidad o hablándoles
descarnadamente y con lenguaje vulgar.
Es el enfrentamiento a los aspectos conflictivos de la sexualidad, lo que resulta francamente educativo. De allí que la
tarea primaria de la Educación Sexual Integral, sea la de capacitar a los jóvenes y también a los adultos, para que logren
encontrar por sí mismos, las respuestas adecuadas a las situaciones conflictivas, a que la vida sexual real los enfrenta y de
las que resultará, casi imposible sustraerse.
La Educación Sexual, no puede plantearse fuera del contexto de una educación integral del ser humano, es decir en todas
sus dimensiones (biológica, psicosocial y afectiva). Dirigida a la persona humana como un todo que es indivisible, puesto
que además de la estructura biofísica, tiene la dimensión de los afectos y sentimientos ((15,16)).
El hombre es un ser, que puede gobernarse por su inteligencia y voluntad; en quien el amor, representa uno de los
impulsos más vitales, que le permite en un contexto de madurez libremente responsable, entregarse (darse) a otros
seres de su propia condición humana. Para que esta capacidad de darse, pueda manifestarse en un individuo, es
importante que desde pequeño reciba afecto, cariño, amor, de quienes están en contacto con él/ella, como así mismo
que aprenda a dar y a compartir. Esto le facilitará la integración social y por consiguiente le posibilitará el ejercicio de su
sexualidad, en un contexto de afecto y servicio. Por esto es necesario, que desde un punto de vista educativo se les
aporten a niños/as y jóvenes la información y argumentos necesarios que les permita una postura personal definida y
fundamentada, que los capacite para discriminar con voluntad e inteligencia, entre lo que la realidad sociocultural le
ofrece y lo que su formación, principios y valores le indiquen. Que su comportamiento sea producto de sus convicciones
y que estas a su vez sean consecuencia de una reflexión crítica y profunda.
La Educación Sexual Integral por esto, debe tratar de esclarecer actitudes y valores a través de los hechos. Los jóvenes
deben tener la oportunidad de sopesar ideas, de aclarar informaciones, de superar mitos y en general de poder expresar
sus opiniones en temas que les afectan, pues este conocimiento les servirá a todos los individuos en el armónico
desarrollo de su personalidad y para cumplir más eficientemente su futuro rol de padres.
El hombre/mujer, como ser sexuado, siente, piensa y actúa diariamente, en todos sus actos, como tal. Capaz, a diferencia
del resto de los animales, de manejar u orientar su sexualidad con inteligencia, voluntad y responsabilidad (14,15,16).
Diagnóstico
Conocimiento o determinación de las reales necesidades de quienes serán centro del proceso educativo. Este
diagnóstico puede realizarse a través de grupos focales, empleando algún instrumento (encuesta) o una caja de
preguntas. Estos datos permitirán retroalimentar el Programa Base establecido, permitiendo actualizarlo conforme al
nuevo contexto y necesidades que manifiesten los(as) estudiantes. Esta posibilidad de ir reformulando el Programa,
reafirma el concepto de flexibilidad, que junto a la idea de sistemático, permanente y ojalá validado, debieran
caracterizarlos.
Tejiendo la Telaraña de la Relaciones. Técnica para romper el hielo, que permite crear un clima de trabajo
relajado y agradable; permite motivar una actividad interactiva, respetuosa y provechosa.
Charla. Presentación de temas cuya comprensión requiere explicaciones detalladas, apoyadas con materiales
didácticos variados (Power Point, diapositivas, transparencias, pósteres).
Foro. Oportunidad que tienen los asistentes a una Charla para plantear, finalizada la exposición, de manera
relativamente informal, preguntas o comentarios por escrito u oralmente, en forma breve y precisa.
Phillips 66. Permite estimular y dinamizar la acción opinante de todos los integrantes de un grupo frente a una
situación puntual. En rigor se forman grupos de seis personas y se analiza el problema durante 6 minutos,
asignando un minuto a cada integrante. Posteriormente cada grupo expresa sus conclusiones, disponiendo
también cada grupo de un minuto. En la práctica la formación de grupos y el tiempo asignado se puede ajustar
al número de participantes y al interés que despierte el tema analizado.
Simposio. Permite, contando con personas preparadas, profundizar tema desde distintos puntos de vista, sin
que haya necesariamente, discrepancias entre los expositores.
Mesa Redonda. En contraste con el simposio, esta técnica favorece la exposición de opiniones divergentes, pero
respetuosas, respecto de un tema.
Análisis de Casos. Análisis crítico reflexivo y tolerante de situaciones conflictivas y sin final previo, que pueden
presentarse en el ámbito de la sexualidad (embarazo adolescente, masturbación, relación sexual de riesgo).
Foto Análisis. Empleando fotografías relacionadas con aspectos que involucra la sexualidad humana, se estimula
el desarrollo de la imaginación y el espíritu de análisis crítico y reflexivo.
El Diccionario. Utilizando un diccionario para consultar el real significado de los términos que corrientemente se
utilizan para identificar estructuras o funciones corporales, relacionadas con sexualidad (pene, vagina, coito,
masturbación). Se contribuye a desmitificar la terminología equivocada, los mitos y errores.
¡Aló! No le escucho. Utilizando el conocido juego infantil, el secreto, se transmite rápidamente un mensaje al
oído, persona a persona; se observa cómo se distorsiona al final. Se valorara la comunicación como clave, en las
relaciones interpersonales.
Las Cajas de Fósforos. Recurriendo a 3 cajas de fósforos: una normal, otra con raspador cubierto con trozo de
género y otra en que los fósforos se cubren con género. Motiva análisis métodos de planificación familiar
(femeninos y masculinos) al servicio de paternidad/maternidad responsable y como compromiso de pareja.
Sexo Crucigrama. A través de un puzle diseñado con términos relacionados con sexualidad y reproducción
humana, se busca enfocar éstas, como expresión de amor de la pareja madura y estable.
Actividades a realizar: coherentes con los objetivos planteados, tanto de las/los estudiantes, como las del
profesor.
Tiempo de trabajo. Establecer el tiempo aproximado que tomará el desarrollo de cada Unidad.
Evaluación
Con la finalidad retro alimentadora del proceso educativo, es importante efectuar evaluaciones parciales, con
connotación formativa, para percibir los logros en los educandos y las deficiencias en las actividades desarrolladas y de
este modo ir perfeccionando la acción formativa. Con este fin se puede recurrir, por ejemplo a:
Encuestas de opinión, que recoja el parecer y sugerencias de los participantes, respecto del trabajo realizado.
Pautas de observación, que permitan ir registrando, actitudes y comportamientos que manifiestan los alumnos,
durante el desarrollo de las actividades, propias del programa.
A la capacidad de los alumnos para elaborar materiales didácticos, como CDs, DVDs, videos, afiches, poemas,
canciones, láminas, folletos, paneles o diarios murales, que por una parte, sirvan para los futuros trabajos con
otros alumnos como material de ilustración, y por otra, para mostrar a la comunidad escolar (autoridades,
padres, apoderados) a través del montaje de exposiciones, semestrales o anuales, los progresos informativos y
formativos de niños y jóvenes en el ámbito de la Educación Sexual. Si los responsables lo estiman pertinente, se
puede realizar evaluación sumativa, por ej. a través de un Test o prueba de ensayo, a fin de conocer nivel de
logros alcanzado de los estudiantes.
Los Visuales: Diapositivas, Transparencias, Láminas, Fichas, Revistas, Esquemas de Libros, Naipes, Puzles,
Consultorios sentimentales, Recortes diarios, Fotografías.
Los Auditivos: Grabaciones con entrevistas o relatos testimoniales. Lectura o audición de poemas, canciones
populares, artículos o párrafos literarios seleccionados, biografías de personajes destacados.
Importante es sugerir la conveniencia de evaluar los materiales didácticos (17,18) que se utilicen, porque ello le indicará
al docente la real utilidad que dicho material tiene, tanto desde el punto de vista motivacional, como de su calidad y
contenidos al servicio de acciones de carácter formativo. Conveniente es hacerlo, con los recursos audiovisuales
(películas, videos, CD, DVD, programas o documentos bajados de Internet), los cuales mal empleados pueden perder su
carácter educativo.
Un uso adecuado de estos recursos, con fines verdaderamente educativos, demanda que el docente o monitor, los vea
varias veces (3 a lo menos), a fin de conocer en detalle los temas que se abordan tanto, en lo que respecta al contenido
como a la forma y profundidad en que estos se presentan. De esta forma podrá seleccionar o descartar, por presencia o
ausencia, aquellos que estime convenientes, conforme a las características del grupo de trabajo. Así mismo le permitirá
preparar guías de apoyo, que permitan a los alumnos centrar su atención en los aspectos relevantes para el posterior
trabajo de análisis y discusión del material.
En general podemos sostener razonablemente, que no hay material didáctico, bueno o malo. Todo dependerá de la
capacidad y preparación que tengan, quienes los empleen. El mejor y más sofisticado material en manos inexpertas,
podrá ser formativamente malo; en contraste, un material modesto o estimado como malo, didácticamente trabajado,
podrá representar una instancia formativa de importancia.
Para satisfacer los requerimientos más arriba expresados, se hace necesario implementar Programas de Capacitación
Docente en el campo de la Reproducción y Sexualidad Humana, de manera que profesionales de la educación, de la
salud, padres y apoderados (19), estén en condiciones de enfrentar en conjunto el desafío, que demanda el Sistema
Escolar, abordar la Educación Sexual Integral de niños y adolescentes.
Un profesor que tenga una aceptable base cognoscitiva y una adecuada formación metodológica, podrá hablar de
sexualidad con seguridad y naturalidad, estando siempre dispuesto a mejorar y perfeccionar su nivel académico
(modestia de aprendizaje).
En contraste el que carezca de estas herramientas se expone él y también expone a sus alumnos a situaciones
embarazosas, que en lugar de ayudar, pueden perjudicar el correcto y normal desarrollo de sus educandos.
El desafío por tanto, es verdaderamente complejo, difícil, pero apasionante para los profesores, quienes cualquiera sea el
nivel educacional en que actúen y la asignatura o especialidad que desempeñen, están en una situación privilegiada, de
contacto directo y prolongado con los alumnos, para detectar sus problemas e inquietudes y así ofrecerles alternativas
valederas que les ayude, a enfrentarlas positivamente, en búsqueda de una feliz concreción de sus proyectos de vida.
Esta capacitación, es factible realizarla a través de:
Cursos presenciales
Cursos On line
o Exclusivamente On line
Cursos Presenciales
Debieran basarse en la combinación armónica de:
1. Tópicos relevantes, compatibilizando aquellos que los profesores por su experiencia docente, perciben como
deficientes en sus alumnos; aquellos que los mismos profesores manifiestan requerir y finalmente aquellos que
los especialistas, responsables del programa, estiman que aportarán conocimientos o enfoque útiles y
novedosos.
Tratándose de padres y apoderados debieran revitalizarse las Escuelas para Padres, en las cuales se podrían
abordar periódicamente, temas relacionados con niños y/o adolescentes, que les permita mejorar su influencia
educativa en sus propios hijos.
2. Estrategias metodológicas atrayentes e innovadoras, especialmente a través de TALLERES, que permitan a los
participantes, mediante un trabajo eminentemente participativo y reflexivo, vivir empáticamente, situaciones
confrontacionales del ámbito de la reproducción y sexualidad humana.
Cursos Radiales
El 2010, los sábados de 13 a 15 hrs. se realizó el primer Curso Piloto de Educación Sexual, a través de la Radio de la
Universidad de Chile, 120.5 F.M. con complemento de su WEB, y la participación de Profesionales de CEMERA, MEDICHI,
Facultad de Medicina, Universidad de Chile y el respaldo del Laboratorio SILESIA.
Objetivo: entregar a PROFESORES, PADRES e INTERESADOS, herramientas tanto en el ámbito cognitivo como
especialmente formativo, a fin de contribuir al desafío de abordar Educación Sexual Integral, que ayudara a niños (as) y
jóvenes a conocer y vivir su sexualidad sin temores y en plenitud, teniendo como autocontroles, sus conocimientos,
voluntad, inteligencia, responsabilidad, principios y valores. Esta experiencia docente se incluye como material
disponible en el presente curso.
Cursos On line
Estos cursos requieren implementar una plataforma que permita a los participantes conforme a su disponibilidad de
tiempo acceder a los materiales de estudios, normalmente organizados en módulos o capítulos, a foros o chats
programados con los Docentes Monitores, responsables de los respectivos módulos y a las evaluaciones que contemple
el Programa.
Este tipo de Programas virtuales pueden ser “cerrados”, es decir, estar organizados dentro de un tiempo acotado, por ej.
un mes, un trimestre, un semestre o anual, en el cual los participantes tendrán que cumplir con las actividades
planificadas (períodos de inscripción, lecturas, actividades prácticas, participación en foros, chats y evaluaciones) o bien
ser “abiertos”, para la incorporación permanente de participantes, en el momento que ellos determinen pero
respetando los tiempos máximos de desarrollo completo del curso.
Aquellos que contemplan actividades presenciales, pueden realizarlas al finalizar cada Módulo o al inicio, en la mitad o
al finalizar. En todo caso, según la ocasión y el número de encuentros presenciales que se programen, estos deben
programarse con los objetivos bien definidos. Estos pueden tener carácter inductor, atender consultas, intercambiar
ideas u opiniones, aplicar algún tipo de evaluación o tener carácter de clausura del programa, etc. Entre las experiencias
On line de Cursos de Capacitación en Educación Sexual que se han realizado, podemos destacar:
2006 equipo de Ps. Dra. Irma Palma, diseña Curso de Post-título “EDUCACIÓN EN SEXUALIDAD Y AFECTIVIDAD”.
Una Mirada al Marco Curricular para Profesores de Comprensión del Medio Social y Natural, Comprensión de la
Naturaleza y Biología”.
2007 Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos(CLAM), Centro de Estudios para el Desarrollo
de la Mujer (CEDEM) y Universidad Arturo Prat (UNAP) implementan Curso piloto de educación a
distancia “GÉNERO Y SEXUALIDAD: COMPETENCIAS PARA LA DOCENCIA”. Basado en Curso Piloto de Educación a
Distancia “Género y Diversidad en la Escuela” desarrollado en Brasil por CLAM, Gobierno del Brasil y British
Council. Objetivo: entregar a estudiantes de pedagogía en Educación General Básica, herramientas para debatir
transversalmente las temáticas de género, sexualidad y diversidad.
2012 “CEMERA”, basándose por una parte, en el Programa de Educación Sexual: “Adolescencia Tiempo de
Decisiones” y por otra en la experiencia realizada el 2004, elabora PROGRAMA de EDUCACIÓN SEXUAL,
reconocido por el MINEDUC y dirigido a profesionales de la educación y de la salud. Se ofrece a través de
MEDICHI, Facultad de Medicina. Universidad de Chile.
3. Homosexualidad
Hoy en día nos vemos enfrentados cada vez con mayor frecuencia a consultas en relación a la conducta u orientación
sexual provenientes de los mismos jóvenes, de sus padres o de otros conocidos o familiares. Es por eso que es necesario
tener conocimientos que nos permitan otorgarles la información adecuada, responder a sus inquietudes u orientarlos
adonde puedan recibirla de manera confidencial, sin juzgarlos ni estigmatizarlos.
Aunque la homosexualidad no es en sí misma un trastorno, los y las adolescentes y jóvenes que se consideran
homosexuales o bisexuales o que presentan conducta homosexual o bisexual o que se encuentran confundidos/as en
relación a su orientación sexual, pueden presentar necesidades especiales de atención, tanto en el sistema educativo
como en salud, derivadas principalmente de la homofobia y discriminación que existe en nuestra sociedad.
Definiciones
Para poder entender la formación de la identidad sexual en el ser humano es importante tener en cuenta algunas
definiciones:
Identidad sexual: está constituida por la identidad de género, el rol de género y la orientación sexual de una persona.
Cada uno de los aspectos descritos va evolucionando en el proceso del desarrollo desde el período de recién nacido
hasta la adolescencia, dándole un sentido en el logro de la identidad sexual.
Sexo biológico: está constituido por diferentes componentes, como el sexo cromosómico, los genitales externos e
internos, los componentes neuroencefálicos y neuroendocrinos. La mayoría de las veces se asigna al/la recién nacido/a el
sexo civil de acuerdo a sus genitales externos.
Identidad de género: es la convicción íntima, el sentimiento básico internalizado de sentirse a sí mismo como mujer u
hombre. Normalmente este sentimiento íntimo, se define entre los 18 meses y los 3 años de vida y, generalmente
concuerda con el sexo asignado.
Disforia de género: Se caracteriza por una marcada incongruencia entre el sexo que uno siente o expresa y el que se le
asigna (1). Esta disconformidad con las características propias del género, puede estar presente en distinto grado.
Rol o papel de género: se refiere al comportamiento definido como masculino o femenino en una cultura determinada.
Estas conductas también se encuentran generalmente en concordancia con el sexo biológico y la identidad de género. La
alteración en el rol o papel de género corresponde a varones con conductas o preferencias más típicamente femeninas o
mujeres con conductas o preferencias más típicamente masculinas, pero que se identifican con su sexo biológico, con
consecuencias en su integración social. Los niños varones afeminados o las niñas masculinas no necesariamente a futuro
corresponden a personas con orientación homosexual o bisexual. Como también sólo algunos gays son afeminados y
sólo algunas lesbianas son masculinas.
Transvestistas: corresponden a hombres que sienten placer al simular un aspecto femenino con vestimentas y accesorios
ad hoc. El transvestismo fetichista corresponde a una patología en que un hombre primordialmente siente placer sexual
vistiendo ropas íntimas femeninas (1)
“Travestis”: popularmente se denomina así a hombres que simulan un aspecto y modales femeninos, muchas veces
ejerciendo el comercio sexual.
Transformistas: corresponde a personas que simulan un aspecto y modales del otro sexo, principalmente como parte de
un espectáculo.
Orientación sexual: es la dirección de los intereses eróticos hacia otras personas. Al hablar de atracción sexual nos
referimos a un patrón de excitación física e interés emocional o romántico y sexual que involucra fantasías, imaginación y
sueños de contenido sexual o erótico. Los individuos heterosexuales se sienten atraídos por personas del otro sexo, los
individuos homosexuales se sienten atraídos por personas del mismo sexo y los individuos bisexuales se sienten atraídos
por personas de ambos sexos. Los hombres homosexuales también se denominan gays y las mujeres homosexuales,
lesbianas o gays.
Conducta sexual: la manera en que se expresa conductualmente la sexualidad. En un concepto más amplio va desde los
besos y caricias, pasando por la masturbación mutua y llegando a las relaciones sexuales o actividad sexual propiamente
tal. Las relaciones sexuales pueden ser vaginales, orales y anales. Entonces, conducta sexual no es sinónimo de
orientación sexual. Puede ocurrir que una persona tenga una orientación heterosexual, pero incurra en conductas
homosexuales. Esto puede darse en los adolescentes como una conducta exploratoria o cuando no hay acceso a
personas del otro sexo, como en internados, cárceles, etc. También puede ocurrir que una persona de orientación
homosexual presente una conducta heterosexual. Esto puede suceder en el caso de quienes no han asumido su
homosexualidad o desean mantenerla oculta. El experimentar placer en una conducta homosexual no equivale a ser
homosexual, como tampoco el experimentar placer en una conducta heterosexual equivale a ser heterosexual.
Identificación con una orientación sexual: es otro concepto distinto y en algunos casos puede estar precedida por una
etapa de confusión o de negación. El conocimiento actual sugiere que la orientación sexual se establece generalmente,
en la niñez temprana. La identificación con la propia orientación sexual puede ocurrir tanto en la adolescencia como en
la adultez. Es perfectamente posible que un adolescente haya asumido su orientación sexual y se identifique como
homosexual a esa edad. También es posible que las personas se identifiquen con una orientación sexual aunque no
hayan experimentado una conducta sexual.
Salida del closet o “coming out”: toma de conciencia y reconocimiento de la orientación sexual homosexual o bisexual.
Identidad Homosexual: En cuanto al proceso de desarrollo de identidad homosexual, Troiden (2) plantea cuatro fases
que no son lineales y no tienen una duración establecida. Cada una de ellas se encuentra teñida por conflictos y
dificultades que el/la joven debe enfrentar y para lo cual no se encuentra preparado/a.
Las etapas planteadas por Troiden (2) son las siguientes:
Sensibilización: inicialmente aparecen generalizados sentimientos de marginalidad y de ser diferentes a los pares
del mismo sexo, sin entender por qué, lo que incide en sentimientos de inadecuación o desinterés por las
actividades que realizan sus pares.
Confusión de Identidad: la posibilidad de poder ser homosexuales, genera confusión, temor y ansiedad. Esto
los/las lleva a buscar una “cura”, inhibiendo intereses y conductas homosexuales, buscando relaciones
heterosexuales, generando pensamientos homofóbicos, y buscando escapar de su confusión con conductas
sexuales de riesgo y consumo de drogas.
Aceptación de la Identidad: reanudación de contactos con experiencias homosexuales, autodefinición
homosexual, y exploración de la cultura homosexual, participando de movimientos homosexuales.
Compromiso: generalmente ocurre en la adultez, la homosexualidad es integrada en la vida psicológica, hay un
cambio en el significado y la valoración del ser homosexual, una satisfacción al poder mostrarlo, sin culpa por
ello
3.1 Prevalencia
La homosexualidad existe y ha existido en la mayoría de las sociedades. La prevalencia de la orientación homosexual
varía según si se pregunta por conducta homosexual o por identificación homosexual. Además la estimación de la
prevalencia suele ser imprecisa, dado el estigma que representa el reconocer esta condición. En Estados Unidos los
porcentajes varían entre un 3% y un 10% de población adulta homosexual (3).
Probablemente la prevalencia real de homosexualidad no ha aumentado, sin embargo, puede ser que los adolescentes
se estén identificando más precozmente con la orientación homosexual.
En Chile, los datos son escasos aún, en el Estudio Nacional de Comportamiento Sexual en Chile (4), un 0,3% de los
hombres y un 0,1% de las mujeres se consideró homosexual; y un 0,1% de los hombres y un 0,1% de las mujeres se
consideró bisexual. Estos porcentajes probablemente son más bajos que la realidad y pueden relacionarse con
sentimientos de vergüenza en relación a la orientación homo y bisexual. De acuerdo a los datos de la VII Encuesta
Nacional de Juventud, el 2% de los jóvenes se declara homosexual y el 1% bisexual
3.2Mecanismos explicativos
Los mecanismos de desarrollo de la orientación sexual no están aun completamente aclarados. Sin embargo, existe cierto
consenso en que la orientación sexual no es una opción, es decir, no se elige entre ser homosexual, bisexual o
heterosexual. Por otro lado, la orientación sexual, probablemente está determinada por varios factores.
Existe fuerte evidencia sobre la influencia biológica en su conformación, ya que se ha determinado que hay una alta
concordancia en la orientación sexual de gemelos idénticos, hay evidencia de que la exposición hormonal prenatal
influiría en la orientación sexual y se han encontrado diferencias neuroanatómicas en algunas regiones cerebrales entre
las personas homosexuales y heterosexuales. Un estudio en hombres homosexuales que provenían de familias con otros
parientes hombres homosexuales encontró diferencias en el cromosoma X (6).
Por otro lado, no hay evidencia científica de que formas de crianza, tipo de colegio, abuso sexual u otros eventos vitales
causen homosexualidad.
En el caso de hombres homosexuales que han sido abusados sexualmente cuando niños por otros hombres, pareciera
corresponder más bien a niños vulnerables que son detectados por los abusadores. Es importante en el caso de quienes
han sido abusados sexualmente el diferenciar la homosexualidad de una confusión en la orientación sexual. Esto puede
ocurrir, por ejemplo cuando las víctimas han experimentado placer sexual en un abuso homosexual. Otro ejemplo es la
evitación de relaciones heterosexuales producto de un Trastorno por Estrés Postraumático, secundario a un abuso
heterosexual.
El hablar del tema de la homosexualidad y el estar expuestos a ver conductas homosexuales, ya sea a través de los
distintos medios de comunicación o en distintos ambientes como discoteques, familia, colegio, etc. podrían influir en la
conducta sexual, pero no hay evidencias de que influyan en la orientación sexual. Es decir, podrían por imitación o por
moda aumentar las conductas homosexuales, pero no la orientación homosexual. También podría influir en que los
jóvenes homosexuales puedan identificarse con su orientación sexual más precozmente y en la medida en que el estigma
disminuye, puedan con más frecuencia asumirlo públicamente.
3.3 Necesidades especiales de adolescentes y jóvenes no heterosexuales
Los resultados de un estudio chileno (7) muestran que son los padres los primeros generadores de consulta al descubrir
la orientación sexual no heterosexual de su hijo/a. Este descubrimiento por lo general ocurre por haber encontrado una
carta o haberlos sorprendido comunicándose a través de internet o por teléfono con personas homosexuales. El segundo
grupo en orientar a los/las adolescentes a consultar son los/las profesores/as u orientadores de colegio, ya sea porque
los/las adolescentes se los comunicaron o porque las conductas generan preocupación en el ambiente escolar.
El objetivo general es el mismo para todos los jóvenes: promover un desarrollo normal, un bienestar social y emocional y
una adecuada salud física.
La principal tarea de la adolescencia es la búsqueda de la identidad, esto suele no ser muy fácil y en el caso de los
adolescentes y jóvenes que no son heterosexuales o se muestran confundidos con respecto a su orientación sexual se
hace aún más difícil. Pueden aislarse o ser rechazados por sus familias, pares o profesores y ser víctimas de burlas o
violencia física o psicológica. Como consecuencia pueden incurrir en conductas de riesgo como deserción escolar o
abandono de estudios, abuso de alcohol y drogas y conductas sexuales de riesgo. Además tienen más riesgo de
presentar trastornos del ánimo, trastornos ansiosos e intentos de suicidio (8,10).
Otro grupo que puede también presentar necesidades especiales son quienes presentan alteración a nivel del rol o papel
de género, o sea varones afeminados o mujeres masculinas que son víctimas de burlas y discriminación.
Al atender consultas de adolescentes y jóvenes es importante asegurarles la confidencialidad. Se debe crear un ambiente
de confianza en el que él o ella no se sientan juzgados.
No se debe dar por hecho que todos los y las adolescentes y jóvenes son heterosexuales y, por lo tanto, las preguntas
que se hacen debieran tener eso en cuenta. Por ejemplo, preguntar si ha tenido pareja o si le atrae o le gusta alguien,
dando a entender que pudiera ser de su mismo o del otro sexo y preguntar con naturalidad tanto por conductas
homosexuales como heterosexuales. Tampoco se debiera bromear acerca de la homosexualidad o bisexualidad, o
realizar comentarios homofóbicos que desalienten a un o una joven como a el o la adolescente a plantear sus
inquietudes.
Las terapias dirigidas a cambiar la orientación homosexual a heterosexual están desaconsejadas por la mayoría de las
sociedades científicas internacionales que trabajan con adolescentes y jóvenes, ya que no sólo no son efectivas, sino que
además podrían ser perjudiciales. Sin embargo, un profesional puede ayudar a un adolescente o joven a aclarar su
orientación sexual cuando está confundido o cuando está en riesgo de presentar o está presentando alguna
sintomatología o conductas de riesgo. Muchas veces sus necesidades se derivan del hecho de cómo enfrentar el tema
con sus padres o cuando hay dificultades para la aceptación de esta situación.
3.4 Necesidades especiales de los padres de adolescentes y jóvenes no heterosexuales
Cuando un padre o una madre se entera de que su hijo o hija tiene o ha tenido conductas homosexuales o se siente
atraído por alguien de su mismo sexo o se identifica como homosexual o bisexual, suele vivir un proceso difícil y
doloroso (12).
Muchas veces los padres pasan por un verdadero proceso de duelo. Buscan argumentos que contradigan la posibilidad
de la homosexualidad o bisexualidad de su hijo o hija. Les dicen que probablemente es una confusión propia de la edad,
que no pueden estar seguros de su orientación sexual si no han probado el tener relaciones heterosexuales, o que tal
vez, esa idea, es producto de una mala experiencia heterosexual. A veces buscan la posibilidad de algún “tratamiento o
cura” y consultan con distintas personas, pudiendo recibir una información u orientación inadecuada. También pueden
negar la situación y evitar hablar del tema, pero a la vez les restringen los permisos a sus hijos o hijas y les prohíben las
amistades con la esperanza de que “cambie”. Otras veces buscan explicaciones o se culpan o comienzan a presentar
sintomatología ansiosa o depresiva.
Para los padres muchas veces es también un problema el decidir a quién contar y cómo contar lo que les está pasando.
3.5 Lo que se puede hacer en el sistema escolar
Se han propuesto algunas medidas que se pueden implementar en la escuela para asegurar que en la escuela se enseñe
a respetar a las personas que no son heterosexuales.
Ampliar los programas de entretenimiento: actividades extracurriculares que tomen en cuenta a los
homosexuales y bisexuales
Proveer atención y educación de salud adecuadas: en especial sobre la prevención de enfermedades de
transmisión sexual.
Dar entrenamiento al personal docente y administrativo: capacitación para que puedan detectar las necesidades
y brindar apoyo a los estudiantes homosexuales.
Presentar modelos o referencias sociales: dar a conocer modelos adecuados homosexuales que sirvan como
referentes como por ejemplo celebridades.
Garantizar la igualdad: protección en contra de la discriminación hacia los homosexuales.
Crear un ambiente de seguridad: crear políticas claras en contra del hostigamiento hacia los homosexuales.
Dar apoyo a los estudiantes: realizar alianzas “gay/bi/hétero” que acoja a los estudiantes que estén preocupados
por los temas de orientación sexual y homofobia.
Reformular el programa escolar: incorporar el tema de la homosexualidad y bisexualidad en las distintas
materias.
Diversificar el contenido de la biblioteca, los medios audiovisuales y la informática: incluir la temática
homosexual y bisexual.
No debe darse por sentado la heterosexualidad: recordar que puede haber homosexuales y bisexuales entre los
que nos rodean.
3.6 Lo que puede hacer el personal de salud
El personal de salud debiera tener en cuenta los siguientes puntos al atender a adolescentes que no son heterosexuales:
Derivar a otro profesional si hay dificultades personales para atenderlos.
Asegurar al paciente que su confidencialidad está protegida. Discutir con ellos si es apropiado que sus padres se
enteren y si quieren que esa información se registre en la ficha.
Ayudarlos/as a pensar acerca de sus sentimientos cuidadosamente, para clarificar si hay o no confusión con
respecto a su orientación sexual.
Identificar conductas de riesgo (conductas sexuales, consumo de alcohol y drogas) y ofrecer consejería o
tratamiento si está indicado.
Ofrecer apoyo ante los conflictos que se pueden presentar con sus familias en el proceso de “salir del closet”
Todos los seres vivos tienen órganos sensibles, que al recibir un estímulo les provoca una reacción. Los seres humanos
también somos organismos sensibles y esta sensibilidad nos hace receptivos de estímulos que pueden venir, tanto del
mundo externo (medio ambiente, clima, medio social, etc.) como del mundo interno (impulsos, deseos, tendencias,
necesidades).
Nuestra sensibilidad nos permite experimentar un sinnúmero de fenómenos afectivos en forma constante y permanente.
A este proceso de afectar y de ser afectados que ocurre entre el individuo y su medio, se le llama VIDA AFECTIVA.
La afectividad es una cualidad psíquica a través de la cual el individuo es capaz de experimentarse a si mismo y vivenciar,
en lo más íntimo, la realidad externa. Es el modo como somos afectados interiormente por las circunstancias que se
producen a nuestro alrededor.
La manera en que podemos ser afectados o estimulados, será por cualquier característica o cambio del mundo interno o
externo, cuya energía o fuerza sea suficiente para influir en el sistema psicológico de la persona que está percibiendo.
Estos estímulos van a provocar respuestas o activaciones emocionales que son los fenómenos afectivos. Estos varían y se
clasifican según sea su duración, intensidad, permanencia y nivel de compromiso con el organismo en su totalidad. De
esta manera, encontramos que sentimiento y emoción tienen un significado similar, pero el segundo implica un mayor
componente fisiológico, implica una menor duración y una mayor intensidad. Sentimientos y emociones serían los pilares
fundamentales que constituyen la afectividad, la cual se traducirá finalmente en un estado de ánimo (1).
Ser subjetivos: La afectividad convierte toda experiencia en vivencia interna. La manera como se viva una
experiencia va a depender tanto del estímulo como de factores personales de quien la experimenta, como por
ejemplo el temperamento, que se define como el estilo individual característico de acercarse y reaccionar ante
las personas y las situaciones, que implica un componente biológico de la personalidad.
Espontáneos: Los afectos surgen como reacción o resultado de la relación entre el individuo y su medio. Son
involuntarios, por lo tanto no son ni buenos ni malos. Al trabajar con personas en general y especialmente con
adolescentes y tratar de entender sus comportamientos, se debe tener presente que detrás de cada conducta
existe un fundamento emocional que motiva a actuar de esa manera.
Bipolares: lo que implica que se mueven de un polo a otro, según tres dimensiones, agradables o desagradables,
generen placer o rechazo e intensos o neutros.
Universales: Los afectos son universales en su forma de expresión. En cualquier parte del mundo la alegría o la
tristeza que una persona experimenta es reconocible aunque no se entienda el idioma que habla o aunque no
exprese palabras.
Además, los fenómenos afectivos acompañan, dirigen y a veces modifican la actividad psíquica y física. Por ejemplo, en el
supuesto de experimentar un miedo intenso podría producirse taquicardia, sudoración, aumento de secreción de
adrenalina, dificultad para pensar con claridad o rapidez para correr como quisiéramos. Cualquiera sea la intensidad, los
afectos pasan por el cuerpo aunque no siempre estemos conscientes o sensibles a ellos (2). Con frecuencia es necesario
tener un fuerte dolor de cabeza o una úlcera para reconocer que estamos sobrecargados.
Los fenómenos afectivos determinan nuestras conductas y decisiones, a veces más que los factores racionales y puede
decirse que actuamos guiados por la afectividad. Cuando los afectos son muy intensos pueden alterar la lógica y la
objetividad, deformar la apreciación de la cosas y disminuir el sentido crítico frente a la realidad, constituyendo un
riesgo.(1)
Los sentimientos o emociones exigen expresión, ya sea a través de palabras, gestos o actitudes que reflejan el estado
afectivo subyacente. Sin embargo, a veces es posible negar o disfrazar los afectos lo que puede inducir a equivocaciones
o engaños.
Si los adultos, en ocasiones se dejan llevar por los afectos, pensemos qué puede pasarle a los niños que todavía no
reflexionan, que actúan bajo el impulso de una necesidad o deseo, o a los adolescentes que están viviendo una etapa de
gran inestabilidad emocional y suelen reaccionar en formas extremas en su adolescencia temprana y a medida que pasa
el tiempo, pueden quedarse en los matices.
Respuesta Afectiva
La forma como se viva una experiencia dependerá tanto de la fuerza del estímulo como de factores personales del que
está percibiendo.
Existen factores personales en cada individuo, ya sea niño, adolescente o adulto, que influirán en el tipo, intensidad,
permanencia, reacción y forma de expresar los afectos.
Frente a un mismo estímulo no todos reaccionan de igual manera. Cada uno tiene sus propias características que
dependerán:
Factores biológicos o constitucionales: sistema nervioso, hormonas, metabolismo, función endocrina, estado
general de salud.
Factores heredados: genéticamente heredamos distintas características físicas y psicológicas, distintos tipos de
temperamentos que marcan la diferencia de nuestra respuesta afectiva.
Factores aprendidos: estos tienen relación con modelos entregados por la familia Una familia alegre cálida,
comprensiva y que apoya tendrá una forma muy diferente de entregar y expresar afectos comparada a otra fría,
apática, poco expresiva. En esta última es probable que los niños sean emocionalmente mudos.
El mundo afectivo en muchas ocasiones puede alterar el pensamiento, por ejemplo, cuando estamos ciegos de rabia o
amor. De esta manera, es imposible pensar en un desarrollo intelectual separado de un desarrollo emocional. La
inteligencia emocional, es la que se pone en práctica al momento de ser capaz de reaccionar correctamente ante nuevos
desafíos y responder a las exigencias de la vida.
La inteligencia emocional, supone un adecuado conocimiento de sí mismo y de sensibilidad frente a los otros, además de
ciertas características. (3)
Reconocer las propias emociones: poder hacer una apreciación y dar nombre a las propias emociones. Es
necesario saber por qué se siente como se siente, para poder manejar las emociones, moderarlas y ordenarlas
de manera consciente.
Saber manejar las propias emociones: emociones como la rabia, el miedo o la tristeza, son mecanismos de
supervivencia que forman parte de nuestro bagaje emocional básico, por lo que no deben negarse o evitarse,
sino más bien, ser asertivo en la expresión de ellas.
Utilizar las habilidades personales: para manejar las emociones es importante además, ser perseverante,
disfrutar aprendiendo, tener confianza en uno mismo y ser capaz de sobreponerse frente a los fracasos.
Saber ponerse en el lugar de los demás: la empatía ante otras personas requiere la predisposición a admitir las
emociones, escuchar con atención y ser capaz de comprender pensamientos y sentimientos que no se han
expresado verbalmente.
Crear relaciones sociales: importante es la capacidad de crear relaciones sociales, de reconocer conflictos y
solucionarlos, de encontrar el tono adecuado y percibir los estados emocionales de los demás.
El desarrollo de la afectividad es necesario para alcanzar una madurez emocional adecuada, de acuerdo a la edad y etapa
de vida. Distintos autores proponen diferentes indicadores o criterios de madurez afectiva o emocional que permiten
reconocer el grado de desarrollo afectivo alcanzado.
Se debe tener en cuenta que madurez es un proceso dinámico, de desarrollo paulatino. Es un concepto relativo que
puede referirse tanto al desarrollo total de la personalidad como a cada una de las esferas del desarrollo humano, y en
cada etapa evolutiva de la vida. Por ejemplo, un adolescente puede estar maduro biológicamente para tener un hijo,
pero no lo está desde un punto de vista emocional, ni social.
Madurez afectiva implica la integración armónica de todos los componentes de la personalidad, logrando tener una
percepción correcta acerca de si mismo, de los demás y del mundo que nos rodea. El logro de una personalidad
armónica permite un bienestar emocional; sentirse bien interiormente.
Tener capacidad de amor maduro y que éste sea un acto de la voluntad, de donación, de compromiso y fidelidad.
Que incluya capacidad de comunicación, de convivencia y necesidad de compartir la vida con esa persona.
Identificar, expresar y manejar todo tipo de afectos y ser sensibles a los afectos ajenos. El ocultar o no expresar
los sentimientos bloquea el crecimiento personal.
Disfrutar de pequeños agrados cotidianos lo que repercutirá en un estado de ánimo más positivo y estable. Tener
despierta la capacidad de admiración.
Aceptar y manejar experiencias dolorosas que no podemos evitar (enfermedades, muerte). Esto no significa
suprimir las emociones sino darle a cada una el valor que le corresponde. Aceptar el dolor como necesario para
la maduración de la personalidad.
Tener estabilidad emocional. No ser lábil, cambiante y tener dominio sobre el exceso emocional.
Tener una autoestima real y positiva. Esto permite estar satisfecho consigo mismo, con los demás y con el
mundo. Posibilita la capacidad de autocrítica, lo que redundará en el propio perfeccionamiento.
Ser socialmente adaptado. Tener un comportamiento adecuado, ser capaz de compartir y relacionarse en familia,
colegio, trabajo, instituciones y relaciones sociales en general. Tener capacidad para la convivencia diaria.
Tener un comportamiento asertivo. Para ello se requiere de una buena autoestima, apertura y flexibilidad para
actuar y capacidad de empatía frente a los demás. Comunicarse sin inhibición ni agresión, sin dejarse presionar
por otros sino expresando clara, honesta y directamente lo que se desea, se siente o se piensa.
Tener conocimiento de la propia sexualidad. Aceptarla sin temores, culpas, ni creencias erradas. Estar satisfecho
y valorar el propio sexo. Reconocer lo que el cuerpo siente y a la vez tener autocontrol sobre él. Realizarse como
persona en los distintos ámbitos y etapas de la vida.
Mantener lazos afectivos estables. Compartir experiencias afectivas, constructivas, con personas de ambos sexos
y de diferentes edades. Sentir más satisfacción en dar que en recibir.
No siempre los adultos logran la madurez afectiva emocional que se espera y es probable que algunos de estos
indicadores de madurez estén ausentes en muchos adolescentes pero, con un desarrollo y educación afectivo-sexual
adecuado, estarán en camino de lograr mayor madurez afectiva.
El desarrollo de la afectividad enriquece a las personas porque se relaciona con toda la riqueza del mundo de los afectos
y con la expresión de ellos, de diferentes maneras, a lo largo de la vida.
De todo lo hasta aquí visto se deduce que la vida se empobrece cuando no se desarrolla la capacidad afectiva. Nuestra
cultura, desgraciadamente, sobrevalora el desarrollo intelectual y físico, dejando de lado el afectivo. Es más, se le da una
connotación negativa a la persona muy expresiva o emotiva. Al hombre se le enseña a no expresar sus afectos como una
manera de ser mas viril. Se logra así, formar personas fragmentadas que pierden en calidad de vida.
Esto hace que se pierda la capacidad de ternura y de expresión de afectos. Esta pérdida lleva a carencias afectivas, a
egoísmos, a incomunicación y a soledades. Esta cadena pone en riesgo el desarrollo de niños y jóvenes y empobrece la
vida adulta. Expresamos afectos a través de la comunicación, tanto verbal como no verbal. Más que las palabras, son los
gestos, las actitudes, las miradas y aún los silencios, la mejor expresión de nuestra interioridad, de nuestra
afectividad. (5) Otra forma de comunicación que tenemos los seres humanos es nuestra sexualidad. Somos sexuados y
tenemos una forma de ser, de sentir, de pensar y de actuar según sea nuestro sexo. Por supuesto que a lo largo de la vida
tenemos distintas formas de expresar nuestra sexualidad.
En la pubertad comienza a sentirse atracción por otras personas. Esta atracción erótica es también parte de nuestra
afectividad; es la forma como reaccionamos o podíamos reaccionar frente al otro. Al producirse esta “química del amor”
emitimos señales no siempre conscientes.
El lenguaje no verbal, con toda la riqueza de sus matices, traduce nuestra intimidad.
Tenemos una riqueza comunicativa en la piel y en el cuerpo. Una relación sexual en que existe atracción erótica y
sentimientos profundos de amor, será la máxima comunicación que una pareja puedan compartir; satisface las
necesidades afectivas que se dan en todos los planos de la relación humana: corporal, emocional, intelectual y espiritual.
Mientras más profunda y satisfactoria sea la relación afectiva, más pleno y placentero será el contacto físico.(6)
De esta manera, encontramos que la sexualidad y la vida afectiva son elementos tan importantes como misteriosos de la
experiencia humana. Probablemente, en la actividad sexual se ponen en juego todos los sectores de nuestra
personalidad. La relación sexual puede ser mucho más gratificante cuando se da dentro de una relación significativa.
En relación a la sexualidad, nuestra cultura nos ofrece grandes contradicciones, lo sexual esta cargado de significados
relativos al género y su forma de expresar y sentir, que generan estereotipos en las relaciones de pareja.
Entre ellos encontramos por ejemplo, el que para las mujeres, la relación sexual es un acto de entrega, mientras que para
el hombre es un acto de conquista, una prueba de virilidad. La sexualidad masculina aparece ligada al status y al poder,
mientras en la mujer se mantiene ligada a una necesidad emocional.
Además de estos estereotipos, se pueden mencionar ciertos mitos que también dificultan la expresión de sentimientos y
emociones referentes a la sexualidad (6,7):
Creer que siempre es el hombre el que debe tomar la iniciativa en el encuentro sexual.
Creer que el sentido de virilidad en el hombre está en la destreza para permitir que la mujer llegue al orgasmo.
En la familia gran parte de la comunicación sobre afectividad y sexualidad es no verbal, como la interacción de los
padres, la forma de expresar sus afectos, el respeto, la delicadeza, el pudor en la vida diaria y reacciones frente a
mensajes de la televisión. Son muchos los incidentes que en el curso de la vida familiar sirven para enseñar a los hijos,
tanto en el manejo de afectos como valores y roles sexuales. Esa fuente de información puede ser más potente y
significativa que la transmisión verbal, por la gran susceptibilidad que tienen niños y adolescentes en este sentido. De lo
que ellos ven en la familia obtendrán su formación para la vida.
La Educación Sexual es un proceso de perfeccionamiento que llevará a los jóvenes a conocer y dirigir su sexualidad en el
marco de la vida afectiva y de la dignidad humana. Les llevará a encausar sus impulsos insertándolos en sus proyectos de
vida y a aprovechar la fuerza del instinto para el enriquecimiento de su personalidad.
Una educación sexual deberá ser integral y tal como se dijo anteriormente deberá estar dirigida al desarrollo armónico
de la personalidad del adolescente. Para este fin se deben considerar todos los aspectos que son susceptibles de
desarrollar en el ser humano: afectivo, intelectual, físico, ético, moral, estético, sexual y social. Todos estos aspectos o
capacidades están vinculados entre sí por lo que exigen un desarrollo equilibrado de todos ellos. (8)
El desarrollo de la capacidad afectiva no se puede dejar de lado, puesto que la educación sexual es la educación de los
sentimientos para el amor. Es un proceso de formación a la comunicación y a las relaciones interpersonales, es el
despertar la capacidad de amar que todos tenemos.
Es importante también preocuparse no sólo del desarrollo corporal y físico, sino también de la valoración del cuerpo en
todas sus dimensiones: belleza, salud, expresión y sensibilidad. Reconocer la riqueza de la sexualidad a nivel corporal,
valorar el cuerpo como una forma de estar en el mundo y por lo tanto cuidarlo, respetarlo y darle una adecuada
dirección.
En cuanto al aspecto moral, la educación sexual requiere de un marco ético, de una orientación valórica, dado que la
sexualidad se vive de acuerdo a la propia conciencia, a los propios valores. Esto implica cultivar virtudes (pudor,
templanza, respeto propio y ajeno, y por cierto el respeto a los derechos humanos) es ayudar a que los jóvenes
reflexionen acerca de sus propios valores y logren tener una escala clara y jerarquizada de ellos. También es necesario
mostrar nuevos valores y que reconozcan los no-valores, a los que se ven enfrentados en la vida diaria.
Al educar a jóvenes en sexualidad no se trata de reprimir o permitir conductas sexuales sino de formar un espíritu crítico,
entregando elementos de análisis y enseñando a tomar decisiones u opciones constructivas en lo personal y social. El
desarrollo moral les permitirá buscar sus propias respuestas y determinar en forma informada, libre, consciente y
responsable como vivir su sexualidad de acuerdo a sus propios proyectos de vida. Los padres y educadores tienen la
responsabilidad de orientar a los jóvenes hacia una visión madura y ética de la sexualidad, que posibilite un autocontrol
consciente y responsable del instinto, que no obedezca al temor ni a la restricción impuesta, sino que surja del íntimo
respeto hacia sí mismo y hacia el ser amado.
5. Conceptos de género y sexualidad e identidad
5.1Género
Los y las cientistas sociales utilizan dos términos distintos para referirse a las diferencias biológicas y aquellas construidas
socialmente, estos son sexo y género. Aun cuando ambos se relacionan con las diferencias entre hombres y mujeres, las
nociones de género y sexo tienen connotaciones distintas. El sexo se refiere a las diferencias y características biológicas,
anatómicas, fisiológicas y cromosómicas de los seres humanos que los definen como hombres o mujeres; son
características con las que se nace, y son universales, es decir, comunes a todas las sociedades y culturas y son
inmodificables. El género es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales, que se construyen en cada cultura y
momento histórico con base en la diferencia sexual. Y sus rasgos se han ido moldeando a lo largo de la historia de las
relaciones sociales. El enfoque o perspectiva de género considera las diferentes oportunidades que tienen hombres y
mujeres, las interrelaciones existente entre ellos y los distintos roles que socialmente se les asignan. Las relaciones de
género determinan diversas formas de acceder a los servicios de salud, y en especial de salud sexual y reproductiva, por
ejemplo.(1,2)
Como categoría de análisis, el concepto de “genero” es utilizado por primera vez en las ciencias sociales en 1955 cuando
el antropólogo John Money propone el termino gender role, “rol de genero” para describir los comportamientos
asignados socialmente a los hombres y a las mujeres. En 1968, el psicólogo Robert Stoller definió que gender identity, la
“identidad de género”, que no es determinada por el sexo biológico, sino por el hecho de haber vivido desde el
nacimiento las experiencias, ritos y costumbres atribuidos a cada género. (2)
En los años 70 el feminismo anglosajón impulsó el uso de este concepto para enfatizar las desigualdades entre hombres
y mujeres y que éstas son socialmente construidas y no biológicas. Por lo tanto, distinguir la diferenciación sexual
-determinada por el sexo cromosómico, gonadal, hormonal, anatómico y fisiológico de las personas- y de las
interpretaciones que cada sociedad hace de ella, permite una mejor comprensión de la realidad social. Permite
demostrar además que las características humanas consideradas femeninas son adquiridas por las mujeres mediante un
complejo proceso individual y social. (2)
En los años 80, el género comenzó a ser utilizado por diversas disciplinas de las ciencias sociales porque demostró ser
una categoría útil para delimitar con mayor precisión: Como la diferencia (biológica) se convierte en desigualdad
(económica, social y política) entre mujeres y hombres, colocando en el terreno simbólico, cultural e histórico los
determinantes de la desigualdad entre los sexos. (2)
Desde la antropología, el género ha sido definido como la interpretación cultural e histórica que cada sociedad elabora
en torno a la diferenciación sexual. Esta interpretación da lugar a un conjunto de representaciones sociales, prácticas,
discursos, normas, valores y relaciones que dan significado a la conducta de las personas en función de su sexo. (2)
Desde la psicología, el género es definido como el proceso mediante el cual individuos biológicamente diferentes se
convierten en mujeres y hombres, mediante la adquisición de atributos que cada sociedad define como propios de la
feminidad y la masculinidad. En este sentido, el género es la construcción psíco-social de lo femenino y lo masculino.
Desde la perspectiva psicológica, el género es una categoría en la que se articulan tres elementos básicos:
Diversas organizaciones mundiales reconocen que la violencia contra las mujeres está basada en las desigualdades de
género. Cuando se espera que las mujeres y las niñas sean sumisas, su comportamiento relacionado con el cuidado de su
salud, incluyendo la salud reproductiva, es afectado negativamente en todas las etapas del ciclo de vida. Discriminación
de género a lo largo de la vida de la mujer.
5.5 Incorporación de la Perspectiva de Género a los Programas de Salud Sexual y reproductiva
Al incorporar la perspectiva de género a los programas de salud se deben considerar las siguientes interrogantes:
¿Hay alguna diferencia entre el trato que se da a las mujeres y el que se da a los varones en el programa de salud?
¿Qué limitaciones hay respecto al horario de atención que se les puede ofrecer a los varones que puedan impedirles
solicitar servicios de salud? Esto debido a que pueden tener mayor dificultad para obtener permisos en sus lugares de
trabajo para asistir a los centros de salud.
¿El programa pone la responsabilidad de la salud en manos de las mujeres solamente, o se hace participar a los varones
también?
¿Qué repercusiones tiene el programa en las relaciones entre hombres y las mujeres?
Cuando se planifiquen programas de salud en reproducción para varones adolescentes y jóvenes, estos deben incluir:
Información acerca del cuerpo femenino y las inquietudes que tienen las mujeres en
relación a la salud sexual y reproductiva
Puede ofrecer servicios en una sala aparte o en horas distintas de las se ofrecen a las mujeres ya que estos
espacios son percibidos por ellos solo para mujeres.
5.6 Incorporación de la Perspectiva de Género a los Programas de Salud Sexual y reproductiva
Al incorporar la perspectiva de género a los programas de salud se deben considerar las siguientes interrogantes:
¿Hay alguna diferencia entre el trato que se da a las mujeres y el que se da a los varones en el programa de salud?
¿Qué limitaciones hay respecto al horario de atención que se les puede ofrecer a los varones que puedan impedirles
solicitar servicios de salud? Esto debido a que pueden tener mayor dificultad para obtener permisos en sus lugares de
trabajo para asistir a los centros de salud.
¿El programa pone la responsabilidad de la salud en manos de las mujeres solamente, o se hace participar a los varones
también?
¿Qué repercusiones tiene el programa en las relaciones entre hombres y las mujeres?
Cuando se planifiquen programas de salud en reproducción para varones adolescentes y jóvenes, estos deben incluir:
Información acerca del cuerpo femenino y las inquietudes que tienen las mujeres en
relación a la salud sexual y reproductiva
Puede ofrecer servicios en una sala aparte o en horas distintas de las se ofrecen a las mujeres ya que estos
espacios son percibidos por ellos solo para mujeres. (16,18)
5.7 Conclusiones
Adolescentes y jóvenes tienen derecho a obtener información básica y acceso a los recursos que les permita vivir una
vida sexual y reproductiva satisfactoria. Reconocer que los varones tienen responsabilidades que deben atenderse.
Entender que en las decisiones de las adolescentes y jóvenes acerca de temas de salud sexual y reproductiva influyen
directamente sus padres, sus parejas y deben abordar la necesidad de empoderar a las mujeres para que tomen
decisiones informadas.
Entender las prácticas sexuales y las diferencias de género puede aumentar la eficacia de los programas de intervención
diseñados para reducir embarazo no deseado, ofrecer servicios integrales para la interrupción segura del embarazo en
aquellas situaciones en que la adolescente no desea seguir adelante con su embarazo, en especial cuando éste es
producto de violencia sexual e infecciones de transmisión sexual en adolescentes y jóvenes de ambos sexos. (16,17).
Al respecto, se discute en el Congreso chileno un proyecto de Ley que despenaliza la interrupción del embarazo en tres
causales 1) Peligro de vida de la mujer embarazada 2) Inviabilidad fetal y 3) Violación, siendo esta ultima causal la más
controversial.
Se deben concebir programas para adolescentes y jóvenes activos sexualmente, pero no unidos en pareja todavía, y que
aspiran a impedir embarazos y reducir su exposición a la transmisión de infecciones de transmisión sexual. Estos
programas deberían combinar la educación, sensibilización, consejería, pues probablemente encontrarán resistencia en
las fuerzas socioculturales imperantes actualmente, y ofrecimiento de medios de regulación de la fecundidad. Los
esfuerzos de los programas y de las intervenciones deberían estar focalizados en los grupos más vulnerables de la
población, porque es allí donde los y las adolescentes y jóvenes suelen carecer de opciones vitales y oportunidades
alternativas a los comportamientos reproductivos tempranos.
Los factores socioculturales y la perspectiva de género que influyen en las opiniones de los y las adolescentes y jóvenes
acerca de la sexualidad, su acceso a la información y a los servicios de salud influyen en la salud sexual y reproductiva y
en su bienestar, incluida su capacidad para protegerse de un embarazo no planificado o adquisición de infecciones de
transmisión sexual
6. Introducción Acoso y Abuso Sexual
La preocupación por el tema está alcanzando cada vez mayor importancia para las autoridades, como para las diversas
instituciones tanto públicas como privadas que se relacionan con el tema. Existe cada vez mayor información acerca de
las severas repercusiones físicas, psicológicas, sociales y familiares que sufre una niña, adolescente o joven que es
víctima de Violencia Sexual desde el Acoso Sexual hasta la Violación y por lo tanto es más evidente la necesidad de que
sea atendida en forma adecuada por profesionales de la salud, de protección de menores, policiales y otros.
La Violencia Sexual es un problema que afecta en grados variables a mujeres, niñas y niños, de todos los estratos socio-
económicos y en todos los países. Sin embargo, los casos que más se denuncian corresponden a mujeres y de éstas,
aquellas que provienen de sectores socio-económicos más pobres.(1,2,3)
Que el abuso sexual sea más frecuente en mujeres que en varones puede explicarse por concepciones culturales según
las cuales la sexualidad de la mujer, sin importar la edad que tenga, es propiedad de los varones. El abuso sexual, en este
contexto, es entonces una relación de poder en donde la sexualidad de una mujer es manipulada, agredida, irrumpida
por un agresor varón, ya sea que use la fuerza , la intimidación o el poder en el ámbito de la instituciones educacionales
o laborales.
Una mujer puede ser víctima de abuso sexual desde el período de lactancia hasta las últimas décadas de su vida. La edad
de mayor frecuencia está entre los 15 a 19 años (37%), sigue el grupo de 20 a 29 años (29%), no deja de ser preocupante
el grupo de 10 a 14 años (21%). Un estudio muestra que las víctimas de violación entre 13 a 19 años constituyen el 35%
de los casos informados.(3,4)
En relación al estado civil, otro estudio indica que el 80% de las víctimas de abuso sexual son solteras, las mujeres
jóvenes y solteras son atacadas con mayor frecuencia porque son más manejables y se les puede inmovilizar con mayor
facilidad por medio de la amenaza y el miedo.(4,5)
Con frecuencia los adolescentes cumplen adecuadamente con las tareas del desarrollo y entran en la adultez bien en el
límite de lo esperado. Sin embargo, para los adolescentes que han sido abusados sexualmente y que no han sido
tratados, este período puede ser "un disparador" del desarrollo dando como resultado la reactivación de eventos no
resueltos y la reinstalación o uso continuo de comportamientos desajustados.
Considerando que la adolescencia es un período de formación de la identidad y de su autonomía, identificar un abuso
sexual y tratarlo precozmente, puede ofrecer un mejor futuro para quienes han sufrido este daño.(5,6,7).
6.1 Magnitud del Problema
Estudios en Estados Unidos señalan que sólo entre el 16 y 38% de las víctimas de violación denuncian el hecho ante la ley
y de éstas, entre el 17 a 43% buscan asistencia médica después del hecho. Un tercio de las víctimas nunca lo reporta a su
médico (8).
En Chile, un estudio solicitado por SERNAM a la Universidad Católica, estimó en 20.000 los delitos sexuales anuales y la
denuncia en un 10 a 25% de los casos ((9). De igual forma, a partir del análisis de instituciones que trabajan con víctimas
se establece que sólo se denuncia entre un 20 a 25% de las agresiones sexuales (9). En Chile, un estudio realizado por
la Universidad Diego Portales estima, a partir de la 1ª Encuesta Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del
Interior realizada el 2003 sobre victimización y de las denuncias efectivas del Ministerio del Interior, un número de
19.938 de víctimas de violación y un 8.7% de denuncia del delito (10).
Considerando el sub-registro, las estadísticas disponibles provienen de: Carabineros de Chile, Ministerio Público, Servicio
Médico Legal y Ministerio de Salud. Carabineros de Chile señala en su Informe Anual 2013, elaborado en colaboración
con el INE: 1.830 denuncias por violación, siendo el 41% en menores de 14 años. El sistema AUPOL informa una cifra
estable de denuncias y detenciones por violación entre los años 2006 y 2013, promediando 2.446 por año (3,11,).
Por su parte, el Ministerio Público registra estadística de casos ingresados por los delitos de violación, separados según si
la víctima es menor o mayor de 14 años. Entre los años 2010 y 2013, el total de casos por violación alcanzaron en
promedio 4.054 por año, sin mayor variación en el tiempo. Los casos ingresados de menores de 14 años representan un
35% del total (12).
Otra fuente de información son los peritajes realizados en el Servicio Médico Legal (SML) en la unidad de Sexología
Forense. Desde al año 1995 el SML de Santiago dispone de turnos de atención de 24 horas y concentra el 51.3% de los
peritajes a nivel nacional. En el periodo 2005 y 2010 se realizaron en promedio 1.015 peritajes a mujeres por violación,
cifra que es constante en el período. Las de 14 años y menos fueron el 40% (13).
El Ministerio de Salud registra las atenciones por violación en los Servicios de Urgencia, las que promediaron 1000
atenciones anuales, en el período 2011–2014 (14).
En resumen, los datos muestran alrededor de 2.000 a 4.000 casos de violación por año. Si consideramos que alrededor
de un 10% devela el hecho en las distintas instancias (Carabineros, Justicia y Salud), tendríamos entre 20.000 y 40.000
casos de violación por año.
El porcentaje que está en riesgo de embarazo varía en las distintas publicaciones entre 3 y 18% . El estudio realizado por
Holmes toma una muestra longitudinal de 4.008 mujeres adultas norteamericanas para determinar la prevalencia e
incidencia de embarazo por violación, estimando en un 5% en mujeres en edad reproductiva. De los casos de embarazo,
sólo 11.7% recibió atención médica inmediata post violación y 47.1% nunca recibió atención por este motivo. El 32.4% se
enteró del embarazo al entrar en el segundo trimestre de gestación (15).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) al enfocar este tema, en un contexto de Salud más amplio, define a la
Violencia Sexual, como “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones
sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona
mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito,
incluidos el hogar y el lugar de trabajo". Especifica que la violencia sexual abarca actos que van desde el acoso verbal
a la penetración forzada y una variedad de tipos de coacción, desde la presión social y la intimidación con la fuerza física
en la escuela o el lugar de trabajo.(16,17)
En Chile el Acoso Sexual, recién es asunto de discusión. A partir de 1990 y se presentan varios proyectos y en 1994 se
inicia la discusión en el Congreso y se modifica el Código del Trabajo, por la ley 20.005 en 2005, especificando en el
Artículo 2º que : “las relaciones laborales deberán siempre fundarse en un trato compatible con la dignidad de la
persona. Es contrario a ella, entre otras conductas, el acoso sexual, entendiéndose por tal el que una persona realice en
forma indebida, por cualquier medio, requerimientos de carácter sexual, no consentidos por quien los recibe y que
amenacen o perjudiquen su situación laboral o sus oportunidades en el empleo”.
La ley lo considera como un problema de carácter administrativo siguiendo el concepto de hostigamiento sexual y entre
las múltiples acciones de violencia contra la mujer que afectan, atentan y dañan los Derechos de la Mujer.
El acoso sexual, aun al día de hoy (julio 2016), no se lo ha considerado un delito y su manejo se ha hecho confuso y poco
definido en las instituciones de educación tanto de enseñanza básica, media como superior. En estos últimos años se ha
despertado gran inquietud estudiantil , pues los casos de acoso sexual se han denunciado en forma cada vez más
frecuentes y se han manejado como un problema administrativo, al interior de las instituciones, haciendo una extensión
de lo que se legisla para las instituciones de trabajadores, cubiertas por el Código del Trabajo, y se maneja
administrativamente en conjunto con el acoso laboral. Lo cual puede provocar errores en el manejo del problema dadas
la consecuencias del acoso sexual, como ya se ha descrito. (18,19)
El tema se complica aun más cuando el Código de Derecho Penal define como acción sexual a: “Si la acción sexual
consistiere en la introducción
de objetos de cualquier índole, por vía vaginal, anal o bucal, o se
utilizaren animales en ello, será castigada….”. Art. 365 bis. Y en el en el Art. 366 ter. señala que: “Para los efectos de los
tres artículos anteriores, se
entenderá por acción sexual cualquier acto de significación sexual y de
relevancia realizado mediante contacto corporal con la víctima, o que haya
afectado los genitales, el ano o la boca de la víctima, aun cuando no
hubiere contacto corporal con ella.” Esta última frase incluye las exhibiciones genitales, pero deja en la duda lo
correspondiente a las insinuaciones, comentarios sexuales, propuestas, palabras o comentarios groseros no consentidos
por quien los recibe y que amenazan y perjudican su bienestar y normalidad psicológica. En el caso de estudiantes
afectan su desarrollo normal. El tema seguramente deberá ser revisado por el poder legislativo, pues ya está provocando
situaciones muy delicadas en la instituciones de educación superior, como se detecta por la prensa.(20)
Otra de las situaciones es el acoso sexual callejero que tiene connotaciones de molestia para la mujer y en las cuales se
las sitúa en situaciones de abuso por uno o más varones. Así el Observatorio Contra el Acoso Callejero define como acoso
sexual aquellas “acciones de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida, en espacios públicos o de
acceso público, generando una molestia para la víctima”. Y tipifica los acosos sexuales dentro de este grupo de actos:
miradas lascivas, piropos suaves y agresivos, silbidos, besos, bocinazos, jadeos, gestos obscenos, comentarios sexuales,
fotografías o grabaciones no consentidas, tocaciones , persecución y arrinconamiento, masturbación y
exhibicionismo. (21)
Hay evidencias de estudios controlados en universitarios que demuestran la relación entre acoso sexual y síndromes
depresivos que se transforman en ciclos de victimización y nuevos episodios de depresión.(22,23) Otro estudio en
universitarios en Noruega reveló que muchos jóvenes víctimas de acoso sexual tenían pensamientos suicidas, ideaciones
suicidas e inseguridad escolar en comparación con sus grupo control. Hay varios estudios que describen lo
mismo. (24,25).
Dada la situación compleja de la legislación chilena respecto al acoso sexual, la Dirección Jurídica de la Universidad de
Chile ha elaborado recientemente una Propuesta de Medidas para optimizar las investigaciones disciplinarias sobre
acoso laboral y sexual al interior de la Universidad de Chile. El Consejo Universitario acordó medidas para optimizar las
investigaciones sobre acoso laboral y sexual en la Univesidad en junio de 2016. (26).
Sin embargo, esta propuesta deberá seguir con un protocolo acerca del manejo del acoso sexual que al no ser un delito
en nuestra legislación y estar incluido junto con el acoso laboral en el Código del Trabajo, puede provocar el sesgo en la
elaboración de los protocolos y tratar el acoso sexual en conjunto con el acoso laboral que son dos figuras muy
diferentes, y aunque ambas dejan daños en la salud mental, especialmente en las y los jóvenes, como se ha descrito
anteriormente; dada su diferente naturaleza, deberían tener un diferente desarrollo. (22,23,24,25).
Por lo tanto el protocolo debe incluir las conductas institucionales respecto al cuidado y seguimiento de la víctima de
acoso sexual que necesariamente necesita ser informada en forma muy precisa de sus derechos, el apoyo psico-social, la
absoluta confidencialidad en el manejo administrativo de la situación y la creación de una estructura universitaria que
coordine las instancias relacionadas con los asuntos estudiantiles, los aspectos administrativos, legales, de derechos y de
atención en salud mental tanto para la eventual víctima como para el o la eventual agresor/a.
Estas medidas deben ser informadas a la comunidad universitaria en forma amplia y abierta y con fácil acceso para la
consultas de cualquier miembro de esta comunidad universitaria.
La American College Health Association (ACHA).(27), reconoció en diciembre de 2011 que la violencia sexual era un serio
problema en los campus universitarios e hizo las siguientes recomendaciones para el desarrollo de políticas, prevención
e intervención en lo relacionado con violencia sexual:
1. Desarrollar un documento de políticas y directivas por parte del Presidente o Rector de la institución que
muestre el reconocimiento que la violencia sexual es un problema y que hay un proceso en marcha para
disminuir su ocurrencia y que hay acciones en la comunidad de cada campus.
2. Desarrollar programas multidisplinarios en los campus para prevenir la violencia sexual con servicios de calidad
que incluyan los aspectos administrativos, líderazgos académicos y estudiantiles como otros funcionarios de la
comunidad universitaria.
3. Crear una política que refleje las visiones de civilidad, honor,respeto y no violencia para todos los miembros de la
comunidad y que refrende que estas conductas es una contrucción colectiva de la comunidad universitaria
4. Revisar, reforzar y hacer amplia distribución de las medida disciplinarias en los reglamentos estudiantiles que
reflejen la intolerancia para todas las formas de violencia sexual y se implementem sanciones administrativas
para los violadores sean académicos, funcionarios o estudiantes.
5. Educar a un equipo disciplinario acerca de los perfiles de perpetradores/as, y posibles respuestas y patrones de
las potenciales víctimas.
Estas recomendaciones deberian ser desarrolladas en acuerdo con la legislación respectiva de cada país (el
original dice Estados) y los estatutos de cada universidad.
6. Dar una capacitación integral para los administradores de cada campus en todos los aspectos de la violencia
sexual. Reforzar los aspectos legales en cada campus, al personal de los servicios y consejería en salud, a los
directivos, académicos y líderes estudiantiles, acerca de las variaciones de la violencia sexual, el acceso a la
consulta y cuidados, respuestas de las víctimas y de las leyes locales.
7. Desarrollar una coordinación facilitadora enfocada en la potencial víctima y las disponibilidades del respectivo
campus para ofrecer opciones en:
• Informe anónimo
• Aspectos legales involucrados
• Acciones disciplinarias y legales del equipo encargado
• Cuidados y atención forense o médica
• Anticoncepción de emergencia
• Reubicación académica o de vivienda, si ello es posible
• Seguimiento en Consejería, apoyo y recomendaciones
8. Desarollar un protocolo integral para el registro y descripción de la situación de violencia sexual que se integre
en la ficha clínica de la paciente.
9. Seguir las indicaciones de las normas o guías locales , ya sean nacionales, ministeriales o legales y de los
informes que estos organismos requieran.
10. Integrar la educación en prevención de la violencia sexual en las actividades curricular o no-curricular
11. Ofrecer actividades de extensión y extracurriculares, en reuniones sin consumo de alcohol.
12. Desarrollar un programa educacional de extensión o estracurricular programado que:
• Reconozca que la violencia sexual es una conducta aprendida.
• Enseñe técnicas de intervención.
• De enfasis en el papel que juega el consentimiento personal en las relaciones sexuales.
• Insista en la responsabilidad del varón en la prevención de la violencia sexual.
• Muestre las evidencias del uso del alcohol y otras drogas relacionadas con la violencia sexual.
• Entregue los conceptos que refuercen lo saludable de las relaciones sexuales consentidas.
• Muestre que la violencia sexual no es una situación infrecuente o rara como se cree habitualmente.
13. Crear y codificar una política de amnistía para las personas menores de edad bebidas que reportan un ataque o
asalto sexual
14. Publicar e informar de la disponibilidad de una página web para todos los miembros de los campus que les
permita acceder a los recursos, referencias y estrategias de ayuda para las víctimas de violencia sexual.
6.2Razones que Explicarían el Bajo Numero de Denuncias de los Abusos Sexuales en Adolecentes
Dependencia de la víctima del victimario o agresor. Especialmente si hay una dependencia económica del
agresor, la familia hace un balance de las ventajas y desventajas de hacer o no la denuncia y si es desventajoso
puede influir para no efectuarla.
Permanencia de la víctima bajo amenaza del agresor. Estas amenazas de daño grave pueden recaer sobre su
persona o sobre personas ligadas a ella por vínculos de parentesco o afectividad.
Vergüenza, temor al escándalo. A que se enteren los amigos, vecinos, temor a ser señalada con el dedo. Temor al
estigma social.
Pudor de aparecer en la prensa. Aún cuando existe una disposición legal que impide que se identifique a los
menores de edad que aparezcan involucrados en actos judiciales, en la práctica muy poco se respeta esta
disposición.
Miedo a la reacción de padres o tutores. Con frecuencia se observa que los menores, adolescentes y jóvenes
experimentan mucho miedo a enfrentar a los padres o tutores, experimentan temor al castigo, a que no se les
crea, más aún, que puedan ser culpados por facilitar o estimular la agresión sexual.
Temor al comportamiento insensible de las autoridades o instancias judiciales. Incluso las víctimas sienten que
no se les cree, que se pone en duda sus declaraciones y los datos aportados, por algunas inconsistencias propias
de la situación traumática que viven.
Posibles trabas o entorpecimiento en los mecanismos de investigación. Para el juez no es válida la confesión del
inculpado en instancias policiales tales como Investigaciones o Carabineros, si ésta no es ratificada en el Tribunal.
Falta de privacidad en los lugares de denuncia y personal no capacitado para tomar declaraciones a niñas,
adolescentes y jóvenes que viven esta experiencia y que son llevados en los Tribunales del Crimen.
Bajo índice de esclarecimiento del delito. Lo que lleva a su vez a falta de sanciones para el inculpado. Este es un
factor importante, ya que la mayoría de las víctimas y sus familias son renuentes a involucrarse en largos
procedimientos judiciales que al final terminan en casos cerrados por falta de pruebas o simplemente el
inculpado sobreseído.
Ahora, esta baja frecuencia de esclarecimientos se puede explicar por las dificultades en comprobar el delito, por la
naturaleza misma de éste, por la ausencia de testigos presenciales, por la mayor o menor credibilidad de la víctima, por
la no concurrencia del inculpado, por la demora en hacerse la denuncia, por la ausencia de pruebas, peritajes y
evidencias que puedan resultar en pruebas importantes en la tipificación del delito y en la identificación del agresor
(exámenes de sudor, semen, saliva, pelos, sangre) y finalmente, la no coordinación entre los servicios de urgencia u otros
a los cuales haya concurrido la víctima primero, con el Servicio Médico Legal.
Este último cuenta ahora con atención las 24 hrs. y un equipo de Salud Mental para peritajes en Violencia Intrafamiliar
incluyendo las agresiones sexuales.(28,29,30).
Por otro lado, la investigación en este tema se ha caracterizado por presentar una serie de dificultades metodológicas
que se han centrado en el uso inconsistente de definiciones, sesgos en las muestras estudiadas, diseños retrospectivos,
carencia de medidas estandarizadas, además de grupos comparativos apropiados. Por lo tanto, predominan los estudios
con pequeñas muestras no seleccionadas al azar, con frecuencia sin grupo control, y por lo general, los casos provienen
de los registros clínicos o de los registros policiales.
Otro sesgo a considerar, es la investigación centrada más en el abuso sexual femenino. En este sentido, las estadísticas
disponibles señalan que las niñas tienen dos veces más probabilidades de ser abusadas sexualmente que los niños.
Es probable que cualquier estudio, aún con la más efectiva metodología subestime la real prevalencia del abuso sexual
en la población que se investiga. Uno de cada tres incidentes de abuso sexual infantil, no son recordados por los adultos
que lo experimentaron. Por otro lado, a menor edad del niño o niña al momento del abuso y a más cercana relación con
el adulto agresor, es más probable que no lo recuerde. (31,32,33,34
6.3Características del Abuso Sexual en Adolecentes y Jovenes
Definir adecuadamente el concepto de abuso sexual en adolescentes y jóvenes resulta extremadamente difícil debido
por una parte, a su diversidad y a las modificaciones que ha tenido el concepto a través del tiempo. Puede abarcar un
amplio espectro va desde el voyerismo (observación), sin tocamiento. Tocamientos, caricias y variadas formas de
gratificación vaginal o anal o en otras partes del cuerpo. También puede ser más violenta causando daño a la víctima,
forzando a tener relaciones sexuales coitales, flagelándolo/a y haciéndola sufrir, para satisfacción del abusador.
Conocer la naturaleza del abuso sexual tiene considerable importancia para aquéllos que atienden niños o adolescentes
abusados sexualmente y con sus familias. En este contexto el abuso sexual puede ser definido como un acto sexual
impuesto a un niño, niña, adolescente o joven que carece de desarrollo emocional y conductual, conocimientos,
autoridad y poder. Estas condiciones las usa al agresor implícita o directamente para la coerción e involucrar a la víctima
en una situación sexua
6.4Impacto y Secuelas del Abuso Sexual en Adolecentes y Jovenes
Secuelas físicas.-
La mayoría de los traumas que ocasiona el abuso sexual en niños, adolescentes y jóvenes son de naturaleza psicológica
debido a que, inicialmente al menos, la mayoría de las víctimas reaccionan con pasividad ante el abuso. Las razones que
explicarían esta no resistencia al abuso pueden ser el miedo al uso de la fuerza física por parte del agresor, ignorancia,
amenazas del abusador hacia su familia, sentimientos de desamparo, miedo a que sus madres o padres no les crean, o
porque el abusador está en autoridad y dependencia económica. Sin embargo, una proporción de los niños,
adolescentes y jóvenes sufren traumas físicos tales como lesiones, infecciones vaginales, dolor, prurito, lesiones o
heridas, irritación en el área genital, sangrado o goteo inter-menstrual. Otros síntomas conductuales o psicológicos
pueden ser ansiedad, jaquecas, irritabilidad, disturbios del sueño, cambio en los hábitos del comer, pesadillas, fatigas,
quejas somáticas difusas.
El embarazo en la adolescente o joven puede ser el resultado de una situación de abuso sexual. Esta posibilidad puede
ser considerada, particularmente cuando el progenitor de su embarazo es significativamente mayor. Otro indicador más
amplio de esta posibilidad es la renuencia de la adolescente o de su familia a divulgar la identidad de éste. El
descubrimiento del embarazo suele ser en estos casos, la primera declaración de la existencia de abuso sexual de larga
duración.
Otra consecuencia en este aspecto puede ser la aparición de Infecciones de Transmisión Sexual, incrementándose la
posibilidad de infección por VIH. Muchos de los niños, adolescentes y jóvenes que fueron abusados sexualmente, siguen
sintiendo mucho miedo por esta posibilidad aún siendo adultos. Temen haber sido dañados físicamente por el abuso. Por
ejemplo, en una adolescente, la menarquia tardía puede ser causada como causa psicológica a consecuencia del abuso.
(37,38,39)
Secuelas psicológicas.-
Los aspectos psicológicos pueden entenderse como la resultante de complejas interacciones entre algunos aspectos del
adolescente o joven y los factores implicados en el abuso sexual. Si bien algunas de las experiencias anteceden a la
aparición de la adolescencia, es solamente la maduración cognoscitiva lo que permite la realización y expresión de estos
sentimientos.
La depresión es comúnmente vivenciada, en especial por jóvenes mujeres, como resultado del abuso sexual y se
encuentra muy vinculada a la respuesta familiar y social, aún cuando éstas tiendan a protegerla y apoyarla. La depresión
es con frecuencia una respuesta a uno de varios factores. Ellos incluyen una sensación de maldad y culpa, baja
autoestima vinculada a sentimientos de vergüenza, suciedad y daño; o también una creencia de ser valorada sólo como
objeto de abuso sexual para gratificación de otros; un sentimiento de estar entrampada y falta de apoyo y ayuda frente a
estas sensaciones opresoras.
La acomodación y adaptación psicológica del niño, niña o adolescente es necesaria para sobrevivir emocionalmente el
período abusivo. Este proceso de acomodación a menudo permite que el abuso siga su curso aparentando una vida
normal, con sólo algunos signos de disturbio en el comportamiento o en la esfera afectiva, que sólo retrospectivamente
sean reconocidos como indicadores de este abuso. El niño, niña o adolescente puede aislar la experiencia abusiva del
resto de su vida olvidando o aparentando que el abuso no ha ocurrido. (40,41,42)
Los adolescentes y jóvenes varones abusados experimentan síntomas muy similares a los experimentados por las
mujeres, como depresión, aislamiento, pobre auto-concepto, dificultad en establecer relaciones y problemas sexuales.
Muchos adolescentes varones son también similares a las víctimas mujeres ya que también se avergüenzan por lo que les
pasó o se ven ellos mismos como responsables o débiles por permitir que sucediera.
La forma más angustiante que se percibe como mecanismo de evasión de aquella situación intolerable, son los intentos
de autoagresión experimentados por los y las adolescentes víctimas de abuso sexual. El abusar de otros puede ser una
forma de evasión utilizada por los adolescentes varones. Otros adolescentes se evaden del abuso a través de la huida o
fuga del hogar. Sentimientos de culpa, de inferioridad o sentimientos de desvaloración, son también resultados de haber
sido abusado.
Dos dificultades surgen en la sexualidad de adolescentes abusados:
Cuando el abuso es descubierto podría ser muy difícil abandonar los sentimientos de culpa, impotencia o
disociación de la experiencia. Esta experiencia de haber sido víctima desamparada contribuye a la identidad del
o la adolescente o joven,
Algunos adolescentes o jóvenes mantienen el silencio acerca del abuso para proteger a padres, tutores o
familiares de la angustia de saber sobre el abuso. Cuando se devela el abuso, los y las adolescentes o jóvenes se
ven enfrentados a las suposiciones de los adultos de que ellos o ellas podrían haber encarado activamente el
abuso o que el hecho de no haber develado con anterioridad, implica que éste no fue tan mal recibido por él o
la adolescente o joven, estos puntos de vista, aunque equivocados, hacen consonancia con los sentimientos de
culpa de adolescentes y jóvenes víctimas de abuso sexual. (1,40,41)
Dificultades sexuales de adolescentes varones abusados sexualmente.
La renuencia de los varones adolescentes o jóvenes a poner de manifiesto el abuso sexual del cual han sido víctimas,
puede estar vinculada a muchos factores. Uno de ellos es que la sociedad continúa considerando que el varón víctima de
abuso sexual es menos aceptable que la víctima mujer. Debido a que la forma de acercamiento de los abusadores, que
en general son extraños, la realizan a través de rodeos sexuales al adolescente o joven, esta actitud así como la
reiteración de estas situaciones vivenciadas en particular por adolescentes o jóvenes vulnerables les causa mucha
vergüenza.
Más aún en vista de que la mayoría de los abusadores son hombres, tanto de víctimas mujeres como de varones, esta
revelación pone en evidencia la complicación involuntaria de los jóvenes abusados sexualmente en relaciones
homosexuales. La cuestión de la identidad sexual es específicamente problemática para ellos, quienes en su mayoría
experimentan miedo y confusión.
Miedo implícito de que si fue elegido por el abusador esto indique de una manera imperceptible la homosexualidad
inherente en él. Si durante su post-pubertad experimenta el despertar sexual en situación de abuso, esto lo puede
percibir como un indicador más de la orientación sexual del adolescente.
Finalmente algunos adolescentes temen que el conocimiento que otros puedan tener acerca de este abuso realizado por
otro hombre, lo conduzca al etiquetamiento homosexual. Se ha afirmado que adolescentes varones que presentan una
postura rígida de homofobia, puede ser de hecho un indicador de abuso sexual. Aunque esto es difícil de probar en
sociedades que presentan alta frecuencia de homofobia.(33)
Por otro lado, el abuso sexual realizado por una mujer, cuando es reconocido como abuso, lleva su propia marca para
ellos, ya que puede significar la debilidad de un hombre en manos de una mujer.
Secuelas del abuso sexual en el funcionamiento social
Una historia de abuso sexual pasada o actual a menudo está asociada a dificultades escolares, problemas de
concentración y en general a una baja en el rendimiento académico que no se asocia a déficit intelectual. Otros efectos
mencionados por la literatura son ausentismo escolar, deserción escolar, abandono del hogar, vagancia y delincuencia.
Abuso de alcohol y drogas y matrimonios tempranos especialmente en la adolescente, como una forma de escapar del
abuso, son otras consecuencias del abuso sexual en adolescentes y jóvenes.
Algunos estudios han reportado la alta incidencia del abuso sexual como causante de la fuga del hogar. Esta experiencias
llevará, a adolescentes vulnerables a mayores abusos y explotación, siendo el fenómeno de la prostitución juvenil o
comercio sexual una clara demostración de ello.
6.5 Identificación de Factores de Riesgo en el Abuso Sexual en Adolecentes y Jovenes
Se describe que los y las adolescentes o jóvenes abusados sexualmente son particularmente vulnerables al abuso, a que
éste sea reiterado y que se prolongue en el tiempo. Según Fergusson, el riesgo de abuso sexual tiende a aumentar en
aquellos niñas y niños que provienen de familias que se caracterizan por disfunción marital, mono parentalidad, pobre
relación padres-hijos y problemas de desajuste parental.(1)
En general, estos son niños que tienen una temprana vida familiar caótica y disfuncional, pobres modelos parentales,
presentan necesidades de afecto y atención no satisfechas, tienen una inadecuada información de lo que es la sexualidad
sana, sufren maltrato físico o emocional, presentan discapacidad mental o física. No se puede dejar de mencionar que
los niños y las niñas institucionalizados son también víctimas propicias de abuso sexual por parte de guardadores o de
otros niños mayores.(1)
- Indicadores que pueden guiar a detectar cuando un niño o niña ha sido
víctima de abuso sexual.-
Estos indicadores pueden guiar a detectar un abuso sexual especialmente en niños pequeños y pueden ser útiles para
padres, profesores, otros miembros de la familia, profesionales de la salud o instituciones de menores, vecinos u otros
pero deberían ser evaluados cuidadosamente.
- Cuando el niño o la niña declara espontáneamente que el abuso sexual haocurrido o está ocurriendo.
Conductas antisociales tales como fugas del hogar, vagancia, mendicidad o delictivos.
Embarazo en adolescentes muy jóvenes, con progenitor significativamente mayor o renuencia a divulgar
identidad del progenitor del embarazo.
Problemas conductuales, conductas impulsivas, irritabilidad, agresividad, odio y hostilidad hacia otros.
Conductas sexuales antisociales tales como promiscuidad, prostitución o involucramiento en comercio sexual.
Autoestima negativa, odio a si mismo.
Problemas escolares notorios, dificultades en la concentración, cimarra, deserción escolar.
Cambios en los patrones del dormir o comer.
Que reporte pobre comunicación con padres o sea objeto de castigos extremos o maltrato.
- Otros indicadores que pueden sugerir la posible necesidad de explorar más profundamente el tema
Comportamiento seductivo manifiesto, especialmente en niñitas.
Dibujos pro-activos de naturaleza sexual.
Inexplicable aparición de dinero o regalos.
Extrema intranquilidad en la noche soñando o conversando acerca de incidentes sexuales.
Cambios en su comportamiento fuertemente relacionado con abuso sexual tales como: en niñas pequeñas que
se tironeen o se saquen la ropa sin razón aparente.
Sus cuerpos pueden presentar señales físicas tales como: dolor, prurito, lesiones o heridas, irritación en el área
genital. Sangrado inusual, goteo inter-menstrual, en ropas o cama. Enuresis frecuente e inusual, ropas
manchadas que el niño o niña esconde.
Excesivo rechazo al acercamiento o a caricias por una persona en particular, sea del mismo sexo o del sexo
contrario.
Negativa a participar en actividades físicas o que se queje de dolor al sentarse o jugar.
Juegos sexuales no apropiados a la edad.
Aversión a la intimidad con adultos del sexo opuesto.
Confusión en cuanto a la identidad sexual, normas sexuales, sentimientos de amor.
Cuando el niño o adolescente reporte que hay graves conflictos entre sus padres.
Escasa supervisión materna, madre ausente por razones de trabajo, incapacidad o enfermedad.
Regresión, retraimiento en un mundo de fantasía o comportamientos infantiles.
Conflictos familiares como alcoholismo en las figuras parentales, convivencias temporales maternas.
Abuso de sustancias como droga o alcohol, como una forma de manejar su angustia y ansiedad.
Aislamiento o pobre relación con sus padres, pares u otras personas significativas.
Estados depresivos, disturbios del sueño, pesadillas.
Detección de enfermedades de transmisión sexual.
Padre que prohíbe los contactos sociales de hijos o esposa
6.6 Factores de Riesgo para el Abuso Sexual en Niñas y Niños
Los factores de riesgo para la ocurrencia de abuso sexual en niñas o niños dicen relación con que:
Pobre desarrollo en destrezas relacionadas con la seguridad personal,
Sufran maltrato ya sea físico o psicológico,
Tengan una vida familiar temprana caótica y disfuncional,
Sufran negligencia en el cuidado, escasa supervisión de las figuras parentales,
Modelos parentales próximos poco desarrollados, presenten problemas emocionales, con necesidades de afecto
y atención. Con pobre información acerca de la sexualidad normal del niño y del adulto,
Presenten discapacidad física o mental en una o ambas figuras parentales o que sean alcohólicos.
6.7 Factores de Riesgo para el Abuso Sexual Intrafamiliar
Se agrega a lo ya descrito los siguientes factores:
Madre que presenta déficit cognitivo o baja escolaridad.
Madre que se siente inútil como esposa y mujer por alguna incapacidad física o mental.
Padre con personalidad muy tímida e insegura fuera del hogar.
Padre que impone férrea disciplina en el hogar tanto a hijos como esposa.
Patrones culturales que propician contacto corporal estrecho.
Aislamiento social o geográfico de la familia.
Pobre vida sexual y emocional en la pareja parental. Presencia de conflicto marital.
Padre o madre víctima de abuso sexual en la niñez.
Confusión de roles en la familia, por ejemplo hija que asume rol materno.
Hacinamiento o familias muy numerosas.
Presencia de padrastro o parejas de la madre.
Padre que tiende a aislarse dentro de la familia.
Madre tímida, insegura, con pobre autoestima, incapaz de proteger a sus hijos.
Madre muy dependiente del apoyo emocional o financiero de su pareja.
Madre que considera preferible la actividad sexual del marido dentro de la familia.
6.8Pasos a Seguir Cuando un Niño, Adolecente o Joven le Revela que ha sido Victima de un Abuso Sexual
TENER CALMA, SERENIDAD, TRANQUILIDAD.-
La primera respuesta tendrá gran impacto sobre la niña o adolescente. Ellos lo hacen mejor cuando las personas en
quienes confían tienen calma y aceptación hacia ellos. Si el niño percibe alarma, disgusto por lo que pasó, tal vez deje de
contar. Además, en la medida en que va contando su historia, poco a poco, va mirando la reacción de la persona, cuando
encuentra que no es rechazado se atreve a seguir contando la peor parte.
CREERLE.-
Es fundamental creerle lo que está revelando, aún cuando puede haber inconsistencias o confusión en los detalles, y
mantener una mente abierta. Si hay partes del relato que puedan ser confusos, decirle que no se le está entendiendo
muy bien y que vuelva a repetir para no sacar conclusiones equivocadas.
ESCUCHAR.-
Enterarse de los detalles lentamente, sin presionar o confundirlo. Hay que recordar que conversar acerca de
sentimientos y experiencias difíciles, generalmente, se hace lentamente y por etapas. Escuchar tranquilamente, en forma
calmada. Hacer preguntas pertinentes, dirigidas, principalmente, desde cuando está ocurriendo el abuso, el grado o tipo
de abuso, la forma de amenaza a que está siendo sometido.
NO JUZGAR Y ASEGURAR QUE LO QUE PASO NO FUE SU CULPA.-
Nunca acuse o dé la impresión de acusar. Recuerde que el abuso sexual no es una falta del niño o niña, adolescente o
joven, la culpa y responsabilidad es siempre del abusador, aún cuando algunas reglas no fueron seguidas por la niña o
niño (ejemplo salir sin permiso o el tipo de vestuario usado). El miedo al rechazo, al castigo o a que no le van a creer es la
principal razón para no revelar el abuso a que está siendo sometida/o y el agresor puede haberle amenazado de que este
tipo de respuesta o reacción es la que obtendrá si lo cuenta a alguien.
DARLE APOYO.-
Permanecer cerca del niño o niña cuando esté conversando acerca de lo que le pasó y acerca de sus sentimientos. Más
aún tomarle la mano puede asegurarle que el profesional está ahí para protegerlo/a. Asegurarle que es digno de amor y
apoyo, aún cuando algo malo le haya sucedido. Se le debe dar mucha fuerza, decirle que ha sido muy valiente por
atreverse a contarlo.
SER AMABLE.-
Ser amable para que el niño, adolescente o joven confíe lo suficiente para contar esta experiencia extremadamente
desagradable. Asegurarle que hizo lo correcto en contar y hacerle saber que tiene todo el derecho de conversar acerca
de sus sentimientos de incomodidad, tristeza, miedo, rabia, odio, vergüenza, dolor, etc.
RECORDAR QUE ES EL NIÑO O NIÑA, ADOLESCENTE O JOVEN QUIEN HA SIDO HERIDO/A O DAÑADO/A.-
Algunas veces los sentimientos de dolor, angustia, vergüenza o rabia experimentados por el profesional hacen olvidar
temporalmente quién es la víctima principal. Se debe atender a las necesidades de la víctima primero, aún cuando el
profesional pueda estar muy afectado también.
RESPETAR LA PRIVACIDAD Y CONFIDENCIALIDAD.-
Discutir y comentar el problema solamente con aquellas personas que necesitan conocerlo. Ser abusada/o sexualmente
no es un secreto sucio, pero tampoco es una información pública que todo el mundo deba conocer. No se le debe forzar
que el niño, niña o adolescente o joven cuente a quien no quiere. Pero es muy importante hacerle saber que hay que
contarle a alguien más, a algún adulto de su familia, o de su entorno para que pueda brindarle ayuda, porque si esto
permanece en silencio el abusador va a continuar haciéndole daño y puede hacerle daño a otros niños adolescentes o
jóvenes. En este punto no se debe imponer la persona a quien la niña o niño debería contar. Muchas veces se piensa que
debería recurrir a la madre, pero no siempre la madre es el recurso más efectivo, pues tal vez ella también se encuentre
atrapada en este círculo de violencia. Se tiene que preguntar quién es esa persona cercana en quién confiar y que podría
ayudarla.
NO CREAR FALSAS EXPECTATIVAS.-
No se debe prometer algo que no se va a cumplir. Es importante preguntar qué espera el niño, niña o adolescente o
joven del profesional, qué quiere que haga y luego establecer juntos hasta donde llegará su ayuda.
BUSCAR AYUDA PROFESIONAL ADECUADA.-
Es necesario y conveniente, que llegado un cierto momento y si es posible con el acuerdo de la/el adolescente o joven y
sus familiares, referir el caso a instituciones o profesionales especializados en el tema. Hay fuertes sentimientos que
deben ser tratados por expertos en salud mental y es necesario tratamiento psicológico para curar las heridas causadas
por el abuso sexual. Secuelas a largo plazo como depresión, enfermedades psicosomáticas o dificultades serias en el
plano de las relaciones interpersonales pueden perdurar si no son debidamente tratadas. Persistir hasta encontrar una
organización, grupo especializado en la atención de víctimas de abuso sexual, en hospitales, clínicas de atención de salud
mental de la comunidad.
POSIBILIDAD DE ACOMPAÑAR.-
Una vez que el caso sea referido a otros profesionales del área psicológica o legal, es conveniente no desentenderse
totalmente del niño, niña o adolescente o joven, manteniendo de alguna manera el espacio de comunicación logrado.
COMPARTIR EL IMPACTO QUE PRODUCE.-
El profesional debería buscar ayuda, pues el hecho de encontrase ante una situación de abuso sexual impacta, genera
sentimientos de temor, de indignación o de mucha impotencia, por lo que es muy importante que se hable con alguien
más para compartir esos sentimientos.
EL PROFESIONAL DEBE RECONOCER SU LIMITACION.-
Lo que muchas veces asusta es ser depositario/a de un secreto, de un problema, se sabe que algo se debe hacer, pero
hay que reconocer las limitaciones que se puede tener y la ayuda que se pueda ofrecer al adolescente, tiene que ser
posible de cumplir. La solución de muchos aspectos del problema no va a estar al alcance de un sólo profesional, pero lo
mucho o poco que se pueda hacer con la intención de ayudar va a ser muy importante y válido
6.9La Denuncia y Preparación de la Víctima para los Procedimientos Judiciales
Se debe hablar con el o la adolescente o joven y sus familias acerca de la posibilidad de realizar una denuncia judicial. Es
un delito.
Esta puede ser presentada en la comisaría o unidad de Investigaciones más cercana al domicilio. También puede iniciarse
en el Servicio Médico Legal, dónde hay un policía de menores de turno, para tomar la declaración. Luego la denuncia
deberá ser ratificada en el Juzgado del Crimen correspondiente. El hecho de presentar una denuncia a la policía, es una
decisión muy difícil, que tiene un costo social y afectivo importante para la víctima y su familia.
Con frecuencia, una vez efectuada la denuncia por un abuso sexual intrafamiliar, se separa al niño o niña del grupo
familiar, como una medida de protección pero esto puede provocarle más daño y dolor aunque sea una medida
temporal. Por lo tanto, no siempre la primera medida a tomar deberá ser separar a la niña o niño adolescente o joven de
su entorno familiar y comunitario. Se debe tratar de resolver el conflicto con los recursos con que se pueda contar en su
propio ambiente.
Lo fundamental, es que el niño o niña, adolescente o joven, víctima de abuso sexual ya no esté en contacto con el
abusador, que la familia se haga cargo y la proteja. Si la familia está enterada y no ha hecho nada para cambiar la
situación y el peligro continúa, una institución de protección de menores debería encargarse de dar protección y
seguridad.
Por otro lado, es necesario preparar a la niña/o, adolescente o joven para los peritajes médico-legales e interrogatorios a
que será sometido y éstos suelen ser traumáticos. Hay que indicarles que las preguntas son necesarias para tipificar el
delito e identificar al agresor, para que éste pueda ser sancionado de acuerdo a la legislación vigente y ayudar así a que
hechos de esta naturaleza no puedan volver a repetirse.
Finalmente, es necesario recordar que por la naturaleza misma del sistema judicial, por lo careos con el inculpado, por la
actuación de funcionarios no preparados para interrogar a menores, sin privacidad en los lugares de toma de
declaración, expuestas en las salas de espera, a la intimidación del agresor o de familiares de éste y sintiendo que no se
les cree, una niña o adolescente o joven, víctima de abuso sexual puede sufrir una segunda victimización esta vez por el
sistema judicial
6.9La Denuncia y Preparación de la Víctima para los Procedimientos Judiciales
Se debe hablar con el o la adolescente o joven y sus familias acerca de la posibilidad de realizar una denuncia judicial. Es
un delito.
Esta puede ser presentada en la comisaría o unidad de Investigaciones más cercana al domicilio. También puede iniciarse
en el Servicio Médico Legal, dónde hay un policía de menores de turno, para tomar la declaración. Luego la denuncia
deberá ser ratificada en el Juzgado del Crimen correspondiente. El hecho de presentar una denuncia a la policía, es una
decisión muy difícil, que tiene un costo social y afectivo importante para la víctima y su familia.
Con frecuencia, una vez efectuada la denuncia por un abuso sexual intrafamiliar, se separa al niño o niña del grupo
familiar, como una medida de protección pero esto puede provocarle más daño y dolor aunque sea una medida
temporal. Por lo tanto, no siempre la primera medida a tomar deberá ser separar a la niña o niño adolescente o joven de
su entorno familiar y comunitario. Se debe tratar de resolver el conflicto con los recursos con que se pueda contar en su
propio ambiente.
Lo fundamental, es que el niño o niña, adolescente o joven, víctima de abuso sexual ya no esté en contacto con el
abusador, que la familia se haga cargo y la proteja. Si la familia está enterada y no ha hecho nada para cambiar la
situación y el peligro continúa, una institución de protección de menores debería encargarse de dar protección y
seguridad.
Por otro lado, es necesario preparar a la niña/o, adolescente o joven para los peritajes médico-legales e interrogatorios a
que será sometido y éstos suelen ser traumáticos. Hay que indicarles que las preguntas son necesarias para tipificar el
delito e identificar al agresor, para que éste pueda ser sancionado de acuerdo a la legislación vigente y ayudar así a que
hechos de esta naturaleza no puedan volver a repetirse.
Finalmente, es necesario recordar que por la naturaleza misma del sistema judicial, por lo careos con el inculpado, por la
actuación de funcionarios no preparados para interrogar a menores, sin privacidad en los lugares de toma de
declaración, expuestas en las salas de espera, a la intimidación del agresor o de familiares de éste y sintiendo que no se
les cree, una niña o adolescente o joven, víctima de abuso sexual puede sufrir una segunda victimización esta vez por el
sistema judicial