You are on page 1of 11

ESCUELA Y REALIDAD

-Educación y mercado de trabajo


-Formación de valores
universitarios de la educación en el
-Redefinición
cambio social
MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
PROFRA: LOURDES JUZANY MEDRANO BENITEZ
ALUMNA: FRANCIA NAYELI ROMÁN PÉREZ

GRUPO: 2421
Introducción

La Escuela como institución ha sido celebrada y juzgada en todas las épocas de la


historia, muchas de sus características relevantes son: espacio de socialización,
asistencia a jornadas intensivas de trabajo, instrumento al servicio del Estado,
espacio de adquisición de valores, destrezas y habilidades para la integración social
y otras, las cuales han sido objeto de rechazo por unos y de adhesión para otros.

A pesar de las críticas, ha sido considerada como un lugar único y especial para
orientar los procesos de formación y aprendizaje, tanto de maestros como de
estudiantes.

La articulación escuela-realidad es imprescindible en las experiencias y procesos


de aprendizaje significativo, los cuales se constituyen a partir de situaciones
concretas. Si la escuela es pensada y organizada a partir de la realidad, es decir, a
partir de los problemas, de las situaciones, de las necesidades sentidas por los
estudiantes y maestros y de los conflictos que afectan a la comunidad organizada y
no organizada que afecta a los habitantes de una comunidad, a los ciudadanos,
entonces los partícipes de los procesos educativos, las relaciones, la organización
y todas las estrategias curriculares se orientan a la formación de personas capaces,
de apropiarse críticamente de las situaciones, de prácticas y de teorías que
conjuntamente con otros van construyendo.

Una escuela articulada a la realidad enseña a pensar, es decir, reflexionar desde la


realidad inmediata para irse abriendo progresivamente a la comunidad, a la región,
al país y al mundo.
Educación y mercado de trabajo

La teoría del capital humano desde el punto de vista neoclásico explica que la
educación es la variable determinante del éxito en el mercado laboral, mismo que
se refleja en mayor productividad e ingresos. Los individuos deciden invertir en su
formación para así obtener mayores beneficios futuros ya que existe evidencia de
diferenciales positivos entre quienes estudian más y quienes no lo hacen. Por tanto,
se dice que entre mayor sea la variación, los individuos dispondrán de mayores
incentivos. Sin embargo, esta perspectiva teórica no explica de forma clara la
variedad existente en los ingresos de individuos con un mismo nivel educativo.

Una realidad dentro de la teoría del capital humano es que muestra ciertas carencias
debido a las imperfecciones del mercado laboral, caracterizadas por desequilibrios
en la demanda de trabajo, con respecto a la oferta. De esta manera, las empresas
aprovechan la situación para contratar al personal más calificado, ofreciéndoles un
menor salario llamando a este fenómeno “sobreeducación”. Verificando que los
trabajadores que están sobreeducados ganan, en promedio, menos que aquellos
que no lo están, es decir, la sobreeducación va en detrimento de los salarios,
conduciendo a que los salarios de los más estudiados tiendan a ser menores.
La sobreeducación es el subempleo para los trabajadores profesionales,
consecuencia del retardo de las instituciones de educación superior para adaptarse
a la demanda laboral cambiante, ya que las universidades deben basar la expansión
de su oferta educativa en un estudio concienzudo del mercado, definiendo la
pertinencia de sus carreras, de forma que puedan proporcionar a sus egresados
mayores probabilidades de obtener ocupaciones en puestos profesionales, con alto
nivel salarial, grado educativo, área y nivel de conocimientos con plena conciencia
entre el empleo.
Los trabajadores infracualificados se deben enfrentar al desarrollo de un trabajo
para el que no se encuentran preparados, lo cual puede provocar frustración. A su
vez, los que consideran que su cualificación es superior a la necesaria para el
trabajo que desarrollan, manifiestan falta de motivación laboral por no poder utilizar
todo su capital humano, además de padecer una penalización salarial.

A partir del análisis de diversas fuentes oficiales de información sobre la situación


del empleo en México, se concluye que el problema del desajuste es un hecho que
se manifiesta a través del desempleo y el subempleo, si bien, existen problemas
con su conceptualización y formas de medición. No obstante que actualmente los
profesionistas, principalmente los más jóvenes, son quienes en mayor medida
afrontan el problema del desempleo.

Asimismo, se señala que este problema de desajuste tiene un carácter estructural


que difícilmente puede ser resuelto únicamente por el sistema educativo. Su
solución involucra necesariamente la participación de otros sectores sociales como
las empresas y el gobierno.
No obstante, a lo anterior, resulta contradictorio que los profesionistas vean cada
vez más limitadas sus oportunidades laborales, pues una de las formas a través de
las cuales pueden contribuir al desarrollo del país es, precisamente, mediante el
ejercicio de su carrera profesional. En este sentido, no solamente se trata de
ajustarse a los requerimientos del sector moderno de la economía, sino también de
los segmentos más rezagados que demandarían el apoyo de los profesionistas para
avanzar en su consolidación y desarrollo.

En una sociedad donde el aprendizaje es factor de igualdad o de diferencia, la


educación superior requiere valorar y aceptar el papel que juega el trabajo en el
aprendizaje.

El mercado como una relación de competencia que estimula el cambio tecnológico,


la necesidad de aprendizaje y la vinculación, requiere de modelos de educación
superior eficientemente orientados hacia el mercado y las diferenciaciones que
genera.

FORMACION DE VALORES UNIVERSITARIOS

La formación de los valores fundamentales del ser humano ocurre durante la


infancia y en la vida social, sin embargo, se considera de manera muy especial e
importante la educación formal. Cada ciclo escolar promueve ciertos valores de
acuerdo con la edad de los estudiantes, con los fines educativos, con las
aspiraciones de la sociedad y con la propia institución formativa de la que se trate.

Por ejemplo, en la educación básica se procura inculcar en los alumnos el aprecio


por los valores de la convivencia, el respeto a las leyes y normas de la sociedad, los
valores patrios y de identidad nacional. En la educación media superior se propicia
el amor por la cultura, el conocimiento, la justicia, la libertad y otros valores
humanos, sociales y políticos, mientras que en el nivel superior se busca crear en
los universitarios el sentido de la responsabilidad social propio del desempeño de la
actividad profesional, la formación ética y valores en aspectos profesionales,
docentes y de investigación o carácter científico.

Además, los valores matizan la cultura, los modos de ver el mundo y la vida, así
como la posibilidad de construir mundos deseables y utopías. La educación, como
actividad humana de naturaleza moral, siempre ha estado orientada por valores: el
ideal de la educación integral, la preparación profesional, el sentido de la ciencia y
la técnica. La pérdida de la capacidad de valoración se traduce en la pérdida del
gusto por la vida.

Las universidades priorizan tres grupos de valores: científicos, profesionales y


cívicos. La ciencia y la tecnología deben explicitar su sentido por medio de la función
social que desempeñan, pues estas actividades están atravesadas por valores que
dan un sentido ético a la ciencia y la tecnología.

Son valores principales del investigador universitario: la búsqueda de la verdad,


excelencia, compromiso social, responsabilidad y autonomía.

Al considerar como valores universitarios prioritarios aquellos que tienen relación


con las esferas científica, profesional y cívica, se cree se estarían cubriendo las
dimensiones que tienen que ver con la producción y difusión del conocimiento, con
el desempeño de las actividades inherentes a los distintos campos profesionales y
a la participación de los estudiantes y egresados universitarios en las actividades
cívicas del conjunto de la sociedad.

REDEFINICIÓN DE LA EDUCACIÓN EN EL CAMBIO SOCIAL

Son muy diversas las teorías sociológicas desarrolladas con el fin de explicar el
papel de la educación. La llamada “posición desarrollista” corresponde claramente
a la teoría que propone modificar superficialmente las relaciones sociales, con el fin
de aminorar los efectos imputables a las pautas conforme a las que se distribuye el
poder y la propiedad en la organización social vigente.

La educación contribuye a preparar los procesos de cambio, mediante la formación


de los recursos humanos que sean capaces de concebir y dirigir los procesos, tanto
en sus aspectos productivos, como en los organizativos y políticos, así como a
través de la capacitación de los sectores del proceso, es decir, de aquellos que
tendrán a su cargo la realización de cambio.

Por otra parte, el sistema educativo vendrá a apoyar el proceso de transformación,


si los educandos y los egresados participan en la iniciación y en la evaluación de
acciones que tiendan a modificar, paralelamente a los valores sociales y las
relaciones de producción.

El sistema educativo, de igual forma, podrá participar en la consolidación del


proceso de cambio, al preocuparse por garantizar el acceso de las mayorías a una
educación básica, que rebase los límites cognoscitivos, afectivos y valorales de la
educación convencional. Asimismo, dicho sistema podrá contribuir a consolidar
estos procesos, si proporciona elementos útiles para generalizar las innovaciones
exitosas.

Desde una perspectiva más real, la mejora de la escuela no sirve para


conceptualizar e imaginar el cambio porque no es capaz de contravenir el curso que
está tomando la educación.

Por medio de las iniciativas de los movimientos sociales se puede acercar hacia
propuestas más críticas a la realidad que ofrecen posibilidades no solo para renovar
la conceptualización del cambio educativo sino para revitalizar su implementación,
con acciones vinculadas a la política cultural y con fórmulas alternativas. El cambio
educativo y la reinvención de las intenciones de emancipación, las aproximaciones
posmodernas, posestructuralistas y del feminismo posestucturalista cuestionan un
aspecto esencial para el cambio en educación: la dimensión utópica de las prácticas
pedagógicas. Por lo que se refiere al cambio educativo, dentro del proyecto crítico,
esto implica problematizar una cuestión clave: la posibilidad de emancipación. Esto
no quiere decir, sin embargo, que haya que renunciar a dicha posibilidad, porque
cuestionar el punto de referencia de las teorías críticas no implica renunciar a pensar
o actuar de modo crítico.

En las sociedades actuales, la cualidad más fluida de la identidad y las múltiples


formas de sufrimiento complican la naturaleza de la opresión, aunque la distinción
entre opresor y oprimido sigue siendo significativa. La emancipación es una
aspiración contemporánea porque la dependencia, la opresión, el sufrimiento y la
irracionalidad continúan, pero lo hacen manifestándose en una pluralidad de formas
que no es posible analizar mediante los esquemas previos.

La opresión se refiere a las injusticias que surgen de las relaciones entre grupos
sociales, que no siempre coinciden con la opresión premeditada de un grupo sobre
otro. Tiene un sentido estructural, no se elimina sustituyendo a los gobernantes o a
las leyes, porque es alentada de modo sistemático por las instituciones culturales,
económicas y políticas claves. En un sentido amplio, la opresión estructural se
refiere a las grandes y profundas injusticias que sufren algunos grupos debido a las
maneras de pensar y actuar que la gente proyecta, a menudo de forma inconsciente,
en las interacciones corrientes.

La emancipación se acopla a las variadas formas de opresión y a sus múltiples


cruces para dar respuestas específicas de transformación social y educativa. Esto
es algo imprescindible porque cada forma de dominación se sirve de las otras y
entre todas se refuerzan mutuamente de modos muy complejos.

Por otra parte, la clase social y género tienen efectos contradictorios en las prácticas
cotidianas de la escuela, donde se produce un contexto asincrónico en el que las
tres dinámicas se configuran unas a otras constantemente.

La batalla para la reforma educativa supondría la lucha contra el capitalismo en los


ámbitos local y global, y requeriría de actitudes dispuestas al conflicto y a la crítica
por parte de los educadores para enfrentarse a las concepciones simplificadoras de
la educación, especialmente a aquellas procedentes de las visiones mercantilistas
y privatizadoras.

Las cuestiones de meta nivel aplicadas a la educación están presentes en


propuestas de cambio que incluyen la voz del alumnado en la toma de decisiones
de las escuelas y que promueven la investigación coparticipada del alumnado y del
profesorado para la producción compartida de conocimiento.
Conclusión

Nuestra sociedad está en constante cambio, a medida que se amplía el


conocimiento, la forma de vida también cambia. La globalización, la infraestructura,
la economía, los descubrimientos, las transformaciones e innovaciones científicas
tecnológicas dan origen a un mundo muy diferente y con base a ello las necesidades
de la sociedad también cambian, por lo que se adecuan todos y cada uno de los
mecanismos para atender de la forma más adecuada las necesidades del hombre
y la educación es parte de esa transformación.

La escuela debe centrarse y adecuarse a las nuevas necesidades de la sociedad,


de manera que pueda desarrollar de manera óptima el conocimiento que será
fundamental para el ejercicio que más adelante enfrentarán los alumnos al
encontrarse inmersos dentro del campo laboral.

La educación es fundamental para propiciar un cambio positivo dentro de la


sociedad, fomentar el crecimiento económico por medio del empleo y concientizar
la cultura.

Como es sabido, ahora la educación obligatoria en nuestro país comprende hasta


el nivel medio superior, lo cual desde la perspectiva del conocimiento permite a los
educandos tener mayores posibilidades dentro del campo laboral; lamentablemente
la controversia que existe sobre el hecho de que mientras más estudiado los
ingresos económicos son mayores, se ha convertido en una falacia, ya que en la
mayoría de los casos nos enfrentamos a empleos poco remunerados y con un alto
grado de explotación.Por otra parte, la educación no sólo es cuestión de números,
sino de cultura también, ya que al formar parte de una educación universitaria se
crea la conciencia de valores de carácter científico, cívico y cultural, generando así
una sociedad más productiva y de mejor calidad humana.

Lograr un cambio real de manera positiva dentro de la educación para una mejor
sociedad no es un reto fácil, pero en la medida de que los educandos adquieran
conciencia de todo lo que conlleva el ser educados será más notable la
transformación.
Bibliografía

García, D. (1993). La articulación escuela- realidad con relación pedagógica.


Centro Poveda, Santo Domingo.

Recuperado de:
http://www.centropoveda.org/IMG/pdf/No-3Articulacionescuela_realidad.pdf

Mungaray, L. A. (2001). La educación superior y el mercado de trabajo profesional.


Revista electrónica de investigación educativa. México

Recuperado de:
http://redie.uabc.mx/vol3no1/contenido-mungaray.html

Barba, M. (2003). Los valores y la formación universitaria. UAM. México

Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34003803

Muñoz, I.C. (2004). Hacia una redefinición del papel de la educación en el cambio social.
Revista Latinoamericana de estudios educativos. México

Recuperado de:
http://www.cee.iteso.mx/BE/RevistaCEE/t_1979_2_06.pdf

Rodríguez, R. M. (1988). Algunas aportaciones de teorías proscriticas al cambio educativo.


Universidad de A Coruña. Facultad de Ciencias de la Educación. A Coruña, España

Recuperado de:
http://www.revistaeducacion.educacion.es/re357/re357_27.pdf

Márquez, J. (2011). La relación entre educación superior y mercado de trabajo en México.


IISUE-UNAM. México

Recuperado de:
http://www.ses.unam.mx/integrantes/uploadfile/amarquez/AMJ2011_LaRelacionEntreESy
Mercado.pdf

Contreras, Y. M. (2012). Educación, mercado de trabajo, satisfacción laboral: el problema


de las teorías del capital humano y señalización de mercado. Revista de la Educación
superior. Universidad de Cartagena. Colombia.

Recuperado de:
http://publicaciones.anuies.mx/pdfs/revista/Revista163_S1A2ES.pdf

You might also like