INTEGRANTES:

• CAMPOS MARTEL FIORELA

• JORGE ALIAGA JUAN MIGUEL TUTORA:
• MARTEL CAMPOS EDY YOBANA • Mg. Celia H. Raymundo Olortegui
• OROZCO DAZA MARITA REYZA
ASIGNATURA: CICLO:
• PALOMINO VARGAS DEYSI
• SILVA BENDEZÚ ENESTINA MATRGARITA • Doctrina Social de la • II
Iglesia
LOS SACRAMENTOS
SACRAMENTOS DE
SANACIÓN
PERDÓN UNCIÓN DE ENFERMOS
 El Señor resucitado
instituyó este sacramento
cuando la tarde de la
Pascua se mostró a sus
discípulos y les dijo:

“Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los

pecados, les quedan perdonados; a quienes se los
retengáis, les quedan retenidos” ( Juan 20,22-23 ).
 PENITENCIA
• PECADO: Algunas palabras, acciones, pensamientos,
rompen las relaciones con los demás, con Dios y con
nosotros mismos. Esta ruptura con Dios.
• PENITENCIA: El cristiano/a que reconoce el pecado
cometido, se arrepiente del mal causado y desea
cambiar su actitud y sus comportamientos negativos,
se acerca a recibir este sacramento.
“Yo te absuelvo de tus
• ABSOLUCIÓN: Delante del presbítero confiesa sus pecados en el nombre
pecados y recibe el perdón de Dios mediante esto del Padre, del Hijo y
recibe la absolución, el perdón de sus pecados. del Espíritu Santo”
 La penitencia interior es el
dinamismo del “corazón
contrito” ( Salmo 51,19 ).

Movido por la gracia divina

a responder al llamado misericordioso
de Dios.

Implica el dolor y el rechazo

de los pecados cometidos.

El firme propósito de no pecar más y la

confianza en la ayuda de Dios.
 La penitencia puede tener
expresiones diversas: el ayuno, la
oración y la limosna.

Estas pueden ser practicadas en

la vida cotidiana del cristiano.

En particular en tiempo de
Cuaresma y el viernes, día
penitencial.
Todo fiel, que haya
llegado al uso de
razón, está obligado
a confesar sus peca
dos graves al menos
una vez al año, y
antes de recibir la
Sagrada Comunión.
 UNCIÓN DE ENFERMOS
• Cuando tenemos que guardar cama unos días, las cosas
más sencillas como cambiarnos las sábanas o lavarnos, nos
hacen sentir aliviados.
• Antiguamente, un gesto de alivio para los enfermos era
frotar su cuerpo con aceite. Esta costumbre nos la recuerda
el sacramento de la Unción de enfermos.
• En el sacramento de la Unción de enfermos el sacerdote
unge la frente y las manos del enfermo o del anciano con
óleo y ora para que el Espíritu le fortalezca la fe y le
ayude a afrontar con esperanza la enfermedad o su “Por esta santa unción y por su
etapa de la vejez. bondadosa misericordia, te
ayude el Señor con la gracia del
Espíritu Santo”
Confiere una gracia particular, que
une al enfermo a la pasión de Cristo,
por su bien y el de toda la Iglesia.

Le otorga fortaleza, paz, ánimo y

también el perdón de los pecados, si el
enfermo no ha podido confesarse.

Concede, a veces, si Dios lo quiere, la

recuperación de la salud física.

Prepara para entrar a la Casa del

Padre.