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TESIS DOCTORAL

Título

El ámbiente musical de Logroño en la Bella Época

(1880-1914)

Autor/es

Carlota Aldayturriaga Miera

Director/es

Pilar Camacho Sánchez y José Luis Gómez Urdáñez

Facultad

Facultad de Letras y de la Educación


Titulación

Departamento

Ciencias Humanas

Curso Académico

2014-2015
El ámbiente musical de Logroño en la Bella Época
(1880-1914), tesis doctoral
de Carlota Aldayturriaga Miera, dirigida por Pilar Camacho Sánchez y José Luis Gómez
Urdáñez (publicada por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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© El autor
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E-mail: publicaciones@unirioja.es
Departamento de Ciencias Humanas

EL AMBIENTE MUSICAL DE LOGROÑO EN


LA BELLA ÉPOCA (1880-1914)

TESIS DOCTORAL

Autora: Carlota Aldayturriaga Miera

Directores: María Pilar Camacho Sánchez y


José Luis Gómez Urdáñez

Logroño, abril de 2015

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ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS, 5
CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN, 7
CAPÍTULO 2: LOGROÑO EN LA BELLA ÉPOCA, 23
2.1. LA BELLA ÉPOCA EN LOGROÑO: DOS ETAPAS.-Logroño en el periodo sagastino
(1885-1903).- El cambio de siglo. Logroño después de Sagasta, 27
2.2. MÚSICA Y SOCIEDAD, 42
CAPÍTULO 3: LOS CENTROS DE ACTIVIDAD MUSICAL, 49
3.1. LOS SALONES.- Salones Privados.- Asociaciones, 54
3.2. LOS CAFÉS, 101
3.3. LOS TEATROS, 129
3.4. LA CRÍTICA MUSICAL, 188
CAPÍTULO 4: COMPAÑÍAS ARTÍSTICAS, 193
4.1. CLASIFICACIÓN DE LAS COMPAÑÍAS ARTÍSTICAS, 197
4.2. COMPAÑÍAS DE ZARZUELA. 4.2.1. Compañía del teatro de Logroño.- 4.2.3. Compañías
foráneas, 229
4.3. COMPAÑÍAS DE ÓPERA. 4.3.1. Compañías de ópera españolas. 4.3.2. Compañías de ópera
italianas, 341
CAPÍTULO 5: GÉNEROS MUSICALES, 363
5.1. LA MÚSICA PARA PIANO, 364
5.2. LA CANCIÓN, 375
5.3. LA MÚSICA CORAL, 383
5.4. LA MÚSICA DE CÁMARA, 397
5.5. LA MÚSICA SINFÓNICA, 421
5.6. EL TEATRO LÍRICO: ZARZUELA Y ÓPERA, 510
CAPÍTULO 6: PERSONAJES RELEVANTES EN EL AMBIENTE MUSICAL DE LOGROÑO, 577
6.1. COMPOSTORES, 582
6.2. CANTANTES, 605
6.3. INSTRUMENTISTAS, 612
6.4. OTROS ARTISTAS RIOJANOS, 619
CAPÍTULO 7: ¿CÓMO SONABA AQUELLA MÚSICA?, 623
7.1. ZOA, 625
7.2. LA GOYA, 639
7.3. COSO BLANCO, 646

CONCLUSIONES, 653
BIBLIOGRAFÍA, 675
APÉNDICE, 691

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AGRADECIMIENTOS

Esta tesis es el resultado de un proceso de trabajo e investigación en el que son


muchas las personas a las que debo mostrar mi gratitud sincera por su ayuda y sus
ánimos en la ardua tarea. Todas ellas han contribuido a llevar el trabajo a buen término
con su apoyo tanto académico como moral, algo muy necesario en un proceso tan
intenso como es la elaboración de una tesis doctoral.

En primer lugar me gustaría mostrar mi gratitud a mis directores de tesis, la


Doctora Pilar Camacho Sánchez y el Doctor José Luis Gómez Urdañez, quienes en todo
momento han sabido escuchar mis problemas y dificultades al abordar este trabajo,
ofreciéndome siempre los mejores consejos.

A la Doctora Pilar Camacho Sánchez he de agradecerle su confianza en mí desde


el primer momento, sus sabias orientaciones, su atención constante a mi investigación y
sus ánimos continuos. Ella es la gran responsable de la realización de este trabajo, al
abrir ante mis ojos un nuevo campo de posibilidades y expectativas, que me llevaron a
tomar la decisión de embarcar en este proyecto. Gracias por estar presente a lo largo de
mi trayectoria académica, investigadora y profesional, por sus consejos, energía,
confianza y amistad.

Asimismo quiero expresar al Doctor José Luis Gómez Urdañez mi


reconocimiento por su asesoramiento, su exhaustiva revisión y sus impulsos tenaces en
el trabajo. Sus amplios conocimientos en el campo de la historia contemporánea han
sido siempre mostrados con gran claridad y finalmente traducidos en acertados consejos
para culminar esta tesis doctoral.

Agradezco la colaboración de todo el personal de las instituciones en las que he


realizado esta investigación, por su atenta y desinteresada colaboración. A los miembros
del Instituto de Estudios Riojanos, a los funcionarios del Archivo Municipal de Logroño
y del Archivo Histórico Provincial de La Rioja. Quisiera mencionar de manera especial
a Micaela Pérez, por su amable colaboración, así como el interés mostrado en la
localización de interesantes y valiosos documentos, como lo han sido las partituras
inéditas de compositores riojanos. La facilidad de acceso a los fondos de estos espacios

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de Logroño, al igual que al Archivo de la Biblioteca Nacional de España, ha facilitado
la realización de este trabajo.

También quisiera mencionar a Fernando Maguregui y agradecerle su atención e


ilusión mostrada en la búsqueda de documentos que nos dieran referencias sobre la vida
de su abuelo, uno de los protagonistas de este trabajo de investigación.

Mis amigas han sabido comprender mi dedicación y me han alentado, animado y


confortado, haciéndome sentirles cerca, a pesar de la distancia.

A Oihana Barandiarán, gran amiga que en todo momento ha mostrado interés en


este proyecto y se ha involucrado en su realización. Gracias por esos análisis tan
aclaratorios y porque a través sus conocimientos musicales he podido recibir pequeñas
pautas, siempre acertadas, acompañadas de grandes dosis de ánimo.

A mi amiga Marta Ruiz de Alegría por su cariño y comprensión en los momentos


de desaliento, su compañía desde la lejanía y su interés y preocupación en todas las
fases hasta la culminación de este trabajo.

Mi familia ha soportado también el peso de esta tesis y a ellos quiero expresar mi


gratitud más sentida por comprender mis momentos de ausencia y estar conmigo hasta
el final.

A mis padres, Valva e Iñaki, por el apoyo incondicional, la comprensión y el


cariño que me han prestado en todo momento a lo largo de mi carrera, por enseñarme el
valor de la cultura y sobre todo la importancia de la paciencia, el sacrificio y la
humildad.

Las personas más importantes y que han vivido la realización de este proyecto en
su día a día han sido mi marido Pablo y mi hija Naiara. Ambos se han colmado de
paciencia para sobrellevar los momentos más difíciles y han sabido comprender mi
dedicación. No solo ha sido indispensable su apoyo constante, sino que han soportado
con paciencia años de sacrificio, tensiones y ausencias. Por todo ello, forman parte de
muchas de las páginas aquí escritas.

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CAPÍTULO 1: INTRODUCCIÓN

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EL TEMA Y EL ÁMBITO ESPACIAL
Tras cursar mis estudios de Musicología en la Universidad de Oviedo, se suscitó
en mí el interés por investigar acerca del mundo musical del siglo XIX español. La
música española de este periodo histórico no había sido estudiada en profundidad hasta
las investigaciones realizadas por el catedrático de musicología Emilio Casares, que
realizó un proyecto de gran envergadura del que tomaron parte otros musicólogos. Así,
encontramos aportaciones a la historia de la música española de la época con la tesis
sobre la canción, Canción y sociedad en la España del siglo XIX, leída por Celsa
Alonso en 1993; El sinfonismo español en el siglo XIX: la Sociedad de Conciertos de
Madrid, tesis leída por Ramón Sobrino en 1992; Federico Chapí, tesis leída por Luis
García Iberni en 1993, todas ellas leídas en la Universidad de Oviedo; La restauración
de la zarzuela en el Madrid del XIX (1832-1856), leída por Encina Cortizo en 1993 en
la Universidad Complutense de Madrid y La música madrileña del siglo XIX vista por
ella misma (1868-1900), tesis leída por María del Valle de Moya Martínez en 1997, en
la Universidad de Castilla la Mancha. Todos ellos con su investigación han respondido
a muchos interrogantes sobre este periodo histórico que había sufrido una condición de
inferior frente a la producción nacional de otras épocas, y por supuesto frente a la
producción europea de la época. El desconocimiento de las manifestaciones musicales
del siglo XIX fue la principal causa del poco valor que se le había dado, algo que ha ido
cambiando tras las investigaciones realizadas.

El hecho de encontrarme viviendo en la ciudad de Logroño me llevó a la idea de


investigar sobre lo que había sucedido durante este mismo periodo histórico en el
ámbito musical riojano. No me cabía duda de que en la capital de España, la riqueza
musical había sido mucho mayor, pero tampoco imaginé, al abrir las primeras páginas
de los periódicos riojanos de la época, que en una capital provinciana como Logroño se
hubiesen celebrado tantos acontecimientos musicales durante los últimos años del siglo
XIX y los primeros del XX. Este hecho me animó a seguir adelante con mi
investigación, que ha culminado en un trabajo que abarca 34 años de música en un
periodo histórico dividido en dos por el cambio de siglo y a su vez por una guerra
colonial, que dejó su huella en todas las provincias españolas y a cuyos efectos se unió
en toda La Rioja el drama de la plaga de la filoxera que arruinó el viñedo en el momento
en que el comercio del vino con Europa, a través del ferrocarril, constituía la principal
fuente de riqueza de los riojanos.

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Se han realizado estudios relacionados con el tema en otras provincias españolas
como es la tesis leída por María Nagore en 1993 en la Universidad complutense de
Madrid, La sociedad Coral de Bilbao en el contexto del movimiento coral europeo; el
estudio de María Antonia Virgili Música y teatro en Valladolid en el siglo XIX; la tesis
de Vicente Castellanos Ciudad Real: música y sociedad (1915-1965) leída en el año
2002 en la Universidad de Castilla la Mancha o el estudio de Francisco José Álvarez
García Música y cafés salmantinos a comienzos del siglo XX, a través de la prensa
local. Todos ellos han sido tenidos en cuenta en nuestro estudio.

En Logroño encontramos algunos estudios que hacen referencia al mundo teatral


de la capital riojana en la citada época, como la tesis de Francisco Domínguez Matito El
teatro en La Rioja (1585-1808) leída en 1991 y una publicación posterior de esta tesis,
en 1998, en la que trata de reconstruir los patios de comedias de Logroño y Calahorra y
documenta las representaciones teatrales entre 1580 y 1808. La tesis de Inmaculada
Benito Argáiz La vida escénica en Logroño (1859-1900) leída en 2003, supone una
aproximación más rigurosa a la vida escénica logroñesa durante la segunda mitad del
siglo XIX. La tesis de María Ángel Somalo El teatro en Logroño (1901-1950) leída en
2004 ofrece una visión del panorama escénico en Logroño durante la primera mitad del
siglo XX centrándose en el estudio de los teatros logroñeses y las obras en ellos
interpretadas. Todas ellas están enfocadas desde la perspectiva escénica, dejando el
aspecto musical en un segundo plano y ciñéndose a las representaciones en el teatro.
Otro estudio realizado en Logroño relativo a la construcción del edificio del teatro
Principal y posteriormente teatro Bretón de los Herreros ha sido realizado por
Inmaculada Cerrillo, quien se interesa sobre todo por la arquitectura teatral, haciendo un
recorrido por los diferentes proyectos llevados a cabo hasta su construcción definitiva
en 1879, en el marco de sus conocidos estudios sobre el urbanismo de la ciudad.

Por otra parte, la tesina de Andoni Fernández Díez, Espacios de sociabilidad en


Logroño a comienzos del siglo XX. Una aproximación a la historia del ocio, nos acerca
a las formas de entretenimiento de los ciudadanos riojanos de la época, al igual que
Francisco Bermejo Martín lo hace con su libro La II República en Logroño, ocio y
espectáculos, que a pesar de ubicarse en años posteriores, realiza alusiones y referencias
al periodo de la Bella Época. Sin embargo, no había sido investigado cuál era el

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ambiente puramente musical del Logroño de entre siglos, tarea que acogí con gran
interés.

Las tesis encuadradas en el campo de la musicología, leídas en Logroño hasta la


fecha han abordado el campo de la música religiosa. Encontramos la tesis de Pilar
Camacho La música en la iglesia riojana de Briones: formación de un archivo musical
parroquial, leída en el 2000 y la de Petra Extremiana Monodía litúrgica en La Rioja
(siglos XII-XIX) del año 2002, leídas ambas en la Universidad de La Rioja. Sin
embargo, ningún musicólogo había abordado hasta hoy el campo de la musicología en
la Edad Conteporánea en La Rioja, con la música profana como principal protagonista.
Considero este ámbito de gran interés por la importancia que conlleva el papel de la
música en la democratización de la cultura y en la formación de una sociedad culta y
sensible. Tras las desamortizaciones producidas en España desde comienzos del siglo
XIX, la música popular necesitó un lugar diferente de la iglesia para acercarse al pueblo.
Este proceso se realizó mediante los centros de ocio, que fueron los protagonistas de la
vida musical de Logroño durante la Bella Época, periodo en el que se encuadra mi
trabajo de investigación.

LA EXTENSIÓN TEMPORAL
Este trabajo pretende reflejar cómo era el ambiente musical en Logroño a finales
del siglo XIX y principios del XX, dentro de un periodo histórico denominado Bella
Época. Esta expresión se utilizó para designar un periodo de la historia de Europa
comprendido entre las últimas décadas del siglo XIX y el estallido de la Guerra de
1914. París fue la ciudad de referencia de la Belle Epoque, espacio en el que florecieron
las artes y las novedades de todo género y se dieron cita numerosos artistas, en especial
músicos y escritores desarrollando sus ansias de expresión y creación musical. Junto a
París, fueron Viena, Praga y Budapest las siguientes ciudades que vivieron el espíritu
creador y expresivo de la Bella Época, y con el paso de los años, se hará notar su
influencia en Madrid.

En las provincias españolas también se reflejó la influencia de La Bella Época,


que supuso para La Rioja una gran expansión industrial que incrementó la acumulación
de capital, la riqueza de las grandes familias y, tras la crisis del 98 y la filoxera,

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violentos enfrentamientos de clase: todo ello dio lugar a nuevas formas culturales como
no se habían conocido antes. La sociedad de este periodo histórico pasaba sus ratos de
ocio y entretenimiento en los cafés, salones, reuniones y bailes en los círculos,
sociedades y en el teatro. En unos y otros, cada uno a su modo y con una fuerte
separación delas distintas clases sociales –y por tanto de los géneros y estilos artísiticos-
, la presencia de la música adquirió importancia de primer orden ya que la nueva
sociedad burguesa reclamaba un tipo de música en consonancia con su protagonismo
económico y social, bien distinto a la música popular. De igual modo, las calles de la
ciudad fueron un espacio de sociabilidad preferido por los logroñeses, espacio principal
para la interpretación musical por las bandas civiles y militares de Logroño, mientras
tabernas y cafés acogían orquestinas que amenizaban a las clases populares.

El periodo objeto de estudio se inicia en el año 1880 y finaliza en el año 1914. La


idea inicial había sido centrar mi investigación en el periodo Romántico, utilizando
diferentes fuentes hemerográficas como recurso principal. Sin embargo, los primeros
periódicos y revistas se publicaron en Logroño durante la década de 1880, por lo que
decidí comenzar el estudio a partir de esta fecha. Durante esta década emergió con
fuerza la prensa, y al reconocerse la libertad de expresión por la acción política del
riojano Sagasta, los periódicos tuvieron gran presencia de textos literarios, además de
aparecer en ellos la música con bastante importancia. A su vez, durante la década de
1880 se inauguraron en la capital riojana numerosos cafés y salones, además de la
construcción del teatro Principal, inaugurado precisamente en el año 1880, año en el que
comienza mi investigación. La sociedad comenzó a agruparse en asociaciones,
surgiendo el movimiento asociativo en el campo político, laboral y cultural y también
en el mundo del ocio y la diversión, pues no fueron pocas las asociaciones creadas
exclusivamente para este fin y generalmente solo para hombres, los únicos que podían
ser socios. Así, los cafés y los salones de estas agrupaciones fueron los espacios
preferidos de la nueva burguesía emergente en la época, manteniendo la costumbre de
reunión y consumo cultural, además del recientemente inaugurado teatro Principal, que
era el templo principal del ser y ser visto.

La fecha de finalización de la investigación ha sido 1914 por el corte que supone a


nivel histórico el comienzo de la I Guerra Mundial.

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La propia cronología de los acontecimientos de la historia de España, y más
concretamente de La Rioja, me ha hecho dividir mi trabajo en dos bloques
perfectamente diferenciados.

El primer periodo abarca los años 1880-1898. Es lo que consideramos el primer


periodo de la Restauración, un periodo muy prolífico a nivel artístico y musical,
marcado por el reinado de Alfonso XII (1875-1885), la Regencia de María Cristina y
que termina con el Desastre del 98 y la muerte de Sagasta en 1903, quizás el político
más querido por los riojanos de los últimos siglos.

Es la época de auge de la zarzuela, género musical que había renacido a mitad de


siglo y que inundó los espacios teatrales, además de los cafés, lugares de ocio y
entretenimiento preferidos de la sociedad de clase media. Durante las dos últimas
décadas del siglo XIX la zarzuela grande se encontraba en época de crisis tras el
advenimiento del género bufo, género que finalmente resultó ser mucho menos prolífico
que aquella. Sin embargo, el género lírico favorito de la nueva sociedad burguesa fue el
género chico, modalidad de zarzuela en un acto que había comenzado en el teatro
Variedades de Madrid y rápidamente fue elegida por los empresarios de los teatros
líricos para encontrar mayor rentabilidad en un periodo en el que el público comenzaba
a cansarse del género. A su vez, algunas compañías de ópera actuaron en los teatros de
Logroño, lo que supuso una gran aportación, especialmente para la clase alta, que
respaldaba de este género y contaba con su abono teatral ocupando los mejores asientos
del teatro con asiduidad.

A su vez, en los salones y cafés de Logroño, muchos ciudadanos logroñeses


disfrutaban de veladas artísticas que incluían gran cantidad de números musicales,
interpretados al piano o por pequeñas agrupaciones de cámara, así como espectáculos de
canto.

El piano, instrumento por excelencia del periodo romántico, ofrecía al músico la


posibilidad de expresar todo tipo de composiciones, desde lieder hasta arreglos de las
más conocidas zarzuelas y óperas del momento. Este instrumento fue indiscutible
protagonista en los salones, siendo el elemento en torno al cual se concentraban las
veladas de los espacios privados que existían en las clases altas de la ciudad, así como

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los círculos de recreo como La Amistad, La Fraternidad o el Círculo Logroñés. La clase
media pudo disfrutar de veladas al piano en los cafés, al contar la mayoría de éstos con
un piano y un pianista, que actuaba en algunas ocasiones en solitario y en otras,
acompañado por diferentes agrupaciones o cantantes que pasaban por la ciudad.

La canción fue otro de los géneros en su mayor parte cultivado en salones y cafés,
siendo una práctica a la que se dedicaron numerosos compositores del siglo XIX. Se
trataba de música vocal de consumo a la vez que un pilar esencial de la sociabilidad
musical burguesa. Este género se interpretó en los salones y cafés de Logroño,
trascendiendo además al teatro.

La música de cámara tardó en despertar interés en el público riojano. No obstante,


las agrupaciones de cámara fueron en algunas ocasiones protagonistas de los bailes
celebrados en los salones de la capital riojana. Asimismo, se celebraron pequeños
conciertos en los salones de los círculos de recreo, y más en los cafés concierto, en los
que la actividad más intensa tuvo lugar entre los años 1890 y 1895.

No debemos olvidar a las bandas de música, protagonistas en primer lugar de los


conciertos en el paseo Príncipe de Vergara, y de los bailes de los salones. De igual
modo fueron protagonistas de algunos actos del teatro en los intermedios de las
representaciones de zarzuela así como en actos independientes, en los que tomaron
parte, entre otros, los Orfeones de la ciudad.

Todas estas actividades fueron la manera de educar musicalmente a la nueva


sociedad burguesa de La Rioja, para la que la música era un elemento fundamental de la
cultura y el ocio. Sin embargo, esta sociedad requería centros de enseñanza musical que
cubrieran una demanda siempre creciente de música y músicos, y ello se logró gracias a
los esfuerzos de ciertas personas que crearon centros de enseñanza y academias
municipales, principales medios de educación musical en una capital provinciana como
Logroño.

El segundo periodo de esta investigación es un periodo de entre-guerras, que


abarca los años 1898-1914. La guerra de las colonias con la pérdida de Cuba marcó un
antes y un después en la sociedad española, que afectó también en provincias como La

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Rioja. El desastre de 1898 creó un ambiente pesimista y la vida de los riojanos quedó
marcada por la guerra, la crítica a los políticos del desastre, la desconfianza en los
dirigentes y en amplias capas sociales, la pobreza y la emigración. Ello llevó a una
delimitación de clases y de intereses cada vez más diferenciados, que estallarían en los
años 1918-1920 en la mayor oleada de huelgas conocida hasta entonces.

Seguido llegó el cambio de siglo, una nueva era en la que a nivel artístico se
produjeron grandes cambios, la producción musical descendió y el nivel de las obras
interpretadas fue más bajo. La novedades del cambio de siglo como el género ínfimo y
los espectáculos de varietés se apoderaron de la sociedad de la época, que vivió sus
momentos de ocio en los mismos espacios que hasta la fecha, pero impregnados de una
música ligera y otros espectáculos más sencillos de entender. Continuaron
representándose zarzuelas, pero las sesiones teatrales incluían sesiones de
cinematógrafo en algunas ocasiones y espectáculos de varietés, en otras. Estos nuevos
espectáculos respondían a lo que comenzaban a ser las modas del momento, lo que
implica un gusto popular y no de educación culta que este país no había recibido en las
provincias.

En los salones y cafés de Logroño continuaron las veladas con el piano como
instrumento protagonista, en algunas ocasiones en solitario y en otras acompañando a
las voces de moda del momento. Cada vez son más los concertistas locales que deleitan
a los ciudadanos, tras la formación recibida en las academias de música de Logroño e
incluso en algunos casos, la formación recibida en Madrid.

A nivel de agrupaciones instrumentales se observa, sin embargo, que el nivel


musical se mantiene o incluso aumenta durante la primera década del siglo XX. Al igual
que sucede con los conciertos para piano, continuaron los conciertos de música de
cámara y las bandas de música en el paso de la ciudad. A esto hay que añadir la
creación de agrupaciones sinfónicas, gracias a apertura en Logroño el Centro Artístico,
primera sociedad instructivo-recreativa de Logroño y similar a una sociedad de
conciertos. Esta sociedad creada por el liberal Salvador Aragón en 1906 dio vida al
ambiente musical de Logroño. Fue la única sociedad que contó con una orquesta
sinfónica, pero su gran labor fue la de colaborar en la educación musical de la sociedad
riojana, no solo por la creación de pequeñas academias de música que se crearon en su

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seno, sino porque consiguió acercar a Logroño a las orquestas que estaban triunfando en
aquel momento en el resto de España e incluso en Europa.

Podemos observar con ello que durante los primeros años del siglo XX, a pesar de
haber un descenso a nivel cultural en el ámbito del teatro lírico, la música sinfónica
entró a formar parte del panorama musical riojano. Este segundo periodo de mi
investigación culmina con la I Guerra Mundial, coincidiendo con el fin de la Bella
Época.

Durante ambos periodos, los espacios de ocio musical preferidos por la sociedad
riojana fueron los mismos, pero sus circunstancias fueron cambiando con el devenir de
la historia, que afectó a la sociedad en lo que a música se refiere. El género lírico
interpretado en los teatros fue sufriendo variaciones, al igual que sucedió con los
variados géneros musicales que se cultivaban en los cafés, que pasaron de ser cafés-
concierto a cafés-teatro en algunas ocasiones, para volver a ser cafés-concierto.
Asimismo, se fueron creando nuevas sociedades, en cuyos salones se celebraban
veladas en las que la música, junto con la poesía y la literatura, tuvo gran importancia,
además de mejorar la formación de las bandas de música, gracias a la creación de la
Academia Municipal. En todas estas agrupaciones fue fundamental el papel de personas
particulares que estaban deseosas de alimentar la cultura musical riojana y colaboraron
con esfuerzo en que ello fuera posible.

OBJETIVOS
El principal objetivo de este trabajo ha sido descubrir cuál era el ambiente musical
de Logroño durante el periodo de la Bella Época, relacionando los aspectos musicales
con la historia de la ciudad y sus habitantes, única manera de entender la función social
de las artes. Las crónicas de la prensa del momento nos han prestado su palabra como
traducción fiel de lo que sucedió en la capital riojana durante aquellos años en lo que a
música se refiere. Por ello, a través de los documentos del pasado, los personajes, las
asociaciones y la propia música son quienes hablan por sí mismos para transmitirnos lo
que fue musicalmente la ciudad de Logroño durante aquel periodo.

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Para lograr este objetivo principal he tenido que plantearme otros secundarios,
aunque no por ello menos importantes, ya que todos ellos aportan la consecución final
de mi investigación.

He pretendido localizar cuáles fueron los principales espacios de ocio y


entretenimiento en los que se interpretaba música durante el periodo citado, indagando
en su localización, reformas realizadas en estos espacios, fundadores y dueños de cada
uno de ellos, así como la actividad musical que se llevó a cabo con el paso de los años,
influida lógicamente por el devenir de los sucesos históricos.

Al ser el teatro uno de los grandes espacios protagonistas de la época, me propuse


como siguiente objetivo la realización de un estudio acerca de las representaciones de
género lírico que en este espacio se llevaron a cabo. Ello trajo consigo profundizar en
cuáles fueron las compañías artísticas que visitaron el teatro, qué obras del género
lírico-dramático interpretaron, cuáles fueron las obras más veces interpretadas, así como
el compositor de las obras, zarzuelas y óperas, más veces interpretadas. Todo ello es una
muestra clara de los gustos de la sociedad de la época.

El siguiente objetivo ha sido el estudio de los géneros musicales consumidos en


los diferentes espacios de ocio de Logroño. Dentro de este se incluye en estudio de la
música para piano, la canción, la música coral y la música de cámara y sinfónica. Al ser
la música de bandas la más constante y detallada en las fuentes encontradas, me propuse
realizar un estudio detallado de los géneros musicales interpretados por estas
agrupaciones que amenizaron los paseos y calles de la ciudad, con asiduidad durante
todo el periodo estudiado. Las bandas de música interpretaban arreglos de música para
piano, de zarzuela y óperas, así como de sinfonías, lo que muestra un estudio completo
de la música más escuchada a nivel general por aquella sociedad.

Gran parte de la música interpretada en Logroño no hubiera sido posible sin la


colaboración de un grupo de compositores, profesores e intérpretes, que como grandes
melómanos, contribuyeron al desarrollo de la cultura musical riojana. Ha sido por tanto
otro de mis objetivos la localización de estos personajes relevantes en el ambiente
musical, el estudio de los proyectos llevados a cabo por cada uno de ellos, que incluye
la educación musical de los ciudadanos de Logroño por medio de la creación de

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academias de música, así como mediante el acercamiento a la ciudad de las mejores
agrupaciones musicales del momento y la creación de música que sería interpretada en
los espacios citados.

Para finalizar me propuse el estudio y análisis de algunas de las obras compuestas


por los citados músicos, como muestra fiel de la música interpretada en los espacios
encontrados, en muchas ocasiones por intérpretes locales o agrupaciones protagonistas
en el ambiente musical de la capital de La Rioja.

Todos estos objetivos contribuyen a la descripción del ambiente musical de la


ciudad, tal y como lo vivieron los propios protagonistas en un periodo clave para la
historia de Logroño, la Bella Época. Las continuas temporadas de zarzuela en el teatro
por compañías que llegaron de diferentes provincias españolas, los constantes
conciertos por las bandas civiles y militares de la ciudad en el Paseo Príncipe de
Vergara, los numerosos conciertos vocales, al piano o por los cuartetos de cuerda y otras
agrupaciones en los cafés de la ciudad, los puntuales pero importantes conciertos
sinfónicos en el teatro organizados por el Centro Artístico de Logroño, las veladas de
bailes en los numerosos círculos de recreo de la ciudad, los concursos de bandas y otros
actos como la famosa fiesta de la jota, serán la muestra del deseo de vivir de forma
apasionada la vida por la sociedad de la Bella Época, en un periodo de proyecciones
festivas y tremendamente propicias para la creación.

METODOLOGÍA Y FUENTES
La prensa ha sido la fuente imprescindible para la realización de esta
investigación, al ser la bibliografía sobre la vida musical de la época en Logroño
totalmente nula. Aunque que ello me ha impedido recurrir a otro tipo de materiales para
comprobar la veracidad de la información recibida, el hecho de haber revisado los
diferentes periódicos y las revistas que se publicaron durante el periodo estudiado, me
ha permitido cruzar datos y contrastar la información encontrada. Era la primera vez que
muchos de estos datos salían a la luz, por lo que el trabajo ha sido muy riguroso a la
hora de extraer y plasmar la información encontrada en prensa.

Esta larga e interesante labor de investigación musicológica, de leer periódico tras


periódico, día tras día, y año tras año de la época estudiada, me ha llevado a conocer la

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manera de sentir y vivir la música que tuvieron los riojanos de aquella época. Sorprende
realmente el enfoque que se le da al hecho musical desde el artículo periodístico, al
transmitir con total frescura y naturalidad los acontecimientos. Con ello, he podido
reconstruir el desarrollo histórico musical, plasmando cómo los acontecimientos
históricos y sociales acompañaron al desarrollo musical de una capital de provincias
como Logroño.

Gracias a la lectura periodística es posible descubrir pequeños detalles que no


aparecen generalmente en los tratados de historia, porque son exclusivos del artículo de
prensa y transmiten los acontecimientos con naturalidad. Hemos de tener en cuenta que,
en el periodo estudiado florecen la prensa en general y la crítica musical periodística. La
prensa utilizada en mi investigación ha sido la siguiente:

- La Rioja. 1889-1911.
- La Ilustración de Logroño. 1886.
- El Diluvio. 1897-1898.
- El Zurriago. 1897.
- La Jota. 1897.
- La caricatura riojana. 1898.
- El indicador Logroñés. 1906-1907.
- Rioja Ilustrada. 1907-1908.
- Rioja Ilustrada y deportiva. 1912.

Teniendo en cuenta esta línea de trabajo, se han revisado las publicaciones desde
1886 hasta 1912, realizando un vaciado sistemático de todo lo relacionado con la cultura
musical vivida en los diferentes espacios de ocio de los logroñeses. Durante los
primeros años, la prensa conservada ha sido muy limitada hasta la aparición el 15 de
enero de 1889 del periódico La Rioja, periódico que ha sido la fuente principal de mi
trabajo de investigación, por su publicación diaria y más concreta de los
acontecimientos. No obstante, las aportaciones realizadas por el resto de periódicos y
revistas ha completado la información encontrada en este diario.

18
Algunos de los datos encontrados en prensa han podido ser contrastados en las
actas de los archivos de Logroño. Tanto en el Archivo Municipal como en el Archivo
Histórico Provincial he podido recabar información referente a estatutos, fechas de
apertura de espacios de ocio y academias de música, así como información sobre los
personajes relevantes en el ambiente musical de la ciudad, lo que ha supuesto una gran
fuente que ha complementado la información encontrada en prensa.

En el Archivo Histórico Provincial he encontrado algunas de las partituras


compuestas por los personajes más relevantes del ambiente musical de Logroño en la
época. Considero este hallazgo una gran aportación que además me ha servido para
contrastar que las noticias en las que la prensa hace referencia a la interpretación de
dichas obras, tienen una base musical escrita fehaciente.

En el Archivo de la Biblioteca Nacional de Madrid he podido encontrar otras


partituras de los compositores riojanos que de igual modo han supuesto una gran
aportación a mi investigación.

Otra fuente utilizada en este trabajo ha sido la información transmitida de forma


oral por los familiares aún en vida de uno de los músicos del periodo estudiado. Estas
personas han posibilitado la ampliación del campo de estudio, al transmitir vivencias y
recuerdos de sus familiares, así como partituras manuscritas e incluso fotografías,
material que considero de gran valor para completar la información encontrada.

ESTRUCTURA
El trabajo ha quedado estructurado en siete capítulos, siendo el primero en el que
nos encontramos, introductorio. El segundo capítulo lo conforman aspectos históricos
que nos ubican en la Bella Época. Este periodo histórico que se originó en París, se
reflejó posteriormente en Madrid y el resto de provincias españolas, como La Rioja. La
sociedad riojana vivió un antes y después del fallecimiento de Sagasta, en un periodo de
lucha entre la tradición y la modernidad que se reflejó en diferentes ámbitos. Incluye
este segundo capítulo un apartado dedicado a la relación entre música y sociedad,
fundamental para el entendimiento de la actividad musical de Logroño, ya que la
educación musical que se recibía en la época será la base para preparar a unos
ciudadanos interesados por la música. Este encuadre histórico y social nos permitirá

19
conocer cuál fue el contexto histórico-social en el que vivieron los ciudadanos de
Logroño y que permitió a la ciudad y sus habitantes tener inquietudes musicales.

En el capítulo tercero quedan descritos los principales espacios de Logroño en los


que tenía lugar la actividad musical. La investigación de las diversas fuentes y
documentos, tanto bibliográficos como de hemeroteca, ponen de manifiesto la
importancia de cuatro centros oficiales riojanos en los que la Música fue protagonista:

- Los Salones.
- Los Cafés.
- Los Teatros.
- La Crítica musical.

Los Cafés y los Salones fueron el marco de la democratización de la cultura


musical. En ambos espacios se da un arte similar, ya que los salones que encontramos
en esta época en Logroño son espacios a los que ya acude un público y aficionados
unidos a la celebración de de eventos familiares u ocasiones especiales. Sin embargo,
mientras las clases populares se establecían en los cafés, las clases dominantes lo hacían
en los salones. En los cafés no había exigencias culturales ni de vestimenta; además
eran más accesibles económicamente.

Los salones guardan gran relación con el asociacionismo imperante en la época, ya


que muchas de estas nuevas sociedades creadas con fines políticos, sociales y culturales,
contaron en sus dependencias con un salón al que acudían los socios a invertir sus
momentos de ocio. Dentro de las Asociaciones hay que distinguir entre las Sociedades
de enseñanza, educación, promoción y difusión, las agrupaciones profesionales y
dedicadas a ofrecer conciertos públicos, y las sociedades filarmónicas, que contrataban
artistas para los actos limitados a sus propios socios.

El Teatro Bretón (anteriormente llamado teatro Principal, Teatro Quintana y


Teatro Figueroa) fue el centro difusor de las nuevas corrientes zarzuelísticas y
operísticas de la vanguardia nacional. Asimismo fue el escenario idóneo para la
recreación de las clases sociales más privilegiadas, como era la sociedad burguesa.

20
Todo ello se ha podido realizar gracias los artículos de crítica musical aparecidos
en la prensa periódica riojana. Por ello lo he considerado como un espacio más de
difusión musical.

En el capítulo cuarto he realizado una clasificación de las compañías de zarzuela y


ópera que actuaron en la capital riojana, realizando un estudio a fondo de la temporada
de cada compañía en los teatros de Logroño. Este estudio concluye datos acerca de las
principales obras lírico dramáticas interpretadas por las compañías y los principales
autores que compusieron su música.

En el capítulo quinto he estudiado la música que se interpretaba en todos esos


espacios, dedicando un amplio capítulo a los géneros musicales y la oferta de
espectáculos musicales ofrecidos en la ciudad. Quedan realizada una división de los
géneros cultivados en la época, siempre reflejo del ambiente madrileño pero con unos
años de retraso respecto a éste. Estos géneros musicales son:

- Música para piano.


- Canción.
- Música coral.
- Música de cámara.
- Música sinfónica.
- Teatro lírico: zarzuela y ópera.

Dentro del apartado de la música sinfónica, he realizado un amplio estudio a la


música interpretada por las bandas civiles y militares que amenizaron la vida del
principal paseo de Logroño. Los arreglos realizados por los compositores para las
bandas de música fueron una muestra de los principales géneros musicales interpretados
por estas agrupaciones en Logroño.

No podemos hablar de la música en Logroño sin dedicar un amplio capítulo, el


sexto, a los protagonistas que hicieron posible que esta música se interpretara: los
compositores que la crearon, muchos de ellos además fueron profesores o gestores

21
musicales, así como los cantantes e intérpretes, en su mayor parte pianistas, que la
interpretaron. Algunos de estos músicos, como veremos, llegaron a formar parte del
panorama musical madrileño, aunque hasta ahora no se les había reconocido en la
historia de nuestra música.

Finalmente he dedicado el capítulo séptimo a la música en sí, incluyendo


partituras originales de los compositores anteriormente citados. Tres de estas partituras
de la época han sido analizadas para su mejor compresión. La selección de obras a
analizar entre el repertorio localizado ha respondido a dar una muestra de tres de los
géneros musicales preferidos por la sociedad de la época. Se trata por lo tanto de un
vals, un pasodoble y una jota, que aunque fueron compuestos para piano en su origen,
se realizó en algunos casos un arreglo musical para su interpretación por otras
agrupaciones como las bandas de música.

Con todo ello, el presente trabajo de investigación ha pretendido mostrar el


ambiente musical riojano de la Bella Época, entendiendo como ambiente no sólo el
resultado musical, sino entendiendo la música tal y como la entendían y vivían los
propios protagonistas.

22
CAPÍTULO 2: LA BELLA ÉPOCA EN LOGROÑO

23
La Bella Época es la denominación de un periodo histórico aplicada, a posteriori,
a unos años de impreciso comienzo, aproximadamente 1880, pero cuyo final se sitúa
claramente en el mes de julio de 1914, coincidiendo con la guerra europea. La tragedia
que vivió Europa a partir de esa fecha produjo un recuerdo del pasado anterior con
nostalgia de una época idealizada, pero que presentaba unas características propias, bien
definidas, en la cultura material y las manifestaciones artísticas que había legado a la
generación siguiente.

La sociedad de la Bella Época deseaba vivir la vida apasionadamente en una


época de proyecciones festivas y tremendamente propicias para la creación, uniendo la
alegría de vivir a las innovaciones que se producían en el campo de la técnica y la
ciencia, siempre con la esperanza de que la sociedad del futuro caminaría hacia el
progreso permanente. Desde finales del siglo XIX, París fue la ciudad más querida y
adulada y se convirtió en el escaparate de todo tipo de manifestaciones innovadoras. A
ella acudieron los espíritus más abiertos y sensibles del mundo, músicos y escritores
entre otros, y de ella escribieron con amor y fascinación. La cité lumiere fue el referente
de la “belle epoque” para todas las demás capitales del mundo, que se vieron siempre
comparadas con la gran dama parisina. Quizás solo Viena, la otra capital del optimismo,
le pudo emular, sobre todo en el campo musical. María Jesús Cava1 la describe como la
Viena imperial de operetas, uniformes militares, fiestas palaciegas y alegría de
tabernas. Después, Budapest y Praga fueron los focos centrales del escenario de la Bella
Época en Centroeuropa, que a España llegaría con cierto retraso.

Durante este periodo, la calle fue el espacio de sociabilidad por excelencia, tanto o
más que otros espacios como salones, cafés y teatros. También lo era en Logroño, la
pequeña ciudad provinciana que en 1887 había alcanzado la cifra de 15.567 habitantes -
en solo cuarenta años, había duplicado su población- y que soñaba con la
modernización. Las calles de Logroño que recibieron más viandantes fueron la calle del
Mercado, hoy denominada calle Portales, la calle Muro del siete o Muro de Cervantes,
el Paseo Príncipe de Vergara o Tirso Rodrigañez y Muro de los Reyes, coincidiendo con
la zona norte del Espolón. En estas calles, así como en los locales que en ellas se

11
CAVA, M. J.: Bilbao en la “Belle Époque”. Pag. 15.

24
ubicaban, los logroñeses de las clases medias pasaban su tiempo libre, disfrutaban del
ocio, confiados en el porvenir y alegres, pues gobernaba en Madrid el riojano Sagasta,
emparentado con el alcalde de la ciudad, Amós Salvador, y amigo de los próceres
locales. Fueron comunes los paseos al aire libre cuando el tiempo lo permitía, que en
algunas ocasiones estaban amenizados por las bandas de música de la ciudad. De igual
modo fue la época del teatro y de la zarzuela por excelencia, que poco a poco se irían
sustituyendo por el cine mudo y los espectáculos de varietés.

Los bailes fueron otra de las formas más comunes de pasar el tiempo libre, que se
organizaban en diferentes estilos según los círculos en los que se celebrara, debido a las
diferencias de clase, muy marcadas en esta época. El vals, la mazurka, la polka, el
galop, la contradanza, el chotis… llenaron los espacios de ocio de la bella época,
especialmente durante las fiestas de carnaval. Es importante también observar la
utilización de espacios naturales, pues sugiere un nuevo estilo de vida. En ellos, las
prácticas deportivas, lo que los snobs llaman el sport, van siendo cada vez más
frecuentes. Esta nueva manifestación humana, que en principio es un préstamo de
Inglaterra, va tomando fuerza durante los años previos a 1914, creándose incluso
revistas especializadas en esta afición. El futbol se consagró como el deporte de masas,
pero hubo otras formas minoritarias que también encontraron adeptos; por supuesto, en
La Rioja, la pelota a mano –la pelota vasca, en su denominación internacional- siguió
siendo el deporte que más pasiones levantaba, sin embargo, la idea de construir un
frontón amplio y moderno era vieja en la ciudad y no dio sus frutos hasta 1912,
coincidiendo con el final de la Bella época.

Asimismo se creó hacia el año 1883, con domicilio en la calle Once de Junio, el
Veloz Club Riojano, que en sus orígenes no tenía aún inquietudes de tipo deportivo, sino
que fue creado para promocionar el uso festivo de los velocípedos. A partir de los
primeros años del siglo XX se creó la Unión Velocipédica Riojana, que inició la
organización de demostraciones ciclistas impulsadas por el interés deportivo y el
espectáculo.2 Pero fueron los toros el espectáculo español por excelencia en la época,
tras haberse creado en 1863 el primer espacio estable para celebrar este tipo de
espectáculos y otros relacionados con el mundo de los festejos taurinos (a veces festejos

2
BERMEJO MARÍN, F.: La II República en Logroño: Ocio y espectáculos. Pag. 175.

25
muy distintos). La Plaza de toros denominada Plaza de La Victoria desapareció
trágicamente en el verano de 1914, lo que llevó a la construcción de una nueva plaza en
la zona de La Manzanera. La plaza de toros de la Victoria, más de sesenta años
ofreciendo festejos taurinos en la ciudad, fue pasto de un incendio el 10 de julio de
1914. ¡Logroño sin toros! Las fuerzas vivas se agruparon como nunca para obtener las
200.000 pesetas –unos 400 accionistas- que costó el nuevo coso taurino, La Manzanera,
que fue inaugurado el día de san Mateo de 1915 con las mejores figuras del toreo. La
obra, con proyecto de Fermín Álamo, se construyó con toda rapidez, en los tres meses
del verano. Desgraciadamente, hace pocos años asistimos a su derribo.

Fue esta época también un periodo de euforia financiera y comercial, cuando


surgieron en Logroño las Sociedades recreativas de todo tipo, generando fórmulas de
ocio totalmente diversas. Hay una esfera de lo público y otra de lo privado en los que la
cultura burguesa despliega formas muy similares en todos los países europeos. Las
“veladas” tienen como fin el festejar circunstancias familiares o entre amigos. En los
salones, las casas y otros espacios domésticos, se juega a las cartas, al ajedrez, a los
dados, además de interpretarse música, cantar y leer textos y poemas.

Durante este periodo se generalizó y expandió la prensa de manera espectacular


gracias a la libertad de expresión. Al publicarse la ley de Imprenta de 1881, una de las
más liberales de la historia, debida a Sagasta, y que se mantuvo desde entonces sin
apenas modificaciones hasta el franquismo, los periodistas comenzaron a escribir con
arte y gran transparencia, atrayendo así a los lectores. La sociedad europea de 1880 a
1914 se aficionó a las páginas de los periódicos en una época en la que no había otro
medio de comunicación, coincidiendo con el gran desarrollo del teatro y la música, la
suprema diversión en la Europa civilizada. Esta es la comparación que realiza Nestor
Luján: Los autores y sus intérpretes son los reyes de la ciudad: los directores y los
empresarios representan sus visires o ministros. Los críticos todopoderosos, desde sus
diarios, forman opinión o en muchos casos la siguen dócilmente.3 Durante los últimos
años de este periodo hubo, asimismo, una sección fija en los diarios, la crítica
cinematográfica. De igual modo, al final del periodo, otros síntomas de la Bella época
fueron los espectáculos de varietés, en los que el ocio festivo y más frívolo encontró su

3
LUJÁN, N.: La Belle epoque…, pág. 63.

26
espacio, aunque no fue el más predominante ni el que identificó a este tiempo, sobre
todo en los países católicos y en las pequeñas ciudades provincianas como Logroño.
Con todo, nuestra ciudad fue mucho más abierta que las vascas, mucho más
impregnadas por el catolicismo ultramontano. Logroño y La Rioja era un bastión liberal
desde Espartero y Zurbano hasta Sagasta y los Salvador. El vino bueno y abundante y el
tránsito de gentes por ser un nudo de comunicaciones hacían de Logroño una ciudad con
fama de alegre y festiva. Por eso, el espacio que más proliferó durante este periodo fue
el café, local habilitado para tomar una consumición que iba siempre acompañada de un
espectáculo musical o teatral, según el tipo de espacio y las necesidades de los dueños y
la moda del momento, donde también fueron habituales las tertulias.

2.1. LA BELLA ÉPOCA EN LOGROÑO: DOS ETAPAS


En España, a partir de la década de 1870, de una manera global, se puede hablar
de medio siglo de apogeo de la cultura española; incluso de una edad de plata de la
cultura de España4. Dentro de este medio siglo se pueden distinguir dos etapas
culturales correspondientes a los dos periodos de la Restauración y separadas por la
crisis del 98, o en el ámbito internacional, por lo que se viene en llamar la crisis
finisecular, una contracción del capitalismo que en su reestructuración marginó al sur de
Europa, convertido desde principios de siglo en una zona de emigración a América y
pobreza irredenta. Pero en la primera etapa, hubo momentos de esperanza en el nuevo
régimen instaurado en 1875, tras la vuelta de los Borbones. La Restauración, al calor de
la Constitución pactada entre Cánovas y Sagasta –que duró desde 1876 hasta 1923-, se
caracterizó por una cierta estabilidad institucional que permitió al fin la construcción de
un modelo liberal del Estado y la incorporación de los movimientos sociales y políticos
surgidos gracias a la Revolución Industrial, hasta su progresiva decadencia con la
dictadura de Primo de Rivera en 1923. Para muchos historiadores, la Restauración
culmina la revolución burguesa en España, aunque haya de cargar con las críticas sobre
el caciquismo y los gobiernos turnistas pactados entre las fuerzas mayoritarias.

4
TUÑÓN DE LARA, M., Medio siglo de cultura española (1885-1936), Madrid, Tecnos, 1970;
MAINER, J. C., La edad de plata (1902-1936). Ensayo de interpretación de un proceso cultura,
Barcelona, Ariel, 1975.

27
Logroño en el periodo sagastino (1885-1903)
El último cuarto del siglo XIX se caracteriza por un cambio de ritmo en la historia
de España, durante la que se desarrollan hechos económicos, sociales y culturales de
gran importancia. Tras el entusiasmo reformista del Sexenio Revolucionario y de la
Primera República, llega una época de estabilidad con la Restauración, para acabar el
siglo con amargura por el desastre del 98 y, en lo relativo a Logroño, por la muerte de
Sagasta en 1903. Como su nombre indica, el periodo del Sexenio (1868-1874) fue un
periodo revolucionario y de gran inestabilidad política. El inicio de la Restauración
Borbónica en 1875, que quedó marcado políticamente con la Constitución del 30 de
junio de 1876, supuso un fenómeno sin precedentes en la convulsa historia política de la
España del siglo XIX, pues logró una modernización de la esfera política, que consistía
en un régimen parlamentario basado en dos grandes partidos que se turnan el poder, el
Conservador, dirigido por Antonio Cánovas del Castillo, y el Liberal, dirigido por el
riojano Práxedes-Mateo Sagasta. Estos dos partidos pactan el turno pacífico del poder
político en un modelo de sistema bipartidista –aunque permitieron la existencia de dos
fuerzas a su izquierda, carlistas y republicanos-, asegurándose el poder de los caciques
en el plano local y el turno de los dos partidos en el plano nacional. Detrás de la
apariencia democrática, el sistema fue en realidad una estructura política elitista que
garantizó de manera armónica la hegemonía de las oligarquías en España.

La mayor parte de la sociedad española durante la Restauración era campesina,


sobre todo, jornaleros, lo que hizo que la España del siglo XIX fuera totalmente rural;
incluso el ritmo de vida de los habitantes de las grandes ciudades era muy similar al del
ámbito rural, exceptuando la clase media urbana (profesionales liberales, políticos,
administración y comercio).5 Pero las ciudades fueron creando un heterogéneo grupo
social dedicado al sector servicios (criados, empleados de oficinas públicas y
funcionarios)6 que daban el tono de pequeña burguesía asentada y confortable, alejada
de la participación activa en movimientos revolucionarios junto a obreros, artesanos y
trabajadores. Estos últimos comenzaron a agruparse en sociedades obreras cada vez más
conscientes de que sus intereses estaban en contraposición con los de los políticos

5
MIGUEL, A. DE: La España de nuestros abuelos. Historia íntima de una época. Madrid, Espasa
Calpe, 1995, pag. 85.
6
GORTAZAR, G.: La nobleza de Madrid en la época de la Restauración. Madrid en la sociedad del
siglo XIX. Madrid, Revista Alfoz (Cidur), Consejería de la Comunidad Autónoma de Madrid, Tomo I,
pag. 562.

28
burgueses, de manera que comenzó la pugna entre clases, que llevaría a la fundación de
partidos políticos y sindicatos de izquierda, mientras los patrones se agrupaban también
en asociaciones de defensa de sus intereses. Todo ello confluía en Madrid, la ciudad
hervidero político de donde emanaban las directrices, pues Madrid era sede de la Banca
y de los grandes negocios, capital del capital y centro de recepción y difusión de las
nuevas ideas, entre ellas, el socialismo. Pero la élite madrileña solo estaba presente en la
economía de la ciudad por la demanda que generaba su consumo y por la actividad
inmobiliaria; Madrid no era la ciudad industrial, ni la ciudad obrera, por más que fuera
allí donde tenían lugar los hechos políticos relevantes7 y fuera el centro del poder
político. Era sede de los partidos políticos allí nacidos, de sus principales representantes,
y dirigentes, pero éstos debían asegurarse el voto en provincias, donde se presentaban a
las elecciones y donde tenían sus clientelas políticas. Logroño fue en este sentido la
ciudad modélica, pues era la “cuna” del jefe de filas, Sagasta, líder del partido
progresista, heredero de Espartero y Olózaga. Los logroñeses y la mayoría de los
riojanos fueron sagastinos acérrimos hasta la vejez del jefe y mantuvieron siempre el
Gobierno Civil, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Logroño en manos del
clan Sagasta.8 Durante la década de los ochenta y parte de la de los noventa, el partido
en Logroño por excelencia fue el liberal, hegemonía que se mantuvo hasta comienzos
del siglo XX. Los ciudadanos que votaban a este partido pertenecían a la clase media de
La Rioja, siendo comerciantes, artesanos, funcionarios, profesionales liberales y
pequeños propietarios de tierras.

Tras varios años de riguroso turno en el poder de cada partido político, al morir
Alfonso XII en noviembre de 1885, el partido liberal se hizo cargo del Gobierno, dando
paso al conocido como el “Parlamento largo” de Sagasta, quien dirigió el gobierno
desde 1885 hasta 1890. Durante su estancia en el poder se llevaron a cabo importantes
reformas, todas ellas con un espíritu progresista. Se promulgó la Ley de prensa en 1883,
la supresión de la esclavitud en Cuba en 1886, la Ley de Asociaciones en 1887, el
Código Civil en 1889 y la Ley del Sufragio Universal en 1890. Por esta ley se
celebraron en La Rioja nueve consultas electorales: en 1891, 1893, 1896, 1899, 1901 y

7
BAHAMONDE MAGRO, A.; OTERO CARVAJAL, L.E.: Quietud y cambio en el Madrid de la
Restauración, La sociedad madrileña durante la Restauración 1876-1931. 3º Coloquios de Historia
Madrileña, Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de Madrid, Madrid, Ed. Alfoz (Cidur),
1989. Pag. 24.
8
BERMEJO MARTÍN, F., La Diputación Provincial de Logroño, Logroño, 1989.

29
1903, año en que fallece Práxedes Mateo Sagasta. Durante las citadas elecciones no
hubo en absoluto competitividad en el Distrito de Logroño, excepto en la consulta
electoral de 1899, en la que los conservadores propusieron como candidato a Donato
Gómez Trevijano, quien consiguió el 43% de los votos del distrito, frente al 56% de
Sagasta. Durante las últimas elecciones previas a la muerte de Sagasta, éste obtuvo
prácticamente el 100% de los votos, pero cuando murió, la situación era trágica en el
campo a causa de la filoxera –ya se había iniciado otra época, mucho menos alegre- y
el candidato del clan Sagasta, Miguel Salvador, quedó por detrás del republicano y del
conservador.9

Así terminaba una época, en la que la actuación de los liberales en la entonces


provincia de Logroño había supuesto un gran progreso material; sin embargo, los
liberales no inculcaron valores democráticos en la sociedad. Recordaban
constantemente lo que Sagasta había hecho por La Rioja, con la amenaza de que todo
eso terminaría en el momento en que el pueblo riojano dejase de apoyar al partido
liberal, pero su actuación prepotente les llevó al exclusivismo político, utilizando todos
los recursos de su poder para acabar con el partido conservador y arrollar a los
republicanos, sin prever un futuro de verdadera alternancia política y consensos.

Siguiendo a Francisco Bermejo, “la hermandad entre la ciudad de Logroño y


Sagasta fue tan estrecha que alimentó un amplio consenso ciudadano sobre la riojanidad
y magnanimidad del líder del liberalismo español hacia La Rioja en general, y sobre
todo, hacia Logroño, su capital en particular”.10 A pesar de que fueron pocos sus años
de vida en Logroño, Práxedes-Mateo Sagasta apreciaba su tierra y sintió una añoranza
constante hacia Logroño durante su estancia en Madrid, donde recibía, en su casa, a
todos aquellos que llegaban de su tierra. Le llamaban “El viejo pastor”, por haber nacido
en Torrecilla en Cameros, tierra de ovejas mesteñas y lavaderos de lanas.

9
LÓPEZ RODRÍGUEZ, P. y NAVAJAS ZUBELDIA, C.: “Logroño sagastino: entre mecenas y caciques
(1875-1903). Logroño y sus relaciones con los poderes centrales”, en Historia de la ciudad de Logroño,
Tomo V, Coordinado por José Ángel Sesma Muñoz, Logroño, Ayuntamiento de Logroño, Ibercaja Obra
Cultural y Universidad de La Rioja, 1995, pag. 89.
10
BERMEJO MARTÍN, F.: “Logroño sagastino: entre mecenas y caciques (1875-1903). Logroño y sus
relaciones con los poderes centrales”, en Historia de la ciudad de Logroño, Tomo V, Coordinado por José
Ángel Sesma Muñoz, Logroño, Ayuntamiento de Logroño, Ibercaja Obra Cultural y Universidad de La
Rioja, 1995,ag. 13. p

30
Pero volvamos a la ciudad. Logroño a partir de los sesenta del XIX empezó a
perder su estructura de ciudad del Antiguo Régimen, al eliminar sus murallas y al
sustituir las construcciones periféricas de los conventos, por construcciones y sistemas
de comunicación de los nuevos tiempos.11 Sagasta influyó en que se llevaran a cabo
todas estas transformaciones, y junto a sus compañeros liberales y progresistas riojanos
como Espartero, Olózaga y Orovio, logró que Logroño se convirtiera en capital de
provincia. Entre 1875 y los primeros años del siglo XX, la ciudad fue perdiendo el
carácter económico y cultural ruralizado y se convirtió en una ciudad con rasgos de una
población más típicamente burguesa. Entre las innovaciones más importantes destacan
las mejoras en la infraestructura urbana y la mejora de las comunicaciones, abriéndose
una nueva vía en dirección norte-sur, entre la estación del ferrocarril y el Ebro, que pasó
a denominarse calle Sagasta, nombre que se mantiene en la actualidad. Se creó el
segundo puente de la ciudad, el puente de Hierro, y se remodela el Puente de Piedra.12

En el campo de la cultura, la creación del Instituto de Bachillerato Práxedes


Mateo Sagasta dotó a Logroño de un centro de enseñanzas medias desde la segunda
mitad del siglo XIX, donde estudiaron los hijos de la burguesía riojana de la época. En
el plano económico, la instalación de la Fábrica de Tabacos en 1890, supuso la creación
de un gran número de puestos de trabajo.

A nivel social, había surgido una nueva burguesía que participó en la renovación
del comercio y la industria de la ciudad, a la vez que reformaron la actividad socio-
cultural de la ciudad. Esta nueva burguesía estaba dividida en dos sectores, surgidos tras
el Sexenio democrático. Uno estaba compuesto por los herederos de los núcleos sociales
dominantes durante las décadas de ese reinado, y el otro estaba integrado por los recién
llegados al poder durante los años del Sexenio. Ambos fueron los protagonistas de la
sociedad logroñesa de finales del siglo XIX, bien ejerciendo el poder dentro del
liberalismo monárquico sagastino, como hicieron los primeros, o bien desde la
oposición al sistema de turnos, como hicieron los segundos.

11
BERMEJO MARTÍN, F.: Amós Salvador y su tiempo. Exposición conmemorativa del centenario de la
instalación de la Fábrica de tabacos de Logroño. Cultural Rioja-Grupo tabacalera, Logroño, 1990, pag.
11-13.
12
BERMEJO MARTÍN, F. Ibid, pag.15-16.

31
Es el protagonismo de esta nueva burguesía el que se plasmó en la vida cultural,
social y política de La Rioja, en un doble aspecto: en la presencia dentro del grupo
social general y en la participación en la vida política regional. Además, se percibió su
participación e influencia en la transformación económica de la región y de la ciudad de
Logroño. Las industrias punteras y de mejor imágen hoy de la Comunidad Autónoma de
La Rioja fueron creadas por esta nueva burguesía, como son la industria vinícola
derivada de la inversión del capital regional y extranjero –fundación de las Bodegas
Franco-Españolas en 1890-, la industria conservera, e incluso un sistema financiero
autóctono regional. La principal preocupación de los agricultores riojanos había sido la
comercialización del vino, creándose un grupo de personas de La Rioja que se
dedicaron a crear una comercialización vinícola estrictamente regional, pero ahora hay
otras industrias alternativas que dan mucha más vida a la ciudad.

En el ámbito de la alfabetización y educación, se produjeron numerosos avances


durante toda la segunda mitad del siglo XIX. La situación de la provincia de La Rioja es
privilegiada en relación con el resto del país al comenzar la Restauración. Sin embargo,
al finalizar el siglo, se observa un retroceso, consecuencia de la crisis finisecular. Según
estudios realizados, “la hipótesis más plausible parece fundarse en la absorción de un
destacado contingente demográfico escasamente cualificado. Estos inmigrantes, en su
gran mayoría jornaleros, engrosaron los Padrones y los Censos, devaluando las cifras
medias de alfabetización provincial. Como además, la economía riojana sigue
basándose en la producción de la tierra y la industrialización es muy endeble, no es
necesario preocuparse de una formación más competente y más competitiva, tal como
se produce en otras zonas punteras de la industria nacional”.13

En la ciudad de Logroño, el nivel de alfabetización fue muy similar, aunque los


índices de generales de alfabetización progresaron con mayor rapidez, observándose
una mayor preocupación por la mejora de las mujeres. Las causas tuvieron mucho que
ver con la instrucción, es decir, las instituciones y educadores que hubo en la ciudad de

13
BERMEJO MARTÍN, F., GARCÍA ARRIAGA, M., SÁNCHEZ SALAS, B. Y JORGE TORRES, A.
“Logroño sagastino: entre mecenas y caciques (1875-1903). Sociedad, cultura y ocio”, en Historia de la
ciudad de Logroño, Tomo V, Coordinado por José Ángel Sesma Muñoz, Logroño, Ayuntamiento de
Logroño, Ibercaja Obra Cultural y Universidad de La Rioja, 1995, pag. 101.

32
Logroño. La Ley de Moyano de 9 de septiembre de 1857 continuaba regulando los
aspectos de los distintos niveles y sectores educativos.

La Educación Primaria estaba financiada por el Ayuntamiento, que sufragaba los


gastos de los educadores, espacios y material, una carga muy difícil de asumir para los
Ayuntamientos. La educación era obligatoria entre los seis y los nueve años, siendo
controlada la asistencia por la inspección educativa. En la última década del siglo XIX
había en Logroño 25 escuelas de Primaria, 12 de ellas Municipales y 12 Privadas. El
espacio por niño en las aulas era mínimo, lo que llevó al Ayuntamiento a plantearse la
creación de nuevas escuelas. A partir de 1899 se solventó este problema, al establecerse
por Ley las Escuelas de Graduados14, que supuso la creación de nuevas escuelas,
cargando los Ayuntamientos solamente con los gastos de material y de aseo.

En lo que respecta a la Educación Secundaria, el único centro municipal fue el


Instituto Provincial de Segunda Enseñanza ubicado en Logroño capital, además del
colegio privado Nuestra Señora de Valvanera y dos colegios en Haro y Calahorra
respectivamente. Además existieron en Logroño otros centros de enseñanzas medias
como la Escuela Normal de Maestros, la Escuela de Artes y Oficios y la Escuela de
Comercio.15

No obstante, hubo otras formas de instrucción y educación en la ciudad, que


fueron formando y educando a la nueva burguesía de la época y que tienen más relación
con nuestro interés por la música. En Logroño hubo asociaciones como el Liceo
artístico, considerado una Sociedad Lírico-Dramática y el Ateneo Científico, Literario y
Artístico de Logroño, centro científico y literario que tenía una sección de arte y de
música que organizaba conferencias y charlas, concursos y certámenes, conciertos. Pero
la educación y la cultura adquieren su mayor dimensión cuando se proyectan en la
máxima participación del pueblo. Y eso sucede cuando emerge el espectáculo, mezcla
de lo divertido y de lo culto. El teatro y el café siguen siendo los locales de
esparcimiento preferidos por los madrileños. En el teatro musical de la Restauración se
sigue practicando la ópera, la zarzuela y, en su derivación, el Género Chico. El triunfo

14
Real Decreto 23 de Septiembre 1898. Gaceta de Madrid, 25 de septiembre de 1898.
15
BUISINE, M. H., Alfabetización, educación y sociedad en Logroño en tiempos de Espartero (1833-
1875), Logroño, 1999.

33
de este hizo desaparecer la división entre géneros musicales y clases sociales, ya que
agradó por igual a aristocracia, burguesía y pueblo. El tremendo éxito que alcanzó se
relaciona con la propia esencia de la sociedad de la Restauración, al utilizar una estética
popular que busca la diversión y la sátira mediante temas cotidianos y de la actualidad
del momento. Así lo describe Emilio Casares: 16

El Género Chico define perfectamente a la sociedad de la restauración, con una


estética de cuño popular, usada como vehículo para la risa, la diversión y la sátira
nacional y definía un tipo de vida nacional que acontecía al mismo tiempo que la ruina
de la propia nación. Todo ello hizo que la denominada generación del 98 abominase
del género como uno de los causantes de los males que afligieron a aquella sociedad, y
también hizo que entrase en decadencia cuando fue a la deriva definitivamente la
sociedad que le deba sentido, lo que sucede a comienzos de siglo.

Desde diversas asociaciones e instituciones privadas, que también florecieron


gracias a la cultura liberal, intentaron completar una labor que el Estado bien no podía
efectuar o bien no quería hacerlo en el sentido que los núcleos más avanzados del
liberalismo deseaba. De ahí que, en el seno del liberalismo, podamos encontrar distintos
proyectos socioculturales que, aunque compartan un mismo terreno de juego, no dejarán
de intentar imponerse a lo largo de todo el siglo. Sagasta representa uno de ellos, el que
se corresponde con una de las expresiones de la tradición progresista del liberalismo.

Finalizó el siglo XIX con un sabor amargo tras la pérdida de las últimas colonias
españolas. El año 1898 supuso para España una desgracia nacional, quedando marcado
por la guerra, la política y la subida de precios de los artículos de primera necesidad. El
pueblo, tras el desengaño del 98, pasó a las filas obreristas, buscando una delimitación
de clases y de intereses cada vez más diferenciados, a la vez que se desarrollaba el
movimiento obrero. Atraso, miseria y debilidad eran las realidades del pueblo español a
finales del siglo XIX. Más, al compararlo con las grandes e industrializadas potencias
europeas. Así surgieron los europeístas (que, sin renunciar a la tradición española,
quisieron incorporar España en la civilización europea) y los casticistas (sin renunciar a
los beneficios de la civilización industrial, creían que la raza española era menos apta

16
CASARES RODICIO, E.: La música del soglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995, pag. 91.

34
para la ciencia y la técnica que los europeos, y más religiosa y creativa).17 Todo ello
encontrará un favorable caldo de cultivo en el nuevo siglo.

El cambio de siglo. Logroño después de Sagasta


El año 1900 supuso no sólo un corte cronológico sino una fecha simbólica que
trajo un cambio de mentalidad en toda Europa. España no vivió al margen de ello, y en
consecuencia tampoco la música. Es cierto que la primera década del siglo es una
continuación del final del siglo XIX, pero también se detectan en ella los gérmenes de
cambio y de la gran crisis mundial que llegará de inmediato. Como hemos avanzado, en
Logroño, el 98 coincide con la filoxera y la ruina del viñedo riojano, por tanto, con el
comienzo de una ola de pobreza como nadie había conocido.

En 1902, Alfonso XIII sube al trono español, encontrándose con un país en plena
crisis económica, política, social e ideológica, tras el desastre de 1898. Los problemas
que trajo el desengaño del 98 se agudizaron en el siglo XX, lo que produjo la
potenciación de movimientos obreros tanto socialistas como anarquistas, en medio de
una crisis de confianza en el modelo político surgido en 1976. La comprobación es que
en 1903, nada más morir Sagasta, sucedió en Logroño algo que no había ocurrido
durante todo el periodo de la Restauración: por primera vez se hizo necesario convocar
elecciones parciales al Ayuntamiento, al haber renunciado más de un tercio de los
Concejales, obviamente conocedores de los nuevos rumbos de las fuerzas vivas de la
ciudad. Tras las elecciones, el reparto de Concejales en el Ayuntamiento quedó con 17
Republicanos, 3 liberales y 2 representantes de agricultores, siendo por tanto los
Republicanos quienes dominaron totalmente el Ayuntamiento de Logroño durante los
primeros años del siglo XX. Cuando llegó Alfonso XIII a la ciudad, en su visita de
1903, se encontró en persona el apogeo del republicanismo, pues el alcalde le confesó
sus ideas republicanas desde la niñez. La oleada tuvo su momento de auge, pero ya en
las elecciones de 1910 el ayuntamiento quedó repartido de manera más igualitaria entre
los partidos políticos que pretendían evitar el fin del sistema: 10 liberales, 10
republicanos y 1 conservador.

17
AA.V.V.: Nueva historia de España. Tomo XVI: La Restauración. Ed. Edaf, S.A. Madrid 1981. Pag.
140.

35
En Logroño, tras el fallecimiento de Práxedes Mateo Sagasta, su sobrino Amós
Salvador Rodrigáñez ejerció de heredero del liberalismo y de jefe del clan Sagasta. 18
Siguiendo a Francisco Bermejo, “la política del amosismo es heredera del sagastismo”
19
. A ambos, tío y sobrino, se debió la mejora de las carreteras nacionales y provinciales,
la traída de aguas a la ciudad, la concesión de la estación de Agricultura y la Enológica
de Haro, la creación de viveros de vides americanas y la construcción de importantes
obras urbanísticas. Además, Amós Salvador intervino en la organización de diversas
asociaciones como el Ateneo logroñés y el Círculo Logroñés.

La actividad pública y privada desarrollada por Amós Salvador en los niveles


locales, regionales o nacionales, fue tan elogiable como la del propio Sagasta, su
mentor. De igual modo, Amós Salvador, tuvo a nivel estatal un importante papel
político y cultural. En 1894 había sido nombrado ministro de Hacienda en el Gobierno
de Sagasta, creando el cuerpo de contabilidad del Estado; en 1902, en el gabinete de
Sagasta, lo fue de Agricultura; en 1905 de nuevo de Hacienda y en 1911, de Instrucción
Pública. En lo cultural, formó parte de tres Academias: la de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales desde 1893, la de Bellas Artes de San Fernando en 1898 y la de Ciencias
Morales y Políticas en 1903. Presidió el Círculo de Bellas Artes, perteneció al Ateneo
de Madrid y formó parte del comité ejecutivo de la asociación Española para el
Progreso de la Ciencias.

Sin embargo, los liberales no se interesaron por la situación de las clases bajas,
que dejaron en manos de la beneficencia, con altas dosis de recursos a la caridad 20. Por
eso no tuvieron el respaldo de las masas obreras. Por eso, como dice Francisco Bermejo,
a quien seguimos, “si en las décadas finales del siglo XIX el escaso movimiento social
logroñés tiene como protagonistas fundamentales a los nuevos burgueses herederos del
espritu del 73, en las primeras décadas del siglo XX, éstos empezaron a sentirse

18
REVUELTA SÁEZ, Mª DOLORES. Partidos políticos en La Rioja (1902-1923). Elecciones a
Diputados a Cortes bajo el reinado personal de Alfonso XIII, Logroño 1988. Pag. 60-90.
19
BERMEJO MARTÍN, F.: “Logroño amosista: crisis del liberalismo sagastino (1903-1936). Don Amós
(padre e hijo)”, en Historia de la ciudad de Logroño, Tomo V, Coordinado por José Ángel Sesma Muñoz,
Logroño, Ayuntamiento de Logroño, Ibercaja Obra Cultural y Universidad de La Rioja, 1995, pag. 126.
20
GARCÍA ALCALDE, P., “Una institución benéfica municipal: la Casa Cuna del Niño Jesús”, Berceo,
120, (1991), 117-123. IRUZUBIETA BARRAGÁN, F. J., “Los usos del edificio, la sanidad”, en Un siglo
de la Gota de Leche, Logroño, IER-Ayuntamiento de Logroño, 2008.

36
acosados por sus empleados y sus obreros”21, y reaccionaron blindando el sistema
político hasta conducirlo al callejón sin salida que condujo al golpe de estado de Primo
de Rivera en 1923.

Pero a pesar de las dificultades, Logroño seguía siendo una ciudad amable, festiva.
Mantenía en vigor sus asociaciones recreativas, de ocio, cafés, teatros,…, pero ahora
aparecían otras nuevas, precisamente las que daba el tono de luchas obreras que iba a
tener la siguiente etapa, la que iba a hacer de la Bella Época un periodo de recuerdo
nostágico. En 1912 había en Logroño un total de 47 asociaciones, que quedaron
clasificadas según el objeto de su creación de la siguiente manera: 17 de defensa de
clases (2 de ellas se consideran además de fomento de asociación), 6 de defensa de
intereses, 5 políticas, 5 benéficas, 5 de recreo, 3 de Socorros Mutuos, 2 de instrucción, 2
de caza, 1 de deportes y 1 de Mutua Mercantil. Las asociaciones dominantes eran ya las
destinadas a la defensa de clases, seguidas de las de defensa de intereses e ideas,
políticas, benéficas y de recreo. Terminaba la Bella Época, pero al menos España se
mantendría neutral durante la Guerra Mundial, lo que aprovechó para exportar y
preparar la salida de la crisis aprovechando una posguerra, que de nuevo traería tiempos
más alegres, los llamados “felices años veinte”, un nuevo paréntesis quizás más breve
que el que supuso la Bella Época.

21
BERMEJO MARTÍN, F., SÁNCHEZ SLAS, B. Y JORGE TORRES, A.: “Logroño amosista: crisis del
liberalismo sagastino (1903-1936). Sociedad, cultura y ocio”, en Historia de la ciudad de Logroño, Tomo
V, Coordinado por José Ángel Sesma Muñoz, Logroño, Ayuntamiento de Logroño, Ibercaja Obra
Cultural y Universidad de La Rioja, 1995, pag 283.

37
NOMBRE OBJETO PRESIDENTE FECHA DE FECHA DE OBSERVACIONES
PRESENTACIÓN DE CONSTITUCIÓN
DOCUMENTOS
Círculo Logroñés Recreo Francisco de la Mata 6-2-1896 6-2-1896 Recreo

Círculo Político Filomeno Bello 3-2-1906 1 abril 1910 Político


Republicano radical

La caridad Benéfico Francisco de la Mata 4-9-1899 20 septiembre 1899 Benéfico


logroñesa

La Amistad Recreo Pedro Atilano 12-2-1885 15 febrero 1885 Reforma del reglamento el
17-8-1929
Círculo liberal Política Prudencio Muñoz 11-3-1910 18-3-1910 Político
dinástico

Cámara Patronal Defensa de Carlos Amusco 10-6-1908 Patronal


Logroñesa intereses

La Unión Defensa de Emilio Francés 19-2-1909 Patronal


intereses
Club riojano Recreo Rafael Ontonado 22-3-1911 Recreo

Profesores de Defensa de Juan Vallés 9-4-1911 Recreo


orquesta intereses

Sociedad de Defensa de clase Julio Francés 9-8-1911 Recreo


secretarios de
poesía de Logroño
Deportiva Deportes Isaac Romanos 17-8-1910 19-8-1910 Recreo
logroñesa

Círculo Liberal Político Marqués San Nicolás 26-4-1910 Política


Conservador
Asociación Caza Domingo Gallega 7-3-1910 Política

38
Cazadores

Representación tiro Caza Pedro Barrenengoa 20-3-1910


nacional

Camilleros Cruz Benéfico Gregorio Alonso 7-8-1907 Benéfico


Roja

Licenciados Defensa de clase Marqués de R. 12-1-1903 Benéfico


Ejército

Monte Piedad Benéfico Alcalde de Logroño 2-9-1898 20-9-1898 Benéfico


Centro Artístico Instrucción Salvador Aragón 16-4-1906 Instructivo

Cooperativa Instrucción Benigno Maena 9-4-1903 20-4-1903 Instructivo


Logroñesa

Sociedad Política Cayo Rueda 28-8-1910 Política


Tradicionalista
Caja de Socorros Benéfica Julián Mata 17-1-1911 23-1-1911 Benéfica
del interior

Retirador del Defensa de Pedro Lasheras 17-1-1911 23-1-1911 Benéfica


Ejército intereses

Unión Republicana Política 17-6-1908 6-7-1908 Política

Gran Casino Recreo Antonio Garrigosa 11-5-1905 12-5-1905 Recreo. Gran Casino 1934

Círculo Católico de Defensa de Francisco de Luis 24-2-1903 Obrero


Obreros intereses

La Mercantil Recreo Trinidad Carmona 29-1-1911 Recreo

Sociedad La Unión Mutua Juan Ramos 6-2-1912 11-1-1912 Mercantil

39
Mercantil
La Obrera Socorros Mutuos Eusebio Trifol 1-4-1908 Benéfica

Cámara Oficial de Defensa de clase Pedro R. Santolaya 1-4-1908 Benéfica


la Propiedad
Urbana

Cocina Económica Beneficencia Marqués de San Nicolás 3.9.1894 26-9-1894 Benéfica. Modificación
1908
Unión Obrera de la Defensa de clase Emilio J. Cadarso 27-3-1903 1-4-1903 Obrera
provincia de
Logroño

Obreros Defensa de clase Baldomero Igea 14-9--1911 27-9-1911 Obrera


alpargateros

Sociedad Defensa de clase Tomás Escribano 22-10-1903 30-10-1903 Obrera


tipográfica

Obreros zapateros Defensa de clase Demetrio Torres 2-7-1903 29-7-1903 Obrera

Albañiles y peones Defensa de clase Cipriano Rubio 16-7-1909 28-7-1909 Obrera

Obreros en hierro y Defensa de clase José Noguera 26-4-1900 Obrera


demás metales
Albañiles y peones Defensa de clase Salvador Rodrigo 21-11-1903 11-12-1903 Obrera

Peluqueros y Defensa de clase Barba 22-7-1903 24-7-2903 Obrera


barberos

Departamento de Defensa de clase Juan de Dios García 19-2-1904 Obrera


Comercio
Sociedad de Defensa de clase José Larrea 20-1-1908 Obrera
Camareros

Gremio de Defensa de clase Juan García 12-10-1910 Obrera

40
Cortadores

Dependientes de Defensa de clase José Bermejo 1-9-1911 Obrera


ultramarinos

Agrupación Defensa de ideas Tomás Escribano 20-3-1910 Política


Socialista

Federación Local Fomento de Tomás Escribano 5-10.1904 Obrera


de Sociedades asociación y
Obreras defensa de clase
Unión de obreros, Fomento de Antón Arzonegui 12-10-1903 Obrera
carpinteros y asociación y
similares defensa de clase

La Obrera Socorros Mutuos Bernardino S. 18-11-1910 Benéfica

Socorros Mutuos de Socorros Mutuos Ignacio Inza 27-10-1899 30-10-1899


Empleados de
Hacienda

Fuente: Archivo Histórico Provincial de La Rioja.

41
2.2. MÚSICA Y SOCIEDAD
La situación social es fundamental para el entendimiento de la actividad musical.
El siglo XIX es un siglo políticamente movido: guerras napoleónicas y civiles,
revoluciones, golpes de estado, seis reyes, república, restauración, varias constituciones,
guerras coloniales y pérdida de las colonias, etc.

Las relaciones entre música y sociedad en el XIX español se han movido en un


estado de crisis, sobre todo en los inicios del siglo, que podemos fijar en estos síntomas:
mala respuesta de la administración ante las necesidades de la música, carencia de
estructuras musicales que hagan viable una política musical, crisis del hasta entonces
mayor mercado musical, el eclesiástico, y, en consecuencia, estado deficiente de la
educación musical y cierta recepción de la música como una especie de sub-arte.

En España se inicia el siglo con un proceso de regresión musical, ocasionado por


una serie de sucesos anteriores a los cincuenta. La Iglesia experimenta un proceso de
empobrecimiento considerable, tras las sucesivas desamortizaciones, con el paralelo
empobrecimiento de las capillas musicales, que mantienen una precaria subsistencia con
presupuestos muy bajos, recortes continuos de personal y la supresión de los colegios de
niños de coro, centros de enseñanza hasta entonces.22 Las capillas musicales, que había
sido la institución formadora de músicos y el centro de la educación musical desde el
Renacimiento, se desmoronaron con la Desamortización de Mendizabal, lo que supuso
un vacío de centros de educación musical. La enseñanza de la música va transfiriéndose
progresivamente del ámbito religioso al profano. Siguiendo a María Nagore23, las
razones que propician este cambio son variadas: una de las causas más relevantes es la
precariedad de las capillas de música en el siglo XIX, además de la instauración del
estado burgués y liberal y la necesidad de contar con centros de enseñanza más aptos
para responder a las demandas de una sociedad que genera nuevas formas de consumo
musical.

22
VIRGILI BLANQUET, Mª Antonia: “La música religiosa en el siglo XIX español”, en La música
española en el siglo XIX. Emilio CASARES RODICIO y Celsa ALONSO GONZÁLEZ. Pag 375-105.
23
NAGORE FERRER, María: “La escuela Municipal de Música en Pamplona: una institución pionera en
el siglo XIX”, en Príncipe de Viana, Año Nº 67, Nº 238, 2006, pag. 538.

42
Además, la inhibición del poder político ante los asuntos musicales; abandono de
la música por parte de la universidad, quedando al margen de la entidad que establecía
el baremo social y científico de las ciencias y artes humanas, perdiendo así una tradición
casi milenaria; nacimiento de nuevas entidades de enseñanza musical, los
conservatorios, que no lograron asumir un peso musical y una presencia social
relevante, con una enseñanza que no va dirigida a la formación de un músico integral.

Toda esta situación nos conduce a un punto clave: en todo el sistema educativo
español desde la época de Isabel II, la música desaparece como ciencia y como arte y,
por ello, la clase política e intelectual, los hombres de leyes y artes viven de espaldas a
este fenómeno y la música no llegó a la enseñanza primaria en todo el siglo. Esta
situación no era el mejor caldo de cultivo para el arte musical.24

La música tenía una función de ocio y entretenimiento para las masas y, con el
analfabetismo, la propia historia determinará el elitismo de la música.

En 1830 se creó el Real Conservatorio de Madrid gracias al interés de la Reina


Maria Cristina, siendo copia de las instituciones docentes que existían en Nápoles, de
donde era originaria la reina25. Al instalarse esta en Madrid, acompañada de su maestro
de música francesco Piermarini, observó que no existía una Escuela de Música y dedico
su afán a conseguirla, siguiendo el modelo del Conservatorio de Nápoles. 26 A lo largo
del siglo se crearon además otras muchas academias de música en la capital española.
La finalidad de todas ellas era conservar y propagar el arte a través de la enseñanza
gratuita. De ahí el nombre de Conservatorio.27

La nueva sociedad burguesa surgida en el siglo XIX, para la que la música es un


elemento fundamental de la cultura y el ocio, requería centros de enseñanza musical que
cubrieran una demanda siempre creciente de música y músicos. Esta demanda se fue
canalizando en España a través de distintas vías.

24
CASARES RODICIO, Emilio. La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995, pag. 21.
25
SOPEÑA, F.: Historia crítica del Conservatorio de Madrid, Madrid, 1967, pag. 13.
26
DE MOYA MARTÍNEZ, Mª DEL VALLE. La música madrileña del siglo XIX vista por ella misma
(1868-1900), Madrid, Ediciones Alfar, 2014. pag. 113.
27
PARDO PIMENTEL: La ópera italiana o Manual del filarmónico, Madrid, 1851, pag. 66.

43
En una capital provinciana como Logroño, la formación musical tenía pocas
opciones, ya que la formación en el Conservatorio de Madrid y otros conservatorios del
extranjero era accesible únicamente para los estudiantes que pudieran pagar su estancia
en el extranjero u obtuvieran becas de entidades públicas o privadas, algo que no
ocurrió con frecuencia. Por otra parte, en España se contaba con la enseñanza privada,
medio de formación extendidísimo en el siglo XIX, aunque no lo fue tanto en Logroño,
ya que para ello también era preciso contar con medios económicos. Finalmente, y
como medio de educación musical más extendido en la capital riojana, contaba la
ciudad con algunas academias y escuelas de música, privadas y públicas, que en
provincias como La Rioja simulan los conservatorios como el de Madrid. Estas fueron
dirigidas por los compositores e intérpretes musicales de Logroño.

o Academia de Música: bajo la dirección del Maestro Compositor Hipólito


Rodríguez: C/ Mercado 136. En esta academia encontramos los orígenes de lo
que diez años después sería la Academia Municipal de Música. Octubre 1892.

o Clases de música por Antonio Serrano. La idea de impartir clases por este
músico riojano surgieron al haberse suspendido las clases del colegio de las hijas
de María. Julio 1895.

o Clases generales de solfeo y piano para niños y niñas, a diferentes horas con el
profesor don Delfín Gómez. Calle del General Zurbano, número 4, principal
derecha. Julio 1889.

o Clases de piano en la Calle Cervantes Nº 7, 2º, por el profesor Juan Vallés. 1906.
Dos años más tarde creó una academia de música que dirigió junto con doña
Josefa García y comenzaron a impartir clases desde el 1 de julio 1908. Se
impartían clases de solfeo y piano, separadas para los dos sexos, con unos
honorarios módicos, en la calle del mercado Nº 7. Además, se admitían
lecciones particulares.

o Enseñanza de solfeo y violín por un profesor procedente del Conservatorio de


Madrid. General Zurbano, 6. 3º Izda.

44
La creación de estos espacios de educación musical responde a actuaciones
personales de individuos de Logroño preocupados por la cultura, y atienden a razones
políticas, altruistas o simplemente vocacionales.

El proceso del reconocimiento de la educación musical, sin embargo, fue lento.


Los mayores avances en el campo de la Educación Musical tuvieron lugar a lo largo del
siglo XX. Durante 1904 se creó en Logroño la Escuela Municipal de Música, de la que
fueron profesores Juan Fabre, Hermenegildo Uliverri, Vicente Fabregat e Hipólito
Rodríguez, quien fue su director. Esta Escuela de Música había sido creada en la última
década del siglo XIX con intención de formar a instrumentistas para formar una Banda
Municipal. El Ayuntamiento tenía asignada una cantidad en los supuestos municipales
para dar una clase de música gratuita a los jóvenes de la ciudad, sin embargo, los
resultados de esta formación no daban el resultado práctico esperado. Por ello, Hipólito
Rodríguez solicitó al Ayuntamiento una serie de proyectos entre los que se incluían la
dirección de la Escuela Municipal de Música, argumentando que disponía de
conocimientos suficientes para desempeñar tal cargo, al haber desempeñado
anteriormente cargos análogos en Logroño:28

Solicita que le tomen en consideración proyectos que adjunta, a ver si puede


adoptar alguno de ellos aun cuando solo fuere como vía desprectiva; tentativa durante
la cual podrían ir subsanándose en lo sucesivo los defectos que se observarán hasta
llegar al apetecido extremo de tener en esta ciudad una pequeña Escuela de Música,
base para la formación de Orquestas y Bandas, con un presupuesto relativamente
pequeño para el Exmo. Ayuntamiento.
Si este modesto ofrecimiento fuera del agrado del Exmo. Ayuntamiento y optara
por alguno de los proyectos que se exponen, se vería altamente satisfecho el recurrente.
Si por el contrario los desechan todos, ruega se los devuelvan y vean en su trabajo el
bien deseo de hacer algo práctico para inducir a la afición de la música a la juventud
logroñesa.

La Comisión permanente de instrucción pública del Ayuntamiento de Logroño,


tras estudiar con detenimiento las necesidades de que funcionara esta Escuela, aceptó la
propuesta de Hipólito Rodríguez, nombrándole director de la Escuela Municipal de
Música en el año 1904, con un sueldo de mil quinientas pesetas anuales. Junto a él se
nombró como profesor de instrumentos de cuerda a Don Hermenegildo Uliverri y de

28
Actas Archivo Municipal Ayuntamiento de Logroño, 07-05-1904.

45
viento madera a Don Anastasio Aizcorbe Judartcon, con un sueldo de setecientas
cincuenta pesetas anuales cada uno de ellos.

La Escuela Municipal de Logroño comenzó a funcionar el 1 de septiembre de


1904 bajo la dirección de Hipólito Rodríguez. Se impartía la enseñanza de solfeo, piano,
armonía e instrumentos de cuerda y viento por los profesores citados.

El Ayuntamiento elaboró un reglamento que regulaba el funcionamiento de esta


nueva Escuela. Una de las normas hacía referencia a la gratuidad para los alumnos con
necesidades económicas. A pesar de ser una Escuela Municipal, tenía carácter mixto de
alumnos de pagos y gratuitos. Según el artículo 13 del Reglamento, los fondos que se
recaudaran por matrículas y derechos de examen ingresarían en la caja del
Excelentísimo Ayuntamiento y una vez terminado el curso y los exámenes de junio se
distribuirían de la forma siguiente: 25% para el Exmo. Ayuntamiento, que lo destinará
para premios y material, 25% para el director, 25% para el profesor de cuerda y 25%
para el profesor de viento.

Los alumnos que recibían educación musical en esta Escuela con el maestro
Hipólito Rodríguez se examinaban a final de curso en el Conservatorio de Madrid.

En el año 1908 comenzaron a realizarse trabajos musicales en los propios centros


educativos, como es el Colegio San Antonio. Este colegio, situado en un edificio en la
calle Portales esquina con la plaza del Alférez Provisional, fue dirigido por el popular
don Manolo de Río, profesor de francés del colegio.

Los alumnos de once años de este colegio interpretaron una zarzuela en el Teatro
Bretón de los Herreros. Los organizadores fueron el director de la primera enseñanza,
don Manolo del Río, el profesor de francés del Colegio y sobre todo, don Felipe Redal,
profesor de música que también lo fue del Centro Artístico. Programa29:

- Himno del colegio.


- Interrogatorio en francés a un inocente condenado a muerte.
- Ayes de destierro, en francés, música de Grieg, compositor que tanta gloria ha
alcanzado.

29
Diario La Rioja, 26-04-1908.

46
- Los huerfanitos (canción)
- Ejercicios gimnásticos, al son de la música
- Compañía ambulante, preciosa zarzuela

En el colegio San Antonio, los alumnos recibían educación musical y celebraron


algunas veladas en el teatro-circo, dirigidas por los profesores don Manolo del Río y
don Felipe Redal.

Gracias a los esfuerzos personales de ciertas personas, se fue abriendo camino al


mundo musical a través de la educación en centros de enseñanza, como el colegio de
San Antonio.

He de destacar que también se crearon pequeñas academias de música en el seno


de sociedades recreativas o instructivas como el Centro Artístico, al igual que la
formación de las bandas de música y orfeones, por iniciativa municipal, provincial, y
sobretodo de personas particulares, deseosas de alimentar la cultura musical riojana.

El cultivo de la música por parte de una clase alta que frecuenta salones, veladas y
bailes, la gran afición por la ópera y sobretodo la zarzuela, la demanda ciudadana de
música festiva (bandas de música) y cafés concierto, etc., requería una formación
musical para llevarse a cabo.

47
48
CAPÍTULO 3: LOS CENTROS DE ACTIVIDAD MUSICAL

49
Durante todo el siglo XIX existió una enorme actividad musical, que se
incrementó en la segunda mitad de siglo, tanto de profesionales como de aficionados,
dando una personalidad especial a lugares como los cafés, salones, teatros, instituciones
como las sociedades corales, sociedades de conciertos, compañías de teatro y medios de
comunicación como las revistas y periódicos musicales.

Estos son los espacios protagonistas de la vida musical de esta época en la que la
música profana surge con mucha fuerza, mientras en las catedrales se crea un vacío
después de las desamortizaciones. Es la música popular y no la religiosa la que necesita
otro lugar, no la iglesia, para llegar al pueblo a través de los centros de ocio. Todos
estos espacios son lugares relacionados con la democratización de la cultura y serán los
protagonistas de la vida musical de Logroño durante la Bella Época.

La música del periodo romántico se centró en dos tipos de espacios: por una parte,
los grandes edificios de conciertos y de ópera, donde se interpretaban las grandes
formas, y por otra, los salones burgueses y cafés, espacios donde las pequeñas formas
eran las protagonistas. Los españoles no frecuentaron las salas de conciertos como en el
resto de Europa, sino que fueron asiduos visitantes de salones y cafés, además de los
teatros populares.

Citando a Emilio Casares30, el primer núcleo importante y el más numeroso en


cantidad de la música española del XIX, se genera al servicio de dos instituciones: el
salón y el café concierto. En torno a ambos viven y se cambian las ansias musicales de
gran parte del público español; sirvieron para introducir en la música a amplias capas
de la sociedad española y para dar a conocer gran parte de la creación musical del
momento; también en torno a ellos se produce la música más puramente romántica, es
decir, el mundo de la pequeña forma.

El mundo de la pequeña forma es uno de los elementos que identifican el


Romanticismo musical. Es cierto que antes del Romanticismo se crearon composiciones
breves, como los preludios o piezas de danza o las piezas de los tañedores de laúd
franceses, en el siglo XVII, además de las invenciones de Bach. Si embargo fueron los

30
CASARES RODICIO, E.: La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, pag. 40.

50
músicos románticos los especialistas en la creación de pequeñas formas, destinadas a ser
interpretadas en espacios pequeños, como los cafés y, sobre todo, los salones.
Beethoven dio el impuso de este género con sus veinticinco Bagatelas y a él le siguieron
Schuberto, con sus Momentos musicales, Mendelshon con sus Romanzas sin palabras y
Chopín con sus Préludes, todas ellas obras para piano, instrumento por excelencia en la
época.31

Así vemos que el movimiento romántico musical está repleto de descubrimientos


en los temas pequeños. Nietzsche32 así lo afirmaba cuando escribió que en el
descubrimiento de lo más menudo y en el rigor del detalle… nuestro más genial
miniaturista de la música comprime en el compás más pequeño una eternidad de
sentimiento y dulzura.

Para interpretar este tipo de obras, los espacios preferidos fueron los locales
pequeños frecuentados por la sociedad burguesa. La vida social de Logroño giraba en
torno a estos dos tipos de espacios: los cafés y los salones de los círculos de recreo.
Ambos espacios mantenían la costumbre de reunión y de consumo cultural. La
diferencia estriba en el tipo de público que era asiduo a cada uno de ellos: mientras las
clases populares se establecían en los cafés, las clases dominantes lo hacían en los
salones. En los cafés no había exigencias culturales ni de vestimenta; además eran más
accesibles económicamente.

Por otra parte, el teatro decimonónico está lleno de música en cualquier tipo de
espectáculo; incluso cuando se dan sólo obras teatrales es muy común que en los
intermedios haya música. La actividad creadora fue acompañada de una impresionante
dotación de infraestructura teatral que convierte al teatro en el hecho cultural por
excelencia desde la perspectiva musical.33

Además, el paseo fue una de las aficiones de los ciudadanos de la época,


facilitado por las reducidas dimensiones de la ciudad y la falta de medios de transporte
(…) Pero era sobre todo una forma de vivir de la ciudad (…) Sin olvidar que la calle es

31
EINSTEINS, ALFRED: La música en la época romántica. Alianza Música. Pag. 78.
32
FRIEDRICH, NIETZSCHE: Der Fall Wagner, edición complete, I, vol. VIII, Leipzig, 1899, 7, C. G.
Naumann.
33
Ibid., pag. 49.

51
el centro de la vida urbana y el marco donde se realizan sus fiestas.34 En el caso de
Logroño fue el Paseo de los Reyes o también denominado Paseo de las Delicias hasta
1891, Paseo del Príncipe de Vergara de 1891 a 1893 y Paseo del Espolón a partir de
1893. En el kiosko situado este paseo daban sus conciertos las bandas de la ciudad en
los días festivos.

34
MORAL RUIZ, C. DEL: “Pasatiempos, diversiones y espectáculos en el Madrid de Galdós”, Madrid
en Galdós. Galdós en Madrid., Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma de Madrid, Dirección
General de Patrimonio Cultural, 1988, pag. 114.

52
53
3.1. LOS SALONES

El salón romántico constituye, junto con las sociedades burguesas, instructivas,


recreativas y artístico-musicales, uno de los principales espacios para el desarrollo de la
música en la nueva sociedad que surgió durante las regencias de María Cristina y
Espartero.

Se trata de un espacio con perfil aristocrático primeramente y burgués después,


cuyo origen se encuentra en los siglos XVIII y XIX. Con la inestabilidad política del
Sexenio Revolucionario había disminuído la actividad de los salones nobiliarios, que
tendían a desarrollar su actividad en veladas de carácter más íntimo, en las que la política
era tema de ordinaria discusión entre los partidarios de las diversas alternativas al poder.
La llegada de la Restauración monárquica produjo ese mismo efecto en la actividad social
nobiliaria recuperándose los actos propios de la época isabelina. Fueron frecuentes las
recepciones, cotillones, conciertos, veladas literarias o artísticas y esplendorosos bailes.

Además de la vieja nobleza, en los salones se daban cita los miembros de la alta
burguesía, los “nuevos ricos” que comenzaron a relacionarse con las gentes de alcurnia,
en un alarde de grandeza. La nueva coyuntura político-económica del país favorece el
ascenso de familias de empresarios y comerciantes, quienes saben aprovechar las
oportunidades financieras que les brinda el momento. La pequeña burguesía se siente
atraída por la moda de los salones. En realidad –y asumiendo nuevamente a una visión
retrospectiva de las cosas–, la costumbre de la tertulia nocturna de carácter íntimo, tras la
cena y en torno al brasero, en ocasiones con algunos amigos de la casa, constituía ya una
práctica cotidiana en las familias de clase media a mediados de siglo, incluso en las de
condición más humilde. Era una forma habitual de disipación durante las primeras horas de
la noche –a falta de las distracciones de la vida moderna–, momentos en los que se
charlaba, se leía en voz alta y, si la ocasión lo disponía, se hacía música. 35

Con el ascenso de la burguesía, ésta adquirirá unas formas propias de cultura,


tratando de imitar el comportamiento de la aristocracia y elevarse socialmente por

35
DIEZ HUERGA, Mª Aurelia. “Salones, bailes y cafés: costumbre socio-musicales en el Madrid de la
reina castiza (1833-1868)”, Anuario musical Nº 61, enero-diciembre 2006, pag. 198.

54
medio de la cultura. Una de las formas de hacerlo fueron las reuniones en los salones
que proliferaron a lo largo del siglo XIX.

Según la clasificación realizada por Emilio Casares36, las tipologías del salón
español son el palaciego, el aristocrático, el burgués de las sociedades, el privado y el
de las instituciones editoriales o culturales como ateneos, academias, liceos, institutos y
casinos. En Logroño encontramos escasos salones palaciegos y residencias particulares,
predominando sin embargo los salones semi-privados de instituciones diversas, como
las sociedades culturales y de recreo (Centro Artístico, Círculos, Casinos, etc.). Nos
referimos a ellos con el término privados o semi-privados, por tratarse de espacios a los
que solo podían asistir los componentes de esa asociación o familia. El pertenecer a esa
sociedad o familia daba derecho a disfrutar de la actividad artística que se celebraba,
siendo espacios que generalmente no estaban preparados para dichos actos, sino que se
preparaban para la ocasión.

En los salones burgueses de la Bella Época se celebraban veladas que emulaban a


las aristoráticas en las que se charlaba de política, se jugaba a cartas y a pasatiempos, se
declamaban poemas y fragmentos de piezas teatrales, se bailaba y se interpretaba
música, generalmente de manos de aficionados. En algunos, estos actos se llevaban a
cabo de forma periódica y otros tenían carácter ocasional para celebrar actos concretos o
recibir a personajes del mundo político o artístico.

En las veladas literario-musicales, se celebraron conciertos vocales-


instrumentales. La música se entremezclaba con lectura de versos, discusiones literarias
o representaciones dramáticas, considerándose la música un mero entretenimiento. La
aptitud para cantar o interpretar piezas instrumentales era considerada un aderezo
imprescindible para las señoritas, que solían exhibir sus dotes interpretativas en aquellas
veladas. En otras ocasiones, se redujo a la práctica privada entre las clases privilegiadas,
con los bailes de salón, en los que la música tiene un fin lúdico pero también una
función social. Los bailes en realidad eran acontecimientos sociales donde la música es
una disculpa para el encuentro social. La música adquiere importancia como elemento

36
CASARES RODICIO E., Ibid., pag. 41.

55
socializador y de proyección personal, como medio de ostentar la buena educación,
sobre todo en el sexo femenino.37

Ello hace que, a lo largo del siglo se vaya configurando un repertorio


específicamente de salón que depende de los imperativos de la moda y que, poco a poco
aumenta su oferta y su público.38

Salones Privados
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, cada vez son más las familias que
gozan de una posición acomodada y pueden abrir un salón. Se generalizan las reuniones
privadas y los conciertos familiares de carácter burgués: residencias de diplomáticos,
políticos, militares de alto rango, hombres de letras, compositores, abogados, y
médicos. El carácter diletante predomina en estos salones, cuyos dueños solían
reclamar la ayuda de algún profesor de música para la organización del concierto.
Estas reuniones tenían lugar con carácter ocasional, tanto en Madrid como en
provincias, generalmente para celebrar natalicios, santorales y eventos parecidos, o
bien para agasajar a alguna personalidad relevante que visitaba la ciudad.39

Estos salones tienen su origen en el Renacimiento, cuando los mecenas o personas


con poder, protegían a artistas, literatos y científicos para que pudieran realizar sus
obras. No obstante, se observa en Logroño un gran retraso respecto a la capital, Madrid,
ya que son muy pocos los salones privados que ofrecieron veladas de carácter
aristocrático.

He de destacar en Logroño el salón de los señores Íñiguez, alcalde de Logroño en


1909-1911 que en determinadas ocasiones hacían fiestas en las que se interpretaban
piezas al piano y cantadas, pasando a continuación los invitados al comedor, donde se
les obsequiaba con dulces, refrescos, tabacos y vinos. En estas fiestas había baile y se
cantaron algunos coros por varios aficionados e incluso mostraban sus habilidades
coreográficas. Los invitados eran ciudadanos de clase alta con dominio de la música y

37
DIEZ HUERGA, Mª Aurelia. Ibid., pag. 192.
38
Ibid., pag. 167.
39
Ibid., pag. 193.

56
gran afición a esta, como ha venido ocurriendo en la historia de la música desde siglos
pasados.

Otra familia de clase alta que realizaba veladas musicales privadas fue la familia
Herreros de Tejada, senador de reino. En esta ocasión, en el año 1895, hicieron una
fiesta en el salón de su hotel, situado en la carretera de Soria. Posteriormente en este
palacio se ubicará la sociedad de recreo Gran Casino, que se trata en este mismo
capítulo.

Don Francisco Sánchez Alba, director de la Fábrica de Tabacos poseía una


residencia conocida como “La huerta del Inglés”, en la que se celebraron
ocasionalmente fiestas onomásticas con amigos.
Por la noche fue obsequiado en su residencia, conocida por “la huerta del Inglés”, con
una serenata por el Orfeón Logroñés y la rondalla riojana que ha alcanzado el primer
premio en el certamen de la Fiesta de la Jota.40

Junto a estos actos de carácter familiar, se dieron otras veladas de mayores


pretensiones, habilitando para la ocasión todos los espacios disponibles en hogares de
algunos burgueses, tanto para dar cabida a la tertulia como para componer pequeños
teatros domésticos, tratando de imitar las prácticas de las clases pudientes, aunque con
las limitaciones que su menor capacidad económica les impone. Cabe destacar en
Logroño la presencia de dos espacios de este tipo, creados como salas domésticas y que
aspiraban a imitar las veladas de la “sociedad elegante”: el Teatro Teresa y el Salón
Variedades.

El origen del Teatro Teresa es incierto ya que no encontramos en ningún archivo


referencias a su creación. En el año 1903 se habla en la prensa de este nuevo local,
situado en la calle Mayor, en el domicilio de los señores Ganzábal. Ellos crearon una
habitación como teatro para su sobrina, a quien parece vinculada la existencia del teatro.

En realidad se trata de un pequeño teatro situado en un salón burgués, algo que


sucedía en algunas ocasiones en las casas particulares. Así lo indica Celsa Alonso: en

40
Diario La Rioja, 05-10-1902.

57
las casas particulares se utilizan los espacios disponibles, ocupándose los salones,
gabinetes y hasta las salas y alcobas, razón por la cual se empleaba a veces la
expresión de «teatro de sala y alcoba.41

En este local tuvieron lugar representaciones teatrales representadas por


aficionados al teatro. Se cultivaron todos los géneros teatrales, así como números de
canto e instrumento. Además este espacio tenía la función de convertir en salón de baile
la sala de espectáculos y allí tenían lugar espectáculos de danza. En el programa de
representaciones de su primera campaña en el mes de febrero de 1903 destacaron las
representaciones de Los africanistas, con música de los maestros Caballero y Hermoso
y letra de Gabriel Merino y Enrique López Marín, parodia de la zarzuela El dúo de la
africana; Las fresas; Oratoria fin de siglo, monólogo de Antonio Jiménez Guerra, que
reivindicaba el sueldo y el horario laboral de los obreros; Parada y fonda, juguete
cómico en un acto de Vital Aza.

Solo se hace referencia a este teatro durante los primeros meses de 1903, año en
que las representaciones en el teatro Bretón tenían poco público y existía además el
Teatro Moderno. Este local habilitado como teatro tuvo una corta vida, cerrándose en
octubre de 1903 al anunciar su matrimonio la joven citada.

Otro salón privado importante en la época fue el Salón Variedades. Situado en la


calle Delicias (actual Miguel Villanueva), en los antiguos solares ocupados por los
almacenes Garrigosa, se inauguró el 19 de Noviembre de 1903.

El empresario encargado de este salón fue Cayetano Carasa, anterior empresario


del Teatro Principal, quien, en el año 1903, tras la reciente apertura de este salón,
recibió una querella interpuesta por don Pelayo de la Mata, entonces representante del
teatro Bretón de los Herreros, alegando que en su local se celebraban diaria y
nocturnamente sesiones de zarzuela, algo contrario a lo convenido con las autoridades.
Lo cierto era que desde 1901 el teatro Bretón contaba con el salón de columnas en el

41
ALONSO, CELSA. “Los salones: un espacio musical para la España del XIX”. Revista de musicología
del CSIC, Nº 48, 1993, pag. 192.

58
que se celebraban bailes y pequeñas representaciones, por lo que el representante del
teatro vió como una amenaza el éxito del salón Variedades.

En efecto, la “Compañía Variedades” formada en este pequeño salón, ofrecía


matinés a las seis y sesiones de noche a las nueve en dicho salón. Estas veladas
constituían en su mayor parte representaciones de género chico, al que en algunas
ocasiones se añadían monólogos o espectáculos cómicos como los de Ernesto Fregolini,
que actuó en otras ocasiones en el teatro Bretón. En algunas veladas se introdujeron
intermedios instrumentales. Esta compañía, a partir de 1904, se reforzó con ocho artistas
del teatro, además de la característica Consuelo Envid, que había actuado en el teatro
con gran éxito formando parte de la compañía de Fernando Viñas en el año 1892 y de la
de José Bosch en 1893. La compañía reanudó su actividad dirigida por el primer actor
don José A. Fonseca y el maestro don Laureano Larriva.

Aunque en sus comienzos, la actividad principal de este salón fueron las veladas
teatrales, a partir del año 1904 este salón inaugura sus grandes bailes económicos de tres
a seis y media de la tarde, amenizados por la banda de Santa Cecilia, que dirigía el señor
Fabregat.

El nombre de Variedades para este salón resulta de lo más apropiado, ya que en


él también tenían lugar sesiones de Varietés, modalidad que se popularizó durante la
primera década del siglo XX. Las razones del éxito de estos espectáculos fueron
numerosas, siendo la principal los asequibles precios frente a una función teatral. Con
un gasto mínimo en decorados y escenografía, al reacer el principal protagonismo en los
artistas, la afición a salones como el Variedades aumentó. A ello se unió la breve
duración de los espectáculos, que permitía una flexibilización de horarios y mayor
número de pequeñas funciones.

A las sesiones teatrales, de baile y números de cupletistas, se unieron las


sesiones de cinematógrafo atrayendo a las clases medias y populares, que se fueron
familiarizando con este tipo de espectáculos, novedosos aún para el público riojano.

A ambos espacios, activos a comienzos del siglo XX, época en que las
representaciones lírico-dramáticas habían decaído enormemente en el teatro Bretón, hay

59
que añadir algunas veladas aisladas como la que se celebró en el teatro infantil
establecido en casa de don Alejandro Ganzabal el día de Reyes de 1904.

En la misma fecha se inauguró el teatro Lope de Vega, en la casa del señor


Infante, situada en la calle Vara de Rey, en la que unos jóvenes estudiantes
representaron comedias. Los nombres de estos aficionados teatrales eran Fernando
Ortíz, Santiago Ramírez, Pedro García, Carmelo Infante, Julián Gil y Juan José Pueyo.
Sus matinées tenían lugar durante las mañanas de domingo, en las uqe interpretaron en
su mayoría comedias como El amigo de Luis, Quien mal siembra mal recoge y Por el
amor de Dios, además de algunos monólogos como Tentaciones y Oratoria de fin de
siglo. Con la interpretación de tales obras entretuvieron agradablemente los jóvenes
actores a sus familias y gran número de amigos que llenaron el salón del señor Infante.

En una capital de provincias como es Logroño, la existencia de salones privados


fue muy escasa, comparada con la que hubo en Madrid. Además, la actividad musical
que tuvo lugar en estos espacios riojanos fue muy limitada si la comparamos con la de
la capital, donde destacan gran cantidad de veladas entre las clases privilegiadas.

Asociaciones

En la sociedad española de los siglos XIX y XX se produjo el fenómeno asociativo,


tanto en el ámbito político y laboral como en el recreativo-cultural. Esto afectará a la
música, surgiendo un gran número de sociedades (inicialmente en Madrid y con posterioridad
en las provincias) con vocación de auspiciar, promover y difundir actividades musicales
desde una triple perspectiva: pedagógica, creativa e interpretativa.42

Las principales sociedades de ámbito burgués con implicaciones musicales nacen


al poco de iniciarse el reinado de Isabel II, apodada la reina castiza, y muchas otras que
también conocerán su declive en época de dicha soberana e, incluso, darán pábulo al
surgimiento de nuevas sociedades en décadas posteriores.

42
DIEZ HUERGA, Mª Aurelia, Ibid., pag. 189.

60
Son varios los factores que hacen posible que el asociacionismo comience a desarrollarse
en estas fechas. Mª Encina Cortizo y a Ramón Sobrino43 han estudiado este campo, y
consideran como factor importante, en primer lugar, los cambios políticos ocurridos durante
la Regencia de María Cristina, con el retorno de exiliados que traen consigo el naciente
movimiento romántico y el nuevo liberalismo. La renacida sociedad madrileña verá con
gusto que a la actividad socio-cultural se incorporen las nuevas Academias, en las cuales
habrá con frecuencia una sección de música, cuyo objetivo principal será enseñar a sus
miembros unos conocimientos musicales, que, aunque reducidos, les permitan participar
en los recitales organizados sistemáticamente para disfrute de los socios.

Otro factor importante en la aparición de sociedades musicales son las


desamortizaciones que dieron lugar a que se produjese un importante número de músicos
desocupados, al verse obligados a abandonar sus puestos en las capillas catedralicias y
eclesiásticas. Todo ello tuvo una repercusión sobre la música, ya que muchos de esos
músicos confluyeron en Madrid, sin encontrar un puesto de trabajo, teniendo que recurrir,
incluso, a la caridad pública para malvivir.

Mª Encina Cortizo y Ramón Sobrino44 explican cómo las desamortizaciones, al


provocar el desalojo de muchas comunidades monásticas que residían en el centro de
las localidades, hicieron que esos solares ocupados por iglesias y monasterios pudieran
ser reutilizados por agrupaciones civiles como sede para sus asociaciones, como
ocurrirá con el Instituto Español, que ocupa parte del antiguo Convento de Atocha en
Madrid.

Sin duda la Real Orden de 28 de febrero de 1839, que liberaliza el derecho de


reunión y asociación, favoreció la creación de ateneos, liceos, círculos, sociedades
recreativas e instituciones diversas que inician su implantación en Madrid y Barcelona,
y que mediante un nuevo proceso de mimesis se implantan a lo largo del resto de la
geografía nacional.45

43
CORTIZO, E. y SOBRINO, R.: “Asociacionismo musical en España” Cuadernos de música
Iberoamericana. Volumen 8-9. 2001, pag. 11.
44
Ibid. Pag. 12.
45
Ibid., pag. 12.

61
La doctora María del Valle Moya Martínez realiza un estudio histórico del
asociacionismo musical en Madrid en el último tercio del siglo XIX. En 1847 se fundó
la sociedad La España Musical, cuyo director fue Hilarión Eslava. Posteriormente
surgieron en Madrid otras como la Asociación de la Zarzuela en 1851, la Sociedad
Artístico Musical de Socorros Mutuos en 1860, la Sociedad de Cuartetos en 1863 o la
Sociedad de Conciertos en 1866 que daría origen a la Orquesta Sinfónica de Madrid en
1905. 46

En los años posteriores y en un periodo que abarca hasta el comienzo de la Guerra


Civil, fueron creándose diferentes sociedades en las provincias españolas, lo que supone
una nueva organización del público de la música clásica, con imitación de modelos
europeos. Encontramos la Sociedad Filarmónica de Bilbao (1896), seguida por
asociaciones de Vitoria (1903), la Coruña (1904), Zaragoza (1905), Pamplona (1906),
Logroño (1906) y otras posteriores en Oviedo, Salamanca, León, Vigo, Sevilla,
Barcelona, Gijón, Santander y Valencia.47

En Logroño, durante este tiempo, también comienzan a crearse las primeras


sociedades o agrupaciones recreativas de carácter lúdico o de recreo, tras aprobarse el
30 de junio la Ley de Asociaciones de 1887, promovida por el gobierno Sagasta y que
desarrollaría lo indicado en la Constitución de 1876.

Esta ley regulaba la creación de asociaciones profesionales de todo tipo, tanto


religiosas, como políticas, científicas, artísticas, benéficas, de recreo, oficiales, y
muchas otras sin ánimo de lucro, además de asépticas desde el punto de vista
ideológico. Se extendía con ella la idea de que para la legalidad de una institución era
necesario el registro y un estatuto con sus fines. Así, mediante la creación de tales
asociaciones, las élites locales consiguieron organizar certámenes literarios,
conferencias, excursiones, bailes, etc.48

Se constituyeron en la capital riojana diferentes asociaciones, al servicio de la alta


burguesía, en las que la presencia de la música fue muy habitual, en la mayor parte de

46
MOYA MARTÍNEZ, María del Valle, Ibid.
47
CASARES RODICIO, EMILIO. “La música española hasta 1939 o la Restauración musical”, Actas del
Congreso Internacional “España en la Música Occidental”, Madrid 1987. Pags. 270 y ss.
48
Rioja Ilustrada y deportiva. Una revista de ocio en Logroño, Berceo 158, 185-212, Logroño 2010.

62
las ocasiones como entretenimiento para los socios y en otras para ofrecer formación
musical y cultural a los socios interesados o a los jóvenes sin recursos. Así, citando a Mª
Encina Cortizo y a Ramón Sobrino49, los conciertos, veladas literario-musicales y
funciones líricas organizados por estas sociedades se convierten en vía importante de
difusión de repertorio musical. La vida de estas sociedades depende de elementos
complejos de la sociedad burguesa, entre los que destaca su vocación artística, en claro
mimetismo con las veladas musicales aristocráticas, tan frecuentes en la España del
Antiguo Régimen. Así, además de desarrollar una función docente, algunas de ellas
permitían a sus socios disfrutar y participar en veladas artísticas mensuales, donde desa-
rrollaban su afición lírico-dramática, rivalizando con los escasos teatros que funcionaban
en la capital en la década de los treinta.

En algunas de las que aparecen en el cuadro adjunto, no tenemos constancia de


que tuvieran lugar actividades musicales. Sin embargo encontramos que en la prensa se
habla de otras sociedades que no aparecen registradas en el cuadro, que sí tuvieron
actividad musical. Por ello he incluido todas en este apartado.

Todos ellos eran espacios relacionados con el mundo literario y político y en sus
salones siempre hubo lugar para el entretenimiento: bailes de máscaras, bailes de San
Mateo, conciertos vocales e instrumentales, espectáculos de magia, de prestidigitación,
el fonógrafo... Además, destacó en una de ellas –el Centro Artístico- la instrucción
cultural, lo que supone, un importante avance en cuanto a la función social de estas
sociedades, ya que no buscaba únicamente el disfrute de los socios, sino también la
enseñanza, convirtiéndose en una de las primeras sociedades instructivo-recreativas de
Logroño a comienzos del siglo XX.

Las sociedades solían autofinanciarse a partir de las cuotas de sus socios, y con la
organización de actividades diversas, como exposiciones, conciertos, concursos,
tómbolas, etc. Para asistir a estos eventos había que ser socio de la asociación y pagar la
cuota. A partir del año 1900 se dieron instrucciones en los Círculos con objeto de cortar
los abusos que se venían cometiendo por algunas personas despreocupadas que

49
CORTIZO, Mª E. y SOBRINO, R.: “Asociacionismo musical en España”. Cuadernos de música
Iberoamericana. Volumen 8-9. 2001, pag. 12.

63
entraban en los bailes sin preocuparse de que allí solo deben estar los forasteros
debidamente presentados y los socios que para algo contribuyen con su cuota
mensual.50 De hecho, en algunas ocasiones en la prensa se indicaba claramente que los
bailes eran de invitación, exigiéndose el billete de esta a la entrada, mientras en otros
salones, los bailes eran públicos.

Clasificación de las asociaciones


No es lo mismo que unos conciertos sean organizados por aficionados que buscan
únicamente el disfrute personal, a que lo sean por músicos sin medios económicos
suficientes, que recurren a ellos para intentar ganar un dinero que les permita subsistir. Es
por ello que Mª Encina Cortizo y Ramón Sobrino realizan una clasificación de las
asociaciones musicales españolas de los siglos XIX y XX, pudiendo hablar de ocho tipos
diferentes. En Logroño encontramos asociaciones de seis de los ocho tipos clasificados
por los citados autores.

1. Sociedades filarmónicas destinadas organizar conciertos para sus socios, que


colaboran económicamente con la sociedad, gracias a unas cuotas mensuales, trimestrales
o anuales que sirven para sufragar los gastos propiciados por la actividad musical que se
proporciona a los socios.

Se trata de sociedades recreativas como son La Amistad, La Fraternidad, el


Círculo Logroñés y el Gran Casino. No estudiamos El Club Riojano y La Mercantil
porque, aun siendo sociedades de recreo, no ofrecían a sus socios actividades musicales.

No todas las sociedades tuvieron la misma repercusión ni el mismo nivel socio-


cultural. El círculo La Amistad fue la asociación más antigua, tenía carácter burgués y
en ella predominó la celebración de bailes de salón, con un pequeño número de
conciertos. La Fraternidad, creada en 1890, fue un círculo burgués dedicado casi
exclusivamente a los bailes de salón. El Círculo Logroñés, sin embargo, tenía carácter
aristocrático. Estos tres círculos fueron los protagonistas de las veladas de baile durante
la última década del siglo XIX en Logroño. Incluso a veces se repartían los días de la
semana para que la sociedad riojana pudiera asistir a todas las veladas musicales y no

50
Diario La Rioja. 25-02-1900.

64
hubiera competencia entre ellos. Esto, sin embargo, no ocurría durante las fiestas de San
Mateo o San Bernabé, en las que las veladas se celebraban a la vez en los diferentes
círculos de recreo.

En el año 1905 se unen a estas veladas las celebradas en el Gran Casino,


considerada una sociedad palaciega, desde el momento en que se sitúa en el magnífico
palacio, propiedad de los señores Herreros de Tejada, senador del reino.

Durante los años de creación de estas asociaciones, Logroño estaba


experimentando fuertes transformaciones urbanísticas, económicas y sociales, siendo la
apertura de estas nuevas sociedades una de las características más loables de esta
modernización y dinamización socioeconómica.

El objeto y funcionamiento de estas sociedades era similar, teniendo como


primera misión el recreo y en algunos casos, la instrucción de sus socios, que podían
acceder a las numerosas actividades que en ellos se realizaban previo pago de una cuota,
cuya gestión se llevaba a cabo de forma rigurosa por los miembros de la Jutna Directiva.

Es llamativo que todas estas sociedades de recreo tuvieran unos programas de


actividades realmente amplios y variados, para el momento histórico que se estaba
viviendo. Las formas de ocio de la sociedad española de la Bella época eran mucho más
limitadas que las actuales y estaban mediatizadas por la moral de la época. Por ello, las
actividades más frecuentes celebradas en estos espacios eran los bailes, conciertos,
veladas y conferencias, celebrados todos ellos de manera rutinaria. A pesar de tratarse
de actividades repetidas, cuando se celebraban, los socios vivían el momento con gran
animación e interés, especialmente si los actos festivos coincidían con la visita de un
personaje importante.Las festividades más celebradas en estos espacios fuerion la
Navidad, la Semana Santa, las fiestas locales –San Bernabé y San Mateo-, todas ellas
fiestas religiosas, y el Carnaval, única festividad laica celebrada en estos espacios.

Círculo de La Amistad
Situado en el nº 62 de la calle del Mercado, actualmente sigue ejerciendo
actividades para sus socios en la misma ubicación, denominada ahora calle Portales Nº
45.

65
Esta sociedad de recreo fue fundada el 15 de febrero de 1885 por don Pedro
Atilano, siendo el secretario Mariano Lucia. En 1889 pasó a ser su presidente D.
Saturnino Jiménez y su secretario a D. Juan Ruiz Olalde. Fue entonces cuando se
apreciaron mejorías en el funcionamiento de esta asociación, según comentaban las
crónicas de prensa.51

Tal y como se indica en los estatutos de este círculo, el objetivo principal fue
procurar el recreo y la distracción de sus asociados, y a tal fin correspondía a la Junta
Directiva el acordar la celebración de bailes, veladas, conciertos, conferencias literarias
y todo aquello que significase Arte y Cultura, siendo ajena a la sociedad y opuesta al
objeto de su institución, toda cuestión política, social y religiosa. Poseía este círculo una
biblioteca, un salón de lectura, espacios que debían ser utilizados para la lectura de
libros y periódicos, no permitiéndse sacar fuera de la sociedad estos documentos.
Además, poseía una sala de juegos, en la que solo se permitía jugar a aquellos
debidamente autorizados por las Autoridades competentes y que fueran propios de este
tipo de sociedades, sin poder tomar parte los empleados del Círculo durante sus horas de
servicio.

El número de socios era ilimitado, quedando facultad de la Junta para suspender la


admisión de los mismos cuando a su juicio el número de los ya existentes estuviera en
consonancia con la capacidad del local. Los socios eran de dos clases: propietarios y de
número. Los primeros, para serlo, debían llevar siete años siendo propietarios de
número, siendo estos últimos los que no hubieran alcanzado el título de socios
propietarios o lo hubieran perdido por alguna causa establecida en el reglamento. Todos
estos socios, previo pago de la cuota trimestral, tenían derecho a disfrutar de todo
cuanto pertenecía a la sociedad.

Los miembros de la Junta directiva eran un presidente, vicepresidente, tesorero,


secretario, contador y cuatro vocales. Además de la Junta Directiva, encargada del
gobierno y administración de la sociedad, se formó una Junta Consultiva, de régimen
interior y asesoramiento. Esta junta estaba compuesta por ocho individuos que debían

51
Revista El Diluvio. 27-02-1898.

66
haber sido previamente miembros de la Junta Directiva o llevar al menos diez años
siendo socios propietarios.

El Círculo de la Amistad se abría a las once de la mañana, dependiendo su hora de


cierre, de las actividades que en éste se llevaran a cabo. A este espacio podían acudir
todos los socios y en algunas ocasiones sus familiares, teniendo la Junta Directiva la
facultad de impedir la entrada al Círculo, siempre que lo creyeran conveniente, a los
familiares de los socios.

A lo largo de estos años se celebraron diferentes actividades musicales en los


salones de esta asociación. Los cronistas llegaron a comentar que se trataba de la
sociedad de Logroño donde más fiestas de baile se celebraban, y todas ellas se veían
concurridas en grado superlativo52.

En efecto, los bailes fueron la actividad musical más celebrada en esta sociedad de
recreo, en días festivos –especialmente San Bernabé y San Mateo- y en carnaval durante
todos los años que nos ocupa este estudio. Estos bailes eran amenizados en numerosas
ocasiones por las bandas de música de la ciudad: la Banda del Regimiento de Burgos, la
Banda Municipal, la Banda del Regimiento de Bailén o la Banda de Santa Cecilia y en
otras por agrupaciones como la orquesta dirigida por don Nicolás (en 1899) o el sexteto
de don Juan Vallés (durante el año 1903).

Además de bailes y siendo esta la actividad recreativa más numerosa de este


círculo de recreo, también se celebraron algunos conciertos, en fechas concretas:

- Concierto de acordeón y guitarra por los señores Cuevas y Calleja53.


- Concierto de cante y baile flamenco54.
- Función de canto, armonium y orquesta organizada por el barítono Don Ramón
Moras.55
- Concierto de guitarra por Rafael Torts56

52
Diario La Rioja. 23-02-1909.
53
Diario La Rioja. 16-03-1889.
54
Diario La Rioja. 19-09-1889.
55
Diario La Rioja. 23-10-1890.
56
Diario La Rioja. 05-06-1891.

67
- Concierto por el cuarteto El Turia: bandurria, bandurria-lira, laúd-lira y guitarra de
concierto, dirigido por el bandurrista Manuel57.
- Concierto del señor Zamora acompañado por dos profesores de guitarra58.
- Interpretación de los artistas calahorranos.59

Se trata de interpretaciones de variados géneros, predominando las de solistas,


dúos, tríos y cuartetos de instrumentos de cuerda como la guitarra, la bandurria y el
laúd. Además hay una interpretación que incluye voz y otra de cante y baile flamenco.

Círculo de la Fraternidad
Su presidente desde su creación en 1890 fue Zollo Zorzano, pasando en a ser en
1904 el señor Zuazo. Estaba ubicado en la casa número 10 del Muro del Siete, hoy
Muro de Cervantes.

Curiosamente, unos meses después de que tomara la presidencia de la asociación


el señor Zuazo, ésta acordó su disolución, tras catorce años de vida. Esto sucedió
cuando don Salvador Aragón adquirió el edificio donde estaba instalado el Círculo de la
Fraternidad para instalar el Centro Artístico del que sería presidente. La Junta directiva
de éste expuso a los nuevos acreedores la situación en que se encontraba la sociedad,
enterándose éstos de que los débitos ascendían a unas diecisiete mil pesetas. Creyeron
que sería imposible cubrirlos, por lo que entendían que sin ofrecerles una garantía no
podían continuar por más tiempo sin percibir una parte, que podía ser el 50 por 100, de
sus créditos. Por ello, la sociedad de La Fraternidad quedó a cargo de los dueños del
Café de La Unión (antes llamado Universal), al estar instalados en la misma casa en el
número 10 de la calle Muro del Siete.

Así lo contaba Fray Cirilo en el periódico La Rioja el 12 de octubre de 1904: No


puede hablarse de La Fraternidad sin mencionar a nuestro inolvidable Zollo Zorzano,
presidente casi perpetuo que tanto contribuyó a crear su fisonomía propia y distinta.

57
Diario La Rioja. 02-09-1892.
58
Diario La Rioja. 14-05-1894.
59
Diario La Rioja. 12-11-1894.

68
No pretendemos comparar méritos, pero al desaparecer el Círculo poco después que
nuestro amigo, nos parece de justicia unir ambos nombres.60

Durante sus catorce años de vida (1890-1904), las actividades musicales son
semejantes a las que se interpretaron en el Circulo de la Amistad, predominando las
sesiones de baile sobre todo lo demás. Así, se celebraron en este círculo, bailes en días
festivos, especialmente en San Bernabé y San Mateo y bailes de máscaras en carnaval.
Estos bailes amenizado por la Banda del Regimiento de Burgos, Banda Municipal o
Banda del Regimiento de Bailén.

Únicamente el círculo La Fraternidad acordó suprimir el baile que acostumbraba a


dar en sus salones, durante el año de la guerra, 1898, atendiendo a las circunstancias
dolorosas y por la que atravesaba la nación y que no son apropiadas a favorecer la
concurrencia a esta clase de fiesta.61

Además se celebraron algunos conciertos de oboe, voz acompañada de guitarra,


bandurria, acordeón, piano, bandurria, piano, violín o pequeñas agrupaciones
instrumentales.

Círculo Logroñés
Esta sociedad creada el 6 de febrero de 1896, se situó en sus inicios en la calle del
Mercado nº 10 y 12 y pasó a ubicarse a partir de 1909 en los números 14 y 16 de la
misma calle. A partir de 1915 el Círculo Logroñés se situará en la calle Duquesa de la
Victoria, lugar en el que se encuentra actualmente. Aunque sus estatutos de esta
asociación se crearon el 6 de febrero de 1896, tenemos constancia de que se celebraran
veladas en sus salones desde 1886.

Gracias a la revista La Rioja Ilustrada, tenemos constancia de la celebración de


veladas al piano, en 1886, por el riojano y residente en Zaragoza don Ruperto Ruiz de
Velasco, que había llegado con su familia a pasar el a Logroño, y que, durante las horas
de siesta, daba algunos conciertos para piano en el salón del casino, como se
denominaba en ocasiones al Círculo Logroñés en sus primeros años, antes de que se

60
Diario La Rioja. 12-10- 1904.
61
Diario La Rioja. 24-07-1898.

69
creara el Gran Casino. En algunas ocasiones le acompañó el Sr. Gil: aficionado de
primera fuerza que había ido a Logroño por asuntos de familia, y al cual, debido a su
amabilidad, tuvieron los riojanos el gusto de oír tocar la flauta y sobretodo, por su
novedad, llamó la atención fue oírle tocar un instrumento de su invención llamado
“Focarina” al que el señor Gil sabía sacar un partido verdaderamente increíble.

Los comentarios del Padre Cantalaplana, cronista de la revista La Ilustración de


Logroño en 1886, muestran la necesidad de actividad artística y musical que tenía la
nueva sociedad burguesa surgida en la capital riojana en el siglo XIX, para la que la
música era un elemento fundamental de la cultura y el ocio: ¡Que se prorrogue
indefinidamente la estancia en Logroño de dichos señores es lo que nos convenía a los
que deseamos oír buena música! 62

Los miembros del Círculo Logroñés pertenecían a la nueva sociedad burguesa


logroñesa, ocupando todos ellos puestos de prestigio en la ciudad con profesiones como
médico, abogado, comerciante, farmacéutico, industrial, corredor de comercio o
propietarios. Asímismo, todos ellos tenían ubicados sus domicilios en las calles más
céntricas de la capital riojana, como Bretón de los Herreros, Once de Junio, calle del
Mercado, Vara de Rey, Francisco de la Mata, Cervantes, Miguel Villanueva,
Rodrigáñez, Espartero, Estación, Carmelitas o Marqués de San Nicolás.

En el artículo primero de sus estatutos creados en 1896 se indica que la sociedad,


ajena a todo fin político, tenía como objeto proporcionar a sus individuos los recreos
propios de las sociedades de su índole, es decir, una reunión agradable, juegos, lectura
de obras literarias, científicas, historia y periódicos.

Tal y como se indica en los artículos segundo y tercero de sus estatutos, la junta
directiva de esta sociedad estaría formada por un presidente, un vicepresidente, un
tesorero, un contador, un secretario y cuatro vocales, siendo estos cargos gratuítos y
obligatorios. Había tres tipos de socios: propietarios, honorarios y distinguidos o de
mérito. Todos los socios en clase de propietario pagaban una cuota mensual de ochenta
pesetas, pudiendo ser admitidos como socios honorarios o asistentes todas las personas
62
Revista La Ilustración de Logroño. Julio. Segunda quincena. Crónica local.

70
sujetas a traslación como empleados, militares y los hijos de los socios propietarios. Los
socios distinguidos o de mérito serían todos aquellos que por sus circunstancias
especiales y ajenas de la Junta Directiva fueran considerados dignos de tal distinción.

En su creación fue su presidente Francisco de la Mata y el secretario Francisco


Martínez. En 1889 pasó a ocupar el cargo de presidente D. Juan Polo, siendo el
secretario D. Gregorio Ochoa.

La Junta Directiva se fue renovando a lo largo de estos años, pasando a estar


formada en el año 1898 por los siguientes miembros:

Presidente: Vicente Infante.


Vicepresidente: Isidro Vázquez.
Tesorero: Roberto Abad.
Contador: Víctor Abeytua.
Secretario: Leopoldo Elías.
Vocales: Crescencio Aguirre y Enrique Álvarez.

Tras la reunión celebrada el 12 de enero 1901, se renovó la Junta Directiva por


votación de los socios, pasando a ser sus nuevos miembros los siguientes:

Presidente: José Herreros de Tejada.


Vicepresidente: Antonio Jimeno.
Tesorero: Roberto Abad.
Contador: Florentino Alonso.
Secretario: José Bañares.
Vocales: Benito Nestor de Lanzagorta y Prudencio Trevijano.

El 31 de diciembre de 1907 se anuncia el cambio de Junta Directiva, pasando a ser


el nuevo presidente don Francisco de la Mata, a pesar de que se encontraron ciertas
dificultades para realizar el cambio de presidencia.63

63
Diario La Rioja. 11-01-1908.

71
En 1909, siendo el presidente era Salvador Aragón, se renovaron los estatutos de
esta asociación de recreo, que fueron aprobados en la junta celebrada el 28 de febrero
del citado año. En los nuevos estatutos se indica que esta asociación tenía como objeto
proporcionar a sus socios un centro de recreo e instrucción, pudiendo disfrutar en sus
salones de las comodidades y distracciones que eran propias de la buena sociedad, así
como de la lectura de periódicos y obras científicas, literarias y artísticas, siendo
completamente ajenas a suinstituto los actos que tuvieran marcada tendencia política o
religiosa, así como los que pudieran ofender el decoro de personas bien educadas. El
Círculo Logroñés pasó en este año a incluir la instrucción en sus actividades, además
del recreo. A partir de entonces los socios honorarios fueron las Autoridades superiores
Civil y Militar de la provincia, el Presidente y Fiscal de la Audiencia, el Juez de primera
instancia y el Alcalde de Logroño.

En enero de 1910 se anuncia de nuevo el cambio de Junta, pasando a ser los


nuevos miembros los siguientes:64

Presidente: don Alejandro Miguel.


Vicepresidente: don Roque Rivas.
Tesorero: don Marco Rezola.
Vocales: don Alfonso L. Montenegro y don Benito Ballesteros.
Secretario: don Remigio Vidaurreta.

En 1911 el nuevo presidente del Círculo Logroñés, Pedro Ruiz Santolaya, expuso
por escrito al Gobernador Civil de la provincia la renovación de los estatutos. Se
renovaron únicamente los referentes a los socios, incluyéndose una nueva modalidad de
socios, los socios accidentales, que debían solicitar su admisión expresando su nombre,
profesión y domicilio a la Junta Directiva, quien resolvería la admisión.

En el año 1914 la Junta Directiva del Círculo Logroñés estaba formada por los
siguientes miembros:
Presidente: Mariano Cañada.
Vicepresidente: Ramón Castroviejo.

64
Diario La Rioja. 11-01-1910.

72
Contador: Gregorio Ochoa.
Tesoreto: Federico Herrero.
Secretario: Alejandro Iriarte.
Vocales: Alejandro Madurga, Eduardo Larrea, Ángel Codes y Ricardo Viguera.

Fue en la memoria de la gestión de la Junta Directiva del año 1914 que se leyó el
10 de enero de 1915, donde se anunció el traslado de la sede del Círculo Logroñés a un
nuevo local. Desde los años previos a esta noticia se venía anunciando que el local que
ocupaba el Círculo no era susceptible a pesar de que en él se hicieran reformas, de
ponerlo en las condiciones que la vida moderna había traído a las Sociedades de la
importancia del Círculo. Se dio entonces la felíz coincidencia de que el señor Viguera,
vocal del Círculo, ofertó a la junta Directiva del Círculo Logroñés, los solares número 6
y 7 de la calle las Delicias, para construír en ellos un edificio que llenase por completo
las necesidades que traía consigo un Círculo de tal categoría. A pesar de estar la Junta
Directiva de acuerdo con dicha oferta, se decidió en una junta general extraordinaria,
abrir un concurso por quince días entre los propietarios de la capital para que hicieran
proposiciones de solares o de edificios construídos ad hoc, nombrando una comisión de
socios propietarios que informaría de las gestiones realizadas. Los miembros de dicha
comisión fueron los señores Garrigosa, Valluerca, Pérez Íñigo, Isidro Íñiguez, Rezola,
Ramírez, Arza y Salvador Aragón, quienes estudiaron las cuatro propuestas recibidas,
siendo únicamente dos de ellas aceptadas por la Junta: una, la de los citados solares
ofrecidos por el señor Viguera, y otra, la proposición presentada por la sociedad
anónima “Beti-Jai”. Después de varias conferencias entre los señores Viguera,
Garrigosa, Ramírez y Pérez Íñigo, quedó en pie la oferta propuesta por “Beti-Jai”, a
cuyo presidente se le comunicó que con gran urgencia formase un proyecto y presupesto
detallados para el edificio del nuevo Casino, teniendo en cuenta las necesidades y el
posible aumento de la población y por tanto de socios. El proyecto ubicó el nuevo
Círculo Logroñés den la calle Duquesa de la Victoria, espacio en el que se ubica en la
actualidad.

Tras las primeras veladas al piano por el riojano residente en Zaragoza Ruperto
Ruiz de Velasco durante sus visitas a la capital riojana en el verano de 1886, tenemos
constancia de la celebración en esta sociedad de numerosas actividades de recreo como
eran los bailes, que tuvieron lugar durante todos los domingos y festivos, así como en

73
las fiestas de San Mateo y en las fechas de carnaval. Sin embargo, además de los bailes,
hemos de destacar algunas interpretaciones musicales que tuvieron lugar en la sede de
ésta asociación.

- Velada concierto por el célebre violinista de Haro Daniel Manso y la simpática


pianista riojana Margarita Jiménez.65
- Concierto por el pianista don Antonio Joven.66
- Matinée en la que intervendrán los notables guitarristas señores Soria.67
- Conciertos por dos jóvenes artistas, Celso Díaz y César Malé, al violín y al piano
respectivamente.
- Actúa la soprano ligera Antonia Bustamante y le acompaña al piano el maestro
compositor don Hipólito Rodríguez.68
- Concierto de violín y piano, por los notables profesores Don Cristobal García de las
Bayonas y Don Ángel Blanco, quien había sido expresamente por doña Cristina varias
veces para tocar ante la familia real. 69
- Concierto musical por el joven barítono logroñés Pepe Lasanta acompañado al piano
por la señorita Concha Notario70.
- Actuación en el teatro organizada por la junta del Círculo Logroñes: pianista polaca
Wanda Landowska.71
- Concierto por la Tuna Zaragozana en su visita a Logroño.72
- Concierto a dos pianos por los señores Maguregui y Gessner, e algunas ocasiones
acompañados por el barítono Pepe Lasanta.73
- Recital de piano por Emilia Quintero.74

Este círculo de recreo, de mayor nivel cultural, contaba con un piano que sirvió
para el disfrute de los socios en las veladas a cargo de los compositores logroñeses
estudiados en este trabajo Hipólito Rodríguez, Concha Notario, Fermín Maguregui y

65
Diario La Rioja. 12-08-1899.
66
Diario La Rioja. 06-03-1903.
67
Diario La Rioja. 04-12-1904.
68
Diario La Rioja. 06-01-1907.
69
Diario La Rioja. 25-06-1907.
70
Diario La Rioja. 27-09-1907.
71
Diario La Rioja. 21-11-1906.
72
Diario La Rioja. 23 -02-1908.
73
Diario La Rioja. 01-01-1909.
74
Diario La Rioja. 24-12-1910.

74
Carmelo Díez Gessner, además de otros menos con conocidos como Margarita Jiménez,
Antonio Joven, Cristóbal García de las Bayonas, Don Ángel Blanco y Emilia Quintero o
la visita de la pianista polaca Wanda Landowska en el año 1906.

Además, se incluyeron en estas veladas, algunas interpretaciones al violín y


conciertos vocales por la soprano ligera Antonia Bustamante y el joven barítono
logroñés Pepe Lasanta.

Entre las veladas musicales citadas, continuaron en el Círculo Logroñés las


veladas de baile en los días festivos o incluso cuando hubo acontecimientos importantes
en nuestro país, como la boda de Don Alfonso XII75, el alumbramiento de la hija de la
reina76 o el centenario de la Independencia el día 2 de Mayo de 1907, obsequiando a las
damas con dulces y refrescos y las representaciones oficiales con un espléndido lunch.77
Todo ello nos muestra el carácter aristocrático de este salón logroñés.

Hubo sin embargo un momento de paréntesis en la celebración de veladas de


baile, que coincidió con el cambio de la Junta Directiva. Pero estas veladas fueron tan
solicitadas con insistencia por la juventud logroñesa y se retomaron en 1911, con gran
éxito y participación de las jóvenes damas logroñesas.

Gran Casino
El Casino fue una institución de profunda esencia burguesa en el que comenzó a
78
afianzarse el repertorio instrumental. Siguiendo a Celsa Alonso, los Casinos eran
asociaciones privadas, de carácter recreativo y cultural cuyos miembros solían
pertenecer a un determinado grupo social o político, generalmente burgueses. En el siglo
XIX es un centro de reunión social, no todavía un lugar de juego exclusivamente.

Esta sociedad logroñesa de carácter aristocrático, se estableció en el magnífico


palacio, propiedad de los señores Herreros de Tejada, situado en la calle Vara de Rey Nº
5, que fue adquirido por un nuevo propietario. Antes de su creación el 12 de mayo de

75
Diario La Rioja. 18-06-1906.
76
Diario La Rioja. 11-04-1907.
77
Diario La Rioja. 29-04-1908.
78
ALONSO, CELSA. “Los salones: un espacio musical para la España del XIX”, Anuario musical, 48,
pag. 198, pag. 198.

75
1905 por don Antonio Garrigosa, uno de los más significativos burgueses de la capital,
en los salones de esta propiedad familiar se habían celebrado algunas veladas privadas
organizadas por los señores Herreros de Tejada.

Los intentos de poner en marcha esta asociación datan de unos meses atrás, según
se puede observar en una noticia aparecida en el periódico La Rioja en el mes de
noviembre de 1904, en la que hace referencia al interés por la sociedad burguesa de
Logroño de crear un nuevo círculo de recreo:79

El domingo se reunieron muchos de los fundadores del nuevo círculo de recreo


que se trata de fundar en esta capital, a fin de conocer los trabajos realizados por la
Comisión gestora nombrada a tal efecto. En dicha reunión se expuso lo adelantados
que van los trabajos para ultimar el contrato del magnífico hotel que fue de los señores
Herreros de Tejada, que ha sido adquirido recientemente por un propietario de esta
capital.

En la reunión se leyó un bosquejo del reglamento, que fue aprobado en principio,


admitiéndose observaciones para ediciones y reformas. Además, se hizo hincapié en dos
cosas. La primera, que el Casino Moderno tuviera siempre un esplendor relativo a los
socios que lo compusieran y a sus familias, y la segunda, que no adquiriera deudas que
dificultasen la vida de las sociedades de recreo. Por ello se creó una Comisión
consultiva, compuesta de nueve miembros, para que interviniera con la junta Directiva
siempre que tuvieran que realizarse obras de importancia, así como compras y ventas
desde determinada cantidad y en la fiscalización de las cuentas.

En dicha reunión se procedió a la elección de la Junta directiva, siendo designada


la que se indica:

Presidente: don Virgilio Oraá.


Vicepresidente: don Isidoro Bergasa.
Contador: don Juan Lasso de la Vega.
Tesorero: don Ángel López.

79
Diario La Rioja. 22-11-1904.

76
Secretario: don Ildefonso Moreno.
Vocales: don Vicente García del Valle, don Felipe Martínez Zaporta, don Enrique
Álvarez y don Eusebio Gómez.

Para la Comisión Consultiva fueron elegidos don Felipe Pancorbo, don Basilio
García, don Antonio Andrés del Villar, don Julián Ramos, don Víctor Moreno, don Juan
Esteban Muñoz, don Ignacio Continente, don Antonio Garrigosa y don Domingo
Apellániz. Todos ellos fueron elogiados en su primera reunión por el interés mostrado
en sus trabajos preliminares.

Se puede observar con todo ello el carácter eminentemente elitista de esta nueva
sociedad, que había alquilado el lujoso chalet de los señores Herreros de Tejada, situado
en pleno centro de la ciudad –hoy en día Palacete del Gobierno regional, situado al
comienzo de la calle vara de Rey- y que dio tanta importancia a que tuviera siempre un
esplendor relativo a los socios que lo compusieran y a sus familias.

La Junta directiva fue renovada en dos ocasiones durante la época estudiada. En el


año 1909 cambiaron algunos de sus miembros, pasando a a ser el presidente don
Dionisio Presa y el director don José María Eulate. Un año más tarde, en el mes de
enero de 1910 se produjo un nuevo cambio de la junta directiva de este círculo de
recreo, que esta vez afectó a más miembros, pasando a estar formada por los siguientes:

Presidente: don Vicente G. del Valle.


Vicepresidente: don Eusebio González.
Contador: don Felipe González.
Tesorero: don Julián Arazuri.
Vocales: don Emeterio Ruiz, don Ángel Morras, don Nicolás Calvo y don
Constante Bergasa.
Secretario: don Ildefonso Moreno.

El Reglamento de la nueva asociación hacía referencia al carácter exclusivamente


lúdico y apolítico de la sociedad, por lo que no se permitirían en él las discusiones
públicas o colectivas sobre materias religiosas ni políticas, ni tampoco las que
estuvieran en desacuerdo con las leyes del estado. Indica este regalmento que sería la

77
junta Directiva quien acordaría la celebración de bailes, conciertos y veladas, así como
conferencias literarias, científicas y recreativas. Además hace referencia a la isncripción
de miembros, que se admitirían con las formalidades del Reglamento, siendo
indispensable que tuvieran más de diez y ocho años de edad.

Contaba este salón con un piano en sus espaciosos salones, además de un gran
espacio ajardinado en el que también se celebraban algunas veladas. Las veladas al
piano fueron interpretadas por los diletantti Carmelo Díez Gessner en varias ocasiones,
además de otros menos conocidos en la ciudad como la señorita Manolita Algueró o los
notables artistas Miss Rollenson acompañado a la bandurria por don Manuel López.

El jardín permitió ampliar la oferta de actividades en él celebradas, respecto a


otros círculos de recreo de Logroño. Fueron frecuentes los conciertos al aire libre
durante la temporada de verano, destacando especialmente los conciertos por la banda
de Bailén durante la época estival de los años 1907-1908 y 1909. De cualquier modo, la
música siempre acompañó a las celebraciones de la sociedad, como nos lo muestran las
crónicas de prensa: 80

El Gran Casino inaugura las fiestas de verano con la celebración del segundo
aniversario de la fundación del Círculo.
Por sus bonitos jardines, testigos en el pasado de fiestas y tertulias aristocráticas,
desfilará durante el verano la animada concurrencia que presta atractivo y vida a estas
amenas reuniones, saboreando entre los acordes de la música exquisitos refrescos a la
sombra del arbolado secular y abundoso que puebla el jardín.
La Junta Directiva no descansa un momento en su tarea de organizar veladas
musicales, banquetes y fiestas donde los socios encuentran honesto recreo y bailes de
sociedad para que también la juventud disfrute a su modo de las excelencias de este
simpático Círculo.

Si atendemos a la música que se interpretó en este espacio, he de señalar las


veladas musicales a cargo de los intérpretes que se indican:

80
Revista Rioja Ilustrada. 27-05-1907.

78
- Matineé a cargo de la señorita Manolita Algueró, al piano y el sexteto Fabre.
- Concierto del sexteto de reciente formación organizado bajo la dirección de don
Bonifacio Gurrea, en los jardines81.
- Concierto en los salones, por la Tuna musical del Conservatorio de Madrid.82
- Conciertos por la Banda de Bailén
- Concierto clásico en el Gran Casino a cargo de los señores Salvador y Gessner.83
- Concierto por la banda de Bailén para la infanta Ana Isabel en su visita a Logroño.84
- Velada por don José Lasanta acompañado por el señor Gessner85.
- Concierto de piano y bandurria por los notables artistas Miss Rollenson y don Manuel
López.86

Todas ellas tuvieron lugar en las fechas propias de celebración de actos de los
círculos de recreo: Navidad, Semana Santa, San Bernabé y San Mateo. Hubo,
evidentemente otros momentos históricos que se celebraron con entusiasmo, como fue
la celebración del 2 de mayo de 1908, fecha en que se conmemoraba la rebelión
nacional contra los franceses, acto acompañado por la música de la Banda de Bailén.
Recordemos que en aquellos tiempos se exaltaba con fuerza el nacionalismo español,
acotado en ocasiones por los regionalismos. El carácter palaciego o aristocrático de este
salón lo muestra la velada para la Infanta Isabel de Borbón en su visita a Logroño en
1908, visita que marcó un hito en la historia del Gran Casino.

Destacan especialmente algunas veladas, como la que fue amenizada por la Tuna
musical del conservatorio de Madrid, al igual que otras a cargo de pequeñas
agrupaciones de cámara, que nos recuerdan a las europeas, tan poco frecuentes en los
salones españoles. Esto era debido, en gran medida, a la falta de una infraestructura
institucional adecuada en materia de enseñanza musical, especialmente grave fuera de la
capital, hacía que el acceso a la cultura musical fuese limitado. A ello hay que añadir la
carencia de profesorado cualificado, fundamental para educar a la sociedad en materia
musical.

81
Diario La Rioja. 13-07-1905.
82
Diario La Rioja. 07-03-1906.
83
Diario La Rioja. 09-09-1906.
84
Diario La Rioja. 25-07-1908.
85
Diario La Rioja. 01-01-1909.
86
Diario La Rioja. 20-06-1909.

79
Em 1912 se anunció que la sociedad tendría que mudarse del chalet palaciego en
que se ubicaba, puesto que este iba a ser destinado a hotel de viajeros. Durante los años
1912 a 1914, año en que se abrió el hotel, los socios tuvieron que buscar un nuevo
emplazamiento para su sociedad. Los miembros del Gran Casino se preocuparon por
encontrar un local que estuviera situado en el centro neurálgico de la ciudad y que
dispusiera de un jardín en el que poder celebrar conciertos, como lo habían hecho hasta
la fecha. Finalmente la sede del Gran Casino quedó situada en la planta primera del
número 1 de la calle Miguel Villanueva, correspondiéndoles además el jardín., lo que la
ubicó de nuevo en un emplazamiento idóneo.

2. Sociedades filarmónicas que además se ocupan de la formación musical


de sus socios, los cuales intervendrán con frecuencia en los recitales organizados por la
sociedad. Aquí podemos incluir a los Liceos, Ateneos o Institutos que alcanzaron un gran
desarrollo sobre todo en la Regencia de María Cristina y el reinado de Isabel II, esto es, en
el segundo tercio del XIX (entre 1835 y la Revolución de 1868). Este tipo de entidades
añaden a su carácter recreativo, el instructivo, como el Centro Artístico.

Este tipo de sociedades musicales estaban constituidas por profesionales de la


música, que buscaban la organización de conciertos con objeto de asegurarse un rendimiento
económico. Esas asociaciones no surgen en España hasta la década de 1860, con notable
retraso respecto al contexto europeo.

El Liceo Artístico
Según la estadística musical ofrecida en el Calendario musical para 1868, en la que se
recoge una relación por provincias de las sociedades musicales existentes en España en 1867,
tenemos constancia de que en Logroño existía entonces el Liceo Artístico.87 Podemos
considerar el Liceo como una “Sociedad Lírico-Dramática” en la que los protagonistas
de las representaciones fueron los propios socios, como aficionados. Los miembros de
estas clases acomodadas representaron conocidas piezas de género chico en el Liceo,
mientras se esparaba aprobación de la construcción del Teatro Principal.

87
“Estadística Musical”. Almanaque Musical y de Teatros. 1868 (Madrid Imp. de J. A. García, 1867),
pag. 87-89.

80
Franciso Dominguez y Julián Bravo consideran que el Liceo había nacido con la
necesidad de convertirse en espacio escénico polivalente mientras llega el teatro
definitivo.88 El Liceo desparece con la creación del Teatro Principal en 1880, aunque en
realidad, éste no llegó a sustituirlo, al ser creado como un espacio de actividad lírico-
dramática, más que una sociedad.

El Ateneo Científico, Literario y Artístico de Logroño


Este espacio se creó para llenar el vacío ocasionado por la desaparición del Liceo.
Se trataba de un centro científico y literario que tenía una sección de arte y de música
que organizaba conferencias y charlas, concursos y certámenes, conciertos, al igual que
los Ateneos madrileños, el Liceo Artístico y Literario y el Instituto Español, todas ellas
sociedades madrileñas de la época.

La Junta Directiva para el ejercicio del año 1886 al 1887, del Ateneo Científico,
Literario y Artístico de Logroño estaba formada por los siguientes miembros:

Presidente, Sr. D. Miguel Salvador y Rodríguez


Vicepresidente, D. Luis Barrón y Sáenz
Secretarios, D. Pedro Font y D. Manuel Fontana
Tesorero-contador, D. Pedro de la Riva.
Detallamos asimismo los nombres de los vocales presidentes de las secciones:
Ciencias exactas, D. Jacinto Hermús.
Ciencias naturales y físico-químicas, D. Dionisio Presa.
Medicina y farmacia, D. Félix Pereda Benítez.
Jurisprudencia y ciencias económicas, D. Joaquín Farías.
Ciencias filosóficas y morales, D. Galo Gómez de Segura.
Literatura y lenguas, D. Luis Fernández Sartorius.
Folk-lore Riojano, C. Mariano Loscertales.
Bellas Artes, D. Hipólito Rodríguez, a quién tratamos a fondo en el capítulo
dedicado a los personajes musicales relevantes de la ciudad.

88
BRAVO VEGA, Julián y DOMÍNGUEZ MATITO, Francisco: “El Liceo de Logroño (1868):
localización de un nuevo espacio teatral”, Signa, revista de la Asociación Española de semiótica, Nº8,
1999, pag. 188.

81
Son pocas las noticias que tenemos de esta sociedad, ya que su actividad principal
se desarrolló en la década de los ochenta, durante la que encontramos pocas referencias
de hemeroteca. Los datos encontrados nos muestran su carácter instructivo, siendo
profesores de música don Hipólito Rodríguez y don Vicente Isturiz. Además, la junta
directiva del Ateneo organizó la celebración de algunas veladas literario-musicales que
se detallan a continuación.

El 26 de abril de 1886 se celebró una velada para conmemorar los setenta años de
la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra. Este acto se celebró cuatro días mas tarde
por coincidir con la semana de Pascua. En la velada participaron la señorita doña
Benigana (Eulalia) Uliverri, quien se dedicaba al canto como aficionada, contribuyendo
a la realización y éxito de las veladas que se celebraban en el Ateneo. Perteneciente a
una familia de músicos, era hija de don Juan Uliverri, director de la orquesta del teatro.
Se ha realizado un estudio a fondo de la familia de músicos riojanos Uliverri en el
capítulo dedicado a los personajes relevantes en el ambiente musical de Logroño.

La señorita Uliverri cantó, acompañada al piano por don Luis Olavarrieta, la


preciosa cavatina de la zarzuela del malogrado Gaztambide “El estreno de un artista” y
una romanza de “Los diamantes de la corona” con la afinación y buen gusto a que de
siempre tenía acostumbrados a los miembros de esta sociedad. Los dos últimos números
del programa, en sus partes primera y segunda, estuvieron encomendados a la señora
Corona de Hijon, esposa don Maximiliano, vicepresidente del Ateneo y arquitecto de
Logroño. Interpretaron un precioso y elegante wals del maestro Arditi y una barcarola
de la zarzuela de Arrieta “El grumete”.89

En el mes de junio del mismo año, 1886, la Junta del Ateneo Logroñés preparó
una velada de fin de curso, que comenzó con la interpretación de los Profesores D.
Hipólito Rodríguez y D. Vicente Isturiz, tocando a cuatro manos la sinfonía del
“Barbiere di Siviglia” que ejecutaron admirablemente. A continuación, la señorita doña
Carmen Insausti y su maestro el señor Rodríguez se encargaron ejecutaron a cuatro
manos la introducción de la ópera cómica “Boccacio”; después se les agregó el señor
Isturiz y con piano y violín tocaron la sinfonía de “Poeta y aldeano”, interpretándola

89
Revista la Ilustración de Logroño. Abril. Segunda quincena. Crónica local.

82
tan bien, que más parecía una orquesta lo que se oía, que dos instrumentos solamente
los que se tocaban. Todos estuvieron sublimes, pero la señorita Isturiz tocó como una
consumada profesora.90 Para finalizar la fiesta, el sr. D. Claudio García ejecutó difíciles
y variadas piezas en el acordeón, concluyendo por tocar una jota tradicional.

El Ateneo dejó de funcionar durante algunos años y no se volvieron a tener


noticias de las veladas celebradas en esta asociación hasta el año 1911, con una velada
como homenaje a la memoria de Franz Listz en el año de su centenario.

Componía el programa una conferencia a cargo del vicepresidente de la sección


de música, mi querido amigo y paisano don Miguel Salvador y Carreras, y un concierto
por la señorita Pilar Castillo, que ejecutó al piano un escogido repertorio de obras de
Listz. La conferencia fue brillante. La señorita Pilar Castillo, que solo cuenta con
quince años, ejecutó con asombrosa maestría el difícil programa, saliendo muy airosa
de su cometido y siendo entusiásticamente ovacionada.91

El Centro Artístico
Fue la principal sociedad musical instructiva que hubo en Logroño en la Bella
Época y tuvo gran importancia, especialmente porque consiguió acercar a los
ciudadanos logroñeses a algunas de las mejores orquestas sinfónicas que triunfaban en
España e incluso Europa en aquella época. Promovida por miembros de la burguesía,
esta sociedad ofreció a sus socios el acceso a actividades musicales, además de fomentar
la instrucción musical, algo que venía siendo muy necesario en Logroño.

Sus miembros, interesados y entusiastas de la música, unieron sus esfuerzos


económicos para lograr escuchar música culta, facilitar conciertos y crear agrupaciones
de cámara y orquestales. Se trata de una asociación musical propia del siglo XIX,
heredada de una tradición que en Europa era mucho más antigua que en España,
debido a su relación con la preponderancia burguesa de la sociedad.92 En La Rioja la
herencia de este tipo de asociaciones fue incluso más tardía, creándose el Centro
Artístico entrado el siglo XX, en 1906.

90
Revista la Ilustración de Logroño. Junio. Segunda quincena. Crónica local.
91
Diario La Rioja. 23-05-1911.
92
TORRES, Jacinto. “Orquestas y Sociedades”. En Actas del congreso Internacional “España en la
Música Occidental”, Vol. II. Madrid 1987. Páginas 266-367.

83
Situada en la antigua casa del obispo, en la calle del Mercado junto a la Redonda,
en su salón-circo tuvieron lugar numerosas veladas literario-musicales con una
programación muy completa en la que participaron los ciudadanos cultos de Logroño.
Además el Centro Artístico tenía su propia Orquesta Filarmónica que en ocasiones fue
la protagonista o realizó intervenciones en los actos de otras asociaciones de Logroño,
como el Círculo de la Amistad o el Centro Republicano.

Sus asociados, Martínez Zaporta, Vidaurreta, Ruiz Olalla, Sáenz de Cabezón,


Amós Salvador y Tirso Rodrigáñez, entre otros, procedentes en su mayor parte de la
cantera liberal, contaban con el apoyo del Alcalde Alfredo Muñoz.

Esta progresista institución, que se mantenía con la cuota de sus asociados, creó
para sus socios una academia de música, de caligrafía, idioma, dibujo artístico y
modelado.

Sus orígenes los encontramos en el año 1902, año en el que ya se habló en la


prensa de la posibilidad de que se formara en la ciudad una pequeña sociedad de
conciertos.

Quizás hoy pudiera resultar utopía, pero algún día podría tomar forma real: en nuestra
ciudad está por formar una pequeña sociedad de conciertos, y en esta empresa deben
poner su esmero y colaborar con calor cuantos sientan devoción al divino arte.93

Esta reflexión surgió en el mes de junio, cuando se encontraba realizando su


temporada en el teatro Bretón de los Herreros la compañía de ópera Giovannini, con el
director de orquesta don Francisco Rando, quien había reforzado la orquesta del teatro
con un grupo de profesores de Madrid y Zaragoza. En la función a beneficio de este
gran maestro de orquesta malagueño, los logroñeses pudieron disfrutar de varias obras
sinfónicas interpretadas con una perfección como nunca se había escuchado en el
coliseo logroñés. El entusiasmo mostrado por el público riojano, que hizo repetir el

93
Diario La Rioja. 14-06-1902.

84
Momento musical de Schubert, probó que en Logroño había materia para formar una
sociedad de conciertos.

Cuatro años más tarde, el 8 de diciembre de 1906, se reunieron unos cuarenta


señores para formar el Centro Artístico, nombrándose la siguiente Junta Directiva:

Presidente: D. Salvador Aragón


Vicepresidente: D. Waldo Fuentes
Tesorero: D. Fermín Maguregui
Secretario: D. Arturo Menac
Bibliotecario: D. Diego Vidaurreta

El Centro Artístico estaba en funciones desde entonces, aunque la apertura oficial


tendría lugar a primero de año, día en que se celebrará una fiesta artístico-literaria que
resulte digna de Logroño y de los elementos que componen la nueva Sociedad.94 Serían
los pianistas locales Gessner y Maguregui (tesorero del Centro Artístico) los
protagonistas de dicha velada de inauguración.

A esta velada le siguieron frecuentes certámenes científicos, artísticos y literarios,


dispuestos por la Comisión organizadora del Centro Artístico y patrocinados por el
Ayuntamiento.

Durante el año 1907 destacaron las veladas literario-musicales en las que se


incluían conciertos de piano o instrumentos de viento por profesionales, recitales y
lecturas de poemas, así como sesiones de gramófono para los más modernos, intentando
coordinar los horarios para que los ciudadanos pudieran asistir a las sesiones del teatro
Bretón. Los guitarristas Zubía y Calvo, los pianistas Maguregui, Gessner y las señoritas
Clavijo, Notario y García al piano, que modestamente se calificaban de aficionados,
dieron veladas en obsequio a los socios.

Las tertulias se centraban en la representación de piezas teatrales a cargo de


entusiastas aficionados. Se trataba de un medio de relación muy arraigado desde la

94
Diario La Rioja. 09-12- 1906.

85
antigüedad, que se mantuvo desde el siglo XIX como manifestación intelectual. Así, las
tertulias sirvieron de lugar de encuentro entre destacados miembros de la cultura de la
época y en las de esta sociedad se dio gran importancia a la inclusión de
interpretaciones musicales.

En la prensa riojana se comenta cómo pocas fiestas habrán tenido en Logroño el


brillante resultado que hasta ahora van obteniendo las tertulias que da en el salón-
circo el mentado Centro.95 Ciertamente fue una novedad para los ciudadanos de
Logroño el que se celebraran veladas culturales, lejos de tratarse de debates estéticos
similares a los del ideario romántico europeo. Evidentemente, la poca formación
cultural de los compositores y la consideración social de la música no se prestaban a
ello.

El Centro Artístico puso en práctica con su programación de “Extensión


universitaria”, que se da a conocer en el semanario el 22 de julio de 1907, en estimular
el interés de los intelectuales. Dicho programa se basaba en 14 conferencias que les
permitiera actualizar sus conocimientos.

Fue en el mes de enero de 1908 cuando la Junta Directiva presentó su dimisión,


que fue rechazada cubriéndose las vacantes de Don Sabino Ruiz y Don Diego
Vidaurreta. Quedó entonces constituida la Junta en la siguiente forma:

Presidente: D. Francisco Martínez Zaporta. Político. Miembro de una larga saga


familiar de periodistas logroñeses de la familia Zaporta, propietarios y directores del
diario logroñés centenario "La Rioja". Su criterio político y cualidades profesionales le
llevaron a ser Presidente de la Diputación Provincial, en cuyo mandato se inició el
renacimiento de las vides riojanas, ferozmente atacadas por la filoxera; a encabezar la
Primera Asocición de la Prensa de Logroño y a construir un espacio de ocio y
espectáculos, clásico en la ciudad de Logroño: el Teatro Moderno.

Vicepresidente: D. Juan Casado.


Tesorero: D. Ciriaco Perucha.

95
Diario La Rioja. 15-12-1907 y 17-12-1907.

86
Vocales: D. Celestino Cárcamo, D. Antonio Pernas, D. Pablo Olalla y D. Eulalio
Calvo.
Bibliotecario: D. Joaquín Aznar.
Secretario: D. Leandro Sáenz.

Tras renovarse la junta, continuó el Centro Artístico su actividad en 1908,


teniendo como novedad respecto al año anterior el movimiento musical con otras
provincias e incluso vinieron a Logroño algunas agrupaciones musicales extranjeras.
Así los ciudadanos de Logroño tuvieron la posibilidad de escuchar en vivo al Cuarteto
Francés, al Doble Quinteto Lemoreux de París, la Orquesta Filarmónica de Madrid, al
Cuarteto Vela de Madrid o al Cuarteto Rosé de Viena. Las actuaciones de estas
agrupaciones de cámara y orquestales europeas tuvieron lugar en momentos muy
puntuales del año, pero permitieron, en pocos años, una ampliación del panorama
musical, dando a conocer a muchos artistas extranjeros. Nos ocuparemos de estos
hechos con más detalle en el capítulo 4, dedicado a los géneros musicales cultivados en
Logroño durante la época estudiada.

En enero de 1910 cambió la Junta Directiva, constituyendo la nueva los miembros


que se citan:96

Presidente: D. Alfredo Muñoz


Vicepresidente: D. Agustín Cadarso
Tesorero: D. Jacinto Garrigosa.
Vocales: D. Mauricio Cuesta, don Eulalio Calvo, don Julio Aragonés y don
Pascual Borda.

En enero de 1911 se renovaron de nuevo los miembros de la Junta Directiva,


pasando a ser el presidente don Agustín Cadarso y los vocales Vallejo, Mato, Díaz,
Cabezón, Garrido, Royo y Trevijano.

A nivel instructivo tuvo un papel importante el Centro Artístico, lo que supuso un


importante avance en cuanto a la función social de estas sociedades, ya que al cultivar no

96
Diario La Rioja. 11-01-1910.

87
sólo el disfrute de los socios, sino también procurar la enseñanza, se convierte en una de
las primeras sociedades instructo-recreativas del Logroño de comienzos de siglo. Esta labor
como sociedad es más importante, si cabe, al encontrarnos en una ciudad no dotada de
Conservatorio, y que únicamente contaba con una Academia Municipal de Música
recientemente creada en el año 1904, tras el fracaso de la anterior Academia Municipal de
1893 cuya función era principalmente la de formar alumnos para la creación de una Banda
Municipal.

En el año 1906, comenzaron en el Centro Artístico las clases de solfeo, violín y


piano a las que asistían bastantes niñas y niños, hijos y hermanos de los socios. Esta es
una costumbre heredada del siglo XIX, época en que las familiar de clase social alta
daban formación musical a sus hijas. La matrícula fue progresando a medida que se
fueron conociendo los adelantos de los alumnos que recibían entonces su educación
musical, bajo la dirección de dos notables profesores: el señor Felipe Redal y don
Santiago Ramírez, profesor de violín. Pronto se verificaron los exámenes de los
alumnos que habían concurrido a las clases de música del Centro Artístico, donde los
citados profesores triunfaron por su docencia. Éstos profesores además, se presentaron
como concertistas y con el violín y el armónium ejecutaron tres piezas de concierto.

En 1909 se verificaron de nuevo los exámenes de solfeo, piano y violín del Centro
Artístico, a cuyo acto fue invitado el excelentísimo Ayuntamiento. Los conocimientos
que todos los niños demostraron en solfeo fueron sorprendentes, pero cuando los
concurrentes se dieron perfecta cuenta de los adelantos experimentados por los alumnos
de la clase de solfeo, fue en un coro que cantaron con una maestría imponderable.

Existían en esta época las becas que facilitaban la formación musical a niños con
dificultades económicas pero dotados de talento musical. El ejemplo de ello lo
encontramos al celebrarse los exámenes de la clase de violín, cuando dos de los
alumnos que recibían gratuitamente la instrucción musical por ser niños poco pudientes
de las escuelas públicas municipales, demostraron que sus naturales disposiciones
habían sido muy bien dirigidas, puesto que ingresaron en dicha clase en enero y en junio
manejaban el difícil instrumento con alguna precisión. Estas dos alumnas que cursaban
en la Academia del Centro se examinaron, y ambas probaron con creces sus

88
excepcionales aptitudes, lo que supuso una gran satisfacción para esta instructiva
sociedad, especialmente ara los profesores don Felipe Redal y don Santiago Sáenz.

Además, el Centro Artístico ofreció a la Diputación Provincial dar educación


musical gratis a los niños de ambos sexos asilados en la Beneficencia, proporcionando
con ello educación a los más desfavorecidos. Esta labor fue muy valorada por la
sociedad, comentándose en la prensa desde el momento en que se propuso en el año
1908: La digna Junta del Centro merece un sincero aplauso por tan caritativa obra.97

Cuatro años más tarde, la propuesta del Centro Artístico a la Diputación


Provincial se llevó a cabo, inaugurándose la citada Escuela de música como se relata en
la revista Rioja Ilustrada y Deportiva:

El domingo pasado, a las diez y media de la mañana, celebrase en la Casa de


Beneficencia una fiesta simpática y hermosa: la inauguración de una Escuela de
música creada por la Diputación, a propuesta del señor Zuazo, para inculcar en el
ánimo de todos los asilados, la afición de tan difícil como delicado arte.
Comenzó la fiesta con un elocuente discurso del presidente señor Ruiz Santolaya, en
el que demostró la importancia del acto y daba a todos las gracias por su asistencia.
Varias niñas cantaron con gran afinación diferentes coros, que fueron muy
aplaudidos.
La bella profesora de piano, Concha Notario, interpretó con la maestría peculiar ya
en ella, la Rapsodia Húngara de Lisz, número 2, que gustó extraordinariamente.
A continuación, la notable pianista Pilar Velasco, ejecutó también al piano diversas
composiciones que, al igual que las anteriores, fueron extraordinariamente aplaudidas.
Y por último, el señor Zuazo, pronunció un discurso resumen.98

La profesora de piano Concha Notario fue una pianista que había recibido su
formación en la Escuela Municipal de música por el maestro Hipólito Rodríguez,
obteniendo excelentes notas en sus exámenes en el Conservatorio de Madrid. En 1907
comenzó a mostrar sus dotes como compositora con una tanda de valses, así como un
pasodoble, interpretados ambos por la banda de Bailén. Como concertista destacó,

97
Revista La Rioja Ilustrada. 09-10-1908.
98
Rioja Ilustrada y deportiva. Revista semanal, publicada los domingos. 24-11-1912.

89
además de en las veladas del Centro Artístico, en algunos conciertos celebrados en el
Teatro Bretón, en algunas ocasiones como pianista solista y en otras acompañando a
cantantes de renombre del momento.

En el mes de mayo de 1910, el profesor de música del Centro Artístico don Felipe
Redal, comenzó a preparar la Misa a toda orquesta del maestro de capilla y organista
Felipe Gorriti, compuesta para la inauguración del órgano de Santa María de Tolosa en
1885. La obra de l compositor navarro era desconocida en Logroño, y Felipe Redal la
interpretó el día del patrono, San Bernabé, en el Ayuntamiento incluyéndose el orfeón
infantil del Centro Artístico.

Además, como novedad en el año 1910 se celebraron por primera vez bailes de
niños en carnavales, tras cambiar de junta directiva y aprobar las bases que regirían la
organización de los citados bailes.

En las publicaciones periódicas de la época encontramos numerosas referencias a


la actividad musical de estos espacios. Podemos observar el programa de una sesión
musical del centro Artístico, celebrada el 13 de enero de 1911, que constaba de las
siguientes obras:

PRIMERA PARTE. Concert op. 26- Max Bruch. Ballade e polonaise- Wieuxtemps
(violín y piano). SEGUNDA PARTE. El sueño, Los huerfanitos, La trompa y Canción de
invierno, canciones infantiles- Max y Serracant. (Coro de niñas y piano). TERCERA
PARTE. Nocturno en mi bemol- Chopín.Habanera- Sarasate. L´Streghi variación di
bravura- Paganini (violín y piano).

Acompañó a la notable violinista Emilia Frassinesi el distinguido dilletanti don


Pascual Borda, quien en honor del Centro se había impuesto esa labor. La violinista
italiana era hija del distinguido capitán del ejército italiano Arturo Frassinesi y la
condesa Ana Pulle de Vendramini quienes le inculcaron desde sus primeros años una
educación y cultura nada comunes. Inició sus estudios en el Conservatorio de Palermo
siendo su primer maestro el notable violinista Lacara, quien anunció a los directores de
los conservatorios de Palermo y Liceo de Bologna, Zuelli y Martuzzi, el brillante
porvenir que, por sus excepcionales dotes artísticas, esperaba a su discípula. En el Liceo

90
municipal de Bologna y bajo la dirección del maestro Rossi, estudió armonía con
Suzzara, órgano con D’all Oglio, y piano con Micci, mientras con el maestro Consolini
se preparaba al violín para los exámenes del Magisterio en los que obtuvo el Gran
Diploma, que hacía cuarenta años que no se concedía, por unanimidad, así como en los
de la real Academia Filarmónica de Bologna. Estos triunfos en lugar de enorgullecerla,
la animaron a continuar estudiando, y su padre, gran artista y conocedor de las grandes
aptitudes de su hija, la colocó en Londres más de un año bajo la dirección del célebra
Wilhemy. Fue entonces cuando se presentó al público, marchando de éxito en éxito, en
Italia, en América del Sur y del Norte, en la Corte de Londres y ante el Rey Eduardo,
donde fue elogiadísima.

Las críticas extranjeras presentaban a ésta violinista como poseedora de un


temperamento eminentemente artístico de una técnica llena de sentimiento y delicadeza
y de una ejecución ágil, precisa y vital. Así se mostró en su interpretación ante el selecto
auditorio que llenaba el teatro Bretón de los Herreros, monstrando que podía competir
en el manejo del arco con los más virtuosos maestros. Al acabar la primera parte de la
audición, de los palcos fueron lanzadas a la escena muchas palomas, adornadas con
cintas de los colores de Italia y España, mientras en la sala se escuchaba la más sincera
y frenética ovación prodigada desde hacía mucho tiempo a un concertista en el coliseo
logroñés.

Tras el concierto se celebró un banquete en los salones del Centro Artístico, en el


que tomaron parte la Junta Directiva del Centro Artístico, su socio honorífico don
Florencio Bello, el presidente de la Diputación señor Zaporta, el alcalde de la capital
señor Íñiguez, concejales señores Villuerca y Bergasa, don Arturo Frassinesi, padre de
la violinista, el inspirado músico don Atilano Martínez, don Pedor Bergasa y el
presidente de la deportiva señor Romanos.

3. Sociedades de carácter mutual, cuya finalidad fundamental es obtener


medios económicos para atender a sus afiliados en casos de desgracia o necesidad. El
prototipo es la Sociedad Artístico-Musical de Socorros Mutuos, creada en Madrid en 1858,
que se constituye como tal en 1860.

En Logroño encontramos La Obrera y Socorros mutuos de los Empleados de

91
Hacienda, pero ninguna de ellas tuvo actividad musical.

4. Secciones musicales de asociaciones obreras, o cuyos miembros


pertenecen fundamentalmente a colectivos obreros. La asociación será determinante en la
lucha obrera, como necesidad política y jurídica.

La imitación de modelos aristocráticos y burgueses llevó a constituir estas


asociaciones musicales obreras. En algunas de ellas encontramos agrupaciones corales, ya
que se consideraba de gran validez eel canto coral como medio de educación de las clases
obreras, que se asentaron en las áreas industriales del país.

Como sociedades de esta tipología encontramos en Logroño el Círculo Católico


de Obreros, la Sección Tipográfica del Centro Obrero y la Sociedad Tipográfica.
Además destacó la visita de los Coros Clavé de Barcelona, que actuaron en Logroño en el
año 1903. Esta visita queda redactada en su apartado correspondiente.

Círculo Católico de Obreros


Estaba instalado en el palacete de los Marqueses de Monasterio, situado en la calle
de San Bartolomé, nº 1.

Siendo el presidente Juan Francisco Luis y Tomás, se inauguraron las veladas en


diciembre de 1903 con sesiones de fonógrafo y gramófono99. También se celebró con
música la matiné del segundo día de Pascua100, con arreglo al siguiente programa: 101

Primera parte
1º Sinfonía. – 2º Apertura de la velada. – 3º Conferencia por don Roque Cillero. – 4º
Aria de tenor por don Victoriano Elías. – 5º Poesía por el obrero Luis Bienzobas. – 6º
Glorias de España, por el Orfeón.
Segunda parte
1º Entretenimiento musical. – 2º Plegaria a la Virgen por el señor Elías. – 3º Ejercicios
de prestidigitación por el señor Bienzobas. – 4º Jota final.

99
Diario La Rioja. 26-12-1903.
100
Diario La Rioja. 02-04-1904.
101
Diario La Rioja. 03-04-1904.

92
Observamos en el programa la intervención de un Orfeón, que parece ser de la
propia asociación, aunque no se había hablado de su formación anteriormente en prensa.

No faltaron las Veladas artístico-literarias, en diferentes fechas102, coincidiendo


algunas con celebraciones religiosas navideñas.103

Este círculo participó con sus propias agrupaciones musicales en diferentes actos
que tuvieron lugar en el teatro Bretón de los Herreros:
- Intervención con propia rondalla en la sección de vermouth, previa a una
zarzuela.104
- Intervención del orfeón del centro que cantó en los intermedios de las obras
teatrales para celebrar la fiesta del trabajo.105

Durante los años siguientes la fiesta del trabajo se celebró en el propio centro, con
bailes, himnos y demás actos conmemorativos.

También destacaron en este círculo algunas representaciones de variadas, en las


que, además de música se incluía poesía, monólogos, juguetes cómicos y juegos de
prestidigitación.

El Orfeón Obrero
Dirigida por don Carlos Rodríguez desde el año 1904, esta masa coral estaba
compuesta de cincuenta y cuatro orfeonistas que aprovechaban los ratos de descanso
para dedicarse ello. Sus pocas intervenciones en la época que nos ocupa este trabajo,
tuvieron lugar en las fiestas de San Mateo y para celebrar la fiesta del trabajo. A pesar
de tratarse de una sociedad coral, sus fines asociativos tienen mucho que ver con la
lucha obrera. No obstante, al tratarse de una masa coral, esta sociedad obrera adoptó el
término de Orfeón.

102
Diario La Rioja.04-11-1904.
103
Diario La Rioja. 25-12-1904.
104
Diario La Rioja. 29 -10-1905.
105
Diario La Rioja. 30-04-1907.

93
Sección tipográfica del Centro Obrero
Con motivo de la festividad de San José, había veladas con números musicales,
discursos y comedias en un acto.

Sociedad tipográfica
Celebra una velada para celebrar el aniversario de su fundación, a cargo de la
Rondalla y el Orfeón.

El Centro Republicano
Dirigido por José Zapata, tenía como violinista y pianista del centro al señor
Uliverri, quien amenizaba cuantos actos tenían lugar en él, como el que tuvo lugar para
conmemorar el XIX aniversario de la proclamación de la República de España.106
Además destacaron las veladas artístico-literarias durante el año 1908.

Su espacio era limitado, por lo que en otras ocasiones, el centro Republicano


preparaba veladas lírico-teatrales en el teatro Bretón de los Herreros.

Círculo Mercantil e industrial


En este Círculo también tuvieron lugar actividades músicales de diferente índole,
como los conocidos bailes de carnaval. Formaba parte de esta sociedad la compañía de
aficionados, “El Renacimiento”, creada en noviembre de 1890, formada por jóvenes,
hijos de clases acomodadas que representaron conocidas piezas de teatro por horas.
Además es importante mencionar que esta sociedad organizó un concierto por el sexteto
dirigido por el profesor don Joaquín Castellano.

La juventud republicana
El presidente de esta asociación fue C. Martínez Parra. En los salones de esta
pequeña asociación se representaban veladas teatrales por aficionados de la ciudad.
Podemos citar algunos nombres como Paquita Galarreta, Juanita Aguacil y los señores
Notario, Martínez, Alfaro y José Cajal. Al finalizar estas veladas se celebraban sesiones
de baile que solían estar muy concurridas.

106
Diario La Rioja. 11-02-1892.

94
Tenemos constancia de que los miembros de esta asociación actuaron en el teatro
de la zarzuela de Madrid en febrero de 1906. En su actuación destacó especialmente la
riojana Lucrecia Arana, tiple-contralto nacida en Haro en 1871 que, desde niña cantaba
jotas en las casas de sus amigos y gracias a la potencia de su voz fue muy pronto
descubierta en su ciudad natal por la familia López de Heredia. Posteriormente fue
alumna del tenor Badelli y, en 1887, a los 16 años debutó en el teatro de la zarzuela con
La Mascota de Edmundo Audrán. Desde entonces formó parte de la compañía estable
del citado teatro, como primera tiple absoluta, hasta el punto de ser conocida con el
sobrenombre de “la tiple de los madrileños”. Fueron varios los conciertos de eneficio
celebrados en este teatro en 1901, 1905 o 1906, en el que, junto con los miembros del
La juventud republicana, interpretó La Riojanica, obra escrita para ella por el maestro
Caballero, que había sido interpretada poco más de un año antes por la tiple harense con
una compañía de zarzuela grande que había actuado en el teatro Bretón de los Herreros,
en una función a beneficio de la señorita Arana. El autor, Fernández Caballero, acudió a
la interpretación en el teatro de la zarzuela de Madrid, siendo a su vez ovacionado por el
público, que disfrutó escuchando esta composición llena de sabor riojano interpretada
por la harense señorita Arana. El maestro Fernández Caballero era el autor predilecto de
la tiple riojana, siendo a su vez ella en quien pensó el compositor al escribir sus
zarzuelas Gigantes y cabezudos y La viejecita, una de las obras más veces interpretadas
en los teatros riojanos durante la Bella época. Curiosamente, unos días después de este
acto en el teatro de la zarzuela de Madrid, falleció el maestro Caballero.

Para los miembros de la sociedad de la Juventud Republicana fue un honor actuar


con su compatriota Lucrecia Arana, que además de actuar en el teatro de la zarzuela,
había recorrido los principales teatro de España como el Tívoli de Barcelona, el Circo
de Cartagena, el Romea de Murcia, el Arriaga de Bilbao y el Apolo o teatro del Circo de
Madrid, brillando con luz propia entre tiples de zarzuela.

5. Asociaciones musicales de carácter profesional, formadas con finalidad


empresarial. Pertenecen a este epígrafe tanto la Asociación Lírico-Española, constituida
con el propósito de consolidar la zarzuela construyendo el teatro de la calle Jovellanos
(1851), como las sociedades orquestales Sociedad de Conciertos de Madrid (1866) y
resto de orquestas de comienzos del siglo XX, o camerísticas, como la Sociedad de
Cuartetos, creada por Monasterio en 1863, o la Sociedad de música di camera (1889).

95
En Logroño no encontramos asociaciones de esta tipología durante el periodo de
la Bella Época. Es cierto que el Centro Artístico se acerca a lo que podría ser una
Sociedad de Conciertos al encargarse de traer a las agrupaciones concertísticas
españolas y europeas a la capital riojana, pero no se formó con la finalidad de Sociedad
profesional. Tendrán que esperar los logroñeses a 1931, año en que se fundó la Sociedad
de Conciertos de Logroño, que tuvo gran actividad musical durante la II República.

6. Sociedades corporativas, de marcado carácter profesional, cuyo fin es


hacer peticiones a las autoridades para la concesión de recursos o medios en favor de la
música española. Un ejemplo significativo es el de las múltiples asociaciones surgidas
para pedir la creación e instauración de la ópera española, en las que un conjunto de
músicos de prestigio se dirigía al Gobierno o a la Reina pidiendo la cesión del Teatro
Real con este fin, sin que se consiguiese nada al respecto. A veces, alguna de estas
sociedades dio lugar a la publicación de revistas específicas, de vida en general bastante
limitada en el tiempo.

En Logroño, como capital provinciana, no hubo sociedades corporativas como las de


la capital española. Sin embargo, encontramos las Colonia Navarra y la Colonia Gallega,
que, sin ser profesionales, ensalzaban la música de Navarra y Galicia respectivamente,
celebrando actividades musicales para tal fin.

Colonia Navarra
Esta sociedad tenía su sede en el tercer piso de la casa número 3 de la calle
107
Barriocepo, siendo su presidente don Julio de Leonardo. Nos consta que la sociedad
tenía una rondalla, por el programa encontrado en prensa de la única velada musical
anunciada:108
PRIMERA PARTE
Sinfonía de la rondalla.
Poesía leída por el señor Lasso de la Vega.
Intermedio por la rondalla.
El suicida, monólogo por don Francisco Eraso.
Pasodoble por la rondalla.

107
Diario La Rioja. 17-04-1906.
108
Diario La Rioja. 27-05-1906.

96
SEGUNDA PARTE.
Sinfonía por la rondalla.
Audición fonográfica.
Intermedio por la rondalla.
Prestidigitación por don Manuel Ameixeiras.
Jota por la rondalla.

Colonia Gallega
Organizó una velada literaria-musical en el teatro circo para solemnizar la fiesta
de su patrón, a cargo de algunos músicos riojanos de la época:109
- Obra de concierto para piano por el señor Laguna (hijo)
- Discurso del señor Paadín Estrella.
- Alborada gallega de la zazula El señor Joaquín, por la señoita Melecia
Arsuaga, acompañada al piano por el señor Laguna.
- Romanza de tenor de la ópera Marina, por los señores Escuder y Laguna.
- Primer acto de la comedia Robo en despoblado, desempeñado por las
señoritas Rosaerz Pausa, García y Chapar, y los señores Grijalva, Sáenz y
Zabala y Alfaro.
- Segundo acto de la comedia Robo en despoblado.
- Potpurrí de Aires españoles en el arpa por el señor Salerni.
- Lectura de poesías gallegas por el señor Paadín.
- Juegos de prestidigitación por el señor Ameixairas.
- Duo de tiple y tenor de la zarzuela Bohemios, por la señorita Arsuaga y el
señor Escuder, acompañados al piano por el señor Laguna

7. Orfeones y Sociedades corales. Se trata de lugares de relación social


alrededor de la música con una finalidad concreta: cantar. Pero su significación social,
cultural o incluso política puede ser muy diversa, dependiendo de sus objetivos directos
o indirectos: la educación del obrero a través del canto, la búsqueda de una forma de
distracción o un lugar de reunión, la expresión de los sentimientos nacionales o de una
ideología política, la práctica y difusión de la música coral, etc. La diversidad se
extiende también en cuanto a la condición social de sus miembros, organización,
repertorio o actividad artística.

109
Diario La Rioja. 25-07-1907.

97
En Logroño tenemos el Orfeón Logroñés, el Orfeón Obrero, la Masa Coral Logroñesa, el
Orfeón militar, el Orfeón Infantil del Centro Artístico, el Orfeón del Seminario Conciliar y el
Orfeón de la Juventud Republicana.

El Orfeón Logroñés
Es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo fundamental es fomentar y, en
lo posible, elevar el nivel artístico y cultural de la Ciudad de Logroño y de la
Comunidad Autónoma de La Rioja, tratando de despertar el interés y la afición por la
música coral, que aún existe en Logroño.

En sus orígenes, el Orfeón Logroñés fue dirigido en sus orígenes por Don Luis
Barrón (1890) y por Delfín Gómez Bringas (1903) y participó en varios actos, tanto
religiosos como laicos, de la ciudad. El resto de sus intervenciones fueron formando
parte de la vida social y de ocio de los ciudadanos de Logroño. Así, fue gran
protagonista en las fiestas de San Mateo durante los primeros años del siglo XX.

Además tomó parte de algunos actos privados y destacó su participación en las


calles de la ciudad a veces en fechas señaladas como carnaval y otras no señaladas
como sus conciertos en el Espolón.

Masa Coral Logroñesa


Inaugurada el 14 de abril de 1906, esta asociación coral formada por estudiantes,
tenía su domicilio en la calle Marqués de San Nicolás. Sin embargo, a partir del mes de
noviembre de 1906, nada más se supo de ella. No obstante, durante sus meses de vida,
sus actuaciones fueron variadas. Realizó certámenes literario-musicales, así como
conciertos, fiestas teatrales, musicales y vocales e interpretó obras lírico-dramáticas.

El Orfeón Militar

Dirigido por don Manuel del Río, capitán de ingenieros, y compuesto de 43


individuos de los distintos cuerpos, sólo tenemos noticia de dos conciertos suyos a lo
largo de estos años, en los que actúa junto a la Banda de Bailén.

98
Orfeón Infantil del Centro Artístico
Este orfeón se formó en el Centro Artístico, asociación y sociedad filarmónica
estudiada en este trabajo. Se formó en el año 1910, teniendo lugar la mayor parte de sus
actuaciones en las veladas del propio Centro Artístico.

Orfeón del Seminario Conciliar


Sabemos que existía en 1902.

Orfeón de la Juventud Republicana


Esta asociación anteriomente estudiada contaba con un orfeón. Tenemos
constancia de su exitncia desde enero de 1905.

8. Sociedades de baile. Espacios de sociabilidad recreativa que se


desarrollan de forma extensa a partir de mediados de siglo, cuya finalidad es ofrecer un
local adecuado para el desarrollo del baile de los socios. Las sociedades de baile
aprovechaban el buen éxito de los bailes de Carnaval que desde finales del siglo XVIII
se convocaban anualmente en los diversos teatros de Madrid, y agrupaban a sus socios
por niveles sociales.

Los bailes fueron espacios privilegiados para el encuentro social, que era realmente el
principal objetivo de sus asistentes. Con el baile, y por consiguiente también con la música, se
propiciaba la ocasión para entrablar relaciones convenientes. La música protagonista de estos
fue la de influencia extranjera, como los vales, polkas o mazurkas, que gustaban más a las
clases acomodadas. Con el paso del tiempo se fue sustituyendo lo extranjero por música propia
del país.

Fueron varias las asociaciones de la capital riojana que ofrecieron bailes a sus
socios: Los 20, El cinco de Octubre, Salón Apolo, El Redal, Las Delicias, La perla
riojana, La unión comercial, el Círculo de labradores, el 30 de mayo, La Flor y El
Aeroplano. En estas nueve asociaciones tuvieron lugar bailes de máscaras durante la
época de carnaval y otros festivos. Generalmente se trataba de sesiones públicas.

99
Los 20
También denominada “Laura” o “Los XX”, fue inaugurada esta sociedad el 11 de
enero de 1904. Se instaló en una antigua fábrica de zapatos y se aprovecharon para ella
las butacas del Teatro Moderno. En esta sociedad tuvieron lugar bailes de salón durante
muchos días festivos, así como algunas veladas teatrales110, todo ello de pago o con
invitación.

El 5 de Octubre
Se trata del domicilio social de los dependientes del comercio, situado en el
número 5 de la calle Duquesa de la Victoria. En él se realizaban funciones, destacando
algunas obras teatrales en 1904, año en que en el teatro Bretón estas representacioens
habían disminuido notablemente. Principalmente se representaron comedias y algunos
monólogos. Entre los actores destacan los nombres como Resurrección Arribas y los
señor Armendáriz, Moreno, Sancho, Martínez, Cabezón, Piazuelo, Pastor, Volabosquer,
Salinas, Pinillos, Villar, Navajas, Murga y Eraso. Al finalizar sus funciones, la rondalla
del riojano señor Uliverri ejecutaba algunos bailables.

Asímismo, esta sociedad preparaba fiestas para los carnavales, teniendo lugar los
llamados domingo y martes de piñata, tocando el terceto que dirigían los hermanos
Bergasa y el baile dirigido por los aficionados Alberto Martín y Nicolás Sierra. Estos
bailes de máscaras continuarán durante todo el año, al igual que en otros salones ya
citados.

Destaca en 1909 la inauguración de nuevo local situado en la planta baja de la casa


construida el año anterior por el señor Bergasa, en la calle 11 de junio, junto al Colegio
de San Antonio. Será ahí donde continuarán las veladas, que de seguro han de estar
animadísimas por los nuevos elementos con que cuenta y el crecido número de socios
que han ingresado.111 En efecto, las veladas de baile continúan durante 1910 y 1911.

El antiguo local fue cedido completamente gratis para que pudiera constituirse en
sociedad la Masa Coral Logroñesa. Los estudiantes se mostraron muy agradecidos al
propietario del local cedido, don Pedro A. Ochoa, pensando también aprovechar el

110
Diario La Rioja. 2-02-1904.
111
Diario La Rioja.01-01-1909.

100
teatrito que allí se halla, para dar algunas funciones.112 La formación de esta masa
coral será explicada en su apartado correspondiente.

El asociacionismo musical se extendió con rapidez por la geografía española,


haciendo posible el contacto de los socios con la música que, en muchos casos, no sería
posible por otros medios. Muchas de estas asociaciones creadas en Logroño a lo largo de
estos años, organizaron veladas y certámenes en los que la presencia de la música fue
habitual, ofreciendo a sus socios, además de entretenimiento y ocio, la posibilidad de
formación musical y el contacto con el repertorio musical del momento.

3.2. LOS CAFÉS


La revista La Zarzuela 113 definía así el Café Concierto en el primer artículo que se ha
encontrado en España acerca de estos espacios: Sitio donde se bebe y se canta, sin ser un
café ni un concierto.

Se trata del espacio musical de los aficionados socialmente más bajos. Podemos
describirlo como un espacio donde se podía participar de una conversación animada
sobre política acompañada de un vino o un café, además de disfrutar de un variado
repertorio musical, ofrecido por agrupaciones e intérpretes locales o foráneos, que
encontraban en este tipo de establecimientos, una forma de ganarse la vida o de
complementar una profesión, normalmente la de profesor de música.

Estos espacios también tuvieron sus tertulias, más abiertos a otros grupos sociales
114
que las sociedades. Emilio Casares considera este ámbito como uno de los núcleos de
actividad musical más importantes de la España romántica y, junto con el salón burgués,
el de más destacada actividad, no obstante su carácter marginal. Cuando hablamos de
ellos, añade, nos estamos refiriendo a un núcleo central de la música romántica.

El origen del café-concierto es alemán y fue asumido después con éxito en París,
donde se establece a comienzos del siglo XIX. En los cafés alemanes no se cultivaba
sólo música, sino la poesía, la discusión científica o filosófica, y así sucedió en España,

112
Diario La Rioja. 22-03-1906.
113
“Variadades, Música y café”. La Zarzuela, 30-03-1875, pag. 484.
114
CASARES RODICIO, Emilio: “El café concierto en España”. En Tiempo y Espacio en arte.
Homenaje al profesor Antonio Bonet Correa, Madrid, Universidad Complutense, 1994, pag. 1285-1286.

101
dado que nuestros establecimientos tuvieron mucho de salón, mentidero político,
camarilla y, por supuesto, de sala de conciertos.115

Una de las primeras descripciones que conocemos del café concierto, la dio José
Deleito: Para atender a las necesidades de lo que, con tiempo y dinero escasos,
pretendían alguna distracción después de cenar, creáronse los “cafés-conciertos” (en
lejana imitación de los café-concerts de París), donde la entrada se hacía por
consumición, al modo de nuestros kursales y bataclanes. Los hubo decante flamenco
para la “gente del bronce”, con juergas y broncas. Pero también existían otros
tranquilos y honestos, para familias, los cuales, por solo cincuenta céntimos, daban
café con leche y derecho a presenciar la representación de una piecita o escenas de
recitación o canto.116

Salazar señala que el inicio del Café Concierto se debe en gran parte a la falta de
actividad filarmónica en Madrid 117: Pues fue en aquel sexteto del café Callao donde las
gentes de mi edad escuchamos por primera vez varias de entre las sinfonías del
“sublime sordo”, que Arbós no se decidía a tocar todavía, por ejemplo, la Séptima y la
Cuarta. En el caso de las capitales provincianas como Logroño, la falta de actividad
filarmónica fue todavía más acentuada que en la capital

Estos cafés que empezaron en Madrid y Barcelona, se establecieron de inmediato


en el resto de ciudades españolas. Durante la segunda mitad del siglo XIX se
incrementó la costumbre del café concierto hasta tal punto que casi todos los cafés con
prestigio se ven obligados a dar música, ya sea diariamente o de manera eventual. La
importancia creciente del café concierto a lo largo del XIX se denota también en las
frecuentes referencias literarias y anécdotas recogidas sobre él, así como la presencia
que esta institución tiene como lugar de referencia. Recordemos que en La Verbena de
la Paloma Bretón recoge y recrea en dos momentos el estilo de la música de café,
concretamente en la Mazurca que interpretan el violín y el piano en el café Melilla y la
soleá que se cantoa com acompañante de piano. 118

115
Ibid. , pag. 1286.
116
DELEITO, J.: “Origen y apogeo del Género Chico”, Madrid, Revista de Occidente, 1949.
117
SALAZAR, ADOLFO: “Cafés con Música”, Autógrafo del archivo de Adolfo Salazar de Méjico.
118
CASARES RODICIO, EMILIO. Ibid., pag. 1291.

102
El mérito de estos establecimientos está en que sirvieron para llevar música a todos
los sectores de la población, ya que los ciudadanos de estratos populares podían gozar,
por poco dinero, de un entretenimiento al que no podían acceder en otros espacios.
Además ayudaron a numerosos intérpretes y compositores sin trabajo que, gracias a esos
locales, pudieron sobrevivir. De hecho, la mayoría de las grandes figuras de la música
española decimonónica fueron “músicos de café” durante algún tiempo de su vida y allí
dieron a conocer las primicias de buena parte de sus composiciones. Así lo indica Emilio
Casares: 119

El café constituía una fuente económica importante en un momento de crisis del


oficio de compositor. Se puede asegurar que, a partir de mediados del XIX, no hay café
de cierta importancia que no cuente con un pianista (…) El núcleo inicial del café es el
piano, situado en un pequeño estrado, al que pronto se añadirá el armonio, el violín y
el pequeño conjunto de cámara: trío, cuarteto, quinteto o sexteto; excepcionalmente se
usa la orquesta (…) El intérprete producía una música de fondo y muchas veces no
estaba a la vista, aunque normalmente era escuchado con atención; en los momentos
álgidos de esta moda existieron cafés donde se imponía silencio para poder oír música.

Estos cafés fueron, especialmente durante la última década del siglo XIX, los
lugares de entretenimiento de los ciudadanos de Logroño. El oficio de músico de café
sostuvo a muchos compositores e intérpretes riojanos, teniendo en cuenta que los
ingresos por derechos eran mínimos, exceptuando los compositores de zarzuela.

Este tipo de espacios, propios de comienzos del Romanticismo, sirvieron como


centro de intercambio cultural, donde se reunían diferentes artistas, literaros, pintores,
políticos, etc. Durante la Restauración fueron, junto con los salones, los espacios
preferidos de la nueva clase burguesa y su tradición se mantendrá en el siglo XX y
gozarán de auge y esplendor en los años de la II República (1931-1936), además de un
destacado dinamismo mercantil. Siguiendo a Francisco Bermejo120, si bien la cantidad
de locales se mantiene en cifras similares a épocas anteriores, la oferta y la

119
CASARES RODICIO, E. “La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales”, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995.
120
BERMEJO MARTÍN, Francisco: La II República en Logroño. Ocio y espectáculos. Logroño, Editorial
Piedra de rayo, 2009, pag. 71.

103
competitividad, sin embargo, parece acentuarse, especialmente en aquellos locales que
captaron mayor demanda y aportaron mejor calidad de servicio.

Desde la gran tradición europea parecen espacios de segunda que tienen más de
ocio que de arte porque no son verdaderas salas de concierto, pero los repertorios
europeos son parecidos a los que podemos observar en los salones y cafés españoles, y
también en los logroñeses. Además, sus compositores tienen el mérito de poder tocar
reducciones de orquesta, arreglos para canto y piano, etc. Todo ello trajo consigo la
disfusión de la cultura y las modas musicales europeas, y poco a poco un avance en la
educación musical de los ciudadanos de la capital riojana.

En el siglo XIX encontramos diferentes variantes: café cantante, café teatro y


café-lírico. En realidad todas las tipologías de cafés representan modelos parecidos. Su
diferente denominación responde al tipo de actividad musical que tenía lugar en cada
café, además de a la procedencia social y el nivel económico de la clientela. Los regentes
de este tipo de locales, tenían muy en cuenta el tipo de espectáculo musical que ofrecían
ya que, en gran parte, de éstos dependía la afluencia de gente a los mismos,
repercutiendo directamente en la caja y en los ingresos que obtenían.

En sus comienzos fueron una imitación de los café-concert de París, contando con
la presencia de una orquesta, y se interpretaban en ellos piezas de piano, guitarras,
bandurrias o pequeñas agrupaciones de cámara. A medida que la demanda del público
fue en aumento, estos cafés-conciertos se convirtieron en cafés-cantantes ya que
comenzaron a contratar a cantantes, bailarines y espectáculos de variedades en los que
se incluía el ilusionismo, la prestidigitación, juegos malabares, etc. que hasta entonces
solo se veían en las ferias. Los café-cantantes tienen su herencia en lo que se
denominaría en el siglo XVIII “baile del candil” o “fandango”, propio de Andalucía y
precursor del arte flamenco. Mientras a los primeros acudía la nueva burguesía
emergente en el siglo XIX, los segundos fueron espacios propios de la clase popular.

En otros casos los café-concierto se convirtieron en cafés-teatros, estos espacios


escénicos permitieron a muchos logroñeses disfrutar de obras de Género Chico sin tener
la necesidad de acudir al teatro, especialmente durante la última década del siglo XIX.
Los cafés-teatros en Logroño tuvieron una vida paralela a la del Teatro Principal. Para

104
un público con pocas posibilidades económicas, el hecho de que hubiera tantos espacios
teatrales, algunos de fácil acceso, trajo consigo el auge del Teatro por Horas.

Con la información encontrada en la prensa sobre la música en los cafés de


Logroño, podemos descubrir la gran cantidad de pequeños músicos solistas, dúos, tríos
y más grupos que había en la ciudad o que vinieron de ciudades cercanas a divertir a los
ciudadanos logroñeses. Las clases menos pudientes de la sociedad riojana acudían a
estos espacios, aunque su público también evolucionó a la par que los cafés.

Las fuentes son poco regulares y en algunos casos se indica si los músicos que
actuaban eran de Logroño o venían de fuera, ya que eran muy frecuentes las giras por
diferentes cafés de provincias españolas. Sin embargo, en otros casos no tenemos esta
información. No obstante, encontramos algunos artistas riojanos que se hicieron un
hueco como protagonistas del ambiente musical de la ciudad, así como otros se hicieron
este hueco en Madrid. Este movimiento también supuso un avance cultural para la
sociedad riojana, al traer estos músicos las modas y costumbres musicales del momento
a la capital riojana.

Las sesiones musicales se celebraban de ocho a once de la noche, aunque algunos


tenían, además, música de tres a cinco de la tarde e incluso por la mañana. La asistencia
era barata -25 céntimos de consumición de café y 40 céntimos por café y copa- lo que
motivaba a familias enteras a pasar la tarde en el café.

El momento de mayor movimiento de los cafés fue desde las fiestas de San
Bernabé hasta las de San Mateo, lo que es la época estival. En este momento los
propietarios solicitaban al Ayuntamiento instalar las mesas junto al paseo,
constituyendo lo que se denominaros “cafés de verano”. Con esta ubicación, los
ciudadanos visitantes de los cafés podían disfrutar a su vez de las numerosas actividades
que tenían lugar al aire libre, como los conciertos en el kiosko del paseo, en el caso de
los cafés situados en el paseo Príncipe de Vergara, como el café Colón, Suizo y de La
Habana, así como otros recitales y fuegos artificiales que se podían disfrutar desde la
calle del Mercado, lugar en que se encontraban el café París y el de los Leones.

105
Fueron diez los principales Cafés del Logroño de la época que abarca este estudio.
Estos espacios se abrieron en los lugares más céntricos de la ciudad, como la zona del
Paseo del Espolón o la Plaza del Mercado, y estaban muy concurridos durante la última
década del XIX y la primera del XX.
- Café de Los dos Leones
- Café Suizo
- Café París
- Café del Siglo
- Café Universal
- Café de La Unión
- Café de Colón
- Café Novelty
- Café de la Paz
- Café de La Habana

No obstante, he de destacar que no todos los cafés permanecieron abiertos y con


actividad musical al mismo tiempo. Cada café tuvo su periodo de auge, manteniéndose
dos o tres cafés activos a la vez, lo que resultaba suficiente para el disfrute y ocio de los
ciudadanos logroñeses en aquella época.

A pesar de ser el café de Los dos Leones y el café Suizo los primeros cafés de la
época, ambos tuvieron actividad musical de forma muy esporádica, especialmente el
primero, durante la última década del siglo XIX. Sin embargo destacan el Café París,
Café Colón y Café del Siglo, por su gran actividad musical a partir del año 1890, siendo
las veladas en su mayoría los jueves, sábados y festivos. Es a partir del mes de junio del
año 1893 cuando a todas estas veladas se unen las del Café Universal, coincidiendo esto
con la pérdida de protagonismo del Café Colón, en el que las veladas se celebran a
partir de entonces en momentos muy puntuales. Entre los años 1896 y 1898 el
protagonismo en los cafés es único y exclusivo para el Café del Siglo y Café Universal.

A partir de 1899 no tenemos noticias del Café Universal, destacando la música en


el Café del Siglo, al que se le une la actividad del Café de Colón, siendo estos dos los
cafés protagonistas durante el último año del siglo.

106
El siglo XX comienza con escasa actividad en los cafés, celebrándose algunas
veladas en momentos puntuales en el café de Colón, Café Suizo y Café de la Unión. A
estos espacios se añade la actividad musical del Café de Comercio y el Café de la
Habana. Esto coincide con el comienzo del periodo constitucional del reinado de
Alfonso XIII.

Con ello podemos concluír que los cafés que tuvieron una actividad musical
constante fueron el café París, Café de Colón, café del Siglo y café Universal, cada uno
durante los periodos citados. El resto de los cafés de Logroño durante la Bella Época
tuvieron actividad musical de forma eventual y mucho menos protagonismo que los
primeros. He aquí un estudio de estos espacios así como las interpretaciones artísticas
que en ellos tuvieron lugar a lo largo del periodo estudiado.

Café de los dos Leones.


Este café estaba situado en la calle del Mercado 68 o Calle de la República, hoy
denominada Calle Portales. El dueño, desde su creación en 1886, fue Juan Domingo
Santa Cruz, quien entregó al Ayuntamiento de Logroño un proyecto de reconstrucción y
decoración de la fachada de su propiedad para transformarla en café, el 26 de junio de
1886.

107
El café de Los dos Leones fue sede de numerosas reuniones e iniciativas de
Asociaciones culturales, deportivas y recreativas de la ciudad y tuvo una larga vida,
hasta los años de la II República. Sin embargo no tenemos constancia de que en este
café se llevaran a cabo espectáculos musicales, excepto la actuación de los artistas
calahorranos el 13 de Noviembre de 1894.

A partir de 1934, aunque no es el caso que nos ocupa en este trabajo, será Fidel
Escolar.

Café Suizo
Situado en la calle Tirso Rodrigáñez, Paseo Príncipe de Vergara, hoy conocida
como avenida de La Rioja, en pleno Espolón.

Comienza su actividad en 1892, siendo su dueño Cecilio Modrego. A partir de


1915, aunque no es el caso que nos ocupa en esta investigación, lo será Eugenio Treviño
Manero y a partir de 1923, el dueño fue Francisco Alegría.

Destacó por ser un café concierto, en el que predominaron los conciertos de


bandurria, guitarras y laúd, sextetos así como pequeñas orquestas. A partir de 1905 se
intercalan este tipo de conciertos con otros más propios del momento como las
cupletistas y bailarinas, siendo estos espectáculos poco frecuentes, a pesar de la
influencia de las modas del momento.

Enumero a continuación las diferentes actuaciones que en este café tuvieron lugar:
- Cuarteto El Turia y de los profesores de guitarra y bandurria La Orden y Ducha.121
- Concierto de bandurria y guitarra la Orden y La Ducha.122
- Artistas calahorranos.123
- Concierto de bandurrias y guitarras que dirige Demetrio Bregaza.124
- Velada por el sexteto que dirige don Lorenzo Marín.125
- Concierto de oboe por el señor Navascues acompañado al piano del señor Marín.126

121
Diario La Rioja. 08-09-1892.
122
Diario La Rioja. 03-11-1892. 15-02-1895.
123
Diario La Rioja. 13-11-1894.
124
Diario La Rioja. 21-04-1895.
125
Diario La Rioja. 10-08-1896.

108
- Cante y baile flamenco o bailes andaluces.
- Conciertos por la orquesta del teatro, con 22 componentes, en el jardín.127
- Conciertos de laúd, bandurria y guitarra, acompañados de piano por el profesor
Serrano.128
- Concierto por los señores Ducha y La Orden, acompañados al piano por el profesor
señor Canillas.129
- Gran velada por el grupo de baile señorita Encarnación, acompañada de los
hermanos Funau.130
- Tiple señora Diana Carmen Clery y el ilusionista Caballero Vicente; veladas de
prestidigitación, adivinación y concierto de piano y cante.131
- Maestro Soria con instrumentos de cuerda, acompañado por su hijo Conrado.132
- Artistas señora Roél y el señor Martínez.133
- Terceto Granados.134
- Dos instrumentos a la vez, guitarra y flauta de Santa Cecilia, instrumento original,
único en España.135
- Cupletistas Mari Díaz y Elvira Velasco.136
- Rondalla del señor Calleja con veladas en el ameno jardín, durante los meses de
verano de 1905. Esta rondalla, los días que no actuaba en dicho café lo hacía en el paseo
de los Reyes, de nueve y media a once y media de la noche.137
- Terceto “La Giralda”.138
- Artistas hermanos Nevot (Europa) El trío lo componían dos señoritas y un caballero
que ejecutaban variadísimos y selectos programas musicales con guitarra, bandurria y
laúd.139
- Bailarinas Eloísa Carbonell y Adelaida en enero, Las Ribereñas y Paquita Vera.140
- Conciertos por el cuarteto Alonso.141

126
Diario La Rioja. 16-11-1897.
127
Diario La Rioja. 01-08-1899.
128
Diario La Rioja. 21-10-1900.
129
Diario La Rioja. 25-10-1900.
130
Diario La Rioja. 10-10-1901.
131
Diario La Rioja. 20-10-1901.
132
Diario La Rioja. 09-12-1902. 16-12-1902. 23-12-1902.
133
Diario La Rioja. 29-07-1903.
134
Diario La Rioja. 18-06-1904. 19-06-1904. 20-06-1904.
135
Diario La Rioja. 08-09-1904.
136
Diario La Rioja. 05-03-1905.
137
Diario La Rioja. 11-07-1905.
138
Diario La Rioja. 07-04-1906.
139
Diario La Rioja. 06-07-1906.
140
Diario La Rioja. 20-01-1907.

109
- Septiminio del teatro, que dirigía don Juan Vallés.142
- Artistas musicales Hermanas Miralles.143
- Cuarteto Calleja.144
- Pianista logroñés señor Vallés y su sexteto.145

Café París
Situado en la calle Portales, su dueño era D. Justiniano Lasanta (Rinconero). La
actividad de este café concierto tuvo lugar entre los años 1890 y 1892, destacando en
sus comienzos por ser un café concierto, en el que tuvieron lugar las siguientes
actuaciones:
- Cuarteto de Don Dimas Varea.146 Éste en algunas ocasiones acompañaba al
cantante D. Ramóm Moras147 y en otras ocasiones a D. Nicolás García y D.
Hermenegildo Uliverri. 148
- Profesor de piano don Florentino Oliván, en algunas ocasiones acompañado de
los señores Juan Uliverri y don Nicolás García. para todos los días de 1 a 3 de la
tarde y de 6 a 11 de la noche.149
- Concierto del Señor Solana y acompañantes150
- Velada por el profesor de ocarina Don Juan Álvarez.151
- Conciertos de bandurria y guitarras por el ciego bandurrista Acevedo,
acompañado por su señora e hijo.152
- Conciertos por el profesor de piano señor Lacall, durante los jueves y
domingos.153

Sin embargo, fue en este café donde tuvo lugar la primera función que no tenía
que ver con conciertos y juegos de prestidigitación, en el año 1892, al comenzar a

141
Diario La Rioja. 23-07-1908.
142
Diario La Rioja. 22-11-1908.
143
Diario La Rioja. 19-06-1910.
144
Diario La Rioja. 21-11-1910.
145
Diario La Rioja. 08-08-1911.
146
Diario La Rioja. 10-05-1890.
147
Diario La Rioja. 21-11-1890.
148
Diario La Rioja. 22-11-1890.
149
Diario La Rioja. 30-07-1890.
150
Diario La Rioja. 22-08-1890.
151
Diario La Rioja. 18-03-1891.
152
Diario La Rioja. 10-05-1891 y 11-05-1891.
153
Diario La Rioja. 10-10-1891.

110
celebrarse sesiones de cante y baile flamenco por los Niños Marqueses154, la cantaora de
flamenco Dolores Martínez155 y la cantaora Pepa Aguadiano.156 Este café, que había
estado vacío hasta entonces, pasó a ser un café cantante, teniendo a partir de entonces
gran cantidad de público de clase más baja, denominada “gente” por el cronista de la
revista El Diluvio, que acudía a disfrutar de aquellas veladas:157

El Café de París que durante las noches anteriores en que se daban las
sesiones de cante flamenco se encontraba completamente desierto, desde tal
innovación, veíase lleno, dándose el caso de que su dueño no quería servir ni un vaso
de agua por acudir a dicho establecimiento “gente”, esa era la palabra con que podría
calificarse a muchos de los que allí acudían, que debieran de estar pastando en vez de
presentarse en sociedad, sucediendo como no podía menos, que las personas bien
educadas tenían que privarse de acudir al por aquél entonces, único entretenimiento
que había en Logroño.

El citado comentario del cronista de El Diluvio muestra la diferencia entre café


concierto y café cantante, diferentes no sólo por el tipo de música que en ellos se
interpretaba, sino también por el tipo de público que a ellos acudía, siendo en los
primeros burgueses frente a la clase popular de los segundos. Con el cambio de
actividad musical, el café París se transformó en un espacio para las clases populares lo
que lo convirtió en un espacio de menor calidad al que la clase burguesa dejó de asistir.
Aún así, el café París tuvo mayor cantidad de público durante 1892, año en que se
transformó en un café cantante, pero este protagonismo duró poco, aproximadamente un
año.

Pasado el año 1893 no tenemos noticias del café de París. Fue un café de corta
vida pero con una gran actividad de variados géneros, durante los tres años que
permaneció abierto. Es probable que su cierre tuviera que ver con la apertura del café
Universal en 1894, que protagonizó la vida musical como café teatro junto con el café
del Siglo durante los últimos años del siglo XIX, como veremos a continuación.

154
Diario La Rioja. 13-02-1892 y 14-02-1892.
155
Diario La Rioja. 19-05-1892.
156
Diario La Rioja. 17-06-1892.
157
Revista El Diluvio. 27-03-1898.

111
Café del Siglo
Situado en la planta baja de una casa en Marqués de Murrieta, esquina con
Avenida de Portugal. Su dueño fue Francisco Cornejo, por lo que en algunas ocasiones
se refiere a este café como “Café de Cornejo”.

A diferencia del Suizo y Los dos Leones, únicos cafés hasta el momento, situados
en el centro del Logroño decimonónico, el Siglo se abrió en la “Puerta del Camino”, una
zona todavía poco frecuentada en las inmediaciones de la carretera de Logroño a
Burgos, entonces Cabañas de Virtus.

Se trata de otro café concierto oportunista, cuyo dueño supo aprovechar las
circunstancias del momento para la celebración de diferentes actos musicales según las
necesidades de la sociedad riojana. Así, mientras durante 1890 y 1891 predominaron las
veladas de música de plectro, al advertir su dueño el éxito económico, contrató en 1892
a cantaores y bailaores especialmente de flamenco, convirtiendo su café-concierto en un
café-cantante. En 1893 se retomó la música de cámara, incluyendo las interpretaciones
de la protagonista de Logroño entonces, la Banda del Regimiento de Bailén. Pero nada
fue tan excepcional como la idea del señor Cornejo de transformar su café-concierto en
un café-teatro, con las veladas lírico-dramáticas que se celebraron de 1896 a 1898,
siendo este el único espacio de ocio de la ciudad junto con el café Universal.
Transformaron así el concepto que hasta entonces se tenía del teatro y cambiaron las
costumbres ciudadanas, dando estabilidad a las compañías teatrales, que actuaban todos
los días.

Para dar información más detallada de las actividades musicales que se celebraron
en el Café del Siglo dede su creación, hemos de hacer referencia a las veladas por la
orquesta de bandurrias y guitarras de la ciudad que actuó durante los domingos y
festivos, especialmente en fechas navideñas, desde su creación en 1890. La idea del
señor Cornejo era organizar conciertos un día de trabajo de la semana y por la misma
orquesta y los programas de prensa nos demuestran que así fue durante 1890 y 1891:
Café del Siglo: de ocho a diez de esta noche tendrá lugar en este acreditado
establecimiento ya conocido del público una bonita velada.

112
A partir de 1892 encontramos una novedad: estas veladas las amenizaba en
algunas ocasiones la cantaora Pepa la Parrala chica con toque, cante y baile flamenco
clásico y también hubo alguna sesión de cante y baile flamenco por los cantaores
Sebastian Muñoz Gayarre y Antonio Muñoz Pajarito. A pesar de ello, el café del Siglo
continúa siendo un café concierto, destacando como novedad a partir del año 1893 los
conciertos por la Banda del Regimiento de Bailén, además de otros instrumentistas y
grupos de cámara.

Es importante destacar el cambio que se produce en el mes de julio de 1896 en el


Café del Siglo, cuyo dueño decide que se comiencen a representar obras de teatro y
zarzuelas de Género Chico, transformando su café-concierto en un café-teatro. Las
zarzuelas son interpretadas por compañías de los propios cafés colaborando en algunos
casos los aficionados de la ciudad, siendo el elenco el siguiente: Srta. Melendo, Srta.
Fernandez, Srta. Sáiz, Niña Nicuesa, Sr. Verdejo, Sr. Delgado, Sr. Espada, Sr.
Nicuesa.158

Se pasa así al denominado “teatro por horas”, con compañías estables y


representaciones diarias de este tipo de obras. Ello ejerció un efecto muy beneficioso en
un público no demasiado preparado cultural ni económicamente.

Muestra de ello son las crónicas de la prensa riojana159: Continúa llamando


extraordinariamente la atención del ilustradísimo público que tenemos la satisfacción
de tener a nuestro lado, siendo ruidosamente aplaudida con efusión en la zarzuela
“Chateau Margaux”, la señora Rodríguez, haciéndole repetir todos los números con
gran insistencia. Para esta noche se pondrán en escena “El gorro frigio” y “Chateau
Margaux” (esta última a petición del público).

Este café fue, junto con el Universal, protagonista de la ciudad durante los años
1896 a 1898 con sus cafés-teatro. En los años previos al desastre del 98, las compañías
de zarzuela apenas se desplazaban entre los teatros las ciudades como sucedía durante
los años anteriores. Con estas representaciones los ciudadanos de Logroño pudieron
disfrutar de actuaciones cómico-líricas casi todos los días del año y de forma más

158
Diario La Rioja. 31-07-1896.
159
Diario La Rioja. 06-02-1896.

113
económica, puesto que los artistas eran intérpretes locales. Además, prácticamente todas
las noches hubo función en estos cafés.

Con todo ello observamos que, aunque estos cafés empezaron siendo de
procedencia popular, a partir de 1896, los aficionados a asistir Teatro, cambiaron las
butacas de éste por las del Café.

Las obras que se representaban no se estrenaron en los cafés, sino que la mayoría
fueron representadas antes en el Principal por las compañías profesionales que actuaron
en el teatro. Es muy probable que el público asistía a estos cafés sabiendo de memoria
las obras antes de entrar.
La estructura del local era básica: el escenario consistía en un tablao rústico en el
rincón de mejor perspectiva del salón. El resto del espacio lo completaban mesas y sillas
para el consumo de la clientela. La compra de una entrada, por 30 céntimos, daba
derecho a una consumición y las siguientes se pagaban aparte. Las Compañías que
actuaban en el café, no tenían gran calidad artística, pero atraían al público más
humilde de la capital riojana con su espontaneidad.

Estos años de apogeo del Siglo como café teatro, se diluyeron en los meses
previos a la guerra, sin aparecer más noticias en prensa acerca de este café y sus
representaciones.

Café Universal
Situado en el número 10 de la calle Muro del Siete (hoy Muro de Cervantes), este
café se estableció en la antigua casa de correos y en donde vio la luz LA RIOJA.160

Sus dueños desde su apertura el 9 de junio de 1893, fueron los señores Aranzabe y
Gamarra. A partir de 1896 fue Fernando Díaz de Landaluce y a partir de 1897 la Viuda
de Landaluce. En 1900 el local fue vendido y cambió de nombre, como veremos más
adelante.

160
Diario La Rioja. 11-11-1894.

114
En sus comienzos fue un café concierto que comenzó su vida musical a partir de
1893, con las veladas a cargo de la orquesta de bandurrias y guitarras que dirigía Don
Felipe Calleja, que había sido protagonista del café del Siglo durante los años anteriores
(1890-1892). Esta orquesta actuó en el café Universal durante todos los domingos y
festivos durante 1893.

A partir de 1894, las veladas de este café se combinaban en algunas ocasiones con
veladas de cante, destacando las que se enumeran:

- Orquesta de bandurrias y guitarras que dirige Don Felipe Calleja (domingos y festivos
durante los años 1893 y 1894).161
- Concierto de cante jondo por una familia andaluza.162
- Concertista de oboe señor Navascues.163
- Concierto por los señores Guarás, padre e hijo.164
- Concierto por el Caballero de Palacio y el cuarteto de bandurrias y guitarras.165
- Concierto de la tiple señorita Constanza López166 que, venida desde Burgos dió
algunas veladas vocales e instrumentales:167

Merced. Vals, por la señorita Constanza.


Romanza de Los Diamantes de la Corona, por la misma.
Romanza de tenor del primer acto de la ópera Aída, por el señor Medina.
Terceto de la zarzuela ¡Cómo está la sociedad!, por la señorita Constanza,
señora Medina y señor Medina.
Los lobos marinos, por la señora Medina y señor Medina.
Wals de variaciones de cornetín, por el señor Medina.
Jota de cornetín y piano.

Es en el mes de octubre de 1895 cuando se transforma en café teatro, al igual que


había sucedido en el ya citado café del Siglo tres meses antes, coincidiendo este cambio
del tipo de actividad musical con el año en que el café cambia de dueños. El café
Universal decidió probar fortuna con la fórmula del café teatro, después del éxito del

161
Diario La Rioja. 06-05-1894.
162
Diario La Rioja. 06-06-1894.
163
Diario La Rioja. 18-05-1895. 23-06-1895.
164
Diario La Rioja. 12-10-1894. 13-10-1894.
165
Diario La Rioja. 18-10-1894.
166
Diario La Rioja. 12-11-1894.
167
Diario La Rioja. 15-11-1894.

115
café del Siglo. Podía, sin embargo, rivalizar con el Siglo, al estar situado en un lugar
más céntrico de la ciudad.

Se representan zarzuelas de género chico y alguna zarzuela grande por la


compañía del propio café: Compañía del señor Orozco. El elenco era el siguiente:

Primera tiple doña Felipa Lopez.


Segunda tiple doña Paulina Andrés
Característica señorita Gervasia Palacios
Tenor don Ricardo Medina
Bajo don Pedro Dayna
Apuntador don Antonio Gómez
Maestro don Rafael Gascón.

Esta compañía interpretaba dos obras de género chico cada tarde que había
función. Sólo se repiten aquellas obras que alcanzan más éxito a nivel nacional y que
aquí en Logroño se les acomoda a la manera de ser de sus ciudadanos.

En el año 1896 hay un paréntesis desde abril hasta diciembre, en el que el dueño
del café Universal, creyendo que no es conveniente a sus intereses y a los del público a
cuyo servicio se halla, que continúen dándose en el establecimiento las funciones
teatrales que hasta entonces tenían lugar, las suprimió. Además pidió que se hiciera
pública ésta noticia en la prensa, indicando que las veladas teatrales se sustituirían por
veladas musicales a cargo del quinteto de violines, flautas, clarinete y piano que dirigía
el maestro sr. Nanclares. Así se publicó en la sección de “Avisos y noticias” del 11 de
abril de 1896.

A partir de diciembre de 1896 retoma este café la actividad teatral hasta el año
1898, año en el que fue el único protagonista de la ciudad, al desaparecer el café del
Siglo. Algunos días –los menos- se representan también comedias como Las travesuras
de la Lola, No hay fuego sin humo, La casa de los baños o Robo y envenenamiento. En
algunas ocasiones se combinan las comedias con las interpretaciones instrumentales de
panderetas o se dan conciertos instrumentales. Citamos como ejemplo la intervención

116
de los concertistas de violín y oboe señores B. Gonzalez, Navarro, Navascues y el
profesor de piano señor Serrano.

La rivalidad entre los señores Cornejo y Landaluce con sus cafés teatros dura hasta
el desastre del 98. En el caso del Universal, se vende en otoño de 1898 y cambiando de
nombre a Café de la Unión. Es simbólico que este cambio de nombre ocurra en el año
1900, una vez finalizada la guerra de Cuba.

Café de La Unión
En sus comienzos, el café de La Unión continuó con la tradición zarzuelística de
los cafés que tanto éxito había tenido en los años previos, contratando a Gerardo Casas,
director de zarzuelas de varias compañías, y a doña María López, primera tiple de las
mismas, para dar varios conciertos en obsequio a sus numerosos clientes en el año 1900.

Sin embargo este café, pasó a partir de 1901 a ser de nuevo un café concierto,
destacando las siguientes veladas:
- Concierto por el reputado guitarrista don Antonio Martín, que tanto había
agradado en el extranjero como en las principales capitales de España.168
- Quinteto dirigido por Mr. Louis Borrel, que debido a su gran éxito repitió
actuación aunque cambiando de programa.169
170
- Sexteto dirigido por el profesor don Jesús Herce. Este sexteto permaneció
durante los meses de octubre y noviembre como oficial del café de La Unión.
- Guitarristas Madame Marguerite Montanbric y don José Español, que tantos y
tan merecidos éxitos habían obtenido en los principales teatros de España y del
extranjero.171

Es importante señalar que a partir de 1904 los dueños de este café tuvieron a su
cargo el servicio de la sociedad La Fraternidad, que estaba instalada en la misma casa.
Sin embargo, a partir de 1905 no tenemos más noticias de este café. Es probable que sus

168
Diario La Rioja. 21-10-1901.
169
Diario La Rioja. 24-05-1902 y 26-05-1902.
170
Diario La Rioja. 31-10-1902. 4-11-1902. 05-11-1902. 09-11-1902.
171
Diario La Rioja. 25-12-1904.

117
dueños prefirieran quedarse al cargo del Círculo La Fraternidad al no poder mantener
ambos espacios.

Café de Colón
Situado en la calle C/ Muro de los Reyes, hoy la parte norte de El Espolón. Su
dueño fue Aniceto Bernedo junto con otros socios, pasando a ser a partir de octubre de
1900 únicamente de Aniceto Bernedo y su hermano. El 24 de abril de 1909, este café
pasará a llamarse Café Novelty, tras la reforma realizada en la parte principal del
establecimiento.

Esta cercanía con el centro neurálgico de la ciudad, convierte al café en un lugar


estratégico para sentarse a disfrutar, los jueves y domingos de los conciertos que la
banda del Regimiento de Burgos, la de Bailén o la de Santa Cecilia ofrecían en el
kiosko del Espolón.

Este café contaba con un piano vertical, destacando por ser un café concierto con
gran actividad durante la última década del siglo XIX, como detallamos a continuación.

Durante 1890, todos los domingos hay veladas de ocho a once de la noche
amenizadas por el sexteto del profesor don Dimas Varea. Hablar sobre él Aparecen en
el periódico los programas a interpretar, tratándose de interpretaciones de cinco piezas
variadas, diferentes en cada programa: polkas, valses, fragmentos de zarzuela,
mazurkas, fantasías, etc.

En 1891 se anuncian conciertos en el Café de Colón para todos los días festivos
por la tarde y en algunas ocasiones en días entre semana, contratando para ello a artistas
de esta capital, en unión de Don Juan Lacall, pianista del café. Estos conciertos tienen
lugar durante los meses de enero y febrero y aparece en la prensa el programa: valses,
polkas, fragmentos de zarzuela, mazurkas, etc.

Durante los meses de marzo y abril del año 1892 continúan las veladas en el Café
de Colón, que ya no son sólo los domingos sino casi todos los días de la semana. Tras
un descanso en los meses de verano, actúan en este café los artistas Guarás y García, el

118
cuarteto madrileño (dos violines, viola y contrabajo) y los profesores de guitarra y
bandurria La Orden y Ducha.

Durante los meses de febrero, marzo y abril del año 1893 destacan los conciertos
por la orquesta de guitarras y bandurrias que dirige el señor Calleja. Estas veladas de
tradición popular también tuvieron lugar en el mes de agosto.

En 1894 tuvieron lugar diferentes interpretaciones musicales en el Café de Colón,


172
como la del acordeonista Zamora acompañado al piano por el señor Lacall , el niño
violinista Daniel Manso173, la concertista de bandurria Mis Zaida174 y el sexteto
formado por músicos distinguidos de la capital dirigidos por el pianista y profesor de
música Don Juan Lacall, que actuó durante los meses de octubre, noviembre y
diciembre con programas con el que se adjunta:175

- Concepción. Polka.
- Balada de tiple de la zarzuela Los Diamantes de la Corona.
- Wals Vous aime. Georges Lamathe.
- Obertura de la ópera Fra Diavolo.
- Fantasía sobre motivo de la zarzuela La Tempestad.
- Pasodoble La Giralda.

En 1895 destacan las actuaciones del acordeonista señor Zamora176, así como los
conciertos de canto y piano a cargo de los populares artistas Caballero Vicente, tenor
señor Castillo y pianista señor Marcos177.

En 1896 se aprecia un gran descenso en el número de representaciones artísticas


en el Café Colón. La novedad es que se introduce en el mes de enero un cuadro de cante
y baile flamenco cuyo nombre no se indica en prensa. Pero es a final de este año cuando
se establece como tablao flamenco, realizando las reformas pertinentes para ello. Aun
así, la experiencia flamenca duró muy poco, ya que en 1897 solo destacan las sesiones
de Manuel López y otras por un grupo de artistas andaluces de gran éxito que se
encontraban de paso por la ciudad y fueron contratados: se trata del célebre artista de

172
Diario La Rioja. 12-05-1894 y 13-05-1894.
173
Diario La Rioja. 26-09-1894.
174
Diario La Rioja. 20-10-1894.
175
Diario La Rioja. 08-11-1894.
176
Diario La Rioja. 16-02-1895.
177
Diario La Rioja. 06-12-1895.

119
género andaluz don José Fuentes Poveda, Sebastián Fernandez “el chato de Jerez” y
Sebastián Muñoz Gayarre.

Su dueño, Aniceto Bernedo, tuvo que pedir autorización para las funciones de
cante flamenco hasta las 23:00 de la noche, para evitar molestias a los huéspedes de la
fonda que existía en la casa: fonda Europa.

Como hemos visto anteriormente, es la época de apogeo de los cafés teatro, del
Siglo y Universal, que se llevaron el protagonismo de los años previos al desastre del
98, siendo menos populares en aquellos años los café cantante o café concierto como el
Colón. Sin embargo, todos ellos contribuyeron a la evolución del ambiente musical en
Logroño y supusieron progreso en la vida cultural de la ciudad.

Además, se estaba vaticinando lo que ocurriría en el año siguiente: con el desastre


de 1898 la actividad en los cafés disminuye de forma considerable. Es durante los meses
de verano cuando más actividad musical encontramos en el café de Colón: conciertos de
verano de nueve a doce de la noche con las tiples señoras Melendo y Sanjurjo,
acompañadas al piano por el profesor señor Vallés, algunos domingos y festivos aparece
el programa de estos conciertos en el periódico, que se basaba principalmente en un
poutpurri de walses, romanzas y jotas. Durante el resto del año, esporádicamente tuvo
lugar alguna actuación similar, en la que alguna conocida tiple del lugar interpretaba
zarzuelas, malagueñas, granadinas, soleares, guajiras y otras obras del estilo.

En el año 1902 aumentó la actividad musical del café de Colón. Este café ya no
rivaliza con los anteriormente citados cafés teatro de la ciudad, del Siglo y Universal.
Además, podemos pensar que ello significa que Logroño está comenzando a
recuperarse. Sin embargo, este aumento de interpretaciones en los cafés, coincide con
los vacíos en el recién inaugurado teatro Bretón. Los ciudadanos de la capital riojana
están pasando por momentos económicos difíciles y pasan sus momento de disfrute en
los cafés, locales económicamente más accesibles y en lo que el repertorio interpretado
era más popular. Además observo que, a pesar del aumento del número de
representaciones, no se alcanza el gran movimiento musical de la última década del
siglo XIX.

120
No obstante es importante destacar que el Café Colón fue uno de esos en los que
se podía seguir asistiendo a escuchar música y disfrutar de pequeños espectáculos, al
menos durante los primeros meses de 1902. Durante el mes de enero contrataron para
una serie de veladas al Quinteto Colón, compuesto por los conocidos y aplaudidos
bandurristas hermanos Bergasa, en unión de otros dos conocidos músicos de la
localidad, bajo la dirección del inteligente profesor don Juan Vallés. En febrero hubo
veladas musicales a diario con piezas del repertorio de los profesores del recién
organizado sexteto Fabre (primer violín don Juan Fabre y pianista señor Vallés). Sin
embargo, a partir de entonces cesó su actividad durante los casi tres años posteriores.

En el mes de enero de 1905 se anuncia en el Café Colón un cuadro completo de


artistas notables que dará a conocer al público trabajos muy celebrados en las grandes
capitales: entre ellos viene la aplaudidísima Augusta Bergés, artista cómica,
excéntrica, cosmopolita, que canta los copules de su repertorio en cinco idiomas.

Se aprecia, a partir de 1907, un aumento en el número de interpretaciones


musicales en los cafés cantantes. Las crónicas del año 1907 describen claramente cómo
cada noche se ven más animados los cafés donde actúan cupletistas. El género, de
principio de temporada, entusiasma al público. Como vermouth para las secciones que
se preparan en el teatro, no puede negarse que es lo mejor.178

Sin embargo, el Café Colón quiere recuperar su estatus musical, considerando que
las cupletistas allí desentonaban, a pesar de ser fruto de las modas del momento, y se
disponen a traer cosa superior. No obstante, resulta difícil conseguir algo así, ya que a lo
largo del año continúan en esta café, este tipo de actuaciones, destacando las de las
hermanas Borráx, bailarinas179 y la coupletista Paquita Vera.180

Durante 1908 parece ser que las promesas de los dueños del Café Colón son
difíciles de cumplir. Continúan estas veladas, que tienen gran éxito ante el público
logroñés, como el debut en el mes de enero de las bailarinas Chiquita Jerezana y
Balbina Parrado, que fueron aplaudidísimas por el numeroso público que lo

178
Diario La Rioja.13-01-1907.
179
Diario La Rioja. 26-01-1907.
180
Diario La Rioja. 29-01-1907.

121
presenció.181 De igual modo, en este café continúan las veladas de entretenimiento como
son un notable ventrílocuo y una inglesita que baila, hace la muñeca y otras
novedades.182

En 1909 el café de Colón pasa a denominarse Café Novelty, por lo que le dedicaré
un apartado a este nuevo café.

Café Novelty
1909 es el año en que el Café Colón pasó a llamarse Café Novelty, tras una
reforma en la parte principal realizada cuando este Café era regentado por los hermanos
Bernedo. Las paredes y techos fueron pintados en un elegante tono blanco, y ligeros
toques de dorado, y el mostrador y las bases de las columnas, adornadas con terciopelo
verde, formando un agradable conjunto. El servicio también fue renovado y en
sustitución de las botellas de agua, se ofrecía al público unas bonitas jarras verdes.
También se montó un precioso filtro “Delphin” para el agua.

A la inauguración de este Café reformado y con nuevo nombre, acudió un gran


gentío, incluyendo distinguidas personalidades logroñesas. Este café continuó su
actividad durante el año 1909, con algunas actuaciones como las del guitarrista Arturo
Santos.183 Parece ser que con la reforma, los propósitos de los hermanos Bernedo,
comienzan a hacerse realidad y el recién denominado Café Novelty empieza a recuperar
su estatus de café concierto.

Durante 1910, el nuevo Café Novelty pasó a ser el protagonista de las actuaciones
musicales de la capital riojana. Quedaron atrás en este local las actuaciones de
cupletistas y bailarinas, para pasar a otras como las que detallamos:

- El Quinteto Serrano, con dos sesiones, una a las dos de la tarde y otra a las
nueve y media de la noche, con programas formados por obras del repertorio
europeo, siendo los diferentes en cada sesión.184

181
Diario La Rioja.09-01-1908.
182
Diario La Rioja.01-03-1908.
183
Diario La Rioja. 16-05-1909.
184
Diario La Rioja, 08-02-1910.

122
- El Cuarteto Calleja, que tras su viaje a Buenos Aires, vuelve a Logroño y da
grandes conciertos todas las noches de diez a doce185.

Durante 1911 en el Café Novelty continúan las veladas a cargo del Cuarteto local
de instrumentos de cuerda Calleja. Además, destaca la actuación de la aplaudida tiple
Trinidad Fernández, que se encontraba en Logroño de paso para otras poblaciones.
Cantó bonitos trozos de zarzuela acompañada a piano por nuestro querido paisano y
notable maestro compositor don Hipólito Rodríguez.186 Este café contó también con las
actuaciones de las artistas de cante y baile “Las Valencianas”, que habían actuado
anteriormente en Bilbao.187

Destaca por lo tanto el Café de Colón por ser un café concierto, que pasó a ser un
café cantante, recuperando a lo largo de la primera década del siglo XX su estatus de
café concierto, cuando pasó a denominarse Café Novelty.

Café de la Paz
Desconocemos la situación de este local, en el que únicamente encontramos en
prensa una actuación musical en los años que nos ocupan: concierto por los afamados
artistas de arpa señores Salerni y Romalle, al encontrarse de paso por la ciudad.188
Esta actuación responde a una atracción casual, ya que parece ser que las veladas
musicales no fueron frecuentes en este café.

El nombre de este café podemos asociarlo a la mala época que estaban pasando
los españoles. Parece ser que este café sirvió para hacer más llevadera, en la medida de
lo posible, la situación decadente de la pérdida de la colonias y hacer resurgir ese nuevo
espíritu que trajo consigo el cambio de siglo. No obstante, las actuaciones fueron muy
pocas durante estos años, tanto en el estos nuevos cafés como en los ya existentes.

Café de la Habana
Situado junto al café Suizo, en la calle de la Estación o Tirso Rodrigáñez 3 (Paseo
Príncipe de Vergara), el dueño de este café concierto fue Romualdo Trapero.

185
Diario La Rioja. 16-02-1910.
186
Diario La Rioja. 24-10-1911 y 25-10-1911.
187
Diario La Rioja. 21-12-1911.
188
Diario La Rioja. 10-05-1900

123
Parece ser que la actividad musical de este café solo duró el año 1906. No
obstante, su dueño aprovechó la ocasión de contratar a concertistas tanto locales como
de fuera, destacando las actuaciones que detallo a continuación:

- Los aplaudidos artistas Díaz y Malé189.


- Los notables concertistas de violín y piano señores Ruiz del Moral y Ruiz
Marín, primeros premios del Conservatorio de Madrid, aprovechando que iban
de paso hacia Portugal190.
- Los concertistas don Narciso Navascues, oboe de la Sociedad de Conciertos de
Madrid y el profesor de piano don Hipólito Rodríguez191.

Tras realizar un estudio de la música interpretada en los cafés de Logroño durante


los años 1880-1912, podemos decir que la calidad de este tipo de espectáculos no
siempre era buena, aunque, en general, debemos decir que, según las críticas, muchas de
las agrupaciones o participaciones de músicos individuales estaban formadas por
distinguidos profesores o concertistas consumados, que ofrecían la mayor parte de las
veces excelentes conciertos, con una gran variedad de programa y repertorio.

Se puede observar que destacaron algunos intérpretes que participaron en la vida


musical de varios cafés a lo largo de su trayectoria musical. Se trata de artistas que
alcanzaron mayor éxito, rivalizando los diferentes cafés de la ciudad por contratar a
estos músicos de mayor renombre a nivel provincial.

Es el caso de la Orquesta de bandurrias y guitarras de la ciudad, dirigida por el


señor Felipe Calleja, que dio veladas en el café del Siglo desde 1890 a 1892, en el café
de Colón en 1893, en el Universal durante 1893 y 1894 y en el Suizo durante 1905. Este
guitarrista que se trasladó a Buenos Aires, formó un cuarteto con su hijo Francisco
denominado Cuarteto Calleja, y a su regreso dio algunas veladas en el café Suizo y en el
café Novelty en el año 1910.

189
Diario La Rioja. 05-01-1906 y 06-01-1906.
190
Diario La Rioja. 13-06-1906
191
Diario La Rioja. 11-11-1906

124
En el caso de Narciso Navascues, profesor de oboe perteneciente a la Sociedad de
Conciertos de Madrid, dio algunas veladas en el café Universal en 1895 y 1896, en el
café Suizo en 1897 y, tras unos años de ausencia, en el café de la Habana en 1906,
formando un dúo con el conocido compositor y profesor riojano Hipólito Rodríguez.

El pianista don Dimas Varea dirigió un sexteto que realizaba interpretaciones en


los cafés de Colón y París durante el año 1890. Las interpretaciones trascendieron a
otros espacios como el Círculo de la Fraternidad, donde en el año 1891 dio un concierto
de oboe acompañado al piano por el compositor y profesor riojano don Hipólito
Rodríguez.

El señor Lacall, pianista oficial del café Colón donde dio conciertos de 1891 a
1894, dio algunos conciertos también en el café París en 1891.

Los intérpretes de bandurria y guitarra Guarás y García, padre e hijo


protagonizaron las veladas del café de Colón en 1893 y las del café Universal en 1894.

Además, es importante destacar que hubo un antes y un después del desastre del
98. Durante la última década del siglo XIX se ofertaron en estos espacios espectáculos
de los más variados géneros musicales, siendo estos además muy numerosos. Los cafés
estaban llenos, ya que daban la posibilidad de disfrutar de pequeños números musicales
por el módico precio de lo que costaba una consumición. Las clases medias, que no
podían permitirse el lujo de pagar un abono de teatro, acostumbraron a visitar los cafés,
que rivalizaban entre sí con sus variados programas y géneros musicales.

El efecto que produjeron estos espacios en un público no demasiado preparado


culturalmente ni con unos bolsillos muy repletos de dinero, fue muy beneficioso para
una capital provinciana como Logroño. Aunque empezaron siendo de procedencia
popular (obreros, jornaleros, artesanos) a partir de 1896 y 1897, según decía Fray
Cirilo, los aficionados de las butacas del Teatro buscaron otros asientos.

Algunos de estos locales se convirtieron en referentes musicales a los que acudir


para escuchar a un buen guitarrista, pianista, quinteto de cuerda, violinista, sexteto, etc.,
especializándose cada uno de ellos en determinados géneros, contribuyendo así a

125
seleccionar, de algún modo, el tipo de clientela. Normalmente los cafés que incluían
asiduamente números musicales, estaban vinculados a una clase social media-alta ya
que, el resto, no podían permitirse el desembolso inicial derivado de la contratación de
los mismos.

Bien es cierto que no en todos los locales ni en cualquier temporada, la


participación musical estaba asegurada; pensemos que ésta se intercalaba con
actuaciones no musicales de todo tipo, muy atrayentes también para la clientela, como
las verificadas por ilusionistas, malabaristas, transformistas, bailarines, equilibristas,
etc., que realizaban sus actuaciones en varios locales de la ciudad.

Es importante destacar que la idea de convertir algunos de ellos en cafés teatro fue
una verdadera revolución que trajo consigo muchos beneficios para todos: para los
ciudadanos de Logroño, porque tenían la oportunidad de conocer las obras que más
éxito estaban alcanzando en el resto de España, y para los dueños de los cafés, porque
supuso un aumento de clientela. Así se refería a este hecho el cronista de la revista El
Diluvio:

Bendita y mil veces la idea del iniciador y si se quiere del que llevó a la práctica la
conversión de los cafés en teatros.
Habrá quien diga lo contrario, si, pues expondrá algunos inconvenientes, como por
ejemplo, el de que, con esta distracciones lo que se ha hecho es crear vicios, o si se
quiere necesidades.
Quien tal dijere puede asegurarse desconoce por completo el carácter logroñés, pues
yo, a fe de riojano, aseguro que los cafés han venido a llenar un vacío que dejábase
sentir en la sociedad.
Habrá, repito, quien crea inocentes mis suposiciones, más sin embargo reto a quien
se atreva a dudarlo, a exponer con argumentos poderosos el tema que, desde luego dejo
en pie, y que en el número próximo trataré de demostrar.
Sin embargo, y para concluir por hoy de hablar sobre los cafés teatros, una vez que
ya he salido del paso iniciando tal idea, aconsejo a los artista que en ellos trabajan,
procuren representar, cuantas obras pongan a escena, con seriedad, formalidad y
sobretodo bien ensayadas, pues tienen condiciones más que suficientes, (como artistas)
la mayoría de ellos, a juzgar por otros y conste no aludo a los que en el principal

126
trabajan, valen, con creces, un millón de veces más, pues al fin y al cabo, como dicen
en mi pueblo, no son presuntuosos.192

Para quien esta idea no fue beneficiosa, fue para los empresarios del teatro
Principal, y ya en sus comienzos, Fray Cirilo auguraba una mala temporada de invierno,
sin equivocarse: esas óperas que actúan con descomunal éxito en los cafés del Siglo y el
Universal llevándose de calle a los morenos, que habitualmente ocupan las localidades
baratas del teatro.193

Estos establecimientos y su variada actividad musical, cambiaron el concepto que


hasta entonces se tenía del teatro y con ello, cambiaron las costumbres de la sociedad
del momento. Su público tenía un nivel cultural medio-bajo y un nivel económico
básico, pero podían disfrutar de representaciones teatrales casi a diario por una entrada
que costaba 25 céntimos con opción a una consumición, algo que cambiaba en las
provincias al compás de las grandes ciudades.

Es en la primera década del siglo XX, tras el gran apogeo de los cafés-teatros
cuando la actividad musical decae. No obstante, no es tal el bajón como lo es en el
teatro, ya que los cafés son un espacio asequible al que los ciudadanos logroñeses
continuaron asistiendo. Además, no todos los cafés permanecieron con actividad
musical a la vez, por lo que con la apertura de dos o como mucho tres cafés a la vez, era
suficiente para satisfacer los deseos de ocio de los ciudadanos de una sociedad en crisis.

Los pocos programas que se interpretaron en esta década fueron vocales, e


instrumentales, como podemos comprobar con este programa del año 1902 en el café de
la Unión, por el quinteto del señor Borrel:194
- Viva Francia. Pasodoble. Kriales.
- Miralla. Vals de concierto. Bosc.
- Rigoletto. Fantasía. Verdi.
- Certamen nacional. Jota. Nieto.
- Gratitud. Pasodoble, en el piano por la señorita Manuela Algueró.
- La hija del regimiento. Fantasía. Donizetti.
- España. Wals. Chabrier.
- Machaquito. Pasacalle. Martín.

192
Revista El Diluvio. 20-03-1898
193
Diario La Rioja. 11-03-1895.
194
Diario La Rioja. 26-05-1902.

127
Se dejó así de lado el género lírico-dramático, que tanto éxito había tenido en los
años anteriores. De igual modo, algunas cupletistas intentaron introducirse en estos
cafés, como los de las aplaudidas señoritas Mari Díaz y Elvira Velasco, que
interpretaron couplets en el Café Suizo195, o la cupletista Paquita vera en el Café de
Colón196, aunque con no demasiado éxito. Parece ser que les fue más fácil la entrada en
el teatro, ya que los dueños de los cafés preferían mantener su estatus de cafés
concierto, con las pequeñas agrupaciones instrumentales o vocales que por tradición
habían protagonizado las veladas de estos espacios durante los años previos.

Vemos con todo ello que el café concierto, así como sus derivados, café-cantante
y café-teatro, se conviertieron en un fenómeno de masas durante las últimas décadas
del siglo XIX. A él acudían los componentes de las diferentes clases sociales dispuestos
a disfrutar de un tiempo de ocio y diversión. En sus escenarios se ofrecían todo tipo de
espectáculos, contando entre ellos los estrictamente musicales, realizados de forma
asidua. En algunos casos, los artistas utilizaron estos lugares de recreo como impulsores
de sus carreras y una forma de reconocimiento de su talento, ya que la profesión de
profesores de música en la mayor parte de los casos, no era suficiente, económicamente,
para llevar una vida acomodada. A la vez, los cafés sirvieron para acercar la música a
las clases más bajas de la sociedad riojana y para dar a conocer gran parte de la creación
musical del momento.

Por tanto, se puede determinar que el café cantante ejerció gran influencia sobre la
actividad musical riojana decimonónica, sirviendo como plataforma cultural y artística
de una sociedad necesitada de cultura y a la vez deseosa de recibirla. En definitiva, se
encargó de dotar a los ciudadanos de una amplia y completa cultura musical sirviéndose
de la influencia que ejercía sobre ellos, la cual no hubiera resultado posible sin la
existencia de estos centros de entretenimiento.

Al observar el repertorio, constatamos que predominan las interpretaciones de


pianistas, que en algunas ocasiones acompañan a cantantes solistas. Además, son muy
frecuentes en los cafés-concierto las pequeñas agrupaciones de cámara, destacando

195
Diario La Rioja. 05-03-1905.
196
Diario La Rioja. 29-01-1907.

128
especialmente las de cuerda, en las que se incluían la guitarra, la bandurria y otros
instrumentos de plectro. Estos instrumentos de tradición popular encontraron su espacio
en los cafés, dirigidos a un público de clase más baja que recibía con entusiasmo este
tipo de música. La mayor parte del público riojano que acudía a los cafés, no estaba
musicalmente preparado para escuchar a otros tipos de agrupaciones o repertorios
propios de los cafés franceses o alemanes.

Más acentuado es el caso de los cafés que fueron durante algunos periodos, café-
cantantes, con un tipo de música de procedencia más popular aún. Algo similar sucedió
con los espectáculos de varietés, que tuvieron lugar en todos los cafés de Logroño en
momentos determinados.

En el caso de los cafés teatro, sirvieron para atraer a la parte de la sociedad de


clase más elevada, que durante los años difíciles previos a la guerra, frecuentaran estos
espacios en lugar del teatro, al que habían sido asiduos hasta la fecha. A partir del año
1896 pudieron disfrutar, interpretadas por compañías locales, de las mismas obras de
género chico que hasta entonces se habían representado en el teatro Principal por
compañías profesionales.

No obstante, en los últimos años de este estudio observamos el comienzo de la


decadencia de este espacio musical, al convertirse, en algunas ocasiones, en centros de
interpretación de cuplés. El tango, el vals y otros ritmos urbanos van reemplazando a la
música académica y los cafés se mezclan con el cabaret o se convierten en tabernas. En
la siguiente década (1910-1920), quedarán verdaderamente relegados a un segundo
plano los números y participaciones musicales de los cafés y salones riojanos, a causa
del auge del cine, que ya se había producido durante los años anteriores en el teatro.
Posteriormente, en los años veinte, se cambiará la actuación en directo por la radio, la
gramola o la pianola, lo que traerá consigo la crisis en el oficio del músico.

3.3. LOS TEATROS


Se trata de un espacio de actividad musical de gran importancia en el siglo XIX.
Su gran tamaño lo convierte en un espacio multiusos, sirviendo para representar
diferentes espectáculos y actividades de ocio, o incluso políticas. En los teatros de la
capital riojana tienen lugar, durante la época estudiada, representaciones escénicas,

129
algunas óperas y sobretodo zarzuelas, conciertos de guitarra, bailes de máscaras en
carnaval, compañías cómicas, conciertos vocales e instrumentales, cinematógrafo y
gramófono, monólogos, cuplés, etc. No cabe duda que el teatro fue durante la Bella
época, el espectáculo más popular en nuestro país como centro de ocio, entretenimiento
y diversión. A la tradición cultural de este espacio desde el “Siglo de Oro” se unía la
gran actividad de la que gozó durante el siglo XIX, teniendo una presencia constante en
la vida social de la época. Los aristócratas y burguese fueron los principales visitantes
de este espacio de ocio, al que también acudía la clase popular, pero con menor
frecuencia, ya que este tipo de público solo podía permitirse el lujo de acudir a las
representaciones de manera ocasional. Se había convertido en un espacio elitista en el
que la mayoría de las veces la función era lo de menos, y lo importante era el ser y ser
visto. Esta idea es reforzada por Emilio Casares acuando afirma que fue un fenómeno
social a la vez que un lugar de reunión de determinados estamentos, que acusa y refleja
la evolución que se produce en España durante el azaroso periodo que va del Antiguo
Régimen al Estado burgués.197

Durante el periodo romántico ya se muestra cómo el mismo espacio es usado de


forma elitista para el público, ya que mientras la burguesía prefiere la zarzuela, la
aristocracia se decanta por la ópera. Como nos indica Emilio Casares198, hay que
esperar a la imposición del Género Chico para que estas diferencias desaparezcan y la
aristocracia comience a asistir a estos espacios de diversión.

La regencia de María Cristina fue una época de auge para la construcción de


teatros. Las leyes desamortizadoras que comenzaron en 1836 con Mendizabal
influyeron enn la creación de estos espacios. Al suprimirse los monasterios y conventos,
se generaron numerosos solares en los que las Juntas de Hospitales, municipios e
iniciativas privadas van a construír lo que Antonio Álvarez denomina primera
generación de Teatros románticos.

197
ÁLVAREZ CAÑIBAÑO, A.: “Teatros y música escénica. Del Antiguo Régimen al Estado burgués”,
en La música española en el siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo, Servicio de
publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995 pag. 123.
198
CASARES RODICIO, E.: La música del sigo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995, pag. 50.

130
Siguiendo a Antonio Álvarez199, la burguesía provinciana encuentra un lugar
propio en edificios en los que, aún manteniedno las trazas de teatro a la italiana con
planta de herradura, se da prioridad a espacios anejos a la misma sala como
vestíbulos, esclinatas, foyers, salones de baile y, en muchos casos, liceos, casinos y
cafés. Estas dependencias situadas en el mismo teatro eran la sede de numerosas
“sociedades” que van a dar el tono musical y social de muchas ciudades españolas. En
Logroño, además de las actuaciones celebradas en el propio teatro por sociedades como
el Círculo Logroñés y el Centro Artístico, se creó en 1901 el salón de columnas, espacio
anejo al entonces denominado Teatro Bretón de los Herreros, en el que se celebraron
bailes, además de algunas representaciones teatrales.

Los teatros que se construyeron en España a lo largo del siglo XIX sirvieron para
preparar la infraestructura para el desarrollo del drama romántico y la zarzuela de final
de siglo. Hay algunos de estos teatros de nueva planta que ya no existen, pero muchos
han permanecido hasta la fecha.

Los teatros de Logroño a lo largo del siglo XIX


El Corral de Comedias fue el primer espacio teatral creado en Logroño en el año
1602. Ubicado en el patio interior del hospital de la Misericordia, hoy Hospital
Provincial, este espacio desapareció a mediados del siglo XIX, ya que no se adaptaba a
las necesidades y exigencias de la época.

Logroño protagonizó dificultades económicas durante el siglo XIX, que justifican


la complejidad para lograr la ejecución de un nuevo espacio teatral. El Ayuntamiento de
Logroño se enfrentó en diferentes ocasiones con el problema de levantar un nuevo
edificio escénico. En 1868 se creó el Liceo de Logroño, como espacio de transición
desde el Corral de la Misericordia y el Teatro Quintana que se inauguraría en 1880.

Hemos hecho referencia a este espacio como “Sociedad Lírico-Dramática” en la


que los protagonistas de las representaciones fueron los propios socios, como
aficionados. Siguiendo a Julián Bravo y a Francisco Dominguez 200, el Liceo nace, pues,

199
ÁLVAREZ CAÑIBAÑO, A., Ibid. pag. 137.
200
BRAVO VEGA, J. T, y DOMÍNGUEZ MATITO, F.: “El Liceo de Logroño (1868): localización de un
nuevo espacio teatral”. Signa: Revista de la Asociación Española de Semiótica, Nº 8, 1999, pag. 188.

131
con el objetivo de cubrir el vacío cultural del patio de comedias y, a la vez, con la
necesidad de convertirse en espacio escénico polivalente mientras llega el teatro
definitivo, tantas veces anunciado. Por ello, en la construcción se observa ese aire de
provisionalidad que se desprende de lo que no se planifica con una idea marcada o
definitiva.

Fueron los propios burgueses quienes impulsaron e incluso en algunos casos


costearon la construcción de los teatros. En Logroño, fue Félix Navarro, arquitecto
aragonés, que ofreció un proyecto que introducía condiciones propias. Ante la
situación generada, el Ayuntamiento las aceptó y Navarro pasó a convertirse en
concesionario, arquitecto y contratista del proyecto definitivo de ejecución del coliseo
logroñés201.

Francisco Rodríguez Matito y Julián Bravo Vega202 explican cómo la historia del
coliseo logroñés en el siglo XIX es algo más que el relato de la construcción de un
edificio singular (…) Se percibe nítidamente la vinculación del teatro a las aspiraciones
de la burguesía logroñesa para construir una ciudad moderna, de la que llega a
convertirse en uno de sus signos de identidad. Pero la construcción del coliseo como
símbolo de cultura, de bienestar y de progreso respondía también a la consideración
del teatro como una "escuela de costumbres" y "alimento del espíritu".

De Teatro Quintana a Bretón de los Herreros


Hasta llegar a denominarse Teatro Bretón de los Herreros en 1901, el edificio se
denominó Teatro Quintana, con un pequeño busto del poeta colocado en el escenario,
aunque en prensa se hace referencia a éste como Teatro Principal y en algunas ocasiones
se denominó Teatro Figueroa, de forma popular pero no oficial, según el apelativo del
poeta Luis Barrón, por la barbería del mismo nombre situada a su lado. Su construcción
entre agosto de 1879 y septiembre de 1880 fue largamente esperada por los logroñeses
para sustituir al Viejo Corral de Comedias del Hospital.

201
Sesión capitular del día 30 de junio de 1879, Archivo municipal de Logroño, Actas capitulares, 1879,
fols. 198-202.
202
DOMÍNGUEZ MATITO, F. y BRAVO VEGA, J.: “Bosquejos para una historia de los espacios
dramáticos de Logroño: de patio de comedias a Teatro Bretón”, en Teatro de palabras, Revista sobre
teatro áureo, número 2, 2008, pag. 128

132
El teatro Principal se inauguró el 19 de septiembre de 1880 por la compañía de D.
Manuel Catalina203, con la obra del eminente riojano D. Manuel Bretón de los Herreros
Un novio a pedir de boca (1843).

En los intermedios se estrenó una obra para piano de uno de los más importantes
personajes musicales riojanos, por su influencia en la mejora musical de la sociedad
logroñesa de la ciudad durante la Bella época, al que hemos dedicado un extenso
apartado en el capítulo 6 de este trabajo, Hipólito Rodríguez. Se trata de la tanda de
walses para piano “Teresa” que fue compuesta para la inauguración del teatro de
Logroño y premiada en la exposición de 1880 en la ciudad. Dedicados al Marqués de
San Nicolás, entonces alcalde de Logroño, los valses fueron interpretados por el propio
compositor, pianista y profesor de piano durante la inauguración de este espacio de ocio
tan esperado por los logroñeses.

Portada y primera página de la obra para piano “Teresa. Tanda de walses” de Hipólito Rodríguez,
interpretada por el autor el día de la inuguración del teatro Principal.

203
El Indicador Logroñés 1906. Guía anual con información de la ciudad y sus servicios.

133
Inmaculada Cerrillo ha trabajado detenidamente el primer proyecto de este teatro,
firmado por el arquitecto aragonés Félix Navarro Pérez. Se trataba de un teatro de
amplia capacidad, además de una bella fachada, que se adaptaba perfectamente al
espíritu burgués de la época al tratarse de uno de los núcleos principales de la sociedad,
la economía y la cultura de finales del siglo XIX. Así lo describe Inmaculada
Cerrillo204: un edificio sencillo, entre medianeras (…) con una decoración clásica y
austera (…) que se integraba perfectamente en la alineación del Muro de San Blas,
calle ancha y arboleda.

La distrubición del espacio para esta primera época del teatro constaba de ocho
tipos de localidades: 18 Plateas con cinco entradas; dos medias plateas con cuatro
entradas; 12 Palcos principales con cinco entradas; 210 butacas; 30 delanteras de
anfiteatro; 165 asientos de anfiteatro; 82 delanteras de paraíso; y 380 entradas de
general. El total de localidades es de 1.025, cifra bastante superior a la que exigía el
pliego de condiciones del Ayuntamiento para su construcción.

Proyecto del teatro Principal realizado por Félix Navarro en 1879.

204
CERRILLO RUBIO, I.: “Los proyectos ideales para el teatro de Logroño. Matías Laviña y Andrés
Coello”, Logroño, Berceo. Nº 135, 1998, pag. 162.

134
Se había construido un edificio modesto, que llevará en los años posteriores a una
serie de reformas para mejorar sus condiciones. La necesidad de estas reformas se
advirtió apenas un año después de su inauguración, por un redactor de La Crónica
Riojana, que relataba que la concurrencia al Teatro era muy escasa. No darle más
vueltas al asunto Sres. Empresarios: ínterin no se reformen las condiciones del local en
términos que se pueda asistir a las representaciones sin exponerse a pulmonías, el
público está obligado a quedarse en casa, para conservar la salud y la existencia. Con
que así, ya lo sabe ustedes, no les extrañe que los logroñeses digamos ¡Ojo con el
teatro! 205.

Tal y como relatan Francisco Rodríguez Matito y Julián Bravo Vega206, hasta bien
entrado el año 1881 Navarro mantuvo abundante correspondencia con el Marqués de
San Nicolás, alcalde de Logroño, y con el secretario municipal, a quienes instó a la
compra del inmueble en condiciones ventajosas. Al deteriorarse la situación económica
del propio Navarro, llegó a facilitarles la adquisición del coliseo con dos años de
carencia de pago. Pero el Ayuntamiento, que apenas podía hacer frente a la deuda
contraída con Navarro, desestimó el ofrecimiento de compra.

Encontramos las primeras noticias de la actividad musical en el nuevo teatro en


1882, gracias a la información que nos proporciona La Crónica Riojana: 207

La compañía hará su presentación esta noche con el drama en tres actos titulado
L'Hereu (El Heredero) y pondrá en ejecución la pieza “En el cuarto de mi mujer”. Los
precios están notablemente rebajados. A las nueve menos cuarto.

Estas primeras representaciones en el teatro se celebraron en situación precaria. Es


probable que esto fuera debido a que se trataba de las representaciones durante las
fiestas de San Mateo, en las que gran cantidad de público riojano acostumbraba a acudir
a este tipo de actos, llegándose a permitir en algunas ocasiones la entrada a un número
de personas mayor que el permitido: 208

205
La Crónica Riojana nº 147, 15-12-1881.
206
Ibid., pags. 125-126.
207
La Crónica Riojana nº 196, 30-7-1882, Sección de ESPECTÁCULOS, Teatro.
208
La Crónica Riojana nº 213, 22-9-1882, Sección CRÓNICA LOCAL.

135
Hemos oído muchas quejas de lo incómodo en que pasaron las horas de teatro de
la noche anterior muchas personas, que no pudieron ver la función por el excesivo
número de concurrentes. ¿Se expenderían mayor número de entradas que las
correspondientes? Fíjese bien el público y vengan quejas a la autoridad, que pondrá
remedio.

Sin embargo, el problema no era solo cuestión de las condiciones físicas del
teatro, ya que además, algunas representaciones del coliseo mostraron grandes
limitaciones en interpretación:209

¡Qué noche la del 29 de setiembre! Se trata del proceso del cancan, revista
enfadosa, pesada, monótona, insulsa, desproporcionada, empalagosa y tonta de bailes,
que si en la letra no vale gran cosa, en el desempeño estuvo fatal hasta el extremo de
que hubo quien abandonó su localidad. Sólo se ve un buen fin moral en el autor, que yo
aplaudo. ¡Jesús, María y José! exclamaba un apasionado del teatro, a juzgar por el
deterioro de las partes, el todo de la compañía debe proceder del Museo de
antigüedades ¡qué cosa más anciana! ¡qué ninfas! A buen hambre no hay pan duro,
diría el empresario, y nos propinó una compañía de otros tiempos. La cosa no lleva
malicia, pero la butaca cuesta dos pesetas cincuenta céntimos por ver... lo que no
puede decirse. Gracias a la pieza que estuvo sufrible, pudimos apurar la función.

Los logroñeses continuaron disfrutando de las primeras funciones en el


recientemente inaugurado teatro Principal, un local modesto en el que se celebraban
representaciones del mismo nivel.

Siguiendo a Francisco Domínguez y Julián Bravo210, en 1884 Navarro tuvo, por


fin, que vender muy por debajo del valor real del coliseo. En junio comunicó al
Ayuntamiento una oferta de compra del coliseo por 75.000 pesetas, que era la tasación
que él mismo había efectuado cuatro años antes y rebajaba en un cuarto la anterior
oferta hecha al Consistorio. Tampoco entonces el Ayuntamiento pudo adquirir el
inmueble, que fue finalmente vendido en la cantidad señalada a Francisco Martínez y a
Victorino Moreda. En febrero de 1885 éstos lo vendieron a su vez a Cayetano Carasa y

209
La Crónica Riojana nº 215, 1-10-1882, Sección TEATRO.
210
Ibid., pags. 126-127.

136
a Eulogio Pérez Peña, previa comunicación al Ayuntamiento para que ejerciera sus
derechos, cosa que tampoco hizo. A partir de estos momentos, con el Ayuntamiento
excluido de la propiedad del teatro, las actas capitulares apenas recogen ya testimonios
sobre este particular y dan paso a los expedientes de reforma como nueva forma
documental de la vida e historia del teatro.

En el año 1886, es la revista quincenal La Ilustración de Logroño211 la que nos


proporciona algunos datos sobre las representaciones lírico-dramáticas que tuvieron
lugar en elcoliseo. La Ilustración de Logroño estaba dirigida por don Ildefonso Sicilia y
tenía como escritores a D. Ildefonso Zubía, galo Gómez de Segura, D. Amós Salvador y
Rodrigañez, D. Pedro Font. Era El padre Cantalaplana quien se encargaba de redactar
las críticas de las representaciones en el teatro Principal, único teatro de Logroño
entonces. En la crónica local de la primera quincena de abril, hace referencia a las obras
y revistas que se estaban poniendo en escena en este teatro212:

A pesar de hallarnos en plena cuaresma, el Teatro principal y único a la vez en la


Capital de Rioja, tiene abiertas sus puertas; actúa en, él una compañía lírico dramática
que dirige el primer actor D. Carlos Calvacho, y pónense en escena obras y revistas del
más moderno reportorio, alcanzando todas ellas, una muy regular interpretación. En
este género de espectáculos registra nuestro pueblo durante la última quincena, una
novedad verdaderamente extraordinaria; me refiero, al estreno de una revista cómico-
lírica, titulada “Logroño a vista de pájaro”, original la letra de D. Juan José Chazarri
y la música de D. Hipólito Rodríguez; actor el primero de la compañía que dirige el
señor Calvacho, y reputado profesor de piano en esta localidad, el segundo, y nuestro
paisano y amigo.

“Logroño a vista de pájaro” es una revista escrita sin pretensiones y a la ligera


en la que sus autores sólo se han propuesto exhibir en escena algunos tipos
característicos del país y provocar la hilaridad del numeroso público que cuantas
noches se ha ejecutado ha asistido a su representación. Consiguen sobradamente su ob-
jeto los autores, como lo prueba el haber sido algunos días llamados al palco escénico.

211
Dirigida por don Ildefonso Sicilia. Escritores: D. Ildefonso Zubía, Galo Gómez de Segura, D. Amós
Salvador y Rodrigañez, D. Pedro Font.
212
La Ilustración de Logroño. Abril 1886. Primera quincena. Sección crónica local.

137
Hacer un examen crítico detenido de esta revista, no parece a nuestro juicio pertinente
en este momento, mucho más, cuando esperamos que en tiempo no remoto dichos
Señores Chazarri y Rodríguez nos proporcionarán ocasión de poderlos juzgar en
trabajos de más fuste.

Habían comenzado las representaciones de zarzuela, tan de moda en Madrid en la


época, aunque el gestor del teatro Principal encontraba todavía algunas dificultades para
traer a Logroño este tipo de compañías:213

La compañía dramática que bajo la dirección del sr. Valero actúa en Zaragoza y
que se había anunciado y abierto abono para dar principio a sus trabajos en esta
localidad del 14 al 20 del actual, parece ha desistido de visitarnos, por ahora. Para
primero de junio, anúnciase la compañía de zarzuela que dirige el célebre baritono y
antiguo empresario de teatros D. Maximino Fenández.

Después de un periodo de clausura, el Teatro Principal abrió de nuevo sus puertas


el día 27 de Mayo de 1886, para dar principio a una serie de Conciertos que la Sociedad
de Sextetos de Madrid tenía anunciados, incluyendo a Logroño en su turné por
diferentes provincias de España. Parece de esperar que en una capital de provincia como
Logroño, fuera especialmente acogida la actuación de tal agrupación instrumental
madrileña; sin embargo, no fue así, según relataban las crónicas de la época:

Escasa fue la concurrencia en el primero, pero pocas ocasiones se presentarán a


los logroñeses de recrear sus oídos, como la que ahora tienen, pudiendo oír melodías
tan dulces como las que ejecutaron los inteligentes profesores que funcionan bajo la
magistral batuta del Sr. Arche. El programa fue muy variado y nuevas la mayoría de
sus piezas siendo todas ellas muy aplaudidas, especialmente el “Minueto de Chiusiri”
que después de una salva de aplausos se hizo repetir por el público. Este salió muy
satisfecho del concierto, y solo echamos de menos el que los concertistas hubiesen
hecho caso omiso de nuestra música popular en su programa, cuando se sabe que en
Europa no tiene rival. Sin embargo si la entrada general hubiese sido mayor, creo que
no nos despedimos sin jota o peteneras 214.

213
La Ilustración de Logroño. Mayo 1886. Primera quincena. Sección crónica local.
214
La Ilustración de Logroño. Mayo 1886. Segunda quincena. Sección crónica local.

138
Se observa el analfabetismo musical de las masas, que prefieren programas con
música popular en lugar de algo tan culto como lo que ofrecía la Sociedad de Conciertos
de Madrid.

Algo similar y con las mismas razones citadas, sucedió durante la segunda
quincena del mes de junio del mismo año (1886) al actuar en el teatro una magnífica
compañía de verso dirigida por el actor D. José Valero215. Lástima que el público de
esta ciudad no tenga más afición a esta clase de espectáculos, pues notabilidades como
el sr. Valero y la sra. Cirera se ven pocas en provincias.

Esta compañía terminaría su campaña artística durante el verano de 1886, sin


esperanzas de que volvieran a entrar en concierto hasta las proximidades de las fiestas
de San Mateo. En prensa se hace referencia a este hecho indicando que los espectáculos
públicos se han declarado en huelga en la capital de La Rioja216.

Efectivamente, en la crónica local de la segunda quincena de septiembre (1886),


coincidiendo con las fiestas de San Mateo, se hace referencia a la función de despedida
en el Teatro Principal por la compañía dramática dirigida por el Señor Valero, con la
que se dieron por terminadas oficialmente las fiestas de San Mateo.

Durante los años siguientes continúa la actividad musical en el teatro, con


actuaciones de diferentes Compañías cómico-líricas, algunas de ópera y otras
interpretaciones musicales. La actividad predominante durante la última década del
siglo XIX en el teatro fueron las sesiones de teatro por horas o Género Chico, fruto de la
crisis que se estaba viviendo en España, a nivel económico, político e ideológico.
Muchos de los ciudadanos no se podían permitir pagar largos abonos teatrales que no
sabían si sería de su agrado. Así surgieron las sesiones por horas, que tuvieron su
plenitud durante la década de 1890 a 1900: dividían la tarde de teatro en varias partes a
las que se asistía por separado y la gente acudía, debido a sus precios bajos. El
empresario del teatro Bretón, necesitado de público, enseguida acoge esta idea, que fue

215
Periódico La Ilustración de Logroño. Junio 1886. Primera quincena. Sección crónica local.
216
Periódico La Ilustración de Logroño. Julio 1886. Primera quincena. Sección crónica local.

139
muy bien recibida por la sociedad riojana, como lo había sido en los teatros madrileños.
Así se logró que hubiera gran actividad teatral durante ésta década, durante la que
también hubo algunos números de zarzuela grande y ópera, aunque no tantos como se
detalla a continuación.

Comenzó el año 1889 con un concierto para la beneficencia interpretado por la


Banda del Regimiento de Burgos. A continuación, realizaró su temporada la compañía
cómico-lírica de Don José Vallés durante los meses de febrero y marzo, con un
repertorio predominantemente de comedia en el que se incluyeron dos representaciones
de zarzuela. Estaba previsto que para las fiestas de San Bernabé actuara en el coliseo la
compañía de Don Misael Romero, pero finalmente esto no fue posible, sustituyéndole la
compañía de Don Gaspar Garliner para amenizar las citadas fiestas, interpretando un
repertorio de zarzuela grande. La siguiente intervención en el teatro Principal estuvo en
manos de la compañía del señor José Barta en el mes de septiembre para las fiestas de
San Mateo, con un repertorio que combinaba comedia y zarzuela. En el mes de octubre
no hubo actividad teatral, actuando sin embargo la agrupación de músicos cómicos “Los
tres bemoles” en una sesión de tarde y la conocida voz logroñesa de Inocente Ramírez,
que dio un recital acompañado al piano por Cándido Buldain discípulo del maestro
Arrieta. No hubo más actividad musical en el teatro durante 1889, ya que la compañía
que actuó en diciembre, la compañía cómico-dramática del Señor Villegas, interpretó
únicamente obras de teatro declamado.

Durante el año 1890 la empresa del teatro contrató para una larga temporada
desde el 2 de febrero a la Banda del Regimiento de Infantería de Burgos, dejando claro
que si el teatro estaba ocupado por alguna compañía, el concierto de la banda tendría
lugar en los salones del Liceo, aún disponibles para uso eventual. En algunas ocasiones
hubo que recurrir a los salones del Liceo, ya que fue un año de gran movimiento lírico-
teatral. Este año se abrió de nuevo con teatro declamado, interpretado por la compañía
cómico-dramática del señor Viñas y continuó con la compañía también teatral del señor
Villegas. No fue hasta el mes de mayo cuando los riojanos pudieron disfrutar de
espectáculos de zarzuela con la compañía cómico-lirica de Don Leopoldo Valentín, que
incluyó un repertorio combinado de drama y drama lírico, alargando su estancia en el
teatro hasta el mes de junio. A continuación, en el mes de julio, fue la compañía infantil

140
de Don Juan Bosch la que amenizó las tardes en el teatro, con un variado repertorio de
obras de género chico. En el mes de agosto de este mismo año encontramos una
novedad, al realizar su temporada la compañía de ópera del señor Guelfo Mazzi.
Durante las fiestas de San Mateo de este mismo año actuó la propia compañía del teatro,
del señor Carasa, con un variado programa de obras de género chico que se se prolongó
hasta el mes de octubre. El año 1890 finalizó con la compañía de zarzuela del señor
Corregel que realizó su temporada durante los meses de noviembre y diciembre,
interpretando un variado programa de zarzuela chica en el que se incluyeron algunas
representaciones de eatro declamado.

En 1891 decayó el movimiento lírico-teatral en Logroño. Durante la primera


mitad del año únicamente se abrió el teatro para la celebración de los bailes de máscaras
de carnaval en el mes de febrero. En agosto se celebró una función a beneficio de las
señoras Bagá, Antequera y Quesada, quienes dedicaron el acto a los jefes oficiales de la
guarnición. En este acto tomaron parte los miembros de la compañía del señor Carasa,
admeás d ela Banda del Regimiento de Burgos, siendo el programa el siguiente:217

- Sinfonía a telón corrido de la zarzuela del maestro Caballero El primer día


felíz, por la Banda del Regimiento de Burgos.
- Juguete cómico en un acto y prosa del señor Monasterio El censo por la
señorita Rosaenz y Los señores Abeitua Carrillo y Bengoechea.
- Fantasía sobre motivos de la ópera Don Juan, de Mozart.
- Comedia en un acto y en verso de Miguel Echegaray Los demonios en el cuerpo,
por la señora Bagá, y señores Catalán, Sanchez de León y Mata, todos de la
compañía.
- Brisas de Helicón, barcarola del género griego.
- Jugueea cómico en un acto y prosa del señor Burgos El novio de doña Inés, a
cargo de las señoritas Brieva, Rosaenz y Bengoechea y señores Torres y
Barrenengoa.

La primera compañía venida de fuera que visitó el teatro Principal en 1891 fue la
compañía de verso de Enrique Ruiz, que incluyó entre sus obras algunas
interpretaciones de zarzuela. Durante 1891 apenas se representaron obras de género
lírico-dramático, ya que el protagonismo lo tuvieron la compañía dramático-cómica de
José González, que realizó dos temporadas durante los meses de primavera y la
compañía cómico-dramática del señor Mata en verano. No faltó la música teatral
217
Diario La Rioja. 02-08-1891.

141
durante las fiestas de San Mateo, esta vez con la compañía de operetta italiana
Franceschini que recientemente había actuado en San Sebastian. Cerraron el año las
compañías de ópera del señor Guelfo Mazzi, que había visitado el teatro en 1890 y la
compañía de zarzuela del señor Manuel Calvo, que, comenzando su temporada en el
mes de diciembre, continuó durante dando funciones en el teatro Principal durante todo
el mes de enero de 1892. A lo largo de los primeros meses de 1892 fueron estas las
únicas actuaciones musicales, que se pudieron disfrutar en el teatro, además de una
velada por la Banda Municipal, que interpretó himnos patrióticos para celebrar la
proclamación de la Primera República Española, en día 11 de febrero.

Este vacío musical es uno de los indicadores de que el teatro de Logroño seguía
necesitando una reforma; los espectadores corrían peligro ante tan precaria situación,
dejando de acudir al teatro gran parte de ellos afectados por el frío que pasaban en las
butacas durante las representaciones. Durante las fiestas de San Bernabé y coincidiendo
con una época del año en la que las condiciones meteorológicas eran más favorables, si
hubo temporada de zarzuela a cargo de la compañía de José Pérez, con el maestro
Hipólito Rodriguez al frente de la orquesta.

El día 20 de julio de 1892 se reunió la Junta Consultiva de Teatros en el


Ayuntamiento para tratar las reformas que iban a tener lugar en el teatro. Esta junta
estaba formada por los siguientes miembros:

- Marqués de San Nicolás, alcalde.


- Señor Naya, ingeniero jefe de Obras Públicas.
- De Luis y Tomás, arquitecto provincial.
- Amusco y Rivas, diputados provinciales.
- Gonzalez, director de la escuela de Artes y Oficios.
- Zaporta, director de La Rioja.
- Secretario: Antonio Tadeo Delgado.

Se reunieron en el despacho del señor Camacho para tratar el tema de las reformas
que se iban a realizar en el teatro, todas ellas relacionadas con la mayor seguridad
posible de los espectadores. Se nombró una comisión que debería reunierse en la

142
Alcaldía, ver expediente y contrato, llamar a los dueños del teatro y emitir un informe
para ser discutido en otra sesión para que el señor Gobernador dispusiera en
consonancia de lo informado. Esta comisión estaba compuesta por:

- Presidente: Marqués de San Nicolás, señor alcalde.


- Señor Naya, ingeniero jefe de Obras Públicas.
- De Luis y Tomás, arquitecto provincial.
- Amusco, diputado provincial.

El día 24 de Julio hubo una nueva reunión de la Junta Consultiva de Teatros en el


despacho del señor Gobernador para dar lectura del informe sobre el estado en que se
encontraba el Coliseo y realizar reformas asequibles con la ley y marcha económica de
los dueños. Leído por el secretario A. Tadeo Delgado, se propuso:218

· Limpieza y reforma de escusados y urinarios colocando inodoros con servicio de agua


y pantalla en los urinarios.
· Pintar y blanquear las salas de descanso, pasillos y escalera.
· En la sala, arreglo de butacas, que éstas estén fijas, guardando las distancias del
reglamento.
· Escenario, arreglo de decoraciones, completando el número de éstas, cumpliendo las
exigencias del servicio escénico, pudiendo fijarse el número de aquellas en 12, a la vez
que se impregnen todas las clases de maderas con sulfato de cal u otra sustancia
análoga.
· Que se nombren empleados para el orden interior del Coliseo.
· Instalar el alumbrado eléctrico lo antes posible y en su defecto que se recorran las
cañerías de gas y accesorios correspondientes; colocar alumbrado supletorio de bujías
esteáricas, que lleven alambrado los faroles de esquisa poniendo el alumbrado del
escenario con arreglo a lo prevenido.
· Instalar las aguas, colocando bocas de incendio en el escenario y parajes que se cree
conveniente.
El dictamen es aprobado por unanimidad.

218
Diario La Rioja. 24-07-1892.

143
Hasta que se pudo llevar a cabo la realización de las reformas, continuó la
actividad en el teatro Principal durante los meses de verano por la compañía de zarzuela
chica del señor Fernando Viñas. A la vez que esta compañía hacía su temporada en el
Principal, la compañía del teatro, del señor Carasa, reforzó los coros de su compañía y
contrató una primera dama y un tenor madrileños, mejorando así su elenco. Las
reformas se realizaron durante el mes de septiembre, quedando el teatro Principal
reformado para las fiestas de San Mateo. Esta reforma tuvo especial importancia porque
adecuaba las condiciones del teatro al reglamento exigido entonces, guardando el
espacio adecuado entre las butacas manteniendo éstas fijas. Además, la correcta
instalación del alumbrado y la colocación de bocas de incendio en el escenario, fueron
mejoras importantes en el espacio, que además mejoró estéticamente tras ser pintadas
las salas de descanso, pasillos y escalera.

Una vez reformado el teatro, comenzaron las giras que las diferentes compañías
realizaron por las provincias españolas, con lo que se consiguió acercar a las provincias
lo último en modas musicales del momento. Además este movimiento musical entre
provincias, sirvió de comunicación para conocer lo que ocurría en el resto de España en
materia musical.

Continuó su temporada la compañía del citado señor Viñas, que realizó su última
función el día 2 de octubre de 1892. Continuó con el teatro reformado la compañía del
señor Colóm, que interpretó un rico programa que incluía numerosas comedias, además
de algunas zarzuelas durante el mes de noviembre.

Las reformas realizadas en el teatro mejoraron la afluencia de compañías foráneas


durante los años siguientes a su realización. De hecho, el 10 de enero de 1893 la
empresa propietaria del Teatro anunció la apertura de un nuevo abono para diferentes
representaciones de Zarzuela, Declamación y Ópera. Se abrió el abono para las
funciones de la compañía de zarzuela chica del señor Povedano, que actuó durante los
meses de enero y febrero. En el mes de abril lo hizo la compañía de zarzuela grande del
señor Catalá y en junio la del señor José Bosch, de zarzuela chica. Sin embargo, las
representaciónes operísticas se hicieron esperar. Tras dos meses de descanso en la
actividad lírica y dramática durante el verano, se retomó la actividad lírico-teatral en las
fiestas de San Mateo, con la compañía cómico-dramática del señor Juan Colóm, que

144
incluyó en su repertorio de comedias un variado programa de zarzuelas y cuya
temporada duró hasta los primeros días del mes de octubre. A esta compañía le siguió
en el mismo mes, la de los señores Francisco Villegas y Fedrico Reparaz, con un
programa de zarzuela grande. Finalizó el año 1893 con la representación de obras de
teatro por la compañía dramática de Ricardo Calvo y Donato Jiménez.

La esperada representación de ópera llegó a Logroño a comienzos del año 1894


con la compañía italiana de ópera cómica y opereta de Emilio Giovannini, que realizó
su temporada hasta el mes de marzo, en colaboración con la Banda militar en los
fragmentos que interpretaban marchas. De marzo a junio actuó en el teatro la compañía
de zarzuela de los señores Echevarría y Lafita y en el mes de junio lo hizo la del señor
González, que no interpretó obras lírico-dramáticas, sólo comedias. De nuevo hubo una
temporada de descanso a nivel teatral durante los meses de julio y agosto y se retomó de
nuevo esta actividad para las fiestas de San Mateo con la compañía del señor Francisco
Villegas y Federico Reparaz, que había actuado en el coliseo logroñés durante las fiestas
mateas del año anterior. Durante los meses de octubre y noviembre pudieron los
riojanos disfrutar de óperas de los románticos italianos, interpretadas por la compañía
del señor José Tolosa. Algunas veladas corrieron a cargo de la diva de la compañía
Emma Nevada, quien interpretaba los fragmentos de algunas de estas óperas del
conocido panorama italiano. De nuevo cerró el año una compañía de género dramático,
la compañía de los señores Miralles y Álvarez, que interpretó obras declamadas. No
obstante, el Orfeón logroñés tomó parte en los intermedios de las obras que representó
ésta compañía, además de hacerlo en la función de gala vocal e instrumental, dada por
la artista Vittoria Domenici.

Fue la misma compañía de los señores Miralles y Álvarez la que continuó sus
funciones en enero de 1895, con la que siguió colaborando el Orfeón Logroñés, con
programas como el siguiente:219

- Sinfonía.
- Preciosa comedia en dos actos y en prosa de don Luis Olona nominada El
preceptro y su mujer, por la señorita Hurtado, señora Larsó y los señores
Catalán, Gómez y Pastor.

219
Diario La Rioja.12-01-1895.

145
- El Orfeón Logroñés, dirigido por don Luis Barrón, cantará a telón corrido La
marcha de las Ruinas de Atenea, de Beethoven.
- Extreno del juguete cómico en un acto y en prosa de Jakson Veyán, titulado La
llave del destino por la señora Bagá, señorita Hurtado y los señores Catalán,
Pastor, Catalán (F.) y Muro.
- Jota de Varela Silvari Mariolina, por el Orfeón.

Durante el mes de marzo actuó en el teatro la compañía de zarzuela del señor


Barta, dando funciones casi todos los días del mes y finalizando su temporada el día 6
de abril. En mayo hubo de nuevo ópera, con la compañía de Zaragoza del señor Baratta
que actuó con un numeroso cuerpo de coros y profesores de orquesta.

Durante el mes de junio acudió de nuevo al teatro Principal la compañía dramática


del señor Colóm, que se dedicó esta vez únicamente a la interpretación de comedias. Sin
embargo, estando esta compañía realizando su temporada, hizo su intervención la
compañía de varietés de los hermanos Lambertini, dando dos sesiones dramáticas con
música. Hubo además otras agrupaciones de músicos como la Compañía La
Estudiantina Fígaro, formada por músicos, cómicos y bailaores, que actuó en el teatro
durante dos días del mes de junio y fue otra manera de enfocar la música para captar al
gran público.

Para las siguientes fiestas de San Mateo se unieron las compañías de don José
Bosch y don Juan Catalá, creando una compañía ocasional que, como venía siendo
costumbre, alargó su estancia hasta los primeros días del mes de octubre. Participó en
los intermedios de sus representaciones la banda de Bailén. Esta idea gustó mucho al
público logroñés, abriéndose un abono de tres conciertos por esta banda en el teatro
Principal. Estos conciertos se celebraron durante tres domingos del mes de octubre.

Durante los meses de octubre y noviembre del año 1895 actuó en el teatro
Principal la compañía de declamación de los señores Martínez, Llorens y Roig, con un
programa en el que intercalaron obras dramáticas y algunas zarzuelas. Se había
anunciado la visita de la compañía de Elisa Casas para la Pascua de Navidad, pero
finalmente no actuó en el teatro dicha compañía. Sucedió lo mismo con el anuncio de la
compañía cómico-lírica de Don Francisco de la Vega y don Mariano Taberner, también
programada para los días de Pascua. Finalmente fue la compañía cómico-lírica, bajo la

146
dirección de don Ricardo Cano y don Misael Romero la que cerró la temporada lírico-
dramática del teatro Principal en el mes de diciembre de 1895, reanundando su
temporada en el mes de enero y hasta abril de 1896.

El mes de febrero de 1896, además de zarzuela en el teatro, hubo bailes de


máscaras de carnaval, a pesar de de las circunstancias excepcionales por las que
atravesaba la nación y principalmente Logroño que vestía luto por la muerte de sus
heroicos hijos fallecidos y macheteados en la gurra de Cuba.

En efecto, las consecuencias de la guerra se hicieron notar en el teatro, al


disminuir el movimiento teatral de las diferentes compañías entre las ciudades y no
visitar apenas ninguna el teatro de Logroño durante el resto del año 1896. A partir de
este año hubo representaciones lírico-dramáticas también en los cafés de la ciudad por
las propias compañías de aficionados de estos espacios, que fueron los lugares
preferidos del ocio de los logroñeses de las clases medias. Los de clase alta que
preferían acudir al teatro, tuvieron la oportunidad de disfrutar con las funciones de la
compañía de Enrique Lacasa y Patricio León durante los meses de marzo y abril y la del
señor Navarro en el mes de julio.

El resto fueron actuaciones aisladas como la del tenor Mr. Charles Lamas,
acompañado al piano por el maestro Rodríguez en el mes de mayo, y algunas funciones
a beneficio, muestra de la dificl situación que se estaba viviendo. Ejemplo de ello fueron
el concierto de la banda de Bailén a beneficio del joven concertista de la banda, don
Ricardo Vivas, que había sido destinado al ejército de Cuba o un recital a beneficio del
seminarista Uliverri, en el que actuaron el tenor riojano Ramirez y la tiple señorita
Benigna Uliverri, ambas en el mes de octubre. Ese mismo mes se celebró un concierto
vocal e instrumental a cargo del tenor riojano Alberto Ramírez, con el violinista señor
González.

Se retomó la actividad lírico-teatral como era costumbre para las fiestas de San
mateo, con la compañía de Rafael Bolumar y Ricardo Vivas, que interpretó un
programa de zarzuela chica. En el mes de noviembre regresó la compañía infantil bajo
la dirección del señor Juan Bosch. Pero la gran novedad fue el debut del cinematógrafo
en noviembre de 1896 sobre la primera pantalla habilitada en el Teatro Principal. Este

147
invento de la Segunda Revolución Industrial tuvo gran trascendencia en el mundo de la
cultura. Algunos la calificaban como “mágico”, ya que superaba con creces a la cámara
fotográfica, al ser capaz de captar y proyectar imágenes en movimiento. En realidad, el
cinematógrafo no creaba imágenes en movimiento, sino que creaba una ilusión óptica
para dar la impresión de que existía movimiento en las imágenes. Con la proyección de
24 fotogramas (fotografías) por segundo se engañaba al ojo de que lo que estaba viendo
eran imágenes en movimiento.

No había tardado demasiado en llegar a España este invento, cuyos inicios se


situan en 1895, cuando los Hermanos Lumière realizaron la primera demostración
pública en el Salón Indio del Grand Café de París. La primera sesión del
«cinematógrafo Lumière», destinada al público madrileño de pago, se celebró el día 15
de mayo de 1896, festividad de San Isidro -patrón de la ciudad- en unos bajos del
antiguo Hotel Rusia, ubicado en la céntrica Carrera de San Gerónimo. Seis meses más
tarde, el cinematógrafo llegó al teatro Bretón de Logroño.

Este novedoso invento atrajo a las masas al teatro, realizándose en ocasiones


sesiones mixtas de zarzuela chica combinadas con cinematógrafo, que en ocasiones iban
acompañadas del gramófono inventado por Édison unos años antes, en 1890. Lo más
frecuente fueron las veladas en las que se interpretaban dos números de zarzuela chica,
seguidas de una sesión de cinematógrafo y otras dedicadas exclusivamente al
cinematórgrafo y al gramófono. Este procedimiento fue habitual también durante los
primeros años del siglo XX.

No obstante, no dejaron de representarse sesiones exclusivas de zarzuela en el


teatro Principal. En marzo de 1897 comenzó la temporada del maestro Cereceda con un
gran repertorio de género chico. Fue en el mes de abril cuando el señor Carasa,
empresario del teatro, anunció su proyecto la organización de una nueva compañía de
zarzuela con la base de los principales artistas de la del maestro Cereceda y de la de los
señores Bolumar y Vivas. Mientras el señor Carasa intentaba sacar adelante este
proyecto, actuó en el teatro Principal la compañía de zarzuela chica del señor Lino
Ruiloa durante el mes de mayo. No se representaron más zarzuelas hasta las fiestas de
San Mateo, en las que debutó la compañía que había formado el señor Carasa con la de

148
Rafael Bolumar y en el mes de noviembre la compañía de zarzuela grande del señor
Pablo Cornadó.

En año 1897 se da un acontecimiento importante, como es la actuación del


maestro navarro Pablo Sarasate en el Teatro Principal los días del 13 y 15 de Noviembre
por la noche. Se trató de dos funciones fuera de abono, pero se gestionó la posibilidad
de que los abonados a la temporada de teatro tuvieran sus localidades a precio de abono,
reservándoles las localidades hasta el día del concierto. Los precios de las butacas
fueron de cinco pesetas y el de las plateas veinticinco pesetas. La gestión del señor
Carasa, empresario del Teatro Principal, fue agradecida por los ciudadanos de la capital
riojana, ya que se consideraba un privilegio poder escuchar a Pablo Sarasate en vivo.
Bienaventurados los que oigan a Sarasate, porque ellos tienen un duro, o crédito por
un duro.220

Las actuaciones fueron un gran éxito, el teatro se llenó y acudió gente de Logroño
y de fuera, proponiéndose un tercer concierto.

A fin hemos tenido el honor, porque así puede llamarse, de escuchar al gran maestro,
a la gloria española, navarra, a Sarasate.
En los dos conciertos que nos ha dado, nos ha tenido pendientes del arco de su
violín, y estoy completamente seguro de que, si quiere, nos trae y nos lleva y hace de
nosotros lo que un director de teatro Guiñol con sus muñecos.
Tiene el poder, valga la frase, el violín manejado por mi ilustre paisano, que se
siente uno transportado al séptimo cielo y aún después de haber acabado de tocar,
parece que se le está oyendo; tal es la impresión que deja grabada en el alma de quien
lo escucha.
Unamos a esto, la proverbial amabilidad de don Pablo, que no se le pide cosa que no
toque, y tendremos el colmo.
El público de Logroño y el de fuera, pues ha venido tanta gente como en días de
feria, habrá podido quedar altamente satisfecho y puede dar por bien empleado el
dinero gastado en los conciertos.

220
La Jota. Periódico festivo, satírico, semanal, ilustrado. 09-05-1897.

149
Se dijo ayer, que esta noche se daba el tercer concierto, y ojalá los profetas acierten,
que de seguro no había de cansarse aunque estuviera escuchando cien años al ilustre
navarro.221

A pesar de las dificultades de movimiento de compañías teatrales entre provincias,


las representaciones de zarzuela del Principal continúan durante los años previos al
desastre del 98. A la vez hubo espectáculos en otros espacios, habiendo una gran
demanda en la ciudad de Logroño. La crisis de la Guerra de Filipinas y sobre todo la
crisis de Cuba hicieron que la población pasase las noches fuera de sus casas. Se
programó teatro en el Principal y en los cafés "El Siglo" y "El Universal", así como
actuaciones de cante flamenco en el Café Colón, conciertos de cámara en el Café Suizo
y de París. Y a todos acudía el público.

En otras ocasiones, se juntó la compañía del teatro del señor Carasa, con la del
señor Orozco, del café Universal, para realizar veladas teatrales, como la que se celebró
el 10 de abril de 1898 en el teatro con el siguiente programa:222

- Zarzuela en 1 acto Pascual Bailón.


- Monólogo Escenas del arte, por la señorita Eloisa Nicuesa.
- Juguete en 1 acto Los asistentes.
- Monólogo Los amores de un loco, por Antonio Rodriguez.
- Las olivas, comedia en 1 acto de Perelleda.

El año 1898 en el teatro había comenzado con sesiones de comedias por la


compañía dramática de José González que actuó durante el mes de enero y parte del de
febrero. No hubo zarzuela hasta el mes de marzo, gracias a la compañía del señor Rafael
Bolumar, que terminó su temporada el 2 de abril con un beneficio al tenor riojano
Moisés Iglesias. Tras tres meses sin zarzuela en el teatro, lo visitaron la compañía de
don Miguel Muñoz, en el mes de julio y la compañía Díaz en agosto, ambas de
comedia. Un año más, el empresario señor Cayetano Carasa tuvo que traer el personal
necesario tomado de otra compañía de zarzuela (que estaba entonces actuando en los
teatros de Zaragoza), para constituír la que haría la feria de San Mateo. En estas fechas,
los riojanos o se quedaban sn espectáculos líricos-dramáticos, aunque para ello tuviera

221
La Jota. Periódico festivo, satírico, semanal, ilustrado. 16-05-1897.
222
Diario La Rioja. 10-04-1898.

150
el empresario del teatro que buscar a cantantes de otras compañías que reforzaran la
suya. No se entendían unas fiestas locales sin zarzuela y esta era demandada por las
masas. En 1898 logró el señor Carasa que esta nueva compañía creada, la compañía de
los señores Barrenechea y López, permaneciera en el teatro durante una larga
temporada, hasta el mes de octubre, que se fue a actuar al teatro de Vitoria al llegar a
Logroño la compañía del señor Cornadó, que una vez más visitaba el teatro Principal,
esta vez junto con Matías Aguadé, siendo la unión de ambas compañías la que actuó en
el teatro Principal durante el mes de octubre. Terminó el año 1898 con una compañía de
ópera, la de don Joaquín Almiñana, maestro director del Teatro Real.

Ocasionalmente hubo actuaciones variadas en el teatro, combinando música y


teatro, interpretado por personajes musicales locales. Se celebró una de ellas el 4 de
septiembre de 1898: 223

- Andante final de la sonata de Mozart, interpretada al piano por los


profesores Moreno e Imaz
- Andante con variaciones de Dussek, por la niña Manolita Algueró
- Fantasía sobre motivos de La hija del Regimiento, interpretada a la fñauta
por el profesor López
- Fantasía de Rigoletto y Potpurrí de aires nacionales, al violín por el señor
B. Gonzalez

Comenzó el año 1899 con la compañía de género chico del señor Ángel Gonzalez,
que, tras marchar a Burgos, regresó en febrero a Logroño a realizar su temporada, hasta
el mes de marzo. Fue entonces cuando la compañía pasó a se dirigida por Joaquín
Vázquez, que permaneció en el teatro Principal de Logroño hasta el mes de abril.
Durante este mes fue la compañía cómico-dramática de don José González la que
realizó su temporada en el teatro, representando únicamente comedias. En junio llegó al
teatro la compañía de zarzuela de don Fernando Viñas que hizo su temporada durante
las fiestas de San Bernabé y un año más hubo descanso lírico-teatral en verano, hasta las
fiestas de San Mateo. Para estas fiestas fue la compañía de don Mariano Taberner y don
Valentín García la que actuó en el teatro, permaneciendo hasta comienzos del mes de
octubre. Un año más, fue cerrada la temporada musical del año con ópera por la
compañía del señor José Tolosa, que hizo su temporada en el teatro Principal durante

223
Diario La Rioja. 04-09-1898.

151
los meses de octubre y noviembre de 1899. Durante el resto del mes de noviembre y
diciembre actuaron dos compañías teatrales: compañía dramático-cómica Julio Cirera
en noviembre y compañía cómico-dramática de José Montijano en diciembre.

Comenzó el siglo XX con la compañía que había actuado en las últimas fiestas de
San Mateo, la compañía zarzuela chica de los señores Mariano Taberner y Valentín
García, durante los meses de enero, febrero y marzo con la novedad de incorporar un
cuerpo de baile. En el mes de mayo se celebró en el teatro por la compañía del señor
Carasa, una representación a beneficio del tenor Alberto Ristori, en la que intervinieron
la tiple Elvira Sanjurjo y el señor Uliverri, que cantó junto al señor Ristori, el terceto de
la zarzuela Marina, la niña de once años Victoria Canillas, aventajada discípula del
profesor don Antonio Serrano y la aplaudida soprano doña Victoria Bordanoba de paso
por la ciudad en su camino hacia Méjico. Tras esta temporada con actuaciones variadas
en las que se mezclaron intérpretes locales con otros foráneos, actuó la propia compañía
del teatro en el mes de junio, junto con la de Mariano Taberner.

La actividad zarzuelística en el teatro había disminuido. Es cierto que la sociedad


española se encontraba recién salida de una guerra colonial, pero igual de cierto era que
el teatro seguía necesitando que se realizaran reformas para mejorar sus condiciones y
cumplir las condiciones reglamentarias según la ley de teatros. Según la Real Orden del
13 de Mayo de 1882 que regulaba las medidas para prevenir incendios o atenuar sus
efectos una vez declarados, se redactó un proyecto de reglamento fijando los requisitos
que, en armonía con los adelantos de la ciencia y las necesidades de la época, debían
reunir los teatros, siendo éstas las siguientes:224

1ª. Ensanchar el paso central de las butacas a menos a 1,20 metros, y establecer
donde los los haya, entre butacas y plateas laterales, pasos de 0,70 lo menos de
anchura, y amplias puertas de salida a uno y otro costados.
2ª. Que estén constantemente practicables las diversas escaleras y puertas de la
entrada, y que éstas abran todas hacia fuera.

224
MARTÍNEZ ALCUBILLA, M.: Diccionario de la administración española. Compilación de la
novísima legislación de España peninsular y ultramarina en todos los ramos de la Administración Pública
/ Marcelo Martínez Alcubilla. Madrid: Administración, 1886-1887.

152
3ª. En los teatros donde sean estrechos los pasillos, se harán correderas las
puertas de los palcos, plateas y galerías, a fin de que no embaracen ni dificulten el
tráfico.
4ª. Todas las maderas y efectos del escenario que lo permitan se impregnarán en
sales metálicas, como el sulfato de alumina, de hierro y otros, para hacerlos poco
combustibles.
5ª. No se permitirá que haya colgadas en el telar más decoraciones que las
estrictamente necesarias para cada función, ni que se depositen o almacenen en el foso
trastos ni efectos de ninguna especie.
6ª. Los dependientes y operarios y los encargados de hacer la requisa, terminadas
ya las funciones, usarán faroles cubiertos de tela metálica.
7ª. Habrá contadores distintos, colocados en sitios distantes unos de otros,
seguros y de fácil acceso para el alumbrado del escenario, para el de la sala o platea y
para el de los pasillos, salones de fumar o de descanso, entrada, etc.; sustituyéndose
por cañerías de hierro que hoy son de plomo.
8ª. Lo mismo en el escenario que en la platea

A pesar de las reformas realizadas en el teatro en el año 1892, el coliseo no


cumplía las condiciones adecuadas para su utilización y este fue uno de los motivos que
provocó que durante los últimos años del siglo XIX, la mayor parte del público se
hubiera concentrado en los cafés-teatros. Se planteó como solución definitiva, que el
teatro volviera a ser Municipal, algo que se venía anunciando en prensa desde el 30 de
Mayo de 1897. Era probable que fuera esa la única manera de conseguir que se hicieran
las reformas necesarias, que sin embargo en otros ramos municipales estaban muy
adelantadas. En aquel momento resultaba difícil encontrar un empresario que tuviera
dinero suficiente para introducir las reformas exigidas en aquel momento a un centro de
recreo como lo era el teatro Principal. Por ello se comenzó a plantear la opción de
vender de nuevo el local al Ayuntamiento.

Finalmente, en el mes de agosto de 1900 se propuso al Ayuntamiento arrendar el


teatro, para sacar el tanto por ciento legal, dejando el beneficio de renta que pudiera
producir a un propietario particular para mejorar las listas de compañía, obligando a la
empresa a someterlas a la aprobación de una junta inspectora, compuesta de la comisión

153
de espectáculos y algunos señores de la localidad conceptuados competentes para
asesorar al municipio.

El 5 de agosto de 1900 se clausuró el local del Teatro Principal, por no


encontrarse en condiciones reglamentarias según la ley de teatros. Nueve días más tarde
se hizo efectiva la que pareció ser la solución definitiva: los empresarios eventuales del
teatro Don Cayetano Carasa y Don Eulogio Pérez Peña, lo vendieron a la Caja de
Ahorros Municipal, dirigida por Paco Mata, entidad que se encargaría de hacer obras en
la sala a partir del año siguiente. La venta del teatro Principal a esta entidad Municipal
supuso un cambio en la vida escénica de Logroño, ya que esta entidad llevó a cabo una
serie de novedades y mejoras importantes para el coliseo logroñés. Así lo describía Fray
Cirilo en el diario de La Rioja:225

Mientras no se cumpla el reglamento general para esta clase de edificios, para


dejar a salvo lo que prescriben las leyes de espectáculos y las exigencias pletóricas hay
necesidad de emplear cuatro o cinco mil duros en decoraciones, instalación del
alumbrdo eléctrico, mobiliario, ornamentación, almacén, retretes para el escenario,
etc. A los actuales propietarios les ha de ser muy gravoso el referido gasto, y, en
cambio, al Ayuntamiento, que se conformará con buscar el interés legal al dinero del
común, puede fácilmente levantar el decaído prestigio del lindo coliseo del muro de las
Escuelas.

La preocupación de la sociedad logroñesa era no tener espectáculo para San


Mateo, fiestas muy arraigadas entre los logroñeses y seña de identidad de la capital
riojana Hasta entonces no se habían quedado los logroñeses sin ir al teatro ningún día en
las fiestas mateas. Por ello se anuncia la idea de levantar en el Paseo de las Amescoas
un edificio monumental para teatro, casino y amplios comercios o café en la planta baja.
Pero se encuentran dificultades en su ejecución por lo referente al capital necesario y
por el vecindario en general, que no aprobaba la idea de que se redujeran las
dimensiones del único paseo de la ciudad.

225
Diario La Rioja. 24-06-1900.

154
La música culta era importante en fechas determinadas como las fiestas de San
Mateo, a pesar de que la mayor parte de la sociedad no entendía la música debido a su
poca formación musical. Sin embargo, por su tradición a asistir a este tipo de actos, era
una preocupación para ellos el no tener espectáculos teatrales en las fechas señaladas, en
las que estaban habituados a acudir a estos eventos.

Efectivamente, en 1900, tras haberse cerrado el teatro, se abrió para las funciones
de San Mateo, haciendo la temporada la compañía de zarzuela grande de Pablo
Cornadó. En octubre del mismo año hubo temporada teatral a cargo de la compañía de
Joaquín Almiñana, que interpretó algunas óperas traducidas al castellano por don
Mariano Capdepón, seguida de la de Esteban Puig, también de ópera, que realizó su
temporada durante el mes de noviembre de 1900.

Mientras esta compañía hacía su temporada, la Caja de Ahorros, nueva propietaria


del teatro, comenzó a gestionar las reformas que se llevarían a cabo en el teatro. Fue el
arquitecto Ignacio Velasco quien presentó los planos de Ampliación del proyecto del
teatro, que incluía las plantas baja y principal, la fachada y el salón de baile, de planta
octogonal y con entrada por la calle Marqués de San Nicolás.La Caja de Ahorros aprobó
en su totalidad el presupuesto de reformas, pero sólo aceptó el presupuesto del
arquitecto en lo referente a la fachada, la cubierta y el salón abierto destinado a bailes y
espectáculos al aire libre. Quisieron que el resto fuera empleado en adquirir un buen
decorado escénico y en colgaduras, butacas nuevas y accesorios para dar tono y confort
al salón del teatro.

Proyecto del salón de baile del Teatro Principal. Ignacio Velasco. 1900.

155
Para las obras del Teatro Principal contrataron las obras de albañilería don
Bernabé Medel y don Francisco Arbella, bajo la dirección del arquitecto don Ignacio
Velasco, primitivo autor del proyecto hasta el mes de julio. Sin embargo, las obras se
paralizaron poniéndose al frente don Luis Barrón, arquitecto municipal y diocesano, que
introdujo radicales reformas en su proyecto, que no presentaba las innovaciones del
proyecto de Ignacio de Velasco. La separación del señor Velasco fue espontánea y
motivada por su falta de salud.

Proyecto del salón de baile del Teatro Principal. Luis Barrón. 1900.

En el mes de marzo de 1901 comenzaron las obras de restauración del Teatro


Principal, pudiéndose mientras tanto disfrutar en Logroño de las zarzuelas representadas
en el teatro Moderno. Las obras comenzaron por la sala anexa denominada Salón de
Baile o Salón Circo, que décadas más tarde se convertiría en la sala Rex y hoy es el
Salón de Columnas del teatro Bretón. En esta sala construyeron el almacén de
decoraciones y retretas para los artistas.

La fachada del principal se levantó de nuevo, dando más esbeltez a los huecos.
Cambiaron los pisos de los vestíbulos, rebajando el firme de la planta baja y elevando el
del piso principal para aumentar la altura del foyer de butacas.

156
El patio tenía más pendiente y las butacas quedaron sumamente cómodas y
separadas, fijas en el pavimento de madera.

Aumentó la visualidad de la sala, la dirección en ángulo al centro, de las filas de


butacas, en vez de ir paralelas a la batería.

Del piso principal desaparecieron tres palcos en cada lado. En el paraíso


aumentaron las puertas de entrada y se prolongó hasta la fachada principal la gradería,
en forma parecida a la del teatro Real de Madrid; con esta reforma se ganan más de 150
localidades.

En la fachada principal se colocaron dos placas de mármol que llevarían grabadas


las obras más salientes del poeta riojano Bretón de los Herreros.

Las puertas eran de gran tamaño, particularmente la central, siendo todas de acero
ondulado.

En el escenario se colocaron bocas de riego, donde se situarían los bomberos.

Las butacas, de asiento movible, tapizadas de terciopelo rojo, así como los
cortinones, fueron construidos en los talleres de don Benito García, quedando
sumamente lucido en su construcción por demás elegante y sólida.

La carpintería en general corrió a cargo de don Ramos Toledo, actual gerente de la


Sociedad empresaria del teatro.

Los cuartos de los artistas fueron reformados, lo mismo que a guardarropía baja,
que queda fuera del escenario, y la sastrería colocada en las habitaciones que antes
ocupaba el conserje.

El telón que estaba retirado y que se consideraba lo mejor de la casa, apareció


nuevamente, pero se colocaron algunas cosas nuevas, como los alcahuetes y la
bambalina fija, donde aparecía el retrato de Bretón de los Herreros.

157
La caja de la orquesta apareció más profunda y con algo mayor ancho, teniendo
acceso por debajo del escenario, para que los profesores no molestaran, como marcaba
el reglamento del teatro.

Los atriles y las sillas fueron construcción de Ramos Toledo, quedando separados
del público por unos cordonazos de seda, terminados en borlones, sostenidos por
columnas fijas.

Existían mamparas en todas las puertas y cuatro estufas en los pasillos de plateas,
que se encendían con bastante antelación a la llegada del público.

Con esta reforma se redujo la capacidad de entradas, siendo en total 870,


distribuidas de la siguiente manera: 18 plateas de 5 entradas, 2 medias plateas de 4
entradas, 6 palcos de 5 entradas, 210 butacas, 24 delanteras de palco, 28 delanteras de
anfiteatro, 160 asientos de anfiteatro, 70 delanteras de paraíso y 250 de general.

El teatro tenía sus abonados frecuentes, incluso en señor Vitoriano Cantera se


consideró un abonado perpetuo del teatro. Se le construyó un bastón artístico en cuya
empuñadura se leía “Teatro Principal de Logroño. Se inauguró el 19 de septiembre de
1880. Se cerró el 18 de abril de 1901. Vitoriano Cantera: fila 3ª butaca número 1” que
es a la que constantemente está abonado desde que se hizo el teatro226.

En octubre de 1901 se propone cambiar el nombre de Teatro Principal, Quintana o


Figueroa a Teatro Bretón de los Herreros.227

El Teatro Quintana ha cambiado de nombre, pues sólo se sabe que aquél busto
minúsculo colocado sobre la boca del escenario representaba al gran poeta.
Ahora tomará el nombre de Bretón de los Herreros, y va a quedar hecho una
tacita de plata, en condiciones de competir con otros de capitales más importantes.
Y ya solo falta que sea asequible a los intereses de empresa y a la necesaria
retribución que debe pretender la Caja de Ahorros.

226
Diario La Rioja. 22-09-1901.
227
Diario La Rioja. 06-09-1901.

158
Problema difícil es el de inaugurarlo con una compañía de altura, por ser la
época en que todas tienen compromisos, sin contar con que el Teatro Moderno va
trayendo lo más saliente en los espectáculos.
La junta de la Caja de Ahorros ha decidido que se denomine el edificio en lo
sucesivo, Teatro Bretón de los Herreros, en memoria del que fue insigne hijo de La
Rioja.

Finalmente la junta de la Caja de Ahorros decide que se denomine el edificio en lo


sucesivo, Teatro Bretón de los Herreros, en memoria del que fue insigne hijo de La
Rioja. Es a partir del año 1901 cuando en la prensa ya se habla del “Teatro Bretón”.
Hasta entonces, los artículos de prensa hacen referencia a éste como “Nuestro teatro”,
además de “Teatro Quintana” o “Principal”. A partir de la inuguración en enero de
1901, del teatro Moderno, se distingue en qué teatro tiene lugar cada representación. Es
evidente que el Bretón fue el principal teatro de la ciudad, como su antiguo nombre
indica, y se representaron en él las zarzuelas más conocidas del momento, así como
obras dramáticas y algunas óperas.

En noviembre de 1901 la Caja de Ahorros decide proponer el arrendamiento del


teatro, estableciendo las bases para ello:228

La plaza de Conserje será de nombramiento de la Caja de Ahorros, de quien saldrá


también el sueldo, así como el de los bomberos. Pero en cambio, los cargos de
maquinista y tramoyista, serán costeados por el arrendatario, pero no podrá
nombrárselos a su gusto, sino que saldrán del seno de la Junta directiva. Los demás
empleados los elegirán libremente el arrendatario, al que también se le dejan la
administración del restaurante y telón anunciador.
Las temporadas oficiales serán las de San Mateo y Navidad, para las cuales tendrá
el arrendatario que someter la lista de las compañía a la aprobación de la Junta de la
Caja de Ahorros.
Cada año habrá de reponer una decoración, de acuerdo con la Junta.
El plazo para admitir proposiciones termina el 30 de noviembre a las doce del día,
quedando en libertad la junta de aceptar la que crea más conveniente o de desecharlas
todas.
Las proposiciones comprenderán el teatro y el salón de baile, en un solo pliego,
separando los conceptos, pero hasta que no se termine el salón de baile no correrá la
renta.

228
Diario La Rioja. 17-11-1901.

159
El arquitecto procederá con urgencia a formar un anteproyecto y plano del salón de
baile.
Hasta el mismo día de la subasta se admiten también solicitudes para las plazas de
conserje, maquinista y guardarropa, que es de suponer estarán de algún modo
supeditadas al futuro arrendatario.

El contrato de arriendo por cuatro años, apareció suscripto: en representación de


la Caja de Ahorros, por el señor marqués de San Nicolás y el secretario don Melitón
Aréjula, y por la empresa arrendataria, don Ramos Toledo, don Ricardo Viguera y don
Pelayo de la Mata229.

La sociedad arrendataria tenía entonces como empresario a Francisco Martínez


Merino, conocido como “Parrita”, que actuaba de secretario de la “Sociedad Teatral
Logroñesa”, nueva dueña del teatro, al ser quien contrataba a las compañías de zarzuela
y ópera que actuaron a partir de entonces en el ya denominado teatro Bretón.

Asimismo se acordó denominarse también Bretón de los Herreros a la calle donde


se hallaba situado, en lugar de Muro de Las Escuelas, como se venía denominando hasta
la fecha. Así lo refleja el Libro de Actas de sesiones del Ayuntamiento de Logroño.

Aunque, cuatro meses antes, las crónicas barajaban la posibilidad de que el estreno
fuese con una compañía de ópera, se reestrena el teatro el 10 de Enero de 1902 con la
compañía de verso de Francisco Fuentes, terminando cerca de las dos de la madrugada,
según explicó Fray Cirilo:230

Fue una festividad brillante y que respondió a la expectación que hace tiempo se
despertó en el vecindario, a causa de lo mucho que se ha hablado de la restauración
del teatro, que ahora aparece bajo los auspicios del gran poeta riojano don Bretón de
los Herreros.

Fray Cirilo231 anunciaba en su columna del 7 de Enero de 1902 que Ayer fueron
repartidos los prospectos de mano anunciadores de la lista de la compañía y del

229
Diario La Rioja. 11-01-1902.
230
Diario La Rioja. 11-01-1902.
231
Diario La Rioja. 07-01-1902.

160
repertorio de las obras que han de constituir la temporada inicial. La apertura tendrá
lugar el próximo viernes día 10 y para honrar la memoria del ilustre vate, cuyo nombre
lleva el lindo Coliseo, se pondrá en escena la preciosa comedia del eximio paisano
nuestro que lleva por título “Muérete y verás”. Sin embargo finalmente la compañía de
Francisco Fuentes interpreto El loco de Dios, de Echagaray, Los incansables, de
Eusebio Sierra y otras comedias. Un edificio tan pomposamente bautizado y que
habiendo cobijado dos Compañías Dramáticas no consagró una veladas a honrar al
ilustre poeta representando alguna de sus obras, no puede tener buena sombra; y los
cómicos rinden tributo a la superstición como nadie. Fray Cirilo, redactor de los
espectáculos de La Rioja, vaticinaba lo que ocurriría en los meses y años posteriores: el
reinaugurado Teatro Bretón no volvió a tener los llenos en el escenario de la última
década del siglo XIX: 232

Antes no teníamos el edificio en grandes condiciones de confort, pero lo cierto es


que el público hallaba ocasiones frecuentes donde cultivar su afición. Ahora poseemos
un magnífico sepulcro donde la esplendidez de la Caja de Ahorros lleva camino de
enterrar cerca de 300.000 pesetas.
Vino una sociedad de personas de rumbo, con propósitos de regenerar el arte y
efectivamente nos ha servido dos temporadas de verso, no acabando el abono la
segunda por la sencilla razón de no querer plagiar al sastre de Campillo la compañía
de doña Julia Sala.
La sociedad de las “once mil vírgenes” nos ha hecho la Pascua, teniéndonos a
caldo durante las ídem de Resurrección.
Dicen que Thuillier pretende dar el “tercer golpe” al verso trayendo su compañía
para primeros de mayo.
Aseguran que nuestro paisano Bonifacio Pinedo vendrá desde Pamplona a darse
a conocer en su pueblo, que siguiendo la tendencia española será el único que ignora
lo que vale su aplaudido hijo.
Pero ya verán ustedes como todo quede en proyecto, siguiendo Bretón de los
Herreros patrocinando un teatro que las “once mil” del pico han convertido en objeto
de lujo.

232
Diario La Rioja.06-04-1902.

161
Un edificio tan pomposamente bautizado y que habiendo cobijado dos compañías
dramáticas, no consagró una velada a honrar al ilustre poeta, representando alguna de
sus obras, no puede tener buena sombra; y los cómicos rinden tributo a la superstición
como nadie.
Nos conformaremos con una docena de representaciones de la opereta
Giovannini, allá para San Bernabé.
Y es lo que dicen los de fuera: ¿Para qué se han constituido las “once mil
vírgenes”? La sociedad de autores tiene la palabra.

Había, por lo tanto, más motivos que las condiciones físicas del teatro, para que
no se produjeran en éste los llenos de los años anteriores. La sociedad española se
encuentra en una etapa de pesimismo tras el desastre del 98, hecho que se ve acentuado
en La Rioja con la filoxera y la ruina del viñedo riojano. Se comienza a percibir a ola de
pobreza que afectará a gran parte de la sociedad logroñesa, que no dispone de dinero
suficiente para permitirse el lujo de comprar un abono de ópera o zarzuela. Además,
durante algunos años se ofrecía temporada teatral en el teatro Bretón y en el teatro
Moderno a la vez, lo que aún dificultaba más que se produjeran llenos en ninguno de
ellos.

No obstante, el entonces gerente del teatro, señor Toledo, comenzó a realizar


gestiones para que diferentes compañías actuaran en el recién inaugurado Teatro Bretón.
Logró que actuara en el teatro la compañía de don Bonifacio Pinedo, actor riojano quien
en colaboración con la plantilla del Bretón, que reforzó con músicos del sexteto Fabre
que actuaba entonces en el café de Colón, hizo su temporada de zarzuela durante el mes
de abril. Bonifacio Pinedo era toda una institución en la capital riojana. Nacido en el
año 1853, había pasado su infancia en la ciudad educándose con el emblemático
maestro, don Tiburcio Martínez Alesón. Fue durante su estancia en Barcelona para
hacer la mili cuando comenzó sus actividades escénicas. Trabajó en el teatro Recoletos
de Madrid, interpretando género chico, para pasarse al género grande como barítono,
tras recibir influencia de Guillermo Cereceda, empresario, gran músico y director de
escena". Finalmente retomó la interpretación de obras chicas. En Logroño fue muy bien
recibida su interpretación, siendo agasajado por el Ayuntamiento, por las distintas
Sociedades y haciendo muy buena taquilla en la función de su beneficio que se hizo en
1902.

162
A la compañía de Bonifacio Pinedo le siguió la compañía Giovannini, que tras
haber rechazado las propuestas del señor Toledo, realizó su temporada en el teatro para
las fiestas de San Bernabé en el mes de junio, sin alcanzar sin embargo el éxito obtenido
en visitas anteriores.

Las gestiones resultaron dificultosas para el nuevo empresario del teatro, al no ser
del todo acertadas. Por su parte, la empresa del señor Cornadó no aceptó el presupuesto
del teatro y decidió buscar otro local para dar funciones. Por otra parte, se rechazó la
actuación del tenor español Manuel Ventura, de quien se supo que unos meses más
tarde se encontraba en Bilbao, donde estaba obteniedno gran éxito con sus actuaciones.

Sorprendentemente, durante las fiestas mateas de 1902 no hubo zarzuela en el


teatro Bretón, sino que fue la compañía dramática del señor Muñoz la que hizo la
temporada. Aunque en el mes de octubre se anunció la posible llegada al teatro Bretón
de los Herreros de la compañía de zarzuela cómica que dirigían don Antonio García
Ibáñez y el maestro Taberner, a pesar de haber sido publicado su elenco artístico en
prensa, finalmente la compañía no actuó en el teatro. En el mes de diciembre si hubo
temporada de zarzuela en el Bretón a cargo de la compañía de los señores Riquelme y
Ruiz de Arana, temporada que se prolongó hasta el mes de enero de 1903.

La propia compañía del teatro también encontró dificultades para realizar sus
representaciones durante aquella época. Ejemplo de ello fue la velada que se iba a
celebrar el 22 de marzo de 1903, en la que, cuando ya se impacientaba el público por
principiar la fiesta, salió el director de la compañía a decir que por falta de tiempo no se
había podido montar la obra que debía estrenarse. Ello supuso una decepción para el
auditorio que sentía impaciencia por conocer la producción del sainete que se estaba
ensayando. Fray Cirilo denominó en su crónica de prensa “Caja Misteriosa” a la Caja de
Ahorros, empresa que se hacía cargo del coliseo, por no sacar a escena a la compañía
teatral, que contaba con nuevos autores que habían sido contratados recientemente.

Durante el mes de abril de 1903 contó el teatro con las actuaciones de la compañía
del señor Casals, que interpretaba obras de género chico, que aún era una moda en la

163
época, a pesar de que estaban surgiendo nuevos géneros musicales que comenzaban a
producir mayor interés ante un público poco educado musicalmente.

En efecto, las entradas fueron flojas y nada fue comparable a los años 90, en que
el teatro estaba lleno en todas sus funciones. Los propios cronistas se sorprenden de que
algunas compañías de ópera no alcanzasen la acogida recibida en otras ocasiones en el
mismo teatro que antiguamente se encontraba en peores condiciones. La derrota y la
decadencia de España manifestada en 1898 se hizo notar en Logroño. Parecía haber
cierta prisa por liberarse de los restos del siglo XIX e iniciar una nueva etapa que
supusiese una recuperación.

El siglo cambió y con él las modas y los gustos. Se ofrecen espectáculos que
respondían a lo que comienzan a ser las modas del momento, teniendo gran peso las
representaciones de coupletistas y el cinematógrafo. Ello implica un gusto popular y no
de educación culta que este país no había recibido en las provincias.

El teatro por horas no desaparece del todo, pero es combinado a partir de entonces
no solo con sesiones de cinematógrafo, sino en otras ocasiones con con representaciones
por empresas de espectáculos, como las varietés que tuvieron lugar a lo largo del mes de
noviembre de 1903 a cargo de la empresa Geraldine, espectáculos apenas antes vistos en
Logroño y que atrajeron a un gran número de riojanos:

- Primera representación:233
· Hizo su aparición la bella gimnasta Geraldine Leopold, de quien conservábamos
delicioso recuerdo desde que hace nueve años dio a conocer parte del trabajo que
hoy lleva perfeccionando con el aumento del baile la serpentina.
· Para entrada del programa, representó el cuadro lírico-cómico la zarzuela El
cuerno de oro de Calixto Navarro, Gabriel Merino y maestro Mateos, siendo bien
recibidos la señora Baranguer y señores Molinero, Castillo, Portillo y Lacua, que
oyeron aplausos en distintos pasajes.
· Bien merecida tiene su fama el émule de Frégoli, nuestro joven compatriota
Fregolini, contralto que consigue sostener la acción dando vida a distintos

233
Diario La Rioja.05-11-1903.

164
personajes que se mueven y hablan de modo que parecen concurrir en la escena con
su aspecto propio.

- Segunda representación de la hermosa gimnasta Geraldine Leopold:234


· Ernesto Fregolini con el monólogo Dorotes y varios couplets para finalizar el
espectáculo.
· Zarzuela Bellina, por las señoras Martín y Bernaldez y señores Molinero, Castillo,
Sanchez Mula y Portillo.

- Tercera representación de Geraldine:235


· Zarzuela de los señores Larra, Guillén y maestro Rubio El turno de los partidos.
· El transformista Fregolini en el monólogo Castigo del cielo.
· Geraldine con el trapecio oscilante y la danza de la serpentina.

- Cuarta representación de Geraldine:236


· Zarzuela Los zangolotinos.
· Geraldine tomará parte en dicha zarzuela, además de sus arriesgados trabajos en el
trapecio oscilante y la fantástica danza la serpentina.
· Fregolini trabajará en ambas funciones y cantará couplets.

- Beneficio de la señorita Geraldine. Programa:237


· Oratoria de fin de siglo, por Fregolini
· La tonta de capirote
· El trapecio oscilante
· Geraldine-Frégoli
· Danza serpentina

- Nueva actuación de Geraldine en el Teatro Bretón.238


· Danza de la serpentina
· El tío de Alcalá
· La lugareña

234
Diario La Rioja. 06-11-1903.
235
Diario La Rioja. 07-11-1903.
236
Diario La Rioja. 08-11-1903.
237
Diario La Rioja. 10-11-1903.
238
Diario La Rioja. 29-11-1903.

165
Fregolini atrajo al púbico por su gran imitación de la popular protagonista de
varietés europeas del momento, la transformista italiana Leopold Fregoli. En España
este transformista actuó por primera vez en el teatro Apolo de Madrid en 1897. Sus
espectáculos incluían más de 100 personajes, todos interpretados por él, entre ellos
también mujeres. Gracias a su amistad con Lumiere aun se conservan varios films del
siglo XIX que nos muestran su enorme rápidez a la hora de cambiar sus personajes.
Tanto éxito tuvo, que repitió en 1903 en el Teatro de la Alhambra y posteriormente en
el Teatro de la Zarzuela. Así, los hombres españoles saltaron al escenario de forma
anónima, vestidos de mujer y realizando este tipo de espectáculos. Fue el caso de la
actuación en Logroño del transformista Fregolini, perteneciente a la empresa Geraldine,
que actuó en el teatro Bretón en el año 1903.

A estos espectáculos de varietés le siguieron en Noviembre algunas


representaciones de comedias teatrales, para finalizar 1903 con la compañía de Bellver,
Socasse y Contreras, que continuó sus funciones durante casi todos los días del mes de
enero de 1904. Fue en el mes de marzo cuando hizo su debut la compañía del señor
Orozco, conocida en Logroño por haber actuado en los cafés del Siglo y Universal
durante los años previos a la guerra en los que estos espacios se habían convertido en
cafés-teatro. Sin embargo, durante el resto del año únicamente hubo sesiones teatrales
de género dramático, incluso para San Mateo, siendo la compañía de teatro Moreno-
Morano la que amenizó estas fiestas en el teatro Bretón. Ya en el mes de diciembre fue
contratada por la empresa del teatro una compañía de zarzuela grande que realizó su
temporada duante las fiestas de pascua navideña, la compañía del señor Vazquez. Pero a
pesar de que el público esperaba con ansia la llegada de este género, el teatro seguía sin
llenarse.

El año 1905 tuvo una escasa actividad lírico-teatral, contando con dos compañías
de zarzuela y ópera, la de don Enrique Beut en el mes de febrero y la de Simonetti y
Bauzá, para las fiestas de San Mateo. Para finalizar el año, la compañía de ópera del
señor Tolosa una vez más hizo su temporada en el teatro de Logroño durante el mes de
diciembre.

El teatro tenía muchos gastos y la Caja de Ahorros, empresa que lo gestionaba,


comenzó a realizar gestiones para poder hacer contrato por año con todos los elementos

166
que prestaban servicio en el teatro, como eran la empresa de alumbrado, orquesta, etc. y
poder así aminorar gastos. Los gastos podían ser uno de los motivos de la reducción del
número de representaciones en el teatro, en unos años de crisis, además del
analfabetismo musical ya citado.

El poco éxito de las interpretaciones de las últimas compañías que acudían al


teatro Bretón, llevó al empresario a tomar la decisión de no gastar demasiado dinero en
contratos. Por ello contrató de nuevo a la compañía local de género chico del señor
Orozco durante los meses de febrero y marzo de 1906.

Durante estos años, en la prensa riojana solo se encuentran anuncios de posibles


contratos de compañías de zarzuela que finalmente no se llevan a cabo en la mayor
parte de las ocasiones. Destacan también las noticias de los músicos locales que están
teniendo éxito en la capital española, como el tenor Moisés Iglesias o la tiple Julia
Campos, a los que he dedicado un apartado en el capítulo de los personajes relevantes
del ambiente musical en Logroño. Continúan no obstante, en Logroño, las sesiones de
cinematógrafo y gramófono.

1907 fue otro año de escaso movimiento teatral. Destacó el contrato de la


compañía de género chico de don Valentín García durante los meses de enero y febrero,
combinándose sus actuaciones con las de cinematógrafo y otras como las de cantadores
de jotas a compañados por la Rondalla Logroñesa.239 En el mes de marzo destacó el
debut de la compañía de zarzuela y ópera española de don Enrique Beut, dirigida por
don Miguel Soler, tomando parte en algunas de sus actuaciones la riojana Julita
Campos. Hubo que esperar el mes de agosto para que acudiera al teatro una compañía
artística, tratándose en esta ocasión de la compañía dramática italiana Vitallant, que
interpretó dos dramas sin música. Para San Mateo del mismo año no hubo temporada
lírico-dramática, sino que actuó una compañía teatral, algo a lo que se estaban
empezando a acostumbrar los logroñeses. Este año se acabaron incluso las veladas de
cinematógrafo, al no autorizar la Caja de Ahorros la prórroga del subarriendo del teatro
Bretón de los Herreros a la empresa que lo llevaba, por temores, muy justificados, de
que se estropease la finca.

239
Diario La Rioja. 20-01-1907.

167
Según fue avanzando la primera década del siglo XX, el público logroñés se
acostumbró e hizo fiel asistente a los números de varietés que durante aquellos años
alegraron el escenario del teatro Bretón:

Ayer, con muy buenas entradas, se inauguró en el teatro Bretón de los Herreros
la temporada de invierno con el cinematógrafo B.B. En la sesión de las ocho hizo su
debut el notable transformista Foliers, que imita con suma perfección a las más
afamadas coupletistas y canta con una delicadeza que para sí quisieran muchas tiples
de hoy en día. Esta noche hará su presentación la notable fantasista musical Saldac,
primer premio y diploma de honor en el concurso musical de Barcelona, 1904.240

Continúa el cinematógrafo haciéndonos llevadera la vida; de siete en adelante se


encienden los focos del muro de Bretón de los Herreros, y con frecuencia vemos al cine
desempeñando su verdadera misión; misión altamente instructiva y educadora, que el
público saborea placenteramente. Artistas de varietés desfilan que es un primor. Saldac
y Foliers, en su género, se han llevado hasta ahora la predilección de buena parte del
público logroñés.241

En efecto, la gente acude a este tipo de espectáculos, porque los de zarzuela y


ópera, tan concurridos en la última década del siglo XIX, se consideran un fracaso en la
primera década del XX.

El cine del teatro Bretón de los Herreros, tan concurrido y variado como siempre.
Un amigo nuestro, gran conocedor de tierras y gentes, nos decía días pasados que no
sabe de pueblo tan dispuesto a gastarse el dinero como el nuestro. Y es verdad; aquí
vamos casi todos a donde se nos llama, menos al teatro, porque la mayoría de las
compañías fracasan. Esta semana los espectáculos de varietés han sido buenos: la
bellísima artista Deódima, el equilibrista Stelk y el artista japonés Yank-Hoe.242

Incluso se llegó a adjuntar en prensa una conversación que el crítico de Rioja


Ilustrada escuchó a dos personas al cerrarse el teatro. Hablaban de lo regular que va el

240
Revista Rioja Ilustrada. 02-10-1908.
241
Revista Rioja Ilustrada. 16-10-1908.
242
Revista Rioja Ilustrada. 30-10-1908.

168
negocio y con pérdidas, ya que en numerosas ocasiones se han encontrado con cuatro
números de varietés:

Con lo que cuestan estos artistas se podría sostener una compañía de género
chico, pero no se intenta con una compañía de estas porque se trata de obras atrevidas,
que habría necesidad de reservar para última hora, ante el posible retraimiento del
público de los “vermouths”. Así toman el teatro hasta febrero para explotar el cine.
Después habrá zarzuela chica y nuevo empresario.243

El teatro Bretón sirvió en muchas ocasiones como espacio para que diferentes
sociedades celebrasen sus veladas, al carecer éstas de espacio para ello en sus sedes
correspondientes. Aunque las sociedades de carácter palaciego o aristocrático disponían
de salones espaciosos, otras, especialmente las obreras, tuvieron que contar con la
colaboración del empresario del teatro, que cedió sus locales para celebrar algunos
actos. Durante la última década del siglo XIX, época en la que las compañías lírico-
dramáticas realizaban funciones contínuas y ocupaban el teatro durante días seguidos, el
empresario del teatro encontró dificultades para ceder este espacio. Sin embargo,
durante los primeros años del siglo XX, en los que la actividad teatral descendió tanto,
fue más fácil y sirvió este espacio en numerosas ocasiones para celebrar veladas de las
sociedades logroñesas. Ejemplo de ello son los actos benéficos organizados en enero de
1908 por el Centro Obrero, cuya finalidad fue conseguir capital destinado a construír
casas a los obreros244 o el de la Sociedad Republicana, para celebrar el aniversario de la
República.245 Por su parte, el Centro Artístico organizó durante los primeros meses de
1908 una serie de tertulias en el teatro Bretón, que incluían representaciones de zarzuela
interpretadas por socios aficionados. Estas funciones eran privadas para los socios y sus
familias, que accedían previo pago de la entrada, pero lograron llenar el teatro como no
se había conseguido en los últimos años. Así describía Fray Cirilo la cuarta función que
tuvo lugar en el mes de febrero de 1908:246

Cuarta función del Centro Artístico en el teatro Bretón de los Herreros para los
socios y sus familias. Si más localidades hubiese habido, más se hubieran colocado; el

243
Revista Rioja Ilustrada. 07-12-1908.
244
Diario La Rioja. 19-01-1908.
245
Diario La Rioja. 02-02-1908.
246
Diario La Rioja. 12-02-1908.

169
teatro Bretón de los Herreros estará esta noche lleno de bote en bote, a pesar de las
sillas que se han colocado en derredor de la sala. Programa:

- El señor gobernador, comedia en dos actos.


- La alegría de la huerta, zarzuela en un acto.
- Número de concierto de violín y piano a cargo de los señores Lacalle y
Maguregui.
Habrá rigor en la entrada, por lo que se suplica a los señores socios lleven todos
sus tarjetas de tales, y las señoras sus carnets, sin cuyo requisito no podrán pasar al
coliseo.

Mientras se celebraban este tipo de actos, la prensa riojana continuaba


comentando los éxitos de los compositores e intérpretes locales en otras provincias
españolas, especialmente en Madrid. Debutaba entonces la tiple riojana Julita Campos
en el Gran Teatro de Madrid, donde fue muy bien acogida por el público y se esperaba
que lograra un buen puesto, que ya había tenido al trabajar con las últimas compañías
artísticas que habían actuado en el teatro Bretón. A su vez, la tiple riojana Eulalia
Uliverri triunfaba también en la capital española, en el teatro Martín, del que además era
empresaria. En este teatro fue admitida la zarzuela titulada El Arrierito, del riojano
Felipe Peña Moral.

Por su parte, el empresario del teatro, continuaba instentando contratar a


diferentes compañías de zarzuela, ópera y verso, para que acudieran al Bretón a hacer
sus temporadas, sin finalizar con gran éxito estos contratos. La prensa riojana es un
continuo aviso de las compañías que van a ir a actuar al teatro, a la vez que una contínua
comunicación de que esto no va a ser posible que acudan. Tras varios intentos y
fracasos continuados, logró el empresario que actuara en marzo de 1908 la compañía de
zarzuela y verso que dirigían don Arturo de la Riva y don Miguel Soler. En septiembre,
un año más, las funciones fueron dramáticas, por la compañía teatral Jiménez
Villagómez con once representaciones para las ferias de San Mateo. De igual modo
contrató otra empresa de cinematógrafo y algunos espectáculos de varietés a lo largo del
año. Pero durante 1908, las únicas representaciones de zarzuela que se interpretaron en
el teatro Bretón fueron las que se incluyeron en las veladas que organizó el Centro
Artístico.

170
Los gustos del público habían cambiado, pero los cronistas de prensa echaban en
falta las representaciones de zarzuela. Muestra de ello es este comentario del cronista de
La Rioja al comenzar el año 1909:247

Por el Teatro Bretón de los Herreros sigue desfilando el público fiel amigo ya de
los números de varietés, que desde hace dos meses van alegrando el escenario de
nuestro coliseo.
Pronto los números de cine irán en busca de otros teatros, para que en el de
Logroño impere el género chico.
Orozco, aquél popular cómico que desde un reducido escenario de café hizo
comedias que de niños reímos, vendrá a este pueblo a recordarnos una vez más la
época deliciosa que, ¡ay! Se fue...
Para el próximo 29 está anunciado su debut, y en el repertorio trae obras para
todos los gustos y numerosos estrenos.

La compañía de zarzuela chica del señor Orozco debutó el 31 de enero de 1909 en


el teatro Bretón con un lleno completo. Como había sido costumbre, se daban dos
secciones, una de vermouth y otra de noche, diferentes en cada función. En algunas de
las sesiones se incluía, como era costumbre en la época, el cinematógrafo. En principio
estaba previsto que la compañía diera doce funciones hasta carnaval, pero el éxito fue
tal que el señor Orozco alargó su estancia en el teatro durante el mes de febrero,
aumentando además de dos a tres sesiones por día. A su vez se percibió un aumento del
público de las veladas de baile de carnaval, que también habían decaído durante las
últimas temporadas. Reflejo de ello es el comentario en prensa del día 24 de febrero de
1909:248

Ayer ya ofrecía otro aspecto la sala de Bretón de los Herreros. El de ayer, sin
exageración, puesto que el día tan magnífico como los anteriores, no convidaba al lleno
rebosante, fue el baile que esperábamos. Abundaron las parejas, hubo bastantes
disfraces, aunque todos ellos de escasa originalidad y poco gusto, y el orden, como de
costumbre, sin registrar la menor alteración.
247
Diario La Rioja. 20-01-1909.
248
Diario La Rioja. 24-02-1909.

171
Tras el éxito de la compañía del señor Orozco, podía parecer que la zarzuela se
estaba recuperando. Sin embargo, durante los siguientes meses de 1909 no hubo más
funciones zarzuelísticas, ni siquiera para las fiestas de San Bernabé, algo no esperado
por los riojanos en aquella época. Sí que se celebraron, sin embargo, actos como la
función a beneficio de las víctimas de Italia con la Banda de Bailén y el septiminio del
señor Vallés249, o el acto en homenaje al maestro Ruperto Chapí, contando con el
notable apoyo de la banda del Regimiento de infantería de Bailén y el de los poetas
locales don Florencio Bello y don Luis M. Pineda, que habían presentado inspiradas
poesías alusivas al acto, y don Fermín Maguregui, que encargó un estudio sobre Chapí,
siendo el programas el que se adjunta: 250

- Sinfonía por el sexteto del señor Vallés, que durante todos los intermedios
ejecutará obras de Chapí.
- A petición, la comedia de gran éxito en tres actos, original de don Francisco
Pérez de Echevarría, ¡Lo que vale el talento!
- Lectura de poesías originales de don Florencio Bello y don Luis M. Pineda, y el
estudio del señor Maguregui.
- A telón corrido, la brillante banda del regimiento de infantería de Bailén
ejecutará la hermosa zarzuela (una de las mejores del inmortal maestro) La czarina.

Las únicas representaciones de zarzuela que hubo durante los siguientes meses de
1909 fueron interpretadas por aficionados de la ciudad, tomando parte en los actos otras
agrupaciones como las bandas de la ciudad u otros intérpretes a su paso por Logroño.
Especialmente destacada fue la actuación que preparó la empresa del coliseo en el mes
de abril de 1909, con el sensacional debut de la bella Guerrero. Llegada de Zaragoza se
presentó al público, en unión con la compañía del teatro, poniendo en escena Los
hugonotes y La cuerda floja. Así lo relataba Fray Cirilo:251 Con un lleno completo
debutó anoche la célebre Rosario Guerrero. Su trabajo es fino, su música perfecta,
pero sobretodo su arte sobresale el arte incomparable de sus divinas formas. La
Guerrero en Logroño puede repetir los de César, “Llegué, vi y vencí”. Esta tarde habrá
rebaja de precios y se despedirá la Guerrero.

249
Diario La Rioja. 28-01-1909.
250
Diario La Rioja. 10-04-1909.
251
Diario La Rioja. 15-04-1909

172
Este tipo de actos se combinaron con los de cinematógrafo y varietés como “Los
ciclistas The Noiset´s”252, a la vez que se anunciaba cómo el señor Cayetano Carasa,
riojano y primer director de la compañía del teatro Principal, debutaba como tenor en el
teatro Maunhatan-Ópera de Nueva York, interpretando la ópera Aida.

Un año más, la compañía que hizo las fiestas de San Mateo fue una compañía de
comedia, la compañía Palma-Reig. Un mes más tarde, el empresario del teatro, señor
Parrita, logró traer a una compañía de zarzuela foránea, que combinó sus sesiones con
cinematógrafo, como venía siendo habitual. Se trataba de la compañía de don J.
Gutierrez Nieto, que hizo su temporada en el mes de octubre en el teatro Bretón, aunque
acompañada únicamente con piano en las primeras sesiones de abono. No obstante, se
pidió a la Sociedad de Autores de Madrid el archivo musical de las zarzuelas que se
iban a representar, para hacerlas con una orquesta de sexteto. Todo ello fue muy
valorado por los ciudadanos de Logroño. Así lo describr Fray Cirilo:253 Deseamos
suerte al simpático Parrita, pues todo se lo merece una empresa que intenta organizar
espectáculos agradables, buscando siempre el gusto del respetable.

Los espectáculos de zarzuela fueron bien recibidos por la sociedad logroñesa y el


señor Nieto abrió un nuevo abono por veinte funciones más. En algunas de ellas se
incluyeron sesiones de cinematógrafo, mejorando la claridad en las películas gracias al
suministro fluído de corriente contínua de la Electra Recajo, y en otras, además, hubo
secciones de cante, como la del cantador de jotas aragonés Cecilio Navarro. 254 Se
observa un gran cambio respecto a las funciones lírico-teatrales representadas hasta la
fecha, ya que a partir de aquel momento se incluyó la participación de intérpretes como
la artista Marguerite de Dinain,255 Miss. Golden and Jack Chanca, Mr. Rofix El hombre
de la barba de hierro, que sostiene sobre la barba a una señorito y un piano256 o Mr.
Rofix257 o las hermanas Gomez.258 Estos espectáculos de varietés ayudaron a aumentar
la cantidad de público que acudía al teatro, que se había visto disminuido durante los
últimos años.

252
Diario La Rioja. 07-10-1909.
253
Diario La Rioja. 07-10-1909.
254
Diario La Rioja. 28-10-1909.
255
Diario La Rioja. 10-11-1909.
256
Diario La Rioja. 17-11-1909.
257
Diario La Rioja 18-11-1909.
258
Diario La Rioja. 27-11-1909.

173
La Banda de Santa Cecilia también colaboró con esta compañía teatral, que
organizó una función benéfica por los damnificados por el incendio de la zarzuela, entre
los que se encontraban cuatro jóvenes logroñeses que eran profesores de la orquesta de
aquél teatro: Manuel y Fernando García, Patricio Bastida y Luis Jiménez, éste
subvencionado por el Ayuntamiento de Logroño. Esta iniciativa fue muy bien vista y
secundada por el público logroñés.259 El producto del beneficio se invirtió en adquirir
los instrumentos que se perdieron en el incendio del clásico teatro.

La compañía de comedia del señor Montijano abrió el año 1910 en el teatro


Bretón con una temporada de comedias. Tras su breve estancia, actuó en la compañía
de zarzuela Videgaín, que permaneció hasta el 3 de febrero de 1910. Destacó la
colaboración de la tiple riojana Julita Campos, que hizo diferentes papeles en las
zarzuelas El barbero de Sevilla, La viuda alegre y La Tempranica. La última función de
esta compañía fue a beneficio de la citada tiple riojana. Se acababan de realizar la
últimas reformas en la sala, mejorando la luz del escenario, innovación que fue muy
bien recibida por el público.

Para la Pascua de 1910 se esperaba que actuara en el teatro la compañía del señor
Porredón, joven y notable actor, que había escrito a la empresa Bretón de los Herreros,
proponiendo hacer una corta temporada de zarzuela chica por varias capitales del
Norte, incluyendo La Rioja. A pesar de que la empresa ofreció el coliseo con toda clase
de facilidades, finalmente no acudió esta compañía. Sí lo hizo en el mes de marzo de
1910 la compañía de zarzuela dirigida por los reputados artistas Velasco-Jimenez y el
maestro Beltrán, que entró con buen pie en Logroño, con cuatro magníficos llenos en
ambas secciones los dos días de Pascua y permaneciendo en el teatro durante el mes de
abril.

La siguiente novedad teatral tuvo lugar en el mes de julio, al acudir a Logroño una
compañía de ópera, algo muy esperado y que no había sido posible durante los años
previos en el teatro de Logroño. Se trataba de una compañía de ópera infantil italiana,
dirigida por Guido e Arnaldo Fuifi Billand, que interpretó óperas como Sonámbula. La

259
Diario La Rioja. 05-12-1909.

174
viuda alegre, Lucía di Lamermoor. Desde el año 1896, en que la compañía del señor
Bosch había actuado en el teatro con una compañía infantil de ópera, no habían
disfrutado los riojanos de algo parecido, logrando la empresa en que el precio de las
localidades fuese lo más barato posible, siempre teniendo en cuenta que se trataba de
una compañía de ópera. Esta decisión ayudo a que acudiera más gente al teatro que en
las últimas funciones.

La empresa del teatro ultimaba entonces sus gestiones con la compañía que
acudiría para las fiestas de San Mateo. Hizo gestiones con las compañías de los teatros
Español, Comedia y Lara, de Madrid; pretendió traer una magnífica de género chico; se
puso al habla con Arturo de la Riva, Villagómez y otros, y por dificultades e
inconvenientes, no pudo llegar a ver satisfechos sus deseos. No fue hasta el 3 de
septiembre cuando se supo que sería la compañía de zarzuela de Ricardo Asensio la que
haría la temporada de San Mateo en el teatro Bretón. Hacía cinco años que no se
representaba zarzuela en las fiestas patronales, ya que durante los últimos años habían
sido compañías de comedia las que habían visitado el teatro durante estas fechas. Esta
vez, la empresa se vió privada de abrir abono de temporada, por exigir la Sociedad de
Autores cierto número de representaciones en varias obras de estreno, y ser imposible
variar a diario todo el programa. Sin embargo, los señores abonados a la última
temporada tuvieron reservadas sus localidades hasta las doce del día de la función. Se
hicieron dos secciones sencillas a las siete y nueve de la noche, y una doble a las diez y
media. Tras alargar su temporada, el día 2 de octubre se despidió definitivamente la
compañía de Ricardo Asensio, registrándose llenos en el coliseo, en cuya sala se habían
realizado recientemente algunas reformas: los pasillos y el vestíbulo habían sido
pintados, los radiadores para la calefacción habían sido instalados y en los retretes se
habían mejorado las condiciones higiénicas.

Solo pasaron seis días sin espectáculo lírico-dramático en el teatro. El día 8 de


octubre debutaba la compañía de zarzuela de Gutierrez Nieto y Portela, que debutó con
gran éxito en el teatro. El publicó acudía con gran interés a las diferentes secciones, que
iban acompañadas de conematógrafo, exhibiéndose en cada una de ellas 500 metros de
película. La temporada de la compañía en el coliseo de Logroño duró tres meses,
finalizando el 8 de enero de 1911 con tres finciones a beneficio de Herminia Molina,
Carlota Paisano y el señor Marco.

175
El primer día del año 1911, estando actuando en el teatro riojano la compañía de
Gutierrez Nieto y Portela, fue contratada Fátima Miris, genial artista, émula de Frégoli.
Fátima Miris era el nombre artístico de María Frassinesi, la actriz, cantante y
transformista italiana. Cuando todavía era una niña acudió a un espectáculo de Leopold
Fregoli, lo que le llevó a seguir sus pasos con éxito. Destacaba su habilidad de
transformación que le permitía cambiar en segundos, la caracterización del personaje
que iba a interpretar, cambiando el tono de voz, ropa y todo tipo de accesorios.

Tras haber actuado en Bilbao y Santander, cosechando grandes éxistos, debutó la


sin par transformista el día 10 de enero en el coliseo de Logroño, donde dió dos
representaciones más los días 11 y 12. La orquesta, por haberlo expresado así Fátima
Miris, fue reforzada con valiosos elementos. La genial artista, violentando su
costumbre, accedió a dar en Logroño dos funciones cada día, como venía siendo
costumbre en las funciones teatrales que se celebraban en el coliseo. Llevó al teatro
director de orquesta –su padre, quien había escrito los arreglos musicales de las obras-,
administrador, secretario, director de escena, maquinistas, electricistas, peluquero,
modistas, ayudantes de escenario, pintores y escenógrafos. El programa fue el
siguiente:260

Primera parte:
- Sinfonía por la orquesta
- Fátima Miris (marcha)
- Fruttarella
- La princesa divina (64 transformaciones en 20 minutos)
Segunda parte
Arreglo de la popular zarzuela La Gran Vía. Caballero de Gracia, guardias y
ratas. Siempre Fátima Miris.
Tercera parte
- París Concert
- Bebé virtuoso musical
- Labelle Salamitos
- La risa personificada
- El tenor Caruso
- La estrella española.

260
Diario La Rioja. 09-01-1911.

176
La actuación de Fátima Miris creó gran expectación ante los riojanos, cuyos
gustos cambiaban con los tiempos y se adaptaban a las modas. No obstante, la empresa
del teatro continuaba en sus intentos de contratar a nuevas compañías artísticas para el
deleite de la sociedad logroñesa. La previsión para los comienzos del año 1911 era que
acudiera el teatro Bretón de los Herreros la compañía del señor Simonetti, que había
actuado en el coliseo riojano en septiembre de 1905. Sin embargo, al anticipar el
términio de su campaña en Zaragoza, se dirigió a Valencia, quedando anulado el
contrato estipulado por la empresa de Bretón de los Herreros. Esta baja trató de cubrirse
anticipando su debut la compañía de comedia del señor Porredón, que se esperaba para
el mes de enero, pero una vez más, falló la visita de esta compañía. De igual modo
ocurrió con la compañía de zarzuela de Enrique Lacasa, a quien la empresa del Bretón
de los Herreros tenía previsto dar a conocer para las fiestas de San Mateo, con doce
funciones de zarzuela y cantantes como Hervás, Figuerola y Severini, pero finalmente
no se llegó a un acuerdo.

Sí se llevó a cabo el contrato de la compañía de zarzuela y opereta españolas de


los señores Rodríguez y Benlloch, que actuó en el teatro riojano tras su estancia en el
teatro Gayarre de Pamplona. La compañía hizo una temporada brillante, logrando llenar
el teatro en la mayor parte de sus representaciones, lo que unido a los éxitos de las
compañías que habían actuado en el escenario del teatro Bretón durante 1910, podía ser
una muestra de que la recuperación de la zarzuela en Logroño comenzaba a ser un
hecho.

Pero no fue así y tras la compañía de Rodríguez y Benlloch en marzo de 1911, no


actuó otra compañía lírico-dramática en el teatro durante el resto del año. El
cinematógrafo y los espectáculos de varietés se hicieron los protagonistas de los
escenarios del teatro de forma clara a partir de 1911. Los tiempos estaban cambiando, y
con ellos, las modas, siendo un hecho común el de intercalar secciones de
cinematógrafo en las sesiones de zarzuela. Incluso en los momentos en que no se
encontraba ninguna compañía actuando en el teatro, el coliseo abría sus puertas para dar
sesiones de cinematógrafo, generalmente los jueves y domingos. Una de las empresas
que daba sesiones de cinematógrafo fue la del señor Rocamora, que en algunas
ocasiones combinaba las películas cinematográficas con números de varietés.

177
A su vez, la moda fue ver actuar a las cupletistas del momento. Tras no llegar a
un acuerdo con la compañía de zarzuela de Enrique Lacasa para las fiestas de San
Bernabé de 1911, tuvo lugar el debut de las hermanas Pilar y Luisa de Vigné, que
recientemente habían actuado en los teatros de Madrid. Se celebraban secciones a las
seis, siete, nueve y media y diez y tres cuartos de la noche, tomando parte en todas ellas
las aplaudidas divettes, intercalando proyecciones cinematográficas.

Se estaba asentando en España, y por consiguiente en Logroño, el género ínfimo,


un espectáculo con cupletistas, bailarinas, letra y música pegadizas y fáciles de corear
por el público. No era algo digno del coliseo y de hecho, las impresiones del público no
eran nada favorables a este tipo de representaciones. Sin embargo Fray Cirilo reconoce
que la empresa estaba en su perfecto derecho contratando para el teatro que tenía un
arrendamiento al artista o artistas que más le interesara, aunque lamentase que no se
hiciera arte, que era lo que realmente daba da dinero, aunque se creyera lo contrario.

Por ello, eran muy valorados por los cronistas de prensa, los conciertos que se
celebraban en el Bretón de los Herreros, como el que interpretaron Elena Fons, Fortea,
Elías y Báscones. No siendo ni mucho menos un espectáculo superior al ofrecido en
nuestro teatro, nos seduce algo más ¡claro es!, que las secciones permanentes de cine y
varietés.261

Los músicos aficionados riojanos prepararon durante algunos meses una función
benéfica que finalmente se celebró en el teatro Bretón de los Herreros el 28 de junio de
1911. Se pusieron en escena las zarzuelas El trébol y De regia estirpe (estreno) y el
monólogo A mi pueblo, escrito expresamente por don Ramón de Castro para el
aplaudido barítono riojano don Severo Uliverri, que en dicha función se presentó a sus
paisanos. Los intermedios fueron amenizados por el cuarteto Calleja, recién llegado de
Argentina, y en la interpretación de dichas obras tomaron parte aficionados de la
localidad, amigos del beneficiado.

Sin embargo, este tipo de conciertos fueron muy poco frecuentes durante los
primeros años del siglo XX. A partir del año 1911, con la inauguración del Trianón

261
Diario La Rioja. 27-06-1911.

178
Palace de Madrid, se inauguró oficialmente el cuplé. Allí se presentó la entonces
desonocida Aurora Jaufret, más tarde conocida como “La Goya”, que interpretaba
cuplets, tonadillas y habaneras de un joven autor, asimismo inédito en el género Álvaro
Retana.262 Los protagonistas del Trianón Palace de Madrid, también lo fueron del teatro
Bretón de Logroño en el mismo año 1911, en el que acudieron a interpretar una serie de
cuplés acompañados por el sexteto del riojano Juan Vallés, durante las fiestas de San
Mateo. Vemos con ello que el género llegó a Logroño, esta vez con menos retraso que
otros géneros procedentes de la capital española. Se trataba de una música fácil de
entender por un público poco educado musicalmente y que disfrutaba con este tipo de
espectáculos. No obstante, se considera que a partir de 1911, con La Goya, el género
cuplé dio un giro: lo que hasta entonces se había considerado género ínfimo, pasó en
aquellos momentos a convertirse en teatro de variedades.

Pasados los años de la Bella Época, la Caja de Ahorros municipal de Logroño


quebró y el teatro fue comprado por la firma conservera riojana “Trevijano e hijos” en
1917, quienes financiaron una nueva reforma en el año 1921.263

Entre los años 1923 y 1930 el empresario Hipólito Bergasa arrendó el teatro, para
a partir de 1930 y hasta 1936 hacerse cargo de él C.I.R.S.A. –Cine Rioja Sociedad
Anónima. A partir del año 1936 el escenario del teatro se llenó con funciones patrióticas
y proyecciones de películas nacionales. Finalizada la Guerra Civil, la oferta teatral se
diversificó entre otros espacios, pero ello no mermó la actividad del Bretón, que se
dedicó a acoger a las grandes Compañías Nacionales y a proyectar los mejores estrenos
cinematográficos.

En el año 1951 se realizaron importantes reformas que afectaron principalmente a


la estructura y capacidad de la sala y también a su distribución interior, ofreciendo
durante esta década importantes obras de ópera, espectáculos musicales y teatrales.

La noche del veinticuatro al veinticinco de enero de 1979, un incendio, que se


inició en la parte alta de la zona de escenario causó daños irreparables en prácticamente

262
LÓPEZ RUIZ, J. M.: Aquél Madrid del cuplé. Madrid, Editorial el Avapies S.A., 1988, pag. 13.
263
BERMEJO MARTÍN, F.: La II República en Logroño. Ocio y espectáculos. Logroño, Editorial Piedra
de rayo, 2009, pag. 51.

179
la totalidad del edificio. Hasta esa fecha la actividad del teatro se había mantenido
ininterrumpidamente, dando cabida a todas las compañías del país y a todos los
intérpretes de la época.

En el año 1986 se iniciaron las obras de reconstrucción del edificio y el 22 de


mayo de 1990 el nuevo Teatro Bretón de los Herreros fue inaugurado por S.A.R. la
Reina Doña Sofía, siendo desde aquel momento un Teatro Público, de titularidad
municipal, con una actividad teatral, musical, coreográfica y cinematográfica
ininterrumpida. Dicha actividad lo ha convertido en el eje del panorama cultural riojano
y en uno de los centros de exhibición importantes de nuestro país.

Teatro Moderno
La historia de este teatro fue breve, pero brillante a la vez. Fue construído en la
calle Vara de Rey y comenzó su actividad musical en junio de 1901 mientras se
realizaba la gran reforma del Teatro Principal, llenando así el vacío teatral que dejaba
este teatro y respondiendo por lo tanto a una necesidad de la población riojana. La
información que se da sobre este teatro en prensa es poca:

Se construyó para C. Zoilo Zorzano (…) por el conocido industrial logroñés D.


Hipólito Bergasa, (…), un bonito teatro de madera y lona, pintando sencillas pero
bonitas decoraciones don Carmelo Apellaniz264.

Con la visita al Teatro Moderno de la primera compañía de zarzuela Gil y


Camacho, se comunica la fusión del empresario y fundador de este teatro con la
sociedad constituida para crear otro, ganando en capacidad y sitio. Este teatro es
considerado “de verano”, y gracias a su construcción, los ciudadanos logroñeses
pudieron disfrutar de representaciones de zarzuela hasta que se abriera el de “invierno”,
mientras el Principal estaba cerrado por la reforma que se estaba llevando a cabo.

El nuevo Teatro Moderno se situó en el solar de lo que fue almacén de don Adrián
Platas, en la calle de la Estación (actual Avenida de La Rioja), pared con pared con el
hotel Comercio, la fonda París y los Cafés de la Habana y Suizo, y fue equipado de más

264
Chapel Andri, guía de la provincia de Logroño por P. Bernabé Peña, tomo IV, Logroño, Liberia de los
hijos de Merino, 1901, pag.127.

180
comodidades y un rudimentario sistema de calefacción para pasar el invierno. Este
teatro “de invierno” se reestrenó tal y como estaba previsto en la segunda quincena de
septiembre, concretamente el día 19, casualmente el mismo día que se había inaugurado
veintiún años antes, con el inolvidable Catalina, el teatro Quintana (Bretón de los
Herreros).

La inauguración del Teatro Moderno corrió a cargo de la Compañía de zarzuela


Gil y Camacho, que en principio cerró la temporada inaugural en el mes de julio de
1901, en el primer local anteriormente citado. Seguidamente se comunicó la disolución
de la compañía de este teatro, por lo que la empresa, deseosa de complacer a sus
favorecedores, buscó como solución prolongar la temporada de zarzuela chica. A la vez
que el empresario del teatro Moderno solucionaba el problema de disolución de la
compañía teatral, negoció lo que sería un acontecimiento musical, intentando que el
reputado maestro Wohile que dirigía la gran compañía de ópera que subvencionaba el
ayuntamiento de Pamplona, llevara a su compañía durante tres noches al teatro
Moderno. La circunstancia de hallarse de paso facilitaba un espectáculo nunca visto en
Logroño. Traía 35 profesores del teatro Real de Madrid y del Liceo de Barcelona como
las sopranos señorita Rosa Vila y Anita Casals, mezzo-soprano señorita Ermina Richter,
tenores Iribarne y Morera, barítonos Clevería, Puiggener y Delor, bajos Saccardi y
Dabol y bajo cómico señor Borgioli.

Como era difícil conseguir el presupuesto de esta compañía aumentado por la


circunstancia de los elevados derechos de estreno, sólo hubiese sido posible con una
ayuda del Ayuntamiento que, como era de esperar y a juzgar por lo indotado que debía
estar, no fue posible. Se mantuvo la compañía de Gil y Camacho hasta el 20 de julio,
cerrando con ello sus puertas el teatro de verano.

La sociedad logroñesa estaba deseosa de conocer y disfrutar de actos musicales de


calidad, pero las circunstancias económicas del momento no siempre permitieron que
esto se cumpliera. Así lo reflejaba Fray Cirilo, cronista musical del diario La Rioja: 265
Si hubiera quien tuviera iniciativas para asociarse buscando sólo el deseo de darnos un

265
Diario La Rioja. 11-08-1901.

181
espectáculo que nos elevara en el concepto de ciudadanos cultos, la empresa del
Moderno cedería su local. Lo malo será que quede como una aspiración utópica.

A partir del mes de agosto de 1901, la empresa del Teatro Moderno gestionó con
varias compañías como la de Giovannini con su opereta cómica, la compañía Berges
con la zarzuela seria y la de Angolotti, Gil y Pinedo para la zarzuela chica. Finalmente
fue la compañía del señor Berges la que aceptó la propuesta de realizar una temporada
zarzuelística en el teatro Moderno durante la primera quincena del mes de octubre,
inaugurando el local “de invierno” habilitado para las funciones artísticas. Esta
compañía procedía del teatro de la zarzuela de Madrid y estaba dirigida por el tenor de
zarzuela Eduardo García Berges. Nacido en 1852 en Zaragoza, fue en 1867 al hallarse
en Madrid para emprender estudios de arquitectura, cuando comenzó su afición musical
formando en el coro del Teatro de la Zarzuela y organizando estudiantinas, en las que
cantaba y tocaba la flauta y otros instrumentos. Formó parte desde 1874 de la compañía
del Teatro Apolo como partiquino, debutó en el Circo de Paul con la zarzuela y se
estrenó como primer tenor en La Habana en 1876. El éxito de Berges deparó en que, al
regresar a España en 1880, ya pudiera formar su compañía propia de zarzuela, con la
que recorrió el país. Berges buscó revitalizar el género programando un vasto repertorio
en el que no faltó la zarzuela grande. Así se reflejó en las representaciones de zarzuela
en Logroño, que fueron Camapanone, El juramento, La bruja, El salto del pasiego, El
barberilloo del Lavapies, Jugar con fuego y La tempestad.

La siguiente compañía que visitó el teatro Moderno fue la compañía de zarzuela


chica de los señores Rafael Bolumar y Mariano Taberner, cuya primera función fue el
día 26 de octubre, permaneciendo en el teatro hasta el 10 de noviembre de 1901. El día
siguiente de su despedida, debutó en el teatro la compañía del señor Carral, que
intepretó varias comedias y algunas zarzuelas, finalizando su temporada el 17 del
mismo mes. Le siguió en el mes de diciembre la compañía de género chico del señor
Bolumar, que se mantuvo hasta el 8 de enero de 1902.

A partir del 11 de enero de 1902, con la reapertura del nuevo Teatro Bretón, se
reparten en Logroño las representaciones de comedia, zarzuela y ópera entre los dos
teatros existentes en la ciudad: Bretón y Moderno. No obstante, las principales

182
compañías de zarzuela acudirían a partir de entonces al recién abierto teatro Bretón de
los Herreros.

El Teatro Moderno había tenido especial protagonismo en la ciudad mientras el


Teatro Bretón estaba en obras. La sociedad riojana necesitaba contar con un centro
teatral al que acudieran compañías de zarzuela, ya que estaban acostumbrados a ello, y
el empresario del moderno supo realizar su labor gestora para que así fuera, a pesar de
que los tiempos comenzaban a ser difíciles económicamente. Sin embargo, una vez
reinaugurado el Bretón, el protagonismo a nivel zarzuelístico volvió a este teatro, y el
Moderno pasó a considerarse un espacio de segunda clase. A menudo se aprovechaba el
momento en que no había representaciones en el Bretón, para organizar
representaciones en el Moderno, ya que si no, era sabido que los ciudadanos que iban a
adquirir abono de temporada lírico dramática lo harían en el Bretón.

En realidad no se observa rivalismo entre ambos teatros, siendo los empresarios


respetuosos con las veladas artísticas que en cada uno de ellos se estaban celebrando.
Así lo muestra este artículo del diario La Rioja, que hace referencia a la nueva empresa
de variedades que va a actuar en el teatro Moderno:266

Habiendo llegado el cinematógrafo y la mariposa de colores, primeros elementos


que constituirían el espectáculo de variedades que se propone explorar la empresa,
parecía natural que desde anoche se abriera el amplio salón en que se ha transformado
el patio de butacas.
Pero podría interpretarse como una falta de cortesía para los artistas del otro
coliseo que mañana terminan su campaña, y como no es tal el pensamiento de la
empresa del Moderno, demoran hasta el martes su apertura.
Únicamente esta tarde, después del baile, darán un par de sesiones de Wargraph
mágico con el cinematógrafo finalizando con la escultural Mujer Arco Iris por la bella
joven Mis Nardynce con sus brillantes trajes de colores luminosos.
Entre los artistas contratados figuran un hábil prestidigitador, la hermosa Mis
Dorina, coupletistas, y una artista que dará a conocer un espectáculo muy solicitado de
un tiempo a esta parte.

266
Diario La Rioja. 26-01-1902.

183
Los espectáculos de varietés fueron los espectáculos más frecuentes en este teatro
a partir de 1902. En ellos se incluían actuaciones de cupletistas, ilusionistas y
cinematógrafo. Sin embargo, la primera fase de apertura del teatro Moderno, fue muy
corta. Si optaba por abstenerse a dar funciones mientras éstas se celebrararan en el
teatro Bretón, tenía pocas posibilidades de encontrar protagonismo. Por ello, el
empresario del Moderno, aprovechando un momento de descanso en el otro teatro,
organizó un programa de despedida con ejercicios nuevos por parte del Wargraph, la
Miss Nardynce la mariposa luminosa, el barón de San Marcial, la coupletista Mis Dora
y dos pulgas, cantadas sucesivamente por Mis Dorina y Mille de France.

Los días siguientes se invirtieron en preparar los bailes de Carnaval, que fueron
muy exitosos en este teatro en 1902, por la tradición adquirida en años anteriores, a
pesar de celebrarse a la vez en La Amistad y La Fraternidad: 267

El salón del teatro Moderno está llamado a ser el centro de concurrencia de los
adoradores del dios Momo, pues ateniéndonos a la inclinación de la gente bulliciosa en
años anteriores, desfilará por aquél céntrico paraje, en los ocho bailes que amenizará
la Banda de Bailén, alternando con la civil.

A partir de esta fecha, no tuvimos más noticias de este teatro hasta diez años más
tarde. El 31 de octubre de 1912, el director y propietario del periódico la Rioja,
Francisco González Zaporta solicitó en el Ayuntamiento de Logroño la construción de
"una casa y un salón teatro" en la calle de la Imprenta y en la calle Marqués de San
Nicolás, a la vez que presentó los planos del proyecto realizado por el arquitecto
Quintín Bello. Este espacio de ocio de tres plantas, con fachada y entrada principal por
la calle La Imprenta, se inauguró el 18 de septiembre de 1913. Su ubicación no tiene
nada que ver con la del anterior teatro Moderno creado en junio de 1901 en la calle Vara
de Rey, ni con el segundo emplazamiento de este teatro en septiembre de 1901 en la
calle La Estación. Sin embargo, se decidió llamar a este nuevo espacio teatro Moderno,
en el que continuaron a partir de 1913 los espectáculos variados: algunas comedias y
sainetes frente a numerosos espectáculos de variedades, actos benéficos, festivales de la

267
Diario La Rioja. 02-02-1902.

184
jota y sobretodo, cinematógrafo. Es lo que denominamos la segunda vida del teatro
Moderno, cuya actividad comenzó al finalizar la Bella Época y se mantuvo a lo largo
del siglo XX, a la vez que lo hizo en el Bretón de los Herreros. Hoy en día, el Moderno
sigue en pie, aunque transformado en los actuales “Cines Moderno” y manteniendo una
actividad de ocio que comenzó en la Bella Época, el cine.

Podemos considerar que en Logroño hubo un solo teatro durante la Bella Época:
el Teatro Principal o Teatro Quintana, denominado Teatro Bretón de los Herreros tras la
reforma realizada al comienzo del siglo XX. Este espacio, altamente demandado por la
nueva sociedad burguesa que se había formado en Logroño en la Restauración, se creó a
la vez que otros similares en capitales provincianas. Es el caso del teatro Arriaga,
construido en Bilbao en 1890 o el teatro Campoamor de Oviedo, cuna de la afición
operística asturiana, construido en 1892.

La finalidad de la construcción del teatro Moderno fue mantener a comienzos del


siglo XX, el espacio de ocio preferido de los riojanos durante las últimas décadas del
XIX, que en aquél momento permanecía cerrado por reformas. La creación del Moderno
daba respuesta así a una necesidad social, llenando el vacío teatral que dejaba el teatro
Principal. Sin embargo, su permanencia no podía durar mucho en unos años que se
tornaban difíciles económicamente. La pérdida en 1898 de las últimas posesiones
coloniales de ultramar, después de 400 años de dominio, causó tal desolación en la
sociedad española de la época que se consideró uno de los periodos más negros y
signicativos de la historia de España. A nivel cultural trajo consigo un descenso en el
movimiento artístico, cuya recuperación no llegó a producirse del todo, con la crisis de
comienzos del siglo XX en La Rioja. Tras el auge de compañías lírico-dramáticas en la
década de los ochenta y comienzos de los noventa, la actividad teatral pasó a los cafés
en los años previos a la guerra, regresando al teatro durante los primeros años del siglo
XX, pero con una cantidad de representaciones muchísimo menor. La construcción de
un teatro de nueva planta, que había sido tan necesario treinta años antes, se vió a
comienzos del siglo XX como un espacio difícil de llenar por el público logroñés. Los
propios empresarios eran conscientes de estas circunstancias, y durante los meses en
que ambos teatros, Bretón y Moderno, permanecieron abiertos a la vez, no se
arriesgaron a dar representaciones en un uno mientras se daban en el otro. Un teatro fue

185
suficiente para una sociedad riojana afectada por la crisis del momento, a lo que se unía
una educación musical muy limitada.

Fue la creciente clase burguesa la que impulsó la construcción de los espacios


teatrales, llegando a convertirse en una necesidad durante la segunda mitad del siglo
XIX, ya que formaba parte de la educación de la sociedad, a la vez que suponía una
reforma de sus costumbres. Los nuevos burgueses veían en el teatro un espacio que
simbolizaba a una población civilizada y educada. Era, por lo tanto, un signo de
progreso.

Sin embargo, la sociedad riojana no estaba preparada para ir a divertirse con un


tipo de espectáculo que en muchas ocasiones no entendía y en otras incluso le aburría.
La educación musical era la base necesaria de la que partir para comprender los
espectáculos de ópera, zarzuela o intrumentales que se celebraban en el teatro. Pero en
Logroño, la única formación con la que se contaba en la época eran las pequeñas
academias y escuelas de música, dirigidas por los músicos aficionados de la ciudad
como Hipólito Rodríguez, Antonio Serrano, Delfín Gómez y Juan Vallés. En realidad,
acudir a representaciones de ópera y zarzuela era un medio de educación musical, pero
cualquier ciudadano de clase media no podía permitirse comprar un abono para estos
espectáculos. Sí lo hacían algunos, durante las fiestas locales, fechas en las que no se
concebía el espacio teatral sin espectáculos lírico-dramáticos, tratándose casi más de
una tradición festiva y de ocio, que por apreciar una obra artística. Por ello, gran parte
de la sociedad riojana prefirió acudir a divertirse a los cafés, lugares más accesibles en
los que podían disfrutar de espectáculos sencillos y más económicos a los que podían
acceder sin problemas permaneciendo en estos espacios varias horas de la tarde a la vez
que disfrutaban de los espectáculos que allí se daban, acompañados de un café u otra
consumición. Los cafés fueron realmente espacios de ocio, frente al teatro, espacio de
nivel superior que implicaba una formación cultural de la que carecía gran parte de la
sociedad riojana.

Por lo tanto, aunque no llegó a haber competencia entre los dos teatros de
Logroño –Bretón y Moderno-, sí que la hubo entre el teatro Principal y los cafés de la
ciudad, durante aquellos años en los que los cafés del Siglo y Universal se
transformaron en cafés teatro. A diferencia de lo que ocurrió en otras ciudades

186
españolas, en Logroño las funciones de Teatro por Horas de los cafés, coexistieron con
las funciones teatrales del coliseo, produciéndose cierta competencia entre ambos
espacios.

Si profundizamos en los géneros cultivados en el espacio teatral, podemos


observar la gran presencia de zarzuela, especialmente de zarzuela chica, género en auge
durante los últimos años del siglo XIX, frente a la mínima presencia del género
operístico. Este hecho responde no solo al alfabetismo musical, sino también a una
cuestión de clase social. Las clases más favorecidas como la aristocracia prefieren el
espacio operístico, mientras la clase media se decide de manera clara por la zarzuela.
Bien es cierto que también hubo un acercamiento del público más popular a la ópera,
quienes ocupaban las localidades más baratas en la zona llamada “paraíso”, situado en
las butacas próximas al techo en los teatros. No obstante, este público en su mayoría se
limitaba a venerar a los intérpretes.268

Pero el paso de los siglos XIX al XX fue mucho más que un cambio de siglo. La
sociedad estaba cambiando también. A Logroño llegaron los adelantos, a la vez que
surgían nuevos espectáculos como los varietés: forzudos, gigantes, magia, cupletistas,
bailes, artes circenses, acrobacia, vedettes, niños prodigio, animales entrenados,
transformistas, malabaristas, contorsionistas, ilusionistas… además del exitoso
cinematógrafo. El espectáculo de variedades fue un formato de espectáculo nuevo para
la época, que incluía varios de los números artísticos citados. Estos números se
presentaban al público sin seguir una relación argumental ni un orden específico.

Esta variedad de espectáculos adquirió su nombre del original Theatre des


Varietés de Paris, abierto en el año 1790. El éxito de este sistema de espectáculo
determinará su implantación a lo largo del siglo XIX en el resto de Europa, comenzando
por ciudades como Londres o Berlín y continuando posteriormente en España. En
nuestro país, a pesar de su popularidad, inicialmente las artistas de variedades estaban
consideradas a la misma altura que las prostitutas y ‘gente de mal vivir’. La presencia
masculina era prácticamente inexistente sobre el escenario hasta la llegada a España de
la transformista italiana, Leopoldo Fregoli que actuó en el teatro Apolo de Madrid en el

268
HERRERO, F.: La ópera y su estética (para una práctica escénica), Madrid, Musicalia. 1983, pag.
72.

187
año 1897, siguiéndole numerosos imitadores en diferentes ciudades españolas como
Logroño durante la primera década del siglo XX. Estos artistas fueron generalmente
bien considerados hasta 1933 en que el gobierno conservador de la república lo definió
como una manifestación inmoral del arte, la prohibición se levantó, pero con la llegada
de la dictadura se prohibió definitivamente hasta finales de los años 60. Muchos actores
murieron en la indigencia.

Relacionados con los espectáculos de varietés encontramos el debut de las


primeras cupletistas en España y a continuación en Logroño. Aunque el origen de este
género lo podemos encontrar en las tonadillas del siglo XVIII, fue a finales del siglo
XIX, con la influencia de los espectáculos franceses, cuando evolucionaron las
tonadillas tradicionales, naciendo así el cuplé. Las primeras obras de las cupletistas
fueron de tono picante, sin embargo, a partir de la aparición de La Goya en 1911, estas
obras se volvieron decentes y se conviertieron en un verdaderos espectáculo para todos
los públicos. Al teatro de Logroño, el género cuplé no tardó en llegar, con la actuación
en las fiestas de San Mateo en 1911 de Aurora Jaufret “La Goya”, quien había
inaugurado este nuevp género en el Trianón Palace de Madrid en el mismo año. A esta
famosa cupletista, el compositor riojano Carmelo Diez Gessner dedicó una jota
interpretada al piano, que ha quedado analizada en el último capítulo de este trabajo.

Con el fin de la Bella Época, el cuplé llegó a Logroño convertido en un género de


variedades, acorde con las modas del momento y que atrajo a gran cantidad de
ciudadanos poco educados musicalmente que se dejaban llevar por las modas del
momento.

3.4. LA CRÍTICA MUSICAL

Considero importante dedicar un apartado a la crítica musical, que nos sirve como
reflejo de la vida musical del Logroño de la época. El XIX es el siglo en que la crítica
alcanza su máximo esplendor, cuando aparece la música en los diarios de la época y
surgen algunas revistas especializadas. Siguiendo a Emilio Casares, el triunfo del
liberalismo significa, entre otras cosas, el reconocimiento de la libertad de expresión
(…) los periódicos pasaron de ser noticieros a periódicos con una destacada presencia

188
de textos literarios, doctrinales o polémicos, y en ellos comienza a aparecer la música
con bastante fuerza.269

Las fuentes hemerográficas son la fuente prioritaria para entender y analizar el


siglo XIX. A través de la crítica podemos seguir el día a día del ambiente musical del
momento, con los testimonios sobre las obras y sus autores, así como la respuesta del
público y otros aspectos. Gracias a estas fuentes es posible descubrir pequeños detalles
que no aparecen generalmente en los tratados de historia, porque son exclusivos del
artículo de prensa y transmiten los acontecimientos con naturalidad. La prensa utilizada
en mi investigación ha sido la siguiente:

- La Rioja. Diario político.


- La Ilustración de Logroño. Ciencias, artes y letras.
- El Diluvio. Festivo Ilustrado.
- El Zurriago. Satírico.
- La Jota. Satírico y literario.
- La caricatura riojana. Festivo.
- El indicador Logroñés. Anuncios.
- Rioja Ilustrada.
- Rioja Ilustrada y deportiva.

El diario La Rioja ha sido una fuente fundamental de mi investigación, por ser el


más completo de todos, además de ser publicado diariamente. Su director y propietario
fue el periodista González Zaporta, uno de los logroñeses más influyente en las décadas
finales del XIX y las primeras del siglo XX. Sus crónicas y editoriales en este periódico,
orientaron la política, la economía y la vida social de la ciudad durante muchas décadas.

Aparece el 15 de Enero de 1889, por lo que he podido extraer desde esa fecha,
todas las noticias relacionadas con la música en la ciudad de Logroño. Es en la página
segunda y con títulos como Apuntes al vuelo o Desde la platea, donde se informa de los
acontecimientos musicales, detallando las compañías que visitaron la ciudad, con sus

269
CASARES RODICIO, E.: La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995, pag. 55.

189
cantantes y el programa con las obras que se interpretaban. El primer año estas noticias
aparecían dentro de la Sección de NOTICIAS, pero a partir del 11 de Noviembre de
1890 empezaron a tener una sección propia con el título TEATRO. Firmaba los
artículos con nombre de Fray Cirilo, el autor cuyo nombre real era Zoilo Zorzano y
Gómez. Es a partir de junio de 1891 cuando alterna este epígrafe con MENESTRA,
donde se mezclaban noticias teatrales con otras relacionadas con otras de sociedad,
especialmente con el mundo artístico, como los conciertos de las bandas, bailes en
salones, actuaciones en cafés o los éxitos de músicos riojanos en otras capitales. A partir
del año 1900, al comenzar la reforma del teatro Principal, distingue dos partes dentro de
la sección MENESTRA: la primera es TEATRO MODERNO, donde realiza las críticas
de las obras representadas en éste, así como los títulos de próximas representaciones, y
la segunda BRETÓN, en la que se concretan las novedades sobre la reforma que se está
llevando a cabo. Al tratarse de unos años con gran actividad en diferentes espacios
musicales, se distinguen otros epígrafes como GRAN CASINO, CÍRCULO
LOGROÑÉS, BAILES DE CARNAVAL y otros similares. Un nuevo cambio en el
epígrafe de prensa se produce en el año 1906, al denominar a éste CINEMATÓGRAFO,
que incluye, como su resumen superior indica, noticias relacionadas con el Teatro, el
Centro Artístico, Baile, Banda y otros asuntos de sociedad no relacionados con el
mundo artístico como Huelga, Natalicioo Boda. Este apartado de prensa, cambia su
nombre a partir de 1910, denominándose REVOLTILLO, donde encontramos las
mismas noticias variadas, siendo gran parte de ellas relacionadas el ocio y la música. A
partir del citado año, se encuntra en la prensa, además, un apartado denominado
“Espectáculos”, en el que se comentan los diferentes que se han celebrado, clasificados
en “Teatro”, “Circo”, “Concierto”, “Cine”, “El paseo”, “La velada” o “Los bailes”.

El resto de periódicos y revistas han servido de gran aportación para contrastar,


cruzar y completar la información encontrada en La Rioja, aunque cada uno de ellos se
publicó durante diferentes años del periodo estudiado, y con menor periodicidad.

A pesar de ser la Rioja el periódico del que más información he podido obtener,
fue más antigua la publicación de la revista quincenal La Ilustración de Logroño. Esta
revista se publicó de forma quincenal desde el mes de abril hasta el de septiembre de
1886 y estaba dirigida por Don Ildefonso Sicilia. Tenía como escritores a Don Ildefonso
Zubía, Don Galo Gómez de Segura, Don Amós Salvador y Rodrigañez y Don Pedro

190
Font, quienes firmaban sus artículos como “El padre Cantalaplana”, “Soltero de
encargo”, “Un revistero más” o “Un riojano”. Encuadrada en los ámbitos de Ciencias,
Letras y Artes, las noticias sobre música aparecían relatadas en el apartado denominado
“Crónica local”, en el que los escritores citados relataban los acontecimientos artísticos
del momento.

A partir de 1886 el siguiente periódico que se publicó, cronológicamente


hablando, fue El Diluvio, semanario festivo ilustrado que se publicó semanalmente
durante los años 1897 y 1898, que ha aportado gran cantidad de información a este
trabajo.

Coetáneas a El Diluvio, encontramos la publicación de tres revistas en las que se


hacía pequeñas referencias a los acontecimientos musicales del momento:

- El Zurriago, periódico satírico, crítico y literario que se publicó los jueves y


domingos durante el año 1897.
- La Jota, periódico satírico semanal ilustrado, publicado durante el año 1897.
- La Caricatura Riojana, periódico festivo dirigido por Don Ismael Pérez
Acosta, que se publicó todos los domingos durante el año 1898.

Tras ocho años en los que solo contamos con la información transmitida por el
diario La Rioja, encontramos la publicación de El Indicador Logroñés, que en realidad
es una guía anual de la información de la ciudad de Logroño y sus servicios, publicada
durante 1906 y 1907.

Especialmente importantes han sido las aportaciones de La Rioja Ilustrada, a


pesar de la corta vida de este periódico: 1907-1908, y su publicación semanal. Dirigido
por Sabino Ruiz, que es a la vez impresor, junto con su socio el Sr. Martínez, este
periódico se ocupaba del ocio de los riojanos, especialmente de sus fiestas locales, San
Mateo y San Bernabé. Además, tiene una sección que trata la información de
representaciones teatrales.

191
Posterior a este periódico, he de mencionar La Rioja Ilustrada y deportiva, revista
semanal, publicada los domingos durante el año 1912, dedicada a deportes, literatura y
teatro.

A todos ellos hay que añadir las guías de Logroño y la provincia, anuales, escritas
por Policarpio Bernabé Peña, Chapel-Andri.

192
CAPÍTULO 4: COMPAÑÍAS ARTÍSTICAS

193
La industria teatral durante la Bella época funcionaba a pleno rendimiento y a
juzgar por la copina nómina de autores, compañías y artistas, podemos considerar que
se trataba de un gran negocio. Ello se reafirma si atendemos a otros indicadores, como
el número de espacios creados para ello, además de la cantidad de obras estrenadas en
éstos y el aumento de público que acudía a estos espectáculos, más elitista en un
principio y que se fue haciendo más heterogéneo con el paso de los años, al surgir otras
alternativas a la ópera y la zarzuela grande, como fueron el género chico y los
espectáculos de varietés.

Desde sus orígenes en el siglo XVII, el género de la zarzuela necesitó un


empresario que gestionara los proyectos que se iban a llevar a cabo. Emilio Casares270
explica cómo se trata de un modelo empresarial porque siempre existe un empresario
encargado de llevar a cabo el proyecto bien con un presupuesto regio exclusivo, con
ayuda de la corte o del ayuntamiento, o dentro de un mercado libre que era el que se
aplicaba a los corrales de comedias y otros lugares donde fue existiendo una
organización puramente comercial, que es la que se va imponiendo gradualmente.
Dentro de este ambiente trabajaban las compañías, cuyo nombre lo daba el director y
organizador de éstas, que además constaban de un grupo de actores y actrices
distribuído en categorías y de un grupo de músicos. A medida que avanza el siglo
XVIII, la zarzuela pasó a depender casi exclusivamente del modelo empresarial, pero
fue con la llegada del siglo XIX y la restauración de la zarzuela, cuando la importancia
de las compañías y empresarios aumentó, ya que el género zarzuelístico incrementó de
manera considerable su producción. El modelo de compañía que se estableció entonces
en el teatro Circo de Madrid es el que se ha repetido hasta la actualidad: presidente o
director del teatro, director de orquesta, maestro de coros, jefe de contabilidad,
archivero, primer actor, actores y cantantes y cuerpo de baile. Siguiendo a Casares271, la
relación entre cantante y empresario funcionaba por medio de una compañía estable,
con un sueldo por día de representación y por ello su destino estaba ligado a las
vicisitudes de la empresa y al éxito del repertorio.

270
CASARES RODICIO, E.: Diccionario de la zarzuela. España e Hispanoamérica, Madrid, Instituto
Complutense de Ciencias Musicales, 2002, pag. 525.
271
Ibid., pag. 527.

194
Emilio Casares realiza una clasificación de cuatro variedades de compañías, según
fuese el empresario. La primera es la asociación de varias personas integradas en un
mismo proyecto en el que solía haber músicos, cantantes y libretistas. La segunda se
puede formar en torno a un empresario que no es músico y expone su dinero y
experiencia, como fue el caso de la compañía del señor Cayetano Carasa en el teatro
Principal de Logroño desde 1880 hasta 1900. El tercer tipo son las compañías que se
forman en torno a un compositor de zarzuela más o menos importante, siendo el caso de
la compañía de Guillermo Cereceda que actuó en el teatro Principal de Logroño en
1897. El cuarto tipo son las que se forman en torno a un cantante famoso o un actor o
una pareja de ellos, que es el tipo más abundante, siendo en Logroño las compañías de
José Vallés, José Barta, Julio Ruiz, Manuel Corregel, Manuel Calvo, Juan Colom, Señor
Povedano, Franciso Villegas, señor Lafita, José Barta, Enrique Llorens, Ricardo Cano,
Patricio León, señor Lacasa, Lino Ruiloa y Fernando Viñas entre otros.

Con la llegada del género chico se produjo un gran aumento de la producción


zarzuelística que trajo consigo un aumento del mercado y el inicio del negocio de la
zarzuela. En general, las compañías de género chico eran más pequeñas que las de
zarzuela grande, pero también hubo compañías que se dedicaron a ambos géneros.

Realmente la industria teatral durante la última década del siglo XIX funcionaba
en nuestro país a pleno rendimiento y se trataba de un negocio verdaderamente
provechoso. Basta con observar el movimiento entre compañías, actores y actrices,
directores de orquesta, además de la gran cantidad de público, que abarca cada vez a
más clases sociales, para corroborar tal afirmación. Todo ello se refuerza además con la
gran cantidad de géneros líricos que proliferaron junto a los conocidos y exitosos
zarzuela grande, género chico y ópera, como fueron las varietés, cuplés y otros
espectáculos paralelos.

Aunque fue Madrid la ciudad española en la que la actividad zarzuelística alcanzó


una actividad no conocida hasta el momento, las provincias españolas también tuvieron
gran actividad a través de los numerosos teatros que se construyeron a lo largo del siglo
XIX. Logroño, con la creación del teatro Principal, contó con gran actividad
zarzuelística durante las dos últimas décadas del siglo XIX, que ha podido ser estudiada
en profundidad a partir de la creación, en 1889, del diario La Rioja. Gracias a las

195
interesantes crónicas de los cronistas de este diario, especialmente las de Fray-Cirilo,
quien fue el cronista exclusivo de teatro en éste periódico desde 1893, he podido
realizar un estudio de las compañías que actuaron en los teatros, las obras que interpretó
cada compañía, así como de los intérpretes que formaban parte de su elenco. Estos datos
no aparecen siempre completos, pero gracias a la crítica detallada de cada función, ha
sido posible reconstruirlos. Este cronista proporciona una lectura agradable y detallada,
que incluye a su vez algunos toques de humor y cierta ironía, indicando sus impresiones
sobre la función del día anterior y a continuación los títulos que se interptretarán ese día.
Sus crónicas fueron con el paso del tiempo cada vez más detalladas, criticando en
ocasiones el poco éxito de algunas compañías por haber preparado la función con poco
tiempo, así como los intentos del empresario del teatro para acercar al teatro a
determinadas compañías o el interés de determinadas compañías por actuar en el teatro
de Logroño. Además, se puede observar cómo hablaba de las inconveniencias de
horario de las funciones en algunas ocasiones, la falta de naturalidad en determinadas
representaciones, consejos sobre las obras que debían representarse o incluso críticas
acerca del gran tamaño de los sombreros de los asistentes. Se observan además algunas
quejas por vestuarios y decorados insuficientes, atrezo del teatro defectuoso o servicio
escénico defectuoso. Asímismo hizo referencia a la orquesta del teatro, que consideró
deficiente en numerosas ocasiones, algo que afectaba a la calidad de los espectáculos.

A veces incluía contenidos ajenos a la representación teatral, como las faltas de


respeto del público o el mal estado del edificio. Además, este gacetillero hizo
referencias a la situación teatral española y madrileña en particular. Con toda esta
información, Fray Cirilo se convirtió en intermediario entre el público y el empresario
del teatro o la compañía que estaba actuando en aquel momento. No obstante, a partir
del año 1905, algunas de las críticas musicales fueron firmadas por Montemar,
observándose menor precisión y detalle en sus crónicas, lo que ha dificultado el estudio
exhaustivo de la estancia de algunas compañías en el teatro de Logroño.

Todo ello ha hecho posible reconstruír la vida artístico-musical de los teatros de


Logroño durante un periodo clave de la historia de la música teatral riojana, debido a la
reciente construcción del teatro Principal al que acudieron numerosas compañías
artísticas de diferentes puntos de la geografía española y extranjera, así como al cambio
de las modas que transformó este espacio en un teatro de variedades.

196
4.1. CLASIFICACIÓN DE LAS COMPAÑÍAS ARTÍSTICAS
He considerado útil realizarla clasificación de estas compañías creando una tabla
que incluye: fecha de actuación, nombre de la compañía y su director de orquesta,
elenco artístico, género y nombre del teatro en que actuó cada compañía. En la tabla
aparece la información de las compañías que actuaron en los teatros de Logroño por
orden cronológico.

Posteriormente he dividido el capítulo en los dos tipos de compañías musicales


que actaron en los teatros de Logroño a lo largo de los años que estudiamos: las
compañías de zarzuela y las compañías de ópera. En estos dos apartados he realizado un
estudio detallado de cada compañía, indicando en diferentes tablas las obras que
interpretó cada una y el número de veces que lo hicieron, los autores de las obras,
además de información acerca de ellas, extraida de las críticas de prensa, que facilitan
en muchas ocasiones detalles sobre su preparación, éxito a nivel general y en su estancia
en la capital riojana.

Este estudio nos hace ver el predominio de la representación de zarzuela frente al


de ópera. De las 76 temporadas lírico dramáticas que hubo en los teatros de Logroño
durante este periodo, 60 fueron realizadas por compañías de zarzuela y 13 por
compañías de ópera. Además se dio el caso de tres compañías que combinaron ambos
géneros, que han quedado incluídas con las compañías de zarzuela, debido a su
dedicación casi mayoritaria a este género. Si afinamos más esta información, he de
indicar que fueron 45 las compañías de zarzuela que visitaron el teatro; su número
asciende a 60 tempoaradas por la visita repetida en varias ocasiones de algunas de ellas.
Algo similar sucede en el caso de las compañías de ópera; fueron 9 las compañías que
visitaron nuestro teatro, cuatro compañías de ópera españolas y cinco italianas. La visita
en repetidas ocasiones hace un total de 13 temporadas de ópera citadas. En el caso de
las compañías mixtas, fueron dos las que actuaron en el teatro, actuando una de ellas en
dos ocasiones.

El movimiento artístico descendió de manera considerable durante los primeros


años del siglo XX, en el que se produjo un cambio de mentalidad en la sociedad
española, afectada por el reciente desastre colonial. A ello hay que añadir el momento

197
socio-económico por el que estaba pasando la capital riojana tras la plaga de la filoxera,
que provocó un empobrecimiento económico que afectó de manera clara al desarrollo
cultural. El movimiento de las compañías artísticas entre las provincias españolas
continuó, pero se minimizó de manera considerable. Durante 1903 y 1904 el público
logroñés se diversificó entre las representaicones de teatro lírico del teatro Bretón de los
Herreros y los espectáculos musicales ofrecidos en salones locales como el teatro Teresa
o el Variedades, interpretados por actores locales. A partir de 1904, al cerrarse estos
pequeños teatros, la actividad continuó en el Bretón, pero corrió a cargo de compañías
locales como la del señor Orozco, cuya tradición se había mantenido durante los años
previos al desastre del 98, en los cafés-teatro de la capital riojana. Todo ello queda
reflejado en la siguiente tabla.

198
Fecha Nombre de la Director de Elenco artístico Género Teatro
compañía orquesta
Febrero-Marzo 1889 José Vallés Enrique Guardoso José Vallés. Director y primer actor. Comedia y Principal
Carmen Moreno. Primera tiple. Zarzuela:
Concepción Rodríguez. Característica. género chico
Ricardo Quilez. Tenor cómico.
Francisco Iglesias. Bajo cómico.
Fernando Rodríguez, José Repáraz y Joaquín
Maestro: apuntadores.
Sr. Fiscowich y Sr. Povedano: archiveros.
Junio 1889 Gaspar Garliner Sr. Redondo Sra. Ávila. Tiple. Zarzuela Grande Principal
Sra. Williams. Tiple.
Sra. Espinosa.
Srita. C. Garliner.
Sr. Pardo. Tenor.
Sr. G. Garliner. Director
Sr. E. Garliner. Barítono.
Sr. Brandón.
Septiembre 1889 José Barta Maestro Santiago Amalia Martín Grúas. Primera tiple. Comedia y Principal
Lópe Presentación Torres. Primera tiple. Zarzuela
e Nicolasa Paris. Segunda actriz cómica.
Hipólito Rodríguez Teresa Paris. Primera dama joven.
Concepción Sánchez. Segunda dama joven
Presentación Torres. Primera tiple.
Trinidad Vedia. Primera actriz.
Isabel Galé. Actriz cómica.
José Barta. Director, primer actor cómico.
Eduardo Bermejo. Barítono.
Gerónimo Capa. Bajo.
Antonio Galván. Actor de carácter.
José Gomero. Primer tenor cómico.
 Enrique Gil. Segundo galán joven.
Carlos Miralles. Primer actor.
Eduardo Vigo. Galán joven.
Mayo-Junio 1890 Leopoldo Valentín Srta. Escobar. Primera tiple. Comedia y Principal
Carolina Fernández. Zarzuela

199
Presentación Torres.
Sr. Gamero.
Sr. Olmos.
Sr. Torres.
Sr. Sánchez.
Sr. Osuna.
Sr. Navarro.
Sr. Mas.
Junio 1890 Juan Bosch. Rafael Palop Zarzuela: Principal
Compañía Infantil Juanita Bernabeu Pamias (bailarina) género chico
Agosto 1890 Guelfo Mazzi Enriqueta de Baillón. Tiple. Ópera Principal
Srta. Fábregas. Contralto.
Srta. Sanctis.
Srta. Miguel.
Sr. Lluria. Tenor.
Sr. Zanón.
Sr. Medini.
Septiembre-Octubre Julio Ruiz Ángel Ruiz Sra. María Millanes. Primera tiple. Zarzuela: Principal
1890 Srta. Francisca Segura. Tiple. género chico
Sr. Julio Ruiz. Director y primer actor.
Sr. Sanjuan.
Sr. Olona.
Eliseo Sanjuan. Empresario.
Noviembre 1890-Enero Manuel Corregel Nieves González. Primera tiple. Comedia y Principal
1891 Lucía Pastor. Tiple. Zarzuela:
Sra. Ros género chico
Srta.Lopez
Sra. Imperial
Srta. Pardo
Sra. Álvarez
Sra. Alverá
Sr. Corregel
Sr. Martinvalle
Sr. Imperial
Sr. Mercé
Sr. Verdier

200
Sr. Guevara
Sr. Moreno
Sr. Pardo
Sr. Martí
Sr. Viñas
Enero 1891 Enrique Ruiz Sra. Boisgointier. Primera actriz. Verso y obras Principal
Juanita Fernández. con música
Pilar Fernández.
Sra. Terrer.
Sra. Salado.
Srta. Vivero.
Sra. Soto.
Sr. Fernández.
Sr. Conde.
Sr. Bustillo.
Sr. Más.
Sr. Bravo.
Septiembre 1891 Franceschini Amalia Ferrara. Tiple. Ópera cómica Principal
Virginia Ferrara. Tiple ligera.
Srta. Morreli. Tiple.
Amelia Pangrazi. Tiple.
Rebeca Grossi. Tiple.
Amalia Principi. Tiple.
Mirra Principi.Tiple.
Srta.Villani. Tiple.
María Ucry. Tiple ligera.
Emilio Giovannini. Director y tenor serio.
Sr. Gallino. Bufo.
Mario Grassi. Tenor.
Augusto Angelini. Barítono.
Arturo Petrucci. Barítono.
Augusto Angelini. Barítono.
César Principi. Bajo característico.
Coro de 64 personas.
Diciembre 1891 Guelfo Mazzi Director de orquesta: Carola Caroll. Soprano dramática. Ópera Principal
Guelfo Mazzi. Marguerita Giuliani. Mezzosoprano contralto.

201
Dolores Vendrelli. Soprano ligera.
Director de escena: Antoni Amati. Comprimaria.
Francesco Estades. Damiano Roura. Primer tenor.
Zaccaria Villamare. Primer tenor.
Director de banda Giovani Bonora. Primer tenor.
militar: Fernando Filippo Arando. Primer baritono assoluto.
Cobeño. Abulcher Leoni. Primer baritono assoluto.
Antonio Borella. Bajo comico y comprimario.
Mariano Borrás. Primer bajo comprimario.
Sr. Borgiolli
Sr. García Prieto.
22 coristas de ambos sexos.
28 profesores de orquesta.
Rodolfo Cavagliani. Maestro diecori e suggeritore.
Fiorenzo Turpine. Representante de la empresa.
Diciembre 1891-Enero Manuel Calvo Hipólito Rodríguez Margarita Monreal. Primera actriz. Comedia y Principal
1892 Sra. González. Tiple. Zarzuela:
Sra. Pastor. género chico
Sra. Álvarez.
Srta. Alonso.
Aurelia Morelli (niña).
Manuel Calvo. Primer actor.
Sr. Curieses. Primer actor.
Sr. Gabarro.
Sr. Soriano.
Sr. Moreno.
Sr. Cabeza.
Sr. Chaves.
Junio 1892 José Pérez Hipólito Rodríguez Isabel Galé. Primera tiple. Verso y Principal
Luisa Calderón. Primera actriz. zarzuela: género
Rita Revilla. Característica. chico
Srta. López.
Sra. Casas.
Sra. Velacoracho.
Sra. Molina.
Sr. Barta. Bajo cómico.

202
Sr. Guillot. Primer tenor cómico.
Sr. Fornoza.
Sr. Osuna.
Sr. Nuñez.
Sr. Tapia.
Sr. Molina.
Fernando Calvo.
José Calvo.
Sr. Catalán.
Julio- Octubre 1892 Fernando Viñas Emilia Gómez. Primera tiple. Zarzuela Principal
Encarnación Mirá. Primera tiple. Chica
Eloisa Sanjurjo. Primera tiple.
Srta. Enicel. Segunda tiple.
Srta. Bayona. Tiple.
Consuelo Envid.
Srta. Romero.
Srta. Sierra.
Fernando Viñas. Director y tenor.
Sr. Bermejo.
Sr. Cepillo.
Sr. Lorente.
Sr. Campoamor.
Misael Romero.
Sr. Castillo.
Sr. Romo.
Septiembre 1892 Juan G. Colóm Antonia Colóm. Comedia y Principal
Srta. Álvarez. Zarzuela
Sra. March.
Ana Mollá.
Sra. Mora.
Sra. Timoner.
Juan Colóm.
Sr. Chaves.
Sr. Martí.
Sr. Osuna.
Sr. Rausell.

203
Sr. Sánchez Bort.
Enero-Febrero 1893 Sr. Povedano Loreto Prado. Primera tiple. Zarzuela chica Principal
Araceli Prado. Primera actriz.
Srta. Julia Galé.
Sra. Moterde.
Sra. Martínez.
Srta. Bocanegra.
Srta. Mirá.
Sr. Povedano. Director y bajo cómico.
Sr. Duval. Barítono.
Mario Soriano. Bajo cómico.
Sr. Gallo.
Sr. Muro.
Sr. Salvador.
Sr. Palma.
Sr. Quevedo.
Sr. Ruiz.
Ángel Povedano. Empresario.
Abril 1893 Juan Catalá Juan Catalá Julia Gómez. Primera tiple. Zarzuela Grande Principal
Sra. Pastor.
Sra. Barreto.
Sra. Pizarro. Tiple cómica.
Sra. Gómez.
Sra. Alberola.
Miguel Tormo. Primer tenor cómico.
Sr. Garcín. Tenor.
Sr. Marín.
Sr. Landa.
Sr. Grajales. Barítono.
Sr. Cano.
Sr. López. Bajo.
Junio 1893 José Bosch Consuelo Espulgas. Primera tiple. Zarzuela Principal
Srta. Rovira. Tiple característica. Chica
Consuelo Envid.
Paquita Alcalde. Primera actriz.
Srta. Mirá.

204
Sr. Paniagua.
Sr. Cebrián.
Sr. Flaquer.
Sr. Peralta.
Juan Bosch.
Sr. Moreno
Septiembre 1893 Juan G. Colóm Antonia Colóm. Comedia y Principal
Srta. Álvarez. Zarzuela Grande
Sra. March.
Ana Mollá.
Sra. Mora.
Sra. Timoner.
Sr. Chaves.
Sr. Martí.
Sr. Osuna.
Sr. Rausell.
Sr. Sánchez Bort.
Septiembre-Octubre Francisco Villegas Federico Reparaz Dolores Abril. Primera tiple. Zarzuela Grande Principal
1893 y Federico Reparaz Eutalia González. Primera tiple.
Sra. Sabater. Tiple característica.
Antonia Segura. Tiple ligera.
Srta. Pizarro. Tiple cómica.
Sra. Astor. Joven tiple.
Sra. Fernández.
Julia Gómez.
Srta. Riano.
Sra. Rivas.
Srta. Ruitor.
Sra. Suárez.
Sra. Vargas.
Francisco Villegas. Caricato y director.
Ricardo Pastor. Primer tenor.
Sr. Rivas. Tenor.
Sr. Beltrami. Tenor.
Sr. Garro. Cómico
Sr. Mendizábal. Barítono.

205
Sr. Lacarra. Barítono.
Mario Pérez. Segundo barítono.
Sr. González. Bajo.
Sr. Ganga.
Sr. Rodríguez.
Sr. Ruiz. Empresario.
Febrero-Marzo 1894 Giovannini Rafael Ristori. Giovannina Coliva. Tiple. Ópera cómica y Principal
Amelia Pangrazy. Tiple. opereta
Amalia Ferrara. Tiple.
Mirra Principi. Tiple.
Elda Morroto. Tiple.
Sr. Pentenero. Tenor.
Enrico Grossi. Tenor cómico.
Augusto Angelini. Barítono.
Arturo Petrucci. Barítono.
Sr. Paroli. Bajo.
Sr. Principi. Caricato.
Sr. Betelli.
Marzo-Abril 1894 Echevarría y Lafita Maestro Ristori María Montes. Tiple. Zarzuela: Principal
e Srta. Lozano. género chico
Hipólito Rodríguez Srta. Sánchez.
Sr. Lafita. Barítono.
Sr. Echevarría.
Sr. Campoamor.
Septiembre 1894 Federico Reparaz y Federico Reparaz Antonia Segura. Tiple ligera. Zarzuela Grande Principal
Francisco Villegas Srta. Pizarro. Tiple cómica. y Chica
Sra. Fernández.
Julia Gómez.
Srta. Riano.
Sra. Rivas.
Srta. Ruitor.
Sra. Suárez.
Sra. Vargas.
Francisco Villegas. Caricato y director.
Ricardo Pastor. Primer tenor.
Sr. Rivas. Tenor.

206
Sr. Garro. Cómico
Sr. Mendizábal. Barítono.
Sr. González. Bajo.
Sr. Ganga.
Sr. Rodríguez.
Sr. Ruiz. Empresario.
Octubre 1894 José Tolosa José Tolosa Srta. Saroglia. Tiple. Ópera italiana Principal
Emma Nevada. Tiple.
Natividad Martínez. Tiple.
Leonor Reina. Contralto.
Srta. Monteleone.
Lorenzo Simonetti. Tenor.
Sr. Scalza. Tenor.
Sr. Pellegrino. Tenor.
Sr. Zanón. Barítono.
Ignacio Tabuyo. Barítono.
Sr. Serra. Bajo.
José Dubois. Bajo.
Sr. Trento.
Sr. Lorenzana.
Marzo José Barta Hipólito Rodríguez Edita Martínez. Tiple. Zarzuela Chica Principal
1895 Fernandina García. Tiple seria.
Julia Galé. Primera tiple.
Isabel Galé de Barta. Tiple cómica.
Elisa García.
Felisa Díaz. Tiple.
Encarnación Valls.
José Barta. Director y primer actor.
Felix Angolotti. Tenor cómico.
Sr. Reforzo. Barítono.
Diego Gordillo. Bajo.
Sr. Orozco.
Luis Omaña.
Gonzalo Lope.
Coro de 22 individuos.
Mayo 1895 Sr. Baratta Sr. Baratta Josefina Huget. Primera tiple ligera. Ópera Principal

207
Amalia Paolí. Contralto.
Sra. Ríos.
Sra. Papiol.
Oreste. Primer tenor.
Silich. Barítono.
Riera. Bajo.
Adolfo Resplendino. Bajo.
Oreste Gennari. Primer tenor.
Giorini. Caricato.
Juan Ríos. Comprimario.
Sr. Gea. Comprimario.
Sr. Plá. Representante.
Sr. Roig. Empresario artístico.
Numeroso cuerpo de coros y profesores de orquesta.
Junio 1895 Hermanos Giorgio Lambertini. Varietés Principal
Lambertini Dora Lambertini.
Raffaele Lambertini.
Luigi Lambertini.
Amalia Santó.
Septiembre 1895 José Bosch Juan Isabel Galé. Primera tiple Zarzuela Chica Principal
Juan G. Catalá G. Catalá. Julia Galé. Segunda tiple
Luisa Medina. Primera tiple.
Julia Segovia. Primera tiple.
Manuel Beas. Actor genérico
José Bosch. Director y bajo cómico.
Antonio Galé. Galán joven.
Diego Gordillo. Bajo cómico.
Antonio Mata. Tenor cómico.
Luis Omaña. Actor genérico.
Ambrosio Ruste. Barítono.
Esteban Serrano. Tenor cómico.
Veintidós coristas de ambos sexos.
Siete profesores de orquesta procedentes del Teatro
Principal de Zaragoza.
Sr. Gambardela. Sastrería
Florencio Fiscowich. Archivo.

208
Pablo Martín. Archivo.
Octubre-Noviembre Martínez, Llorens Sra. Garrigós. Primera dama. Drama y Principal
1895 y Roig Sra. Alonso de Roig. Tiple. Zarzuela
Sra. Martínez.
Sra. Gabaldón.
Sr. Barceló.
Enrique Llorens. Galán joven.
Sr. Vázquez.
Sr. Martínez.
Sr. Roig.
Diciembre-Enero 1895 Ricardo Cano y Adolfo Fons Josefa Alvarado. Primera tiple. Zarzuela: Principal
Misael Romero María Fons. Tiple. género chico y
Isabel López. Característica. género bufo
Pilar Lugo. Segunda tiple.
Sra. Alverá.
Misael Romero. Primer tenor y actor genérico.
Pedro Verdejo. Tenor cómico.
Emiliano Bellver. Barítono.
Ricardo Cano y Calvo. Bajo cómico.
Alfonso Perrín. Segundo barítono.
Manuel Mariscal. Segundo bajo:
Francisco Castaños.
Emilio Torres.
José Prieto. Apuntador.
Emilio Felipe Campa. Apuntador.
Fiscowich. Archivo.
Povedano. Archivo.
Coro de ambos sexos: dieciséis personas
Marzo-Abril 1896 Enrique Lacasa y Sr. Álvarez Sofía Romero. Primera tiple. Zarzuela y Principal
Patricio León Dominica Martínez. Primera tiple. comedia
Virginia Alverá. Primera tiple.
Juana Sanz. Característica.
Amalia Sanz.
Sra. Pérez.
Sra. Clemente.
Enrique Lacasa. Tenor cómico.

209
Sr. León.
Sr. Buxó.
Sr. Daina.
Sr. Cebrián.
Sr Beas.
Sr. Arroba.
Julio 1896 Navarro Zarzuela grande Principal

Septiembre 1896 Rafael Bolumar Ricardo Vivas Amparo Mundi. Primera tiple ligera. Zarzuela Principal
Filomena García. Tiple.
Sra. Butier.
Sra. Biot.
Sra. Valle González.
Sra. Ferrer.
Sra. Butier.
Srta. Segovia.
Sra. Querol.
Rafael Bolumar. Tenor.
Bolumar (hijo).
Sr. Esteve.
Sr. Vidal.
Sr. Puchol. Barítono.
Sr. Cirilo.
Sr. Guillén.
Noviembre 1896 Juan Bosch. Ramón González Emilia Seller. Zarzuela Principal
Compañía Infantil Trinidad Pueyo.
Pepita Vila.
Asunción Ballester.
Sofía Romero.
Patricio León.
Enrique Lacasa.
Hilario Moya.
Julio Pérez.
Julián Martín.
Díaz.
Chamiro.

210
Peña.
Idoype.
Marzo-Abril 1897 Guillermo Cereceda Pilar Delgado. Primera tiple cómica. Zarzuela Chica Principal
Soledad Álvarez. Primera tiple.
Filomena García. Tiple.
Coral Díaz. Primera tiple.
Matilde Díaz.
Julia Segovia.
Amalia Sanz.
Julia Sanz.
Sra Vidal.
Valentín García. Bajo cómico.
Ramón Meca. Tenor.
Sr. Hera.
Sr. Clamente.
Sr. Moreno.
Mayo 1897 Lino Ruiloa Julia Segovia. Tiple. Zarzuela chica Principal
Sra. Biot. Característica.
Srta. García.
Sra. Butier.
Rafaela Peña.
Sr. Ruiloa.
Sr. Redondo.
Sr. Esteve.
Sr. Vidal.
Sr. Puchol.
Sr. Guillén.
Sr. Vivas.
Ramón Meca. Tenor.
Septiembre 1897 Rafael Bolumar Ricardo Vivas. Sra. Alfaro. Tiple. Zarzuela chica Principal
Sra. Biot. Característica.
Luisa Bonoris. Tiple.
Sra. Butier.
Valle González.
Sra. López de Cano (sustituye a la Sra. Biot tras su
accidente doméstico)

211
Rafael Bolúmar. Director y tenor.
Ricardo Cano. Bajo.
Sr. Puchol. Barítono.
Sr. Redondo. Tenor.
Sr. Vidal.
Sr. Esteve
Octubre 1897 Pablo Cornadó Sr. Escorihuela Vicenta Español. Primera tiple seria. Zarzuela Grande Principal
Virtudes Fernández. Dama joven.
Angelita Gay. Tiple.
Sra. Roncal. Tiple.
Eulalia Cerdeño.
Cecilia Beut. Partiquino.
Ramón Santiago. Tenor.
Francisco Ortega. Tenor cómico.
José Casas. Tenor cómico.
Carlos Busó. Segundo tenor cómico.
Pablo Cornadó. Primer barítono y director.
Manuel Jovanet. Barítono.
Enrique Beut. Primer bajo.
Sr. Mariano. Bajo.
Emilio Martínez. Segundo bajo.
Zacarías Calvo. Actor genérico.
Esteban Bosch. Partiquino.
Carlos Garlinier.
José Llopis. Apuntador.
Antonio Simondini. Apuntador.
Veintidós coristas de ambos sexos
Ignacio C. Garreta. Sastrería.
Florencio Fiscowich y Sociedad de autores. Archivo.
Juan Fernández. Representante.
Marzo 1898 Rafael Bolumar Ricardo Vivas. Valle González. Tiple. Zarzuela Principal
Virginia Alverá. Tiple. Chica
Sra. Biot. Característica.
Rafael Bolúmar. Tenor y director:
Sr. Puchol. Barítono.
Sr. Redondo. Tenor.

212
Sr. Vidal.
Sr. Esteve.
Sr. Biot.
Moisés Iglesias.
Sr. Alfonso. Representante.
Septiembre 1898 Barrenechea y José Cesáreo López Fernandina García. Tiple. Zarzuela Chica Principal
López Isabel Hernando. Tiple.
Elisa Villalva. Tiple.
María García. Característica.
Amparo Salvador. Partiquina.
Francisca Sancho. Partiquina.
Amparo Larraga. Partiquina.
Ernesto Barrenechea. Primer actor cómico y director.
Ramón Santiago. Bajo cómico.
Leopoldo Lasantas. Barítono.
Enrique Gandía. Tenor cómico.
Vicente Sánchez. Tenor cómico.
Luis Palarea. Actor genérico.
Manuel Valle. Actor genérico.
Higinio Ruiz. Partiquino.
Mario Losada. Partiquino.
Luis Peris. Partiquino.
Manuel González. Apuntador.
José Sancho. Apuntador.
20 coristas.
Octubre-Noviembre Pablo Cornadó y Matías Aguadé Vicenta Español. Tiple. Zarzuela Grande Principal
1898 Matías Aguadé Julia Castillo. Tiple.
Pepita Alvarado. Tiple cómica.
Sra. Roncal. Característica.
Sra. Puchol.
Virtudes Fernández.
Francisco Ortega. Tenor cómico.
Sr. Carbonell. Barítono.
Gabino Uriarte. Bajo.
Manuel Jovanet.
Sr. Caballero.

213
Sr. Bosch.
Sr. Calvo.
Sr. Solá.
Sr. Salces.
Sr. Martínez.
Noviembre-Diciembre Joaquín Almiñana Director de orquesta: Dolores Escalona. Soprano ligera. Ópera italiana Principal
1898. Joaquín Almiñana Avelina Corona. Tiple. traducida al
María Galvany. Tiple ligera. castellano
Otro director y Ramona Galán. Mezzo-soprano.
maestro de coros: Anita Izquierdo. Comprimaria.
Marcelo Mateo. Laura Magán.
Josefina Montenegro.
Director de escena: Cándido Manchaos. Primer tenor.
Alejandro Polo. Cayetano Ruiz. Tenor.
Álvaro Linares. Primer barítono.
Guillermo Romero. Barítono.
Manuel Candela. Primer bajo.
Antonio Nogueras. Bajo.
Alberto Ramirez.
Manuel Keiser.
Marcelo Mateo. Apuntador.
Veintidós coristas de ambos sexos,
Vidal, Llimona y Boceta. Archivo.
Enero-Febrero-Marzo Ángel González Antonio Videgaín Fernandina García. Primera tiple. Zarzuela Chica Principal
1899 Luisa Puente. Tiple.
Joaquín Vazquez Asunción puente. Tiple.
Purificación Cancela. Tiple.
Matilde Palencia. Tiple.
Elisa García. Tiple característica.
Srta. Olivé.
Srta. Carcelero.
Francisca Sancho.
Felisa Burillo.
Josefa Coll.
Matilde Fraiz.
Ángel González. Director y tenor cómico.

214
Enrique Gandía. Tenor.
Miguel Lamas Guerrita. Barítono.
Ramón Santiago. Bajo cómico.
Leopoldo Lasantas.
Luis Palarea. Actor de carácter.
José Sancho.
Vicente Sánchez.
Junio 1899 Fernando Viñas Eulalia Cerdeño. Primera tiple. Zarzuela Principal
Emilia Calvera. Primera tiple.
Cecilia Gómez. Primera tiple.
Avelina López-Píriz. Primera tiple.
Rafaela Fernández. Segunda tiple.
Josefa Marín. Segunda tiple.
Juana Sanz. Tiple característica.
Emilia Malaver. Segunda característica.
Fernando Viñas, Director y bajo cómico.
Lorenzo Solá. Primer actor cómico.
Ignacio Muñoz. Actor genérico.
Francisco Soucase. Tenor cómico.
Leopoldo Suárez. Barítono.
Miguel Lía. Característico.
José Bueno, Galán joven.
Miguel Marín. Partiquino.
Andrés Noel. Apuntador.
José Repáraz. Apuntador.
Septiembre-Noviembre Valentín García y Mariano Taberner Soledad Álvarez. Primera tiple. Zarzuela Principal
1899 Mariano Taberner Consuelo Taberner. Primera tiple.
Matilde Díaz. Segunda tiple.
Felisa Burillo. Segunda tiple.
Eloísa Irurzun. Tiple característica.
Matilde Franz. Dama joven.
Leopoldo Gil. Tenor cómico.
Ernesto Barrenechea. Tenor cómico.
Leopoldo Las Santas. Barítono.
Valentín García. Bajo cómico.
Luis Palares. Característico.

215
Vicente Sánchez. Galán joven.
Veinte coristas de ambos sexos.
Octubre-Noviembre José Tolosa José Loriente Anna Lopeteghi. Prima donna. Ópera italiana Principal
1899. Emma Petroski. Prima donna.
María Gabassi. Segunda tiple.
Isabel Riera. Mezzosoprano.
Teresa Boura. Compromisario.
Ignacio Varela. Tenor.
Pedro Morera. Tenor.
Juan Roméu. Barítono.
Salvador Mestre. Barítono.
Mario Ethlinger. Barítono.
Antonio Vidal. Bajo.
José Boldú. Bajo.
Sr. Rovira.
20 coristas de ambos sexos
25 profesores de orquesta
Enero-Abril y Junio 1900 Valentín García y Mariano Taberner Eulalia Cerdeño. Tiple. Zarzuela Principal
Mariano Taberner Sr. Bracamonte Consuelo Taberner. Tiple.
Sr. Villar Adela Taberner.
Isabel Hernándo. Primera tiple.
Sofía Romero. Primera tiple.
Eulalia Uliverri. Primera tiple.
Eloísa Irurzun. Característica.
Paca Morillo.
Lola Barcer.
Amparo Barber.
Sra. Raso.
Matilde Díaz.
Pepita Coll.
Carmela Díaz de García.
José Muñoz. Tenor cómico.
Sr. Villar.
Sr. Larrosa.
Vicente Sánchez.
Sr. Ramos.

216
Luis Palarea.
Leopoldo Las Santas.
Miguel Lamas Guerrita.
Moisés Iglesias.
Septiembre 1900 Pablo Cornadó Emilio Blay Vicenta Español. Primera tiple seria. Zarzuela Grande Principal
Virtudes Fernández. Dama joven.
Angelita Gay. Tiple.
Sra. Roncal. Tiple.
Eulalia Cerdeño.
Cecilia Beut. Partiquino.
Ramón Santiago. Tenor.
Francisco Ortega. Tenor cómico.
José Casas. Tenor cómico.
Carlos Busó. Segundo tenor cómico.
Pablo Cornadó. Primer barítono y director.
Manuel Jovanet. Barítono.
Enrique Beut. Primer bajo.
Sr. Mariano. Bajo.
Emilio Martínez. Segundo bajo.
Zacarías Calvo. Actor genérico.
Esteban Bosch. Partiquino.
Carlos Garlinier.
José Llopis. Apuntador.
Antonio Simondini. Apuntador.
Veintidós coristas de ambos sexos
Ignacio C. Garreta. Sastrería.
Florencio Fiscowich y Sociedad de autores. Archivo.
Juan Fernández. Representante.
Octubre-Noviembre Joaquín Almiñana Maestro director y Dolores Escalona. Soprano ligera. Ópera Principal
1900 concertador: Avelina Corona. Tiple.
Joaquín Almiñana María Galvany. Tiple ligera.
Ramona Galán. Mezzo-soprano.
Otro director y Anita Izquierdo. Comprimaria.
maestro de coros: Laura Magán.
Marcelo Mateo. Josefina Montenegro.
Cándido Manchaos. Primer tenor.

217
Director de escena: Cayetano Ruiz. Tenor.
Alejandro Polo. Álvaro Linares. Primer barítono.
Guillermo Romero. Barítono.
Manuel Candela. Primer bajo.
Antonio Nogueras. Bajo.
Alberto Ramírez.
Manuel Keiser.
Marcelo Mateo. Apuntador.
Veintidós coristas de ambos sexos,
Vidal, Llimona y Boceta. Archivo.
Noviembre 1900 Esteban Puig Guelfo Mazzi María Galvany. Tiple ligera. Ópera Principal
Anita Izquierdo. Tiple comprimaria.
Director de escena: Claudia mariscal. Tiple dramática.
Alejandro Apolo Ramona Galán. Mezzosoprano contralto.
Alberto Ramírez. Primer tenor.
Álvaro Linares. Primer barítono.
Guillermo Romero. Primer barítono.
Ignacio Tabuyo. Primer barítono.
Manuel Candel. Primer bajo.
Manuel Keiser. Primer bajo.
Antonio Nogueras. Bajo comprimario.
Cayetano Ruiz. Tenor comprimario.
20 coristas de ambos sexos.
Marcelo mateo. Apuntador.
Sastrería: Pérez.
Sres. Vidal y Llimona, Boceta y herederos de Serra.
Archivo.
Julio 1901 Gil y Camacho Sr. Porras Pilar María. Tiple. (sustituida por Pilar del Río) Zarzuela Chica Moderno
Soledad Álvarez. Tiple.
Sra. Figuerola.
Srta. Esther Navarrete.
Sr. Gil.
Sr. Escrich. Barítono.
Sr. Palarea.
Sr. Sánchez.
Sr. Muñoz.

218
Octubre 1901 Eduardo G. Berges Maestro Isaura Amelia Valle. Primera tiple. Zarzuela Grande Moderno
Catalina Velasco. Tiple.
Maestro director: Carmen Sánchez. Tiple.
Matías Aguadé. Crisanta Velasco. Tiple cómica.
Sra. Pérez Isaura. Tiple cómica.
Director de escena: Florencia Duch. Característica.
Gustavo Beiza. Asunción Escobar.
Concha Linares. Partiquina.
Carmen Rubio. Partiquina.
Eduardo G. Berges. Primer tenor.
Ricardo Quilez. Primer tenor cómico.
Hermenegildo Gaye. Segundo tenor cómico.
Antonio Olmos. Primer barítono.
Ramón Meca. Segundo barítono.
Vicente Bayarri. Segundo bajo.
Gustavo Belza. Primer bajo.
Ricardo González. Actor genérico.
Alfonso Bonet. Partiquino.
Ramón Dávila. Partiquino.
16 coristas.
Octubre-Noviembre1901 Rafael Bolumar Mariano Taberner Consuelo Taberner. Tiple. Zarzuela Chica Moderno
Adela Taberner.
Diciembre 1901- Enero Teresa Calvo. Tiple.
1902 Soledad Álvarez. Tiple.
Ángela Figuerola. Característica.
Amalia Deloso.
Sra. Corona.
Rafael Bolumar. Tenor y director.
José Bolumar (hijo). Tenor cómico.
Sr. Escrich.
Sr. Muñoz.
Sr. Martínez.
Sr. Sancho. Le sustituye el Sr. Valor.
Sr. Gómez.
Leopoldo Gil. Tenor.
Abril 1902 Bonifacio Pinedo María Menéndez. Tiple. Zarzuela Bretón de los

219
Soledad Molina. Característica. Herreros
Tomasita de Río.
Sra. Molina.
Sr. Sánchez.
Sr. Vivanco.
Sr. Daina.
Sr. Alarcón.
Bonifacio Pinedo. Actor dramático.
Sr. Codorniú.
Sr. Manzano.
Junio 1902 Giovannini Francisco Rando Trauza Bansi. Tiple. Ópera Bretón de los
Rosalía Ilardi. Tiple cómica. Herreros
Giovannina Coliva. Tiple.
Sra. Benimelli.
Amelia Pangrazy. Dama de carácter.
Traiza Bausi.
Sra. Lupi.
Sra. Marcelo.
Sr. Pomer. Tenor.
Sr. Arrigoti. Cantante dramático.
Sr. Romero.
Sr. Angelini.
Sr. Gallino.
Sr. Ferrara.
Sr. Mecni.
Sr. Betelli.
Sr. Rosa.
Sr. Masini. Bajo.
Oreste Grossi.
Diciembre 1902-Enero Riquelme y Ruiz de Sr. Muñoz Pilar Delgado. Tiple. Zarzuela Chica Bretón de los
1903 Arana Pepe Riquelme Pilar Castillo. Herreros
Balbina Valverde.
Matilde Rodríguez.
Sofía Alverá.
Emilia Mavillard.
Sra. Boiscontier.

220
Sra. Abril.
Sra. Romero.
Pepita Castillo.
Concha Cecilio.
Rosario Delgado.
Elena Salvador.
Amelia Rodríguez.
Mercedes Sampedro.
Concha Rustani.
Consuelo Badillo.
Srta. López.
Julia Santa María.
Sr. Robles. Barítono.
Sr. Ibarrola.
Ernesto Ruiz de Arana (hijo).
Sr. Lobera.
Sr. Tubau.
Sr. Álvaro.
Sr. Pardo.
Sr. Gómez.
Sr. Del Cerro.
Sr. Vico.
Sr. Catalán.
Abril 1903 Casals Maestro Reig Elisa Villalba. Tiple. Zarzuela Bretón de los
Loreto Prado. Tiple. Herreros
Sra. Oliver.
Sra. Casals.
Srta. G. Marín.
Sra. Pastor.
Sr. Casals.
Sr. E. Gallo.
Domingo Gallo.
Sr. Agulló.
Sr. Salmerón.
Diciembre 1903 - Bellver, Soucasse y Maestro Contreras Cristina Ramírez. Tiple. (sustituida por Pilar Gil). Zarzuela Bretón de los
Febrero 1904 Contreras Concepción París. Tiple cómica. Herreros

221
Carmen Hernández.
Sra. Cecilio.
Sra. Ramírez.
María Fons.
Sra. Delgado.
Sr. Soucasse. Tenor cómico.
Sr. Barnes. Barítono.
Sr. Morón.
Sr. Barnes.
Sr. Bayarri. Bajo.
Domingo Gallo.
Marzo 1904 Salvador Orozco Sr. Julián María Carrasco. Tiple. Zarzuela Bretón de los
Albertina Basignana. Tiple. Herreros
Dolores Pla. Tiple.
Edita Martínez. Tiple.
Emilia Carrasco.
Sra. Portavitarte.
Sr. García Rofil.
José A. Fonseca.
Sr. Soleras.
Sr. García.
Sr. Bofill.
Sr. Pastrana. Apuntador.
Diciembre 1904 - Enero Sr. Vazquez Maestro Marín Avelina Vicenti. Zarzuela Grande Bretón de los
1905 Srta. Ramis. Herreros
Sra. Navarro.
Sra. Duc.
Sr. Solá. Tenor.
Sr. Cortes. Barítono.
Sr. Vázquez.
Sr. Marco. Bajo.
Sr. Gelabert. Bajo.
Sr. Quilez.
Sr. Calvo.
Febrero 1905 Enrique Beut Rafael Sancho Srta. Baró. Zarzuela y Bretón de los
Sra. Cortés. Ópera Herreros

222
Julia Campos.
Sr. Figuerola. Tenor.
Enrique Beut. Bajo.
Sr. Lamas.
Sr. Rubio.
Sr. Sanz.
Sr. Muñoz.
Sr. Gascó.
Sr. Gurina.
Sr. Orma.
Sr. España.
Sr. Hervás.
Septiembre 1905 Simontetti y Bauzá Sr. Bauzá Srta. Baillo. Zarzuela Bretón de los
Sra. Ortega. Herreros
Julia Campos.
Sr. Rodrigo. Barítono.
Sr. Simonetti.
Sr. Barrenas.
Sr. Meana.
Sr. Plauder.
Sr. Úbeda.
Noviembre 1905 José Tolosa Sr. Loriente Anna Lopeteghi. Prima donna. Ópera Bretón de los
Emma Petroski. Prima donna. Herreros
María Gabassi. Segunda tiple.
Isabel Riera. Mezzosoprano.
Teresa Boura. Compromisario.
Ignacio Varela. Tenor.
Pedro Morera. Tenor.
Juan Roméu. Barítono.
Salvador Mestre. Barítono.
Mario Ethlinger. Barítono.
Antonio Vidal. Bajo.
José Boldú. Bajo.
Sr. Rovira.
Febrero-Marzo 1906. Salvador Orozco Maestro Cristobal María Carrasco. Tiple. Zarzuela Bretón de los
Dolores Pla. Tiple. Herreros

223
Srta. Cano.
Srta. Florez.
Srta. Soldevilla.
Sr. Orozco.
Manolo Guerra. Tenor.
Sr. Espada.
Sr. Díaz.
Sr. Portas.
Enero-Febrero 1907 Valentín García Julián Colón Amalia Meléndez. Tiple. Zarzuela Chica Bretón de los
Srta. Martein. Herreros
Sra. Valdemoro. Primera tiple.
Srta. Vila.
Srta. García.
Srta. Monterde.
Sr. Nart. Tenor cómico.
Sr. Del Val. Tenor cómico.
Valentín García. Bajo cómico.
Sr. Recober.
Sr. García.
Sr. Povedano.
Sr. Cruzada.
Marzo 1907 Enrique Beut y Jesús Ventura Estrella Gil. Tiple. Zarzuela y Bretón de los
Miguel y Soler Julita Campos. Tiple. ópera española Herreros
Sra. Rojas.
Sr. Ríos. Tenor.
Sr. Hervás. Barítono.
Enrique Beut. Bajo.
Sr. Figuerola. Tenor.
Sr. Velasco.
Marzo 1908 Arturo de la Riva y Sra. Astorga. Zarzuela Bretón de los
Miguel Soler Luz de las Heras. Herreros
Sr. Baidovi.
Enero 1909 Salvador Orozco Rafael Gascón Sra. Fons. Zarzuela Bretón de los
Srta. Pérez. Herreros
Srta. Riaza.
Srta. López Muñoz.

224
Niña Orozco.
Sr. Orozco.
Sr. Ligero. Tenor cómico.
Sr. Ibañez.
Octubre 1909 J. Gutiérrez Nieto Salvador Martí J. Gutierrez Nieto. Primer actor y director. Zarzuela Bretón de los
José Portela. Otro primer actor. Herreros
Herminia Molina. Primera tiple.
Luisa Velasco. Primera tiple.
Judit García. Segunda tiple.
Fileta Recio. Tiple característica,
Vicente Romero. Tenor.
Arturo Melo. Tenor cómico.
Alfredo Salves. Barítono.
Luis Acebal. Barítono.
Diez coristas y un sexteto
Enero 1910 Videgain Julio Cristobal. Sra. Parada. Zarzuela Bretón de los
Sra. Leal. Herreros
Sra. Ferrer.
Julia Campos.
Srta. Zapatero.
Sr. Valverde.
Sr. Serrano.
Sr. Portas.
Amable Leal. Tenor.
Sr. García Soler. Barítono.
Sr. Peris.
Sr. Videgain.
Sr. Garro.
Sr. Escrich.
Marzo-Abril 1910 Manuel Velasco y Vicente Beltrán. Ángela Torrijos. Primera tiple dramática. Zarzuela Chica Bretón de los
Eduardo Jimeno Clemencia Llerandi. Segunda tiple cómica. Herreros
Emilia Bracamonte. Segunda tiple.
Sofía Montes.
Ángela Gómez.
Clotilde Romero. Característica.
Amparo Juan. Característica.

225
Manuel Velasco. Primer actor y director.
Eduardo Jimeno. Primer actor y director.
Rafael Juaneda. Primer actor.
Fernando Fornés. Tenor cómico.
José Sanchez Mola. Tenor cómico.
Alfredo Conesa. Barítono.
José Cortés. Barítono segundo.
Juan Baldoví. Primer tenor.
Blas Daroca. Actor de carácter.
Pepita Castelló. Bailarina.
María Cano. Bailarina.
Dieciseis coristas de ambos sexos
Julio 1910 Guido e Arnaldo Director artístico: Dora Theor. Soprano. Ópera Bretón de los
FuifiBilland Amador Baland. Lucía Castati. Herreros
Lea Wami.
Maestros Evira Natti
concertadores y Ada Moeser
directores de María Ceccarelli. Mezzosoprano.
orquesta: Rita Gambini
Ginsti Enrico Cav Icalis Bruno
y Giuseppe Maceti Mario Donati
Vittorio Greba. Tenor.
Oreste Camarca. Tenor.
Adolfi Gamba
Luigi Fanata. Barítono.
Giuglio Brunacci
Mario Garagnani
Carlo Pacco
Genaro Gampione. Bajo.
Italo Duffrasc
Amando Castro. Bufo.
Cocchianna. Actor genérico.
Giuglia D’Ippolito
Celeste Monopoli
Edoardo Speciale
Loffredo Pascuales

226
36 coristas de ambos sexos
12 bailarinas
12 mandolinistas
30 profesores de orquesta
Septiembre 1910 Ricardo Asensio Antonio Videgain Ricardo Asensio. Primer actor y director. Zarzuela Chica Bretón de los
Vicenta Bonastre. Primera tiple. Herreros
Ana Hernández. Primera tiple.
Ana Nadal. Primera tiple.
Concepción G. Zapatero. Primera tiple cómica.
Luisa Moacar. Tiple cómica.
Ángela Figuerola. Tiple de carácter.
Pura Gurina. Segunda tiple.
Isabel Castrillo. Segunda tiple.
Mariano Rosell. Primer actor.
Juan José Baldoví. Tenor cantante.
Vicente Ferrer. Tenor cómico.
José Marín. Barítono.
Antonio Sanchez Mola
Lino López. Bajo cantante.
José de Padilla. Actor de carácter.
José Repáraz. Apuntador.
Luis Latita. Apuntador.
24 coristas de ambos sexos
Octubre 1910- Enero J. Gutiérrez Nieto y J. Gutierrez Nieto. Primer actor y director. Zarzuela Bretón de los
1911 Portela José Portela. Otro primer actor. Herreros
Carlota Paisano. Tiple cómica.
Herminia Molina.
Sra. Velasco.
Srta. Copela.
Herminia Molina.
Sr. Mela. Tenor cómico.
Señor Marco. Tenor cómico.
Sr. Romero.
Sr. Gutierrez.
Sr. Portela.
Sr. Solves.

227
Sr. Vives.
Sr. Acebal.
Ricardo Lestado. Partiquino.
Marzo 1911 Rodríguez y Director: Manuel Sara López. Primera tiple. Zarzuela y Bretón de los
Benlloch Rodrigo. Maestro María Silvestre. Primera tiple. opereta Herreros
director y Pilar Arriech. Primera tiple.
concertador: Mariano Luisa Campos. Segunda tiple.
Amat. Gloria Fernández.
Carmen Castellote.
Remedios Carrasco. Característica,
Julio Lorente. Primer actor.
Juan Martínez. Primer actor.
José Marín. Barítono.
Fernando Fornés. Tenor cómico,
Blas Daroca. Actor genérico.
Roberto Pastors. Actor de carácter.
Ángel López. Segundo barítono.
Gran banda de cornetas compuesta por señoritas de la
compañía.
Cuerpo de baile dirigido por el maestro José López.

228
4.2. COMPAÑÍAS DE ZARZUELA
4.2.1. Compañía del teatro de Logroño
La compañía oficial en los primeros años del teatro Principal fue la Compañía del
señor Cayetano Carasa, director y empresario del teatro. Esta compañía tuvo una gran
actividad lírico-dramática desde su creación hasta el año 1900 en que los empresarios
eventuales del teatro Don Cayetano Carasa y Don Eulogio Pérez Peña, lo vendieron a la
Caja de Ahorros Municipal. Pasará entonces a hacerse cargo de la gestión empresarial
del teatro del señor Francisco Martínez Merino, denominado “Parrita”.

El señor Carasa fue un eficiente empresario que mantuvo excelentes contactos con
las compañías teatrales de la geografía española. Asimismo, sus contactos con el editor
y empresario dueño de los fondos de archivos teatrales de orquesta, Florencio
Fiscowich, fueron óptimos. Este editor y empresario, personaje central dentro del
mundo de la edición y de los derechos de autor españoles, era el dueño del archivo de
teatro lírico del siglo XIX español; de hecho, Fiscowich era conocido como “El rey de
los Archivos”. Él era quien compraba los derechos de copia y reproducción de los
materiales de orquesta, llegando a un acuerdo con el autor, que vendía, cedía y
traspasaba a perpetuidad el derecho exclusivo de reproducción, copia e impresión de
cuantas obras había escrito hasta la fecha y pudiera escribir en el futuro, por un precio
que iba desde 500 a 2000 pesetas, según el nombre e importancia del autor.272

Así, Florencio Fiscowich, se convirtió en la década de 1890 en el dueño de los


materiales de orquesta, sirviendo los papeles a las compañías por el precio que
consideraba oportuno y las condiciones que él estableciera. Con todo ello llegó a quedar
en posesión de la mayor parte de la zarzuela grande y chica de la época, lo que a la vez
suponía un gran avance para las compañías teatrales, ya que podían disponer de los
materiales que necesitasen con mayor rapidez, mientras hasta la fecha dependían de una
rchivero que decidía si copiaba o no la obra. Tenemos constancia de la solicitud de
archivos musicales por parte del señor Carasa al señor Fiscowich en numerosas
ocasiones, llegando a buenos acuerdos con el editor. Ello nos muestra la magnífica
gestión del señor Carasa, a la vez que la excelente situación económica en que se

272
GONZÁLEZ PEÑA, Mª L.: Diccionario de la zarzuela España e Hispanoamérica, Madrid, Instituto
Complutense de Ciencias Musicales, 2002, Vol. I, pag. 780.

229
encontraba el teatro durante la última década del siglo XIX, al poder hacerse cargo de
de las condiciones económicas que fiscowich imponía.

La compañía del señor Carasa, al igual que el resto de compañías de otras


ciudades españolas, realizaba giras por ciudades cercanas a la capital riojana, como
Vitoria, Pamplona, San Sebastián, Huesca, Valladolid... De igual modo, las compañías
teatrales de otras ciudades acudieron a realizar su temporada al teatro Principal de
Logroño.

Se deduce por las fuentes que hubo una gran movilidad de compañías artísticas
entre las diferentes ciudades, siendo llamativo el intercambio de funciones y de
compañías en toda España. El señor Carasa contrató y recibió a numerosas compañías
de zarzuela y ópera de otras ciudades, incluso algunas italianas, que actuaron en el
teatro y con las que en muchas ocasiones colaboraban los artistas de la compañía del
teatro. Todas estas compañías permanecen en la ciudad de uno a tres meses, vendiendo
el teatro abonos para toda la temporada. En algunas ocasiones, debido al gran éxito que
estaban obteniendo, las compañías alargaban su estancia. En otras, se anuncian en
prensa las futuras actuaciones de compañías de zarzuela que finalmente no tienen lugar.

Aun así, la actividad teatral fue constante a lo largo de todo el periodo, excepto en
los años previos a la guerra de Cuba, en los que la actividad en el teatro se redujo
notoriamente, pasando a tener más protagonismo en los cafés del Siglo y Universal.
Durante estos años (1895-1898), también tuvo su protagomismo en los cafés la
compañía del señor Carasa, que pasó del teatro a los citados cafés a realizar
interpretaciones zarzuelísticas.

Las crónicas de prensa muestran cómo en los buenos momentos económicos, las
compañías de zarzuela rivalizaban para hacer funciones en nuestro teatro, sin embargo
en los momentos de crisis, el señor Carasa, como buen gestor teatral, luchó por lograr
que actuaran en el teatro algunas compañías foráneas, e incluso ceder el teatro gratis a
compañías venidas de fuera. Fue el caso de la Compañía del Señor Bolumar, que vino
de San Sebastián en el mes de marzo de 1898, ayudando con ello a sanear la situación
crítica en la que se encontraba la empresa del teatro.

230
Exceptuando estos años difíciles, la actividad lírico-dramática en el teatro fue
constante y abundante. Cuando está realizando su temporada una compañía de zarzuela,
se comienza a anunciar la que es posible que venga a continuación o para Cuaresma,
Pascua, para las fiestas de San Bernabé o San Mateo. Incluso se detallan las peticiones
que han realizado unas y otras compañías, dónde están actuando en ese momento, o la
intención que tiene el empresario del teatro de contactar con una u otra para solicitar
que realice una temporada en el teatro de Logroño.

La movilidad de esta compañía fue mínima durante los años 1897 y 1898, que
permaneció en Logroño actuando únicamente durante las fiestas de San Mateo en las
que la zarzuela era tan apreciada, e incluso necesaria, en nuestra capital. Fueron
momentos difíciles para España y de igual manera para La Rioja, al encontrarse en
pleno proceso bélico contra Estado Unidos por el poder de Cuba, Filipinas, Puerto Rico
y Guam. Estos momentos difíciles se hicieron notar en el movimiento teatral, que
disminuyó, así como en la propia compañía del teatro. Cayetano Carasa supo utilizar sus
buenas dotes de gestión al recurrir a los principales artistas de compañías existentes en
otras ciudades para juntarlos al personal de Logroño o al de las compañías que acudían
a actuar al teatro Principal, constituyendo así las compañías que actuaron en fechas
señaladas como San Mateo.

Así lo hizo tomando como base la compañía del maestro compositor don
Guillermo Cereceda y la del señor Rafael Bolumar en Septiembre de 1897. Algo similar
sucedió en el año 1898, al reforzar la compañía de zarzuela de Barrenechea y López con
artistas de una compañía de Zaragoza, para las fiestas mateas. De igual modo lo hizo en
la capital riojana para las fiestas de San Bernabé de 1900, junto con la compañía de
Mariano Taberner. Ello muestra la inestabilidad que tenían en general las compañías de
la época, sin recursos para formar un elenco importante de profesionales, al tener que
recurrir a los de otras compañías, según las necesidades del momento, como es el caso
de las fiestas patronales, en las que por tradición no podía faltar la temporada de
zarzuela.

No obstante, la compañía del señor Carasa continuó actuando sola en otras


ocasiones, tanto en el teatro Principal como en las capitales de provinicias españolas
como Vitoria, Pamplona, Huesca, Zaragoza o Valladolid. La última temporada que

231
realizó la compañía del señor Carasa en el teatro Principal de Logroño fue para las
fiestas de San Mateo del año 1900. Tras haberse cerrado el coliseo para realizar en él las
obras correspondientes, se abrió de manera temporal para las fiestas de San Mateo. La
compañía de Cayetano Carasa representó diferentes zarzuelas grandes junto con la
compañía de Pablo Cornadó, que fueron muy bien acogidas por el público, tras una
temporada en la que este género se interpretaba de manera escasa, al predominar el
género chico.

Recientemente se había anunciado la posibilidad de que el teatro fuera arrendado


para sacar el tanto por ciento legal, dejando el beneficio de renta que pudiera producir a
un propietario particular para mejorar las listas de compañía. En efecto, pasadas las
fiestas de San Mateo del año 1900, se anunció que el teatro sería vendido a la Caja de
Ahorros, que se encargaría de realizar las reformas que el coliseo necesitaba. Fue
entonces cuando la compañía del señor Carasa se unió con la compañía de Pablo
Cornadó, denominándose compañía Carasa-Cornadó y realizando giras por diferentes
ciudades del norte de España. De igual modo se unió a la compañía del señor Bolumar
durante el mes de noviembre de 1901, con la que actuó en la ciudad de Huesca.

A partir del mes de agosto de 1901, tras pasar el teatro a ser propiedad de la Caja
de Ahorros, la actividad musical en el teatro continuó bajo la dirección de ésta entidad,
al cargo de don Ramos Toledo y Ricardo Viguera. La nueva dueña del teatro fue la
“Sociedad Teatral Logroñesa”, cuyo secretario y empresario era Francisco Martínez
“Parrita”. Este nuevo gestor será el encargado de contratar a las compañías de zarzuela
y ópera que actuaron a partir de entonces en el ya denominado teatro Bretón.

El público riojano echaba en falta a la compañía del señor Carasa. De hecho, el 28


de diciembre de 1903 se anunció su regreso, noticia que produjo el envio de un gran
número de felicitaciones para Cayetano Carasa, e incluso ofrecimientos de personal,
músicos y danzantes para continuar su empresa en el teatro Bretón. Nada más lejos de la
realidad, al tratarse de una inocentada publicada en prensa, que mostró el interés que
prodigaban los logroñeses por el empresario y su compañía.

La siguiente noticia real que se tuvo del señor Carasa fue su debut como tenor en
el Teatro Maniatan-Ópera de Nueva York en el año 1909.

232
En el teatro Mannhatan-Ópera de Nueva York, debutó ayer el señor Carasa que,
como saben nuestros lectores es oriundo de nuestra tierra, pues en ella nacieron sus
padres y en ella también tuvo sus más caras afecciones. Su maestro, el popular
Trabadelo, ha recibido en San Sebastián cablegramas dándole cuenta del gran éxito
que ha obtenido su discípulo quien debutó con Aida. Uno de los despachos es del
empresario, que dice: “Carasa, entusiasta recepción, impresión espléndida, éxito
completo”.273

4.2.3. Compañías foráneas


Compañía cómico-lírica de Don José Vallés
El actor y director José Vallés, comenzó dirigiendo la compañía de teatro
Variedades, de Madrid. Fue alumno de Julián Romea, de quien aprendió la naturalidad
en la interpretación. Es por ello que fue llamado “El joven Romea” quien, junto con los
actores Antonio Riquelme y Juan José Luján, ideó la creación del Género Chico en el
teatrillo El Recreo situado en la calle de la Flor Baja de Madrid en el año 1868. En
género chico fue el primer género cultivado por este director, que posteriormente pasó a
al género grande de la mano de María Tubau en el teatro de la Princesa, en el que fue
evolucionando hasta convertirse en un elegante actor de carácter medio cómico.

Don José Vallés formó una compañía de comedia que, proveniente de Pamplona,
actuó en el teatro Principal de Logroño durante los meses de febrero y marzo de 1889.
En el repertorio de obras interpretadas predominan las comedias en verso, sin embargo
también fueron representadas algunas zarzuelas.

Título Compositor
Niña pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (4 Julián Romea y Joquín Valverde
veces)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (3 veces)

Aunque en su mayor parte interpretó comedias en verso y en prosa, es importante


destacar que la interpretación de sus zarzuelas fue repetida, como es el caso de Niña
pancha, 4 veces, y Chateau Margaux, 3 veces. En la representación de estas zarzuelas

273
Diario La Rioja. 03-09-1909.

233
destacó especialmente el director José Vallés, quien con sus 47 años demostró se un
actor inimitable 274, además de Luisa Rodríguez, calificada como artista notable 275 o la
tiple Carmen Moreno, a quien le hicieron repetir, la habanera y la "canción madrileña"
en la representación de Niña Pancha.

Más detalles de su representación incluye la crítica de la adaptación de la opereta


francesa Chateau Margaux de Henri Audrain, realizada por Jackson Veyán, con música
de Manuel Fernández Caballero en tres sesiones diferentes de la temporada de la
compañía cómico-lírica de don José Vallés, los días 11, 21 y 22 de febrero de 1889. La
interpretación de esta compañía fue excelente y el público salió muy complacido del
teatro. Sin embrago, no ocurrió lo mismo con la puesta en escena. A pesar de tratarse de
una obra salpicada de chistes de buen género, formaba un conjunto que no satisfacía
por completo para una función de más de tres horas y en la que el público no se
renovaba. Mientras para funciones de horas podían satisfacer los juguetes representados
en las dos noches, no pasaba esto en funciones de toda una noche, pues el público en
esta clase de representaciones aspiraba a algo más que en reír un rato que es lo que con
aquellos se conseguía. La sesión estuvo animada pero no todo lo que la compañía tenía
derecho a esperar. Se trataba de una compañía muy buena y había tenido una estupenda
acogida en los espectáculos anteriores, sin embargo el público no estaba acostumbrado a
este tipo de obras de caráter cómico.

Tras el éxito de esta compañía se abrió un nuevo abono por diez funciones en las
que actuó únicamente la compañía de verso.

Compañía de teatro Don Misael Romero


Estaba previsto que esta compañía actuara para las fiestas de San Bernabé del año
1889, llegándose incluso a publicar su elenco desde el mes de mayo. Con el maestro
Bauza al frente de la orquesta, la compañía contaba, entre otros, con dos tiples
conocidas en todo el país: Dolores Cortés Antón y Dolores Franco de Salas.

274
Diario La Rioja. 10-02-1889.
275
Diario La Rioja. 26-02-1889.

234
Como en otras muchas ocasiones, finalmente no fue posible que esta compañía
actuara en el teatro Principal, siendo sustituída por la compañía de don Gaspar Garliner,
a la que se hace referencia a continuación.

Compañía de zarzuela de Don Gaspar Garliner


Fue esta compañía la que finalmente realizó la temporada para las fiestas de San
Bernabé del año 1889, con el señor Redondo como director de orquesta. En un princio
se abrió un abono por nueve funciones, en las que se interpretó un repertorio de
zarzuelas grandes, a excepción de Chateau Margaux y Niña Pancha, ambas en un acto.

El repertorio fue muy variado e incluía varios títulos representativos de zarzuela


grande en la década de 1850: Jugar con fuego, Los diamantes de la corona y El
relámpago de Barbieri y Marina de Arrieta. Otros títulos representativos del género,
aunque posteriores, fueron El juramento, Los magyares y Las hijas de Eva, todos de
Joaquín Gaztambide. El resto eran zarzuelas de años posteriores, como La marsellesa,
El anillo de hierro, El reloj de Lucerna y La tempestad. Ninguna de las obras se repitió.

Título Compositor
El relámpago. Zarzuela en tres actos. Ruperto Chapí
El reloj de Lucerna. Drama lírico en tres actos. Miguel Marqués
Campanone. Zarzuela en tres actos. Vicente Lleó
El anillo de hierro. Drama lírico en tres actos. Miguel Marqués
Las hijas de Eva. Zarzuela en tres actos. Joaquín Gaztambide
El juramento. Zarzuela en tres actos. Joaquín Gaztambide
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
Los trasnochadores. Sainete lírico en un acto. Manuel Nieto
Jugar con fuego. Zarzuela en tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
Bocaccio. Zarzuela en tres actos. Manuel Nieto.
Los diamantes de la corona. Zarzuela en tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
Los madgyares. Zarzuela en cuatro actos. Joaquín Gaztambide
La marsellesa. Zarzuela histórica en verso en tres actos. Manuel Fernández Caballero
Cádiz. Episodio Nacional, cómico-lírico-dramático en verso. Federico Chueca y Joaquín Valverde.
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Joaquín Valverde

235
El debut de esta compañía con la zarzuela en tres actos de Ruperto Chapí, El
relámpago, se caracterizó por la falta de ensayos y de unión, con una orquesta que,
aunque buena, resultaba algo pobre en su interpretación y con un público que esperaba
más de esta compañía. El debut estuvo expuesto a un fracaso, que evitaron los buenos
deseos de todos los artistas y los esfuerzos del director de orquesta. La empresa tal vez
comprometida en no dejar sin compañía a San Bernabé, hizo cuanto pudo pero fue
menos de lo esperado por la sociedad riojana para las fiestas de San Bernabé. No fue del
todo de su agrado la primera representación, desde el momento en que no se logró el
silencio en la sala.

Con la interpretación de Campanone, se formó un juicio distinto del que se tenía


de la compañía. El teatro estuvo más concurrido esta vez. El sr. G. Galinier gustaba al
público y los coros y la orquesta, con dirección del sr. Redondo, gustaron más esta vez,
pero seguía considerándose pobre la dosis musical. Continuó mejorando la
interpretación de la compañía con la representación de Jugar con fuego, obra que
encerraba grandes dificultades y fue muy bien ejecutada, destacando especialmente el
concertante y el final del segundo acto, característicos en toda zarzuela grande, que
salieron casi a la perfección. Además, se dio más valor a la interpretación de los coros y
la orquesta. Con la interpretación de El juramento, el público se mostró muy agradecido
prodigando numerosos aplausos a los artistas. Pero fue la interpretación de la zarzuela
Marina de Arrieta, en la que el público hizo repetir cuatro veces al sr. E. Galinier las
aplaudidas seguidillas del segundo acto. No ocurrió lo mismo con la representación de
Los trasnochadores, sainete que estaba obteniendo gran éxito en Madrid, pero en
provincias en donde los tipos que abundaban no eran como los dibujados en su cuadro,
resultaba un poco frío y sólo servía para ver en alguna ocasión el ingenio del autor. El
maestro Nieto sabe hacer cosas mucho mejores en música, y se conoce que sólo ha sido
una disculpa el libro, para tener una obra más en su repertorio de autor.276

Continuó la temporada con la excelente interpretación de Los magyares, Las hijas


de Eva y El reloj de Lucerna, que lograron gran animación en el teatro. Como novedad,
debutó la srta. C. Galinier, dando a conocer su bonita y bien timbrada voz, aunque poco
voluminosa. En la representación de Los diamantes de la corona, el público hizo repetir

276
Diario La Rioja. 16-06-1889.

236
el dúo de tiples del segundo acto, ocurriendo algo similar con el preludio del tercer acto
de El anillo de hierro.

El 25 de junio de 1889 la empresa anunció la apertura de otro nuevo abono por


cuatro funciones, con gran rebaja de precios. Los precios por abono eran: plateas, 9
ptas; medias plateas, 7 ptas; palcos, 5'50 ptas y butaca, 1'50 ptas. Dejaron el abono
nueve plateas, lo que muestra que no todo el público estaba contento con la
interpretación de esta compañía. Las interpretaciones de este nuevo abono fueron El
relámpago, La marsellesa, Cádiz, Chateau Margaux, Boccaccio, Salón Eslava y Niña
Pancha, todas ellas con excelentes interpretaciones. Destacó en la última actuación de
esta compañía la colaboración del riojano Hipólito Rodríguez, que cooperó de un modo
activo en varios números de concierto que se incluyeron al finalizar la sesión. El
compositor y pianista riojano compañando al piano al violinista zaragozano sr. Ballo en
la fantasía sobre motivos de Rigoletto, demostrando ambos su bien adquirida reputación
y recibiendo bien ganados aplausos. De igual modo acompañó el riojano señor
Rodríguez la romanza Spirito Gentile, cantada por el sr. Rivas y el Ave María de
Gounod, cantada por el sr. Pardo, tenor que prometía alcanzar un buen puesto en el
teatro si conseguía educar su voz. Ambos artistas quedaron agradecidos al sr.
Rodríguez, por lo que contribuyó al mejor éxito. Todos pusieron cuanto estuvo de su
parte, saliendo el público satisfecho de esta última representación y dejando buen
recuerdo la compañía del señor Garliner.

Compañía cómico-lírica de José Barta


Actuó en el coliseo riojano en dos ocasiones, en 1889 y en 1895. En el repertorio
de obras interpretadas durante su primera estancia, en septiembre de 1889, se incluyen
numerosas comedias y algunas zarzuelas, interpretadas en diez funciones. Se
interpretaron cinco zarzuelas de género chico frente a tres zarzuelas en dos actos -Los
lobos marinos, Los hugonotes y Mancielle Nitouche-.

Título Compositor
Niña pancha. Juguete cómico-lírico en un acto. Joaquín Valverde
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en un acto. Manuel Fernández Caballero
(2 veces)
Los lobos marinos. Zarzuela cómica en dos actos. Ruperto Chapí
La diva. Zarzuela en un acto. Manuel Nieto

237
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en un acto. Manuel Nieto
Los hugonotes. Comedia en verso en dos actos. (2 Miguel Echegaray
veces)
Certamen nacional. Zarzuela cómico-lírica en un Manuel Nieto
acto (4 veces)
Mancelle Nitouche. Zarzuela cómica en dos actos. Mariano Pina. Arreglada por Barbero.

La compañía del señor Barta comenzó con éxito su temporada, ya que no era la
primera vez que visitaba la ciudad de Logroño, donde había dejado buenos recuerdos en
otras campañas, siendo considerada una compañía muy aceptable por el público
logroñés. Se valoró mucho la variedad de funciones de esta compañía, que combinaba
zarzuelas en dos actos con comedias en verso, dando gusto así a todos los públicos.

La orquesta fue dirigida por músico riojano Santiago Lope Gonzalo. Nacido en
Ezcaray en 1871, aprendió solfeo y piano con el organista de la parroquia de su
localidad, D. Ángel Miguel Lope y a los seis años se incorporó a la banda del municipio
tocando el flautín. Por recomendación de un director de banda militar que visitó Escaray
fue enviado a Madrid a los doce años, donde ingreso en el Conservatorio Real,
estudiando violín con Jesús Monasterio y armonía y composición con Emilio Arrieta.
En 1886, cuando contaba quince años ingresó en la orquesta del Teatro Apolo y después
en la Sociedad Artístico Musical de Madrid, dirigida por el maestro Bretón. Sus
estudios en Madrid le hicieron estar en contacto con la bohemia musical madrileña,
actuando en salones y cafés donde tocaba el piano. Conocío a compositores como
Ruperto Chapí y Federico Chueca y trabajó en distintas obras de ambos autores. Su
experiencia como director de orquesta fue muy amplia. En 1891, con veinte años de
edad, dirigía la orquesta del Teatro Romea además de ser reconocido como violinista
acompañante, director y compositor. Asímismo fue director de orquesta de otros teatros
de Madrid como el Apolo, la Zarzuela o el Príncipe Alfonso y creó la Banda Municipal
de Valencia en 1903. En Logroño dirigió de forma ocasional la orquesta del teatro,
como en las dos ocasiones en que actuó la compañía de José Barta.

Destacó la interpretación de la zarzuela Niña Pancha, en la que se hizo repetir los


"couplets" franceses y en flamenco a la señorita Martín Grúas. La segunda de abono se
completó con Los lobos marinos, de Ruperto Chapí, que destacó por la buena
interpretación de los coros de los cómicos. Certamen Nacional, de Manuel Nieto, se

238
escuchó con agrado, hasta hacer repetir algunos números y particularmente la jota
aragonesa del sr. Pérez Soriano, dedicada al insigne Peral, y el tango del cuadro cuarto
cantados ambos por la srta. Grúas. Esta obra destacó por ser representada en cuatro
ocasiones, alcanzando gran éxito en todas ellas. No gustó tanto al público la zarzuela
cómica en dos áctos Mam´zelle Nitouche, con música original de Hervé y arreglada por
Barbero, por tratarse de una zarzuelita del corte de todas las operetas francesas, con un
libreto deshilvanado en una porción de escenas, no tan bien cortadas como las de otras
obras del mismo origen y una música ligera y agradable, aunque tampoco pueda
equipararse a otras de índole idéntica. De nuevo nos encontramos ante un público poco
acostumbrado a escuchar operetas cómicas y que por ello se mostraba indiferente ante
estas interpretaciones. El resto de obras interpretadas fueron comedias en verso.

Posteriormente, durante el mes de marzo de 1895, el entonces antiguo actor José


Barta, regresó a la capital riojana a realizar otra temporada. La compañía repartió dos
abonos, el primero con once funciones y el segundo con ocho, predominando las
representaciones de zarzuela e incluyendo además algunas comedias en su repertorio. El
repertorio lírico-dramático de la compañía del señor Barta fue muy variado, al incluír
diecinueve títulos de zarzuela chica, tres de zarzuela grande –Pepe Hillo, Los sobrinos
del capitán Grant y Don Benito Pantoja- , la zarzuela bufa Robinsón y la opereta Miss
Helyett.

Título Compositor
Bodas de oro. Cuadro lírico en verso. Un acto. Ángel Rubio
¡¡Ya somos tres!! Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ángel Rubio
acto. (2 veces)
El dúo de La Africana. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto. (2 veces)
La Indiana. Zarzuela en verso. Un acto. Arturo Saco del Valle
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. (3 veces) Hermoso
Pepe Hillo. Zarzuela en verso. Cuatro actos. (2 Guillermo Cereceda
veces)
Los sobrinos del capitan Grant. Zarzuela de Manuel Fernández Caballero

239
espectáculo). Cuatro actos. (3 veces)
La caza del oso o el tendero de comestibles. Viaje Federico Chueca
cómico-lírico en verso. Un acto. (2 veces)
¡Olé Sevilla! Boceto cómico-lírico en prosa. Un acto. Ramón Estellés
(2 veces)
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde (hijo) y Tomás López
acto. (3 veces) Torregosa
La mascarita. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ramón Estellés
acto. (2 veces)
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. (2 Federic Chueca
veces)
Miss Helyett. Opereta. Tres actos. (3 veces) Edmundo Audrán
La candelada. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Lópe y Pérez de la Rosa
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
Robinsón. Zarzuela bufa en prosa. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
Don Benito Pantoja. Zarzuela en prosa. Dos actos. Manuel Nieto
La Indiana. Zarzuela en verso. Un acto. Arturo saco del Valle
La salamanquina. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Miguel Marqués
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. Hermoso
El traje misterioso. Bufonada lírica en verso. Un acto. Arturo Saco del Valle

Certamen nacional. Proyecto cómico-lírico en verso. Manuel Nieto


Un acto.
El cabo Baqueta. Zarzuela. Un acto. Carlos Mangiagalli y Apolonar Brull
De Madrid a París. Viaje cómico-lírico. Un acto Federico Chueca y Joaquín Valverde

Destacaron los estrenos de Los descamisados, Los puritanos y Las amapolas, así
como la puesta en escena de la zarzuela Los sobrinos del capitán Grant, donde la
compañía estrenó diecisiete decoraciones.

La orquesta mejoró notablemente, llevada por el maestro Santiago Lope, aunque


encontró dificultades en algunas interpretaciones, como Los sobrinos del capitán Grant.
Ello era normal en una orquesta que siempre andaba pesadumbrosa y necesitaba cubrir
las deficiencias con refuerzos en algunos instrumentistas. Los coros estaban bien
afinados y la interpretación de los solistas fue, en general, buena. Con todo ello la
entrada fue buena en casi todas las zarzuelas, destacando algunos llenos como en la
zarzuela Los africanistas.

240
A mitad de la temporada pasó a dirigir la orquesta el maestro riojano don Hipólito
Rodríguez, quien fue digno de aplauso por haber salido airoso en la dirección de Miss
Helyett. Era una obra nueva para él y, sin embargo, se encargó de dirigirla sin tiempo
para estudiarla con el detenimiento preciso y con un ligero ensayo, practicando en el
intermedio de las funciones de tarde y noche. Para finalizar la temporada se celebraron
funciones de beneficio para José Barta y el cuerpo de coros.

Compañía cómico-lírica de Don Leopoldo Valentín


Tras dos temporadas realizadas por compañías dramáticas, los logroñeses
pudieron disfrutar de nuevo de zarzuela para las fiestas de San Bernabé del año 1890,
con la compañía cómico-lírica del señor don Leopoldo Valentín, que dio nueve
funciones en las que predominaron las interpretaciones de zarzuela además de algunas
comedias. Se representaron cinco zarzuelas de género chico, siendo dos de ellas
repteridas -Lo pasado… pasado y El año pasado por agua- y tres zarzuelas grandes.

Título Compositor
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Lo pasado... pasado. Zarzuela en un acto. (2 veces) Ángel Rubio
¡Cómo está la sociedad! Zarzuela cómico-lírica en Ángel Rubio
un acto.
Las hijas del Zebedeo. Zarzuela cómica en dos Ruperto Chapí
áctos. (2 veces)
La cola del diablo. Zarzuela cómica en dos actos. Cristobal Oudrid
La segunda tiple. Zarzuela en prosa. Julián Romea y Joaquín Valverde.
Los lobos marinos. Zarzuela cómica en dos actos. Ruperto Chapí
El año pasado por agua. Revista en un acto. (2 Federico Chueca y Joaquín Valverde.
veces)

La compañía tenía verdaderos deseos de agradar al público riojano, sin embargo


sus esfuerzos no fueron del todo aprovechados, quizás por la falta de ensayo por parte
de la música. A pesar de ello, la concurrencia al teatro por parte del público fue bastante
numerosa. Algunas zarzuelas calaron más en el público que otras, destacando ¡Cómo
está la sociedad!, en la que fue repetido el terceto de tiples y tenor. En Las hijas del
Zebedeo, de Ruperto Chapí, la concurrencia fue mayor que en ninguna otra, descrita

241
como se indica por Fray Cirilo. 277 Los chistes y equívocos que contiene, mantuvieron
constantemente la hilaridad del público, y los preciosos números de música bastante
bien cantados por la srta. Escobar y los sres. Gamero y Olmos merecieron los honores
de la repetición. La srta. Escobar estuvo a gran altura en las sentimentales carceleras,
cosechando muchos y repetidos aplausos así como los sres. Gamero y Olmos en el dúo
del segundo acto. A pesar de los destacados éxitos citados, se comenta la falta de
ensayos de la orquesta y la necesidad de mejorar los coros.

Otra de las interpretaciones destacadas fue la de la zarzuela Los lobos marinos,


también de Ruperto Chapí, en la que se vió el coliseo muy concurrido, cosa que
animaba a los actores, quienes estuvieron muy bien en el desempeño de sus papeles y
que el público saliese muy complacido y satisfecho de la sala.

Compañía infantil de Don Juan Bosch


Formada por miembros de entres 4 y 12 años, esta compañía actuó en el teatro
Principal de Logroño en dos ocasiones: la primera en 1890 y la segunda en 1896. En
ambas, la acogida recibida por parte del público fue excelente, valorando el trabajo el
señor Bosch al dirigir una compañía de niños, por las dificultades que esto entrañaba,
logrando gran precisión en las interpretaciones de tan jóvenes artistas.

En su primera estancia, durante el mes de julio de 1890, dieron seis funciones. Se


interpretó un repertorio de zarzuelas de género chico, entre las que se incluyó un baile
denominado Las ninfas del bosque.

Título Compositor
Cádiz. Episodio cómico-lírico-dramático en dos Federicho Chueca y Joaquín Valverde
actos. (2 veces)
¡¡Ya somos tres!!. Juguete cómico-lírico en un Ángel Rubio
acto. (2 veces)
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en un Manuel Nieto
acto.
El gorro frigio. Sainete lírico en un acto. (2 Manuel Nieto
veces)
Toros de puntas. Zarzuela cómico-lírica en un Isidoro Hernández

277
Diario La Rioja. 31-05-1890.

242
acto.
La Gran Vía. Revista cómico-lírica en un acto. Federico Chueca y Joaquín Valverde.

Destacó especialmente el niño Rafael Palop, quien supo lucir sus facultades,
además de unos coros muy bien afinados. En el baile Las ninfas del bosque fueron
ovacionadas todas las bailarinas, con particularidad la niña Bernabeu.

Durante su segunda estancia en el mes de Noviembre de 1896 trajo la compañía


un repertorio mucho más amplio y dieron diecisiete funciones. Destacaron las obras de
género chico, interpretándose tres zarzuelas en cada función. También se interpretaron
zarzuelas grandes: El rey que rabió, Cádiz, El húsar y La Dolores.

Título Compositor
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Tomás López Torregosa
acto. (2 veces)
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto.
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto. (2 Gerónimo Giménez
veces)
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un Federico Chueca
acto. (3 veces)
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en Ruperto Chapí
prosa. Un acto. (3 veces)
El húsar. Zarzuela cómica. Dos actos. (3 veces) Andrés Vidal y Llimona
Cádiz. Episodio Nacional, cómico-lírico-dramático Federico Chueca y Joaquín Valverde
en verso. Dos actos. (2 veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y Ruperto Chapí
prosa. Tres actos. (2 veces)
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
(2 veces)
El chaleco blanco. Episodio cómico-lírico en Federico Chueca
prosa. Un acto. (2 veces)
La diva. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Arreglo: Manuel Nieto.

243
La Dolores. Drama lírico. Tres actos. (2 veces) Tomás Bretón
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto. (2 veces)

Se dieron varias funciones vespertinas a las que acudió una gran cantidad de
público infantil. Al igual que en su anterior visita al teatro de Logroño seis años antes,
destacó la compañía por su gran puesta en escena y la calidad de los coros,
percibiéndose su dedicaicón y ensayos previos.

Se celebraron tres beneficios: el de Trinidad Pueyo, Hilario Moya y Emilia Seller,


además de la función de caridad para los inválidos de la guerra.

Compañía de zarzuela chica Julio Ruíz


Realizó su temporada en el teatro Principal para las fiestas de San Mateo de 1890.
Aunque entre las zarzuelas se intercalaron algunas obras en verso y monólogos, destacó
el repertorio zarzuelístico de género chico, a excepción de la zarzuela en dos actos Las
hijas del Zebedeo, interpretado por esta compañía durante quince funciones.
Predominaron las zarzuelas de los compositores Manuel Nieto, además de Ruperto
Chapí y Ángel Rubio.

Título Compositor
Los alojados. Sainete lírico en un acto. Ruperto Chapí
El año pasado por agua. Revista en un acto. (2 veces) Federico Chueca y Joaquín Valverde
Los baturros. Juguete cómico-lírico en un acto. (2 Manuel Nieto
veces)
La calandria. Juguete cómico en un acto. Ruperto Chapí
¡Cómo está la sociedad! Juguete cómico-lírico en un Manuel Nieto.
acto.
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en un acto. Manuel Nieto.
El cosechero de Arganda. Juguete cómico-lírico en Ángel Rubio
prosa. Un acto.
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
El chaleco blanco. Episodio cómico-lírico en un acto. Federico Chueca

244
¡Las doce y media y sereno! Zarzuela en un acto. (3 Ruperto Chapí
veces)
El gorro frigio. Sainete lírico en un acto. Manuel Nieto
El gran pensamiento. Disparate cómico-lírico en prosa. Manuel Nieto
Un acto.
Las hijas del Zebedeo. Zarzuela cómica en dos actos. (2 Ruperto Chapí
veces)
El lucero del alba. Zarzuela en un acto. Manuel Caballero
Meterse en Honduras. Juguete cómico-lírico en un acto. Ángel Rubio
(2 veces)
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en un acto. Julián Romea y Joaquín Valverde
¡Olé, Sevilla! Boceto cómico-lírico en un acto. Julián Romea y Ramón Estellés
Los trasnochadores. Sainete lírico en un acto. (2 veces) Manuel Nieto
Para palabra, Aragón. Zarzuela en verso en un acto. Isidoro Hernández
Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
¡Eh!... ¡A a la plaza! Revista en un acto. (2 veces) Ángel Rubio
¡Tio… yo no he sido! Juguete cómico-lírico en un acto. Ángel Rubio

Esta compañía fue muy esperada y la víspera de San Mateo “una numerosa y
distinguida concurrencia de elegantes damas y lo más selecto de la hig-lifte logroñesa”
presenció el debut. Los ciudadanos riojanos sabían que el primer actor y director de la
compañía, don Julio Ruiz, había alcanzado grandes éxitos en los teatros de Madrid y lo
mismo ocurrió en el teatro principal de Logroño.

La compañía tuvo un buen desempeño musical en general, interpretando un


repertorio que incluía los mayores éxitos del Género Chico de la década de los 80.
Todas sus interpretaciones gustaron por igual, destacando El año pasado por agua con
uno de esos llenos que solo se veían por San Mateo. El público respondió de forma
excelente durante toda la campaña y sólo se censuraron los largos entreactos y la
repetición de algunas piezas.

El 1 de octubre se informó de la apertura de un nuevo abono por cuatro funciones


únicas, aunque finalmente solo se dieron dos.

245
Compañía de zarzuela de Manuel Corregel
Esta compañía cerró el año 1890 con su primera temporada y abrió 1891 haciendo
una segunda temporada, en la que obtuvo mayor éxito que en la primera. La primera
temporada constó de treinta funciones y la segunda de ocho. En todas ellas se
combinaron las piezas declamadas junto con las de género chico. Se indican en la
siguiente tabla las piezas de género lírico interpretadas por la compañía durante las dos
temporadas, siendo todas ellas de género chico.

Título Compositor
El gorro frigo. Sainete lírico en prosa. Un acto. (4 Manuel Nieto
veces)
Dos canarios de café. Zarzuela cómica en prosa. Un Ángel Rubio
acto. (2 veces)
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. Isidoro Hernández
Para casa de los padres. Juguete cómico-lírico. Un Manuel Fernández Caballero
acto.
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Nieto
acto. (5 veces)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. Manuel Fernández Caballero
¡¡Ya somos tres!!. Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio
Un acto.
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Francisco Asenjo Barbieri
Nina. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (3 Ángel Rubio
veces)
Nina Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Joaquín Valverde y Julián Romea
acto. (2 veces)
¡Cómo está la sociedad! Pasillo cómico-lírico en Ángel Rubio
verso. Un acto.
Meterse en Honduras. Juguete cómico-lírico en Ángel Rubio y Casimiro Espino
prosa. Un acto.
Lo pasado... pasado. Zarzuela en un acto. Ángel Rubio

Su elenco artístico contaba con la tiple Lucía Pastor Ramos, conocida a nivel
nacional. Esta tiple, natural de Burgos, comenzó a cantar en el Teatro Variedades con
las hermanas Alba, José y Emilio Mesejo y Luisa Campos, figuras básicas del género

246
chico. Desde 1885 actuiaba en la compañía de su hermana juana, que hacía giras por las
provincias españolas, siendo reconocidas sus facetas como cnatante en el semanario
Madrid Cómico. A su paso por Logroño, la señorita Pastor mostró en sus
interpretaciones sus magníficas cualidades de actriz, gracia y picardía. Sin embargo, la
interpretación de la compañía en general dejó bastante que desear. Todos los actores en
general se mostraron fríos y parados en el desempeño de sus papeles, lo cual no era de
extrañar en parte debido a la poca concurrencia del público. Fue éste el caso de las
representaciones de El gorro frigio, Para casa de los padres, Dos canarios de café y la
primera representación de Los baturros. Esta zarzuela se repitió en cuatro ocasiones,
mejorando su interpretación y aumentando la concurrencia del público en cada una de
las siguientes representaciones. Aún así, el paso de esta compañía por el teatro Principal
de Logroño no se puede considerar exitoso.

Compañía de verso de Enrique Ruiz


Actuó en Logroño durante el mes de enero de 1891 dando siete funciones. A pesar
de tratarse de una compañía de verso, se incluye el estudio de esta compañía por incluír
en su repertorio algunas obras con música.
Título Compositor
La aldea de San Lorenzo. Melodrama. Tres actos y un prólogo. Juan Molberg
La almoneda del diablo. Comedia de magia. Tres actos y un prólogo. Leandro Ruiz
(4 veces)

La aldea de San Lorenzo sirvió para realizar el debut de la compañía, en el que la


sala se encontraba muy desanimada. Sin embargo, la interpretación de la comedia de
magia La almoneda del diablo, con música de Leandro Ruiz, generó especial éxito ante
el público logroñés y riojano en general. Su tercera representación congregó en la sala
mayor número de espectadores; hasta de los pueblos próximos acudieron por docenas
ansiosos por conocer tan notable magia que cuando parecía desterrada para siempre
volvía a hacer las delicias del público y el agosto del afortunado empresario. A ruego de
muchas personas que no habían tenido ocasión de ver La almoneda del diablo y otras
muchas que deseaban volver a hacerlo, se puso en escena una cuarta y otra quinta vez,
siendo la entrada en las dos últimas funciones, tan buena como las anteriores.

247
Compañía cómico-lírica de Manuel Calvo
Esta compañía actuó por primera vez en noviembre de 1891, interpretando
únicamente obras del género dramático. Durante su segunda temporada que duró desde
el mes de diciembre de 1891 al de enero de 1892 se unió con un cuadro de zarzuela,
dando diecinueve funciones líricas, todas de género chico, excepto la zarzuela cómica
en dos actos, Las hijas del Zebedeo, de Ruperto Chapí. Junto este compositor,
continuaron predominando las zarzuelas compuestas por Manuel Nieto y Ángel Rubio.

Título Compositor
Nina. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Ángel Rubio.
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
Toros de puntas. Alcaldada cómico-lírica en prosa. Un acto. Isidoro Hernández
(2 veces)
¡Las doce y media y sereno! Zarzuela en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
Los trasnochadores. Sainete lírico en verso. Un acto. Manuel Nieto
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. Francisco Asenjo Barbieri
Las hijas de Zebedeo. Zarzuela cómica en prosa. Dos actos. Ruperto Chapí
Boulanger. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (2 veces) Manuel Nieto
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (2 Manuel Nieto
veces)
¡Tío... yo no he sido! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Ángel Rubio
(2 veces)
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. (3 veces) Isidoro Hernández
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Manuel Fernández Caballero
¡Cómo está la sociedad! Pasillo cómico-lírico en verso. Un Ángel Rubio
acto. (2 veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
(2 veces)
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Julián Romea y Joaquín Valverde

Fue muy valorada la esmerada ejecución orquestal, que estaba hábilmente dirigida
por el riojano Hipólito Rodríguez. El resto de la compañía obtuvo buenas críticas, lo
que produjo una buena concurrencia al teatro en la mayor parte de las representaciones,
destacando especialmente la zarzuela Toros de puntas, con la que el teatro estuvo tan
concurrido como hacía entonces mucho tiempo. Más llamativa fue aún la concurrencia
de público en la zarzuela ¡Cómo está la sociedad!, en la que hubo que recurrir a la
colocación de sillas en los flancos de las butacas para satisfacer los pedidos del público.

248
Cierto es que, como en otras ocasiones, la concurrencia de público al teatro se vió
afectada por las condiciones meteorológicas, ya que las temperaturas eran bajas en los
meses de diciembre y enero, y en aquellos momentos no estaba bien acondicionado el
teatro.

La compañía de Manuel Calvo regresó a Logroño en junio de 1892, para las


fiestas de San Bernabé, sin el cuadro de zarzuela, por lo que de nuevo interpretó un
repertorio formado únicamente por obras declamadas.

Compañía de verso del señor José Pérez


Durante las fiestas de San Bernabé del año 1892 fue contratada esta compañía de
verso que incluyó en su repertorio algunas zarzuelas de género chico.

Título Compositor
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. Francisco Asenjo Barbieri
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Nieto
acto.
El gorro frigio. Sainete lírico en prosa. Un acto. Manuel Nieto
¡Quién fuera libre! Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio y Casimiro Espino
Un acto.
Para casa de los padres. Juguete cómico-lírico. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
Los dos coroneles. Juguete cómico-lírico en prosa. Hipólito Rodríguez
Un acto.

En general, las entradas a las representaciones fueron buenas, destacando


especialmente la orquesta, que dirigía el músico riojano Hipólito Rodríguez. Una de las
zarzuelas compuestas por este compositor, fue estranada por la compañía de José Pérez
para cerrar la temporada el 28 de junio de 1892 en el teatro Principal. Se trató del
juguete cómico-lírico en prosa en un acto Los dos coroneles, con libreto de Francisco
Fernández Gómez. El resultado de su estreno no fue bueno, sufrieron tal cúmulo de
contratiempos. La principal causa fue la falta de ensayos por parte de los actores,
además de tratarse de cantantes con poca voz. No se trataba de la mejor compañía para
estrenar una obra de música alegre y marcial, aunque tampoco se trataba de la mejor
obra compuesta por Hipólito Rodríguez.

249
Compañía de zarzuela chica de Fernando Viñas
Fueron dos temporadas seguidas las que realizó esta compañía de zarzuela: la
primera en el mes de julio con diez funciones de género chico y la siguiente para las
fiestas de San Mateo de 1892 con otras diez funciones del mismo género. El repertorio
interpretado en la primera temporada fue el siguiente constó de zarzuelas chicas,
destacando la interpretación repetida de muchas de ellas.

Título Compositor
Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto.
La caza del oso o el tendero de comestibles. Viaje Federico Chueca
cómico-lírico en verso. Un acto.
El monaguillo. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. (2 Miguel Marqués
veces)
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (5 Manuel Fernández Caballero
veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
(4 veces)
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)
Las tentaciones de San Antonio. Zarzuela en prosa. Ruperto Chapí
Un acto. (3 veces)
El arca de Noé. Problema cómico-lírico social en Federico Chueca
verso. Un acto. (2 veces)
Certámen Nacional. Proyecto cómico-lírico en verso. Manuel Nieto
Un acto
Meterse en honduras. Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio y Casimiro Espino
Un acto.
Carmela. Parodia lírica de la ópera Carmen. Un acto. Tomás Reig
(3 veces)
El mesón del sevillano. Zarzuela en verso. Un acto Ramón Estellés
La romería de Miera. Boceto de costumbres Ángel Pozas
montañesas. Un acto.
Las doce y media y sereno. Zarzuela en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto Manuel Nieto

250
Predominó en la primera temporada de zarzuela del señor Viñas la interpretación
de zarzuelas de Ruperto Chapí, siendo estas además las que mayor éxito obtuvieron ante
el público logroñés. La zarzuela Las campanadas se interpretó en cuatro ocasiones, Las
tentaciones de San Antonio en tres y La leyenda del monje en dos. Pero la obra más
repetida de la temporada, en ocasiones por petición del público, fue Los aparecidos, de
Manuel Fernández Caballero, zarzuela cómica en prosa en un acto que fue interpretada
en cinco ocasiones. Todas ellas se interpretaron con acierto por los actores y actrices,
destacando de forma especial Consuelo Envid. Sin embargo, la orquesta sonaba a
menudo desafinada, particularmente la madera.

Regresó la compañía a Logroño en el mes de septiembre para realizar su segunda


temporada, en la que se incluyeron algunas de las interpretaciones más exitosas de la
primera temporada y otras nuevas. Entre las novedades incluidas destacaron dos
zarzuelas grandes, El mismo demonio y Las hijas del Zebedeo, ambas de Ruperto Chapí.

Título Compositor
El mismo demonio. Zarzuela en prosa. Dos actos. Ruperto Chapí
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (3 veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
Los embusteros. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Teodoro San José
acto.
La diva. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. Manuel Nieto
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
La caza del oso o el tendero de comestibles. Viaje Federico Chueca
cómico-lírico en verso. Un acto.
Las doce y media y sereno. Zarzuela en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel Nieto
La madre del cordero. Zarzuela cómica en verso. Un Gerónimo Giménez
acto.
Los de Cuba. Juguete cómico-lírico. Un acto. Ángel Rubio y José Marín
¡Anda, valiente!. Zarzuela. Un acto. Francisco Asenjo Barbieri
El cosechero de Arganda. Juguete cómico-lírico en Ángel Rubio

251
prosa. Un acto.
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Joaquín Valverde
acto.
Caramelo. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (2 Federico Chueca y Joaquín Valverde
veces)
¡Don Dinero! Zarzuela en verso. Un acto Ángel Rubio y Casimiro Espino
Lucifer. Zarzuela en verso. Un acto Apolinar Brull
El año pasado por agua. Revista en verso y en prosa. Federico Chueca y Joaquín Valverde
Un acto. (2 veces)
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto Manuel Nieto
Las hijas del Zebedeo. Zarzuela cómica en prosa. Dos Ruperto Chapí
actos.

Compañía cómico-dramática de Juan Colóm


Esta compañía cómica actuó en el teatro Principal de Logroño en cinco ocasiones,
dedicando al género lírico-dramático solo dos de estas, la primera y la tercera. En el
resto de ocasiones interpretó únicamente obras declamadas. A pesar de que durante en
las quince funciones de su primera estancia en 1892 predominaron las obras
declamadas, se incluyeron además, cuatro zarzuelas, todas ellas de género chico.

Título Compositor
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Julián Romea y Joaquín Valverde
acto. (2 veces)
El marqués de pimentón. Proverbio cómico-lírico en Benito de Monfort.
verso. Un acto.
Las niñas desenvueltas. Juguete cómico-lírico en Gerónimo Giménez
verso. Un acto.

Puesto que predominó el género dramático, se elogió en prensa mayoritariamente


a los actores y en especial a la dirección del señor Colóm.

Durante su segunda estancia, en el mes de mayo de 1893, se representaron


únicamente cuatro obras en verso.

252
Su tercera visita al coliseo logroñés tuvo lugar en septiembre de 1893, para las
fiestas de San Mateo, con ocho funciones de zarzuela grande. Gracias a la combinación
cómico-dramática pudo realizarse lo que esperaban muchos logroñeses y comenzaba a
ser algo utópico: la posesión temporal de la zarzuela grande. Se interpretaron un gran
número de zarzuelas de Ruperto Chapí, además de algunas de Emilio Arrieta, Manuel
Fernández Caballero, Manuel Gaztambide, Francisco Asenjo Barbieri y Plaquette.

Título Compositor
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
El lucero del alba. Zarzuela en un acto. Manuel Fernández Caballero
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos.
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos Ruperto Chapí
El milagro de la Virgen. Zarzuela en prosa y verso. Ruperto Chapí
Tres actos
Las hijas de Eva. Zarzuela en verso. Tres actos. Manuel Gaztambide
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres Robert Plaquette
actos.
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri

En su corta estancia en el mes de junio 1895, para las fiestas de San Bernabé, esta
compañía interpretó únicamente comedias. Algo similar sucedió durante su visita al
teatro durante el mes de Noviembre del mismo año.

Compañía de zarzuela del Sr. Povedano


Fue la compañía de zarzuela que abrió el año 1893 en el coliseo de Logroño,
durante los meses de enero, febrero y parte del de marzo. A lo largo de la temporada se
interpretaron un total de treinta y ocho zarzuelas de género chico y una zarzuela grande:
El rey que rabió. Esta se repitió en siete ocasiones y el resto de zarzuelas chicas
tuvieron numerosas repeticiones, destacando la zarzuela El plato del día, interpretada
cuatro veces, De Herodes a Pilatos y La cruz blanca, interpretadas dos veces y Las
campanadas, Chateau Margaux, la caza del oso, Al agua patos, Los aparecidos,
Certámen Nacional, Los baturros, ¡Viva mi niña!, ¡Quién fuera libre!, Nina, los
zangolotinos, El señor Luis Tumbón y La sevillana, interpretadas todas ellas en dos

253
ocasiones. A pesar de las numerosas repeticiones, hubo una enorme variedad de títulos
durante tan larga temporada. Una vez más, los compositores protagonistas fueron
Manuel Nieto, Ángel Rubio y Ruperto Chapí, además de Manuel Fernández Caballero.

Título Compositor
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
De Herodes a Pilatos o el rigor de las desdichas. Manuel Fernández Caballero
Sainete lírico en verso. Un acto. (3 veces)
Toros de puntas. Alcaldada cómico-lírica en prosa. Isidoro Hernández
Un acto.
El alcalde interino. Sainete lírico en prosa. Un acto.(2 Apolinar Brull
veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos (7 veces)
La caza del oso o el tendero de comestibles. Viaje Federico Chueca
cómico-lírico en verso. Un acto. (2 veces)
Al agua patos. Pasillo cómico-lírico-marítimo. Un Ángel Rubio
acto. (2 veces)
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
Certamen Nacional. Proyecto cómico-lírico en verso. Manuel Nieto.
Un acto. (2 veces)
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un Miguel Marqués
acto. (4 veces)
La Gran Vía. Revista madrileña cómico-lírica, Federico Chueca y Joaquín Valverde
fantástico-callejera. Un acto
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Joaquín Valverde y Julián Romea
acto.
Para casa de los padres. Juguete cómico-lírico en Manuel Fernández Caballero
verso. Un acto.
El monaguillo. Zarzuela. Un acto Miguel Marqués
El gorro frigio. Sainete lírico en prosa. Un acto. Manuel Nieto
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel Nieto
(2 veces)
La cruz blanca. Zarzuela de gran espectáculo en prosa Apolinar Brull
y verso. Un acto. (3 veces)

254
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto Manuel Nieto
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. Francisco Asenjo Barbieri
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Manuel Nieto
acto.
Dos canarios de café. Zarzuela cómica en prosa. Un Ángel Rubio
acto.
El monaguillo. Zarzuela. Un acto Miguel Marqués
¡Viva mi niña! Juguete cómico-lírico en verso y prosa. Ángel Rubio
Un acto. (2 veces)
¡Quién fuera libre! Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio y Casimiro Espino
Un acto. (2 veces)
Nina. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (2 Ángel Rubio
veces)
El cosechero de Arganda. Juguete cómico-lírico en Ángel Rubio
prosa. Un acto.
Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
El señor Luis el Tumbón o Despacho de huevos Francisco Asenjo Barbieri
frescos. Sainete lírico en prosa y verso. Un acto. (2
veces)
Un gatito de Madrid. Juguete cómico. Un acto. Rafael Taboada
¡¡Ya somos tres!! Juguete cómico-lírico. Un acto. Ángel Rubio
Meterse en honduras. Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio y Casimiro Espino
Un acto.
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. Isidoro Hernández
Picio, Adán y compañía. Juguete cómico-lírico en Carlos Mangiagalli
verso y prosa. Un acto.
La sevillana. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Isidoro Hernández
(2 veces)
Música clásica. Disparate cómico-lírico en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
La calandria. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.

La actriz y cantante más representativa de la compañía del señor Povedano fue la


tiple Loreto Prado. Nacida en Madrid en 1865, se considera una de las actrices más

255
excepcionales que ha dado el teatro español. Debutó a los catorce años y formó una
duradera pareja con el actor y empresario Enrique Chicote. Esta actriz dramática y tiple
cómica era considerada excepcional en ambas disciplinas. Fue toda una institución en su
época y contó con la admiración no sólo del público, sino de los principales escritores
de teatro del momento. En todas las críticas de prensa de la temporada que la compañía
del señor Povedano hizo en el teatro, se hace referencia a esta cantante, que aun estando
bastante acatarrada, hasta el punto de ser difícil emitir algunas notas, es tan simpática,
domina la escena con tal arte, posee una desenvoltura y gracejo, se presenta con tal
elegancia y capricho, que se lleva al público de calle.278

El 7 de febrero de 1893 la función de la compañía fue a beneficio de Loreto


Prado, dedicando dos días después la columna de TEATRO del periódico La Rioja, con
palabras como: La beneficiada es artista de buena escuela que sabe amoldarse
perfectamente a todas las situaciones y personajes, imprimiendo a su semblante la
animación y la gracia que le rebosa por todos sus poros. Ella es menudita de estatura y
sin embargo llena la escena con su presencia atrayendo hacia sí la atención de los
espectadores.

A pesar de la invasión gripal que había en todas las familias y que hizo que
muchos habitantes asiduos al teatro encontraran dificultades para acudir, éste se vió tan
lleno como en sus mejores momentos. La mayor parte acudían por conocer a Loreto
Prado y ella no les defraudó. Artistas como ella eran claves en compañías como la del
sr. Povedano y muy bien consideradas por el público. A ello hay que añadir la
existencia de unos coros nutridos y afinados y una orquesta que, a pesar de encontrar
algunas dificultades en su ejecución, fue mejorando en cada función de la compañía.

Compañía lírico-dramática del Sr. Catalá


Actuó en el coliseo de Logroño durante el mes de abril de 1893, dando veintiuna
funciones con predominio de zarzuela grande. No obstante, se incluyeron en sus
programas una zarzuela de género chico –El loco de la guardilla- y la zarzuela bufa
Robinsón. En un programa tan variado encontramos obras de los compositores más
representativos de zarzuela grande, como Francisco Asenjo Barbieri, Emilio Arrieta,

278
Diario La Rioja. 19-01-1893.

256
Manuel Fernández Caballero y Ruperto Chapí, así como otras de compositores menos
prolíficos pero que no por ello dejaron de gustar al público riojano, como Robert
Palquette o Andrés vidal y Llimona.

Título Compositor
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos.
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos.
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres Robert Planquette
actos.
El juramento. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
La Mascota. Ópera cómica en prosa. Tres actos. Andrés Vidal y Llimona
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
El loco de la guardilla. Zarzuela en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Los diamantes de la corona. Zarzuela en verso. Tres Francisco Asenjo Barbieri
actos.
La Marsellesa. Zarzuela histórica en verso. Tres Manuel Fernández Caballero
actos.
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos.
Robinson. Zarzuela bufa en prosa. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
El postillón de La Rioja. Zarzuela. Dos actos. Cristobal Oudrid
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos.
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos
Los Madgyares. Zarzuela. Cuatro actos. Joaquín Gaztambide
El molinero de Subiza. Zarzuela histórico- Cristobal Oudrid
romancesca en verso. Tres actos.
Los sobrinos del capitán Grant. Zarzuela de Manuel Fernández Caballero
espectáculo. Cuatro actos.
El reloj de Lucerna. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos
Las dos princesas. Zarzuela cómica. Tres actos. Manuel Fernández Caballero
Catalina. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide

257
Con una orquesta que necesitaba refuerzo, sobretodo en la cuerda y unos coros
que dejaban bastante que desear, actuó esta compañía en el teatro Principal de Logroño
durante el mes de abril de 1893. Muchas de las obras interpretadas eran zarzuelas
clásicas que atrajeron al público, lo que provocó llenos en El anillo de hierro, Marina o
Los diamantes de la corona, en la que la concurrencia era tan numerosa que hubo
necesidad de colocar todas las filas de butacas y no siendo suficientes salieron a relucir
los bancos que en días de feria se ponían al lado de las plateas. En Robinsón, Las dos
princesas y Catalina, sin embargo, la entrada fue floja.

Compañía de zarzuela chica del señor José Bosch


Actuó en el teatro Principal para las fiestas de San Bernabé del año 1893, dando
catorce representaciones, todas ellas con títulos de género chico.

Título Compositor
La Revista. Zarzuela en verso. Un acto. (2 veces) Manuel Fernández Caballero
El estilo es el hombre. Juguete cómico-lírico en prosa Manuel Nieto
y verso. Un acto.
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
¡A ti suspiramos! Revista cómico-teatral. Un acto (4 Manuel Fernández Caballero y Carlos
veces) Mangiagalli
Don Pompeyo en carnaval. Juguete bufo-lírico en José Vicente Arche
prosa. Un acto. (2 veces)
Meterse en honduras. Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio y Casimiro Espino
Un acto.
El organista. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Ruperto Chapí
veces)
Caramelo. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto Federico Chueca y Joaquín Valverde
De Madrid a París. Viaje cómico-lírico. Un acto (4 Federico Chueca y Joaquín Valverde
veces)
¡Viva mi niña! Juguete cómico-lírico en verso y Ángel Rubio
prosa. Un acto. (2 veces)
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Joaquín Valverde y Julián Romea
acto.
El teatro nuevo. Pasillo cómico-lírico. Un acto. (2 Ángel Rubio

258
veces)
El día de la Ascensión. Zarzuela cómica. Un acto (2 Manuel Fernández Caballero y Teodoro San
veces) José
¡Cómo está la sociedad! Pasillo cómico-lírico en Ángel Rubio y Casimiro Espino
verso. Un acto.
El monaguillo. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Miguel Marqués
La soirée de Cachupin. Opereta. Un acto. (3 veces) Jacques Offenbach
Las tentaciones de San Antonio. Zarzuela en prosa. Ruperto Chapí
Un acto. (2 veces)
Colegio de señoritas. Juguete cómico-lírico. Un acto. Apolinar Brull
(2 veces)
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Manuel Nieto
acto. (2 veces)
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. Isidoro Hernández
El club de los feos. Extravagancia cómico-lírica en Ángel Rubio y Casimiro Espino
verso. Un acto

La mayor parte de las obras se repitieron con frecuencia, no por petición del
público, sino por mala organización de la compañía y la empresa. En muchas ocasiones
se repetía la misma obra en diferentes sesiones de la tarde, o en días muy seguidos, lo
que trajo consigo poca variedad en los programas. El público acusó esto y la entrada
fue floja en las sesiones en las que más de una obra era repetida, especialmente cuando
las repeticiones se daban en noches seguidas. Gracias a las críticas, esto cambió, y
comenzaron a programarse las repeticiones diluídas equitativamente entre otras que
atraían la atención, del público, logrando así crear más interés en éste y provocar llenos
en el teatro.

En lo referente a la interpretación, se observaron algunas deficiencias en algunos


actores que declamaban con inseguridad, precisamente donde necesitaban más
facultades. En otros casos, la interpretación fue aceptable.

Compañía cómico-lírico-dramática de los señores Francisco Villegas y


Federico Reparaz
Durante el mes de ocubre de 1893 actuó en el teatro la compañía de los señores
Francisco Villegas y Federico Repáraz, siendo el primero el director de la compañía y el
segundo el director de la orquesta y a su vez compositor. La compañía actuó durante el

259
mes de octubre de 1893, con un total de dieciocho funciones, todas ellas de zarzuela
grande.

Título Compositor
Campanone. Zarzuela. Tres actos. Vicente Lleó
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. Manuel Fernéndez Caballero
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos.
El rey que rabió. Zarzuela cómica en prosa y verso. Ruperto Chapí
Tres actos
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos Ruperto Chapí
El milagro de la Virgen. Zarzuela en prosa y verso. Ruperto Chapí
Tres actos
Las hijas de Eva. Zarzuela en verso. Tres actos. Joaquín Gaztambide
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres Robert Planquette
actos.
¡En las astas del toro! Zarzuela. Un acto. Joaquín Gaztambide
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernéndez Caballero
actos
El juramento. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
Un tesoro escondido. Zarzuela. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
La choza del diablo. Melodrama en verso. Tres Manuel Fernéndez Caballero
actos
Los diamantes de la corona. Zarzuela en verso. Tres Francisco Asenjo Barbieri
actos.
El dominó azul. Zarzuela en verso. Tres actos. Emilio Arrieta
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos.

Federico Repáraz había sido desde 1880 maestro concertador y director de


orquesta del teatro Apolo, donde compartía el cargo con Mariano Vázquez. En 1883
llegó a Oviedo como maestro director y concertador de una compañía zarzuelística,
pasando en 1893 a ser director y concertador de la compañía lírica del teatro de San
Fernándo en Cádiz. Reconocido como un hombre culto en el arte escénico, realizó
adaptaciones de obras extranjeras al teatro español, que fueron acogidas con éxito por el
público. Durante su temporada en el teatro Principal, realizo una reforma orquestal,

260
supliendo con éxito la falta de algunos instrumentos. Añadió algunos instrumentos de
cuerda, como violines y violoncellos, que colaboraron en el aumento de sonoridad.

En el programa de la compañía destacan las zarzuelas del maestro Ruperto Chapí,


que lograron un lleno en la sala, como La Tempestad y La Bruja. En la primera de ellas
hubo necesidad de colocar butacas supletorias que se ocuparon antes de comenzar la
función. Mientras La Tempestad tuvo una interpretación exitosa, no ocurrio lo mismo
con La Bruja, obra difícil de interpretar y poco ensayada por los intérpretes, incluyendo
la orquesta.

Destacó el éxito de Jugar con fuego, zarzuela grande por excelencia del maestro
Barbieri, que se ejecutó a la perfección. Otras obras que llenaron or completo el teatro
fueron El salto del pasiego, La choza del diablo y El dominó azul.

La compañía regresó a los escenarios de Logroño para las fiestas mateas del año
1894, habiendo cambiado algunos miembros de su elenco artístico. Se dieron ocho
funciones de los días 18 al 25 de septiembre, que comenzaron con representaciones de
zarzuela grande, combinándose con dos obras de género chico: La verdena de la paloma
y Los africanistas.

Título Compositor
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos.
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto. (2 veces)
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos.
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapi
actos.
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres Robert Plaquette
actos.
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en prosa y verso. Ruperto Chapí

261
Tres actos.
Los Magyares. Zarzuela. Cuatro actos. Joaquín Gaztambide
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. Hermoso

Las obras mejor interpretadas de su repertorio fueron El anillo de hierro y La


Tempestad, tanto por la masa coral como por los solistas. De igual modo es importante
destacar la función de despedida, en la que se interpretó Los africanistas, acudiendo un
público selecto y escogido y teniendo que colocar la empresa sillas delante de las
plateas.

Compañía de zarzuela chica de los señores Echevarría y Lafita


Durante los meses de marzo y abril del año 1894, para la temporada de Pascua,
actuó en el teatro Principal de Logroño esta compañía dando seis funciones de género
chico.

Título Compositor
Charito. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. Manuel Fernández Caballero
¡Los de Cuba! Juguete cómico-lírico. Un acto. (2 José Marín y Ángel Rubio
veces)
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto (4 veces)
El alcalde interino. Sainete lírico en prosa. Un acto. Apolinar Brull
El año pasado por agua. Zarzuela en verso y en Federico Chueca y Joaquín Valverde
prosa. Un acto
Las hijas de Zebedeo. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Dos actos. (3 veces)
Toros de puntas. Alcaldada cómico-lírica en prosa. Isidoro Hernández
Un acto. (2 veces)
Cádiz. Episodio Nacional, cómico-lírico-dramático Federico Chueca y Joaquín Valverde
en verso. Dos actos

En sus primeras interpretaciones dirigió la orquesta el maestro Ristori, que llegó a


conseguir se la oyera con gusto, pero seguía siendo necesario el refuerzo en la cuerda.
Asímismo se observó la necesidad de aumentar el personal, haciendo un reparto más

262
acertado, previo un estudio del carácter de los intérpretes. Todo ello mejoraría una
entrada que se observó floja en las primeras interpretaciones de la temporada.

Estando en plena temporada, el maestro Ristori dejó su puesto al riojano Hipólito


Rodríguez, quien sería el director en las últimas zarzuelas.

Compañía de don José Bosch y Juan G. Catalá


En el mes de septiembre de 1895 se unieron las compañías de José Bosch y Juan
G. Catalá, para formar una compañía que hizo la temporada de San Mateo. Se dieron
diez funciones interpretando tres obras de género chico en cada una. La actuación
concidió con la visita a Logroño de Ruperto Chapí, quien había acudido a la capital
riojana para formar parte del jurado del concurso de bandas que se celebró durante las
fiestas de San Mateo. Acompañado de su amigo el compositor riojano Ruperto Ruiz de
Velasco, acudió al teatro durante algunas representaciones de zarzuelas compuestas por
él mismo, como Las hijas del Zebedeo, El cura del regimiento, La czarina y El tambor
de granaderos.

Título Compositor
Las hijas de Zebedeo. Zarzuela cómica en prosa. Dos Ruperto Chapí
actos.
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto.
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto Manuel Nieto
El gorro frigio. Sainete lírico en prosa. Un acto. Manuel Nieto
La Czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
De Madrid a París. Viaje cómico-lírico. Un acto Federico Chueca y Joaquín Valverde
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas Tomás Bretón
y celos mal reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un
acto. (2 veces)
El cabo Baqueta. Zarzuela. Un acto. (4 veces) Apolinar Brull y Carlos Mangiagalli
Tabardillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Un acto
La diva. Zarzuela. Un acto Manuel Nieto.
El cura del regimiento. Sainete en prosa. Un acto. Ruperto Chapí

263
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. Federico Chueca
La madre del cordero. Zarzuela cómica en verso. Un Gerónimo Giménez
acto
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Certamen Nacional. Proyecto cómico-lírico en verso. Manuel Nieto
Un acto
La caza del oso o El tendero de comestibles. Viaje Federico Chueca
cómico-lírico en verso. Un acto.
Lo pasado... pasado. Zarzuela. Un acto. Ángel Rubio

Esta compañía creada para la ocasión, interpretó las zarzuelas más célebres del
momento y ya conocidas por el público riojano. Destacó la interpretación cuatro veces
repetida de la zarzuela El cabo Baqueta, provocando en todas ellas grandes ovaciones
en el público. Otras zarzuelas repetidas, pero únicamente dos veces fueron La verbena
de la paloma, en la que el público de la zona alta pidió la repetición de la habanera
concertante, sin conseguir su objeto por la oposición del público del patio, y La czarina,
con una entrada en su repetición más floja de lo esperada. En realidad, la entrada al
teatro se fue viendo cada vez más floja, especialmente en la galería alta y en el
anfiteatro, lo cual fue significativo al ser estas localidades las que antes se ocupaban,
sobretodo en zarzuela. Habían comenzado a representarse comedias y zarzuelas en los
cafés de Logroño y el público que frecuentaba la zona alta de teatro, comenzaba
atrasladarse a estos nuevos espacios teatrales.

Compañía de declamación de los señores Martínez, Llorens y Roig


En el programa de esta compañía cómica que visitó el Principal de Logroño
durante los meses de Octubre y Noviembre de 1895, predominaron las obras
dramáticas. Sin embargo, como sucedía con frecuencia en la época, la compañía
interpretó también algunas obras lírico-dramáticas. Como novedad, algunas de sus
representaciones se intercalaron con interpretaciones de la Banda de Bailén. Fue una
temporada muy variada con la combinación de comedias, zarzuelas y conciertos de
banda.

Título Compositor
¡¡Ya somos tres!! Juguete cómico-lírico en prosa. Ángel Rubio
Un acto. (2 veces)

264
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Nieto
acto.

Compañía cómico-lírica de Don Francisco de la Vega y don Mariano


Taberner
La actuación de esta compañía estaba prevista para diciembre de 1895 pero
finalmente fue sustituída por la compañía que encontramos a continuación: compañía de
Ricardo Cano y Misael Romero.

Compañía de Ricardo Cano y Misael Romero


La compañía comenzó su temporada en los primeros días del mes de diciembre y
permaneció hasta el 21 de enero de 1896. Durante esta larga temporada en el teatro
Principal, se dieron veintiséis funciones de teatro por horas, incluyendo algunas
zarzuelas grandes –Llamada y tropa, de Emilio Arrieta y El rey que rabió, de Ruperto
Chapí- , además de una obra del repertorio de género bufo –Robinsón, francisco asenjo
Barbieri-.

Título Compositor
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en verso y Manuel Fernández Caballero
prosa. Un acto. (3 veces)
La diva. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. (2 veces) Manuel Nieto.
La soirée de Cachupin. Opereta. Un acto. (3 veces) Jacques Offenbach
Bodas de oro. Cuadro lírico en verso. Un acto. Ángel Rubio
Certamen Nacional. Proyecto cómico-lírico en verso. Manuel Nieto
Un acto. (2 veces)
La fuente de los milagros. Juguete cómico-lírico en Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
prosa. Un acto. (2 veces)
La flor de la montaña. Zarzuela en verso. Un acto. (3 Arturo Saco del Valle
veces)
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. Tomás López de Torregosa y Joaquín
(2 veces) Valverde Sanjuan (hijo)
Las varas de la justicia. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Nieto
acto. (4 veces)
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero y Mariano
acto. (3 veces) Hermoso

265
¡Don Dinero! Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Ángel Rubio y Casimiro Espín
Gota serena. Cuadro lírico-dramático en verso. Un Ángel Rubio
acto. (3 veces)
Llamada y tropa. Zarzuela. Dos actos. Emilio Arrieta
Miss Erere. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (2 Luis Arnedo
veces)
Lucifer. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Apolinar Brull
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto. Manuel Nieto
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López de Torregosa
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas Tomás Bretón
y celos mal reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un
acto. (2 veces)
De Herodes a Pilatos o El rigor de las desdichas. Manuel Fernández Caballero
Sainete lírico en verso. Un acto. (3 veces)
Robinsón. Zarzuela bufa en prosa. Tres actos. (2 veces) Francisco Asenjo Barbieri
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero y Mariano
acto. (4 veces) Hermoso
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
Bodas de oro. Cuadro lírico en verso. Un acto. Ángel Rubio
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un acto Miguel Marqués
La maja. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (4 veces) Manuel Nieto
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un acto Miguel Marqués
La canción de la Lola. Sainete lírico en verso. Un acto. Federico Chueca
(3 veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos.
Por seguir a una mujer. Viaje. Cuatro cuadros. Cristobal Oudrid

Destacan numerosas repeticiones de gran parte de las zarzuelas interpretadas. No


obstante, los programas no resultaron en ningún momento repetitivos para el público
por tratarse de una gran cantidad de zarzuelas interpretadas en un espacio amplio de
tiempo (casi dos meses).

La compañía interpretó de forma adecuada, destacando especialmente la señorita


Josefa Alvarado, a quien se dirigían contínuas críticas en prensa como esta: Esta tiple es
infatigable, pues trabaja en todas las obras sin decaer ni sentir desaliento. Hizo tres

266
papeles y aún tuvo alientos para salir airosa en La soireé de Cachupín, cuya partitura
tiene mucho y fuerte que cantar 279.

El resto de intérpretes, orquesta y coros, realizaron acertadas interpretaciones, sin


embargo, la entrada fue más bien floja en una época en la que los cafés-teatro
comenzaban a llenarse. Durante los días en los que no hubo zarzuela en los cafés del
Siglo y Universal, la entrada al teatro fue mucho mayor. Así lo describía Fray Cirilo:
Con unanimidad casi absoluta se retira de estos espectáculos prefiriendo quedarse al
amor de la lumbre, jugando al tute con la parienta o se va a la ópera barata, en donde
por cincuenta céntimos les sirven un par de zarzuelas, otros tantos cafés y rinchín
bastante para formar otro par de tazas para sus pequeños.280

Compañía de zarzuela chica de Patricio León y Enrique Lacasa


Realizó su temporada en el teatro Principal durante la temporada de cuaresma,
meses de marzo y abril de 1896, con un repertorio completo de zarzuela chica, dos
obras de zarzuela en dos actos y únicamente una comedia, todo ello a lo largo de
dieciséis funciones.

Patricio león, actor y director de la compañía, contó con la colaboración del


sevillano Enrique Lacasa, actor que desde los catorce años había trabajado como
apuntador de la compaía de zarzuela de su padrastro, Luis Morón. Lacasa debutó en
1884 en el teatro Recoletos de Madrid, de donde pasó al teatro Apolo, al teatro Martín y
al Maravillas, cosechando grandes éxitos en la capital española durante la década de
1880. A partir de la década de los 1890 disminuyó su actividad en Madrid y comenzó a
recorrer la península con compañías de primer orden, como la de Patricio León, quien
años más tarde, en 1902, sería director del teatro Eslava.

Título Compositor
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (4 veces)
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Gerónimo Giménez

279
Diario La Rioja. 08-01-1896
280
Ibid.

267
Un acto. (3 veces)
El mocito del barrio. Juguete cómico-lírico en Julián Romea
prosa. Un acto. (2 veces)
Mam'zelle Nitouche. Zarzuela cómica. Dos actos Barbero (arreglo)
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. Federico Chueca
(3 veces)
Pepito Melaza. Apuro cómico-lírico en prosa. Un Agustín Pérez Soriano
acto. (2 veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Joaquín Valverde y Julián Romea
acto.
La petenera. Apropósito cómico-lírico en prosa y Ramón Estellés
verso. Un acto. (2 veces)
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto
Cádiz. Episodio Nacional, cómico-lírico-dramático Joaquín Valverde y Federico Chueca
en verso. Dos actos. (3 veces)
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en Ruperto Chapí
prosa. Un acto (2 veces)
¡Las doce y media y sereno! Zarzuela en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)
El cura del regimiento. Sainete en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Gerónimo Giménez
El reclamo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (3 Ruperto Chapí
veces)
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto.
Vía libre. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Ruperto Chapí
El señor corregidor. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Tomás López Torregosa
acto.

Esta compañía que procedía del teatro Zorrilla de Valladolid estaba formada por
un elenco de artistas excepcional, con un gran coro, especialmente el de señoras.
Destacó especialmente la primera tiple Sofía Romero que había actuado en el teatro de

268
Logroño durante la década anterior y a quien se recordaba como una notabilísima actriz.
Esta tiple llena de salero y picardía, era capaz de desempeñar papeles tanto varoniles
como de mujeres de fuerte carácter. Actriz de los teatros Lara, Apolo y Eslava de
Madrid, así como del Principal de Barcelona, llegó a debutar en Buenos Aires en 1889.
Seguida de ella, los mejores elgios fueron para las tiples Dominica Martínez y Virginia
Alverá y Patricio León.

Todas las obras fueron elogiadas por los críticos en prensa, excepto Via libre, Las
campanadas y La verbena de la paloma, por su mal reparto y falta de ensayos. Con
estas excepciones, la compañía triunfó en el coliseo riojano, llegándose a plantear la
apertura de un nuevo abono, pero finalmente esto no fue posible al dar la compañía por
terminadas sus tareas devolviendo el importe de las entradas restantes desde el momento
en que tomó esta decisión.

Compañía de zarzuela grande del señor Navarro


Llegó a Logroño en el mes de julio de 1896, permaneciendo únicamente un fin de
semana en el que se representaron dos zarzuelas, la primera el sábado y la segunda el
domingo.
Título Compositor
El juramento. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
El reloj de Lucerna. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos

Poco es lo que se puede decir de tan breve interpretación. Sólamente tenemos


constancia de que la orquesta estuvo débil e incierta a ratos, efecto de los pocos ensayos
o de las distracciones del maestro, muy justificadas viendo el retraimiento del público.

Compañía de Rafael Bolumar


Rafael Bolumar visitó la ciudad de Logroño en cuatro ocasiones: 1896, 1897,
1898 y 1901. En cada una de ellas el elenco artístico fue variando, al colaborar en
muchas ocasiones con el señor Cayetano Carasa, al frente de la compañía del teatro.
Asímismo varió el director de la orquesta en cada una de sus visitas a Logroño.

269
En su primera estancia actuó en el teatro Principal para las fiestas de San Mateo
de 1896, con el Maestro Ricardo Vivas al frente de la orquesta. Dieron catorce
funciones en las que predominaron las zarzuelas chicas acompañadas de algunas
zarzuelas grandes como Los sobrinos del capitán Grant y El rey que rabió, así como la
opereta Miss Helyett.

Título Compositor
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un Miguel Marqués
acto
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en Manuel Fernández Caballero
verso y prosa. Un acto. (2 veces)
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano Hermoso
Un acto.
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel López Torregosa
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto. (3 veces)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (3 veces)
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un Miguel Marqués
acto
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un Federico Chueca
acto. (2 veces)
La madre del cordero. Zarzuela cómica en verso. Gerónimo Giménez
Un acto
Miss Helyett. Opereta. Tres actos. (2 veces) Edmundo Audrán
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y Ruperto Chapí
prosa. Tres actos
La caza del oso o El tendero de comestibles. Viaje Federico Chueca
cómico-lírico en verso. Un acto.
La sultana de Marruecos. Juguete cómico-lírico en Joaquín Viaña
prosa. Un acto.
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto. (2 veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto

270
Colegio de señoritas. Juguete cómico-lírico. Un Apolinar Brull
acto.
El gran capitán. Humorada cómico-lírico en prosa. Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
Un acto. Sanjuan (hijo)
La fuente de los milagros. Juguete cómico-lírico Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
en prosa. Un acto.
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Manuel Nieto
Tabardillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
Los sobrinos del capitán Grant. Zarzuela de Manuel Fernández Caballero
espectáculo. Cuatro actos.
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto. Gerónimo Giménez
Cádiz. Episodio Nacional, cómico-lírico-dramático Joaquín Valverde y Federico Chueca
en verso. Dos actos.

Las referencias de esta compañía eran buenas, no tanto por la talla individual de
los artistas sino por el conjunto, su organización y experiencia, al tratarse de una
compañía que llevaba mucho tiempo en los escenarios. La interpretación fue excelent,
sin embargo, la asistencia del público inestable. Mientras en algunas representaciones el
teatro se llenó, en otras muchas se observó una escasa concurrencia al teatro.
Especialmente se observó el vacío en las zonas altas del teatro, algo extraño al ser las
zarzuelas de género chico las predilectas de este público. Todo ello provocó que las
ganancias de la compañía no fueran todo lo buenas que se hubieran deseado, a pesar de
que en principio las expectativas eran mayores de lo que lo fueron en realidad.

Durante su segunda estancia en Logroño para las fiestas mateas de 1897, la


compañía del señor Bolumar se unió a la del señor Carasa para dar quince funciones
alargando su estancia en la capital riojana hasta el 5 de octubre. Al igual que en su visita
anterior, el señor Ricardo Vivas fue quien dirigió la orquesta. En su programa se incluía
un gran repertorio de zrzuela chica, además de la opereta Miss Helyett. Destacó el
estreno de Agua, azucarillos y aguardiente, que tras su estreno fue interpretada en
cuatro ocasiones más. La maja fue el otro título más veces interpretado, cinco veces,
seguido de Los cocineros, interpretada cuatro veces.

Título Compositor
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto

271
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en Manuel Fernández Caballero
verso y prosa. Un acto. (2 veces)
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Ramón Estellés
Un acto.
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás López
(4 veces) Torregosa
La maja. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (5 Manuel Nieto
veces)
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. (2 veces) Manuel Nieto
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto. (2 Gerónimo Giménez
veces)
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto.
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto. (2 veces)
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto.
El señor Luis el Tumbón o Despacho de huevos Francisco Asenjo Barbieri
frescos. Sainete lírico en prosa y verso. Un acto. (2
veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Pasillo veraniego Federico Chueca
en verso y prosa. Un acto. (5 veces)
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Un acto.
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano Hermoso
Un acto.
El padrino de "El Nene" o ¡Todo por el arte! Manuel Fernández Caballero y Mariano Hermoso
Sainete lírico en prosa. Un acto. (2 veces)
Miss Helyett. Opereta. Tres actos. Edmundo Audrán
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un Federico Chueca
acto.
La verbena de San Pedro. Pasillo. Un acto. Rafael Bolumar
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín López Torregosa
acto.
La madre del cordero. Zarzuela cómica en verso. Gerónimo Giménez
Un acto.

272
La interpretación fue muy buena, destacando especialmente la tiple Valle
González, conocida entre los logroñeses por sus interpretaciones con esta compañía un
año antes, y Luisa Bonoris, joven de diecinueve años con bonita voz de timbre que
además era nueva en la compañía. Sin embargo, la entrada no fue buena en ninguna
función, como venía ocurriendo a lo largo de los años 1896 y 1897. El motivo fue la
elección de las obras, al tratase de las mismas que se interpretaban en aquellas fechas en
los recién creados cafés-teatro. Así ocurrió con zarzuelas como Los dineros del
sacristán, El cabo primero, La leyenda del monje, Los puritanos, El padrino de “El
Nene”, Las amapolas o Campanero y sacristán. Se trataba de títulos poco novedosos y
muy conocidos por un público que, en aquella fecha, tenía también oportunidad de
escuchar estas zarzuelas en los cafés del Siglo y Universal, durante todos los días de la
semana por un precio más económico.

Durante la primera quincena del mes de marzo de 1898, regresó esta compañía al
coliseo logroñés por tercera vez, con Ricardo Vivas como director de orquesta. La
compañía dió doce funciones, que constaron de tres obras de género chico cada una,
excepto las funciones que constaron únicamente de una zarzuela grande, siendo éstas El
rey que rabió, El mismo demonio y El barberillo de Lavapiés. Lo mismo ocurrió el día
que se interpretó la opereta en tres actos Miss Helyett.

Título Compositor
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto (3 veces)
El padrino de "El Nene" o ¡Todo por el arte! Manuel Fernández Caballero y Mariano Hermoso
Sainete lírico en prosa. Tres cuadros. (2 veces)
Los Rancheros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Ángel Rubio y Ramón Estellés
(4 veces)
La maja. Zarzuela cómica en verso. Un acto (2 Manuel Nieto
veces)
Niña pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un Joaquín Valverde
acto. (2 veces)
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás López
(4 veces) Torregosa
Agua, azucarillos y aguardiente. Pasillo veraniego Federico Chueca
en verso y prosa. Un acto.
El padre Benito. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)

273
acto. (3 veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto. (2 veces)
Gustos que merecen palos. Juguete cómico-lírico. Ángel Rubio
Un acto.
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (6 Manuel Fernández Caballero
veces)
La mascarita. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ramón Estellés
acto. (2 veces)
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en Manuel Fernández Caballero
verso y prosa. Un acto.
La diva. Zarzuela. Un acto (2 veces) Manuel Nieto
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. Manuel Nieto
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
Un acto. (4 veces)
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto. Gerónimo Giménez
Miss Helyett. Opereta. Tres actos. Edmundo Audrán
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y Ruperto Chapí
prosa. Tres actos.
Linda. Juguete cómico-lírico. Un acto. Ramón B. González
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un Federico Chueca
acto.
Certamen Nacional. Proyecto cómico-lírico en Manuel Nieto
verso. Un acto
Tabardillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Tomás López de Torregosa
veces)
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Gerónimo Giménez
Un acto. (3 veces)
El pariente de Ricla. Juguete cómico-lírico en Hipólito Rodríguez
prosa. Un acto. (2 veces)
El mismo demonio. Zarzuela en prosa. Dos actos. Ruperto Chapí
Los inocentes. Revista extravagante en verso y Ramón Estellés
prosa. Un acto. (2 veces)
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un Miguel Marqués
acto.
La flor de la montaña. Zarzuela en verso. Un acto. Arturo Saco del Valle
(2 veces)

274
El barberillo de Lavapiés. Zarzuela en verso. Tres Francisco Asenjo Barbieri
actos. (2 veces)

En el elenco artístico habían cambiado algunos miembros respecto a la visita de


esta compañía en años anteriores. Esto era algo frecuente en la época, ya que los
miembros de las compañías iban cambiando según las necesidades. Como especial
novedad destaca en esta tercera visita de la compañía Bolumar, la incorporación del
tenor riojano Moisés Iglesias, a quien nos referimos en el capítulo 6 como personaje
relevante del ambiente musical de Logroño. Otra de las novedades la encontramos en su
programa, que incluía el título de una zarzuela del compositor riojano Hipólito
Rodríguez, El pariente de Ricla, representada en dos ocasiones con gran éxito en ambas.

Las entradas fueron flojas, probablemente a causa de la mala elección del


repertorio a interpretar por parte de la compañía, que una vez más, coincidían con las
interpretadas en los cafés-teatro. Igualmente fue un error el mal reparto de papeles entre
los intérpretes. Así lo redactó el cronista del periódico La Rioja:281

Ahora que vemos con tristeza la falta de atractivo en los programas, casi nos
alegramos de que la temporada termine, antes de que el público vuelva la espalda al
teatro. Con obras como las que van saliendo a la superficie, completamente trabajadas
en los cafés. Durante la temporada hemos tenido ocasión de ver la falta de buenos
repartos para dejar los papeles más lucidos a los actores predilectos, aunque estén
fuera de carácter. Duéleme tener que ser tan duro, pero quizás con la verdad pueda
conquistar el sr. Bolúmar la autoridad necesaria para no dejarse imponer por nadie,
con detrimento de la propiedad escénica.

Tal fue la situación que el señor Carasa, empresario del teatro, decidió ceder este
espacio a la compañía del señor Bolumar de forma gratuita, con la intención de que ello
le ayudara a sanear la situación crítica en la que se encontraba el teatro. No era la
primera vez que había que recurrir a este tipo de actuaciones para recaudar fondos para
uqe las compañías pudieran slair de apuros económicos. Con todo ello, el final de la
campaña del señor Bolumar fue muy beneficioso, destacando especialmente la puesta en
escena y esmerada interpretación de Agua, azucarillos y aguardiente, El plato del día,
La viejecita, La guardia amarilla y El barberillo de Lavapies, zarzuela a beneficio del
tenor riojano Moisés Iglesias.

281
Diario La Rioja. 10-03-1898.

275
Con un extenso repertorio de nuevas obras de zarzuela chica llegó a Logroño el
señor Bolumar por cuarta vez, para ponerse al frente de la compañía teatral desde el 26
de octubre al 17 de noviembre de 1901, en colaboración con el señor Carasa y con el
maestro Taberner al frente de la orquesta. Este compositor y director de orquesta
toledano, había sido violín concertino en el teatro San Fernando de Sevilla desde los
once años, destacando su capacidad de instrumentador, dotes que mostró durante su
estancia en el teatro Principal de Logroño.

Se abrió un abono por quince funciones, que se hizo en condiciones de economía,


costando la platea para todas las secciones de la noche ocho pesetas. Además, se creó la
opción de los lunes de moda, costando la butaca 0,75 pesetas y la entrada general 0,25.
Esta propuesta gustó mucho al público riojano, que solicitó más funciones de moda, por
lo que la empresa abrió un abono para cuatro noches, los lunes y los viernes. La otra
novedad de la empresa fue la creación de una función antes de cenar, que se celebraba
los martes, miércoles, jueves y sábados, es decir, los días que no había función de moda.
Al público le costó aclimatarse a esta modificación de dar una función antes de cenar,
pero se fueron acostumbrando, igual que lo hicieron en su día al espectáculo por
secciones. El programa constó de zarzuelas en un acto.

Título Compositor
La señora capitana. Juguete cómico-lírico en verso. Tomás Barrera y Joaquín Valverde Sanjuan
Un acto. (2 veces) (hijo)
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa
madrileñas en prosa. Un acto. (2 veces)
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Manuel
acto. (2 veces) Estellés
La buena sombra. Sainete en un acto. (3 veces) Apolinar Brull
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. (3 veces) Hermoso
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
veces) López Torregosa
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (2 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
veces)
La sultana de Marruecos. Juguete cómico-lírico en Joaquín Viaña
prosa. Un acto.
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero

276
(3 veces)
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. (3 veces) Hermoso
El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un Tomás López de Torregosa
acto. (4 veces)
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. (4 veces) Gerónimo Giménez
El guitarrico. Zarzuela cómica en un acto. (2 veces) Agustín Pérez Soriano
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. Federico Chueca
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)

Especial interés mostró la zarzuela en un acto El barbero de Sevilla, con una


entrada abrumadora que sirvió para recuperar las pérdidas de la empresa e incluso
amortizar algún crédito. Ésta fue la obra de la temporada, a la vez que lo estaba siendo
en los teatros de la Corte. La obra fue interpretada por la compañía del señor Bolumar
en cuatro ocasiones durante su temporada en el Moderno, dejando en cada una de ellas
más satisfecho al público riojano.

La cuarta representación de El barbero de Sevilla tuvo lugar junto con Gigantes y


cabzudos y El cabo primero, para la función a beneficio de la tiple Consuelo Taberner,
participando en esta ocasión su hermana Adela, que también recibió una cariñosa
acogida por parte del público.

Tras el éxito de la compañía del señor Bolumar, la empresa abrió un nuevo abono
por cinco funciones más. Para este nuevo abono se contrató al tenor Leopoldo Gil y la
tiple Soledad Álvarez, ambos de la compañía Gil Camacho que recientemente había
actuado en el Moderno, quedando la compañía a la altura de las primeras.

Tras realizar una corta temporada en Huesca, esta compañía realizó una quinta
temporada de zarzuela chica que duró desde el 7 de diciembre de 1901 hasta el 8 de
enero de 1902, interpretando un repertorio de zarzuelas en un acto y algunas comedias
en el teatro Moderno durante treinta y tres funciones.

Título Compositor
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí

277
(2 veces)
Doloretes. Zarzuela en un acto. (5 veces) Amadeo Vives y Manuel Quislant
Los niños llorones. Zarzuela cómica en un acto. (8 Tomás López Torregosa, Joaquín Valverde
veces) Sanjuan (hijo) y Tomás Barrera
El querer de la Pepa. Sainete lírico en un acto. (2 Apolinar Brull
veces)
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (3 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
veces)
El tío de Alcalá. Juguete cómico-lírico. Un acto. (2 Nombre Montesinos
veces)
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde (hijo) y Tomás López
acto. (3 veces) Torregosa
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
acto. (4 veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Pasillo veraniego Federico Chueca
en verso y prosa. Un acto. (3 veces)
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. (4 veces) Manuel Nieto
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (2 Federico Chueca
veces)
La diligencia. Zarzuela cómica en un acto. (3 veces) Manuel Fernández Caballero
Las bravías. Zarzuela en un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto. (5 veces)
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
El género ínfimo. Pasillo en un acto. (9 veces) Tomás Barrera Saavedra y Joaquín Valverde
Sanjuan (hijo)
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. (3 veces) Gerónimo Giménez
La fiesta de San Antón. Sainete lírico en un acto. (2 Tomás López Torregosa
veces)
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. Hermoso
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Manuel
acto. Estellés
El mantón de Manila. Boceto lírico en verso. Un Fedrico Chueca
acto. (3 veces)
El santo de la Isidra. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López Torregosa
La balada de la luz. Zarzuela en un acto. (5 veces) Amadeo Vives
El tío de Alcalá. Juguete cómico-lírico. Un acto. Eduardo Montesinos

278
El último chulo. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
madrileñas. Un acto. (3 veces) Sanjuan (hijo)
Los niños llorones. Zarzuela cómica en un acto. (3 Tomás López Torregosa, Joaquín Valverde
veces) Sanjuan (hijo) y Tomás Barrera
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (3 veces)
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
acto. (5 veces)
El guitarrico. Zarzuela cómica en un acto. (2 veces) Agustín Pérez Soriano
El chico de la portera. Zarzuela en un acto. (4 veces) Ángel Rubio y José Masllovet
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (2 Ruperto Chapí
veces)
El bateo. Zarzuela en un acto. Federico Chueca

La novedad más destacada durante esta temporada fue la interpretación de El


nacimiento del Mesías, con música del maestro Sabater, zarzuela en cuatro actos
representada para la ocasión los días 24 y 25 de diciembre. La interpretación de esta
zarzuela estrenada en 1871 fue todo un acontecimiento que la empresa llevaba pensando
representar desde hacía tiempo. La última vez que la obra se había representado en
Logroño había sido 27 años antes en el Liceo-Artístico-Literario (entonces sede de la
Cocina Económica).

En el resto del repertorio se observa la interpretación repetida en varias ocasiones


de varias zarzuelas. Tal es el caso de El género ínfimo, interpretado en nueve ocasiones,
Los niños llorones, en ocho, Doloretes, La balada de la luz y La verbena de la paloma,
en cinco, El primer reserva, El gaitero y El chico de la portera en cuatro, admeás de
una gran lista de títulos que se interpretaron en do y en tres ocasiones, algo más
frecuente durante las representaciones de la época.

Compañía de zarzuela chica de Guillermo Cereceda


La compañía de este compositor, director de orquesta y empresario toledano,
visitó Logroño durante los meses de marzo y abril de 1897. Tras realizar sus estudios en
el Conservatorio de Madrid, pasó a dedicarse al mundo de la zarzuela, comenzando
colaborando con la compañía de los bufos madrileños de Francisco Arderius. Durante
su estancia en Logroño en 1897 se abrieron dos abonos de trece funciones en total. Las

279
obras interpretadas fueron zarzuelas de género chico, interpretándose tres obras en cada
función.
Título Compositor
¡Viva mi niña!. Juguete cómico-lírico en verso y Ángel Rubio
prosa. Un acto.
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Manuel Nieto
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Manuel
Un acto. (9 veces) Estellés
Los dos cazadores. Pasillo cómico-lírico en verso. Guillermo Cereceda
Un acto. (3 veces)
El padrino de "El Nene" o ¡Todo por el arte!. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Sainete lírico en prosa. Un acto. (7 veces) Hermoso
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. Hermoso
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. Federico Chueca
Cuadros disolventes. Apropósito cómico-lírico- Manuel Nieto
fantástico inverosímil en prosa y verso. Un acto. (9
veces)
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Tomás López Torregosa
Un acto. (2 veces)
El jefe del movimiento. Zarzuela cómica en prosa. Tomás López Torregosa
Un acto. (3 veces)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
El mundo comedia es o El baile de Luis Alonso. Gerónimo Giménez
Sainete lírico en verso. Un acto.
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto. (3 veces)
La zíngara. Zarzuela bufa en prosa. Un acto Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa
El monaguillo. Zarzuela. Un acto Miguel Marqués
Los inocentes. Revista extravagante en verso y Ramón Estellés
prosa. Un acto. (2 veces)
¡Al agua, patos!. Pasillo cómico-lírico-marítimo. Ángel Rubio
Un acto
El pilluelo de Madrid o Polvorilla. Zarzuela. Un Ildefonso Moreno
acto
Y de la niña ¿qué?. Juguete cómico-lírico en verso. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
Un acto.

280
El naufragio del vapor María. Juguete cómico- Ángel Rubio
lírico en prosa. Un acto.
Tiple ligera. Zarzuela en prosa. Un acto. Ángel Rubio
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto Gerónimo Giménez
El pariente de Ricla. Juguete cómico-lírico en Hipólito Rodríguez
prosa. Un acto.
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en Manuel Fernández Caballero
verso y prosa. Un acto
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Manuel Fernández Caballero
Un acto
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. Hermoso

En el repertorio se incluye una zarzuela compuesta por el propio director de la


compañía, Guillermo Cereceda: Los dos cazadores. Además destacan dos zarzuelas de
compositores riojanos. Una de ellas es El pariente de Ricla, juguete cómico-lírico en
prosa en un áctos, del libretista Florencio Bello Sanjuan, con música del compositor
Hipólito Rodríguez. Se trata esta obra en el capítulo correspondiente a este compositor
riojano. La otra, titulada El pilluelo de Madrid, fue estrenada el 27 de marzo de 1897. A
pesar de que el libreto no poseía interés ni novedad, la música había sido compuesta por
el reputado maestro residente en Logroño director de la Academia y banda municipal
Ildefonso Moreno, que mostraba un laborioso trabajo para escribir su partitura muy bien
instrumentada, con riqueza armónica y no escasa originalidad.

Se realizaron varias funciones de beneficio: una para el actor cómico Valentín


García, otra para el público y otra a beneficio de la Cocina Económica.

En el elenco destacó Pilar Vidal, caracerística o dama de carácter. Se trataba de


una actriz consagrada que empezó su carrera prácticamente haciendo papeles de
característica y fue toda una institución en la vida teatral de su época. Además, el
empresario señor Carasa había contratado a la tiple Filomena García, conocida en el
teatro por haber actuado con al compañía del señor Bolumar durante las últimas fiestas
de San Mateo.

281
Todo ello, unido a la unidad en el trabajo dirigido por el maestro Cereceda, hizo
que se lograran excelentes interpretaciones. Sin embargo, el público no respondió como
era de esperar y las localidades se vieron desiertas en la mayoría de las funciones. Las
causas pudieron ser la gran dedicación a ensayar obras nuevas que no tuvieron éxito en
lugar de refrescar las zarzuelas breves del repertorio.

Compañía de zarzuela chica del señor Lino Ruiloa


Este director y primer actor malagueño que vivía en Madrid desde los catorce
años, dirigió varias compañías de zarzuela por España y América, llegando a ser
director de escena del teatro Principal de México durante los primeros años del siglo
XX.

Con su compañía recorrió diversos teatros de España, entre los que se encuntra la
visita al Principal de Logroño durante el mes de mayo de 1897, dando siete funciones e
interpretando en cada una de ellas, tres zarzuelas chicas. Algunas fueron repetidas,
destacando especialmente la interpretación de Los cocineros, seis veces, Su majestad la
tiple, cuatro veces, y El gaitero, tres veces.

Título Compositor
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en Manuel Fernández Caballero
verso y prosa. Un acto. (2 veces)
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás López
(6 veces) Torregosa
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto.
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
(2 veces)
Un gatito de Madrid. Juguete cómico. Un acto. Rafael Taboada
Su majestad la tiple. Juguete cómico lírico en Apolinar Brull
prosa. Un acto. (4 veces)
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Manuel Nieto
Las hijas de Zebedeo. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Dos actos. (2 veces)
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en Manuel Fernández Caballero y Mariano Hermoso
prosa. Un acto

282
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto.
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
Lucifer. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Gerónimo Giménez
Un gatito de Madrid. Juguete cómico. Un acto. Rafael Taboada

Destacó especialmente por su timbre de voz, la tiple Julia Segovia, ya conocida


entre el público riojano. Su puesta en escena fue excelente, especialmente el día en que
se presentó, con el estreno de Los cocineros. Sin embargo, el público no fue muy
numeroso, llegando incluso a quedar las galerías desiertas. Este fenómeno se repitió en
los cinco días siguientes en que se interpretó esta zarzuela. Así lo describía el cronista
del periódico festivo, satírico, semanal, ilustrado, La Jota:282

Logroño es el pueblo de los vice-versas. En todas partes cuando debuta una


compañía de teatro, se llena él mismo: aquí es suficiente que se anuncie un debut o un
estreno, para que nadie se tome la molestia de asistir.
Y eso que el miércoles hubo algo de gente, y no mala, en las plateas y butacas,
pero las galerías estaban desiertas. Sin duda porque ya conocían a casi todos los
artistas. O porque como dijo uno, tenía todavía a Sarasate muy cerca, y no quería
separarse de él ni del duro que le queda para el mes.
A pesar de la profecía hecha ad-hoc, de que no habrá funciones teatrales para las
ferias de San Bernabé, el público se conoce que se quedó tan fresco como si las hubiera
y no acude al teatro. Ni siquiera con el reclamo de que serán preferidos para San
Mateo los que se abonen ahora.
Es lo que dirán; si tan largo me lo fías, hecha un abono, o para San Mateo ¡quién
vivirá?
Los cocineros es una funcioncita bien hecha, aunque los couplets del barbero
pasan de verdes, el público de Logroño no es de los mojigatos, pero tampoco es de los
libres.

En efecto, era el público de Logroño quien no la supo apreciar, pues la citada


zarzuela había sido estrenada con gran éxito en Madrid seis meses antes.

La siguiente zarzuela más veces representada, tras las seis representaciones de Los
cocineros, fue Su majestad la tiple, con seis representaciones, destacando de nuevo la
excelente interpretación de la tiple Julia Segovia.

282
Periódico La Jota. 26-05-1897.

283
La obra que mejor se recibió en el teatro Principal fue la zarzuela El gaitero, al ser
la qe mejor encajaba en la compañía tal y como se hallaba constituída en la fecha.

Compañía de zarzuela grande de Pablo Cornadó


La compañía de Pablo Cornado fue de las que repitió con frecuencia sus visitas al
teatro. Actuó esta compañía en el teatro Principal de Logroño en tres ocasiones durante
la Bella Época: 1897, 1898 y 1900.

Durante su primera visita en el año 1897, la compañía llegaba a Logroño tras


haber actuado durante en otras localidades riojanas: Santo Domingo de la Calzada,
Haro, Nájera y Alfaro.

El elenco de la compañía del señor Cornadó fue reforzado para esta ocasión por la
empresa del señor Carasa, del Principal con la característica Isabel López, el señor Justo
Sanz y el bajo señor Cano. Se repartieron cuatro abonos con un total de veinticinco
funciones, destacando los llenos en el teatro durante todas las ellas. El repertorio incluía
los títulos más destacados de la zarzuela grande de los ochenta y dos zarzuelas en un
acto – Término medio, de Ruperto Chapí y Una vieja, de Joaquín Gaztambide-, además
de la ópera cómica La mascota, arreglada por Andrés Vidal y Llimona.

Título Compositor
La tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos.
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. (3 veces) Emilio Arrieta
Término medio. Zarzuela en verso. Un acto. Ruperto Chapí
El juramento. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
El relámpago. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
Los magyares. Zarzuela. Cuatro actos. (2 veces) Joaquín Gaztambide
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres Robert Planquette
actos.
La tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos. (2 veces)
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos. (2 veces)
Esperanza. Balada lírico-dramática en verso. Dos Guillermo Cereceda

284
actos. (2 veces)
Colegio de señoritas. Juguete cómico-lírico. Un acto. Apolinar Brull
(3 veces)
Los diamantes de la corona. Zarzuela en verso. Tres Francisco Asenjo Barbieri
actos. (2 veces)
Una vieja. Zarzuela. Un acto. Joaquín Gaztambide
El reloj de Lucerna. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos
La marsellesa. Zarzuela histórica en verso. Tres Manuel Fernández Caballero
actos.
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. (2 Ruperto Chapí
veces)
El reloj de Lucerna. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos
El valle de Andorra. Zarzuela. Tres actos. (2 veces) Joaquín Gaztambide
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
La mascota. Ópera cómica en prosa. Tres actos. Andrés Vidal y Llimona

El día de la representación de El juramento se tuvo que colocar el cartel de “no


hay localidades”, que llevaba sin usarse durante un tiempo considerable, teniendo que
colocar sillas y banquetas alrededor de las butacas. Lo mismo ocurrió con El anillo de
hierro. Resulta curioso que esto sucediera en una época en la que había dos cafés en la
ciudad convertidos en teatro en los que se representaban zarzuelas todos los días. Los
mismos días en que se dieron los llenos en el teatro Principal con El juramento y El
anillo de hierro, se estaba representando la zarzuela Cádiz en el café del Siglo y El cabo
baqueta en el café Universal.

La campaña realizada por la compañía de Cornadó fue considerada exitosa a pesar


de representarse algunas zarzuelas con peores puestas en escena como Los magyares, en
la que falló especialmente la orquesta.

Durante su segunda visita en Octubre y Noviembre de 1898, realizó su temporada


zarzuelística junto con Matías Aguadé. Además, se contó con algunos artistas de una
compañía de Barcelona, como pepita Alvarado y el tenor señor Solá. El hecho de formar
la compañía para actuar durante unos días sin antes unificar el trabajo, afectó a las

285
interpretaciones, percibiéndose que las obras no estaban suficientemente ensayadas y la
distribución de los papeles, una vez más, no era del todo acertada.

Se dieron treinta y seis funciones, interpretando la compañía una zarzuela grande


en cada función. Como novedad destacó la interpretación de la opereta La traviata, que
la compañía interpretó con algunas dificultades, algo que fue entendido por el público,
al tratarse de una obra de grandes exigencias interpretada por una compañía modesta.

Título Compositor
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. (2 veces) Emilio Arrieta
Término medio. Zarzuela en verso. Un acto. (2 Ruperto Chapí
veces)
El reloj de Lucerna. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos.
Los magyares. Zarzuela. Cuatro actos. (2 veces) Joaquín Gaztambide
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
El postillón de La Rioja. Zarzuela. Dos actos. Cristobal Oudrid
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres Robert Planquette
actos.
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos. (2 veces)
El relámpago. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
La tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos. (2 veces)
Los diamantes de la corona. Zarzuela en verso. Francisco Asenjo Barbieri
Tres actos.
El juramento. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. (3 Ruperto Chapí
veces)
Las dos princesas. Zarzuela cómica. Tres actos. (3 Manuel Fernández Caballero
veces)
El diablo en el poder. Zarzuela en verso. Tres Francisco Asenjo Barbieri
actos. (3 veces)
La Traviata o La dama de las camelias. Opereta. Giuseppe Verdi.
Cuatro actos. Traducción de los sres. Bartrina y Blasco.
Catalina. Zarzuela. Tres actos. (2 veces) Joaquín Gaztambide

286
La mascota. Ópera cómica en prosa. Tres actos. Andrés Vidal y Llimona.
El valle de Andorra. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos. (2 veces)
La marsellesa. Zarzuela histórica en verso. Tres Manuel Fernández Caballero
actos.

La falta de ensayos se pudo apreciar especialmente en El relámpago, Las


campanas de Carrión, donde se vió a los actores vacilantes y fríos, El valle de Andorra
o La Bruja. Pero no solo se quejó le público de falta de ensayos, sino de las supresines
de diálogos y de partes cantadas. La situación fue tal, que la compañía paralizó sus
funciones dos días para realizar los tan necesarios ensayos. Con ello, mejoró la
compañía las últimas representaciones de la temporada. No obstante, a pesar de destacar
sus buenas cualidades como cantante del señor Cornadó, fue criticado por su mala
gestión como director.

Los logroñeses pudieron disfrutar de una nueva temporada de esta compañía


durante las fiestas de San Mateo del año 1900. Es esta ocasión la compañía se unió a la
propia del teatro Principal, con un nuevo director de orquesta, Emilio Blay. El señor
Carasa encontró dificultades para formar el elenco completo de artistas, con bajas como
la de la tiple cómica Luisa Bonoris, al considerarse incompatible con la empresa Carasa.
Algo similar sucedió con la característica Juana Valle, que fue sustituída por la señora
Roncal.

Superado estos problemas, quedó la compañía formada y dio diecinueve


funciones del 20 de septiembre al 7 de octubre. La mayoría constaron de una zarzuela
grande en varios actos, excepto la representación de algunas obras de género chico
como Música clásica, María de los Ángeles y Gigantes y cabezudos.

Título Compositor
La tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos. (2 veces)
Los magyares. Zarzuela. Cuatro actos. (2 veces) Joaquín Gaztambide
La guerra santa. Zarzuela de grande espectáculo. Emilio Arrieta
Tres actos.
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués

287
actos.
Música clásica. Disparate cómico-lírico en prosa. Ruperto Chapí
Un acto.
María de los Ángeles. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Un acto. (2 veces)
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
El juramento. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
Los diamantes de la corona. Zarzuela en verso. Francisco Asenjo Barbieri
Tres actos.
Curro Vargas. Drama lírico en verso. Tres actos. Ruperto Chapí
(3 veces)
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos
El diablo en el poder. Zarzuela en verso. Tres Francisco Asenjo Barbieri
actos.
La cortijera. Drama lírico en verso. Tres actos. (2 Ruperto Chapí
veces)
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
La marsellesa. Zarzuela histórica en verso. Tres Manuel Fernández Caballero
actos.
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
El postillón de La Rioja. 2º acto. Zarzuela. Cristobal Oudrid

La compañía fue muy bien recibida por los logroñeses, que estaban deseosos
desde hacía tiempo de ver espectáculos de zarzuela grande en el coliseo riojano. Sin
embargo, el éxito fue desigual en cada una de sus interpretaciones. Se representaron
varias obras del repertorio conocido como La tempestad, Los magyares, Los diamantes
de la corona y El anillo de hierro, que fueron muy bien recibidos por el público
logroñés. Otros títulos nuevos tuvieron un éxito desigual; destacó la representación de
Curro Vargas, y no lo hicieron otras como María de los Ángeles y La guerra Santa.

Se despidió la compañía dejando un buen recuero entre los riojanos, que llenaron
el teatro en casitodas las funciones.

288
En el mes de noviembre de 1902, esta compañía volvió a Logroño interesada por
actuar, pero al asustarse del presupuesto del teatro, decidió buscar otro local. Finalmente
eligió el salón de baile del Bretón, donde se celebraron sesiones mixtas de
cinematógrafo y zarzuela chica por la compañía Cornadó.

Compañía de zarzuela chica señores Barrenechea y López


Esta compañía fue reforzada por el señor Carasa, empresario del teatro Principal,
con artistas de la compañía de zarzuela que actuaba en los teatros de Zaragoza del señor
Carasa, para hacer su temporada en las fiestas mateas del año 1898. Las funciones se
distribuyeron en dos abonos, el primero de trece funciones y el segundo de cinco
funciones más. Se interpretaron en cada función, tres zarzuelas de género chico.

Título Compositor
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Maiano Hermoso
Un acto.
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Joaquín Valverde Sanjuan y Ramón Estellés
Un acto. (5 veces)
El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un Tomás López Torregosa
acto. (12 veces)
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto.
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en Manuel Fernández Caballero
verso y prosa. Un acto
Los camarones. Zarzuela cómica en prosa. Un Tomás López Torregosa
acto. (3 veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Zarzuela en verso Federico Chueca
y prosa. Un acto. (2 veces)
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto. (2 Gerónimo Giménez
veces)
Las bravías. Sainete lírico. Un acto. (6 veces) Ruperto Chapí
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Tomás López Torregosa
Un acto.
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
Tabardillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Tomás López Torregosa
veces)

289
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en Ruperto Chapí
prosa. Un acto. (2 veces)
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (7 Ruperto Chapí
veces)
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Un acto. (2 veces)
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Manuel Fernández Caballero
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (4 Manuel Fernández Caballero
veces)
Aquí va a ver algo gordo o La casa de los Gerónimo Giménez
escándalos. Sainete lírico. Un acto.
La buena sombra. Sainete en prosa. Un acto. (2 Apolinar Brull
veces)
El hijo de su excelencia. Zarzuela en prosa y verso. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Tomás López Torregosa
Un acto.

La campaña de esta compañía recibió gran asistencia de público al teatro. A pesar


de ello hubo zarzuelas que no gustaron demasiado a los asistentes, como Los camarones
y Aquí va a haber algo gordo, gustando especialmente El santo de la Isidra y
sobretodo, La revoltosa.

Compañía cómico-lírica de Ángel Gonzalez


La compañía actuó en el teatro Principal de Logroño durante los meses de Enero,
Febrero y Marzo de 1899. En total se dieron doce funciones, en las que se interpretaban
diferentes zarzuelas de género chico. En el mes de marzo, la compañía cambió de
director; es por ello que la he tratado como una nueva compañía, a continuación de ésta.

Las obras que se interpretaron durante la primera temporada, del 21 al 29 de


enero, no gustaron demasiado al público logroñés, a pesar de que la ejecución fue
buena. El repertorio estba formado por obras de género chico, a excepción de la opereta
en tres actos Miss Helyett y la zarzuela Marina, en dos actos.

Título Compositor
El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un Tomás López de Torregosa

290
acto. (3 veces)
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en verso Manuel Fernández Caballero
y prosa. Un acto
La Revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (4 Ruperto Chapí
veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto. (2 veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Zarzuela en verso y Federico Chueca
prosa. Un acto. (2 veces)
La chiquita de Nájera. Juguete cómico-lírico en Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
verso. Un acto. (3 veces)
Los camarones. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
(2 veces)
La Roncalesa. Zarzuela en verso. Un acto. (5 veces) Joaquín Larregla
Pepe Gallardo. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Ruperto Chapí
(4 veces)
El suicidio de Alejo. Zarzuela en verso. Un acto. (2 Giuseppe Verdi.
veces) Parodia de algunas escenas de la ópera
Hernani.
Vía libre. Zarzuela cómica en prosa. Un acto (3 Ruperto Chapí
veces)
El mantón de Manila. Boceto lírico en verso. Un Fedrico Chueca
acto. (3 veces)
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa
madrileñas en prosa. Un acto. (5 veces)
El mundo comedia es o El baile de Luis Alonso. Gerónimo Giménez
Sainete lírico en verso. Un acto.
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
Miss Helyett. Opereta. Tres actos. Edmundo Audrán
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
Agua, azucarillos y aguardiente. Zarzuela en verso y Federico Chueca
prosa. Un acto.
El pobre diablo. Revista cómico-lírica en verso y Tomás López Torregosa
prosa. Un acto. (2 veces)
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto Gerónimo Giménez

291
La campaña de esta compañía en su primera temporada no fue buena, siendo
varios los fectores que produjeron tal fracaso. En primer lugar, las compañía no se supo
anunciar como debiera, sin indicar sus nombres al abrir el abono, lo que hizo al público
pensar que se trataba de artistas que no merecían la pena. A ello ha que añadirle un
comienzo con la interpretación de títulos escuchados con frecuencia, no solo en el
coliseo sino también en los cafés teatros de Logroño. Todo ello unido al frío, provocó
que muchos de los ciudadanos que tomaban el teatro como punto de reunión, prefirieran
quedarse en casa, antes que alterar las horas de ir a cenar, para ir a pasar frío y aburrirse
en los entreactos. No obstante, la interpretación de la compañía fue buena,
especialmente la de las tiples Elisa y Fernandina García y la de los señores Gandía y
González.

La segunda temporada de la compañía tuvo lugar del 25 de febrero al 26 de


marzo, incluyendo en su elenco a las conocidas tiples Luisa y Asunción Puente, además
del tenor riojano Moisés Iglesias, quedando completado un cuadro de excelentes
intérpretes.

No obstante se encontraron dificultades en la interpretación de algunas obras,


como Marina, donde la ejecución denotó una falta de seguridad, cosa por otra parte
natural al tratarse de artistas que no acostumbraban a interpretar trabajos grandes. El
resto de obras interpretadas, sin embargo, fueron muy aplaudidas.

Compañía de don Joaquín Vázquez


En el mes de marzo de 1899, la compañía cómico-lírica de Ángel Gonzalez
cambió de director, pasando a ser el barítono don Joaquín Vázquez, realizando una
nueva temporada en el teatro Principal que duró hasta Semana Santa y constó de nueve
funciones de género chico en las que se incluyó, una vez más, la zarzuela en dos actos
de Emilio Arrieta, Marina.

Título Compositor
El mundo comedia es o El baile de Luis Alonso. Gerónimo Giménez
Sainete lírico en verso. Un acto
Agua, azucarillos y aguardiente. Zarzuela en verso y Federico Chueca
prosa. Un acto. (2 veces)

292
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín López Torregosa
acto. (2 veces)
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Manuel Fernández Caballero
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Un acto. Hermoso
Fotografías animadas o El arca de Noé. Problema Federico Chueca
cómico-lírico social en verso. Un acto. (8 veces)
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa
madrileñas en prosa. Un acto. (2 veces)
Los trasnochadores. Sainete lírico en verso. Un acto. Manuel Nieto
El padrino de "El Nene" o ¡Todo por el arte! Sainete Manuel Fernández Caballero y Mariano
lírico en prosa. (2 veces) Hermoso
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Mariano Hermoso
Un acto.
Los trasnochadores. Sainete lírico en verso. Un acto. Manuel Nieto
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)

Lo más valorado durante esta temporada zarzuelística fueron los estrenos de


Fotografías animadas o el arca de Noé y Gigantes y cabezudos, zarzuela interpretada
en dos ocasiones, llegando a suspender la función durante dos días para que la compañía
realizase los ensayos necesarios en su segunda interpretación.

Compañía cómico-lírica de don Fernando Viñas


El que había comenzado siendo actor de los teatros La Infantil, Comedia, Felipe,
Apolo y Lara de Madrid durante la década de 1880, pasó a formar su propia copaía de
zarzuela, que actuó en el teatro Principal de Logroño drante el mes de junio de 1899,
amenizando así las fiestas de San Bernabé. Se dieron nueve funciones entre los días 6 y
13 de junio, todas ellas con repertorio de género chico.

Título Compositor
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto (2 Manuel Fernéndez Caballero
veces)
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (3 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)

293
veces)
El señor Joaquín. Comedia lírica en prosa. Un acto. Manuel Fernéndez Caballero
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
La chavala. Zarzuela en verso y prosa. Un acto Ruperto Chapí
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto (2 veces)
El santo de Isidra. Sainete lírico en prosa. Un acto Tomás López de Torregosa
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (6 veces)
Pepe Gallardo. Zarzuela cómica en verso. Un acto Ruperto Chapí
Los tres millones. Apropósito cómico-lírico. Un acto Joaquí Valverde y Joaquín Valverde Sanjuan
(hijo)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Manuel Fernández Caballero
(2 veces)
La buena sombra. Sainete en prosa. Un acto Apolinar Brull
Agua, azucarillos y aguardiente. Zarzuela en verso y Federico Chueca
prosa. Un acto.
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. Ruperto Chapí
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres Tomás López de Torregosa
madrileñas en prosa. Un acto
Toros del Saltillo. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
acto.

Destacó una excelente puesta en escena, incluyendo un repertorio que gustó


mucho al público, que puso especial interés en la interpretación de Gigantes y
cabezudos.

La compañía estaba formada por un elenco que sabía trabajar en conjunto,


destacando especialmente la tiple Eulalia Cerdeño, quien recordaba a la conocida Loreto
Prado. Otras intérpretes aplaudidas fueron Emilia Calvera y Avelina López, además del
propio director y actor Fernando Viñas. Sin embargo la entrada fue floja, al coincidir
con numerosos actos festivos propios de las fechas, además de las buenas temperaturas
que invitaban al paseo.

Compañía de zarzuela chica de Valentín García y Mariano Taberner


El que había comenzado como bajo cómico de la compañía de Guillermo
Cereceda en 1897, dos años más tarde había creado su propia compañía artística.

294
Conocida como la compañía de zarzuela del norte de España, la compañía de Valentín
García realizó tres temporadas en el teatro de Logroño durante la Bella Época, la
primera en 1899, la segunda en 1900 y la tercera en 1907. Contó con la colaboración del
excelente director de orquesta toledano Mariano Taberner, que visitó en varias
ocasiones el teatro Principal también con otras compañías como la de Rafael Bolumar
en 1901.

Durante su primera visita en 1899 dieron dieciséis funciones en las que se


interpretaron zarzuelas de género chico, tres obras por función, amenizando las fiestas
de San Mateo.

Título Compositor
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Manuel Fernández Caballero
El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
(2 veces)
Los borrachos. Sainete en prosa. Un acto. (2 veces) Gerónimo Giménez
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
La nieta de su abuelo. Juguete cómico-lírico en Ángel Rubio
verso. Un acto. (4 veces)
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (4 veces) Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Ramón
acto. (2 veces) Estellés
El padrino de "El Nene" o ¡Todo por el arte!. Sainete Mariano Hermoso
lírico en prosa. Un acto. (2 veces)
El mundo comedia es o El baile de Luis Alonso. Gerónimo Giménez
Sainete lírico en verso. Un acto. (2 veces)
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Manuel Nieto
El pillo de playa. Zarzuela en verso. Un acto. (2 Manuel Chalons
veces)
El querer de la Pepa. Sainete lírico en prosa y verso. Apolinar Brull
Un acto. (5 veces)
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto (3 veces)
La buena sombra. Sainete en prosa. Un acto. (2 Apolinar Brull
veces)
Los presupuestos de Villapierde. Revista cómico- Vicente Lleó y Rafael Calleja

295
lírica-financiera. Un acto. (5 veces)
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa
madrileñas en prosa. Un acto. (2 veces)
Los arrastraos. Sainete lírico en verso. Un acto (2 Federico Chueca
veces)

Las tiples Consuelo Taberner y Soledad Álvarez, además de la característica


Eloisa Irurzun, sobresalieron por su voz y puesta en escena.

La concurrencia al teatro fue excelente, algo que ocurría con frecuencia durante
las campañas de las fiestas locales. Hubo seis estrenos, siendo los que más gustaron al
público riojano Los borrachos, Los presupuestos de Villapierde y Los arrastraos. Los
otros tres estrenos, El querer de la pepa, El pillo de playa y La nieta de su abuelo,
fueron peor recibidos por el público.

Visitó esta nueva compañía el teatro en 1900 realizando tres temporadas seguidas:
la primera en enero con ocho funciones, la segunda de marzo a abril, con dieciocho
funciones y la tercera en junio con quince funciones. En total cuarenta y una funciones,
destacando una de ellas a beneficio de la Caridad Logroñesa.

El elenco de esta compañía incluyó a numerosos cantantes que habían pertenecido


a otras que habían actuado en el teatro Principal. Se observa un gran movimiento de
actores y actrices a lo largo de sus temporadas, siendo reformada la compañía en
diferentes ocaiones. La principal reforma tuvo lugar en la tercera temporada, al unirse al
elenco la tiple Isabel Hernando, la segunda tiple Eulalia Cerdeño, y el tenor cómico
señor Muñoz, el maestro Bracamontes y dos coristas hombres. Además, en algunas
sesiones actuaron dos conocidos intérpretes riojanos: la tiple Eulalia Uliverri y el tenor
Moisés Iglesias.

Como novedad durante esta segunda visita al teatro Principal, se intercaló un


cuerpo de baile, encabezado por Amparo Barber, que interpretó diferentes números
como la Danza gaditana, Danza valenciana, la gallegada, la jota aragonesa, el arlequín,
Los Pierrot y otros populares, entre las diferentes representaciones de género chico. En

296
seis ocasiones la compañía interpretó un drama de costumbres en tres actos, La cara de
Dios, dedicando toda la función a la obra.

Título Compositor
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (4 veces) Ruperto Chapí
Carmela. Parodia lírica de la ópera Carmen. Un acto. Tomás Reig
(5 veces)
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (5 Ruperto Chapí
veces)
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (7 veces)
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (4 Manuel Fernández Caballero
veces)
El mocito del barrio. Juguete cómico-lírico en prosa. Julián Romea
Un acto. (2 veces)
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un Tomás López Torregosa
acto.
El último chulo. Sainete lírico de costumbres Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
madrileñas en prosa. Un acto. (6 veces) López Torregosa
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa
madrileñas en prosa. Un acto. (5 veces)
La cara de Dios. Drama de costumbres populares en Ruperto Chapí
prosa. Tres actos. (6 veces)
La chavala. Zarzuela en verso y prosa. Un acto. (3 Ruperto Chapí
veces)
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en prosa. Ruperto Chapí
Un acto. (2 veces)
El cura del regimiento. Sainete en prosa. Un acto. (2 Ruperto Chapí
veces)
Vía libre. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Ruperto Chapí
veces)
El gallito del pueblo. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Apolinar Brull
El gaitero. Zarzuela en verso. Un acto (3 veces) Manuel Nieto
El trabuco o Pepet, Nelet y Tonet. Zarzuela. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
(2 veces) López Torregosa
La feria de Sevilla. Humorada cómico-lírica en verso Ángel Rubio
y prosa. Un acto. (2 veces)
El mundo comedia es o El baile de Luis Alonso. Gerónimo Giménez

297
Sainete lírico en verso. Un acto
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
(3 veces)
El querer de la Pepa. Sainete lírico en prosa y verso. Apolinar Brull
Un acto. (2 veces)
La buena sombra. Sainete [lírico de costumbres Apolinar Brull
andaluzas. Un acto.
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto. (4 veces)
La alegría de la huerta. Zarzuela en prosa. Un acto. Federico Chueca
(4 veces)
A casarse tocan o La misa a grande orquesta. Ruperto Chapí
Sainete cómico-lírico en verso. Un acto. (2 veces)
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un Federico Chueca
acto.
El cuerno de oro. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Gregorio Mateos
(2 veces)
Las tentaciones de San Antonio. Zarzuela en prosa. Ruperto Chapí
Un acto.

En el repertorio de su primera temporada destacaron las zarzuelas de Chapí, como


La czarina, La revoltosa, La cara de Dios, La chavala, El tambor de granaderos, El
cura del regimiento y Vía libre, todas ellas conocidas por el público logroñés, que pedía
variedad a una compañía que gozaba de excelente interpretación. La falta de repertorio
repondía a que la empresa había recibido la Sociedad de Autores menos obras de las que
había solicitado. El señor Carasa colaboró con la compañía al pedir telegráficamente el
archivo a Florencio Fiscowich, quien envió las obras deseadas en 48 horas. Con ello, en
la segunda temporada de la compañía se pudieron poner en escena varios estrenos de
zarzuelas como El último chulo, El gallito del pueblo y La feria de Sevilla.

Durante la tercera temporada, en el mes de junio de 1900, también hubo estrenos


exitosos en las ocho funciones que se llevaron a cabo en el teatro riojano, como La
señora capitana, Los amarillos, El traje de luces, El maestro de obras y La luz verde,
gustando todas ellas excepto la última por falta de ensayos tanto del libreto como de la
orquesta.

298
Título Compositor
La señora capitana. Juguete cómico-lírico en Tomás Barrera y Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
verso. Un acto. (2 veces)
La feria de Sevilla. Humorada cómico-lírica en Ángel Rubio
verso y prosa. Un acto.
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto. (2 veces)
Los amarillos. Zarzuela cómica. Un acto. (3 veces) Arturo Saco del Valle
El último chulo. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
madrileñas en prosa. Un acto. (2 veces) Sanjuan (hijo)
El traje de luces. Sainete en prosa. Un acto. (4 Manuel Fernández Caballero y Mariano Hermoso
veces)
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (2 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
veces)
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Gerónimo Giménez
Un acto.
El maestro de obras. Zarzuela en verso y prosa. Guillermo Cereceda
Un acto. (2 veces)
El querer de la Pepa. Sainete lírico en prosa y Apolinar Brull
verso. Un acto
El grumete. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Emilio Arrieta
Carmela. Parodia lírica de la ópera Carmen. Un Tomás Reig
acto.
La luz verde. Zarzuela cómica en verso y prosa. Amadeo Vives
Un acto.

La compañía se despidió anunciando su división en tres partes, que formarían la


base de otras dos, una capitaneada por el señor Las Santas, que actuaría en Haro y otra
para Alfaro, Calahorra y Tudela, siendo ambas reforzadas convenientemente. La tercera
parte se dedicaría al descanso, marchando Consuelo Taberner con su hermana y su
padre a Barcelona y el señor Valentín García con su esposa a Madrid.

Pasaron siete años para que la compañía de Valentín García volviera al teatro de
Logroño. En esta ocasión lo hacía en el teatro Bretón de los Herreros, en el que
permaneció la compañía desde el 26 de enero hasta el 8 de febrero de 1907, con
dieciséis funciones de zarzuela chica. Cada día se daban dos funciones, una de

299
vermouth a las seis de la tarde y otra de noche, a las nueve y media. Algunos días teuvo
lugar además la sesión de tarde, a las tres y media.

Título Compositor
El pollo Tejada. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José
veces) Serrano
La tragedia de Pierrot. Zarzuela en un acto. Ruperto Chapí
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Rafael
acto. (2 veces) Calleja
El santo de la Isidra. Sainete en un acto. Tomás López Torregosa
Los zapatos de charol. Zarzuela en prosa y verso. Juan Crespo
Un acto.
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Rafael
acto. Calleja
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto.
El mal de amores. Sainete lírico en un acto. (3 José Serrano
veces)
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. (2 Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
veces)
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. (2 Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
veces)
Angelitos del cielo. Zarzuela en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
La taza de té. Caricatura japonesa en prosa. Un acto. Vicente Lleó
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (2 Federico Chueca
veces)
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. Ruperto Chapí
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
Un acto. (4 veces)
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
La mala sombra. Sainete lírico en un acto. (2 veces) José Serrano
La borrica. Zarzuela en prosa. Cuatro cuadros. Tomás López Torregosa
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto. (3 veces)
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives

300
La pena negra. Sainete lírico en un acto Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
Sanjuán (hijo)
El maldito dinero. Sainete lírico en prosa y verso. Ruperto Chapí
Un acto. (2 veces)

En esta ocasión contó Valentín García con un nuevo director de orquesta, el


maestro Julián, quien intentó sacar todo el partido posible a la orquesta. La compañía,
de sobre concida en Logroño, gustó al público, que acudió en mayor grado a las
secciones de vermouth. Especialmente atractivos resultaron los estrenos, La mala
sombra, de José Serrano y La borrica, de Tomás López Torregosa, aliciente que
empezaban a necesitar los programas que venía interpretando la compañía. Estas
zarzuelas y otras, fueron estrenadas durante la función de beneficio del tenor y director
don Valentín García.

En la sección de vermouth de última función de la compañía se anunció el estreno


de La conquista, zarzuela en un acto cuyo libreto reicntemente había escrito don
Florecio Bello y al cual puso música el concertista don Julio Francés, de la Sociedad de
Conciertos de Madrid. Esta representación tuvo que ser suspendida por falta de ensayos.

Se despidieron el 8 de febrero los miembros de la compañía que salían para


Madrid, muy satisfechos de los resultados obtenidos en Logroño y agradecidos por la
buena acogida.

Compañía de Gil Camacho


Fue la primera compañía que actuó en el teatro Moderno de Logroño en julio
1901. Se dieron dieciséis funciones en las que predominaron las zarzuelas chicas,
interpretándose tres en cada función. Además, se incluyó la representación de algunas
comedias. El programa constaba en su gran mayoría de zarzuelas chicas, a excepciçon
de dos grandes –El húsar, de Andréa Vidal y Llimona y Las hijas del Zebedeo, de
Ruperto Chapí-. El último fue el compositor por excelencia en el repertorio de la
compañía Gil y Camacho, en cuyo programa se encontraban nueve zarzuelas de este
compositor. Destacó la repetición de algunas de ellas, como Las Bravías, interpretada
en seis ocasiones, El reclamo en tres, Las campanadas y La leyenda del monje en dos.
El segundo compositor del más obras interpretó esta compañía fue Federico Chueca,

301
con obras como La legría de la huerta, interpretada en cuatro ocasiones, El capote de
paseo en tres y Las zapatillas en dos.

Título Compositor
Sandías y melones. Sainete lírico de costumbres Eladio Montero
madrileñas. Un acto
Caramelo. Juguete cómico-lírico. Un acto. Joaquín Valverde y Federico Chueca
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)
Las bravías. Sainete lírico. Un acto. (6 veces) Ruperto Chapí
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
El capote de paseo. Zarzuela en un acto. (3 veces) Federico Chueca
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un Federico Chueca
acto. (2 veces)
María de los Ángeles. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (3 veces)
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (4 Federico Chueca
veces)
El reclamo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (3 Ruperto Chapí
veces)
Los borrachos. Sainete en prosa. Un acto. (5 veces) Gerónimo Giménez
El húsar. Zarzuela cómica. Dos actos. (3 veces) Andrés Vidal y Llimona
A casarse tocan o La misa a grande orquesta. Ruperto Chapí
Sainete cómico-lírico en verso.Un acto.
Las hijas del Zebedeo. Zarzuela cómica en dos áctos. Ruperto Chapí
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
La tormenta. Zarzuela en un acto. (2 veces) Arturo Saco del Valle
La revoltosa. Sainete lírico en un acto. (2 veces) Ruperto Chapí

Estando actuando la compañía en el teatro, fallaron algunos intérpretes, lo que


llevó al empresario a suspender las funciones durante dos días. El director señor Gil
saliló para Bilbao a encontrar una primera tiple que sustituyera a Pilar María y algunos
coristas. En Bilbao contrató a Pilar del Río quien sustituiría a la citada tiple al finalizar
la temporada con su empresa. Hasta su llegada, s einterpretaron zarzuelas que requerían
una sola tiple, papel llevado a cabo por Soledad Álvarez, tiple y esposa del señor Gil.

302
La interpretación de la compañía fue buena, sin embargo, la entrada fue muy
irregular, lo que hizo aumentar el sentimiento de ver desaparecer el único
entretenimiento que tenían los riojanos en época estival. No obstante, había un sector de
aficionados que frecuentaban este espectáculo y que reconocían el laborioso trabajo de
la compañía. El día 9 de julio, la compañía anunció su disolución, lo que no fue una
noticia agradable para los aficionados que frecuentaban el teatro. La empresa del teatro,
deseosa de complacer a sus favorecedores, se propuso prolongar la temporada de
zarzuela chica y reanudar sus funciones durante algunos días, en los que se
representaron El reclamo, La alegría de la huerta, Las hijas del Zebedeo, A casarse
tocan, La revoltosa, María de los Ángeles, zarzuelas de Ruperto Chapí, compositor
protagonista de la temporada de la compañía Gil y Camacho.

Con la apertura de este nuevo abono se anunció el debut de la tiple Pilar del Río,
lo que animó considerablemente la sala por un público que esperaba con curiosidad la
presentación de esta señorita. La nueva tiple no defraudó y la entrada al teatro aumentó
tras haber dado variedad al cartel, con obras que requerían dos o más tiples. La empresa
se había esmerado en buscar personal para completar una buena compañía, a pesar de
aumentar su éxito cuando iba a concluir la temporada.

Compañía de zarzuela grande y ópera española de Eduardo García Bergés


Fue la siguiente compañía lírico-dramática que actuó en el teatro Moderno tras su
inauguración por la compañía de Gil y Camacho, celebrándose en esta ocasión las
funciones en el nuevo local “de invierno”. El que comenzó formando parte de la
compañía lírica del teatro Apolo en 1874, se trasladó a Cuba en el año siguiente donde
formó parte de otra compañía y recgresó a Madrid un año después, formando parte de
la compañía del teatro de la Zarzuela. En 1880 formaba de la compañía de zarzuela de
Cereceda, que había actuado en el teatro de Logroño en 1897. Sin embargo, esta era l
aprimera vez que el señor Berges visitaba la capital riojana, puesto que desde 1887, el
tenor aragonés se convirtió en empresario y director de una compañía lírica con la que
recorrió toda la geografía española.

La temporada de la compañía del señor García Berges en el teatro de Logroño


duró del 10 al 20 de octubre de 1901, con ocho funciones, en cada una de las cuales se
interpretó una zarzuela grande. La compañía, a pesar de su nombre, no interpretó niguna

303
ópera. El último día se dieron dos funciones, una de tarde, de forma excepcional y con
rebaja de precios, y otra de noche. El repertorio de la compañía fue muy variado,
incluyendo algunos de los títulos de zarzuela grande más conocidos en el panorama
español de finales del XIX, destacando de igual modo la variedad de autores.

Título Compositor
Campanone. Zarzuela en tres actos. (3 veces) Vicente Lleó
El milagro de la virgen. Zarzuela en tres actos. Ruperto Chapí
El juramento. Zarzuela en tres actos. Joaquín Gaztambide
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. Ruperto Chapí
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos
El barberillo del Lavapies. Zarzuela en tres actos Francisco Asenjo Barbieri
en verso.
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
La tempestad. Melodrama en prosa y en verso. Ruperto Chapí
Tres actos.
Las dos princesas. Zarzuela cómica. Tres actos. Manuel Fernández Caballero
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y Ruperto Chapí
prosa. Tres actos

La llegada de esta compañía había supuesto un gran esfuerzo económico para la


empresa del teatro, al tratarse de un elenco de notables artistas, acaudillados por una
firma tan brillante como lo era la del señor Berges, tenor cómico que había participado
en estrenos como El milagro de la virgen, de Ruperto Chapí, en el teatro Apolo de
Madrid en 1884.

Destacó la primera tiple Amelia Valle, además de las interpretaciones de Carmen


Sánchez, conocida en los teatros de Madrid Recoletos y Martín donde había comenzado
interpretando obras zarzuela chica. Junto a ella, la tiple Catalina Velasco compartió el
entusiasmo del auditorio, al igual que lo hicieron el tenor cómico Quílez, el barítono
Olmos y la señora Duch. El director y primer tenor señor Berges desarrolló su habilidad
y buen gusto en el bel canto ante el público riojano, que lo colmó de aplausos.

La orquesta, bajo la hábil dirección del maestro Isaura, fue mostrando sus
progresos según avanzaron las funciones, a pesar de encontrarse ante algunas partituras

304
con ciertas dificultades, como fue el caso de El milagro de la virgen, de Ruperto Chapí.
Cada día más afinada y tras hacer llegar al teatro a algunos profesores de burgos y
Madrid, esta orquesta reveló lo que puede lograr una batuta inteligente y dueña de la
situación. Entre sus miembros se encontraban algunos de renombre como el primer
trompa y premio del conservatorio de Madrid, señor Sánchez.

Como era de esperar, con un elenco excepcional, una orquesta notablemente


mejorada y un repertorio grande del que los logroñeses no tenían ocasión de disfrutar a
menudo, la sala se llenó, especialmente en la sesión del domingo. El 20 de octubre se
depidió la compañía que se dirigía al teatro Pignateli de Zaragoza, ciudad natal del tenor
y director de la compañía.

Compañía de zarzuela cómica de don Bonifacio Pinedo


Los inicios artísticos del barítono y director de escena riojano Bonifacio Pinedo
tuvieron lugar en 1883 en el teatro Recoletos de Madrid, donde se dedicó a las obras de
género chico. Tras pasar al teatro Apolo en 1888 con la compañía del maestro Cereceda,
se consagró como actor y participó en giras por toda España cantando zarzuela grande,
opereta francesa y alemana. Posteriormente formó su propia compañía de zarzuela, que
en el mes de abril de 1902 llegó a un arreglo con la empresa del recién inaugurado
teatro Bretón, por el cual actuaría en Logroño con doce representaciones. Una vez
confirmado su contrato con el teatro Bretón, Bonifacio Pinedo continuaba manteniendo
sus contactos con los teatros Madrid, y tuvo que trasladarse al teatro Apolo, donde
debutó con un apropósito titulado Petit Folies, en el que desempeñaba varios papeles.
Para la sociedad riojana era un orgullo poder disfrutar de las representaciones de la
compañía de un compatriota que había llegado tan lejos. Algunos de los halagos
recibidos por Bonifacio Pinedo fueron su movilidad extraordinaria en su simpática
fisionomía, exquisita escuela de canto, instrucción nada común, músculos de acero, voz
bien timbrada, modales de buen ton y una voluntad de hierro para el trabajo.283 De
hecho, Bonifacio Pinedo, además de cantante, fue imitador, bailarín y prestidigitador,
monologuista de primera y cupletista. Incluso se dedicó a la composición de algunos
fragmentos musicales.

283
Diario La Rioja. 19-04-1902.

305
Para su temporada en el teatro Bretón de los Herreros, don Bonifacio Pinedo
reunió a cuantos elementos musicales halló disponibles, para formar una orquesta lo
más numerosa posible, ya que abrigaba temores de que la “de plantilla” del Bretón no
realizara las necesidades del trabajo que pensaba cultivar durante las doce funciones que
constituirán su campaña en Logroño. Al realizar su proyecto tiende el ingreso en la
orquesta, bajo la dirección del maestro Forras, del sexteto Fabre que actuaba en el café
Colón. El debut de la compañía se verificó el 18 de abril, con tres zarzuelas chicas,
formato utilizado para el resto de las funciones, todas ellas dedicadas a este género.

Título Compositor
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
Folies Bergere. Zarzuela en un acto. (2 veces) Ángel Rubio
Doloretes. Zarzuela en un acto. (2 veces) Amadeo Vives y Manuel Quislant
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto (6 Manuel Fernández Caballero
veces)
La tempranica. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El sombrero de plumas. Zarzuela en un acto y en Ruperto Chapí
verso. (3 veces)
La hija del Barba. Zarzuela en dos actos. (2 veces) Julián Romea
El cisne de Lohengrin. Zarzuela cómica en un acto. Ruperto Chapí
(3 veces)
La buena sombra. Sainete en prosa. Un acto Apolinar Brull
Los niños llorones. Zarzuela cómica en un acto. Tomás López Torregosa, Joaquín Valverde
Sanjuan (hijo) y Tomás Barrera

Tras el día de su debut, Bonifacio Pinedo escribió una carta dirigida a la sociedad
riojana, que fue publicada en el periódico La Rioja: 284

Señor director de LA RIOJA:


Amigo mío y paisano:
Ruego a usted encarecidamente haga constar en las columnas de su periódico,
que estoy completamente satisfecho, que la noche más feliz de mi vida fue la de ayer,
que guardaré en el alma el recuerdo de la cariñosísima acogida que anoche me
dispensaron mis paisanos y que estoy orgullosos de haber nacido en mi querido
Logroño.

284
Diario La Rioja. 19-04-1902.

306
Aprovecho gustoso la ocasión que me permite hacer público el testimonio de
gratitud para mis paisanos y de ofrecerme de usted amigo agradecido, s. s.

Sin embargo, la mala elección de las obras, fueron la causa de que la compañía no
obtuviera todo el éxito que se había esperado en sus comienzos. Cierto es que los
directores de la compañías artísticas no estaban obligados, al llegar a Logroño, a
conocer los gustos de público, las obras que habían gustado más ni las que más veces se
habían representado. El barquillero y Folies Bergere no tuvieron gran éxito ante el
público de Logroño. Pero igualmente cierto fue que en aquella ocasión, los repartos no
habían sido del todo acertados. Ambos errores se rectificaron para las siguientes
funciones. La viejecita, La tempranica, La hija del Barba y Doloretes fueron mejor
recibidas durante las siguientes sesiones.

Para finalizar la temporada se celebraron dos funciones de beneficio. La primera,


el día 26 de abril, a beneficio de don Bonifacio Pinedo, quien quedó muy satisfecho por
la simpatía que el público logroñés le mostró aquella noche. Los palcos y plateas se
llenaron con los socios de los círculos de recreo, la Comisión del Ayuntamiento
presidida por el alcalde accidental don Fermín Maguregui, a quien se había dedicado la
solemnidad, además de ciudadanos particulares que habitaulmente se hallaban retraídos
del teatro.

Igualmente exitosa fue la función del 28 de abril, ofrecida por el señor Pinedo y
celebrada a beneficio de la Caridad, con la que se hizo muy buena taquilla. Esta función
de beneficio sirvió de despedida de la compañía, dejando Bonifacio Pinedo aún más
redondeada su buena campaña en Logroño. De aquí marchó el riojano a Madrid, donde
se le esperaba para ponerse al frente de la compañía Eslava.

Compañía cómico-dramática Riquelme Ruiz de Arana


Con veintiseis funciones de zarzuela chica, realizó su temporada la compañía
Riquelme y Ruiz de Arana desde el 17 de diciembre de 1902 hasta el 20 de febrero de
1903. Se dieron dos abonos, el primero de dieciséis funciones y el segundo de diez, en
el que se incluyó la representación de algunas comedias. Entre ambos, la compañía
actuó en el teatro de Principal de Zaragoza.

307
Título Compositor
La fiesta de San Antón. Sainete lírico en un acto. (2 Tomás López Torregosa
veces)
Los de Cuba. Juguete cómico-lírico. Un acto. Ángel Rubio y José Marín
La divisa. Zarzuela cómica de costumbres Tomás López Torregosa
valencianas. (3 veces)
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (2 Federico Chueca
veces)
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
(3 veces)
Las bravías. Zarzuela en un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
El último chulo. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
madrileñas. Un acto. (2 veces) Sanjuan (hijo)
El escalo. Zarzuela en un acto. (2 veces) Amadeo Vives
El mundo de comedia es o el baile de Luis Alonso. Jeróimo Giménez
Sainete lírico en verso. Un acto.
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto.
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
Viento en popa. Zarzuela cómica en un acto. Gerónimo Giménez
La caprichosa. Sainete lírico. Un acto. Amadeo Vives
Los alojados. Sainete lírico en un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
Doloretes. Zarzuela en un acto. (4 veces) Amadeo Vives y Manuel Quislant
Lola Montes. Zarzuela cómica en un acto. (2 veces) Amadeo Vives
El maestro de obras. Zarzuela en un acto. Guillermo Cereceda.
El chico de la portera. Zarzuela en un acto. Ángel Rubio y José Masllovet
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Manuel
acto. Estellés
Por la tremenda. Zarzuela en un acto.(2 veces) Ángel Rubio
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Tomás López Torregosa
Un acto. (2 veces)
Los de Cuba. Juguete cómico-lírico. Un acto. Ángel Rubio y José Marín
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto.
Los borrachos. Sainete en prosa. Un acto. Gerónimo Giménez
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (2 Federico Chueca
veces)

308
La tempranica. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto.

Los comienzos de la temporada de la compañía fueron difíciles y poco exitosos.


La orquesta del señor Muñoz, dirigida por el señor Pepe Riquelme, carecía de
fundamentales de cuerda suficientes, al igual que se echaron en falta en ella oboes,
trompas y violoncellos. Partiendo de esta base orquesta, fue difícil lograr que los
cantantes se lucieran en sus interpretaciones, al no sentir el refuerzo de la orquesta en
los momentos de difícil interpretación. La inestabilidad orquestal fue una constante a lo
largo de toda la temporada. No obstante, desde el momento en que se aumentó el
personal de cuerda, se percibió una mejora, pero ello no fue del todo suficiente, puesto
que se consideraba necesario de igual modo el refuerzo en el viento.

En lo referente a la empresa, hubo un constante cambio en los títulos de las obras


a interpretar, algo que no gustó a los aficionados, que siempre eran los mismos para
acudir a la taquilla. Algo similar sucedió con los nombres del reparto, al faltar en
muchas ocasiones algunos que se habían anunciado y eran esperados por el público
asistente. Otro factor que no colaboró en el éxito de la compañía fueron los programas,
que en sus incicios resultaron aburridos a los aficionados. Tras realizarse esta
observación, la empresa optó por la interpretación de zarzuelas de las que estaban
teniendo éxito en Madrid, mejorando así la entrada.

El primer abono terminó dos funciones a beneficio, la primera el día 3 de enero


para Riquelme, que llevó al teatro a más concurrencia de la acostumbrada, pero no tanta
como se esperaba, y la segunda tres días más tarde para Ruiz de Arana, que logró un
lleno total en el teatro, algo que no se había conocido durante la temporada de la
compañía. El beneficio de Ruiz de Arana fue extraordinariamente aplaudido,
solicitancdo la repetición del intermedio musical que precedió a la segunda obra de la
función. La compañía se dirigió a Zaragoza donde actuaría con el refuerzo que allí le
tenía preparada la empresa del teatro. Los señores Ruiz de Arana y su esposa, sin
embargo, se dirigieron a Madrid, con objeto de realizar una formación de género chico.

309
A su regreso de Zaragoza continuó la compañía Ruiz de Arana actuando en
nuestro teatro con un segundo abono que comenzó el 22 de enero de 1903,
observándose un aumento en la entrada.

Durante el segundo abono se representaron además de zarzuelas, algunas


comedias. La interpretación musical más novedosa y llamativa del segundo abono fue la
de la señorita Julia Santa María, niña riojana proclamada una gloriosa esperanza en el
“bel-canto”, a quien he dedicado un apartado en el capítulo dedicado a los personajes
relevantes en el ambiente musical de la ciudad.

Compañía del señor Casals


El 12 de abril de 1903 debutó esta compañía de zarzuela en el teatro Bretón de los
Herreros. La temporada tuvo lugar durante los días de Pascua, constando de siete
funciones en las que se interpretaron sainetes líricos y dramáticos. Se interpretaron tres
obras en cada función, excepto el día que se interpretó zarzuela grande, como fue el
caso de la interpretaión de El rey que rabió en tres actos, y Marina, en dos, representada
junto con una zarzuela chica.

Título Compositor
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (3 Ruperto Chapí
veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
Gazpacho andaluz. Pasillo cómico-lírico en un acto Rafael Calleja y Vicente Lleó
y en prosa. (2 veces)
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
(6 veces) López Torregosa
La golfemia. Parodia de la ópera La Boheme. Un Luis Arnedo
acto. (2 veces)
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
(2 veces)
Los granujas. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. (2 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
veces) López Torregosa
El tirador de palomas. Zarzuela dramática en verso Amadeo Vives
y prosa. Un acto.

310
La macarena. Sainete en prosa. Cuatro cuadros. Emilio López del Toro
La trapera. Zarzuela en un acto. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Hermoso
La tonta de capirote. Zarzuela en un acto. Ramón Estellés y Joaquín Valverde Sanjuan
(hijo)
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
Los hijos artificiales. Juguete cómico en prosa. Tres Federico Reparaz
actos. (2 veces)

La asistencia del público fue muy irregular. Mientras en la segunda función,


dedicada al eximio señor Salmerón y a beneficio de la empresa, se llenó el teatro,
además de tener que recurrir a la colocación de las adiciones antireglamentarias de
asientos en los pasillos laterales, otras funciones llegaron a suspenderse por falta de
público. La causa principal de ello fue el precio, considerado elevado para una
compañía que, a pesar de ser aceptable, era modesta en cuanto a la categoría.

Una vez más la orquesta estuvo deficiente. Se notaba en ella la falta de oboes, a la
vez que el fagot se escuchaba desafinado. Ello, unido al frio en la sala, no animó a
muchos logroñeses a acudir al teatro.

Compañía de Bellver, Soucasse y Contreras


Fueron veintidós las funciones que dio esta compañía que comenzó su temporada
el 30 de diciembre de 1903 y finalizó el 3 de febrero de 1904. Todas las funciones
constaron de zarzuelas en un acto, destacando la representación repetida de algunas de
ellas, como fue el caso de La balada de la luz, interpretada en cinco ocasiones, y Los
dineros del sacristán, El puñao de rosas, La banda de trompetas, Los granujas, La
Marijuana, Los chicos de la escuela, La czarina, El mozo cruo y La inclusera,
representadas todas ellas en tres ocasiones durante la temporada.

Título Compositor
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en verso y Manuel Fernández Caballero
prosa. Un acto. (3 veces)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto. (3 veces)

311
La trapera. Zarzuela en un acto. (2 veces) Manuel Fernández Caballero y Mariano
Hermoso
El cuñao de Rosa. Zarzuela en un acto. (6 veces) Tomás López Torregosa
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Tomás López Torregosa
Un acto. (3 veces)
El santo de la Isidra. Sainete en un acto. Tomás López Torregosa
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
La tempranica. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
La manta zamorana. Zarzuela en Prosa. Un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
Los granujas. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. (3 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
veces) López Torregosa
El terrible Pérez. Humorada trágico-cómico-lírica. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
Un acto. (3 veces) López Torregosa
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
La balada de la luz. Zarzuela en un acto. (5 veces) Amadeo Vives
Enseñanza libre. Aproósito cómico-lírico en un acto. Gerónimo Giménez
Sandías y melones. Sainete lírico de costumbres Eladio Montero
madrileñas, en un acto.
La corría de toros. Zarzuela cómica en un acto. Federico Chueca
El mozo cruo. Sainete lírico en un acto. Rafael Calleja y Vicente Lleó
El bateo. Zarzuela en un acto. Federico Chueca
La chavala. Zarzuela en verso y prosa. Un acto Ruperto Chapí
Los chicos de la escuela. Zarzuela en un acto. (3 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
veces) López Torregosa
El mozo cruo. Sainete lírico en un acto. (3 veces) Rafael Calleja y Vicente Lleó
La inclusera Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Manuel Fernández Caballero y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
La mazorca roja. Zarzuela de costumbres andaluzas. José Serrano
Un acto.

La compañía debutó con un vació casi absoluto que había sido presagiado al
conocer el extenso elenco artístico para la interpretación de un programa de sobra
conocido y dominado por el público de los cafés-teatros. Los mayores éxitos fueron
logrados por la compañía Bellver, Soucase y Contreras en los días que se estrenaron
zarzuelas como El puñao de rosas, La trapera o El cuñao de Rosa, al crear interés en el

312
público por conocer obras nuevas y no dar ocasión de hacer comparaciones. Pero esto
no siempre fue posible y el vacío teatral fue frecuente durante la temporada.

La orquesta, necesitada de refuerzo instrumental como en ocasiones previas, llegó


a verse a falta de concertino y se recurrió para ocupar este puesto al violin del teatro
Variedades, el señor Uliverri. De igual modo, el maestro Contreras, director de la
orquesta, tuvo que sentarse al piano para realizar un refuerzo necesario en al orquesta
del teatro. Sin embargo, no fue suficiente, percibiéndose especialmente la carencia en
obras como La balada de la luz, cuya partitura consta de una delicada melodía cuando
se cuenta con una orquesta completa, dotada de viento y madera. No fue el caso de la
orquesta del teatro, cuyos violines se habían dotado con cuerdas metálicas por cuestión
de economía, lo que dificultaba el paso del arco, además de empeorar la sonoridad.

La última función, a beneficio de la tiple cómica Concepción París, fue muy


criticado ya que, al encontrarse ronca la beneficiada, no se suspendió la función ni se
decidió cambiar el programa. La beneficiada e inexperta tiple, se hizo la muda en varios
fragmentos, poniendo en peligro de caer a sus compañeros que debína apoyarse en las
frases suprimidas por la artista. En justicia, el beneficio correspondió a María Fons, que
había estado excelente en sus interpretaciones.

Compañía del señor Salvador Orozco


Tras haber realizado representaciones de género Chico en los cafés-teatros del
Siglo y Universal, el señor Orozco da el salto con sus representaciones en el teatro
Bretón de los Herreros, teniendo lugar la primera en 1904, la segunda en 1906 y la
tercera en 1909. En la primera, durante el mes de marzo de 1904, se dieron trece
funciones en las que se interpretaron además de zarzuelas, algunas comedias, bailes y
monólogos. Dentro del repertorio zarzuelístico predominaron las zarzuelas chicas,
además de tres zarzuelas grandes: El rey que rabió y La cara de Dios, ambas den tres
actos, y Los sobrinos del capitán Grant, en cuatro.

Título Compositor
Los chicos de la escuela. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa
La Camarona. Zarzuela cómica en un acto. Gerónimo Giménez

313
Las carceleras. Romanza de la zarzuela Las hijas Ruperto Chapí
del Zebedeo. (2 veces)
El mozo cruo. Sainete lírico en un acto. Rafael Calleja y Vicente Lleó
El solo de trompa. Humorada cómico-lírica en un José Serrano
acto.
El coco. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives
La reina mora. Sainete en tres cuadros. (2 veces) José Serrano
Los charros. Zarzuela en un acto. (3 veces) Apolinar Brull
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Enseñanza libre. Aproósito cómico-lírico en un acto. Gerónimo Giménez
La trapera. Zarzuela en un acto. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Hermoso
El puesto de flores. Zarzuela en prosa y verso. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
acto. López Torregosa
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos.
La cara de Dios. Drama de costumbres populares en Ruperto Chapí
prosa. Tres actos (6 veces)
El juicio oral. Zarzuela cómica en un acto. Ángel Rubio
Los sobrinos del capitan Grant. Zarzuela de Manuel Fernández Caballero
espectáculo. Cuatro actos. (2 veces)
Los granujas. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
El solo de trompa. Humorada cómico-lírica en un José Serrano
acto.
¿Quo vadis? Zarzuela en un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
El olivar. Zarzuela de costumbres aragonesas. Un José Serrano y Tomás Barrera
acto.
Los hijos del mar. Zarzuela en un acto. Rafael Calleja y Vicente Lleó
La macarena. Sainete en prosa. Cuatro cuadros. Emilio López del Toro
El señor Luis el Tumbón o “despacho de huevos Francisco Asenjo Barbieri
frescos”. Zarzuela en un acto.
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
Un acto. (4 veces)

El debut del señor Orozco en este nuevo espacio teatral obtuvo beneficios y una
sala teatral medianamente llena en todas las funciones, a pesar de que la orquesta
continuaba siendo un problema. Durante la temporada del señor Orozco llegó a

314
manifestarse algunos días en huelga al no conformarse con al rebaja de sueldos. La Caja
de Ahorros, dueña del teatro, lo mantenía en precarias condiciones. Los timbres de aviso
al público no funcionaban lo que perjudicó en las primeras escenas de las obras al entrar
con retraso los espectadores. La maquinaria tenía las cuerdas flojas y los telones caían
con fuerza, además de carecer el decorado de algunos aspectos necesarios para las
diferentes escenas. El frio en la sala continuaba siendo una constante y algunos ensayos
se tuvieron que hacer sin luz, lo que influyó en los malos resultados de muchas
representaciones.

A todo ello sobrevivió esta compañía que tanto empeño había puesto en debutar
en el Bretón, llegando a tener algunos llenos teatrales especialmente llamativos, como lo
fue la representación de Los sobrinos del capitán Grant, que se representó dos veces,
logrando un lleno teatral en ambas. En otras ocasiones, bien por las circunstancias
anteriormente citadas o por otras ajenas a la empresa como las representaciones teatrales
que se estaban representando en el teatro Variedades, que compitió con el teatro Bretón
en ocasiones puntuales, el público no asistió en masa a escuchar las interpretaciones de
la compañía del señor Orozco, que no siempre supo elegir bien las obras que formarían
parte del programa. A pesar de los obstáculos encontrados y errores cometidos, el señor
Orozco pudo hacer una temporada brillante, llegando a representar una obra en seis
ocasiones debido a la solicitud del público riojano. Fue el caso de La cara de Dios, un
drama de costumbres populares en prosa y en tres actos, de Ruperto Chapí, representada
seis veces durante la temporada.

Esta compañía volvió dos años más tarde, el 10 de febrero de 1906,


permaneciendo en el teatro Bretón de los Herreros hasta el 22 de marzo. Se dieron
veintiséis funciones, todas ellas con títulos de zarzuela chica, excepto El perro chico, de
José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan (hijo), en dos actos.

Título Compositor
Los pícaros celos. Sainete lírico en prosa y en verso. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives
El perro chico. Zarzuela en prosa. Dos actos. (3 José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan
veces) (hijo)

315
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
Las carceleras. Romanza de la zarzuela Las hijas del Ruperto Chapí
Zebedeo.
Congreso feminista. Fantasía cómico-lírica en un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
acto.
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Un Gerónimo Giménez
acto. (3 veces)
La reja de la Dolores. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José
acto. (2 veces) Serrano
Ideicas. Zarzuela baturra. Un acto. Tomás Barrera
La tragedia de Pierrot. Zarzuela en un acto. (3 Ruperto Chapí
veces)
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
Las estrellas. El mentir de las estrellas. Zarzuela en Mariano Hermoso
verso y prosa. Un acto.
La balada de la luz. Zarzuela en un acto. (5 veces) Amadeo Vives
Las estrellas. Sainete lírico de costumbres populares. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José
Un acto. Serrano
Los guapos. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El contrabando. Sainete en un acto. (2 veces) José serrano y J. Fernández Pacheco
El famoso colirón. Zarzuela en un acto. (2 veces) Rafael Calleja y Vicente Lleó
Los charros. Zarzuela en un acto. Apolinar Brull
El mal de amores. Sainete lírico en un acto. José Serrano
La vara de alcalde. Zarzuela de costumbres Tomás Barrera
aragonesas. Un acto.
La casita blanca. Zarzuela en un acto. (2 veces) José Serrano
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto. (2 veces)
El rey del valor. Humorada lírica en un acto. (3 Rafael Calleja y Vicente Lleó
veces)
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives
El trébol. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde y José Serrano
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
La peseta enferma. Zarzuela en un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (2 Manuel Fernández Caballero
veces)
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero

316
acto. (2 veces)
La reina mora. Sainete en tres cuadros. José Serrano
Venus Salón. Fantasía cómico-lírica en un acto. (3 Rafael Calleja y Vicente Lleó
veces)
El alma del pueblo. Zarzuela en verso y prosa. Un Ruperto Chapí
acto. (2 veces)
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto.
¿Quo vadis? Zarzuela en un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
Los pícaros celos. Sainete lírico en prosa y en verso. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
Las Granadinas. Sainete en un acto. (2 veces) Gerónimo Giménez y Amadeo Vives
La reina mora. Sainete en tres cuadros. José Serrano
El arte de ser bonita. Pasatiempo lírico en un acto. (5 Gerónimo Giménez y Amadeo Vives
veces)
La tempranica. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El dinero y el trabajo. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Arturo Saco del Valle
Maniobras. Zarzuela. Un acto. Hipólito Rodríguez
La cuna. Zarzuela en verso. Un acto. Ruperto Chapí
La estatua de D. Tancredo. Disparate cómico en un Pablo Luna y Larruga
acto.
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Rafael
acto. Calleja
La vuelta al mundo. Zarzuela en tres actos. Francisco Asenjo Barbieri
Maniobras militares. Zarzuela cómica en prosa. Un Ángel Rubio y Ramón Estellés
acto.

Durante un año en el que ninguna compañía foránea había visitado el teatro del
Logroño, era bienvenida la compañía local del señor Orozco, a pesar de tener algunas
carencias. Especialmente flojos fueron los coros, que tuvieron que ser reforzados con
algunos cantantes venidos de Madrid, además de la orquesta, que lejos de corregirse,
sonaba cada vez peor. El maestro Cristobal, al frente de la orquesta era una buena
batuta, y los músicos no eran malos, pero como venía siendo costumbre, necesitaba un
buen refuerzo. A lo largo de la temporada, el señor Cristobal supo coordinar a los
músicos de la orquesta, logrando una gran mejoría en su interpretación.

317
Cabe destacar que la duodécima función fue suspendida por diferencias surgidas
entre los coros, la orquesta y la empresa. El conflicto surgió principalmente en los
coros, que se negaban a interpretar más de las tres funciones para las que habían cerrado
el contrato. Tanto fue así que para el segundo abono de la temporada estaba previsto que
debutaran con la compañía del señor Orozco los coros de los capos Elíseos de Bilbao.
Finalmente, los coros cedieron e interpretaron una función más de las que tenían
previstas, y posteriormente llegó, del coro de los Elíseos, un refuerzo de cuatro voces
femenincas y tres masculinas.

La representación de las zarzuelas La viejecita y Gigantes y cabezudos, ambas de


Manuel Fernández Caballero, coincidió con el homenaje dedicado al compositor al día
siguiente de su fallecimiento. El acto fue organizado en el Bretón de los Herreros por
Manolo Guerra, tenor de la compañía de Orozco y ahijado del músico, quien había
preparado todo para que resultase digno de la persona a quien se dedicaba. La orquesta
y los coros estuvieron durante toda la noche como no habían estado jamás. En el acto
participó además la Banda de Bailén, que ejecutó una fantasía de Los sobrinos del
capitán Grant, que como el resto de las obras fue interpretada con verdadero gusto,
arrancando nutridos aplausos y ovaciones.

Uns de las funciones con mejor entrada fue la que incluyó las representaciones de
La tragedia de Pierrot, La reina mora, Las granadinas y el estreno de El arte de ser
bonita. Sin embargo, en la quinta representación de esta última zarzuela, el público
había descendido notablemente. Una vez más se observa que una capital provinciana
como Logroño necesitaba variedad de títulos, al ser en la mayor parte de las ocasiones
el mismo público el que acudía al teatro.

La compañía del señor Orozco puso en escena por primera vez la zarzuela
Maniobras, compuesta por autores locales: libreto de salvador Granés y Florencio Bello
y música de Hipólito Rodríguez. Durante la función de este estreno, el teatro se llenó.
Hipólito Rodríguez se sentó en la silla de la orquesta, siendo aplaudido al acabar el
preludio. En esta función a su vez celebraba el señor Orozco su beneficio, resultando la
noche un éxito para él. Otro de los beneficios celebrados por la compañía fue el del
cuerpo de coros, con una elección de obras de lo más acertada, que incluía los estrenos
de La cuna y El túnel. Fue necesario este beneficio para que el coro lograra compensar

318
las pérdidas que había tenido durante su temporada en el Bretón de los Herreros. El
público respondió hasta casi llenar el teatro, estando a él muy agradecidos los artistas

La compañía del señor Orozco regresó a Logroño en enero de 1909, para dar doce
funciones en el teatro. Las sesiones se dieron por secciones, una de vermouth y otra de
noche. Al finalizar la temporada se decidió prolongar su estancia con cuatro sesiones
más, hasta el domingo 14 de febrero, alargando de igual modo el número de secciones
diarias: una de vermouth a las seis y media, otra popular a las ocho y media, también
sencilla, y una dobe a última hora. El género que se hacía en cada sección, como de
costumbre, completamente distinto, atrayendo así a mayor variedad de público. Una vez
más, los títulos de programa fueron de obras de género chico, esta vez sin excepción.

Título Compositor
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Alma de Dios. Comedia lírica en prosa. Un acto. (2 José Serrano
veces)
La Rabalera. Zarzuela en prosa. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. (2 Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
veces)
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Rafael
acto. Calleja
Las bribonas. Zarzuela en un acto. (2 veces) Rafael Calleja
La verbena de la paloma o El boticario y las Tomás Bretón
chulapas y celos mal reprimidos. Sainete lírico en
prosa. Un acto.
El trébol. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde y José Serrano
Ninón. Comedia lírica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí
El arte de ser bonita. Pasatiempo lírico en un acto. (3 Gerónimo Giménez y Amadeo Vives
veces)
La trapera. Zarzuela en un acto. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Hermoso
Campanone. Zarzuela en tres actos. (2 veces) Vicente Lleó
La tragedia de Pierrot. Zarzuela en un acto. Ruperto Chapí
Las bribonas. Zarzuela en un acto. (4 veces) Rafael Calleja
La alegre trompetería. Pasatiempo lírico en un acto. Vicente Lleó
(5 veces)

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El señorito. Zarzuela en un acto. Rafael Calleja
Ruido de campanas. Comedia lírica en prosa. Un Vicente Lleó
acto.
La rabalera. Zarzuela en prosa. Un acto. Amadeo Vives
El señorito. Zarzuela en un acto. Rafael Calleja
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
La balsa de aceite. Zarzuela en prosa. Un acto. (2 Vicente Lleó
veces)
Los pícaros celos. Sainete lírico en prosa y en verso. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
¡Apaga y vámonos! Pasatiempo lírico en tres actos. Vicente Lleó
(2 veces)
La carne flaca. Humorada lírica en prosa. Un acto. Vicente Lleó
(3 veces)
Los chicos de la escuela. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
acto. (2 veces)
Amor ciego. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Manuel Penella Moreno
El mozo cruo. Sainete lírico en un acto. Rafael Calleja y Vicente Lleó

La compañía del señor Orozco hizo su debut el 30 de enero de 1909 con un lleno
completo en el Bretón de los Herreros, tanto en la sesión de vermouth como en la de
noche, que contrastaba con el poco éxito que habían tenido las representaciones de
Zarzuela Grande durante los meses previos. Sin embargo, no en todas las sesiones se
llenó el teatro de igual manera. Mientras las zarzuelas Las bribonas, La alegre
trompetería, Ruido de campanas, La viejecita y Alma de Dios, tuvieron gran cantidad
de público, no ocurrió lo mismo con El maestro Campanone o El señorito, que
recibieron una entrada regular.

El elenco de la compañía, una vez más sufrió variaciones. En esta ocasión se


incluyó como novedad la niña Orozco, hija del director de la compañía, que comenzaba
a debutar como artista. Otros artistas nuevos y que calaron en el público riojano fueron
el tenor cómico señor Ligero, la señorita López Muños y la señorita Fons.

320
El último día de la temporada se celebraron tres funciones a beneficio del primer
actor y director de la compañía, Salvador Orozco, quien recibió numerosos aplausos y
felicitaciones.

Compañía de zarzuela grande del señor Vazquez


Esta compañía permaneció en el teatro Bretón durante la pascua navideña. Dió
doce funciones que comenzaron el 22 de diciembre de 1904 y finalizaron el 11 de enero
de 1905. Se interpretaron una o dos obras en cada función, al tratarse de zarzuelas
grandes, la mayoría en tres actos. Una vez más, Ruperto Chapí fue el compositor
protagonista de las obras del programa, interpretándose cuatro obras de esta autor, una
de ellas, El rey que rabió, repetida en dos ocasiones, lo que supone un tercio del
programa completo.
Título Compositor
Jugar con fuego. Zarzuela en verso. Tres actos. (2 Francisco Asenjo Barbieri
veces)
Campanone. Zarzuela en tres actos. (2 veces) Vicente Lleó
La tempestad. Melodrama en prosa y en verso. Ruperto Chapí
Tres actos.
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos. (2 veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y Ruperto Chapí
prosa. Tres actos. (2 veces)
El anillo de hierro. Drama lírico en verso. Tres Miguel Marqués
actos.
El molinero de Subiza. Zarzuela histórico- Cristobal Oudrid
romancesca en verso. Tres actos.
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. Ruperto Chapí
La Marsellesa. Zarzuela histórica en verso. Tres Manuel Fernández Caballero
actos.
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
La canción del náufrago. Drama lírico en prosa y Enric Morera
verso. Tres actos.
El juramento. Zarzuela en tres actos. Joaquín Gaztambide
El milagro de la virgen. Zarzuela en tres actos. Ruperto Chapí

Tras la esperada ansiada de una compañía de zarzuela grande en la capital riojana,


el público respondió como era esperado en la mayor parte de las sesiones, llenándose en

321
algunas de ellas como Jugar con fuego y La bruja incluso las galerías altas, espacios
propios de las clases más bajas que no disfrutaban tanto con este género. No obstante, la
compañía carecía de algunos elementos básicos, como el refuerzo de un tenor y más
cantantes en el coro de hombres.

Algunas zarzuelas se repitieron en dos ocasiones, como Jugar con fuego,


Campanone, El salto del pasiego y El rey que rabió, lo que no quiere decir que en todas
ellas estuviera el teatro igual de concurrido. Fue el caso de la representación de la
zarzuela El rey que rabió, que tanto entusiasmo había producido en el público riojano
en su estreno a primeros del año 1892, no consiguió congregar esta vez a doscientas
personas para escucharla. De igual modo, El molinero de Subiza, El anillo de hierro, La
Marsellesa y Marina, tuvieron una entrada muy floja.

La intérprete más destacada de la compañía fue la señorita Avelina Vicenti, tiple


de la compañía para quien se celebró un beneficio el día de la penúltima función. Para
ello eligió la zarzuela El juramento, cantando además en el intermedio del tercer acto,
La riojanita, que se había escrito y compuesto para la conocida cantante harense
Lucrecia Arana. La concurrencia del público fue menor de lo esperado en esta función a
beneficio, pero los que asistieron pudieron disfrutar de una estupenda velada, al igual
que la beneficiada, que se lució especialmente en La riojanita.

Cabe destacar la presencia del tenor riojano Pepe Lasanta, quien en la última
función de la compañía cantó algunas jotas, junto con otros dos cantandores de la
ciudad cuyos nombres se desconocen.

Compañía de zarzuela y ópera española de don Enrique Beut


Fueron dos las ocasiones en las que esta compañía actuó en el teatro Bretón de los
Herreros, la primera en febrero de 1905 y la segunda dos años más tarde, en marzo de
1907. Sus funciones combinaban algunos títulos de zarzuela con otros de ópera
española o traducida al castellano.

Su primera estancia fue corta, del 20 al 23 de febrero de 1905. Se dieron cuatro


funciones durante días seguidos, predominando la representación de zarzuelas grandes y

322
chicas e interpretándose únicamente la versión operística de Marina, de Pascual Emilio
Arrieta.
Título Compositor
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives
La guerra santa. Zarzuela de grande espectáculo. Pascual Emilio Arrieta
Tres actos.
El husar de la guardia. Zarzuela en un acto. (2 Gerónimo Giménez y Amadeo Vives
veces)
Catalina. Zarzuela. Tres actos. Joaquín Gaztambide
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
Marina. Ópera en tres actos.(2 veces) Pascual Emilio Arrieta

La compañía destacó por su buena interpretación, logrando incluso la orquesta,


dirigida por Rafael Sancho, extendidos aplausos. La elección de las obras fue acertada,
exceptuando Catalina, que por ser antigua y muy conocida por el público, no fue
demasiado bien recibida. El resto provocaron un lleno casi total en el teatro, siendo
completo durante la última función a beneficio de la tiple riojana Julita Campos, que
incluía el estreno de El pobre Valbuena y Marina, en su verisón operística.

Dos años más tarde, regresó la compañía al teatro Bretón de los Herreros, dando
ocho funciones entre los días 16 y 25 de marzo de 1907. En esta ocasión el programa
fue variado, representándose once zarzuelas y tres óperas que han quedado clasificadas
en tablas separadas. Las tres óperas interpretadas habían sido traducidas al castellano,
un procedimiento común en la época, a pesar de que no se logró el gusto del público.

Título Compositor
El reloj de Lucerna. Drama lírico en tres actos. Miguel Marqués
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos.
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos.
Las campanas de Carrión. . Zarzuela en prosa. Tres Robert Plaquette
actos.
La mala sombra. Sainete lírico en un acto. José Serrano

323
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
Bohemios. Zarzuela. Un acto. Amadeo Vives
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
Campanone. Zarzuela en tres actos. Vicente Lleó
La fiesta de San Antón. Sainete lírico en un acto. Tomás López Torregosa

Título Compositor
La Bohemia. Ópera en cuatro actos. Giacomo Puccini
El trovador. Ópera en cuatro actos. Giuseppe Verdi
Rigoletto. Melodrama en tres actos. (2 veces) Giuseppe Verdi

Antes del debut de la compañía, no se había vendido ningún abono de platea, lo


que resultó incomprensible tratándose de un espectáculo como el que se ofrecía.
Realmente se consideraba un problema que en Logroño no asistiera el público a esta
clase de manifestaciones artísticas, en un momento en el que el género ínfimo
comenzaba a invadir los espacios de ocio. Probablemente, si la compañía de Enrique
Beut hubiese actuado durante las fiestas locales, se hubiese visto lleno el teatro, pero
resultaba difícil contratar a una compañía de nivel en fechas elegidas, por lo que no
había quedado otra opción que contratarla para el mes de marzo.

Tras augurar una temporada teatral poco exitosa, debutó la compañía de Beut y
Soler con Bohemia traducida al castellano habiendo una buena entrada de butacas,
rebosante en las alturas y casi nula en las plateas, como se había observado tras la venta
de abonos. Esta situación en las plateas desanimaba al teatro, pero la interpretación fue
excelente y el público asistente aplaudió como la compañía se merecía. La orquesta,
esta vez dirigida por Jesus Ventura, mejoró respecto a anteriores ocasiones.

Curiosamente, las galerías altas del teatro se vieron rebosantes en varias de las
funcione de la compañía, llegando a quedarse muchas personas en la calle por falta de
localidades. Se trataba de los espacios frecuentados por las clases medias y bajas, que
no podían permitirse pagar una entrada de patio o platea. Estos si que acudían a
deleitarse con zarzuelas y óperas traducidas al castellano, sin embargo, las clases más
adineradas habían dejado las plateas vacías.

324
Una de las funciones más destacadas de la temporada fue el beneficio de Julita
Campos, sin demasiado público en la sesión de tarde y más lleno en la de la noche. De
nuevo la compañía de Enrique Beut contó con la tiple riojana para esta temporada. En el
resto del elenco hubo algunas voces nuevas respecto a su visita anterior, como lo fue la
tiple Estrella Gil, además de los ya conocidos tenores Hervás y Figerola.

Compañía de zarzuela de los señores Simontetti y Bauzá


Durante las fiestas mateas del año 1905 pudieron los logroñeses deleitarse con las
zarzuelas interpretadas por esta compañía, que dió diez funciones en cuyos programas
encontramos los títulos de las zarzuelas grandes más conocidas del momento.

Título Compositor
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres Ruperto Chapí
actos.
El postillón de La Rioja. Zarzuela original en dos Cristobal Oudrid
actos.
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos.
El molinero de Subiza. Zarzuela histórico- Cristobal Oudrid
romanesca en tres actos.
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres Manuel Fernández Caballero
actos
El milagro de la Virgen. Zarzuela en prosa y verso. Ruperto Chapí
Tres actos.
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
El dúo de La Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto.
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. (2 veces) Gerónimo Giménez
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto.
La vara del alcalde. Zarzuela de costumbres Tomás Barrera
aragonesas. Un acto. (3 veces)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto.
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. (2 Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
veces)

325
Bohemios. Zarzuela. Un acto. Amadeo Vives

Tras el debut de la compañía el 19 de septiembre de 1905, la empresa contrató a


tres coristas de Madrid para reforzar al personal femenino de la compañía. La orquesta
fue perfectamente dirigida por el señor Bauzá, que con su batuta logró una gran
respuesta de los artistas. La entrada fue buena en las plateas y en las localidades altas, a
pesar de ser algo más escasa en las butacas.

La novedad de la compañía de Simonetti y Bauzá fue la interpretación de Marina,


zarzuela en dos actos de Emilio Arrieta, que fue transformada en ópera en tres actos
siguiendo el modelo donizzetiano. En esta ocasión, se interpretó la versión operística,
siendo la protagonista la tiple riojana Julita Campos, que recibió muchos y merecidos
aplausos, además de una gran ovación tras escuchar el rondó final. El resto de la
compañía contribuyó al buen resultado del conjunto.

Tras las diez funciones previstas, se dio una función extraordinaria y fuera de
abono a beneficio de la Caja de ahorros y Monte de Piedad, en la que volvió a tomar
parte la tiple Julita Campos, siendo la protagonista de esta función.

Compañía de zarzuela y verso de don Arturo de la Riva y don Miguel y Soler


Debutó en el teatro Bretón de los Herreros esta compañía artística en el mes de
marzo de 1908, con una corta temporada de cuatro funciones a su paso por Logroño al
venir de Bilbao y Vitoria. Hubo sesión de vermouth y de noche, interpretándose algunas
zarzuelas combinando el género grande y chico, de las más conocidas por el público
riojano, además de comedias.

Título Compositor
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives
La paloma azul. Comedia de magia en cuatro actos. Cristobal Oudrid
(2 veces)
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Sangre moza. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. Joaquín Valverde y Joaquín Valverde
(2 veces) Sanjuan (hijo)
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez

326
Ruido de campanas. Comedia lírica en prosa. Un Vicente Lleó
acto.

Todo fueron elogios para esta compañía, que supo dirigir la orquesta con arte, al
igual que la tramoya. Especialmente destacado fue el cuadro de comedia. Los precios
fueron reducidos y con ello, la entrada fue excelente.

Compañía del señor Gutiérrez Nieto


La compañía del señor Nieto visitó la capital riojana en dos ocasiones durante la
primera década del siglo XX, en dos años consecutivos: 1909 y 1910. Su debut en el
teatro Bretón de los Herreros tuvo lugar el 9 de octubre de 1909. En principio estaba
previsto que diera ocho funciones, pero en vista del éxito obtenido, se alargó su contrato
por veinte funciones más, permaneciendo en el teatro hasta al mes de diciembre. Cada
día se daban tres sesiones: a las siete, a las nueve y a las diez y media. Sin embargo, en
algunas ocasiones se dieron cinco funciones cada día: a las tres y media, a las cinco, a
las siete, a las nueve y a las diez y media. Las de siete y nueve eran secciones dobles.
Todas las zaruelas representadas durante esta temporada fueron de género chico, a
excepción de El perro chico, de José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan, en dos actos.

Título Compositor
El día de Reyes. Apropósito en un acto. Manuel Penella
La gente seria. Sainete lírico en prosa. Un acto. (2 José Serrano
veces)
Aquí hase farta… un hombre. Sainete lírico en Ruperto Chapí
prosa. Un acto.
La mala sombra. Sainete lírico en un acto. José Serrano
La balsa de aceite. Zarzuela en prosa. Un acto. Vicente Lleó
El trébol. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde y José Serrano
Los chicos de la escuela. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa
Toros en Aranjuez. Zarzuela cómico-taurina. Un Manuel Nieto
acto. (3 veces)
El metir de las estrellas. Zarzuela en verso y el Maestro Hermoso
prosa. Un acto.
Entre naranjos. Zarzuela en prosa. Tres cuadros. Miguel Santonja
Las bribonas. Zarzuela en un acto. (4 veces) Rafael Calleja

327
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. Ruperto Chapí
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
El motete. Entremés en un acto. José Serrano
Piel de oso. Zarzuela en un acto. Tomás Bretón
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero
acto. (2 veces)
El método Gorriz. Sainete madrileño. (2 veces) Manuel Penella
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en verso Manuel Fernández Caballero
y prosa. Un acto. (3 veces)
El santo de la Isidra. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López Torregosa
Moros y cristianos. Zarzuela de costumbres José Serrano
valencianas. Un acto.
El dúo de La Africana. Zarzuela cómica en verso. Manuel Fernández Caballero
Un acto (2 veces)
El bello Narciso. Juguete cómico-lírico en un acto. Ramón López Montenegro
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
La patria chica. Zarzuela en un acto. Ruperto Chapí
El perro chico. Zarzuela en prosa. Dos actos. José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan
(hijo)
Los hombres alegres. Zarzuela en prosa. Un acto. Vicente Lleó
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Manuel
acto. (2 veces) Estellés
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un Ruperto Chapí
acto.
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (2 Federico Chueca
veces)
El cuñao de Rosa. Zarzuela en un acto. (6 veces) Tomás López Torregosa

Fue un error por parte de la empresa, repetir la misma obra en las tres secciones de
la noche, ya que en una capital provinciana como Logroño, la división del público en
tres, resultaba imaginaria. La empresa tomo nota de ello, pasando a representar tres
zarzuelas diferentes cada día, o al menos dos. Con ello, el teatro se veía lleno en todas
las secciones, en palcos, plateas y butacas.

Hasta su estancia en Logroño, la compañía del señor Nieto había interpretado las
zarzuelas acompañadas solo de piano y así fue como se interpretaton durante los tres

328
primeros días. El empresario del Bretón vió la necesidad de hacerlas con una orquesta
de sexteto, por lo que solicitó el archivo orquestal con urgencia a la Sociedad de
autores. Mientras se esperó a la llegada de las partituras orquestales, las obras se
representaron con piano solo. En algunas obras como Aquí jase farta un hombre, de
música preciosa y delicada, se echaba especialmente en falta una pequeña parte
orquestal. La empresa gestionó incluso el contrato de un coro, al objeto de poner en
escena obras de este género.

Con la compañía de Gutierrez Nieto se produjo un gran cambio en los


espectáculos teatrales, al acompañarse éstos de películas cinematográficas y
espectáculos de varietés. Durante las últimas funciones de la compañía, todas las
sesiones de zarzuela fueron acompañadas de otros espectáculos. El cinematógrafo fue
uno de ellos, exhibiéndos películas de La guerra del Rif u otras como El avance al
Gurugú. Asímismo se dieron secciones de cante, como la del cantador de jotas aragonés
Cecilio Navarro y espectáculos de varietés que tan de moda estaban en el momento.
Destacamos a la artista Marguerite de Dinain, Miss. Golden and Jack Chanca, Mr. Rofix
El hombre de la barba de hierro, que sostiene sobre la barba a una señorito y un piano
o Mr. Rofix o las hermanas Gomez. Con estos espectáculos de varietés, la cantidad de
público que acudía al teatro aumentó, recuperándose respecto a los años previos.

Sin embargo, no fueron el cinematógrafo y los espectáculos de varietés los únicos


que acompañaron a las sesiones de zarzuela de la temporada. Como acto importante hay
que destacar que, durante los días 29 y 30 de noviembre, la sesión de vermouth fue
interpretada por el Cuarteto Vela de Madrid, que logró un lleno en el teatro incluyendo
las zonas altas, lo que a su vez muestra un interés por la cultura musical incluso de las
clases más bajas de la sociedad.

La Banda de Santa Cecilia también colaboró con esta compañía teatral, que
organizó una función benéfica por los damnificados por el incendio de la zarzuela. El
producto del beneficio se invirtió en adquirir los instrumentos que se perdieron en el
incendio del clásico teatro.

En su segunda visita a la capital riojana, actuó en el teatro Bretón de los Herreros


esta compañía de zarzuela durante una larga temporada, con el nombre de Compañía de

329
Gutierrez Nieto y Portela, siendo éstos los primeros actores. Comenzó su temporada el
día 8 de octubre de 1910, permaneciendo en el teatro hasta el 8 de enero 1911. Se
abrieron cuatro abonos de nueve, veintiuna, doce y catorce funciones, dándose en total
56 funciones en las que se representaron diferentes zarzuelas de género chico, además
de una opereta, algunos sainetes en prosa, junto con varias películas cinematográficas y
algunos monólogos. Cada función constaba de tres secciones: sección de vermouth a las
siete de la tarde, sección popular a las nueve y sección de noche a las diez y cuarto.
Durante el tercer abono se suprimió la función popular, pasando a ser doble la función
de noche. Destaca la representación de El cuñao de Rosa, en seis ocasiones, y Juegos
Malabares, en cinco, obra que fue especialmente bien recibida por el público logroñés.

Título Compositor
Venus Salón. Fantasía cómico-lírica en un acto. Rafael Calleja y Vicente Lleó
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Rafael
Calleja
Las gafas negras. Sainete lírico en un acto. (2 veces) Manuel Penella
La alegría del batallón. Cuento militar en prosa. Un José Serrano
acto. (2 veces)
La fiesta de San Antón. Sainete lírico en un acto. (2 Tomás López Torregosa
veces)
El método Gorriz. Sainete madrileño. (2 veces) Manuel Penella
El ratón y el gato. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Eugenio Contreras
El bateo. Zarzuela en un acto. Federico Chueca
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas Tomás Bretón
y celos mal reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un
acto. (2 veces)
El pollo Tejada. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José Serrano
Musetta. Opereta en un acto. (2 veces) Pablo Luna
Cambios naturales. Zarzuela en verso. Un acto. (3 Ángel Rubio y Vicente Lleó
veces)
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López de Torregosa y Joaquín Valverde
Sanjuan (hijo)
El cuñao de Rosa. Zarzuela en un acto. (6 veces) Tomás López Torregosa
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
Casta y Pura. Juguete cómico-lírico. Un acto. Luis Foglietti
Los granujas. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa

330
La reina mora. Sainete en tres cuadros. José Serrano
El perro chico. Zarzuela en prosa. Dos actos.(3 veces) José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
La vara de alcalde. Zarzuela de costumbres Tomás Barrera
aragonesas. Un acto.
El bateo. Zarzuela en un acto. Federico Chueca
Las bribonas. Zarzuela en un acto. Rafael Calleja
El contrabando. Sainete en un acto. (2 veces) José Serrano y J. Fernández Pacheco
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. (3 veces) Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Amadeo Vives
El mal de amores. Sainete lírico en un acto. (2 veces) José Serrano
El amo de la calle. Sainete en un acto. (2 veces) Rafael Calleja
La reina mora. Sainete en tres cuadros. José Serrano
El santo de la Isidra. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López Torregosa
El método Gorriz. Sainete madrileño. (2 veces) Manuel Penella
La balsa de aceite. Zarzuela en prosa. Un acto. Vicente Lleó
¡Ese es mi hermanito! Pasillo cómico-lírico en verso y Luis Foglietti
prosa. Un acto. (3 veces)
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
acto. (4 veces)
Colorín colorao. Cuento cómico-lírico fantástico. Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
Sanjuan (hijo)
Toros en Aranjuez. Zarzuela cómico-taurina. Un acto. Manuel Nieto
Los niños de Tetuán. Pasillo cómico-lírico-taurino en Tomás López Torregosa y Rafael Calleja
prosa. Un acto. (3 veces)
Los pícaros celos. Sainete lírico en prosa y en verso. Gerónimo Giménez
Un acto. (4 veces)
San Juan de Luz. Zarzuela en un acto. Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
Sanjuan (hijo)
La tragedia de Pierrot. Zarzuela en un acto. Ruperto Chapí
Enseñanza libre. Aproósito cómico-lírico en un acto. (2 Gerónimo Giménez
veces)
El último chulo. Sainete lírico de costumbres Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
madrileñas. Un acto. (2 veces) Sanjuan (hijo)
¡Ábreme la puerta! Opereta en un acto. Amadeo Vives
Amor ciego. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Manuel Penella Moreno
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Un Manuel Fernández Caballero y Mariano
acto Hermoso
El monaguillo. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. Miguel Marqués
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. (2 Ruperto Chapí

331
veces)
La gente seria. Sainete lírico en prosa. Un acto. (2 José Serrano
veces)
La infanta de los bucles de oro. Leyenda en un acto. (3 José Serrano
veces)
La sangre Española. Zarzuela patriótica en prosa y López del Toro y Fuentes
verso. Un acto. (3 veces)
¡Ni a la ventana te asomes! Capricho cómico-lírico- Eduardo G. Arderius
satírico-desvergonzado en prosa. Un acto. (2 veces)
Los camarones. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Tomás López Torregosa
El túnel. Zarzuela de costumbres montañesas. Un acto. Arturo Saco del Valle
(2 veces)
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Ruperto Chapí
Granito de sal. Humorada lírica en un acto. Luis Foglietti
El trébol. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde y José Serrano
El poeta de la vida. Zarzuela en un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
Cupido y marte. Zarzuela en un acto. (2 veces) Luis Velasco
La vendimia. Zarzuela andaluza en prosa. Amadeo Vives y Rafael Calleja.
Los pícaros celos. Sainete lírico en prosa y en verso. Gerónimo Giménez
Un acto. (2 veces)
La trapera. Zarzuela en un acto. Manuel Fernández Caballero y Mariano
Hermoso
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en verso y Manuel Fernández Caballero
prosa. Un acto. (3 veces)
El monaguillo. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. Miguel Marqués
Carne flaca. Humorada lírica en prosa. Un acto. (2 Vicente Lleó
veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Pasillo veraniego en Federico Chueca
verso y prosa. Un acto. (2 veces)
La sangre Española. Zarzuela patriótica en prosa y López del Toro y Fuentes
verso. Un acto. (3 veces)
Las bribonas. Zarzuela en un acto. Rafael Calleja
La mazorca roja. Zarzuela de costumbres andaluzas. José Serrano
Un acto.
Juegos malabares. Zarzuela en un acto. (5 veces) Amadeo Vives
La Fresa. Pasatiempo lírico en prosa. Un acto. (2 Amadeo Vives
veces)
El poeta de la vida. Zarzuela en un acto. Ruperto Chapí

332
El día del estreno se llenó la sala del teatro, creándose durante la última
representación un conflicto entre el público del patio y el de las alturas, por si habría de
cantar o no Ricardo Lestado, el joven aplaudido cantador de jotas logroñés y a su vez
partiquino de la compañía. Durante la función, realizó diferentes salidas de su puesto
para satisfacer los deseos de parte del público, lo que provocó protestas y
contraprotestas entre el público de patio y el de las alturas, que rechazaban y apoyaban
la actitud del cantador de jotas logroñes y partiquino de la compañía.

Continuaron las sesiones lírico-dramáticas, con el mismo interés por parte del
público que el primer día, a pesar de que, tanto la compañía como la orquesta,
necesitaban nuevos elementos la primera y otros de refuerzo la segunda. Sin embargo,
ello no fue un inconveniente para que la sociedad riojana acudiera al teatro, abriéndose
un segundo abono por veintiuna funciones más. La compañía tomó medidas,
contratando a una tiple cómica para reforzar las voces y a un tenor cómico, en
sustitución del recientemente enfermo señor Mela. Se trataba de la tiple cómica señorita
Carlota Paisano y el tenor cómico señor Marco, cuyo debut en los días 2 y 4 de
noviembre respectivamente, mostró a la sociedad riojana que se encontraban en
condiciones muy estimables para triunfar en el arte lírico-dramático. También se
reforzó el coro con dos parejas más, y se pidió una lujosa sastrería con objeto de
empezar a montar trabajo de espectáculo. Faltó reforzar la orquesta para que la
interpretación fuera completa. No obstante, se abrieron en total cuatro abonos durante la
temporada que la compañía permaneció en el teatro, lo que probó que la campaña teatral
de la compañía de Gutierrez Nieto y Portela era lo suficientemente buena para que la
temporada no decayera.

Todas las representaciones de la compañía fueron exitosas, destacando


especialmente la interpretaciçon de Sangre española, ¡Ni a la ventana te asomes!, El
poeta de la vida y Juegos malabares.

Al finalizar la temporada se celebraron varios beneficios. El 4 de enero tuvo lugar


el de Herminia Molina, gentil artista con especiales condiciones y talento, que mostró
el entusiasmo que le caracterizaba en la interpretación de sus papeles en Los pícaros
celos, La trapera y Carne flaca. Al día siguiente tuvo lugar la función a beneficio de la
tiple cómica Carlota Paisano, quien, a pesar del poco tiempo que llevaba actuando en el

333
Bretón de los Herreros había sabido simpatizar con los espectadores, quienes le hicieron
repetir la mayoría de los números. El siguiente beneficio se celebró dos días más tarde,
para el tenor cómico señor Marco, quien, al igual que la señorita Carlota Paisano, había
sabido en poco tiempo hacerse con el público logroñés, quien le ovacionó de manera
especial el día de su beneficio. Con estas tres funciones se despidió la compañía de
Gutierrez Nieto y Portela, destacando el intenso trabajo de los artistas, que se vió
recompensado con una campaña más pródiga en aplausos que en reproches.

Compañía de Salvador Videgain


Del 14 de enero al 3 de febrero de 1910 actuó esta compañía de zarzuela en el
teatro Bretón de los Herreros. Salvador Videgaín pertenecía a una familia de artistas
españoles siendo sus padres, los andaluces Salvador Videgaín y Antonia García, actores
y cantantes. Fue Salvador Videgaín, hijo, quien, tras comenzar como actor, cantante,
libretista y compositor, terminó formando una compañía de zarzuela con la que recorrió
los principales teatros españoles, haciéndose un nombre en las provincias hasta que en
1910 apareció en Madrid, contratado por el Gran Teatro, y años más tarde en el teatro
Apolo.

Previo a su éxito en la capital española, la compañía de Salvador Videgaín realizó


su temporada en el teatro Bretón de los Herreros de Logroño, dándose trece funciones
en un primer abono y abriéndose a continuación un segundo abono de ocho funciones,
tras el éxito obtenido por la compañía. En total fueron dieciocho funciones con tres
sesiones en cada una en la mayor parte de ocasiones: a las cuatro, a las seis y media y a
las diez menos cuarto. Se interpretaba en cada sesión una zarzuela de género chico,
excepto los días que se representó zarzuela grande, dedicando a ellas las tres sesiones en
el caso de zarzuelas en tres actos como El juramento o Campanone, o dos en el caso de
zarzuelas en dos actos como Marina, que se combinaban con una sesión de zarzuela
chica. En otras ocasiones se dieron sólo dos funciones, una de vermouth, a las seis, con
dos zarzuelas chicas, y otra de noche, a las diez menos cuarto, con otras dos zarzuelas
obras de género chico. Todas las obras fueron en un acto, incluyendo las operetas, La
manzana de oro, La república del amor y Dora, la viuda alegre. Se estaba imponiendo
la nueva moda de incluir operetas en el repertorio de las compañías de zarzuela. En
realidad, las operetas compuestas por los maestros de zarzuela españoles, eran obras de
estilo análogo a las zarzuelas, de estilo logero, propio de la época.

334
Título Compositor
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
La suerte loca. Pasatiempo cómico-lírico en prosa. José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan
Un acto. (2 veces) (hijo)
Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Emilio Arrieta
Pepe el liberal. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El patinillo. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres Ruperto Chapí
andaluzas. Un acto.
El método Gorriz. Sainete madrileño. (2 veces) Manuel Penella
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero
La Virgen de Utrera. Zarzuela cómico-dramática de José Cabas Quiles
costumbres malagueñas. Un acto.
La señora Barba Azul. Bufonada en un acto. (3 Manuel Quislant y Escobar
veces)
La vida alegre. Humorada lírica. Un acto. Vicente Lleó y Luis Foglietti
Las bribonas. Zarzuela en un acto. (3 veces) Rafael Calleja
Doloretes. Zarzuela en un acto. (4 veces) Amadeo Vives y Manuel Quislant
Campanone. Zarzuela en tres actos. (3 veces) Vicente Lleó
Aquí hase farta… un hombre. Sainete lírico en prosa. Ruperto Chapí
Un acto.
Ruido de campanas. Comedia lírica en prosa. Un Vicente Lleó
acto. (2 veces)
La tajadera. Zarzuela baturra en prosa y verso. Un Tomás Barrera
acto. (2 veces)
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Ruperto Chapí
Ninón. Comedia lírica en prosa. Un acto. (2 veces) Ruperto Chapí
La gente seria. Sainete lírico en prosa. Un acto. (4 José Serrano
veces)
Los granujas. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
López Torregosa
El juramento. Zarzuela en tres actos. Joaquín Gaztambide
El perro chico. Zarzuela en prosa. Dos actos. José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuan
(hijo)
La manzana de oro. Opereta fantástica. Un acto. (5 Tomás Barrera y Rafael Calleja
veces)
La alegría del batallón. Cuento militar en prosa. Un José Serrano
acto. (2 veces)
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. (2 veces) Gerónimo Giménez

335
La república del amor. Opereta en un acto (3 veces) Vicente Lleó
Dora, la viuda alegre. Opereta en un acto. (5 veces) Franz Lehar
Bohemios. Zarzuela. Un acto. Amadeo Vives
La reina mora. Sainete en tres cuadros. José Serrano
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero
(2 veces)
Venus Salón. Fantasía cómico-lírica en un acto. (2 Rafael Calleja y Vicente Lleó
veces)
La alegre trompetería. Pasatiempo lírico en un acto. Vicente Lleó
(2 veces)
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (2 veces) Tomás López de Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
El maestro Campanone. Zarzuela en un acto. Vicente Lleó
La tempranica. Zarzuela en un acto. Gerónimo Giménez
La fiesta de San Antón. Sainete lírico en un acto. (2 Tomás López Torregosa
veces)

Dirigía la orquesta el señor Julio Cristobal, quien desde que acudió al primer
ensayo observó grandes deficiencias en ésta y se negó a dirigirla. A instancias de la
empresa, que intentó hacer lo que estaba en sus manos por corregir la falta de
instrumentos de viento-madera y viento-metal, el director volvió a ocupar su sitio. El
día del debut de la compañía, al pedir el público que se repitiera el terceto final de Pepe
el liberal, en su estreno, el director no quiso interpretarlo, promoviendo un escándalo
pocas veces presenciado en el Bretón de los Herreros, al protestar el público ante tal
actitud del maestro. El director de la orquesta quería dirigir una orquesta completa que
pudiera llevar las obras de peso, solicitando para ello la colaboración de varios músicos.
Para el segundo abono de la compañía, la orquesta se había completado con cuatro
profesores de Madrid y tres de Zaragoza, con el fin de poder mejorar la interpretación
las obras.

La sala del teatro se llenó en la mayor parte de las representaciones, aunque


algunas obras no gustaron al público, como la interpretación de Marina o el estreno de
La Virgen de Utrera. No ocurrió lo mismo con el gran éxito de los estrenos de La
comisaría, con fragmentos visados y coreados por el público, el de La vida alegre, que
se interpretó en cinco ocasiones, El patinillo y Venus Salón. Esta zarzuela se interpretó
en la función a beneficio del señor Videgain, junto con La manzana de oro y El cabo

336
primero, viéndose la sala del teatro llena en todas las sesiones. El beneficiado dedicó el
benefico al excelentísimo Ayuntamiento, en representación del pueblo de Logroño. El
segundo beneficio de la temporada fue para la tiple riojana Julita Campos, quien lo
dedicó a sus paisanos, como homenaje de gratitud y de cariño. Destacó de manera
especial el reprisse de El maestro Campanone, que cantaron Julita Campos y los
señores Soler y Peris. Con esta función que superó con creces las expectativas de los
riojanos, se despidió la compañía de Videgain.

Compañía de Velasco-Jimenez y el maestro Beltrán


Debutó esta compañía en el teatro Bretón el 26 de marzo de 1910, para la
temporada de Pascua, permaneciendo en el teatro hasta el 10 de abril. Se dieron catorce
funciones divididas en dos sesiones, la primera a las siete, con dos zarzuelas de género
chico, y la segunda a las diez, con tres obras del mismo género.

Título Compositor
Las carceleras. Romanza de la zarzuela Las hijas del Ruperto Chapí
Zebedeo.
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
Cambios naturales. Zarzuela en verso. Un acto. (2 Ángel Rubio y Vicente Lleó
veces)
El dúo de La Africana. Zarzuela cómica en verso. Un Manuel Fernández Caballero
acto (2 veces)
El día de Reyes. Apropósito en un acto. Manuel Penella
El estuche de monerías. Juguete cómico-lírico en prosa. Joaquín Valverde Durán y Joaquín Valverde
Un acto. (4 veces) Sanjuan (hijo)
Amor Ciego. Zarzuela dramática en prosa y en verso. Manuel Penella
Un acto.
Dora, la viuda alegre. Opereta en un acto. (3 veces) Franz Lehar
La macarena. Sainete en prosa con un intermedio Emilio López del Toro
musical. Cuatro cuadros. (2 veces)
Las gafas negras. Sainete lírico en un acto. (3 veces) Manuel Penella
Alma de Dios. Comedia lírica en prosa. Un acto. (2 José Serrano
veces)
Musetta. Opereta en un acto. (2 veces) Pablo Luna
La corría de toros. Zarzuela cómica en un acto. Federico Chueca
La moral en peligro. Zarzuela en prosa. Un acto. Vicente Lleó
La Guardabarrera. Zarzuela en un acto. Tomás López Torregosa

337
La labor de los artistas en las obras interpretadas fue muy elogiada por el público
riojano. De hecho se trataba de obras muy vistas en Logroño y muy bien representadas
por otras compañías, que llegaron incluso a mejorarse en su interpretación por los
miembros de la compañía de los señores Velasco y Jimeno. La orquesta tuvo que ser
nuevamente reforzada con varios profesores de Zaragoza, algo que venía siendo común
durante las últimas temporadas. En general, la entrada fue muy buena, especialmente en
patio y plateas y algo más floja en las galerías altas. Especialmente destacadas fueron
als interpretaciones de las señoritas Torrijos, Llerandi y Romero, así como las de los
señores Gimeno, Juaneda y Daroca.

Compañía de Ricardo Asensio


Tras cinco años sin representarse zarzuela durante las fiestas mateas, el 20 de
septiembre de 1910 debutó esta compañía de zarzuela en el coliseo riojano. Como
sucedía en numerosas ocasiones, esta compañía alargó su estancia en el teatro, hasta el
día 2 de octubre, que se dirigió Zaragoza, donde debutaría en el teatro Pignatelli. Se
dieron doce funciones, divididas en dos secciones sencillas a las siete y nueve de la
noche, y una doble a las diez y media. En todas ellas se interpretaron zarzuelas de
género chico, además de la novedosa opereta bíblica La corte del faraón, de Vicente
Lleó, también en un acto. En esta ocasión, no fue posible la venta de abono de
temporada, por normativa de la Sociedad de Autores.

Título Compositor
La corte del faraón. Opereta bíblica en un acto. Vicente Lleó
El país de las hadas. Revista de espectáculo. Un Rafael Calleja
acto. (2 veces)
El poeta de la vida. Zarzuela en un acto. Ruperto Chapí
Juegos malabares. Zarzuela en un acto. (2 veces) Amadeo Vives
Moza de mulas. Zarzuela en dos actos. Tomás López de Torregosa
La Fresa. Pasatiempo lírico en prosa. Un acto. (2 Amadeo Vives
veces)
Los mosqueteros de la reina. Zarzuela. Tres actos. Tomás Genovés
La huertanica. Zarzuela cómico-dramática. Un acto. Matías Puchades
¡Mala hembra! Zarzuela en un acto. José Padilla Sánchez
Lysistrata. Opereta bufa. Un acto. Paul Lincke

338
Los hombres alegres. Zarzuela en prosa. Un acto. Vicente Lleó
El club de las solteras. Pasatiempo cómico-lírico en Pablo Luna
prosa. Un acto.
El mesón de la alegría. Melodrama en un acto. Francisco A. De San Felipe
El que paga descansa. Juguete cómico-lírico. Luis Foglietti
El maño. Zarzuela en verso. Un acto. Tomás Barrera
Colorín colorao. Cuento cómico-lírico fantástico. Tomás López Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)

No es de extrañar que se viera lleno el teatro al tratarse de las fiestas de San


Mateo, fechas en las que este espacio siempre había estado más frecuentado por los
ciudadanos riojanos, y con más motivo en esta ocasión, al representarse obras de género
lírico-dramático después de cinco años en estas fechas. Hacía muchos años que no se
veía en la taquilla el cartel de “No hay billetes” y esta vez sucedió así el día 22 de
septiembre con la representación de la opereta La corte del faraón. El mismo cartel se
pudo ver el 24 de septiembre, día del estreno de El país de las hadas. En pocas
temporadas, incluso de fiestas locales, se había visto el teatro así. Las palabras de Fray
285
Cirilo lo resumían así: Suma y sigue: a lleno por función y a ovación por número.
Los intérpretes de la compañía de Ricardo Asensio realizaron una brillante campaña
que, aunque estaba previsto que finalizara el 30 de septiembre, se prolongó hasta el 2 de
octubre, sin faltar en ninguna de las funciones los extendidos aplausos y la repetición de
algunos números musicales.

Compañía de zarzuela y opereta de Rodríguez y Benlloch


En el mes de marzo de 1911 la empresa del Bretón de los Herreros contrató a la
compañía de zarzuela y opereta española de los señores Rodríguez y Benlloch, que
venía de actuar en el teatro Gayarre de Pamplona. La compañía contaba en su elenco
con algunos artistas que habían trabajado anteriormente en otras compañías, como el
barítono señor Marín, que tan brillante campaña había hehco en el último San Mateo
con la compañía de Ricardo Asensio. Además, traía un cuarpo de baile dirigido por el
maestro José López y una notable banda de cornetas, compuesta por señoritas del coro.

Se abrió un abono por diez funciones a dos secciones dobles, una de vermouth a
las seis y otra noche a las diez. Costó la butaca, por abono, 1,25 y en taquilla 1,50,
285
Diario La Rioja. 24-09-1910.

339
estando incluido en ambos precios el 15 por 100 de timbre e impuesto. Esta compañía
que interpretó un programa de zarzuelas chicas, actuó del el 9 al 19 de marzo y a
continuación marchó para San Sebastián.

Título Compositor
Los hombres alegres. Zarzuela en prosa. Un acto. Vicente Lleó
Cinematógrafo Nacional. Revista cómico-lírica. (2 Gerónimo Giménez
veces)
Sangre moza. Zarzuela en prosa y verso. Tres Joaquín Valverde y Joaquín Valverde Sanjuan
actos. (hijo)
El chaleco blanco. Episodio cómico-lírico en un Federico Chueca
acto.
La corte del faraón. Opereta bíblica en un acto. (3 Vicente Lleó
veces)
La alegría del batallón. Cuento militar en prosa. José Serrano
Un acto.
¡Si las mujeres mandasen! Fantasía lírica en un Vicente Lleó y Luis Foglietti
acto. (5 veces)
La reina de las tintas. Humorada lírica en prosa. Manuel Penella
Un acto.
El club de las solteras. Pasatiempo cómico-lírico Pablo Luna
en prosa. Un acto.
El que paga descansa. Juguete cómico-lírico. Luis Foglietti
Huelga de criadas. Zarzuela en prosa. Un acto. Luis Foglietti
La partida de la porra. Sainete lírico en prosa. Un Vicente Lleó
acto.
Romanas caprichosas.Opereta bufa en un acto. Manuel Penella
Venus Salón. Fantasía cómico-lírica en un acto. Rafael Calleja y Vicente Lleó
La taza de té. Caricatura japonesa en prosa. Un Vicente Lleó
acto. (2 veces)
El pollo Tejada. Zarzuela en prosa. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José Serrano
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Rafael Calleja
acto.
El ratón y el gato. Zarzuela cómica en prosa. Un Eugenio Contreras
acto.
El país de las hadas. Revista de espectáculo. Un Rafael Calleja
acto. (4 veces)

340
En sus primeras funciones, la entrada registrada no fue todo lo buena que se
hubiera deseado, aunque el público asistente aplaudió a los intérpretes, que destacaron
por su excelente puesta en escena, acompañados de un destacado decorado y sastrería.
El motivo de la poca asistencia pudieron ser los títulos de las obras que componían el
programa, al ser éstos de sobra conocidos por el público. Según avanzaron las
funciones, la entrada al teatro mejoró con creces, considerándose la campaña de
Rodríguez y Benlloch una campaña brillante.

4.3. COMPAÑÍAS DE ÓPERA


Aunque lo más característico de la música teatral de España en esta época es la
zarzuela, no debemos olvidar que también en España, como en el resto de Europa, tuvo
su espacio la ópera. También las compañías de ópera italiana actuaron en el Principal de
Logroño, y en nuestros teatros hubo varias representaciones de ópera por compañías
españolas e italianas.

4.3.1. Compañías de ópera españolas


Compañía de don Joaquín Almiñana
El entonces maestro del Teatro Real, don Joaquín Almiñana, actuó con su
compañía de ópera en el teatro Principal de Logroño en dos ocasiones durante la Bella
Época. La citada compañía interpretaba óperas traducidas al castellano, interpretando
una de ellas en cada función. Durante su primera estancia en el teatro en los meses de
noviembre a diciembre de 1898 hubo nueve abonos. En su repertorio destacó el belcanto
italiano, con óperas de Bellini, Donizetti y Verdi, además de dos óperas veristas, de
Mascagni y Leoncavallo.

Título Compositor
La sonnambula. Melodrama. Dos actos. (2 veces) Vicenzo Bellini
El Trovador. Drama. Cuatro partes. Giuseppe Verdi
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. (2 Gaetano Donizetti
veces)
Rigoletto. Melodrama en tres actos. (2 veces) Giuseppe Verdi
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. Pietro Mascagni
I Pagliaci. Drama. Prólogo y dos actos. R. Leoncavallo

341
La visita de esta compañía de ópera desarrolló gran aficción a la música en la
sociedad riojana, observándose desde sus primeras funciones un lleno casi total incluso
en los asientos de las zonas altas. Sin embargo, hubo un número considerable de bajas
tanto entre los miembros de la orquesta como entre los cantantes, lo que fue criticado
por las masas. Los intérpretes mejor valorados de la compañía fueron el tenor señor
Tanci y la soprano ligera Dolores Escalona. El público riojano, que acostumbraba a
mantenerse pasivo tanto en los grandes éxitos como en los fracasos, aplaudió con
espontaneidad y entusiasmo a los citados intérpretes durante su estreno en La
sonámbula. De igual modo, la soprano dramática Avelina Corona, reveló sus dotes de
artista trágico-dramática con su papel en El trovador.

Su segunda visita a Logroño fue un año más tarde, durante los meses de octubre y
noviembre de 1900, dando diez funciones operísticas. Su repertorio de ópera traducida
al castellano no distó mucho del presentado en el año 1889, incluyendo como novedad
la interpretación de La favorita, ópera original de Gaetano Donizetti.

Título Compositor
La sonámbula. Melodrama. Dos actos. Vicenzo Bellini
La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. (2 veces) Gaetano Donizetti
Rigoletto. Melodrama en tres actos. (2 veces) Giuseppe Verdi
El trovador. Ópera en cuatro actos. Giuseppe Verdi
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. (2 Gaetano Donizetti
veces)
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. Pietro Mascagni
I Pagliaci. Drama. Prólogo y dos actos. R. Leoncavallo

Compañía del maestro José Tolosa


Acudió esta compañía a Logroño en tres ocasiones durante los años de la Bella
Época. La primera vez que esta compañía pisó el escenario del teatro Principal fue
gracias al señor Ruiz, empresario de la compañía de Repáraz y Villegas, que también
era representante de la compañía de ópera de José Tolosa. Los contactos del señor
Carasa con el señor Ruiz hicieron posible que esta compañía incluyese la ciudad de
Logroño en su gira por las ciudades del norte de España, entre las que se incluían
Oviedo, Valladolid y Zaragoza.

342
En su primera visita durante los meses de octubre y noviembre de 1894 se dieron
siete funciones, representando una ópera en cada una de ellas. Predominaron las óperas
de los grandes belcantistas italianos como Rosini, Bellini, Donizetti y Verdi. Además,
se incluían dos grandes ópera, una de Giacomo Meyerbeer y otra de Charles Gounod.
Ninguna de ellas fue repetida.

Título Compositor
La Africana. Gran ópera. Dos actos. Giacomo Meyerbeer
La sonámbula. Melodrama. Dos actos. Vicenzo Bellini
Fausto. Gran ópera. Cinco actos. Charles Gounod
El barbero de Sevilla. Ópera. Tres actos. Gioachino Rossini
Lucrecia Borgia. Ópera seria. Prólogo y dos actos. Gaetano Donizetti
La Traviata. Ópera en tres actos. Giuseppe Verdi
Rigoletto. Melodrama en tres actos. Giuseppe Verdi

La orquesta fue reforzada con varios profesores de la Sociedad de Conciertos de


Madrid. Lo más destacado de la visita de esta compañía fue la actuación de la
californiana Enma Nevada, diva de la compañía por la que algunos abonados anuales
estuvieron dispuestos a pagar su localidad algo más cara, en atención a lo excepcional
del espectáculo, incluso antes de haberlo podido disfrutar, algo que la empresa no
aceptó. Los días previos a la llegada de la compañía, se le dedicó a la diva la portada del
periódico incluyendo una foto y su biografía. Cinco años antes, Enma Nevada había
debutado en el teatro Real de Madrid con la misma ópera que lo haría en Logroño en
1894: La sonámbula. La diva fue ovacionada por el público en su interpretación, al
igual que sucedió en El barbero de Sevilla, Rigoletto y La traviata. Además, Enma
Nevada interpretó una sesión con obras de Lucía de Lamermoor, Sonámbula, Dinorah y
El barbero de Sevilla.

Enma Nevada fue la estrella esperada de la compañía de José Tolosa, pero hubo
otros intérpretes que fueron igualmente elogiados como Lorenzo Simonetti e Ignacio
Tabuyo. El barítono guipuzcoano Ignacio Tabuyo había llegado a adquirir fama a nivel
estatal gracias a su tío del mismo nombre, director del Orfeón easonense, quien le puso
en contacto con la música vocal desde niño. Ignacio Tabuyo había debutado como
barítono en Milán con La favorita en 1888, en el teatro Principal de Brescia con Aída y
El trovador, en Venecia con Ernani y en Verona con Carmen. Estos triunfos le

343
sirvieron como credenciales a la hora de cantar en el teatro Real de Madrid, coliseo en
el que debutó en 1889. No son de extrañar las ovaciones recibidas por parte del público
logroñés junto con la compañía de ópera del señor Tolosa, que consiguió contar durante
su temporada en 1894 con la presencia de este magnífico barítono donostiarra.

El finalizar su temporada, los miembros de la compañía de José Tolosa se


dirigieron a Madrid, excepto el señor Simonetti que se dirigió a Barcelona y la
renombrada tiple Enma Nevada tomó el tren con destino a París, junto con su esposo, su
hija y la institutriz de esta.

Pasados cinco años, actuó de nuevo la compañía del señor Tolosa durante los
meses de octubre y noviembre de 1899, con un programa operístico que incluía algunos
títulos de su temporada en 1894, e incluía otros nuevos, interpretados a lo largo de trece
funciones. Destacaron en esta ocasión las repeticiones de algunas de sus óperas como la
sonámbula, La favorita, Lucía di Lamermoor, La africana y Los hugonotes,
interpretadas todas ellas en dos ocasiones.

Título Compositor
La sonámbula. Melodrama. Dos actos. (2 veces) Vicenzo Bellini
La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. (2 veces) Gaetano Donizetti
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. Pietro Mascagni
La africana. Gran ópera. Dos actos. (2 veces) Giacomo Meyerbeer
Los hugonotes. Gran ópera. Cinco actos. (2 veces) Giacomo Meyerbeer
Roberto el diablo. Gran ópera. Cinco actos. Giacomo Meyerbeer
Rigoletto. Melodrama en tres actos. Giuseppe Verdi
I Pagliaci. Drama. Prólogo y dos actos. Ruggero Leoncavallo

Seis años más tarde, en noviembre de 1905, actuó de nuevo en nuestro teatro la
Compañía de ópera italiana que dirigía el señor Tolosa, pero sólo tenemos constancia de
su función debut, en la que se interpretó la ópera de Verdi Aída.

Compañía de ópera dirigida por el Sr. Baratta


Esta compañía venida del teatro Principal de Zaragoza, actuó en el teatro Principal
de Logroño en el mes de mayo de 1895. En un principio la idea era representar dos

344
óperas elegidas entre La sonámbula, Lucía de Lamermoor, Rigoletto y El barbero de
Sevilla, pero finalmente se decidió que se darían cuatro funciones, interpretándose las
cuatro óperas. Sin embargo, los altos precios del abono –diez pesetas por butaca- fueron
la causa de que una de las funciones se suspendiera, quedándose finalmente en tres
funciones.

Título Compositor
La sonámbula. Melodrama. Dos actos. Vicenzo Bellini
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti
La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. (2 veces) Gaetano Donizetti

En el elenco destacó la prima donna Josefina Huget, por sus excepcionales


facultades para el belcanto, su timbrada voz, agilidad e igualdad en todos los registros.

Compañía de ópera italiana de Esteban Puig


La compañía del señor Puig se caracterizo por la interpretación de óperas
traducidas al español, arregladas por don Mariano Capdepón, para adaptar el repertorio
italiano a nuestras costumbres, a semejanza de lo que ocurría en Francia, Alemania y
otras naciones. Actuó en el coliseo logroñés durante el mes de Noviembre de 1900,
dando doce funciones durante doce días seguidos. El repertorio estaba constituido por
óperas de los grandes del belcanto italiano.

Título Compositor
La sonámbula. Melodrama. Dos actos. Vicenzo Bellini
La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. (3 veces) Gaetano Donizetti
Rigoletto. Melodrama en tres actos. (2 veces) Giuseppe Verdi
El trovador. Ópera en cuatro actos. Giuseppe Verdi
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti
(2 veces)
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. Pietro Mascagni
I Pagliaci. Drama. Prólogo y dos actos. R. Leoncavallo
Dinorah. Ópera cómica. Tres actos. Giacomo Meyerbeer

Destacó especialmente la interpretación del barítono Ignacio Tabuyo y la soprano


María Galvany, que causaron gran entusiasmo en el público en sus interpretaciones de
La sonámbula, Lucía de Lammermoor, Il pagliaci y Dinhora. La favorita fue la ópera

345
más veces repetida, interpretada en tres ocasiones. Le siguieron en número de
interpretaciones Rigoletto y Lucía di Lammermoor, con dos interpretaciones cada una.

4.3.2. Compañías de ópera italianas


Compañía de ópera de Guelfo Mazzi
Fueron dos las ocasiones en las que esta compañía de ópera italiana actuó en el
teatro de Logroño. La primera fue en el mes de agosto 1890, dando cinco funciones en
las que se interpretaron tres óperas del maestro Verdi y dos de Donizetti.

Título Compositor
El trovador. Drama. Cuatro partes. Giuseppe Verdi
Rigoletto. Melodrama. Tres actos. Giuseppe Verdi
Hernani. Drama lírico. Cuatro actos. Giuseppe Verdi
La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. Gaetano Donizetti
Lucrecia Borgia. Ópera seria. Prólogo y dos actos. Gaetano Donizetti

El público no fue muy numeroso, pero el mes de agosto no era el mejor para
atraer a los aficionados riojanos al teatro. La interpretación de la compañía del señor
Mazzi fue excelente, destacando la contralto señorita Fábregas, especialmente en El
trovador, Rigoletto, La favorita y Lucrecia Borgia.

Un año más tarde regresó el señor Mazzi con su compañía al teatro Principal de
Logroño, para dar ocho funciones de ópera. Fue en el mes de diciembre de 1891, con un
nuevo elenco artístico que incluía veintidós coristas de ambos sexos y veintiocho
profesores de orquesta. El programa de óperas interpretadas fue similar al anterior,
incluyendo además Fausto, Lucia di Lammermoor, que fue interpretada dos veces, y El
barbero de Sevilla. La favorita, interpretada el año anterior, se repitió dos veces en
1890.
Título Compositor
Fausto. Ópera dialogada. Cinco actos. Charles Gounod
La Favorita. Gran Ópera. Cuatro actos. (2 veces) Gaetano Donizetti
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. (2 veces) Gaetano Donizetti
Hernani. Drama lírico. Cuatro actos. Giuseppe Verdi
Rigoletto. Melodrama. Tres actos. Giuseppe Verdi
El barbero de Sevilla. Ópera. Tres actos. Gioachino Rossini

346
En esta ocasión la compañía tuvo que despedirse antes de lo previsto, por falta de
público. Ante la falta de aficionados, la empresa no pudo cubrir sus gastos, lo que fue
una lástima, al tratarse de una buena compañía de ópera.

Compañía de ópera cómica italiana Franceschini


Su estancia en Logroño tuvo lugar durante el mes de septiembre de 1891, para las
fiestas de San Mateo. En principio estaba previsto que la compañía diera cinco
funciones de opereta y nueve de zarzuela, pero encontró dificultades de contratación de
artistas de zarzuela, por lo que finalmente se decidió que todas las funciones fueran de
opereta. Finalmente se dieron dieciséis funciones, todas ellas de ópera cómica, aunque
se interpretaron algunas de ellas repetidas veces. Fue el caso de Il babbo e I’intrigante,
interpretada en cuatro ocasiones y Bocaccio y Cinkoka en dos. De las once óperas
representadas, seis fueron del compositor Franz von Suppé, figura clave de la opereta en
Europa. La compañía estaba formada por sesenta y cuatro individuos que fueron
recibidos a su llegada a la estación de ferrocarril de Logroño por diferentes dueños de
casas de huéspedes que se distribuyeron a placer las partes y coros.

Título Compositor
Il babbo e l'intrigante. Opereta. Tres actos. (4 veces) Sarria
La Bella Galatea. Opereta. Un acto. Franz von Suppé
Boccaccio. Opereta. Tres actos. (2 veces) Franz von Suppé
Cinkoka. Opereta. Tres actos y cuatro cuadros. (2 Hans Sommer
veces)
Mascotte. Ópereta. Tres actos. Edmundo Audrán
Donna Juanita. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
Il viceammiraglio. Opereta. Dos actos y un prólogo. Carl Millocker
I colegialli. Opereta. Un acto y dos cuadros. Franz von Suppé
Fatinitza. Opereta. Tres actos. (2 veces) Franz von Suppé
In cerca di felicità. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
Pascua Fiorentina. Opereta. Tres actos. (2 veces) Alphons Czibulcka

Las fiestas de San Mateo del año 1891 contaron con espectaculares llenos en el
teatro Principal durante todas las funciones, teniendo que poner sillas alrededor de las
butacas en sesiones señaladas, como la víspera de San Mateo.

347
La opereta más veces interpretada fue Il babbo e l'intrigante, con cuatro
representaciones. Otras óperas cómicas repetidas fueron Boccaccio, Cinkoka, Fatinizia
y Pascua Fiorentina. La causa de la repetición de esta última fue la llegada a Logroño
de Práxedes Mateo Sagasta, quien fue el protagonista de la función de despedida de la
compañía. Además de Sagasta, en las butacas de patio y plateas se sentó lo más granado
de la sociedad logroñesa, miembro de la aristocracia, de la banca, del talento y la
política.

Compañía de ópera italiana y opereta de Emilio Giovannini


Esta compañía de ópera italiana hizo su temporada en el teatro de Logroño en dos
ocasiones. La primera fue en el teatro Principal, en 1894 y la segunda en el entonces
recientemente inaugurado teatro Bretón de los Herreros, en 1902. Durante su primera
estancia en 1894 se dieron veintiuna funciones con un repertorio de óperas cómicas y
operetas francesas.

Título Compositor
Cinkoka. Opereta. Tres actos y cuatro cuadros. (2 Hans Sommer
veces)
Un viaje al África. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
Mascotte. Opereta. Tres actos. Edmundo Audrán
La fille de Madame Angot. Ópera cómica. Tres Charles Lecocq
actos.
Pascua Fiorentina. Opereta. Tres actos. Alphons Czibulka
Fra-Diávolo. Ópera cómica. Tres actos. (2 veces) Daniel Auber
Donna Juanita. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
El viceammiraglio. Opereta. Dos actos y un Carl Millocker
prólogo.
Fatinitza. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
La bella Galatea. Opereta. Un acto. Franz von Suppé
Il babbo e l'intrigante. Opereta. Tres actos. Sarria
Santarellina. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
In cerca di felicità. Opereta. Tres actos y un Franz von Suppé
prólogo.
Boccaccio. Opereta. Tres actos. Franz von Suppé
La campana de Corneville. Opereta. Tres actos. Robert Planquette
Marina. Ópera. Tres actos. Refundición de la zarzuela del mismo título:
Emilio Arrieta

348
I collegiali. Opereta. Un acto y dos cuadros. Franz von Suppé
I tirolesi. Opereta. Tres actos. Hans Sommer

La única obra interpretada en dos ocasiones por la compañía Giovannini fue Fra-
Diávolo, que reunió a un público más numeroso y escogido que de ordinario y fue
repetida por petición del público. Además la compañía algunas zarzuelas o fragmentos
de éstas. He de destacar la zarzuela La leyenda del monje, de Ruperto Chapí, que fue
interpretada en dos ocasiones durante la temporada, la romanza del segundo acto de El
rey que rabió, del mismo compositor, y el dúo de los paraguas de El año pasado por
agua, del maestro Chueca. De igual modo fue interpretado el terceto de las cigarras de
De Madrid a París, de los compositores Chueca y Valverde, y algunos monólogos. La
decisión de la compañía de interpretar obras de este género español fue la escasa
aceptación que la opereta encontraba entre los espectadores las galerías.

La compañía se despidió dejando unas palabras que fueron publicadas en prensa,


en las que agradecían el recibimiento del público logroñés:286 Llevaremos siempre
grabado en corazón, en compensación de nuestra agitada existencia, el dulce recuerdo
de los nobles y honrados hijos de Logroño. De Logroño la compañía fue a altuar en el
teatro de Zaragoza y de allí al teatro de la zarzuela de Madrid.

En su segunda estancia en Logroño durante el mes de junio de 1902, actuaron en


el recientemente reformado y entonces denominado teatro Bretón de los Herreros,
dando diecisiete funciones. En el programa se cominaron los títulos de dos óperas
cómicas y dos operetas, junto con cinco óperas italianas, una de ellas verista, además de
la zarzuela de Chapí, El rey que rabió.

Título Compositor
El vendedor de pájaros. Opereta. Tres actos. Carl Zeller
El barbero de Sevilla. Ópera. Tres actos. Gioachino Rossini
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. (3 Pietro Mascagni
veces)
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti
Boccaccio. Opereta. Tres actos. (2 veces) Franz von Suppé
Los puritanos. Ópera en tres actos. Vicenzo Bellini

286
Diario La Rioja. 21-03-1894.

349
Fra-Diávolo. Ópera cómica. Tres actos. Daniel Auber
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Ruperto Chapí
Tres actos
La boheme. Ópera. Cuatro actos. (2 veces) Giacomo Pucinni
La Tulipe. Ópera cómica. Tres actos. Louis Verney

Al igual que durante su anterior visita a Logroño, destacó la compañía artística


por su excelente vestuario y atrezzo. En el elenco artístico se habían producido algunos
cambios, incluido el del director de orquesta, siendo en esta ocasión el maestro
malagueño don Francisco Rando. Su gran aportación fue el refuerzo de la orquesta con
elementos de fuera, once profesores de cuerda venidos de Madrid y Zaragoza, incluido
el señor Fabre, del teatro Real, que ocupó el asiento de concertino. Estas aportaciones
dieron una sonoridad a la orquesta como no se recordaba en la historia del teatro de
Logroño.

El público durante el debut de la compañía con El vendedor de pájaros, fue


selecto más que numeroso, llenándose las plateas y butacas y quedando los asientos
prácticamente vacíos en galerías y anfiteatro. Sin embargo, según fueron avanzando las
sesiones, el teatro se vió cada día más concurrido.

Con un programa variado de óperas serias, cómicas y operetas italianas, cantadas


en el idioma original por una compañía italiana, el éxito estaba asegurado. Pero además,
esta compañía innovó con la representación de la zarzuela El rey que rabió. Casi ningún
artista hablaba medianamente el español y aun los más afortunados tenían una
pronunciación defectuosa y acentuaban mal las palabras, por lo que la representación
fue meritoria y se consideró aceptable. Destacó el canto por parte de los señores
Angelini y Gallino, el primero por su mayor dominio de la escena española y el segundo
porque su carácter cómico y casi bufo se amoldaba a la obra interpretada.

La campaña de Giovannini incluyó dos funciones de beneficio. La primera a


beneficio del director de la orquesta señor Rando. La orquesta interpretó Il matriminio
di Figaro del maestro Martín, el Momento Musical de Schubert, arreglado al cuarteto de
cuerda por el beneficiado, que demostró su gran conocimiento de los efectos musicales,
y el Septimino de Il babeo e L’intrigante, del maestro Sarriá. Las citadas obras fueron

350
escuchadas por las cuatro docenas de espectadores que ocupaban las butacas,
haciéndose silencio absoluto en la sala, algo que no era frecuente en el teatro.

El segundo beneficio fue para La Caridad y la Casa-cuna, función en la que casi


se llenó el teatro, incluso la zona de la galería alta, ocupada por un tipo de público que
hasta entonces no había mostrado afición por el género musical operístico.

Se despidió Giovannini con su compañía que se dirigía a Barcelona, satisfecho


tras la acogida recibida por el público de la capital riojana.

Cómpañía lírico-dramática italiana de los hermanos Lambertini


Esta familia de artistas italianos actuó en el teatro Principal durante los días 23 y
24 de junio de 1895. Se trataba de una compañía de varietés que realizó dos
interpretaciones durante la temporada de la compañía dramática de Juan Colóm,
completando así las funciones de esta compañía. La primera fue una ópera y la segunda
una comedia italiana, acompañada con fragmentos musicales.

Título Compositor
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. Pietro Mascagni
L'onomástico della mamma. Comedia con Autor desconocido
fragmentos musicales.

El público pronto reconoció el talento de estos artistas italianos que aun sin ser
entendidos, supieron apoderarse del ánimo de los espectadores que acabaron por
aplaudir frenéticamente en distintas ocasiones.

Compañía de ópera del maestro Wohile


La visita de esta compañía estaba programada para el mes de julio de 1901, en el
teatro Moderno. Como era difícil conseguir el presupuesto de esta compañía aumentado
por la circunstancia de los elevados derechos de estreno, sólo sería posible con una
ayuda que no cabía esperar del Ayuntamiento a juzgar por lo indotado que debía estar.
Se comunica en la prensa que si hubiera quien tuviera iniciativas para asociarse
buscando sólo el deseo de darnos un espectáculo que nos elevara en el concepto de

351
ciudadanos cultos, la empresa del Moderno cedería su local. Lo malo será que quede
como una aspiración utópica.287

Compañía infantil de Guido e Arnaldo Fuifi Billand


El 20 de julio de 1910 se anunció la próxima llegada al teatro Bretón de esta
compañía de ópera infantil sucesora de la que dirigía Juan Bosch, que había actuado en
dos ocasiones en Logroño durante la última década del siglo XIX, dejando gratos
recuerdos. Por el interés de la compañía y la empresa en que acudiese la mayor cantidad
de público posible a las funciones, se llegó a un buen acuerdo económico, siendo el
precio de la butaca a cuatro pesetas haciendo una excepción con lo cobrado en los
demás coliseos del norte de España, en los que se habían cobrado cinco pesetas. El
abonó constó de cuatro funciones, siendo los precios los siguientes: plateas, 18 pesetas;
palcos, 10; butacas, 3; delanteras de palco, 2 y delanteras de anfiteatro 1,50. Se dieron
doce funciones.

Título Compositor
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti
Geisha. Opereta. Dos actos. Sidney Jones
Dora, la viuda alegre. Opereta en un acto. (5 Franz Lehar
veces)
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. Pietro Mascagni
Primavera Scapigliata. Opereta. Tres actos. Giuseppe Verdi
Fra-Diávolo. Ópera cómica. Tres actos. (2 veces) Daniel Auber
La Gran Vía. (Arreglo). Revista madrileña Federico Chueca y Joaquín Valverde
cómico-lírica, fantástico-callejera. Un acto.

La interpretación de los pequeños artistas fue excelente en todas las obras y la


orquesta le acompañó manteniéndose a la altura. En el programa destacaron algunos
títulos archiconocidos en el mundo operístico como Lucia di Lamermoor, Cavallería
rusticana o Fra Diavolo, junto con otros menos frecuentes en los escenarios españoles –
Geshia o Primavera Srapigliata-, además de dos zarzuelas – un arreglo de La Gran Vía
y La viuda alegre-. Esta última había sido puesta en escena cuatro meses antes por la
compañía de Videgain, no teniendo nada que envidiar a ésta la compañía de Guido e

287
Diario La Rioja. 11-07-1901.

352
Arnaldo Fuifi Billand por su interpretación. Hay que mencionar de forma especial a la
niña María Ceccarelli por su excelente interpretación.

El estudio en profundidad de las compañías artísticas que actuaron en los coliseos


de Logroño durante la Bella Época nos muestra como, a pesar de que hubo en la capital
riojana vida lírico-dramática previa en el Corral de Comedias y el Liceo, la apertura del
teatro Principal de Logroño supuso un antes y un después en la vida lírico-dramática
riojana. Con la creación de este espacio en el año 1880 se incluyó a la ciudad de
Logroño en el ámbito lírico-teatral estatal. Esta fecha tan relevante en la vida teatral
riojana coincide además con los comienzos del periodo histórico denominado Bella
Época en el que se centra este trabajo de investigación.

Son pocas las noticias disponibles acerca del mundo teatral en Logroño hasta el
año 1889, año en que se público por primera vez el diario La Rioja. A partir de 1889, las
noticias teatrales aparecen en La Rioja reflejadas con gran detalle en su sección
TEATRO, denominada después MENESTRA y años más tarde CINEMATÓGRAFO.
Todo ello ha hecho posible reconstrir la vida lírico-dramática del teatro realizando un
estudio muy concreto de sus datos. Contribuye a ello la información proporcionada por
la revista El diluvio durante los años 1897 y 1897, lo que hace más fiables aun los
resultados obtenidos sobre el número de funciones, el número de representaciones y las
obras puestas en escena.

No obstante, gracias a la revista La Rioja Ilustrada, se han podido obtener algunos


datos acerca de las representaciones de los años previos a 1889, como el estreno en abril
de 1886 de la revista Logroño a vista de pájaro con música del logroñés Hipólito
Rodríguez.

El estudio de las compañías artísticas en profundidad se centra en la última década


del siglo XIX y la primera del XX. Durante los veintitrés años estudiados, actuaron en
los teatros de Logroño 47 compañías de zarzuela y 9 compañías de ópera. Se observa
por tanto un claro predominio del género propiamente español frente al italiano. No
obstante, marcando algunas excepciones, hubo compañías de zarzuela que interpretaron
algunas óperas y sobretodo operetas, al igual que algunas de las compañías de ópera,
más concretamente las españolas, interpretaron zarzuelas.

353
En el caso de las compañías de zarzuela que representaron ópera en sus funciones
hemos de citar la compañía de Pablo Cornadó y la de Enrique Beut, que incluyó en sus
funciones algunos títulos de óperas traducidas al castellano. En el caso opuesto se
encuentra la compañía de ópera de Emilio Giovannini, que dentro de su variado
programa operístico incluyó la represnetación de algunas zarzuelas.

Asímismo, hubo muchas compañías dramáticas y de verso que actuaron en el


teatro. Algunas de estas compañías dedicadas al género dramático también interpretaron
en algunas funciones zarzuelas, que también se han incluido en el estudio, al igual que
se dió el caso de compañías de zarzuela que interpretaron obras de carácter dramático.
Tal es el caso de la compañía de José Vallés, la de Enrique Ruiz, la de Juan Colom y la
de Martínez, Llorens y Roig, que combinaron en sus programas los títulos de teatro
declamado junto con el teatro cantado.

No obstante, se observa un claro predominio del teatro lírico frente al declamado,


siendo predominantes durante la época, las obras de género chico o interpretadas en un
acto. Es importante destacar la gran diferencia en el número de obras representadas de
Género chico, Zarzuela grande y Ópera, al triplicar el primero al segundo y cuadriplicar
al tercero.

De las 47 compañías de zarzuela estudiadas, sólo 8 se dedicaron de forma


exclusiva a la representación de zarzuela grande, mientras 26 interpretaron únicamente

354
obras de género chico. El resto fueron 13 compañías que combinaron la interpretación
de ambos subgéneros, incluyendo en su repertorio algunos títulos de zarzuela en género
bufo, siendo este el género menos predominante.

En el caso de las 9 compañías de ópera que actuaron en los teatros, 4 fueron


españolas y 5 italianas. Las compañías de ópera españolas interpretaban las óperas
traducidas al castellano. En el caso de las compañías italianas, algunas interpretaron en
el idioma original y otras tradujeron las óperas al castellano para su interpretación.

En los años que ocupa este estudio se dieron un total de 1050 funciones de género
lírico-dramático. Del total, 957 fueron funciones de zarzuela, frente a 93 funciones de
ópera. Asímismo cabe destacar el reducido número de funciones de ópera por
compañías españolas, siendo éstas únicamente 12 funciones, frente a las 81 funciones
representadas por compañías italianas.

355
Se observa una diferencia entre el número de representaciones de la última década
del siglo XIX, que fue especialmente fructífero y productivo, con 597 funciones,
divididas en 555 de zarzuela y 42 de ópera, frente al de la primera década del siglo XX,
en la que descendió el número de representaciones respecto a la década anterior, siendo
453 funciones, divididas en 402 la funciones de zarzuela y 51 de ópera.

El cambio de siglo y el desastre del 98, acentuado en La Rioja por las


circunstancias de carácter socio-económico, se ven reflejadas en el movimiento
artístico, que descendió de manera considerable durante los primeros años del siglo XX.

356
A ello se une el surgimiento de nuevos géneros líricos, como el género ínfimo, que
están relacionados con el cambio de mentalidad de la sociedad española de comienzos
del siglo XX, que necesitaba modernizarse y mirar hacia Europa. La zarzuela y el
género chico no se encontraban en este punto de mira y pasaron poco a poco a un
segundo plano. Además hemos de citar un nuevo enemigo: la aparición del
cinematógrafo, que supuso una novedad para los espectadores, a la vez que se trataba de
una forma de entretenimiento más barata. Todo este cambio se produjo de manera
pausada, surgiendo durante la primera década del siglo XX los nuevos géneros y
maneras de entretenimiento que se combinaban con los ya existentes. La zarzuela
grande y el género chico habían dominado los teatros durante las últimas décadas del
siglo XIX y esa costumbre no se perdió tan fácilmente entre los ciudadanso de Logroño.
El proceso fue lento, combinándose los espectáculos de zarzuela y ópera con los nuevos
de varietés y el cinemtógrafo, descendiendo poco a poco el númerod e representaciones
de zarzuela, hasta su posterior restauración en 1930.

A pesar del gran movimiento entre compañías artísticas de la última década del
siglo XIX, es importante señalar que los comienzos de la vida del Principal fueron
difíciles por sus precarias condiciones. El clima y la temperatura influyeron en la
asistencia al teatro, siendo la afluencia del público menor durante los meses de invierno
por la falta de calefacción. Las tardes de verano animaban sin embargo al público a
acudir a las veladas teatrales. Los meses con mayor número de funciones fueron junio y
septiembre, por su coincidencia con las fiestas locales, además de ser épocas de buenas
condiciones climatológicas.

En general no se detectó en ningún momento una afluencia masiva al teatro,


excepto en las señaladas fechas festivas –San Bernabé y San Mateo- en las que la
sociedad riojana consideraba casi necesario acudir al teatro, teniendo que colocarse en
algunas ocasiones butacas adicionales en los pasillos. Este hecho, sin embargo y por
desgracia, no fue algo frecuente en una capital provinciana como Logroño. Lo cierto es
que unas veces tomando por disculpa las compañías, otras por los precios y otras por el
tiempo, rara era la vez que la empresa colocaba en la taquilla del teatro el consabido
cartel de “no hay billetes”.

357
El horario fijado para la representación de las obras cambiaba dependiendo la
época del año en que se celebraban las funciones teatrales. Mientras durante el invierno
comenzaban a las 20:30, en la época estival lo hacían a las 21:00 o incluso a las 22:00
en periodos festivos como San Mateo o San Bernabé.

Las funciones se celebraban mayoritariamente durante los fines de semana, siendo


la mayor parte de las funciones durante los sábados y domingos. El siguiente día de la
semana en el que se celebraron funciones teatrales fue el jueves.

La entrada costaba 30 céntimos, habiendo algunas modificaciones al ser funciones


de abono, al igual que cuando se trataba de funciones de beneficio. Este tipo de
funciones fueron muy frecuentes en la mayoría de las compañías, que organizaban este
tipo de funciones para colaborar económicamente con miembros de la compañía, que
generalmente eran figuras importantes de éstas. Generalmente, el beneficiado elegía las
obras a interpretar, en las que mejor luciría sus facultades musicales o las mejores de la
compañía, siendo los protagonistas de la función los beneficiados y pasando el resto del
grupo a tener un papel secundario en la representación. En la mayor parte de las
compañías se observó una falta de recursos y la organización de estas funciones era una
forma de recuperarse de tal situación. Las funciones de beneficio se celebraban para
cerrar la temporada de la compañía, recibiendo los artistas homenajeados una serie de
ingresos, además de regalos que se repartían al finalizar la representación, por parte de
la empresa o de sus admiradores. En algunas ocasiones los beneficios fueron para toda
la compañía, intentando con ello sanear la situación económica en la que se encontraba
el conjunto, en otras lo era para la empresa o parte de ella, o incluso para los abonados
del público.

Junto a estas funciones, destacaron las de la caridad, que fueron en realidad


funciones benéficas. Generalmente se celebraron para socorrer de algçun modo a los
afectados por desastres como el incendio del teatro de la Zarzuela o el del estableciiento
del logroñés Fulgencio Rodríguez, además de todo lo relacionado con la guerra contra
Estados Unidos y la pérdida de las colonias, así como el enfrentamiento bélico en
Melilla e Italia. En otras ocasiones se trataba simplemente de homenajes a los militares
que embarcaban hacia la isla en guerra o a los damnificados en ésta. Además se dieron
funciones a beneficio de la Cocina Económica, la Beneficencia o el Hospital Provincial.

358
Con la celebración de los espectáculos lírico-dramáticos, el teatro se convirtió en
un espacio más de sociabilidad, donde las relaciones eran tan importantes como la
diversión, especialmente para los asiduos abonados, que solían ser los ciudadanos de
clase social más alta y ocupaban las butacas de patio, plateas y palcos. No ocurrió lo
mismo con los miembros de la clase media-baja, que ocupaban las partes altas del teatro
y veían en el teatro un lugar de ocio donde se observaron en algunas ocasiones incluso
comportamientos poco deseables. En estos espacios fue en los que se detectó mayor
vacío al surgir los cafés-teatro durante los años 1896 a 1898. De igual modo se observan
diferencias en los gustos de ambos tipos de público, al preferir los abonados frecuentes
la ópera o zarzuela grande, frente a las breves representaciones de género chico o
varietés, preferidas por los situados en las zonas altas.

Las principales causas de que una compañía no tuviera el suficiente éxito en el


teatro fueron siempre las mismas: las veces que se repetía una obra, la calidad orquestal,
o el elenco artístico fueron los principales aspectos que influyeron en el mayor o menor
éxito de las compañías. En lo referente a los títulos de las obras, eran mejor aceptados
fueron los que no se repetían. Hemos de tener en cuenta que Logroño era una ciudad
pequeña y los concurrentes al teatro eran siempre los mismos y preferían variedad. La
falta de esta provocó en muchas ocasiones la asistencia de un número menor de público
al teatro. En lo que respecta a la parte musical, el mayor problema se encontró en la
orquesta del teatro de Logroño. Se trataba de una orquesta inestable, fruto de la
precariedad económica de la empresa que gestionaba el teatro. Las grandes limitaciones
de la orquesta fueron en gran parte debido a la necesidad de refuerzo instrumental, que
en algunas ocasiones de vió paliado al contratar músicos de fuera, generalmente de
Madrid y Zaragoza, la compañía que actuaba en el teatro. Estos refuerzos mejoraron de
manera considerable las condiciones de la orquesta, sin embargo, no siempre fueron
suficientes. La orquesta estaba al amparo del director de la compañía que actuaba el
teatro. En algunas ocasiones, los directores de compañías foráneas que actuaron al
teatro, lograron realizar mejoras en la orquesta, pero fue una tarea difícil en una
agrupación carente de recursos y con deficiencias de base.

Otra de las causas de la poca asistencia de público al teatro fue el elenco artístico,
que animaba o desanimaba a los ciudadanos a acudir a las funciones, siendo más
atrayentes las funciones en las que se encontraban artistas de renombre o que habían

359
triunfado en el teatro en otras ocasiones. No debemos olvidar que los artistas cambiaban
de compañía con facilidad, siendo contratados según las necesidades del momento, lo
que hizo que algunos de ellos fueran especialmente conocidos por el público. La
inestabilidad en las compañías fue una constante durante los años de la Bella época,
teniendo como consecuencias, entre otras, la falta de unidad entre los artistas, el mínimo
nñumero de ensayos en algunas ocasiones, algunas representaciones en cierto modo
precipitadas e incluso el reparto de papeles inadecuados entre los intérpretes. Asímismo,
la falta de ensayos o coordinación en la compañía, fue tenida en cuenta por los
espectadores.

No podemos dejar de hacer referencia a los artistas de las compañías, figuras


clave en que la asistencia al teatro fuera mayor o menor en gran parte de las ocasiones.
Estas figuras estaban a la expectativa de las necesidades del momento, formando parte
de diferentes compañías a lo largo de los años. Las compañías, por tanto, fueron creadas
a veces para ocasiones concretas y no contaban con un personal determinado, sino que
contrataban a los actores según las necesidades. Incluso, en una misma temporada es
posible encontrar el nombre de un mismo artista formando parte de diferentes elencos.

En relación con ello es importante destacar la creación de compañías nuevas a


partir de la unión de dos compañías existentes. Es el caso de la compañía de zarzuela
chica de José Bosch y Juan G. Catalá, que actuó en el teatro Principal de Logroño en el
año 1895, habiendo actuado ambas compañías por separado en el año 1893. De igual
modo, en el año 1900 decidió unirse la compañía del teatro con la del señor Cornadó
para actuar en otras capitales de provincia, denominándose compañía Carasa-Cornadó.

Algo similar sucedió con los instrumentistas de la orquesta. Al encontrarse la


orquesta del teatro de Logroño en tan precarias condiciones, la empresa tuvo que
recurrir en la mayor parte de las temporadas a músicos de orquestas de otras ciudades,
frecuentemente Madrid y Zaragoza, para reforzar las diferentes familias instrumnetales.
Las compañías artísticas acudían al teatro en la mayor parte de las ocasiones con su
propio director de orquesta, quien realizaba los ensayos necesarios con la orquesta del
teatro en los días previos a su debut. Este trabajo fue costoso para los directores, que no
conocían a la orquesta y tuvieron que trabajar intensamente durante los días previos a la
función e incluso durante los intermedios, para lograr que la interpretación instrumental,

360
pieza clave de una función lírico-dramática, estuviese a la altura de la interpretaciçon
vocal, generalmente más trabajada previamente por la compañía. Esta dificultad se
acentuaba en las ocasiones en las que la orquesta adolecía de ciertos instrumentos
necesarios para el logro del éxito de algunas partituras.

Es importante destacar que los estrenos no tardaron en llegar a la capital riojana


tras haberse interpretado en Madrid. A lo largo de estos años la actividad de creación de
zarzuelas alcanzó una velocidad vertiginosa, siendo los estrenos de éstas por parte de las
compañías artísticas igualmente rápidos no solo en la capital española, sino en capitales
provincianas como Logroño. Ello nos muestra que el movimiento entre ciudades fue
una constante especialmente durante la última década del siglo XIX.

En algunas ocasiones los empresarios de teatro de ciudades españolas recorrían


los coliseos de España con intención de formar una buena compañía de zarzuela,
seleccionando los mejores artistas que se dedicaban al género. Fue el caso, entre otros,
del señor Vivancos, empresario de los teatros de Bilbao, que incluyó en su búsqueda
una visita al teatro de Logroño en mayo de 1910.

Todos estos datos confirman que la vida escénica logroñesa desde 1889 hasta
1914 coincidió con el resto de provincias españolas, en las que de igual modo
predominó la zarzuela breve durante la última década, observándose un descenso de
este género en favor del género ínfimo. En Logroño, como en el resto de España, hubo
una sintonía entre la sociedad de la Restauración y el género chico musical.

No obstante y a pesar del amplio número de representaciones de género lírico-


dramático, podemos observar que en Logroño no hubo estrenos de primera categoría.
Sin embargo hubo un gran número de representaciones de zarzuela y ópera, así como
conciertos y otras manifestaciones artísticas. Ello supuso la educación musical del
público logroñés de la época.

361
362
CAPÍTULO 5: GÉNEROS MUSICALES

363
Al igual que en el Romanticismo europeo, predominan en España en el siglo XIX
las formas libres, la pequeña obra y cierto toque nacionalista en la mayoría de los
fenómenos musicales desde comienzos del siglo, y que se incrementan a medida que
éste avanza introduciendo elementos españoles.

El Madrid musical se reflejó en todos los ámbitos de la vida musical logroñesa,


siempre con unos años de retraso. Tanto los espacios musicales como los géneros
cultivados en Logroño se asemejan mucho a los madrileños. El teatro lírico, la canción,
la música para piano, las pequeñas agrupaciones de cámara, los conciertos vocales...
serán los protagonistas del Logroño de finales del XIX, transformado en una ciudad
burguesa gracias en gran parte a Sagasta. También podremos observar cómo los
movimientos entre la capital y las provincias fueron muchos en los mejores momentos
históricos y menos o nulos, en las épocas de crisis.

5.1. LA MÚSICA PARA PIANO


El piano se convirtió en el instrumento por excelencia del periodo romántico al ser
el medio para ofrecer lo más íntimo junto a lo más brillante tanto en privado como en la
sala de conciertos. Este instrumento en el siglo XIX había sido transformado, ampliado
y mecánicamente perfeccionado, siendo capaz de producir un sonido pleno y firme a
cualquier escala dinámica, de responder a la perfección a las exigencias tanto de
expresividad como de un arrollador virtuosismo.288

A través del teclado del piano, el músico romántico podía expresar todo tipo de
composiciones: lieder, sinfonías, óperas, zarzuelas, etc. Además de utilizarse para
interpretar obras en solitario, podía dotar de un acompañamiento adecuado a otros
instrumentos y a la voz humana o ser utilizado como un componente más dentro de la
música de cámara.

En el siglo XIX se escribió para piano gran cantidad de música en forma de


danzas o de breves piezas líricas. Estas últimas tenían muchísimos nombres y casi todos

288
GROUT, DONALD J. PALISCA, CLAUDE V.: Historia de la música occidental, 2, Madrid, Alianza
Música. Pag. 685.

364
ellos evocaban algún estado anímico o una escena romántica que a veces se
especificaba en el título.289

En España se cultiva la pequeña pieza y no el piano orquestal, llenándose con este


género los cafés y los salones. En Logroño las pequeñas piezas para piano llenaron el
café y el salón, dirigidas a la clase burguesa que, a través del diletantismo, se
aproximaba a la música. Se trata de pianistas aficionados que ejercían de tales en
reuniones de sociedad, como describiremos a continuación.

El piano en los salones


En este espacio hay que destacar el protagonismo indiscutible adquirido por el
piano respecto al resto de instrumentos. El piano fue un instrumento de obligada
presencia en todo salón, era el elemento en torno al cual se concentraba la vida familiar
durante ciertas horas del día y servía además como elemento decorativo en la sala donde
se recibían las visitas, tal y como relata Galdós en Miau:

El piano es sin duda el instrumento destinado a acrecentar aún más los goces y
satisfacciones que proporciona la vida del hogar doméstico. Este instrumento, tan serio y
brillante en un salón de concierto, y bajo los dedos de un buen concertista, es al mismo
tiempo el más alegre, el más risueño, y el más simpático en las reuniones íntimas de familia
(…). El piano en una casa anima le home, como dicen los ingleses, infunde la alegría y la
expansión de ánimo, y hace olvidar las labores y las faenas del día. Tan pronto como se ha
terminado la comida, uno de los miembros de la familia, el más joven tal vez, pasea sus
dedos sobre el teclado, haciendo oír algún motivo favorito, o alguna nueva partición (…).
Después de la primera pieza viene otra, y después otra, y las horas se pasan de este
modo sin sentir, oyendo en la más grata intimidad un concierto modesto y sencillo, pero
lleno de gran atractivo (…).
El piano ha triunfado muchas veces del café, del teatro, de las tertulias y del juego,
consecuencia casi inevitable de ciertas clases de reuniones. Pero es, sobre todo, fuera de
las grandes poblaciones, en los pequeños pueblos o en el campo, en donde el piano ejerce
toda su benéfica influencia. ¿Qué hacer durante esas largas noches de invierno, en las que,
cada uno encerrado en su casa, no tiene otros medios de distracción que los que él mismo
se proporcione?- Hacer música, como dicen los franceses (…). Por esta razón el piano ha

289
Ibid., pag. 686.

365
sido siempre el instrumento favorito de los compositores y de toda clase de aficionados a
música, así como ha llegado á ser hoy el mueble indispensable en todas las casas, y
particularmente en las moradas o quintas de recreo, donde se vive apartado de los grandes
centros y de las grandes ciudades. .290

Citando a Celsa Alonso291 en los años de la Restauración proliferaron los pianos


verticales en las salas de la clase media, a medida que progresaban las fábricas de
pianos nacionales, se generalizaba el alquiler de pianos y cada vez eran más
numerosos los conciertos familiares.

La música de los salones tenía carácter lúdico y ornamental, igual que la del café
pero algo más cuidada. En los salones, la música que más se interpretaba era el piano,
en su inmensa variedad de géneros: desde fantasías y variaciones basadas en temas
operísticos, hasta canciones y arreglos para canto y piano o violín y piano, como
detallaré a continuación.

El piano fue sobretodo protagonista de los salones privados que existían en las
clases altas de la ciudad. Muestra de ello es la información transmitida en prensa sobre
estos actos:

Los señores Íñiguez hacen una pequeña fiesta en la que se interpretan varias piezas
musicales cantadas e interpretadas al piano; luego pasaron al comedor donde fueron
obsequiados con dulces, refrescos, tabacos y vinos. En la fiesta hubo baile y e cantaron
algunos coros por varios aficionados. El rigodón de honor: varios señores graves
lucieron sus habilidades coreográficas. La señorita Filiberto cantó varias canciones.292

Asimismo, en los círculos de recreo el piano tuvo gran presencia. Destaca en el


Círculo de la Fraternidad una velada convite para conocer al señor Valenti, en la que
el señor Álvarez ejecutó algunos números a la ocarina, el señor Bombín cantó unas
preciosas malagueñas. Los números fueron acompañados al piano por D. Dimas

290
“El piano en familia”. Revista y Gaceta musical. Año II, nº 23, Madrid (8-VI-1868), p. 100.
291
ALONSO GONZÁLEZ, C.: La canción lírica española en el siglo XIX. ICCMU, Instituto
Complutense Español de Ciencias Musicales, 2000, pag. 458.
292
Diario La Rioja. 26-08-1890.

366
293
Varea. En 1895 tuvo lugar en este círculo de recreo un concierto de bandurria,
guitarra, acordeón y piano.

La sociedad de recreo Círculo Logroñés era otra de las que contaba con un piano
en sus salones. Se celebraron en ellos diferentes veladas a cargo de pianistas, que en
algunas ocasiones interpretaban solo con su instrumento y en otras acompañando a
otros. He de destacar en el año 1899 la gran velada concierto por el célebre violinista de
Haro Daniel Manso y la simpática pianista riojana Margarita Jiménez, cuyo programa
fue:294
PRIMERA PARTE
- Segundo concierto de Viuxtemps, para violín y piano
- Souvenir de Haydn para violín y piano
- Rapsodia Húngara número 2 de Liszt, sólo para piano
- Scene de ballet para piano

SEGUNDA PARTE
- Aires bohemios de Sarasate para violín y piano
- Cavatine de J. Raff para violín y piano
- Marcha de Tannhauser, trascripta por Liszt para piano
- Poéme Hongrois de Dezso Ledeser para violín y piano
- La jota de San Fermín de Sarasate

Ya en la primera década del siglo XX tuvieron lugar nuevos conciertos en el


citado círculo, como el del pianista don Antonio Joven: 295

PRIMERA PARTE
- Herz, concierto en Fa mayor.
- Dolher, Gran vals (trémolo) en Si bemol.
- Prudent, Estudio de concierto, en Mi bemol.
- Chopin, Mazurka, en Si menor.
- Sinding, Serenata, Minuet y Scherzo, ópera 33.

SEGUNDA PARTE
- Grieg, Sonata, en Mi menor.
- Chopin, Polonesa, en La mayor.
- Jaell, rapsodia en La bemol.
- Chopin, Gran vals, en La bemol.

293
Diario La Rioja. 14-03-1891.
294
Diario La Rioja. 12-08-1899.
295
Diario La Rioja. 06-03-1903.

367
- Weber, Movimiento contínuo, en Do.

Además de otros conciertos de piano y violín como el de los dos jóvenes artistas,
Celso Díaz y César Malé, al violín y al piano respectivamente.

PRIMERA PARTE
- Concierto 18, Keutzer.
- Aires variados. Boriet.

SEGUNDA PARTE
- Fantasía de la ópera Tosca. Puccini (piano solo, por Cesar Malé)
- Estudio de Concierto. Monasterio (violín solo, por Celso Díaz)
- Aires bohemios. Sarasate.

TERCERA PARTE
- Polonesa op. 40. Chopin (piano solo)
- Concierto número 7 (tres tiempos)
- Rondó caprichoso. Saint Saëns (una de las obras en las que obtuvo el primer
premio Celso Díaz.

Sin que nada aseguremos, nos dicen que se ensaya el precioso nocturno número 3 de
Chopín, por Díaz, de primer violín, Serrano (hijo) de segundo, Malé (piano) y Serrano
(padre). 296

En el mes de noviembre de 1906 se anuncia la primera de las matinées invernales


de la temporada, empezando de cinco y media a seis de la tarde a danzarse. Los
bailables estaría encargado de ejecutarlos el pianista don Antonio Serrano, pero al
considerarse poco un piano solo, se pensó que debería aumentarse el número de
músicos hasta seis.

La profesora de piano María Clavijo también fue protagonista de algunas


matinées que se celebraron en este círculo.

Otro dúo de violín y piano que dio conciertos en este círculo fue el de los
notables profesores don Ángel Blanco y don Cristobal García de las Bayonas. Don
Ángel Blanco era un personaje importante que había sido llamado expresamente por
doña Cristina varias veces para tocar ante la familia real. 297

296
Diario La Rioja. 28-12-1905.
297
Diario La Rioja. 25- 06-1907.

368
PRIMERA PARTE
Concierto en re. Primer tiempo. Paganini.
Romanza. Gvendsen.
Andante con variaciones de la Sonata Krentzer. Beethoven.
Aires bohemios. Sarasate.

SEGUNDA PARTE
Polonesa en re. Wieniawski.
Segundo y tercer tiempos de la sonata op. 45. Grieg.
Entreacto gavota. Gillet.
La danza de las brujas. Bazzini.

Los celebrados dilletanti señores Maguregui y Gessner, protagonistas importantes


de este estudio por su aportación a la historia musical de Logroño, fueron asiduos
concertistas del Círculo Logroñés. Programa:298

PRIMERA PARTE
Concierto en Do menor. Allegro - Adagio – Allegro. J. S. Bach.
Valses romantiques. Chabrier.
Le ronet d’ Omphale. Saint Saëns.

SEGUNDA PARTE
Romanza. E. Grieg.
Danse macabre. Saint Saëns.
Pas de Cymbales. Chaminade.

En otras ocasiones, dichos pianistas y compositores acompañaron a cantantes


logroñeses, como el joven barítono pepe Lasanta. Así sucedió en el concierto para el día
de Reyes en el que además el señor Maguregui hizo oír su magnífico Amphion, modelo
Luis XV facilitado galantemente por la Casa Maguregui. Programa: 299

PRIMERA PARTE
Vals nº 2, Chopin. Ejecutado al piano por Gessner.
Malia, melodía italiana de Paolo Tosti.
Brindis de la ópera Hamlet.
Meus amores, romanza gallega. Cantada por el señor Lasanta con
acompañamiento de piano.
Bajo la doble águila, marcha. Wagner.
Caballería ligera. Obertura. Suppé.
Preludio de la ópera Parsifal. Wagner. Ejecutado con el magnífico
Amphion.
298
Diario La Rioja. 06-09-1908.
299
Diario La Rioja.03-01-1909.

369
SEGUNDA PARTE
Dernier. Amou. . L. M. Gotechalk. Por el señor gessner.
Costigian vis razea, de la ópera Rigoletto.
Ideale. Melodía italiana de Paolo Tosti.
Viens lesnova, de la ópera La Favorita, cantada por el señor Lasanta.
Obertura solemne 1812, Tschaikovsky.
Cuentos del bosque en Viena, vals. Strauss.
Bajo la bandera imperial, marcha.
Friereman, ejecutado por el aparato Amphion.

Asimismo, tuvieron lugar recitales de piano por artistas de otras ciudades, como
Emilia Quintero, la ponderable artista, que se presentaba por primera vez al público en
el año 1910, y fue muy esperada por los iniciados en materia musicales. Entre otras
interpretó la Balada III de Chopín, Rapsodia XII de Lizst. 300

En otras ocasiones es el Círculo Logroñés el que organiza actuaciones que tienen


lugar en otros espacios, como es la actuación en el teatro de la pianista polaca Wanda
Landowska, organizada por la Junta del Círculo Logroñés, que tuvo lugar en noviembre
de 1906 en el teatro Bretón de los Herreros.301

Los salones del palaciego Gran Casino contaban con dos pianos, que fueron los
protagonistas de muchas de las veladas que allí se celebraron. En el año 1905 tuvo lugar
una matineé a cargo de la señorita Manolita Algueró, al piano y el sexteto Fabre, que
además amenizaron el baile con que se cerró la fiesta.

Fray Cirilo en sus crónicas del periódico La Rioja, transmite a los lectores todo
tipo de detalles, hasta los que parece que no se deberían contar: Cometiendo una
indiscreción, encontramos anoche una pequeña habitación donde había dos pianos, y
encima de ellos, un verdadero océano de obras musicales. No puedo resistir la
tentación; sacamos el block y... he aquí nuestras anotaciones302:

Gran Casino, algunas de las obras que ejecutarán los señores Salvador,
Maguregui y Gessner.
Trois valses romantiques. Chabrier. Salvador y Gessner.

300
Diario La Rioja. 24-12-1910.
301
Diario La Rioja. 21-11-1906.
302
Diario La Rioja. 05-09-1906.

370
Danse macabre.Saint-Saëns. Salvador y Maguregui.
Les Pecheuses de Procida.Tarantela. Raff. Salvador y Maguregui.
Overtura de Tannhausser. Wagner. Gessner.
Danza húngara número 6. Bramhs y Liszt. Maguregui.
Canción a la primavera. Mendelsohn. Gessner.
Marcha de Tannhausser. Wagner. Gessner y Salvador.
Trozos líricos. Grieg. Salvador.
Sonata en mi. Scarlatti. Salvador.
Preludio de la suite inglesa en sol menor.J. S. Bach. Salvador.
Primer tiempo del concierto en sol menor. Mendelsohn. Gessner.

Finalmente este concierto tuvo lugar en el Gran Casino a cargo de los simpáticos
dilletanti señores Salvador y Gessner. El señor Maguregui no pudo tomar parte a causa
de una reciente desgracia de familia.

En el Ateneo se celebró una velada musical, organizada por dicho Centro, como
homenaje a la memoria de Franz Listz en el año de su centenario. Componía el
programa una conferencia a cargo del vicepresidente de la sección de música, don
Miguel Salvador y Carreras, y un concierto por la señorita Pilar Castillo, que ejecutó al
piano un escogido repertorio de obras de Listz.

En las numerosas veladas que tuvieron lugar en el Centro Artístico, el piano tuvo
gran protagonismo. El tesorero de la asociación, Fermín Maguregui, junto con su amigo
Carmelo Díez Gessner fueron los protagonistas al piano de estas veladas, al igual que
las señoritas Clavijo, Notario y García. Los programas incluían los títulos de las obras
románticas por excelencia en Europa, como fue el caso de la velada con discursos,
poesía y música que se celebró para abrir el año 1907.303

- Rondó capriccioso, op. 14. Mendelssohn. Gessner.


- Sonata en mi menor op. 7. Grieg. I Allegro moderato. II Andante Molto. III
Menuetto. IV FInale. Señor Maguregui.

303
Diario la Rioja. 23-11-1906.

371
- Les Esinneyes. Divertissement de Massenet. I Danse Greque. II La Troyeme
regrettant sa patric. III Danse des satornales. A cuatro manos por los señores
Maguregui y Gessner.
- Danza húngara nº 2, Branchs. Señor Maguregui.

El piano en los cafés


La música para piano fue una de las protagonistas de los cafés logroñeses. El
núcleo inicial del café es el piano, por lo que la mayoría de los cafés de la ciudad
cuentan con un pianista, que actuaba en algunas ocasiones en solitario y en otras,
acompañado por diferentes agrupaciones o cantantes que pasaban por la ciudad.

Se puede asegurar que a partir de mediados del XIX no hay café de cierta importancia
que no cuente con un pianista y los más destacados de estos no desdeñaron actuar en unos
centros que le daban pingües ganancias y a través de los que se podían establecer
importantes relaciones sociales.304

Se produjo un aumento de pianistas, que se dedicaron sobre todo a la interpretación


en los cafés concierto de la ciudad, además de dar lecciones como profesores, como fue
el caso de don Hipólito Rodríguez, Antonio Serrano, Delfín Gómez y Juan Vallés.

A continuación describiré las principales actuaciones pianísticas que tuvieron


lugar en estos espacios tan frecuentados por la sociedad burguesa de la época. He
querido incluir en este apartado las interpretaciones únicamente de piano o las que lo
tenían como protagonista al ser el elemento central de los cafés, dejando las
interpretaciones de voz acompañadas por piano para su apartado correspondiente, la
canción.

El repertorio de un pianista de café era muy variado, predominando los bailes


populares y arreglos de zarzuela y de ópera, como vemos a continuación.

En 1890, año en que comienza mi investigación, el dueño del Café de París


contrató al profesor de piano don Florentino Oliván, para todos los días de 1 a 3 de la
tarde y de 18 a 11 de la noche.

304
CASARES RODICIO, Emilio. “El café concierto en España”. En Tiempo y Espacio en arte.
Homenaje al profesor Antonio Bonet Correa. Madrid, Universidad Complutense, 1994, pags. 1285-1286.

372
También en el Café París actuaron D. Nicolás García y D. Hermenegildo Uliverri,
acompañados al piano por Dimas Varea, el siguiente programa:305

- María. Polka.
- Romanza de la zarzuela San Francisco de Sena.
- Babi. Tanda de valses.
- Preludio de violín de la zarzuela El anillo de hierro.
- La aurora. Mazurka.

En 1891 se anuncian conciertos en el Café de Colón para todos los días festivos
por la tarde y algún día por semana, contratando para ello a artistas de esta capital, en
unión de Don Juan Lacall, pianista del café. Estos conciertos tienen lugar durante los
meses de enero y febrero y aparece detallado el programa en la prensa: valses, polkas,
fragmentos de zarzuela, mazurkas, etc. En algunas ocasiones, el señor Don Juan Lacall
acompañaba a otros músicos, como el acordeonista señor Zamora. Incluso fue
contratado en otros cafés de Logroño, como el Café París.

En otras ocasiones actuaban agrupaciones instrumentales con acompañamiento de


piano, como sucedió en el café París:306
- Saludo a Francia. Chueca.
- Melodía. Música prohibida. Gastaldón.
- Preludio y polka de la zarzuela El chaleco blanco.
- Tanda de walses La Nieve. Metra.
- Marcha indiana. A. D. Sellenick.
- Jota de La almoneda del diablo.

Ya en 1900 el Café Suizo también tuvo actividad pianística, con algunos


conciertos de laúd, bandurria y guitarra, acompañados de piano por el profesor Serrano.

En 1902 los dueños de Café Colón contrataron a los conocidos bandurristas


hermanos Bergasa, que en unión del pianista señor Vallés dieron una serie de veladas
musicales.307 En febrero hubo veladas musicales a diario con piezas del repertorio de los
profesores del recién organizado sexteto Fabre (primer violín don Juan Fabre y pianista

305
Diario La Rioja.02-12-1890.
306
Diario La Rioja. 19-02-1891.
307
Diario La Rioja. 14-01-1902.

373
señor Vallés). Sin embargo, a partir de entonces cesó su actividad. Algunos de los
programas aparecen detallados en la prensa riojana: 308

- Marcha Winsor
- La Manon. Gavota
- La balada de la luz (a petición)
- Intermedio de La bod de Luis Alonso
- Al fin solo. Wals

En 1906 comienza la actividad en un nuevo café, el Café de la Habana. En el mes


de enero tienen lugar diferentes conciertos de los aplaudidos artistas Díaz y Malé,
ejecutando al violín y al piano, con arreglo a los siguientes programas:
- El barbero de Sevilla. Sinfonía
- Poeta y aldeano. Suppé
- Fantasía sobre motivos de La Marsellesa
- Preludio de El anillo de hierro. Marqués
- Sierra morena, aires andaluces. Monasterio. 309
- Norma. Sinfonía. Bellini
- Copelia. Preludio
- Aires variados. Berrito
- Fantasía de Rigoletto
- Jota de La alegría de la huerta.310

Ya en el mes de junio el Gran Café de la Habana aprovecha la oportunidad de


contratar a los artistas que van de paso hacia Portugal, los notables concertistas de violín
y piano señores Ruiz del Moral y Ruiz Marín, primeros premios del Conservatorio de
Madrid. También este café acogió a un músico riojano: todas las noches del mes de
noviembre se celebraron conciertos musicales por los notables concertistas don Narciso
Navascues, oboe de la Sociedad de Conciertos de Madrid y el profesor de piano don
Hipólito Rodríguez.311

En 1911, las veladas de verano en el Café Suizo fueron protagonizadas este año
por el pianista logroñés señor Vallés.

308
Diario La Rioja. 25-02-1902.
309
Diario La Rioja. 05-01-1906.
310
Diario La Rioja. 06-01-1906.
311
Diario La Rioja. 13-06-1906.

374
5.2. LA CANCIÓN
Una vez más fue la sociedad burguesa la que dio protagonismo a este género
musical surgido a comienzos del siglo XIX. En España hay que hablar de un
movimiento distinto del liederístico alemán, pero de una gran singularidad e
importancia. La composición de canciones era una práctica muy extendida y a ella se
dedicaron numerosos compositores, que respondían a una demanda social, sobre todo en
la segunda mitad del siglo.312

La melodía con acompañamiento de piano fue un pilar fundamental dentro de la


música de salón del siglo XIX, junto con la música vocal procedente del mundo
operístico. Se trataba de una música vocal de consumo, que se publicaba en ediciones
para voz y piano, respondiendo a una serie de convencionalismos sociales. Podemos
considerar la melodía para voz y piano un pilar esencial de la sociabilidad musical
burguesa.

Siguiendo a Celsa Alonso,313 cantar en francés o en italiano en los salones


continuó siendo síntoma de elegancia y buen gusto durante la Restauración (…)
naturalmente esta situación no favorecía el desarrollo de un lied hispano de arraigo
social, que algunos compositores esaban en disposición de crear. En realidad, tanto la
burguesía como las menos favorecidas clases medias se contentaban, en términos
generales, con una melodía de salón de pocas aspiraciones, escaso nivel artístico y
manifestaban cierta indiferencia ante la elección de los poemas.

Esta predilección por cantar en lengua extranjera no ayudó a que surgiera la canción
lírica en castellano. Sin embargo fue frecuente la interpretación de piezas españolas y
andaluzas que sí lograron hacerse un hueco en el repertorio de salón.

A pesar de que el salón fue el espacio preferido para la canción lírica de carácter
burgués, este género fue muy frecuente también en los numerosos cafés creados durante
el siglo XIX, e incluso penetró en los teatros, con un toque a veces popular, típico de la
corriente nacionalista de la época.

312
CASARES RODICIO, E.: La música del sigo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995, pag. 67
313
ALONSO GONZÁLEZ, C.: La canción lírica española en el siglo XIX. ICCMU, Instituto
Complutense Español de Ciencias Musicales, 2000. Pag. 456-457.

375
La canción en los salones
En España, la situación de la música de salón parece poco afortunada al iniciarse
el sexenio revolucionario, con un repertorio bastante mediocre y monótono, en el que
tenía gran protagonismo el piano a cuatro manos y la interpretación de intérpretes
aficionados. La música de salón tenía una función de entretenimiento pero también era
el ornamento indispensable para una reunión social. Por estas razones, el género de
salón dependía de los imperativos de a moda y, poco a poco, aumentaba su público.

Los salones fueron espacios con frecuentes números de canciones. Destacaron en


el Círculo de la Amistad los conciertos de cante y baile flamenco314 y una función de
canto, armonius y orquesta organizada por el barítono Don Ramón Moras. 315 En el
Círculo de la Fraternidad tuvo lugar una velada concierto a cargo del tenor riojano señor
Ramírez, pianista señor Lapuerta y violinista señor Infante316.

Pero la asociación logroñesa que más interpretaciones de canción llevo a cabo fue
317
el Círculo Logroñés: Actúa la soprano ligera Antonia Bustamante, conocida en el
teatro con el nombre de Nina Beltramo Solari, queriendo mostrar el afecto que profesa
a sus paisanos. Le acompaña al piano el maestro compositor don Hipólito Rodríguez.

De similares características fue el concierto a beneficio del tenor riojano señor


Ramírez, acompañado por el magnífico piano Chassaigne Fréres del Círculo Logroñés,
manejado por el señor Lapuerta, con el siguiente programa:318

- Cuarto acto de Lohengrin.


- Romanza de Favorita, spirto gentil.
- Canción del Rigoletto: la donna e móvile.

Pepe Lasanta, con objeto de que sus paisanos pudiesen apreciar lo que había
adelantado en sus estudios del Conservatorio de Madrid, cantó entre otras la romanza de
barítono de Dinhora. 319

314
Diario La Rioja. 19-09-1889.
315
Diario La Rioja. 23-10-1890.
316
Diario La Rioja. 31-10-1896.
317
Diario La Rioja. 06-01-1907.
318
Diario La Rioja. 27-10-1896.
319
Diario La Rioja. 27-09-1907.

376
PROGRAMA
- Canto romanza. Sei vendicata assai, de la ópera Dinorah.
- Malia, melodía italiana de Paolo Tosti.
- Rapsodia húngara nº 7 de Listz, pieza de concierto para piano solo. Señorita
Notario.
- Meus amores. Romanza gallega.
- El canto del presidiario. Romanza española

En su visita a Logroño, la Tuna Zaragozana celebró, entre otros espacios, en el


Círculo Logroñés, un concierto en el que al final triunfó la jota, el hermoso canto cuyas
coplas fueron lanzadas en el Casino por el baturro Cecilio Navarro.320

En el Salón Variedades, como su nombre indica, tuvieron lugar en el año 1904


todo tipo de interpretaciones musicales y teatrales. Así pues no faltaron las actuaciones
de cupletistas, atrayendo gente que se fue familiarizando poco a poco con este tipo de
espectáculo: A medida que se familiariza con el espectáculo, va retrayéndose de pedir
lo que no debe bailarse, para que en justicia no se recrudezca la campaña de oposición
a los espectáculos públicos.321

La canción en los cafés


En 1890, año en que comienza mi investigación, tuvo lugar en el Café París un
concierto de canto y piano por Don Ramón de Moras y Don Dimas Varea.322

En 1891, entre las veladas en el Café de París, destacan:

- La señora del profesor de bandurria cantó varios trozos de las zarzuelas: Coro de
señoras, Niña pancha, Gorro frigio, Jota de La Bruja y otras.323

- El célebre cantaor Juan Romero acompañado con la guitarra por el maestro José
Fuentes (Oliva), cuyos artistas ejecutaron bonitas piezas de canto y guitarra.324

En 1892 encontramos algunas actividades en el Café de París:

320
Diario La Rioja. 23-02-1908.
321
Diario La Rioja. 26-03-1904.
322
Diario La Rioja. 21-11-1890.
323
Diario La Rioja. 12-05-1891.
324
Diario La Rioja. 27-05-1891.

377
- Sesiones de baile y cante flamenco por los niños Marqueses.325
- Cantaora de flamenco Dolores Martinez.326
- Cantaora Pepa Aguadiano.327

En el Café del Siglo actuó Pepa la Parrala chica acompañada por el popular
guitarrista “el jerezano”. 328

En noviembre hay sesión de cante y baile flamenco por los cantaores Sebastian
Muñoz Gayarre y Antonio Muñoz Pajarito y tocaor Manuel Alonso, discípulo del Niño
de Lucena.329

Igualmente destacamos el Concierto de cante jondo por una familia andaluza que
tuvo lugar en el Café Universal en el mes de mayo de 1894.330 En este mismo café dio
un concierto la tiple señorita Constanza López, venida desde Burgos, en el mes de
noviembre, pareciendo una crítica de este en el periódico.331

En noviembre del mismo año tuvieron lugar algunas veladas vocales e


instrumentales en el Café Universal, con los siguientes programas:
· Día 15 de noviembre:
- Merced. Vals, por la señorita Constanza.
- Romanza de Los Diamantes de la Corona, por la misma.
- Romanza de tenor del primer acto de la ópera Aída, por el señor Medina.
- Terceto de la zarzuela ¡Cómo está la sociedad!, por la señorita Constanza,
señora Medina y señor Medina.
- Los lobos marinos, por la señora Medina y señor Medina.
- Wals de variaciones de cornetín, por el señor Medina.
- Jota de cornetín y piano.

· Día 17 de noviembre, despedida del señor Medina:


- Romanza, por la señorita Lopez.
- Aria de tenor, de la ópera Aída, por el señor Medina.
- Terceto de la zarzuela ¡Cómo está la sociedad!, por la señorita Constanza,
señora Medina y señor Medina.

325
Diario La Rioja. 13-02-1892 y 14-02-1892
326
Diario La Rioja. 19-05-1892.
327
Diario La Rioja. 17-06-1892.
328
Diario La Rioja. 11-06-1892, 14-06-1892 y 15-06-1892.
329
Diario La Rioja. 04-11-1892.
330
Diario La Rioja. 06-05-1894
331
Diario La Rioja. 13-11-1894.

378
- Malagueña con obligado de piano, por el señor Medina.
- Se designará en los programas.
- Jota cantada por los artistas.

En el año 1895 tuvieron lugar en el Café Colón conciertos de canto y piano a


cargo de los populares artistas Caballero Vicente, tenor señor Castillo y pianista señor
Marcos.332 Tanto este café como el Café Suizo fueron los protagonistas del cante y baile
333
flamenco o bailes andaluces durante estos años. En el Café de Colón fueron muy
frecuentes las Veladas de cante y baile flamenco, como las que tuvieron lugar bajo la
dirección del aplaudido guitarrista y cantaor José del Río Martinillo.334 Asimismo
destacan las sesiones de baile y cante andaluz dirigidas por el célebre tocador de
guitarra Don Manuel López.335

Con el desastre de 1898 la actividad en los cafés disminuye de forma considerable.


Es durante los meses de verano cuando más actividad musical encontramos, siendo esta
la que se indica.

En 1899 en el Café Colón se celebraron los conciertos de verano de nueve a doce


de la noche con las tiples señoras Melendo y Sanjurjo, acompañadas al piano por el
profesor señor Vallés. Algunos domingos y festivos aparece el programa de estos
concierto en el periódico, que se basaba principalmente en walses, romanzas y jotas.
Durante el resto del año, esporádicamente tuvo lugar alguna actuación similar, en la que
alguna conocida tiple del lugar interpretaba zarzuelas, malagueñas, granadinas, soleares,
guajiras y otras obras del estilo.

En el Café del Siglo también se anuncian funciones durante las noches de verano,
pero no se especifica el tipo de actuaciones. Algunos domingos y festivos aparece el
programa de estos conciertos en el periódico:

· Día 2 de julio, domingo:


- La czarina. Wals
- Las Amapolas

332
Diario La Rioja. 06-12-1895.
333
Diario La Rioja. 26-01-1896.
334
Diario La Rioja. Varios días de febrero de 1897.
335
Diario La Rioja. Varios días de octubre de 1897

379
- Al agua patos. Wals
- Jugar con fuego. Romanza
- Gigantes y cabezudos. Romanza
- Lucero del alba
- Gigantes y cabezudos. Jota
- Monomanía. Duo

· Día 16 de julio, domingo:


- Nina. Vals
- El grumete. Duo
- El pañuelo de hierbas. Vals
- El cabo primero. Romanza
- Jugar con fuego. Romanza
- La mujer del molinero. Coplas
- El anillo de hierro. Romanza
- Gigantes y cabezudos. Jota

· Día 23 de julio, domingo:


- Las amapolas. Canción
- Ausencia. Polka
- La madre del cordero. Duo
- El salto del pasiego. Vals
- Los diamantes de la corona. Romanza
- Campanone. Romanza
- El rey que rabió. Romanza
- Los de Cuba. Guajiras

· Día 25 de julio:
- Nina. Vals
- Pascual bailón. Canción
- Sultana de Marruecos. Duo
- Gigantes y cabezudos. Romanza
- Estreno de una artista. Romanza
- Las hijas de Eva. Romanza
- La indiana. Romanza
- Al agua patos. Duo
- La mujer del molinero. Cuoplé

En 1900 al pasar a ser lo dueños del Café de Colón Aniceto Bernedo y hermano,
inauguraron su café con un cuerpo de baile y cante flamenco.336

A partir de 1905 aparecen en los cafés las nuevas protagonistas de la canción: las
cupletistas. En el Café Suizo destacan las coupletistas Mari Díaz y Elvira Velasco.337
Fue realmente a partir de 1907 cuando las crónicas describen cómo cada noche se ven
336
Diario La Rioja. 28-10-1900.
337
Diario La Rioja. 12-02-1905.

380
más animados los cafés donde actúan coupletistas. El género, de principio de
temporada, entusiasmó al público. Como vermouth para las secciones que se preparan
en el teatro, no puede negarse que es lo mejor.338

Sin embargo, se relata cómo los dueños del Café Colón, considerando que éstos
espectáculos de cante allí desentonaban, se disponen a traer cosa superior. No obstante,
a lo largo del año continúan en este café este tipo de actuaciones, destacando las de las
hermanas Borráx, bailarinas339 y la coupletista Paquita Vera.340

En el Café Suizo tuvieron lugar igualmente este tipo de actuaciones, propias de la


época: Bailarinas Eloísa Carbonell y Adelaida en enero341, Las Ribereñas y Paquita
Vera en abril.342

Hemos de destacar que en Café Novelty, además las conocidas actuaciones del
Cuarteto Calleja, destaca la actuación de la aplaudida tiple Trinidad Fernández, que se
encontraba en Logroño de paso para otras poblaciones. Cantó bonitos trozos de zarzuela
acompañada a piano por nuestro querido paisano y notable maestro compositor don
Hipólito Rodríguez343, compositor riojano a quien he dedicado un apartado importante
en mi trabajo de investigación. Este café contó también con las actuaciones de las
artistas de cante y baile “Las Valencianas”, que habían actuado anteriormente en
Bilbao.344

La canción en el teatro
La canción trascendió a este espacio, aunque en la mayoría de las ocasiones, las
interpretaciones de canto formaban parte de un espectáculo completo en el que se
interpretaban números variados que incluían además del canto, funciones teatrales,
números de piano y otros.

338
Diario La Rioja. 13-01-1907.
339
Diario La Rioja. 26-01-1907.
340
Diario La Rioja. 29-01-1907 y 16-08-1907.
341
Diario La Rioja. 20-01-1907 y 26-01-1907.
342
Diario La Rioja. 27-04-1907.
343
Diario La Rioja. 24-10-1911 y 25-10-1911.
344
Diario La Rioja. 21-12-1911.

381
Así tuvo lugar en 1890 una función en beneficio del comerciante logroñés don
Fulgencio Rodríguez, que sufrió el incendio de su establecimiento, en la que hubo
representaciones teatrales por los artistas del Café del Siglo, en cuyos intermedios se
cantaron dos romances de Favorita y El milagro de la Virgen por el señor Ristori
acompañado al piano por el maestro Serrano.345

Similar al citado fue el festejo en honor a Sagasta, una función de gala en el teatro
que contó con artistas como Ruiz de Velasco, organizador concertista y maestro,
Hipólito Rodríguez, compositor y pianista, y Nina Bustamante, primera tiple de ópera y
primer premio del Conservatorio.346

Ya en 1896 hubo en el teatro un concierto que comprendía interpretaciones


vocales acompañadas de otras al violín o al piano. Fue por lo tanto un concierto vocal e
instrumental a cargo del tenor riojano Inocente Ramírez, con el violinista señor
González y el siguiente programa:347

- Fantasía del Trovador (op. 97), de Alard y la appasionata (op.85) de


Viauxtemps (a cargo de los pianistas Moreno y Lapuerta).
- El señor Ramirez : Adios a Elsa y salutación del cisne (Wagner)
- Lohengrin, La Donna e móvile (Rigoletto)
- Spirto gentil de La Favorita.

De similares características fue el concierto del año 1910 en el Bretón de los


Herreros, en el que se incluían la soprano señorita Bádenas, el violinista Blanco Recio y
el compositor y pianista alavés señor Guridi.348

En otras ocasiones, las veladas teatrales estaban centradas en la canción, como es


el caso de la actuación en 1896 del tenor Mr. Charles Lamas, acompañado al piano por
el maestro Rodríguez.349

Entrada la época de los cuplés, en los últimos años de la primera década del siglo
XX, se anuncia en la prensa riojana que ya estaba ultimado el espectáculo de que se

345
Diario La Rioja. 08-05-1890.
346
Diario La Rioja. 29-08-1890.
347
Diario La Rioja. 22-10-1896.
348
Diario La Rioja. 17-09-1910.
349
Diario La Rioja. 08-05-1896.

382
disfrutaría en el Bretón de los Herreros en las fiestas de San Bernabé. La empresa había
contratado a la coupletista Luisa Vigné, la que en Madrid, en una fiesta de caridad, rifó
un beso. 350

El cronista Fray Cirilo consideraba muy sensible que no pudiera ofrecérsenos un


espectáculo de más calidad, y por ende más digno de nuestro coliseo. Nosotros tenemos
el deber de recoger del público sus impresiones y, en este caso, tenemos que confesar
que no son nada halagüeñas. La Empresa está en su perfecto derecho contratando para
el teatro que tiene un arrendamiento al artista o artistas que mejor le acomode.
Lamentamos únicamente que no se haga arte, que da dinero, aunque se crea lo
contrario.351

5.3. LA MÚSICA CORAL


El cultivo de la música coral por la clase media y baja, a través de los primeros
orfeones y sociedades corales, ocupa un lugar de relieve en el siglo XIX. No olvidemos
que la consigna de Tolosa era “difundir la enseñanza musical a todas las clases de la
sociedad”, y la de Clavé era difundir el canto entre los obreros, con unos fines
moralizantes. No por ello excluimos a la burguesía como cultivadora del fenómeno.352

El Orfeón Logroñés
Hemos hecho referencia en el capítulo 3 a esta asociación obrera, que fue la masa
coral protagonista del Logroño de entresiglos. Dirigido por Don Luis Barrón (1890) y
por Delfín Gómez Bringas (1903), participó en varios actos, tanto religiosos como
laicos, de la ciudad.

Aunque la mayor parte de sus actuaciones fueron actos laicos, destacan algunos
religiosos como la preparación del Pater Noster compuesto por su director D. Luis
Barrón, con objeto de cantarlo en la parroquia el primer día de pascua en el año 1890.
Igualmente he de señalar que cantó una misa en la iglesia de Palacio en obsequio a su
digno párroco el Doctor Don Domingo Ruiz de Cámara en ostubre de 1894.

350
Diario La Rioja. 03-06-1911.
351
Diario La Rioja. 03-06-1911.
352
CASARES RODICIO, E.: La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1995, pags. 70-71.

383
El resto de sus intervenciones, en los años que nos ocupa este estudio, fueron
formando parte de la vida social y de ocio de los ciudadanos de Logroño.

En el año 1894 tuvo lugar una función en el teatro a beneficio del concertista señor
Navascués, en la que el Orfeón Logroñés tomó parte con alguna de las composiciones
de su repertorio. El programa completo de este acto fue el siguiente: 353

Primera parte
- Sinfonía por la orquesta que dirige el señor Uliverri.
- Concierto característico (1ª vez) Letiel, por el señor Navascués acompañado al
piano por el señor Heredia.
- Monólogo y poesías, por el señor Heredia.
- Monólogo para piano. Rubinstein.
- Tercer tiempo del concierto para piano de Struck por el reputado pianista señor
Cardona.
Segunda parte
- Entreacto por la orquesta.
- Vorrei morire. Beguer, por la señorita Blanca Aragón.
- Vals cromático para piano. Gadard. Por el señor Cardona.
- En la Alhambra (1ª vez). Bretón.
- Variaciones sobre motivos de la óera La Favorita. Donizzetti.
Tercera parte
- Coro de la zarzuela El Capitán fracasa, por varias señoritas de la localidad.354
- Mazurka de concierto para piano, Godard, por la señorita Blanca Aragón.
- Música Prohivita. Danza.
- Mía esposa será mía bandiera. Posti. Por la señorita Amalia Trápaga y
Monroy.
- Fantasía sobre motivos de la ópera Carmen, Bizet, por el señor Navascués.

353
Diario La Rioja. 29-08-1894.
354
Las señoritas que tomaron parte en el coro del Capitán Fracasa fueron Luisa Ortíz de Lanzagorta,
Lola Perez, Matilde García, Joaquina Castellanos, Laureana Ochoa, Enriqueta Herrero, Ascensión Zurita,
Inés Ochoa, Carmen Gil, Josefina Sambeat, Marina Vallés y Antonia Llanos. Diario La Rioja. 30-08-
1894.

384
En otras ocasiones, el Orfeón acompañó a cantantes solistas que visitaron la
ciudad, como la italiana Vittoria Domenici, teniendo lugar una gran gala vocal e
instrumental en el teatro de Logroño. Este acontecimiento ocurrió en el mes de
diciembre de 1894.

Destaca la interpretación, a telón corrido, de La marcha de las ruinas de Atenea,


de Beethoven en el mes de enero de 1895.

En las fiestas de San Mateo, el Orfeón Logroñés fue uno de los protagonistas,
durante los primeros años del siglo XX. Los cronistas de la prensa así lo cuentan:

Empezaron los festejos de San Mateo con una velada en el Espolón que comenzó a las
ocho y media, quemándose fuegos de capricho y elevándose globos de papel. Hubo
concierto y en los intermedios de la música, el orfeón logroñés cantó las siguientes
composiciones: 355

- El himeneo. Vals. Por Carl Macht.


- Fa, la, do. Polka. Por Laurent de Rillé.
- Gran jota aragonesa. Por J. M. Elvira.

El día de San Mateo, a las diez, concierto en el teatro por el Orfeón Logroñés, tomando
parte la tiple logroñesa señorita Julia Santamaría y el potente jotista aragonés Juanito
Pardo. Por la noche y en el sitio de costumbre, se quemará una colección de fuegos
artificiales y en el kiosko ejecutaron composiciones el Orfeón Logroñés y la música del
señor Fabregat, algunas en combinación. 356

El programa de fiestas de San Mateo, aprobado ayer por el Ayuntamiento, difiere muy
poco del de años anteriores, haciéndose en él derroches de músicas, gaitas, fuegos
artificiales e iluminaciones. Entre las principales actividades están los conciertos por
la banda en el Espolón y la actuación del Orfeón logroñés.357

355
Diario La Rioja. 20-09-1901.
356
Diario La Rioja. 21-09-1903.
357
Diario La Rioja. 28-08-1904.

385
Continuó su protagonismo el Orfeón Logroñés, tomando parte de algunos actos
privados, como la fiesta onomástica con amigos celebrada por el director de la Fábrica
de Tabacos don Francisco Sanchez Alba. Por la noche fue obsequiado en su residencia,
conocida por “la huerta del Inglés”, con una serenata por el Orfeón Logroñés y la
rondalla riojana que había alcanzado el primer premio en el certamen de la Fiesta de
la Jota.358

Su participación en las calles de la ciudad también fue importante a veces en


fechas señaladas como carnaval, y otras no señaladas como sus conciertos en el
Espolón. He aquí el programa de uno de ellos359:

- Una noche en Nápoles. Barcarola a voces solas del maestro Veiga.


- Marcha de la ópera Tanhauser, de Wagner, con acompañamiento de la banda.
- Potpourri número 2 de Aires Nacionales. Del maestro Llanos, a voces solas.

En el mes de septiembre del año 1903 se reunieron todos los individuos que
formaban los Coros Clavé con su director artístico, el Orfeón Logroñés y bandas militar
y de paisanos, dirigida por el señor Fabregat, en la plazoleta de la estación de ferrocarril,
de donde recogerían los quince estandartes, cambiando uno de ellos por la bandera del
Orfeón logroñés, y luego, a los acordes de un bonito pasacalles y cantando el Gloria a
España, penetraron en la población dirigiéndose hasta la Casa Consistorial. Se trata de
un ejemplo de las conocidas como orquestas callejeras, formadas por aficionados y cuyo
repertorio de basaba en los cantos populares, así como repertorio culto basado en las
obras que se interpretaban en los teatrosl.

En dos ocasiones participó el Orfeón Logroñés en el teatro Bretón con la


Compañía del señor Miralles:

En diciembre de 1894 las obras interpretadas por la compañía fueron La Dolores y


Zaragüeta. Además tuvo lugar una función de gala vocal e instrumental, dada por la
artista Vittoria Domenici acompañada por el Orfeón Logroñés.

358
Diario La Rioja. 05-10-1902.
359
Diario La Rioja. 23-09-1904.

386
En 1895 actuó en el teatro con el siguiente programa:360

- Sinfonía.
- Preciosa comedia en dos actos y en prosa de don Luis Olona nominada El
preceptro y su mujer, por la señorita Hurtado, señora Larsó y los señores
Catalán, Gómez y Pastor.
- El Orfeón Logroñés, dirigido por don Luis Barrón, cantará a telón corrido La
marcha de las Ruinas de Atenea, de Beethoven.
- Estreno del juguete cómico en un acto y en prosa de Jakson Veyán, titulado La
llave del destino por la señora Bagá, señorita Hurtado y los señores Catalán,
Pastor, Catalán (F.) y Muro.
- Jota de Varela Silvari Mariolina, por el Orfeón.

El Orfeón Obrero
Cuando esta masa coral dio sus primeras serenatas en el año 1904, llevaba muy
poco tiempo (aproximadamente un mes) de preparación. La dirigía don Carlos
Rodríguez y estaba compuesta de cincuenta y cuatro orfeonistas que aprovechaban los
ratos de descanso para dedicarse ello. Llevaban como distintivo una medalla con lazo
rojo y las iniciales O.C.O. (Orfeón del Centro Obrero).

En su primera actuación en Logroño, para las fiestas de San Mateo del año
1904, cantaron Los mineros, La unión social, La habanera hermosa y varias jotas en las
que se distinguieron los jóvenes solistas Agapito Lafuente, Marcelino Muñoz y
Alejandro Blanco. Al día siguiente y dentro de la programación de las fiestas Mateas,
este orfeón dio otro concierto en el Espolón. Una vez más encontramos la calle como un
espcaio de sociabilidad en el que confluyen personajes de las diferentes capas sociales
de la población, siendo en este espacio donde se difuminan las diferencias entre las
personas, aquel al que todo el mundo puede acceder cualquiera que sea su condición, y
en el que forzosamente todos han de coincidir. Durante la Bella época, las masas
corales, al igual que las bandas, se prodigaron en este espacio, donde la cultura se
democratizó totalmente, al ser un espacio “público”.

360
Diario La Rioja. 12-01-1895.

387
En 1906 el Centro Obrero organizó una función en el Teatro Bretón de los
Herreros para celebrar la fiesta del trabajo. En los intermedios de las obras teatrales
cantó el orfeón del centro.

Masa Coral Logroñesa


La primera noticia que tenemos de la idea de formar una masa coral de estudiantes
fue en el mes de marzo de 1906, cuando la prensa anuncia que a varios jóvenes
estudiantes de la capital les había sido concedida por el gobernador civil la
correspondiente autorización para celebrar una reunión en la planta baja de la casa
número 5 de la calle Duquesa de la Victoria, a fin de formar un orfeón que ayudase a
cantar la misa que se celebraría en honor a San Bernabé y contribuir al esplendor de los
actos a los que sean llamados por el Ayuntamiento. Un joven amateur les había regalado
17 obras, 5 religiosas y 12 profanas, de autores como Beethoven, Eslava, Clavé, Chapí,
etc.361

El 13 de marzo de 1906 se reunió un grupo de estudiantes en el salón de “El 5 de


octubre” para nombrar la Junta Directiva que había de regir los destinos de esta masa
coral.362 El propietario del local de la citada asociación les cedió completamente gratis
este espacio para que pudiera constituirse en sociedad la Masa Coral Logroñesa,
mostrándose los estudiantes muy agradecidos y pensando también aprovechar el teatrito
que allí se hallaba, para dar algunas funciones363. Sin embargo, el domicilio de esta
masa coral estaba ubicado en la calle Marqués de San Nicolás.

Esta agrupación tuvo mucha actividad durante el año de su creación, realizando


certámenes literario-musicales, interpretando obras lírico-dramáticas, así como
conciertos. Sin embargo, a partir del mes de noviembre de 1906, nada más se supo de
ella. No obstante, durante sus meses de vida, sus actuaciones fueron variadas y
considero importante enumerarlas.

Su inauguración oficial tuvo lugar el 14 de abril del año 1906, abriendo por
primera vez los salones de su Círculo, pero sin discurso de apertura por el presidente.

361
Diario La Rioja. 11-03-1906.
362
Diario La Rioja. 13-03-1906.
363
Diario La Rioja. 22-03-1906.

388
Los jóvenes estudiantes que formaban la Masa Coral, prepararon una fiesta teatral,
musical y vocal que celebraron el día de Pascua y Resurrección en su domicilio de la
calle Marqués de San Nicolás. El acto fue amenizado por un sin fin de chicas que
acudieron a premiar con aplausos a los simpáticos escolares, llenando los elegantes
salones de la Sociedad. El programa fue el siguiente364:
- Sinfonía por la rondalla de la Sociedad
- Juguete cómico en un acto y en prosa, original de Flores Rubio, titulado Las
cartas de leona
- Alborada gallega, ejecutada por el orfeón
- De potencia a potencia, comedia en un acto y verso, de Rogriguez Rubí
- Intermedio por la rondalla
- Sólo hombres, juguete cómico en un acto
El acto fue muy bien recibido por la sociedad en un momento en que se echaban
de menos el arte y el recreo, como dejó constancia Fray Cirilo: Si su entusiasmo no
decae, vamos a tener en Logroño un elemento de arte y recreo, de lo que andamos bien
necesitados.365

A partir de entonces y durante los meses siguientes, esta sociedad realizó


diferentes actividades relacionadas con la música, como el certamen literario-musical en
el mes de junio de 1906 celebrando las fiestas de San Bernabé, para el cual presentaron
una instancia al Ayuntamiento pidiendo apoyo para su realización.366

El director de esta masa coral, escribió un drama y un sainete, que se estrenaron en


mayo de 1906 en el teatro, interpretado por la Masa Coral y cantando el Orfeón en
dicho acto.

La Masa Coral logroñesa colaboró con la Rondalla Logroñesa en algunas


actividades musicales, como el beneficio en el teatro Bretón el 26 de mayo de 1906,
poniendo en escena su cuadro artístico La hermana de la Cruz roja, drama en verso del
aplaudido autor local señor Sáenz Balmaceda, y Tenor, cesante y gallego, siendo las dos

364
Diario La Rioja. 14-04-1906.
365
Diario La Rioja. 10-04-1906.
366
Diario La Rioja. 01-05-1906.

389
obras estrenos. El popular “Minutos” se encargó de las jotas, y se recabó el que también
preste su valioso apoyo la brillante banda de Bailén.367

Además, en la prensa riojana se informael 5 de mayo de 1906, que la Rondalla


Logroñesa estaba de enhorabuena. Entre las muchas rondallas que habían solicitado ir a
Madrid para las próximas fiestas, sólo tres merecieron el honor de ser admitidas,
encontrándose entre ellas la de aquí.

Fueron también frecuentes los actos benéficos preparados por est Masa Coral. En
el mes de junio preparó una función en el teatro Bretón de los Herreros a beneficio de
las arcas de dicha entidad.368 En noviembre del mismo año organizó una función a
beneficio de los señores Vega y Noval, en la que también participó la Banda de Bailén.
El señor Vega, que se hallaba ciego y por eso concentraba todos sus sentimientos en la
ejecución cuando tocaba el clarinete, en el que ya era una especialidad antes de perder
la vista en Cuba, y el señor Noval, que iba alcanzando reputación de prodigiosos brujo,
hicieron cuanto pudieron por agradar al público.369

El Orfeón Militar

Dirigido por don Manuel del Río, capitán de ingenieros, y compuesto de 43


individuos de los distintos cuerpos, sólo tenemos noticia de dos conciertos suyos a lo
largo de estos años. En ambos actúa este Orfeón junto con la Banda del Regimiento de
Bailén, ya que se trataba de dos agrupaciones formadas por miembros militares.¿?

El primer concierto fue en el Espolón, junto con la Banda del Regimiento de


Bailén: la jura de bandera, una barcarola, el coro de Bohemies, un vals y la jota. La
prensa riojana describe con elogios a los protagonistas de este orfeón: 370

Entre las partes hay dos: Ramón Escudé (tenor) y Eugenio Segura (bajo),
catalanes ambos, que son unas verdaderas notabilidades. Escudé y Segura son dos
chicos muy simpáticos, modestos y sencillos: llevan dentro de sí almas de artistas,

367
Diario La Rioja. 15-05-1906.
368
Diario La Rioja. 23-06-1906.
369
Diario La Rioja. 07-11- 1906.
370
Diario La Rioja. 30-03-1906.

390
cantan con sentimiento, atacan con valentía; llegarían sin duda a ser gran cosa en el
arte, si se les prestase apoyo.

Lanzamos una modesta idea que ofrecemos al señor gobernador militar,


guiándonos tan solo del placer de procurar que dos glorias de España no permanezcan
ocultas en el mundo del arte. Del señor Salcedo esperamos confiadamente. Hoy Escudé
y Segura Severn a la Patria en el Ejército; quizá mañana de un modo real y fehaciente
la sirvan también conquistando fama y gloria para ella.

Un aplauso tan sincero como merecido para el capitán de ingenieros don


Manuel del Río, alma y vida del orfeón, distinguido compositor y entusiasta amateur, a
cuyos esfuerzos se debe que hayamos conocido a esos dos españoles, hermanos
nuestros, que dentro de su alma de niños llevan algo de los Gayarre y Uetam.

Del resto del orfeón solo diremos que se cumplieron muy bien y allá van los
nombres de los muchachos:

Sebastian Dalmau, Alfonso Bascaré, Francisco Junoy, José Salves, José Remola,
Remigio Rigol, Antonio Casp, Modesto Roca, Eugenio Segura (bajo), Jaime Ballcolls,
Vicente Rico, José Guimerá, Emilio Roca, Benito Roca, Juan Rosés, Lois Font, Enrique
Ginestó, José Agustí, Ramón Galofré, Manuel Feliu, Jesús López, Juan Pascual
(barítono), Ramón Morales, Miguel soler, Jacinto Dabán, Tomás Martínez, Juan
Pregones, Ignacio Plá, Ramón Escudé (tenor), José Fabregat, José Carreras, Vicente
Vallés, Justo Lacau (director), Eusebio Eloy, Simón Ortíz, Silvano Recalde, Galo
Huguet, Vidal Hongó, Manuel Pérez, Maximiliano Echarte, Constantino Fernández,
Adrian Estévez, Aniceto Lluerni, José Marqueta, Roque López, Luis Lizaso, Manuel
Jimeno.

Unos meses más tarde, para las fiestas de San Mateo, la Banda de Bailén unida de
nuevo al Orfeón Militar dió un concierto en el kiosko del paseo.

Orfeón Infantil del Centro Artístico


Este orfeón se formó en el Centro Artístico, asociación y sociedad filarmónica a la
que nos hemos referido en el capítulo anterior de este trabajo.

391
El Orfeón Infantil participó en diferentes actos a partir de su formación en 1910.
Para las fiestas de San Bernabé hubo un lunch en el Ayuntamiento y misa a toda
orquesta, en donde se incluiría la actuación del orfeón infantil del Centro Artístico.371

Tenemos constancia de que la mayor parte de sus actuaciones tuvieron lugar en las
veladas del propio Centro Artístico. En una de ellas este orfeón dio a conocer el
delicadísimo poema musical Así cantan los niños, del compositor y pianista alavés
señor Guridi.372

Orfeón del Seminario Conciliar.


En 1902 los alumnos del Seminario Conciliar de la ciudad hicieron mayores
preparativos que otros años para honrar a su excelso patrono el angélico doctor Santo
Tomás de Aquino, pues además de la solemne Misa de Eslava en mi bemol a cuatro
voces y orquesta, que fue ejecutada por el Orfeón del Seminario, bajo la dirección del
inteligente organista don Gaspar Hernández, tuvo lugar una velada literario-musical
cuyo programa fue el siguiente:373

PRIMERA PARTE
- Confetti. Pasodoble. F. L.
- Discurso inaugural por el profesor de este Seminario doctor don Jesús
Andrés de Villar
- Coro alemán de J. Krucken cantado por el Orfeón del Seminario
- Poesía A las ruinas de convento por don Rogelio Ruiz y Ruiz
- Dissertatio latina a don Rocho Hernani
- Patria. Polka
- Poesía Thomas Lux Mundi, por don Manuel Gonzalez

SEGUNDA PARTE
- Orfeón, Glorias de España
- Discurso en castellano sobre la libertad, por don Frutos Ruiz

371
Diario La Rioja. 11-06-1910.
372
Diario La Rioja. 22-09-1906.
373
Diario La Rioja. 07-03-1902.

392
- Poesía La ciencia vana del siglo XX. Sátira por don Juan Cándido Romeo y
Gil
- Sensitiva. Mazurca
- Poesía ¡¡Venciste Tomas!!, por don Felix García
- Orfeón ¡¡¡Navarra!!! Jota, a voces solas, por A. Brull

Orfeón de la Juventud Republicana


A pesar de no haber encontrado noticias musicales de esta agrupación, sabemos de
su existencia por la noticia que aparece en la prensa en el año 1905. En la Juventud
Republicana, el presidente, C. Martínez Parra, convocó a cuantos individuos formaban
parte del orfeón, asistieran a la reunión que se celebró para tratar asuntos importantes
relacionados con el mismo.374

Propuesta de creación de un Orfeón Municipal.


El señor Aizcorbe, profesor de instrumentos de metal y viento madera en la
escuela Municipal de Música que dirigía Hipólito Rodríguez desde 1903, propone en el
mes de marzo de 1907, la creación de un Orfeón, comenzando por enseñar el solfeo
gratis a cuantos solicitaran ingresos en la nueva masa coral. Este primer paso puede
facilitarle grandemente el camino para la organización debida. Estudien, pues, con
afán, los que se acojan a la obra del señor Aizcorbe, a ver si andando el tiempo
podemos con algo que represente arte, nacido al calor de aficiones delicadas, de que
tan huérfanos estamos a la hora presente.375 Sin embargo, no tenemos constancia de
que la creación de este Orfeón Municipal se llevra a cabo.

Orfeones de otras ciudades en Logroño.


Hay que mencionar también la visita a Logroño las masas corales de otras
localidades cercanas. Generalmente se traían estos orfeones de ciudades cercanas para
amenizar las fiestas de San Mateo.

374
Diario La Rioja. 10-01-1905.
375
Revista Rioja Ilustrada. 11-03-1907.

393
En el mes de abril de 1896 debutó en el Teatro Bretón de los Herreros el Orfeón
de Haro, dirigido por Don Delfín Gómez, catedrático del colegio de segunda
enseñanza, con el siguiente programa:376

- El Himeneo
- Alborada gallega
- La Aurora
- Retreta y rataplán
- Jota

En ese mismo año, para las fiestas mateas, nos visitó el Orfeón Burgalés, con el
siguiente programa:377
- La canción de abril del señor Rillé
- Mar adentro de Brull
- En el bosque de Quren

Un año más tarde y también durante las fiestas de San Mateo, la Rondalla
Aragonesa y el Orfeón Zaragozano dieron espontáneamente la noche del 22 de
septiembre un concierto en el kiosko del Espolón que resultó brillantísimo, teniendo
necesidad de repetir varios números en vista de las aclamaciones de la numerosa
multitud, que con un silencio sepulcral escuchaba las obras interpretadas por la
Rondalla y Orfeón. Dámosles nuestro sincero aplauso y nos despedimos hasta dentro
de un año.378

Tuvieron que pasar ocho años para que visitara Logroño otra agrupación coral.
Esta vez fue el Orfeón Estellés, que dio un concierto en el teatro Bretón, con el notable
pianista navarro don Joaquín Zubiría y la orquesta que dirigía el señor Fabregat (banda
de Santa Cecilia). Por la noche, velada con iluminación general del paseo del Espolón y
concierto por el Orfeón Estellés, música local y dulzainas. 379

376
Diario La Rioja. 12-04-1896.
377
Diario La Rioja. 22-09-1896.
378
Revista El Diluvio. 26-09-1897.
379
Diario La Rioja. 22-09-1903.

394
Sin embargo, la visita que más impacto tuvo en la ciudad en lo que a asociaciones
corales se refiere, fue la de la Federación de los Coros Clavé de Barcelona en el mes de
septiembre de 1903, teniendo entonces como director artístico don Gabriel Anfruns y
barítono solista don Carlos Barceló.

Fue un acontecimiento muy importante para la capital riojana, siendo muy


comentada la noticia en prensa durante los días previos y posteriores. Se trataba de una
asociación que contaba entonces con unas cuarenta sociedades, de las cuales visitaron
Logroño la mitad, formando una masa coral de unos trescientos coristas. Anselmo
Clavé había sido quien había iniciado la constitución de las sociedades corales, con gran
esfuerzo e inagotable constancia. Así fue recibida esta asociación en Logroño con gran
aprecio por su valor.

A su llegada por la mañana, se reunieron todos los individuos que formaban los
Coros Clavé con su director artístico, el Orfeón Logroñés y bandas militar y de
paisanos, dirigida por el señor Fabregat, en la plazoleta de la estación de ferrocarril, de
donde recogieron los quince estandartes que colocarían en los lugares más significativos
de la ciudad (Ayuntamiento, Círculo Logroñés, La Fraternidad y las casas de los
personajes ilustres de la ciudad: Saturnino Ulargui, señor Maguregui, , señor Garrigosa,
don Pedro Nolasco González y otros), cambiando uno de ellos por la bandera del
Orfeón logroñés. Luego, a los acordes de un bonito pasacalles y cantando el Gloria a
España, penetraron en la población dirigiéndose hasta la Casa Consistorial.

Esta agrupación dio un festival destinando las utilidades a las víctimas de


Montalvo e instituciones benéficas de Logroño. Dicho festival se celebró a las cuatro de
la tarde en la plaza de toros, en cuyo centro se había colocado un tablado especie de
tribuna para la Banda Militar de Bailén (dirigida entonces por el señor Cirilo Tamayo) y
los coristas (bajo la dirección del señor Anfruns). Dicha tribuna estaba adornada con
guirnaldas y colocada frente al palco de la presidencia que ocupaban el alcalde interino
don Pedro Nolasso González y algunos concejales. Se presentaron entonces todos los
coros federados en la plaza y se celebró el concierto, que resultó todo lo bien que podía
resultar. El programa del concierto fue el siguiente:380

380
Diario La Rioja. 06-09-1903.

395
PRIMERA PARTE
1º- Gloria a España. (Coros y banda) – Clavé
2º- Marcha de Tanhauser. (Banda)- Wagner.
3º - Los pescadores. Barcarola a voces solas- Clavé.
4º- Bailables de Gioconda. (Banda)- Puccini.
5º- Flors de Meig. (Voces solas) – Clavé
6º- Las galas del Cinca. Jota. (Coros y banda) – Clavé.

SEGUNDA PARTE
1º - Pollioca. Fantasía, (Banda) – Loncavallo.
2º - Arre Moren. (Idilio a voces solas) – Ventura.
3º - Himno Transvaalench. (Coros y banda) – Wan Raás.
4º - Poutpurri de varias zarzuelas. (Banda) – Marqués.
5º - La maquinista. Polka coreada – Clavé.

Algunos de los números más destacados del concierto fueron el Gloria a España,
en la que lució su bonita y potente voz el bajo barcelonés don Carlos Barceló, tipógrafo
de la casa Montaner y Simón. Igualmente destacada fue la interpretación de La
Maquinista, destacando la entrada de obreros en los talleres y el choque de los martillos
sobre los yunques.

Después del festival se dirigieron las masas corales al Orfeón Logroñés, donde
obsequiaron con dos bustos de Clavé a la sociedad y a su director entonces don Delfín
Gómez bringas. Éste dirigio la palabra a los logroñeses para aconsejarles constancia en
su asistencia y mucha aplicación en los ensayos para poder llegar a alcanzar un puesto
entre los principales orfeones de España. La formación de los Coros Clavé en Barcelona
había sido un trabajo muy provechoso y se recomendaba que se siguiera en otras
ciudades como Logroño. Este acto supuso la federación del orfeón Logroñés con los
Coros Clavé, nombrando además socios honorarios del Orfeón Logroñés al obrero autor
de los bustos obsequiados, como a cada uno de los delegados de las respectivas
sociedades catalanas y valenciana.

396
En este acto benéfico tuvo gran concurrencia, ya que con reducidos precios
obtuvo una una recaudación de más de 2800 pesetas, de las cuales 1800 fueron para los
gastos de tren y hospedaje de los coristas.

Los conciertos benéficos que tan de moda están en la actualidad, tuvieron su


orígen en los siglos pasados, con la misma función social que tienen hoy en día. Gracias
a las importantes aportaciones económicas de la sociedad, se pudieron destinar los
beneficios a causas humanitarias, que atendían a las necesidades del momento.

5.4. LA MÚSICA DE CÁMARA


Este género musical fue prácticamente desconocido es España y no despertó
interés en el público, ni si quiera en los propios compositores españoles hasta bien
avanzado el siglo XIX.

La prensa musical española de finales de los sesenta recoge las lamentaciones de


ciertos filarmónicos que denuncian la preponderancia de la ópera y la música de baile en
las reuniones de sociedad tanto como en los teatros, en detrimento del género instrumental
de los grandes compositores alemanes.

Fue Jesús de Monasterio quien le dio gran difusión, al formar en Madrid la


Sociedad de Cuartetos en 1863, consiguiendo que la música de cámara tuviera una
selecta minoría de aficionados, lo que nos muestra a su vez el carácter elitista de esta
sociedad. Su propósito era dar a conocer al público madrileño las mejores obras
europeas del género camerístico, del pasado y del momento. Sólo a finales de siglo y en
la transición al siglo XX, las composiciones camerísticas españolas toman nuevos bríos
al encauzarse dentro de las aspiraciones del nacionalismo musical.381

En Logroño, la única sociedad con fines camerísticos (y a la vez sinfónicos) fue el


Centro Artístico, creado en 1906. Esta sociedad fue, con gran diferencia, la que
consiguió, en la medida de sus posibilidades, difundir en la ciudad de Logroño, las
mejores obras instrumentales europeas de momento.

381
DE MOYA MARTÍNEZ, Mª del V.: La música madrileña del siglo XIX vista por ella misma. (1886-
1900), Madrid, Ediciones Alfar, 2014, pag. 160.

397
De los años previos a la creación del Centro Artístico, únicamente tenemos
constancia de que en el mes de mayo de 1886, se dieron una serie de Conciertos por la
Sociedad de Sextetos de Madrid, dirigidos por el Sr. Arche, con poca acogida por parte
del público. La posible causa es que el público riojano no tenía por aquél entonces aún
interés por este tipo de interpretaciones, al que no estaba acostumbrado. Tuvieron que
pasar unos años para que la sociedad riojana fuese capaz de apreciar este tipo de
espectáculos.

Durante los años siguientes, la música de cámara fue protagonista de los cafés y
salones de Logroño, junto con el piano y la canción. Encontramos agrupaciones de
cámara formadas por músicos riojanos que realizaron numerosas interpretaciones estos
espacios de la capital riojana, como el Sexteto de Don Dimas Varea, el Cuarteto del
señor Calleja, el cuarteto El Turia o el Sexteto de Don Juan Lacall. Con ello, estas
agrupaciones también colaboraron en el aumento de la afición de la sociedad logroñesa
por la música de cámara. Fueron agrupaciones en muchas ocasiones de la propia ciudad
y en otras, de otras ciudades españolas que, estando de paso por la nuestra, actuaban un
día o se quedaban una temporada, como veremos a continuación.

La música de cámara en los salones


Los salones españoles tienen en general un talante cortesano y aristocrático, hecho
que los emparenta más con los franceses que con los germanos y centroeuropeos.
Citando a Celsa Alonso Celsa Alonso382, quien ha estudiado a fondo este mundo, este
condicionante marcará las producciones que a él van destinadas y es una de las
razones que explican la diferencia entre la música de salón (más típica de los países
latinos) y la denominada música di cámera. Lo cortesano y lo aristocrático van unidos
a una mayor presencia del elemento dramático, lo cual, a la larga, acabará
dificultando el desarrollo de una música de cámara totalmente independiente.

En efecto, el protagonismo del piano en los salones fue indiscutible, pero también
quedó espacio en ellos para algunas interpretaciones de agrupaciones de cámara. En los
salones de los Círculos de La Amistad, La Fraternidad y Logroñés, lo más frecuente
fueron los bailes, que en muchas ocasiones eran amenizados por agrupaciones de

382
ALONSO GONZÁLEZ, C.: “Los salones: un espacio musical para la España del XIX”. Anuario
musical, nº 48, pags. 165-166.

398
cámara de Logroño. Además, hubo algunos conciertos independientes por pequeñas
agrupaciones formadas por aficionados o profesores de la ciudad, que se agrupaban para
amenizar las veladas de estos círculos de recreo en los que la música tenía siempre
presencia.

En los salones del Círculo de la Amistad se celebraron diferentes conciertos por


pequeñas agrupaciones instrumentales, como el concierto de acordeón y guitarra por los
señores Cuevas y Calleja en el mes de marzo de 1889, el concierto de guitarra por
Rafael Torts en junio de 1891, el concierto por el cuarteto El Turia –que había
protagonizado una velada en el café Suizo- en septiembre de 1892, el concierto del
señor Zamora acompañado por dos profesores de guitarra en mayo de 1894, la
interpretación de los artistas calahorranos en noviembre de 1894 y sesiones de baile con
el sexteto de don Juan Vallés durante los meses de marzo, agosto y noviembre del año
1903.

En los salones del Círculo de la Fraternidad se celebraron diferentes conciertos


por agrupaciones de cámara, algunas de ellas con nombre reconocido en la ciudad y
otras por pequeños grupos menos conocidos de los que ni siquiera se indicaba el
nombre. Así tenemos el concierto del señor Zamora acompañado por dos profesores de
guitarra en mayo de 1894, concierto de bandurria, guitarra, acordeón y piano en febrero
de 1895 y otros de instrumentistas solistas, como el concierto de oboe por el señor
Navascues en mayo de 1894, concierto a cargo del guitarrista Don Agustín Rebel en
diciembre de 1895, el concierto de bandurria a cargo de la riojana Mis Zaida
acompañada del guitarrista señor Asensio en agosto de 1896 y el concierto de guitarra
por el señor Camacho, que accidentalmente se hallaba en Logroño en septiembre de
1899. En la prensa se indica que este concierto estaba destinado exclusivamente a los
socios y señoras que los acompañen, siendo imposible en esa ocasión recibir a las
personas extrañas al círculo por no disponer de parte del mobiliario, que se hallaba en
reparación. Programa383:
Primera parte
- Celestial, mazurka, acompañada con otra guitarra con el profesor don
Felipe Calleja. Camacho.

383
Diario La Rioja. 02-09-1899.

399
- Melodía. Gounod
- “Spirto genti”, de La Favorita. Donizzetti

Segunda parte
- Tuya, mazurka. Penella
- Pavana. Lucens
- Tango en re. Camacho

Tercera parte
- Panaderos. Camacho
- Jota aragonesa. Camacho

Más importancia se le dio a la visita del quinteto que dirigía Mr. Louis Borrel,
compuesto por dos violines, saxofón, flauta y contrabajo, acompañado del maestro
Serrano en el salón principal del Círculo. Dicha corporación venía precedida de
merecido renombre durante su larga estancia en Santander y Bilbao. Programa: 384

PRIMERA PARTE
- Aguila. Pasodoble. Wagner
- Afrodita. Gran fantasía. Fillipucci
- El carnaval de Venecia. Variaciones de saxofón por el solista Louis Borrel.
Meyerbeer
- Poeta y aldeano. Sinfonía. Suppé.
SEGUNDA PARTE
- Thais. Solo de violín. Meditación por madame Louis Benoit. Massenet
- La traviata. Fantasía. Verdi
- Marina. Mosaico. Arrieta
- Cavallería rusticana. Intermezzo. Mascagni
- La Giralda. Pasodoble. Juarranz

384
Diario La Rioja. 22-05-1902.

400
Además, en los salones de éste círculo tuvieron lugar algunas veladas que incluían
diferentes agrupaciones musicales y por ello he considerado importante incluirlas en
este apartado:

- Velada concierto a cargo del tenor riojano señor Ramírez, pianista señor
Lapuerta y violinista señor Infante en el mes de octubre de 1896.

- Concierto musical. Programa: 385


 La campana milagrosa. Preludio, por el sexteto. Marqués.
 Polonesa de Chopín. Por la señorita Algueró.
 El despertar del león. Por la señorita Algueró. Kontski
 Marcha de Aída, por el sexteto. Verdi.
 Fantasía de la ópera El barbero de Sevilla. Rossini.
 Tercer concierto sólo para violín, por el señor Fabre. Beriot.
 Tarantela por la señorita Algueró. Gottachaik.
 Fantasía de la zarzuela Pan y toros, por el sexteto. Barbieri.
 El anillo de hierro. Romanza. Marqués.

- Velada convite para conocer al señor Valenti: 386


 El señor Álvarez ejecutó algunos números a la ocarina.
 El señor Bombín cantó unas preciosas malagueñas.
 Los números fueron acompañados al piano por D. Dimas Varea.

No podemos olvidar las veladas que se celebraron en el Círculo Logroñés, que a


pesar de ser un círculo más aristocrático en el que predominaron los bailes de
invitación, tuvieron espacio algunas actuaciones camerísticas.

En el mes de noviembre de 1902 se planteó el proyecto de “dar un asalto al


Casino” puestos de acuerdo con las señoritas que habitualmente concurrían a las fiestas
que allí se celebraban, para dar una sorpresa al anochecer. El objeto era facilitar ocasión
para que las familias que no tenían medios de oír a los notables guitarristas señores

385
Diario La Rioja. 29-05-1902.
386
Diario La Rioja. 14-03-1891.

401
Soria, pudieran realizar su deseo en el salón del Círculo Logroñés, dando unas cuantas
vueltas de vals para la terminación de fiesta. Dos años más tarde, en 1904, se celebró
una matinée en la que intervinieron los notables guitarristas señores Soria. El programa
fue el siguiente:387

- Canzoneta. Op. 12. Mendelshon.


- Pizzicato de Sylvia. Leo Delibes.
- Bailables de Gioconda. Ponchielli.
- Tema y variaciones del Gran Septimino. Beethoven.
- Gran marcha. Wagner.

En su visita a Logroño como centro de difusión musical, también se organizaron


veladas con música popular, como es la jota. Así sucedió en el mes de febrero de 1908
con la visita de la Tuna Zaragozana que celebró un concierto en el Círculo Logroñés.
Las coplas de este hermoso canto fueron lanzadas con gran éxito en el Casino por el
baturro Cecilio Navarro.

Sin embargo, fueron los salones del Centro Artístico de Logroño los
protagonistas de verdaderas veladas de música de cámara. El gran valor de esta sociedad
recreativa e instructiva residió en conseguir acercar a los ciudadanos logroñeses algunas
de las mejores orquestas de cámara y sinfónicas que triunfaban en Europa en aquella
época, como el Cuarteto Francés de la Corte, el Doble Quinteto, formado por solistas de
la Sociedad Lamoreux y Orquesta de la Gran Ópera de París, el Cuarteto Vela de
Madrid y el Cuarteto Rosé de Viena. La creación de esta sociedad supuso un gran
avance en la cultura musical de Logroño.

A los dos años de su formación, se creó una comisión, deseosa de ofrecer a los
ciudadanos de Logroño la presencia de las mejores agrupaciones musicales del
momento, que para ello mantuvo sus relaciones con otras grandes agrupaciones
instrumentales.

387
Diario La Rioja. 04-12-1904.

402
En mayo 1908 los contactos de la Comisión de Conciertos del Centro Artístico
empezaron a dar sus frutos. Llegó a Logroño, de la mano del Centro Artístico, el célebre
Cuarteto francés de la Corte, con objeto de dar un concierto, que constituiría un
acontecimiento. Dicho concierto se dio el día 7 de junio en el teatro, comprendiendo así
a Logroño entre las cinco capitales de provincia que recorrieron tan aplaudidos músicos.
El cuarteto francés estaba formado por los profesores don Julio Francés, don Odón
González, don Conrado del Campo y don Luis Villa (violines, viola y violoncello)
siendo el programa el siguiente388:

PRIMERA PARTE
Cuarteto en sol (op. 27) Grieg.
Andante – Allegro agitato.
Romanza
Intermezzo
Andante. Presto al Saltarello.

SEGUNDA PARTE
Minueto. Schubert
Allegreto del tercer cuarteto. Sachumann.
Variaciones del Cuarteto Imperial. Haydn.
Final del primer cuarteto. Chapí.

TERCERA PARTE
Cuarteto en do mayor (número 9) (op. 59). Beethovenn.
Lento – Allegro con brío.
Andantino.
Minuetto fuga (Final)

La visita de este cuarteto a Logroño fue todo un acontecimiento. En la prensa se


trató este tema en numerosas ocasiones durante aquella temporada, siendo muy esperada
su llegada a Logroño, que cumplió los éxitos esperados por los aficionados musicales de
la ciudad.389 Así lo comentaba el cronista de la revista Rioja Ilustrada:

388
Diario La Rioja. 25-05-1908. 28-05-1908
389
Diario La Rioja. 03-06-1908. 04-06-1908. 05-06-1908.

403
A medida que el tiempo pasa, la labor que el Centro Artístico está llamado a
realizar va cumpliéndose ordenadamente. Dio primero señales de vida con una fiesta
literaria. Se dieron varias veladas teatrales y una fiesta de caridad el día de Reyes.
Vino después la labor educativa, de extensión universitaria. Ahora comienza lo que
podríamos llamar “era musical”, y el primer intento ha producido buenos resultados,
dejando satisfechos a cuantos socios del Centro acudieron al teatro para escuchar al
aplaudido y celebrado Cuarteto Francés. 390

En el mes de agosto del mismo año, la Filarmónica del Centro Artístico contrató al
notabilísimo Doble Quinteto, formado por las partes principales o solistas de la
Sociedad Lamoreux y Orquesta de la Gran Ópera de París.

Para dar idea de la importancia de los artistas que componían el notable conjunto,
cito los nombres de los miembros de esta agrupación:

Mr. Pierre Sechiari, primer violón solo de los conciertos Lamoreux; Mr. Marcel
Houdret, segundo violín primero de los concietos Lamoreux; Mr. Maurice Vieux, viola
de la ópera y de Lamoreux; Mr. Jules Marneff, violoncello solo de los conciertos
Lamoreux; Mr. Paul Leduc, contrabajo solo de los c. Lamoreux; Mr. Adolphe Henne,
flauta solo de la ópera y de los c. Lamoreux; Mr. Louis Bas, oboe solo de la ópera; Mr.
Henry Lefebvre, clarinete solo de la ópera; Mr. Fernand Reine, trompa solo de la ópera
y c. Lamoreux; Mr. Ernest Vicentini, fagot solo de la ópera y c. Lamoreux y Mr.
Georges de Lansuay, concertista de piano.

El Doble Quinteto daría cuatro únicos conciertos en España: Oviedo, Valladolid,


Logroño y Zaragoza. El de Logroño tendría lugar en el mes de octubre.

A este concierto sólo podrían asistir los socios del Centro Artístico, que además
de su billete personal se les facilitaría otro para la señora o señorita que acompañen, y
cuyo nombre iría escrito en la misma tarjeta del socio. Los asociados a otras

390
Revista Rioja Ilustrada. 08-06-1908.

404
Filarmónicas de España tendrán derecho a la entrada, previa la justificación de que
forman parte de la de Madrid o capitales de provincia.

En octubre de 1908 tuvo lugar el Concierto del Doble Quinteto, preparado por la
Filarmónica del centro Artístico, con el siguiente programa391:

PRIMERA PARTE
Shimphonte de Chambre, Wolf, Ferrari, doble quinteto y piano.
Septuor. Fritz Steinbach, para piano, viola, violoncello, oboe, clarinete y
trompeta.

SEGUNDA PARTE
Concerto de Brandemburg, J.S. Bach. Piano, flauta, dos violines, trompa,
violoncello y contrabajo.
Deux aubades, Lalo, para el doble quinteto.

TERCERA PARTE.
Septour, Beethoven. Violín, violoncello, contrabajo, clarinete, trompa y fagot.

Se denominaba Doble Quinteto porque lo formaba uno de cuerda (es decir,


cuarteto ordinario más el contrabajo) y uno de viento (flauta, oboe, clarinete, trompa y
fagot). Además tenía piano, lo cual construía una verdadera orquesta y contaba con
elementos para disponer de todas las composiciones que cabían en la música de
cámara.392

De estas visitas de intérpretes extranjeros, la sociedad riojana se sirvió no sólo


para disfrute y ocio, sino que a nivel instructivo supuso incluso aprender normas de
comportamiento, como indica la prensa:393

Durante la audición se ruega el silencio completo, y yo agregaría a la nota


apuntada que figura en los carnets-programas que se repartirán esta tarde en la

391
Diario La Rioja. 15-09-1908.
392
Diario La Rioja. 29-09-1908.
393
Diario La Rioja. 13-09-1908.

405
elegante Sociedad, una recomendación: la de que se abstengan los oyentes de entrar y
salir a la sala donde se verifique el concierto, durante la ejecución de las obras.
Es una excelente costumbre que aquí empezó a practicarse en el concierto que dio el
Cuarteto Francés.

El Centro Artístico continuó con entusiasmo su labor de mejorar la cultura de los


ciudadanos de Logroño que se propuso en su creación. A la serie de conciertos citados,
hay que añadir los más que tuvieron lugar en las tardes del 29 y 30 de noviembre de
1909 en el teatro Bretón de los Herreros. Ambas fiestas musicales estuvieron a cargo del
notable cuarteto Vela de Madrid, contratado a este efecto por el Centro. Sus socios
dispondrían de localidad gratuita y de una buena rebaja si tuviesen necesidad de adquirir
alguna más que las que le correspondan por derecho propio.394

El notable cuarteto de cuerda que dirige don Telmo Vela y que comparte en
España con el cuarteto Francés la difusión de la música de salón, tan prodigada en el
extranjero, se oyó en el escenario de Bretón de los Herreros.

Los señores Vela (primer violín), Cano (segundo), don Enrique Alcoba (viola) y
don Armando Ereña (violoncello), formaban el grupo artístico que iba recorriendo con
éxito los públicos de las Filarmónicas de León, Oviedo, Gijón, Salamanca y Bilbao.

El 24 de enero de 1911 se celebró en el Bretón de los Herreros, un concierto


patrocinado por el Centro Artístico a cargo del cuarteto Rosé, de Viena, reputado como
el mejor de Europa. Constituían el cuarteto los profesores Mr. Arnold Rosé (primer
violinista), Mr. Paul Fischer (violín segundo), Mr. Anión Ruzistke (viola) y Mr.
Frederich Baxbaum (violoncello). La butaca para este magnífico concierto costaba 250
pesetas, y cada socio del Centro podrá disponer de una de aquellas localidades
gratuitamente. El programa fue el siguiente:395

1º. Cuarteto en mi bemol mayor, op. 44, nº3. Mendelssohn.


2º. Cuarteto en re mayor, op. 18, nº3. Beethovenn.
3º. Cuarteto en do menor, op. 51, nº1. Brahms.

394
Diario La Rioja. 05-11-1909.
395
Diario La Rioja. 17-01-1911.

406
En la prensa se explican las tres obras del concierto a fin de que los lectores
pudieran seguir con interés los detalles del concierto que ejecutaría el Cuarteto Rosé de
Viena.

En febrero de 1911 tendría lugar un concierto organizado por el Centro Artístico


en el Bretón de los Herreros, a cargo de los jóvenes artistas Perelló y Vives.

Perelló y Vives, violinista y pianista respectivamente, eran dos jóvenes artistas


que poseían la perfecta y difícil dicción del ejecutante. Fue el maestro Albéniz quien
oyó tocar el violín a Perelló y reconociendo sus dotes artísticas, lo puso en manos del
violinista Crickboom. Después de tres años siendo discípulo predilecto de Crickboom,
tocó en una serie de sesiones en la Sociedad Filarmónica de Madrid, dio una serie de
sesiones en el teatro Principal de Barcelona y en Palma de Mallorca y con el pianista
Granados, dio una serie de sesiones con gran éxito en el Palacio de la Música Catalana.
Por aquél entonces acababa de dar un concierto en el teatro Principal de Zaragoza,
donde fue llevado por la Filarmónica de dicha capital. Vives se dedicó desde los quince
años al estudio exclusivo del piano bajo el maestro Granados, que lo consideró como
uno de sus mejores discípulos.

De desear sería que éstos jóvenes pundonorosos artistas, que tantos triunfos
llevan apuntados, no marcharan de Logroño a Vitoria, donde van contratados, sin que
el éxito que en nuestro teatro han de alcanzar fuera acompañado por el unánime
aplauso de éste público, selecto y justo, que tan bien sabe ostentar estos timbres. 396

El concierto de Perelló y Vives tuvo un programa era sugestivo y bien dispuesto:


Beethoven, Grieg, Paderewsky, Debussy, Brahms, Guridi, Dvorak y Granados. Los
artistas agradaron en toda la ejecución del programa que se habían impuesto.
Únicamente se lamentó que un mecanismo tan brillante y acabado como el del señor
Vives no hubiera tenido ocasión de manifestarse en un teclado Erard, gran cola, como el
del Círculo Logroñés. El piano en que ejecutó había sido cedido por la casa Erviti. En la
prensa se platea por qué no se celebran éstos conciertos en el salón de fiestas del Círculo

396
Diario La Rioja. 12 de febrero de 1911.

407
Logroñés y si no hay compatibilidad por ello en la entusiasta organización del
incansable Centro Artístico.

El Centro Artístico trabajaba en colaboración con el teatro Bretón de los Herreros,


utilizando aquél a menudo el espacio de este para algunos de los conciertos que
organizaba. Así sucedió, entre otros, con el concierto que preparó el Centro Artístico en
1908 para el día de la Ascensión, en el que tocó un cuarteto notabilísimo que el anterior
invierno en la Corte había obtenido gran éxito.

Tras conocer la información acerca de la música de cámara interpretada en los


salones de Logroño, podemos considerar que no era la afición que dominaba en
Logroño. Parece ser que no era una necesidad social, tal y como afirma Salazar: la
música de cámara en España no fue en el siglo XIX una necesidad social, como en
Alemania, sino una práctica de importación, aristocrática, que se desarrollaba en
ambientes demasiado restringidos.397

Los compositores de la época prefirieron escribir música para piano o zarzuelas,


que, al parecer eran mejores medios de subsistencia y les producía mayor remuneración.
Además, la falta de insfraestructura institucional adecuada en materia de enseñanza
música así como la carencia de profesorado cualificado, hacía que el acceso a la cultura
musical fuese muy limitado. A pesar de ello hemos de destacar los grandes esfuerzos
realizados por gestores como Fermín Maguregui para acercar a las masas este tipo de
música a los salones de Logroño.

La música de cámara en los cafés


En el apartado dedicado a los cafés, hemos podido contrastar cómo éste espacio
fue en muchas ocasiones un café concierto, donde los riojanos pudieron disfrutar de
veladas a cargo de agrupaciones de cámara y otros instrumentistas. Esta actividad
camerística fue muy intensa desde 1890 hasta 1895, año a partir del cual empezó a
decaer la actividad, al transformarse algunos cafés-concierto en cafés- teatro.
Posteriormente, a partir de 1902, se retoma la actividad en los cafés-concierto con

397
SALAZAR, A.: La música contemporánea en España, Madrid, La Nave, 1930, pag. 122.

408
interpretaciones por grupos de cámara, aunque no volvió a haber tal cantidad de
conciertos de cámara.

Los programas comprendían cinco o seis piezas de diferentes estilos: polkas,


valses, mazurkas, fantasías, pasodobles, jotas, habaneras, fragmentos de zarzuela y
ópera etc.

Detallaremos en este apartado los nombres de todas esas agrupaciones, indicando


los cafés que más importancia dieron a este género musical, en cada periodo del estudio
realizado.

Sexteto de Don Dimas Varea


Fue la agrupación de cámara que protagonizó la vida del café de Colón a partir del
año 1890. Este sexteto amenizaba las veladas que tenían lugar todos los domingos de
ocho a once de la noche en el citado café durante los meses de marzo, abril y mayo del
citado año. Parece ser que este tipo de veladas gustaban al público logroñés, ya que a
partir del año 1892, estos conciertos ya no eran solo los domingos, sino casi todos los
días de la semana.

A partir del mes de mayo del mismo año, este sexteto también dio conciertos en el
Café París.

Cuarteto del señor Calleja


El señor Calleja, afamado guitarrista de Logroño, había dirigido durante la última
década del siglo XIX una orquesta de guitarras y bandurrias que participó en numerosos
actos de Logroño, especialmente en los cafés-concierto.

Tras unos años en que cesó la actividad en los cafés, la rondalla del señor Calleja,
como se llamaba en algunas ocasiones, retomó esta actividad en 1905 el Café Suizo. Las
veladas tuvieron lugar en el ameno jardín, durante los meses de verano. Esta rondalla,
los días que no actuaba en dicho café lo hacía en el paseo de los Reyes, de nueve y
media a once y media de la noche durante el citado año.

409
A partir de 1905 no tenemos noticias de esta agrupación, por lo que pensamos que
se había disuelto. Sin embargo, en 1909 se hace referencia al Cuarteto Calleja, formado
por Felipe y Francisco Calleja (padre e hijo), además de Villa y Estrella. Este cuarteto
viajó a Buenos Aires y asu regreso comenzó a dar grandes conciertos en el Café
Novelty todas las noches de diez a doce. Estos conciertos continuaron hasta el año 1911.
Además en 1910, este cuarteto, acudió a dar veladas en el café Suizo de Vitoria, de los
mismos dueños que el de Logroño. Durante este mismo año actuaron en el café Novelty
(anteriormente Colón) dando grandes conciertos todas las noches de diez a doce.

El Centro Artístico también contó con el Cuarteto Calleja para algunas veladas
durante marzo de 1910, junto con la Banda de Santa Cecilia, el niño Santiago Lobato y
el cuadro de aficionados del Centro Artístico que interpretaron una zarzuelita en el
teatro Bretón de los Herreros. Tras el éxito obtenido por este cuarteto en la primera
velada, se contó con él para algunas otras más, con el siguiente programa:398

- Sinfonía por la banda de Santa Cecilia.


- Representación de La praviana, comedia en un acto, de Vital Aza.
- Valses de La viuda alegre y duetto de la ópera Norma, por el Cuarteto
Calleja.
- Intermedio por la banda de Santa Cecilia.
- El paso de comedia de los Quintero A la luz de la luna.
- La verdad del artista (Ganuzas), y el Pericón nacional por el Cuarteto
Calleja.

Continuó el Cuarteto Calleja tomando parte en los actos de Logroño, como la


Fiesta de la jota del año 1910, en la que amenizaron los intermedios, al igual que los de
la función benéfica que se celebró en el teatro en junio de 1911.

Bandurria y Guitarras Acevedo


En el año 1891 tuvieron lugar en el Café París los conciertos de bandurria y
guitarras por el ciego bandurrista Acevedo, acompañado por su señora e hijo.
Encontramos en la prensa riojana el programa de alguna de sus actuaciones:399

398
Diario La Rioja. 02-03-1910.
399
Diario La Rioja. 11-05-1891.

410
- Marcha, introducción de Hernani.
- Capricho de Moraima.
- Marcha Turca de Mozart.
- Sinfonía de Campanone.
- Miserere de El Trovador.
- Sinfonía de Juana de Arco.
- La Gran Vía.
- La Niña Pancha y otros varios trozos de zarzuela, finalizando con Aires
Nacionales.

Profesores de guitarra y bandurria La Orden y la Ducha


Este dúo formado por Gerónimo Ducha “el ciego” y Cristino García, actuó en el
Café de Colón y en el Café Suizo durante el año 1892. En su actuación en el el Café de
Colón tomó parte en algunos números el profesor de piano señor Marín, con el
programa que se adjunta: 400

- Pasodoble Así ha de venir.


- Fantasía Recuerdos de mi país.
- Aria imitación a una ave africana, imitando el canto y el vuelo.
- Pot-purri en la guitarra.
- Armonías de arcas.
- Juguetes en la bandurria a cuatro manos.
- Jota final.

En el Café Suizo en el mes de noviembre del mismo año interpretaron el siguiente


programa:401
- Pasodoble.
- Armonías.
- Aria.
- Aires nacionales.
- Fantasía de Arcas.

400
Diario La Rioja. 04-11-1892.
401
Diario La Rioja. 11-11-1892.

411
- Juguetes en la bandurria a cuatro manos.

De nuevo tenemos algunas interpretaciones de esta agrupación en el Café Suizo


durante el año 1895, con programas como el siguiente: 402
- Pasodoble Luz y Sombra. Zabalza.
- Gozos de mi patria. Sarasate.
JUGUETES:
- La bandurria a cuatro manos.
- Rocíos de Mayo, imitando el canto y vuelo rápido de la codorniz. Ducha.
- Potpurri de la guitarra. Milá.
- Dúos catalanes. Arcas.
- Jota final.

Cuarteto El Turia
Formado por bandurria, bandurria-lira, laúd-lira y guitarra de concierto y dirigido
por el bandurrista Manuel, este cuarteto participó en las veladas del café Suizo durante
el mes de septiembre de 1892.
Cuarteto Madrileño
Formado por dos violines, viola y contrabajo, la agrupación por excelencia en el
periodo clásico europeo, ésta agrupación actuó en el Café París durante varios días del
mes de octubre de 1892.

Sexteto de Don Juan Lacall


El pianista del café Colón, don Juan Lacall, creó este sexteto con otros cinco
instrumentistas riojanos. Esta agrupación protagonizó las veladas del café Colón desde
1891 a 1894, con programas como el siguiente:403
- Un saludo a Francia. Pasacalle. E. Espinosa.
- Marcha indiana. A. D. Sellenich.
- Los ojos negros. Canción española. F.M. Alvarez.
- La nieve. Tanda de walses. O. Metra.
- María Paz. Mazurca. B. Lacall.

402
Diario La Rioja. 15-02-1895.
403
Diario La Rioja. 10-01-1891.

412
Además, el pianista y profesor de música don Juan Lacall realizó algunas
intervenciones junto con el acordeonista Zamora en el mismo café, y otras en solitario
en el café de París durante el año 1894.

Sexteto con el pianista Serrano


Interpretó en el Café del Siglo todos los jueves y festivos del mes de julio durante
1894 a las nueve de la noche. He aquí uno de sus programas:404
- La Giralda. Pasodoble. Juarranz.
- Mercedes. Vals. R. Taboada.
- La mascota. Polka. E. Deransaut.
- Romanza del tiple de la zarzuela Jugar con fuego. Barbieri.
- Ilustración. Gavota. R. Ruiz de Velasco.
- Los madriles. Polka. Angel Rubio.

Grupo de bandurrias y guitarras que dirige Demetrio Bregaza


Únicamente hemos encontrado una intervención de esta agrupación en el café
Suizo en el mes de abril de 1895, con el siguiente programa:405
- Frascuelos. Pasodoble.
- El gatito. Polka-mazurka.
- Un capricho. Mazurca.
- Amar es la vida. Habanera

Sexteto de Don Lorenzo Marín


Este sexteto amenizó las veladas de los diferentes cafés de Logroño durante el año
1896. Se incluyen algunos de los programas que interpretó este sexteto, coincidiendo en
los cafés del Siglo y Universal en las mismas fechas que las veledas teatrales.

En el café Universal.406
- Pasodoble General Lasso, R
- Wals J’ai vous aime, Lamothe
- Preludio del tercer acto de El Anillo de Hierro, Marqués

404
Diario La Rioja. 08-07-1894.
405
Diario La Rioja. 21-04-1895.
406
Diario La Rioja. 12-04-1896.

413
- Fantasía sobre motivos del Fausto, González
- La Oriental Danza, A. Coto

En el café del Siglo:407


- Hig Life, Polka
- Santiera Fléuri, Valses
- Sinfonía de Juana de Arco, Verdi
- Redoba para dos flautas, L.D.
- Vals-jota El Carnaval, Cotto.

En el café Suizo408.
- Año nuevo, danza.
- Fantasía sobre motivos del Fausto
- Preludio de El anillo de hierro.
- La oriental, danza.
- Fantasía sobre motivos de Rigoletto.
- Senticos Fleuria, valses.
En 1897 aparece otra modalidad: la interpretación de música alternada con
comedias. En el Café Universal, además de las representaciones de zarzuela, también
hay conciertos de guitarristas o cuartetos de cuerda y viento, sin especificar en la prensa
qué agrupación era la protagonista de estas veladas.

Tras unos años en los que la actividad musical de los cafés se paraliza, en el año
1902 Logroño comienza a recuperarse; lo observamos en el aumento de la actividad
musical de estos locales. Sin embargo no se alcanza el gran movimiento musical de la
última década del siglo XIX. A continuación citamos las agrupaciones de cámara que
protagonizaron las veladas de los cafés durante la primera década del siglo XX.

Quinteto Colón
Se trataba del Quinteto del café del mismo nombre que protagonizó las veladas
durante el mes de enero de 1902. El Quinteto Colón estaba compuesto por los conocidos

407
Diario La Rioja. 16-04-1896.
408
Diario La Rioja. 10-08-1896.

414
y aplaudidos bandurristas hermanos Bergasa, en unión de otros dos conocidos músicos
de la localidad, bajo la dirección del inteligente profesor don Juan Vallés.409

Sexteto Fabre
En febrero del año 1902 hubo veladas musicales en el Café Colón a diario con
piezas del repertorio de los profesores del recién organizado sexteto Fabre. Dirigido por
el violinista señor Uliverri, primer violín don Juan Fabre y pianista señor Vallés. Sin
embargo, a partir de entonces cesó su actividad en este café, pasando a protagonizar las
veladas del Café Suizo durante el año 1903, siendo este café con este sexteto, el único
que tenía actividad durante ese año, los martes, jueves y sábados.

Quinteto dirigido por mr. Louis Borrel


El Café de la Unión actuaba este quinteto que tras su éxito en una noche del mes
de mayo de 1902, repitió su actuación en otras sucesivas durante el mes de mayo.

Sexteto por el profesor don Jesús Herce


En el mes de octubre del año 1902, este sexteto protagonizó las veladas del Café
de la Unión, con programas como el siguiente:410

- La Unión Nacional. Pasodoble. J. Herce


- El tamburín. Polka. Waldteufel
- Sinfonía de la ópera Zampa. F. Herold
- El juramento. Introducción y vals. H. Uliverri
- La Mascota. Fantasía. E. Audran
- Dulces caricias. Mazurka. Barrera

Terceto Granados
Actuaron en 1904 en el café Suizo.

409
Diario La Rioja. 07-01-1902.
410
Diario La Rioja. 31-10-1902.

415
Guitarristas Mme. Marguerite Montanbric y don José Español
Durante el mes de diciembre de 1904, los dueños del Café de la Unión
contrataron para una serie de conciertos a estos reputados guitarristas, que tantos y tan
merecidos éxitos habían obtenido en los principales teatros de España y del extranjero.

Sexteto La Clave
En el mes de marzo de 1904, en el Café del Comercio, se dan conciertos los
jueves, por el este sexteto dirigido por el reputado maestro señor Serrano, al que he
dedicado un apartado en el capítulo de “personajes relevantes”. Los conciertos
empezaban a las nueve y media. En algunas ocasiones se adjunta el programa en prensa.
411

- Louvet. Vals. Berger.


- La viejecita. Minué. Caballero.
- Caballería rusticana. Intermezzo. Mascagni.
- Semiramis. Sinfonía. Rossini.
- El anillo de hierro. Preludio. Marqués.
- L´amour que passe. Vals. Berger.

Terceto La Giralda
A partir de 1906 fue el Café Suizo el protagonista de las actuaciones camerísticas
de la ciudad, con un gran concierto en el mes de abril por el terceto “La Giralda” que
tan buena acogida había tenido del inteligente público que asistía a este acreditado
establecimiento. El programa fue el siguiente:412

- Sinfonía
- Enseñanza libre (zarzuela)
- La Tempestad (tenor y piano)
- La Farruca (guitarra)
- Cómo está la sociedad (tenor y piano)
- El célebre monólogo de Julio Ruiz

411
Diario La Rioja. 23-03-1905.
412
Diario La Rioja. 07-04-1906.

416
Artistas Hermanos Nevot
Durante los meses de verano (junio, julio y agosto) de 1906 y 1907 estuvieron en
Logroño estos aplaudidos artistas y fueron contratados por el dueño del Café Suizo para
dar una serie de conciertos nocturnos en el jardín del establecimiento citado. Este trío de
plectro era uno de los principales de Europa y ventajosamente conocido por el público
logroñés. El trío lo componían dos señoritas y un caballero que ejecutaban variadísimos
y selectos programas musicales con guitarra, bandurria y laúd.

Cuarteto Alonso
En 1908 el café Suizo pasó a contratar algunas actuaciones de más nivel, como los
grandes conciertos todas las noches del mes de julio por el Cuarteto Alonso. Estos
conciertos tenían lugar de 9 a 12 de la noche.

Quinteto Serrano
El nuevo Café Novelty pasó a ser el protagonista de las actuaciones musicales del
año 1910. Quedaron atrás en este local las actuaciones de coupletistas y bailarinas, para
pasar a otras como las de este quinteto, junto con las del Cuarteto Calleja anteriormente
citadas. Sus programas estaban formados por fragmentos de obras del repertorio
sinfónico y camerístico europeo, tal y como podemos observar en el siguiente
programa:413

Primera parte. 1- Léspirit francais, marche, E. mezzacapo. 2-Confidences,


gavota, con solo de violoncello, por el señor Parra, E. Wesl. 3- faust, fantasía
sobre la ópera, Gounod.
Segunda parte. 4- Nápoli, Tarantelle, E. Mezzacapo. 5- Margita Csardás, G.
michiels. 6- Storia da´more, valse, E. Mezzacapo.

Hermanas Miralles
Protagonistas de las veladas del café Suizo durante el mes de julio de 1910,
pasaron en agosto al café Suizo de Vitoria, propiedad de los mismos dueños que el de
Logroño.

413
Diario La Rioja. 08-01-1910.

417
Septiminio del teatro
Dirigido por don Juan Vallés, interpretó una serenata en el café Suizo en
noviembre de 1908.

Otros artistas que destacaron por sus actuaciones en los cafés fueron los Artistas
Guarás y García, padre e hijo, que ejecutaban la bandurria y la guitarra en los meses de
septiembre y octubre de 1894. Enlos intermedios de las veladas del Café de Colón se
hizo oír alguna composición del profesor Guarás padre. Además destacaron los Artistas
calahorranos en el año1894 y el Guitarrista Arturo Santos, protagonista de algunas
veladas en el Café Novelty durante 1909.

Concluímos con todo ello que los cafés de Logroño tuvieron una importante
actividad cameristica destacando sobre todo las agrupaciones de plectro con
instrumentos como las bandurrias, guitarras, laud, lira, etc.

La música de cámara en el teatro


En el teatro tenían lugar, además de representaciones de zarzuelas y óperas, otras
interpretaciones musicales. En la mayor parte de las ocasiones se trataba de
interpretaciones variadas, en las que se intercalaban las representaciones teatrales con
las musicales, algo muy frecuente en la época. Las intervenciones musicales solían ser
de instrumentistas solos así como dúos, tríos u otras agrupaciones. Todas ellas han sido
incluidas en este apartado, al predominar las agrupaciones de cámara.

En el mes de septiembre de 1897 se anunció una velada que incluía actuaciones


teatrales y musicales:414
· Andante final de la sonata de Mozart, interpretada al piano por los profesores
Moreno e Imaz.
· Andante con variaciones de Dussek, por la niña Manolita Algueró
· Fantasía sobre motivos de La hija del Regimiento, interpretada a la flauta por el
profesor López.
· Fantasía de Rigoletto y Potpurrí de aires nacionales, al violín por el señor B.
Gonzalez.

414
Diario La Rioja. 04-09-1897.

418
En el año 1900 se celebró una representación a beneficio del tenor Alberto Ristori,
cuyo programa fue el que se adjunta:415
Primera parte
· Niña Pancha
· Una vieja
Segunda parte
· Romanza cantada por el beneficiado
· La niña de once años Victoria Canillas, aventajada discípula del profesor don
Antonio Serrano, ejecutará al piano el preludio de Cavallería Rusticana y la
sinfonía de Guillermo Tell.
· La tiple Elvira Sanjurjo y los señores Ristori y Uliverri cantarán el terceto de la
zarzuela Marina.
Intervienen además:
· El maestro Serrano que dirigirá la orquesta y acompañará al piano
· La tiple Panchita Díaz
· Los señores don José García y Verdejo
Actuación especial de la aplaudida soprano doña Victoria Bordanoba de paso por aquí
en su camino hacia Méjico:
· Aria de las joyas de Fausto”La partida”, canción española de Álvarez con letra
de don Eusebio Blasco.
· Jota del maestro Chalons.

Ya en el año 1902 tuvo lugar una función a beneficio del Maestro Francisco
Rando, ganador del primer puesto de flauta del Teatro Real, con el siguiente
programa:416

· Sinfonía de Il matrimonio de Fígaro, del maestro Martín


· Momento musical, de Schubert, arreglado al cuarteto de cuerda por el
beneficiado
· Septimino de Il babeo é l´intrigante, opereta del maestro Sarriá

415
Diario La Rioja. 27-05-1900.
416
Diario La Rioja. 14-06-1902.

419
Además he incluido en este apartado las interpretaciones instrumentales por
solistas que se dieron en el teatro, como fue la de los guitarristas Sr. Jimenez Manjón
(andalúz)417en el año 1890 y Rebel, que interpretó walses y aires nacionales en 1895.418

Igualmente destaca la velada por tres profesores que se celebró en este teatro en
419
1903:
· El señor Ivo Josué interpretó con la guilerne (instrumento parecido al laud)
las “Variaciones sobre el ritmo árabe”.
· Le acompañó el señor Bermudez, cuya misión principal es la transmisión a
distancia del pensamiento de cualquier espectador a Mme. Nenita, que en su
estado anormal y con la vista tapada, ejecuta rápidamente cuanto le sugiere
Bermudez.
· Terminó tan agradable función con La cajita de música, felíz imitación con la
guilerne por el señor Josué, que se ganó la última ovación de la noche.

Como acontecimiento importante dentro de la música de cámara, se celebraron en


el año 1909 los conciertos Vela. El notable cuarteto de cuerda de Madrid que dirigía don
Telmo Vela y que compartía en España con el Cuarteto Francés la difusión de la música
de salón, tan pródiga en el extranjero, se dejó ver en el escenario de Bretón de los
Herreros siendo los protagonistas de la sección de vermouth durante dos días de la
temporada lírico-teatral de la compañía Gutierrez Nieto.

Los señores Vela (primer violín), Cano (segundo), don Enrique Alcoba (viola) y
don Amando Ereña (violoncello), formaban un grupo artístico que iba recorriendo de
triunfo en triunfo los públicos de las Filarmónicas de León, Oviedo, Gijón, Salamanca y
Bilbao.

Los miembros de esta agrupación eran cuatro consumados profesores jóvenes con
experiencia previa en socitario en diferentes escenarios. Vela había triunfado como
solista ante el público extranjero; Cano, además de buen ejecutante era compositor; el
joven Alcoba era de los pocos que en España dominaba la viola en su época, habiendo

417
Diario La Rioja. 03-11-1890.
418
Diario La Rioja. 28-12-1895
419
Diario La Rioja. 11-01-1903.

420
ingresado antes de los 18 años por rigurosa oposición en la Gran Orquesta Sinfónica de
Madrid; el violoncelista Ereña poseía un gran dominio del instrumento, siendo solista de
la Sinfónica, completando la homogeneidad del cuarteto, que era de los más jóvenes que
existían en Europa en la época.

El programa de los dos conciertos anunciados para Logroño por el Cuarteto Vela
incluía entre otras las siguientes obras: en el primer concierto el Cuarteto en sol menor
de Grieg, que ya había sido interpretado por el cuarteto francés en el año 1908, Andante
del cuarteto en re de Tchaikowsky, interpretado por la Orquesta Sinfónica durante el
mismo año, Cuarteto Imperial de Haydn y dos obras de autores españoles, como fueron
el Cuarteto en re menor de Arriaga y la Suite leonesa del maestro Rogelio Villar; en el
segundo el Trio Serenade y el Cuarteto en re de Beethoven, el Primo tempo del
Cuarteto de Schubert y el Andante en re de Tchaikovski.

Desde los dos días previos al concierto ya se habían vendido las entradas de patio,
butacas y plateas, monstrando incluso el público de las galerías altas su interés por la
cultura. La necesidad imperiosa de terminar la sesión musical a las nueve impidió
repetir algún número de los más aplaudidos. Por ello se propuso que en segundo
concierto, al día siguiente, comenzará una hora antes. El resultado de ambas
interpretaciones superó con creces lo esperado por la sociedad logroñesa.

5.5. LA MÚSICA SINFÓNICA


El protagonismo de la música sinfónica en España fue variando a lo largo del
siglo XIX A comienzos de siglo, las orquestas tenían tres núcleos de actuación: templos,
palacios y teatros. Sin embargo, a partir de los años 30 el panorama musical de estas
agrupaciones varió bastante: tras las desamortizaciones cayó le poder económico
eclesial y no se pudo producir ni interpretar música orquestal en los espacios sacros.

A partir de los años 40 la actividad sinfónica se centró en los teatros,


especialmente en torno a la música italiana y la zarzuela. A ellos se unieron los salones
de la aristocracia y la burguesía y los cafés, como lugares de recreo y esparcimiento.
Citando a Ramón Sobrino420 la zarzuela influiría en la afición a los espectáculos

420
SOBRINO, R.: La música sinfónica en el siglo XIX. En La música española en el siglo XIX.Conceptos
fundamentales, Oviedo, servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, pag. 301.

421
líricos, en la formación de sociedades corales, y, por ello, en conducir al público a las
salas de conciertos, en las que, más adelante, escuchará conciertos de cámara
(sociedad de cuartetos) y orquestales (Sociedades de Conciertos).

Todo ello ayudará al aumento de la valoración de la música sinfónica y el


surgimiento de la música orquestal a partir de los años 60. Surgieron entidades
orquestales autónomas, movidas no por la clase aristocrática y eclesial, sino por la
nueva burguesía y el pueblo, que pagaban por presenciar sus actuaciones, financiando
así la actividad profesional de esos músicos. En España la situación difirió del resto de
Europa, constatándose un retraso de unos setenta años en la formación de orquestas
sinfónicas independientes, hasta la aparición en 1866 de la Sociedad de Conciertos de
Madrid.421

La Sociedad de Conciertos, creada por Barbieri en 1866, representa el triunfo de la


música instrumental en la capital de España, ya que era la única vía para difundir las
grandes obras orquestales pasadas y coetáneas, dar a conocer los avances producidos en
Europa y realizar una importantísima educación musical del público.422

Siguiendo la clasificación realizada por Ramón Sobrino, podemos definir cuatro


tipos de grupos orquestales: 423

 Orquestas de gran tamaño. Se solían constituir para celebrar conciertos


extraordinarios con fines benéficos.
 Orquestas medianas para bailes. Para bailes de salón, con una plantilla de
cuerda y viento. En algunas ocasiones, se acompañaban por grupos formados
a partir de orquestas establecidas.
 Pequeñas orquestas. Grupos heterogéneos para ambientar ceremonias
sociales en los Casinos, cafés y salas. El repertorio era de baja calidad e
incorporó canciones hisoanoamericanas con el retorno de los indianos.
Interpretaban valses, jotas, mazurkas, polkas, rigodones, lanceros,
contradanzas, pavanas o habaneras.

421
Ibid. pag. 279
422
DE MOYA MARTÍNEZ, Mª del V.: La música madrileña del siglo XIX vista por ella misma. (1886-
1900), Madrid, Ediciones Alfar, 2014.
423
SOBRINO, R., Ibid, pag. 312.

422
 Pequeñas orquestas callejeras formadas por aficionados de bajo nivel
musical, con un repertorio de canciones populares.

En Logroño predominaron en el último cuarto del siglo XIX las orquestas para
ambientar casinos y cafés, así como las orquestas medianas para bailes, además de las
orquestas callejeras que podemos considerar las bandas de música. Sin embargo,
tuvieron que pasar unos cuantos años para que se creara El centro Artístico, única
agrupación con una orquesta de gran tamaño y a la vez encargada de educar a la
sociedad riojana, al acercar la música no sólo del resto de España, sino también de
Europa. Nos encontramos por lo tanto, ante un campo musical poco avanzado en
nuestra provincia respecto a la capital.

Orquestas de gran tamaño: Orquesta del Centro Artístico.


Ya hemos hablado de esta sociedad que se había formado con entusiasmo y la
intención de culturizar a la sociedad de Logroño difundiendo obras orquestales.

La orquesta de este centro daba veladas a sus socios, y además colaboraba dando
veladas en otros locales, como el Círculo La Amistad424, el Círculo Republicano425, o
incluso en pueblos cercanos, como el día que amenizó los bailes de caranaval en el
coliseo de Haro, para el que preparó una buena colección de valses y rigodones.426

Pero su gran labor en la ciudad de Logroño fue la de acercar al público riojano


algunas de las orquestas europeas del momento. En ello tuvieron mucho que ver los
acuerdos tomados en enero de 1908, como fue nombrar Comisiones especiales para que,
de acuerdo con la directiva, organizasen las veladas teatrales y grandes conciertos. Esta
comisión fue lo que hoy llamaríamos labor de gestor musical, encargados de captar
artistas, negociación económica y gestión de precupuestos, planificación de las visitas,
etc. La comisión de conciertos del Centro Artístico estaba formada por los señores don
Fermín Maguregui (presidente de la Comisión), don José María Zubía, don Felipe
Redal, don Santiago Sáenz, don Cirilo Tamayo y don Carmelo D. Gessner. A Fermín
Maguregui y Carmelo Díez Gessner, por su gran implicación y relevancia en el

424
Diario La Rioja. 12-01-1908.
425
Diario La Rioja. 1-01-1908.
426
Diario La Rioja. 23-02-1908.

423
ambiente musical de Logroño, les he dedicado un apartado especial en el capítulo
dedicado a Personajes relevantes en el ambiente musical de Logroño.

Unos días más tarde ya se reunió la Comisión de conciertos de aquella casa, para
organizar la serie de conciertos que se iban a dar en Logroño por aquella entidad. Se
anunció en la prensa que tendría carta del Centro el director de la Orquesta de Pamplona
y el presidente de la Filarmónica de Bilbao, con el fin de ver si una de estas dos
entidades constituiría la base del primer concierto, que, como los que le seguirían,
estaba previsto que fueran de primera calidad. Y como si esto fuera poco, el Centro
Artístico se atrevió a traer a la Filarmónica de Berlín, la primera del mundo, que dos
años antes había venido a Madrid y Bilbao –únicas dos capitales de España donde se
había dejado oír- dirigida por Nikisch, a quien sustituía Strauss.

Vemos con ello que Fermín Maguregui fue un verdadero promotor, gerente, o
gestor musical, términos que no existían en la época pero que hoy en día son los que
realmente se encargan de mediar entre la creación y los bienes culturales, la
participación, el consumo y el disfrute cultural, como lo hacía Maguregui a comienzos
del siglo XX.

En efecto, el presidente de la comisión el gran dilletanti don Fermín Maguregui se


puso en contacto con Strauss, el célebre director de la imponderable Filarmónica de
Berlín y se comunicó en prensa que sería posible que desde Bilbao viniera la orquesta
alemana a dar un concierto en Logroño. Sin embargo, días más tarde se comunicó que la
Filarmónica de Berlín ya no vendría a Logroño. El Centro Artístico desistió de sus
propósitos, al considerar excesivo el presupuesto.

El Centro Artístico fue poco a poco logrando sus propósitos de traer a Logroño
agrupaciones orquestales españolas y europeas. Tras lograr que vinieran dos
agrupaciones de cámara (Cuarteto francés de la Corte y Doble Quinteto de París) en el
año 1908, en febrero de 1909 el presidente del Centro Artístico se puso en contacto con
el secretario de la Orquesta Filarmónica de Madrid, tratando que tan nobilísima entidad,
compuesta de 76 profesores y al frente de ellos el eminente maestro señor Arbós,
honrase a Logroño, dando en Bretón de los Herreros uno o dos conciertos.

424
Enrique Fernández Arbós fue un violinista y compositor español, además de
director de orquesta. Formado en el Conservatorio de Madrid con el violinista Jesús
Monasterio, fue becado por la infanta Isabel de Borbón y se traslado a recibir estudios
musicales en Bruselas. Alli conoció, entre otros, a Isaac Albéniz, de quien terminó
realizando la orquestación de la suite Iberia. En 1880 marchó a Berlín, donde debutó
con la Orquesta Filarmónica de Berlín, en la cual fue concertino durante varios años.
Realizó numerosas giras como solista por Francia, España, Reino Unido y Estados
Unidos y en 1888 regresó a Madrid para actuar como solista con la Orquesta de la
Sociedad de Conciertos que dirigía Tomás Bretón. Al año siguiente fundó en Madrid la
Sociedad de Música de Cámara. En el Conservatorio de Madrid y el de Hamburgo
destacó como docente, y en 1894 fue nombrado profesor de violín del Royal College of
Music en Londres. En 1903 fue nombrado concertino de la Orquesta Sinfónica de
Boston y en 1904 director de la orquesta del Gran Casino de San Sebastián. Ese mismo
año, comenzó a dirigir la Orquesta Sinfónica de Madrid, de la que fue primer titular.
Con esta formación realiza giras por España, Europa y América, adquiriendo fama
internacional. Aun así, no dejó su labor concertística y forma el Cuarteto Arbós. La
actividad internacional de Arbós como director prosiguió durante años con conciertos
en París, Roma, Moscú, Budapest, Burdeos, Lisboa, Winterthur, Cleveland y Nueva
York, entre otras.

Dentro de sur giras por España, Europa y Ameríca, incluimos en el año 1909 sus
actuaciones en la ciudad de Logroño, gracias a la labor gestora realizada por Fermín
Maguregui. Desde el mes de febrero de 1909 en el que se anunció la posible actuación
de la Orquesta Sinfónica de Madrid en el teatro Bretón, hasta el mes de abril en que ésta
tuvo lugar, fueros muchas las referencias que se hicieron en la prensa referentes a este
acto, al que se le dio gran importancia. Toda la correspondencia se dio a conocer por el
señor Maguregui a la Junta del Centro, proponiendo una rebaja para los socios del
Centro en el precio de las localidades. Se hizo una reunión en la que se aprobó esta
idea. Quedaron también conformes en que por la Orquesta Sinfónica se diese un
concierto el 29 de abril a las seis y media de la tarde, en el coliseo, fijando en 5 pesetas
el precio de la entrada. Maguregui influyó en un modo decisivo en que en el programa
del concierto figurasen obras, unas gratas para los iniciados más exquisitos; otras para
los menos cultivados en materias musicales. Es decir, que se pretendió que en el
programa tuvieran representación la música beethoveniana, la wagneriana y hasta la que

425
habían producido los autores más modernos para la época. La iniciativa, una vez más,
partió del Centro Artístico.

Más adelante se comunicó que serían repartidas entre los señores socios del
Centro Artístico unas circulares en las que se les consulta si desean que se les reserve
butacas para el anunciado concierto de la Filarmónica de Madrid, siempre que no
excediera de dos el número de aquellas.

El programa de las obras que ejecutaría en nuestro coliseo la Orquesta Sinfónica


de Madrid fue el siguiente: 427

PRIMERA PARTE
1º. Anacreonte, obertura. Cherubini.
2º. a) Dorabella. Elgar; b) Andante cantábile. Tchaikovsky.
3º. España, rapsodia. Chabrier.
SEGUNDA PARTE
Quinta sinfonía en do, Beethoven. I, allegro con brío; II, andante con moto; III,
scherzo- finale.
TERCERA PARTE
1º. Los murmullos de la selva, Wagner.
2º. Largo religioso. Haendel.
3º Tanhaüser, obertura. Wagner.

En la Contaduría del teatro, y de cuatro a seis, en la secretaría del Centro Artístico,


se repartieron las localidades para el concierto. Se observa, por los comentarios de la
prensa, que el concierto era esperado con verdadera ansiedad. Incluso de los pueblos
cercanos, y sobre todo de Haro y Nájera también vinieron muchos aficionados. El
acontecimiento, que puso muy alto el nombre de la capital riojana, fue de los que
hicieron época, ya que para la sociedad logroñesa ya era un triunfo que viniera a
Logroño masa orquestal de tanta fama como la Sinfónica de Madrid, una de las
primeras del mundo, pero el triunfo se vió aumentado por la cantidad y calidad de
concurso que acudió la noche del 29 a Bretón de los Herreros.

427
Diario La Rioja. 01-04-1909.

426
A medida que se iba acercando la fecha en la que había de tener lugar el concierto
de la Sinfónica de Madrid, aumenta el interés del público. Incluso se comenta en la
prensa el gran pedido de localidades que se va haciendo cada día. Se anunció también
que la empresa haría una rebaja de la tercera parte del precio marcado para el público en
el anfiteatro y paraíso, en obsequio de los militares –soldados y clases- y obreros.

La tarde anterior al concierto quedaron vendidas todas las plateas y butacas y una
buena parte de las sillas laterales, que se utilizan cuando, como entonces, el lleno en el
patio es poco menos que rebosante. También en las alturas hubo una excelente entrada,
presentando el Bretón de los Herreros el hermoso aspecto que merecía la Orquesta
Sinfónica, y su director, el profesor del Conservatorio de Londres.

La prensa de aquél día incluía un comentario de dos de los compositores más


notables del programa: Tchaikovsky y Elgar, compositor considerado “actual” y que
más promete.

Llegado el día 29 de abril de 1909, en el correo de las once de la mañana llegaron


a Logroño el eminente señor Arbós y los profesores que componían la Orquesta
Sinfónica de Madrid. A la estación salió a recibirlos una Comisión del Centro Artístico,
que también la recibió al comenzar el concierto.

Por lo que comentan las crónicas del concierto de la Sinfónica de Madrid, el


público salió del teatro enloquecido y difícilmente podrá ser borrado el recuerdo que
nos deja la sinfónica de Madrid.428 Tras su estancia en Logroño, la sinfónica de Madrid
se dirigiría a Bilbao, donde daría tres conciertos.

Cinco meses después de su actuación en nuestro coliseo, se aseguró la venida, por


segunda vez de la Sinfónica del Señor Arbós, patrocinada por el Centro Artístico,
orquesta que tan grato recuerdo había dejado en Logroño y que estaba haciendo furor en
provincias.

428
Diario La Rioja. 30-04-1909.

427
La noche del 14 mayo se celebraría en el Bretón de los Herreros un gran concierto
musical organizado por el Centro Artístico, bajo la dirección del enminente maestro
Arbós, con su magnífica orquesta, formada por más de ochenta profesores. El programa
fue el siguiente: 429

PRIMERA PARTE
El carnaval, obertura. Dvorak
Aria de la Suite en re, J. S. BachçPeer Gynt suite, Grieg. I La mañana. II Muerte
del rey Aase. III Danza de Anitra. IV La cueva del rey de las montañas.

SEGUNDA PARTE
Sexta sinfonía, Pastoral. Beethovenn. I Allegro. II Andante. III Scherzo. IV
Tempestad. V Allegretto

TERCERA PARTE
A, Evocación, B El puerto, de la suite Iberia de Albéniz. Instrumentación por el
maestro Arbós.
Los amantes del viernes santo, Parsifal. Wagner.
Cabalgata de las walkyrias. Wagner.

Por lo que comentan las crónicas periodísticas, el pueblo logroñés recibía con
entusiasmo las iniciativas del Centro Artístico. Su labor con la cultura musical era
realmente provechosa. Nuevamente se felicitó al Centro Artístico, a la empresa del
Bretón de los Herreros y sobre todos, al público, que de una vez había sabido colocarse
en primera línea entre los públicos que admiran y comprenden el arte musical. He aquí
un ejemplo de un cronista: 430

Antes apenaba el ánimo ver los carteles anunciadores de un concierto. Ahora yo


aseguro que si viniera Planté no encontraría el teatro vacío; que si Malats llegara, no
tendría necesidad de marchar a poco de pisar sus plantas la tierra de nuestro amado
pueblo, que las empresas no perderían nada al contratar cuartetos, dobles quintetos…

429
Diario La Rioja. 01-05-1910.
430
Diario La Rioja. 15-05-1910.

428
El imperio del amor a la música surge poderoso en Logroño. Anoche el teatro
parecía poetizado, y era que las mujeres besaban a su hermana la música, y ésta
contestaba a la sabrosa caricia.
Tiene el concierto de anoche una excepcional importancia. Un público que
escucha con la religiosa unción, con el paladar tan delicadamente preparado como lo
hizo anoche el nuestro; puede decirse de él que no sólo esta preparado para saborear
la música, sino que es un verdadero virtuoso.
Nuevamente se repitieron las mismas muestras de admiración y con ellas fue
despedida la Sinfónica de Madrid, que sale hoy para Bilbao, y que esperamos volver a
oír en su excursión primera.

A la serie de conciertos citados, hay que añadir los más que tuvieron lugar en el
teatro Bretón de los Herreros, a cargo del notable cuarteto Vela de Madrid en el mes de
Noviembre de 1909, y a cargo del cuarteto Rosé, de Viena en enero de 1911, ambos
contratados por el Centro, así como el de los maestros Perelló y Vives, como hemos
detallado en el apartado anterior.

El 15 de abril de 1911 se anuncia la buena noticia de que la Orquesta Sinfónica


vendría de nuevo a Logroño. El Centro Artístico, que tantas fiestas cultas y sin
precedentes en Logroño había organizado, vio correspondida su plausible labor con el
apoyo de cuantas entidades lo habían solicitado y de muchos logroñeses amantes de su
pueblo que habían aumentado las listas de socios.

La Orquesta Sinfónica, después del concierto de gala dado en el Real de Madrid y


que había constituido un éxito formidable, se dispuso a emprender su “tournée” por
provincias, siendo la primera de ellas y quince días antes que la nuestra, Vitoria. La
demanda de localidades fue excediendo con mucho a lo que se esperaba, que no era
poco.

Cinco días después de la gran noticia, se ofrece a los lectores el programa que
ejecutaría en Logroño la Orquesta Sinfónica el 25 de mayo:431

431
Diario La Rioja. 20-04-1911.

429
PRIMERA PARTE
Sinfonía (incompleta) en si menor.- Schubert.
En las estepas del Asia central. - Borodín.
Rapsodia en fa. - Liszt.

SEGUNDA PARTE
Octava sinfonía en fa- Beethovenn.

TERCERA PARTE
Casse Noisette. Suite- Tchaikovsky
Los maestros cantores. Obertura- Wagner.

El concierto tuvo lugar por la noche, a las nueve y media, y como de costumbre,
los señores abonados a la última temporada teatral tuvieron reservadas aquellas, sin que
todavía pueda precisarse hasta qué fecha y hora. Las localidades encargadas para el
concierto de la Orquesta Sinfónica se podían recoger en la Secretaría del Centro
Artístico.

La prensa de la época destacó por su labor de difusión y propaganda del concierto,


dedicando varias páginas en las que se hacen referencia al esperado concierto durante
las semanas previas a que se celebrara. Una semana antes, quedaban disponibles muy
pocas butacas para el concierto que daría la Orquesta Sinfónica tanto en Logroño como
en Haro. Incluso el obispo de la diócesis, se hallaba dispuesto a autorizar el que los
señores sacerdotes pudieran presenciar tan culto espectáculo. La demanda de
localidades para el había sido superior a la hecha en años anteriores. La conducta de
nuestro público es de las que animan a organizar fiestas que le honren por su
importancia y significado.432

El día en que la Orquesta Sinfónica de Madrid deleitase a los logroñeses una vez
más con su insuperable arte, se ofrecía una descripción de dos de las obras que
componían el programa que se ejecutaría en el teatro: En las estepas del Asia Central,

432
Diario La Rioja. 23-05-1911.

430
de Alexander Borodín, desconocida entonces en Logroño, y la Octava sinfonía (en fa),
de Beethovenn.433

Con todo ello, esta asociación consiguió durante aquellos años avivar la cultura
musical de la sociedad logroñesa y riojana. Por medio de la labor de gestión individual
de Fermín Maguregui como presidente de la comisión de conciertos se logró que los
ciudadanos de La Rioja pudieran disfrutar de la música sinfónica que se interpretaba en
Madrid, lo que supuso además de disfrute, aumento de la cultura musical en un campo
que tardó en llegar a nuestro país y más aún a las capitales de pequeñas provincias como
Logroño. Además de la labor gestora de Maguregui, destaco la labor difusora y
propagandística de la prensa del momento, único medio en la época para conocer las
novedades musicales, que eran transmitidas con gran detalle y nos acercan a los
acontecimientos musicales de la época.

Orquestas medianas para bailes


El baile fue una actividad de ocio muy celebrada en la época. Los espacios en lo
que más se celebraron veladas de baile fueron los salones de los círculos de la ciudad, a
menudo amenizadas por las bandas de la ciudad y en otras ocasiones por agrupaciones
de cámara u orquestas de la ciudad.

En el círculo de la Amistad se celebraron en el mes de febrero de 1899 sesiones de


baile de Carnaval con la orquesta dirigida por don Nicolás.

En el círculo de la Fraternidad destacaron las veladas de bailes de Carnaval por la


orquesta del señor Laguna en febrero del año 1903 y la velada-baile de invitación a los
socios, por la banda que dirigía el maestro Jiménez en el mes de abril de 1904.

En otras ocasiones los bailes de los círculos de recreo fueron amenizados por las
bandas de música como la de Bailén o la del Regimiento de Burgos.

433
Diario La Rioja. 25-05-1911.

431
Pequeñas orquestas para ambientar casinos y cafés
Aunque la agrupación instrumental más frecuente en estos espacios fueron los
grupos de cámara, destacaron también las pequeñas orquestas que dieron sus conciertos
para amenizar las veladas de los café concierto.

Orquesta de Bandurrias y Guitarras de la ciudad


Esta orquesta, dirigida por el señor Calleja, tuvo gran protagonismo en diferentes
espacios de Logroño, entre ellos los cafés. La orquesta de Bandurrias y Guitarras fue
pasando por los diferentes cafés de Logroño durante todo el periodo que abarca este
estudio.

Las primeras veladas por esta agrupación fueron en el Café del Siglo durante los
domingos y festivos y especialmente durante las fechas navideñas, a partir del mes de
junio de 1890, continuando durante los años 1891 y 1892.

En el año 1893, las actuaciones de esta agrupación pasaron al Café de Colón,


protagonizando veladas durante los meses de febrero, marzo y abril, así como en el mes
de agosto.

Del mismo modo en 1893, la orquesta de bandurrias y guitarras de la ciudad, fue


protagonista de las veladas del Café Universal a partir del mes de junio, casi todos los
domingos y festivos, continuando estas veladas durante 1894.

A pesar de celebrarse conciertos en los diferentes cafés con mucha frecuencia


durante la última década del siglo XIX, solo se incluyen algunos programas de las
veladas celebradas en el café Universal. He aquí uno de ellos:434

- Paso-doble Viva la gracia.


- Wals español. Metra.
- Rondalla El sitio de Zaragoza.
- Polka de concierto.
- Polka Al amanecer la aurora.

434
Diario La Rioja. 02-09-1894.

432
Tras unos años en que cesó la actividad en los cafés concierto, la rondalla del
señor Calleja, como se llamaba en algunas ocasiones, retomó esta actividad en 1905 el
Café Suizo. Las veladas tuvieron lugar en el ameno jardín, durante los meses de verano.
Esta rondalla, los días que no actuaba en dicho café lo hacía en el paseo de los Reyes, de
nueve y media a once y media de la noche.

En junio de 1906 a Colonia Navarra celebró una velada en los salones de su


sociedad, en la que tomaron parte los elementos más principales de la Rondalla
Logroñesa que dirigía el señor Calleja, entre otros números de recreo.

Como acontecimiento importante he de indicar que en el mes de mayo de 1905 la


Rondalla Logroñesa dirigida por el señor Calleja acudió a Madrid para las fiestas de la
boda de don Alfonso XIII y la princesa Victoria.

Orquesta que dirige Don Juan Uliverri


Se trata de la orquesta del teatro Principal que en ocasiones concretas actuó en los
cafés de Logroño. Don Juan Uliverri Castellanos transmitió el gusto musical a sus hijos,
ya que tres de los cuatro que tuvo, tres (Benigna, Hermenegildo y Severo) se dedicaron
a la música, como veremos en el capítulo de los personales relevantes del ambiente
musical.

Orquesta de Bandurrias y guitarras del señor Nanclares


En el café Universal los domingos y festivos de marzo a septiembre de 1895.

Pequeñas orquestas callejeras: las bandas de música


El origen de las bandas de música, en general, se remonta a los siglos XVII y
XVIII. Desde siempre la música militar ha estado relacionada con la práctica de la
guerra. Citando a Ricardo Fernández de al Torre435, por música militar se entiende una
combinación armónica y rítmica destinada a estimular la disciplina del cuerpo, así
como a despertar en el alma vibración patriótica y sentimientos guerreros. Sin
embargo, a lo largo del siglo XIX y debido a los cambios de la época, este tipo de

435
FERNÁNDEZ DE LA TORRE MORENO, R.: Historia de la música militar en España, Madrid,
Ministerio de Defensa, 1999, pag. 25.

433
música fue institucionalizada a nivel civil, ampliando su repertorio a funcionalidades
como el baile o la diversión colectiva. Así aparecen las bandas de música civiles tal y
como las entendemos hoy.

En España observamos un gran retraso si se compara con la situación en el resto


de Europa, en cuanto a la formación de grupos orquestales, composición para estas
agrupaciones y difusión en provincias de este tipo de música.

Vicente Castellanos436 ha estudiado a fondo este mundo y explica cómo en Europa


el gran acontecimiento que marca el auge de las bandas militares fue la Revolución
Francesa y, posteriormente, las conquistas de Napoleón, cuyos ejércitos propagaron un
nuevo tipo de música militar (…) En España la nueva dinastía de los Borbones, de
origen francés, había mostrado un fuerte interés por el desarrollo de la música militar
durante en siglo XVIII. Se potenciaron las bandas, los compositores castrenses salieron
del anonimato anterior y se recopilaron toques de guerra y de órdenes por oden de
Carlos III.

Pero la guerra de la Independencia transformó esta evolución, al formarse un


ejército con miembros de la burguesía y del pueblo, surgiendo himnos patrióticos e
imitando la sociedad civil a las agrupaciones militares.

A todo ello se unió el éxito de la zarzuela grande como género a mediados del
siglo XIX. Encontramos zarzuelas en las que algunas partes orquestales eran a su vez
marchas militares. En otras ocasiones, algunas marchas militares fueron adaptadas como
interludios de las obras.

Hay más motivos que hicieron surgir las bandas de música en las ciudades
españolas a lo largo del siglo XIX, como indica Eduardo López Chavarri,437 en el
transcurso del siglo XIX se produce un giro importante de cambio en la vida musical de
las ciudades y se institucionaliza la vida musical no vinculada a la Iglesia. Es de la
mano de los municipios como se amplia la oferta musical, reconduciéndose hacia una

436
CASTELLANOS GÓMEZ, V.: Ciudad Real: música y sociedad (1915-1965). Tesis doctoral,
Universidad de Castilla la Mancha, 2002, pag. 410.
437
LÓPEZ CHAVARRI ANDUJAR, E.: Breviario de la historia de la música valenciana. Valencia,
Piles, 1985, pag. 95.

434
finalidad puramente civil a aquellas bandas o charangas que, en otro tiempo, se
dedicaron casi en exclusiva al acompañamiento militar.

La nueva sociedad burguesa demanda un nuevo tipo de música acorde con el


protagonismo social adquirido. Así lo señalan Adelaida Muñoz y Antonio Cabeza438:

Hay un impacto de la nueva sociedad burguesa: comerciantes, industriales,


banqueros… que demandan un nuevo tipo de música en consonancia con su
protagonismo social y económico. Los municipios, los ayuntamientos, recogen la
demanda en función del prestigio social y político de la localidad. Las bandas
finalmente, aparecen como fenómeno supletorio de las orquestas en las ciudades
pequeñas.

Esto fue lo que sucedió en Logroño, que contaba únicamente con la orquesta del
teatro Bretón, dirigida por don Juan Uliverri, y ya entrado el siglo XX, con la orquesta
del Centro Artístico. Hasta entonces solo contaba la ciudad con algunas Bandas
Militares y una Banda Municipal, cuyos alumnos se formaban en la Academia
Municipal creada para tan fin pero sin conseguir en su totalidad los objetivos que se
pretendían en la formación de los músicos. No obstante, desde el punto de vista social,
con las bandas apareció la finalidad docente para la clase trabajadora, que se incorporó
al mundo de la música. En el caso de la Banda Municipal de Logroño, el maestro que
los formaba cobraba un sueldo pagado por el Ayuntamiento y los miembros de la banda
eran campesinos, carpinteros, zapateros, empleados, tenderos, estudiantes… que
tuvieron la oportunidad de acercarse al mundo de la música.

El papel de las bandas en la vida social incluía también una parte educativa
externa: la formación musical de la masa popular a través de la interpretación de obras
de conjunto que, de otra forma, no podrían haberse oído. En una fase en la que no
existían ni radio, ni medios de reproducción sonora, ni, por supuesto, televisión, esta
función de propagación de la música resulta vital.439

438
MUÑOZ, ADELAIDA Y CABEZA, ANTONIO. “Algunos aspectos de la vida musical en Palencia:
las bandas de música”, en la Revista Musicología, vol. XIV, nº 1-2. Madrid, Sociedad española de
Musicología, 1991. Pags. 279 a 281 y 288.
439
VIRGILI BLANQUET, Mª A.: La música en Valladolid en el siglo XX. Valladolid, Ateneo, 1985, pag.
231.

435
Con los conciertos de este tipo de agrupaciones en la calle, se reafirmó el proceso
de la democratización de la cultura, al celebrarse la mayor parte de los conciertos de las
bandas en el paseo principal de la ciudad, el Paseo Príncipe de Vergara de Logroño, lo
que hoy denominamos El Espolón. La importancia de la calle en la época
contemporánea estuvo directamente relacionada con el desarrollo de las ciudades y el
progreso del urbanismo. Una vez que la nueva sociedad burguesa se había encargado de
mejorar el proceso de pavimentado, alumbrado o canalización de las aguas, los nuevos
esfuerzos pudieron desrinarse a obras de carácter lúdico como las plazas y los parques,
al igual que su mobiliario. Así lo afirma Andoni Fernández440 cuando indica que las
ciudades españolas de comienzos del siglo XX, y con ellas sus calles, poco tneían que
ver ya con las de cincuenta años atrás, toda vez que se habían derrumbado las muralla,
se habían acometido los ensanches, o habían empezado a construirse aceras, jardines y
fuentes, siendo Logroño un claro ejemplo.

Es por ello que la calle se convirtió en el escenario del ocio popular en lo referente
a fiestas y celebraciones, teniendo lugar en ella los fuegos artificiales, las carreras,
charangas, procesiones y los conciertos de las bandas, e lo que toda la población de
Logroño acudía con asiduidad.

Por ello resaltamos la importancia que en la cultura musical de ciudades pequeñas


como Logroño tuvieron estas instituciones y que ejercieron un gran papel, tanto en lo
educativo, como en su función recreativa y de divulgación de determinados repertorios
de música culta y popular.

Con todo ello, en la segunda mitad del siglo XIX, las bandas militares tenían su
personalidad propia, resultado del equilibrio conseguido entre distintos instrumentos de
madera y metal. El modelo de conjunción organológica quedaba fijado como sigue:441

440
FENÁNDEZ DÍEZ, Andoni: Los espacios de sociabilidad en Logroño a comienzos del siglo XX. Una
aproximación a la historia del ocio. Logroño, Gobierno de La Rioja, Instituto de Estudios Riojanos,
Ayuntamiento de Logroño, 2004, pag. 66.
441
LAGUNA AZORÍN, E.: Las bandas de música omo elemento de la cultura popular. Zaragoza, Real
Academia de Nobles y Bellas artes de San Luis, 1946. Pag. 18.

436
 Instrumentos de viento:
Con embocadura: flautas, flautines.
Con legüeta: clarinetes, requintos, oboes, corno inglés, fagot, fiscornos,
contrafagot y saxofón.
Con boquilla: trompa, corneta de pistones, trombón, bombardino, tuba,
trompeta y bajos.
 Instrumentos de percusión:
Timbales, bomo, platillos, caja y triángulos.

Estas agrupaciones, con su tímbrica especial, potente y sonora, estaban hechas


para realizar interpretaciones en el exterior, en plazas y paseos, gracias a lo cual la
música culta sale a la calle. Aunque al principio las obrtas interpretadas eran exclusivas
“para banda” (pasodobles y marchas), con el tiempo los compositores, que casi siempre
eran los propios directores de las bandas, introdujeron adaptaciones de obras sinfónicas
o de cámara, así como fragmentos de ópera y zarzuela. De esa forma las bandas
recogían en su círculo todas las tradiciones posibles, unas de tipo folklórico y otras de
tipo clásico.

Los diversos actos en las fiestas populares, tan frecuentes a lo largo del siglo XIX,
crearon la necesidad de estos conjuntos musicales locales, con profesores de música
adecuados, ayudados propbablemente por los organistas de las parroquias. En la capital
riojana encontramos una historia de agrupaciones, firectores, compositores y arreglistas,
profesores e intérpretes en torno al mundo de las bandas.

En Logroño los conciertos de las bandas tuvieron lugar la mayor parte de las veces
en el kiosko del paseo, al que se hace referencia como Paseo del Príncipe de Vergara,
también llamado en muchos casos Paseo del Espolón, Paseo de los Reyes o Paseo de las
Delicias.
En otras ocasiones las bandas amenizaban los bailes de los salones de algunas
asociaciones de la ciudad, así como los de los cafés. Además, las bandas de Logroño
participaban en actividades públicas del ayuntamiento e intervenían en otros festejos,
que en numerosas ocasiones tuvieron lugar en el teatro. Es por ellos que, a pesar de las
dificultades económicas que encontó el ayuntamiento para mantenerlas, no quiso
prescindir de esta agrupación musical que a su vez daba prestigio a la ciudad. En

437
octubre de 1897 encontramos un caso excepcional, ya que durante varias semanas la
banda del Regimiento de Bailén tocó en el Palacio de Exposiciones.

Como acto importante relacionado con esta agrupación, destaco los concursos de
bandas celebrados en Logroño y provincias limítrofes, no solo por el triunfo en algunas
ocasiones de nuestras bandas, sino también por lo que suponían a nivel social y cultural
los acontecimientos de este tipo. Estos concursos ayudaron a hacer más estables estas
agrupaciones, además de que el pueblo las valoraba más tras sus triunfos en estos
certámenes. Esto tiene mucho que ver con el prestigio que adquirieron a nivel local. En
un periodo de modernización y progreso, la existencia de infraestructuras daba prestigio
a la localidad que las tiene y se lo niega a la que carece de ellas. La plaza de toros, el
casino, el teatro, el paseo y por supuesto, las bandas de música, eran un signo del
orgullo local. Durante la Restauración este factor fue decisivo y determinó la
multiplicación del número de bandas en España.442

Este tipo de certámenes están relacionados con el regionalismo típico de


principios del siglo XX y con su versión más pequeña, el localismo. La rivalidad entre
poblaciones era muy notable y se mostraba claramente la competencia musical.
Además, estos concursos eran una muestra de la capacidad de organización de la
Comisión de Festejos, y a la vez una oportunidad para que la ciudad fuera visitada por
los forasteros que acompañaban a su banda.

Emilio Casares443 indica que las bandas tuvieron un impulso durante la


Restauración y gracias a ellas se produjo una vivencia musical del pueblo llano. Pero
considera que constituyeron una rémora estética y económica: estética, porque
propugnaron una creación tradicionalista, alejada de las vanguardias, y
acostumbraron a la masa a ese tipo de audición; económica, porque gran parte de los
recursos económicos de las instituciones fueron destinadas a ella y no a la financiación
de otro tipo de música de mayor altura.

442
CASTELLANOS GÓMEZ, V., Op. Cit. Pag. 418.
443
CASARES RODICIO, E.: “La música española hasta 1939 o la Restauración musical”. En Actas del
Congreso Internacional celebrado en Salamanca, 29 de Octubre-5 de Noviembre 1985, Coordinado por
José López Calo, Ismael Fernández de la Cuesta y Emilio Casares, Madrid, Ministerio de Cultura, 1987,
pags 271-272.

438
Dentro de la perspectiva histórica podemos distinguir entre bandas privadas,
protegidas por una asociación musical, y bandas públicas del Municipio. En Logroño
destacan las del segundo tipo, habiendo bandas militares y civiles. A estas bandas se
ingresaba por oposición libre y estaban sostenidas económicamente por instituciones
oficiales.

Bandas militares
Pertenecen a los ejércitos de tierra, mar y aire, guardia Civil, Policía Nacional y
Guardia Real. La plantilla estaba formada por la tropa profesional, suboficiales y
oficiales, estos últimos con la categoría de director. El número de componentes oscilaba
entre 31 y 70. En Logroño hubo des bandas militares durante la Bella época: la Banda
del Regimiento de Burgos y la Banda del Regimiento de Bailén.

o Banda Del Regimiento De Burgos


Dirigida por el señor Kriales, esta banda fue la primera que hubo en Logroño y la
protagonista desde 1889 hasta el verano de 1892. En algunas ocasiones se hace
referencia a ella como la Banda del Regimiento de Infantería. Los conciertos de esta
banda en el paseo tenían lugar todos los domingos y festivos a mediodía (de 12:00 a
13:30) y algunas veces por la tarde, durante los años arriba citados.

o Banda Del Regimiento De Bailén


Consideramos a esta banda la continuadora de la Banda del Regimiento de Burgos
ya que amenizó las sesiones en el paseo de Logroño desde el verano de 1892. En sus
comienzos fue su director el señor Don José Eras.

En el mes de noviembre de 1894, tras dejar la plaza el señor Eras, hubo un


concurso para proveer la plaza de director de esta banda. Dicho concurso consistió en la
interpretación de la Fantasía de la ópera Fra Diávolo, de Auber. Por ser el señor
Escalera el que mejor la dirigió, pasó a ser el director de la banda de Bailén.

El 9 de Noviembre de 1895 la banda de Bailén anunció su despedida, por la


marcha del batallón de la ciudad de Logroño.

439
A su regreso en el mes de julio de 1897 toma posesión del bando del Regimiento
de Bailén don José Barrero. En 1901 la dirigía el músico de segunda señor Cavada, y
tras licenciarse éste en el mes de septiembre del mismo año, pasó a serlo don Teodoro
Rivas. Le sustituyó como director de esta banda el señor Cirilo Tamayo en el verano de
1903. Éste fue director de la banda en los años de protagonismo y triunfos de esta banda
en los concursos de bandas celebrados en Logroño y las provincias limítrofes.

Según la sesión del Ayuntamiento del 18 de julio de 1897, se lee un telegrama del
Senador del Reino señor Herreros de Tejada en el cual manifiesta que no saldrá de
aquí la plana mayor de música del Regimiento de Bailén. Se acuerda darle las gracias,
así como a todas las personas que se hayan interesado en el asunto.444

Bandas Municipales
Estas bandas se ubican generalmente en las capitales de provincia, como es el
caso de Logroño, donde se formaron la Banda Municipal y la Banda de Santa Cecilia.

o Banda Municipal
Dirigida por el pianista Ildefonso Moreno, comenzamos a tener noticias de esta
banda a partir del mes de septiembre de 1893. Sus miembros se preparaban en la
Academia Municipal, dirigida por el mismo Ildefonso Moreno, director de la banda, y
sus intervenciones fueron en momentos muy puntuales.

En realidad, la academia era una especie de escuela donde se aprendía solfeo,


teoría de la música, solo la estrictamente necesaria, historia de la música en muy pocas
ocasiones, y, sobre todo, práctica de un instrumento de viento. Los músicos se dividían
en categorías primera, segunda y tercera, y unos aprendices o educandos. En los actos
en que actuaba la banda, la diferencia entre lo que cobraban unos y otros era muy
notable. El talento y la antigüedad eran los índices que después se encargaban de
establecer grados y categorías en unos grupos jerárquicamente constituídos y muy
sometidos a la tradición decimonónica.

444
Revista El Diluvio. 18-07-1897.

440
La situación económica del Ayuntamiento de Logroño en el año 1897 era
deficitaria. Los músicos de la capital escribieron una instancia en la que solicitaban que
se les pagasen los haberes por servicios prestados desde el 15 de marzo al 1º de julio del
citado año. En la sesión del Ayuntamiento del 25 de julio de 1897 se acordó abonarles
los haberes que se les debían desde hacía entonces cuatro meses.445

No obstante, los músicos salían a tocar vestidos de calle, ya que no tenían


uniformes y los instrumentos no eran del todo buenos, pero en los presupuestos
únicamente había 13.000 pesetas que se aplicaban a los haberes de profesores y
músicos. Los instrumentos podían suponer 5.000 pesetas y los uniformes 2.000, por lo
que en señor Alcalde consideró que si no había ingresos extraordinarios tendrían que
seguir los músicos de la Banda Municipal sin uniformes y con los mismos instrumentos.
A pesar de las dificultades económicas, los miembros del pleno del Ayuntamiento
consideraronn más importante que hubiera una Banda Municipal, aunque no tuvieran
uniformes y los instrumentos mala sonoridad, ya que no concebían la idea de que los
días en que tuviera que salir el Ayuntamiento a algún acto público no tuviera quien le
acompañara. La música era necesaria para dar prestigio al Ayuntamiento, al igual que se
consideraba necesario tener una banda de música y a pesar de encontrarse con
dificultades, ésta se mantuvo.446

La Academia Municipal se había creado para formar a los alumnos que formarían
la Banda Municipal de Música de Logroño, y así fue, aunque esta banda no consiguió
excelentes resultados en tan breve tiempo. En realidad fue un encargo político por parte
del Ayuntamiento para manipular la cultura musical. Se produjo entonces un desajuste
entre una institución política como es el Ayuntamiento y la educación musical, ya que
los resultados obtenidos en la Academia Municipal no fueron los esperados para formar
una Banda Municipal. La Banda tenía inestabilidad, ya que la situación política condujo
a que la formación musical quedara interrumpida al tener que acudir sus miembros a la
realización del servicio militar. Así lo cuenta la prensa del momento: 447

445
Revista El Diluvio. Sesión del Ayuntamiento. 25-07-1897.
446
Revista El Diluvio. Sesión del Ayuntamiento. 01-08-1897.
447
Revista El Diluvio. 08-05-1898

441
Hace unos años estableció nuestro Ayuntamiento una Academia de Música con
objeto de obtener de ella una Banda Municipal.

El objeto era bueno, pero los resultados hasta le fecha no son satisfactorios. Es
decir, que el Ayuntamiento no puede contar para sus actos con una Banda Municipal.

Y esto no quiere decir que el director y profesores de la Academia no se tomen el


interés que es debido; todo lo contrario.
No sabemos si consiste en que no tienen los suficientes instrumentos o que los
alumnos no son constantes en seguir en la Academia, o es que los que van más
adelantados tienen que abandonar la Academia por tener que ingresar en el ejército,
pero lo cierto es que, de esta manera nunca tendrá nuestro Ayuntamiento más que
Escuela de Música, pero nunca Banda Municipal.
Para sostener el Ayuntamiento la Academia y tener siempre una buena Banda no
tiene que hacer grandes desembolsos y si acaso economía.

Parece ser que la vida de esta banda se acabó a la vez que la academia, a finales
del siglo XIX. La Banda Municipal que tan poca fuerza había tenido, no logró
sobrevivir a los efectos que la guerra de la Colonias tuvo en nuestro país.

o Banda De Santa Cecilia


La primera noticia que tenemos de esta banda civil fue en el mes de febrero de
1902, que participó junto con la Banda de Bailén amenizando los bailes de carnaval que
se celebraron en el teatro Moderno. La dirigía entonces don Francisco Jiménez. Unos
meses más tarde, en septiembre de 1902, esta banda dio un concierto extraordinario para
las fiestas de San Mateo. La dirigía entonces don Vicente Fabregat, quien era profesor
de instrumentos de viento-madera de la Academia Municipal. En el año 1904, don
Vicente Fabregat renunció a la plaza de profesor de la citada academia, debido a que se
trasladó a residir a Castellón de la plana. Con ello, abandonó también la dirección de la
Banda Municipal de Música. La plaza de instrumentos de viento metal y viento madera
pasó a Don Anastasio Aizcorbe Judart.448

448
Actas del ayuntamiento de Logroño. 28-06-1904 y 02-07-1904.

442
Durante los primeros años del siglo XX, los alumnos de la Academia Municipal
recibieron formación y en de 1907, la Banda de Santa Cecilia anunció su debut con una
sesión de baile en la plaza de la Constitución con el siguiente programa:
- Andalucía, pasodoble.
- La Guipuzkoana, mazurka.
- Siempre galante, polka.
- Un Mimo, habanera.
- Anita, tanda de walses.
- La Mallenera, jota.

El estreno fue un fracaso por no reunir la plaza de la Constitución las condiciones


necesarias: el alumbrado escaso, la música no se oía y no se podía pasar por la
oscuridad. Se consideró que teniendo el excelente paseo del Espolón, era éste el único
que debía utilizarse. A partir de ese día, continuó la Banda de Santa Cecilia dando
sesiones de baile en el paseo del Espolón, como venía siendo habitual con otras bandas
que habían amenizado la ciudad de Logroño.

En sus comienzos, el material instrumental de esta banda era escaso ya que, como
ocurría en otras agrupaciones de este tipo, todavía no contaban con fondos para poder
renovarlo.

A partir de su debut, la Banda de Santa Cecilia tuvo gran actividad junto con la
Banda de Bailén, alternando sus intervenciones en el kiosko del Espolón durante los
días festivos, de 12 a 13:30. También participaron en otros actos, como el día que
amenizaron la fiesta de carreras de velocípedos y pedestres organizadas por el cuerpo
auxiliar de la Cruz Roja, para las fiestas de San Mateo de 1907.

Esta banda participó en los actos públicos de la ciudad con mayor éxito del que lo
hizo la anterior Banda Municipal. En el año 1908 celebró el día de la patrona de la
música, que además daba nombre a la banda, con una misa, un concierto público, el
pasodoble al dirigirse a la catedral y una sesión de baile en el teatro, todo ello
interpretado por la Banda de Santa Cecilia.

443
Asimismo, amenizó la celebración de otras festividades como la de San José y
obsequió con conciertos a las personalidades importantes de la ciudad.449

El 30 de mayo de 1909, el director de la banda, D. Juan Ruiz Olalla, ofreció al


alcalde de Logroño tocar gratis en el paseo de los Reyes todos los jueves. Los progresos
de esta banda fueron notables y esta agrupación comenzó a desplazarse por algunos
pueblos de La Rioja para amenizar las fiestas. Se observan diferencias respecto a la
anterior Banda Municipal, ya que por fin se contó en Logroño con una banda civil con
músicos bien preparados. Lo que no había cambiado eran los medios económicos, ya
que el instrumental no sonaba todo lo bien que el público hubiese deseado.

Aun así, llegó a crearse cierta competencia entre la Banda de Santa Cecilia y la
Banda de Bailén en el año 1911. Para las fiestas mateas de este año, la comisión de
festejos del Ayuntamiento programa interpretaciones de ambas bandas en distintos
lugares de la ciudad. Los conciertos tuvieron lugar de once de la noche a una de la
madrugada y se anunció que se concedería una gratificación a la banda que más tiempo
permaneciera tocando la jota, última obra del programa.

Podemos observar que tuvieron que pasar muchos años para que se lograra formar
una banda de música civil capaz de mantenerse activa en diferentes actos municipales.
La Banda Municipal existente durante la última década del siglo XIX se mantuvo en
condiciones precarias, que no ayudaron que avanzase y lograse los objetivos para los
que fue creada. No era fácil lograr avances musicales si ello no iba acompañado de
estudios ni dotación necesaria para una educación musical en profundidad.

A partir de la creación de la Academia Municipal por iniciativa del compositor,


pianista y profesor don Hipólito Rodriguez, surgió la Banda de Santa Cecilia, cuya
aceptación y movimiento en la ciudad fue mayor que el de la Banda Civil durante los
últimos años del siglo XIX. La Banda de Santa Cecilia también contó con dificultades
económicas al no disponer el Ayuntamiento de dinero suficiente para renovar el
material instrumental, ni para financiar de manera digna a los músicos que la formaban.

449
El 7 de febrero de 1908 se anuncia en prensa obsequiaría con un concierto al candidato liberal para la
senaduría por Logroño, don Bautista Tejada, quien se hallaba hospedado en el hotel de Comercio.

444
Sin embargo, el gran interés de los profesores que impartían su formación,
especialmente del impulsor de la Academia Municipal, don Hipólito Rodríguez, ayudó a
que la participación de esta banda en la vida de la capital riojana fuese más activa y
favorable.

Las Bandas de música en Logroño por periodos


He realizado la división de la música de bandas en tres periodos, por las
diferencias que los distinguen.

Años 1889 al 1895:


Durante estos años tiene el protagonismo la Banda del Regimiento de Burgos,
hasta 1892 y la Banda de Bailén a partir del verano de 1892. Los conciertos de ambas
bandas militares fueron abundantes. La mayoría de los domingos por la mañana, de
doce y media a una y media, había un concierto en el paseo de la ciudad. Durante los
meses de verano los conciertos tienen lugar por la tarde, variando el horario de cinco a
siete en unos casos y de siete a nueve en otros. Algunas veces había también conciertos
los jueves, siendo estos siempre por la tarde, de seis a ocho o de siete a nueve.

Los días festivos siempre había conciertos: 1 de enero (Añonuevo), 25 de diciembre


(Navidad), 6 de enero (Reyes), 1 de noviembre (día de todos los santos), 11 de junio
(San Bernabé), 15 de agosto (la Ascensión), 8 de septiembre (la Virgen), 25 de julio
(Santiago), 21 de septiembre (San Mateo), 8 de diciembre (la Inmaculada). Son
frecuentes los conciertos en festividades como el cumpleaños del Rey o algún otro
miembro de la Casa Real, o para celebrar aniversarios relacionados con acontecimientos
militares.

Aunque durante estas fechas el Ayuntamiento no pudo dotar a las bandas de todo
el dinero que necesitaban, sí se preocupó, en algunas ocasiones, por incluir en su
programa de fiestas de San Mateo un concurso de bandas para atraer a las agrupaciones
de otras localidades de la provincia o incluso de provincias cercanas, creando además
cierta competencia entre ellas. En momentos como éste se destinó más dinero a este fin
que al sostenimiento de la propia Banda Municipal.

445
Fue para las fiestas de San Mateo del año 1895 cuando se celebró el primer
concurso de bandas de música organizado por el Ayuntamiento de Logroño. Las bases
del concurso que tendría lugar en 21 de Septiembre a las 9, aparecen anunciadas en el
periódico desde el mes de agosto, siendo las piezas a interpretar, las siguientes:

1. Overtura de Cleopatra (Mancielli)


2. Pieza de libre elección.

La obra de libre elección debía ser notificada en el momento de la inscripción,


entregando la partitura al jurado antes del certamen.

El jurado del certamen celebrado en 1895 estaba formado por personajes


relacionados con el mundo de la música como don Luis Barrón, don Ruperto Ruiz de
Velasco, don Martín Ganuzas, don Blas Hernández y don Hipólito Rodríguez. La
presidencia del jurado corrió a cargo del compositor Ruperto Chapí.

La presidencia de Chapí en el jurado de este concurso es un acontecimiento de


gran importancia en la ciudad. El diario La Rioja del 21 de septiembre, día de
celebración del concurso dedica la primera página al compositor, acompañada de un
retrato, como testimonio de la consideración que merecía para la sociedad riojana.
Como buen nativo de la región valenciana, Chapí se había sentido atraído de modo
especial por la música de banda desde muy pequeño; aprendió el flautín y el cornetín y a
los nueve años de edad ya tocaba el primero de los instrumentos en la banda “música
nueva” de su Villena natal. La elección de este relevante personaje musical para el
jurado dio más prestigio a este concurso y al carácter de capitalidad provincial de
Logroño. Su estancia en Logroño dejó tal huella que dos años más tarde, el 8 de agosto
de 1897 -día del santo de Chapí- la banda de Bailén le hace un homenaje en el Espolón
interpretando fragmentos de sus obras.

En este concurso participó la Banda de Bailén, única banda en activo en Logroño


en aquél momento. Además participaron algunas bandas de las provincias limítrofes. La
banda de Bailén quedó en segundo puesto. Al finalizar el concurso, en septiembre,
aparece un comentario en el periódico con los resultados:

446
Comentario del concurso de bandas y detalle de los premios:
Primer premio: La Lealtad.
Segundo premio: Bailen.
Tercer premio: Cantabria.
Cuarto premio: San Marcial.

Años 1896 al 1898:


El protagonismo musical lo tuvo únicamente la Banda militar de Bailén, y en
momentos muy puntuales, la Banda Municipal, que, como sabemos, no logró la
formación necesaria en la Academia Municipal. Sin embargo, durante este periodo, la
música de la banda decae muchísimo; sólo hay conciertos durante algunos domingos del
mes. Nos encontramos en los años de la guerra de Cuba y esto afecta especialmente a la
Banda de regimiento de Bailén, regimiento que se despidió para ir a la guerra en
noviembre de 1895 y ausentándose hasta 1897.

Años 1899 al 1911:


Comienza esta temporada con el protagonismo de la Banda de Bailén, al que se le
une a partir de 1907 la Banda de Santa Cecilia, banda civil creada gracias a la formación
de los alujmnos en la Escuela Municipal de Música. Durante estos años los conciertos
de la banda vuelven a ser como los años anteriores a la guerra. Destacan más que antes
los conciertos en jueves. Asimismo se celebran conciertos para celebrar fechas
señaladas, como el Centenario de las Cortes de Cádiz, en septiembre de 1910,
acompañados de iluminación eléctrica, fuegos de jardín y elevación de globos.

Hemos de destacar la actuación de la banda Unión Artística Musical de Haro para


las fiestas de San Mateo en septiembre de 1905, así como las dulzainas de Navarra, que
acompañan a la Banda de Bailén en algunas ocasiones.

En otras ocasiones, se pensaba contar con las actuaciones de la banda del


Municipio de Madrid o la del Valenciano, pero finalmente no se llevan a cabo estas, al
no haber dinero necesario o tener comprometidas las fechas de San Mateo, como
sucedió en el año 1911.

447
En mayo 1906 los conciertos de las bandas pasan por un momento difícil, ya que
la Comisión de Hacienda del Ayuntamiento anunció que no habría conciertos ese
verano entre semana, fundándose en el socorrido recurso de que no había dinero.
Estamos seguros de que a nadie agrada que se supriman los conciertos. El dinero que
empleaba nuestro Ayuntamiento no era perdido; todos gozamos oyendo música.
Además, señores concejales, educa, y eso hace mucha falta en nuestro pueblo, siquiera
en el sentido estético de la palabra.450

La citada nota de prensa es una muestra clara de que había personalidades en


Logroño que eran consciente de que la música era, además de ocio, cultura y educación,
algo que hacía mucha falta.

Finalmente, en el mes de junio del mismo año, se anuncia que en la sesión del
Ayuntamiento presentó el concejal señor Landrón a sus compañeros una moción sobre
los conciertos de la banda de Bailén, optando por que se den. Se acordó que hubiera
conciertos los jueves, de nueve a once de la noche; los domingos se verificarán de siete
a nueve.

Aunque en Logroño no se habían vuelto a celebrar concursos de bandas desde


1895, la Banda del Regimiento de Bailén participó en los concursos de bandas de
provincias limítrofes, como Vitoria, obteniendo muy buenos puestos. Este tipo de
certámenes fueron muy comunes en muchas ciudades españolas, ya que ninguna quería
quedarse atrás en un asunto festivo y cultural que motivaba a los pueblos en general.

En el mes de agosto de 1906 se organiza el concurso regional de bandas en


Vitoria, coincidiendo con las fiestas de la Virgen Blanca, en el que podían tomar parte
las bandas de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Logroño, Santander y Burgos.
Finalmente sí decidió presentarse al concurso esta banda, obteniendo un excelente
puesto. Las bandas del norte de España se agrupaban en tres: grupo A, B y C. La banda
del regimiento de infantería de Bailén, pertenecía al grupo B junto con la banda del
regimiento de infantería de San Marcial y la del regimiento de infantería de Guipúzcoa.

450
Diario La Rioja. 13-05-1906.

448
La banda de Bailén quedó en primer lugar de las tres citadas, con un premio de 2000
pesetas.

A su llegada en tren a Logroño desde Vitoria, la banda de Bailén fue recibida por
el pueblo con grandes ovaciones, especialmente para el señor Tamayo, director de la
banda.451 A continuación, los miembros de la banda de Bailén fueron recibidos en los
jardines del Gran Casino con refrescos y mucho entusiasmo, al igual que por el resto de
las calles de la ciudad. Esa misma noche dieron un concierto en el Espolón, de nueve a
once, interpretando las obras llevadas al concurso. 452

A partir del año 1907 tienen lugar numerosos conciertos por la banda civil de
Santa Cecilia, que se alterna en el paseo del Espolón con la de Bailén. Continuó durante
los últimos años de la primera década del siglo XX el protagonismo de la Banda de
Santa Cecilia, al participar en la función benéfica por los damnificados por el incendio
de la Zarzuela que se celebró en el teatro Bretón. El espectáculo se llevó a cabo con la
colaboración de la compañía de zarzuela del señor Nieto, ejecutando la banda de Santa
Cecilia en los intermedios obras de concierto.

Entre los damnificados por el incendio se encontraban cuatro jóvenes logroñeses:


Manuel y Fernando García, Patricio Bastida y Luis Jiménez, éste subvencionado por
nuestro Ayuntamiento. Los cuatro eran profesores de la orquesta de aquél teatro, y se
quedaron sin colocación y sin instrumentos, pues el fuego los destruyó. Tal iniciativa
fue vista y por lo tanto secundada por el público logroñés. El producto del beneficio que
se dio en el coliseo para los músicos logroñeses de la Zarzuela fue invertido en adquirir
los instrumentos que se perdieron en el incendio del clásico teatro.

El acontecimiento más importante de este periodo fue el concurso de bandas


civiles y militares, retomado en Logroño en el año 1908, después de trece años. Al igual
que el concurso del año 1895, reunió a una amplia audiencia ciudadana y trajo consigo
la colaboración de numerosos personajes del municipio relacionados con el mundo
artístico. Tuvo lugar el 22 de septiembre a las 10 de mañana en el teatro Bretón,
coincidiendo como era tradición, con las fiestas mateas. Los premios fueron: 1º, 3.000

451
Diario La Rioja. 08-08-1906.
452
Diario La Rioja. 09-08-1906.

449
pesetas; 2º, 1.000 pesetas; 3º, 500 pesetas. Para charangas, el grupo B, con otros tres
premios, de 500, 300 y 200 pesetas.453

En el jurado que habría de calificar a las bandas que tomasen parte en el concurso,
figuraban nombres muy prestigiosos: don Luis Barrón, don Fermín Maguregui, don
Carmelo D. Gessner, don Hipólito Rodríguez, don Cirilo Tamayo y don Martín
Ganuzas. Tras ofrecerse la presidencia del jurado a tres críticos musicales de gran fama:
don Cecilio Roda, de La Época, Manrique de Lara, de El Mundo, y el coronel de
ingenieros señor Arteta, finalmente fue el joven maestro don Rogelio Villar. Leonés,
pianista de talento, cultísimo, por su educación musical completa y moderna, parte al
componer del punto superior a que llegaron los grandes maestros. Su éxito mayor había
sido la publicación del cancionero de su región: los cuatro tomos de “Canciones
Leonesas”454. El maestro Villar había estrenado en esos últimos años, con gran éxito en
Madrid, en los conciertos Francés, en la Orquesta Sinfónica y en el Ateneo.455

Rogelio Villar (1875-1937) comenzó sus primeros estudios en el Conservatorio de


Madrid , y se dio a conocer muy joven, tanto por sus composiciones originales como
por la publicación de bellísimas glosas de melodías populares leonesas, a la vez que
colaboraba en periódicos y revistas, en las que hizo incesantes campañas en favor de la
música española. Su amplia cultura artística y literaria, su sinceridad y modestia,
hicieron de Villar una de las figuras más interesantes y respetables en la historia de la
música española. A ella consagró toda su actividad y todo su entusiasmo, prescindiendo
de los halagos de una fácil popularidad por el amor de su arte. Su tarea fue
verdaderamente sorprendente y abarca no sólo la composición, en sus géneros más
diversos, sino también el folclore musical, la historia, la crítica, etc.

Posteriormente a su estància en Logroño como presidente del jurado del concurso


de bandas, fue profesor de música de cámara del Conservatorio de Madrid (propuesto
por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Consejo de Instrucción Pública
y Conservatorio) y profesor de música y canto del Instituto Escuela de segunda

453
Diario La Rioja. 16-07-1907.
454
CANCIONES LEONESAS. ROGELIO VILLAR. Obras para violín y piano: Serranilla, Balada,
Danza montañesa, Estival, Salmodia, Danza campesina.
455
Diario La Rioja. 15-08-1907.

450
enseñanza, habiendo sido uno de los fundadores y profesores de la Universidad Popular.
Consiguió varios premios en concursos oficiales y de carácter particular, y sus obras
musicales fueron ejecutadas en las principales ciudades de Europa y América . Durante
muchos años quedó encargado de la crítica musical de El País, de Madrid, publicando
en ese numerosos artículos y juicios que eran leídos por todos los aficionados a la
música. También ejerció las mismas funciones en La Ilustración Española y Americana,
Nuevo Mundo, La Esfera, Mundo Gráfico, Musico De Oggi, de Milán; La Revista de
Música, de Buenos Aires; Ecos Musicales, Miedo Esos Mundos, La España Musical,
que fundó, y los diarios Le Figaro y El Día, habiendo colaborado además con muchos
otros periódicos y revistas y en la Enciclopedia Espasa .

Formó también parte de jurado de concursos de piano y de bandas civiles y


militares en otras ciudades españolas como Valencia, Vigo, Madrid y Cuenca; de la
Exposición oficial de artes decorativas e industriales artísticas el 1,911 y 1913; del
concurso de agrupaciones de música de cámara en las obras sinfónicas abierto por la
revista Música; donde a instancias de la Junta para la ampliación de estudios y el
extranjero y de los Tribunales de oposiciones a las cátedras de armonía por Real Orden
del 4 de julio de 1914 y de estética e historia de la Música (por RO de julio de 1.920 );
jurado en los ejercicios de oposiciones a premios de piano, solfeo y armonía en el
Conservatorio, y del primer concurso Estrella (premio extraordinario de piano entre los
alumnos del Conservatorio). también formó parte del tribunal de los concursos
nacionales del Estado ( 1926 ), y fue secretario del Tribunal de oposiciones a plazas de
pensión en Roma ( 1927 ).

En 1930 dirigió la revista musical Ritmo, editada en Madrid, y en la que realizó


varias campañas, entre ellas la que da lugar a la creación del cuerpo de director de
Banda, así como la fundación de la Asociación de organistas e intérpretes de música
sagrada. En 1933 publicó la segunda edición de sus Canciones leonesas.

Las obras obligadas para el concurso fueron: para el grupo A (bandas completas),
La overtura Freischütz, de Weber, se destinará a las bandas completas, y para el grupo
B (charangas) la Retraute Austrichienne, de Keller-Belle. Además, cada banda

451
interpretaría una obra de libre elcción. Se presentaron a este concurso las bandas de la
provincia y de provincias limítrofes:

- La banda de Santa Cecilia tocando el pasodoble Corrida regia.


- La banda de Bailén, ejecutando el pasodoble El ingeniero.
- La banda de Elciego otro pasodoble de título desconocido.
- La banda del regimiento de San Marcial, de Burgos, ejecutando Suspiros de
España.
- La banda del regimiento de la Lealtad, de Burgos, interpretando el Oquedori.
- La banda Gerona, de Zaragoza, ejecutando el pasodoble De guardia.

A las cuatro de la tarde del mismo día, el Centro Artístico organizó un festival
en la plaza de toros, en el que participaron las mismas bandas del concurso, además de
niños y señoritas, por lo que terminó siendo un gran cotillón. Comenzó con un
pasacalles de todas las bandas participantes cuyo punto de llegada era la plaza de toros.
A continuación, cada banda interpretó su obra de libre elección y finalmente todas
juntas interpretaron la obra obligada, formando un círculo y bajo la batuta del señor
Tamayo, director de la banda de Bailén. La función terminó con el baile de la jota,
danzando un sinfín de parejas, y la quema de ruedas de fuegos artificiales.

Los programas de las bandas de música


El repertorio interpretado por las bandas de música es similar en todas las
ocasiones, predominando las transcripciones de zarzuelas, óperas, sinfonías u otras
obras de compositores populares. Estos arreglos eran realizados por editoriales
extranjeras o nacionales en algunos casos, por el propio director de la banda, que
adaptaba la obra a su propia plantilla en otros y por el encargo de una sociedad que
desea ofrecer a su público una obra importante y solicita a un compositor, en otros. Con
todo ello, el repertorio de obras transcritas para banda fue en Logroño muy numeroso.

He realizado un análisis exhaustivo de los programas con las obras que


interpretaron en Logroño las diferentes bandas de música. La mayor parte de los días
que había concierto de la banda, se publicaba en la prensa el programa del día, indicado
el lugar, la hora y la banda que lo va a interpretar. El número de obras interpretadas en
cada sesión, solía ser cinco o seis. En sus comienzos, lo normal era que se iterpretaran 6

452
obras, sin embargo esto cambió en el año 1894, con el cambio de director de la Banda
de Bailén, protagonista entonces de las veladas del paseo, el que pasaron a ser cinco
obras las que formaban parte del programa. La sociedad riojana demandaba más música,
solicitando al nuevo director de la Banda de Bailén, el señor Escalera, volver a los
antiguos programas de seis números. De igual modo se solicitó que se enviara el
programa para que fuera publicado en prensa, como lo había hecho hasta entonces el
señor Eras, y que se permaneciera hasta las ocho y media tocando en el paseo. Todo ello
se hizo efectivo a partir del mes de octubre de 1897, cuando comenzaron a publicarse
los programas de seis obras en los que aparecía el título de la obra, el género musical y
el autor. En algunas ocasiones, los datos no son completos, pero he podido completarlos
para realizar un análisis completo de la música instrumental que se consumió en
Logroño durante los años de la Bella Época.

En cuanto a los autores de las obras que se interpretan, se observa que en muchos
de los casos el autor es el propio director de la banda (señor Kriales de la Banda del
regimiento de Burgos y señores Eras, Tamayo en la del regimiento de Bailén o Vicente
Fabregat, director de la banda civil y profesor de instrumentos de viento-madera de la
academia de música)

La estructura de los programas de las bandas era muy similar en todos los
conciertos. La obra de comienzo era siempre una marcha, a veces militar, o un
pasodoble. Para finalizar los conciertos se interpretaba un vals o de nuevo un pasodoble
o marcha al igual que en la apertura de los conciertos. En los programas de seis títulos
era frecuente la finalización con una jota. El resto de las piezas son polkas, mazurkas,
caprichos, gavotas, danzas, fantasías y oberturas u otros fragmentos de las zarzuelas y
óperas del momento, al igual que los popurrís de zarzuela. Por lo tanto, además de las
marchas de desfile y otras populares, se combinaba la música militar con las
adaptaciones de música de orquesta sinfónica para banda.

Efectivamente, además de amenizar la vida de la ciudad, estos conciertos servían


en muchos casos para dar a conocer la música que en esos momentos se estaba haciendo
no sólo en España, sino también en Europa. Se interpretan fragmentos de óperas de
Wagner, como Lohengrin o Tanhauser, así como Aída o Juana de Arco de Verdi,
Guillermo Tell de Rossini o La sonámbula de Bellini. Son muy frecuentes los walses de

453
Waldteufel, generalmente para dar fin al concierto, aunque también abundan los walses
de Strauss. Los programas de estos conciertos incluyen a menudo novedades que son
muy bien recibidas y sobretodo esperadas por la sociedad logroñesa. Es el caso de la
partitura de Madame Butterfly, partitura que fue solicitada por el señor Tamayo, director
de la banda de Bailén, para ser interpretada como estreno en 1908 en los conciertos del
Espolón de Logroño.

En algunas ocasiones observamos que al tratarse de obras creadas en su origen


para orquesta, se observa que se realizaron arreglos de una misma obra por diferentes
compositores. Por ello aparecen a veces los mismos títulos con diferente autor.

En otros casos se interpretaban varias obras de un mismo autor o fragmentos de


una misma zarzuela u ópera en un mismo programa. Especialmente destacado fue el
caso del programa del 11 de abril de 1909, que como homenaje a Ruperto Chapí, tras su
reciente fallecimiento, incluía cinco obras del autor:456

- El puñao de rosas. Pasodoble.


- Serenata morisca. Serenata.
- La revoltosa. Fantasía.
- La czarina. Fantasía.
- La tempestad. Valses.

En la siguiente tabla comparativa han quedado clasificados los géneros musicales


interpretados por las bandas de música de Logroño.

Género Número de interpretaciónes


Marcha: 784
Pasodoble 656
Marcha militar 40
Marcha 88
Vals 606
Fantasía 369
Polka 339
Mazurka 288
Obertura 266
Jota 194
Gavota 107
Danza 81

456
Diario La Rioja. 11-04-1909.

454
Serenata 69
Popurrí 67
Tango 34
Suite 28
Polonesa 27
Capricho 26
Schotis 22
Sinfonía 20
Alborada 18
Minuetto 17
Intermedio 16
Sardana 16
Habanera 14
Rapsodia 13
Retreta 13
Coros de zarzuela 12
Pavana 8
Barcarola 6
Bolero 6
Americana 5
Rigodones 5
Aria 4
Romanza 4
Couplets 4
Cuarteto 4
Rondalla 3
Mosaico 3
Malagueñas 2
Guaracha 1
Miserere 1
Oratorio 1
Sonata 1
Zortziko 1

La Marcha fue el género más veces interpretado por las bandas de música en
Logroño, concretamente el pasodoble o marcha redoblada. Este le siguió en número de
interpretaciones el Vals, duplicando en número de interpetaciones a la Fantasía y la
Polca. A estas le siguen la Mazurca, la Obertura y la Jota. Este reparto es lógico puesto
que los programas empezaban la mayoría de las veces con una marcha, que en la mayor
parte de las ocasiones era una marcha redoblada o lo que es lo mismo, un pasodoble y
en muchas ocasiones también se utilizaba este baile para cerrar los conciertos.En el caso
del Vals era un género musical que aparecía en todos los programas. La fantasía, la
polak, la Mazurca, la Obertura y la Jota, eran muy frecuentes pero no obras fijas e todos
los conciertos.Gavotas, Danzas, Serenatas, Popurrís de zarzuela, Tangos, Suites,
Polonesas o Caprichos, fueron géneros utilizados de forma ocasional y el resto de

455
géneros citados aparecieron en momentos muy putuales durante los conciertos del
paseo.

La Marcha
Han quedado incluidos en este apartado los diversos tipos de marchas existentes
que fueron interpretados por las bandas de música en el paseo de Logroño. Por ello,

456
además de la marcha propiamente dicha, se incluyen la marcha nupcial (de ejecución
solemne), la marcha militar (para desfiles) y la marcha redoblada o pasodoble, que fue
la tipología de marcha más veces interpretada en Logroño durante este periodo.

La marcha queda definida por un ritmo característico que ayuda a caminar, en el


que se procede a hacer desiguales los tiempos: más largo el primero, menos el segundo.
Rítmicamente se caracterizan por la utilización del puntillo, que alarga el primero de los
pulsos, consiguiendo una acentuación que ayuda a llevar el paso. Se escribe en compás
binario simple o compuesto (2/4 o 6/8), aunque también se acepta el cuaternario (4/4).

Fue éste el género musical más veces interpretado en los conciertos del paseo, con
un total de 784 interpretaciones de marchas. De todas ellas, 661 fueron pasodobles, 40
Marchas militares y 83 Marchas sin definir. Por ello, han quedado clasificadas en tablas
según sub-géneros.

El pasodoble es el ritmo más genuino y representativo de la música española,


siendo éste, además, el más veces interpretado por las bandas de música de Logroño en
sus conciertos en el paseo del Príncipe de Vergara. Sus orígenes se encuentran a
comienzos del siglo XX, con las corridas de toros en el momento de paseíllo de las
cuadrillas. En algunas ocasiones los programas aluden a él como “pasacalle”, siendo
ésta una variante del pasodoble, que ha quedado incluida en el mismo grupo. Como
“una marcha popular de compás muy vivo” define la RAE el pasacalle, una
composición musical de ritmo ternario construida sobre un tema que se repite
constantemente. Ambos son, pues, marchas que tienen en común su vivo ritmo, compás
y estructura general. La principal diferencia entre uno y otro estribaría en el carácter
marcial del pasodoble, que sería marchoso en el caso del pasacalle.

De origen español, ambos han sido siempre tremendamente populares y, desde


mediados del siglo XIX, con el auge del teatro musical –zarzuela, revista, etc.– pronto
se incorporaron a las obras, siendo en muchas ocasiones los números musicales mejor
recibidos

457
Título Compositor
Triana. (5 veces) Santiago Lope
Sangre española. (4 veces)
Daudet. (3 veces)
Angelillo. (4 veces)
Vito. (2 veces)
Gerona. (4 veces)
Suspiros de España. (3 veces)
Gallito. (3 veces)
La muerte del torero.
El boer. (3 veces)
Torerito. (3 veces)
A la victoria.
Granada Ramón Roig i Torné
Almogabar.
El Regreso. (4 veces)
La gracia de Dios. (7 veces)
Pro-Patria. (4 veces)
Un buen mozo. (5 veces)
Zottlében. (3 veces)
El ingeniero. (5 veces)
Oquendori.
Pasodoble de la zarzuela El tambor de granaderos. (2 veces) Ruperto Chapí
Pasodoble de la zarzuela La Bruja.(2 veces)
Pasodoble de la zarzuela El rey que rabió. (2 veces)
Pasodoble de la zarzuela La czarina.
Pasodoble de la zarzuela Las doce y media y sereno.
Pasodoble de la zarzuela El puñao de rosas. (5 veces)
Pasacalle El riquitrun. (4 veces)
Pasacalle La corrida de Beneficencia. (2 veces)
El andarín. (6 veces) Escalera
Ecos del Ebro. (2 veces)
Los hijos de Zocueca. (3 veces)
El banderín amarillo.
El banderín rojo.
El segundo de Zapadores. (6 veces) Fermín Ruiz Escobés
Zaragoza.
El turco.

458
El seis doble. Vicente Fabregat
Souvenir. (6 veces)
El logroñés. (3 veces)
La primera semana. (3 veces)
Las Améscoas. (2 veces)
Pasodoble de la zarzuela La marcha de Cádiz. (3 veces) Joaquín Valverde Sanjuán
El logroñés.
Pasodoble de la zarzuela El último chulo.
Pasacalle de la zarzuela Los camarones. (3 veces)
Pasacalle de la zarzuela Plantas y flores. (2 veces) Joaquín Valverde Sanjuán y Tomás
López Torregosa
Pasodoble de la zarzuela El pollo Tejada. Joaquín Valverde Sanjuán y José
Serrano
Pasacalle de la zarzuela Cádiz.(2 veces) Federico Federico Chueca y Joaquín
Valverde Durán
Pasodoble de la zarzuela El bateo. (3 veces) Federico Chueca
Pasodoble de la zarzuela La alegría de la huerta. (3 veces)
El dos de mayo. (2 veces)
Pasodoble de la zarzuela Las zapatillas.
El cisne. Burón
Los pájaros. (3 veces)
Viva Gijón. (2 veces)
El instructor. (8 veces)
El alabardero.
El cazador. Cirilo Tamayo
Enoe. (2 veces)
César. (4 veces)
Piripi.
Surigao. (3 veces) Pablo Echegoyen
Ronda. (3 veces)
La conferencia de Algeciras. (4 veces)
Recuerdo de Tarxdit.
Pasacalle de la zarzuela El padrino de El Nene. (2 veces) Manuel Fernández Caballero y
Pasodoble de la zarzuela Tortilla al ron. (2 veces) Mariano Hermoso
Pasodoble de la zarzuela La diligencia. (3 veces) Manuel Fernández Caballero
Pasodoble de la zarzuela Bohemios. (2 veces) Amadeo Vives
Pasodoble de la zarzuela Juegos malabares.
Pasodoble La machicha, de la zarzuela La gatita blanca. (2 Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
veces)

459
Honor a Galicia. Ruiz
Zaragoza. (2 veces)
¡Adelante!
Adelante. (5 veces) Elisa Casas
Saludo a Logroño.
El abanico. (7 veces)
Malagueñas Álvaro Milpager Díaz
De ronda. (2 veces)
Aurrera. (2 veces)
América. (6 veces) E. Camó
Saludo a Pamplona.
Bailén. (3 veces)
Les cadets. (3 veces) John Philip Sousa
Washingtn post. (2 veces)
The stars and stripes forever.
Saludo a Logroño. (3 veces) Ildefonso Moreno
La cruz roja. (3 veces)
El ramo de jazmín.
El descaharrante. Pascual Pérez Choví
Un par al sesgo. (2 veces)
Treviño.
El vencedor. Mir
Bascara.
El Constante.
Pasacalle de la zarzuela Los hijos de Madrid. (3 veces) Guillermo Cereceda
Pasodoble de la zarzuela El maestro de obras. (6 veces)
Pasacalle La Giralda. (5 veces) Eduardo López Juarranz
El cartujano. (4 veces)
Frascuelo.
Italiano. Espinosa
Saludo a Francia. (2 veces)
Angelito. (2 veces) Fernando Cobeño Heredia
Burgos.
L´Nagti. (5 veces) Adolphe-Valentín Sellenick
El más bello.
Altube. (4 veces) García
Fixiol.
Alemán. (2 veces) Waterland
Mitt GottKoniga. (7 veces)
Mit Gott.

460
Pasodoble de la zarzuela La corte del faraón. (9 veces) Vicente Lleó
Pasodoble de la zarzuela Si las mujeres mandasen.
Sangre torera. (2 veces) José Erviti Segarra
El Marusiñu.
Venecia. (2 veces) Klien
L´Nagti.
Colón. Enrique Calvist
Viva la reina. (7 veces)
Hedenruf. (6 veces) Leitmane
En la selva.
Feldzeugmeister von kun. Karl Komzak
Pataleta.
Hamburgo. (3 veces) Kriales
El alemán. (5 veces)
Viribus unitis. (10 veces)
Bismark. (2 veces) Lendroski
Hohenzollern.
Pasodoble de la opereta La viuda alegre. (5 veces) Franz Lehar
Pasodoble de la opereta El Conde de Luxemburgo. (13 veces)
Condé. (3 veces) Wettge
Jean Bart.
Grognard. (4 veces) Parés
Los guardias. (3 veces)
Lorraine. (2 veces) Ganne
Saludo a Viena. (2 veces)
El progreso. (2 veces)
Pasodoble de la opereta Bocaccio. (2 veces) Franz Von Suppé
Cartago. Giner
La entrada de la muta.
Pasacalle de la zarzuela Niña pancha. Julián Romea Joaquín Valverde
Pasacalle de la zarzuela Panorama Nacional. Apolinar Brull
¡Viva Covadonga! (3 veces) Pintado
Manolo. (3 veces) Furés
El cañón. Miguel Marqués
De guardia. (4 veces)
Bajo la doble águila. (6 veces) Richard Wagner
Wer. Pasodoble alemán. Hoffmann
El Marquesito. Estellez
Pasodoble de la ópera cómica La Mascotta. (2 veces) Edmond Audrán

461
El Delator. (2 veces) Serás
El reintegro. (2 veces) Parra
Pasodoble de la zarzuela Patria y toros. (10 veces) Teodoro San José
Pasodoble de la zarzuela Sobre la veleta.
El primer jefe. Magan
La corrida regia. Varaley
Pasodoble de la zarzuela El clavel rojo. Tomás Bretón
La prensa. Ercilla
El africano. Revirá
Astur. Salinas
Venecia. Woest
Saludo a Chicago. (3 veces) Frías
El andaluz. Regino
Gairong. Herben
Sevilla. Ripoll
Lázaro. Gravier
Zurik. Marknev
Venecia. (2 veces) Kaltis
Adelante. M. Velasco
La Unión. J. Manas
Parejo. (4 veces) Cerezo
Matilde. Mañanas
Al pueblo de San Sebastián. (4 veces) C. Barrón
El clavel. F. Sans
Saboya. Barreca
Cuelfn. Recling
El reservista. Fanoke
Miquolete. V. L.
120 por minuto. (3 veces) M. Galí
El reservista. R. Jaucke
El recluta. Prusón
Altube. (2 veces) García
Bailén. E.C.
Hoch. Die Deutsche Flotte. (5 veces) V. Jos
Arenas de Barcelona. Ayné
El 25 de línea. (3 veces) E.A.
El Alabardero. (3 veces) Yuste
Gratitud. M. Algueró
Periket. Nui

462
Pirurk. Hespt
Zurban. Gena
Valor francés. (3 veces) Hipts
Los Garrochistas. (3 veces) Viniegra
Salga el toro. M. Font
Die sieben Schwaben. (2 veces) Carl Millöcker
Una Danx. Julker
Las hijas de Madrid. Les
Pasodoble alemán. V. Foc
Soldaten Humor. Sculpts
Los sargentos de Bailén. R. Saiz
Klange. A. Retiling
Soldaten humor. H. Richard
La alianza. Valera Silvari
AlmiranteStoch. (2 veces) Le Aulan
Pasodoble alemán. Kothalruf
Stanley. Jackes Offenbach
Benedicto. (2 veces) Kuiel
Esther. (9 veces) Eduardo Borrás
Hohenzollern. (2 veces) Gaide
Augen. Zañí
Angeurech. Postigo
En liesse. Turina
Le vallón plus. (2 veces) Belle
Viva la jota. Pascual Marquina Narro
Feliz aniversario. (3 veces) Langlois
El cortés. (3 veces) Sánchez
La unión hace la fuerza. (2 veces) Gauter
Clemlim. Qulao
Pasodoble de la zarzuela La reina de las tintas. (4 veces) Manuel Penella
Los pequeños payasos. (2 veces) A. Bosch
Le gai. Otto N.
Waterloo. (2 veces) Steenburgen
Bruxeles Exposition. (2 veces) Francois
Suspiros de España. (5 veces) Antonio Álvarez Alonso
La guardia real. (5 veces) Mariano San Miguel
Bailén. (2 veces) Aymami
San Jorge. Pascual
Guitarras y panderetas. Steiger

463
Paseo. S. Kalla
A Jeréz. Burnero
El guerrerillo. V. del Hoyo
Los pequeños de París. Berger
Deportivo. (2 veces) I. Sáenz
Toloño. (3 veces) P. González
Pasodoble de la zarzuela El motete. José Serrano
La muerte del torero. Montenegro
Pasodoble de la zarzuela Los molinos de viento. (4 veces) Pablo Luna
Canalejas. José Rogel
Llamada de concejales. Zaldivar
Pasodoble de la zarzuela La Torre del Oro.(2 veces) Gerónimo Giménez
Gran velocidad. (5 veces) Juan Vallés
El señorito. (2 veces) Felipe Calleja
Coronel, coronel, coronel. (2 veces) Hipólito Rodríguez
Pacorro. (2 veces) Concha Notario
Pasodoble. V. Bataller
Pasodoble. Bennati
Pasodoble. Martín
Pasodoble. Oscar
Pasodoble. Müller
Pasodoble. Zumelzu
Pasodoble. Basarain
Pasodoble. Zuviarte
Pasodoble. Serás
Pasodoble. Bachs
Pasodoble. Salvador
Pasodoble. (2 veces) Josef
Pasodoble. (2 veces) F. Santos
Hederi. (2 veces) N.N.
Auden-Roots. N.N.
Quinto tercio. N.N.
Totleben. N.N.
Lhagty. (3 veces) N.N.
Pro-patria. (7 veces) N.N.
Venecia. (3 veces) N.N.
Las malagueñas. N.N.
Sevilla. (2 veces) N.N.
Augenrechst. (2 veces) N.N.

464
Cne dei. N.N.
Benetiener. (4 veces) N.N.
Un adiós. N.N.
El magyar. N.N.
El primer batallón. N.N.
El turco. N.N.
Une daux. N.N.
Los repatriados. N. N.
Deut sir. (4 veces) N.N.
Le wullen pls belle. N.N.
Al campamento. (3 veces) N.N.
El boer. (3 veces) N.N.
Andalucía. N.N.
Le Vallón plus belle. N.N.
Entre chumberas. N.N.
Creosol. N.N.
Pasodoble. (12 veces) N.N.

A pesar de que tenemos constancia de que se interpretaron 656 pasodobles, el


estudio no ha podido realizarse en su totalidad, al encontrarse doce pasodobles cuyo
título no aparece en los programas, aunque sí se encuentra su autor. Sucede lo contrario
en 27 ocasiones en las que aparece el título del pasodoble interpretado, pero no el
nombre de su autor o arreglista, indicándose en el programa con las siglas N.N. En doce
ocasiones, los programas indican únicamente la palabra “pasodoble”, sin indicar el
título de éste ni el autor que lo compuso.

Con los datos encontrados concluimos que los pasodobles más veces interpretados
fueron:
 Viribus unitis. Kriales. 10 veces.
 Esther. Eduardo Borrás. 9 veces.
 Pasodoble de la zarzuela La corte del faraón. Vicente Lleó. 9 veces.
 El instructor. Burón. 8 veces.

El compositor que destacó por haber compuesto el mayor número de pasodobles


interpretados por las bandas de Logroño fue Santiago Lope Gonzalo. Se interpretaron en
Logroño 12 obras diferentes de este autor, que con sus repetidas interpretaciones hacen

465
un total de 36 interpretaciones. Hemos hecho referencia a este compositor y director de
orquesta riojano, ya que durante la temporada de zarzuela de José Barta en el teatro
Principal de Logroño en 1889 y 1895, fue él quien dirigió la orquesta del teatro. A él se
debe, además, la música taurina de más destacado sabor popular de la que se ha
compuesto en España. Estrenó varias zarzuelas e instrumentó obras para la banda de
Valencia, que dirigía. Su vida musical transcurrió entre La Rioja, Madrid y Valencia. En
la capital española fue regente de algunos de los más destacados teatros madrileños
dedicados al género lírico y triunfó como Director de la Banda de música de la ciudad
de Valencia. Todos los títulos de sus pasodobles están relacionados con el mundo
taurino, destacando algunos dedicados a toreros, como Ángel González (Angelillo),
Fernándo Gómez (Gallito) y Manuel Pérez (Vito). Su éxito más importante se produjo
en el certamen internacional para bandas que se organizó en Bilbao en el año 1905. Al
año siguiente murió.

Al maestro Santiago Lope le sigue en número de interpretaciones el leridano


Ramón Roig i Torné, con 9 títulos interpretados, que con sus repeticiones hacen un total
de 31 interpretaciones, destacando su famoso pasodoble La gracia de Dios, 7 veces
interpretado en el paseo de Logroño. Seguido del citado compositor destacó Ruperto
Chapí, compositor alicantino muy unido al mundo de las bandas, con 9 títulos de
pasodobles, que con sus repeticiones hacen un total de 19 interpretaciones por las
bandas de Logroño.

Cabe destacar la interpretación de pasodobles compuestos por algunos riojanos:


Juan Vallés con su pasodoble Gran velocidad, interpretado cinco veces, Felipe Calleja y
su pasodoble El señorito interpretado dos veces, Hipólito Rodríguez con Coronel,
coronel, coronel, interpretado en dos ocasiones y su discípula Concha Notario, que
compuso el pasodoble Pacorro, interpretado en dos ocasiones por las bandas riojanas.
Además, del director de la Academia Municipal de Música y posteriormente secretario
del Centro Artístico, Ildefonso Moreno, se interpretaron Saludo a Logroño, La cruz
roja, en tres ocasiones cada una de ellas y El ramo de jazmín en una ocasión.

La Marcha militar
De esta modalidad de marcha propia de los desfiles se interpretaron 40 obras para
abrir y crear los programas de los conciertos.

466
Título Compositor
5º tercio. (2 veces) Fernando Cobeño Herrera
Burgos. (2 veces)
Angelito.
Marcha militar. (2 veces)
Fottleben. (3 veces) Ramón Roig i Torné
El Regreso. (3 veces)
Almogavar.
Marcha de la zarzuela El Cañón. Miguel Marqués
Marcha militar.
El toque de Rancho. Miguel Marqués y Ramón Estelles
Polyeucte. (2 veces) Charles Gounod
Marcha triunfal. Fermín Ruiz Escobés
La Alfonsina. Kriales
Saludo a Francia. Espinosa
El héroe. Bonferoni
El toukin. Deshonres
Marcha militar de la zarzuela El chaleco blanco. Federico Chueca
Viva la Reina. Enrique Calvist
Marcha de la ópera Fatinitza. (2 veces) Franz Von Suppé
Marcha militar. Richard Eilemberg
Marcha militar. Klint
Marcha militar. Ludwig Van Beethoven
Marcha militar. Gros
Marcha militar. Gracia
Marcha militar. Gingl
Marcha militar. (2 veces) Pulido
Marcha militar. Varela Silvari
Marcha militar. Griffel
Marcha Rumana. (2 veces) N.N.

Fernando Cobeño y Ramón Roig i Torné fueron los creadores de la mayor parte
de las marchas interpretadas. Sus títulos, a la vez, fueron los más veces repetidos,
destacando Fottleben y El Regreso, ambas obras compuestas por el maestro Roig e
interpretadas en tres ocasiones cada una.

467
La Marcha
El resto de marchas interpretadas fueron obras independientes, así como marchas
pertenecientes a las zarzuelas y óperas más conocidas del momento. Entre todas destacó
la marcha de la ópera Tannhauser, de Wagner, perteneciente al acto II, interpretada en
doce ocasiones.

Título Compositor
Marcha de la ópera Tannhauser. (12 veces) Richard Wagner
Marcha de la ópera Rienzi. (2 veces)
Marcha nupcial. (6 veces) Miguel Marqués
Marcha de las antorchas.
Marcha fúnebre de una Marionette. (4 veces) Charles Gounod
Marcha festival. (3 veces)
Segunda marcha des flamboa. Giacomo Meyerbeer
Marcha de las antorchas. (7 veces)
Marcha turca. (3 veces) Wolfgang Amadeus Mozart
¡Viva España! Fermín Ruiz Escobés
Guardia Real. (2 veces)
Marcha nupcial de El sueño de una noche de verano. (3 veces) Felix Mendelsohnn
Marcha del 2º acto de la ópera Aida. (2 veces) Giuseppe Verdi
Marcha de la ópera Poliuto. (3 veces) Gaetano Donizzeti
La vuelta de la revista. Dessones
Rodolfo y Estefanie. Kncal
Los siete andaluces. Carl Millöcker
El gran Tamerlan de Persia. Manuel Fernández Caballero
Marcha indiana. (5 veces) Adolphe-Valentín Sellenick
La osceuse. Víctor
El gran Tamerlan de Persia. N. Peret
Poteholi. Strol
Marcha lorraine. Guilmand
Marcha de la ópera La boheme. (3 veces) Giacomo Puccini
Marcha Euskara. (3 veces) Frai
Marcha de los ciclistas. Rociguz
Recuerdos de Taxdirt Pablo Echegoyen
La batalla de Garigliano. Francisco Asenjo Barbieri
La espada de honor. (3 veces) Guillermo Cereceda
Un adios. Monji
Munich. (2 veces) Müller

468
Gerona. (2 veces) Martín
Colón. (2 veces) Enrique Calvist
La parada de guardia viene. Bomhe
Sevilla. Ripoll
La prensa. Ercilla
Felíz aniversario. Langlois
En formación. (2 veces) Yuste

El Vals
Este elegante baile que se utilizaba en numerosas ocasiones para cerrar los
programas, ha sido muy popular en distintas épocas y estamentos sociales. De origen
austriaco, se extendió rápidamente a otros países, formando parte de las más conocidas
óperas y ballets de la historia de la música. Se caracteriza por el ritmo ternario simple
(3/4 o 3/8) y por un tempo que puede oscilar entre lento y moderadamente rápido o
rápido. De forma libre, el vals se genera mediante una sucesión entre unos fragmentos
melódicos y otros de carácter episódico. El acompañamiento se centra en el bajo en el
primer tempo del compás y en los acordes en los restantes.

Fue el segundo género más veces interpretado, después de la marcha redoblada o


pasodoble. Se interpretaron 605 valses durante el periodo de la Bella época por las
bandas militares y civiles de Logroño. En quince ocasiones no aparece el nombre del
autor del vals en los programas, de las que siete veces no aparece ni siquiera indicado el
título del vals.

Título Compositor
Olas del Danubio. (15 veces) Émile Waldteufel
Rubia y morena. (13 veces)
Dolores. (13 veces)
Rosas y margaritas. (12 veces)
Todo París. (12 veces)
Homenaje a las damas. (12 veces)
Mi sueño. (9 veces)
La berceuse. (9 veces)
Bien amados. (8 veces)
Lluvia de diamantes. (8 veces)
Chantilly. (8 veces)

469
Un día en Sevilla. (8 veces)
Tauten Rose. (7 veces)
Mirlos de oro. (6 veces)
Carmina. (6 veces)
Hasta otra vista. (5 veces)
Amalia. (5 veces)
Juventud dorada. (5 veces)
Por España. (5 veces)
Reverie. (4 veces)
A orillas del Turia. (4 veces)
Todo corazón. (3 veces)
Blumencorso. (3 veces)
Pomona. (3 veces)
Las sirenas. (3 veces)
Dos a dos. (3 veces)
El arco iris. (3 veces)
La inmensidad. (3 veces)
Gaité. (2 veces)
Siempre o nunca. (2 veces)
Balbina. (2 veces)
Inmensidad. (2 veces)
Los patinadores. (2 veces)
El gaité. (2 veces)
Martín.
El enlace.
Batalla de flores.
Tertulia de confianza.
El arrullo.
¡Anhelos!
España.
Mecedora.
Violetas.
Tont a vous.
Willemina.
Amar, beber y cantar. (9 veces) Johann Strauss
El Danubio azul. (7 veces)
Vida artística. (3 veces)
El coronamiento.
Un Revé de valses.
El encanto de un vals.

470
Sanutti a Belagio.

Vals de la zarzuela Así en la tierra como en el cielo. (5 veces) Federico Chueca


Vals del Caballero de gracia de la zarzuela La Gran Vía.
Veni, Vidi, Vici. Tanda de valses. (2 veces)
El velóz-club. Tanda de valses. (3 veces)
Vals de la zarzuela Los sobrinos del capitán Grant. (9 veces) Manuel Fernández Caballero
Vals de la zarzuela Chateau Margaux.
Vals de la zarzuela El saboyano.
Hasserurk lange. (2 veces) Gungel
Venus.
Spernk Lange.
Plaisir Hiver. (9 veces) Metra
Serenata. (3 veces)
Nieves.
Amor de mujeres. (3 veces) Philipp Fahrbach
Cantos del bosque.
Jorge. Alphons Czibulka
Angelo. (3 veces)
El enlace. (3 veces) Ruiz
Granada.
Pepita. (8 veces) Vicente Fabregat
Salutación.
Urganda la desconocida. (4 veces) Giménez
Las nadadoras.
De corazón a corazón. (3 veces) Montemar
Lazos de flores. (2 veces)
Printemps. (10 veces) Berger
Nubes rosadas.
Vals de la zarzuela La corte del faraón. (2 veces) Vicente Lleó
Vals de la zarzuela El poeta de la vida. (7 veces) Rafael Calleja
Der Obersteiger. (4 veces) Carl Zeller
Maravilla ecuestre. Tanda de valses. (8 veces) Tomás Bretón
Vals de la ópera El trovador. Giuseppe Verdi
Reverie. Robert Schumann
Dolores. (2 veces) Fernando Cobeño Heredia

471
Hirondelle. (2 veces) P. Wohanca
Orillas del Nervión. López
Brises du Danube. Kaulitz
Concepción. (2 veces) Ramón Roig i Torné
Jonathan. Carl Millöcker
Improvisación. (3 veces) Escalera
Improvisación. (2 veces) R. Paura
Teresa. (7 veces) Pierrot
Anhelos. (12 veces) B. Ercilla
Vals de la zarzuela Panorama Nacional. (5 veces) Apolinar Brull
Vals de la zarzuela La tempestad. (10 veces) Ruperto Chapí
Balbina. (6 veces) Parra
Vals de la zarzuela Lola Montes. (13 veces) Amadeo Vives
Aves y flores. (3 veces) A. De la Cruz
El enlace. (2 veces) F. Roy
Brillante. (2 veces) Fréderic Chopín
Loin Du val. (2 veces) G. Gillet
El trovador de Oporto. Stella
En la florida. Catalá
Anita. (4 veces) Gandasegui
Valses de la ópera Hausel. Bucalossi
Heraldo de Madrid. (6 veces) Lapuerta
Ilusión. (10 veces) Capitán
Mariucha. (2 veces) M. del Río.
Bleu. (8 veces) Alfred Margis
Vals de Monte-Cristo. (2 veces) Kollac
Todos menos uno. L. Hazaíte
Orillas del Nervión. López
Conchita. (7 veces) B. Hernández
Conchita. Vicente Fabregat
Hesperung lange. Glung
Tanda de walses de Miss Helyett. (5 veces) Edmond Audran
Amalia. (5 veces) Garay
Pilar. (2 veces) Fermín Ruiz Escobés
El alcalde de Strassberg. (2 veces) Estroeg
El trovador de Oporto. (2 veces) Stella
Los vientos del año. (3 veces) Casquill
Granada. Santafé
Sporting club. (6 veces) J. Santos

472
Tesoro mío. (7 veces) Ernesto Becucci
El regio enlace. Benito
El postfolio de Valencia. L.B.
Le roi malgré lui. Emmanuel Chabier
Tertulia de confianza. (2 veces) Santos
Rose Mouse. (7 veces) A. Bosch
Blene. (2 veces) Miguel Marqués
María Jesús. (4 veces) M. D. Bádenas
Rey a la fuerza. (3 veces) Müller
Festa al villancico. M. Sala
La puesta del sol. Carmoal
Cuando el amor muere. (6 veces) Crimeun
Brisas riojanas. (3 veces) Aymami
Rey a pesar suyo. (2 veces) Farine
Vals de la opereta La viuda alegre. (11 veces) Franz Lehar
Muriel salón. Gómez
Fiesta de la villa. Sabat
Vals de la opereta La princesa del dollar. (10 veces) Leo Fall
Relámpago de vida. (6 veces) Martorell
La princesa de los Balkanes. (5 veces) E. Eysler
Eterna locura. N. Aga
Las amapolas. Reyert
Tus locas caricias. Vozley
Amor y ocio. C. Andrés
Aquí está la nuestra. Soriano
Danza Apaches. Jackes Offenbach
Chalopée. Dubourg
Vals de la opereta La casta Susana. Jean Gilbert
Virginia. Zaldivar
Saludo a Alemania. (6 veces) Carmelo Díez Gessner
El estío. (6 veces) Concha Notario
Zoa. Fermín Maguregui
Le fammes de feu. N.N.
Souvenire d´abril. (3 veces) N.N.
España. N.N.
El portero. N.N.
Sonrisa de abril. N.N.
El montañés. N.N.
Valses. (7 veces) N.N.

473
El compositor más prolífico de valses interpretados en Logroño durante estos años
fue, sin duda, el compositor francés Émile Waldteufel. De las 605 interpretaciones de
valses interpretados, 118 corresponden a títulos de este autor, siendo en total 45 títulos
diferentes. Los valses más veces interpretados de su repertorio fueron:

 Rubia y morena. 13 veces.


 Dolores. 13 veces.
 Homenaje a las damas. 12 veces.
 Rosas y margaritas. 12 veces.

Varios compositores riojanos de la época compusieron valses que fueron


interpretados por las bandas de su localidad. He de citar a Felipe Calleja con El poeta de
la vida, interpretada en seis ocasiones, la señorita Concha Notario con El estío,
interpretado en seis ocasiones, Carmelo Díez Gessner con su seis veces interpretado
Saludo a Alemania y el vals Zoa de Fermín Maguregui, que aunque originariamente fue
compuesto para piano –versión original analizada en el capítulo 7 de este trabajo-, se
realizó un arreglo para su interpretación por la banda de música. La versión original
para piano ha quedado analizada en el capítulo 7 de este trabajo. El vals Pilar fue
dedicado por el calagurritano Fermín Ruiz Escobés a su hija.

La Fantasía
Esta forma musical libre e imaginativa, no presenta características especiales en el
ritmo o en la forma. El significado del término ha experimentado una serie de
transformaciones con el paso del tiempo. En el siglo XVII, fantasía era sinónimo de
ricercare, pero posteriormente, cuando la fuga adoptó su forma definitiva, pasó a
significar su contrario, y así se constituyó a base de secciones sin estructura definida,
que alternaban con otras realizadas a base de escalas, arpegios, etc., lo que le dio un
aspecto de improvisación, con frecuentes cambios de compás y tempo. Después pasó a
denominarse fantasía toda pieza instrumental o vocal de estructura más o menos clara
pero no sujeta a ninguna convención. Esta forma musical fue utilizada en numerosas
ocasiones por los compostiores románticos, que utilizaron este término aplicado a
piezas virtuosas basadas en temas procedentes de óperas u otras obras. Por ello se le

474
denominó con frecuencia fantasía de ópera y por extensión, en España, fantasía de
zarzuela.

Título Compositor
Fantasía de la zarzuela La mazorca roja. (10 veces) José Serrano
Fantasía de la zarzuela Alma de Dios. (10 veces)
Fantasía de la zarzuela La mala sombra. (5 veces)
Fantasía de la zarzuela La alegría del batallón. (3 veces)
Fantasía de la zarzuela La reina mora. (4 veces)
Fantasía de la zarzuela El trust de los tenorios. (2 veces)
Fantasía de la zarzuela Las estrellas. (6 veces) José Serrano y Joaquín Valverde
Fantasía de la zarzuela El pollo Tejada. Sanjuán
Número 1 de la Fantasía morisca. (11 veces) Ruperto Chapí
Número 3 de la Fantasía morisca. (2 veces)
Fantasía sobre motivos de la zarzuela La Tempestad. (2 veces)
Fantasía de la zarzuela Curro Vargas. (3 veces)
Fantasía de la zarzuela El barquillero. (3 veces)
Fantasía La revoltosa. (7 veces)
Fantasía de la ópera La estrella del Norte. Giacomo Meyerbeer
Fantasía de la ópera Roberto el diablo. (3 veces)
Fantasía de la ópera La Africana. (3 veces)
Fantasía de la ópera Los Hugonotes. (7 veces)
Fantasía de la ópera Dinorah. (2 veces)
Fantasía de la zarzuela Bohemios. (7 veces) Amadeo Vives
Fantasía de la zarzuela Doloretes. (7 veces)
Fantasía de la zarzuela El húsar de la guardia. (2 veces)
Fantasía de la zarzuela El arte de ser bonita.
Fantasía de la zarzuela Lola Montes.
Fantasía de la ópera Belisario. (2 veces) Gaetano Donizetti
Fantasía de la ópera Lucrecia Borgia. (3 veces)
Fantasía de la ópera Los Puritanos. (5 veces)
Fantasía de la ópera Tosca. (6 veces) Giacomo Puccini
Fantasía de la ópera La bohemia. (5 veces)
Fantasía de la zarzuela La viejecita. (6 veces) Manuel Fernández Caballero
Fantasía de la zarzuela Gigantes y cabezudos. (4 veces)
Fantasía de la zarzuela El salto del pasiego.
Fantasía de la ópera El barbero de Sevilla. (2 veces) Gioachino Rossini
Fantasía de la ópera Guillermo Tell.
Fantasía de la ópera Semiramis. (7 veces)

475
Fantasía de la zarzuela La alegre trompetería. (3 veces) Vicente Lleó
Fantasía de la zarzuela La corte del faraón. (5 veces)
Fantasía de la zarzuela La república del amor. (8 veces)
Fantasía de la zarzuela Las bribonas. (4 veces) Rafael Calleja
Fantasía de la zarzuela El país de las hadas. (9 veces)
Fantasía de la ópera La sonámbula. (10 veces) Vicenzo Bellini
Fantasía de la ópera Los puritanos.
Fantasía de la ópera Fra Diávolo. (4 veces) Edmond Auber
Fantasía de la ópera Lohengrin. (5 veces) Richard Wagner
Fantasía de la ópera Tanhaüser. (5 veces)
Fantasía de la ópera La monja sangrienta. (5 veces) Charles Gounod
Fantasía de la ópera Fausto. (2 veces)
Fantasía de la ópera Mireille.
Fantasía de la ópera La Gioconda. (5 veces) Amilcare Ponchielli
Fantasía militar italiana.
Fantasía húngara. (7 veces) Steenburgen
Los alpes.
Fantasía de la opereta La viuda alegre. (4 veces) Franz Lehar
Fantasía de la opereta El Conde de Luxemburgo. (13 veces)
Fantasía de la ópera Boccacio. (4 veces) Franz Von Suppé
Fantasía de la ópera Paragraph III.
Fantasía de la zarzuela La Tempranica.(3 veces) Gerónimo Giménez
Fantasía de la zarzuela Enseñanza libre.
Fantasía de la ópera Les pecheurs de perles. Georges Bizet
Fantasía de la ópera La arlesiana. (3 veces)
Fantasía de El sueño de una noche de verano. Ambroise Thomas
Un día en Viena. (3 veces)
Una fiesta. (8 veces) Porcheda
Jiroflé jiroflá. (6 veces) Lecoc
Fantasía de la ópera Sansón y Dalila. (5 veces) Camile Saint-Saens
Fantasía de la ópera Lakmé. Leo Delibes
Fantasía de la ópera Don Giovanni. (4 veces) Wolfgang Amadeus Mozart
Fantasía de la ópera Herodiade. Jules Massenet
Fantasía de la ópera Mefistófeles. (5 veces) Arrigo Boito
Los Girondinos. Henry Litolff
Ruy Blas. (2 veces) Filippo Marchetti
Barbazul. Jackes Offenbach
Fantasía de la ópera Aida. (5 veces) Giuseppe Verdi
Fantasía de la ópera Cavallería rusticana. (5 veces) Pietro Mascagni

476
Aires gallegos. (3 veces) Montes
La media noche. Luigi
Fantasía de clarinete. Monlleo
Fantasía de la zarzuela La verbena de la paloma. (2 veces) Tomás Bretón
Fantasía de la zarzuela El bateo. (6 veces) Federico Chueca
La tierruca. (6 veces) Santamaría
Aires bohemios. (2 veces) Rich
Aires bohemios. Richard Eilemberg
Aires bohemios. Gipse
Fantasía del ballet Coppelia. (7 veces) Leo Delibes
Fantasía de la ópera Il pagliaci. (8 veces) Ruggero Leoncavallo
Fliscornio. Enrique Calvist
Fantasía de la ópera cómica La mascota. (6 veces) Edmundo Audrán
Las carceleras. Peydro
Fantasía de la ópera Sagunto. (7 veces) Salvador Giner Vidal
Fantasía de la zarzuela Las gafas negras. (3 veces) Manuel Penella
El ensueño de un vals. Richard Strauss
Souvenir.(2 veces) Fréderic Chopín
Fantasía Ballet. Parés
Fantasía de la ópera Madame Butterfly (Geisha).(2 veces) Giacomo Puccini
Fantasía romántica. Montagne
Fantasía de la zarzuela Los molinos de viento. (4 veces) Pablo Luna
Stradella. N.N.
La navarre. (2 veces) N.N.

Se interpretaron un total de 369 fantasías, cuyo autor no aparece indicado en los


programas únicamente en tres ocasiones. Del resto fueron en gran parte fanstasías de
zarzuela y ópera, destacando por haberse interpretado en más ocasiones los siguientes
títulos:

 Número 1 de la Fantasía morisca. Ruperto Chapí.11 veces.


 Fantasía de la zarzuela La mazorca roja. José Serrano.10 veces.
 Fantasía de la zarzuela Alma de Dios. José Serrano. 10 veces.
 Fantasía de la ópera La sonámbula. Vicenzo Bellini. 10 veces.
 El país de las hadas. Rafael Calleja. 9 veces.

477
El compositor cuyas fantasías se interpretaron en más ocasiones fue el valenciano
José Serrano, con ocho títulos diferentes –dos de ellos junto con Joaquín Valverde-
interpretados en 41 ocasiones por las bandas de la ciudad de Logroño. A José Serrano le
sigue Ruperto Chapí, con seis títulos diferentes interpretados en 28 ocasiones.

La polca
Esta danza popular típica de Bohemia es originaria del siglo XIX. Su nombre
deriva de la palabra bohemia pulka, que significa mitad o pareja; de ahí que se
interpretara en parejas. Se caracteriza por su compás binario simple (2/4), tempo
moderadamente rápido y distribución de la frase en 8 compases. Generalmente se
interpretaba en segundo lugar, tras el pasodoble o marcha inicial.

Título Compositor
Las locuras. (3 veces) Émile Waldteufel
La gracia francesa.
Todo o nada. (8 veces)
Media noche. (3 veces)
La vuelta del campo. (3 veces)
El ingeniero francés.
Polca de la zarzuela El Padre Benito. (8 veces) Joaquín Valverde Sanjuán
Polca de la zarzuela El perro chico.
Polca de la zarzuela Mari-Juana.
Polca de la zarzuela Niña Pancha. Joaquín Valverde Durán
Polca de la zarzuela Los cocineros. (3 veces) Joaquín Valverde y Tomás López Torregosa
Consuegra. (8 veces) Ramón Roig i Torné
La caprichosa.
Carmela.
La bella pastora. (4 veces)
Florentina.
La loca. Marín
Jeakis habes
Joyeux bebés. (2 veces)
Bubós.
Rosita.
La Emeritense. Álvaro Milpager Díaz
Los besos de amor. (6 veces)
Waldo Matea. (8 veces)

478
Boca de ángel. (2 veces)
Emilia. Furés
Amparo.
Clotilde. (3 veces)
Rosita.
Blanca
La educanda. (2 veces)
Homenaje a las damas. (4 veces) Philipp Fahrbach
Esperanza. (3 veces)
Las panderetas.
El molino. Strovl
La máquina de coser. (6 veces)
Ella y El. (2 veces)
Pasionaria. José Erviti Segarra
El Aurresku.
Cerca de ti. (5 veces) Francoise Auguste Gevaert
La mensajera. (3 veces)
El despertador. (2 veces) Eduardo López Juarranz
Lolita.
La filipina. (13 veces)
Polka para lira. Klint
Kiss Me. (5 veces)
Polca de la zarzuela Las mujeres. (2 veces) Gerónimo Giménez
Polca de la zarzuela María del Pilar. (3 veces)
El molino. (5 veces) Ernesto Becucci
Tesoro mío.
Colibrí. Adolphe-Valentín Sellenick
El buen burgués. (4 veces)
Revé Perlé. Santos
Marina.
Flores de la infancia. (7 veces) Ruiz
Epifanía.
Las amazonas. (3 veces) Espinosa
Luisa. Escalas
Polca de la zarzuela La caza del oso. Federico Chueca
Polka militar. Barrón
Polca de la zarzuela El rey que rabió. (2 veces) Ruperto Chapí
Juanita. Basilli
Marina. Toledo

479
Polca de la zarzuela La espada de honor. (3 veces) Guillermo Cereceda
Polca de la ópera Fatinitza. (3 veces) Franz Von Suppé
Besos. (3 veces) Carquill
Don Juan Tenorio. (2 veces) Ametller
La muralla. (4 veces) Ildefonso Moreno
Los pájaros. Burón
La Favorita. Álvaro Milpager Díaz
La sombra Dolz
Polka con lira de la zarzuela Campanone. Vicente Lleó
La Regente. Parra
La catalana. Bestra
El carnaval. Gómez
Berta. Corominas
Angelita. Muñoz
La alemana. Pinos
Estrella. Vázquez
Bianca. Serás
Luz. (2 veces) Queipo
Granaten. Atilano
El postillón. F.T.
La mensajera. (6 veces) Krial
Remigia. V. del Hoyo
Paloma Barrera
Electra. (10 veces) Mazzi
La alemana. (2 veces) Pinos
La caprichosa. (6 veces) Martín
Churrispas. (4 veces) Escalera
Gratitud. (2 veces) Vicente Fabregat
Triaca Magna. Soriano
Los lagartijos. (3 veces) Vagnier
Wellcome. Arband
Los matelots. (2 veces) Millot
Cu-cu. Sánchez
La graciosa. G. Deplace
Polca de la opereta Primavera scapigliata. Giuseppe Strauss
Polca de la zarzuela El pollo Tejada. Joaquín Valverde Sanjuán y José Serrano
El Kántara. (7 veces) D. Avray
Guadalajara. (7 veces) C.A.
La muralla. (4 veces) M. Serrano

480
Petit positión. (2 veces) Feautrier
Los americanos. (3 veces) Zumelzu
América. E. Camó
La pasionaria. J. Andrés
Clotilde. (2 veces) Fernández
El despertador. B. Les
Lolita. Lesing
Anki Panki. (4 veces) C. Coote
Amistad. (2 veces) I. Moreno
El gallo y el cuco. F. Fleche
Clotilde. Castaño
Bubós. Marín
La navarra. Enrique Calvist
El molino de la selva. (6 veces) Richard Eilemberg
Carmencita. (3 veces) Morales
Blendinette. (2 veces) A. Bosch
La juguetona. (5 veces) Sánchez
La juguetona. Cirilo Tamayo
La mascarada. (3 veces) Buinsón
Souvenir. Sochindan
Ramos del bosque. Marcos
El regreso. (2 veces) Langlois
El sindicato. José Erviti Segarra
Hermanos de armas. (5 veces) Corbin
Hermanos de armas. Caselles
Triplete. (3 veces) Miguel Marqués
Sinceridad. Stris
Lucha de clases. Montero
Fenocolina. Smol
Viva la paz. Seíntte
Litchen. Bernat
La rabalera. Venet
París. Martorell
Saido. Roy
Polka de la ópera Mefistófeles. Arrigo Boito
Polca. Kessels
Polca. A. Escudero
Polca. L. Zurdo
Polca. Raid

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Polca. Kral
La moulin de la Forel Noire. N.N.
Roulotte. N.N.
Matilde. N.N.
Mascarode. N.N.
Carmela. (2 veces) N.N.
Maná. N.N.
La mariposa. N.N.
Biodinette. N.N.
Siempre galante. N.N.
Cachimba. N.N.
Japonesa. N.N.
Ruleta. N.N.
Ilusión. N.N.

Se interpretaron 339 polcas en el paseo de Logroño por las bandas de la ciudad.


En cinco ocasiones no se indica en el programa el título de la polca y en catorce no
aparece el nombre del autor o arreglista. No obstante, podemos concluir cuáles fueron
las plcas más veces interpretadas.

 La filipina. Eduardo López Juarranz. 13 veces.


 Todo o nada. Émile Waldteufel. 8 veces.
 El padre Benito. Joaquín Valverde. 8 veces.
 Consuegra. Ramón Roig i Torné. 8 veces.
 Waldo Matea. Álvaro Milpager Díaz. 8 veces.

Todos estos compositores fueron los más interpretados con el total de las obras de
cada uno: Émile Waldteufel, 19 interpretaciones, Álvaro Milpager 17 interpretaciones,
Eduardo López Juarranz 16 interpretaciones y Ramón Roig i Torné 15 interpretaciones.

La mazurca
Esta composición musical danzada, típica del folklore polaco, era originariamente
una danza cortesana y pasó a ser posteriormente una danza para la clase popular. Se
escribe en compás ternario simple (3/4) y se caracteriza por sus acentos en los tiempos
2º y 3º, en contraste con el vals. La fórmula rítmica que caracteriza la mazurca es la
corchea con puntillo-semicorchea, iniciada desde el primer tiempo del compás. Su

482
origen se sitúa en Alemania en el siglo XVIII, pero se extendió por toda Europa durante
la segunda mitad del siglo XIX, incorporándose en los repertorios de danzas bailables.

Título Compositor
Emilia. Escalera
La velada de San Juan. (3 veces)
Salutación. (8 veces)
Turquesa. (2 veces)
¿Lo lograré? (5 veces) Enrique Calvist
Magdalena. (11 veces)
Mercedes. (5 veces)
La navarra. (4 veces)
Mazurka de la zarzuela El año pasado por agua. (2 veces) Federico Chueca
Mazurka de la zarzuela El bateo.
Mazurka de la zarzuela Las zapatillas.
Mazurka Los calzoncillos, de El chaleco blanco.
Jacoba. (2 veces) A. Ruiz
Luisa. (4 veces)
Celestial.
Jacobo. Sánchez
Manolo. (5 veces)
Pura.
Elenita. Vega
Araceli. (3 veces)
Magnolia. (4 veces)
Amelia. Kriales
Leonor. (2 veces)
Reve de Flamme. (3 veces) Bieger
Volupté.
Mazurka de la zarzuela La viejecita. (8 veces) Manuel Fernández Caballero
Mazurka de la zarzuela El señor Joaquín.
Yap. Mazurka estravagante con variaciones de clarinete. Álvaro Milpager Díaz
Lolita.
Elenita. (3 veces) E. Vega
Flor de Lis.
La coqueta. (2 veces) A. Brull
Pesarosa. (7 veces)
Poseriptum. (6 veces) Carl Millöcker
No más hombres. (5 veces)

483
Paquita. Fures
Blanca.
Peregrina. (3 veces) Santos
Eduvigis.
Souvenir. Kessels
Fioretta.
Souvenir. (6 veces)
Mazurka de la zarzuela Los cocineros. (10 veces) Tomás López Torregosa y Joaquín
Valverde Sanjuán
Mazurka de la zarzuela El santo de la Isidra. (5 veces) Tomás López Torregosa
Bella. Émile Waldteufel
Emilia. José Erviti Segarra
Guante y coleta. Atmeller
Eulalia. Pintado
Marina. (2 veces) Fernando Cobeño Heredia
Dalia. Ramón Roig i Torné
Gelatina. (3 veces) Cuervos
Recuerdos de andalucía. Marín
Eulalia. Pintado
Potcholi. Strolb
Emma. Crespo
Clarisse. Villegas
Aurora. Felaver
Carolina. Corona
Clotilde. Barrera
Luisa. (2 veces) Serrano
Un beso. Bertra
La pollita. Iranzu
Benita. Forcado
Mazurca de la zarzuela Mari-Juana. Joaquín Valverde
Eloisu. Domar
Gloria. Vilamala
Isidra. (2 veces) Cortina
Jacoba. A. Ruiz
Potcholi. Strolb
Rosa de amor. (2 veces) Philipp Fahrbach
María. Gimg´l
Las grandes potencias. (2 veces) Bellot.
Soleá. (4 veces) Ruperto Ruiz de Velasco

484
Suvenir de Schiedam. (2 veces) Schuloof
Felicidad. (11 veces) M. Sanz
Lo sé todo. J. Fonrat
María. Mayoral
La czarina. (7 veces) L. Gaune
El sendero florido. (4 veces) Gomrand
Evangelina. Vicente Fabregat
Portugal en Madrid. Zabalza
Flor de lis. Monier
El jardinero. Dobin
Un recuerdo. (2 veces) García
Flor de lis. (2 veces) Murillo
Mazurka Ceballos
Josefina. (4 veces) V. del Hoyo
La caprichosa. (3 veces) Brañas
Paz. (5 veces) Martín
La verbena. M. Oliván
Volupte. Bleger
Lo sé todo. (2 veces) Fourrat
Celestial. Marró
Tributo de las cien doncellas. (2 veces) Gil
Mazurka de la opereta Tributo de las cien doncellas. Francisco Asenjo Barbieri
Portugal en Madrid. (3 veces) Zabalza
Flor de Lis. (2 veces) Morillos
Un recuerdo. (2 veces) Santafé
La navarra. Busquet
Los caprichos. Raida
Violeta. (2 veces) Zipriano
Alphonse. (2 veces) Alexandre Guilmant
Pilar. (4 veces) Cirilo Tamayo
La mano del muerto. (3 veces) Gotós
La fuerza medicatriz. (4 veces) Bádenas
Gratitud. Latorre
Conchita. M. del Río.
Arabesca. (4 veces) Argüelles
La hija del aire. (2 veces) Larose
Pensée de bruyere. Otten
Mazurka de la opereta La viuda alegre. (3 veces) Franz Lehar
Mazurka de la zarzuela La celosa. Apolinar Brull

485
Azucena. M. San Miguel
A una flor. Pablo Echegoyen
La trigueñita. Pozo
Entre nous. Langlois
Año nuevo, vida nueva. Gosseti
Mazurka. Darausest
Mazurka. Chavarri
Mazurka. Sabat
Ueriza. N.N.
Emilia. N.N.
La coqueta. N.N.
Salacia. N.N.
Emilia. N.N.
Piensa en mí. N.N.
La puritana. N.N.
¡Cuánto te quiero! N.N.
Perla. N.N.
La Guipuzkoana. N.N.
La mano del muerto. N.N.

288 mazurcas fueron interpretadas en el paseo de Logroño por las bandas de


música existentes en la ciudad durante la Bella Época. Los programas no indican el
título de la obra en tres ocasiones, al igual que no indican el nombre del autor o
arreglista en once ocasiones. Sin embargo, con la información obtenida podemos indicar
los títulos de las mazurcas interpretadas en más ocasiones:

 Magdalena. Enrique Calvist. 11 veces.


 Felicidad. M. Sanz. 11 veces.
 Mazurca de la zarzuela Los cocineros. Tomás López Torregosa y Joaquín
Valverde. 10 veces.

Además las once interpretaciones de Magdalena, otras mazurcas de Enrique


Calvist fueron interpretadas en repetidas ocasiones por las bandas de música de
Logroño, siendo cuatro títulos que hicieron un total de 25 interpretaciones. A Enrique
Calvist le sigue Tomás López Tomás López Torregosa, con quince interpretaciones de
mazurcas, a pesar de tratarse únicamente de dos títulos.

486
La Obertura
Se denominaba obertura al fragmento instrumental que servía para abrir las óperas
u otras obras dramáticas, presentando el material temático que se iba a escuchar a lo
largo de la ópera. Del mismo modo en el romanticismo se cultivó una obertura de ópera,
en ocasiones denominada preludio, de forma libre, que introducía la acción o creaba un
clima determinado antes de que empezara la ópera. Otra denominación de este
fragmento introductorio fue “sinfonía”. Todas ellas fueron interpretadas por las bandas
de música de Logroño, tratándose de obras de carácter bailable que incluían partes
temáticas de las óperas más conocidas del momento. También en el romanticismo se
empezaron a crear oberturas concebidas como piezas de concierto independiente, con
carácter programático, relacionadas con el poema sinfónico, que también aparecen
recogidas dentro de este género musical.

Título Compositor
Obertura de El barbero de Sevilla. (8 veces) Gioachino Rossini
Obertura de la ópera Guillermo Tell. (5 veces)
Obertura sobre motivos del Stabat Mater. (4 veces)
Obertura de la ópera Semiramis. (8 veces)
Obertura de la ópera La gaza ladra.
Obertura de la ópera Poeta y aldeano. (7 veces) Franz Von Suppé
Obertura de la ópera Paragraph III. (5 veces)
Obertura de la ópera Pique Dame. (6 veces)
Raymond. (4 veces)
Obertura de la ópera Caballería ligera. (2 veces)
Obertura de la ópera Mignón. (16 veces) Ambroise Thomas
Obertura de la ópera Le Raymond. (6 veces)
Obertura de la ópera El sueño de una noche de verano. (2 veces)
Preludio de la zarzuela La Campana milagrosa. (10 veces) Miguel Marqués
Obertura de la zarzuela El anillo de hierro. (5 veces)
Obertura de la zarzuela El reloj de Lucerna. (6 veces)
Obertura de la ópera Los diamantes de la Corona. (10 veces) Daniel Auber
Obertura de la ópera Fra-Diávolo. (4 veces)
Obertura de la ópera La Giralda.
Obertura de la ópera Si yo fuera Rey. (13 veces) Adolphe Adam
Obertura de la ópera El toreador.
Obertura de la ópera El petit postillón.
Obertura de la ópera La preciosa. (9 veces) Carl María Von Weber

487
Obertura de la ópera Oberón. (2 veces)

Obertura de la ópera Tanhauser. (5 veces) Richard Wagner


Obertura de la ópera Lohengrin. (2 veces)
Obertura de la ópera Dinorah. (4 veces) Giacomo Meyerbeer
Obertura de la ópera Estrella del Norte.
Obertura de la ópera La Mutta di Portici. (8 veces) Vicenzo Bellini
Obertura de la ópera La muerte de Garcilaso. (7 veces) Espinosa
Obertura de la zarzuela El primer día felíz. (7 veces) Manuel Fernández Caballero
Obertura de la zarzuela Los diamantes de la Corona. (3 veces) Francisco Asenjo Barbieri
Obertura de la ópera Les dragons de Vilars. Aimé Maillart
Obertura de la zarzuela Campanone. Vicente Lleó
Obertura de la ópera Jone. Errico Petrella
Obertura de la ópera Martha. (2 veces) Friederich Von Flotow
Obertura de la ópera Madame Boniface. (6 veces) Paul Lacome
Obertura de la ópera Tutti in maschera. (2 veces) Carlo Pedrotti
Obertura de la ópera Juana de Arco. (3 veces) Giuseppe Verdi
Obertura del drama Cleopatra. (12 veces) Luigi Mancinelli
Obertura de la ópera Madame Buterfly. (3 veces) Giacomo Puccini
Obertura de la ópera Fausto. (3 veces) Charles Gounod
Obertura de la ópera Rienzi. (6 veces) Richard Wagner
Obertura del drama Ruy Blas. (2 veces) Félix Mendelshon
Obertura de la ópera Overón. Carlos Pintado Argüelles
La medalla de oro. (10 veces) Gurtner
Les noces de Jeanelle. (2 veces) Massé
Luz. (2 veces) Enrique Fernández Arbós
Las alegres comadres de Winssor. (8 veces) Carl Otto Nicolai
Los Girondinos. Henry Litolff
Sigurd. José Reyes
La princesa encantada. (8 veces) Langlois
Carnaval romano. (4 veces) Héctor Berlioz
Emma. Rujis
María Enriqueta. (2 veces) Montagne
Die Regimenslstocher. Cieu
Lysistrata. (5 veces) Siake
Las noches de Juanita. (2 veces) Masse
Ariane. Boyer
La Conquerant. Govet

488
Se interpretaron 266 oberturas por las bandas de Logroño durante la Bella época,
destacando especialmente las oberturas de óperas frente a lasoberturas independientes.
Las oberturas más veces intepretadas fueron las que se indican.

 Obertura de Mignón. Ambroise Thomas. 16 veces.


 Obertura de le ópera Si yo fuera rey. Adolphe Adam. 13 veces.
 Obertura del drama Cleopatra. Luigi Mancinelli. 12 veces.

Sin embargo, el compositor del que se interpretaron mayor número de oberturas


fue Rossini, de quien fue ocho veces interpretada la sinfonía de la ópera Semiramis,
cinco veces la de la ópera Guillero Tell, así como Semiramis, cinco veces la de El
barbero de Sevilla y cuatro la sinfonía sobre motivos del Stabat Mater. Todas ellas
hacen un total de 26 oberturas de ópera. Le siguen en número de interpretaciones Franz
Von Suppé, con 24 interpretaciones de cinco títulos diferentes y el citado Daniel
Ambroise Thomas, con otras 24 interpretaciones de tres títulos de oberturas diferentes.

La jota
Esta danza típica del folklore español es particular de Aragón, pero también se
presenta en otras zonas del país Navarra, La Rioja, León, Cantabria, Asturias y Galicia.
La composición, en tempo muy vivo y compás ternario, se baila por parejas. Asimismo,
fue una danza muy frecuente en gran parte de las zarzuelas compuestas durante el siglo
XIX. En los conciertos de las bandas, la jota se utilizaba para cerrar el programa,
repitiéndose y alargándose esta danza en numerosas ocasiones.

Título Compositor
Jota de la zarzuela La bruja. (5 veces) Ruperto Chapí
Jota de la zarzuela El barquillero.
Jota de la zarzuela El dúo de la africana. (2 veces) Manuel Fernández Caballero
Jota de la zarzuela El postillón de la Rioja.
Siempre heróica. Echegoyen
Mañica.
Jota navarra. (2 veces) Apolinar Brull
Jota aragonesa. (2 veces)
Jota de la zarzuela Los cocineros. (4 veces) Tomás López Torregosa y Joaquín
Valverde
Jota de la zarzuela La Dolores. (5 veces) Tomás Bretón

489
Jota de la zarzuela La alegría de la huerta. (2 veces) Federico Chueca
Madrid cómico. (5 veces) Zabalza
La estudiantina. (6 veces) Guillermo Cereceda
La mallenera. (3 veces) Zaldivar
Jota aragonesa. Pérez
Jota aragonesa. Gurrea
Jota aragonesa. Manós
La de mi tierra. Jota aragonesa. (6 veces) Santiago Lapuente
La de mi tierra. La Regla
El guitarrillo. Jota aragonesa. (5 veces) Zumelzu
La de mi tierra. (6 veces) E. Camó
La baturrica. Foghetti
Agustina de Aragón. Blasco
Jota de la zarzuela El molinero de Subiza. Cristóbal Oudrid
Las castañuelas. (2 veces) Aymami
Viva La Rioja.(4 veces) Felipe Calleja
El mantón de Manila. N.N.
Barbastro. N.N.
Logroño cómico. N.N.
Las enaguas. N.N.
Lucifer. N.N.
Jota (97 veces). N.N.

En los conciertos que dieron las diferentes bandas musicales durante estos años,
se interpretaron 194 jotas, de las cuales en 97 ocasiones no aparece el título de esta
danza. De igual modo se observa que algunas obras con el mismo título fueron
compuestas o arregladas por diferentes autores. Es el caso de la Jota aragonesa, con tres
versiones diferentes de compositores, al igual que sucede con La de mi tierra, mismo
título que aparece con dos versiones diferentes.

Puesto que disponemos de un número pequeño de títulos completos con su autor,


resulta difícil realizar un estudio fehaciente de la jota más veces interpretada, así como
del autor del que más obras de este género interpretaron las bandas de Logroño. No
obstante, con los títulos y compositores que se publicaron en los programas, podemos
concluir que las jotas más veces interpretadas fueron:

490
 La estudiantina. Guillermo Cereceda. 6 veces.
 La de mi tierra. Santiago Lapuente. 6 veces.
 La de mi tierra. E. Camó. 6 veces.

Cabe destacar la interpretación en cuatro ocasiones de la jota Viva La Rioja,


compuesta por el compositor y guitarrista riojano Felipe Calleja, al que dedicamos un
apartado en el capítulo 6 de este trabajo.

La Gavota
Se trata de una danza popular francesa que se hizo popular en la corte de Luis
XIV con el compositor Jean Baptist Lully. Esta danza solía formar parte de las suites de
danzas típicas del barroco.Escrita siempre en compás binario, tradicionalmente era
ejecutada en tempo rápido, aunque también existen algunas gavotas en tempo lento. Es
característica la notación de compás all breve (2/2), así como un principio y un final en
mitad del compás. Generalmente poseía motivos y secuencias rítmicas de gran
simplicidad. Muchos compositores de zarzuela incluyeros esta forma musical en sus
obras.

Título Compositor
Gavota de la zarzuela El bateo. (7 veces) Federico Chueca
Gavota de la zarzuela Enseñanza libre. (2 veces)
Stephanie. (3 veces) Alphons Czibulka
Sans senci.
Sensitiva. (5 veces) Ramón Roig i Torné
Las dos hermanas. (2 veces)
Luisa. (10 veces) Vicente Fabregat
Vicentita. (2 veces)
Gavota de la zarzuela El iluso Cañizares. (5 veces) Vicente Lleó
Gavota de la zarzuela El método Gorritz. (2 veces)
Gavota de la zarzuela El trébol. Tomás López Torregosa
Gavota de la zarzuela Enseñanza libre.(13 veces) Gerónimo Giménez
Maria Luisa. (10 veces) José María Echevarría
Happy days. (6 veces) Govaert
Dioni. (3 veces) Gandasegui
Petite Marquese. Y. Bermazkuoi
Trianón. (2 veces) Vivier

491
Gavota de la zarzuela El hermano Baltasar.(2 veces) Manuel Fernández Caballero
Matilde. (2 veces) Espinosa
Ninón. (4 veces) Parés
Gavota de El Directorio.(2 veces) Barraca
Mignonnette chanson.(8 veces) Gottlob Bachmann
Souvenir. (11 veces) Hipólito Rodríguez
Las cuatro muñecas. (2 veces) Luis Foglieti
Gavota. Villalonga

Las bandas de Logroño interpretaron 107 gavotas. Únicamente se dio un caso en


el que el programa no indicó el título de la gavota que se iba a interpretar, aunque sí el
del autor. Las gavotas más veces interpretadas fueron:

 Gavota de la zarzuela Enseñanza libre. Gerónimo Giménez. 13 veces.


 Souvenir. Hipólito Rodríguez. 11 veces.

Una vez más destacó por ser gran cantidad de veces interpretada una gavota de un
compositor riojano. Es el caso de Souvenir, del profesor y compositor Hipólito
Rodríguez, interpretada en once ocasiones, tras la gavota de la zarzuela Enseñanza
libre, trece veces interpretada, del autor Gerónimo Giménez.

La Danza
Dentro de este grupo se han incluído además de las danzas, los denominados
bailables en los programas.

Título Compositor
Escenas y danzas congolesas. (3 veces) Langlois
Danzas orientales.
Danza española. (2 veces) Ramón Roig i Torné
La criolla.
Fedima. Vila
Bailables de la ópera Raimundo Lulio. (3 veces)
Les deux pigeons. (8 veces) André Messager
Danza de bacantes de la ópera Philemón et Baucis. (7 veces) Charles Gounod
Danzas españolas. (6 veces) Moritz Moszkowski
Baile del Chi-Qui-Chí. (6 veces) Vicente Lleó

492
Danza macabra. (3 veces) Camile Saint-Saëns.
Danza israelita. (3 veces) Broutin
Danza de los bohemios. Benjamín Godard
Danza. Canto popular. (2 veces) Hilarión Eslava
Los cinco ingleses. (2 veces) López
Los ingleses. Bartolo
Zamacuera. Baile chileno. J.B.
Baile chinesco. Mugíos
Danzas húngaras. Bordier
Danzas españolas. Heptuin
Danzas Eslavas. Antonín Dvorak
Danzas israelitas. J. Nazaré
Danzas hongroizes. Bordier
Djeddach. Danza oriental. (3 veces) Richard Wagner
Danza oriental. Perck
Adios al alcázar. Palentín
Kake-walk. (2 veces) Moret
Kake-walk de la zarzuela Los pícaros celos. Gerónimo Giménez
Bailables de la ópera Ferramos. (6 veces) Rubinstein
Bailables de la ópera Guillermo Tell. (4 veces) Gioachino Rossini
Bailables de Gioconda. (4 veces) Ponchielli
Danzas cubanas. N.N.
Elvira. N.N.

Se interpretaron 81 danzas y bailables de muy variados compositores.


Especialmente destacaron las danzas del compositor y director de orquesta francés
André Charles Prosper Messager, que destacó por su música en escena y ballets. Se
interpretaron 8 veces algunos fragmentos de su ballet Les deux pigeons (Las dos
palomas). Le sigue la danza de las bacantes de la ópera Philemón et Baucis, de Charles
Gounod, interpretada en siete ocasiones, y las Danzas españolas de Moritz Moskowski,
así como el Baile del Chi-Qui-Chí, de Vicente Lleó, ambos interpretados en seis
ocasiones.

La Serenata
Esta forma musical que combinaba partes vocales con otras instrumentales,
alcanzó enorme popularidad durante el siglo XVIII, utilizada con frecuencia para
celebrar actos sociales. Se estructuraba en varios movimientos, interpretándose en los

493
conciertos de las bandas, únicamente uno de ellos, del que algunos compositores
hicieron arreglos para esta agrupación instrumental.

Título Compositor
María de los Ángeles. (5 veces) Ruperto Chapí
El barquillero. (3 veces)
Serenata morisca. (3 veces)
Mujer y reina. (6 veces)
Serenata andaluza. (8 veces) Ramón Roig i Torné
Serenata cubana.
Serenata Bohemia. (5 veces) Margfoy
Serenata Bohemia. Sirgnard
Serenata. (6 veces) Charles Gounod
Célebre serenata. (3 veces) Franz Schubert
Serenata chinesca. Argan
Serenata húngara. (2 veces) Foncieres
Serenata húngara. Chie
Sobre el Bosphoro. Serenata oriental. (7 veces) Coard
Al pie de la reja. (4 veces) Carreras
Serenata española. (2 veces) Varela Silvari
Serenata española. (4 veces) Escalera
Serenata española. (3 veces) Isaac Albéniz
Serenata alemana. J. Burguein
Canto árabe. (2 veces) Adolphe-Valentín Sellenick
Serenata. Richard Eilemberg

Se interpretaron 69 serenatas, siendo las más veces interpretadas:


 Serenata andaluza. Ramón Roig i Torné. 8 veces.
 Sobre el Bósforo. Serenata oriental. Coard. 7 veces.
 Mujer y reina. Ruperto Chapí. 6 veces.
 Serenata. Charles Gounod. 6 veces.

Ruperto Chapí fue el compositor cuyas serenatas fueron más veces interpretadas.
Cuatro títulos con un total de 17 interpretaciones: a la citada Mujer y reina, con seis
interpretaciones le siguieron María de los Ángeles con cinco y El barquillero y la
Serenata morisca, interpretadas ambas en tres ocasiones.

494
El Popurrí
Del francés pot purri, en música hace referencia a una serie de fragmentos de
obras unidos en una obra larga. Se hilvanaban fragmentos temáticos diferentes mediante
compases de enlace o transición entre ellos, buscando un efecto de impacto y brillantez.
En la mayoría de las ocasiones se trataba de fragmentos de una misma obra,
generalmente una zarzuela u ópera.

Título Compositor
Sinfonía de varias zarzuelas. (11 veces) Francisco Asenjo Barbieri
Los cantares de España. Potpurri de aires españoles. (2 veces) Marín
Potporrí de aires portugueses. (3 veces)
Popurri de El bateo. (2 veces) Federico Chueca
Popurrí de varias zarzuelas. (9 veces) Miguel Marqués
Popurri de Los sobrinos del Capitán Grant. (3 veces) Manuel Fernández Caballero
A mi amigo Cantera. Cirilo Tamayo
Popurri de género chico.
Fragmentos de Lohengrin. (5 veces) Richard Wagner
Popurri de La Tempranica.(2 veces) Gerónimo Giménez
Popurri de El húsar de la guardia. (2 veces) Gerónimo Giménez y Amadeo
Vives
Popurri de aires españoles. (2 veces) Goñí
Por España. (3 veces)
Popurri número 3 de zarzuelas modernas. (4 veces) V. del Hoyo
Popurri de zarzuelas modernas. Francisco Asenjo Barbieri
Popurri de género chico. Amadeo Vives
Potpurri popular. (2 veces) Renaud
Selección de La alegría del batallón. José Serrano
Popurri humorístico. Eduardo López Juarranz
Popurrí de zarzuelas. Corto
Fragmentos de Mireille. (5 veces) Charles Gounod
Fragmentos de Aida. (3 veces) Giuseppe Verdi
Fragmentos de Le Cid. (2 veces) Jules Massenet

Fueron 67 las interpretaciones de popurrís por las bandas de Logroño, destacando


la interpretada en once ocasiones Sinfonía de varias zarzuelas de Francisco Asenjo
Barbieri. A ella le sigue en número de interpretaciones el Popurrí de varias zarzuelas de
Miguel Marqués.

495
El Tango
Se trata de un baile de típico de Argentina que se difundió a partir de los barrios
pobres de Buenos Aires a finales del siglo XIX, fruto de la enorme diversidad de
inmigrantes europeos. Su música, en compás binario o cuaternario simple (2/4 o 4/4) y
tiempo lento, presenta frecuentes contrastes de timbre y fragmentos sincopados. Varios
compositores españoles introdujeron este género musical en sus zarzuelas, realizándose
numerosos arreglos para bandas de música.

Título Compositor
Panchito. (3 veces) Fermín Ruiz Escobés
Mi niño. (2 veces)
Tango de la zarzuela Los Arrastraos. (5 veces) Federico Chueca
Tango de la zarzuela La tela de araña. Manuel Nieto
Tango de la zarzuela Los niños llorones. (3 veces) Tomás López Torregosa, Joaquín
Valverde y Barrera
Tango del pompem de la zarzuela El pobre Valbuena Amadeo Vives
El simpático. Pieza
Panchita. Ramón Roig i Torné
El caribe. (2 veces) Arana
Julianito. (2 veces) Burtiles
Chinito. Esquerei
Tangos del 94. (3 veces) B. Les
Un beso. (2 veces) Ruperto Ruiz de Velasco
El pesetero. Ruiblas
Tango de la zarzuela El pollo Tejada. Joaquín Valverde Sanjuán y José
Serrano
Tango de la zarzuela La gente seria. José Serrano
Tango de la zarzuela El país de las hadas. Rafael Calleja
Las bicicletas. (3 veces) Rodríguez Martínez

Un total de 34 tangos fueron interpretados por las bandas de Logroño en el paseo


del Príncipe de Vergara durante la Bella Época. Destacó el calagurritano Fermín Ruiz
Escobés, por ser interpretados sus tangos en cinco ocasiones: Panchito, tres veces y Mi
niño, dos veces. De igual modo el tango de la zarzuela Los Arrastraos de Federico
Chueca fue interpretado en cinco ocasiones.

496
La Suite
La Suite romántica, con algunas diferencias de forma respecto a la originaria suite
barroca, fue un género musical cultivado en numerosas ocasiones por los compositores
románticos. Se trataba de una sucesión de obras cortas que no siempre se interpretaron
completas en los conciertos de las bandas de música, sino a veces sólo uno o dos
fragmentos de la suite.

Título Compositor
Les evinuyes divertissement. (2 veces) Jules Massenet
Escenas pintorescas. (5 veces)
Escenas alsacianas. (4 veces)
Escenas de magia.
Peer Gynt. Primera Suite. (3 veces) Eduard Grieg
Noches argelinas. (3 veces)
La Arlesiana. Segunda suite. (4 veces) George Bizet
Suite española. (6 veces) Paul Lacome

Se interpretaron 28 suites de Massenet, Eduard Grieg, George Bizet y Paul


Lacome, destacando el primero por la interpretación de doce suites compuestas por él.

La Polonesa
La danza nacional de Polonia se estructuraba en un solo movimiento escrita en
compás ternario simple (3/4) y ritmo moderado. Su característica principal era la
cadencia final femenina situada entre los tiempos segundo y tercero del compás, además
de la fórmula rítmica formada por una semicorchea con puntillo, seguida de una fua y
un acopañamiento a base de corcheas, cuya primera figura realizaba el bajo y las
restantes el acorde. Su orígne es antiguo y aristocrático, ya que en principio era una
danza andada que ejecutaban los nobles polacos en los desfiles.

Se interpretaron 27 polonesas, destacando el mallorquín Miguel Marqués, de


quien las bandas interpretaron siete veces su Segunda polonesa de concierto y seis
veces la Cuarta polonesa de concierto.

Título Compositor
Segunda polonesa de concierto. (7 veces) Miguel Marqués

497
Cuarta polonesa de concierto. (6 veces)

Polonesa de concierto. (5 veces) V. Sánchez


Polonesa de concierto. (3 veces) Ventura
Lebast. L. Harsite
Polonesa. (4 veces) Alvarado
Tiempo de polonesa. N.

El Capricho
Esta forma musical de carácter animado y forma libre surgió en el siglo XVII y
fue evolucionando. Su carácter libre la asemeja a la Fantasía y, al igual que ésta, fue
adoptada en numerosas ocasiones por las bandas de música.

Título Compositor
Capricho de la zarzuela La cacería real. (6 veces) L. Marín
Recuerdos de Archena. (5 veces) L. Marín
Capricho para requinto. (6 veces) Campra
Le Revell du Lion Caprice Heroique. Hontski
Moraima. (4 veces) Espinosa
El molino de la selva. (2 veces) Richard Eilemberg
Ecos de España. (2 veces) San Miguel

Durante la Bella época en Logroño se interpretaron 26 Caprichos, siendo el más


veces interpretado La cacería real, capricho de la zarzuela de Emilio Arrieta, arreglado
para banda por L. Marín, interpretado en seis ocasiones. Seguido de este capricho en
número de interpretaciones destacó Recuerdos de Archena, arrglado por el mismo autor
e interpretado en cinco ocasiones.

El Schotis
De origen bohemio, esta música de baile se extendió por gran cantidad de pasíses
del mundo. Fue muy apreciada en Alemania y Francia a principios del romanticismo y
llegó a la capital española en 1850, haciéndose popular como un baile castizo de
Madrid. Se ejecuta en ritmo de vals y tempo rápido.

Título Compositor
Schotis de la zarzuela El iluso Cañizares. (2 veces) Joaquín Valverde

498
Schotis de la zarzuela El Padre Benito.

Schotis de la zarzuela El pollo Tejada. Joaquín Valverde Sanjuán y José Serrano


Schotis de la zarzuela La viejecita. (2 veces) Manuel Fernández Caballero
Schotis de la zarzuela Los arrastraos. (2 veces) Federico Chueca
Schotis de la zarzuela El trébol. (3 veces) José Serrano
Schotis de la zarzuela El método Gorritz. (4 veces) Vicente Lleó
El Figuerense. Solier
El elegante. Pajol
Talía. Nadal
El guerrero. Galvez
El inocente. Fernando Cobeño Heredia
El lauro. N.N.
Loro y cotorra. N.N.

Un total de 22 schotis fueron interpretados por las bandas de Logroño en el paseo.


Destacaron los schotis de las zarzuelas compuestas por Joaquín Valverde Sanjuán: el de
la zarzuela El iluso Cañizares, con Rafael Calleja, interpretado dos veces, el schotis de
El padre Benito y el de El Pollo Tejada, compuesta junto con José Serrano.

La Sinfonía
En sus orígenes se utilizó este nombre para denominar a las piezas instrumentales
que abrían las óperas, denominadas también oberturas o preludios. Las sinfonías de este
estilo que aparecen en los programas de las bandas de música de Logroño, han quedado
incluidas en el apartado “Obertura”, sin embargo, las bandas también interpretaron
fragmentos de Sinfonías, concebidas como género que se interpretaba fuera del teatro,
durante el periodo del Clasicismo. Este género se desarrallon en Manheimm, ciudad en
la que diversos compositores experimentaron nuevos efectos orquestales y escribieron
sinfonías para la orquesta de la corte, pronto convertida en el modelo para orquestas
europeas. Fue Haynd quien estableció las características definitorias del género y en su
misma línea compusieron sinfonías Mozart y Beethoven, quien hizo evolucionar el
género hacia el Romanticismo. A partir de entonces, la sinfonía adquirió gran libertad y
evolucionó según el desarrollo del lenguaje artístico de cada periodo.

Dentro de los 20 fragmentos de sinfonías interpretados por las bandas de Logroño


encontramos algunas de clásicos como Haydn, pero lo que predominó en su repertorio

499
fueron las sinfonías románticas de compositores como Mendelshon, Beethoven,
Mercadante y Ruiz, además de otros que no aparecen en los programas. No obstante,
destaca Felix Mendelsohn por su seir veces interpretado Andante de la Cuarta Sinfonía
en la Mayor.

Título Compositor
Andante de la cuarta sinfonía La Mayor. (6 veces) Félix Mendelsohnn
Andante de la sexta sinfonía. Joseph Haydn
Homenaje a Pamplona. E.B.
Andante de la primera sinfonía. (4 veces) Ludwig Van Beethoven
Sinfonía fantástica. (4 veces) Mercadante
María. M. Ruiz
Caprichosa. N.
Stradella. (2 veces) N.

La Alborada
Esta forma musical propia de los repertorios trovadorescos de la Edad Media,
pasó a formar parte del folklore de Galicia. Se reconoce por su carácter festivo, que
celebraba la llegada del día o el amanecer. Su estructura y ritmo eran libres, pero se
solía escribir en compás binario compuesto.

Título Compositor
Alborada gallega. (9 veces) Pascual Veiga
Alborada gallega. (3 veces) Juan Montes
Alborada gallega. (2 veces) Beltrán
Recuerdos de Galicia. Varela Silvari
Alborada de la zarzuela El señor Joaquín. (3 veces) Manuel Fernández Caballero

Fueron 18 las alboradas interpretadas por las bandas de música en este periodo,
destacando la Alborada gallega del gallego Pascual Veiga, interpretada en nueve
ocasiones.

El Minueto
Esta danza de origen francés y tradicionalmente cortesana, se solía bailar en los
salones d ela nobleza. Escrita en forma binaria, compás ternario simple (3/4) y ritmo
muy moderado, se escuchó en 17 ocasiones en el paseo de Logroño.

500
Título Compositor
Colombine. (3 veces) Delahaye
Minuetto de la ópera La Arlesiana. (4 veces) George Bizet
Minuetto. Ángelo Mariani
Minuetto. (5 veces) Bolzoni
Minuetto. Joseph Haydn
Minuetto. (2 veces) Saharwerka
Colombina. N.

Los minuetos que se interpretaron fueron de diferentes compositores, desde el


minueto clásico de Haydn al fragmento de La Arlesiana de George Bizet, interpretado
en cuatro ocasiones, pasando por otros de autores menos conocidos en el minueto
Colombine, de León Delahaye, interpretado en tres ocasiones.

El Intermedio
Comenzó en el Renacimiento como una forma de entretenimiento entre los actos
de las comedias y posteriormente pasó a fusionarse con la ópera, formando parte de ésta
o interpretándose entre los actos de ésta.

Título Compositor
Folies Bergeres. Pinedo
Intermedio de la ópera Cavallería rusticana. (2 veces) Pietro Mascagni
Intermedio de la zarzuela El estreno. (3 veces) Ruperto Chapí
Intermedio de la zarzuela El baile de Luis Alonso. Gerónimo Giménez
Loin du val. Ernest Gillet
Entreacto y melodía de la ópera Lohengrin. (5 veces) Richard Wagner
La Colomba. (2 veces) Charles Gounod
Intermezzo. Alexandre Guilmant

Se interpretaron 16 Intermedios en los conciertos de las bandas de música, siendo


el más veces interpretado el de la ópera de Wagner Lohengrin.

La Sardana
Esta danza típica del folklore catalán formó parte de algunas zarzuelas de la
época. Se escribe en compás binario y su estructura consta de una introducción opcional
de 8 compases, 8 compases lentos y 16 compases rápidos.

501
Título Compositor
Sardana de la ópera Garín. (7 veces) Tomás Bretón
La santa espina. (9 veces) Enric Morera

La sardana más veces interpretada fue La santa espina, de Enric Morera,


perteneciente a la zarzuela del mismo título, interpretada por las bandas en nueve
ocasiones. A ella le sigue la famosa sardana de la zarzuela Garín, de Tomás Bretón,
interpretada en siete ocaiones. En total fueron 16 interpretaciones de sardana.

La Habanera
Este género musical originario de Cuba propio del siglo XIX, toma su nombre de
la capital de Cuba, la Habana. De ritmo lento y compás binario (2/4), se caracterizó por
la utilización de síncopas y puntillos. Muchos compositores cultos la incluyeron en sus
obras y fue adoptada por las bandas de música.

Título Compositor
Recuerdos de París. Federico Chueca
Recuerdos de París. Sánz
Recuerdos de París. Martínez
Tu. Fuentes
Panchita. Escalera
Carmencita. Cirilo Tamayo
Carmencita. Sánchez
Habanera de la zarzuela El trébol. José Serrano y Joaquín Valverde Sanjuán
Paca. Sánz
Paca. Federico Repáraz
Paca. Santafé
Paca. N.N.
Un mimo. N.N.
¿Me amas? N.N.

El número de habaneras interpretadas en el paso de Logroño por la banda fue 14.


Ninguna de ellas fue repetida, sin embargo, destaca la realización de diferentes arreglos
o versiones de habaneras por diferentes compositores. Es el caso de Recuerdos de París,
cuyo autor fue Ruperto Belderrain, siendo interpretadas en Logroño las versiones de

502
Federico Chueca, Sánz y Martínez. De igual modo sucedió con la habanera Paca,
versionada por Sánz, Repáraz y Santafé.

La Rapsodia
De estructura similar a la fantasía, por la libertad de la unión de las partes
temáticas que la conforman, fue otro de los géneros que se incluyó en los programas de
las bandas de música de la Bella época. Debe su popularidad a Franz Liszt, cuyas
rapsodias adoptaron una división en dos partes enlazadas, siendo la primera lenta de
carácter melódico y la segunda rápida y de gran viveza.

Título Compositor
Rapsodia húngara. Jules Massenet
Rapsodia morisca. (2 veces)
Rapsodia húngara num.2. (3 veces) Von Liszt
Rapsodia española. (7 veces) Salvador Giner

De las 13 rapsodias interpretadas, se interpretó en tres ocasiones la famosa


Rapsodia húngara de Liszt. Sin embargo, destacó la Rapsodia española, del valenciano
Salvador Giner Vidal, interpretada en siete ocasiones.

La Retreta
Este término musical asociado a las bandas militares, hacía referencia a los
pasacalles que esta agrupación realizaba ofreciendo una función musical o concierto al
aire libre. Fueron 13 las retretas interpretadas por estas agrupaciones.

Título Compositor
Retreta austriaca. (3 veces) Keler Bela.
Retreta Tártara. (4 veces) Adolphe-Valentín Sellenick
Retreta militar. (3 veces) Varela Silvari
Retreta mejicana. (3 veces) Schuiffmacher

Coros de zarzuela
En doce ocaiones se interpretaron fragmentos de coros de zarzuela arreglados para
banda.

503
Título Compositor
Coro de repatriados de la zarzuela Gigantes y cabezudos. (4 veces) Manuel Fernández Caballero
Coro del abrazo de la zarzuela Campanero y sacristán. (4 veces)
Coro de Barquilleros de la zarzuela Agua, azucarillos y aguardiente. Federico Chueca
(4 veces)

Otros géneros musicales intepretados por las bandas de música


En la siguiente tabla se exponen el resto de obras que interpretaron las bandas de
música que, aunque interpretadas en menor número de ocasiones, realizaron su
aportación a los programas.

Pavana Pavana de Luis XIV. (5 veces) Frederic Brisson


Pavana. (3 veces) Eduardo Lucena
Barcarola Brisas de Helicon. (5 veces) Ramón Roig i Torné
Barcarola. Moritz Moskovsky
Bolero La primera velada. (5 veces) Fermín Ruiz Escobés
Granada. X.
Americana Marina. (2 veces) Subirana
Recuerdos de París. Pierron
La Lira. Peret
Americana con lira. Lozano
Aria Aria de tiple de la ópera Dinorah. (2 veces) Giacomo Meyerbeer
Aria de Gioconda. Amilcare Ponchielli
Aria de contralto de Marini Faporo. Gaetano Donizetti
Romanza Romanza japonesa. (3 veces) N. Moret
Romanza de la zarzuela Jugar con fuego. Francisco Asenjo
Barbieri
Mosaico El triunfo de las cien doncellas. Francisco Asenjo
Barbieri
El triunfo de las cien doncellas. Adam
La verbena de la paloma. Tomás Bretón
Malagueñas Nadie se muere hasta que Dios quiera. Audrid
Gran malagueña de cornetín. Vila
Couplets Couplets de Don Tancredo de El juicio oral. (4 veces) Manuel Nieto
Cuarteto Adagio del Cuarteto opus 44. (4 veces) Joseph Haydn
Guaracha Guaracha. Ruperto Ruiz de
Velasco
Miserere Miserere de la ópera El Trovador. Giuseppe Verdi

504
Oratorio La creación. C. Bartés
Rigodones Los euskaros. (5 veces) Conde de Torre
Muzkiz
Rondalla El sitio de Zaragoza. (3 veces) Cristóbal Oudrid
Sonata Andante de la sonata nº 2. Ludwig Van
Beethoven
Zortziko Vizcaya. José María Iparraguirre

Realizando un estudio general de las obras interpretadas, se enumeran los títulos


en más ocasiones repetidos:

 Obertura de la ópera Mignón. Ambroise Thomas. 16 veces.


 Vals Rubia y morena. Émile Waldteufel. 13 veces.
 Vals Dolores. Émile Waldteufel. 13 veces.
 Polca La filipina. Eduardo López Juarranz. 13 veces.
 Obertura Si yo fuera rey. Adolphe Adam. 13 veces.
 Gavota de la zarzuela Enseñanza libre. Gerónimo Giménez. 13 veces.
 Vals Homenaje a las damas. Émile Waldteufel. 12 veces.
 Vals Rosas y margaritas. Rosas y margaritas. 12 veces.
 Obertura de Cleopatra. Luigi Mancinelli. 12 veces.
 Marcha de Tannhauser. Richard Wagner. 12 veces.

505
A pesar de haber sido el pasodoble el género musical más interpretado en la
época, fue la obertura Mignón la obra más veces interpretada por las bandas de música.
A ésta le siguen en número de interpretaciones, dos valses de Émile Waldteufel, una
polca y otra obertura.

Las Bandas de música en el teatro


El teatro de Logroño fue un espacio utilizado para numerosos actos, además de las
temporadas de zarzuela y ópera. En numerosas ocasiones se celebraron bailes en el
salón de columnas del teatro Bretón o en el teatro Moderno, siendo éstos amenizados
por las bandas de la ciudad.

La Banda del Regimiento de Burgos celebró en este espacio los conciertos para la
beneficencia en el mes de enero de 1889, conciertos a beneficio de los pobres en enero
de 1891, e incluso se le realizó un contrato para una larga temporada, dejando claro que
si el teatro estaba ocupado por alguna compañía, el concierto tendría lugar en los
Salones del Liceo, en febrero de 1890. Destacó además la Sinfonía a telón corrido de la
zarzuela del maestro Caballero El primer día felíz, en una función que las beneficiadas
señoras Bagá, Antequera y Quesada dedican a los jefes oficiales de la guarnición en el
mes de agosto de 1891.

La Banda Municipal celebró en el teatro Principal la conmemoración del XIX


aniversario de la proclamación de La República, en febrero del año 1892.

Fue sin embargo la Banda del Regimiento de Bailén, la que más intervenciones
realizó en el teatro de Logroño, funcionando en realidad como una orquesta de teatro.
He de destacar sus intervenciones en las marchas de las óperas de la Compañía
Giovannini en el mes de marzo de 1894, o la participación en una función teatral de la
Compañía de zarzuela de Don José Bosch, con la siguiente interpretación:457

Sinfonía de El primer día feliz. Caballero


Le tarse. Capricho bohemio. Godard
Jota del Madrid cómico. Zabalba.

457
Diario La Rioja. 04-10-1895.

506
Además tuvieron lugar en el teatro algunos espectáculos variados que incluían la
interpretación de la banda de Bailén, con la fantasía Fra Diavolo o la jota de La
Dolores, del maestro Bretón en el mes de julio de 1895, o la Sinfonía Si yo fuera rey
(Adam), así como la Fantasía militar en el mes de noviembre de 1896.

Incluso tuvieron lugar conciertos de abono de la Banda de Bailén durante algunos


de los domingos de 1895, con programas como el siguiente:458

Primera parte
Hamburgo. Pasodoble. Klainer
Aria y cavatina de la ópera Fra-diávolo. Auber.
Rubia y morena. Tanda de walses. Wadteufel.
Segunda parte
Obertura Raymond. Adam
Serenata española. S. Escalera
Fantasía sobre motivos de la ópera Lucrecia. Donizetti.
Viva España. Rondalla Zabala.

En otras ocasiones actuó la banda de Bailén con profesores conocidos de la


ciudad, como profesor don Ramón B. González y el pianista don Ildefonso Moreno,
director de la academia y de la Banda Municipal, en el mes de octubre de 1896. Además
destacó por participar en funciones benéficas, como la de las víctimas de Italia en enero
de 1909, en la que también participaron Arcos, la troupe inglesa, el septiminio de
Vallés, Calvo y su Compañía. En el mes de agosto del mismo año se celebró una
función a beneficio de las familias de los reservistas en nuestro teatro. En el programa
observamos que cierra el acto la banda del regimiento, ejecutando algunos números de
su repertorio.

La Banda de Bailén amenizaba los intermedios de algunas compañías teatrales,


como fue el caso de la Compañía del señor Fuentes, que puso en escena dos dramas en

458
Diario La Rioja. 27-10-1895.

507
el mes de septiembre de 1903, siendo entonces su director Don Cirilo Tamayo y el
maestro de la orquesta del teatro el señor Cristobal.

En el año 1909, tras el reciente fallecimiento del maestro Ruperto Chapí, la


compañía cómico-dramática Montijano que estaba haciendo una temporada en el Bretón
le realizó un homenaje, contando con el notable apoyo de la banda del regimiento de
infantería de Bailén y el de los poetas locales don Florencio Bello y don Luis M.
Pineda, que presentaron inspiradas poesías alusivas al acto, y don Fermín Maguregui,
que encargó un estudio sobre Chapí. Programa:459

· Sinfonía por el sexteto del señor Vallés, que durante todos los intermedios
ejecutará obras de Chapí.
· A petición, la comedia de gran éxito en tres actos, original de don Francisco
Pérez de Echevarría, ¡Lo que vale el talento!
· Lectura de poesías originales de don Florencio Bello y don Luis M. Pineda, y el
estudio del señor Maguregui.
· A telón corrido, la brillante banda del regimiento de infantería de Bailén
ejecutará la hermosa zarzuela (una de las mejores del inmortal maestro) La
czarina.

La Banda de Santa Cecilia también realizó sus intervenciones en el teatro. En


algunas ocasiones amenizó veladas de baile de algunos en días señalados como el de
Santa Cecilia, patrona de los músicos, en el año 1903. Además participó en diferentes
funciones benéficas. Una a beneficio de las familias de los reservistas en el mes de
agosto de 1909, abriendo el acto con una sinfonía. Otra función benéfica preparada por
la banda de Santa Cecilia fue por los damnificados por el incendio de la Zarzuela en
1909. Este ato estuvo dividido en dos secciones, la de vermouth y la de última hora. La
banda organizó el espectáculo con la colaboración de la compañía del señor Nieto, la
que interpretará las siguientes obras: La Revoltosa y Toros en Aranjuez en primera
sección, y La trapera y Ruido de Campanas, en la de noche. La orquesta fue completa
en esas funciones y la banda de Santa Cecilia ejecutó en los intermedios obras de
concierto.

459
Diario La Rioja. 10-04-1909.

508
Además, destacan las interpretaciones de otra banda de música en el teatro Bretón.
Se trata de la Banda de Ingenieros, procedente de Madrid, en el año 1902. Interpretaron
dos conciertos en el mes de octubre, uno para celebrar su primer centenario y otro a
beneficio de La Caridad.

Las bandas de música en los salones


Fueron pocas pero importantes a la vez, las ocasiones en las que las bandas de
música de la ciudad tomaron parte de actos en los salones de las asociaciones de la
capital riojana.

En numerosas ocasiones amenizó las sesiones de baile del Círculo de la Amistad,


la Fraternidad, el Círculo Logroñés y el Gran Casino. De igual modo, durante el corto
periodo de tiempo que permaneció abierto el teatro Variedades en 1903, se inauguraron
los denominados “bailes económicos” de tres a seis y media de la tarde, que fueron
amenizados por la banda de Santa Cecilia, dirigida en aquél momento por el señor
Vicente Fabregat.

El día 24 mayo 1906, la Junta del Gran Casino inauguró los conciertos por la
banda de Bailén en los amenos jardines de la sociedad. La banda fue contratada hasta
finales de septiembre del citado año dando conciertos los domingos y días festivos. Los
primeros conciertos del Gran Casino coincidieron con la supresión de los conciertos
durante los jueves en el paseo del Espolón, por lo que que los jueves los conciertos del
Casino se celebraron de seis a ocho de la tarde. Durante los domingos y festivos, los
conciertos se celebraron de cinco a siete de la tarde, pasando a continuación la banda de
Bailén a dar su concierto oficial del paseo del Principe de Vergara, de siete y media a
nueve y media. No obstante, en algunas ocasiones, el horario se alternó, siendo el
concierto en el Espolón en primer lugar y por la noche en el Casino. Estos conciertos se
celebraron durante tres meses, hasta las fiestas de San Mateo, siendo los programas
similares a los del Espolón, aunque no siempre se publicaban oficialmente. El éxito de
estas veladas fue una realidad que se repitió durante los veranos de 1907 y 1908. No
debemos olvidar que durante la época estival, las representaciones líricas en el teatro
eran muy escasas o nulas, y los conciertos de la banda fueron una de las pocas
manifestaciones de ocio cultural de la que podían disfrutar las clases altas de la

509
sociedad. Estos conciertos, además, adquirían especial relevancia al celebrarse en los
jardines privados de esta sociedad palaciega.

La banda de Bailén colaboró con el Centro Artístico en el año 1910 participando


en las veladas que se celebraron en el teatro durante el mes de marzo.

En las ocasiones en que la banda era contratada para tocar en sitios en los que la
entrada no era gratuíta, se debía cumplir la normativa de la propiedad de obras
musicales, resuelta por el Ministerio de la Guerra, que indicaba que se debía hacer
presente a la persona o Corporación con quien se contrate, la obligación en que queda
de encargarse del pago de los derechos que correspondan a las partituras que se
ejecutasen. Asímismo, esta normativa indicaba que las bandas militares no podían
alterar las partituras, que habían de ser interpretadas en la forma que los autores las
habían publicado.

5.6. EL TEATRO LÍRICO: ZARZUELA Y ÓPERA


Cuando hablamos de teatro lírico, estamos haciendo referencia al género musical
que más movimiento trajo consigo a lo largo del siglo XIX. El género lírico fue el que
más música produjo en España, el que más polémica provocó y el que más dinero y
músicos movió entre las provincias españolas. Así lo corrobora Emilio Casares460,
cuando dice que en la España del siglo XIX, un músico triunfaba plenamente sólo
cuando lo hacía en el teatro.

El XIX es el siglo de la unión de las artes, y tanto en la zarzuela como en la ópera


la música entra en contacto con el mundo literario. Además, entra en contacto con el
mundo intelectual y político, acercando la música a todo tipo de público.

La zarzuela en el siglo XIX


La zarzuela caracteriza y representa la vida nacional. Nace como espectáculo
cortesano típicamente español en el siglo XVII, sufre una gran evolución a lo largo del
XVIII y se transforma en espectáculo de masas urbanas a mediados del siglo XIX.

460
CASARES RODICIO, E.: La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, pag. 73.

510
A partir de 1848 se produjo el renacimiento de la zarzuela que trajo consigo un
aumento de la frecuencia de aparición de las zarzuelas en los teatros españoles. El
estreno de El ensayo de una ópera, de Cristóbal Oudrid, en el Teatro del Instituto de
Madrid, el 24 de diciembre de 1848 alcanzó gran éxito, y a éste le siguieron otras
zarzuelas como Colegialas y soldados, de Rafael Hernando, que se estrenó en el mismo
teatro el 21 de marzo de 1849. Ambos autores abrieron el camino de la zarzuela
renacida entre 1848 y 1849.

Se había creado un nuevo género de teatro músical en castellano con el que gran
parte del público de la época se identificaba, algo que no ocurría por aquel entonces con
la ópera italiana, al ser el nivel musical de la zarzuela más sencillo y los enredos
escénicos de tipo más doméstico. A esto hay que añadirle la cuestión del idioma y la del
nacionalismo imperante en la época.461

No obstante, todavía algunos compositores continuaban intentado componer ópera


española. Joaquín Gaztambide presentaba en el teatro del Instituto el 24 de diciembre de
1849 La mensajera, que calificaba de ópera. Pascual Emilio Arrieta, tras algunos éxitos
en Italia, compuso Ildegonda y La conquista di Granata, representadas incluso en el
Teatro del Real Palacio.

Pero los compositores de zarzuela fueron los que, a partir de 1859, fueron
consolidando este género. A Rafael Hernándo y Cristobal Oudrid se unieron Joaquín
Gaztambide y Francisco Asenjo Barbieri, y entre todos compusieron la zarzuela
Historias de Chamberí. A ellos se unió el compositor José Inzenga y los cinco crearon,
presididos por Luis de Olona la Sociedad Artística, tomada a cargo del Teatro de Circo,
que se comprometería a componer tres zarzuelas anuales. La zarzuela Jugar con fuego
(1851) de Francisco Asenjo Barbieri fue la que definitivamente hizo al público acoger
este nuevo género con gran entusiasmo. A partir de entonces la zarzuela se convirtió en
el género lírico español por excelencia, además de ser un fenómeno social.

461
ALIER ROGER: ALIER, Roger y otros: El Libro de la Zarzuela. Barcelona, Daimón, 1982, pag. 58.

511
Con esta zarzuela de Francisco Asenjo Barbieri, la zarzuela restaurada, de dos
actos, se convirtió en lo que denominamos Zarzuela Grande, cumpliendo una serie de
características que la definían:462

1. Zarzuela en tres actos, menos frecuente dos y excepcionalmente cuatro.


2. Compuesta por quince o dieciséis números de música –cinco o seis por acto-.
3. Estos números son poliseccionales, con cuatro, cinco y hasta seis secciones, lo
que suele determinar la importancia de la obra.
4. En general, mayor extensión de los actos I y II; el III es más breve y menos
complejo.
5. Van precedidas de un preludio que prepara el ambiente y permite la apertura del
telón.
6. Este preludio va seguido de la entrada de una masa coral generalmente de color
hispano.
7. En medio de ese coro inicial pueden hacer su presencia uno o más personajes
principales.
8. Los tres actos comienzan normalmente con la presencia del coro y se cierran con
él.
9. El acto III, en el que se resuelvae la trama, puede terminar en un breve postludio
mientras caen las cortinas.
10. El acto II suele tenr la mayor carga dramática.
11. Los concertantes son frecuentes y tienen presencia casi obligada en los
comienzos y finales de los actos.
12. En este formato existe un predominio del texto cantado sobre el hablado.
13. Son frecuentes los temás de carácter histórico español.

Tras conocer el éxito del nuevo género, al grupo inicial se sumaron otros
compositores como Francisco de Salas y Emilio Arrieta, defensor de la ópera italiana
que eliminó sus prejuicios hacia la zarzuela. El nuevo género siguió un camino
ascendente en Madrid, y rápidamente se extendió a otras ciudades como Barcelona o
Valencia.

462
CASARES RODICIO, E., Ibid., pag. 79.

512
La inauguración del teatro de la Zarzuela el 10 de octubre de 1856 ayudó todavía
más a que este género se dignificara. Además, se sucedieron nuevos títulos de zarzuelas
que se fueron estrenando en este teatro, y apareció un nuevo compositor del género:
Manuel Fernández Caballero, aunque éste se mantuvo entre el éxito y el fracaso hasta
triunfar con La marsellesa en 1876. Fue sin embargo Los magiares, de Joaquín
Gaztambide, la zarzuela que permtió el éxito definitivo del género, en el año 1863. A
partir de entonces la zarzuela empezó a extenderse entre otras ciudades españolas, pero
esta vez no solo por las ciudades principales, sino por las pequeñas poblaciones
provinicianas como Logroño. Estas ciudades empezaron a recibir las primeras visitas de
compañías de zarzuela que llevaron a sus escenarios las obras de Gaztambide, Oudrid,
Incenga o Barbieri.

En 1866 surge la primera crisis de la zarzuela romántica causada por el


denominado Género Bufo o Teatro Bufo, término con el que se define una variante del
teatro lírico, de carácter cómico burlesco y de duración corta, que tuvo importancia en
España desde 1866 hasta 1880 en que se inicia el Género Chico.

Fue creado por el cantante Francisco Arderius quien se proponía implantar un arte
más popular a imitación de lo que había visto en París en el teatro de los bufos. Su
historia se inicia en 1866 con el estreno de la primera obra, El jóven telémaco de José
Rogel con libreto de Eusebio Blasco y se hace realidad en la célebre compañía que
llevaba inicialmente el nombre de Bufos Madrileños. Arderius imitaba las obras
representadas en el Theatre des Bouffes Parisiens siguiendo el modelo de Yacques
Offenbach en La belle Hélène, es decir, el modelo impuesto en Europa a partir del
Segundo Imperio Francés, como alternativa al gran crecimiento de la ópera italiana y
alemana.

Francisco Arderius fue un personaje importante para la lírica española del siglo
XIX desde el momento en que creó los bufos. Este actor, cantante, creador, impulsor y
empresario, revolucionó como ningún otro la vida teatral del momento española.

La vida del teatro de los bufos fue corta y empezó a decaer en la década de 1870.
Pero este género tiene importancia por ser el origen de otros fenómenos como la
canción española, el cuplé y los subgéneros de comedia, género ínfimo, opereta, etc, que

513
aparecieron con fuerza a partir de 1900. A pesar de ello, el género bufo no había nacido
con conciencia de futuro; Emilio Casares463 considera que no fue sino una respuesta
española a una moda francesa, en un momento en que todo lo francés tenía una fuerte
presencia en España, e iba dirigida a un público frívolo y ligero, respondiendo a las
necesidades sociales del momento.

A partir de estos años entró en declive de la Zarzuela debido a la influencia del


Género Bufo y coincidiendo con la aparición del Género Chico. Esta crisis de la
Zarzuela Grande en las décadas de los 70 y 80 también fue debida a una falta de
intérpretes especializados (capaces de cantar y declamar) y a un cansancio del público
por el género. Por todo ello, los empresarios de teatros líricos, buscando la rentabilidad,
adoptaron el sistema del teatro por horas.464

La idea del teatro por horas surgió de los responsables del Teatro Variedades de
Madrid, al ver que el público se retraía a asistir, por resultarles el espectáculo demasiado
caro. Pensaron que había que buscar la fórmula de bajar los precios sin disminuir los
ingresos. En lugar las extensas zarzuelas de dos, tres o cuatro actos, con sus
interminables descansos, tal vez sería más comercial ofrecer cuatro zarzuelas breves de
una hora de duración y que el público pudiese presenciar esas piezas dejando paso en el
local al público que acudía al teatro a la hora siguiente.

El tipo de zarzuela breve o “teatro por horas, pronto también llamado “Género
Chico”, no fue exclusivo del Teatro Variedades, sino que se extendió a otros locales
que aprovecharon también la moda para ogranizar tandas de “teatro por horas”.Con
el tiempo se fueron destacando, en estas sesiones, las zarzuelas más llanas y
populacheras que las de la “zarzuela grande”, basadas en escenas y situaciones de
carácter popular y en el uso –y a veces abuso- de localismos madrileños.465

Dentro del género chico, nos referimos específicamente al “sainete lírico” cuando
estas piezas cuentan con intervenciones musicales. Podemos considerar que el primer
sainete moderno fue La canción de la Lola, de Ricardo de la Vega, música de Federico

463
CASARES RODICIO, E. Ibid., pag. 87.
464
IBERNI, L.: Ruperto Chapí, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 1995, pag. 100.
465
ALIER ROGER, Op. Cit., pag. 77.

514
Chueca y Joaquín Valverde (1880), donde se dan casi todos los rasgos del género.
Normalmente el sainete representa una acción contemporánea, frente a la zarzuela
grande anterior, que solía evocar el pasado histórico. El sainete trata de la vida cotidiana
del momento, aludiendo a música, sucesos, lenguaje, modas y tipos de todos conocidos
en un aquí y ahora absolutos. Incluso en los títulos de muchos sainetes se alude a otro
sainete o zarzuela de éxito. La parte musical de los sainetes la constituyen unos
números-romanzas, dúos, coros y concertantes, además de algunas páginas
instrumentales.466

Es cierto que no se dejó de componer Zarzuela Grande, pero la creación más


esencial desde 1880 a 1910 pertenece al denominado Género Chico, distinguiéndose
diferentes periodos en la evolución del género. El periodo inicial que se extiende desde
1880 hasta 1890. La segunda época o de plenitud va desde 1890 a 1900, estrenándose
numerosas obras. El tercer periodo o de decadencia se inicia en el siglo XX.

La diferencia entre Género Chico y Zarzuela Grande es profunda. El Género


Chico no nace con la misión de crear un nuevo drama lírico español que compita con el
europeo, sino más bien de convertirse en un producto de entretenimiento, y en este
sentido de relaciona más bien con el espíritu del género bufo. Se fundamenta en los
cambios de la Revolución de 1868 y por eso tendrá en cuenta no sólo a la burguesía,
sino a un público más amplio. Casares lo considera un arte menos trascendente, más
inmediato y fácil, y en el que es prioritrio el éxito económico.467

La zarzuela en los teatros de Logroño


Este periodo de eclosión de la zarzuela, entre 1850 y 1930, puede considerarse el
siglo de oro de este género. A Logroño llegó con unos años de retraso tras su
consolidación en Madrid, pero estas zarzuelas fueron escuchadas y aplaudidas con gusto
por el público riojano y obtuvieron una buena respuesta popular.

466
BARCE, R.: El sainete lírico (1880-1915),.La música española en el siglo XIX. Conceptos
fundamentales, Oviedo, Servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, pag. 206-215.
467
Ibid., pag. 90.

515
La Zarzuela Grande
En Logroño la representación de Zarzuelas Grandes no fue muy abundante, y en
muchas ocasiones eran añoradas por los cronistas de prensa, siempre en boca de los
ciudadanos. La primera compañía que intepretó un repertorio de zarzuela grande fue la
de gaspar Garliner en el mes de junio 1889. En el mes de abril de 1893, tras cuatro años
sin escuchar Zarzuela Grande, se consigue una representación temporal de este género
por la compañía del señor Juan Catalá, algo que venía siendo esperado por los
ciudadanos de Logroño. En el mes de septiembre del mismo año, para las fiestas de San
Mateo, los riojanos pudieron disfrutar de nuevo de un espectáculo de zarzuela grande
con la compañía de juan Colóm. Ciertamente era algo esperado y valorado por los
ciudadanos riojanos, tan y como lo indicaba Fray Cirilo en la prensa del momento: 468
Al fin, y gracias a la combinación cómico-lírico-dramática pudo realizarse lo que ya
iba siendo utópico en Logroño: la posesión temporal de la zarzuela grande. Y así fue,
ya que la siguiente compañía que actuó en el teatro Principal, compañía de Repáraz y
Villegas, también llegó con un repertorio del gran género lírico-dramático español.

Un año más tarde, encontrándose en Logroño de nuevo la compañía de zarzuela


del señor Reparaz que amenizó las fiestas de San Mateo en el año 1894, Fray Cirilo
escribió en la prensa una reflexión acerca de la decadencia en la que se encontraba este
género musical. Las zarzuelas representadas fueron El salto del pasiego, La verbena de
la paloma, La tempestad y El anillo del hierro. Los artistas de esta compañía luchaban
por la regeneración de la Zarzuela Grande en un momento en que el Género Chico
triunfaba en los teatros españoles. Así lo relata Fray Cirilo, cronista del periódico La
Rioja: Hasta los mismos afamados maestros y libretistas que tantos lauros conquistaron
en la dramática musical, hicieron un cuarto de conversión buscando en las obras por
actos el favor que el tornadizo público les había retirado cuando vaciaban sus
concepciones en los severos y clásicos moldes en que se dieron a conocer los maestros
de la gran zarzuela española.469

En efecto, en las provincias, igual que en la capital española, se había sentido la


decandencia de la Zarzuela Grande. Tendrán que pasar dos años para que otra compañía
de zarzuela grande, la del señor Navarro, actue en el teatro de Logroño durante el mes

468
Diario La Rioja. 29-09-1893.
469
Diario La Rioja. 19-09-1894.

516
de julio de 1896, aunque con un reducido programa. Los siguientes espectáculos de
zarzuela grande que se celebraron en Logroño fueron gracias a la visita del señor Pablo
Cornadó, quien trajo a los escenarios del coliseo estos espectávulos en tres ocasiones:
en diciembre de 1897, en octubre y noviembre de 1898 y en septiembre de 1900. La
siguiente vez que la sociedad logroñesa tuvo la oportunidad de disfrutar de espectáculos
de Zarzuela Grande fue durante el mes de octubre de 1901, con la Compañía del señor
Berges, que actuó en el Teatro Moderno, al encontrarse el Teatro Principal en plena
reforma.

Tres años más tarde, en Diciembre de 1904, tras una larga temporada en la que
sólo se representaban obras de género dramático, se satisfará el gusto del público al
venir al teatro de Logroño una compañía de Zarzuela Grande, la del señor Vazquez. que
realizó su estreno con la zarzuela grande en tres actos de Barbieri Jugar con fuego, con
el maestro Marín al frente de la orquesta y los cantantes señorita Vicente (riojana
aunque poco conocida en la época), señor Vázquez y señor Marco como cantantes más
destacados. Otras zarzuelas representadas por esta compañía fueron Campanote, La
tempestad, El salto del pasiego, El rey que rabió, El anillo de hierro y El molinero de
Subiza. Sin embargo estas zarzuelas no produjeron en el público el entusiasmo que
cuando se estrenaron en 1892, según relatan las crónicas, que destacan su entrada floja,
poco entusiasmo y la asistencia únicamente de doscientas personas al teatro.

A partir de entonces, no hay más actuaciones de compañías de Zarzuela Grande en


los teatros de Logroño. En mayo de 1906 se comentan las esperanzas de que la
Compañía de ópera española y zarzuela grande que dirigía don Eduardo Garro y el
maestro y barítono Emilio Sagi-Barba, que estaba en Vitoria, actuaran en el teatro para
San Bernabé. Sin embargo, como sucede en muchas otras ocasiones, finalmente no
viene la citada compañía.

Se observa claramente que está decayendo la Zarzuela Grande, a favor del Género
Chico. Si en Madrid la Zarzuela grande entró en declive, más fuerte fue este en una
capital de provincias como Logroño, en la que la inestabilidad económica era aún más
acentuada.

517
En la siguiente tabla se muestra una relación de las Zarzuelas Grandes que se
representaron en los teatros de Logroño durante los años de la Bella Época, clasificadas
por compositores.

Título Compositor
El relámpago. Zarzuela en tres actos. Ruperto Chapí
Los lobos marinos. Zarzuela cómica en dos actos. (2 veces)
El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Tres actos. (23
veces)
Las hijas del Zebedeo. Zarzuela cómica en dos actos. (9 veces)
La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres actos. (14 veces)
La bruja. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. (9 veces)
El milagro de la Virgen. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. (5
veces)
El mismo demonio. Zarzuela en prosa. Dos actos.
Curro Vargas. Drama lírico en verso. Tres actos. (3 veces)
La cortijera. Drama lírico en verso. Tres actos. (2 veces)
La cara de Dios. Drama de costumbres populares en prosa. Tres
actos. (7 veces)
La marsellesa. Zarzuela histórica en verso en tres actos. (6 veces) Manuel Fernández Caballero
Los sobrinos del capitan Grant. Zarzuela de espectáculo. Cuatro
actos. (7 veces)
El salto del pasiego. Zarzuela melodramática. Tres actos. (8 veces)
Las dos princesas. Zarzuela cómica. Tres actos. (5 veces)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto.
La choza del diablo. Melodrama en verso. Tres actos

Jugar con fuego. Zarzuela en tres actos. (9 veces) Francisco Asenjo Barbieri
Los diamantes de la corona. Zarzuela en tres actos. (4 veces)
Un tesoro escondido. Zarzuela. Tres actos.
Los diamantes de la corona. Zarzuela en verso. Tres actos. (2 veces)
El barberillo de Lavapiés. Zarzuela en verso. Tres actos. (3 veces)
El relámpago. Zarzuela en verso. Tres actos. (2 veces)
El diablo en el poder. Zarzuela en verso. Tres actos. (4 veces)
La vuelta al mundo. Zarzuela en tres actos.

Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. (20 veces) Emilio Arrieta


El dominó azul. Zarzuela en verso. Tres actos.
Llamada y tropa. Zarzuela. Dos actos.
La guerra santa. Zarzuela de grande espectáculo. Tres actos. (2
veces)

518
El juramento. Zarzuela en tres actos. (10 veces) Joaquín Gaztambide
Catalina. Zarzuela. Tres actos. (4 veces)
¡En las astas del toro! Zarzuela. Un acto.
El valle de Andorra. Zarzuela. Tres actos. (3 veces)
El reloj de Lucerna. Drama lírico en tres actos. (7 veces) Miguel Marqués
El anillo de hierro. Drama lírico en tres actos. (9 veces)
Cádiz. Episodio cómico-lírico-dramático en dos actos. (8 veces) Federicho Chueca y Joaquín
Valverde
El molinero de Subiza. Zarzuela histórico-romancesca en verso. Tres Cristobal Oudrid
actos. (3 veces)
El postillón de La Rioja. Zarzuela. Dos actos. (4 veces)
Campanone. Zarzuela en tres actos. (7 veces) Vicente Lleó
Miss Helyett. Opereta. Tres actos. (7 veces) Edmundo Audrán
Las campanas de Carrión. Zarzuela en prosa. Tres actos. (7 veces) Robert Plaquette
La Dolores. Drama lírico. Tres actos. (2 veces) Tomás Bretón
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas y celos mal
reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un acto. (2 veces)
Esperanza. Balada lírico-dramática en verso. Dos actos. (2 veces) Guillermo Cereceda
Pepe Hillo. Zarzuela en verso. Cuatro actos. (2 veces)
La almoneda del diablo. Comedia de magia. Tres actos y un prólogo. Leandro Ruiz
(4 veces)
El húsar. Zarzuela cómica. Dos actos. (3 veces) Andrés Vidal y Llimona
Sangre moza. Zarzuela en prosa y verso. Tres actos. (3 veces) Joaquín Valverde y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
El perro chico. Zarzuela en prosa. Dos actos. (3 veces) José Serrano y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
Don Benito Pantoja. Zarzuela en prosa. Dos actos. Manuel Nieto
Bocaccio. Zarzuela en tres actos.
Los hugonotes. Comedia en verso.Dos actos. (2 veces) Miguel Echegaray
Mam'zelle Nitouche. Zarzuela cómica. Dos actos. (2 veces) Barbero (arreglo)
Los hijos artificiales. Juguete cómico en prosa. Tres actos. (2 veces) Federico Reparaz
Los mosqueteros de la reina. Zarzuela. Tres actos. Tomás Genovés
La aldea de San Lorenzo. Melodrama. Tres actos y un prólogo. Juan Molberg
La canción del náufrago. Drama lírico en prosa y verso. Tres actos. Enric Morera.

En total se representaron 57 títulos de Zarzuela Grande. Al representarse la mayor


parte de ellas en varias ocasiones, fueron en total 256 representaciones de zarzuela. Las
zarzuelas más veces interpretadas fueron las siguientes:

519
 El rey que rabió. Zarzuela cómica en verso y prosa. Tres actos. Ruperto
Chapí. 23 representaciones.
 Marina. Zarzuela en verso. Dos actos. Pascual Emilio Arrieta. 20
representaciones.
 La Tempestad. Melodrama en prosa y verso. Tres actos. Ruperto Chapí. 14
representaciones.

Es importante destacar a Ruperto Chapí, autor de gran parte de las zarzuelas


grandes interpretadas en los teatros de Logroño y más veces repetidas, destacando su
zarzuela El rey que rabió, al ser interpretada no solo por compañías de zarzuela, sino
también por la compañía de ópera italiana y opereta de Emilio Giovannini. Otras
zarzuelas grandes de maestro Chapí fueron repetidas en numerosas ocasiones, como La
Tempestad, ya citada, en 14 ocasiones, además de Las hijas del Zebedeo y La bruja,
representadas 9 veces cada una de ellas durante los años de la Bella Época.

En los siguientes gráficos se detalla una clasificación de los autores cuyas


zarzuelas grandes fueron más veces interpretadas en más ocasiones. En el primero se
puede observar la proporción de todos los compositores de zarzuela grande. En el
segundo se han seleccionadoúnicamente los autores cuyos títulos fueron más veces
interpretados: Ruperto Chapí, 76 zarzuelas grandes, Manuel Fernández caballero, 28
zarzuelas, Francisco Asenjo Barbieri, 26 zarzuelas, Emilio Arrieta, 24 zarzuelas,

520
Joaquín Gaztambide, 18 zarzuelas y Miguel Marqués, 16 zarzuelas. Del resto de
compositores se interpretaron las obras en menos de diez ocasiones, por lo que no se
han incluído en el segundo gráfico.

El Género Chico
La Restauración había hecho surgir en Logroño a una pujante clase media que se
sentía a gusto los estos espectáculos de Género Chico, que triunfó en la capital riojana.
El periodo de auge de este género, 1880-1910 coincide los años de la Bella Época, por
lo que se han podido corroborar tras el estudio realizado, las tres fases de evolución del

521
Género Chico. El periodo inicial, 1880-1890, ha quedado más difícilmente perfilado en
la capital riojana, al disponer de muy pocas fuentes de hemeroteca para su estudio. Los
dos siguientes periodos, plenitud desde 1890 a 1900 y decadencia, a partir de los
primeros años del siglo XX, se sucedieron en Logroño de un modo similar a lo ocurrido
en Madrid, con un pequeño margen de retraso.

Fueron muchas las compañías de Género Chico que realizaron temporadas en el


teatro de Logroño entre los años 1889 y 1911. Cada año hacían su temporada de
Zarzuela Chica dos o tres compañías, mientras en el caso de la decadente Zarzuela
Grande tenían que pasar tres o cuatro años para que los riojanos pudiesen disfrutar del
género una vez más. La tabla adjunta muestra con claridad la gran cantidad de
compañías que actuaron en el teatro interpretando obras de género chico, percibiéndose
una clara diferencia entre su periodo de plenitud –última década del siglo XIX- y el de
decadencia –comienzos del siglo XX-, llegando incluso a no representarse zarzuela
chica en el año 1905 y siendo representada en 1904 y 1906 por la compañía local del
señor Orozco. Este descenso de movimiento zarzuelístico entre los años 1904 y 1906
muestra la situación precaria por la que estaba pasando la capital riojana, hecho al que
debemos unir la decadencia del Género Chico.

Año Compañías de Género Chico


1889 José Vallés
José Barta
1890 Leopoldo Valentín
Juan Bosch
Julio Ruiz
1891 Manuel Corregel
Manuel Calvo
1892 José Pérez
Fernando Viñas
Juan Colón
1893 Señor Povedano
José Bosch
1894 Echevarría y Lafita
Repáraz y Villegas
1895 José Bosch y Juan Catalá
José Barta

522
José Bosch
Martínez, Llorens y Roig
1896 Ricardo Cano y Misael Romero
Enrique Lacasa y Patricio León
Rafael Bolumar
Juan Bosch
1897 Guillermo Cereceda
Lino Ruiloa
Rafael Bolumar
1898 Rafael Bolumar
Barrenechea y López
1899 Ángel Gonzáles
Joaquín Vázquez
Fernando Viñas
Valentín García y Mariano Taberner
1900 Valentín García y Mariano Taberner
1901 Gil y Camacho
Rafael Bolumar
1902 Bonifacio Pinedo
Riquelme Ruiz de Arana
1903 Señor Casal
Bellber, Soucasse y Contreras
1904 Señor Orozco
1905 No hay representaciones
1906 Señor Orozco
1907 Valentín García
1908 Arturo de la Riva y Miguel Soler
1909 Señor Orozco
J. Gutierrez Nieto
1910 Videgaín
Manuel Velasco y Eduardo Jimeno
Ricardo Asensio
1911 Gutierrez Nieto
Rodriguez y Benlloch

Normalmente se representaban cuatro piezas por noche, de ahí su denominación


de “teatro por horas”, con un horario similar al que ha impuesto el cine moderno.
Generalmente, la distribución de sesiones era:

523
- Sesión de Vermouth: sobre las seis o siete de la tarde. Algunas veces incluso
antes, a las tres o a las cuatro.
- Segunda sesión sobre las ocho y media o nueve de la noche.
- Última sesión a las 10:30 de la noche.

La sección de vermouth surgió siguiendo el ejemplo madrileño impuesto en los


primeros años del siglo XX, al ser gobernador civil el conde San Luis, quien quiso
cambiar las costumbres noctámbulas madrileñas. Además de suspender las corridas de
toros en domingo, mandó que las funciones teatrales acabaran a las doce y media en
punto. Esto produjo un trastorno que fue contrarrestado con la idea de dar una función
antes de la cena, considerada una especie de aperitivo teatral, de ahí en nombre de
vermouth.470

Los títulos solían variar de una sesión a otra, pero en alguna ocasión se representó
la misma obra en las tres sesiones de la noche, lo que no pareció muy acertado, porque
gran parte del público que acudía a la primera sección, concurría también a la de última
hora. Esto nos confirma que, a pesar de haber ciudadanos que no podían permitirse
comprar un abono de temporada, aún había otros en mejor situación económica que
acudían a varias sesiones en la misma tarde. En la siguiente tabla aparecen los títulos de
todas las zarzuelas de género chico representadas en los teatros de Logroño, clasificadas
por autores, indicando el número de veces que se interpretó cada una de ellas.

Título Compositor
La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. (29 veces) Ruperto Chapí
El poeta de la vida. Zarzuela en un acto. (4 veces)
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
(5 veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (16
veces)
Los alojados. Sainete lírico en un acto. (2 veces)
La calandria. Juguete cómico en un acto. (2 veces)
¡Las doce y media y sereno! Zarzuela en un acto. (2 veces)
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (13

470
MARTÍNEZ OLMEDILLA, A.: Los teatros de Madrid (Historia de la farándula madrileña), Madrid,
1947, Apéndice.

524
veces)
Las tentaciones de San Antonio. Zarzuela en prosa. Un acto.
(6 veces)
El mismo demonio. Zarzuela en prosa. Dos actos.
Música clásica. Disparate cómico-lírico en prosa. Un acto. (2
veces)
El organista. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 veces)
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
(5 veces)
El cura del regimiento. Sainete en prosa. Un acto. (4 veces)
El reclamo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (6 veces)
Vía libre. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (6 veces)
El señor corregidor. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2
veces)
El barquillero. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. (16 veces)
Las bravías. Zarzuela en un acto. (13 veces)
A casarse tocan o La misa a grande orquesta. Sainete
cómico-lírico en verso. Un acto. (4 veces)
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (19 veces)
Término medio. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces)
María de los Ángeles. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (5
veces)
Pepe Gallardo. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (5 veces)
La chavala. Zarzuela en verso y prosa. Un acto. (5 veces)
La tragedia de Pierrot. Zarzuela en un acto. (6 veces)
El puñao de rosas. Zarzuela de costumbres andaluzas. Un
acto. (9 veces)
Angelitos del cielo. Zarzuela en prosa. Un acto.
El maldito dinero. Sainete lírico en prosa y verso. Un acto. (2
veces)
El sombrero de plumas. Zarzuela en un acto y en verso. (3
veces)
El cisne de Lohengrin. Zarzuela cómica en un acto. (3 veces)
¿Quo vadis? Zarzuela en un acto. (4 veces)
La peseta enferma. Zarzuela en un acto. (2 veces)
El alma del pueblo. Zarzuela en verso y prosa. Un acto. (2
veces)
La cuna. Zarzuela en verso. Un acto.
Ninón. Comedia lírica en prosa. Un acto. (3 veces)
Aquí hase farta… un hombre. Sainete lírico en prosa. Un acto.

525
(2 veces)
La patria chica. Zarzuela en un acto.
Las carceleras. Romanza de la zarzuela Las hijas del
Zebedeo. (3 veces)
La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (34 veces) Manuel Fernández Caballero
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (33
veces)
El dúo de La Africana. Zarzuela cómica en verso. Un acto (26
veces)
Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (26
veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto.
(24 veces)
Los dineros del sacristán. Zarzuela cómica en verso y prosa.
Un acto. (20 veces)
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (12
veces)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. (8 veces)
De Herodes a Pilatos o El rigor de las desdichas. Sainete
lírico en verso. Un acto. (6 veces)
Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en un acto. (4 veces)
La diligencia. Zarzuela cómica en un acto. (3 veces)
Para casa de los padres. Juguete cómico-lírico. Un acto. (2
veces)
La Revista. Zarzuela en verso. Un acto. (2 veces)
El loco de la guardilla. Zarzuela en verso. Un acto.
El señor Joaquín. Comedia lírica en prosa. Un acto.
La manta zamorana. Zarzuela en Prosa. Un acto. (2 veces)
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (10 veces) Tomás López Torregosa
Tabardillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (4 veces)
El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un acto. (28
veces)
La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres
madrileñas en prosa. Un acto. (38 veces)
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (9
veces)
El jefe del movimiento. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (3
veces)
Los camarones. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (6 veces)
El pobre diablo. Revista cómico-lírica en verso y prosa. Un

526
acto. (2 veces)
La borrica. Zarzuela en prosa. Cuatro cuadros.
La divisa. Zarzuela cómica de costumbres valencianas. (3
veces)
El cuñao de Rosa. Zarzuela en un acto. (18 veces)
La Guardabarrera. Zarzuela en un acto.
Moza de mulas. Zarzuela en dos actos.
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Un acto. (8 Gerónimo Giménez
veces)
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto. (9 veces)
La madre del cordero. Zarzuela cómica en verso. (4 veces)
Las niñas desenvueltas. Juguete cómico-lírico en verso. Un
acto.
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (9 veces)
La guardia amarilla. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (16
veces)
El barbero de Sevilla. Zarzuela en un acto. (14 veces)
El mundo comedia es o el baile de Luis Alonso. Sainete lírico
en verso. Un acto. (6 veces)
Lucifer. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
Aquí va a ver algo gordo o La casa de los escándalos. Sainete
lírico. Un acto.
El hijo de su excelencia. Zarzuela en prosa y verso. Un acto.
(2 veces)
Los borrachos. Sainete en prosa. Un acto. (8 veces)
La tempranica. Zarzuela en un acto. (5 veces)
La Camarona. Zarzuela cómica en un acto.
Los pícaros celos. Sainete lírico en prosa y en verso. Un acto.
(10 veces)
Los guapos. Zarzuela en un acto.
Pepe el liberal. Zarzuela en un acto.
El patinillo. Zarzuela en un acto.
Enseñanza libre. Apropósito cómico-lírico en un acto. (3
veces)
Cinematógrafo Nacional. Revista cómico-lírica. (2 veces)
La caza del oso o el tendero de comestibles. Viaje cómico- Federico Chueca
lírico en verso. Un acto. (8 veces)
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. (7 veces)
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un acto. (10
veces)

527
El chaleco blanco. Episodio cómico-lírico en prosa. Un acto.
(4 veces)
El arca de Noé. Problema cómico-lírico social en verso. Un
acto. (2 veces)
La canción de la Lola. Sainete lírico en verso. Un acto. (3
veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Pasillo veraniego en verso y
prosa. Un acto. (20 veces)
La alegría de la huerta. Zarzuela en un acto. (16 veces)
El mantón de Manila. Boceto lírico en verso. Un acto. (6
veces)
El bateo. Zarzuela en un acto. (4 veces)
Fotografías animadas o El arca de Noé. Problema cómico-
lírico social en verso. Un acto. (8 veces)
Los Arrastraos. Sainete lírico en verso. Un acto (2 veces)
El capote de paseo. Zarzuela en un acto. (3 veces)
La corría de toros. Zarzuela cómica en un acto. (2 veces)
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (22 veces) Tomás López Torregosa y Joaquín
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (16 Valverde Sanjuan (hijo)
veces)
El gran capitán. Humorada cómico-lírico en prosa. Un acto.
El último chulo. Sainete lírico de costumbres madrileñas. Un
acto. (13 veces)
El trabuco o pepet, Nelet y Tonet. Zarzuela. Un acto. (2
veces)
El pobre Valbuena. Sainete en un acto. (11 veces)
La pena negra. Sainete lírico en un acto
Los granujas. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. (8 veces)
El terrible Pérez. Humorada trágico-cómico-lírica. Un acto.
(3 veces)
Los chicos de la escuela. Zarzuela en un acto. (7 veces)
El puesto de flores. Zarzuela en prosa y verso. Un acto.
Colorín colorao. Cuento cómico-lírico fantástico. (2 veces)
San Juan de Luz. Zarzuela en un acto.
¡¡Ya somos tres!! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (8 Ángel Rubio
veces)
Lo pasado... pasado. Zarzuela en un acto. (4 veces)
El cosechero de Arganda. Juguete cómico-lírico en prosa. Un
acto. (2 veces)
¡Eh!... ¡A a la plaza! Revista en un acto. (2 veces)

528
¡Tio… yo no he sido! Juguete cómico-lírico en un acto. (3
veces)
Dos canarios de café. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (3
veces)
Nina. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (6 veces)
¡Viva mi niña! Juguete cómico-lírico en verso y prosa. Un
acto. (5 veces)
El teatro nuevo. Pasillo cómico-lírico. Un acto. (2 veces)
¡Al agua patos!. Pasillo cómico-lírico-marítimo. Un acto. (4
veces)
Gota serena. Cuadro lírico-dramático en verso. Un acto. (3
veces)
Gustos que merecen palos. Juguete cómico-lírico. Un acto.
La nieta de su abuelo. Juguete cómico-lírico en verso. Un
acto. (4 veces)
La feria de Sevilla. Humorada cómico-lírica en verso y prosa.
Un acto. (3 veces)
El naufragio del vapor María. Juguete cómico-lírico en prosa.
Un acto.
Tiple ligera. Zarzuela en prosa. Un acto.
Folies Bergere. Zarzuela en un acto. (2 veces)
Por la tremenda. Zarzuela en un acto.(2 veces)
El juicio oral. Zarzuela cómica en un acto.
La balada de la luz. Zarzuela en un acto. (15 veces) Amadeo Vives
La luz verde. Zarzuela cómica en verso y prosa. Un acto.
Bohemios. Zarzuela. Un acto. (18 veces)
El escalo. Zarzuela en un acto. (2 veces)
La caprichosa. Sainete lírico. Un acto.
Lola Montes. Zarzuela cómica en un acto. (2 veces)
El tirador de palomas. Zarzuela dramática en verso y prosa.
Un acto.
El coco. Zarzuela en un acto.
La Rabalera. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces)
La Fresa. Pasatiempo lírico en prosa. Un acto. (4 veces)
Juegos malabares. Zarzuela en un acto. (7 veces)
Charito. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo)
La fuente de los milagros. Juguete cómico-lírico en prosa. Un
acto. (3 veces)
El padre Benito. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (3 veces)
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto.

529
(23 veces)
La Mari-Juana. Zarzuela en verso. Un acto. (16 veces)
Y de la niña ¿qué?. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto.
La chiquita de Nájera. Juguete cómico-lírico en verso. Un
acto. (3 veces)
Toros del Saltillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
Congreso feminista. Fantasía cómico-lírica en un acto.
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero y Mariano
(14 veces) Hermoso
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
(14 veces)
El traje de luces. Sainete en prosa. Un acto. (4 veces)
El padrino de "El Nene" o ¡Todo por el arte! Sainete lírico en
prosa. Un acto. (15 veces)
La trapera. Zarzuela en un acto. (6 veces)
El mal de amores. Sainete lírico en un acto. (6 veces) José Serrano
La mala sombra. Sainete lírico en un acto. (5 veces)
La mazorca roja. Zarzuela de costumbres andaluzas. Un acto.
(2 veces)
El solo de trompa. Humorada cómico-lírica en un acto. (2
veces)
La reina mora. Sainete en tres cuadros. (7 veces)
La casita blanca. Zarzuela en un acto. (2 veces)
Alma de Dios. Comedia lírica en prosa. Un acto. (2 veces)
La gente seria. Sainete lírico en prosa. Un acto. (8 veces)
El motete. Entremés en un acto.
Moros y cristianos. Zarzuela de costumbres valencianas. Un
acto.
La alegría del batallón. Cuento militar en prosa. Un acto. (5
veces)
Alma de Dios. Comedia lírica en prosa. Un acto. (2 veces)
La infanta de los bucles de oro. Leyenda en un acto. (3 veces)
Lucifer. Zarzuela en verso. Un acto. (4 veces) Apolinar Brull
El alcalde interino. Sainete lírico en prosa. Un acto.(3 veces)
La cruz blanca. Zarzuela de gran espectáculo en prosa y
verso. Un acto. (3 veces)
Colegio de señoritas. Juguete cómico-lírico. Un acto. (6
veces)
La buena sombra. Sainete en un acto. (10 veces)
El querer de la Pepa. Sainete lírico en un acto. (10 veces)

530
Su majestad la tiple. Juguete cómico lírico en prosa. Un acto.
(4 veces)
El gallito del pueblo. Zarzuela. Un acto. (2 veces)
Los charros. Zarzuela en un acto. (4 veces)
La balsa de aceite. Zarzuela en prosa. Un acto. (4 veces) Vicente Lleó
La taza de té. Caricatura japonesa en prosa. Un acto. (5 veces)
La alegre trompetería. Pasatiempo lírico en un acto. (7 veces)
Ruido de campanas. Comedia lírica en prosa. Un acto. (4
veces)
¡Apaga y vámonos! Pasatiempo lírico en tres actos. (2 veces)
La carne flaca. Humorada lírica en prosa. Un acto. (5 veces)
Los hombres alegres. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces)
La república del amor. Opereta en un acto (3 veces)
El maestro Campanone. Zarzuela en un acto.
La moral en peligro. Zarzuela en prosa. Un acto.
La corte del faraón. Opereta bíblica en un acto. (4 veces)
La partida de la porra. Sainete lírico en prosa. Un acto.
La gatita blanca. Humorada lírica. Un acto. (9 veces) Amadeo Vives y Gerónimo Giménez
El húsar de la guardia. Zarzuela en un acto. (11 veces)
Las Granadinas. Sainete en un acto. (2 veces)
El arte de ser bonita. Pasatiempo lírico en un acto. (8 veces)
El país de las hadas. Revista de espectáculo. Un acto. (6 Rafael Calleja
veces)
Las bribonas. Zarzuela en un acto. (17 veces)
El señorito. Zarzuela en un acto. (3 veces)
El amo de la calle. Sainete en un acto. (2 veces)
Los presupuestos de Villapierde. Revista cómico-lírica- Vicente Lleó y Rafael Calleja
financiera. Un acto. (5 veces)
Gazpacho andaluz. Pasillo cómico-lírico en un acto y en
prosa. (2 veces)
El mozo cruo. Sainete lírico en un acto. (6 veces)
Los hijos del mar. Zarzuela en un acto.
El famoso colirón. Zarzuela en un acto. (2 veces)
El rey del valor. Humorada lírica en un acto. (3 veces)
Venus Salón. Fantasía cómico-lírica en un acto. (7 veces)
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas y celos Tomás Bretón
mal reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un acto. (24 veces)
Piel de oso. Zarzuela en un acto.
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (23 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y
veces) Ramón Estellés

531
El año pasado por agua. Revista en un acto. (7 veces) Federico Chueca y Joaquín Valverde.
La Gran Vía. Revista cómico-lírica en un acto. (3 veces)
Caramelo. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (4 veces)
De Madrid a París. Viaje cómico-lírico. Un acto (6 veces)
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un acto. (9 Miguel Marqués
veces)
El monaguillo. Zarzuela. Un acto. (9 veces)
La salamanquina. Zarzuela cómica en verso. Un acto.
Para palabra, Aragón. Zarzuela en verso en un acto. Isidoro Hernández
Toros de puntas. Zarzuela cómico-lírica en un acto. (6 veces)
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. (6 veces)
La sevillana. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (2
veces)
La Indiana. Zarzuela en verso. Un acto. (2 veces) Arturo Saco del Valle
La flor de la montaña. Zarzuela en verso. Un acto. (5 veces)
Los amarillos. Zarzuela cómica. Un acto. (3 veces)
La tormenta. Zarzuela en un acto. (2 veces)
El túnel. Zarzuela de costumbres montañesas. Un acto. (2
veces)
La segunda tiple. Zarzuela en prosa. Joaquín Valverde y Julián Romea
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (13
veces)
Amor ciego. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. (3 veces) Manuel Penella Moreno
El día de Reyes. Apropósito en un acto. (2 veces)
El método Gorriz. Sainete madrileño. (5 veces)
Las gafas negras. Sainete lírico en un acto. (2 veces)
La reina de las tintas. Humorada lírica en prosa. Un acto.
La señora capitana. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y
(4 veces) Tomás Barrera
El género ínfimo. Pasillo en un acto. (9 veces)
Doloretes. Zarzuela en un acto. (12 veces) Amadeo Vives y Manuel Quislant
Los niños llorones. Zarzuela cómica en un acto. (12 veces) Tomás López Torregosa, Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo) y Tomás
Barrera
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. (4 veces) Francisco Asenjo Barbieri
¡Anda, valiente!. Zarzuela. Un acto.
El señor Luis el Tumbón o Despacho de huevos frescos.
Sainete lírico en prosa y verso. Un acto. (5 veces)

532
La mascarita. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (4 Ramón Estellés
veces)
El mesón del sevillano. Zarzuela en verso. Un acto
La petenera. Apropósito cómico-lírico en prosa y verso. Un
acto. (2 veces)
Los inocentes. Revista extravagante en verso y prosa. Un
acto. (4 veces)
Meterse en Honduras. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ángel Rubio y Casimiro Espino
acto. (6 veces)
¡Quién fuera libre! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(3 veces)
Ideicas. Zarzuela baturra. Un acto. Tomás Barrera
La vara de alcalde. Zarzuela de costumbres aragonesas. Un
acto. (5 veces)
La tajadera. Zarzuela baturra en prosa y verso. Un acto. (2
veces)
El maño. Zarzuela en verso. Un acto.
Granito de sal. Humorada lírica en un acto. Luis Foglietti
El que paga descansa. Juguete cómico-lírico. (2 veces)
Huelga de criadas. Zarzuela en prosa. Un acto.
Casta y Pura. Juguete cómico-lírico. Un acto.
¡Ese es mi hermanito! Pasillo cómico-lírico en verso y prosa.
Un acto. (3 veces)
El guitarrico. Zarzuela cómica en un acto. (6 veces) Agustín Pérez Soriano
Pepito Melaza. Apuro cómico-lírico en prosa. Un acto. (2
veces)
El pollo Tejada. Zarzuela en prosa. Un acto. (7 veces) Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José
Serrano
El iluso Cañizares. Humorada lírica en prosa. Un acto. (6 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y
veces) Rafael Calleja
La sangre Española. Zarzuela patriótica en prosa y verso. Un López del Toro y Fuentes
acto. (6 veces)
La vida alegre. Humorada lírica. Un acto. Vicente Lleó y Luis Foglietti
¡Si las mujeres mandasen! Fantasía lírica en un acto. (5
veces)
Los dos cazadores. Pasillo cómico-lírico en verso. Un acto. (3 Guillermo Cereceda
veces)
El maestro de obras. Zarzuela en verso y prosa. Un acto. (3
veces)
Carmela. Parodia lírica de la ópera Carmen. Un acto. (6 Tomás Reig

533
veces)
El mocito del barrio. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Julián Romea
(4 veces)
La hija del Barba. Zarzuela en dos actos. (2 veces)
La manzana de oro. Opereta fantástica. Un acto. (5 veces) Rafael Calleja y Tomás Barrera
El cabo Baqueta. Zarzuela. Un acto. (5 veces) Apolinar Brull y Carlos Mangiagalli
La Roncalesa. Zarzuela en verso. Un acto. (5 veces) Joaquín Larregla
Los de Cuba. Juguete cómico-lírico. Un acto. (5 veces) Ángel Rubio y José Marín
Cambios naturales. Zarzuela en verso. Un acto. (5 veces) Ángel Rubio y Vicente Lleó
Los Rancheros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto (4 veces) Ángel Rubio y Ramón Estellés
Maniobras militares. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
La reja de la Dolores. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y José
veces) Serrano
Las estrellas. Sainete lírico de costumbres populares. Un
acto.
La suerte loca. Pasatiempo cómico-lírico en prosa. Un acto.
(2 veces)
Los tres millones. Apropósito cómico-lírico. Un acto Joaquín Valverde Durán y Joaquín
El estuche de monerías. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Valverde Sanjuan (hijo)
acto. (4 veces)
El pariente de Ricla. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Hipólito Rodríguez
(3 veces)
Los dos coroneles. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
Maniobras. Zarzuela.Un acto.
La cola del diablo. Zarzuela cómica en dos actos. Cristobal Oudrid
Por seguir a una mujer. Viaje. Cuatro cuadros.
La paloma azul. Comedia de magia en cuatro actos. (2 veces)
Miss Erere. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (2 veces) Luis Arnedo
La golfemia. Parodia de la ópera La Boheme. Un acto. (2
veces)
La macarena. Sainete en prosa. Cuatro cuadros. (4 veces) Emilio López del Toro
¡Don Dinero! Zarzuela en verso. Un acto. (4 veces) Ángel Rubio y Casimiro Espino
El chico de la portera. Zarzuela en un acto. (4 veces) Ángel Rubio y José Masllovet
¡A ti suspiramos! Revista cómico-teatral. Un acto (4 veces) Manuel Fernández Caballero y Carlos
Mangiagalli
Un gatito de Madrid. Juguete cómico. Un acto. (3 veces) Rafael Taboada
La inclusera. Zarzuela en prosa. Un acto. (3 veces) Manuel Fernández Caballero y Joaquín
Valverde Sanjuan (hijo)
Los niños de Tetuán. Pasillo cómico-lírico-taurino en prosa. Tomás López Torregosa y Rafael

534
Un acto. (3 veces) Calleja
¡Ole Sevilla! Boceto cómico-lírico en prosa. Un acto. (3 Ramón Estellés y Julián Romea
veces)
Carmela. Parodia lírica de la ópera Carmen. Un acto. (3 Tomás Reig
veces)
El contrabando. Sainete en un acto. (3 veces) José Serrano y J. Fernández Pacheco
Las estrellas. El mentir de las estrellas. Zarzuela en verso y Mariano Hermoso
prosa. Un acto. (2 veces)
El día de la Ascensión. Zarzuela cómica. Un acto (2 veces) Manuel Fernández Caballero y Teodoro
San José
El club de las solteras. Pasatiempo cómico-lírico en prosa. Un Pablo Luna
acto.
El club de las solteras. Pasatiempo cómico-lírico en prosa. Un
acto.
La sultana de Marruecos. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Viaña
acto. (2 veces)
El grumete. Zarzuela. Un acto. (2 veces) Emilio Arrieta
El pillo de playa. Zarzuela en verso. Un acto. (2 veces) Manuel Chalons
Linda. Juguete cómico-lírico. Un acto. Ramón B. González
El bello Narciso. Juguete cómico-lírico en un acto. Ramón López Montenegro
La Virgen de Utrera. Zarzuela cómico-dramática de José Cabas Quiles
costumbres malagueñas. Un acto.
¡Mala hembra! Zarzuela en un acto. José Padilla Sánchez
El mesón de la alegría. Melodrama en un acto. Francisco A. De San Felipe
La candelada. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Lópe y Pérez de la Rosa
El ratón y el gato. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (2 Eugenio Contreras
veces)
Cupido y marte. Zarzuela en un acto. (2 veces) Luis Velasco
La romería de Miera. Boceto de costumbres montañesas. Un Ángel Pozas
acto.
Los embusteros. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Teodoro San José
El marqués de pimentón. Proverbio cómico-lírico en verso. Benito de Monfort
Un acto.
El tío de Alcalá. Juguete cómico-lírico. Un acto. (3 veces) Eduardo Montesinos
El cuerno de oro. Zarzuela cómica en verso. Un acto. (2 Gregorio Mateos
veces)
Sandías y melones. Sainete lírico de costumbres madrileñas. Eladio Montero
Un acto. (2 veces)
El húsar. Zarzuela cómica. Dos actos. (3 veces) Andrés Vidal y Llimona

535
Entre naranjos. Zarzuela en prosa. Tres cuadros. Miguel Santonja
El suicidio de Alejo. Zarzuela en verso. Un acto. (2 veces) Parodia de algunas escenas de la ópera
Hernani. Giuseppe Verdi.
La huertanica. Zarzuela cómico-dramática. Un acto. Matías Puchades
Los zapatos de charol. Zarzuela en prosa y verso. Un acto. Juan Crespo
La verbena de San Pedro. Pasillo. Un acto. Rafael Bolumar
La estatua de D. Tancredo. Disparate cómico en un acto. Pablo Luna y Larruga
Una vieja. Zarzuela. Un acto. Joaquín Gaztambide
El olivar. Zarzuela de costumbres aragonesas. Un acto. Tomás Barrera y José Serrano
Picio, Adán y compañía. Juguete cómico-lírico en verso y Carlos Mangiagalli
prosa. Un acto.
La vendimia. Zarzuela andaluza en prosa. Amadeo Vives y Rafael Calleja.

La tonta de capirote. Zarzuela en un acto. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y


Ramón Estellés
El club de los feos. Extravagancia cómico-lírica en verso. Un Ángel Rubio y Casimiro Espino
acto
El chico de la portera. Zarzuela en un acto. Ángel Rubio y José Masllovet

El dinero y el trabajo. Zarzuela en un acto. Arturo Saco del Valle y Amadeo Vives

El pilluelo de Madrid o Polvorilla. Zarzuela. Un acto Ildefonso Moreno

Se trata de pequeños géneros lírico-teatrales, integrados en el género chico, que se


denominaron de diferentes maneras: disparate, humorada, juguete, apropósito, revista,
etc. Sin embargo, musicalmente todos ellos son semejantes.

En los teatros de Logroño se representaron en total 337 títulos de zarzuelas de


Género Chico durante la Bella época, que con la gran cantidad de repeticiones hacen un
total de 2286 representaciones. Las obras más veces representadas fueron las siguientes:

 La fiesta de San Antón. Sainete lírico de costumbres madrileñas en prosa.


Un acto. Tomás López Torregosa. 38 representaciones.
 La viejecita. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel Fernández
Caballero. 34 representaciones.
 El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Manuel Fernández
Caballero. 33 representaciones.
 La revoltosa. Sainete lírico en verso. Un acto. Ruperto Chapí. 29
representaciones.

536
 El santo de la Isidra. Sainete lírico en prosa. Un acto. Tomás López
Torregosa. 28 representaciones.
 El dúo de La Africana. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel
Fernández Caballero. 26 representaciones.
 Gigantes y cabezudos. Zarzuela cómica en verso. Un acto. Manuel
Fernández Caballero. 26 representaciones.

Dentro del género chico predominó la representación de sainetes y zarzuelas


cómicas, ambas con una temática común. La obra más veces representada fue el sainete
de costumbres madrileñas La fiesta de San Antón, compuesto por el maestro Tomás
López Torregosa. Sin embargo, en el género de zarzuela chica destacó Manuel
Fernández Caballero por interpretar varias de las obras más veces repetidas en los
coliseos riojanos. Fue el caso de La viejecita, con 34 representaciones, El cabo primero,
con 33, El dúo de la africana y Gigantes y cabezudos, con 26, además de Chateau
Margaux, representada en 24 ocasiones o Los dineros del sacristán en 20.

La fiesta de San Antón, sainete de costumbres madrileñas del compositor Tomás


López de Torregosa, es un sainete en un acto con libreto de Carlos Arniches. La acción
se situa en Madrid en época contemporánea al estreno (1898) y está ambientada en una
taberna de la ciudad, con temática amorosa y de celos entre personajes de a pie. La
siguiente obra de género chico más veces interpretada, La viejecita, zarzuela cómica en
verso de Manuel Fernández Caballero con libreto de Miguel Echegaray, situa la acción

537
en Madrid a finales de 1812 cuando Inglaterra ayuda a España a ganar la guerra de la
Independencia contra Napoleón, una fiesta en casa del Marqués y un personaje
disfrazado de viejecita para lograr el amor deseado. El cabo primero, zarzuela cómica
en prosa de Manuel Fernández Caballero y libreto de Carlos Fernández Arniches y
Celso Lucio, desarrolla la acción en un campamento militar aledaño a un pueblo, en el
que se desarrolla una historia de amor que encuentra dificultades por la imposición de
un novio por parte de un padre a su hija, aunque con un final feliz. En el sainete lírico
La revoltosa de Ruperto Chapí, el libreto de José López Silva y Carlos Fernández Shaw,
plasma el costumbrismo español, pero haciéndolo más localista, más madrileño. Situado
en el patio de una casa de vecinos típica de Madrid, en el que varios hombres están
hechizados por la joven protagonista madrileña, se pone en marcha un plan para dar una
lección a los admiradores de ésta, que termina con un final feliz entre la pareja de
amantes. El santo de la Isidra, sainete lírico de costumbre madrileñas de Tomás López
de Torregosa y con libreto de Carlos Arniches, situa la acción en una plazuela de los
barrios bajos cercana a la Puerta de Toledo en el día de San Isidro, donde transcurre una
historia de amor y desengaño. El dúo de la Africana, zarzuela cómica de Manuel
Fernández Caballero y con libreto de Manuel Echegaray basa su argumento en una
anécdota simple: las relaciones sentimentales entre los actores de una compañía, con
escasos recursos económicos, que canta ópera extranjera. Gigantes y Cabezudos,
zarzuela cómica de los mismos autores, situa la acción en Zaragoza a finales del siglo
XIX, donde se desarrolla una vez más una historia de amor, engaños y celos, con un
final felíz.

El elemento común a todas ellas son sus personajes y ambiente populares, de


carácter cómico, con un pequeño enredo amoroso y un final felíz. Todas situan la acción
en la ciudad de Madrid, excepto Gigantes y cabezudos, cuya acción se desarrolla en
Zaragoza, y El cabo primero, en un campamento militar. El público que acudía al teatro
lo hacía para escuchar temas actuales y situaciones castizas con las que se identificaban.
Así sucedía en los sainetes más veces representados en Logroño, en los que el amor
juega un papel fundamental. Lo podríamos resumir así: la pareja protagonista se quiere,
su amor encuentra un obstáculo (celos, oposición de los padres, desigualdad de fortuna,
malentendidos…), la situación se soluciona y finalmente el amor triunfa y los
protagonistas alcanzan su meta. El objetivo del sainete por lo tanto es presnetar un
argumento sentimental en un ambiente popular y pintoresco.

538
Puesto que nos encontramos ante el género lírico más veces interpretado en los
teatros de Logroño, he realizado un estudio de los compositores cuyas zarzuelas chicas
fueron más veces interpretadas durante este periodo. Encontramos a Ruperto Chapí
como creador de 219 zarzuelas. Le siguen Manuel Fernández Caballero con 204
representacione y Tomás López de Torregosa con 124, Gerónimo Giménez con 101 y
Federico Chueca con 95 y Torregosa y Valverde Sanjuán con 88. Las obras del resto de
compositores se interpretaron en menos de ochenta ocasiones, por lo que no se han
incluído en el gráfico. Hubo numerosos compositores de los que solo se interpretó
zarzuela chica en diez, ocho, seis, cuatro, dos o incluso una ocasió, por lo que se trata
de cifras poco relevantes en relación con el número de obras interpretadas por los
compositores más frecuentes.

Entre los títulos de zarzuela chica destacan cuatro de compositores riojanos, tres
de Hipólito Rodríguez – El maestro de obras, El pariente de Ricla y Maniobras- y otra
de Ildefonso Moreno –El pilluelo de Madrid o Polvorilla-, quien fue secretario del Gran
cAsino y director de la Banda Municipal de la capital riojana. Todas estas zarzuelas en
un acto se incluyeron en los programas junto con los títulos de renombre en el panorama
nacional.

No sólo los compositores riojanos participaron en el panorama nacional, sino que


llegó a exitir en Logroño un proyecto para formar una compañía de Género Chico bajo
la base de dos notables cantantes de la ciudad: Moisés Iglesias e Inocente Ramírez. El
proyecto, que se fraguó durante el año 1906, no se pudo llevar a cabo porque uno de
ellos, Moisés Iglesias, marchó contratado al teatro Duque, de Sevilla en el mes de
noviembre del citado año.

539
En otras ocasiones, los intentos de creación de compañías de Género Chico fueron
en otras provincias, pero con músicos riojanos. En enero de 1903 había tenido lugar el
intento por parte de los señores Ruiz de Arana y la señora Mavillard, su esposa, que
marcharon a Madrid con objeto de realizar una formación de Género Chico. Sin
embargo, no tenemos constancia de que este proyecto se llevase a cabo.

El Género Bufo
Esta forma alternativa a la zarzuela grande o chica a la que se acogieron en
algunas ocasiones los compositores, se hizo notar muy poco en la capital riojana. Las
únicas compañía que interpretaron zarzuelas de este género fueron la compañía del
señor José Barta, en el año 1889, la del Sr. Catalá, en abril de 1893, la de Ricardo Cano
y Misael Romero enero de 1896 y la compañía de Guillermo Cereceda, durante los
meses de marzo-abril de 1897. A continuación se adjunta una relación de las óperas
bufas representadas en los teatros de Logroño durante la Bella Época.

Título Compositor
Robinson. Zarzuela bufa en prosa. Tres actos. (3 Francisco Asenjo Barbieri
veces)
¡Ni a la ventana te asomes! Capricho cómico- Eduardo G. Arderius
lírico-satírico-desvergonzado en prosa. Un acto. (2
veces)
La zíngara. Zarzuela bufa en prosa. Un acto Tomás López Torregosa y Joaquín Valverde
Sanjuan (hijo)
El traje misterioso. Bufonada lírica en verso. Un Arturo Saco del Valle
acto.
La señora Barba Azul. Bufonada en un acto. (3 Manuel Quislant y Escobar
veces)
Don Pompeyo en carnaval. Juguete bufo-lírico en José Vicente Arche
prosa. Un acto. (2 veces)

Fueron únicamente seis títulos, que con repetición de interpretaciones hacen un


total de 12 representaciones de Género Bufo en Logroño, lo que supone un número
llamativo por la mínima cantidad de representaciones frente al resto de géneros.

Podemos observar con todo ello que en los teatros de Logroño se cultivaron los
tres géneros lírico-dramáticos españoles por excelencia: zarzuela grande, género chico y

540
género bufo. No obstante, la estructura de las funciones fue diferente según el género
teatral que se interpretara. En el caso de la zarzuela grande, en dos, tres o más actos,
había un fin de fiesta que el público echaba en falta si no se interpretaba. En el caso de
las representaciones de zarzuela chica, cada función constaba de tres piezas en un acto.
Las zarzuelas bufas podían ser en varios actos, interpretándose una en la función, o en
un acto, interpretándose junto con obras de género chico en secciones de teatro por
horas. En algunas ocasiones hubo compañías que interpretaron fragmentos musicales
famosos de zarzuelas, de forma que cada fragmento equivalía a un acto. No podemos
olvidar los intermedios, que se solían amenizar con números musicales interpretados
por las bandas de la ciudad, generalmente la Banda de Bailén, o por la orquesta del
teatro. También se dieron ocasiones, en las que las compañías artísticas incluían un
cuerpo de baile encargado del espectáculo.

La duración normal de la función era de tres horas, sn tener en cuenta los


entreactos. Así escribía Fray Cirilo: La función resultó aceptable en su estructura, pero
la opinión general la calificaba de corta, como se comprueba por haber durado tres
horas, incluyendo tres intermedios más que regulares. 471

Las obras de género chico interpretadas en un acto, fueron las predominantes


durante la época. Existió una gran diferencia en el número de obras representadas de
Género Chico, Zarzuela Grande y Bufa. El número de títulos de Zarzuela Chica
representados -337- fue seis veces mayor que el de Zarzuela Grande -57-. El Género
Bufo fue representado de forma muy ocasional. De igual modo, el número de funciones
de Zarzuela Chica -2292- fue nueve veces mayor que el de Zarzuela Grande -256-.

471
Diario La Rioja. 12-01-1900.

541
A pesar de ello, este género fue más prolífico durante la última década del siglo
XIX, disminuyendo el número de representaciones a lo largo de la primera década del
siglo XX. En la decadencia de la zarzuela influyeron las modas de la sociedad del siglo
XX, destacando el género ínfimo y el cinematógrafo. El género ínfimo se había
originado recientemente en la capital española al inaugurarse el primer templo de la
frivolidad, el music-Hall. En realidad no se trataba de un espectáculo nuevo, puesto que
durante los años previos ya se habían visto y escuchado bailarinas y canzonetistas, pero
lo novedoso había sido la creación de un local específico para este tipo de actos. En
principio, el público que acudió a este tipo de actuaciones no pensó que algo así podría
arraigar, pero el comienzo de un nuevo siglo había traído consigo cambios en la moda y
la sociedad se dejó llevar por ellos, transcendiendo el género ínfimo a las capitales
provincianas a gran velocidad. Algo similar sucedió con el cinematógrafo, creado por
los hermanos Lumiere en París en el año 1896 y tardó sólo cinco meses en llegar a
España, experimentando grandes mejoras con el paso de los años.

El género ínfimo y el cinematógrafo fueron los dos grandes enemigos del teatro.
Sin embargo, los cronistas de prensa riojana reflejan la añoranza de la representación de
zarzuelas de género chico que habían llenado el teatro durante los años previos. Lo que
realmente quería el público logroñés era que los números de cine y varietés que desde
hacía unos meses iban ocupando el escenario del coliseo fueran en busca de otros
teatros, pero en Logroño no se trataba de una alternativa fácil, al contar con tan

542
limitados espacios teatrales. La apertura en 1903 del teatrito Teresa y el salón
Variedades, fue una alternativa para la representación de este tipo de espectáculos, pero
la corta vida de estos nuevos espacios, que se cerraron en 1904, hizo que el nuevo
género regresara al teatro Bretón de los Herreros, alternándose con los espectáculos de
zaruzela, ópera y la recién surgida opereta. Para un espacio tradicionalmente reservado
para la elite logroñesa, resultaba amenzante la imposición y el dominio de un género de
menos calidad que los hasta entonces representados en dicho espacio. En el caso de las
cupltistas, era suficiente con tener buena voz, saber cantar, y bailar algunos de los
nuevos ritmos extranjeros o populares como el chotis y el flamenco, pero lo que se
buscaba era exhibirse, lo que supuso una gran revolución que no duró demasiado
tiempo. En el caso del cinematógrafo, fue un espectáculo que amenazaba monopolizar
el ocio de comienzos del siglo XX. Su economía de medios y lo ameno que resultaba
para el público, hizo que se convirtiera rápidamente en uno de sus elementos de ocio
preferidos.

Sin embargo, la entrada del cinematógrafo en Logroño no fue fácil, al no ser del
todo aceptado por los grupos de poder como la burguesía, que lo consideraba algo
demasiado trivial. Es por eso que su penetración fue lenta y escasa, si lo comparamos
con Madrid y especialmente con Europa. El cinematógrafo, sin embargo llegó a
instalarse en algunas ocasiones en la calle a partir del año 1906. Algunos domingos,
después del concierto de la banda de música en el paseo Príncipe de Vergara, los
logroñeses pudieron disfrutar de excelentes programas de cinematógrafo. Una vez más,
la calle fue el lugar de ocio y entretenimiento al que pudieron acceder las diferentes
capas de la sociedad, un espacio que tras las mejoras urbanísticas realizadas por la
nueva sociedad burguesa de la Restauración, permitió el encuentro de los ciudadanos en
estos actos artísticos y sociales, especialmente a la clase popular, que encontraba
dificultades económicas para acudir al teatro, además de no estar preparada
culturalmente para acceder a ciertos espectáculos que allí se celebraban.

La zarzuela había tenido un gran monopolio durante las últimas décadas del siglo
XIX y no lo perdió fácilmente. El proceso fue lento, alternándose los géneros existentes
con los nuevos surgidos -género ínfimo y cinematógrafo- y que daban respuesta a una
nueva cultura de masas que se interesaba por el nuevo género cinematográfico.

543
La zarzuela en los cafés. De los cafés-cantantes a los cafés-teatro.
El café fue un gran núcleo de actividad musical en esta época. La mayoría de los
cafés de Logroño eran cafés-conciertos, pero algunos pasaron durante algunos años a
ser cafés-teatro, debido a las circunstancias político-sociales de la época. Los intérpretes
de Género Chico buscaron también el éxito en estos espacios, protagonistas del
ambiente musical riojano de la época.

Fue en el Café del Siglo donde, en el año 1896 se produjo este cambio, al
comenzar a representarse obras de teatro y zarzuelas de Género Chico. Así, se
transformó el café-cantante en un café-teatro, cambiando el concepto que hasta entonces
se tenía del teatro. Se pasó así al denominado “teatro por horas”, con compañías estables
y representaciones diarias de este tipo de obras. Ello ejerció un efecto muy beneficioso
en un público no demasiado preparado económicamente. El Café Universal también se
transformará, en el mes de diciembre del mismo año en un café-teatro.

Ambos cafés se convirtieron en los protagonistas de la ciudad como cafés-teatro.


Durante estos años, debido en parte a la guerra de Cuba que dejó su reflejo en España,
las compañías de zarzuela apenas se desplazaban como sucedía durante los años
anteriores. Sin embargo, con estas representaciones en los cafés, los ciudadanos de
Logroño podían disfrutar de actuaciones cómico-líricas de forma más económica.

En el año 1897 aparece otra modalidad: la interpretación de música alternada con


comedias. Incluso algunos días, en vez de zarzuelas, sólo hay representaciones teatrales.
En el Café Universal, además de las representaciones de zarzuela, también hay
conciertos de guitarristas o cuartetos de cuerda y viento. En el Café de Colón y el Café
Suizo hay actuaciones muy eventuales de cante y baile flamenco o bailes andaluces,
pero nunca de zarzuela.

El único café protagonista en el año 1898 es el Café Universal, en el que se


representan zarzuelas de género chico y alguna zarzuela grande por la compañía del
propio café: Compañía del señor Orozco. Este café continúa en la misma tónica que en
el año anterior, ya que algunos días –los menos- se representan también comedias o se
combinan éstas con las interpretaciones musicales. Del café del Siglo en el citado año se

544
encuentran únicamente noticias de las funciones dadas algunos domingos, gracias al
semanario El Diluvio.

Los cafés logroñeses Del Siglo y Universal coexistieron con las representaciones
teatrales de género chico que se daban en el Teatro Principal. Estos cafés nacieron ya
como “teatros por horas” en los que el precio, se adaptaba a las posibilidades del
público, además de atender a sus gustos ya que se trataba de un público con afición
teatral.

El comienzo de las funciones más habitual fue en ambos locales a las nueve de la
noche la primera sesión, dándose una segunda sesión a las diez o incluso a las diez y
media. Este horario podía sufrir algunos cambios, especialmente durante los meses de
verano, la primera sesión tenía lugar a las diez y la segunda a las once, o en la
temporada invernal, durante la que daban comienzo a las ocho y media. Al tratarse de
zarzuelas de género chico, se representaban dos cada día, una en la primera sesión y otra
en la segunda. Las mejores obras se representaban al comenzar la sesión, para poder de
este modo retirarse temprano los que no podían permanecer hasta las doce en estos
espacios. Cuando observemos que sólo se representa una, es porque se trata de una
zarzuela en dos actos. En los intermedios se cantaban romanzas, se tocaban obras
instrumentales u otros números, como el número circense de los modernos sr. Calisto
Pérez y su señora, Concepción Fernández (mujer cañón).472

Tras el éxito obtenido en estos cafés convertidos en teatros, el dueño del café del
Siglo añadió como novedad, a partir del año 1897, una función vespertina que se
celebraba a las cuatro de la tarde.

Las zarzuelas eran interpretadas por compañías de los propios cafés colaborando
en algunos casos los aficionados de la ciudad u otros artistas que, a su paso por Logroño
eran contratados por los dueños de los cafés y patrticipaban de forma eventual en las
representaciones. Los artistas de estas compañías teatrales pertenecían a las compañías
que actuaban en el teatro Principal, pero la temporalidad y precariedad de sus contratos
les animaban a refugiarse en los tabladillos de los cafés. En sus manos estaba la

472
Diario La Rioja. 18-06-1898.

545
educación teatral de una buena parte de los logroñeses; precisamente la del público de
las zonas altas del teatro, que sólo acudía a éste los domingos y desde entonces podía
encontrar entretenimiento durante los días de la semana en los cafés.

La compañía artística protagonista de estos espacios fue la compañía del señor


Orozco, formada por aficionados de la ciudad y que participó en las veladas teatrales
ambos cafés, del Siglo y Universal. A ella se unían otros aficionados cuyo nombre no
aparece generalmente indicado en la prensa del momento. Sin embargo, en algunas
ocasiones, las crónicas nos dan una información más detallada de los intérpretes, así
como pequeñas críticas de las funciones representadas. Lejos de parecerse a una crítica
teatral, se trataba de crónicas tan básicas como las representaciones que en ellos tenían
lugar.

Ciertamente, la conversión de estos cafés en teatros trajo consigo grandes ventajas


para muchos ciudadanos de Logroño, especialmente para la clase obrera, artesana y
jornalera de Logroño, marcando en ellos una etapa educadora. Los cafés-teatro habían
venido a llenar el vacío que se dejaba sentir en la sociedad, poniendo al alcance del
pueblo un medio cultural y económico de deleitarse y moldear su educación. El
repertorio de género chico fue lo más interpretado en estos cafés, tratándose de una
música pegadiza que penetró fácilmente en el gusto estético rudimentario y sin refinar
de la masa del pueblo.

La cita en estos cafés-teatros era diaria, cuando las representaciones lírico-


dramáticas en el teatro se celebraban los fines de semana y en algunas ocasiones,
también los jueves. Ello unido al fácil acceso a ellos por parte de una sociedad con
limitaciones económicas en muchos casos, además de ciudadanos poco educados
musicalmente, contribuyó a que estos espacios se llenaran con facilidad, y muchas
butacas del teatro Principal quedaran desiertas, especialmente las de las zonas altas. Así
lo reflejó Fray Cirilo en una de sus críticas en la que se observa un toque de pesimismo
y alude a la mala gestión del teatro Principal: No podemos quejarnos por falta de
diversiones nocturnas. Por esta vez quebran los refranes, pues ahora los peces
pequeños tragan al grande. Ahí tenemos muerto de tristeza nuestro hermoso y lindo
teatro, llorando amargamente el olvido a que lo ha reducido el empresario Carasa, el
cual busca os resplandores de su siempre refulgente estrella en Pamplona. ¡Dios

546
aprieta, pero no ahoga! Pues apesar de Cornejo y Landaluce, que son por ahora los
luceros matutinos que atraen al público varonil, halla el amigo Carasa su tierra de
promisión en la capital navarra, allí donde se fueron al foso infinidad de compañías de
alto copete.473

A diferencia de los programas del teatro Principal, en los cafés teatro los anuncios
no daban el nombre del autor y compositor ni especificaban el subgénero de la obra.
Únicamente se indicaba la denominación “zarzuela”, término generalizado para
designar las piezas en un acto, y un par de calificativos sobre las características de la
pieza. Hubo pocos estrenos, ya que la mayor parte de las obras se habían interpretado
con anterioridad en el teatro Principal, y muchos de los títulos coincidían con los de las
compañías que habían visitado el Teatro durante los primeros años de los noventa. En
los programas se observa la repetición constante de algunas obras, siendo la mayoría de
los “cantables” cantados a la par por los artistas y por el público, que conocía de
memoria las obras antes de entrar en el café, porque las habían escuchado en el teatro
con anterioridad.

Por tanto, a diferencia de lo que ocurrió en otras ciudades españolas, los cafés
logroñeses Del Siglo y Universal no fueron los precursores del Teatro por Horas en la
capital, sino que coexistieron con las representaciones teatrales de género chico que se
daban en el Coliseo logroñés de función entera. Es decir, nacieron ya como “teatros por
horas” en los que precio, horario y obra encajaban plenamente con las posibilidades y
gustos de un público aficionado a los espectáculos teatrales.

En las siguientes tablas podemos ver la relación de zarzuelas representadas en los


cafés teatro de Logroño -Café del Siglo y Café Universal- entre 1895 y 1898. Las tablas
se han realizado siguiendo el orden de mayor a menor número de obras de cada
compositor interpretadas en cada uno de los cafés citados.

473
Diario La Rioja. 20-12-1896.

547
Café del Siglo
Título Compositor
¡¡Ya somos tres!! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Ángel Rubio 185
(22 veces)
La salsa de Aniceta. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(16 veces)
Dos canarios de café. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (3
veces)
¡Al agua, patos! Pasillo cómico-lírico-marítimo. Un acto y
dos cuadros. (18 veces)
Monomanía musical. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(22 veces)
¡Una onza! Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (8 veces)
¡Tío… yo no he sido! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(16 veces)
¡Aquí, León! Juguete cómico-lírico. Un acto. (3 veces)
Dos canarios de café. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (6
veces)
El pañuelo de yerbas. Zarzuela cómica. Dos actos. (7 veces)
Lo pasado, pasado. Zarzuela. Un acto. (5 veces)
¡Una onza! Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (7 veces)
Nina. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (9 veces)
En el nombre del padre. Zarzuela en prosa. Dos actos. (3
veces)
La cabra tira al monte. Zarzuela en verso. Un acto. (4 veces)
El cosechero de Arganda. Juguete cómico-lírico en prosa. Un
acto. (21 veces)
¡Viva mi niña! Juguete cómico-lírico en verso y prosa. Un
acto. (15 veces)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. (15 veces) Manuel Fernández Caballero 147
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto.
(31 veces)
La Chiclanera. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (13
veces)
Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto.
(26 veces)
Para casa de los padres. Juguete cómico-lírico. Un acto. (18

548
veces)
La gallina ciega. Zarzuela cómica en prosa. Dos actos. (5
veces)
Dar la castaña. Disparate lírico en verso. Un acto.
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto y tres
cuadros. (8 veces)
Curriya. Zarzuela en verso. Un acto. (5 veces)
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Un acto y
tres cuadros. (12 veces)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto y cuatro
cuadros. (13 veces)
¡Las doce y media y sereno! Zarzuela en prosa. Un acto. (9 Ruperto Chapí 129
veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (10
veces)
Música clásica. Disparate cómico-lírico en prosa. Un acto.
(10 veces)
La calandria. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (37
veces)
Los lobos marinos. Zarzuela cómica. Dos actos, tres cuadros.
(21 veces)
El bajo de arriba. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (2
veces)
El cura del regimiento. Sainete en prosa. Un acto. (4 veces)
El tambor de granaderos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto
y tres cuadros. (6 veces)
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (21
veces)
La czarina. Zarzuela en prosa. Un acto. (8 veces)
Las tentaciones de San Antonio. Zarzuela en prosa. Un acto.
(2 veces)
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (29 Manuel Nieto 108
veces)
El gorro frigio. Sainete lírico en prosa. Un acto. (11 veces)
C de L. Zarzuela. Un acto. (8 veces)
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (9
veces)

549
Calderón. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (10 veces)
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto y cuatro
cuadros. (15 veces)
Certamen Nacional. Proyecto cómico-lírico en verso. Un acto
y cinco cuadros. (17 veces)
La tela de araña. Juguete lírico en verso. Dos actos. (4 veces)
Los trasnochadores. Sainete lírico en verso. Un acto. (5
veces)
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. (28 veces) Isidoro Hernández 72
Un capitán de lanceros. Zarzuela. Un acto. (29 veces)
Toros de puntas. Alcaldada cómico-lírica en prosa. Un acto.
(15 veces)
Los dos ciegos. Entremés cómico-lírico. (2 veces) Francisco Asenjo Barbieri 60
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. (11 veces)
¡Anda, valiente! Zarzuela. Un acto.
Un caballero particular. Juguete cómico-lírico. Un acto. (8
veces)
Artistas para La Habana. Juguete cómico en verso. Un acto.
(27 veces)
Entre mi mujer y el negro. Zarzuela-disparate. Dos actos. (5
veces)
El hombre es débil. Zarzuela en verso. Un acto. (6 veces)

Meterse en honduras. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ángel Rubio y Casimiro Espino 37


acto. (17 veces)
¡Quién fuera libre! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(20 veces)
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (6 Tomás López Torregosa 35
veces)
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto.
(24 veces)
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (5 veces)
Tres ruinas artísticas. Juguete lírico en prosa. Un acto. (2 Federico Chueca 33
veces)
El chaleco blanco. Episodio cómico-lírico en prosa. Un acto.
(10 veces)
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un acto y
cuatro cuadros. (10 veces)
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. (11 veces)

550
Picio, Adán y compañía. Juguete cómico-lírico en verso y Carlos Mangiagalli 32
prosa. Un acto. (8 veces)
Un par de lilas. Zarzuela. Un acto. (4 veces)
I comici tronati. Fantochada cómico-lírico macarrónica en
prosa y verso. Un acto. (20 veces)
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un acto y dos Miguel Marqués 30
cuadros. (19 veces)
El monaguillo. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. (11 veces)
El alcalde interino. Sainete lírico en prosa. Un acto. (20 Apolinar Brull 26
veces)
Lucifer. Zarzuela en verso. Un acto y tres cuadros. (6 veces)
¡Cómo está la sociedad! Pasillo cómico-lírico en verso. Un Ángel Rubio y Casimiro Espino 25
acto. (25 veces)
Pascual Bailón. Zarzuela en verso. Un acto. (20 veces) Guillermo Cereceda 24
Tocar el violón. Zarzuela en verso. Un acto.
Para una modista… un sastre. Zarzuela en verso. Un acto. (3
veces)
Los africanistas. Humorada cómico-lírica en prosa. Un acto. Manuel Fernández Caballero y Mariano
(19 veces) Hermoso 19
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Un acto y Gerónimo Giménez. 14
tres cuadros. (10 veces)
La mujer del molinero. Zarzuela en prosa. Un acto.
(4 veces)
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (13 Julián Romea y Joaquín Valverde 13
veces)
La Indiana. Zarzuela en verso. Un acto. (12 veces) Arturo Saco del Valle 12
Sensitiva. Juguete cómico-lírico. Dos actos. (11 veces) Rafael Aceves 11
Bazar de novias. Zarzuela en verso. Un acto. (11 veces) Cristobal Oudrid 11
La romería de Miera. Boceto de costumbres montañesas. Un Ángel Pozas 11
acto y tres cuadros. (11 veces)
La Gran Vía. Revista madrileña cómico-lírica-fantástico Federico Chueca y Joaquín Valverde 10
callejera. Un acto y cinco cuadros. (6 veces)
Cádiz. Episodio Nacional, cómico-lírico-dramático en verso.
Dos actos divididos en nueve cuadros. (3 veces)
Los dos coroneles. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Hipólito Rodríguez 9
(4 veces)
Los triunviros. Boceto cómico-lírico en prosa. Un acto. (2
veces)
El mundo de mi mujer. Juguete cómico-lírico en verso. Un
acto. (3 veces)

551
¡Olé, Sevilla! Boceto cómico-lírico en prosa. Un acto y tres Ramón Estellés y Julián Romea 9
cuadros. (9 veces)
La colegiala. Zarzuela. Un acto. (9 veces) Juan Molberg 9
El cabo Baqueta. Zarzuela. Un acto y cinco cuadros. (8 veces) Apolinar Brull y Carlos Mangiagalli 8
La sultana de Marruecos. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Viaña 8
acto. (8 veces)
Los embusteros. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (8 Teodoro San José 8
veces)
El último figurín. Zarzuela en verso. Un acto.(7 veces) José Rogel 7
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (7 Joaquín Valverde Sanjuan 7
veces)
El amor y el almuerzo. Farsa. Un acto. Arreglada del francés. Joaquín Gaztambide 6
(6 veces)
La baraja francesa. Sainete lírico en verso. Un acto. (6 veces) Joaquín Valverde 6
El colegial. Zarzuela en prosa. Un acto. (6 veces) Andrés Avelino Valenti 6
La cola del diablo. Zarzuela cómica. Dos actos. (5 veces) Cristobal Oudrid y C. Allu 5
¡Los de Cuba! Juguete cómico-lírico. Un acto. (5 veces) Ángel Rubio y José Marín 5
El Juicio Final. Zarzuela en prosa. Un acto. (4 veces) Manuel Albelda 4
La soirée de Cachupin. Opereta. Un acto. (4 veces) Jacques Offenbach 4
Campanero y sacristán. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Mariano Hermoso y Manuel Fernández
(4 veces) Caballero 4
La mascarita. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (4 Ramón Estellés 4
veces)
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas y celos Tomás Bretón 4
mal reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un acto. (4 veces)
Un clavo saca otro clavo. Zarzuela. Un acto. (3 veces) Ildefonso Moreno y Carrillo 3
Due conspiratori, I. Can-can político-bufo-lírico-bailable en Aurelio Alcón 2
verso. Un acto. (2 veces)
Con permiso del marido. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ramón Laymaría 2
acto. (2 veces)
Un gatito de Madrid. Juguete cómico. Un acto. (2 veces) Rafael Taboada 2

Don Pompeyo en carnaval. Juguete bufo-lírico en prosa. Un José Vicente Arche 2


acto. (2 veces)
Don Esdrújulo. Zarzuela. Un acto. Rafael Martín
Dos truchas en seco. Zarzuela en verso. Un acto. José Rogel
¡Olé ya! Dos millones. Juguete cómico-lírico basado en Manuel Collado
flamencomanía. Un acto.
El estilo es el hombre. Juguete cómico-lírico en prosa y veros. José Nieto
Un acto.

552
Las angustias de un procurador. Disparate cómico en prosa. José Mota González
Un acto.
La nodriza de Betanzos. Juguete cómico-lírico en verso. Un Fernando Manzano
acto.
Casado y soltero. Zarzuela. Un acto. Joaquín Gaztambide

Café Universal
Título Compositor
La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (21 Ruperto Chapí 89
veces)
Música clásica. Disparate cómico-lírico en prosa. Un acto.
(12 veces)
Las campanadas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (9
veces)
Las hijas de Zebedeo. Zarzuela cómica en prosa. Dos actos. (4
veces)
Los lobos marinos. Zarzuela cómica. Dos actos, tres cuadros.
(9 veces)
El mismo demonio. Zarzuela en prosa. Dos actos. (7 veces)
La calandria. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (15
veces)
El cura del regimiento. Sainete en prosa. Un acto. (2 veces)
Las tentaciones de San Antonio. Zarzuela en prosa. Un acto.
(10 veces)
Coro de señoras. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (6 Manuel Nieto 87
veces)
Los baturros. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (16
veces)
Los secuestradores. Sainete lírico en prosa. Un acto y cuatro
cuadros. (8 veces)
El gorro frigio. Sainete lírico en prosa. Un acto. (14 veces)
La tela de araña. Juguete lírico en verso. Dos actos.
Calderón. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (8 veces)
Los trasnochadores. Sainete lírico en verso. Un acto. (12
veces)
Cuadros disolventes. Apropósito cómico-lírico-fantástico
inverosímil en prosa y verso. Un acto y cinco cuadros. (22
veces)
Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel Fernández Caballero 85

553
(12 veces)
Para casa de los padres. Juguete cómico-lírico. Un acto. (11
veces)
Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (6
veces)
Los aparecidos. Zarzuela cómica en prosa. Un acto y tres
cuadros. (2 veces)
La gallina ciega. Zarzuela cómica en prosa. Dos actos.
Frasquito. Zarzuela. Un acto. (6 veces)
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. (11 veces)
El lucero del alba. Zarzuela. Un acto. (3 veces)
Los dineros del sacristán… Zarzuela cómica en verso y prosa.
Un acto y tres cuadros. (15 veces)
El dúo de la Africana. Zarzuela cómica en verso. Un acto y
tres cuadros. (9 veces)
El cabo primero. Zarzuela cómica en prosa. Un acto y cuatro
cuadros. (9 veces)
¡¡Ya somos tres!! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Ángel Rubio 66
(17 veces)
Nina. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (7 veces)
¡Viva mi niña! Juguete cómico-lírico en verso y prosa. Un
acto. (15 veces)
La salsa de Aniceta. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(5 veces)
La cabra tira al monte. Zarzuela en verso. Un acto. (6 veces)
El cosechero de Arganda. Juguete cómico-lírico en prosa. Un
acto. (11 veces)
¡Al agua, patos! Pasillo cómico-lírico-marítimo. Un acto y
dos cuadros. (5 veces)
Meterse en honduras. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Ángel Rubio y Casimiro Espino 40
acto. (9 veces)
¡Cómo está la sociedad! Pasillo cómico-lírico en verso. Un
acto. (15 veces)
¡Quién fuera libre! Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto.
(16 veces)
Las mujeres. Sainete lírico en verso. Un acto dividido en Gerónimo Giménez 39
cuatro cuadros. (20 veces)
La madre del cordero. Zarzuela cómica en verso. Un acto y
dos cuadros. (3 veces)
De vuelta del vivero. Zarzuela madrileña en prosa. Un acto y

554
tres cuadros. (7 veces)
Viento en popa. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (9 veces)
Torear por lo fino. Zarzuela. Un acto. (11 veces) Isidoro Hernández 39
Toros de puntas. Alcaldada cómico-lírica en prosa. Un acto.
(12 veces)
Un capitán de lanceros. Zarzuela. Un acto. (12 veces)
¡Ánimo, valor… y miedo! Juguete cómico-lírico. Un acto. (4
veces)
Un caballero particular. Juguete cómico-lírico. Un acto. (7 Francisco Asenjo Barbieri 31
veces)
El hombre es débil. Zarzuela en verso. Un acto. (6 veces)
Los carboneros. Zarzuela. Un acto. (4 veces)
El niño. Entremés lírico. Un acto. (3 veces)
El señor Luis el Tumbón o Despacho de huevos frescos.
Sainete lírico en prosa y verso. Un acto. (10 veces)
Gato por liebre. Entremés lírico-cómico. Un acto.
El año pasado por agua. Revista general de 1889 en verso y Joaquín Valverde y Federico Chueca 29
prosa. Un acto y cuatro cuadros. (11 veces)
De Madrid a París. Viaje cómico-lírico. Un acto y cinco
cuadros. (14 veces)
La gran Vía. Revista madrileña cómico-lírica-fantástico
callejera. Un acto y cinco cuadros. (4 veces)
Casado y soltero. Zarzuela. Un acto. (11 veces) Joaquín Gaztambide 26
Una vieja. Zarzuela. Un acto. (7 veces)
Un pleito. Zarzuela. Un acto. (8 veces)
Los descamisados. Sainete lírico en prosa. Un acto. (12 veces) Federico Chueca 25
Las zapatillas. Cuento cómico-lírico en verso. Un acto y
cuatro cuadros. (9 veces)
Agua, azucarillos y aguardiente. Pasillo veraniego en verso y
prosa. Un acto. (4 veces)
La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un acto Ramón Estellés 24
dividido en tres cuadros. (24 veces)
La banda de trompetas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (8 Tomás López Torregosa 23
veces)
Las amapolas. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. (14 veces)
Tabardillo. Zarzuela cómica en prosa. Un acto y tres cuadros.
Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. (23 Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y
vrces) Tomás López Torregosa 23
Los cocineros. Zarzuela cómica en prosa. Un acto y tres Tomás López Torregosa y Joaquín
cuadros. (21 veces) Valverde Sanjuan 21

555
La verbena de la paloma o El boticario y las chulapas y celos Tomás Bretón 17
mal reprimidos. Sainete lírico en prosa. Un acto. (17 veces)
La sultana de Marruecos. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Viaña 15
acto. (15 veces)
La fuente de los milagros. Juguete cómico-lírico en prosa. Un Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) 14
acto dividido en cuatro cuadros. (4 veces)
El primer reserva. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto y
tres cuadros. (10 veces)
El plato del día. Extravagancia lírica en verso. Un acto y dos Miguel Marqués 14
cuadros. (14 veces)
La Indiana. Zarzuela en verso. Un acto. (10 veces) Arturo Saco del Valle 10
I comici tronati. Fantochada cómico-lírico macarrónica en Carlos Mangiagalli 10
prosa y verso. Un acto y dos cuadros. (2 veces)
El cabo Baqueta. Zarzuela. Un acto y cinco cuadros. (8 veces)
Lola. Zarzuela cómica. Dos actos. (3 veces) José Rogel 8
Las tres Marías. Zarzuela en verso. Un acto. (5 veces)
Monomanía musical. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Ángel Ruiz y Leandro Ruiz 7
(7 veces)
Niña Pancha. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. (7 Joaquín Valverde 7
veces)
La soirée de Cachupin. Opereta. Un acto. (7 veces) Jacques Offenbach 7
Los criticones. Zarzuela en verso. Un acto. (6 veces) Miguel Santonja 6
Los estanqueros aéreos. Zarzuela bufa en prosa. Un acto. (6 Federico Bardán 6
veces)
El monaguillo. Zarzuela. Un acto y dos cuadros. (6 veces) Miguel Marqués 6
¡Olé, Sevilla! Boceto cómico-lírico en prosa. Un acto y tres Ramón Estellés y Julián Romea 5
cuadros. (5 veces)
El Juicio Final. Zarzuela en prosa. Un acto. (5 veces) Miguel Albelda 5
El señor Castaño. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (5 Justo Blasco y Federico Ramos 5
veces)
La colegiala. Zarzuela. Un acto. (4 veces) Juan Mollberg 4
Los embusteros. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. (3 Teodoro San José 4
veces)
La Menegilda. Juguete lírico en prosa y verso. Un acto.
El último figurín. Zarzuela en verso. Un acto. (3 veces) José Rogel 3
El novio camelo. Despropósito. Un acto. (2 veces) Ricardo Medina (letra y música) 2
Tocar el violón. Zarzuela en verso. Un acto. Guillermo Cereceda
El ruiseñor. Juguete cómico-lírico en prosa. Un acto. Tomás Reig
Don Sisenando. Zarzuela. Un acto. Cristobal Oudrid

556
En total se interpretaron 1175 zarzuelas en el café del Siglo y 805 zarzuelas en el
café Universal.

En el café del Siglo las obras más representadas fueron:


 Chateau Margaux. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel
Fernández Caballero. 31 representaciones.
 Un capitán de lanceros. Zarzuela en un acto. Isidoro Hernández. 27
representaciones.
 Los zangolotinos. Juguete cómico-lírico en verso. Un acto. Manuel
Fernández Caballero. 26 representaciones.
 ¡Cómo está la sociedad! Pasillo cómico-lírico en verso. Un acto. Ángel
Rubio y Casimiro Espino. 25 representaciones.

Las zarzuelas más representadas en el café Universal fueron:


 La marcha de Cádiz. Zarzuela cómica en prosa. Un acto dividido en tres
cuadros. Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Ramón Estellés. 24
representaciones.
 Los puritanos. Pasillo cómico-lírico en prosa. Un acto. Joaquín Valverde
Sanjuán (hijo) y Tomás López Torregosa. 23 representaciones.
 Cuadros disolventes. Apropósito cómico-lírico-fantástico inverosímil en
prosa y verso. Un acto y cinco cuadros. Manuel Nieto. 22
representaciones.
 La leyenda del monje. Zarzuela cómica en prosa. Un acto. Ruperto Chapí.
21 representaciones.

De todas ellas, la zarzuela más veces representada, Chateau Margaux, de Manuel


Fernández Caballero, se encuentra en la lista de zarzuelas más veces representadas en el
teatro durante la Bella época, por lo que podemos observar que fue la zarzuela mejor
recibida si tenemos en cuenta ambos espacios teatrales.

Si observamos los nombres de los compositores cuyas zarzuelas fueron más veces
interpretadas en los cafés de Logroño, encontramos de nuevo a Ruperto Chapí y Manuel
Fernández Caballero en la cabeza de las listas de obras más veces representadas, al igual

557
que ocurría en el teatro. Hemos de añadir a Ángel Rubio y Manuel Nieto, como
compositores de obras que más veces se interpretaron en los cafés, quedando la relación
de zarzuelas clasificadas por compositores de la siguiente manera.

El compositor preferido por las compañías locales de los cafés-teatro de Logroño


fue Ángel Rubio con 251 zarzuelas, siendo a su vez el autor preferido del café del Siglo,
donde se interpretaron 185, frente a las 66 representadas en el café Universal. Le sigue
Manuel Fernández Caballero con 232 zarzuelas, de las que 147 fueron interpretadas en
el café del Siglo y 85 en el Universal. El tercer compositor más veces interpretado en las
zarzuelas de género chico de los cafés fue Ruperto Chapí, compositor especialmente
venerado en Logroño, con 129 zarzuelas interpretadas en el café del Siglo y siendo el
preferido de las representaciones del café Universal, con 89 zarzuelas. El cuarto
compositor en número de zarzuelas en los cafés fue Manuel Nieto, con 108 zarzuelas
interpretadas en el café del Siglo y 87 en el café Universal. En la siguiente tabla se
puede observar con claridad esta información.

El café del Siglo, dirigido por el señor Cornejo, había sido el precursor de este
género en el café, comenzando en el mes de julio de 1895, uniéndose a esta modalidad
en el mes de noviembre el café Universal, dirigido por el señor Landaluce. Es

558
importante señalar que el paso de café cantante a café teatro se produjo poco a poco, a
ser el propio grupo de flamenco del café del Siglo el que comenzó a representar una
pieza teatral breve que acompañaba a sus interpretaciones musicales. Probablemente el
éxito de estas zarzuelitas ante el público del café llevo a esta agrupación a incluir más
obras de este tipo en sus veladas, hasta hacerse protagonistas. En el café Universal
sucedió algo similar que, con el antecedente del café del Siglo, se produjo de manera
más rápida. Con ello, las veladas pasaron a contar con el protagonismo de una o varias
zarzuelitas, en cuyo intermedios se interpretaban bailes de sevillanas, monólogos,
romanzas o piezas instrumentales como el oboe del riojano señor Navascues.

La zarzuela en los salones


Hemos hecho referencia en el capítulo “espacios” a dos salones privados creados
como salas burguesas: el Teatro Teresa y el Salón Variedades. En ambos comenzó la
actividad teatral cuando ésta había cesado en los cafés, interpretándose obras de
diferentes géneros teatrales, además de números de canto, instrumento e incluso
espectáculos de danza. Su actividad coincidió con el periodo de menor éxito de las
representaciones en el teatro Bretón.

En otras ocasiones, algunas asociaciones de Logroño organizaban funciones de


comedia y zarzuela en el teatro, como la que celebró el Centro Republicano poniendo
en escena la comedia Los malhechores del bien474 o la del Centro Obrero con objeto
de allegar fondos para la construcción de casas para obreros: Traidor, inconfeso y
mártir (comedia de Zorrilla) y el juguete titulado Lanceros.

En algunas de las tertulias que organizaba el Centro Artístico, se incluyeron


representaciones de zarzuela. Estas veladas se realizaban en el Teatro Bretón, teniendo
en cuenta que cuando se programaban, no actuaba ninguna compañía en éste. Ejemplo
de ello fue la tertulia que tuvo lugar el 12 de febrero de 1908 en el teatro Bretón de los
Herreros constituyendo el clon de la velada la representación de la zarzuela La alegría
de la huerta.

474
Diario La Rioja. 19-01-1908.

559
Además, en ese mismo año, El Centro Artístico organizó varias funciones de
zarzuela en el teatro Bretón de los Herreros para los socios y sus familias. Si más
localidades hubiese habido, más se hubieran colocado; el teatro Bretón de los Herreros
estará esta noche lleno de bote en bote, a pesar de las sillas que se han colocado en
derredor de la sala. Programa:

- El señor gobernador, comedia en dos actos.


- La alegría de la huerta, zarzuela en un acto.
- Número de concierto de violín y piano a cargo de los señores Lacalle y
Maguregui.

Habrá rigor en la entrada, por lo que se suplica a los señores socios lleven todos
sus tarjetas de tales, y las señoras sus carnets, sin cuyo requisito no podrán pasar al
coliseo.475

La citada función fue todo un éxito, destacaron las señoritas Elena Rodríguez y
Anita Gutiérrez de León, María del Río, Rodríguez, Cabezón, Marín, Delgado, Nalda,
Carrasco, Esteban y los señores Cid, Aragonés, Prada, Alonso y Montemar. Por ello,
dos días después se anunció que el Centro Artístico preparaba otra velada teatral que
tendría lugar los primeros días del mes de marzo del mismo año. El señor Prada, que
como es sabido tiene una voz de barítono bien timbrada, podría cantar en la función
que se avecina.

Para las fiestas de San Mateo del mismo año, la Comisión extramunicipal tuvo la
iniciativa de encargar al Centro Artístico que preparase una grandiosa representación de
la ópera Carmen en la plaza de toros en una de las noches de fiesta. No sabemos si
finalmente esta se llevó a cabo.

Continuaron en el año 1910 las veladas en la sala principal del Bretón de los
Herreros, con músicos y agrupaciones de la ciudad, organizadas por el centro Artístico.

La primera fue en el mes de marzo, con arreglo al siguiente programa:476

475
Diario La Rioja. 12-02-1908.
476
Diario La Rioja. 02-03-1910.

560
- Sinfonía por la banda de Santa Cecilia.
- Representación de La praviana, comedia en un acto, de Vital Aza.
- Valses de La viuda alegre y duetto de la ópera Norma, por el Cuarteto Calleja.
- Intermedio por la banda de Santa Cecilia.
- El paso de comedia de los Quintero A la luz de la luna.
- La verdad del artista (Ganuzas), y el Pericón nacional por el Cuarteto Calleja.

El niño Santiago Lobato se encontraba enfermo en Anguiano y por prescripción


facultativa no pudo tomar parte en la velada. Sin embargo e anunció que, en la próxima
velada que organizara el Centro para fines de mes, tendrían ocasión de admirar las
habilidades del precoz artista.

Como estaba previsto, la Junta directiva del Centro Artístico preparó otra velada
para finales del mismo mes, después de pasada la Cuaresma, contando con que para ese
tiempo no actuara compañía en el teatro. En ella tomó parte el niño Santiago Lobato, el
cuadro de aficionados del Centro Artístico que preparó una zarzuelita y el Cuarteto
Calleja, que en la velada pasada había conquistado muchos aplausos.

El Centro Artístico preparó otra velada en el mes de abril, ya que en el mes de


marzo no había podido dar a sus socios ninguna fiesta por actuar en el teatro la
compañía de zarzuela. Se pusieron en escena una obra en un acto de Benavente y la
zaruzela El trébol, en cuyas representaciones tomaron parte bellas señoritas y
distinguidos jóvenes logroñeses. En esta fiesta, por primera vez cantó al público el coro
infantil del Centro Artístico, organizado y dirigido por el profesor de música de la
Sociedad, el competente maestro don Felipe Redal.

Periodos de la zarzuela en Logroño


A lo largo del periodo estudiado se observar una clara diferencia en el
protagonismo de las representaciones de zarzuela en los espacios logroñeses. Por ello he
dedicado este apartado, distinguiendo tres periodos:

1889–1895: numerosas compañías de zarzuela y ópera visitan el teatro y las


funciones son continuas y abundantes. Comentarios de prensa como “La señorita
Rodríguez y la señorita Vallés, bordaron sus papeles, lo señores Venegas, Iglesias,

561
Álvarez y Redondo, acertadísimos en sus papeles, formando un conjunto armónico,
igual y tan perfecto, como pocas veces lo habíamos visto”477, “primorosa
interpretación por todos los artistas que en su ejecución tomaron parte”478 o “el
programa fue admirablemente desempeñado por los noveles actores, los cuales
hicieron cuanto es dable para mantener constantemente el interés del distinguido
público”479, eran frecuentes en las críticas de prensa durante estos años.

Durante estos años, las compañías de zarzuela y género chico, e incluso algunas de
ópera, rivalizaban entre sí para venir a hacer sus representaciones en nuestro teatro:

La compañía Giovannini está haciendo una brillante campaña en el teatro


Principal de Zaragoza. Es probable que cuando termine allí la podamos escuchar en
Logroño.
Como a la compañía de zarzuela que dirige el señor Barta se le contestó que no
podría venir a Logroño hasta no saber seguro si vendría la de ópera italiana, es de
suponer que no habrá perdido la esperanza de visitarnos como lo desea con ahínco
desde hace mucho tiempo.480

1896-1899: los años previos a la guerra apenas hay representaciones en el teatro y


las zarzuelas se representan en los cafés. Las crónicas comentan la poca afluencia de
público al teatro, cediéndolo en algunos casos a las compañías para que obtengan
beneficios. El 30 de mayo de 1897 se plantea que el teatro pase a ser municipal, ya que
al tratarse de un local privado, la mayor parte de los ciudadanos asisten frecuentemente
a los cafés-teatros, que como veremos son lugares de fácil acceso. Con todo ello
observamos que los aficionados a asistir Teatro, cambiaron las butacas de éste por las de
los cafés en los que se representaban zarzuelas (Del Siglo y Universal).

Así lo comenta Fray Cirilo:481

477
Diario La Rioja. 09-02-1889.
478
Diario La Rioja. 12-02-1889.
479
Diario La Rioja. 09-11-1890.
480
Diario La Rioja. 23-01-1895.
481
Diario La Rioja. 02-04-1899.

562
Es verdaderamente lamentable lo que ocurre en nuestro teatro, pues por una
serie de casualidades nos vemos privados de espectáculo predilecto del público en las
épocas más bonancibles para la empresa.
Ya hace tres años que permanece cerrado el Coliseo en Pascua de Natividad y
ahora en las de Resurrección sucede lo propio, al paso que en la Cuaresma, cuando
son menos solicitadas las compañías nos las traen a Logroño para tener que presenciar
los apuros y las miserias de los actores.
Con más aceptación de la que podían prometerse en las provincias del Norte, ha
actuado la compañía de Ángel González primero y luego por el barítono señor
Vázquez, hasta la Semana Santa y cuando eran de esperar mejores entradas, se ve
trasladada a Pamplona, dejándonos aquí en ayunas.
Se sabe que el popular y bajo de la compañía Cereceda, cuando estuvo en
Logroño, D. Valentín García, ha dejado de pertenecer a la compañía artística de
Valladolid, siendo de presumir que su cuñadita la hermosa tiple Coralito Díaz, siga la
suerte de su pariente y en este caso conociendo las inteligencias que siempre hubo
entre García y el señor Carasa, cabe suponer que vendrá a reforzar la compañía que
hasta hace poco, trajo aquí, en cuyo caso ocuparía el puesto de señor Vázquez.
Esto es lo que se desprende de la situación del personal artístico.

1900-1906: vuelven las compañías de teatro. Las representaciones vuelven a ser


frecuentes, predominando las representaciones por compañías locales y mínimas visitas
de compañías foráneas A pesar de ello, se observa que la sala no se llena como en los
años 90.

1907-1913: continúan representándose zarzuelas y un número muy reducido de


óperas. Como novedades en este periodo encontramos el cinematógrafo y los
espectáculos de varietés. Las sesiones de cinematógrafo se incluyen entre las diferentes
representaciones que tienen lugar en el teatro, siendo su época de auge el año 1907. Sin
embargo, al finalizar dicho año, no se autoriza la prórroga del subarriendo del teatro
Bretón de los Herreros a la empresa del cinematógrafo, por temores, muy justificados,
de que se estropease la finca, retomándose las sesiones a partir de 1900. Durante este
periodo emergen con fuerza los espectáculos de varietés y se da el comienzo de los
espectáculos de las cupletistas. Como novedad de ésta época, en el mes de agosto de
1910 el Teatro Bretón no es el único lugar en el que se representan zarzuelas. En

563
algunas ocasiones destacan representaciones como la que tuvo lugar en agosto en la
barraca del Espolón.

LA ÓPERA
Desde la segunda mitad del siglo XVIII la ópera era considerada como el
entretenimiento musical de carácter público más popular, siendo la ópera italiana la que,
a pesar de todas las barreras culturales y lingüísticas, dominaba los escenarios europeos.

La ópera italiana fue, musicalmente hablando, la asimilación primordial del


patrimonio extranjero. Federico Sopeña, al reflexionar sobre nuestro siglo XIX, se
lamentaba de la pasión por el italianismo en los aficionados, que casi no dejaba lugar para
otras músicas. Sólo hay, decía, una recepción preocupada de estar al día: la de la ópera
italiana (…). La minoría de aristócratas riquísimos y cortesanos se contentan con la ópera
como espectáculo, mucho más si pensamos que esa era la música que quería Isabel II 482.
Y, como la burguesía de la época intentaba imitar las actitudes aristocráticas, muchos
aficionados de la clase media se interesaron por este género músical. En Madrid, se percibió
de forma clara el dominio de la ópera italiana, con la inauguración del Teatro Real,
inaugurado en 1850.

Aunque en Logroño los espectáculos de zarzuela fueron los más frecuentes del
teatro lírico, también destacó la actuación en los teatros de la ciudad, de diferentes
compañías de ópera, algunas nacionales y otras italianas.

A su vez, se siguieron apreciando las costumbres nacionales, potenciadas por el


pensamiento romántico había penetrado en España. En la vida y en la cultura de la
Europa decimonónica, el nacionalismo había surgido con mucha fuerza. Los
movimientos que buscaban la identidad nacional también se hicieron sentir en las artes
como la música, siendo la creación de una ópera española una necesidad para algunos
compositores españoles. Este es un tema reiterativo y al que se le busca constantemente
solución especialmente durante la segunda mitad del siglo, sin llegar a encontrársela.

482
SOPEÑA, F.: Historia de la Música Española Contemporánea, Madrid, Rialp, 1976, pag. 19.

564
Los primeros intentos de creación de óperas españolas liberándose del dominio
italiano, se produjeron en la década de los cuarenta, pero encontraron enormes
dificultades para escribir una ópera con libreto en castellano y, cuando lo conseguían,
ésta no dejaba de ser una mera imitación del italianismo de moda. Esto ocurrió con
obras denominadas óperas como El contrabandista, de Basilio Basili, o Boabdil, último
rey de Granada, de Baltasar Saldoni, que no llegaron a triunfar. En 1842 comenzó a
publicarse el periódico La Iberia musical, que pretendía defender la ópera española,
gracias a su fundador Espín y Guillén.

En 1847 se formó en Madrid la sociedad la España Musical, con el fin de


establecer la ópera nacional. Presidida por Eslava y con la colaboración de Arrieta,
Barcieri, Gaztamide, Saldoni, Salas, Basili, etc., pedían la creación de un teatro para dar
ópera en español. En 1850 se inauguraba el Teatro Real, pensando que sería el medio
para lograr el ideal buscado. Sin embargo, la Zarzuela Grande estaba en pleno auge, y la
ópera quedó en un segundo lugar. 483

Durante los años sesenta se crearon algunas sociedades para la creación de una
ópera nacional. A partir de entonces ya no se podrá entender el tema de la ópera
nacional sin una referencia, positiva o negativa, a la zarzuela. Fue este el periodo en el
que la crítica se mostró más activa en torno este tema y surgieron diversas polémicas
sobre la ópera en las que participaron diferentes críticos y compositores.

Para Francisco Asenjo Barbieri, nuestra ópera era la zarzuela y esta polémica era
una preocupación innecesaria. Con su zarzuela en tres actos, Jugar con fuego, Barbieri
intentaba demostrar que el género podía conducir a la ópera nacional. Consideraba que
la zarzuela era el primer paso natural con el que se llegaría a coseguir la ópera española,
argumentando que, en su aspecto formal para su transformación habría que cambiar las
partes habladas existentes en la zarzuela por partes cantadas.

Peña y Goñi comprartía esta idea, considerando que la zarzuela respondía a una
necesidad de acercar la música a la pequeña burguesía y las clases populares, clases
sociales que no habían accedido a ella hasta entonces. La zarzuela se dirigía a todos los

483
CASARES RODICIO, E., Op. Cit., pags. 103-104.

565
que no podían acudir a un espectáulo tan caro como la ópera y que tampoco la
comprendían. 484

Sin embargo, Pedro Antonio de Alarcón485 consideraba que la zarzuela sólo era
una caricatura burlona de la ópera, arte mucho más elevado; además de creer que la
zarzuela jamás generaría la ópera nacional ni contribuiría al desarrollo de la música
española.

De igual modo, Rafael Hernando estaba convencido de que la zarzuela era un


género esencialmente cómico, por lo que no podía realmente conducir a la ópera.

Por otra parte, Pascual Emilio Arrieta no aprobó el llamar zarzuelas de las obras
líricas que alternaban partes habladas con partes cantadas y condenaba a los que
perjudicaban la Zarzuela al proponerla como germen de la ópera española.486 Sin
embargo, su ópera Marina no era sino una zarzuela reconvertida en ópera.
Posteriormente compondría la ópera Ildegonda, de estilo fiel a la ópera italiana y que
nos muestra que Italia era el camino para lograr una buena ópera española.

Con la crisis de la Zarzuela Grande en la década de 1870, se revitaliza el tema de


la ópera nacional, esta vez con mejores resultados. Se publicaron numerosos artículos y
debates en defensa de nuestra ópera nacional, creándose en 1875 la revista La ópera
española. Además, se estrenaron en el Real diferentes óperas españolas, como Las
naves del Cortés o La hija de Jefté, de Ruperto Chapí. Pero, de nuevo, éstas, no
triunfaron. Emilio Casares487 considera que las causas son muy diversas: la zarzuela se
encontraba en crisis, pero todavía era un espectáculo pujante. Paralelamente, la
aristocracia ejerció, desde el punto de vista musical, unpoder dictatorial. Finalmente,
ninguna ópera había alcanzado un peso definitivo. Ello no impide que algunas de estas
obras sean de verdadero repertorio, y el hecho de que no se den sistemáticamente en
nuestros teatros sólo se debe a la ignorancia de los responsables culturales y artísticos.

484
PEÑA Y GOÑI, A.: La ópera española y la Música Dramática en el siglo XIX, Madrid, 1881, pag.
651.
485
ALARCÓN, P. A.: Cosas que fueron, Cuadro de costumbres de la España del XIX, Madrid, 1871.
486
ARRIETA, E.: La música española al comenzar el siglo XIX. Su desarrollo y transformaciones. La
educación musical, Conferencia Nº 17, Colección de Conferencias Históricas LA ESPAÑA DEL SIGLO
XIX, Ateneo Científico, Artístico y Literario de Madrid, Curso 1885-1886, Madrid 1886, pag. 27.
487
CASARES RODICIO, E. Op. Cit. Pag. 110.

566
El siguiente intento de creación de una ópera nacional se produjo en los años
ochenta, al irrumpir con fuerza el Nacionalismo, cuando se produjeron los mejores
resultados de la ópera española. Inzenga488 se planteó el tema de la ópera nacional desde
la perspectiva de la música popular: la historia patria, su idioma, su teatro antiguo, sus
tradiciones y costumbres, los cantos y bailes populares, los himnos y marchas
nacionales y otros muchos variados elementos que constituyen nuestra manera de ser y
nuestra propia nacionalidad. Inzenga consideraba que si la ópera rusa se había
levantado sobre la base de sus cantos populares, para imprimir carácter de
nacionalidad a sus obras, en España se debía hacer lo mismo. Felipe Pedrell489
defendía esta idea, buscando la regeneración de la música española en los cantos
patrióticos y nacionales.

Durante la década de los ochenta se representaron en el Teatro Real óperas como


Doña Juana la loca o Mitríades, de Emilio Serrano o La serenata, de Chapí, o Guzmán
el bueno o Los amantes de Teruel, de Tomás Bretón. Esta última puede considerarse
una de las grandes aportaciones españolas a la ópera universal, a pesar de que, como
suele suceder, no haya sido producida de nuevo desde su estreno.490

La ópera española existió, fundamentalmente con la labor de estos compositores,


pero sin consolidarse una escuela ni crear una aficción profunda entre el público.
Posiblemente porque en España no hubo una tradición operística que llegase al gran
público, cosa que sí ocurría con la Zarzuela.

La ópera en Logroño
Se adjunta una tabla con la relación de óperas representadas en los teatros de
Logroño durante la Bella Época. En ella se han incluido las representadas por
compañías italianas, españolas e incluso algunas compañías de zarzuela que incluyeron,
de forma excepcional, la representación de títulos muy concretos de óperas u operetas
dentro de su repertorio zarzuelístico, interpretándolas en este caso traducidas al
castellano.

488
INZENGA, J.: De la ópera española, La España Musical, nª 356, 3-V-1873.
489
PEDRELL, F.: Por nuestra música. Trilogía “Los Pirineos”, Barcelona, 1891.
490
CASARES RODICIO, E. Op. Cit. Pag. 116.

567
Título Compositor
Lucia di Lammermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti
(12 veces)
La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. (11 veces)
Lucrecia Borgia. Ópera seria. Prólogo y dos actos.
(2 veces)
El Trovador. Ópera en cuatro actos. (5 veces) Giuseppe Verdi
Rigoletto. Melodrama en tres actos. (12 veces)
La Traviata. Ópera en tres actos. (3 veces)
Hernani. Drama lírico. Cuatro actos. (2 veces)
Primavera Scapigliata. Opereta. Tres actos.
La Bella Galatea. Opereta. Un acto. (2 veces) Franz von Suppé
Boccaccio. Opereta. Tres actos. (2 veces)
Donna Juanita. Opereta. Tres actos.
I colegialli. Opereta. Un acto y dos cuadros.
Fatinitza. Opereta. Tres actos. (3 veces)
In cerca di felicità. Opereta. Tres actos. (2 veces)
Un viaje al África. Opereta. Tres actos.
Donna Juanita. Opereta. Tres actos.
Santarellina. Opereta. Tres actos.
Boccaccio. Opereta. Tres actos. (2 veces)
I collegiali. Opereta. Un acto y dos cuadros.
Dora, la viuda alegre. Opereta en un acto. (13 Franz Lehar
veces)
Cavallería rusticana. Melodrama. Un acto. (9 Pietro Mascagni
veces)
La sonámbula. Melodrama. Dos actos. (7 veces) Vicenzo Bellini
La Africana. Gran ópera. Dos actos. (3 veces) Giacomo Meyerbeer
Los hugonotes. Gran ópera. Cinco actos. (2 veces)
Roberto el diablo. Gran ópera. Cinco actos.
Dinorah. Ópera cómica. Tres actos.
La soirée de Cachupin. Opereta. Un acto. (6 veces) Jacques Offenbach
Cinkoka. Opereta. Tres actos y cuatro cuadros. (4 Hans Sommer
veces)
I tirolesi. Opereta. Tres actos.
I Pagliaci. Drama. Prólogo y dos actos. (4 veces) Ruggero Leoncavallo

Il babbo e l'intrigante. Opereta. Tres actos. (4 Sarria


veces)
Fra-Diávolo. Ópera cómica. Tres actos. (4 veces) Daniel Auber

568
La Mascota. Ópera cómica en prosa. Tres actos. (4 Andrés Vidal y Llimona
veces)
Marina. Ópera. Tres actos. (3 veces) Emilio Arrieta
La Bohemia. Ópera en cuatro actos. (3 veces) Giacomo Puccini
Pascua Fiorentina. Opereta. Tres actos. (3 veces) Alphons Czibulcka
El barbero de Sevilla. Ópera. Tres actos. (3 veces) Gioachino Rossini
Mascotte. Ópereta. Tres actos. (2 veces) Edmundo Audrán
Il viceammiraglio. Opereta. Dos actos y un Carl Millocker
prólogo. (2 veces)
Fausto. Gran ópera. Cinco actos. (2 veces) Charles Gounod
Musetta. Opereta en un acto. (2 veces) Pablo Luna
La fille de Madame Angot. Ópera cómica. Tres Charles Lecocq
actos.
El vendedor de pájaros. Opereta. Tres actos. Carl Zeller
La Tulipe. Ópera cómica. Tres actos. Louis Verney
Geisha. Opereta. Dos actos. Sidney Jones
Lysistrata. Opereta bufa. Un acto. Paul Lincke
La campana de Corneville. Opereta. Tres actos. Robert Planquette
Romanas caprichosas. Opereta bufa en un acto. Manuel Penella
¡Ábreme la puerta! Opereta en un acto. Amadeo Vives

En total fueron 49 los títulos de ópera interpretados en los teatros de Logroño


durante la Bella Época, incluyendo todos sus derivados: gran ópera, opereta, ópera
cómica y ópera propiamente dicha. Con las repeticiones de algunos títulos, el número
total de óperas interpretadas asciende a 155. Las obras más veces representadas fueron:

 Dora, la viuda alegre. Opereta en un acto. Franz Lehar. 13


representaciones.
 Rigoletto. Melodrama en tres actos. Giuseppe Verdi. 12 representaciones.
 Lucía di Lamermoor. Drama trágico. Tres actos. Gaetano Donizetti. 12
representaciones.
 La favorita. Gran ópera. Cuatro actos. Gaetano Donizetti. 11
representaciones.

569
A la capital riojana no llegó el debate de la creación de ópera nacional. La mayor
parte de las compañías de zarzuela y ópera que actuaron en los teatros de Logroño
interpretaban las óperas en su idioma original. Sin embargo algunas compañías
interpretaron las óperas traducidas al castellano. Fue el caso de la compañía de zarzuela
y ópera española que dirigía el maestro del Teatro Real don Joaquín Almiñana, que
realizó dos temporadas en el teatro de Logroño: la primera en Noviembre de 1898 y la
segunda en los meses de Octubre y Noviembre de 1900. Esta compañía interpretó La
sonámbula, El Trovador, Rigoletto, Cavallería Rusticana, I pagliaci, La Favorita y
Lucía de Lamermoor. Algo similar realizó la Compañía de zarzuela y ópera española de
don Enrique Beut, dirigida por don Miguel Soler, en el mes de marzo de 1907. Esta
compañía, además de zarzuelas, interpretó algunas óperas como El Trovador, El
barbero de Sevilla y Rigoletto, todas ellas arregladas al castellano. Hubo incluso una
compañía de zarzuela grande que representó entre su repertorio la ópera La favorita
traducida al castellano. Fue la compañía del maestro Pablo Cornadó en su visita a la
capital riojana durante el año 1897.

Las únicas óperas nacionales que se representaron en Logroño fueron Marina,


que en primer lugar había sido una zarzuela y posteriormente se hizo de ella una versión
operística y La Dolores, ópera con caracteres del Género Chico. Vemos con ello que la
ópera nacional no llegó a Logroño como tal, interpretada por compañías de ópera, sino

570
por compañías de zarzuela que en algunas ocasiones se animaron con la novedad de
interpretar ópera nacional, al igual que se estaba produciendo en Madrid.

La ópera española más veces representada fue Marina, de Pascual Emiio Arrieta.
En sus inicios fue una zarzuela, con libreto de Camprodón, estrenada en el año 1855 en
el Teatro de Circo de Madrid. Dieciséis años después Arrieta confió la adaptación del
libreto a Ramos Carrión, transformánsola en una ópera, versión que alcanzó un
verdadero éxito ante el público madrileño. Esta obra fue interpretada en veinte
ocasiones en el teatro de Logroño por diferentes compañías de zarzuela en su versión
zarzuelística pero solo tres veces en su versión operística. La única compañía que
representó la verión de ópera de Marina fue la compañía de Emilio Giovannini en el
año 1894.

Otra ópera española que destacó por ser respresentada en los teatros de Logroño
fue Además La Dolores, de Tomás Bretón con libreto de José Feliú y Codina. Tomás
Bretón, precursor de la ópera española, escribió esta ópera de argumento verista y con
caracteres del Género Chico y alejándose de los estilos operísticos italianizantes. Es por
ello que la única interpretación de esta ópera fue por una compañía de zarzuela. Es
cierto que la versión dramática de La Dolores fue interpretada por varias de las
compañías que actuaron en el teatro combinando representaciones líricas con las
puramente dramáticas. Fue el caso de la compañía cómico-dramática del señor Colom,
la compañía del señor González o la compañía del señor Miralles.

Sin embargo, la única vez que los logroñeses pudieron disfrutar de esta ópera
nacional fue en el mes de noviembre de 1896, por compañía infantil que dirigía don
José Bosch. Esta ópera fue muy bien recibida por un público acostumbrado a escuchar
zarzuela, para el que una ópera nacional era toda una novedad que además les hacía
sentir a la altura de la capital. Así lo cuenta el cronista del diario La Rioja, Fray
Cirilo:491

Es preciso que se modifiquen nuestras costumbres, poniéndonos al nivel de las


demás capitales porque desde el momento en que el maestro empuñe la batuta, sobre

491
Diario La Rioja. 18-11-1896.

571
todo en ópera, se establece el silencio hasta en las señoras (…) La música del maestro
Bretón es de una dificultad de ejecución inmediata y dicho queda que es superior a las
fuerzas de la compañía infantil y a las de muchas compañías mayores (de edad).
La partitura de la Dolores es inspirada y rica en efectos armónicos, por lo cual
no es de extrañar que haya sido tan exigente en la instrumentación castigando sin
piedad a la orquesta que suda para dar cima a la empresa.

El resto de obras incluidas en el género operístico y compuestas por compositores


españoles fueron operetas y óperas cómicas. Este género irrumpió con cierta fuerza en
la escena española a comienzos del siglo XX. Juan José Montijano Ruiz afirma que se
convertirá en una de las vías de recuperación económica de los empresarios
constituyéndose como un auténtico revulsivo, dado que sentaba la novedad de no partir
de temas estrictamente hispanos sino más bien de corte internacional y exótico con una
gran riqueza de vestuario, bailarinas y escenografía.492

El éxito de la representación de operetas de corte extranjero en ciudades españolas


motivó una demanda de obras que implicó la traducción y adaptación españolas de
múltiples operetas de autores como Franz Lehar, Edmond Audran y Robert Planquette.
Paralelamente, comenzaron a estrenarse operetas de autores españoles que se inspiraron
en las obras de los compositores anteriormente citados, en las que valses y marchas
estaban siempre presentes. En realidad eran una especie de zarzuelas en la que se
mezclaban elementos de opereta, zarzuela, revista e incluso cuplé. Este modelo
importado de Europa era un símbolo del cosmopolitismo de la época. Durante los
comienzos del siglo XX, un momento en el que la sociedad española comenzaba a
dirigir su mirada hacia Europa, la opereta ocupó un lugar de primer orden, coincidiendo
la proliferación de este género musical con la decadencia del género chico. La eclosión
del nuevo género se produjo a partir de 1905 y será, a partir de 1910 cuando aumente la
producción de operetas en España. Emilio Casares493 explica los dos principales
motivos para que esla opereta triunfase en España: por una parte su éxito fue una tabla
de salvación para los empresarios, dada la magnífica respuesta del público y con ello
una de las vías de recuperación económica, y en segundo lugar, fue un género que se

492
MONTIJANO RUIZ, J.J.: Historia del teatro olvidado: la revista (1864-2009). Universidad de
Granada. 2009, pag. 216.
493
CASARES RODICIO, E.: Diccionario de la zarzuela. España e Hispanoamérica, ICCMU, Madrid,
2003, pag. 425.

572
convirtió, en una época en que los valores de la visualidad eran fundamentales y
estaban en perpetuo crecimiento, quizá por influencia añadida del cinematógrafo y las
variedades, en el género por excelencia de visualidad a través de una gran riqueza de
escenografía, vestuario y bailarinas.

El compositor aragonés Pablo Luna fue un destacado representante de este nuevo


estilo de zarzuela inspirado en la opereta vienesa, especialmente en las obras de Fran
Lehar. En el teatro Bretón de los Herreros fue representada su opereta en un acto
Musetta, en cuatro ocasiones. Todas ellas tuvieron lugar en el año 1910, dos años
después de su estreno, en primer lugar por la compañía de zarzuela de Gutierrez Nieto
y Portela, repetida en dos ocasiones durante la temporada y en segundo lugar por la
compañía de Velasco-Jimenez y el maestro Beltrán, también repetida en dos ocasiones.

Un caso similar fue el de la opereta Romanas caprichosas, en un acto, compuesta


por Manuel Penella Moreno, compuesta en 1910 y representada en el teatro Bretón un
año más tarde por la compañía de zarzuela y opereta de Rodríguez y Benlloch.

Otra de las operetas españolas de la época fue ¡Ábreme la puerta!, opereta en un


acto del compositor Amadeo Vives, representada en el teatro Breton de los Herreros en
el año 1910 por la compañía de Gutierez Nieto y Portela.

En el siguiente gráfico se muestra la proporcición de compositores cuyas óperas y


operetas se interpretaron en los teatros de Logroño durante la Bella época según el
número de representaciones. A continuación se muestra un gráfico que detalla los
autores cuyas obras fueron más veces interpretadas: Gaetano Donizzeti, 25 veces,
Giuseppe Verdi, 23, Franz von Suppé, 17 y Franz Lehar, 13. Los dos primeros, fueron
compositores de óperas, mientras el tercero y el cuarto, lo fueron de operetas, género en
auge especialmente a partir de la primera década del siglo XX.

573
En los años de decadencia de la zarzuela, la opereta atrajo de manera particular al
público riojano Estas operetas, así denominadas por los autores, no dejaban de ser en
realidad zarzuelas que habían incurrido ocasionalmente en la opereta produciendo obras
de este estilo, con la diferencia de que predominaba en ellas cierto carácter
internacional, en detrimento del carácter hispano propio de la zarzuela. El hecho de no
partir de temas hispanos hace de la opereta un género diferente a la zarzuela, a lo que
hay que añadir sus alegres y vistosos espectáculos, además de personajes exóticos e
irreales que alejan al género del costumbrismo español.

574
La ópera y sus derivados, sin embargo, fueron un género mucho menos prolíficos
en la capital riojana, si los comparamos con el esplendor de la zarzuela, especialmente
del género chico. Así, frente a los 400 títulos de zarzuela en sus diferentes subgéneros
(grande, chica y bufa), fueron 49 los títulos de ópera y opereta, lo que supone que los
títulos de zarzuela octuplicaron a los de ópera. De igual modo, si detallamos el número
de representaciones de cada una de ellas, nos encontramos ante 2557 representaciones
de zarzuela frente a 155 representaciones de ópera. El número de representaciones de
zarzuela es diecisiete veces mayor al de ópera. En este caso el cálculo proporcional no
es tan real, al incluir en el género zarzuela, una gran cantidad de obras de género chico
de una hora de duración, frente a las zarzuelas grandes y óperas, en dos, tres e incluso
cuatro actos, que necesitaban de una tarde entera para ser interpretadas, cuando en una
tarde se solían representar tres, cuatro o incluso cinco zarzuelas chicas.

575
576
CAPÍTULO 6: PERSONAJES RELEVANTES EN EL
AMBIENTE MUSICAL

577
Durante el siglo XIX la relación entre el compositor musical y la sociedad
experimentó un cambio importante. Hasta entonces los músicos dependían de la Iglesia,
los príncipes y la aristocracia. Estas entidades encargaban a los músicos las obras que
debían componer, dejando un margen muy pequeño de libertad para los propios
creadores. La música era utilitaria y no se concebía la idea de crear música que no
sirviera para un propósito inmediato. Con la llegada del Romanticismo llegó el concepto
de “el arte por el arte”, creándose la música dirigida a un público totalmente distinto que
las congregaciones religiosas. Aunque en sus comienzos, el público era todavía de
naturaleza aristocrática y era ésta quien determinaba los gustos, el compositor creaba la
música con la finalidad de expresar lo que su impulso creador le sugería.

En España, con la desamortización de Mendizabal en 1835, se despidió a cientos


de músicos que tuvieron que acomodar su música a unos medios mucho más pobres. De
esta situación solo se podía salir si el músico era capaz de de encontrar el éxito en el
mundo del teatro musical. Es por ello que a partir de entonces, la creación de música en
España se asoció al tipo de música que asegurara la vida de músico, encontrándola en el
teatro, el café, el salón, la banda, etc. De ahí surgió el asociacionismo, pieza clave en la
vida intelectual romántica, consolidado especialmente durante la segunda mitad del
siglo XIX.

Los músicos románticos contemplaron la música como la causa primera, de la que


partían todas las artes, que estaban unidas entre sí. Se desvanecieron los límites entre
música, poesía y pintura, constituyendo siempre la música el centro de las artes.
Siguiendo a Alfred Einsten494, el compositor romántico no era ya su propio poeta, sino
que buscaba en su hermana la poesía el acicate para componer.

En un periodo artístico en el que las artes estuvieron tan unidas, no resulta extraño
que aparezca en los artistas un doble talento. Alfred Einstein495 hace referencia a esta
nueva versatilidad del artista indicando que hacia 1800 llegó un momento en que los
músicos comenzaron a dudar sobre la carrera a seguir. Esta nueva etapa comenzó con
Weber, quién, además de músico, fue hombre de letras y publicista. De igual modo,
Schumann fue músico y literato, Berlioz fue escritor y músico, Liszt fue ensayista y

494
EINSTEI, A.: La música en la época romántica, Madrid, Alianza Música, 2004, pags. 32-33.
495
Ibid. Pag. 34.

578
filósofo además de músico y Wagner cultivó varias facetas hasta que tomó la decisión
de ser músico.

Esta realidad se reflejó de igual modo en España, al surgir una generación de


músicos preocupados por los asuntos intelectuales. Emilio Casares496 considera que se
trataba de un signo de espíritu reformista del XIX que se había introducido en las
preocupaciones de ciertos músicos. Se trataba, obviamente, de músicos que habían
tenido la posibilidad de recibir formación en una época en la que el analfabetismo
seguía siendo una característica predominante en la sociedad. Estos músicos eran muy
conscientes de que para ser músico hacía falta una buena preparación intelectual. Por
ello se relacionaban con el mundo literario, borrando las líneas divisorias entre las
respectivas artes, especialmente entre música y literatura, al igual que los compositores
europeos. La preocupación intelectual de los compositores riojanos fue una realidad.
Estos compositores formaron y fueron miembros importantes de diferentes sociedades
de recreo, en las que la música tenía un papel fundamental. Algunos de ellos intentaron
transmitir la cultura musical a través de la creación de academias de música y otros se
encargaron de acercar a la capital riojana a las mejores agrupaciones instrumentales de
la capital española y el resto de Europa. Fueron personajes muy versátiles, que se
dedicaban a componer música en sus más variados géneros, a intepretar obras al piano
para deleitar a la sociedad riojana, a la vez que eran empresarios que gestionaban las
agrupaciones que actuarían en los principales espacios y centros de actividad musical de
Logroño. Asímismo, algunos de ellos fueron partícipes de la prensa, colaborando como
críticos musicales, lo que les adentró aun más en el mundo artístico.

Los músicos románticos, a diferencia de los de las épocas anteriores, no procedían


de músicos. Comenzaron así a surgir músicos de la clase burguesa, lo que hizo que el
músico estuviera integrado en la sociedad. Así lo afirma Emilio Casares497 al señalar
que los Barbieri, los Hernando, Monasterio, Gaztambide, Arrieta, Chapí, Chueca, etc.,
son asumidos por una sociedad que por fin ha colocado al músico y a la música en un
lugar diferente del que lo colocaba la teoría iluminista.

496
CASARES RODICIO, E.: La música en el siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
servicio de publicaciones de la Universidad de Oviedo, pag. 33.
497
Ibid. Pag. 39.

579
De igual modo en Logroño los Maguregui, Gessner, Rodríguez, Uliverri, etc.,
fueron personajes relevantes en el ambiente musical riojano, integrándose en la sociedad
burguesa por medio de la educación musical, el asociacionismo, las veladas artísticas
donde literatura y música fueron protagonistas, así como la creación de obras
musicales y los conciertos públicos, medios todos ellos para integrar la música en la
formación cultural de la sociedad riojana. Con este caldo de cultivo, surgieron otros,
cantantes e instrumentistas, que participaron en los eventos musicales que se
celebrarban en la capital riojana. Algunos de ellos incluso lograron hacerse un hueco en
el panorama musical estatal.

Se trata en su gran mayoría de personajes masculinos, lo que nos muesta


claramente el papel de la mujer en el periodo de la Restauración. En la capital riojana el
panorama de las mujeres era similar al que vivía la mayor parte de España: la mujer se
encontraba en una situación absoluta de inferioridad, quedando sus cometidos en la vida
relegados a la maternidad, al cuidado de la familia y al hogar. En el campo de la
educación, el número de mujeres que sabían leer y escribir era, al igual que en el resto
de España, muy inferior al de los varones. Sin embargo, es importante destacar que en
Logroño las tasas de alfabetización durante la Restauración fueron superiores a la media
nacional. Esto fue posible gracias a la existencia en Logroño de numerosas escuelas de
niñas, tanto públicas como privadas.498

A pesar de que durante el siglo XIX se observa en Logroño la integración de las


mujeres en la alfabetización, la mayor parte de las mujeres sólo cursaban los ciclos más
elementales, a lo que hay que añadir que en las escuelas persistían los sistemas
pedagógicos propios del siglo XIX, basados en la diferencia de género. Por lo tanto, a
comienzos del siglo XX, la polémica de la igualdad de oportunidades y derechos no
está todavía resuelta. Es cierto que muchas mujeres comenzaron a acceder al munod del
trabajo; trabajaron como modistas, costureras, lavadoras o planchadoras, dependientas
de comercio e inclusodueñas de cafés, fondas y tabernas. Sin embargo se desplazó a la
mujer riojana del mundo de la música; ésta podía ser intérprete, pero nunca
compositora, profesora o gestora. Más bien, formaba parte del público, y no faltó su

498
FERNÁNDEZ DÍEZ, Andoni y SÁENZ MIGUEL, Pablo: Mujer y sociedad en Logroño durante la
Restauración (1875-1923). Logroño, Gobierno de La Rioja. Instituto de Estudios Riojanos, Ayuntamiento
de Logroño, 2005,

580
presencia en la sociedad, dejándose ver en parques, paseos, cefés, teatros, fiestas o
bailes. Todos ellos eran espacios lúdicos característicos de lavida de la época,
frecuentados por el sexo masculino y que servían a la vez para el cortejo.

En la relación de personajes relevantes en el ambiente musical riojano


encontramos únicamente el nombre de tres mujeres dedicadas al mundo de la música:
una de ellas fue cantante y las otras dos instrumentistas. Se trata por lo tanto de
intérpretes, aunque una de ellas, la pianista Concha Notario, destacó además por la
composición de algunas obras interpretadas por las bandas de Logroño en el paseo. No
obstante, tanto ella como las otras dos –Julia Campos, cantante y María Clavijo,
pianista- destacaron en el campo de la interpretación. Las dos pianistas citadas habían
recibido formación musical en las academias de Logroño, algo que se consideraba un
ornamento y aderezo a sus demás cualidades femeninas. El resultado en algunos casos,
como el de Concha Notario y María Clavijo, fue la aparición en Logroño de dos
excelentes pianistas que lograron hacerse un hueco como intérpretes en el panorama
musical logroñés y lo que verdaderamente fue un logro, el reconocimiento de la faceta
compositora de la señorita Concha Notario.

En este capítulo se relata la vida artística de los personajes que influyeron de


manera relevante en el panorama musical logroñés. Resulta difícil realizar una división
del capítulo según la dedicación de los músicos, ya que la mayor parte de ellos,
siguiendo el paradigma del músico romántico, fueron muy versátiles. No obstante, el
capítulo ha quedado dividido en dos partes. La primera se centra en los personajes que
destacaron en su papel de compositores, aunque todos ellos fueron a la vez concertistas.
Además, Hipólito Rodríguez tuvo gran importancia en el mundo de la educación y
Fermín Maguregui en el de la gestión musical. Ambos fueron los personajes más
relevantes en el ambiente musical de Logroño y por ello se les dedica gran parte del
capítulo. La influencia de Fermín Maguregui se ha visto reflejada a lo largo de este
trabajo, como impulsor de la creación del Centro Artístico y transmisor de la cultura
musical a través de la gestión de la música sinfónica y de cámara. Por otra parte, la
figura de Hipólito Rodríguez como profesor queda reflejada en otros cantantes e
instrumentistas que se estudian en la segunda parte del capítulo. La segunda parte,
dedicada a los intérpretes, ha quedado dividida en cantantes e instrumentistas que
fueron surgiendo en el panorama logroñés gracias a la labor educadora de los anteriores.

581
En la segunda parte de este capítulo ha quedado trazada su vida artística en Logroño y,
en el caso de algunos de ellos, en otras provincias y en la capital, Madrid. Para finalizar
el capítulo se ha creado un último apartado dedicado a otros personajes del panorama
musical de Logroño en la Bella Época, como es el poeta y libretista riojano Florencio
Bello, por su gran relación con el mundo musical de la época y los niños que prometían
un excelente futuro en el panorama musical si continuáramos este estudio durante años
posteriores a la fecha estudiada.

6.1. COMPOSITORES

Hipólito Rodríguez
Uno de los primeros músicos prolíficos de la Bella Época en Logroño fue este
riojano, nacido en Logroño el 13 de agosto de 1860, hijo de Don Canuto Rodríguez
Arroitiguez y Dña. Cesárea Hernández. Tenían su domicilio en la Calle La Florida, en
una casa de campo. Vivía con ellos la sirvienta de Calahorra María Jiménez, por lo que
se trataba de una familia acomodada. Posteriormente Hipólito Rodríguez pasó a vivir en
la calle Muro de Carmelitas Nº 33.

Fueron numerosos los papeles que tuvo este importante riojano en la vida artística
de la ciudad, extendiéndose su éxito a los teatros de la capital, Madrid. Sus primeros
pasos en el ámbito musical de Logroño los dio en el campo de la educación musical. En
1886 fue nombrado vocal de la sección de Bellas Artes del Ateneo Artístico, Ciéntifico
y Literario de Logroño, siendo a su vez profesor de música de esta sociedad. El Ateneo
de Logroño organizaba conferencias y charlas, concursos, certámentes y conciertos, en
los que Hipólito Rodríguez tomó parte, comenzando a destacar con 26 años en el campo
de la interpretación musical como pianista. Muestra de ello fue la velada de fin de curso
preparada por el Ateneo Logroñés en el mes de junio de 1886, en la que interpretó a
cuatro manos la sinfonía del “Barbiere di Siviglia” junto con D. Vicente Isturiz y la
introducción de la ópera cómica “Boccacio” con su discípula la señorita doña Carmen
Insausti.

Tras la disolución de esta sociedad, continuó su actividad en el campo de la


educación musical, uno de sus signos distintivos, siendo reconocido en Logroño como
un reputado profesor de piano. Transmitió formación musical a todos los sectores de la

582
sociedad riojana, desde personas con discapacidades como fue el caso de un ciudadano
ciego aquien Hipólito Rodríguez impartió calses de música, hasta otros personajes
riojanos que llegaron lejos en el panorama musical español.

En 1892, a los 32 años, creó su propia academia en la calle del Mercado nº 136.
Su experiencia como docente musical en esta academia fue el gérmen de lo que doce
años después sería la Escuela Municipal de Música. Hipólito Rodríguez fue un hombre
preocupado por la educación musical de su ciudad natal y consideraba necesaria la
creación de una Escuela Municipal de Música, al ser ésta la base para la formación de
Orquestas y Bandas. Fue en el año 1904, a sus 44 años, cuando solicitó al Ayuntamiento
la dirección de la Escuela Municipal de Música en Logroño, escuela creada en la última
década del siglo XIX con intención de formar a instrumentistas para crear una Banda
Municipal, que no había dado resultados satisfactorios. La propuesta de Hipólito
Rodríguez fue aceptada por la Comisión permanente de instrucción pública del
Ayuntamiento de Logroño, siendo nombrado director de la Escuela Municipal de
Música en el año 1904. El funcionamiento de la Escuela Municipal a partir de la
dirección y docencia de Hipólito Rodríguez fue realmente satisfactorio. Muestra de ello
fueron los excelentes resultados obtenidos por los alumnos que recibían educación
musical en esta escuela, cuyo examen se realizaba al finalizar el curso en el
Conservatorio de Madrid. Alumnas que obtuvieron excelentes resultados en el
Conservatorio de Madrid tras recibir formación en la Escuela Municipal de música por
Hipólito Rodríguez fueron, en el año 1906 la niña Ramona Bergasa, que obtuvo la nota
de sobresaliente en los tres años de solfeo y los tres primeros de piano,499 la señorita
Josefina Martinez, que alcanzó la nota de sobresaliente en los tres cursos de solfeo y
primero de piano, y Conchita Notario, que teniendo en la carrera notas idénticas, fue
agraciada con sobresaliente en el primero de armonía, en el mencionado
500
Conservatorio. Esta última alumna de Hipólito Rodríguez, fue posteriormente
profesora de piano y compositora. A ella le dedicamos un apartado en este capítulo.

Dos años más tarde, continuaron los éxitos académicos en el Conservatorio de


Madrid las niñas Pilar Rodríguez y Julita Fourvel Bozalongo, quienes obtuvieron la

499
Diario La Rioja. 19-06-1906.
500
Diario La Rioja. 20-06-1906.

583
nota de sobresaliente en 4º y 5º año de piano, y 2º, 3º y 4º respectivamente,501 tras haber
sido preparadas por el reputado profesor don Hipólito Rodríguez, padre de la primera.

Además de destacar en el campo de la educación, Hipólito Rodríguez fue


concertista de piano, maestro director de orquesta, cronista de prensa y compositor de
obras de variados géneros musicales.

Sus comienzos en los años 80 como concertista de las veladas organizadas por el
Ateneo, le llevaron con el paso de los años a tener un papel activo como pianista en las
veladas que se celebraron en los salones de otras sociedades que se crearon en Logroño,
fruto del asociacionismo emergente en la época, así como en los cafés y teatros.

Sus actuaciones en estos espacios de ocio fueron, en la mayor parte de las


ocasiones, como pianista acompañante de intérpretes vocales e instrumentales residentes
en Logroño y otros que, a su paso por Logroño actuaban en los espacios de ocio de la
ciudad. En el Círculo de la Fraternidad dio un concierto acompañando con el piano al
intérprete de oboe Narciso Navascues en el año 1894, con el siguiente programa.

- El concierto en sol. Soler.


- El lamento. Bassi.
- Temas variados. Pasculli.
- Los lombardos. Huguet.
- Barcarola Napolitana variada. Pasculli.

Quince años después, este duo de oboe y piano, formado por Hipólito Rodríguez y
Narciso Navascues, entonces oboe de la Sociedad de conciertos de Madrid, dieron una
serie de conciertos en el café de La Habana durante las noches del mes de noviembre de
1906.

Más intensa aún fue su actividad concertística en el teatro de Logroño. En el


festejo dedicado al señor Sagasta en una de sus visitas a Logroño el 28 de agosto de
1890, se celebró una función de gala en el teatro, en la que se contó con artistas como
Hipólito Rodríguez, además de Ruiz de Velasco (organizador concertista y maestro) y
Nina Bustamante (primera tiple de ópera y primer premio del Conservatorio), todos

501
Diario La Rioja. 14-06-1908.

584
ellos riojanos. Esta no fue la única vez que Hipólito Rodríguez compañaba al piano a
esta cantante, ya que años más tarde, en 1907, dieron un concierto de voz y piano en los
salones del Círculo Logroñés. Como acompañante al piano de cantantes solistas hay que
señalar el concierto del tenor Mr. Charles Lamas en mayo de 1896, en el teatro
Principal.

En este mismo espacio se celebró en el mes de abril de 1905 un concierto a


beneficio del joven violinista logroñés Florentino Lacalle, quien interpretó obras con su
violín acompañado al piano por el maestro Hipólito Rodríguez. En este acto se
representaron además algunas comedias por aficionados de la localidad y participaron
otras agrupaciones musicales: el sexteto que dirigía el maestro Serrano, la rondalla del
señor Calleja, al cantador de jotas Pepe Lasanta, además de los bailes al final de la
velada por los niños Cruz Biain y Pilar Santos acompañados de la rondalla.

El 22 de julio de 1908, con la visita a Logroño de la infanta Isabel, se celebró un


concierto en el teatro Bretón de los Herreros que contó con la actuación de la señorita
Julita Campos, que cantó acompañada al piano por Hipólito Rodríguez. En este acto
participaron además la banda de Bailén y los pianistas Maguregui y Gessner tocando en
los pianos Erard del Casino.

Su éxito en el espacio teatral no fue únicamente como pianista, sino como director
de la orquesta del teatro, agrupación fundamental en la representación de zarzuelas,
cuyo director era Juan Uliverri y en otras ocasiones era llevado por la propia compañía
teatral. Durante la última década del silo XIX, Hipólito Rodriguez se encargó de dirigir
la orquesta con algunas de las compañías teatrales que actuaron en este espacio. Fue el
caso de la compañía cómico-lírica de Manuel Calvo en noviembre de 1891, la compañía
de verso de José Pérez para las fiestas de San Bernabé de 1892, la compañía de
zarzuela chica de los señores Echevarría y Lafita -tras dejar el papel de director el
maestro Ruiz- en el mes de abril de 1894 y la compañía de zarzuela dirigida por don
José Barta en el mes de marzo de 1895. Durante la actuación de esta compañía, merece
destacar la dirección de la opereta en tres actos Miss Helyett, por parte de Hipólito
Rodríguez, por su dificultad y la novedad que supuso para él, realizándolo con gran
maestría.

585
Para la inauguración de su cine, el señor Cazalilla en el mes de diciembre de 1907,
solicitó a Hipólito Rodríguez la dirección musical de un cuadro de zarzuela, que fue
interpretado por autores locales en el salón de las Columnas del teatro Bretón, también
denominado Salón Circo.

Asimismo tuvo un papel activo en la vida musical de las bandas de la ciudad,


actuando como jurado en los concurso de Bandas de Música. En el primero, celebrado
en el año 1895, Hipólito Rodríguez formó parte del jurado junto con don Luis Barrón,
don Ruperto Ruiz de Velasco, don Martín Ganuzas y don Blas Hernández, siendo
presidente el maestro Chapí. Trece años después, en el Concurso de Bandas de San
Mateo de 1908, don Hipólito Rodríguez fue nombrado de nuevo parte del jurado junto
con Luis Barrón, don Fermín Maguregui, don Carmelo D. Gessner, don Cirilo Tamayo
y don Martín Ganuzas.

De forma puntual fue cronista en prensa musical riojana, sustituyendo a Fray


Cirilo, cronista oficial de la sección musical del diario La Rioja en 1890, realizando la
crítica musical de la temporada de la compañía de ópera del señor Mazzi durante los
meses de agosto y diciembre del citado año.

Hemos hecho referencia a su faceta como compositor musical, siendo un autor


destacado de obras de diferentes géneros. Muchas de las obras compuestas por Hipólito
Rodríguez han sido encontradas en la Biblioteca Nacional de Madrid y se adjuntan en el
apéndice de este trabajo.

Obras para piano.


 Teresa. Tanda de walses.
Esta tanda de cuatro walses para piano, fue escrita para la inauguración del teatro
de Logroño. Además estos walses fueron premiados en la exposición de 1880 en la
ciudad. Hipólito Rodríguez quiso dedicárselos al Excelentísimo Marqués de San
Nicolás, entonces alcalde del Ayuntamiento de Logroño. La obra consta de una larga
Introducción, cuatro pequeños valses y una larga coda.

586
 María. Mazurka para piano y arreglo para guitarra.
Dedicada a la señorita María Lablanca, esta mazurka para piano, fue
posteriormente arreglada para guitarra. La compuso en 1881.

 Langreanas.
Langreanas: San Martín del Rey Aurelio, fue compuesta para voz y piano.
Antonio Hidalgo fue quien escribió la letra, arreglada de la canción popular con el
mismo título. La obra fue dedicada al sr. Don Héctor Nespral, alcalde de Sama de
Langreo. El texto dice:

Es tanta la violencia que lleva el ferrocarril


Que en hora y media se planta de Xixón a San Martín.
Hay una línea trazada, hay una línea trazada
Sube por Lieres arriba y atraviesa la collada.
Ese mandilín que me diste ayer
Ya lo recosí ya lo remendé.
Manolillo tu chaleco, resalado tiene el corte,
Dime con el pensamiento, en quién pensastes anoche.
A tu mandil échale un ringo, rango que me retumbe
L’agua l’arena que triste, se despide la mia morena.

En el mes de julio de 1889 el público riojano pudo disfrutar de la audición de la


habanera Pancho de Hipólito Rodríguez. No aparecen más detalles sobre esta obra.502

Zarzuelas.
 Logroño a vista de pájaro.
Esta revista cómico-lírica fue estrenada en abril del año 1886 en el teatro Principal
de Logroño. El libreto fue escrito por D. Juan José Chavarri, quien a su vez era actor de
la compañía que la interpretó el día de su estreno, la compañía del señor Calvacho. La
obra era una revista escrita sin pretensiones en la que sus autores sólo se habían
propuesto exhibir en escena algunos tipos característicos del país, objetivo
sobredamente conseguido por los autores.

502
Diario La Rioja. 21-07-1889.

587
 Los Triunviros.
Este boceto cómico-lírico en un acto, con letra del riojano Enrique Insausti, se
estrenó el 20 de marzo de 1890 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, en presencia de
los autores, que fueron llamados repetidas veces al palco escénico. El nombre original
del autor del libreto era Enrique López Marín de Insausti, comediógrafo y periodista
riojano, que escribió gran cantidad de sainetes, pasillos, juguetes cómicos y parodias de
zarzuela, entre las que destacan Los africanistas.

Durante los años posteriores a su estreno, esta zarzuela chica fue represtada en el
café del Siglo en dos ocasiones, los días 16 y 17 de julio de 1898 espacio transformado
en un café teatro.

De dicha obra se realizó un arreglo para voz y piano, algo muy frecuente en el
siglo XIX, al ser el piano el instrumento por excelencia del periodo romántico. La
partitura consta de cinco partes: Nº 1, Introducción; Nº 2, Terceto polka "Tenemos el
privilegio"; Nº 3 Romanza de tiple "El momento es oportuno"; Nº 4, Guaracha "En una
lancha a toda vela; Nº 5 Cuarteto vals, "Salud amigos míos".

 Tres tristes trogloditas.


El éxito de Los Triunviros fue importante, ya que un año más tarde se publicó la 2ª
parte de esta zarzuela, titulada Tres tristes trogloditas, trastada cómico-lírica en un acto
en la que colaboró en la música el maestro Gregorio Mateos y en la letra el mismo L.
Marín y E. Ayuso. De igual modo contamos con el arreglo para voz y piano de Tres
tristes trogloditas. Sus partes son: Nº 1, Introducción; Nº 2, El bando; Nº 3, Coro; Nº 4,
Escena de la Barraca; Nº 5 Couplets de los silbantes.

 Los dos coroneles.


El juguete cómico-lírico en prosa en un acto con texto de Francisco Fernández
Gómez y música del maestro Hipólito Rodríguez se estrenó en 1892 en el teatro
Principal con poco éxito. La causa no fue la obra sino la falta de ensayos y la poca
calidad de los intérpretes de la compañía de verso del señor José Pérez, además del
texto, que no se consideró apropiado para una música tan acertadamente compuesta por
Hipólito Rodríguez, a pesar de no ser considerada una de sus mejores obras.

588
A pesar de ser interpretada únicamente en una ocasión en el teatro Principal, los
dos coroneles fue interpretada seis años más tarde en el café del Siglo, convertido en un
teatro, durante el año 1898.

 El pariente de Ricla.
Este juguete cómico-lírico en prosa en un acto, con texto del riojano Florencio
Bello Sanjuan, fue interpretada en tres ocasiones en el teatro de Logroño. Su estreno
tuvo lugar en el teatro Principal de Logroño el 30 de marzo de 1897 por la compañía del
señor Guillermo Cereceda, coincidiendo con una función a beneficio del público. Un
año más tarde este juguete cómico-lírico fue de nuevo representado en el teatro por la
compañía del señor Bolumar durante su temporada en el teatro Principal en el mes de
marzo de 1898. En realidad fue un re-estreno al haber sido la obra transformada en
zarzuela. De nuevo coincidió el estreno con una función a beneficio, esta vez del tenor
riojano Moisés Iglesias. Durante la temporada se representó la zarzuela en dos
ocasiones, logrando un gran éxito en ambas.

 El mundo de mi mujer.
El estreno de este juguete cómico-lírico en verso no tuvo lugar en el teatro, sino
en el café-teatro del Siglo en el año 1896. El texto original fue escrito por Ramón Ortiz
y Beneyto.

 Maniobras.
En el mes de enero de 1906 se estrenó esta zarzuela en un acto y tres cuadros en el
teatro Bretón de los Herreros, por la compañía del señor Orozco el día en que se
celebrara la función a beneficio de éste. Una vez más, Hipólito Rodríguez compuso la
música para una obra cuyo libreto había sido escrito por Salvador María Granés,
comediógrafo, periodista y humorista madrileño, y Florencio Bello, escritor riojano.

 Alto… y alejamiento.
Este compositor riojano dio el salto a los teatros de Madrid, estrenando la zarzuela
Alto... y Alejamiento, con letra de los mismos escritores que la anteriormente citada
Maniobras, los señores Granés y Bello. Esta zarzuela fue estrenada en el año 1909 en el
Coliseo de la Flor de Madrid. Tenemos conocimiento de esta noticia por un telegrama

589
recibido de Madrid, en el que se detalla el éxito de Hipólito Rodríguez ante el público
madrileño: se repartieron entre grandes aplausos tres números y la obra figura en el
cartel del cine dicho, por partida doble.503

Música para bandas.


Destacamos algunas obrasde este autor que interpretaron las diferentes Bandas de
música de Logroño.

- Coronel, coronel, coronel. Pasodoble. Interpretado en dos ocasiones.


- Souvenir. Gavota. Interpretada en once ocasiones.

El pianista, maestro director y compositor, alumno premiado en la Escuela


Nacional de Música y declamación de Madrid, individuo de las Sociedades de Autores
Españoles y Francesa, Profesor del Convenio público en la sociedad cooperativa El
Obrero Español de Madrid y Director de la Escuela Municipal de Música de Logroño,
murió en el año 1936, a los 76 años de edad, dejando su impronta en nuestra ciudad y en
la capital, Madrid.

Fermín Maguregui
He tenido la posibilidad de realizar un estudio exhaustivo de la vida este autor,
hasta su muerte en el año 1964, al contar con toda la información aportada por su nieto,
Fernando Maguregui, que vive actualmente en Logroño.

Fermín Maguregui nació en Logroño el 14 de Mayo de 1878. Hijo de Román


Maguregui Nájera y Bibiana Calero Ulargui, tenían su domicilio en Logroño, calle
Colegio Nº 28, 2º piso.

Su nombre verdadero era Bonifacio, pero como homenaje al mayor de sus


hermanos, que murió con seis meses de edad, quiso denominarse artísticamente Fermín
Maguregui, siendo este el nombre con el que firmaba sus artículos y partituras.

503
Diario La Rioja. 20-01-1909.

590
Fue el tercero de siete hermanos: Fermín (1874-1875), Elena (1876-1890),
Bonifacio (1878-1964), María Ángeles Eleuteria (1881-1882), Ana María (1882-1882),
Donato (1884), Alejandro (1887-1892). Todos sus hermanos murieron muy jóvenes.
Con ellos vivían Ángel Calero Ulargui, hermano de su madre y dos sirvientas: Teresa
Crespo Ortigosa, de Navarra y Loreto Grijalba, de Fuenmayor.

Cursó sus estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza de Logroño, hoy I.E.S.


Práxedes Mateo Sagasta, desde 1888 hasta 1893, obteniendo notas de Bueno, Notable y
Sobresaliente. Los mejores resultados los obtuvo en las asinaturas de Historia de
España, Lengua Francesa, Física y Química y Agricultura.504

Fermín Maguregui contrajo matrimonio con Cristina Ulargui Jiménez, hija de


Saturnino Ulargui Ochoa y prima de la madre de Fermín. Fue entonces cuando pasó a
vivir en la calle del Carmen nº 10. Ambos comenzaron a pasar parte del verano en
Santander y San Sebastián, ciudades en las que asistía a todos los acontecimientos
musicales del verano. Fue por ello que, en el año 1902, el director del periódico La
Rioja, Francisco Martínez Zaporta, nombro a Fermín Maguregui crítico musical de
dicho periódico en San Sebastián.

504
Expediente personal extraido del Archivo Histórico Provincial.

591
Como buen músico romántico, Fermín Maguregui se preocupó por los asuntos
intelectuales, siendo un artista muy versátil. Fue gestor, banquero, comerciante, político,
presidente de la cámara de comercio y concejal del Ayuntamiento de Logroño, función
que compartió con su padre Román, además de otros miembros de la familia
Maguregui-Ulargui, por el Partido Republicano, del que Román Maguregui llegó a ser
presidente durante el año 1910. La política y la música se unieron en su labor, al formar
parte de la comisión de festejos del Ayuntamiento, a la vez que se dedicó a la
composición musical, la vida concertística, el piano, la crítica y la gestión musical.

Fue a partir de los primeros años del siglo XX cuando Fermín Maguregui
comenzó a formar parte activa de la vida musical de la ciudad del Logroño. En el año
1906 se celebró el segundo concurso de bandas de Logroño, durante las fiestas de San
Mateo. El señor Maguregui formó parte del jurado de este concurso, junto con don Luis
Barrón, don Carmelo Díez Gessner, don Hipólito Rodríguez, don Cirilo Tamayo y don
Martín Ganuzas.

Tuvo especial protagonismo durante estos años como intérprete al piano, junto
con su compañero Carmelo Díez Gessner. Ambos fueron miembros activos de la vida
musical logroñesa de la época, dando conciertos sobre todo en los salones, como el
Gran Casino o el Círculo Logroñés, el teatro Bretón y posteriormente en el recién
creado Centro Artístico, en los que se celebraron veladas artísticas propias del
Romanticismo, donde literatura y música se unían para deleitar a las capas altas de la
sociedad. En estas veladas musicales, Fermín Maguregui interpretó diferentes obras al
piano, junto con otros dilettanti de la ciudad, como las señoritas Clavijo, Notario y
García al piano, los señores Zubía y Calvo a la guitarra. Los programas incluían obras
de variados géneros y estilos, como podemos observar en el programa del concierto a
dos pianos por los dilettanti señores Maguregui y Gessner en el Círculo logroñés en
noviembre de 1908. 505

PRIMERA PARTE
Concierto en Do menor. Allegro - Adagio – Allegro. J. S. Bach.
Valses romantiques. Chabrier.
Le ronet d’ Omphale. Saint Saëns.

505
Revista Rioja Ilustrada. 07-09-1908.

592
SEGUNDA PARTE
Romanza. E. Grieg.
Danse macabre. Saint Saëns.
Pas de Cymbales. Chaminade.

El citado Centro Artístico se constituyó en Logroño en diciembre del año 1906,


gracias al entusiasmo de aficionados como Maguregui y con la intención de culturizar a
la sociedad de Logroño. En sus comienzos fue tesorero de dicha sociedad de conciertos
y el 1908 pasó a ser el presidente de la misma.

En el año de su creación, el Centro Artístico encargó a Maguregui y Gessner un


pasodoble, que por primera vez se interpretaría en el Coso Blanco, espacio en el que
tenían lugar las principales celebraciones de las fiestas de San Mateo –fiestas locales,
del 20 al 26 de septiembre-. Ellos satisficieron los deseos de la sociedad, componiendo
Coso Blanco, un pasodoble de marcado sabor flamenco, español puro, obra que
posteriormente fue instrumentada por un excelente músico de Valencia. instrumentó
posteriormente dicha obra musical. La obra original ha quedado analizada en el capítulo
7, donde se realiza un estudio a fondo de ella.

Además, en su función de sociedad, en el Centro Artístico se crearon en enero de


1908, comisiones especiales para que, de acuerdo con la directiva, organizasen las
veladas teatrales y grandes conciertos, siendo Maguregui el presidente de la comisión de
conciertos. Esta comisión fue la encargada de dinamizar la vida filarmónica de Logroño,
siendo Maguregui quien se puso en contacto con el director de la orquesta de Pamplona
y el presidente de la Filarmónica de Bilbao para que dieran conciertos en la capital
riojana. Incluso se atrevió a intentar traer a la Filarmónica de Berlín, la primera del
mundo, que dos años antes había venido a Madrid y Bilbao –únicas dos capitales de
España donde se había dejado oír- dirigida por Nikisch, a quien sustituía Strauss.
Maguregui se puso en contacto con Strauss para que, aprovechando que esta orquesta
alemana venía a Bilbao, viniera también a dar un concierto en Logroño. Sin embargo,
finalmente esto no fue posible, al considerar excesivo el presupuesto. Podemos
considerar de un gran interés y esfuerzo los intentos de Maguregui, a pesar de las
dificultades económicas de una sociedad de capital de provincias en un entorno poco
propicio para el desarrollo de la música sinfónica.

593
A pesar de ello, sí que logró Maguregui que dieran conciertos en el teatro Bretón
de los Herreros de Logroño, dos agrupaciones de cámara: el Cuarteto Francés de la
Corte y el Doble Quinteto de París, en el año 1908, así como la Orquesta Filarmónica de
Madrid del maestro señor Arbós. Maguregui se ocupó de proponer una rebaja en el
precio de las localidades para los socios del Centro Artístico, quedando el precio de la
entrada fijado a 5 pesetas. Gracias a la influencia de Fermín Maguregui, el programa del
concierto incluyó obras de diferentes estilos y géneros musicales para agradar a los
diferentes tipos de público logroñés, desde los menos cultivados en materias musicales
hasta los iniciados más exquisitos.

Él mismo cuenta en un artículo de prensa cómo, a su paso por Zaragoza se enteró


de que el Cuarteto Checo daba un concierto en el teatro Principal para los socios de la
Filarmónica de Zaragoza. Bastó su sola condición de socio del Centro Artístico y
Filarmónica de Logroño para obtener una tarjeta de invitación a dicha fiesta musical. En
dicho artículo Maguregui comenta el concierto, por lo que observamos que, a efectos,
no sólo fue redactor musical del periódico La Rioja en San Sebastián, sino también
redactor de todos los acontecimientos musicales a los que tenía el placer de asistir.

En el Centro Artístico no sólo tuvieron lugar conciertos, sino que el propio


Maguregui instalaba un gramófono, algo moderno para la época, para que los socios
pudieran disfrutar de obras musicales que no se habían interpretado en Logroño y como
un medio de educación musical. Dos de las obras que se escucharon en el gramófono
instalado por Maguregui fueron Rigoletto y Tosca, interpretadas el 22 de enero de 1908
en el teatro Real de Madrid, por los artistas Anselmo y Titta. Gracias a la audición de
gramófono proporcionada por Fermín Maguregui, los ciudadanos logroñeses pudieron
disfrutar de sus voces en una función de sociedad celebrada en dicho centro.

La posibilidad de escuchar discos en gramófonos la ofrecía la Casa Maguregui, un


gran almacén donde se vendía “de todo” y que tenía vendedores que se recorrían la
zona. Allí, los clientes en el depósito de la Compañía del gramófono en Logroño,
podían oír los discos que estuviesen disponibles, de los más afamados artistas, como
Caruso. Asimismo se les ofrecía la oportunidad de comprar los discos y gramófonos.
Entendemos así que Maguregui fue un magnífico gestor y una personalidad importante
en la vida musical logroñesa.

594
En 1910 continuaba su función como presidente del Centro Artístico a la vez que
era concejal del Ayuntamiento, tomando parte en las reuniones de la Comisión de
Festejos. Así podemos ver como fue uno de los impulsores de la famosa entonces
“Fiesta de la Jota”, que se celebró todos los años desde 1902 en las fiestas de San
Mateo. Se trataba de un certamen de rondallas, cantadores y bailadores de la jota que
tenía lugar en el Teatro Bretón de los Herreros. El espectáculo tenía dos partes,
otorgando tres premios a cada una. La primera era un certamen regional en el que
podían tomar parte los residentes de la región Zaragoza, Navarra, Álava y Logroño,
siendo los premios los que se indican.

- Rondallas: primer premio 300 pesetas, segundo 100 y tercero 50.


- Cantadores de jota: 125 pesetas, 50 y 25 respectivamente.
- Parejas de baile: 150, 75 y 25 pesetas.

En la parte local participaban cantadores y bailadores, siendo los premios los que
se adjuntan.

- Cantadores.
- Accesit, mención honorífica.
- Bailadores.
- Accesit, mención.

El jurado estaba formado por personalidades riojanas relacionadas con el mundo


artístico y literario como don Miguel Salvador, don Felipe Calleja, don Amós Salvador,
don Benito García, don Manuel Zaldivar y don Ricardo Vallejo.

A pesar de no haber ejercido de profesor de música, Fermín Maguregui dio gran


importancia a la educación musical, considerándola como parte integrante de la
enseñanza primaria, es de gran trascendencia bajo varios aspectos que afectan en lo
psicológico y en lo moral a la formación de inteligencias predispuestas a la vida de un
arte agradable compenetrado con tendencias cultas y progresivas. Así lo refleja en su
artículo “Cultura musical en el obrero”, publicado el 1 de Mayo de 1912 en el primer
número del periódico El 1º de Mayo, dedicado a la federación obrera. En este artículo

595
hace referencia a las asociaciones corales, en las que el adolescente podría ingresar con
facilidad tras tener una preparación musical elemental. Se refiere concretamente a los
famosos Coros Clavé, creados por el maestro y sociólogo de la Coral musical obrera
Anselmo Clavé. Según Maguregui, el ejemplo y las enseñanzas de Clavé debían
repercutir en el obrerismo español para hacer propagar entre sus asociados la
inclinación por los Orfeones y Coros. En ellos se logra estrechar la unión de
compañeros, los entendimientos desgastados en el penoso trabajo manual, obtienen una
preparación, un descanso en el espíritu del arte, que encalma los embates de la vida
cotidiana. Estas palabras de Maguregui nos hacen ver la importancia que daba a la
educación musical. Así nos lo han hecho ver sus nietos, a quienes llevaba a todos los
conciertos musicales que se daban en la época en Logroño.

Tenemos datos de su vida posterior a la Bella Época gracias a la información


proporcionada por su nieto, quien corroboró la faceta de dilettanti y melómano musical
de Fermín Maguregui, a quien en los años cuarenta le gustaba ir al Palacio de la música
de Madrid, donde todas las noches de los viernes tocaba la Orquesta Nacional. Este
concierto se repetía los domingos por la mañana para la gente sin posibilidades
económicas, pero Fermín Maguregui asistía los viernes. Iba vestido de frac y se
colocaba entre los músicos porque, según él, así era como mejor se escuchaba la
música. Hemos de saber que allí era conocido por todos, pues lógicamente, de no ser
así, no le dejarían realizar tan curiosos actos.

En el año 1950 tuvo lugar la inauguración del órgano de la iglesia del Buen Pastor
de Logroño, a la que asistieron los mejores organistas de la zona Norte, como el alavés
Jesús Guridi. En aquella fiesta también Maguregui interpretó al órgano una pieza de
Cesar Franck, su compositor favorito, por considerarlo el mejor orquestador. Fermín
Maguregui hasta los setenta años de edad, acudía a Alicante durante dos meses de
invierno, para asistir a la temporada de conciertos.

Muestra de lo mucho que compartió su aficción musical con otros músicos


coetáneos es la partitura manuscrita por Basilio Miranda, Viva La Rioja, un pasodoble
que fue dedicado sinceramente a mi distinguido amigo Don Fermín Maguregui.

596
Murió el melómano en el año 1964, a los 85 años de edad, viviendo la música en
profundidad, asistiendo a conciertos por toda España, inculcándola a los ciudadanos,
interpretando obras al piano y orquesta además de ser un gran compositor. Se detallan a
continuación las obras compuestas por Fermín Maguregui.

 Zoa.
Fermín Maguregui dedicó este vals para piano a su esposa la señorita Cristina
Ulargui en el año 1903 y posteriormente se realizó un arreglo para banda que fue
interpretado en el paseoPrícipe de Vergara por la Banda de Bailén. He realizado un
análisis exhaustivo de esta partitura en el capítulo 7 de este trabajo.

 Maitechu.
Se trata de un pasodoble para banda del que se conserva el manuscrito las
particellas de cada instrumento, además del guion general de la partitura. Se conservan
incluso algunos manuscritos diferentes para un mismo instrumento, muestra de las
pruebas que hizo hasta dar con la obra completa de Maitechu (Maria teresa, según lo
traduce en una de sus páginas manuscritas).

Los instrumentos que forman esta partitura para banda sinfónica son: flautín,
flauta, oboe, clarinete 1º, clarinete 2º, clarinete 3º, requinto, saxofón alto en Mi b y
saxofón alto 2º en Mi b, saxofón tenor en Si b, saxofón barítono, saxofón barítono en Si
b, saxofón Barítono en Mi b, bugle o fliscornio 1º, bugle 2º, trompa 1ª, trompas 2ª y 3ª,
trompeta 1ª en Si b, trompeta 2ª, trombón 1º, trombón 2º, trombón 3º, bombardino 1º,
bombardino 2º, altos Mi b 1º, Mi b 2º y 3º, bajo en Do , contrabajo en Mi b, contrabajo
en Si b, caja y timbales.

El melómano Fermín Maguregui colaboró con todo ello a la difusión de la música


en la sociedad provinciana de Logroño a través de diferentes ámbitos: la crítica, la
composición y la vida concertística. El que comenzó siendo gestor, banquero y
comerciante, logró acercar la música a la sociedad riojana gracias a sus artículos
periodísticos, composiciones para piano, venta de discos y gramófonos y,
especialmente, a los contactos mantenidos con sociedades sinfónicas no sólo de la
capital española, sino también de algunos países europeos, musicalmente más
avanzados entonces que el nuestro.

597
Carmelo Díez Gessner
Nació en Logroño el 6 de Abril de 1883. Hijo del médico Pedro Díez Marcilla
(nacido en Calahorra) y Luisa Gessner Mateo (nacida en Madrid). Carmelo fue el mayor
de tres hermanos: Antonio (1888) y Jesús (1889). Su abuela materna, Matilde Mateo
Irada, de Madrid, era viuda y vivía entonces con ellos en la Calle de Soria nº 20, en
Logroño. También vivían con ellos dos sirvientas: Casilda Ruíz Lorente, de Pamplona e
Isabel Hernáez Álvarez, de Sotés.

Carmelo Díez Gessner fue un compositor, pianista y un concertista que tuvo un


gran protagonismo en la vida musical de Logroño, especialmente en las asociaciones.
Dio numerosos conciertos al piano en el Teatro Bretón de los Herreros, el gran Casino,
el Círculo Logroñés y el Centro Artístico, en numerosas ocasiones junto con Fermín
Maguregui, además de otros aficionados riojanos como el joven barítono y cantador de
jotas Pepe Lasanta. Los programas de estos conciertos han quedado reccogidos en el
anexo de este trabajo.

Como socio del Centro Artístico, Gessner participó en numerosos actos que allí se
celebraron. La velada de inauguración de esta sociedad de conciertos, en enero de 1907,
corrió a cargo del compositor y pianista, junto con una sesión de poesías y audiciones
fonográficas organizadas por Maguregui. Es esta sociedad, Gessner y Maguregui
tocaron el piano a cuatro manos, a veces acompañados de la orquesta del centro. A lo
largo de los primeros años tras su creación, fueron varios los conciertos del pianista
Gessner en el Centro Artístico.

Además, formó parte de la Comisión de Conciertos creada en 1908 en esta


asociación, de la que su amigo Maguregui fue presidente. Formaban parte de esta
comisión, además, don José María Zubía, don Felipe Redal, don Santiago Sáenz y don
Cirilo Tamayo.

No podemos olvidar su papel como jurado en el concurso de bandas que se


celebró en septiembre de 1906, junto con don Luis Barrón, don Fermín Maguregui, don
Hipólito Rodríguez, don Cirilo Tamayo y don Martín Ganuzas.

598
A su papel de pianista concertista se unió la de compositor, destacando la
siguiente relación de obras, cuyas partituras se adjuntan en este trabajo. Sobre La Goya
y Coso Blanco se ha realizado un análisis en el capítulo 7 de este trabajo.

 Saludo a Alemania.
Compuso Saludo a Alemania, una tanda de walses para piano, que dedicó a su
buen amigo Manuel Zaldívar Rozas. La obra consta de una introducción de 33
compases, cuatro valses y una coda final, todo ello en compás ternario ¾. Esta obra fue
interpretada en seis ocasiones por las bandas de música de Logroño en los habituales
conciertos del paseo.

 La Goya.
Estrenada en el teatro Bretón de los Herreros el 25 de Septiembre de 1911, para
las fiestas de San Mateo, hemos encontrado manuscrita su obra, La Goya, una jota para
piano que analizamos en la última parte de este trabajo.

 Coso Blanco.
Coetáneo y amigo de Fermín Maguregui, no sólo dieron conciertos juntos, sino
que compusieron un pasodoble que les encargó el Centro Artístico y que se interpretaría
por primera vez en el Coso Blanco el 10 de septiembre de 1908 y que posteriormente
sería instrumentado por un músico de Valencia. El título procede del lugar en el que fue
estrenado: el Coso blanco de Logroño.

Hermenegildo Uliverri
Nacido en Logroño el 12 de abril de 1869, era el segundo de cuatro hermanos:
Benigna, cuyo nombre artístico era Eulalia (1868), Hermenegildo (1869), Severo (1878)
y Federico (1870).

Hermenegildo (1869), Benigna (1868), Severo (1878) y Federico (1870), hijos de


Don Juan Uliverri Castellanos y de Dña. Nicolasa Ganchegui Litamendi, eran los
nombres de los cuatro hermanos de la familia Uliverri. Mientras el pequeño, Federico,
fue militar en la ciudad de Burgos, los tres mayores dejaron su impronta en la capital
riojana con sus diferentes facetas musicales. Sus cualidades procedían de su padre, Juan
Uliverri, que fue el director de la orquesta del teatro Principal de Logroño. La familia

599
tenía su domicilio en la calle Abades (hoy primer tramo de la calle Sagasta), número 4,
2º piso. Dedicamos este apartado a Hermengildo, profesor y compositor, y trataremos
sobre de sus hermanos en el capítulo dedicado a los intérpretes riojanos.

Este músico de familia de músicos destacó en la educación musical, además de la


dirección de un sexteto de cuerda y la composición de algunas obras musicales.
Especializado en el violín, solicitó la plaza de profesor de la Academia Municipal de
Logroño al renunciar en el año 1902 el profesor Juan Fabre a su plaza de instrumentos
de cuerda para trasladarse a Santander, donde era mejor pagado. Hermenegildo Uliverri
se presentó para optar a esta plaza a la vez que lo hizo Vicente Fabregat. Puesto que era
necesario un profesor de cuerda y de aire, la ponencia opinó que ya que los dos
aspirantes poseían conocimientos cada uno en su clase de las dos mencionadas, la
cantidad de mil quinientas pesetas de sueldo anual que tenía asignado el señor Fabre,
podía distribuirse por iguales partes entre los señores Fabregat y Uliverri, y nombrar al
primero profesor de la Academia Municipal de Música de aire y al segundo con igual
categoría de la de violín. Pero a condición de que los referidos cargos habían de ser
desempeñados interinamente hasta ver los resultados que se obtienen. De este modo se
amplíaba el arte de la música y se veían complacidos, en parte, los peticionarios sin
menoscabo de los intereses municipales.

Dos años más tarde, en 1904, Vicente Fabregat solicitó que se le concediera la
plaza de profesor de instrumentos de viento-madera, a la que recientemente había
renunciado el profesor D. Vicente Fabregat, que se había trasladado a residir a Castellón
de la Plana. Hermenegildo Uliverri se comprometió, si se le concedía la plaza, a dar
lecciones de solfeo, además de en la Academia, en las Escuelas Públicas de Logroño en
las horas y condiciones que el Ayuntamiento deseara, ya que el solfeo era la base que
los niños podían obtener para después dedicarse a cualquier clase de instrumento.
También se ofreció a dar clases de taquigrafía, que tan necesaria podía ser a los niños a
la vez que decía mucho a favor de los municipios que como el de Logroño procuraban
la ilustración de sus administrados. Por ello suplicó que se le concediera la plaza íntegra
de profesor de violín con el haber anual de mil quinientas pesetas y la obligación de
enseñar solfeo y taquigrafía a los niños de las escuelas públicas en las horas y
condiciones que el Exmo. Ayuntamiento ordenara. Sin embargo, esta última opción no
fue posible, quedándose Uliverri únicamente como profesor de instrumentos de cuerda

600
de la Academia Municipal de Logroño y siendo la plaza de instrumentos de viento para
Anastasio Aizcorbe Judartcon.

Como profesor de la sección de cuerda, además de las clases de la Academia,


Uliverri organizó pequeños conciertos para celebrar algunas festividades. Fue el caso de
las fiestas de Santa Cecilia del año 1903, en las que los alumnos de la sección de cuerda
de la Academia municipal, conmemoraron la festividad de su patrona, celebrando una
misa rezada a las once, en la iglesia de Palacio, durante la cual ejecutaron piezas
musicales, reuniéndose a tomar café y pastas en casa de su director Hermenegildo
Uliverri.

En el año 1902, al pasar a ocupar la plaza de instrumentos de cuerda a la que había


renunciado el profesor Juan Fabre, asumió también la dirección del Sexteto Fabre que
aquél dirigía. El nombre del sexteto se mantuvo, a pesar de que Juan Fabre se había
trasladado a Santander. Este sexteto amenizó las veladas en los café de Logroño
durante la primera década del siglo XX, interpretando algunas obras compuestas por el
propio Uliverri. He aquí algunas de estas obras:

- Cobeño. Pasa-calle. H. Uliverri.


- (1º) Ilusión (2º) Pura. Danzas. Uliverri.
- El eléctrico. Pasodoble. H. Uliverri.
- Pura. Danza. Uliverri. H.
- ¡Olé! Pasodoble. H. Uliverri.
- El improvisado. Pasodoble. Uliverri. H.
- El juramento. Introducción y vals. H. Uliverri
- Vis a Vis. Polka. H. Uliverri.

El sexteto también actuó en actos civiles como la serenata con la que obsequiaron
al propagandista republicano don Francisco Zuazo con el motivo de su triunfo en las
elecciones de mayo de 1906.

Hermenegildo Uliverri fue además violín del Teatro Variedades, un espacio de


corta vida en el que se representaron pequeñas zarzuelas y otro tipo de obras durante los
años 1903 y 1904. A este violinista tuvo que recurrir la empresa del Bretón de los

601
Herreros al necesitar un concertino mientras actuaba la compañía de zarzuela de
Bellber, Soucasse y Contreras en enero 1904.

Destacó además como compositor, con su fantasía para piano Admiración,


dedicada a las hijas del Gobernador Civil. En la dedicatoria de esta obra hacía constar
que el título nacía de la admiración que despertaban las hijas Nena y Chunga, que era
como familiarmente se las llamaba. El estreno de esta fantasía para piano tuvo lugar el
27 de junio de 1906 en los jardines del Gobierno. Junto con esta fantasía, interpretó la
habanera Nena y Chunga, compuesta también por él y dedicada a estas bellas damas.
Posteriormente esta obra compuesta por el profesor de violín don Hermenegildo
Uliverri, fue entregada a las hermosas hijas de la primera autoridad civil. La obra
musical iba en un precioso pergamino, constituyendo un delicadísimo trabajo de
caligrafía que honró a don Ildefonso Moreno. La obra se estrenó en las habitaciones
particulares del señor gobernador.

Ruperto Ruiz de Velasco


Aunque es en la ciudad de Zaragoza donde este músico realizó su mayor
actividad, volvió a su Rioja natal en algunas ocasiones durante el periodo estudiado, y
he considerado importante citarlas aquí. Nació en Calahorra en 27-4-1858 y murió en
Zaragoza el 9-4-1897, a los 39 años de edad.

Este crítico y musicógrafo calagurritano, estudió Bachillerato en Logroño,


pasando en agosto de 1874 a Zaragoza, a estudiar Música y Filosofía y Letras. Por ello,
su vida artística se centra en Zaragoza, donde fue un gran activador de la vida musical
de la Universidad y de la propia ciudad. Colaboró con la fundación de la Escuela de
Música de la que fue su primer director y profesor de Piano, Canto y Estética Musical.
Ejerció la crítica musical en el Diario de Avisos. Allí fue profesor auxiliar de la Facultad
en la asignatura de Griego e incansable animador musical dentro y fuera de la
Universidad. En 1890 colaboró activamente en la fundación de la Escuela de Música y
fue su primer director, así como profesor de piano, canto y estética musical. Además
participó en prácticamente todos los acontecimientos musicales de la Zaragoza de
finales de siglo (sociedades de cuartetos, de conciertos, etc.) y fue director de las
orqeustas de los teatros Principal y Goya.

602
Durante la década de 1880, Ruperto Ruiz de Velasco pasaba algunos veranos en
Logroño con su familia, deleitando a los logroñeses con sus veladas al piano en el salón
del Círculo Logroñés. En algunas ocasiones le acompañaba al armónium el Sr. Luis
Barrón. Las veladas concertísticas a cargo de este concertista de piano fueron muy
apreciadas por los riojanos durante los meses de verano, en lo que la actividad musical
decaía en la ciudad de manera considerable.

Ruperto Ruiz de Velasco acudió a Logroño en diferentes ocasiones, como el


festejo dedicado a Sagasta en agosto de 1890, que se celebró con una función de gala en
el teatro. En este acto, además del concertista y maestro Ruiz de Velasco, se contó con
el profesor, pianista y compositor Hipólito Rodríguez y la primera tiple de ópera y
primer premio del Conservatorio Nina Bustamante.

Seis años más tarde, en septiembre de 1896, acudió a formar parte del jurado del
concurso de bandas que se celebró durante las fiestas de San Mateo. El presidente de
este jurado fue Ruperto Chapí y el resto de componentes don Luis Barrón, don Martín
Ganuzas, don Blas Hernandez y don Hipólito Rodríguez.

Como buen músico romántico, compartió su labor concertística con la de


compositor, destacando un gran listado de obras en su repertorio. Se adjuntan en el
anexo las partituras de algunas de ellas.

Música escénica:
 El premio mayor.
Este juguete cómico-lírico en verso y en un acto, con texto de Juan Colom, fue
estrenado el 22 de diciembre de 1884 en el teatro Principal de Zaragoza.

 El trovador de Belchite.
Este apropósito lírico en verso y en un acto, con texto de Juan Colom, se estrenó
en diciembre de 1884 en el teatro Principal de Zaragoza.

 La Sorpresa.
Estrenada en el teatro Goya en 1882.

603
 Patricia y Compañía.
Estrenada en el teatro Principal de Zaragoza en 1884.

Obras para voz y acompañamiento.


 El primer baile.
Se trata de un monólogo para tiple y acompañamiento de orquesta con letra de
Rafael Castro, estrenado en el año 1891 en el teatro Principal de Zaragoza.

 Plegaria a la medalla milagrosa.


Obra a tres voces, solo y duo, con acompañamiento de piano. 1895.

 Cantos populares de España. La jota aragonesa.


Se trata de un libro que comienza con una instroducción sobre los cantos de
España, luego aborda el estudio crítico y descriptivo de la jota y se cierra con 53
cantares. Conservamos una de las jotas escrita para voz y piano en compás de 3/8 y
tiempo vivo, que se adjunta en el apéndice de este trabajo.

Ruperto Ruiz de Velasco entregó esta obra a S.A.R. la Sra. Infanta Dª Isabel de
Borbón el 24 de Enero de 1892, con intención de que la presentase en la exposición
musical de Viena que se celebraba ese año.

Obras para piano:


 Guayaba.
Guaracha para piano. 1886.

 Apeles y Terpsícore.
Dedicada al Círculo de Bellas Artes de Zaragoza y compuesta expresamente para
el gran baile de máscaras que celebró este círculo en el Teatro Principal de la ciudad
aragonesa, en el año 1894. Se trata de una tanda de valses formada por una Introducción
en compás de 6/8, cuatro valses y una coda final en ¾. Se adjunta la partitura.

604
 Bailables para piano.
De esta obra conservamos la mazurka Rosario, dedicada a la señorita Rosario
Lasso de la Vega.

 Pandereta. 1895.
 Ausencia.
 Ilusión.
 Primera impresión.

Ruperto Ruiz de Velasco compuso algunas pbras para agrupaciones de cámara,


que fueron interpretadas por agrupaciones instrumentales de Logroño. Es el caso de
Ilustración, gavota, interpretada por el Sexteto con el pianista Antonio Serrano, en el
café del Siglo durante el verano de 1894; Guaracha, interpretada por la Banda del
Regimiento de Burgos, en el Paseo Príncipe de Vergara en numerosas ocasiones; tres
obras que fueron interpretadas por la Banda del Regimiento de Bailén en sus veladas en
el paseo del Espolón: las mazurkas Soleá y Celestial y el tango Un beso.

Dentro de su producción musicográfica destacan:


 Lo que la música ha sido y es en España. Zaragoza, 1890.
 Domingo Olleta. Zaragoza, 1890.
 Cantos populares de España. Zaragoza, 1892.

Otro de sus escritos sobre el tema de la jota, que presentó a los Juegos florales de
Calatayud, le valió ganar la Orden de Carlos III.

6.2. CANTANTES

Los hermanos Uliverri


Hemos hecho referencia a esta familia de músicos, hijos del director de la
orquesta del teatro, don Juan Uliverri Castellanos. Al violinista y compositor
Hermenegildo Uliverri, le siguieron sus hermanos Eulalia y Severo, tiple y barítono
respectivamente.

605
Se trataba de una familia de clase acomodada cuyos miembros eran asociados de
la sociedad Lírico-dramática de El Liceo, considerada una asociación de carácter
cultural y recreativo en la que los hijos de sus socios aficionados formaban parte de las
compañías que actuaban en el teatro. Demostraton así el gusto por lo teatral, formando
parte de la compañía de aficionados denominada “El Renacimiento” que se creó en
1890 y que actuaban en este teatro representando conocidas piezas de teatro por horas.

Juan Uliverri Castellanos, el padre de familia, destacó por dirigir la orquesta del
teatro Principal de Logroño. Esta orquesta, además de ser protagonista en el teatro,
también lo fue de algunas veladas en los cafés de la ciudad. Tenemos además constancia
de que compuso un pasodoble titulado Lebrel, que fue interpretado durante 1892 en dos
ocasiones en las veladas del café de Colón por el sexteto del profesor Dimas Varea.

Sus hijos heredaron sus cualidades musicales. La mayor, Benigna, cuyo nombre
artístico fue Eulalia Uliverri, había comenzado a interpretar zarzuelas en el teatro Liceo,
como hija de socio aficionado que formaba parte de la compañía teatral que actuaba en
este teatro. Años más tarde, en 1898, triunfó en Madrid al ser una de las siete u ocho
primeras tiples que constituían la compañía organizada para el teatro Príncipe Alfonso,
junto con la conocida tiple harense Lucrecia Arana.

En 1900 debutó en el teatro Principal con la compañía de zarzuela de los señores


Mariano Taberner y Valentín García, como tiple en La revoltosa y La czarina.el
siguiente paso importante de su carrera lo dio dos años más tarde, en 1904, al ser
contratada para actuar en el teatro Novedades de Madrid. Fue en 1909 cuando dio el
gran salto al triunfar en el Teatro Martín de Madrid. Eulalia era el alma del teatro
Martín, en el que lució sus espléndidas facultades de cantante, puso al servicio de las
obras sus méritos de artista, y consiguió imponerse, asegurando una larga temporada
tras otra, con lo que ayudó a levantar ese teatro madrileño, en el que fracaban todas las
empresas que intentaban resucitarlo. Estando Eulalia Uliverri como tiple principal en
este teatro, fue admitida la zarzuela El Arrierito, original del joven riojano, Felipe Peña
Moral en el año 1909.

El tercer hijo de Juan Uliverri, tras la tiple Benigna y el violinista, profesor y


compositor Hermenegildo, fue Servero Uliverri, barítono. Comenzó participando en los

606
actos y veladas musicales que se celebraban en el teatro de Logroño, destacando en
1911 la interpretación del monólogo A mi pueblo, escrito expresamente para él por don
Ramón de Castro, y que se presentó a en una función benéfica en el teatro Bretón de los
Herreros. Pero su mayor éxito lo tuvo, al igual que su hermana mayor, en los teatros de
Madrid. Así lo cuenta fray Cirilo en el diario La Rioja en 1909: 506

Tan poco frecuente es hallar en los teatros que explotan el género chico
verdaderos cantantes, que Eulalia y Severo Uliverri son dos mirlos blancos, que el
público de Madrid aprecia en lo que valen.
Ella, una tiple dramática de fuerza, de voz extensa y bien timbrada que maneja a
su antojo. Él, un buen barítono, de voz potente y agradable, que canta con gusto y
buena escuela. Son dos hermanos que en el mundo teatral colocan muy alto el nombre
de La Rioja.

Julia Campos
Flora Santa María Campos (Logroño 1889 - Alicante 1915), se hacía llamar Julita
Campos, aunque algunas noticias de prensa aluden a ella como Julia Santamaría o Julia
S. Campos. Desde niña fue proclamada una gloriosa esperanza en el bel-canto que había
tomado lo bueno que poseían las tiples que habían desfilado por Logroño, pero sus
padres no tenían recursos para darle carrera. Tampoco la Diputación ni el Ayuntamiento
tenían entonces medios para subvencionarla, por lo que tuvo que trabajar en numerosas
compañías de zarzuela, durante su corta vida, para salir adelante.

A lo largo de los años de la Bella Época dio conciertos con el Orfeón Logroñés y
acompañada al piano por el Maestro Hipólito Rodríguez y su discípula y pianista,
además de compositora Concha Notario, y figuró en listas de concertistas junto con el
violinista polaco Paul Kochanski. En el año 1903 logró el número 2 para su entrada en
el Conservatorio de Madrid, ciudad en la que fue muy bien acogida.

Julia Campos llegó muy lejos, actuando en 1906 en Buenos Aires, ciudad en la
que recibió grandes elogios tras debutar con las zarzuelas del maestro Caballero El cabo
primero y La viejecita en el año 1906.

506
Diario La Rioja. 03-09-1909.

607
Su nombre apareció con frecuencia en los elencos de las compañías de zarzuela
que actuaron en el Teatro Bretón de los Herreros durante la primera década del siglo
XX. En estas actuaciones, e realizaron varios beneficios de Julita Campos en el teatro
Bretón, lo que nos muestra las dificultades económicas por las que pasó esta zarzuelista.
Una de sus interpretaciones destacadas fue su interpretación de la cavatina de Lucía, con
la compañía cómico-dramática Ruiz de Arana en febrero de 1903. Dos años más tarde
se le contrató para alternar con tiples de renombre en uno de los principales teatros de
Andalucía, donde debutó en 1905. Este mismo año formó parte del elenco de la
compañía de Simonetti y Bauzá en el mes de sotiembre, tras haber formado parte de la
compañía de Enrique Beut en febrero, con la que volvió a actuar en marzo de 1907,
actuactión tras la que se le auguró un excelente futuro considerando que pronto sería
una tiple ligera de cartel y fama. 507

Este presagio se hizo realidad, ya que en 1908 realizó giras por diferentes ciudades
españolas con algunas compañías artísticas que actuaron en Santander, Zaragoza y
Valencia, entre otras. Al igual que los hermanos Uliverri, llegó a debutar en el Gran
Teatro de Madrid, como cantante, en el año 1910. Durante este mismo año actuó en el
teatro cervantes de Granada en la compañía de zarzuela grande que dirigía don Enrique
Beut, con la que ya había actuado en el teatro de Logroño en dos ocasiones. En granada,
sin embargo, inauguró su papel como primera tiple al lado de Luisa Fons y Estrella Gil,
dos grandes estrellas del momento. En la prensa riojana se publican diferentes recortes
de los distintos periódicos que hablan de su éxito, como El Radical, La
Correspondencia, El Mercantil, El Correo, Las Provincias o El Pueblo. Regresó la tiple
a su ciudad natal en marzo de 1910, año en el que actuó con la compañía de Videgain.

Inocente Ramírez.
Nacido en 1872 en la ciudad de Badalona, se casó con Benita Martínez Pastor, de
Nájera y tenían su domicilio en la calle San Juan nº 18 de Logroño. Tuvieron tres hijos:
Ompelio, Teodoro y Moralina.

507
Revista Rioja Ilustrada. 18-03-1907.

608
Este tenor, considerado riojano, obtuvo el 1 de julio de 1890 el primer premio por
unanimidad del tribunal en los concursos de canto efectuados en el conservatorio de
Madrid. Años más tarde fue admitido en este centro como profesor de canto. Es por ello
que, durante la última década del siglo XIX su vida artística transcurrió en Logroño,
trasladándose a partir del siglo XX a vivir a Madrid.

En los teatros de Logroño actuó en numerosas ocasiones durante los años de la


Bella Época. La primera actuación del tenor Ramirez fue un recital en benefico sel
seminarista Uliverri, en 1896. Este mismo año se celebró un concierto vocal e
instrumental a beneficio del tenor Ramírez, junto con el violinista señor González y los
pianistas Moreno y Lapuerta, interpretando él Adios a Elsa y salutación del cisne
(Wagner).

Tres años más tarde, el 19 de octubre de 1889, dio un recital de piano en el teatro,
acompañado al piano por Cándido Buldain, discípulo de Emilio Arrieta.

En dos ocasiones formó parte del elenco de la compañía de ópera traducida al


castellano de Joaquín Almiñana. La primera vez fue en 1898 en el teatro Principal de
Logroño. Dos años más tarde formó parte del elenco de esta compañía, continuando con
ella a actuar en Zaragoza, donde dejó un buen recuerdo en el Diario de Zaragoza, por
lo acertadamente que cantó los finales del acto de I pagliaci.508

A partir del año 1900 su vida musical se centró en la capital, Madrid, donode
trabajó como profesor de canto del Conservatorio.

Moisés Iglesias
El barítono riojano Moisés Iglesias comenzó formando parte del elenco de algunas
compañías de zarzuela que actuaron en el teatro Principal de Logroño. La primera
compañía con la que trabajó fue la de Rafael Bolumar en marzo de 1898. Durante la
temporada se celebró además un concierto en su beneficio ofreció su primer el 1 de abril
de 1898, en el que destacó por su interpretación en El barberillo de Lavapies. Dos años

508
Diario La Rioja. 09-12-1900.

609
más tarde, durante los primeros meses de 1900, formó parte del elenco de la compañía
de zarzuela de Valentín García y Mariano Taberner.

Fueron pocas las actuaciones que este barítono realizó en los teatros de Logroño,
pues muy pronto dio el salto a los teatros de Madrid, debutando como barítono en el
Teatro Apolo de la Corte en febrero de 1906, tras terminar su campaña con Pinedo en
Eldorado de Barcelona. Durante este mismo año existía un proyecto en Logroño para
formar una compañía de género chico bajo la base de dos cantantes riojanos, siendo uno
de ellos, Moisés Iglesias. Pero los planes tuvieron que deshacerse al trasladarse el tenor
Iglesias contratado al teatro del Duque, de Sevilla. A partir de este año, no se
tuvieronmás noticias de este barítono riojano.

Pepe Lasanta
Es a partir del año 1903 cuando empezamos a encontrar en prensa noticias de este
barítono cantador de jotas riojano. Fue en el mes de septiembre del citado año cuando el
rey manifestó su deseo de presenciar el canto y el baile de una jota riojana. Se organizó
en el teatro Bretón de los Herreros un espectáculo cuyo programa incluía una Sinfonía
por la Banda del Regimiento de Ingenieros y diferentes jotas por cantadores y
bailadores del país, para terminar con un final por la Banda de Ingenieros. Los
cantadores de jota que tomaron parte en el espectáculo fueron, además de José Lasanta,
Fidel Ibarra, Pedro José Ibáñez e Ismael Guillén, de Logroño y Juanito Pardo, de
Zaragoza. Y las parejas de baile las siguientes: Faustino Barruso con Felisa Aramayo;
Alejo Gonzalez con Dorotea Sobrino; Pablo Moreno con Carmen la pastelera;
Castellanos “El Chondo” con nuestra vendedora “la Pinta”. Hubo cánticos de todos y
para todos los gustos y la generalidad de marcado sabor regional.

El siguiente acto en el que participó Pepe Lasanta fue un espectáculo organizado


por la Junta Velocípedo Riojana en el teatro en octubre de 1903. La tercera parte del
acto fue la fiesta de la Jota por la rondalla del señor Calleja, con la intervención de José
Lasanta, entre otros cantores y varias parejas de baile.

Pepe Lasanta participó cantando jotas en diferentes actos musicales que se


celebraron a lo largo de los primeros años del siglo XX en el teatro y en los círculos de

610
Logroño, acompañado por diferentes agrupaciones o pianistas locales como la señorita
Concha Notario.

En 1904, se anunció que Pepe Lasanta acudiría a Madrid, con una subvención, a
recibir estudios en el Conservatorio. El maestro y compositor don Hipólito Rodríguez
invitó personalmente a Pepe Lasanta para que estudiara en la Academia de Música de la
que era director en Logroño, hasta que fuera a Madrid. En esta academia y bajo la
dirección de Hipólito Rodríguez, Lasanta cursó el primer año de solfeo.

Posteriormente Pepe Lasanta se estableció en Madrid y recibía estudios en el


Conservatorio, donde recibió clases de canto del tenor riojano Inocente Ramírez, quien
le educó como tenor y le impostó la voz. Pero Lasanta padecía frecuentemente faringitis
y tenía casi siempre obstruido un orificio de la nariz, problema que se le fue corregido
tras una operación tras la cual el maestro Castro le dijo que tenía una hermosa voz de
barítono y que podía hacerse de él un maestro de primera fila. Su estancia en Madrid le
llevó a participar en actos importantes de la capital. Ejemplo de ello fue le día que cantó
en la Exposición de la Prensa acompañando a José María Guervós, compositor y
pianista granadino que entonces era profesor del Conservatorio de Madrid.

En mayo de 1905 la Rondalla Logroñesa, dirigida por el señor Calleja, acudió a


Madrid para las fiestas de la boda de don Alfonso XIII y la princesa Victoria. En la
Corte se les unió como cantador Pepe Lasanta, y como repertorio musical llevaron 40
obras de concierto, 12 pasodobles y 10 jotas.

Estando afincado en Madrid, Pepe Lasanta mantenía relación musical con sus
paisanos de Logroño, formando parte de la rondalla logroñesa que dirigía el señor
Calleja cuando le necesitaban en esta agrupación. De hecho, en 1906 le contrató en
Madrid la rondalla “Pabellón Nacional” para ir a cantar al Pardo en una serenata que
dedicada a la futura reina, acto al que renunció por participar en el concurso de
rondallas con la que dirigía el señor Calleja en Logroño.

A pesar de vivir en Madrid, Lasanta mantuvo el contacto musical con sus paisanos
riojanos, y se puso de acuerdo con la tiple harense Lucrecia Arana, que también vivía en
Madrid, para cantar con ella cuando ambos visitaran la ciudad de Logroño durante las

611
fiestas de San Bernabé de 1907. Esta actuación no se pudo celebrar para la fecha
esperada, pero Pepe Lasanta estaba deseoso de volver a cantar en Logroño, para que se
pudiese apreciar lo que había adelantado en sus estudios del conservatorio de Madrid.
Finalmente regresó a Logroño para las fiestas de San mateo de 1907, dando un recital en
el que cantó la romanza de barítono de Dinhora y la de El canto del presidente,
acompañado al piano de la señorita riojana Concha Notario.

Pasado un año, visitó de nuevo a sus paisanos de Logroño en diciembre de 1908,


con el propósito de dar diferentes recitales en el teatro y en los círculos de recreo. Entre
otros, dio un recital con señorita Ortega Villar, primera tiple del Teatro Bretón de los
Herreros.

En 1910, Pepe Lasanta fue contratado por el afamado barítono Sagi Barba, para
hacer en su compañía una larga temporada por América. Fue con esta compañía a
trabajar a Montevideo, figurando Lasanta en la lista como segundo barítono. Pepe
Lasanta se estableció definitivamente en tierras americanas, creando una Academia de
Música en Cienfuegos (Habana), donde formaba a los alumnos en estudios de solfeo y
canto, lo que supuso un triunfo más en su carrera.

6.3. INSTRUMENTISTAS

Juan Vallés
El profesor de piano Don Juan Vallés nació en Logroño en el año 1878. Estaba
casado con Dña. Encarnación Morales González y residían ambos en la calle Muro
Escuelas número 40.

Durante la última década del siglo XIX su principal protagonismo lo tuvo como
pianista del Café Colón. Durante los veranos de 1889 y 1890 acompañaba al piano a las
tiples Melendo y Sanjurjo en los conciertos que se celebraban todos los días del verano
de 9 a 12. En 1890 dirigió en este mismo café las veladas por el Quinteto Colón,
compuesto por los conocidos y aplaudidos bandurristas hermanos Bergasa y otros dos
músicos de Logroño.

612
Tras unos años sin participar en las veladas del citado café, don Juan Vallés
retomó su actividad en 1902 con las veladas musicales a diario con piezas del repertorio
de los profesores del recién organizado sexteto Fabre, siendo primer violín don Juan
Fabre y pianista señor Vallés.

Además de interpretar obras al piano, don Juan Vallés dirigió un sexteto, un


septiminio y una pequeña orquesta, que fueron protagonistas de diferentes actos
celebrados en la capital riojana.

El sexteto de Juan Vallés y protagonizó los bailes en el círculo La Amistad


durante el año 1903 y dio conciertos al piano en el café Suizo durante el verano de
1911. También se contó con este sexteto para el acto que tuvo lugar en el mes de Abril
de 1909, en honor a Chapí por la compañía Montijano que actuaba en el Bretón. Este
sexteto interpretó una Sinfonía y además durante todos los intermedios ejecutó obras de
Chapí.

El septminio del señor Vallés actuó en el café Suizo en 1908 y en el teatro Bretón
en 1909 junto con otras agrupaciones, a beneficio de las víctimas de Italia. El septiminio
también actuó en el café Suizo en 1908.

Fue el Centro Artístico la sociedad que contó con la orquesta del señor Vallés para
el acto celebrado en Santa Cecilia en el año 1907, que se celebró en el teatro circo. Se
interpretaron las zarzuelas La reja y El puñao de rosas, por aficionados locales
acompañados por la orquesta dirigida por el profesor don Juan Vallés. Esta orquesta
acompañó otras muchas actuaciones en el teatro durante los años siguientes y se recurre
a ella cuando la banda de Bailén no estaba disponible por haber salido fuera de
Logroño.

Esta gran actividad orquestal le llevó a ser el presidente de la Asociación de


profesores de orquesta que se creó el 9 de abril 1911, para la defensa de intereses.

Además de pianista y director de agrupaciones musicales, desde 1906 ejercía


como profesor de piano en la Calle Cervantes Nº 7, 2º, de Logroño. Dos años más tarde
creó una academia de música que dirigió junto con doña Josefa García y comenzaron a

613
impartir clases desde el 1 de julio 1908. Se impartían clases de solfeo y piano, separadas
para los dos sexos, con unos honorarios módicos, en la calle del mercado Nº 7. Además,
se admitían lecciones particulares.

Juan Vallés compuso una romanza titulada Marta, que los ciudadanos de Logroño
tuvieron oportunidad de escuchar en el gramófono de casa Maguregui cantada por el
tenor Escuder en 1907. Asímismo he de destacar su pasodoble Gran velocidad,
interpretado en cinco ocasiones por las bandas de música ne el paseo Príncipe de
Vergara, durante los años de la Bella época.

Felipe Calleja
Especialista en la interpretación de la guitarra, Felipe Calleja destacó por ser
además compositor y pedagogo, siendo uno de sus alumnos su propio hijo Francisco.
Fue el creador de la Orquesta de bandurrias y guitarras de Logroño, que dirigía, y con la
que actuó en diversos lugares de la geografía española, cosechando grandes éxitos, y
posteriormente formó un cuarteto en el que tomó parte su hijo Francisco.

Fue una personalidad importante en la ciudad, que formó parte de la organización


de la Fiesta de la jota que se celebró durante las fiestas de San Mateo desde 1902, en
colaboración con el ayuntamiento; asimismo formó parte del jurado de este certamen.
Como solista de guitarra, amenizo algunas de las veladas de la ciudad, dando
conciertos en el Círculo de La Amistad o acompañando con su guitarra a la del señor
Camacho en el teatro para los socios del círculo La Fraternidad, ambos en 1899.

Sin embargo, la mayor parte de sus actuaciones fueron con las agrupaciones
instrumentales que dirigió: la Orquesta de bandurrias y guitarras y posteriormente el
Cuarteto Calleja.

La Orquesta de bandurrias y guitarras dirigida por el señor Felipe Calleja dio


numerosos conciertos en el café de Colón durante 1893 y en el Café Universal durante
1893 y 1894. Además, amenizó las fiestas de San Mateo con conciertos en el teatro
Bretón en el año 1894.

614
Para las fiestas mateas de 1903 se organizó un espectáculo por al Junta del
velocípedo riojano, en el que la Rondalla de Felipe Calleja ejecutó tres composiciones
en la segunda parte y acompañó a los intérpretes de jotas, como el ya citado Pepe
Lasanta, en la tercera parte.

En el mes de Abril de 1905 se dio un concierto en el Bretón de los Herreros a


beneficio del joven violinista logroñés Florentino Lacalle en el que participó la
Rondalla del señor Calleja, además del sexteto dirigido por el maestro Serrano, el
violinista Florentino Lacalle acompañado por Hipólito Rodríguez; también se
interpretaron algunas comedias por aficionados de la localidad, Pepe Lasanta cantó
varias jotas y los niños Cruz Biain y Pilar Santos bailaron al final de la velada
acompañados de la ondalla.

En el apartado dedicado a Pepe Lasanta ha quedado descrito el acto en que la


Rondalla Logroñesa de Felipe Calleja acudió a Madrid para las fiestas de la boda de don
Alfonso XIII y la princesa Victoria, uniéndose como cantador Pepe Lasanta.

La rondalla del señor Calleja fue contratada por el café Suizo para dar veladas en
su ameno jardín durante muchos días de verano en 1905. Los días de la semana que no
había concierto en el café, éste tenía lugar en el paseo de los Reyes de nueve y media a
once y media de la noche.
Fue en el año 1905 cuendo la rondalla del señor Calleja actuó en las fiestas de
Pamplona, San Fermín, donde Pablo Sarasate escuchó a la agrupación, elogiando
especialmente la habilidad de su hijo Francisco calleja, quien con catorce años formaba
parte de la agrupación.

En junio de 1906 a Colonia Navarra celebró una velada en los salones de su


sociedad, en la que tomaron parte los elementos más principales de la Rondalla
Logroñesa que dirige el señor Calleja, entre otros números de recreo.

A partir de 1908 ya no se habla de orquesta ni rondalla sino de sexteto. Tuvo lugar


en los salones del Círculo Republicano una velada literario musical en la que se
alternaron el sexteto del señor Calleja y señorita Notario se alternan.

615
Fue en 1909 cuando Felipe Calleja dirigió un cuarteto: el Cuarteto Calleja. Lo
formaban Felipe y Francisco Calleja (padre e hijo) además de Villa y Estrella. Este
cuarteto embarcó rumbo a Argentina en el mes de junio del citado año. Para ello se
dirigió a Barcelona, donde dio un concierto que se celebró en el consulado de Argentina
dirigido por don Silverio Domínguez. Los riojanos residentes en Barcelona
aprovecharon la ocasión para aplaudir a Calleja y los suyos. El cuarteto triunfó en
Buenos Aires y a su regreso a Logroño, el público riojano le esperaba deseoso de
disfrutar de sus audiciones.

Así sucedió a partir de febrero de 1910. En el café Novelty (anteriormente Colón)


dio el cuarteto Calleja grandes conciertos todas las noches de diez a doce.

El Centro Artístico también contó con el Cuarteto Calleja para sus veladas durante
marzo de 1910, junto con la Banda de Santa Cecilia, el niño Santiago Lobato y el
cuadro de aficionados del Centro Artístico que prepara una zarzuelita. Tras el éxito
obtenido por este cuarteto en la primera velada, se cuenta con él para algunas otras más.

Continúa el Cuarteto Calleja tomando parte en los actos de Logroño, como la


Fiesta de la jota del año 1910, en la que amenizan los intermedios, al igual que los de la
función benéfica que se celebró en el teatro en junio de 1911.

En el campo de la composición destacaron varias obras que fueron interpretadas


pro las bandas de música en el paseo de Logroño:
- El señorito. Pasodoble interpretado en dos ocasiones
- El poeta de la vida. Vals interpretado en seis ocasiones.
- Las bribonas. Fantasía interpretada en cuatro ocasiones.
- El país de las hadas. Fantasía interpretada en nueve ocasiones.
- Viva La Rioja, jota interpretada en cuatro ocasiones, siendo una de ellas
dedicada al señor Tamayo, director de la banda de Bailén.

Su hijo Francisco heredó las dotes de Felipe Calleja, triunfando como guitarrista
en los años posteriores en Hispanoamérica, que se convirtió en su lugar de residencia.
Regresó a España en algunas ocasiones, dando varios conciertos que supusieron grandes

616
éxitos en su carrera. Ha sido considerado uno de los mejores intérpretes de guitarra de la
primera mitad del siglo XX.

Antonio Serrano
Antonio Serrano Migueloa nació en Laguardia en el año 1880 pero vivía en
Logroño desde 1894. Casado con Carmen Sanz Pardo, original de Valladolid y
residente en Logroño desde 1897, tenían su residencia en la Calle Amós Salvador Nº 4.

Este pianista, fue también director de diferentes agrupaciones de Logroño.


Además, en el mes de Julio de 1895 comenzó a dar clases de música. La idea de
impartir clases por este músico riojano surgieron al haberse suspendido las clases del
colegio de las hijas de María.

Como pianista destacan las intervenciones en diferentes espacios de ocio de la


capital riojana. A su llegada a Logroño en 1894, comenzó a dar conciertos en el Café
del Siglo junto con el sexteto de este café, durante todos los jueves y festivos a las
nueve de la noche.

Durante los años siguientes continuó acompañando al piano los conciertos que
tenían lugar en los cafés, pasando en 1897 al café Universal y en el año 1900 al café
Suizo, donde acompañó los conciertos de laúd, bandurria y guitarra que en éste se
celebraban.

A menudo participó en los conciertos de los círculos de recreo de la ciudad, como


el que se celebró en La Fraternidad por el quinteto de Luis Borrel, al que acompañó con
su piano el maestro Serrano en 1902.

Además fue el pianista encargado de amenizar las matinées de baile en el Círculo


Logroñés con su piano, en 1906.

En 1904, al encontrarse de paso en Logroño el profesor de violín Dino Dini, dio


un concierto en el Casino acompañado por don Antonio Serrano y don Juan Laguna,
que le acompañaron con el piano y el armónium respectivamente.

617
En 1905, los dos jóvenes artistas, Celso Díaz y César Malé, al violín y al piano
respectivamente, preparaban conciertos en el teatro Bretón y en el Círculo Logroñés.
Sin que nada aseguremos, nos dicen que se ensaya el precioso nocturno número 3 de
Chopín, por Díaz, de primer violín, Serrano (hijo) de segundo, Malé (piano) y Serrano.

Es importante destacar su papel como director de otras agrupaciones


instrumentales. En 1900 se celebró en el teatro una función a beneficio del tenor Alberto
Ristori, en el que Antonio Serrano fue, además de pianista, director de la orquesta.

En la celebración de la misa de Santa Cecilia el 22 de Noviembre de 1901, el


maestro Serrano dirigió la ejecución de la misa de Hernández interpretada por la
orquesta del teatro Moderno y un cuarteto de cantantes y coro de amateurs.

En 1905 dirigió el Sexteto La Clave que dio un gran concierto en el Café del
Comercio y participó en el concierto a beneficio del joven violinista logroñés Florentino
Lacalle.

En el Café Novelty actuó el Quinteto Serrano en el año 1910.

Antonio Serrano compuso una polka y una fantasía que fueron interpretadas por
las bandas de la ciudad en diferentes ocasiones:
- La muralla. Polka.
- La mazorca roja. Fantasía.

Concha Notario
Alumna de Hipólito Rodríguez en la Escuela Municipal de Música creada en
1904, destaco desde sus comienzos obteniendo excelentes notas en los exámenes de
solfeo, piano y armonía del Conservatorio de Madrid.

En el año 1907, comenzó a mostrar sus facultades como compositora, creando


algunas obras que fueron interpretadas por la banda de Bailen en sus conciertos
habituales en la época en el paseo del Espolón de Logroño.
 Estío. Tanda de valses. 1907.
 Pacorro. Pasodoble. 1907

618
La señorita Concha Notario, especializada en piano, se dedicó a dar conciertos en
el teatro Bretón de los Herreros, organizados por los círculos de la ciudad,
acompañando a cantantes como la conocida tiple riojana Julita Campos o el tenor y
cantador de jotas Pepe Lasanta. En otras ocasiones participó en veladas literario-
musicales del Centro Artístico, interpretando el piano como solista junto con María
Clavijo o los conocidos Maguregui y Gessner.

María Clavijo
María Clavijo Torralba nació en el año 1879. Hija de Julio Clavijo Alonso
(industrial) y Benita Torrealba Pérez, tenía una hermana menor llamada Micaela que
ejercía de maestra. La familia vivía en la calle Compañías Nº 4 de Logroño.

Tenemos las primeras noticias de esta profesora de piano a partir del año 1907. A
menudo participaba en las matinées que se celebraron en los salones de los círculos de
recreo de Logroño, como el Círculo Logroñés o la sociedad Centro Artístico, jnto con
su coetánea Concha Notario, los guitarristas Zubía y Calvo y los pianistas Maguregui y
Gessner, e incluso en el teatro.

A la vez que participaba en estos conciertos, María Clavijo continuó impartiendo


clases de piano y preparando a los alumnos riojanos para sus exámenes en el
Conservatorio. En Noviembre de 1910 fue nombrar interinamente profesora de Música
de la Escuela Superior de Maestras, con la gratificación anual de 750 pesetas anuales.

6.4. OTROS ARTISTAS RIOJANOS

Forencio Bello
Nació en 1874, siendo su nombre original fue Florentino Bello San Juan. Su
hermano Quintín, fue un conocido arquitecto de Logroño, que en el año 1913 realizó el
proyecto para la construcción del Teatro Zaporta o Moderno. Florencio Bello fue
concejal del Ayuntamiento de Logroño y presidente del Partido Republicano en 1908 y
1909, y presidente del Partido Republicano radical en 1910. Además fue miembro del
Círculo Republicano de Logroño.

619
Fue un libretista y poeta que tuvo mucho que ver con el mundo musical, ya que
fue el creador del texto de varias zarzuelas, habiéndose estrenado, a sus 23 años de
edad, tres zarzuelas suyas en el teatro Eslava de Madrid.

Su importancia con el mundo de la lírica riojana radica en haber escrito tres


libretos de zarzuela alos que puso música el compositor logroñés Hipólito Rodríguez: El
pariente de Ricla (1897), Maniobras (1906), Alto… y alejamiento (1907), interpretadas
todas ellas en los teatros de Logroño y la última además en el “Coliseo de la Flor” de
Madrid en 1909. Otro texto de zarzuela de Florencio Bello que se estrenaron en el teatro
de Logroño fue el de la zarzuela en un acto La conquista, cuya música fue compuesta
por el concertista Julio Francés, de la Sociedad de Conciertos de Madrid. Esta zarzuela
fue estrenada en el teatro Bretón de los Herreros por la compañía de Taberner y García
en el año 1907.

Florencio Bello fue socio honorífico del centro artístico, participando en algunas
veladas que este espacio se celebraban, uniendo poesía y música. Además, participó en
el acto en honor al maestro Chapí, que se celebró en abril de 1909 en el teatro Bretón de
los Herreros. Florencio Bello preparó, junto con el también poeta don Luis M. Pineda,
unas poesías alusivas al acto. En este acto participaron también don Fermín Maguregui,
la banda de Bailén, el sexteto del señor Vallés y la empresa y compañía de zarzuela de
Montijano.

Algunas de sus comedias estrenadas en los espacios de ocio logroñés de la Bella


Época fueron Vida nueva, solución política en prosa, interpretada por la compañía
cóico-lírica de Ángel González en 1899, citas frustradas, juguete cómico en un acto,
interpretado en el café del Siglo en 1897, Todo Dios loco, estrenada en el salón
Variedades en diciembre de 1903, así como la revista Pimientópolis, que tras su estreno
en diciembre de 1903, recibió numerosas críticas por la prensa riojana en la que
caricaturizó a cuantos tenían notoriedad en la vida de la ciudad de Logroño.

620
Niños artistas
El niño Santiago Lobato
El niño Santiago Lobato, de Anguiano, con ocho años interpretaba al piano con
gran perfección los estudios de Steibelt, Kessler y Bertini. Este niño dio conciertos al
piano en el Centro Artístico, compartiendo programa con agrupaciones como el
Cuarteto Calleja o la Banda de Santa Cecilia. En 1910 se hacía referencia a este niño
como un prodigio del piano.

Julia Íñiguez y Daniel Manso


Destacamos también el papel que tuvieron los niños riojanos Julia Íñiguez
(pianista) y Daniel Manso (violinista), con su actuación en el Teatro Principal en el año
1895, en los intermedios musicales entre algunas zarzuelas.

Pilar Martín Cortijo


Su nombre original fue Pilar Rodríguez Martín Cortijo. Hija del conocido maestro
riojano Hipólito Rodríguez, era a los catorce años de edad una notable pianista que
comenzaba entonces a dar una tournée de conciertos. En 1911 se hacen referencias a
ella en revistas y periódicos de otras ciudades como Barcelona.

621
622
CAPÍTULO 7: ¿CÓMO SONABA AQUELLA MÚSICA?

623
Tras la búsqueda realizada en la Biblioteca del archivo Provincial de Logroño y el
de la Biblioteca Nacional de Madrid, además de en los baúles de los familiares en vida
de algunos de los músicos riojanos protagonistas de este trabajo, he encontrado trece
partituras de diferentes compositores protagonistas del ambiente musical logroñés, que
aparecen incluidas en el Apéndice de este trabajo. De todas ellas he seleccionado las
tres más significativas para la realización de su análisis musical. Se trata en todos los
casos de obras para piano, incluidas en el campo de la música instrumental, siendo cada
una de ellas de diferente género: vals, jota y pasodoble. Los creadores de dichas obras
para piano fueron Fermín Maguregui, del vals, Carmelo Díez Gessner, de la jota, y
ambos de forma conjunta, del pasodoble.

Se trata de tres de las formas musicales cultivadas con mayor frecuencia en la


época romántica. Estas obras llenan el salón y el café, dándose tres estilos, según Emilio
Casares509: el virtuoso, uno intermedio y el fácil, dirigido a esa clase burguesa que, a
través del diletantismo, se aproxima a esa música. Podemos ubicar las obras de Fermín
Maguregui y Carmelo Díez Gessner dentro de este último estilo, el fácil, que, según
escribió Emilio Casares, obedece a las necesidades de un mercado de escasas
pretensiones artísticas, constituido mayoritariamente por pianistas y cantantes
aficionados, que ejercen de tales en reuniones de sociedad, y que son los que adquieren
los nuevos pianos fabricados en España. Ciertamente los señores Maguregui y Gessner
eran considerados dilletantti, tal y como observamos que se hace referencia a ellos en la
prensa.

En numerosas ocasiones, partiendo de estas obras para piano, se realizaron


arreglos para bandas de música, como medio difusor por excelencia para todas las clases
sociales de la época. Fue el caso de dos de las partituras analizadas en este capítulo. El
vals Zoa de Fermín Maguregui, fue interpretado por la banda de Bailén en 1903 y el
pasodoble Coso Blanco, compuesto por el mismo autor junto con su compañero
Carmelo Díez Gessner, fue orquestado para banda de música e interpretado en 1908 en
el Coso Blanco, que es como se denominaba a la plaza de toros, espacio que dio el
nombre al pasodoble.

509
CASARES RODICIO, E.:La música del siglo XIX español. Conceptos fundamentales, Oviedo,
Universidad de Oviedo, 1995, pag. 62.

624
Tanto del pasodoble como de la jota, hemos encontrado la partitura manuscrita
firmada por los propios autores. En el caso del vals, se trata de una partitura editada a
posteriori en Barcelona. En numerosas ocasiones, estas partituras eran editadas en los
suplementos musicales que, semanal o quincenalmente, eran publicados en revistas
filarmónicas de la época. No debemos olvidar que la propagación de música en medios
periodísticos se enmarca en el fenómeno de la literatura por entregas que, con carácter
general, se puso de moda en el siglo XIX.

7.1. ZOA
Es un vals compuesto por Fermín Maguregui para interpretar al piano, instrumento
protagonista de los principales espacios musicales de entre siglos. En su portada se
indica, además del título, la palabra SALÓN, significativa si tenemos en cuenta que la
música para piano tuvo un protagonismo indiscutible en este espacio durante la Bella
época.

El compositor logroñés dedicó este vals a su esposa, la señorita Cristina Ulargui,


en el año 1903. En este mismo año se realizó un arreglo del vals Zoa para Banda de
música, siendo interpretado por la banda de Bailén en el paseo de Logroño el 9 de
agosto de 1903.

Conservamos la partitura impresa por Musical Emporium (Barcelona) en los años


posteriores, en la que encontramos otra dedicatoria: “A mi buen amigo el admirado
maestro Manuel Mateo. 8/VIII/1944”. Gracias a la enorme proyección de la edición
musical, proliferaron los álbumes de salón que difundían el repertorio interpretado en
las veladas de sociedades privadas y públicas. La música para piano fue una de las más
frecuentes en la edición de “música de salón”, que se adquirían en diferentes almacenes
de música que se inauguraron en Madrid y posteriormente en Barcelona, como es el
caso de la partitura que analizamos.

Se trata de una pequeña forma propia del Romanticismo, época en la que se dieron
dos estilos contrapuestos como protagonistas de la época: el virtuosístico y otro de una
sencillez extrema para surtir de piezas a señoritas y aspirantes a pianistas. El vals es uno
de los más representativos de estos últimos, junto a la fantasía, variación, scherzo,
sonata, mazurca o danzas españolas.

625
La forma de la obra está claramente definida. Comienza con una Introducción de
ocho compases, a la que le sigue el Vals propiamente dicho. Esta parte tiene forma
ternaria AABBA. A continuación encontramos la parte que el señor Maguregui
denominó Trío, fragmento de forma binaria (CCDD), para pasar a la Coda final, 47
compases en los que se incluyen fragmentos que nos recuerdan a las partes A y B del
Vals. Por lo tanto la forma completa es Introducción-Vals (ABA)-Trio (CD)-Coda.

Considero interesante realizar un análisis más exhaustivo de la forma de cada una


de las partes citadas. Todas ellas están formadas por semifrases totalmente simétricas,
que hacen que el vals sea equilibrado y natural. En la parte del Vals, la frase A está
formada por dos semifrases: a, con final suspensivo, y a´, con final conclusivo. En la
frase B encontramos las semifrases b, c, b´y c´, todas ellas conclusivas. La repetición de
A es exactamente igual que la anterior, pero sin repetición.

Dentro de la parte Trío tenemos la parte C donde encontramos cuatro semifrases,


todas ellas conclusivas: d, d´, e, e´, y la parte D encontramos dos semifrases muy
similares, a las llamaremos f (suspensiva) y f´ (conclusiva).

Por último destacar que dentro de la coda no están tan diferenciadas las
semifrases, aunque hay que señalar que son igualmente simétricas, ya que se trata de
repeticiones de las partes A y B del Vals.

Nos encontramos por lo tanto ante un vals en compás ternario (3/4), en el que las
figuras rítmicas predominantes son las blancas con puntillo que ocupan todo un compás
y sobre ellas, negras y sus silencios y algunas corcheas que dan riqueza a la obra
produciendo movilidad. Este motivo rítmico lo encontramos principalmente en las
partes A (vals) y C (trío), a modo de leit-motiv.

Asimismo destacamos la existencia de contratiempos (compases nº 24, 33, 35,


115, 119, 121), y de negras con puntillo seguidas de corchea (compases nº 31, 43, 100,
101, 102, 108, 109). Además encontramos notas de adorno en los compases nº 21 y 59.

626
Merece destacar la aparición del motivo (compases 10, 11, 12, 63, 65, 66),
que como podemos observar, aparece tanto en la parte del Vals como en la del Trío.
Este motivo típico de vals, marca la pauta rítmica de la obra.

Así hemos de observar que tanto en el Vals como en el Trío encontramos una
primera parte en la que destacan las figuras largas (partes A y C) seguidas de una
segunda parte con mayor movimiento, formada por corcheas y negras con puntillo
seguidas de una corchea (partes B y D). La coda, obviamente, combina partes de figuras
largas y cortas, ya que en esta parte encontramos, como ya hemos dicho, fragmentos de
A y B.

En lo referente a la melodía hay que decir que es llevada por la voz superior
(mano derecha del piano) en la mayor parte del vals. La Introducción, sin embargo
comienza con un descenso homofónico en las dos manos del piano, a modo de arpegio
que reposa en la tónica; este movimiento melódico se produce dos veces para terminar
en cuatro acordes de tríada perfecta. Se trata de una melodía creada a partir de frases
simétricas, formadas, como hemos indicado al referirnos a la forma de la obra, por
semifrases de cuatro u ocho compases. Una melodía por lo tanto sencilla y pegadiza,
perfecta para ser interpretada en locales de entretenimiento, así como para ser bailada.

La melodía del Vals en su parte A está creada a partir de progresiones melódicas


ascendentes. Combina fragmentos homofónicos interpretados por ambas manos del
piano (compases nº 9, 13, 17) que sirven de arranque para dar el protagonismo melódico
a la mano derecha a base de acordes que se apoyan sobre el ritmo de blanca con puntillo
de la mano izquierda. Sin embargo, la melodía de la parte B de este Vals está constituida
por un juego de pregunta-respuesta entre ambas manos del pianista (compases nº 26 al
29 y nº 36 al 39), además de algunos fragmentos en los que la mano derecha es la que
hace la melodía, acompañada por los acordes realizados por la mano izquierda
(compases nº 32 al 35 y nº 40 al 44).

Si observamos la parte llamada Trío encontramos, al igual que en la parte A del


Vals, un comienzo que asciende a través de pequeñas progresiones (parte C). Se trata
también de una melodía formada por acordes que se apoyan sobre el ritmo de blanca

627
con puntillo de la mano izquierda. En la parte D también se observan progresiones que,
al contrario de lo visto hasta ahora, tienen carácter descendente.

Es importante destacar que la Coda de esta obra comienza por una melodía
realizada por las dos voces a modo de acordes, teniendo el protagonismo la mano
derecha en algunos compases, al estar la izquierda en silencio (compases nº 116, 120 y
122). A partir del compás nº 123, ambas voces suben una octava más aguda. Igualmente
encontramos la repetición de A a partir del compás nº 127, pero una octava más aguda
que en su primera exposición.

Es a partir del compás nº 143 donde encontramos el verdadero final, basado en


una serie de progresiones que se asemejan al comienzo de la parte B, pero sustituyendo
el juego entre ambas manos del piano por el protagonismo melódico de la mano derecha
en este caso, para llegar a cuatro acordes que dan la verdadera sensación de final.
Asimismo, señalamos que el ámbito melódico es muy amplio, ya que va de La3 a Fa5.

La armonía de la obra es propia de la época en nuestro país, ya que encontramos


una jerarquización clara entre acordes, utilizando principalmente acordes sobre los
grados I, IV, V y VII, y en algunos casos sobre el VI y el II. A lo largo de la partitura
podremos observar pequeñas modulaciones, siempre a tonos cercanos. Se trata por lo
tanto de una obra sencilla armónicamente hablando, si se compara con otros valses
románticos, como algunos de Chopín o Brahms.

La Introducción se desarrolla en La menor comenzando con dos descensos


formados por las notas del acorde de V desplegado y a continuación cuatro acordes de
tríada perfecta: IV, II7 y V. Al final de la Introducción podemos observar una
semicadencia que reposa sobre la dominante para dar paso a La mayor, a través de un
acorde puente, común a ambas tonalidades, intensificando el final una octava más
aguda.

En el Vals propiamente dicho encontramos una parte A en La mayor. Dentro de


esta frase encontramos la semifrase a, formada por dos pequeños motivos que ascienden
a modo de progresiones sobre las notas la y si. Se trata de una progresión unitónica
ascendente a distancia de 2ª, cuya melodía asciende con un pequeño cromatismo

628
(compases nº 9 y 13). En la semifrase a´ encontramos un comienzo semejante al anterior
pero utilizando algunos acordes de préstamo como en el compás 19 (V de Re mayor) y
en el compás 21(V de Do sostenido menor). Esta parte que, como hemos indicado, se
repite dos veces, finaliza con una cadencia perfecta (V7-I).

La parte B del Vals, en Re mayor, está construida a base de progresiones, jugando


con las tonalidades de Re mayor y La menor, para finalizar en cadencia perfecta (V7-I).
A continuación se repite la parte A, con una armonía exactamente igual que en su
primera exposición.

Si observamos el Trío encontramos un cambio de tonalidad destacable, al pasar a


la sección de los bemoles, ya que su parte C comienza en Fa mayor, para modular
enseguida a Sol menor (compás nº 69). A partir de aquí se percibe la tristeza de la
tonalidad menor, que se mantiene, con una modulación a Do menor (compás nº 84),
para pasar a Re menor (compás 91, primera vez). Este signo nos indica que se repite la
parte de Trío, finalizando esta segunda vez con una semicadencia que reposa sobre la
dominante para dar paso a Re mayor, a través de un acorde puente, común a ambas
tonalidades.

Comienza por lo tanto en Re mayor la parte que hemos denominado D, que al


estar en modalidad mayor, da un carácter más alegre al fragmento. En esta parte
únicamente encontramos la utilización del acorde de VII7 de Si menor en un caso y de
La menor en otro, para pasar enseguida a de nuevo a Re mayor, donde la melodía se
extiende sobre los acordes de tónica y dominante, con un final de clara cadencia
perfecta.

En la Coda destaca un comienzo a base de progresiones sin tonalidad clara


establecida, pasando en el compás124 a la tonalidad de Si b menor, hasta el 126,
compases en los que se alternan de forma continuada los grados V y IV de dicha
tonalidad, hasta llegar al acorde de VII q sirve de puente entre Si b menor y Si b mayor,
la nueva tonalidad a partir del compás 127.A partir de este compás encontramos la parte
que se asemeja a A, pero comenzando un semitono más agudo, sobre Si bemol mayor.
De igual manera realiza las pertinentes progresiones, sobre Do mayor y de nuevo sobre
Si bemol mayor, tonalidad en la que continúa hasta el final, formado por cuatro acordes

629
que dan carácter conclusivo a este final, que queda afianzado con la repetición de estos
acordes: V-I-V-I.

Se trata obviamente de una obra polifónica, al estar compuesta para piano, pero la
textura va variando a lo largo del vals y, como observaremos, se combinan diferentes
tipos de textura a lo largo de la obra, con el predominio de la melodía acompañada.

La Introducción es claramente homofónica, puesto que realizan ambas voces el


mismo movimiento descendiendo por terceras y finalizando en cuatro acordes.

El Vals en su parte A combina las texturas de melodía acompañada con la


homofonía, ya que encontramos algunos compases con mismo ritmo y diferente
melodía entre ambas manos del pianista. Sin embargo, la parte B del vals realiza un
juego imitativo entre ambas manos del piano al comienzo para pasar a una clara melodía
de la mano derecha acompañada por los acordes de la izquierda. Así hemos de decir que
en la parte B de este vals se da la textura de melodía acompañada con pequeños motivos
que dialogan entre las voces.

En el Trío encontramos un proceso parecido al citado en la parte de Vals. Su


primera parte, C, destaca por la homofonía; la parte D, sin embargo está compuesta por
una melodía realizada por la mano derecha, a la que le acompañan los acordes de la
mano izquierda.

La Coda combina igualmente diferentes tipos de textura: homofonía del compás


115 al 142 y melodía acompañada del compás 143 al 156, para finalizar con los cuatro
acordes homofónicos.

La agógica es Andante, es decir, se ha de interpretar de forma tranquila. Aun así,


merece destacar la aparición de algunos términos que nos indican un aumento o
disminución progresiva de la velocidad, como son accell. (accelerando o aumentando la
velocidad del tempo) en el primer compás; rall. (rallentando o frenando el tempo) en los
compases nº 23 y 61, ambos al finalizar la parte A del Vals, y en el compás nº 125
(coda); rit. (rittardando o retrasando la velocidad del tempo) en el compás nº 106, Trío.

630
Asimismo aparecen otros términos que nos indican una suspensión de la
regularidad del movimiento: a piacere (compás nº 67), airoso (compás nº 99).

En lo referente a la dinámica encontramos gran cantidad de términos que nos


indican la intensidad a la que se ha de interpretar. Destacan los contrastes en la
Introducción, que comienza con la indicación f (forte) para pasar en los acordes finales
a la p (piano).

En la parte A del Vals observamos al comienzo de cada progresión la indicación p,


seguida de un crescendo a modo de regulador, que nos indica que ha de aumentar la
intensidad, para finalizar con un acorde fuerte. La parte B contrasta con la anterior;
comienza forte para pasar a continuación a ff. De nuevo a modo de contraste se repite la
parte A, que vuelve a ser como la indicada anteriormente, piano-crescendo y un acorde
fuerte al final.

En la parte de Trío encontramos un regulador (crescendo) en el compás nº 72 y un


doble regulador antes de finalizar la parte C. Al igual que en la parte del Vals
encontramos que la segunda parte, a la que hemos llamado D, ha de interpretarse según
indicó Maguregui, con mayor intensidad (fp, ff) pasando así a la parte central (p) para
finalizar de nuevo con fuerza (fp, ff).

En la coda apenas hay indicaciones de matiz. Únicamente observamos los


reguladores (crescendo) en la parte que se asemeja a A, lo que nos hace cerciorarnos de
lo indicado anteriormente. Esta parte finaliza al igual que A con la indicación f, que se
mantiene hasta el final, para terminar en dos acordes fuertes (f) y otros dos suaves (p).

A lo largo de la obra observamos algunas indicaciones de carácter, como son


maestoso (parte A del Vals), agitato (parte B), lusingando (Trío), con brío (compás nº
126) y vivo (compás nº 143), ambas en la coda.

Se trata por lo tanto de una obra para piano, propiamente romántica, por la
delicadeza que caracteriza a esta época, estando a la vez cargada de expresividad.

631
632
633
LLaa m
m
1
Introducción

9 a V7 IV II7 V
A LLaa M
M

I VI VII
16 a’

b V7 de Re M V7 de Do#m V7
24 B Ree M
R M LLaa m
m

I I I VII7
30 c

I I V7 I

634
b R
Ree M
M
36

I VII7 I
c’ LLaa M
Aa M
40

I V7 I I I

49 a’

VI VII
56

I V7 de Re M V7 de Do # m
C d V7 I
FFaa M
M S
Sooll m
m
63

I V7 I IV V7

635
d’
70

I I VII I

77 e

VII7 I I VII7 I
84
D
Doom
m e’

V I
Ree m
R m
91

IV V
f Ree M
R M
D
99

I V7

636
LLaa m
m f’ R
Ree M
M
104

V7 I VII7 I
109

V7 V7 I V7 I

Coda 115

bm
Sii b
S m
120

V IV V IV V IV V
bM
Sii b
S M
126

IV V VII I VII

637
132

139

I V7 I I

145

II V I
150

155

V I V I

638
7.2. LA GOYA
Esta obra para piano, de la que conservamos la partitura manuscrita por don
Carmelo Díez Gessner, es una jota. Se estrenó en el Teatro Bretón de los Herreros el 25
de Septiembre de 1911 para las fiestas de San Mateo.

En dichas fiestas, llegó de Madrid junto con el escritor don Pedro de Répide, la
imponderable artista La Goya, a formar parte de la fiesta del Sainete, un gran
acontecimiento artístico de las fiestas de Logroño aquél año. En esta fiesta, tomaron
parte, además de La Goya, la Banda de Bailén y el sexteto del teatro, dirigido por el
profesor y pianista don Juan Vallés. Este sexteto fue quien interpretó la jota La Goya,
cuya partitura pianística fue compuesta por Carmelo Díez Gessner, dedicada a la
incomparable cupletista, que fue interpretada en el teatro Bretón de los Herreros el
mismo día del debut de La Goya en el coliseo de Logroño.

Ese mismo año se había inaugurado en Madrid el Trianón Palace, considerado por
muchos la “catedral” del cuplé. Allí se había presentado una desconocida llamada
Aurora Jaufret (más tarde conocida como la Goya) que interpretaba couplets, tonadillas
y habaneras del joven autor Álvaro Retana510.

Los protagonistas del Trianón Palace de Madrid, lo fueron también del teatro
Bretón de Logroño. Así lo describía Fray Cirilo, el redactor del diario La Rioja: La
Goya, la inconmensurable artista que en poco tiempo ha conquistado una envidiable
fama, la bellísima señorita que sacrificó las comodidades de su hogar en bien del arte,
nos dará a conocer las creaciones que tan alto pusieron su nombre. El muy aplaudido
sexteto Vallés acompañará a La Goya en su afiligranado trabajo.511

Y así sucedió. La Fiesta del Sainete se celebró el 25 de septiembre en el teatro de


Logroño, con el debut de La Goya, obteniendo esta cupletista un gran éxito: A cada
tonadilla, a cada couplet, al teatro se venía abajo. Tanto ella, como Répide, la banda
de Bailén y el sexteto Vallés, tienen ganado el título de notables.512

510
LÓPEZ RUIZ, J.M.: Aquél Madrid del cuplé, Mayo 1988, pag. 13.
511
Diario La Rioja. 24-09-1911.
512
Diario La Rioja. 26-09-1911.

639
Los dos días siguientes al debut, hubo nuevas actuaciones de La Goya, quien fue
dando a conocer trabajos nuevos y obtuvo una entusiasta acogida.

La Goya resucitó la tonadilla española e introdujo canciones argentinas,


mexicanas e implantó la costumbre de vestirse para cada número con un traje distinto,
costumbre que perdura casi hasta la actualidad.513

Dentro de las obras para piano, fue muy frecuente en esta época la composición de
piezas populares. La jota es una danza del folklore español, típica de Aragón, aunque
extendida por gran parte de la geografía española, siendo la de La Rioja unas de las más
populares.

Hemos hecho referencia al comienzo de este capítulo, a las pequeñas formas


propias del Romanticismo. En este caso se trata de nuevo de una de ellas, caracterizada
por su sencillez, como típica danza española y más concretamente, riojana.

En cuanto a la forma, la obra comienza con una Introducción de cuatro compases,


a la que le siguen dos partes claramente diferenciadas, A y B (que el autor denominó
Copla), finalizando con una extensa Coda de 34 compases. Cada una de las partes A y B
se estructura internamente con cuatro semifrases, la primera de ellas repetida al final,
quedando la estructura completa de la siguiente manera: Intro – A (a-a-b-c-a’) – B (d-e-
f-d’) – Coda.

Si analizamos las semifrases de cada una de las partes citadas, observamos el


predominio de la simetría, al constar la mayoría de ocho compases, o, en su defecto, de
cuatro. Comienza La Goya con una Introducción de cuatro compases (compás 1 al 4).
La parte A consta de las semifrases a (compases 5 al 12) que se repite, b (compases 13
al 20), c (compases 21 al 28) y a’, más breve que las anteriores (compases 29 al 33).
Algo similar sucede con la parte B o Copla, que consta de las semifrases: d, e y f, de
ocho compases cada una para acabar en d’, más breve que las anteriores. Así
encontramos las semifrasesd (compases 34 al 41), e (compases 42 al 49), f (compases
50 al 57) y d’ (compases 58 al 61). Dentro de la coda no están tan diferenciadas las

513
BOYERO GÓMEZ, P.: “La copla: recuperación de un patrimonio común”. Revista Alcántara Nº57,
2002, pag. 18.

640
semifrases, ya que es una prolongación del final con motivos repetidos, hasta llegar a la
última cadencia.

Se trata de una jota en compás ternario (3/4), tiempo característico de las obras de
éste género musical, aunque en este caso no aparece indicado el compás al comienzo de
la partitura. Las figuras rítmicas predominantes son las blancas, negras y corcheas en la
mano derecha del piano y blancas y negras en la mano izquierda, destacando las blancas
con puntillo únicamente en los últimos compases de la coda en la mano derecha,
mientras la mano izquierda realiza blancas, negras y algunas corcheas a contratiempo.

Los contratiempos, son una figura rítmica que aparece con frecuencia
en esta partitura. Aparece en la parte A en los compases 5, 7, 9, 29 y 31 como comienzo
de la semifrase a; en la parte B en los compases 37, 41, 45, 49, 53, 57 y 61; en la Coda
en los (copla) en los compases 63, 65, 67, 69, 71, 73, 75, 77, 79, 81 y 83 en la mano
derecha y en los compases 85, 87, 89 y 91 en la mano izquierda.

Asimismo encontramos el motivo rítmico en numerosos compases de


la Copla (35, 43, 47, 50, 51 y 59) y un motivo similar pero de más corta
duración, , en la mano izquierda de la parte B (compases 15, 17, 19, 21, 23, 25
y 27) como acompañamiento.

Estos motivos citados, marcan la pauta rítmica de la obra, son los motivos rítmicos
que dan a esta jota el aire popular que caracteriza este género musical.

Cabe destacar la presencia de dos calderones en los compases 1 y 4, ambos en la


Introducción, al igual que en el compás 33, final del tiempo de Jota, que marcan un
claro reposo en el final de estas partes.

La melodía de la obra la lleva la voz superior (mano derecha del piano) en la


mayor parte de la jota. Únicamente ocurre algo diferente en la Introducción, que la
melodía es llevada por ambas manos del piano y en la última parte de la obra, en los
diez últimos compases de la Coda, que es la mano izquierda del pianista la que lleva la
melodía. Se trata de una melodía creada a partir de frases simétricas, formadas por
semifrases de cuatro u ocho compases.

641
La melodía es ondulada a lo largo de toda la jota, realizándose a base de acordes
de octava en la Introducción y acordes perfectos con la octava duplicada en el resto de
la obra.

Se trata de una obra de ámbito melódico muy amplio, que va de Fa3 a Fa5. Ello es
debido a que la melodía se mueve en diferente ámbito en cada parte de la obra. Mientras
la parte A y algunos compases de la B (37, 41, 45, 49, 53 y 57) se mueven en un ámbito
grave, Mi2-La3, el resto de la obra se mueve en un ámbito agudo, llegando hasta Fa4.

Se caracteriza por ser una melodía por grados conjuntos y algunos intervalos de
tercera, además de algún salto de cuarta (compases 15 a 16 y 76) y otros de quinta
(compases 17 a 18, 26 a 27, 82 a 83). Sin olvidar los grandes saltos provocados por el
cambio de ámbito en los citados compases de la Copla: de décima descendente al pasar
al ámbito grave (compás 36 a 37, 40 a 41, 45 a 46, 49 a 50, 52 a 53, 57 a 58) y de octava
ascendente al volver al ámbito agudo (compás 37 a 38, 41 a 42, 46 a 47, 50 a 51, 53 a
54, 58 a 59). En estos compases en los que el ámbito es grave, la melodía realiza tres
acordes al unísono separados por el silencio de corchea que provoca el contratiempo
rítmico anteriormente citado.

Todo ello va acompañado por la mano izquierda del piano a base de acordes de
octava en algunas ocasiones, prefectos en otras y notas sin acordes en otras.

En lo que respecta a la armonía, esta obra podría pasar por ser una obra de
comienzos del siglo XIX, debido a su sencillez y claridad armónica. La jota La Goya
está compuesta en Sol Mayor y únicamente realiza una modulación a Do menor durante
siete compases de la Coda, aunque previamente encontramos algunos acordes
pertenecientes a esta nueva tonalidad (compases 54 al 56), que nos avisan de la citada
modulación. Tras el paso a Do menor, modula de nuevo la obra a Sol Mayor, tonalidad
en la que finaliza. Además encontramos algunas alteraciones accidentales pero que no
implican modulaciones, como el La# en el compás 21, que realiza un floreo inferior
sobre la nota Si, o el # sobre la nota Re que resuelve en la nota Mi en el compás 45, que
se trata de un acorde de préstamo de la tonalidad relativa, Mi menor.

642
En la jota La Goya se observa una armonía claramente jerarquizada,
predominando los acordes sobre los grados I, IV y V o V con séptima de dominante.
Solo en algunos compases encontramos acordes sobre los grados II y VI en la Coda.

La Introducción comienza en dominante (V) y pasa por el grado IV, para acabar
de nuevo en dominante. Comienza por lo tanto la obra en tensión, hasta llegar a la parte
A, donde dicha tensión se resuelve en la tónica, que es junto con la dominante el grado
predominante de esta parte, acabando en una cadencia conclusiva (compases 32-33)
para pasar a la parte B o Copla, que igualmente se mueve en los grados V-I, propios de
la armonía clásico-romántica.

La Coda comienza en tónica y pasa por los grados VI y V con séptima de


dominante, modulando como hemos indicado a Do menor para regresar de nuevo a Sol
Mayor en el compás 84, a partir del cual realiza un progresivo final, típico de la coda,
que va pasando por la tónica y la dominante, hasta llegar definitivamente a la tónica Sol.
Así la Coda, es una prolongación del final, hasta llegar a la cadencia perfecta, V-I,
enfatizando la tónica durante los cuatro compases finales y dando así un final
claramente conclusivo a la jota.

La textura predominante a lo largo de toda la obra es una clara melodía


acompañada, en la que la melodía es llevada por la mano derecha del piano, con el
acorde perfecto mayor y duplicando la tónica en algunas ocasiones. La melodía es
acompañada por la mano izquierda que en los primeros ocho compases
interpreta el acorde desglosado con ritmo de negra-blanca: . A partir de la parte
b el acompañamiento está creado con acordes perfectos mayores y un ritmo más rápido
y marcado, formado por las figuras rítmicas a las que hemos hecho referencia, que dan
a la obra el aire de jota: contratiempos y figuras con puntillo.

Este protagonismo de la mano derecha tiene, sin embargo, algunas excepciones.


Así se observa que la Introducción está realizada con textura homofónica, al llevar
ambas manos del piano el mismo ritmo con diferentes notas en los acordes. En el caso
de la Coda, continúa la melodía acompañada, pero cambiando el protagonismo de las
manos del piano, ya que la melodía es llevada por la mano izquierda y los acordes que

643
acompañan por la mano derecha. Se trata por lo tanto de una variación en la textura
únicamente al comienzo y al final de la obra.

En lo que ha agógica se refiere, la jota se caracteriza por su tempo vivo. En La


Goya encontramos al comienzo de la partitura el término Adagio, lo que quiere decir
que la Introducción se ha de interpretar despacio. Sin embargo, al comenzar la parte A,
se indica “Tiempo de jota”, lo que nos indica que el resto de la obra se ha de interpretar
al tempo rápido que caracteriza a este género musical.

No aparecen signos que indiquen dinámica en esta partitura. No debemos olvidar


que se trata de una partitura manuscrita por el autor y que no sabemos si posteriormente
fue editada por alguna editorial con más detalles referentes al carácter.

No obstante, tras el análisis musical realizado podemos concluir que los elementos
musicales que caracterizan a esta jota, fueron los propios de la segunda mitad del siglo
XIX español, acercándose así a los elementos rítmicos y melódicos característicos de la
zarzuela, al tratarse de ritmos de carácter popular, como es la jota.

644
Introducción A a b
Sol M 1 8

14 V 20 I I
V IV V I I c V
V

Bd
a' IV V V I 37
28

e 45 V7 I I f 53
d

V de Mi m
I de Dom
57 c' Coda 63

I I I VI I mV
Do II V V
70 V V 76 II I
7 7

VII7 I V I V V I

Sol M 84 90

I V I V I V V I I

645
7.3. COSO BLANCO
Fue en el año 1908 cuando el Centro Artístico encargó a los distinguidos
aficionados Maguregui y Gessner un pasodoble que por primera vez se interpretaría en
el Coso Blanco, como antiguamente se denominaba a la plaza de toros. Estos músicos
riojanos, miembros del Centro Artístico y que a menudo participaban en la actividad
musical y concertística logroñesa, satisficieron los deseos de esta sociedad en el mes de
septiembre del citado año, componiendo un pasodoble de marcado sabor flamenco,
español puro, con el que parecía que toda su vida habían estado absorbiendo la savia
musical de Andalucía.

Conservamos el manuscrito de la partitura original, compuesta para piano por


Carmelo Díez Gessner y Fermín Maguregui, indicando claramente qué parte es la que
compuso cada uno y firmada a fecha de 10 de septiembre de 1908. El 6 de Septiembre
del mismo año se anunció en el diario La Rioja que la partitura encargada por el Centro
Artístico había sido compuesta y sería interpretada en el Coso Blanco, lugar de que dio
nombre a la partitura. Se anunció en la prensa que un excelente músico residente en una
de las provincias del reino de Valencia, instrumentaría la brillante página musical
compuesta por los citados autores.

Como buenos pianistas, Maguregui y Gessner, crearon este pasodoble para piano,
instrumento protagonista de los locales de ocio y cultura de la Bella época.
Posteriormente, fue la versión para banda de música la que se interpretó en el Coso
Blanco.

El pasodoble es una marcha utilizada en los desfiles militares, así como en las
corridas de toros y también en celebraciones de fiestas populares, todos ellos
espectáculos muy frecuentes en esta época en España, y por consiguiente, en Logroño.
En este caso se encargó la composición del pasodoble para su interpretación en el
momento del paseíllo de las cuadrillas de las corridas de toros en el Coso Blanco.

Compuesto en compás de 2/4, binario, como es lo propio de este género musical,


la obra consta de partes claramente diferenciadas. Una Introducción de nueve compases
fue compuesta por el señor Maguregui, para pasar a la parte central del pasodoble que
consta de una parte A, de dieciséis compases, un pequeño Interludio de cuatro

646
compases, una parte B de treinta y un compases, ambas del señor Gessner y una parte C
de dieciséis compases, del señor Maguregui, que se repite, para pasar a un Interludio de
ocho compases de este mismo compositor que nos llevan a la parte D, treinta y dos
compases compuesto por el señor Gessner.

No obstante, la obra tiene un signo de repetición, D.C. hasta , que hace que
al interpretarla finalmente la estructura sea la siguiente: Introducción – A- - Interludio -
B – C- Interludio - D – Introducción – A – Interludio - B – C – Interludio que al
colocarse al final, podríamos considerarlo esta vez la Coda de la obra.

Con un ritmo binario típico de pasodoble, las figuras predominantes son, en


ambas voces del piano, las corcheas, y su silencio, provocando en algunas ocasiones
contratiempos: compases 10, 14, 18, 22, 30, 34, 46, 50, 54, 65, 67 y 69 en la voz
superior, así como todos los compases a partir del 83 en la voz inferior, que realiza un
acompañamiento a base de contratiempos. Además, se observan en la partitura de este
pasodoble algunas figuras negras, y sus silencios, algunas semicorcheas (compases 1,
2, 5, 6, 77, 78, 79, 81, 82 y 83) y muy pocas figuras blancas. Además destaca la
aparición del signo de prolongación llamado calderón, que alarga la duración de la nota
a deseo del intérprete. Éste aparece en el segundo Interludio, compás 80.

He de destacar la aparición de algunas notas de adorno: un mordente en los


compases 32, 36, 48, 52, 87, 91, 103 y 107, que indica que esta nota se debe adornar
con su superior, quitando valor a la nota principal, y una acciaccatura o apoyatura breve
en el compás 113, pequeña nota que se coloca delante de la nota real y toma la duración
de la figura que le sigue, indicando que se debe apoyar o acentuar ligeramente el sonido.

Se trata por tanto de una obra con ritmo marcado a base de las corcheas
dominantes en la partitura, que marcarían el ritmo de marcha del pasodoble, lo que le da
un sabor popular y típicamente español. Este ritmo de corcheas es marcado sobre todo
por la mano izquierda del piano, con el motivo rítmico acompañando
a la mano derecha que lleva la melodía combinando las corcheas con las negras.

En efecto, es la mano derecha quien lleva la melodía en todo momento, realizando


una melodía caracterizada por las pequeñas ondulaciones, con algunos descensos en la

647
parte B (compases 31, 35, 43, 47, 51, 55), así como en el comienzo de la parte C que
comienza en octava alta (compases 61 al 63). Además hay algunos pequeños
fragmentos de melodía plana (compases 25 al 29 y 77 al 83), que en ambos casos se
trata de Interludios. Es decir, los autores se sirvieron de fragmentos creados a partir de
melodías planas para enlazar algunas de las partes de este pasodoble.

Además de los unísonos propios de los fragmentos citados y que provocan una
melodía plana en los casos citados, encontramos otros intervalos más predominantes en
la obra. Estos son, sobre todo, grados conjuntos e intervalos de tercera, destacando
algunos saltos de cuarta (compás 11, 40, 41, 42, 80-81), quinta (compases 2, 49-50) y
algunos saltos de séptima (compases 37-38), de octava (compás 24 al duplicarse a
octava la melodía) y novena (ocurre lo mismo en los compases 29-30).

El ámbito es muy amplio: va de La3 a Sol5, indicado por Maguregui en un


fragmento de la partitura que debe interpretarse una octava alta (compases 61 a 63).

El pasodoble Coso Blanco comienza en la tonalidad de Mi b Mayor, con el grado


VI, modulando en el compás 6 a su relativa Do menor, al aparecer la nota Si becuadro,
séptimo grado de la escala alterado un semitono ascendente para obtener la sensible de
esta escala. Esta es la tonalidad predominante en el pasodoble Coso Blanco, sin
embargo, tanto en la Introducción como en las partes B y D, en las que predomina la
tonalidad de Do menor, se observan pequeñas modulaciones a su relativo Mi bemol
mayor. No sucede lo mismo en la parte A y el pequeño Interludio que sigue a ésta, en
los que observamos únicamente la tonalidad de Do menor. El cambio de tonalidad se
produce al comienzo de la parte C, indicado con un cambio en la armadura, que pasa a
no tener alteraciones, lo que implica una modulación a Do Mayor. En esta misma parte
C, observamos una pequeña modulación a la tonalidad de Re menor, para pasar en el
siguiente Interludio a Sol menor y de nuevo en la parte D a Do menor, finalizando este
pasodoble en la misma tonalidad en la que había comenzado. El signo
Da Capo (D.C.), indica que se debe regresar al comienzo de la obra en Do menor hasta
el signo situado al final del segundo interludio, que tiene en esta ocasión un papel de
coda al no interpretarse la parte D y finalizar el pasodoble en la tonalidad de Do menor
con una cadencia perfecta (V-I).

648
A pesar de estas pequeñas modulaciones, podemos considerar que la obra posee
una armonía bastante sencilla con el predominio del grado tónica (I), además de la
dominante (V) y en algunos casos subdominante (IV) y superdominante (VI). Cabe
destacar además el uso de dos acordes de préstamo de otras tonalidades cercanas y
utilizadas en la obra, como es el caso del acorde de V de Do menor en los compases 81-
82, o el V de Sol menor en los compases 97-98.

Exceptuando el comienzo en el grado VI de la tonalidad de Mi b Mayor, el resto


de las partes que forman este pasodoble comienza en la tónica, crea tensión al pasar a la
dominante y a veces por la subdominante, para finalizar en cadencia perfecta (V-I).
Todo ello con acordes de triada perfecta en la mayoría de las ocasiones y de séptima de
dominante en algunos otros.

Es únicamente a partir de la parte C cuando la armonía se complica levente, al


encontrar las modulaciones anteriormente citadas, continuando, eso sí, con frases que
finalizan en cadencias perfectas y una clara jerarquización propia de comienzos del
Romanticismo.

Nos encontramos ante una obra pianística cuya textura es la melodía acompañada,
al interpretar la melodía la mano derecha del piano y acompañarle la mano izquierda a
base de acordes. Es a partir de la parte C cuando la melodía se duplica con el acorde de
tríada perfecta. Igualmente en el primer interludio (compases 25 al 29), la melodía se
interpreta duplicada una octava aguda.

En el segundo interludio (compases 79 al 84), sin embargo, se produce un cambio


de textura, pasando a ser homofónica al producirse acordes con el mismo ritmo aunque
diferente melodía en ambas voces.

Maguregui y Gessner no escribieron en este manuscrito ningún término que


indicara la agógica de la obra. No obstante, el pasodoble era un género musical de
marcha rápida, por lo que podemos imaginar que deseaban que así se interpretara.
Sí encontramos sin embargo signos de dinámica, aunque sólo se observan al final
de la partitura: ff en el compás 111, que nos indica que se debe interpretar muy fuerte, y
en el compás 112, que indica que hay que pasar a interpretar muy suave.

649
De igual manera que sucede con los términos de agógica, no encontramos signos
que nos indiquen el carácter de la partitura. No obstante, analizando todos los aspectos
musicales de la partitura, concluimos que se trata de un pasodoble con marcado sabor
español y popular, cuyo carácter marcial lo identifica como propio de la música del
siglo XIX español. Es a su vez el género preferido de la música para banda interpretado
en Logroño durante la Bella época, protagonista de los conciertos que se celebraban en
el paseo del Príncipe de Vergara, así como en el Coso Blanco en el momento del
paseíllo de las corridas de toros, espectáculo que constituía, a comienzos del siglo XX,
uno de los divertimentos nacionales preferidos.

650
Mi b M 1 Do m 8 A
Introducción

12 VI V I I V I
20
Interludio
VI V II V
II V
7
29 B 36 7

I I V7 I V7 VI
43 49 Mi b M Do m

V I V7 I
59 V Do M 67 Re m I
VII7
C

I V7
I V7

Interludio
D
73 Sol m 80
Do m

I 87 IV I
V 96 V de Do m I

III VII7 V7
103
Mi b M I V de Sol m
Do m 110 V I

I III I II7 I V7
I
7

651
652
CONCLUSIONES

Es ahora el momento de realizar una reflexión final en la que se recojan


sintéticamente las aportaciones de mi trabajo, siempre teniendo en cuenta que se trata de
un estudio histórico, pero que ante todo responde a las preguntas que nos hacemos
desde el presente, mirando hacia aquella época menos con nostalgia que con deseo de
comprender cómo aquella sociedad vivió la música e hizo de ella una pasión central en
la vida; que además procuró transmitirla y creó para ello las instituciones donde todavía
hoy se produce la gran aventura del aprendizaje, hoy no solo en el conservatorio, sino
también en los centros de enseñanza y, afortunadamente, en nuestra universidad. Así
pues, quiero dejar constancia de que es desde el presente desde donde interpreto la
música como un fenómeno histórico, involucrándola en el devenir histórico y social de
aquella época. Por ello, he tratado de dar respuesta a una serie de preguntas que
considero insustituibles en el bagaje del historiador: qué, cuándo, dónde, cómo, quiénes
y por qué.

La principal cuestión que me he planteado atañe sobre todo a las fuentes: ¿Qué
contenidos llenan la historia musical de Logroño entre 1880 y 1914 y cómo han sido
recogidos en las fuentes? Puesto que los escritos sobre música en la capital riojana se
limitan casi siempre a los documentos de prensa, la fuente más valiosa para dar
respuesta a tales preguntas ha de ser la labor del cronista, de los incipientes periodistas,
con sus opiniones y sus críticas, más o menos acertadas. Las fuentes hemerográficas son
el fiel y vivo reflejo de los acontecimientos musicales del momento en la capital de La
Rioja, pero además reflejan también la evolución de la prensa, sus intereses en la nueva
sociedad burguesa que demanda información y opinión y que quiere extender esa
exigencia al ocio, es decir, a los espectáculos, y dentro de esas secciones, cada vez más
amplias, a la música en todas sus manifestaciones.

Es por ello que el interés de la investigación se ha centrado en el análisis de la


crítica musical, lo que ha sido un estímulo para ser más rigurosa en la recogida de datos
que salen por primera vez a la luz, muchos de ellos, desde que fueron impresos. No es
baladí constatar que Logroño, a pesar de ser una pequeña ciudad provinciana, vive en
ese momento una expansión económica en todos los sentidos, basada en la exportación
de vino a Francia y en la industria conservera, un caldo de cultivo en el que la prensa –

653
el diario más influyente, La Rioja- pueda aspirar a ser un buen periódico, también en la
sección espectáculos, toros y música.

Teniendo en cuenta esta línea de trabajo se han revisado las publicaciones a partir
de 1886, año en el que se publica por primera vez la revista quincenal La Ilustración de
Logroño; pero es a partir de la aparición el 15 de enero de 1889 del diario La Rioja
cuando hay una documentación seriada, que comencé a vaciar sistemáticamente para
estudiar después los contenidos. Este diario ha sido una fuente fundamental para mi
trabajo, por ser el más completo de todos, además de ser publicado diariamente y, casi
sin interrupción, hasta hoy (a pesar de algunos cambios de cabecera). Su director y
propietario fue el periodista González Zaporta, uno de los logroñeses más influyente en
las décadas finales del XIX y las primeras del siglo XX. Sus crónicas y editoriales en
este periódico orientaron la política, la economía y la vida social de la ciudad durante
muchas décadas.

A esta fuente se fueron añadiendo otros fondos de hemeroteca, periódicos que se


habían creado en años posteriores. Éstos son El Diluvio, El Zurriago, La Jota, La
caricatura riojana, El indicador logroñés, Rioja Ilustrada y Rioja Ilustrada y deportiva.
Todos ellos me han servido para contrastar y cruzar los datos encontrados en el diario
La Rioja. De todos ellos, considero especialmente importantes las aportaciones de El
Diluvio, semanario festivo ilustrado que se publicó semanalmente durante los años 1897
y 1898, que ha aportado gran cantidad de información a este trabajo, al igual que La
Rioja Ilustrada, a pesar de la corta vida de este periódico: 1907-1908, y su publicación
semanal, por ocuparse del ocio de los riojanos, especialmente de sus fiestas locales, San
Mateo y San Bernabé, y tener además una sección dedicada a la información de las
representaciones teatrales. De todos estos periódicos y revistas se ha hecho un vaciado
sistemático de todo lo relacionado con la cultura musical vivida en cualquiera de los
espacios de la ciudad.

Para completar la información hemerográfica ha habido otras fuentes procedentes


de otros centros de investigación importantes para este trabajo. La información extraída
de las actas del Archivo del Ayuntamiento de Logroño, así como la procedente de los
protocolos notariales del Archivo Histórico Provincial de La Rioja, también los datos
encontrados en la Biblioteca Nacional de Madrid, han sido fundamentales para ampliar

654
la información sobre los espacios y personajes relevantes, además de permitirme
localizar las obras de algunos de los artistas riojanos de la época, fiel reflejo de los
acontecimientos musicales vividos en aquella época en Logroño. Igualmente interesante
ha sido el contacto directo con algunos familiares de los músicos riojanos de aquella
época, quienes más fielmente han revivido los recuerdos que tenían y han hecho revivir
los que no tenían –por no haber nacido aún-, con el material encontrado en sus casas.

Todo ello nos lleva a una primera conclusión. Los documentos musicales de la
época en Logroño son escasos, pero ¡cómo podían no serlo! A lo poco que se escribió
hay que añadir lo mucho que desapareció, pero aún teniendo en cuenta ese problema,
general en una España donde muchas instituciones, empresas musicales, teatros,
orquestas, etc., apenas duraban unos años y lo nuevo que llegaba despreciaba a lo viejo
-y a menudo lo destruía-, Logroño se revela como una ciudad alegre, con un alto
desarrollo del ocio y de la vida social -siempre por medio la música-, en comparación
con otras ciudades de su entorno, o de su tamaño. Logroño era festivo, con sus dos
teatros, sus cafés y sus sociedades y eso era evidente a la luz de la documentación
estudiada.

Así pues, tras este análisis y ponderación de las fuentes con que contaba, muy
positivo, continué intentando dar respuesta al resto de los interrogantes.

Sin duda, la respuesta a cuándo se dieron cita estos acontecimientos musicales, es


decir, la periodización de nuestro estudio, nos la dan los hechos relevantes y la
cronología general de la época, observándose una clara diferenciación en la
proliferación musical entre la última década del siglo XIX y la primera del XX. La
razón es obvia: las dos décadas están separadas por el desastre colonial que llevó a
España a una etapa de pesimismo general que, necesariamente, se extendió a la capital
riojana; pero más aún, pues aquí, además, se produjo el desastre de la filoxera. La plaga
comenzó a devorar los viñedos riojanos a partir de 1899, aunque los efectos para la
sociedad logroñesa llegaran más tarde. Cuando el rey Alfonso XIII vino a la ciudad, en
1903, ya le hicieron llegar los lamentos de las muchas familias que se habían
empobrecido; pero la filoxera no tenía remedio, había que arrancar el viñedo y
replantar, lo que no estaba al alcance de los viticultores. La pobreza del sector se

655
transmitió a los demás sectores productivos, al comercio y, como no, al ocio y a la
música.

En la última década del siglo XIX habían empezado a mostrarse en Logroño los
rasgos típicos de una población signada por las características y formas burguesas. La
ciudad aspiraba a una reforma urbana que acometería el gran arquitecto Barrón, llegaba
a la ciudad capital francés para levantar las Bodegas Franco-Españolas, se estrenaba el
“puente de hierro” y la industria conservera de Trevijano aseguraba la prosperidad de
las familias con unos 600 puestos de trabajo, mientras la recién inaugurada Tabacalera
empleaba a unas 400 mujeres. Logroño soñaba con modernizarse, lo que se nota
constantemente en el diario La Rioja, que vibra ante cualquier acontecimiento que trae
esa modernidad.

Los ciudadanos logroñeses eran en su mayoría liberales desde los primeros


tiempos, pues se miraban en los grandes líderes riojanos Espartero, Olózaga, Amós
Salvador y Sagasta. Todos estos próceres habían paseado por las calles logroñesas y
aquí tenían su “feudo electoral”. Espartero está enterrado en la catedral, Olózaga en el
monasterio de Vico de Arnedo y Amós Salvador, abuelo del gran crítico musical
Salvador Carreras y de su hermano el ministro azañista, en el cementerio de Logroño. A
Sagasta le reverenciaban los logroñeses, así que cuando visitó la ciudad en 1891, el
diario La Rioja le hizo autor de todo lo que significaba modernidad:

“Hospicio, Tabacalera,
Cuarteles, escuela, puentes,
aguas limpias y corrientes
cuanto, en fin, pudo soñar,
merced a tu noble apoyo,
y a tu protección constante
se convirtió en un instante
en risueña realidad”.

Los logroñeses vivieron esa década con una postura abierta, confiada y
renovadora, convirtiéndose en protagonistas y promotores de las reformas socio-
culturales de la ciudad, admitiendo incluso en la buena sociedad a numerosos

656
partidarios de la República como el mismísimo alcalde Francisco de Paula Marín, al que
le tocó recibir en 1903 a Alfonso XIII. Paco Marín era un hombre conservador que tuvo
el valor de decirle al rey que “era ferviente partidario de las ideas republicanas desde su
infancia”. Ocurrió en el instituto Sagasta, donde durmió la comitiva regia y donde tuvo
lugar la recepción. El rey bromeó y quitó importancia al incidente, pero el ministro de
jornada, el conde de San Bernardo, se puso muy serio y espetó al alcalde un fuerte
reproche, que el periodista de La Rioja recogió, sin entrar en el fondo de la cuestión,
escribiendo que “a los reyes no se les puede hablar de política en circunstancias como
las presentes”. Parece ser que el alcalde se hizo el tonto y le contestó que Su Majestad le
había preguntado con insistencia por el tema de conversación que mantenía con los
otros próceres locales, que no era otro que el del auge de las ideas republicanas. No dijo,
claro, que el rey no podía ni imaginar que se estuviera hablando de la república a unos
pasos de su augusta persona.

Estos ricos de la ciudad, que jugaban a la política, seguros y confiados en el éxito


de su clase social, abrieron locales de sociabilidad y fueron asiduos visitantes de los
círculos de recreo, de los cafés, de los bailes, de las veladas musicales y del teatro. A
pesar de no haber existido un sector aristocrático en la ciudad, durante la última década
del siglo XIX, Logroño era una ciudad diferente a otras capitales de provincia cercanas,
percibiéndose en ella el auge de esas familias burguesas, los ricos de los sectores
vitivinícola, conservero, metalúrgico –la pequeña industria de transformación- y
comercial. Y sin duda, donde mejor se reflejó este desarrollo fue en la vida cultural,
artística y social, popularizándose los espectáculos de masas y desarrollándose la vida
artística y musical con intensidad. Sin embargo, con el desastre del 98 y la plaga de la
filoxera, la ciudad vio ralentizarse la vida artística, al disminuir la cantidad de
espectáculos musicales y llegando a tener que ser vendido el teatro Principal a una
entidad Municipal –la Caja de Ahorros- para poder realizar las reformas necesarias para
su mantenimiento. A partir de 1907, la vida de Logroño es muy sombría y augura malos
tiempos.

Todo ello nos da respuesta a ¿dónde tuvo lugar el desarrollo de la música


logroñesa durante la Bella época? Salones, cafés y teatro fueron los espacios preferidos
por los ciudadanos en aquél periodo, acomodándose cada uno al que más se adecuaba a
sus circunstancias, marcadas por su estatus social. Éste ha afectado como ningún otro al

657
ocio de tal manera que entretenimientos como la música clásica o la literatura eran en
aquella época patrimonio de las clases altas, mientras las gentes del pueblo llano
continuaban divirtiéndose gracias a la música popular, o las corridas de toros, el otro
gran espectáculo que levantaba pasiones (y que era divulgado por la prensa). Sin
embargo, he podido observar cómo algunos de estos espacios empiezan a ser
compartidos por un público cada vez más heterogéneo, a pesar de las dificultades que
ello entrañaba ya que para sentarse en determinadas butacas del teatro había que pagar
un precio mayor, al igual que sucedía con la cuota que pagaban los miembros de
determinadas sociedades. Y es que la sociedad logroñesa, que vive un periodo de
esperanza durante los años de la Primera Guerra Mundial al no estar involucrada
España, comienza a ser más reivindicativa, más consciente de las nuevas ideas que
llegan al calor del socialismo, de la lucha de clases y del asociacionismo obrero. Pero,
hasta 1917, todavía queda un tiempo para la sociabilidad, la confusión de obreros y
pequeños burgueses, ávidos de diversión; y en medio, … el teatro.

El teatro no fue un edificio más, sino que fue un espacio lo suficientemente


importante como para convertirse en uno de los centros neurálgicos de la ciudad. El
primer teatro erigido en Logroño, después del Liceo creado en 1862, que sustituía al
antiguo Corral de Comedias del año 1602, fue el Teatro Principal creado en el año 1880.
El empresario de este teatro, Cayetano Carasa tuvo un papel importante en lograr que
fuera un espacio fundamental en la vida social de los logroñeses de la Bella Época, al
intentar concentrar en el teatro a gran parte de la sociedad logroñesa de aquel periodo.
Un sector de la población estaba abonado a las plateas y palcos, donde además de
disfrutar de los espectáculos que en el teatro se representaban, encontraban un espacio
de sociabilidad: ver y ser vistos. Con el cambio de siglo, el teatro fue vendido a la Caja
de Ahorros Municipal, entidad que se encargó de realizar obras de restauración. Durante
el proceso, la capital riojana contó con un nuevo teatro, el denominado Moderno, hasta
la inauguración en 1902 del teatro restaurado y denominado entonces Bretón de los
Herreros. Sin embargo, el difícil momento social y económico por el que pasaba la
sociedad riojana no permitió que la vida artística se mantuviera con dos teatros abiertos
a la vez, lo que trajo consigo el cierre del teatro Moderno, que se había creado para
llenar el vacío teatral causado por las obras del Teatro Bretón. Tuvieron que pasar diez
años para la apertura del nuevo teatro Moderno, que a pesar de denominarse igual que el

658
citado, no tenía nada que ver con aquél, y comenzó su vida artística al finalizar el año
1913, con el fin de la Bella época.

Junto a los teatros, se crearon las sociedades recreativas, nacidas la mayoría de


ellas al calor de la Ley de Asociaciones de 1887 para satisfacer las ansias de
sociabilidad de las élites locales. Este espacio se caracterizaba por su carácter elitista,
que se veía reflejado en el hecho de contar con una sede fija generalmente bien
acomodada, además del riguroso pago por parte de cada socio de una cuota mensual y la
obligación de cumplir un reglamento previamente fijado. Aunque no se solía decir
abiertamente, las clases populares se sabían excluidas de estos espacios, pero no por ello
renunciaron a crear sus centros de obreros, sus ateneos libertarios, sus círculos
republicanos, donde obviamente la música no era muy importante. Las principales
asociaciones logroñesas en las que destacó el predominio de la actividad musical fueron
el Círculo de La Amistad, el de La Fraternidad, el Círculo Logroñés y el Gran Casino,
además de la importante sociedad a la vez instructiva Centro Artístico, pieza clave para
el desarrollo cultural musical de la sociedad riojana, especialmente en el ámbito de la
música sinfónica y de cámara, ambos prácticamente ignorados hasta el momento en
Logroño. A estas importantes sociedades hay que añadir la presencia de las sociedades
corales, obreras u otras de carácter más lúdico como las sociedades de baile, donde la
música estuvo presente durante todo el periodo de la Bella época.

No sólo las clases acomodadas contaron con espacios de divertimento sino que
paralelamente se abrieron nuevos espacios denominados cafés en los lugares más
céntricos y habituales de la ciudad, al igual que estaba ocurriendo en el resto de España
y tal y como había ocurrido previamente en Francia y Centroeuropa. Estos lugares de
ocio y diversión, así como de desarrollo cultural, comenzaron siendo cafés concierto
que intentaban imitar a los “café-concert” de París, donde se interpretaban obras para
piano o tocadas por agrupaciones de cámara y, con el paso del tiempo, incluyeron en su
pequeño escenario a cantantes y bailarines de flamenco. Así, cafés-cantante, donde
junto a los espectáculos musicales comenzaron a proliferar otros que carecían del
elemento musical y que hoy se consideran la base de las variedades lograron suscitar la
emoción entre los concurrentes de los cafés. Algunos de estos cafés, el Café del Siglo y
el Café Universal, se convirtieron en cafés-teatro desde 1895, siendo estos dos cafés los
protagonistas durante los años previos al desastre del 98. El café, por lo tanto,

659
constituyó un espacio de sociabilidad como lo era el teatro, a la vez que un elemento
clave en la democratización de la cultura, gracias a la heterogeneidad del público que a
él acudía.

La siguiente conclusión se desprende de la pregunta ¿cómo era el contenido


musical durante la Bella época en Logroño? Los géneros musicales predominantes en la
música local riojana nos muestran un claro predominio del género lírico, además de la
existencia, aunque en menor cantidad, de música para piano y canción. Las ausencias de
música de cámara y sinfónica, fueron cubiertas por el aprovechamiento del folklore
como temática melódica para banda y en algunas ocasiones para coral. El género
instrumental tardó en instaurarse en la capital riojana, al igual que había sucedido en
Madrid, pero con más retraso, si cabe, por tratarse de una capital provinciana.

A lo largo del siglo XIX el género lírico fue el que más dinero movió entre
provincias españolas y el que más música produjo. No sorprende el triunfo de este
género musical en el siglo de la unión de las artes, puesto que tanto en la zarzuela como
en la ópera la música entra en contacto con el mundo literario, el mundo intelectual y
político, acercando la música a todo tipo de público. Logroño formó parte de este
movimiento lírico interprovincial, especialmente marcado durante la última década del
siglo XIX, periodo de auge del género chico. La zarzuela grande, recientemente
restaurada a mitad del siglo, había entrado en declive a causa de la falta de músicos
especializados, capaces de cantar y declamar, y a un cansancio del público por el
género. Es por ello que el empresario del teatro Principal Cayetano Carasa, buscó la
rentabilidad, adoptando el sistema del teatro por horas o género chico. Esta nueva
modalidad fue una forma de bajar los precios sin reducir los ingresos, ya que en lugar de
extensas zarzuelas de dos, tres o cuatro actos, con sus interminables descansos, se
ofrecían cuatro zarzuelas breves de una hora de duración. Esto permitió al público
presenciar esas piezas dejando paso en el local al público que acudía al teatro a la hora
siguiente. No obstante, continuó habiendo ciudadanos que se podían permitir la
asistencia a varias sesiones de la tarde y así lo hacían, reclamando por ello que se
interpretaran diferentes títulos en cada sesión.

El Género Chico no había nacido con la misión de crear un nuevo drama lírico
español que compitiera con el europeo, sino más bien con la idea de convertirse en un

660
producto de entretenimiento, que tuvo en cuenta no sólo a la burguesía, sino a un
público más amplio, al ser un arte más inmediato y fácil. Es cierto que no se dejó de
representar zarzuela grande, y que ésta era esperada con interés por gran parte del
público riojano, especialmente por las capas altas de la sociedad. Sin embargo, mientras
eran tres o cuatro compañías de género chico las que realizaron su temporada en el
teatro de Logroño cada año, tenían que pasar tres o cuatro años para que una compañía
de zarzuela grande acudiese al teatro riojano a realiza su temporada.

Las obras de género chico interpretadas en un acto, fueron las predominantes


durante la Bella época en Logroño. Se representaron en total 338 títulos de zarzuelas de
género chico, que con la gran cantidad de repeticiones hacen un total de 2.292
representaciones. La obra más veces representada fue La fiesta de San Antón, sainete
lírico de costumbres madrileñas en prosa, de Tomás López Torregosa, con 38
representaciones. A ella le siguieron La viejecita, zarzuela cómica en verso, de Manuel
Fernández Caballero, con 34 representaciones y El cabo primero, zarzuela cómica en
prosa, de Manuel Fernández Caballero, con 33 representaciones.

Frente a ellas, se representaron 57 títulos de Zarzuela Grande, que al representarse


la mayor parte de ellas en varias ocasiones, fueron en total 256 representaciones de
zarzuela. En el campo de la zarzuela grande, las obras más veces interpretadas fueron El
rey que rabió, zarzuela cómica en verso y prosa y tres actos, de Ruperto Chapí, con 23
representaciones y Marina, zarzuela en verso y en dos actos, de Pascual Emilio Arrieta,
con 20 representaciones. Es importante destacar a Ruperto Chapí, autor de gran parte de
las zarzuelas grandes interpretadas en los teatros de Logroño y más veces repetidas. Este
conocido compositor, fue muy venerado por los logroñeses, apareciendo con frecuencia
muchos de los fragmentos de sus conocidas zarzuelas en los programas de la música
que las bandas interpretaban en el paseo. Tras su fallecimiento en 1909 se le realizó un
homenaje a este compositor, que en 1895 había sido invitado como jurado del tribunal
del concurso de bandas que se celebró en la capital riojana durante las fiestas de San
Mateo, momento en que aprovechó para asistir al teatro Principal a disfrutar de la
interpretación de algunas de las zarzuelas por él compuestas.

Existió una gran diferencia en el número de obras representadas de Género Chico,


Zarzuela Grande y Bufa. El número de títulos de Zarzuela Chica representados fue seis

661
veces mayor que el de Zarzuela Grande, mientras el Género Bufo fue representado de
forma muy ocasional.

La ópera y sus derivados, sin embargo, fueron géneros mucho menos prolíficos
en la capital riojana. Así, frente a los 401 títulos de zarzuela en sus diferentes
subgéneros (grande, chica y bufa), fueron 49 los títulos de ópera y opereta, lo que
supone que los títulos de zarzuela octuplicaron a los de ópera.

Todo ello nos da un resultado total de 1.050 funciones de género lírico-dramático


durante la época en los teatros de Logroño. Del total, 957 fueron funciones de zarzuela,
frente a 93 funciones de ópera. Todo ello traducido al número de representaciones de
cada una de ellas nos da un total de 2.563 representaciones de zarzuela frente a 150
representaciones de ópera. Se observa una diferencia entre el número de
representaciones de la última década del siglo XIX, que fue especialmente fructífero y
productivo, con 597 funciones, divididas en 555 de zarzuela y 42 de ópera, frente al de
la primera década del siglo XX, en la que descendió el número de representaciones
respecto a la década anterior, siendo 453 funciones, divididas en 402 la funciones de
zarzuela y 51 de ópera. Si hacemos referencia a las compañías de cada uno de los
géneros que realizaron su temporada en el teatro, la diferencia es clara. Frente a las 60
compañías de zarzuela que actuaron en los teatros de Logroño, lo hicieron 13 compañías
de ópera y 3 compañías que combinaron ambos géneros.

Un hecho llamativo fue la conversión de dos de los cafés de la ciudad en cafés-


teatro desde el año 1895 hasta 1898. Esta práctica comenzó a llevarla a cabo el dueño
del café del Siglo, don Francisco Cornejo en el mes de julio del citado año y realizó lo
mismo en el mes de noviembre el dueño del café Universal, Fernando Díaz de
Landaluce. Con ello, la vida del género lírico en Logroño se amplió a estos cafés,
además del teatro Principal, en el que de forma habitual se venían celebrando las
representaciones de zarzuela. Durante aquellos años de bonanza, tanto el teatro
Principal como los cafés del Siglo y Universal tuvieron una intensa actividad teatral. La
transformación de estos espacios en pequeños teatros fue un hecho beneficioso para los
logroñeses, al permitir acceder a este tipo de espectáculos a una parte de la sociedad que
no se podía permitir pagar la entrada al teatro y probablemente no estaban preparados
culturalmente para ello. En los cafés-teatro se representaron gran cantidad de obras de

662
género chico en dos sesiones cuyo horario varió según la época del año. Al igual que
ocurría en el teatro, fueron frecuentes los intermedios musicales en los que se
interpretaron bailes de sevillanas, monólogos, romanzas o piezas instrumentales.

Durante los primeros años de existencia de estos espacios, se mantuvo la actividad


zarzuelística en ambos, teatro y cafés. Sin embargo, a partir de 1897 se observa cómo
algunos de los asiduos visitantes del teatro Principal se aficionaron a las
representaciones que se daban en los cafés. Los títulos de las obras representadas eran
muy similares en ambos espacios, con la diferencia de que las compañías de los cafés
estaban formadas por actores locales que iban variando en las diferentes sesiones. A la
situación precaria de los actores se unía un escenario de pequeño tamaño en los cafés,
que no favorecía la escenificación. Lo más frecuente era que se interpretaran en los
cafés zarzuelas que se habían representado durante los años previos en el teatro
Principal por compañías foráneas. Sin embargo, a pesar de todos estos impedimentos, la
conversión de los cafés en teatros fue beneficiosa para una parte de la sociedad que
necesitaba culturizarse, y puedo hacerlo de manera económica. El teatro, sin embargo,
iba asociado, sobretodo en sus comienzos, a la sociedad burguesa.

En total se dieron 721 funciones de zarzuela en el café del Siglo (1.315 zarzuelas)
y 505 en el café Universal (1.103 zarzuelas), siendo los títulos más veces representados
ChateauMargaux, de Manuel Fernández Caballero en el café del Siglo, con 31
representaciones, y La marcha de Cádiz, de Joaquín Valverde Sanjuan (hijo) y Ramón
Estellés, con 24 representaciones.

Durante la primera década del siglo XX comenzó la decadencia del género chico,
hecho que coincidió con la inauguración del nuevo teatro de Logroño, denominado a
partir de entonces Bretón de los Herreros. El nuevo empresario de la sociedad
arrendataria la “Sociedad Teatral Logroñesa”, nueva dueña del teatro, fue Francisco
Martínez Merino, conocido como “Parrita”, fue quien contrató desde entonces a las
compañías de zarzuela y ópera que actuaron en el teatro, encontrando grandes
dificultades para ello. Estas dificultades reflejan un género musical en decadencia en
una ciudad que también se encontraba en aquella situación. A pesar de ello, los
esfuerzos del nuevo empresario por mantener la actividad musical en Logroño, lograron
continuar acercando a la capital riojana compañías de zarzuela y algunas de ópera,

663
aunque el género ínfimo y el cinematógrafo acompañaron a estas en la mayor parte de
las ocasiones.

El género ínfimo y el cinematógrafo fueron los dos enemigos del teatro. El


primero se había originado recientemente en la capital española al inaugurarse el primer
templo de la frivolidad, el music-Hall. En principio, el público que acudió a este tipo de
actuaciones no pensó que algo así podría arraigar, pero el comienzo de un nuevo siglo
había traído consigo cambios en la moda y la sociedad se dejó llevar por ellos,
transcendiendo el género ínfimo a las capitales provincianas a gran velocidad. Algo
similar sucedió con el cinematógrafo, creado por los hermanos Lumiere en París en el
año 1896 y tardó sólo cinco meses en llegar a España, experimentando grandes mejoras
con el paso de los años. A pesar de que estos nuevos géneros invadieron el espacio
teatral, la zarzuela se mantuvo apoyada por un sector culto de la sociedad. Este sector
consideraba que los nuevos géneros debían consumirse en espacios como los cafés,
reservando el teatro para los espectáculos de zarzuela y ópera; sin embargo, esto no
siempre fue así.

Frente a los grandes espectáculos de zarzuela y ópera, hubo otros géneros que se
cultivaron especialmente en los pequeños espacios como salones de asociaciones y
cafés. El más destacado fue la música para piano, instrumento por excelencia del
periodo romántico al ser el medio para ofrecer lo más íntimo junto a lo más brillante. Su
gran versatilidad lo coloca en un lugar privilegiado dentro de los instrumentos del siglo
XIX, ya que a través del teclado del piano, el músico romántico podía expresar todo tipo
de composiciones: lieder, sinfonías, óperas, zarzuelas, etc. Además de utilizarse para
interpretar obras en solitario, podía dotar de un acompañamiento adecuado a otros
instrumentos y a la voz humana o ser utilizado como un componente más dentro de la
música de cámara.

Destacó su predominio indiscutible en los salones de Logroño, al estar dotados de


este instrumento los salones privados que existían en las clases altas de la ciudad, como
el salón de los señores Íñiguez. Asimismo fue importante su presencia en los círculos de
recreo más importantes de Logroño como el Círculo de la Fraternidad, Círculo
Logroñés –que disponía de un piano Erard de gran cola- y el Gran Casino, sociedad
aristocrática por excelencia que contó con dos pianos en sus salones. Las sociedades

664
instructivo-recreativas como el Ateneo y el Centro Artístico contaron con un piano en
sus salones, que fue protagonista de las numerosas veladas literario-musicales que se
celebraron durante la Bella época.

En los cafés de Logroño ocupó el piano un papel fundamental, siendo este


instrumento el núcleo central de dichos espacios. La mayoría de los cafés de la ciudad
cuentan con un pianista, que actuaba en algunas ocasiones en solitario y en otras,
acompañado por diferentes agrupaciones o cantantes que pasaban por la ciudad. Se
produjo un aumento de pianistas, que se dedicaron sobre todo a la interpretación en los
cafés concierto de la ciudad, además de dar lecciones como profesores, como fue el caso
de don Hipólito Rodríguez, Antonio Serrano, Delfín Gómez y Juan Vallés.

El piano tuvo su protagonismo como instrumento acompañante del género canción,


práctica muy extendida y a ella se dedicaron numerosos compositores, que respondían a
una demanda social encabezada por la burguesía. A pesar de que el salón fue el espacio
preferido para la canción lírica de carácter burgués, este género fue muy frecuente
también en los numerosos cafés creados durante el siglo XIX, e incluso penetró en los
teatros, con un toque a veces popular, típico de la corriente nacionalista de la época y
que se adecuaba con más facilidad al nivel cultural de gran parte de la sociedad.

Frente a la música para piano y la canción, asociadas ambas a la clase burguesa, he


de destacar la presencia de masas corales, creadas en el seno de las sociedades obreras,
que participaron en funciones en el teatro así como en las calles de Logroño, espacio de
sociabilidad de carácter público en el que confluía el público más heterogéneo
difuminándose las diferencias entre las personas. El acto más importante celebrado en la
Bella Época por este tipo de agrupaciones fue la visita de los Coros Clavé de Barcelona
en el mes de septiembre de 1903. Se trataba de una asociación que contaba entonces
con unas cuarenta sociedades, de las cuales visitaron Logroño la mitad, formando una
masa coral de unos trescientos coristas. Anselmo Clavé había sido quien había iniciado
la constitución de las sociedades corales, siendo recibida esta asociación en Logroño
con gran aprecio por su valor.

La música de cámara y la música sinfónica, sin embargo, fueron género musicales


que no despertaron interés en el público español hasta bien avanzado el siglo XIX,

665
interés que llegó a la capital provinciana de Logroño entrado el siglo XX. En Logroño,
la única sociedad con fines camerísticos y a la vez sinfónicos fue el Centro Artístico,
creado en 1906. Esta sociedad fue, con gran diferencia, la que consiguió, en la medida
de sus posibilidades, difundir en la ciudad de Logroño, las mejores obras instrumentales
europeas de momento. De los años previos a la creación del Centro Artístico,
únicamente tenemos constancia de que en el mes de mayo de 1886, se dieron una serie
de Conciertos por la Sociedad de Sextetos de Madrid, dirigidos por el Sr. Arche, con
poca acogida por parte del público. La posible causa es que el público riojano no tenía
por aquél entonces aún interés por este tipo de interpretaciones, al que no estaba
acostumbrado. Tuvieron que pasar unos años para que la sociedad riojana fuese capaz
de apreciar este tipo de espectáculos.

No obstante, hubo pequeñas agrupaciones de cámara que protagonizaron la vida


de los cafés y salones de Logroño, junto con el piano y la canción. Se trataba sin
embargo de agrupaciones con predominio de instrumentos de plectro y púa, como el
Sexteto de Don Dimas Varea, el Cuarteto del señor Calleja, la agrupación de bandurrias
y guitarras Acevedo, los profesores de bandurria y guitarra la Orden y la Ducha, el
cuarteto El Turia, los guitarristas señores Soriano, el Sexteto de Don Juan Lacall, que
con sus interpretaciones en los cafés de Logroño colaboraron en el aumento de la
afición de la sociedad logroñesa por la música de cámara. Todas ellas fueron
agrupaciones de la propia ciudad a las que se unieron las actuaciones de otras venidas
de otras ciudades españolas que, estando de paso por la nuestra, actuaban un día o se
quedaban una temporada, como fue el caso del quinteto de Luis Borrel o el Cuarteto
Madrileño, formados ambos por instrumentos de orquesta, que asemejaba estas
agrupaciones a las de música de cámara europea. En Logroño, sin embargo, las
agrupaciones instrumentales estaban constituidas por instrumentos de plectro y púa,
asociados al ámbito de la música popular, a veces acompañadas de un pianista, que
aportaba la parte culta a la agrupación.

Los compositores riojanos de la época prefirieron escribir música para piano o


zarzuelas, que, al parecer eran mejores medios de subsistencia y les producía mayor
remuneración. Además, la falta de infraestructura institucional adecuada en materia de
enseñanza música así como la carencia de profesorado cualificado, hacía que el acceso
a la cultura musical fuese muy limitado. Ello nos muestra las dificultades que se

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encontraron en la capital riojana para desarrollar la música de cámara, que los
aficionados de la ciudad no pudieron saborear hasta la llegada de las agrupaciones
contratadas por el Centro Artístico a partir de su creación en el año 1906.Fue el caso del
Cuarteto Francés de la Corte, el Doble Quinteto, formado por solistas de la Sociedad
Lamoreux y Orquesta de la Gran Ópera de París, el Cuarteto Vela de Madrid y el
Cuarteto Rosé de Viena. De estas visitas de intérpretes foráneos, la sociedad riojana se
sirvió no sólo para disfrute y ocio, sino que tuvieron su aportación a nivel instructivo de
los ciudadanos.

Todas estas agrupaciones actuaron en el teatro Bretón de los Herreros de Logroño


gracias a la creación de la Comisión de Conciertos creada en el Centro Artístico en el
año 1908, dos años más tarde de que se creara esta sociedad. Sus miembros, deseosos
de ofrecer a los ciudadanos de Logroño la presencia de las mejores agrupaciones
musicales del momento, se esforzaron en que éstas se acercaran a la capital riojana a
dar conciertos, que tuvieron gran aceptación por un sector culto de la sociedad, a pesar
de encontrarse en unos años difíciles económicamente.

Algo similar sucedió con la música sinfónica, género que tardó en calar en la
sociedad riojana. Fue el Centro Artístico la primera sociedad riojana dotada con una
orquesta propia, que daba veladas a sus socios o colaboraba con otras asociaciones
como le Círculo de la Amistad o el Centro Republicano. Al igual que sucedió con la
música de cámara, la Comisión de Conciertos del Centro Artístico logró que actuaran
en el teatro de Logroño la Orquesta Filarmónica de Madrid, dirigida por el señor Arbós,
en dos ocasiones, en 1909 y 1911, acogida con entusiasmo por las clases acomodadas
de Logroño.

Por medio de la labor de gestión individual de Fermín Maguregui como presidente


de la comisión de conciertos se logró que los ciudadanos de La Rioja pudieran disfrutar
de la música sinfónica que se interpretaba en Madrid, lo que supuso además de disfrute,
aumento de la cultura musical en un campo que tardó en llegar a nuestro país y más aún
a las capitales de pequeñas provincias como Logroño. Además de la labor gestora de
Maguregui, destaco la labor difusora y propagandística de la prensa del momento, único
medio en la época para conocer las novedades musicales, que eran transmitidas con gran
detalle y nos acercan a los acontecimientos musicales de la época.

667
Además de las orquestas de gran tamaño citadas, contaron los salones riojanos con
la presencia de orquestas medianas para bailes y pequeñas orquestas para ambientar
casinos y cafés. Fue el caso de la Orquesta de bandurrias y guitarras de la ciudad,
dirigida por el riojano Felipe Calleja, la Orquesta de bandurrias y guitarras del señor
Nanclares o la Orquesta dirigida por don Juan Uliverri, protagonista en el teatro y en
algunas veladas de los cafés de Logroño.

Junto a ellas he de destacar como agrupaciones protagonistas de las veladas de la


capital riojana a las bandas de música, que dieron conciertos durante todos los jueves y
domingos en el Paseo Príncipe de Vergara. Es por ello que la he considerado dentro del
ámbito de las orquestas callejeras, siendo este espacio el más heterogéneo al confluir en
él desde el humilde proletario hasta el rico aristócrata. Fueron cuatro las bandas de
música protagonistas de la música de los paseos de Logroño durante la Bella Época: la
Banda del Regimiento de Bailén y la del Regimiento de Burgos, ambas de origen
militar, y la Banda Municipal y la Banda de Santa Cecilia, de carácter civil.

La Banda del Regimiento de Burgos fue la banda militar protagonista desde 1889
hasta 1892, continuando la Banda del Regimiento de Bailén desde el verano de 1892
hasta el final de la Bella Época. En el caso de las bandas civiles, se creó en el año 1893
la Banda Municipal, cuyos miembros se preparaban en la Academia Municipal, dirigida
por Ildefonso Moreno y que se había creado para formar a los alumnos que formarían la
Banda. Sin embargo, esta banda no consiguió excelentes resultados y su vida fue corta,
finalizando a la vez que la academia, a finales del siglo XIX. La Banda Municipal que
tan poca fuerza había tenido, no logró sobrevivir a los efectos que la guerra de la
Colonias tuvo en nuestro país. Tras unos años sin Banda Municipal en Logroño,
comenzó su actividad en 1902 la Banda de Santa Cecilia, cuyo protagonismo aumentó
tras unos años de escasa actividad debido a que se estaba formando.Esta banda participó
en los actos públicos de la ciudad con mayor éxito del que lo hizo la anterior Banda
Municipal, llegando incluso a crearse cierta competencia entre la Banda de Santa
Cecilia y la Banda de Bailén, banda militar protagonista, en el año 1911.

Tuvieron que pasar muchos años para que se lograra formar una banda de música
civil capaz de mantenerse activa en diferentes actos municipales. La Banda Municipal
existente durante la última década del siglo XIX se había mantenido en condiciones

668
precarias, que no ayudaron que avanzase y lograse los objetivos para los que fue creada.
No era fácil lograr avances musicales si ello no iba acompañado de estudios ni dotación
necesaria para una educación musical en profundidad. A partir de la creación de la
Academia Municipal por iniciativa del compositor, pianista y profesor don Hipólito
Rodríguez, surgió la Banda de Santa Cecilia, cuya aceptación y movimiento en la
ciudad fue mayor. La Banda de Santa Cecilia también contó con dificultades
económicas al no disponer el Ayuntamiento de dinero suficiente para renovar el
material instrumental, ni para financiar de manera digna a los músicos que la formaban.
Sin embargo, el gran interés de los profesores que impartían su formación,
especialmente del impulsor de la Academia Municipal, don Hipólito Rodríguez, ayudó a
que la participación de esta banda en la vida de la capital riojana fuese más activa y
favorable.

Los programas de los conciertos de las diferentes bandas de música seguían una
misma estructura, que constaba de cinco o seis obras. La obra de comienzo era siempre
una marcha, a veces militar, o redoblada, que viene a denominarse pasodoble. Para
finalizar los conciertos se interpretaba un vals o de nuevo una marcha al igual que en la
apertura de los conciertos. En los programas de seis títulos era frecuente la finalización
con una jota. El género predominante fue la Marcha en sus diferentes variedades, con
784 interpretaciones, a la que siguió el Vals con 606 interpretaciones, que duplicaron a
la Fantasía y a la Polka con 369 y con 339 interpretaciones respectivamente. A ellas les
siguió la interpretación de otros géneros musicales como Mazurka, Obertura, Jota,
Gavota, Danza, Serenata, Popurris, Tango, Suite, Polonesa, Capricho, Schotis, Sinfonía,
Alborada, Minuetto, Intermedio, Sardana, Habanera, Rapsodia, Retreta, Barcarola,
bolero, Americana, Rigodón, Aria, romanza, Cuplets, Cuarteto, Rondalla, Mosaico,
Malagueñas, Guaracha, Miserere, Oratorio, Sonata y Zortziko. Por lo tanto, además de
las marchas de desfile y otras populares, se combinaba la música militar con las
adaptaciones de música de orquesta sinfónica para banda, lo que sirvió para acercar a
los ciudadanos riojanos algunas de las grandes obras que estaban triunfando en el
panorama musical europeo y que de otra manera no se habían podido escuchar en
Logroño hasta la fecha.

Por ello resaltamos la importancia que tuvieron estas instituciones en la cultura


musical de una ciudad pequeña como Logroño ya que ejercieron un gran papel, tanto en

669
su función recreativa y de divulgación de determinados repertorios de música culta y
popular, como en lo educativo.

La formación musical era una necesidad para la nueva sociedad burguesa surgida
en el siglo XIX, que consideraba fundamental la música como elemento de la cultura y
el ocio. Esta demanda creciente de música y músicos se fue canalizando en Logroño
gracias a la creación de academias y escuelas de música privadas y públicas, que en La
Rioja simulaban los conservatorios como el de Madrid. La creación de estos espacios de
educación musical respondieron a actuaciones personales de individuos de Logroño
preocupados por la cultura, y atienden a razones políticas, altruistas o simplemente
vocacionales. El proceso del reconocimiento de la educación musical, sin embargo, fue
lento, y los mayores avances en el campo de la Educación Musical tuvieron lugar a lo
largo del siglo XX, con la creación en 1904 de la Escuela Municipal de Música por
Hipólito Rodríguez, quien había dirigido una academia privada en Logroño desde el año
1892. Durante la última década del siglo XIX hubo otros profesores que impartieron
clases de solfeo y piano a nivel privado, como Antonio Serrano, Delfín Gómez, Juan
Vallés e incluso un profesor del Madrid. Sin embargo, el gran empuje de la educación
musical lo dio la citada Academia Municipal de Música, cuyos alumnos se examinaban
a final de curso en el Conservatorio de Madrid, donde algunos de ellos obtuvieron
excelentes resultados. De igual modo se crearon pequeñas academias de música en el
seno de sociedades recreativas o instructivas como el Centro Artístico.

Todo ello nos da respuesta a ¿quiénes fueron los protagonistas de la vida musical
de Logroño entre 1880 y 1914? A pesar del lento proceso de formación de escuelas de
música y de de academias municipales, gracias a los esfuerzos personales de ciertas
personas se fue abriendo camino al mundo musical. En Logroño hubo algunos
personajes relevantes en el mundo musical, que eran muy conscientes de que para ser
músico hacía falta una buena preparación intelectual. Algunos de ellos intentaron
transmitir la cultura musical a través de la creación de academias de música y otros se
encargaron de crear sociedades de recreo e instructivas, con la importante misión de
acercar a la capital riojana a las mejores agrupaciones instrumentales de la capital
española y el resto de Europa.

670
Estos personajes ejercieron de gestores musicales, buscando el acercamiento de la
música a la sociedad riojana. Por una parte he de destacar a los empresarios de los
teatros de Logroño, que se encargaron de contratar a las diferentes compañías de
zarzuela y ópera que hicieron su temporada en el teatro. Durante la última década del
XIX el gestor del teatro Principal fue Cayetano Carasa y a partir de la renovación del
teatro, que pasó a denominarse Bretón de los Herreros, el nuevo empresario de la
sociedad arrendataria la “Sociedad Teatral Logroñesa”, fue Francisco Martínez Merino,
conocido como “Parrita” quien ejerció de gestor.

Otros gestores de la actividad musical en Logroño fueron Hipólito Rodríguez,


durante la última década del XIX y Fermín Maguregui durante la primera del XX. El
primero destacó en el campo de la educación, creando la Academia Municipal de
música y el segundo ejerció su labor gestora como presidente de la Comisión de
conciertos del Centro Artístico, impulsando la música sinfónica y de cámara, además de
formar parte de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento. Ambos fueron a su vez
compositores y ejecutores musicales, labor a la que se unieron otros personajes
relevantes del ambiente musical riojano, que se integraron en la sociedad burguesa por
medio de las veladas artísticas donde literatura y música fueron protagonistas, así como
la creación de obras musicales y los conciertos públicos, medios todos ellos para
integrar la música en la formación cultural de la sociedad riojana. He de citar a los
compositores Carmelo Díez Gessner, Ruperto Ruiz de Velasco y Hermenegildo
Uliverri, hijo del director de la orquesta del teatro y cuyos hermanos Juan y Eulalia
también formaron parte del panorama musical riojano como intérpretes vocales. Otros
grandes cantantes fueron la tiple Julia Campos, el tenor Inocente Ramírez, el barítono
Moisés Iglesias o el barítono y a su vez cantador de jotas Pepe Lasanta, En el campo de
los ejecutores instrumentales he de citar al pianista y a su vez compositor Juan Vallés, el
pianista Antonio Serrano, el guitarrista Felipe Calleja y su hijo Francisco. Con este
caldo de cultivo, surgieron otros, cantantes e instrumentistas, que participaron en los
eventos musicales que se celebraban en la capital riojana, como Concha Notario o María
Clavijo, ambas discípulas del maestro Hipólito Rodríguez. Algunos de ellos incluso
lograron hacerse un hueco en el panorama musical estatal.

Además de gestores, compositores e intérpretes, considero importante hacer


referencia al público, de igual modo protagonista y sin quien toda esta actividad no

671
hubiera sido posible. Los espacios y géneros musicales contaron con un tipo de público
diferente, siendo la zarzuela el tipo de música que encontró una clientela más
heterogénea y satisfecha. Se trataba de un público muy variado, que abarcaba desde la
burguesía de todos los tipos hasta las clases más modestas. Su motivo para asistir al
teatro era la celebración, ya que los momentos en los que no falló la presencia de
compañías de zarzuela fueron las fiestas de San Bernabé y San Mateo. Había muchos
motivos para la especial apreciación de este género, como el humorismo, el tratamiento
de la tradición, el costumbrismo folklorista y su brevedad (en el caso del género chico).
Este género fue la forma más valiosa para llegar a todos los públicos y parecía hecho a
medida de los acontecimientos de la vida común y corriente.

Otro fenómeno musical que tuvo un amplio público, sobretodo porque tuvo lugar
en la calle, fue la música de banda, dentro de cuyo repertorio se incluían adaptaciones
del mundo de la zarzuela, junto a adaptaciones clásicas, además de los variados géneros
como el pasodoble, protagonista de los programas. Las bandas amenizaban la vida
cotidiana en sus momentos de esparcimiento y celebración, participando el pueblo a
través de la audición pasiva y aquellos que se paraban a escuchar en profundidad los
conciertos en el Paseo Príncipe de Vergara o en algunas ocasiones en el Casino, fueron
los mismos escasos aficionados que acudían al teatro para disfrutar de la música culta.

En el caso de los conciertos de música de cámara o sinfónica que predominaron al


finalizar la primera década del siglo XX tuvieron como clientela fundamental a la
burguesía, que debía pagar una entrada que no estaba siempre al alcance del bolsillo de
los obreros. Además del carácter cultural, tuvo gran importancia el carácter de reunión
social en estos conciertos.

Vemos por lo tanto que fue la burguesía quien organizaba, promocionaba, hablaba
y disfrutaba de la música, aunque no todos eran capaces de saborear su esencia. Había
una parte de la burguesía que había accedido a su estatus privilegiado gracias a la
desamortización y constituían solo una clase melómana aparente, mientras un pequeño
sector de la burguesía fue quien realizó un verdadero esfuerzo por transmitir educación
musical a los ciudadanos, mediante la creación de academias y la organización de
grandes conciertos instrumentales. Dentro de este sector incluimos a los citados
Hipólito Rodríguez y Fermín Maguregui, verdaderos melómanos de la capital riojana.

672
Asimismo considero importante destacar el desplazamiento de las mujeres
riojanas en el mundo de la música, fenómeno que no resulta extraño teniendo en cuenta
la situación social general y el papel secundario que se asignaba a la mujer. Ésta podía
ser intérprete, pero nunca compositora, profesora o gestora reconocida. Más bien,
formaba parte del público, como adorno y no faltó su papel en las veladas de baile
celebradas en los salones de recreo. Las academias que impartían clases de música lo
hacían pensando en las señoritas, considerándolas una clase ornamental que permitirían
una práctica limitada a la casa o al salón, como aderezo de sus demás cualidades
femeninas.

Observamos con ello la gran importancia de la educación musical como base de la


cultura artística de la sociedad, problema histórico que se remonta en España a los
siglos XVIII y XIX. Frente a la importancia que llegó a tener la música en la enseñanza
universitaria medieval, en el siglo XVIII el acceso a ella sólo era posible a través de las
capillas musicales catedralicias, los monasterios, las colegiatas o las abadías, es decir,
estaba restringido al ámbito religioso católico. En el siglo XIX la enseñanza musical
evolucionó gracias al desarrollo de la sociedad burguesa y la propia crisis eclesiástica
debido a las amortizaciones. Estos hechos supusieron un avance en Europa e incluso en
Madrid, con la creación del Conservatorio de María Cristina en 1830, sin embargo en
las capitales de provincia como Logroño, los resultados obtenidos fueron menores de lo
deseado y el proceso evolutivo de la educación musical fue lento.

Para formar musicalmente a los ciudadanos de Logroño fue necesaria la labor


educativa por otros medios alternativos a la enseñanza musical reglada, destacando el
gran esfuerzo realizado por ciertas personalidades como Hipólito Rodríguez o Fermín
Maguregui. La finalidad de estos personajes relevantes fue llenar los espacios de ocio de
la nueva burguesía surgida al finalizar el siglo XIX, asidua visitante de los Círculos de
recreo, los cafés, el teatro, los bailes, y otras veladas musicales. Con todos estos actos
musicales se logró de forma progresiva el aumento de formación musical en la capital
riojana.
En definitiva, al final de este recorrido de algo más de dos décadas –una
generación-, podemos concluir con lo que podría parecer una obviedad: la música y los
músicos fueron en el Logroño de la Bella Época una parte sustancial de la vida social,
respondieron a las circunstancias políticas y económicas, reflejaron las aspiraciones y

673
los fracasos de aquella sociedad, fueron escaparates del mundo y, a la vez, quisieron
influir en él. Lo intentaron todo, tuvieron que unir la genialidad de la música con la
vulgaridad del dinero para hacerla posible; convivieron mecenas ricos del mundo del
vino, de la conserva, o de las profesiones liberales, con pobres músicos geniales y
empresarios de cafés y teatros, exitosos y arruinados. Pero esto es la música, una pasión,
entonces y ahora. Una sublime pasión.

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