ALUMNA: KARINA GIOVANNA PEREZ SANGAY

Motivo de consulta: El paciente es un joven de 23 años, soltero y que trabaja sin sueldo
en la granja familiar, este fue derivado al servicio de psiquiatría debido a su extensa
lentitud e indecisión, su condición había empeorado los últimos cinco años, durante este
tiempo había estado atormentado con ideas de que podría haber hecho algo malo sin
pensar que pudo haber perjudicado a otras personas.

Problema actual: El paciente se ha sentido atormentado con ideas que podría haber
hecho algo malo, sintiendo la necesidad de controlar su comportamiento debido que se
encuentra inseguro de lo que hace, pues teme causar daño a alguien y perjudicarlo sin
querer, estas ideas se le presentan hace aproximadamente 5 años, las cuales le vienen a
atormentando. La primera vez que se le presento este pensamiento fue en la universidad
lo tenía en forma permanente cuando lavaba la ropa, su preocupación era de haber
mezclado su ropa con otros compañeros, esto evoluciono a otras preocupaciones como de
asegurarse de haber apagado las luces y los artefactos, por temor a que otros se hagan
daño esto perjudica en sus estudios ya que le absorbía tiempo, por tal motivo dejo de
estudiar, luego fue al servicio militar donde se llenó de ocupaciones sin oportunidad de
controles, pero de regreso a casa volvió esa sensación a una más fuerte, esto le perjudica
en su capacidad de trabajo ya que repite la rutina de controlar que todo esté bien repetidas
veces. Asimismo el paciente presenta baja autoestima ya que perdió la confianza en sí
mismo, por otro lado se le presenta cierto desgano y fatiga, pasando mucho tiempo
descansando y durmiendo.

Evolución del problema:

A sus 16 años su madre se suicida debido a que atravesaba un estado depresivo (según el
médico sufría de trastorno bipolar). Los pensamientos controladores se le presentan
cuando estaba estudiando en la universidad, en tareas cotidianas como lavar la ropa, luego
estos se incrementan a controlar otras cosas. Sentía la obligación de controlar
permanentemente si había cerrado o apagado la luz y los artefactos eléctricos. Al siguiente
año fue convocado al servicio militar el paciente se llena de responsabilidades que los
pensamientos cesaron.
Cuando regresa a casa estos pensamientos se incrementan con más fuerza que le es
imposible realizar sus deberes y participar en conversaciones comunes, el paciente pierde
la confianza en sí mismo, con desgano de seguir adelante. Su capacidad de trabajo
disminuyo porque tenía que pensar en cada tarea antes de poder hacerla. Posteriormente
de manera gradual perdió la confianza en sí mismo, se sintió sin ganas y fatigado, perdió
la iniciativa y pasaba mucho tiempo descansando y durmiendo. Al final de la segunda
entrevista tubo cierta dificultad para retirarse y luchaba contra la compulsión de verificar
si no se estaba llevando algo que no le pertenecía.

Resultados:

Los síntomas de este paciente responden a los criterios para trastorno obsesivo-
compulsivo con obsesiones y compulsiones de larga data, que se manifestaban de forma
repetitiva y desagradable, y causaban angustia e interferencia con el funcionamiento
social e individual. Aceptaba que estos síntomas se originaban en su propia mente, y que
eran ideas excesivas y sin razón. Al comienzo trató de superarlas sin éxito, y por último
había desistido.

F42.1 Trastorno obsesivo -compulsivo, con predominio de actos compulsivos con diagnóstico
subsidiario

F32.0 Episodio depresivo leve

Pronósticos: reservado por el tiempo del trastorno

Recomendaciones
 Asistir a psicoterapia individual.
 Aprende sobre el TOC. Informarte acerca de tu afección puede fortalecerte y
motivarte para cumplir con el plan de tratamiento.
 Únete a un grupo de apoyo (red de apoyo). Reunirte con otras personas que
enfrentan problemas similares puede proporcionarte el apoyo y la ayuda que
necesitas para sobrellevar los desafíos que se te presentan.
 Concéntrate en tus objetivos. Recuerda siempre tus objetivos de recuperación, sin
perder de vista que recuperarse del TOC es un proceso continuo.
 Busca salidas saludables. Explora maneras saludables de canalizar la energía,
como pasatiempos y actividades recreativas. Haz actividad física con regularidad,
aliméntate de manera saludable y duerme lo necesario.
 Aprende a relajarte y a manejar el estrés. Las técnicas para manejar el estrés, como
la meditación, la visualización, la relajación muscular, los masajes, la respiración
profunda, pintar mándalas o practicar el yoga o el tai chi, pueden ayudarte a aliviar
el estrés y la ansiedad.
 Cumple con tus actividades regulares. Ve al trabajo o a la escuela tal como lo
harías habitualmente. Pasa tiempo con familiares y amigos. No permitas que el
TOC interfiera en tu vida.