ser más que una introducción a la pragmática de la .
comu­ reglas se observan en la comunicación exitosa pero se violan
nicación humana {un campo que hasta ahora ha sido objeto
de muy escasa atención) y, por lo tanto, no puede seffalar to­
das las afinidades existentes con otros campos de investiga­
ción sin convertirse en UJla enciclopedia, en el mal sentido
de la palabra. Por idéntica razón, fue necesario limitar las
referencias a otras numerosas obras sobre la teoría de la co­
municación humana sobre todo aquéllas que se limitan a es­
tudiar la cómunicación como un fenómeno unidireccional
( del que habla al que escucha) y no llegan a considerar la
comw:ücación como un proceso de lnteraccúm.
X... lmplicaoclas ínterdisciplinarias del tema se reflejan en la
forma de la presentación. Lo, ejemplos y las analog!a, fu.eron
� de IUUI ampll& gama de temas, aunque entre elfos
predominan los corrrespondientes al campo de la psiCOPato­
logla. Debe quedar especialmente achuado que cuando se
roéurrló a las ""'""'4ffcaa en busca de analogías sólo se las
utmz{) como un lmguate notablemente adecuado' para expre­
Alt relaciones complejas y 9.ue su uso no significa que en­
tendemos que nuestros datos pueden ya ser cuantificados. Del
mismo modo. el empleo bastante frecuente de ejemplos toma•
d� de la literatura puede parecer clentlflcamente objetable a
muchos lectores, pues sin duda el intento de demostrar algo
medfmte los productos de la imaginación artfstlca parece un
�o poco convincente. Sin embargo, estas citas tomadas
de la literatura tienen como fin ilustrar y aclarar determinados
conceptos teóricos, presentindolos en un lenguaje mú ff,cll­
mente romprensible; su empleo "º si�lflca que eHa( puedan
demostrar nada por si mismas. En síntesis, tales ejemplos y
ail,.logfas constituyen modelos de definición y no modelos
· �fctivos (afirmativos).
� di"9r,os pasa¡� de este libro fue n-rio incluir défini­
ci9nes de conceptos básicos correspondientes a una variedad
de otros campos que son prescindibles para cualquler experto
en ese campo particular. As!, para preveolrlo, pero también
para facilitar la oomprensióa al 1� corriente, se ofrece un·
breve esquema de los capítulos y sus secciones.
El capitulo l intenta establecer el marco de referencia. In­
troduce � básicas tales como la de función ( S. 1.2) 1,
infonnac;6n y retroalimentación ( S. 1.3) y redundancia ( S.
1.4), y postula la ezlstencia de un código todavía no formali­
zado, Wl eolculua ( S. LII) de la comunlcaclón humana, cuyas
1. La 111bdivllk!a �I de los mpltulol no ae utllW para arafundir
'::!°="1'
o lwpceodamr al leelar, lino para indicar � la Ollructura de la
de u capitulo y facilitar Ju referenda1 � dentro
18
cuando la comunicación está perturbada.
El capitulo 2 define algunos de los axiomas de este cálculo
hipotético, mientras que en el capítulo 3 se examinan las
patologías potenciales que dichos axiomas implican.
En el capítulo 4 esta teoría de la comunicación se extiende
al nivel organizativo o estructural, basado en un modelo de
las relaciones humanas como sutema; así, la mayor parte del
capítulo está dedicado al examen y la aplicación de los prin­
cipios de los Sistenuu Generala.
El capítulo 5 sólo ofrece ejemplos del material relativo a
los sistemas, destinados a dar vida y especificidad a esta teo­
ría que a fin de cuentas, se ocupa de los efectos inmediatos
que los seres humanos ejercen entre si.
El capitulo 6 se refiere a los efectos de la paradoja en la
conducta. Ello requiere una definición del concepto ( S. 6.1,
6.2 y 6.3). que "1 lector familiarizado con la literatura sobre
antinomias, y en particular con la paradoJa de Russell, puede
omitir. La Sección 4.6 introduce el concepto, menos conocido,
de puadoja pragmática, en particular la teorla del Doble
Vínculo y su · contribución a la comprensión de la comunica­
ción esquizofrénica.
El capitulo 7 está dedicado a los efectos terapéuticos de la
paradoja. Exceptuando las coosideraclones teóricas en S. 7. l
y 7.2, este capitulo fue especialmente escrito con vistas a la
aplicación cllnica de las pa11tas paradójicas de comunicación.
El Ep{logo, en el que se hace referencia a la comunicación
del hombre con la· realidad en el sentido más amplio, oo pre­
tende proveer más que una visión panorámica. En él. se pos­
tula que un cierto orden, análogo a la estructura de niveles
de los Tipos Lógicos, impregna la concepción · humana de la
existencia y determina la cognoscibilidad final del universo.
A medida que una serie de expertos, desde psiquiatras y
biólogos hasta ingenieros ea electricidad. revisaban cr(tica­
mente el manuscrito, se hizo evidente que cualquiera de ellos
podía entender que una sección determinada era muy elemental
mientras qut otros opinaban que era demasiado especializada
Del mismo modo, podría considerarse que la Inclusión de
definlclones -tanto en el texto qomo en las notas al pie­
implica una actitud ofensivamente oondescendiente hacia una
persona para quien el término forma parte de su )enguate
profesional . cotidiano, mientras que para el lector común la
falta de definiciones a menudo parecla implicar algo asl co•
mo "Si usted no sabe qué significa, no vamos a tomamos la
molestia de decírselo". Por lo tanto, se decidió incluir al final
del libro un glosario que contiene sólo aquellos términos que
no pueden encontrarse en los diccionarios comunes y que no.
19

nueva matemática. La relación entre variables ( expresadas
por lo común, aunque no necesariamente, como una ecuación)
constituyen el concepto de funcl&n. Para citar a Spengler U11a
vez mis, las funciones
, • . oo ICID de ninguna manera númer01 en el sentido clisico, sino lig:nos
que representan una conaión que carece de todos los r._ tlpieol de .
la JDlllDitud, forma y siplfiaodo único, una Infinidad de poslclonel po.
libles do cuicter lfmllar, un conjunto UD!ficaclo que adqUNlfe as! emten­
da como UD ,..¡..,,.,, Toda la ecuaci6n, aunque escrita en - d•
afortunsda notacl6n como una pluralldad do t«mlno,, os, en realidad,
11ft ,nico número, pues s. v. li ao_ 100 números en mayor �da- en que lo
IOD + y =• (p. 77),
:r e ti, la ecuación x• =
Así, por ejemplo, al establecer una relación especifica entre
4.ax encierra todas las propiedades de
una curva. 1
Este importante cambio en el pensamiento matemático ha si­
do resumido por Suzanne Langer de la siguiente manera:
Dílrú do e,tos simboloo oe encuentran !u abstracciones más audaces,
más pura, Y m6.t frlu que la buroanklad creara jamú. Nt,,paa do
lu .._..._ eoooluticu oobre lu esencias y lot atribulOI 'le aoorc6
a aada llmilar a la abltracci6111 del áleebra. No obstante, ...,. · mlsmol
dentl&os qua oe •norcullecúm do su ""DOC'lmwotq fáctico concreto, que
p,ecle-han ,ecbasar toda prueba excepto las emplrlcas, jlD1áa vaci­
laron eo acoplar las demosln!dODOt y loo álculoo, laa entidadu IDCO<•
pónaa, • ,,_ � "flcliclu", de lo, -teátlco,, El cero
1 ·el ialhaito, las ra!ce, cuadradas de los mi,- DelJllliVOI, laa lon¡i­
lullet iDocmroaasurables y las - climeDsiones, encontraron ,ma bJm,.
..& liD re.rvas en el laboratorio, cuando el lo¡o reflexivo corrleote,
fl1IO todavla podia oc,ptar como un acto de fe w,a swtancla ODlmica
-ble, dadabo do III respetabilidad 16sfca ...
:il. Ua reciellle articulo dA, J. David Stern (149) Ilustra huta qué punto
puede aer er,adoso el 11CDiflcado do loo rnlmeros como mapitades, in­
cluso cuaaclo están primarlammte dut/nodo, a lignificar magnitudes
.........ias, por ejemplo, ea oconomla. Roflr1-i- a la douda -1,
- autor oeliola que ...m1aado ea Iorma aislada y, por eade, en tér-
-,nitud absoluta,. la muela nacional do los Estados Unidos
ba '""""º un escalo&iante aumento desde 9Sf billones ea 1947 • 304
� �
L,
bllloaos en 1962. Sin embargo, li se la ubica en su oontexto apropiado,
es decir, ea relaci6n con el ÜJ8rftO neto, ,,.,. copita, ,e hoce evidenle
una dinninudón del 151 <J. a 80 <J. durante eso período. Los legos y lo,
¡¡olltioos tienen particulor teadencia a caer en este tipo do falacia eco­
n6mlc:a, aunque baca ya mucho que loo te6ricoo de la ecxmomla 16lo uti­
lizan sistemas de variables económicas y no UDidadu oialaclu o ab­
iolutas.
i6
-bl-
mar nada acarea do la emtenoia, la realidad o la eflcacla de las
Lt - la poribilidad dA, llmbol- co,a, y de limbollsir lu rela­
,o,..,,
El oecreto tadica en · el hecho dA, que UD matemático no pretcudo •lir•
ciones quo paedea entro ollu. S111 "entidades• no !Oh
"datos", lino ,...,,.,,,.,. Es por - que lol "nú,_.,. Imaginarlos" y
los "decimales tnf1Dito1•. son tolendos por cieDlifloot para quleDM lo,
agentu y loo poderes inviatbles y lol "principios" constituyen an••
i-. Lal COllllnledm>el .roatemltlcas IOD sólo slmbolo,¡ tienen 1i1lll·
flcado ea thminos dA, relaciones, no dA, substancia (91, pp. 18.19, Jo,
últilnas bostardillu IOD aue-.),
Existe un paralelismo sugestivo entre el surgimiento del con•
oepto matem,tico de función y él despertar de la psicologia
al· concepto de relación. Durante largo tiempo -en cierto sen­
tidn, desde Aristóteles- se concebía la mente como una seri"
·de propiedades o caracterlstlcas de las que el individuo es•
taba dotado en mayor o menor grado, tal como contaba con
un cuerpo esbelto o robusto, con 011bello pelirrojo o rubio, etc.
El final del siglo pasado fue testigo del comiemo de la era
experimental en pticologla que trajo consigo la introducción
de un vocabulario mucho más refinado aunque no esencial·
mente distinto en un aspecto: segula · estando comtituido por
conceptos singulares y no muy relacionado:s, T11]e1 concepto,
eran los de las funciones psíquicas, lo cual fue desafortunado,
porque no están relacionados con el concepto matemático de
función y quienes los utilizaban ·no se proponlan referirse a
éL Como sabemos, las sensaciones, percepcione,, apercepclo·
nes, la atenció11, la memoria y varios otros conceptos se défi•
nlan como tales funciones, y se realizó y todavla se realiza,
un enorme trabajo para estudiarlas en aislamiento arlifical.
Pero Albby, p0l' . ejemplo, ha demostrado que e.l supuesto de
la ,mnnoria está direotamente relacionado con la posibilidad
de observar un.sistema dado. Señala que, para un observador
que está en· posé!ión de toda la, información necesaria cual•
quier referencia al pasado y, por ende, a la existenciit de una
memoria en el sistema, es innecesaria. Dicho observador pue•
de explicar ia conducta del sistema por su estado actual.
Ofrece el siguiente ejemplo práctico:
. . . ..pongamos quo estoy en la - do ur. aml¡o y, cuando un autn
paa por la <&Be, el perro do mi amigo como bada un rlncóA de b
babltaclóa y comienza a temblar. Para mi, esa conducta es Inexplicable
y su causa me resulta desconocida. li:ntonce.s mi iimlgo dlca: "Haca
solt _, lo atmpell6 ua auto•. Ahora la conducta queda expUcada
por una referendo a un beebn ocurrido seis rne111 antes. Si dedmo1
que el perro manifiesta "memoria• MI referfmo, pnl.cticamente al mismo
hocbo, ato u, que IU conducta puede expli<&roe no mediante un, re•