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Desde hace unos 20 años, se dispone de apoyo nutricional total como tratamiento
prolongado. Se ha demostrado su utilidad como una de las modalidades terapéuticas más
importantes en pacientes sometidos al estrés del quirófano, tanto en el período
preoperatorio, para alcanzar un estado eutrófico, como en el postoperatorio como apoyo
terapéutico para reestablecer las funciones alteradas del paciente.
Aunque todavía se encuentra en su infancia, ya surge una nueva fase del apoyo nutricional,
el empleo dirigido de estos elementos, la modificación de las condiciones fisiológicas, o
ambas cosas, solo es posible cuando se conocen los mecanismos fisiopatológicos.
Existen algunos fenómenos metabólicos que es preciso tener en cuenta en este tipo de
pacientes para proporcionar una terapia nutricional efectiva, los principales son:
Movilización de grasa para oxidación como una nueva fuente energética por acción
de catecolaminas que aceleran la utilización de TAG, grasa corporal y ácidos grasos
libres.
Estos fenómenos son consecuencia de una serie de cambios neurohormonales que vale la
pena tener en cuenta: Aumento de ACTH, cortisol y glucagon que influyen en el
metabolismo de los carbohidratos. Activación del eje renina-angiotensina-aldosterona.
Aumento de catecolaminas circulantes en las primeras 48 horas de postoperatorio, que
desempeñan una verdadera función de emergencia metabólica. Aumento de la secreción de
ADH. Quedan disminuidas la insulina y las hormonas sexuales.
Dados los siguientes cambios metabólicos, es evidente la desviación del metabolismo hacia
el catabolismo, y las reservas energéticas de que dispone el individuo son muy variables
entre ellos, de lo que se deduce que la evaluación del estado nutricional es importante para
la aplicación de la hiperalimentación.
Ante la imposibilidad de predecir con exactitud el riesgo en un paciente en particular, las
indicaciones para la nutrición parenteral deben depender de los siguientes criterios:
1) el estado premorboso (salud u otro), especialmente el nutricional.
2) edad del paciente;
3) duración de la inanición.
4) grado de la lesión; y
5) posibilidad de reducir la ingestión normal en un período delimitado;
6) pérdida de peso del 15% y
7) albúmina sérica menor de 3 g/100 ml . Los valores que indican probable infección son :
transferrina absoluta menor de 200 mg/100 ml y anergia a antígenos inyectados.
Alteraciones de la Coagulación.