You are on page 1of 4

ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS PARA UNA EVALUACIÓN INCLUSIVA:

GENERALIDADES DE LA ESTRUCTURA CURRICULAR DE LAS


MATEMÁTICAS VS EVALUACIÓN E INCLUSIÓN: [DES]ENCUENTROS DEL
CAMPO EDUCATIVO.

Al indagar sobre el campo de acción que se relaciona con la enseñanza de las


matemáticas para una evaluación inclusiva, en cuanto a las generalidades
contenidas en su estructura curricular, Ramírez1 sostiene que el plano teórico
practico que abordan las matemáticas se enfoca básicamente en estudiar ejercitar,
recordar y comprender no solo los sus contenidos específicos sino que también
permite al estudiante identificar toda una estructuración de procesos, los cuales se
apoyan en el docente como una guía, el cual desempeña un rol estratégico, en
especial cuando la formación se reorienta de forma objetiva al desarrollo de
competencias específicas tales como: matemáticas, científicas y tecnológicas, lo
que normalmente se traduce en un contexto de aprendizaje interactivo en donde
docentes y estudiantes desarrollan conocimiento mediante la teoría y la práctica.

Así mismo, metodológicamente el estudiante puede emplear el conocimiento


adquirido con relación a las matemáticas de forma activa y crítica en muchos
campos socioeconómicos, culturales, tecnológicos, entre otros, con el propósito de
interpretar la información específica que le ayude a sacar sus propias conclusiones
en aras de tomar decisiones o adoptar una postura como tal, es decir que el
desarrollo particular que representa en si el aprendizaje de las matemáticas en
diferentes ámbitos sociales requiere de la medición y cuantificación de propiedades
específicas que solo mediante la estructuración de ejercicios matemáticos
contribuyen sin lugar a dudas a resolver situaciones y problemáticas que en principio
se presentan como abstractas e incomprensibles.

1 RAMÍREZ SANTACOLOMA, Beatriz Eugenia. Enseñanza de las matemáticas para una evaluación
inclusiva. [Power Point]. (10 de noviembre de 2018). 56 p. [Consultado: 16 de noviembre de 2018].

1
A partir del desarrollo efectivo curricular de las matemáticas, se enlance durante
una serie de procesos de aprendizaje conocimientos básicos, en donde se
combinan pensamientos de orden lógico, numérico, variacional, geométrico
interpenetrados con diversos datos, los cuales conllevan tanto al profesor a
influenciar en el estudiante la capacidad de desarrollar procesos que conduzcan a
la modelación, resolución, formulación y solución de problemas específicos, que
terminan relacionándose con diferentes contextos en la cotidianidad de la vida a
diario, lo que en pocas palabras se define como desarrollo del pensamiento y
construcción de conocimiento a partir de la aplicación de la lógica matemática.

Considerando el amplio campo de acción que involucran a las matemáticas, estas


se plantean como la oportunidad que tienen los estudiantes de enfrentar nuevos
retos al desarrollar su capacidad cognitiva al aprender realizando diversos ejercicios
y cálculos, a través de la funcionalidad, y elementos teórico prácticos contenidos en
el lenguaje matemático que conllevan finalmente a la resolución de problemas.

Por otra parte, la evaluación como eje de aprendizaje se caracteriza por valorar el
nivel de aprendizaje adquirido por el estudiante hasta el momento, sin lugar a dudas
la evaluación se emplea como medio de diagnóstico de la formación de la cual está
siendo objeto el estudiante, en donde se monitorea si evidentemente el nivel de
aprendizaje en cada estudiante está siendo realmente efectivo, por lo tanto, la
evaluación no es más que la prueba fehaciente que certifica en realidad si el
estudiante está en la capacidad de comprender analizar e interpretar información y
datos a partir de la aplicación de la lógica matemática.

Continuando con lo antes discutido, independientemente del tipo de evaluación esta


se fundamenta en el hecho de que el profesor finalmente tiene a su disposición un
medio a través del cual puede verificar y medir el nivel de aprendizaje actual de sus
estudiantes, con el ánimo de conocer si la doctrina académica está siendo lo
suficientemente efectiva, o sino la premisa se encaminara entonces a reestructurar

2
los procesos de enseñanza de las matemáticas, en caso de ser necesario con el fin
de acercar al estudiante al objetivo inicialmente trazado desde el inicio de la
formación académica.

En lo relativo a la retroalimentación, Ramírez argumenta que es la oportunidad que


tiene el estudiante de reconocer e identificar sus fortalezas, así como sus
debilidades dentro de la formación y conocimientos que está recibiendo, es
entonces a partir de la definición y establecimiento de dificultades específicas que
el profesor como guía de la formación impartida debe abordar con el objeto de
incentivar al estudiante a que reflexione sobre el origen de dichas dificultades
sugiriéndole por lo tanto las pautas que debe seguir para identificar el error y
aprender a autorregularse, lo cual finalmente se refleja en el desarrollo efectivo de
habilidades con relación al desarrollo de diversos contenidos.

Partiendo entonces de lo que concierne a la autorregulación, se tiene entonces que


la autoevaluación permite al estudiante medir y valorar de forma específica su nivel
de desarrollo cognitivo, así como también el nivel de habilidad alcanzado a
determinado momento, lo que en definitiva permite al estudiante establecer que ha
aprendido hasta el momento, y que más necesita para comprender mejor la temática
académica en la que se está formando.

En resumen, se puede establecer que la evaluación del desarrollo de la


competencia matemática en el ámbito escolar permite no solo modelar un nivel de
razonamiento especifico, sino que además permite plantear y resolver problemas.
Por otro lado, el nivel de aprendizaje efectivo que finalmente se verifica en el
estudiante viene dado a partir del aprendizaje que se forja y fortalece en base a la
práctica, la cual se apoya en la retroalimentación constante, en donde generalmente
van de un conocimiento específico a un conocimiento abstracto, en donde la
formación impartida se fundamente partiendo de ideas preexistentes.

3
En el campo de la educación la evaluación e inclusión se constituyen en un marco
integrador y dinamizador de las necesidades de aprendizaje que cada cual trae
consigo, por lo tanto, partiendo de este precedente, el conocimiento como contexto
de saberes y prácticas, se fundamenta en modelos pedagógicos y currículos por
competencias que permiten evidentemente construir conocimiento en base a las
metodologías impartidas desde el aula.

El campo de acción del docente debe tener claridad sobre el modelo pedagógico
adoptado, con el fin de promover un aprendizaje mucho más dinámico en el aula;
sin embargo, en muchos casos los docentes aun no tienen una postura definida al
respecto, lo cual pone entre dicho y en duda su capacidad de influir e inculcar en el
estudiante una dinámica interactiva que lo conduzca a lograr los objetivos cognitivos
planteados al inicio de la formación, lo cual finalmente en vez de lograr definir
posturas concretas lo que terminara es creando una gran confusión en el estudiante
con relación al conocimiento en el que ha pretendido formarse.

Partiendo del campo de la problematización, se establece que la relación que gira


en torno al ámbito actual vincula de manera integral al contexto relativo al
estudiante-familia, institución, y ambiente social, en donde el docente sirve como
garante del conocimiento que normalmente se adquiere a través de una formación
académica formal como tal, definida en ciclos académicos en donde el saber, el
poder y la verdad configuran un contexto que define a nuestra sociedad.

En conclusión, se puede establecer, que las dinámicas de las diferentes


metodologías impartidas en un aula permiten dinamizar y desarrollar de forma
efectiva el aprendizaje y conocimientos técnico prácticos que reciben los
estudiantes en aras de formarse en un oficio o rama del conocimiento o ciencia
como tal.

You might also like