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CONCEPTO
Partes formales: quienes postulan en el proceso una resolución de condena, es decir, el Ministerio
Fiscal y el acusador. El acusador puede ser: (a) la acción popular, (b) el ofendido, como acusador
particular. Ninguno es titular del ius puniendi.
Parte material: por otro lado, estarían las personas frente a quienes se pide una actuación del
Derecho: el acusado, que es titular del derecho a la libertad, y a quien se le considera en todo caso
parte material.
CLASIFICACIÓN
b. Delitos privados: son los que se persiguen sólo a instancia de parte, y sólo es necesario
el acusador privado.
Pueden ser los mismos sujetos (e.g. MF ejerce la acción civil y el acusador la reclama, y el
acusado sería responsable civil) pero los sujetos están acumulados. Son sujetos distintos en
cada objeto. Tú te puedes reservar tu pretensión civil para un proceso civil independiente,
habiéndolo declarado expresamente así.
PLURALIDAD DE PARTES
Se denomina litisconsorcio porque, aunque no todos estén obligados a ejercitar la acción penal,
la cosa juzgada de la sentencia que se dicte alcanza a todos los litisconsortes como si hubieran
intervenido en el proceso.
Puede haber también varios sujetos pasivos del proceso, como acusados. Esto puede ser cuando
haya >2 autores o partícipes, o cuando (aun siendo distintos los hechos) se deba resolver en una
misma sentencia por conexidad. Pero los autores no tendrían ningún vínculo.
Incluso respecto de la pretensión civil puede haber pluralidad de sujetos, diferentes incluso de los
acusadores y acusados. Esto es porque los perjudicados son exclusivamente actores civiles en este
supuesto, o buscan la reparación contra otra persona diferente del acusado.
PARTES ACUSADORAS
Son la parte activa en el proceso penal e instan (durante la instrucción) la práctica de las diligencias
necesarias para preparar el juicio y adoptar medidas precisas a ese fin. Formulan la acusación contra
una persona determinada una vez se abre el juicio oral.
MINISTERIO FISCAL
Órgano del Estado que promueve la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos
de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados.
También vela por la independencia de los tribunales y procura que satisfagan el interés social.
Tienen órganos propios para esto, una unidad de actuación y dependencia jerárquica, y están
siempre sujetos a la legalidad e imparcialidad.
Si el Estado quería garantizar que ciertas conductas no fueran impunes por su agravado reproche
social, y dado que prohibió la autotutela, necesitaba un órgano que pudiera postularse como parte,
puesto que las penas sólo se pueden imponer en sentencia dictada por un Juez.
Por lo tanto, según el art. 3.4 EOMF, podrán “ejercitar las acciones penales y civiles dimanantes de
delitos y delitos leves u oponerse a las ejercitadas por otros, cuando proceda”.
Su posición es contradictoria, porque defiende los derechos de los ciudadanos, pero también es
acusadora, practica diligencias de investigación y restringe los derechos, sosteniendo en el juicio la
condena e incluso interponiendo recurso contra la sentencia.
El Ministerio Fiscal es un órgano público colaborador de la jurisdicción, que no forma parte del
Poder Judicial, porque de sus miembros no se predican notas de independencia e inamovilidad,
como sí se hace de Jueces y Magistrados. Por eso, el art. 2.1 EOMF establece que el MF ejerce su
misión por medio de órganos propios.
El Ministerio Fiscal nunca podrá juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, ni realizar actos de prueba como
tal, ni limitar el libre ejercicio de los DDFF como lo hace el Poder Judicial, ni afectar al derecho a la
tutela judicial efectiva.
LEGITIMACIÓN
El ordenamiento le reconoce al Fiscal la legitimación para ejercitar la acción penal en todos los
casos de delitos públicos, debiendo promover la acusación y entablar la acción civil aunque haya un
acusador particular en el proceso.
En los delitos semipúblicos, se requiere que haya una denuncia previa de la persona agraviada (o su
representante) para que el Ministerio Fiscal pueda intervenir, una vez se dé ese presupuesto,
entonces intervendrá como si se tratara de un delito público.
Descubrimiento y revelación de secretos, abandono de familia, daños por imprudencia grave (>80K€),
delitos societarios, delitos de amenazas, coacciones, injurias o vejaciones, lesiones por imprudencia o
muerte por imprudencia leve.
PRINCIPIOS DE ACTUACIÓN
Esto significa que el Ministerio Fiscal no podría atender a criterios de oportunidad, por lo tanto,
desde que se cometa un delito perseguible de oficio, el Ministerio Fiscal estará obligado a
ejercitar la acusación con independencia de cualquier consideración de política criminal.
También lo tendría en los delitos leves (antiguas faltas, modificando el principio de legalidad
estricto, que era un punto a partir del sistema procesal penal español. Es sólo para los delitos
leves, mientras que el resto de infracciones penales siguen estando ligadas a la obligatoriedad
del ejercicio de la acción penal y al principio de legalidad. Esto se daría sólo porque lo pida el
Ministerio Fiscal, y no existiría condición alguna que deba cumplir el denunciado para que se
dicte auto de sobreseimiento.
Deberá instar el castigo del culpable, pero también solicitar la absolución del que considere
inocente.
iii. Interpondrá la querella cuando estime que la persona es responsable de los hechos por los
que se procede;
v. Aunque la investigación sea para la autoridad judicial, el Ministerio Fiscal tiene que
inspeccionar los sumarios de los delitos públicos, y no se les puede decir que la investigación
es secreta. Tienen que tener copia de todas las resoluciones apelables;
vi. El representante del MF que actuara en el procedimiento podrá instar a la práctica de las
diligencias y la adopción de las medidas que repute necesarias para el buen fin de la
investigación. También está legitimado para impugnar las resoluciones judiciales.
vii. Puede pedir el fin del sumario, y que directamente se remitan las actuaciones al tribunal
que convenga, cuando tengan los elementos suficientes para la calificación.
viii. Si se decretara la apertura del juicio oral, procederá el Fiscal a formular escrito de
acusación o de calificaciones contra el encausado, o si lo considera, pedir su absolución.
Durante el juicio, el Ministerio Fiscal es una parte más.
x. Debe entablar la acción civil con la penal, haya o no en el proceso acusador particular, salvo
que el ofendido renunciara expresamente a su derecho de restitución o se la hubiera
reservado.
Hay tres tipos de acusadores no públicos que pueden actuar en el proceso penal: (a) acusación
popular, (b) acusador particular, (c) acusador privado. La principal diferencia es que los primeros
están ahí de forma voluntaria, y el acusador privado es necesario según el tipo de delito.
Para ser parte se exige que el acusador tenga capacidad, capacidad para ser parte y capacidad
procesal. No se permite a los menores de edad o incapacitados actuar como partes acusadoras; si lo
hicieran tendrían que actuar por medio de un representante legal.
La LEGITIMACIÓN ACTIVA tiene un tratamiento singular, dado que el ius puniendi lo tiene el
Estado, y que el acusador no actúa por derecho propio, ya que no hay derecho a obtener una
condena penal.
El Ministerio Fiscal tiene legitimación activa como defensor de los derechos, pero el ciudadano tiene
legitimación activa con total independencia de que haya sido agraviado u ofendido por los hechos
que se persiguen. Se ejercita el derecho de acción popular, por la naturaleza pública del delito.
Si el delito fuera privado o semipúblico, la legitimación activa sólo la tiene el titular del bien jurídico
afectado por el delito, es decir, quien ha sufrido el daño o el agravio. No podría actuar la acusación
popular.
En cuanto a la legitimación de las personas jurídicas, pueden intervenir en casos en los que sean los
agraviados; así como en los casos en los que el delito esté relacionado directamente con su objeto
social (e.g. una asociación ecologista para acusar de un delito contra el medioambiente). No podrán
acusar como acción popular, si no tienen relación alguna.
1. No podrá ejercitar la acción penal quien hubiera sido condenado dos veces por sentencia
firme como autor del delito de denuncia o querella calumniosa, ni los Jueces y
Magistrados;
Sólo podrán hacerlo cuando se trate de hechos delictivos cometidos contra su persona o
bienes, o contra personas o bienes bajo su guarda legal, o contra su cónyuge, ascendientes,
descendientes o hermanos.
ACUSADOR POPULAR
En los delitos públicos cualquier ciudadano puede mostrarse parte activa junto al Ministerio Fiscal
hasta el momento de calificación (art. 101 LECRIM). Puede intervenir durante todo el
procedimiento (desde la investigación hasta el juicio oral) y puede además impugnar las
resoluciones desfavorables.
Esta figura ha dado lugar a notables abusos por parte de partidos políticos, entidades públicas o
asociaciones. Esto ha llevado a una limitación de la acusación popular por parte del Tribunal
Supremo con su interpretación del art. 782.1 LECRIM.
La acción popular se ejercita por medio de querella, siempre. Se puede presentar hasta el momento
en que haya de formularse escrito de acusación o de calificación provisional.
Es la persona física o jurídica que por haber sido ofendida o agraviada por los hechos delictivos se
constituye en parte activa en el proceso penal. Es decir, la diferencia entre acusador popular y
acusador particular es que el acusador particular ha sido afectado directamente por el delito.
Pueden ser acusadores particulares tanto los españoles como los extranjeros, estos últimos para
perseguir delitos que afecten a su persona o a sus bienes, o a los de sus representados. Ninguno
tiene que prestar fianza, salvo que por Convenios de la Haya no estén exentos.
Tienen derecho a ser partes plenas y a acceder a los servicios de justicia restaurativa.
ACUSADOR PRIVADO
Parte acusadora necesaria en los procesos penales por hechos delictivos privados, es decir,
calumnia e injuria contra particulares. En estos casos queda excluido el Ministerio Fiscal. Estos
procesos se inician por querella, que marca el punto de partida de las actuaciones y le constituye
como parte. Si renunciara, se perdería la condición de parte, así como si se apartara de la querella o
la abandonara tácitamente.
Si no quiere que se dé por abandonado, es él quien tiene que instar el curso de las actuaciones
practicando las diligencias necesarias e interviniendo a lo largo del proceso.
Sólo puede ser acusador privado el ofendido, y si no tuviera capacidad, entonces el que pudiera
suplir su incapacidad.