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Sobre el concepto de Derecho mercantil

Autor/a
José Carlos Espigares Huete
REVISTA LEX
Profesor de Derecho Mercantil. Universidad Miguel Hernández. MERCATORIA.

Doctrina, Praxis, Jurispru-


dencia y Legislación
RLM nº5 | Año 2017
Artículo nº 11
Páginas 57-78
revistalexmercatoria.umh.es
ISSN 2445-0936

La delimitación conceptual del Derecho de Derecho que la regula” 1 . Las dificultades,


mercantil es una tarea ardua. Son evidentes las evidentemente, son más acusadas en
dificultades inherentes a la pretensión de disciplinas como la nuestra. Esto aunque se
obtener un concepto de Derecho mercantil. trate de una materia académica perfectamente
Advierte el profesor OLIVENCIA que “El jurista individualizada y con acreditada autonomía
no puede pretender la formulación de un legislativa. Pero, como indicaba DIAZ
concepto permanente y omnivaledero de ésta MORENO, delimitar la materia mercantil es
ni de ninguna otra rama del Derecho; pero sí trascendental en un Ordenamiento como el
debe intentar acercarse a la realidad y captar la nuestro, donde conviven dentro del Derecho
naturaleza de ésta como base de la definición privado dos ramas con sus respectivos

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cuerpos normativos, principios jurídicos e que se haya producido la disolución del
instituciones 2. Derecho mercantil, como algunos han
defendido, sino que más al contrario se
El “Anteproyecto de Ley del Código acrecienta este Derecho hasta el punto de
Mercantil” aprobado por el Consejo de Ministros imposibilitar ya la unificación general del
el 30 de mayo de 2014 ha actualizado Derecho privado. Para nosotros el Derecho
seriamente el debate en relación a lo que deba mercantil estará siempre sometido a
ser el Derecho mercantil, al pretender reunir en condicionantes históricos de primer orden: y
un código buena parte de la normativa esto, precisamente, es lo que nos obliga a dar
reguladora de la disciplina. Aunque conviene, a por buena actualmente la concepción del
nuestro juicio, tener muy en cuenta que su Derecho mercantil como Derecho del mercado.
aportación a un ensayo de concepto viene
limitada en un doble sentido: primero, porque Las nuevas tendencias que presenta el
es unánime que no se producirá su Derecho mercantil hacen que el mercado se
promulgación como ley; segundo, lo que sitúe como un nuevo concepto delimitador de la
constituye una limitación más radical, porque materia mercantil. Así sucede tanto en el
bien podrían aplicarse en su caso (esto es, de ámbito nacional como internacional. Pensemos
aprobarse un “Código”), y mutatis mutandi, las en el fenómeno, con implicaciones varias, de la
palabras del profesor OLIVENCIA a propósito nueva Lex Mercatoria y todo lo que la misma
de un intento definidor basado en una visión comporta desde la perspectiva del denominado
positiva de nuestro vigente Código de Derecho Uniforme del Comercio Internacional y
Comercio: no dejaría de ser “ (…) una simple la globalización del mercado. Otro tanto sucede
acotación legislativa y acomodaticia de la en el ámbito estrictamente europeo. El papel
materia regulada (…). Ese acotamiento jurídico- incisivo del mercado no creemos que pueda ya
formal del Derecho mercantil no formula su ponerse en duda. La materia mercantil se
concepto esencial, basado en la naturaleza extiende al Derecho privado de todo el
misma de la realidad regulada; y, de otra parte, mercado, pues la comercialización del Derecho
el concepto de una rama del Derecho no queda civil (mejor, del Derecho privado) y la
petrificado en un Código, sino que vive en la generalización del Derecho mercantil hacen
realidad cambiante, en función de mutaciones que regule aspectos que van más allá de los
sociales y de inspiraciones ideológicas que lo circunscritos a la actividad del empresario y la
condicionan” 3. empresa. Todo parece sugerir que resulta
necesario, por lo tanto, reelaborar su concepto
Si tuviésemos que posicionarnos al conforme a las nuevas bases que proporciona
respecto, en pocas líneas, nuestra reflexión el mercado. El mercado obliga a ampliar las
sería la siguiente. Somos partidarios de no fronteras del Derecho mercantil por puro
negar la realidad. Y la realidad siempre es sentido común. Como señala OLIVENCIA no
histórica. Esto nos aproxima a la corriente podemos sino reconocer “(…) que ni la
historicista y, sin llegar a una posición escéptica empresa ni el empresario son criterios idóneos
o negadora de todo sistema, nos sugiere la para calificar la materia regulada por el
dificultad de la sistematización unitaria de la Derecho mercantil, ni los protagonistas únicos
materia mercantil conforme a criterios de la competencia, ni de la publicidad, ni de la
científicos. Pero en ningún caso compartimos

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titularidad de los derechos de propiedad sectorial, o leyes generales, puede ser un
industrial, ni de los valores, ni de otros instrumento alternativo muy útil que
instrumentos del tráfico mercantil”. El concepto proporcione el tiempo necesario para un
de «legislación mercantil» que proclama la replanteamiento de la cuestión y para alcanzar
Constitución española confirma también esta un Derecho especial lo más completo posible 6.
misma realidad: porque es el mercado, y su Lo que no parece ya viable es la unificación
unidad, lo que justifica la atribución de la general del Derecho privado (a salvo, en la
competencia exclusiva del Estado en materia mejor de las hipótesis, la sola unificación del
mercantil. La legislación relativa a la defensa de Derecho de obligaciones y contratos). Se podrá
los consumidores y usuarios y a las discutir todo lo que se quiera, pero el acusado y
condiciones generales de la contratación progresivo proceso de especialización y de
supuso igualmente otra manifestación muy autonomía creciente de las distintas ramas que
importante de la relevancia del “mercado” 4. componen el Derecho mercantil, sugieren la
imposibilidad de la unificación; y, quizás
Lo que se ha producido, por tanto, es también, la unificación en un solo Código de la
una ampliación objetiva y subjetiva de la materia mercantil. A esto se unen los procesos
materia mercantil determinada por la fuerza del de integración económica y la igual
mercado. Esto es lo que básicamente pretende, especialización de los tribunales. Siendo así las
con mayor o menor acierto, el Anteproyecto de cosas, y en todo caso, para nosotros el
Código mercantil. El relativismo que Derecho mercantil positivo sigue siendo todavía
aparentemente acoge el Código no es más que hoy una categoría histórica y también
una fuerza naturalmente centrípeta y clara y dogmática. El Derecho mercantil es
legítimamente defensiva. Podría hablarse de básicamente el Derecho del mercado.
flexibilidad o de elasticidad, pero en el fondo es
esa indeterminación histórica (bueno, Pero lo cierto, al menos sobre el papel,
realmente la determinación histórica: la de es que se ha producido un retorno a la
ahora, la del mercado) la que subyace. La tendencia codificadora “general” con el
fuerza centrípeta a la que hemos aludido es controvertido “Anteproyecto de Ley del Código
clara: y se justifica por sí sola. La fuerza Mercantil” aprobado por el Consejo de
defensiva ofrece más dudas, pero responde al Ministros el 30 de mayo de 2014. La
fenómeno de expansión de los Derechos unificación del Derecho privado pretendida no
civiles. Realmente esta expansión civilista no se ha producido. Más al contrario se trabajó en
se justifica, con carácter general, ni política ni los últimos años en la línea de un nuevo
conceptualmente. Código Mercantil. Así, en el ámbito de la
sección mercantil (sección segunda) de la
No queremos decir, por lo demás, que Comisión General de Codificación, se alcanzó
estemos de acuerdo con el Anteproyecto de el “Anteproyecto de Ley del Código Mercantil”
Código mercantil. Pero -cosa bien distinta- si aprobado por el Consejo de Ministros el 30 de
alguna codificación general es necesaria, hay mayo de 2014 7 . La propia Exposición de
razones para pensar que ya no puede ser otra Motivos del Anteproyecto expone la razón de
que la codificación mercantil. No lo decimos ser de un nuevo Código mercantil.
nosotros. Lo ha indicado el profesor ROJO 5 .
Aunque seguramente la vía de la codificación Comienza por dar cuenta del fenómeno

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codificador original que precede al actual. En tras una larga era de cambios profundos y
este recorrido histórico, obviamente muy dila- acelerados al ritmo de la historia de nuestro
tado, destaca que (I-1) “Cuando se aprueba tiempo, son muchas más las razones que im-
este Código Mercantil se han cumplido ciento ponen la derogación del Código de comercio”
treinta años desde la promulgación del Código (I-4). El fenómeno de vaciamiento del Código,
de comercio español vigente. Una larga y aza- que hemos explicado en este proyecto docen-
rosa fase histórica que parte de la Restaura- te, obedece a distintas razones. En otras oca-
ción monárquica y llega al Estado social y de- siones se ha optado por actualizar la materia
mocrático de Derecho consagrado en la Cons- en el propio Código, lo que ha propiciado que
titución de 1978, a través de cambios políticos se mantenga en vigor aunque sea parcialmen-
tan importantes como la II República y las dos te. Se señala, en este sentido, que “El Código
dictaduras, la que precedió a su advenimiento de comercio no ha perdido vigencia, pero sí
y la que sucedió a su caída, tras la guerra ci- vigor. Su inadecuación a la realidad política y
vil”. económica ha intentado también salvarse a
través de leyes, unas de modificación de su
También se confronta brevemente el articulado (como las relativas a la persona ca-
Código de 1829 con el Código de 1885, expli- sada comerciante, el registro mercantil, la con-
cando las razones de la breve vigencia del tabilidad), otras, las más numerosas, especia-
primero. Así señala que “El Código de comer- les, reguladoras de materias no contempladas
cio de 1885 encontró su justificación en la in- en el Código (la sociedad de responsabilidad
suficiencia de su antecesor, de 1829, que ig- limitada, la competencia, la propiedad indus-
noró instituciones tan importantes como la bol- trial, la defensa de los consumidores, la con-
sa y la banca y no sintonizó con los cambios tratación electrónica) o derogatorias de partes
políticos favorables a la libertad, que habían de éste (como las relativas a la sociedad anó-
potenciado el comercio y la industria y causa- nima, a la bolsa y a los agentes mediadores
do una “verdadera revolución” en el orden colegiados, al seguro, a la letra de cambio y al
económico” (I-2). La derogación del Código de cheque, a la suspensión de pagos y a la quie-
1829 se impuso necesariamente porque “Las bra),que han provocado un progresivo vacia-
reformas realizadas para suplir esas deficien- miento del Código” (I-5).
cias por un cúmulo de disposiciones especia-
les no sólo no resultaron suficientes, sino que Este vaciamiento, con derogación pro-
hicieron “difícil y enojosa” la aplicación del Có- gresiva de sus preceptos y la “polución legisla-
digo de 1829 –derogado en muchos de sus tiva” a la que ha dado lugar, es la primera ra-
artículos- y provocaron un “estado de confu- zón de peso esgrimida en el Anteproyecto pa-
sión y de verdadera anarquía”, que hizo nece- ra la reforma. Se refiere, en particular, a la dis-
saria y urgente la redacción de un nuevo Có- persión normativa y la inseguridad jurídica que
digo. Entre ambos, transcurrieron cincuenta y provoca: “Subsiste así la inadecuación del vie-
seis años del siglo XIX” (I-3). jo Código a la actual realidad política y eco-
nómica, mientras que, a la vez, la proliferación
El Anteproyecto cree que la derogación de leyes especiales desgajadas de él da lugar
del Código de Comercio de 1885 es hoy más a una dispersión normativa de efectos muy
que nunca necesaria. Y ciertamente no parece negativos para la seguridad jurídica y para la
que pueda cuestionarse esta realidad: “Ahora,

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realidad del mercado” (I-5). (que rechazará las disposiciones de las Co-
munidades Autónomas que sean ineficientes)
La competencia legislativa del Estado y en las instituciones (el Tribunal Constitucio-
en la materia mercantil y su relación con la nal) encargadas de que tal cosa no ocurra. La
unidad de mercado aparece e en el Antepro- unidad de mercado no exige, en general, la
yecto como la razón fundamental que justifica unidad de Derecho supletorio como lo prueba
el nuevo Código. Se indica que “Los postula- el caso de los EE.UU. El problema de España
dos de la nueva constitución económica en el es la falta de lealtad constitucional del Estado
marco de la economía de mercado, que impo- y de las CC.AA. que no cooperan en la medida
nen la unidad de éste y explican la atribución necesaria cuando hay competencias comparti-
al Estado de competencia exclusiva en materia das”.
de legislación mercantil, aconsejan, por el con-
trario, la clara delimitación de ésta y la integra- En otro extremo se sitúa ROJO. Porque
ción de la normativa reguladora” (I-6). Y vuelve “el riesgo de ocupación” y “de apropiación” ya
a insistir más adelante en los pilares del Ante- se ha producido por los Derechos civiles parti-
proyecto: la constitución económica, con el culares. Y sin que quepa desmerecer tampoco
modelo de economía de mercado y la compe- “el riesgo de fuente supletoria”: esto es, que
tencia exclusiva del Estado en materia mer- “Si el Derecho mercantil tiene al Derecho civil
cantil: “La delimitación de la materia mercantil como fuente supletoria de segundo grado (art.
se hace sobre la sólida base de los postulados 2 C. de c.) y ese Derecho civil no es único sino
que establece nuestra constitución económica, plural, la solución de un problema jurídico de-
partiendo del que la enmarca en la economía terminado puede ser diferente según cuál sea
de mercado y de la correlación entre la unidad el Derecho civil supletorio aplicable”. La con-
de éste y la atribución al Estado de competen- secuencia, para ROJO, es que “(…) tras la
cia exclusiva en materia de legislación mer- Constitución política de 1978 la aspiración a la
cantil, entendido como la regulación de Dere- unificación del Derecho privado haya sido
cho privado propia del mercado. No había obs- abandonada por completo”. Y aquí está la cla-
táculo más nocivo para esa unidad que la di- ve: “La codificación mercantil separada no es,
versidad de regulación jurídico-privada de la pues, una cuestión formal, no es una cuestión
materia mercantil” (I-9) 8. de importancia secundaria, sino una cuestión
esencial. En este contexto, la función política
Sostiene ALFARO AGUILA-REAL 9 , en de ese nuevo Código de comercio es de abso-
relación a este particular, que “No hay ninguna luta evidencia”. Un Derecho unitario lo exige el
buena razón para promulgar un Código de mercado: “Ahora tenemos multitud de Dere-
Comercio. La única de peso que se ha dado chos civiles, pero el tráfico económico exige
es política: ocupar el espacio legislativo reser- imperiosamente un Derecho unitario; y la for-
vado por la Constitución al Estado (“legislación ma de conseguirlo ya no puede ser un Dere-
mercantil”) para evitar que las Comunidades cho privado unificado en un Código único, sino
Autónomas, especialmente las que tienen un Derecho especial lo más completo posi-
competencia en materia de Derecho Civil foral, ble” 10.
desborden sus competencias. Es una actitud
cobarde por parte del Gobierno y demuestra Entre los mercantilistas críticos con el
una enorme falta de confianza en el mercado Anteproyecto se encuentra GONDRA 11 , para

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quien se estaría produciendo una deconstruc- proyecto, en concreto, reitera que “A esos fi-
ción del concepto del Derecho mercantil en nes, el Código resulta el instrumento de políti-
aras de la unidad de mercado. Reconociendo ca legislativa más adecuado. Cuando parecía
legítima la preocupación competencial, como superado el movimiento codificador, renace
motivación específica del Código proyectado, actualmente como recurso unificador (un mis-
considera que “(…) en el trance de la codifica- mo Código para un mercado único, con vigen-
ción de este sector del Derecho, se ha de cia en todo el territorio nacional), que acota
afrontar necesariamente este problema con- con criterio unitario la materia mercantil e inte-
ceptual del Derecho mercantil, so pena de co- gra la legislación especial que la regula. El
rrer riesgos de descarrilar” y que “(...) Sin una modelo implantado por el Code de commerce
reflexión a fondo, no es posible trazar un plan francés de 2000, de recodificación sistemática
legislativo seguro y coherente”. de la legislación especial, en virtud de su in-
serción en el cuerpo legal, es el que sigue el
No se oculta en el Anteproyecto que el Código español para integrar la vigente norma-
movimiento codificador parecía una posibilidad tiva dispersa, sin perjuicio de su revisión para
descartada, y realmente así era si tenemos en actualizarla y completarla” (I-7).
cuenta la opinión importante de parte de la
doctrina. Por esta razón ha causado cierta La delimitación de la materia mercantil,
perplejidad general el Anteproyecto de Código a la que el Anteproyecto dedica el Título preli-
mercantil (más bien, para otros, la perplejidad minar, recupera la delimitación objetiva y sub-
ha derivado del resultado del texto, que no ha jetiva de la que tanto se ha escrito. Y, preci-
respondido a las expectativas que había gene- samente, a la vista de las distintas corrientes
rado). Esto, claro está, aunque sabíamos que doctrinales sobre tan recurrente cuestión nos
se estaba (Orden de 7 de noviembre de 2006, parece un poco exagerado proclamar que el
por la que se encarga a la sección segunda, proyectado Código Mercantil “considera al De-
de Derecho Mercantil, la elaboración de un recho Mercantil bajo una faz completamente
nuevo Código Mercantil; Orden de 24 de no- nueva” (I-9). Otra cosa es que se refiera al
viembre de 2006, por la que se constituye una Código todavía vigente, porque el Derecho
ponencia para la coordinación de las tareas de mercantil hace tiempo que se contempla des-
elaboración de un nuevo Código Mercantil; y de una perspectiva nueva: esto es, vigente y
Propuesta del Código Mercantil de17 de junio de acuerdo con su historicidad.
de 2013), y se está todavía (Orden de 16 de
febrero de 2015 por la que se constituye un Para el Anteproyecto el mercado se
grupo de trabajo integrado por vocales de las convierte en la categoría fundamental que
secciones primera y segunda para la Revisión permite la delimitación, objetiva y subjetiva, de
del Anteproyecto Código Mercantil y la Pro- la materia mercantil: “Partiendo de la doctrina
puesta de Modernización de las obligaciones y del TC, de la doctrina científica moderna más
contratos) trabajando en ello. Este renacer de autorizada, el mercado se concibe como ámbi-
la idea codificadora, como hemos referido, to en el que actúan los protagonistas del tráfi-
descansa en la idea de un mercado único. Y co, cruzan ofertas y demandas de bienes y
se toma como estímulo, al menos aparente, la servicios, y entablan relaciones jurídico-
recodificación francesa del año 2000. El Ante- privadas objeto de regulación especial. De es-
ta manera, el Derecho mercantil vuelve a ser

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el Derecho de una clase de personas y de una cación como empresarios» 13. Así, por ejemplo,
clase de actividades, como lo fue en su origen, la directiva comunitaria sobre la lucha contra la
al que retornan las más modernas formulacio- morosidad en las operaciones comerciales.
nes positivas” (I-10).
GONDRA, sin embargo, tiene serias
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Para ALFARO , en cambio, definir el dudas “(…) de que la evolución del Derecho
mercado de esa forma es erróneo. Como tam- mercantil hacia un Derecho del mercado (…)
bién lo es afirmar que « (…) el Derecho mer- constituya una correcta apreciación de la evo-
cantil vuelve a ser el Derecho de una clase de lución de la referida relación funcional de la
personas y de una clase de actividades, como materia regulada y del Derecho positivo”. Se
lo fue en su origen, al que retornan las más considera, por lo tanto, más proclive a soste-
modernas formulaciones positivas». Según es- ner la teoría de la empresa y no la concepción
te autor «los planteamientos que están detrás del Derecho mercantil como Derecho del mer-
de la delimitación de su ámbito de aplicación cado. Esta última tesis, cuyos más fervientes
son muy discutibles. Me refiero –sigue ALFA- seguidores son OLIVENCIA y BERCOVITZ, es
RO- a la concepción del Derecho Mercantil la que inspira el sistema del nuevo Código
como “la regulación de Derecho privado propia mercantil propuesto. Las dudas de GONDRA,
del mercado” sin que se sepa muy bien qué se le llevan a afirmar –y en ese sentido no le falta
entiende por mercado, puesto que las relacio- razón- que “La interpretación de los cambios
nes entre particulares también se realizan en no es fácil, y por lo general, sólo con el paso
el mercado y las relaciones entre empresarios del tiempo se puede captar su verdadero signi-
y consumidores finales son igualmente rela- ficado para el Derecho. Pero es mejor, en todo
ciones de mercado. Parecidas observaciones caso, pecar por retraso, que correr el riesgo de
pueden hacerse en relación con la utilización un falso diagnóstico, que arrastre a un erróneo
de conceptos como “empresa”, “empresario”, planteamiento jurídico” 14.
“operador económico” y en relación con la
enorme cantidad de contratos “mixtos” (cele- Por lo que se refiere a la delimitación
brados entre un empresario y un consumidor) subjetiva del Anteproyecto el empresario sigue
que deberían conducir a regular esos contra- ocupando un protagonismo relevante, aunque
tos en el Código Civil». No podemos estar de no excluyente del de otros protagonistas del
acuerdo en este punto con ALFARO: porque el tráfico. El concepto de empresario tiene una
Anteproyecto, independientemente de su opor- fuerza expansiva, pareja al concepto amplio de
tunidad o interés, ciertamente se ha articulado empresa que se ofrece. El consumidor, en
en torno a lo que se ha venido considerando la cambio -y siendo incuestionablemente un ope-
«mercantilidad» en la realidad económica ac- rador del mercado-, no quedará sometido a las
tual. Como muy bien refiere VERGEZ, preci- disposiciones del Código. Para el Código pro-
samente, «(…) desde el punto de vista de la yectado deben considerarse sometidos al
Unión Europea y del mercado único, el propio mismo tanto los empresarios mercantiles como
Derecho comunitario establece normas de or- los no mercantiles, además de otros sujetos no
denación del mercado y de las operaciones empresarios en el sentido económico: “Los
comerciales que son comunes a todos los protagonistas del tráfico se clasifican en pro-
agentes económicos, sin perjuicio de aclarar ductores de bienes y prestadores de servicios,
que ello no conlleva necesariamente su califi- de una parte, y consumidores, de otra. Sólo

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los primeros se conciben como operadores del sario por la naturaleza intelectual (científica,
mercado sujetos a este Código. Son, funda- liberal o artística) de los bienes que producen
mentalmente, los empresarios, como ha seña- o de los servicios que prestan” 15.
lado la doctrina constitucional; pero ésta se
limita a resolver en cada caso si una determi- La delimitación subjetiva ofrecida, ca-
nada materia es o no mercantil, a los efectos racterizada por su elasticidad, debe acompa-
de aplicar la competencia exclusiva del Estado ñarse de una semejante flexibilidad desde el
al dictar normas mercantiles. Ninguna duda punto de vista de la delimitación objetiva 16. Pe-
cabe de la naturaleza mercantil de los empre- ro en todo caso contemplando la posible apli-
sarios “comerciales” o “comerciantes”, de su cación de una normativa específica. Esto su-
estatuto propio y de las relaciones jurídicas en cede, con carácter principal, en el caso de los
que se desarrolla su actividad externa de mer- consumidores y usuarios: “Desde el punto de
cado (I-11). Pero ese concepto central de em- vista objetivo, las relaciones de estos operado-
presario, basado en el previo de la empresa res del mercado entre sí y con los consumido-
como organización económica de producción res constituyen la materia mercantil. Cierto es
de bienes o prestación de servicios, no puede que, desde el punto de vista subjetivo, por ra-
ya restringirse a lo “comercial”, según el con- zón de la persona, a los efectos del estatuto
cepto clásico que recoge el Código de comer- mercantil, y objetivo, por razón de la naturale-
cio de 1885, expulsado hoy por la unidad del za de las operaciones, pueden quedar someti-
mercado; debe comprender también a empre- dos a normas específicas, distintas de las del
sarios dedicados a aquellas materias excluidas Código mercantil, tanto los operadores del
del Derecho mercantil, como la agricultura o la mercado como las relaciones jurídicas en que
artesanía, que constituyen objeto de empresas se desarrolla su actividad externa, principal-
cuyos titulares actúan asimismo en el merca- mente con consumidores, cuya legislación pro-
do. Y debe comprender también a otras per- tectora se aplicará, en lo pertinente, con priori-
sonas que, no siendo empresarios desde el dad a este Código” (I-13).
punto de vista económico, dada la naturaleza Esta flexibilidad, subjetiva y objetiva, es
intelectual de los bienes que producen o de los punto cardinal de la reforma que se articula.
servicios que prestan (científicos, artísticos, Por eso se reafirma que “Estos conceptos se
liberales) han de incluirse entre los operadores extienden en el nuevo Código hasta incluir
sujetos a este Código. Esta equiparación se ha ámbitos económicos hasta ahora excluidos del
producido ya no sólo en el Derecho de la Derecho mercantil por razones históricas que
Unión Europea, que forma parte de nuestro se consideran superadas, como la agricultura
Ordenamiento, sino en el de origen estatal, y la artesanía. Por otra parte, la figura central
como sucede con el Derecho industrial y el del empresario no es la única protagonista en-
Derecho de protección de los consumidores” tre los operadores del mercado sujetos al Có-
(I-12). Ciertamente, como ha precisado OLI- digo, concepto que también abarca a los pro-
VENCIA, “El empresario ya no es mercantil por fesionales que ejercen actividades intelectua-
la naturaleza de su actividad económica, sino les, sean científicas, liberales o artísticas, cu-
por operar en el mercado y concurrir en él con yos bienes o servicios destinen al mercado; a
sus bienes o servicios. Como concurren otros las personas jurídicas que, cualquiera sea sus
profesionales alejados del concepto de empre- naturaleza y objeto, ejerzan alguna de las acti-

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vidades expresadas en el Código, e incluso a presa y de la actividad que a través de ésta
los entes sin personalidad jurídica por medio realiza para el mercado. En el estatuto se inte-
de los cuales se realicen” (I-15). Tanto la deli- gran las normas sobre régimen jurídico-
mitación subjetiva como la objetiva vienen privado de la empresa, responsabilidad y re-
condicionadas por un concepto determinado presentación de su titular, registro mercantil y
de empresa. La inexistencia de un concepto contabilidad, así como, en su conjunto, el De-
jurídico de empresa, sobre el que se ha discu- recho de sociedades mercantiles” (I-16). Y, lo
tido intensamente en la doctrina, ha venido que es más importante, que “Estas normas le-
siendo un problema cuando se pretendían gales especiales pueden extender su aplica-
afrontar ciertas cuestiones de la disciplina: sea ción a los demás operadores del mercado in-
la delimitación misma del concepto de Dere- cluidos en el ámbito subjetivo del Código de no
cho mercantil o, más concretamente, aspectos existir otras que les sean específicamente
prácticos controvertidos respecto a los nego- aplicables por razón de la naturaleza de la
cios jurídicos sobre la empresa. El Anteproyec- persona, de la materia o de la índole de sus
to pretende ahora elevar a la empresa, y al actividades” (I-17) 18. No yerra ROJO cuando,
empresario, a categorías de referencia: “Para exponiendo los fundamentos del Código pro-
calificar a esos ámbitos, subjetivo y objetivo, el puesto, detecta el “riesgo de la apropiación” y
concepto de referencia es la empresa como el “riesgo de la ocupación” frente al Derecho
organización económica de producción de bie- civil. Es cierto que “En rigor, las fronteras entre
nes o prestación de servicios, a partir de la el Derecho civil y el Derecho mercantil no son
cual se identifica a su titular (el empresario) y a fronteras científicas, sino históricas. Los territo-
la actividad que desarrolla en el mercado. Mas rios respectivos no sólo se han modificado a lo
la titularidad de una empresa, criterio unitario largo de las épocas, sino que siguen modifi-
para la calificación del empresario persona na- cándose hoy en día. Las zonas grises son mu-
tural, no lo es para el empresario persona jurí- chas e importantes. La dificultad extrema para
dica, en el que, junto al criterio de la naturale- determinar dónde están esas fronteras ha sido
za del objeto social se recoge el formal de la aprovechada por los Derechos civiles particu-
adopción de algún tipo de sociedad mercantil” lares, con creciente inquietud de quienes de-
(I-14) 17. fienden la absoluta necesidad de un Derecho
unitario del mercado interior. Unas veces, la
La posible aplicación de una normativa regulación autonómica es diferente de la regu-
específica, a nuestro juicio, es el resultado de lación mercantil; otras, la legislación civil, anti-
ese relativismo aparente que acoge el Código cipándose a la legislación mercantil, ocupa te-
con una fuerza legítimamente centrípeta y cla- rrenos de la legislación mercantil que están
ramente defensiva. Nada nuevo, por lo tanto, pendientes de regulación. Pero además, el fe-
frente a lo que de algún modo venía consta- nómeno de la descodificación de aquellas ma-
tándose por parte de los mercantilistas. De ahí terias mercantiles que han pasado a ser regu-
que se exponga que: “Al empresario, como fi- ladas por leyes especiales unitarias cuyo ca-
gura central, le es aplicable plenamente el es- rácter mercantil no es evidente, aumenta la
tatuto mercantil, esto es, el conjunto de nor- dimensión de estos riesgos” 19. Extender el cri-
mas que establecen especiales derechos y terio de la mercantilidad es la consecuencia
obligaciones para las personas así calificadas, ineludible de aceptar que el Derecho mercantil
en función de la titularidad jurídica de una em-

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es el Derecho privado del mercado. brados con consumidores. Estamos totalmente
de acuerdo, porque es claro que “La figura del
En el Título preliminar se normativiza lo consumidor surge en el mercado, y no en las
que acabamos de indicar, incluyéndose “(…) relaciones entre particulares”; y, además, “El
los artículos que delimitan el objeto de la regu- hecho de que, en algunos Ordenamientos eu-
lación del Código, haciendo referencia a los ropeos, las normas sobre contratos con con-
ámbitos subjetivo y objetivo que permiten de- sumidores se hayan incorporado al Código ci-
limitar la materia mercantil que es objeto de vil no contradice esta realidad”.
regulación en el Código”. Especial referencia
se realiza a la normativa protectora de los El Anteproyecto acota la materia regu-
consumidores y usuarios, con una remisión lada en el Código incluyendo “(…) los actos y
general a cualquier otra legislación: “Entre las contratos calificados de mercantiles, bien por
normas de este Título preliminar destacan, por razón del sujeto y de la actividad, bien por su
un lado, la que asegura la aplicación en todo objeto o por el mercado en que se celebren; el
caso de la legislación protectora de los con- régimen jurídico de las sociedades mercanti-
sumidores y usuarios y, por otro, la que man- les; la competencia en el mercado, y la propie-
tiene la vigencia de la legislación específica en dad industrial” (I-19). Y, por lo que se refiere al
razón a la naturaleza de la persona o de la ac- sistema de fuentes, parece llevar al extremo la
tividad. Ambos preceptos proyectan su eficacia especialidad de la materia mercantil. Evitaría
sobre todo el Código Mercantil asegurando la así, incluso, la antigua controversia en cuanto
aplicación de tales leyes aun cuando ya no se a la prioridad de los usos mercantiles en mate-
diga expresamente” (I-21). Respecto a la pro- ria contractual frente a la legislación civil. Se-
tección de los consumidores, en consecuen- ñala, con este propósito, que “El Código no se
cia, parece consagrarse su autonomía: “Impor- plantea ninguna cuestión de fuentes ni de au-
ta destacar que se ha tomado como criterio tonomía legislativa del Derecho mercantil, sino
general el de no incorporar a este Código mer- que, partiendo de su carácter de Derecho es-
cantil las normas de protección de los consu- pecial, se limita a acotar su propia materia, a la
midores, que se consideran vigentes y respe- que son aplicables, en primer lugar, las nor-
tando su imperatividad, se ha considerado, en mas del Código y, en su defecto, los usos de
efecto, que habiéndose promulgado el texto comercio, en reconocimiento de la importancia
refundido de la Ley General para la Defensa de éstos, no ya en el origen de esta rama del
de los Consumidores y Usuarios, en fecha Derecho sino en el moderno tráfico; sólo en
muy reciente, y tratándose de un texto legal defecto de reglas especiales mercantiles, lega-
equiparable a un Código sobre la materia, pa- les o consuetudinarias, se aplicarán a esta ma-
recía poco adecuado alterar ese planteamiento teria las de la legislación civil, según su siste-
legislativo, de manera que se respeta la dife- ma de fuentes” (I-18).
rencia de las normas de protección de los con-
sumidores como ajenas a la regulación del Muy crítico se muestra también en este
Código mercantil” (I-34). Pero, como matiza punto ALFARO 21, para quien “La regulación de
VERGEZ 20, este posicionamiento no debe en- las “fuentes del Derecho Mercantil” es, tam-
tenderse como una renuncia a la considera- bién, decimonónica”. Porque, a su juicio, “Han
ción como mercantiles de los contratos cele- reproducido el art. 2 del Código de Comercio
que (…) es producto de un error o, mejor, de

Sobre el concepto de Derecho mercantil


66
una voluntad política muy concreta. Su conte- las normas incluidas en ellas había sido elabo-
nido debería incluirse en la parte de obligacio- rada como parte del Código por la Comisión
nes y contratos pero los codificadores querían General de Codificación. Tal es el caso, por
tener un precepto que enumerara las fuentes ejemplo, de las normas sobre cuentas anua-
del Derecho Mercantil e incluyeron el art. 2 les. Pues bien, en esos casos se ha vuelto a
que, bien entendido, no hace sino reproducir el integrar en el Código la regulación contenida
contenido del que sería el art. 1258 CC (los en la Ley especial, respetando el texto norma-
contratos obligan a lo pactado, y a lo que sea tivo de Ley solamente con las adaptaciones
conforme con los usos y la buena fe). Resulta necesarias para su integración en el Código de
ridículo afirmar en 2014 que las “materias” una manera coherente” (I-30).
mercantiles se rigen por las normas del Código
– una tautología – “en su defecto (por) los El Anteproyecto, pese a declarar que el
usos de comercio” (que solo existen en el ám- Código contempla el Derecho mercantil bajo
bito de la contratación) y que la aplicación del una faz completamente nueva, procede luego
Derecho Civil solo se produce “en defecto de a una ordenación de los Libros que “puede
reglas especiales mercantiles”, lo que es otra considerarse tradicional, refiriéndose a las dis-
obviedad ya que es lo que resulta de la aplica- tintas materias por este orden, sujetos de la
ción del principio lex specialis derogat genera- actividad mercantil, reglas de competencia,
lis”. obligaciones y contratos, valores e instrumen-
tos de pago y, por último prescripción y cadu-
El Anteproyecto divide el Código en sie- cidad”. (I-22). El contenido de cada uno de es-
te Libros, al que precede un Título preliminar, tos libros, concretamente, es el siguiente: “El
en los que se incluye la materia regulada. Sor- Libro primero incluye la regulación de las em-
prende, no obstante, la provisionalidad decla- presas, la representación de los empresarios,
rada. No puede entenderse de otro modo que los negocios sobre las empresas, la contabili-
se nos diga que “El Código está dividido en dad y el Registro Mercantil” (I-23); el Libro se-
siete Libros que se organizan cada uno de gundo está dedicado a las sociedades mer-
ellos por Títulos y Capítulos, de tal manera cantiles; el Libro tercero se refiere al Derecho
que cada Capítulo tiene una numeración inde- de la competencia, tanto a la competencia
pendiente, lo que permite, esa es la gran ven- desleal como a la defensa de la competencia,
taja de ese sistema, añadir o modificar artícu- así como algunos preceptos referidos a las
los sin necesidad de alterar más que la nume- instituciones de la propiedad industrial (I-24);
ración del capítulo correspondiente” (I-20). el Libro cuarto tiene por objeto las normas so-
Otra llamada de atención es significativa y na- bre obligaciones y contratos mercantiles en
da alentadora en un cierto sentido. Refiere el general; el Libro quinto incluye la regulación de
Anteproyecto que en relación con la materia los contratos mercantiles en particular; el Libro
regulada “(…) hay que llamar la atención sobre sexto tiene por objeto la regulación de los valo-
un fenómeno que se ha producido durante la res y de los instrumentos de crédito y de pago,
elaboración del Código, que ha durado apro- y el Libro séptimo “incluye las normas sobre
ximadamente cinco años. Consiste ese fenó- prescripción y caducidad, instituciones éstas
meno en que materias reguladas como parte que se regulan en ese último Libro por cuanto
del Código han sido objeto de regulación como son normas que tienen aplicación con carácter
leyes independientes, aunque la sustancia de general en toda la materia comprendida en el

67
Código” (I-25). cautela. Sugiere que en algunas materias hay
innovaciones y en otras no las hay, estén o no
El Anteproyecto procura anticipar en la reguladas con carácter previo: “El contenido
Exposición de Motivos algunas consideracio- del Código no es totalmente nuevo. Se inclu-
nes de interés para situar estratégicamente la yen en efecto normas legales que ya estaban
nueva regulación propuesta. Así sucede con el en vigor anteriormente y que por lo tanto re-
Derecho de la competencia, cuya incorpora- presentan una innovación muy limitada, con-
ción al Código se considera una primera inno- sistente en su introducción en el Código, lo
vación importante impuesta por el desarrollo que exige modificaciones limitadas a efectos
doctrinal: “ (…) consiste en incluir dentro del de coordinar la integración de esas materias
Código no sólo las materias que tradicional- con el conjunto de las normas codificadas. Así
mente se consideraban mercantiles durante la ocurre, por ejemplo, con las normas sobre
vigencia de los códigos de 1829 y 1885, sino contabilidad de los empresarios, el contrato de
que se incluye también la regulación de la agencia o los contratos publicitarios” (I-28).
competencia en el mercado, siendo así que las “(…) Pero la mayor parte del Código incluye la
normas sobre defensa de la competencia y regulación de materias que carecían de nor-
competencia desleal nacieron fuera del ámbito mativa aplicable y que, por lo tanto constituyen
estricto de la legislación mercantil, pero que una innovación en el ordenamiento jurídico. En
ahora hay que integrarla por exigencia de la la regulación de materias nuevas cabe men-
nueva perspectiva en la que se basa el Dere- cionar la referente a la empresa y operaciones
cho mercantil, como Derecho que establece sobre la misma, la representación, la compe-
las reglas de actuación en el mercado” (I-26). tencia desleal y la defensa de la libre compe-
Otro tanto puede decirse con la delimitación tencia, la inclusión de varios artículos sobre la
subjetiva a la que ya nos hemos referido ante- propiedad industrial y muy especialmente los
riormente. La dilatación es tal que el concepto distintos tipos de contratos como los de, sumi-
de empresario se ve superado por el más am- nistro, mediación, contrato de obra por empre-
plio de operadores del mercado u operadores sa, prestación de servicios mercantiles, opera-
económicos: “Otra novedad importante consis- ciones sobre bienes inmateriales, prestación
te en que se asimilan a los empresarios, los de servicios electrónicos y contratos bancarios
que se denominan operadores de mercado u y de financiación (...) Y en la regulación de ma-
operadores económicos, los cuales son defini- terias que ya eran objeto de disposiciones le-
dos junto a los empresarios por cuanto su ac- gales, introduce cambios de tal naturaleza que
tuación en el mercado o su participación en los se trata realmente de una normativa nueva en
negocios jurídicos que se producen en el mis- su conjunto. Así puede apreciarse en la regu-
mo tienen que someterse a la regulación jurí- lación de la compraventa o en los contratos de
dico-mercantil, de la misma manera que se depósito, de seguro o de transporte” (I-29).
produce cuando interviene en una operación
determinada un empresario” (I-27). Algunas materias se regulan por prime-
ra vez o se introduce una regulación que difie-
Sobre las normas sustantivas que pre- re de manera importante con la regulación
senta el nuevo Código las declaraciones de la existente: “Así por ejemplo, todos los negocios
proyectada Exposición de Motivos son sor- jurídicos sobre la empresa que se incluyen en
prendentes y hay que tomarlas con especial

Sobre el concepto de Derecho mercantil


68
el Libro primero y también las normas sobre la las cuestiones fundamentales, siguiendo bási-
representación del empresario” (I-32). Un plan- camente los trabajos de Unidroit y de Uncitral
teamiento innovador igualmente se esgrime en (I-35). Otra vez vuelve a ser el mercado ele-
relación a las sociedades mercantiles que, se- mento aglutinador, pues con “(…) esta regula-
gún se indica, “ (…) se regulan también te- ción sintetizada de las normas y obligaciones
niendo en cuenta la evolución legislativa re- en general se asegura la homogeneidad de
ciente, constituida sobre todo por la LSC y por regulación en todo el mercado de unos mis-
la Ley sobre Modificaciones Estructurales de mos principios básicos contractuales, evitando
las sociedades, pero con un planteamiento in- que puedan plantearse regulaciones distintas
novador que respeta en la medida de lo posi- en estas materias por razones de la normativa
ble los planteamientos de esa legislación, que rige subsidiariamente a las normas mer-
aunque tratando de superar los problemas a cantiles. Esas normas básicas que se incluyen
que esa normativa ha dado lugar” (I-33). para las obligaciones y contratos mercantiles
en general son fundamentales por cuanto
En otras ocasiones se ha considerado constituyen los criterios básicos que son apli-
suficiente establecer unas normas básicas, cables a los contratos mercantiles en particu-
remitiéndose a una regulación especial más lar. Ello hace que aun cuando esas normas
detallada: “El Código regula de una manera coincidan con las establecidas en la legislación
absolutamente predominante el Derecho pri- civil, ello no es obstáculo para que esas nor-
vado aplicable para los sujetos y las operacio- mas al incorporarse al Código mercantil for-
nes relacionadas con el mercado, aunque en men parte de la legislación mercantil aplicable
materias concretas tales como la defensa de la a todos los contratos en particular que luego
competencia o las operaciones en el mercado son regulados” (I-36). Finalmente se prevé
de valores, se ha considerado suficiente incluir también el carácter predominantemente dispo-
algunas normas básicas, remitiendo la regula- sitivo de esta normativa: “En cualquier caso es
ción completa de esas cuestiones al ámbito importante considerar que la regulación conte-
legislativo en el que ya figuran, esto es, legis- nida en materia contractual en el Código tiene
lación de defensa de la competencia y la que como regla general una eficacia dispositiva, de
tiene por objeto el mercado de valores” (I-31). manera que son normas imperativas solamen-
Los Libros cuarto y quinto se refieren a te aquellas en que expresamente se imponga
las obligaciones y contratos mercantiles, en la imperatividad (I-37). En la regulación gene-
general y de un modo específico. Pero parece ral se incluyen ciertas formas de contratación,
plausible que la regulación propuesta, a nues- y ciertas cláusulas contractuales, que “tienen
tro juicio, decaiga ante una unificación del De- su medio natural en el tráfico mercantil” 22. Así,
recho de obligaciones y contratos que no de- y sólo como ejemplo, la contratación electróni-
bería dejar al margen, o sólo reproducir aquí ca, la contratación en pública subasta o la con-
duplicando, las previsiones del Código civil. Se tratación automática. También las cláusulas de
prevé ahora, en todo caso, que “En materia de confidencialidad y las cláusulas de exclusivi-
obligaciones y contratos, se han separado dos dad, vinculadas a un tráfico profesional reali-
Libros. El primero de ellos, que es el Libro zado en el mercado. Otras cuestiones igual-
cuarto, regula las obligaciones y contratos mente han sido objeto de regulación, como
mercantiles en general. Se regulan solamente son la contratación entre ausentes, las normas

69
que se refieren a la modificación e interpreta- coordinarla con una eventual modificación del
ción de los contratos, la extinción del contrato, Código Civil, sobre todo cuando llevamos cien
la excesiva onerosidad sobrevenida, el princi- años sin aplicar prácticamente las normas de
pio de solidaridad en las obligaciones mercan- la parte general de obligaciones y contratos
tiles, el valor del silencio, la aceptación tácita del Código de Comercio”. Sostiene que “No
sobre la base de prácticas habituales entre las hay, en realidad, ninguna necesidad de regular
partes o en los usos, el envío de catálogos o de forma diferente un contrato por el hecho de
folletos, la determinación del precio no fijado que las partes sean empresarios, empresarios
en el contrato por referencia al precio del mer- y consumidores o particulares que los celebren
cado, disposiciones relativas al incumplimiento entre sí. Y si la hay, las normas correspondien-
del contrato (operación de reemplazo), la mora tes han configurado un nuevo sector al que
mercantil, la cesión de créditos mercantiles o denominan Derecho de Protección de los
algunas previsiones añadidas sobre las condi- Consumidores. La profesionalización de las
ciones generales de la contratación. La inclu- actividades correspondientes ha conducido a
sión de estas previsiones sobre condiciones que desaparezcan del Código civil las regula-
generales ha sido objeto de crítica. A juicio de ciones correspondientes – contrato de seguro
VERGEZ 23, no obstante, “(…) la presencia de – o a que nunca se regularan en él – transpor-
las condiciones generales de la contratación te – o, en fin, a que la regulación civil careciera
no podía faltar en el Código mercantil cuyo de cualquier relevancia práctica fuera de su
ámbito de aplicación constituye el medio en el valor interpretativo. En fin, toda la parte relati-
que esta forma de contratar con condiciones va a la empresa es innecesaria y, seguramen-
generales surge y tiene lugar”. te, su regulación, contraproducente” 24.

No muy claro nos parece, del mismo No obstante, como afirma BERCOVITZ,
modo, cuál sea el criterio por el que se opta otra vez está presente la necesaria unidad de
por la regulación de determinados contratos y mercado. Explica, refiriéndose a la propuesta,
no de otros. Se indica, en este sentido, que que la regulación contenida en este Libro tiene
“En los contratos en particular se regulan los su antecedente en el Anteproyecto de Ley de
que podríamos considerar tipos contractuales modificación del Código de comercio en la par-
básicos, incluyéndose entre ellos muchos con- te general sobre contratos mercantiles y sobre
tratos que carecían de una regulación legal, prescripción y caducidad publicado en el Bole-
entre los que pueden citarse los contratos fi- tín de Información del Ministerio de Justicia
nancieros. También se incluyen contratos co- (Boletín nº2006, páginas 203 y ss.): “ Ese An-
mo los de prestación de servicios informáticos, teproyecto fue criticado por considerar que sus
por tratarse de operaciones que han aparecido normas pertenecen realmente al Derecho co-
en los últimos tiempos y que tienen gran im- mún y que, por lo tanto, no tendrían por qué
portancia por el auge imparable de la informá- estar incluidas en un texto legal de Derecho
tica” (I-38). mercantil, al ser aplicable el Derecho civil co-
mo Derecho supletorio a las relaciones priva-
Muy crítico se muestra ALFARO. Y qui- das mercantiles. Ocurre, sin embargo, que el
zás no le falte algo de razón en este extremo. problema surge (…) porque si esas normas se
En materia de contratos considera “(…) una establecen solo como parte del Código civil
temeridad modificar su regulación mercantil sin

Sobre el concepto de Derecho mercantil


70
puede que no rijan en todo el territorio del Es- do la «comercialización del Derecho civil» que
tado, en la medida en que alguna Comunidad supone que aquellas normas que ha ido exi-
Autónoma podría incorporar normas distintas giendo el tráfico mercantil organizado y profe-
con la consiguiente pérdida de unidad del De- sionalizado, realizado en torno al mercado de
recho aplicable a las relaciones que se esta- bienes y servicios, se extiende también al ám-
blecen en el mercado” 25. Por el resto, y no de- bito de las relaciones patrimoniales de los par-
ja de ser muy llamativo , “El hecho de que una ticulares”. Esta idea, junto a la necesidad de
parte importante de los artículos incluidos en garantizar la unidad de mercado, le permite
este Libro coincidan con disposiciones que sugerir que “No es justo, por tanto, afirmar –
han sido preparadas para la reforma del Códi- como en ocasiones se ha hecho- que con la
go civil (en la «Propuesta para la moderniza- «Propuesta de Código mercantil» se trata
ción del Derecho de obligaciones y contratos», realmente de contrarrestar el «expansionismo»
Ministerio de Justicia, 2009) no puede extra- de las Comunidades Autónomas mediante el
ñar, puesto que tanto las normas redactadas «pretexto» de convertir en materia mercantil lo
por los civilistas como las incluidas en la Pro- que no es sino materia civil; y tampoco es jus-
puesta de Código mercantil tienen un mismo to afirmar que con esa «propuesta» se intenta
origen en los Principios UNIDROIT del año confinar a un espacio muy reducido el Derecho
2010. Además, no debe olvidarse que esos contractual utilizando para ello un concepto
Principios son «sobre los contratos comercia- «sui generis» de la «mercantilidad» superando
les internacionales», como figura en el título de los criterios subjetivos y objetivos tradiciona-
la obra” 26 . La inclusión del Libro IV, para les” 28.
VERGEZ 27 , no supone desconocer que la
dogmática del Derecho privado corresponde De igual interés, aunque muy crítico,
en sus fundamentos al Derecho civil. No obs- son igualmente las reflexiones de GONDRA.
tante, advierte, que con la regulación propues- No encuentra justificación dogmática alguna a
ta no se pretende sustituir la regulación propia la construcción de una parte general de obli-
del Código civil y ni siquiera ofrecer una alter- gaciones y contratos mercantiles, sin que sea
nativa o un modelo distinto: “Sencillamente, se suficiente la preocupación por cerrar el paso a
ha tratado de regular, bajo el principio general las posibles interferencias legislativas de las
de la disponibilidad de sus normas (…) aque- Comunidades Autónomas. Sostiene que
llos aspectos dentro del Derecho de obligacio- “Construir, en paralelo con la Parte general del
nes y contratos en general que tienen especial Derecho de obligaciones y contratos contenida
relevancia o, al menos, una incidencia muy en el Código civil que, en cuanto Teoría gene-
clara en el ámbito de aplicación del Código ral y Derecho común, sirve para todos los De-
mercantil, lo que no quiere decir (…) que no rechos especiales, una Parte general «espe-
puedan coincidir con otras normas del ámbito cial» de obligaciones y contratos mercantiles,
civil”. carece a mi juicio de toda lógica. En ese plano
general de la ordenación no hay exigencias de
Otra reflexión de interés, en esta mate- tratamiento normativo diferente que la deman-
ria de obligaciones y contratos, es la que reali- den”. Tampoco tiene sentido, a su juicio, la al-
za VERGEZ. Porque “Bien es cierto también – ternativa de duplicar la misma Teoría general
y conviene no olvidarlo- que esta unificación civil en el Código mercantil: “Todos sabemos
se ha realizado a base de lo que se ha llama- que las duplicidades en textos legales, cuando

71
se quiere decir lo mismo pero con palabras no ción (…) No se puede hacer un Código Mer-
del todo iguales, no sirven más que para ali- cantil de nueva planta sin la previa promulga-
mentar litigios. Desde luego, no para dar ma- ción de un Código Civil. Actualmente, los prin-
yor seguridad jurídica al tráfico” 29. cipios del Código Civil y los del Código de
Comercio son coherentes entre sí porque se
Respecto a los Títulos valores el Libro promulgaron en fechas muy próximas. Como
sexto se ocupa de su regulación “y aporta co- decía un preclaro civilista, el Código de Co-
mo novedad la inclusión de normas generales mercio está “en los huesos” mientras que el
sobre los valores, así como la regulación de Código Civil está “pimpante”. Su contenido – el
las tarjetas de crédito, y por supuesto se inclu- del Código de Comercio – ha quedado casi
ye la regulación sustantiva que ya regía en la completamente trasvasado a leyes especiales
Ley Cambiaria y del Cheque” (I- 39) 30. El Libro y todas las materias típicamente mercantiles
séptimo, para finalizar, “regula la prescripción disponen de una regulación moderna y más o
y la caducidad, como instituciones aplicables menos acertada. Regular ex novo los contra-
en toda la materia jurídico-mercantil, pero in- tos mercantiles sin modernizar, previamente,
cluyendo modificaciones en puntos importan- la regulación de los contratos correspondien-
tes” (I-40). tes civiles que están (o no) en el Código Civil
Entre los detractores del Anteproyecto, es una temeridad que impondrá costes a los
como ya hemos señalado, se sitúa principal- operadores al aplicar las reglas (…) No hay
mente ALFARO 31. Hay muy buenas razones, a ningún estudio que conozcamos que explique
su juicio, para oponerse a la promulgación de los costes de mantener en vigor el Código de
un Código Mercantil. Las ha expresado con Comercio de 1885. No se ha apreciado que no
carácter general. Son las siguientes: “(…) El disponer de una regulación del leasing, del
siglo XXI no es el siglo de la Codificación. Co- factoring, de las tarjetas de crédito o de la
dificar el Derecho Privado tiene sentido cuan- franquicia haya causado costes apreciables a
do el Estado es nuevo o cuando se ha produ- la Economía española. La jurisprudencia y la
cido una revolución económica, es decir, doctrina han suplido la falta de regulación y,
cuando hay un cambio de régimen político y dada la escasísima calidad de la producción
económico que altera fundamentalmente el legislativa española en materia de Derecho
sistema económico y a sus instituciones bási- Privado (…) no se ve por qué no es preferible
cas (propiedad y contratos). España es una continuar desarrollando estos contratos a tra-
economía de mercado desde hace mucho vés de la jurisprudencia (…) No hay trabajos
tiempo y nada ha cambiado en los últimos previos de envergadura que justifiquen el con-
años que justifique la invocación de Napoleón tenido del Código. La Comisión de Codifica-
(…) Las nuevas tecnologías han reducido no- ción se ha limitado a distribuir el trabajo entre
tabilísimamente los costes de la dispersión profesores de Derecho Mercantil a los que ha
normativa – que justificaría las codificaciones a instruido para que incorporen el mínimo de no-
la francesa de los últimos años –. La mayor vedades posible, lo cual es de alabar, pero
capacitación técnica de los jueces y abogados habla en contra de la necesidad de la Codifi-
y la mejora de los estudios de Derecho permi- cación (…) Las novedades del Código se ven
ten reducir las antinomias y las lagunas a nive- aún más reducidas por la enorme influencia de
les aceptables sin necesidad de una codifica- la legislación europea (…) Nadie ha valorado

Sobre el concepto de Derecho mercantil


72
el coste económico de la promulgación de un nización política que elimine poderes no legi-
nuevo Código. No nos referimos a las miles de timados y que aclare y coordine adecuada-
horas de trabajo de los que han contribuido a mente los que sí lo están, que fortalezca la in-
su redacción. Nos referimos al coste que im- dependencia y, por eso mismo, la autoridad de
pone a la Sociedad en términos de aprender nuestras instituciones de control, y que busque
las nuevas reglas, averiguando previamente si recuperar el prestigio perdido de nuestra cien-
hay o no novedades en cualquier materia; el cia jurídica, no es posible crear un marco de
coste de revisar toda la jurisprudencia recaída regulación mínimamente lógico, estable, efi-
para comprobar si “sigue en vigor” a la luz del ciente, como al que aspira una codificación
nuevo Código; renumerar y modificar todas las digna de ese nombre. Sencillamente, porque
publicaciones jurídicas; obligar a todas las so- la realidad social no está preparada para apro-
ciedades mercantiles a revisar sus estatutos vecharse de ello”. Pero lo que no tiene claro,
para adaptarse al nuevo Código etc y, sobre no obstante, es la conveniencia o justificación
todo, los costes no explícitos que derivan de la de una codificación: “(…) en un mundo en el
posibilidad de que muchas de las novedades que reina la autorregulación, disciplinado por
constituyan equivocaciones (…) En fin, un tex- los intereses materiales de un mercado en
to que tiene más de 1700 artículos (a ojo, por- constante evolución más que por una legisla-
que el peculiar sistema de numeración hace ción ad hoc” 32.
difícil calcular el número) no puede tramitarse
como una ley ordinaria (…) El Gobierno debe- Parte de estas críticas han sido igual-
ría haber aprobado una Ley de Bases”. mente sostenidas por GONDRA, para quien
hay que plantearse si es el Derecho mercantil
Realmente los costes de la reforma, un material jurídico apto para la codificación.
que también han sido expuestos por RODRI- Que el Código sea un instrumento técnico le-
GO TENA, causan un recelo que no hay que gislativo adecuado a esta rama del Derecho, a
menospreciar. Porque cualquier modificación su juicio, es discutible. Las razones son de na-
legislativa implica necesariamente incrementar turaleza distinta: el acelerado cambio de la
los costes de información y ejecución del De- materia regulada y el inevitable retraso en la
recho. Es el caso, como señala, de muchas apreciación de la relevancia jurídica del cam-
interpretaciones doctrinales consolidadas y la bio (frente a la idea de perennidad de la orde-
propia jurisprudencia: ciertos criterios jurispru- nación contenida en los códigos); el espíritu de
denciales deberán ser sustituidos por otros nuestro tiempo no parece favorable tampoco a
nuevos originando un período de incertidum- la idea codificadora, hasta el punto de que
bre en el que los costes de transacción au- “Oponerse al proceso inflacionario que expe-
mentan. Pero el problema, a su juicio, es mu- rimenta la Ley en las sociedades complejas y
cho más profundo. Su mayor preocupación es, abiertas de nuestro tiempo parece hoy día un
en este sentido, que la realidad social y eco- objetivo imposible”; y, finalmente, la pretensión
nómica a regular no está preparada para una de una sistematización racional profunda es
reforma de tal envergadura (ni la Universidad, algo mucho más complejo que reunir el mate-
ni la judicatura, ni los organismos reguladores, rial jurídico disperso en un cuerpo legal unita-
ni el legislador, ni el propio mercado que no rio con un orden sistemático elemental (para
responde a una fase avanzada del capitalismo, esto último, esto es “Para facilitar simplemen-
etc.): “Sin unos odres nuevos, sin una reorga- te el acceso al conocimiento del Derecho vi-

73
gente hoy día contamos con medios –la infor- partiendo algunas de sus reflexiones seamos
mática- que, con el desarrollo de una arbores- críticos con otras. Y es que este planteamien-
cencia electrónica de textos, permiten una to, en última instancia, pudiese pecar de la
suerte de codificación virtual permanentemen- misma naturaleza que critica. No se puede en-
te actualizada”). La sistematización profunda, tender de otro modo si, como refiere, estamos
en el sentido de una codificación racionalista, ante “(…) parte de la doctrina-científica mo-
está enormemente dificultada por la acelerada derna más autorizada que concibe el Derecho
movilidad histórica de la materia regulada. Y Mercantil, simplemente, como “algunas varia-
también por otra razón fundamental: “Hay una ciones sobre algunos temas de Derecho Civil”
razón de mayor peso (…) para pensar que no (Canaris). Como dijera Aurelio Menéndez, no
es posible una sistematización en el Derecho hay unidad de sistema en el Derecho Mercan-
mercantil como la realizada en el civil. En éste til. Si acaso, hay un levísimo “sistema de uni-
el esfuerzo sistematizador dio como resultado dades”, es decir, unas pocas instituciones que,
un acervo de normas en las que se condensó cual sociedad holding, resultan generalizables
eso que llamamos Teoría general del Derecho, a los conjuntos normativos que se estudian en
que desde entonces tiene su sede en los códi- nuestras Facultades en la asignatura Derecho
gos civiles y de la que (…) sacan provecho to- Mercantil”.
dos los Derechos especiales, también el mer-
cantil que es el especial por antonomasia, por Para nosotros, en cambio, hablar de la
lo que –en palabras, una vez más, de GIRÓN civilización del Derecho mercantil resulta
TENA con las que concluía su Discurso de in- cuando menos discutible 35 . Al menos así lo
greso en la Academia de Jurisprudencia- que creemos si tal afirmación se produce en
se «se precise un sistema de igual altura de términos absolutos. Y no parece que sea un
generalidad que el Civil es dudoso y posible- camino idóneo. Fundamentalmente, y valga
mente pueda pensarse que, con grandes le- como ejemplo, porque calificar al Derecho de la
yes, que tengan conciencia de su recíproca competencia, al Derecho de marcas, al
concordancia y de su relación con el Derecho Derecho de patentes, al Derecho de los títulos
Civil, se podía tender simultáneamente a la valores, a las sociedades mercantiles, o a
finalidad básica de la seguridad jurídica y a la determinados contratos, como simples
permanencia de la concordancia de la legisla- variaciones de algunos temas de Derecho Civil
ción con el proceso evolutivo de la estructura podría incurrir en el mismo anacronismo que se
social, más rápido sin duda, en el campo co- denuncia. También lo es pretender prescindir
rrespondiente al Derecho Mercantil» 33. del mercado como elemento determinante de
los perfiles del Derecho privado actual, aunque
ALFARO opta, en su caso, por una op- sea una pretensión legítima, y todavía
ción diametralmente opuesta a la ofrecida por necesaria, que este último sea un sistema con
el Anteproyecto de Código Mercantil. También, principios y valoraciones homogéneas. Esto no
claro está, a la expresada por GONDRA. Pre- significa que al extenderse la mercantilidad
cisa que “No es tiempo de dividir (el Derecho prácticamente a la totalidad de la actividad
Mercantil respecto del Derecho Civil), sino de económica se convierta al Derecho civil en una
unificar o, mejor, “civilizar” el Derecho Mercan- referencia conceptual y terminológica de
til” 34 . Permítasenos, en todo caso, que com- vigencia meramente intelectual 36 . A nuestro

Sobre el concepto de Derecho mercantil


74
juicio sería una visión demasiado pesimista de generales y particulares? ¿Alguien discutiría el
la significación del Derecho civil ante una papel principal que seguiría desarrollando como
eventual codificación mercantil: porque, ¿acaso teoría general del Derecho o, en particular, en
no seguiría siendo el Derecho civil el Derecho cuanto a la aplicación y eficacia de las normas
de las personas (naturales y jurídicas), el jurídicas? A cada uno lo suyo, por tanto: y en
Derecho de familia, el Derecho de los bienes, coherencia dogmática. No conviene olvidar,
de la propiedad y de sus modificaciones, con como indica BERCOVITZ, que “Las normas
los diferentes modos de adquirir la propiedad, mercantiles no pierden ese carácter mercantil
el Derecho de sucesiones, o el Derecho de las por el hecho de que se generalicen” 37.
obligaciones y contratos en muchos aspectos,

NOTAS
1
«La autonomía del Derecho Mercantil. La constitución y el Derecho Mercantil. Ensayo de un concepto del Derecho
Mercantil» en Derecho Mercantil, Coordinado por JIMENEZ SANCHEZ/DIAZ MORENO, Madrid, 2013, Vol.1º, p. 72.
2
«El Derecho mercantil en el marco del sistema constitucional de distribución de competencias entre el Estado y las
Comunidades Autónomas», en Estudios jurídicos en homenaje al profesor Aurelio Menéndez, Madrid, 1986, Tomo I, p.
227.
3
«La autonomía del Derecho Mercantil. La constitución y el Derecho Mercantil. Ensayo de un concepto del Derecho
Mercantil» en Derecho Mercantil, op.cit p. 72.
4
OLIVENCIA, «De nuevo la lección primera sobre el concepto de la asignatura», Discurso leído en la Solemne
Apertura del Curso Académico 1999-2000 en la Universidad de Sevilla, La Toga, Colegio de Abogados de Sevilla
noviembre de 1999, p. 4.
5
El Derecho Mercantil y el proceso de unificación del Derecho Privado», RDM, 291, Enero –Marzo 2014, pp. 127 y
ss.
6
Así lo sostiene también GARCÍA RUBIO, para quien “ (…) en el momento actual más que un verdadero Código mer-
cantil probablemente sería mucho más práctica la elaboración progresiva de varias leyes especiales sobre las distintas
materias mercantiles necesitadas de actualización y modernización. Tales podrían ser en principio: una Ley de Socieda-
des de técnica similar a la ya existente LSC (no creo que sea mejor llamarla Código, puesto que se modifica continua-
mente); una Ley o Código (si se quiere) de la propiedad industrial, así como leyes o códigos de Derecho cambiario, marí-
timo, transportes, y de contratos mercantiles, pero mercantiles de verdad, salvo que se optase por la unificación total de
las obligaciones y contratos en un cuerpo legal único, cosa que no se debería descartar. En todos los casos estaríamos
ante textos legales sectoriales, leyes o códigos de los llamados de consolidación (doctrina italiana) o de derecho cons-
tante (doctrina francesa), técnica legislativa que otorga cierta estabilidad al continuo furor legislativo incontrolado, pero
que no supone la creación ex novo propiamente dicha o, como mucho, en la que esa labor creativa es mínima, pues lo
que se pretende es, sobre todo, ordenar y clarificar las normas sobre un sector concreto del ordenamiento, aunque indu-
dablemente de esas funciones derive también cierta dosis de renovación y reforma”. Vid. «La mercantilización del Dere-
cho civil. A propósito del Anteproyecto de Código Mercantil en materia de obligaciones y contratos», Academia Sevillana
del Notariado, Acto de apertura del curso académico 2014/2015, Sevilla, 2015, pp. 213.
7
Adviértase, como señala BERCOVITZ RODRIGUEZ-CANO, que “En realidad, la tarea de preparación del Código mer-
cantil se inició realmente antes de que se diera el encargo de elaborar el Código en la Orden mencionada de 7 de no-
viembre de 2006. Así, en la documentación de la Sección se encuentra ya con fecha 11 de febrero de 2003 una memoria
sobre la codificación mercantil; el 4 de marzo de aquél mismo año 2003 se presentó un documento relacionado con el
tema de la codificación, cuyo título era «La política legislativa en materia de régimen jurídico de las obligaciones y contra-
tos mercantiles»; y el 15 de febrero de 2005 se presentó un «Borrador de propuesta para la elaboración de un nuevo
Código mercantil». Por consiguiente, la iniciativa de elaborar un nuevo Código mercantil había sido discutida y acordada
en la propia Sección bastante tiempo antes de que se hiciera efectivo el encargo realizado por la Orden de 2006. Vid.
«La propuesta de Código Mercantil de la Comisión General de Codificación», RDM 289, Julio-Septiembre 2013, p.36.

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8
El doble fundamento del Código se sitúa en la unidad de mercado y la seguridad del tráfico. Así lo reafirma el propio
BERCOVITZ, al expresar que junto al factor decisivo de la necesidad de preservar la unidad de mercado, “está también
la conveniencia de superar la dispersión de las normas jurídico- mercantiles. La inclusión de esas normas en un Cuerpo
legal unitario da seguridad jurídica al tráfico económico”. Así en «La propuesta de Código Mercantil de la Comisión Ge-
neral de Codificación», op.cit. p. 36.
9
ALFARO AGUILA-REAL, «Contra la promulgación Anteproyecto del Código Mercantil», Blog Derecho Mercantil, Alma-
cén de Derecho, http://derechomercantilespana.blogspot.com.es/2014/06/el-anteproyecto-de-codigo-mercantil-i.html.
10
«El Derecho Mercantil y el proceso de unificación del Derecho Privado», op.cit. p.135.
11
«La deconstrucción del concepto del Derecho mercantil en aras de la unidad de mercado», RDM, 290, Octubre-
Diciembre 2013, pp. 31.
12
ALFARO AGUILA-REAL, «Contra la promulgación Anteproyecto del Código Mercantil», op.cit.
13
«La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código Mercantil»,
op.cit. p. 15. Esta “mercantilidad” en la realidad económica actual, como indica VERGEZ, es comúnmente admitida y par-
te de que el Derecho mercantil “(…) tiene su razón de ser en la regulación de un tráfico en el que los sujetos que partici-
pan desarrollan una actividad económica organizada en el mercado de bienes y servicios”.
14
«La deconstrucción del concepto del Derecho mercantil en aras de la unidad de mercado», RDM, 290, Octubre -
Diciembre 2013, pp. 48.
15
Vid. OLIVENCIA, «El título preliminar de la propuesta de código mercantil», RDM 290, Octubre-Diciembre 2013, p.19.
16
Como advierte ROJO “ (…) la terminología no es inocente: El proyectado «Código mercantil» se denomina así, y no
Código de comercio, porque aspira a regular la actividad de todos aquellos que operan en el mercado, y no sólo la acti-
vidad de los empresarios, en sentido técnico-jurídico”. Vid. «El Derecho Mercantil y el proceso de unificación del Dere-
cho Privado», op.cit. 2014, p.136.
17
Para JIMENEZ SANCHEZ se imponía el rechazo de, sobre la base la teoría de la empresa, identificar el Derecho
mercantil con el Derecho de empresa: ni “el Derecho mercantil es un Derecho «de la empresa», ni, desde luego, toda la
normativa aplicable a la empresa tiene naturaleza mercantil”. Sostenía, además, que la utilización de la empresa como
criterio delimitador sólo podría realizarse sobre aquéllas que tuviesen carácter mercantil, ya que a las que no lo sean les
es ajena la ordenación establecida por este Derecho. Por esta razón, y si no se establecen criterios claros de distinción
entre estas empresas, la teoría de la empresa no será sino “una simplificación manifiestamente incorrecta que pretende
conectar el área de objeto de atención de los preceptos mercantiles con el sector de la realidad social acotado en torno a
las instituciones económicas empresariales”. Concluía, así, que el Derecho mercantil será “la rama del Derecho
patrimonial privado que regula el estatuto profesional de los titulares de las instituciones de producción económica
características del sistema capitalista, esto es, los empresarios mercantiles, así como el tráfico que éstos realizan para
colocar en el mercado los bienes y servicios producidos”. Vid. «Aproximación al tema del concepto del Derecho
mercantil, Estudios de Derecho mercantil en homenaje a Rodrigo Uría, Madrid, 1978, p. 348.
18
ALFARO AGUILA-REAL parece sugerir que el estatuto del empresario no es hoy prácticamente elemento vertebrador
con la importancia suficiente para justificar un Código Mercantil: “El estatuto del empresario se limita – y con muchas res-
tricciones, valga la redundancia – a la obligación de llevanza de contabilidad y a la obligatoriedad/posibilidad de inscrip-
ción en el Registro Mercantil. Para todo lo demás, hay regulación especial (empresarios bancarios, empresarios de segu-
ro, empresarios eléctricos, empresarios que fabrican armas y empresarios que fabrican o venden medicamentos). Nada
une a todos los empresarios – y mucho menos a todos los “operadores del mercado” – que no sean esas dos obligacio-
nes. En materia de “representación mercantil”, nuevamente, los principios del Código de Comercio se han aplicado más,
precisamente porque recogen muy bien casos de responsabilidad por apariencia (factor notorio). Vid. «Contra la promul-
gación Anteproyecto del Código Mercantil», op.cit.
19
«El Derecho Mercantil y el proceso de unificación del Derecho Privado», op.cit. 2014, pp.134 y 135. Señala como
ejemplo más significativo el de la Ley del Contrato de Seguro, de 1980, que elimina la dualidad de régimen jurídico
del seguro civil y del seguro mercantil, con derogación de artículos del Código civil y del Código de comercio.
20
«La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código Mercantil»,
op.cit. p. 15.

Sobre el concepto de Derecho mercantil


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21
ALFARO AGUILA-REAL, «Una concepción anticuada del Derecho Mercantil: la materia mercantil en el siglo XXI»,
Blog Derecho Mercantil, Almacén de Derecho, http://derechomercantilespana.blogspot.com.es/2014/06/el-anteproyecto-
de-codigo-mercantil-i.html.
22
VERGEZ, «La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código
Mercantil», op.cit. p. 16.
23
«La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código Mercantil»,
op.cit. p. 19.
24
ALFARO AGUILA-REAL, «Una concepción anticuada del Derecho Mercantil: la materia mercantil en el siglo XXI»,
op.cit.
25
Aclara VERGEZ que “(…) mientras que para la legislación mercantil la competencia exclusiva corresponde al Estado,
en materia de obligaciones y contratos civiles el Estado tiene competencia legislativa tan sólo sobre las bases de las
obligaciones contractuales”. Vid. «La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “pro-
puesta de Código Mercantil», RDM, Abril-junio 2014, pp. 13.
26
«La propuesta de Código Mercantil de la Comisión General de Codificación», op.cit. p.40. Añade VERGEZ la influencia
que ha tenido también la Convención de las Naciones Unidas sobre contrato de compraventa de mercaderías y los tra-
bajos de la Comisión Lando sobre Derecho Europeo de los contratos. Vid. « La regulación de las obligaciones y de los
contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código Mercantil», op.cit. p. 16. Una mención diferenciada conven-
dría realizar al tema de la unificación del Derecho europeo de los contratos privados, sean civiles o mercantiles. Las difi-
cultades técnicas son evidentes y se agravan para el caso español precisamente por las implicaciones constituciones
descritas en cuanto a la delimitación de competencias. Vid. «ILLESCAS, R., La unificación europea del derecho contrac-
tual europeo entre la realidad y el deseo», en DN, núm. 201, 2007. Más ampliamente, sobre el tema, vid. CAMARA, S.
(coord.), Derecho privado europeo, Madrid, 2003. También BERCOVITZ, «Un paseo de. medio siglo con el Derecho
mercantil», en DN, núm. 211, 2008, pp. 10-11.
27
Vid. «La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código Mercan-
til», op.cit. pp.16 y 17. Es importante en esta materia el trabajo de ALBIEZ DOHRMANN, «La modernización del derecho
de obligaciones en Alemania: un paso hacia la Europeización del derecho privado», RDP, 2002, nº 86, Número 3 pp.
187-206.
28
«La regulación de las obligaciones y de los contratos mercantiles en general en la “propuesta de Código Mercantil»,
op.cit. p.14.
29
«La deconstrucción del concepto del Derecho mercantil en aras de la unidad de mercado», RDM, 290, Octubre-
Diciembre 2013, pp. 40 y 41.
30
Para ALFARO AGUILA-REAL, “Los títulos-valor carecen de regulación civil, como ha ocurrido con el Derecho Concur-
sal por lo que la adscripción al Derecho Mercantil carece de sentido”. Vid. “Una concepción anticuada del Derecho Mer-
cantil: la materia mercantil en el siglo XXI”, op.cit. Puede verse igualmente, sobre esta cuestión, PÉREZ MILLÁN, «Codi-
ficación y descodificación de los títulos valores», RDM, Julio- Septiembre 2013, pp. 43 a 71.
31
ALFARO AGUILA-REAL, «Contra la promulgación Anteproyecto del Código Mercantil», op.cit.
32
«Un código nuevo en odres viejos», op.cit. pp. 69-82.
33
Vid. «La deconstrucción del concepto del Derecho mercantil en aras de la unidad de mercado», RDM, 290, Octubre-
Diciembre 2013, pp. 50 y 51.
34
Añade ALFARO que “El daño que ha hecho a la salud y a la calidad de nuestro Derecho Privado la ignorancia de los
mercantilistas de las instituciones del Derecho Civil y la de los civilistas respecto de las propias del Derecho de Socieda-
des, títulos-valor o propiedad industrial o competencia desleal o Defensa de la Competencia ha sido notable. Perseverar
en el error es diabólico (…) El Derecho Privado es un sistema con principios y valoraciones homogéneas y el carácter de
empresario de una de las partes de un contrato no determina en absoluto (sólo marginalmente) la bondad o necedad de
una u otra regulación de las relaciones entre particulares. El Derecho de Sociedades debe concebirse como el Derecho
de las organizaciones privadas y el carácter mercantil o civil es irrelevante”. Vid. “Una concepción anticuada del Derecho
Mercantil: la materia mercantil en el siglo XXI”, op.cit.
35
También lo es hablar de “Mercantilización del Derecho civil”. Aunque hay quien lo hace para denunciar, quizá no sin
razón, la mercantilización que supone el Anteproyecto en relación a la materia de obligaciones y contratos. Vid. GARCÍA

77
RUBIO, «La mercantilización del Derecho civil. A propósito del Anteproyecto de Código Mercantil en materia de obliga-
ciones y contratos», op.cit. pp. 185 y ss.
36
Sostiene RODRIGO TENA que en el nuevo Código “(…) la mercantilidad se extiende así a casi toda la actividad eco-
nómica, convirtiendo al Derecho civil (…) en referencia conceptual y terminológica de vigencia meramente intelectual”.
Vid. «Un Código nuevo en odres viejos», RDM, 290, Octubre –Diciembre 2013, p. 77.
37
Para quien, además, “Este punto es fundamental, puesto que la competencia exclusiva del Estado se refiere a las
normas mercantiles”. Vid. «La propuesta de Código Mercantil de la Comisión General de Codificación», op.cit. p.36.

Sobre el concepto de Derecho mercantil


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