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ENSAYO CIENTÍFICO

TEMA: EDUCACIÓN INCLUSIVA

Se denomina inclusión a toda actitud, política o tendencia que busque integrar a las
personas dentro de la sociedad, buscando que estas contribuyan con sus talentos y a la
vez se vean correspondidas con los beneficios que la sociedad pueda ofrecer. La
educación inclusiva se asocia frecuentemente con la participación de los niños con
discapacidad en la escuela común y de otros alumnos etiquetados “con necesidades
educativas especiales”. (Hernández, 2014)

Se trata de un modelo de escuela en la que no existen requisitos de entrada ni mecanismos


de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos
a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación. El enfoque de
educación inclusiva implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y
propuesta pedagógica de las escuelas para dar respuesta a las necesidades educativas de
todos y cada uno de los niños y niñas. (OEA, 2014)

En cuanto a distinciones por nombre se menciona que antes se les solía llamar anormales,
en el siglo XIX deficientes mentales; en el siglo XX deficientes mentales, deficientes
físicos, inadaptados, autistas, superdotados, trastornos de aprendizaje. Y Ahora como
alumnos con necesidades educativas especiales. En la década de los 80 se comienza a
utilizar a nivel educativo un nuevo término que da respuesta a la exclusión vivida por
mucho tiempo por algunas minorías, como las etnias o la población con discapacidad.
(Unesco, 2013)

En términos de integración, la educación inclusiva es entendida como un principio que


orienta, ayuda y mentaliza a aceptar que la sociedad está formada por seres diferentes. Y
la inclusión, que surge en la década de los 90, por ser una época en donde se comienza el
reconocimiento de los derechos de las personas en situación de discapacidad, se toma en
cuenta el trabajo colaborativo entre profesores, estrategias de enseñanza – aprendizaje,
atención a la diversidad desde el currículo, organización interna, colaboración escuela –
familia, y transformación de los servicios/recursos destinados a la educación especial.
(Parlenson, 2014)
La UNICEF apoya la iniciativa desde el 2003 y en varios países se ha trabajado
continuamente para lograr el objetivo de lograr que todos los niños y personas puedan
acceder a la educación como un derecho de toda persona.

Es por estos antecedentes que el objetivo de cualquier sistema educativo ha de ser el de


dar a todas las personas la posibilidad de aprender. Para lograrlo, la escuela como
institución educativa, deberá dar respuesta a las peculiares necesidades de todos y de cada
uno de los estudiantes que a ella acuden. En este sentido, la expresión educación inclusiva
(actualmente utilizada en el contexto internacional y recogida en diferentes políticas
educativas) ha de incorporar intrínsecamente la diversidad, contemplar la identidad y la
pluralidad de los sujetos de aprendizaje evitando en todo momento cualquier tipo de
exclusión. (Pujolás, 2014)

Para hacer efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la


participación de todos bajo el planteamiento de escuela inclusiva se debe obviar cualquier
requisito de entrada y cualquier mecanismo de discriminación. La escuela ha de ser, en
todo momento, un lugar de encuentro para la igualdad de oportunidades además de un
espacio de aprendizaje y de interacción social donde se conoce, comparte y convive con
personas que provienen de distintos grupos sociales aprendiendo a respetar y valorar al y
lo diferente. En su consideración prospectiva se busca una mayor calidad educativa para
todos de cara a lograr la plena participación e inclusión social y productiva en el mundo
adulto. (CAST, 2016)

Ahora bien, hablar de este tipo de escuela con las finalidades que se propone viene a
suponer materializar algunos cambios a diferentes niveles. En primer lugar, se sitúa
políticas educativas coherentes con estos planteamientos y que promuevan la creación de
un enfoque institucional inclusivo, además de vincular una identificación comunitaria de
la educación en la que las ideas de equidad y calidad sean incorporadas como elementos
fundamentales en la trayectoria educativa que desarrolle e irradie la escuela.

Lo importante, o hacia donde se debe caminar, es a alcanzar una cultura inclusiva. Para
ello es preciso llevar a término una mayor identificación del equipo directivo, de los
profesionales docentes, de los alumnos y de los padres con la escuela, considerarla como
propia, como una “casa educativa”. Es por ello que se entiende que la mayor fortaleza va
a residir en el grado de apropiación de esa cultura por parte de toda la comunidad
educativa de forma que todos compartan el proyecto pedagógico a cuyo logro se
comprometen. (Echeita, 2016)

Sin embargo se debe tomar en cuenta además que a pesar de los estudios y documentos
elaborados, especialmente por la UNESCO, existen varios factores que hacen de la
educación inclusiva un mito, debido a que la población es el principal inconveniente, por
su rechazo a aceptar a niños y jóvenes con capacidades diferentes a formar parte de un
mismo entorno que los demás. De algunos de estos factores se mencionan los siguientes:
(Revista educación virtual, 2017)

 Las normas sociales son a menudo el mayor obstáculo para la inclusión. Las viejas
actitudes tardan en morir, y muchos todavía resisten el alojamiento de los estudiantes
con discapacidades y problemas de aprendizaje, así como los de las culturas
minoritarias.
 Algunas barreras físicas en la estructura de las escuelas, restringen la accesibilidad de
los estudiantes con discapacidades.
 Un plan de estudios rígido que no permite la experimentación o el uso de diferentes
métodos de enseñanza puede ser una enorme barrera para la inclusión.
 Los maestros que no están capacitados o que no están dispuestos o poco entusiasmo
por trabajar con los estudiantes con capacidades diferentes son un inconveniente para
la inclusión exitosa.
 La financiación adecuada es una necesidad para la inclusión y, sin embargo, es raro.
Las escuelas a menudo carecen de instalaciones adecuadas, maestros calificados y
adecuadamente capacitados y otros miembros del personal, materiales educativos y
apoyo general. (ITE, 2015)

La superación de las muchas barreras para la educación inclusiva requiere fondos


adicionales, pero aún más importante, se requiere el cambio de actitudes. Los estudios
apoyan lo que muchos maestros saben por experiencia: que la inclusión ofrece beneficios
a todos los estudiantes justificando sus esfuerzos, para lo cual se debe perseguir los
siguientes objetivos:
 Favorecer la igualdad de oportunidades proporcionando una educación personalizada,
fomentando la participación, la solidaridad y cooperación entre los alumnos a fin de
mejorar la calidad de la enseñanza y la eficacia del sistema educativo.
 Impulsar la democracia y la justicia, favoreciendo el hecho que todos los niños y niñas
de una determinada comunidad aprendan juntos, independientemente de sus
condiciones personales, sociales o culturales, incluso aquellos que presentan
discapacidad.
 Promover el dinamismo y la interacción entre instituciones para que la inclusión sea
una realidad en el mundo del trabajo y en la sociedad.
 Concienciar, tanto a la Administración Pública como a Entidades Privadas, de la
necesidad de flexibilizar las estructuras educativas.
 Potenciar la idea de la escuela como comunidad educativa ligada al sentido de
pertenencia y de responsabilidad compartida. (Guerra, 2016)

Por otro lado también se busca justifica el por qué de la importancia de la educación
inclusiva a través datos proporcionados por la Unesco, ya que en el año 2010 había
alrededor de 1 795 300 personas con discapacidad y en Ecuador según cifras del
Ministerio de Educación 82.833; cifra que representa el 1.6 por cada 100 habitantes. Estas
cifras alertaron a distintos sectores de la sociedad con el ámbito educativo y, en un intento
de reflexionar sobre la realidad de dicho colectivo, se pusieron en marcha planes de acción
para que los niños con discapacidad tuvieran garantizada su escolaridad. Aunque existe
un ordenamiento legislativo integrador, en la práctica existen todavía muchas
contradicciones, actitudes y creencias alejadas de un modelo de paradigma, razón por la
cual se hace necesario conocer acerca de los niveles de inclusión existen en las escuelas
con la intención de concienciar a la comunidad educativa, y especialmente a los docentes,
de la situación real de sus escuelas con la finalidad de generar cambios en las prácticas
organizativas, para que puedan ofrecer una educación de calidad a toda la población.
(Senplades, 2013-2017)

Se hace necesario además iniciar proyectos educativos fundamentados en la equidad, la


convivencia, la democracia y el éxito académico y personal, a fin de reducir los niveles
de marginación y exclusión. Ante esta situación, el trabajo busca primero incentivar el
entender, configuran los dos pilares básicos sobre los que se sustenta la atención a la
diversidad: la organización y la inclusión; en la organización de escuelas que tienen
Programas de Integración y en la filosofía de la inclusión que subyace a las mismas.

La intención es explicar el potencial inclusivo que tienen algunos elementos de la


organización, como es el liderazgo y las formas de ejercerlo; el trabajo colaborativo y
participativo que se da entre los profesores; la capacidad de los docentes para asumir
proyectos de innovación; las estrategias de formación y reflexión conjunta; los recursos
humanos y materiales; las estrategias metodologías didácticas de aula o de centro; la
aceptación y acogimiento al alumnado en general, incluyendo a aquéllos que presentan
necesidades educativas especiales; la modalidad y la tipología de apoyo; las barreras para
el aprendizaje y la participación y la relación entre la escuela y los padres. (Marchesi,
2014)

Por otra parte, la necesidad de hacer mención sobre la realidad de la educación inclusiva
en el Ecuador, es con el fin de que cualquier análisis o proyecto parta siempre desde la
realidad en la que se vive, tomando en cuenta la siguiente información.

Según Aguilar, en el Ecuador se registran alrededor de la de 1940, los primeros indicios


de búsqueda de apoyo para integrar al ámbito escolar, como un derecho, a niños y niñas
con necesidades educativas especiales a partir de las necesidades de los padres, quienes
buscaban centros de apoyo para sus hijos e hijas. En 1945 el Ministerio de Educación
según su Ley Orgánica, planteó atención para los niños con “capacidades diferentes” tanto
biológicas como mentales, sin embargo, no existió una decisión política clara desde el
Estado en las siguientes décadas para establecer los recursos necesarios que brindar apoyo
oportuno a las necesidades de este grupo de alumnos. Estos fueron los principios de un
interés, aunque pequeño, por parte de la institución estatal por prestar atención a una
educación inclusiva. (Ecuador, Ministerio de Educación, 2014)

En un mundo que ha demostrado ser muy diverso, la educación inclusiva se presenta


como una forma de enfrentar esta realidad. La educación en Ecuador estuvo por mucho
tiempo relegada. Actualmente el país pasa por una fase de transformaciones sociales,
políticas y económicas. La educación es parte de este cambio y esto se manifiesta en su
nuevo marco legal. A través del análisis de la normativa, entrevistas y datos sociológicos
obtenidos de fuentes secundarias se constató la presencia de los principios de las buenas
prácticas de la educación inclusiva en las políticas y la cultura educativa del país, pero
también se evidenciaron las resistencias del sistema educativo actual al mantener posturas
integradoras para dar respuesta a las necesidades educativas especiales. (Gallegos, 2017)

El Plan Nacional del Buen Vivir reconoce a la diversidad como un valor de la sociedad,
y el derecho de los grupos de atención prioritaria al acceso, permanencia y participación
en la educación. Se requiere brindar protección especial a niñas, niños, adolescentes y
jóvenes, en especial para los que se encuentran en condiciones de discapacidad,
enfermedad crónica o degenerativa, abandono y mendicidad, en convivencia con madres
y padres privados de la libertad, y adolescentes en conflicto con la ley o en rehabilitación
por adicciones. Sin embargo, se requiere para ello de docentes preparados para atender
las necesidades de estas poblaciones y sus familias, de esta manera se eliminen toda forma
de discriminación en todos los niveles y modalidades educativas. (García, 2015)

Actualmente, en el proceso de educación inclusiva se hace necesaria la figura del docente


de apoyo que recae en el docente de educación especial cuando se trata de estudiantes con
discapacidad, el rol de este profesional en un sistema educativo inclusivo ejerce las
funciones de apoyo, asesoramiento y acompañamiento del proceso educativo de
estudiantes que lo requieran, razón por la cual se requieren de competencias específicas.

Estadísticamente se presentan las siguientes cifras a tomar en cuenta, a fin de sustentar la


necesidad de que las instituciones educativas participen en la preparación para recibir a
niños con capacidades de aprendizaje diferentes:

Tabla 1 Estadística de educación especial en el Ecuador


Número de alumnos Número de alumnos Porcentaje
matriculados en el matriculados con
sistema educativo necesidades educativas
nacional (S.E.N.) especiales
4.14 millones 24.499 Menos del 1%
Fuente: (Ecuador, Ministerio de Educación, 2014)

En esta tabla se puede observar que existe en porcentaje menos del 1% del total de
alumnos matriculados en el sistema educativo nacional, pero en cifra real, representa un
número considerable.
Tabla 2 Estadística de educación especial en el Ecuador
Instituciones educativas Instituciones educativas Porcentaje de
regulares que acogen a niños con instituciones regulares
capacidades especiales
25.461 4.690 18%
Fuente: (Ecuador, Ministerio de Educación, 2014)

De la tabla 2 se puede obtener la cifra respectiva que apenas el 18% de instituciones


regulares acogen a niños con capacidades educativas especiales (N.E.E.).

A lo que se deduce que apenas 10.755 niños con N.E.E. acceden a educación y cuentan
con educación inclusiva. Y el CONADIS registra 58.165 niños con necesidad de acceder
a una educación inclusiva. (Salas, 2013)

Conclusiones

Se requiere diseñar planes de estudio integrados y articulados asesorados por


profesionales en pedagogía, quienes comprendan la importancia de la potenciación de la
diversidad y del aprendizaje intercultural.

La diversidad implica descartar que existen estudiantes “irrecuperables”, todos y todas


pueden aprender, por lo tanto, se debe evitar el etiquetar y partir la acción educativa en lo
que puede hacer, y no en lo que no puede hacer.

El aprendizaje es básicamente un resultado de la interacción social. Depende, en gran


medida, de las relaciones interpersonales y del clima afectivo. Por eso, es muy importante
el planteamiento y seguimiento de aspectos no sólo académicos, sino también personales,
relacionales y afectivos.

La docencia tiene una fuerte responsabilidad en la atención a la diversidad desde dos


ámbito: la formación inicial de docentes, y ser en la realidad una institución inclusiva.
Las instituciones en este sentido pueden incluir la línea de investigación en educación
inclusiva y realizar un reflexión al interior para determinar cuan inclusivos somos desde
la cultura, las políticas y prácticas inclusivas.
Contribución

Una de las principales contribuciones que se puede obtener del análisis y puesta en
práctica de la información obtenida es el compromiso y la cooperación de toda la
comunidad educativa dado que son fundamentales para mejorar la inclusividad en los
centros educativos. Empezando por la dirección y el profesorado, responsables del
funcionamiento del modelo inclusivo, y llegando hasta las familias y otros agentes
sociales que van a participar activamente en el mismo. Gracias a la cooperación de todo
el equipo, los centros lograrían el máximo nivel de desarrollo para cada estudiante en
función de sus capacidades.

Se motiva también a que los centros educativos, especialmente los que cuentan con un
porcentaje elevado de alumnado desfavorecido, aumenten el tiempo de aprendizaje en
horario extraescolar o incluso en periodo vacacional. Las actividades adicionales pueden
realizarse en distintos espacios dentro o fuera del centro. El objetivo es incrementar las
oportunidades de aprendizaje y elevar el rendimiento de todo el alumnado, pero también
lograr la progresiva involucración de otros agentes de la comunidad en la vida del centro.

Y la contribución más importante, es quizá, el aprender y comprender de los docentes


quienes en realidad están dispuestos a poner en práctica un modelo educativo que no
complique sus labores, ni haga diferencia en el trato dado a sus estudiantes.

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