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CEDYAL’ ema 36 Gani 6 De fe Tetegraci¢a de amévica Lathan eLIOTESA 4 sep ‘ cen ousressscinaes — [a cBunccON ChOHNO ABIERTO ee LOS CRISTIANOS YLA ¢ _REVOLUCION UN DEBATE ABIERTO ; EN AMERICA LATINA BIBLIOTECA - TEOLOGIA SISTEMA DE BIBLIOTECAS *PONTIFICIA U.C. DE CHILE “© 40103, EMPRESA EDITORA NACIONAL QUBEANTU LTDA, Av. Santa Marfa 076, Casilla 10155, Santiago - Chile Primera Edicién; 1972 Director Divisign Editorial: Joaquin Gutirrez M. Jefe Departamento Ediciones Especiales: Alejandro Chelén R. Encargada Serie Debates Nacionales: M. Eliana Veas M. Proyecté la Edicién ya Portada: Nato. CEDIAL Centro de Estusios par el Desarrolie © Iutegrachin de Aunécien Cutis BISLIOTEcA »Para el revolucionario, es decir, para quien a revolucién significa la manera verdadera de ejercer el amor, la fe es concretamente inseparable de su accién politica: fe y revolucién no existen separadas una de otra. Dado que la revolucién es la manera que este hombre tiene de vivir en el amor, ¢s pues el lugar de su vida con Dios, en él vive su fem. PAUL BLANQUART, CEDIAL Centre de Estalion pare ct Desarolly ve tntegracisn de Amésics Latine BIBLIOTECA INTRODUCCION “Para: conocer el proceso revolucionario que se gesta en “América Latina y estudiar la ubicacién de los cristianos en ‘ste proceso, no basta leer algunos documentos. En nues- “tro continents se escribe atin muy poco y los hechos se ade- “lantan en mucho a los escritos. Hay toda una riqueza acu- ‘mulada en aiios y arios de lucha que atin se escapa a las en- quesias, a los anélisis, a los estudios y documentos que se publican. Existen, sin embargo, ciertos hechos significati- os que, en cierlta manera, nos revelan y nos expresan la rea- lidad. Hechos que se convierten en »signos de los tiempost, ‘en simbolos cargados de contenido, que interpretan la His- toria y nos muestran un camino para el futuro. En lo que se refiere a los cristianos, estos hechos significativos sobresalen sobre un trasfondo atin bastante oscuro. El irasjondo de un cristianismo demasiado ligado 4a Los intereses de la clase dominante. Esta realidad se ha mantenido hasta el dia de hoy, pasando por formas apa- rentemente diferentes. Primero la alianza del poder ci- vil con el poder eclesidstico. Alianza a veces directa y ex- * plicita y a veces oculta en la omisién, en la ausencia de una denuncia profética y critica de la explotacién eercida por los poderosos. Esta alianza cumplis, y en algunos pai- ‘ses cumple atin, la funcién de legitimacién del sordene es- tablecido, Al parecer esta alianza, en. una elapa posterior de nuestra historia, se rompe. Los poderes civiles, influi- dos por el liberalismo y los ideales burgueses de la Revolu- 7 cin Francesa, se independizan de la Iglesia institucio- nal. Esta, por su parte, declara su autonoméa de los pode- res politicos y busca la especificidad propia de su misién en el mundo: Ea Iglesia reconoce la sautonomia de lo tem- porale, valoriza el proceso. de »secularizaciéne y busca su definicién en los valores eternos del Evangelio. El Esta- do y los poderes politicos se declaran laicos y arreligiosos. La Iglesia institucional se declara rapoliticat. Se rechaza, por ambas partes, toda forma de oscurantismo y clericalis- mo. Esta segunda etapa, donde se rompe en apariencia la alianza Estado-Iglesia, significa por cierto un avance con respecto a la situacién anterior. Rero chin cambiado funda- mentalmente las cosas? La Iglesia institucional, al recono- cer la sautonomia de lo temporale y al declararse sapo- liticae, cha roto realmente con la clase dominante y toda la estructura ideolégica, juridica y politica creada por ella? Creemos que, en su mayoria, atin no. Los »ambiose producidos en los tiltimos tiempos en el seno del cristia- nismo son por lo general simples reediciones, de aparien- cia rmodernat y savunzadat, de antiguos esquemas de do- minacién. El “cristiarismo podré modernizarse, poner- se al dia, realizar ‘un vasto aggiornamento, etc., pero esto no basta para que rompa la estructura ideolégica que el de- sarrollo del capitalismo y el neocapitalismo ha generado en su interior. El cristianismo podré tinicamente reencon- trar su auténtica dimensién y su'fuerza profética en a me- dida que recupere su historitidad. En ta medida que asuma la realidad del continente latinoamericano en su situa- cién de subdesarrollo, dependencia y miseria. El cristia- nismo’ debe verificarse (es decir, hacerse verdadero) histéricamente en la lucha diaria y organizada de los opri- midos y los pobres contra todo tipo de opresién y violen cia institucionalizada. Este nucvo tipo de cristianismo empieza a surgir ‘en América Latina. Un cristianismo comprometido con la revolucién. Para conocerlo debemos recurrir. —como dijimos més arriba— a hechos y personajés que se han con- 8 vertido en ssignos de los tiempose. Hechos y personajes que expresan significattvamente la realidad, la interpre lan y nos muestran un camino para el futuro. Este libro pretende presentarlos, darlos a conocer, reconociendo {a limitacién que una serie de escritos’y documentos nun ca agotan una realidad cuya densidad histérica es inagota- ble. La riqueza y el significado de la lucha hasta la muerte de un Camilo Torres en Colombia, de un Néstor Paz (»Prancis- cot) en Bolivia, de un obispo como Dom Helder Céma- ra 0 tantos otros sacerdotes y cristianos torturados y muer= tos en las prisiones de Brasil, etc., dificilmente podrén agotarse.en unos pocos documentos. Hay una profundidad en la Historia que sélo puede conocerse en la medida que la vivimos. Existen algunos hechos, que presentaremos en este libro, que marcan etapas sucesivas en el compromiso de los cristianos con la revolucién: el Concitio Vaticano 1, el Mensaje de Obispos del Tercer Mundo y la Reunién de los Obispos latinoamericanos en Medellin, Colombia. Estos hechos, fruto de largos afios, quizds medio siglo de experiencias acurnuladas, darén un impulso fuerte y deci= sivo a’ las Iglesias. Se pasard de un cristianismo rigido, ce- rrado y tradicional 0 otro mds dindmico, més abierto a los problemas humanos y sociales de la época contempord- nea. Pero todo esto seré sélo un punto de partida. La revolu- cién avanza vertiginosamente y los cristianos, en niimero cada vez mayor, se integran a ella y son transformados por ella, La stoma de la Catedral de Santiagot, serd un caso, entre muchos, del deseo de los cristianos de pasar de las ade- claracionest a los shechose, de las buenas intenciones a una accién eficaz. Nacen organizaciones de sacerdotes ylaicos: en Argentina: »Sacerdotes para el Tercer Mundot; ‘en Peni: *Onise; en Colombia: »Golcondat; en Chile: *Cristianos por el Socialismot, etc. Estas y otras muchas organizaciones buscan vitalizar en forma éfectiva el com- promiso cristiano con la liberacién del pueblo. De todas es- tas experiencias ird surgiendo una mueva teologiat, la ° a°partir de 0 ya a pa ne, Se refiexiona no Yao FT satiate pr Tas mordades Taco iy dela va, deta tc diario en Tidad. En todo ri ee Conferencia de mae praxis de bi ren que si bie i dese fansjormacion aul cont ala gn 1 propio. Tnodelo scristiano P oP ne a revolucion. La ‘ben integrarse @ iquier revotucio- ae paralela @ 00 Los eristianos deb ‘mé res que cul y mis debere rerisast, donde se Pre via entre el mar- vila sin mas derechos debra rra romper esque frario. AL romperse os esq “entaba el cristianis™? yy el capisalismo» tercera jiberacion. i itica comin don- istianos ‘marxist®, : mi pbandono de su fe ndadores, St - faeretariad? internacion! rio ininte- ucions a marxis- in, cristianos J pase comin, crstionet fT cha . SD esto #Chee Guet jidos. Erni razén al decir: Cuando los cristianos se atrevan a dar un ltestimonio revolucionario integral, la revolucién latino americana seré invencible, ya que hasta ahora los cristia- nos han permitodo que su doctrina sea instrumentalizada por los reaccionariose. Igualmente acerladas y visio- narias son las palabras de Fidel: »Cuando se busquen to- das las similitudes, se veré cmo es realmente posible la alianza estratégica entre marxistas revolucionarios y cris- fianos revolucionarios. Los interesados en que tales alian- as no se produzcan son los imperialistas y son, por supues- 10, los reaccionariost. La evolucién que han sufrido los cristianos en los tiltimos tiempos, que puede resumirse en el paso de una con- ciencia politica de tipo socialcristiana a otra de corte re- volucionario, ha sido un proceso lento, riesgoso yconflicti- v0. Para muchos ha sido un proceso doloroso, pero pro- fundamente liberador. Tratemos de describir este proce- so en la forma més exacta y simple posible. Analicemos pri- mero el tipo de conciencia socialcristiana, su estructura y su crisis, y en segundo lugar el surgimiento de una concien- ia cristiana revolucionaria. Lo primero que se afirma en una conciencia socialcristiana son los valores del Evange- lio sobre Dios, el hombre y la sociedad. La opcién funda- mental de los cristianos serfa por estos valores y su misién fundamental seria encarnar estos valores en el hombre y las estructuras. Sino se respetan los valores del Evange- Tio, especialmente el amor, la fraternidad, la compren- sidn y la justicia, el pais —segiin este tipo de conciencia— irfa al caos y a la guerra civil. Si se respetan, todo andaria bien y habria felicidad para todos. Como los valores aparecen demasiado generales y abstractos, se busca @ partir de ellos desarrollar una doctrina social mds com- pleja y adaptada a la realidad. Los valcres se mediatizan ‘en una serie de doctrinas e° institucines socialeristia- nas. Ast es como nacen las enciclicas sociales de los pa- pas y las doctrinas politicas inspiradas en ellas. La accién Bde estos cristianos se desarrolla en diferentes planos: en el " plano de las relaciones interpersonales; en el plano de las organizaciones’ sociales (Hogar de Cristo, Céritas, escue- las, mutuales, cooperativas cristianas, etc.), y en el plano politico (partidos socialcristianos, como la DG en Chile). ‘En todos estos planos de accién subyace siempre el mismo esquema de ,conciencia social,’ fundada —como dijimos més arriba— en una opcién general por los valores del Evan- gelio. - Este tipo de conciencia social, dé avanzada en su tiempo, en la medida que se agudizan las contradicciones de clase, entra en crisis y termina siendo rechazado por aque- los cristianos mas decididos y comprometidos. En pri- mer lugar esos*cristianos se dan cuenta de que, si bien el Evangelio ¥ la doctrina social de la Iglesia los habian sensi- bilizado frente a la realidad social y politica, ni el Evange- lio ni la'doctrina social de la Iglesia eran instrumentos ade~ cuados para conocer cientificamente la. realidad y para realizar una accion eficaz de transformacién radical de las estructuras -opresoras. El Evangelio, ciertamente, ven- «ce el egoismo en el hombre, lo abre a los demés y lo impul- ‘saa la accién, pero todo esto es ineficaz y no tiene significa~ do hist6rico si no se parte de un anilisis cientifico de la rea- lidad y si no se buscan instrumentos eficaces de accién re- volucionarid. Este mélodo cientifico de andlisis y trans- formacién de la realidad los cristianos lo encuentran en gran medida en el marxismo. Camilo Torres decia en este sentido: »Si la eficacia del amor al préjimo no se logra sino mediante una revolucién, el amor al préjimo debe conside- rar la revolucién como uno de sus objetivos, y si esa revo- ucién se concibe en la accién, en la prdctica, con algunos miétodos ¥y objetivos marxistas, leninistas, no es que los mar- xistas se vuelvan cristianos o los cristianos marxistas, sino que se unen para la solucién tecnica de los problemas de la mayoria de los latinoamericanos y que esta solucién debe ser permitida no’ s6lo para los catélicos, sino obliga- toria para el sacerdotet. Este cambio que se realiza en los cristianos no se ‘efecttia rormalmente de una m eiente, sino mds sino mds bien urgidos por la préctica revoluciona dical que se ha opi re rerado en ellos. Se seguird ros del buen camino legido, aunque muchas vers ee, ‘euridad respecto a su fe cristiana, as manna mon @ su manera ante. rior de vivir el is 1 cristianismo. Sienten contradiccién entre ° cristiano: é men una teria yuna praxis revolucomariag? on S108 a0 te neki erisionos, al pasar de una conciencia sola ee lat por la? realidad social a un iene Senifics de le realidad, se dan cuenta de que fo pritere ¥, mds fundamental es esta realidad socal con ‘oat ar ciones. Esta realidad antecede a cuales is opcin fundamental por tos valores del’ Eva Jaden aaa Sociales, La Pe ee een e explotados y explotadores, “entre in lenas capitalist y socialite, quedaba escondida La concianca pale tna tradicional, al definirse por los vale. damat s, falmided, combrentin, ee, busaba ee 1 indiferenciadamente ie tipo de personas 0 en éualguier tipo de sociedad, welean 2 in segundo plano y a veces olvidando las rela ee ‘ Producctin, “las contradicciones de claves’ log . explotacién, alienacién, ete Lo Lprincipal ea pretrmar los valores del Evangelion tos § mn los pobres, en la sociedad capitalista como on te ° sociedad socialista. Para estos cristianos, si hay amor 13 y comprensin, todos los problemas se solucionan. Una eeeeia asi estructurada,, est blogqueade profunda- 0 la medida Uiricd Csercién profunda en la realidad. Mustraremos lo 4 dicho con algunos ejemplos: dicho con algunos mplos: respecto al valor de i pos eemples: le la seari- esa e dicional optaba por este valor fea Fae encamarlo en su pearl se los dmb fads las sine. crisan smotucione, rie no pare firmande el valor caridad, sin ‘onal sande e relied, En ee ends consata tt misern, fa oan 9 a insti. Se da cuenta de uo ts tien _ ee uwir la caridad es la lucha pee rir ta meri ls epltcn cui ts estrachuras tees Sora y explotacién. Esta luch atte ediacién de una teoria revoluciona - Gin poli Yeoacoar ar af tion came Yocton de reir la erie, enor al pro. 3 tpi Sere realidad, un cristiano in a Ee eficaz de dar de erate Eee ae pales aie i inertintal cen sal crite, , ser fiel al imperat i caridad, dee rata en ers eaiie fie mos la frase de Camilo Terres: El debe de ich craton es ionarios. Bi amor que se realiza en la Histona : ,serd un amor combat, luchador y @ ve. Get ialent. Seré un amor universal, pero Eee ido en a Hetria significa cosas muy: distintas si. se “ra ata lo explotador ode lt explotadores. Amor al cite Fe ae con é cont toda e3 Or A a ‘ebloted wr significa despojarlo Semen ae contin de explotaor. No se tata de que los eoateaaa : sino que dejen de ser Zs ast como fn a obraba Jess: »No pods eae pate ad. 1. neroe (Lucas 16:13); 9jQué dificil es ue tenn 2 ue | Tauezas entre ene reino de Dios! Es wis fiat ne we jimelle entre pore ojo de una aguja, que un entre en el * re Diose (L. c 18:24, 25). 900 ening an eh amb smo qu decinos de Ia caridad y ol am paramos deco eo gue se rere a lor coenglica de a uni 5 licional predi a mprensién, la paz entre todos, la nvoplnse oe Birks 7 cris. 15 —————_—_—_—S——aetet”t tiano revolucionario, @ partir de un andlisis cientifico vary realidad se pregunta: cpuede haber unidad entre a slariados y patrones, entre explotados. Y explotadores? No niega el valor de la unidad, pero st afiria Que 610 ha- Ne ee edo los asalariados dejan de serio» expropian pre mmedios de produccién. Que sélo habré unidad entre los hombres si los explofadores dejan de ser ‘explotadores. Ha- rd. paz, no predicando la paz ) ocultando con la paz y ef orden todas las injustcias, sina de habré paz tinica- Fe eet ve lucha por la justcia. Es una mentira 9 enga- Mrevafirmar y proclamar la paz cuando exis violencia # sucionaiizada, Predicar (a no-violencia, £* tal -situa- ata peor de las violencias, pues se estd manteniendo (oe olenciainstitucionalizada, el rordent desorden) vprablecido. La lucha de clases no se opone © a unidad y cv lecidad, al contrario, es la forma eicas Part ge exis 0 ta Tierra la unidad y la caridad, n ta medida que por ta cha se sustituyen las estructuras injusiog opresoras. Tos pobres y los explotados de por sf no som violentos; la elincia revolucionaria no es sino una consecuencia de la violencia reaccionaria. ss documentos. que preseniamas en ele libro se- vén los engines ejemplos para comprender todo Jo que he- vis explicado, Bs-una historia que atin no ha terminado. mos erp tania que se esté escribiendo dia a die om las po- Fraciones, en las fabricas, en el campo, en las organizacio- nes proletarias y en.la lucha de las ‘mayorias por el poder. mes Previatoria que para entenderia a jondo ho) Gee TMs fay, viviéndola, hacer que esa histori % contintle, s¢ perfeccione y triunfe. El lector tiene la palabra. 251 EL GRANO D E TRIGO NO CAE EN TIER. BWPRCUNDO, ft MUERE DA MUGHD FRUTOO anes QUEDA YEL DEBER DE TODO cuusinne ee wa Gn. tag) REVOWGIONARION R10 DEL DEBER DE T ODO REVOLUCK (Carnilo). waront OMA HS HACER'ta REVO: (Chee). Panto Ricuarp. nguien QUIERE SALVAR SU VIDA, 1A PERPESAS (QUIEN PIERDA SU VIDA POR Ml, BSE 1A SALVARAC (Le. 9:24). 116 »Cuando €l Hijo de! Hombre venga como rey, rodeado de todos sus Angeles, se sentard en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reuniré delante de él, y él los sepa- ara unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Colocara las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces el rey diré a los que estan a su derecha: »Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Pa- dre; reciban el reino que esta preparado para ustedes des- de que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron.de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve co- mp forastero, y me dieron alojamiento. Me falté ropa, y us- tedes me I:. dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cércel, ieron a vermet. Entonces los que resul- taron justos dirdn: »Sefior, gcudndo te vimos con hambre, y.te dimos de comer? 20 cudndo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¢O cuando te vimos como forastero, y te dimos alo- jamiento, 0 falto de ropa, y te la dimos? ¢O cuando te vimos enfermo, o en la carcel, y fuimos a verte?« Y el rey les contes- tard: »En verdad les digo, que todo lo que hicieron por uno de estos mis hermanos, por humildes que sean, por mi mi ‘mo lo hicieron. Entonces el rey diré alos que estin a'su iz~ quierda: »Apirtense de mi, ustedes que estén bajo maldi- cién; vayanse al fuego eterno que esta preparado para cl diablo y sus Angeles. Pues tave hambre, y ustedes no me die- ron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve co- mo forastéro, y no me dieron alojamiento. Me falt6 ropa, 'y ustedes no me la dieron; estuve enfermo, y en I: me vinieron a visitart. Entonces ellos le dirdn: - geudndo te vimos con hambre o sed, 0 como forastero, - Ll o falto de répa, 0 enfermo, 0 en la céreel, y no te ayudamos”« Yah rey les contestard: En verdad les digo, que todo lo, que no hicieron por una de estas personas, por humildes, Gue sean, tampoco por mi lo hicierons. Luego, éstos iran al castigo eterno, y los que resultaron justos iran a la vida eterna.” SAN MATEO 25:31-45- PRIMERA PARTE _ DEL CONCILIO VATICANO II EN ROMA AL PRIMER ENCUENTRO LATINOAME- RICANO »CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO« EN CHILE DEL REFORMISMO SOCIALCRISTIANO AL CRISTIANISMO REVOLUCIONARIO: UN DEBATE ABIERTO EN AMERICA LATINA ‘Tres documentos inician esta Primera Parte: —El Concilio Vaticano 1. —Mensaje de Obispos del Tercer Mundo. —Reunién de los Obispos de América Latina en Me- deltin. Estos tres documentos de la Iglesia Catélica Jerarquica, como punto de Hegada, expresan y resumen todo el movi- miento renovador de la Iglesia en la primera mitad del si- glo-Xx. EI Concilio_en Roma recibe el impacto dé un gru- Peri ‘obispos del Tercer Mundo, comprometidos con Tos pobres y los oprimidos. El mensaje de estos” obispos, Co- -mo también el mensaje de los obispos reunidos en Mede- F tiin, significan la Hegada del impulso renovador del Cor cilio a nuestra América Latina. Con estos sucei0s 3€ thi “Ga una avalancha de nuevos sucesos que iran abriendo nuevos horizontes para todos los cristianos del continen- 23 te Latinoamericano. Es la vitalidad del espiritu desencade- nado por las fuerzas ocultas de la historia de liberacién de un continente oprimido y explotado. Dos figuras claves, con carismas distintos, nos ‘muestran ¢l camino: Presentamos aqui algunos textos que nos darén a cono- cer estas dos figuras auténticamente cristianas de Amé- rica Latina. La historia que aqui se inicia nos sobrepasa. Es una avalancha de hechos y personajes, famosos y scultos, que nadie puede resefiar. Ofrecemos al lector algunos Ysignos de los tiempos, que permitan conocer esta his- toria, interpretarla y orientarse en ella: —La Iglesia Joven en Chile. —Los Sacerdotes del Tercer Mundo en Argentina. —Encuentros de Cristianos en Costa Rica —Grupo de Sacerdotes del Perd. —Los Cristianos y los ¥Tupamarost en Uruguay. —Los Cristianos y 1a Construccién del Socialismo en Chile. —Documento Final del Primer Encuentro Latino- americano Cristianos por el Socialismot Lo que presentamos aqui es solo un *muestrariot. Anun- cian un debate abierto en América Latina. Si el lector en- tra en el debate, encontrar miles de textos mas. 24 2Y de la muchedumbre de los creyentes el. corazén era uno, y el alma una; y ninguno de ellos decia ser suyo propio nada de lo que poseia, si (as cosas les eran comunese, Pt $0 que todas »Y no habia nin iguno necesitado entre ellos: por- gue cunts po rete ene aso Yalan el precio de lo que vendiane. 2¥ lo ponian a los pies de los apéstoles: + se reparti @cada uno lo que habia emai u a Hech. Ap. 4:32, 34, 35. EL CONCILIO ECUMENICO VATICANO IL »Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angus- tias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos Y esperanzas, tristezas y angustias de los discipu- los de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazént (texto en el Concilio sobre la Iglesia en el mundo actual) EI Concilio Ecuménico, como su nombre lo dice, es una reu- nidn universal de todos los obispos y jefes de la Iglesia Ca t6lica. La Iglesia ha celebrado, desde su fundacién, veinte F concilios ecuménjcos, siendo los mas importantes los. de Nicea, Constantinopla, Efeso y Calcedonia. Este es el se- gundo celebrado en la ciudad del Vaticano. Fue propues- to, convocado.c_inaugurado_por el Papa Juan Xxiii-y se realiz6. en cuatro_sesiones entre los aiios 1962 y is. Participaron alrededor de 2.400 obispos, mis los peritos conciliares y los observadores de otras. confesiones. Se Promulgaron 16 documentos, de los cuales los mé: tantes fueron la Constitucién sob 27 LA COMUNIDAD DE HOMBRES: DEntre les principales aspect del. mundo. moderno se han de eontar la muldplicacién de Tas relaciones mutuas de los hombres, a cuyo desarrollo contribuye muchisimo el moderno progreso de la técnica. Sin embargo no es en ea progreso,dénde eneventra su perfccién el dislogo fra terno de los hombres, sino mds radkalmente en Ia comun- cacién de personas, que exige de ellas rexiproco rexpeto lena dignidad espiritual. Para promover a uma i nuda y, al misino tiempo, nos lleva’ hacia und inigencia mus profunda de las Leyes de la vida soa, que el Ureador dejo grabadas en la naturaleza spiritual y moral del hombret INTERDEPENDENCIA DE LA PERSONA HUMANA Y DE LA SOCIEDAD HUMANA: »De los vinculos sociales que son insuprinibles para a de mnos, como la familia y wuni- ma naturaleza; otros proceden también de sw libre elec. cién. En nuestros dias, por infinidad de causas, Te ples relaciones e interdependencias se van multipl ofrdo de dia'en dias de ahi nacen diversas asocacions ¢ insitucines pablicas © privadas. Este fenémeno, que se lama socializacién, aunque ciertamente no oes es peligros, trae, sin embargo; Gonsigo muchas ventsjas para robustecer y acrecentar las cualidades de la person: humana y defender sus derechost RESPETO HACIA LA PERSONA HUMANA: enc a dignidad que corres- a conciencia de Ia excelsa dig ease Ta persona humana, ya que et por encima de todas 28 Jas'cosas y sus derechos y deberes son universales ¢ inviola- bles. Es, por consiguiente, conveniente que todo lo que el hombre necesita para llevar una vida dignamente humans te le haga asequible, como son: el alimento, el vestido, Ia habitacién, el derecho a elegir libremente ‘un estado’ de vida, el derecho a fandar una familia, el derecho a la educa, cién, al trabajo, a ta buena fama, al respeto, a una debida informacién; derecho a obrar segin la recta norma de aa conciencia, derecho a la proteccién de su vida privada y a ‘una justa libertad incluse en el campo religioso. »Por consiguiente, todos los-delitos que se oponen a la mis: FL. “ida, cono son homicidios de cualquier género, el genoci. dio, el aborto, la eutanzsia’ o el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, co. mmo la mutilacién, las torturas corporales 0 mentales, in. cluso los intentos de cdecién espiritual; todo lo que olen. de a la dignidad humana, como ciertas condiciones infra humanas de vida, las detenciones arbitrarias, la depor- tacién, Ja esclavitud, la prostitucién, la trata dé blanese y la corrupcién de menores; incluso ciertas condicione, ignominiosas de trabajo, en las ‘que el obrero es tratade coma un mero instrumerto de ganancia y no como perso. na libre y responsable... todo esto y otras plagas andlogas son, ciertamente, lacras que mientras afean a la civilica. cién humana, en realidad rebajan més a los que asi se com. Portan que a los que sufren la injusticia. Y ciertamente estan en contradiccién con la honra del Creador IGUALDAD ESENCIAL ENTRE TODOS Los HOMBRES. JUSTICIA SOCIAL: »Puesto que todos los hombres, dotados de alma racional y_creados "a imagen dé Dios, tienen wia misma natural Yun mismo origen, y redimidos por Crist misma vocacién y destino divino, : he ‘mas la fundamental igualdad entre todos Yos homibr 29 »Ciertamente, no todos los hombres pueden considerar- se iguales en capacidad fisica, penetracién intelectual y sensibilidad moral; sin embargo, toda clase de discrimi- nacién. en los derechos fundamentales de la persona, sea discrimins social_o cultural, de sexo, raza, color, con- dicién social, lengua o religidn, se han de dejar y superar, como contrarias a los divinos designios. Yes, sin duda, Ta- mentable que los derechos fundamentales de la perso- na no sean respetados integramente en todas partes. Se da el caso de que a 1a mujer se le niegue el derecho de es- coger libremente marido o de abrazar determinado estado de vida 0 de ascender al mismo nivel de educacién y cultu- ra que se le da al marido. Mas atin, aunque entre los hom- bres existen razonables formas de diversidad, la igual dignidad de las personas pide que se vaya legando a un mas humano y equitativo nivel de vida. Las excesivas dife- rencias econdmicas y sociales entre miembros y pueblos de_una_misma familia humana escandalizan y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona i¢ a la paz Sociale internacionalé. humana, no menos SUPERACION DE LA ETICA INDIVIDUALISTA »La profunda y répida metamorfosis del mundo moder- no pide urgentemente que no haya ni uno, solo que, des- preocupado de la marcha de los tiempos ¢ indolente en su inercia, se entregue a una ética meramente individua- lista. Hoy el deber de justicia y de caridad lo cumple el hom- bre cada dia mejor si, contribuyendo al bien coméin segin su propia capacidad y las necesidades de los demas, pro- mueve también y favorece las instituciones ptiblicas 0 privadas que, a su vez, sirven para transformar y mejorar las condiciones de vida del hombre. Hay quienes, aun pro- fesando doctrinas de mayor amplitud y generosidad, én realidad viven como absolutamente desentendidos -de las necesidades de la sociedad. Mas atin, muchos en diversas regiones tienen en nada las leyes y las ordenanzas sociales. 30 No pocos, con engafios y trampas, no dudan en evadir las contribuciones justas y otros derechos que se deben a la sociedad. Otros tienen en muy poco ciertas reglamenta- ciones:de la vida social, por ejemplo las normas sanitarias © el cédigo de la circulacién, no cayendo en la cuenta de que con tal descuido ponen en peligro su vida y la de los demast »Para que los individuos cumplan més fielmente con su de- ber de conciencia, tanto respecto a su propia persona co- ‘mo respecto a los varios grupos de que son miembros, hay fio_un_mas_amplio_desa- medios de que humano dispone hoy. educacidn. de Tos jévenes concretamente, sea cual fuere su origen social, debe ser orientada de modo que aparezcan Kombres y mujeres que no sélo sean personas cultas, sino de fuerte personalidad, tales cuales nuestro tiempo los re- clama cada vez mas. »Pero a este sentido de responsabilidad dificilmente Ile- gara el hombre, a no ser que las condiciones de vida le per- mitan ser consciente de su propia dignidad y esté dispues- to a responder a su vocacion, empleandose en sérvicio de Dios y de los hombres. La libertad humana_generalmente se_debilita_y casi_se_extingue cuando el hombre. cac_en extrema pobreza, del mismo modo que se envilece cuando, dejandose Hevar por una vida excesivamente cémoda, se encierra “éi una especie de jaula dorada. Por el contrario, se_robustece cuando el hombre acepta las_insoslayables necesidades dé Ta vida social, cuando se hace cargo de Tas miltiples exigencias de la asociacion humana y cuando.se siente comprometir‘o al servicio de la comunidad« 31 ACCESO A LA PROPIEDAD ¥ DOMINIO SOBRE 1.05 BIENES, PROBLE- MA DE LOS LATIFUNDIOS. »En muchos paises econémicamente menos desarrolla- dos existen posesiones rurales amplias y aun extensisi- mas, mediocremente cultivadas 0 reservadas baldias para especular sobre ellas, mientras una gran parte de la pobla- cién esti desprovista de_ é ierras o posee solo parcelas irri- sorias, cuando, por otra parte, el desarrollo de Ja poblacién agricola‘ presenta un cardcter evidentemente de -urgen- Gia. No raras veces, los braceros, contratados por los sefiores de estas: grandes posesiones, o los renteros y co- lonos que, a titulo de arriendo, cultivan alguna parcela, reciben un estipendio o unas rentas indignas del hombre, carecen de una habitacién decente y se ven explotados por otras intermediarios; viven en la inseguridad y es tal 3 de- pendencia personal qui les impide, casi per completo, toda iniciativa_y responsabilidad, toda promocién cultural, to- da_participaci6n: en la vida social_y politica. Se imponen, pues, reformas que tengan por fin, segiin los casos, 6 ¢l ‘aumento de las remuneraciones o mejoras de las condicio- nes de trabajo y seguridad en el empleo y que se dé un esti mulo a las iniciativas en el trabajo; o bien, incluso, el repar- to de las propiedades insuficientemente cultivadas, en eneficio de los hombres capaces de hacerlas. valer. En tal caso deben asegurdrseles los servicios’ indispensables, en‘ particular los medios de educacién y alguna organiza- cién de tipo cooperative. Y cuantas veces el bien_ comin exige una _expropiacién forzosa, la indemnnizacion_ha~ bri de valorarse segin equidad, teniendo en cuenta todas las cireunstanciast- PAPEL DE LOS CRISTIANOS EN LAS INSTFTUCIONES INTERNACIONALES: »Una forma excelente de ‘actividad internacional de los cristianos es, sin duda, la colaboratién que como. indivi 32 ‘duos o como sociedades ofrecen dentro ‘de las_institucio- nes fundadas o por fundar para difundir la cooperacién ‘entre las_naciones. Pueden, ademas, servir en multiples Thaneras a la comunidad de las gentes, en la construccién de la paz y fraternidad, las ‘diversas organizaciones caté- licas internacionales, que se han de consclidar aumentan- do ciertamente el nimero de cooperadores bien formados ofreciéndoles las ayudas. que necesitan y coordinando de manera. adecuada sus fuerzas. Pues en nuestros tiempos Ia eficacia en la accién y la necesidad del didlogo necesi tan iniciativas asociadas. Ademas, tales asociaciones con- tribuyen no poco a cultivar el sentido de lo universal, que a los catélicos ciertamente se les adapta, y a la formacién de una conciencia de la solidaridad y responsabilidad uni- versal. Finalmente, es muy de desear que los catélicos, para cumplir debidamente su deber dentro de la coi uni dad internacional, se afanen por cooperar activa y positiva- mente, sea con los hermanos separados que profesan al par con ellos la caridad evangélica, sea con todos los hom- bres, sedientos de la verdadera paz. ; lio, teniendo muy en cuenta el sintimero de mise- rias con que atin hoy se ve afligida la mayor parte del géne- ro humano, y para fomentar en todas partes la justicia y al mismo tiempo el amor de Cristo hacia los pobres, conside- fa muy oportuna_la_creacién de algiin_organismo_univer- sal de la Iglesia, a quien corresponda excitar a la comuni dad catélica para que promueva el :progreso de las regio- } Res pobres y la justicia social entre las naciones. BIBLIOTECA - TE SISTEMA DE ie PONTIFICM 1.0, bu GN » yAy de vosotros, escribas y fariseos hipécritas!, que limpidis lo de fuera del vaso y del plato, y por dentro estdis leno de rapiiia y de impudiciae xFariseo ciego!, limpia primero lo interior del vaso y del plato, para que sea limpio lo que esté fuerae SAN MATEO 23:25, 26, MENSAJE DE OBISPOS DEL TERCER MUNDO 15 de agosto de 1967 ALGUNOS OBISPOS UNEN SU VOZ ALA DE PAULO VI... - 1. Como obispos de algunos de los pueblos que se esfuerzan y luchan por su desarrollo, nosotros unimos nuestra voz al Hamado angustioso del Papa Paulo vi en la enciclica Po- pulorum Progressio, con el fin de precisar sus deberes a nuestros sacerdotes y fieles, y para dirigir a todos nuestros hermanos del Tercer Mundo algunas palabras de aliento - para atraer la atencién sobre los pueblos del Tercer Mundo, proletariado de la humanidad actual. 2. Nuestras Iglesias, situadas en el Tercer Mundo, se ven mezcladas en el confligto en el que se enfrentan ahora no sélo Oriente y Occidente, sino los tres grandes grupés de Pueblos: las potencias occidentales, enriquecidas en el siglo pasado; los dos grandes paises comunistas, transfor- mados en grandes potencias, y finalmente ese Tercer Mun- F do, que busca todavia cémo escapar del dominio de los. grandes y desarrollarse libremiente. Incluso dentro de naciones desarrolladas, ciertas clases sociales, ciertas ” razas 0 ciertos’ pueblos no han obtenido todavia el dere- tho a una vida verdaderamente humana. Un empuje itre- istible eva a_estos pueblos pobres hacia_su promocion ra liberarse de todas las fuerzas dé opresion. Si Dien PS joris de Tas naclones ha logrado conquistar su liber- tad. politica, son todavia rares_los_pueblos._econémica- “mente libres. Son igualmente raros aquellos donde. reine Ta igualdad social, condicién indispensable de una verda- eva Traternidad, ya que la paz no puede existir sin justicia Los ‘pueblos del Tercer Mundo format ef protet lk humanidad actual, explotados por los grandes y ame- fazados éh su existencia misma por los que se arrogan ex- ‘hisivamiente el derecho, porque son los mas fuertes, de ser Jos jueces y los policias de los pueblos materialmente me- nos ricos. Ahora bien, nuestros pueblos no son ni menos honestos ni menos justos que los grandes de este mundo. Las revoluciones que promueven los derechos de los hombres, 3. En la evolucién actual del mundo, las revoluciones se han producido 0 se estin produciendo. Ello no tiene nada de forprendente. Todos los poderes ya establecidos han na~ cido en una é¢poca mas 0 menos lejana de una revolucién, fs decir, de una ruptura con un sistema que ya no asegura {1 bien comin, y de la instauracién de un nuevo orden més apto para procurarlo. No todas las revoluciones son nece- Sariamente buenas. Algunas no son mas que revueltas palaciegas y no producen mas que cambios de opresién fel pueblo. Algunas hacen més mal que bien, Yengendran- do nuevas injusticias. ..<- (Populorum Progressio). El ateismo y el colectivismo a los cuales ciertos ‘movimientos Green deben ligarse, son peligros graves para la Huma- nidad. Pero la Historia muestra que ciertas revoluciones eran necesarias y se han desprendido de su antirreligion momentanea produciendo buenos frutos. Ninguna lo prue- ba mas que 1a que en 1789 en Francia permitié la afirma- cién de los derechos del hombre (Cf. Pacem in Terris). Muchas de nuestras naciones han debido, o deben, operar con estos cambios profundos. ¢Cual debe ser la actitud de los cfistianos y de las Iglesias frente a esta situacién? Pau- Jo vi ya ha esclarecido nuestro camino por imedio de la enciclica. sobre el progreso de los pueblos (Populorum Progressio). _ son portadores de valores proclamados por el Evange- lio, del cual debe dar testimonio la Iglesia. 4. Desde ef punto de vista doctrinal, la Iglesia sabe que.el Evangelio exige la primera y radical revolucién: la conver- sién, la transformacién total del pecado en la gracia, del _.egoismo en amor, del orgullo en servicio humilde. Y esta conversién no es solamente interior.y espiritual, sino que se dirige a todo el hombre, corpéreo y social al mismo tiem- po que espiritual y personal. Tiene un aspecto comu- nitario Heno de consecuencias para la sociedad entéra, no s6lo para la vida terrenal, sing sobre todo para la vida eter- na en Cristo. Quien, desde las alturas, atrac hacia El a toda la humanidad. Tal es a los ojos del cristianismo el desarro- Ho integral del hombre. De esta manera, el Evangelio ha sido siempre, visible o invisiblemente, por la Iglesia o fue- ra de ella, el mas poderoso fermento de las mutaciones pro- fundas de la humanidad desde hace veinte siglos. La Iglesia no quiere estar ligada el imperialismo del dinero. . . 5. Sin embargo, en su peregrinacign histérica terrenal, la Iglesia ha estado précticamente- siempre ligada al siste- ma politico, social y econémico que, en un momento de la Historia, asegura el bien comin 0, al menos, cierto orden social. Por otra parte, las Iglesias se encuentran de tal manera ligadas al sistema que parecen estar con- fundidos, unidos en una sola carne como en un matrimo- i la Iglesia tiene un solo esposo, Cristo. La Iglesia ae aa casde ‘con ningéin sistema, cualquiera que éste sea, menos con el *imperialismo internacional del dinerot {Populorum Progressio), como no lo estaba con Ia reale- za 0 el feudalismo del antiguo régimen, y como tampoco Jo estar mafiana con tal o cual socialismo. Basta con exa~ minar la Historia para ver ‘que la Iglesia ha sobrevivido a la ruina de los poderes que en un tiempo creyeron deber protegerla 0 poder utilizarla. Actualmente Ia doctri- fa social de la dglesia, reafirmada por el Vaticano 1, la ha Tescatado ya de este imperialismo del dinero, que parece ser una de las fuerzas a las cuales estuvo ligada durante al- gun tiempo. como lo muestra el ejemplo de algunos obispos. .. - 6. Después del Concilio se elevaron voces enérgicas ue pedian se terminara con esta colusién temporal de la Iglesia y el dinero, denunciada de diversos lados. Ciertos obispos’ han dado ya el ejemplo, Nosotros mismos tenemos el deber de hacer un examen serio de nuestra situa- cién respecto de este problema, y de liberar a nuestras instituciones de toda servidumbre respecto de las grandes finanzas internacionales. »No se puede servir a Dios y al dinero. y como lo exige Ia vocacién cristiana de servicio en cuanto al bien comin. 7. Frente a la evoluci6n actual del imperialismo del dine- ro, debemos dirigir a nuestros fieles, y plantearnos noso- tros mismos la advertencia que dirigié a los. cristianos de Roma el vidente de Patmos frente a 1a caida inminente de 4 Progressio cita el ejemplo del_lamentablemente deapureita Soa Se Talea (Chil), Manuel Larain, Car pastoral Desarrollo: Exito 0 Fracaso en América Latina, 1965. esa gran ciudad prostituida en el lujo gracias a la opresién de los pueblos y al trafico de esclavos. »Salid, pueblo mio, partid: no sea que solidarios de sus faltas, vaysis a pade- cer sus plagas (Apoc. 18:4). 8. En cuanto a lo que la Iglesia tiene de esencial y de per- manente, es decir, su fidelidad y su comunién con Cristo en- el Evangelio, nunca es solidaria de ningiin sistema eco- némico, politico, o social. En el momento en que un siste- ma deja de asegurar el bien conitin en beneficio del interés , de unos. cuantos, la Iglesia debe}no solamente denunciar la injusticia, gino ademas separarse del sistema inicuo, Presta a colaborar con otro sistema mejor adaptado a las necesidades del tiempo, y mAs justo. Ningtin obispo debe permanecer vinculado a privilegios sociales o al dinero. 9. Esto vgle para los cristianos, asi como para sus jefes jerérquicos y para laf Iglesias. En’ este mundo nosotros ‘no tenemos ciudades permanent, ya que nuestro jefe Jesucristo quiso sufrir fuera de la ciudad (Heb. 13: 12-14) ‘Que nadie de nosotros permanezca vinculado,a los pri legios 0 al dinero, sino que esté listo a »poner Sus bienes en comiin..., ya que en estos sacrificios encuentra Dios pla- cert (Heb. 13: 16). Incluso si no hemos sido capaces de ha- cerlo de buen grado y por amor, sepamos por lo menos re- conocer 1a mano de Dios que ios corrige como hijos en los acontecimientos que nos obligan a este sacrificio (Heb. 12: 5). En el medio de una comunidad cristiana solidaria del pueblo en el cual ella toma cuerpo. . 10, Nosotros no juzgamos ni condenamos a nadie de los que frente a Dios han creido 0 creen deben exiliarse para sal- vaguardar su fe o la de sus descendientes. Los inicos que 4 deben ser condenados con energia son los que expulsan a las poblaciones oprimiéndolas ‘material o -espiritual- mente, 0 tomando sus tierras. Los cristianos y sus pastores. deben permanecer en el pueblo, sobre la tierra que es suya. La Historia mues- tra que no es bueno 2 largo plazo que un’ pueblo se exilie le- jos de su tierra y se refugie en otra parte. Se debe, o bien de- fender su tierra contra un extranjero agresor injusto, 0 aceptar los cambios del régimen que se imponen en su pafs. Es una falta de los cristianos no ser solidarios de su pais y de su pueblo en el. momento de la prueba, sobre todo si dichos cristianos son ricos y huyen en realidad solamente para sal- var su riqueza y sus privilegios. Ciertamente, una familia © una persona puede estar obligada a emigrar para buscar trabajo conforme al derecho de emigracién (cf. Pacem in Terrir). Pero los éxodos masivos de cristianos pue- den causar situaciones lamentables. Es sobre su tierra, en su pueblo donde los cristianos son lamados normalmen- te por Dios para su realizar su vida en solidaridad con sus hermanos de alguna religién, cualquiera que ésta sea, para ser ellos los testidos del amor que Cristo tiene a todos, -. sacerdotes y obispos son, ellos también, solidarios de este pueblo. 11. En cuanto a nosotros, sacerdotes y obispos, tenemos el deber mas apremiante todavia de permanecer en nuestro lugar, ya que somos vicarios del Buen Pastor, que lejos de huir como los mercenarios en el momento de peligro, permanece en medio de la multitud listo a dar su vida por los suyos (Jn. 10: 11-18). Si Jesis ordené a sus apés- toles pasar de ciudad en ciudad (Mt. 10: 23), es Ginicamen- te en el caso de persecucién personal a causa de la fe; esto es diferente de los casos de guerra o de revolucién, que con- ciernen a todo un pueblo con el cual debe sentirse solidario el pastor. Este debe permanecer en_el pueblo. Si todo el pueblo decidiera exiliarse, el pastor podria seguir a la 2 ef multitud, Pero él no puede salvarse solo, ni tla de aprovechadores ode miedosos, ns MO La Iglesia afirma el destino social de la propiedad. 12. Més atin, los cristianos y sus pastores deben saber reco- over la mano del Todopoderoso en los acontecimientos Que, periédicamente, deponen a los poderosos de sus tro. nos y elevan a los humildes, devuelven a los ricos con las manos vacias y sacian a los hambrientes. Actualmente »el_mundo pide, con tenacidad y virilidad, el reconoci, tiento de la dignidad humana en, toda su plenitud, la igual. dad social de todas las clasese*. Los cristianos y todos los hombres de buena voluntad no pueden més que ade herirse a este movimiento, incluso si tienen que renunciar a sus privilegios y a sus fortunas personales en beneficio dela comunidad humana en una socializacién mas gran- de. La Iglesia no es de ninguna manera la protectora de las grandes propiedades. Ella pide, con Juan xxi, que la Propiedad sea repartida a todos, ya que la propiedad tiene Por principio un destino social’. Paulo v1 recordaba ha- ¢ poco la frase de San Juan: »Si alguno que goce de las rique- 2a8 del mundo ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entranas, como habitara en él el amor de Dios?« (L Jn. Su) Ia frase de San Ambrosio: *La tierra se ha dado eels ae ¥ no solamente a los ricost (Populorum + -segiin las exigencias proclamadas por los padres de I: Telesia, en particular por San Basiioel Grandes“ io, Todos los padres, tanto orientales como occidenta- Hr repiten el Evangelio: *Comparte tu cosecha eon tus ermanos. Comparte la recoleccién que maiiana estard Istervenciéa del patiarca Maximos 1 Saigh en el Concilio, 4127 de octubre de 1964, “Mater et Magistra, a

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