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201 — Michel Vovelle —~LA MENTALIDAD REVOLUCIONARIA - CriticaCZE) Las ideas MICHEL VOVELLE LA MENTALIDAD REVOLUCIONARIA EDITORIAL CRITICA Grupo editorial Grijalbo BARCELONA No se permite la reproduccién total o parcial de este libro, ni su incorporacién a un sistema informético, nj su transmisién en cualquier forma o por cuaiquier medio, sea éste electrénico, mecdnico, por fotocopia, por grabacién u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares det copyright. Titulo original: LA MENTALITE REVOLUTIONNAIRE. Société et mentalités sous la Révolu- tion frangaise Traduccién castellana de RAFAEL SANTAMARIA Revision de JUANA BIGNOZZI Cubierta: Enric Satué © 1985: Messidor/Editions Sociales, Paris © 1989 de la traduccién castellana para Espaiia y América: Editorial Critica, S.A., Aragé, 385, 08013 Barcelona ISBN: 84-7423-420-4 Depésito legal: B.33.527-1989 Impreso en Espafia 1989.—HUROPE, S.A., Recaredo, 2, 08005 Barcelona PROLOGO Ante todo hay que especificar que este libro es un ensayo sobre un inmenso arsenal documental, que apenas empieza a ser descu- bierto. Su unica ambicion es la de acotar el terreno, indicando los caminos y las zonas susceptibles de ser explorados: al menos, tal como aparecen hoy dia, pues este recorrido exploratorio no se plan- tea limites. La historia de las mentalidades revolucionarias no deberia redu- cirse a la de la vida cotidiana ni, tampoco, a la de las ideologias. Posee su campo propio, que es menester fijar y, mds aun, ahondar: soy consciente de haber contribuido, en mds de uno de los frentes que intento definir, a delimitar los datos sociales del problema, esta- bleciendo los contornos de un grupo estructurado, o de una difusa nebulosa, mds que @ aclarar completamente los rasgos de las menta- lidades. Lo reconozco sin rodeos, convencido de que la historia de las mentalidades debe acompafar a la historia social, y de que am- bas se clarifican mutuamente. Pero evalio también, después de este desbroce preparatorio, la amplitud de los caminos que hay que reco- rrer: en el andlisis del discurso revolucionario, que aqut, en verdad, no ha podido ser tomado en cuenta, es donde se deberdn hacer avances decisivos; y tal vez también habria que decir discursos, con- siderando, mds alld de lo escrito, la imagen, la sinfonia o los gestos tal como se suceden en las escenografias de las fiestas o estallan en la violencia de las jornadas revolucionarias. Pero la prospeccion de estos campos supone una profundizacion conceptual; la originalidad del momento revolucionario consiste en ponernos frente a una se- cuencia de ruptura, en la que la ideologia invade las mentalidades, las penetra y las subvierte. ;Como si pudiera haber —se dird— men- talidades al margen de la ideologta! Pero, en el desarrollo de la pe-

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