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ISSN 0326-0941

Vol. VI, 1986

Seminariode Edición y Crítica Textual

BUENOSAIRES
1ncip.U,VI (1986)

1
'
OOBREIA PARTICICN ORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

LEONARDO
FUNES
SECRIT

H abí~os demostrado en un trabajo anterior(i),


convincente a nuestro entender, que la subdivisi6n
de manera suficientemente
en capítulos del U-
lvr.ode lM e&;t.adoJ (en adelante LEJ.tadoJ), tal como aparece en el único
t t. 1
es uno(nl·o conservado y tal como ha sido respetada por las ediciones críticas mo
dernas2 , no pertenece a Don ,Juan Manuel y ha sido hecha de manera forzada con el
fin de ªJUstarla
· a una numeraci6n significativa con relaci6n a la divisi6n del Uni
verso, de acuerdo con la mentalidad ordenadora del Medioevo.
Es nuestra intenci6n ocuparnos aquí de la reconstrucci6n de la organizaci6n
y subdivisión originales de la obra según las pautas que podamos deducir del texto
conservado,tarea que planteábamos al final del citado artículo.
En el prólogo al Libro I Don Juan Manuel declara haber compuesto la obra
,, '
~nmanerade preguntas et repuestas que fazían entre sí un rrey et un infante su
fi• (3)
. Jo, et un cavallero que cri6 al infante, et un phil6sofo" ; tal es la organiz!!_
c1·en f °rmal de la materia didáctica, que abarca dos grandes temas: las leyes Y los
t
eS ados. El autor ha elegido enmarcar narrativamente esa situaci6n de diálogo bási
caapelando a un relato cuyas líneas generales, como es sabido, han sido extraídas
del &vteaa,n e JoJa6a.t. Se deducen de este planteo general del autor tres criterios
a consi"derar en nuestra tarea: el narrativo, , ·
el tematice · ndo
Y el forma 1 ( en t end 1.e
por tal la fonna dialogada en que la materia didáctica nos es presentada)·
Pero la pauta fundamental de nuestro trabajo estará constituida por el co!:_
iunto de los lugares del texto en que se alu:ie a la d 1str1.
· "bucio
· 'n de la materia di-
dá · • consti t~
ctica Y se justifica el orden seguido en la exposici6n. ESt ºs pasaJes

3
1núp-lt, VI (1986) LEONAl\DO
FUNES

yen el fundamento de la estricta correspondencia entre la facttn"a de la obra Y su


orientación ideológica (eminentemente racionalista) y también la base doa.imental
que nos permite dar por sentado desde el comienzo que e.x..U:t.euna lógica interna
en el texto, pese a las aparentes fracturas e inconsecuencias de su disposici6n.

El marco narrativo
La sección
narrativa se concentra en el comienzo de la obra. Se trata de un
relato lineal cuyas secuencias se pueden identificar con cierta facilidad, puest o
que casi no se verifican fenómenos de imbricación ni de alternancia.
Después de una "introducción" que abre el texto y cuya principal función es
ligar la ficción narrativa con la historia sacra (t¡), se desarrolla la intriga si
guiendo los pasos que son reconocibles en todo relato tradicional: una situaci6n
inicial, el conflicto, el desarrollo de la intriga, el clímax y el desenlace.
La situación inicial abarca una sola secuencia, en la que se presentan los
personajes Y se dan las razones y las características del encierro del Príncipe
Joas.

El conflicto comprende tres secuencias: la primera corresponde al encuentro


con el llllerto; la segunda, al diálogo entre Joas y Turín en que éste se ve oblig~
do a revelarle la verdad sobre la IID.lerte y el dolor en el JllJildO; la tercera, al
diálogo de ambos con el rey en el cual éste confirma lo dicho por Turín, La uni
dad de e st a macrosecuencia está marcada por el hecho inicial (encuentro con el
muerto) Y por el planteo final de Joas a su padre ("pídovos por mer~ed que [,.,J
queradcs que yo faga quanto pudiere por guardar el alma e .•• J Et queredes que s~
pa YD_:antas maneras pudiere en quál guisa la podré mejor guardar. Et me digades
de quien pod' ·
. re meJor saber todas estas cosas"; 32.9-15 / 225.16-226.22), que es
su últ1ma consecuencia en cuanto ruptura de la situación inicial.

.
La intriga se desarr 0 11 a tamb 1en
-- en tres secuencias: .
la prl.lilera comprende
el diálogo entre el rey y Tu - t o ca
rin, en el que éste le aconseja elegir un maes r -
paz de enseñar la verdad 1 p ~ . 1 ar
en la sociedad s · · d
ª rinc1pe y a la vez disuadirlo de abandonar su ug
' ugirien °
al predicador Julio corno el hombre adecuado; en las~
gunda s~ narra brevemente la búsqueda y encuentro de Julio y la tercera se refi~
re al diálogo entre Jul 10 · J
Y el rey en que aquél acepta ser el maestro de oas,
El clímax (una sola secuencia) corresponde al momento en que el rey propone

4
1

¡
ORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS
PARTICION

1
( a su hijo que acepte a Julio como maestro y se establecen las condiciones exter

¡ nas en que se va a desarrollar el aprendizaje.


la resolución exitosa del conflicto.
La aceptación de Joas constituye

El desenlace posee una distribución más compleja debido a que, en rigor,


abarca el resto de la obra. En principio, tal desenlace se produce en dos planos:
1
1
por un lado, la conversión religiosa (apología de la ley cristiana frente a las
otras leyes: Libro de las Leyes) y por otro, el acceso al saber (= Libro de los
1
estados). Esto significa que el discurso didáctico sobre las leyes y el discurso
1 didáctico sobre los estados corresponden narrativamente a dos instancias del de
senlace.

La primera de estas instancias (conversión al cristianismo) aparece divi


dida en cuatro secuencias: la primera consiste en la predicación de Julio; la S.!c_
gunda(que aparece intercalada en la primera) corresponde al bautismo de Jeas y
de Turín; la tercera es la evangelización del rey, que reproduciría diegética-
menteel discurso evangelizador de Julio de la primera secuencia; Y la cuarta es
el bautismo del rey y su pueblo. Finalmente, la segunda instancia del desenlace
abarca tma sola secuencia que corresponde al resto de la obra.

La sintaxis secuencial del LE-6:tado.6puede, entonces, sintetizarse del si


guiente modo:
1
macroseeuencias 0
( momentosde ia intriga
secuencias .
modo narra t 1,vo
(5)

f
Situación inicial 1. Encierro del Príncipe Jeas dlegétlco
2. Encuentro con el muerto dlegétlco
11 Conflicto
3, Revelación de la verdad (Turfn) mimético
- 4. Confirmación de la verdad (rey) mimético

5. Consejo de Turín al rey mimético


1 111 DesarroJJo
de la dlegético
intriga 6. Búsqueda de Jul ío
-IV
7. Aceptación de Julio mimético

1
1
- Clímax
8. Aceptación de Joas mimét I co

9, Evangelización de J oas y Tu r •In mímétíco


10. Bautismo de Joas Y Turin• díegétíco
V
Desen I ace 11. Evange 1 ización de 1 rey díegétíco
_
12. Bautismo del rey y su pue blo díeget 1co
mímétlco
------------~1:_3:,_·_.:E:n:_s~eñ~a:n~z:_a:s~ob.:_r:e~l,: 0 ,:5 _::e_;:s_t_a_d_o_s
1 __________ _
lne-lp.U:, VI (1986} LEONARDO
FUNJ!S

La materia didáctica

El discurso sobre las leyes coincide fonnalmente con la primera secuencia


del desenlace y comprende cuatro temas: el primero, que sirve de introducción Y
es la respuesta inniediata a la pregtmta que genera el dis=so didáctico en su
totalidad (¿de qué manera se puede salvar el alma?) se resume en la sentencia lo.
~alva.e-l6n ha. de ~VL en leq; el segtmdo es la exposici6n de las distintas religi.Q_
nes consideradas y del paganismo; el tercer terna es la demostración de la ley cri1
tiana como única verdadera y el cuarto tema agrega \ll'la serie de razones de la per_
fecci6n de la ley cristiana, Sabido es que el análisis temático de tmdiscurso no
narrativo conlleva mayores dificultades que el de Wl discurso narrativo,sobretr
5
do por la imposibilidad de ofrecer se~ntaciones exhaustivas e indiscutible/ ;
nos hacemos cargo, por ello, del carácter tentativo del análisis de estos cuatro
temas en una serie de subtenas que desarrollamos en el siguiente cuadro:
Temas Subtemas
l. La ley como medio de saivacion
1• La salvación ha de 2. La ley, ausente entre los gentiles
ser en ley
3. Distinción ley natural-ley divina
4. La ley cristiana, única verdadera

) 1 1• Exposición
leyes
de las
5. La ley judía
6. La ley cristiana
7, La ley musulmana
DISCURSO
SOBRE LAS 8. Los paganos
LEVES
9. Demostración por la fe
III, Demostración de Ja 10. Prueba racional de la existencia
ley cristiana como de Díos
única verdadera
11. La Caída y la Salvación
1V. Razones de J ª per f ec-12. · d'a
Perfeccionamiento de la ley JU 1
c Ión de la J
cristiana ey por Cristo

La primera parte del Libro II, cuyo tema debería ser según se anunciaal f.!.
nal del Libro I el t d0 d ' · so
sobre las leyes lo
' es ª e los oradores, también incluye un segtmdo discur
bos
L'b ' que e st aría estableciendo un paralelo estructural entre am
1
ros• Este segundo d · rior
iscurso aparece, de todos modos, articulado en el inte

6
PARTICIONORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

del discurso sobre los estados al presenta'rselo como deberes de evangelizaci6n


del clero. Volveremos más adelante sobre su organizaci6n.

En e~ re~:º del_ Libro I se desarrolla el discurso sobre los estados laicos


Y su organizacion tematica puede resumirse, con las salvedades ya apuntadas, en
el siguiente cuadro:

Temas Subtemas
1. Planteo general del diálogo
2. Elección y confirmación imperial
l. El Emperador 3. Planteo de las tareas del emperador
4. Obligaciones personales del emperador
5. Tareas del emperador en tiempos de guerra
6. Tareas del emperador en tiempos de paz

7. Planteo
DISCURSO
SOBRELOS 8. E 1 rey y 1a fam i 1 i a rea 1
ESTADOS 11. El Rey y la Nobleza 9. Los nobles
10. Ricos-hombres, infanzones, cabal !eros
y escuderos

11. Planteo
12, Oficiales de las tierras de los nobles
111. El Tercer Estado
13, Oficiales de la casa
14. Menestrales

La discriminaci6n de los subtemas 1, 7 y 11 (referidos a "planteas") se ju~


tifica porque en ellos se determina la orientaci6n específica con que van a ser
tratados los subtemas que se desarrollan a continuaci6n; estos son los lugares,
ademas,
- donde el texto articula el marco narrativo con la materia didáctica y con
la estructura de diálogo que es su cauce formal, seg(ln veremos más adelante,
En el Libro II, a continuación del segtmdo discurso sobre las leyes, se de
sarrolla la exposición de los estados clericales, que se divide del siguiente mo
do(7 ):
1, Planteo general de las caracterfstlcas y Jerarqufas del estado clerical
2. El Papa
3. El Alto Clero
4. El Bajo Clero
5. Las órdenes religiosas
7
LEONARDO
FUNES
Ine,ipU:, VI (1986}

El temas se reduce a la exposición de la orden de los dominicos, lo que puede


deberse a que el Libro II nos ha llegado trunco, según indica evidencia interna
del texto(S).

La forma dialogada

Una vez establecida la situación de diálogo básica, se desarrollan las e!!_


señanzas de Julio mediante una sucesión de intervenciones alternadas de Joas Y
de Julio (más una de Turín) que en su nayoría tienen la forma de preguntasyre1
puestas y que se transcriben en estilo directo, a excepción de cuatro, El inve!!_
tario de estos parlamentos nos revela que en el Libro I hay 116 intervenciones
dialogísticas: 58 de Joas, 57 de Julio y una de Turín; en el Libro II hay 24 i!!.
tervenciones dialogísticas: 12 de Joas y 12 de Julio.
Pensando en la manera como esta forma dialogada sirve de vehículo al cont~
nido didáctico ya descripto, podría esperarse que cada subtema se correspondiera
con una pregunta sobre la cuestión y la consiguiente respuesta: talseríael cri
terio más directo para llegar a la organización lógica y a una subdivisión coh~
rente de la obra. Pero esta posibilidad de operar mecánicamente, considerando C!
da pareja de pregunta-respuesta como pauta uniforme para la segmentacióndelte~
to, se revela inviable. Rápidamente se canprueba que una unidad lógica del texto
puede abarcar un grupo de preguntas y respuestas o circunscribirse a una sección
d~ un..-i respue st ~- ~sto se debe a que las intervenciones de los interlocutores
tienen caracten.st1.cas Y funciones diversas, lo cual es el resultado de todo un
)
trabajo literario realizado por el autor con la forma dialogada(g).

Trata ndo de hacer una breve caracterización del diálogo en el LE;,.tado<>


en
func~ón de nue st ro objetivo en este trabajo, podemos decir que se encuentra S!!_
rd
bo inado ª la intencionalidad didáctica de la obra en diversos niveles:
a) en cuanto al contenido más explícito (las leyes y los estados), el diálogo se
redu:e. ª su forma más simple: Joas pregunta y Julio responde dentro del esqu~
m..~tradicional de maest ro-discípulo, donde la transmisión de saber es unidire_s
c1onal; hay una desigualdad - b r re
. esencial entre los interlocutores porque el sa e -
s1de solamente en uno de 11 . ~ . como
. e os Y el d1.sc1pulo funciona casi exclusivamente
figura del lector, receptor último de la ensenan- . t·da·
b) za urrpar 1 ,
en :uanto al contenido menos explícito (cómo enseñar), el diálogo comi~nzaª
matizarse con los atisbos de una discusión sobre el tema, en la cual seprod):!.

8
PARTICIONORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

ce globalmente una demanda del discípulo que el maestro trata de satisfacer· la


diferencia fundamental con el caso anterior es que aquí la enseñanza es el d¡álo
go mismo, por lo que su receptor no se identifica con ninguno de los interloc~
tores sino con el lector solamente·
'
c) en cuanto al contenido implícito (afirmación de la vida activa como la más a
decuada para un miembro de la alta nobleza), el diálogo adquiere su máxima
complejidad porque entran en juego las tensiones entre el deseo de Joas de saber
másY los intentos de Julio de dar fin al aprendizaje (porque "ya es suficiente"
según su objetivo: evangelizar al Príncipe y disuadirlo de abandonar su estado);
ya no hay aquí una simple sucesión de preguntas y respuestas como en el primer
caso, ni exposición alternada de opiniones como en el caso anterior, sino la
puesta en juego de argumentaciones con el fin de imponer un deseo. En este reme
do de discusión se produce el enlace más sólido con el marco narrativo: los te~
res del rey -{)rigen de todo el desarrollo de la intriga- de algún modo continúan
pesando sobre el diálogo, los interlocutores ya no son simples ''voces" sino que
participan del diálogo con todo el espesor de su condición de personajes de un
relato concreto. También se produce mediante esta discusión una reiteración P~
riódica de la tesis central del libro (la salvación debe ser en la religión Y el
estado que corresponden), cuyo fin es recordar al destinatario último de esa e!!_
señanza desde qué perspectiva debe entender todo el discurso sobre las leyes Y
los estados.
En los dos últimos casos estamos ya en presencia de verdadero diálogo, en
el cual los interlocutores están en igualdad de condiciones: igualados no en el
a,.,- J:_ o ,.,- (10)
saber (en el sentido de infonnación) sino en el "-""'-e.nu.-u
11,¡_e.,
......
o
Esta complejidad de la fonna dialogada(ii) se corresponde con la compleji
dad organ1zativa
· ·
de la obra en su conJunto, cuyo equ1·1·bri·o
1 es aJ·eno a princi-
Pios de simetría y uniformidad sin por ello perder unidad Y coherencia, como ve
remosmás adelante.

MaPcas textuales de Za distribución de Za obra


rd
Denominamosasí a aquellos lugares en los que se hace evidente el ena º
miento y el modo en que la materia didáctica se distribuye en el texto. Tales P!!,/j
sai·es pueden agruparse en dos clases: l) las referencias explí~itas
_ al.. arde~~~ ,
miento y 2) ciertas frases o párrafos que por su carácter de formula f1Ja o su

9
LEONARDO
FUNES
lrtclp,U, VI (1986)

ftmci6n pueden considerarse como marcas.


En el primer grupo encontramos pasajes donde se dan razones para ubicar~
tenninadas digresiones a prop6sito de un tema; por ejemplo la digresión sobre el
vasallaje:
Et, sennor infante, co111110 quier que fasta aquí non vos lo dixe o
vos lo podría dezir de aquf adelante, pues me parer,;e agora que ay
buena manera de bos lo dezir, fablando en el estado de los duques,
quiérovos dezir la differenr,;ia et departimiento que ha entre los
vasallos et los naturales. Otrosí vos quiero dezir qué es lo que d~-
ven guardar al sennor los vasallos et los naturales, et otros1 que
es lo que el sennor deve guardar a los vasallos et a los naturales.
(174.3-10 / 376.34-41)
'Agora, sennor infante, vos he dicho algunas cosas que se deven
guardar entre los sennores et los vasallos et los naturales. Et es-
to fiz porque entiendo que cunpl ía mucho a vós o a qualquier sennor
de lo saber, et parer,;fame que avía lugar para vos lo dezir en fa-
blando conbusco en el estado de los duques. (179.7-13 / 382.6-10)
--'-"é
El pasa·Je es t~a c 1aramente acotado por frases de apertura y cierre (12) , Ta11" 1 n

pertenecen a este grupo aquellos pasajes en que se explica por qué se sigue tal
0rd enamiento en la exposición, o se pospone un tema o se lo clausura. Por ejemplo,
en 10 que se refiere al orden global de exposición, Julio dice:
c~rrmoquiere que el estado de los que llaman labradores non es tan
~ to nin tan onrado commoel de los oradores, pero porque vós sedes
ego et los deste estado son legos, dezirvos he primeramente lo que
~ntie nd0 en los estados que se enr,;ieran en el estado de los labra-
o~e~, et después fablarvos he en los estados que se enr,;ieranenel
es a o de los oradores. (193.6-12 / 396.4-10)
En cuanto a la postergación de un tema:

~~e~~:s ~~a~ue~po f~e en este mundo parr,;ionero et obrador en las


yendo a0 untade en as mala~ que el alma et el cuerpo fizieron s:·
en el olro m os en uno, la Justir,;ia de Dios non sería conplida s,
sennor infan~" dº el cuerpo non oviese gloria O pena. Et r,;iertamente,
e J Mas e• es ta pregunta sería muy derecha et muy con rrazón ·
n~~ ·todas' e~~~s 1ª merced de Dios, yo vos rrespondré adelante do bie-
der • (64 28 r raz o nes en su 1ugar, et 1as podredes mejor enten-
• ' . 65 • 3 1 261.112-121)
Agora, sennor infant h d
suso que me podlad e f vos e respondido a 1a pregunta que dixe e-
es azer. (67.28-29 / 264.4-5)
y en cuanto a la abreviación o clausura de un tema:

10
PARTICIONORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

ay otras gentes por las villas et por las tierras a que llaman
mtenestrales C:··J que non faze grant mengua de ser todos scrip-
os en este libro. (205.13-19 / 409.21-27)

Para exp1icar
· e 1 tipo
· de marcas textuales que tenemos en cuenta en el segtl!}
do grupo, apelaremos a la descripción de un caso concreto. Una vez comenzadoel
dºiscurso sobre los estados y ya en el punto referido al emperador, el principe
Joas entmieraa instancias de Julio una serie de "dubdas" sobre los deberes del e~
perador:
Otrosí a mester grant entendimiento para fazer las obras que deve
Et estas obras son de tantas maneras que me pares~en muygraves de
guardar. Ca el emperador deve
ClJ primeramente guardar a Dios, commoes dicho,
C2J et después las sus eglesias et las personas dellas.
[3J Otrosí deve guardar a sí mismo et a su onra et a su estado,
C4J et después a su muger et a sus fijos,
C5J et después a sus hermanos
C6J et a sus parientes,
C7J et después a los grandes omnes del inperio -así commo rreys,
et prín~ipes, et duques, et condes, et marqueses- et otros
grandes omnes, commorricos omnes et infan~ones, et cavalle-
ros et escuderos, et sus ofi~iales, et todos los otros omnes
del pueblo.
C8J Et cómmosabrá mantener su enperio en justi~ia et en paz.
C9J Et cómmose sabrá parar a la guerra, sil acaes~iere, tanbién
por tierra commopor mar.
ClOJ Et cómmosabrá sallir della, guardando su onra et su pro.
CllJ Et cómmosabrá acres~entar su tierra et sus rendas con derecho.
Cl2J Et cómmosabrá partir su aver, dando lo que deve et commodeve.
Cl3J Et cómmosabrá fazer en 9ui sa que sea amado et re~e 1ado de 1os
suyos.
Cl4J Et cómmosabrá tomar los plazeres que deve (102.4-22 / 301,91-108)

Ladisposición que hem:is dado al pasaje en la cita precedente y la numeración a-


gregadapenen de manifiesto su carácter de listado de temas, el cual funciona CQ.
momarcade iniciación de un extenso fragmento del Libro I y se correlaciona con
un pasaje de conclusi6n puesto en boca de Julio:
'Sennor infante,' dixo Julio, 'pues Dios tanta mer~ed me fizo
que de todas las respuestas que vos di sedes pagado, et sedes par-
tido de todas las cosas en que dubdávades que los enperadores po-
dían errar, tanbién en sus exlecciones commoenla confirmaci6n
comrno después en las sus obras, tengo que pues Dios ~n este esta-
do vos puso, et éste es el mayor et más onrado, que este devedes
guardar.' (165.3-9 / 367.111-117)
Ahor
ª bºien, este extenso pasaje no consiste
. · · · 1 única con la
en una pregunt a micia
ellos,
lista de ternas y tm largo parlamento único de Julio respondiendo a todos

11
LEONARDO
FUNES
Inc..lpU, VI (1986)

sino que se desarrolla en fonna dialogada; es decir, hay una serie de intervenci.9.
nes de Joas que van pautando la exposición de Julio. Tales inteivenciones repi-
ten en su mayoría una fóI1IUla fija:
quanto a- estas dos dubdas c••• J he dellas perdida la dubda. Et
rruégovos que respondades a las otras. (113.5-8 / 312.43-313.46)
quanto a esta dubda, bien me la avedes fecho perder. Et rruégo-
vos que me respondades a cada una de las otras (117.5-7 / 317.6-8)
tantas rrazones et tan buenas me avedes dicho por que devo per-
der esta dubda. Et pues la he perdido, ruégovos que me rrespon-
dades a las otras cosas (155.12-16 / 357.53-56)(13)
Evidentemente, no están en función de un diálogo propiamente dicho sino que act~
an como marcas de subdivisiones internas que coinciden con los temas apuntadosen
la lista inicial. A esto se agrega el carácter fijo de la frase inicial de las Í!!
tervenciones de Julio:

Et a la segunda dubda que tomades •.• (112.14 / 312.21)


Et a la ter~era dubda que tomades •.• (113.17 / 313.9)
rrespondervos he a la dubda que tomades ... (127.7 / 327.9)(i 4 l
En consecuencia, cada subdivisión está delimitada entrela frase inicialdeJulio
Y la fórmula fija final de Joas en la que se da por satisfecho con la respueStª
de Julio Y 10 insta a continuar. Todo esto pone de manifiesto la perfecta est ruE.
turación de e st a gran unidad del discurso didáctico por debajo de la falsa seg¡ne~
tación de la capitulación trar.smitida(15).
To=
. , os' entonces, listas de temas a tratar, pasajes de recapitulacio-~y
conclusion ' fónnulas y f rases f' iJ. as que funcionan como marcas distn
. "buci·onalesde
la materia didáctica
• t ª 1 como ha podido
. .
verse en el ejemplo descripto, Y
quese
encu~ntran diseminadas a lo largo de toda la obra. Este es el tipo de marcasque
consideramos en el s d alu
egun ° grupo Y que se diferencian del primer grupoporn O -
dir explícitamente al ordenamiento del texto • I
. Quisiéramos detenernos ahora en el segundo discurso sobre las leyes (pr~~
ra mitad del Libro II) - ·ón se
pues, as1. como en el ejemplo anterior la segmentaci
apoyaba en la forma d 1· 1
. ª oga da , en este caso tenemos un único parlamento in· inte· 1
rrumpido de Julio El . , 1 lo
· manuscrito nos lo transmite segmentado en 32 capitu os, 1
cual no se corresponde n 1· · ternas
. con 1a estructura temática ni con las marcas in
del propio discurso.
1
1

'
12
¡
i
' PARTICIONORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

Este discurso está organizado alrededor de la demostración racional a los


'
) paganos de la fe cristiana como única verdadera. La exposición intenta solucionar
la falta de correspondencia entre este punto central y la pregunta original de Jo
as ("rruégovos que me fabledes en los estados de la clerezía") mediante un exte;;-
so pasaje de transición argumentativa que conforma una unidad. Esta transición se
cumpleen varios pasos: la introducción se detiene en la excelencia del estado
clerical y puntualiza dos razones (estado al que perteneció Cristo y sacramento
del orden sagrado), luego se refiere a la gravedad del estado clerical por los d!c_
beres que conlleva, refiriéndose a la defensa de la fe. Este último tema sirve de
punto de inflexión para pasar sucesivamente a las maneras de defender la fe (en!!_
mera tres: guerra con los moros, lucha con el diablo, el mundo y consigo mismo y
discusión racional con los contrarios a la fe) y las gentes con quienes debe lu
char (cristianos -<le creencia firme o dudosa-, judíos, moros y paganos). Se deti!c_
ne luego en las maneras de vencer a los distintos grupos, distinguiendo entre los
que tienen ley (cristianos, judíos y moros) y quienes no la tienen. De este modo
se cumple el trayecto de encadenamiento lógico-discursivo que desemboca en el te
macentral.

Este punto central, a su vez, aparece dividido en tres secciones: la prime


ra, de tipo introductorio, insiste en el uso de la razón como único medio de co!!_
vencer al pagano que no posee creencia religiosa alguna y apunta al mismo tiempo
los peligros de la discusión teológica abierta, por su complejidad Y oscuridad,
16 ) • 1
10 que desemboca en el uso de un tipo de escritura · · d
cifra a ( , a segun da se re-
fiere a ternas teológicos fundamentales sobre Dios creador del universo Y el ho!!)_
bre Y el misterio de la Santísima Trinidad; la tercera sección agrupa una larga
.
11st a de cuestiones referidas al Evangelio (14 sobre e 1 Nacimien °
· · t de Jesús 3 so • -
bre su predicación, 6 sobre la Pasión y 4 sobre la Resurrección)· Una última uni
dad sirve de conclusión refiriéndose al tema de la relación entre razón Y fe, ª
través del cual se retoma la alusión inicial a las tareas de los sacer<lotes en !:!.
na recapitulación de cierre.
Cada una de estas unidades y secciones enumeradas se encuentran claramente
delimitadas en el texto por frases de apertura Y cierre de tipo foI'1llllíS t ico, en!:!_
merac1on
·- de temas a tratar o recapitulaciones, tal como vimos en el ejemplo ant!!:_
rior.

13
LEONARDO
FUNES
Inc.,{,p-U, VI (1986)

La organización de Za materia didáatiaa


Sobre la base de estas observaciones proponemos, como hipótesis plausible,
la existencia en el texto de una serie de grandes unidades temáticas _perfectaJJle!!_
te delimitadas por ·pasajes de enumeración de temas, de conclusión y de recapit!!_
laci6n. Todo ello nos habla de una organización meditada de la obra, llevadaa C!!_
bo mediante los recursos del estilo didáctico. Estas grandes unidades podríane~
tar pautando jornadas de lectura de extensión variable, puesto que suelen te~
nar con un pasaje conclusivo al que sigue inmediatamente un pasaje de recapitul!!_
ción, lo que podría interpretarse como un resumen final de la "lección" seguido
de un repaso de lo ya visto cuando la lectura se retom/ 17 ). Tales "jornadas" 5~
rían las siguientes:
(18)
1. Exposición sobre las leyes (47,6-54,4 / 242.45-249.50; caps. 26-30 l
Marca inicial (listado de temas):
Por en9e vos ruego que me digades et me mostredes
ClJ quantas son las leys que fueron dadas et las de naturaleza
¡
C2J et quáles son en sí
C3J et cómmoet por quál rrazón fueron dadas r
Marca final (pasaje conclusivo):
A~ora, sennor infante, vos he dicho todas las leys o sectas en que
~,~en las ~e~tes, et tengo -si vós quisiéredes usar derecharne~te
e ente~d1m1ento que Dios les dio et yo sé que avedes- et bien
~ierto so que tomaredes la ley de los christianos. '
2 · Razones teológicas para elegir la fe cristiana (59.17-78.4 / zss.5-
-275. SO; cap. 35-45) /
Marca inicial (anuncio de la materia a tratar):,
~ · ~d1;zirvos he otras cosas que creo que vós nin omne del mundocon
1
r zo~ non puede contradezir que la ley de los christianos non sea
p~rm:iº~u~~t;J dende ~d:lante vos mostraré muchas rrazones por que
1ey de los chOi ent~end1m1 ento. con rrazón entendades que la nuestra
r 5 ,anos es meJor que las otras.
Marca final:
Et, sennor infante · d
Jhesu Christo ti pues vos_he dado a entender que la nascen~,a e
'
' ~ieron for ad e a su p~ss1on, et todas las cosas que dEl acaes-
beedes 'quán~as ament~ ~onv1no que se fiziesen así commose fizo; et
las otras tanb~~an ªJªf ay en la ley de los christianos de todas
dixe desu; 0 _ e/en en_e baptis~o commoen todo lo ál -segund vos
tender que es ve~~rtos1 en los m1ragl os; tengo que bien devedes en-
a 1O que vos yo dixe.

14
PARTICIONORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

3. Elección y confirmación imperial (84,22-96,28 / 282,54-295.66; caps.


48-54)
~larca inicial (listado de ternas):
CJoasJ quiero que departamos sobre los peligros que yo entiendo que
son ~esde.~l comien,;:ode la eslec,;:ión fasta el acabamiento de la
conf1rmac1on. CJulioJ segund yo lo entiendo ponedes y quatro cosas·
la una es la discordia de los esleedores, la segunda es la de los ·
quarenta días que ha de tener cercado tal lugar la ter,;:era es del
0

castiello do está la corona, la quarta es de la discordia que puede


acaes,er entre el papa et el electo.
~larca final (pasaje conclusivo):
Et, sennor infante, segund mío entendimiento asaz vos he respondido,
en manera que con rrazón devedes entender que non avedes por qué to-
mar dubda en aquellas quatro cosas que se fazen en la eslec,;:ión de
los enperadores.
4. Los deberes del emperador (98.29-165.9 / 298.18-367.117; caps. 56-82)
Unidad ya descripta en el apartado anterior.
S. Los estados de la nobleza (168,3-189.26 / 370.6-392.105; caps. 84-91)
Marca inicial (se reemplaza el listado de temas por el anuncio del tema
inmediato, es decir, una serie de doce anuncios en total. Reproducimos
el primero):
Et oues vos fablé fasta agora en el estado de los enperadores -que
es el más onrado estado et mayor que puede ser en los legos- comen-
,arvos he luego a fablar en el estado de los rreys, que es el mayor
que puede ser en pos el estado de los enperadores.
Marca final (pasaje conclusivo):
Agora, sennor infante vos he dicho segund mi flaco entendimiento
todo lo que yo sé de ios estados en que biven los fijos dal90. Et
parés,;:emeque de aquí adelante, si vós por bien tobiéredes, que
non avedes por qué me preguntar de los otros estados; ca pues in-
fante sodes non podedes dezir que non sedes fidalgo c ... J Et pues
los estados de los omnes fijos dalgo, en todos o en cada uno delos
podedessa 1var el alma e ... J tengo que se puede muy bien escusar
de vos fablar en los otros estados.
6. El Tercer Estado (192.1-206.23 / 395.70-411.30; caps. 92-99)
~larca inicial (se repite el caso anterior, aunque menos detalladamente).
~larca final (pasaje conclusivo):
Sennor infante agora vos he dicho todas las cosas que yo entiendo
en los estados' en que biven los legos. Et por rrazón que muchos des-
tos estados son tales que es ,;:ierto que vos non pertenesca a vos de
tomar ninguno dellos c .•. J por ende vos fablé en estas maneras de
estados de algunos ofi,;:iales que son en casa de los sennores, et de
los menestrales que son en las villas et en las tierras, et de los
labradores, tan abreviadamente.
rnup.U, v1 ( 1986) LEONARDO
FIJNES

7. Segundo discurso sobre las leyes (215.5-252.34 / 421.6-462.79; caps,


II, 2-32)
Unidad ya descripta en el apartado anterior.
8. Los estados del Clero (253.5-289.31 / 463.6-502.292; caps. II, 33-51)
Marca inicial (listado de temas):
en el estado de la clerezia es el papa c ... J Et en po~ él son los
cardenales c ... J Et después, los patriarcas. Et despues, los ar~o-
bispos et obispos, et deanes et ari;idianos, et chantres, et tesr
reros, et maestrescuelas, et canónigos, et rai;ioneros, et capela-
nes c .. ,J et diacones et subdiacones, et acólitos ...
Marca final: no se conserva debido al final fragmentario del texto,

La "partición" original del Libro de los estados

Grandes unidades temáticas, "jornadas de lectura", "lecciones", son denomi


naciones aproximadas en las que se subraya la función didáctica: elijamos, por
tanto, para retornar el punto de vista de la escritura y elaboración del texto, T!
ferirnos a "partes".
· par
Tenemos, entonces, una obra dividida en dos libros que constan de seis -
tes el primero Y de dos (conservadas) el segundo. Cada una de estas partes posee
una extensión, una subdivisión y una organización interna diversas, enlasquese
pone de manifiesto un uso variado de la forma dialogada como recurso est ructur!
dor. Pero, por encima de esta diversidad, el extenso análisis precedentenosmue~
tra con claridad un trabajo meditado y coherente del autor en la delimitación y
articulación de estas partes.

El LE&tado&, por lo demás, no es el único testim:mio de este modo de org!


nizar la escritura; idéntico ejemplo se nos ofrece en otra obra manuelina: 1ª
Quinta Parte del UóJto del e.en.de Luc.a.n.oJtet de Pa.ówtu'.c. Tenemos en este caso una 1
introducción en boca de Patronio que liga con las otras partes del U.bit.oY se e~
1
rrelaciona con un pasaje de cierre (de la Parte y del UóJto coincidentemente),I.a '
materia aparece dividida en dos grandes . . trata de la salV!
secciones: 1a primera
ción del alma y la segunda se refiere al hombre y al nn.mdo. La priJJlera sección,
luego de un planteo inicial' se organiza en función de una lista de ternas (cuatro
cosas que deben tenerse en cuenta para salvar el alma) que se desarrollan de a P! ' 1

'
res separados por un pa · acotado
' SaJe central sobre los sacramentos perfectamente 1
por frases de apertura y cierre. Esta primera sección culmina con \ID pasaje deT! '
1
1

16
1
PARTICIONORIGINAL DEL LIBRO DE LOS ESTADOS

sumenY conclusión, La segunda sección se subdivide en dos temas: el hombre y el


nnmdo,Y remata con un comentario sobre las maneras de actuar en el mundo en fun
ción de la salvación del alma. Cada una de estas sub-unidades, así como la Parte
en su conjunto, aparecen claramente delimitadas mediante recursos idénticos a los
descriptos en el LE6tixdo6.

Todo esto nos lleva a la conclusión de que la estructuración de una obra en


''partes" era uno de los recursos de organización textual de Don Juan Manuel, Tal
fue el que utilizó en el caso del LE.6:ta.do.6(así como en el UbM de. la6 AAmM,de
cuyas tres partes el códice nos conserva la marca de los blancos de once líneas
entre cada una). No hubo, por lo tanto, una "capitulación original" sino una ''pa!:_
tición" de la obra, es decir, una organización en grandes unidades textuales que
le pennitieron integrar nuevos materiales y articular la diversidad de tensiones
9
discursivas que van tejiendo la trama ideológica de la obra(i ) sin que ésta per
diera unidad ni coherencia.
Sabemos de la preocupación formal de Don Juan Manuel, rasgo esencial de su
personalidad literaria, que se da en absoluta consonancia con su preocupación di
<láctica (búsqueda de la forma adecuada para una mejor transmisión del saber). T~
niendo en cuenta este dato, se torna muy significativo el hecho de que la mención
explícita de "capítulos" se verifique solamente en el UbM de. R.a.Caza Y el Ub.1to
In5,ln.ldo (más una alusión en el CLuc.anoJt a los enxemplos de la Primera Parte como
"capítulos"). Habría que interpretar esta mención en su sentido más fuerte Y CO!!_
cluir que, de las obras conservadas, el autor solamente utilizó la capitulación
cornorecurso de organización textual en estas dos (exceptuando, en el caso del
Linn-ÚÚdo,el apéndice sobre las maneras del amor, claramente organizado como
"parte") .

Ahora bien, la cuidada organización lógica de las sub-unidades de cada Pª!:.


te pudo servir de pauta a un copista, en el proceso de transmisión textual, para
segmentar su copia en capítulos. Esta capitulación sería entonces un fenómeno de
transmisión y no de creación, y a la vez sería un efecto de lectura: el capitul!!_
dor se ha guiado por las marcas del texto para realizar su tarea; en cierto sen
tido, ha sido "fiel" a su organización. Tal podría ser el caso de la capitulación
que nos ha llegado del UbM de,l c.ava,Uvta et de,l uc.ude.Jto. Teniendo en cuenta
este fenómeno de transmisión textual' podemos postular que un primer estadio ( 2~e) , ~
la capitulación del LE.6:ta.do.6guardaría analogías con la conservada del CavE.6c. • / t ,, f

17
~
Inup.lt, VI (1986) LEONARDO
FtJNES

En la tradición textual posterior esa capitulación sufrió tma progresiva deturp!


ción que dio como resultado la subdivisión arbitraria que hoy conocemos.

Queremos puntualizar, para concluir, la estrecha relación de este aspecto


textual con el problema de la unidad y coherencia de la obra. En rigor, sise so§_
tiene que la obra carece de organización unitaria y coherente, toda tarea de r~
construcción carece de sentido. Pero consideramos que el análisis ha deroostrado
la presencia de una racionalidad que recorre la obra en todos sus niveles, Y tal
racionalidad de ningún modo puede apoyarse en tm entramado textual incoherente,
El LE~-tado~ nos da la oportunidad de ver el funcionamiento de pautas de organiz!
ción que ya no compartimos: el texto responde a tma lógica del contenido didácti
co Y descónoce nuestra lógica de la tmifonnidad de extensión. Esta lógica del tef
to se apoya también en la intencionalidad de la obra, a cuya complejidad hemos!
ludido como "diversidad de tensiones discursivas". Tal es, en definitiva, nueStro
aporte sobre un aspecto del LE.&-tado~ que tiene indudable importancia para \ll\ae~
luación ajustada de sus méritos y que se revela fundamental en ténninos ecd6·
ticos <2 1).

18
1
lne,iplt, VI (1986)

NarAS

"La capitulacion del Libro de Zos estados. Consecuencias de un problema tex-


tual", fr.cipit IV (1984), 71-91.
2 Las ediciones en cuestion son, Don Juan Manuel, Libro de Zos estados. Edited
with introd uc t ion
• an d notes by R. B. Tate and I. R. Macpherson, Oxford,Clarendon
Press, 1974 (en adelante, T-M) y "Libro de los estados"• en Don Juan Manuel, 0-
tms CorcpZetasI, edicion, prologo y notas de Jose Manuel Blecua, Madrid, Gredos,
1982• PP, 191-502 (en adelante, Bleaua).
3 T-M, p. 16.8-10 (en BZecua, p. 208.10-12). Cito según el texto establecido por
T-M; en adelante, las cifras entre paréntesis a continuación de la cita corres-
P0nderán la primera, a página y líneas de T-M, y la segunda, a página y líneas de
BZecua. Conviene aclarar que T-M numeran las líneas por página, mientras que Ble
eua10 hace por capítulo.
4 Hemos tenido oportunidad de analizar en detalle 1a. riqueza funcional de esta
introducción en una comunicacion ("El trabajo intertextual de Don Juan Manuel en
el Libro de Zos estados") leída en el Segundo Encuentro de Estudios Medievales,
San Juan, 27-29 de agosto de 1986.
5 Entendernos por modo mimético la transcripcion directa de los diálogos Y por mo
do diegético, el relato propiamente dicho. Véase al respecto, Gerard Genette,
"Frenteras del relato", en AA. vv., Análisis estructu.raZ del relato, Buenos Aires,
r·lempo Contemporáneo, 1972 2 , pp. 193-208.

6 La tarea es particularmente problemática. Por un lado, es difícil discernir~


nidades discretas en un discurso no narrativo; como bien dice Cesare Segre, usi
la descripción de una acción es sintetizable, sucede porque su resultado ftmci!!_
na como polo de convergencia de los pormenores de la propia acción; a la descri,E_
ciOn [.,. J se le puede poner una etiqueta más o menos acertada, pero es difícil
captar ejes o puntos de convergencia. [ • • • J Por el momento no se pueden sino e!!_
trever los procedimientos para la transcripción[ ... ] del discurso no narrativo:

importancia de las connotaciones, esquematizacion de las ideas-fuerza C•.• J pero

no se entrevé aquel 'discurso por debajo del discurso' que se puede formular re!_

(Principios de análisis del texto Zi terario,,


Pecto a los elementos narrativos" /"'

19
Znc..lp..U, VI (1986)

Barcelona, Crítica, 1985, pp. 214-215). Por otro lado, es inevitable en todo t!_
sumen de contenido una cierta dosis de subjetividad e interpretación, que aime.!!
ta en los textos no narrativos. En este sentido, nuestra situación es sii,d.lar a
la apuntada por Marta Ana Diz al ocuparse de los proverbios de E!. Cor.deLucaiu71'
(véase Patronio y Lu.aanor: Za Zectura inteZigente "en eZ tiempo que es turbw",
Potomac, Maryland, Scripta Humanística, 1984, pp. 121-122).
7 La división temática coincide en líneas generales con la que sa propone en
T-M, Las diferencias aparecerán a la hora de fijar los lugareE: prncisos del te_!
to que estas subdivisiones abarcan, puesto que ra:ca vez coinciden con la capit~
lación transmitida.

8 Véase sobre este punto nuestro trabajo citado en n. 1, pp, 89-90, nota 28•
9 Est a preocupación formal en cuanto a las posibilidades de la estructura di,!
legada ha sido apuntada por Vicente Car,tarino, quien alude al uso de dialogo e,!
tatico en EZ Conde Luaano~ diálogo historiado en el Libro deZ oavaZZero et dei
escudero Y lo que denomina "intento de dialogo dramatizado" en elLEstados ("Mas
alla de EZ Conde Lucanor: un infante desconocido", en A. Torres Alcalá (ed,),
Josep Ma'l'-íaSoZa-SoZé: Homage, Homenaje, Homenatge, Barcelona, Puvill, 1984, 1•
p. 56).

10 El buen entendí · t
mien ° de Jeas es señalado explícitamente ya en el re 1ato- mar
-
c~: "El rrey se maravillo mucho de aquellas razones que el infante su fijo le di
z1a, Pero plógol mucho porque entendía por ellas el entendimiento del infante"
(30, 12-14 / ~23 4-6) 1 , Ju
· • • Y uego es declarado en el transcurso del dialogo por -
lío: "Sennor infante di J - to
' xo u 1 10 , C• • • J plazeme mucho porque entiendo en es
que me dezides [ · • · J que avedes tan buen entendimiento et tan sotil. • • 11 0 91.l0
394 45 48
-lJ ~- , - ; véase también 57,1-7 / 253.18-24). Señalemos de paso queladi!
tinc1on (y el desequilibrio
en los personajes) entre saber y entendimiento
se apunta ya al comienzo de la obra: "Ca cierto es
que por muy entendido que !!!
0

ne sea, que la cosa que


nunca ª visto nin oído non puede saber tanto della commo
los otros que lo saben
• aunque non ayan tan grand entendimiento coimno él"( 22· 33

) -23.2

11 De este
/ 215,21-25).

tema se ha ocupad 0 •
recientemente Jacqueline Savoye de Ferreras
("~et
' -
ma dialogada y visión del "
C'!' ·t. mund0 en el Libro de Zos estados de don Juan Manuel '
'L 'Le6 n, 28 • 1984 • 97-118) quien f. .
d el Libro de Zos estado
'
.
ª
irma que "el contenido político-religioso
s no permite evidentemente la discusión y' así, no se nos

20
Inu.pU, VI (1986)

propone sino una apariencia de discusion" (p. 109) y más adelante: "la forma día
legada resulta ser esencialmente un recurso retórico para ameniza't' la matei:ia
que se expone con fines pedagógicos" (p. 115), lo cual es aceptable -con algunas
matizaciones que no corresponde hacer aquí- en el nivel conceptual. Aclaramos,
al respecto, que nuestro breve esbozo del dialogo en este texto se refiere al ni_
vel formal. El trabajo de la Prof. Ferreras es correcto en líneas generales y
posee consideraciones puntuales de sumo interés, pero a nuestro entender no lle
ga ª dar cuenta del problema en toda su profundidad por inadecuación del enfoque:
la autora utiliza como criterio de análisis y comparación el "diálogo concep-
tual" o "humanístico" del s. XVI, lo que la lleva a insumir la mitad de su artí
culo en la comprobación de que el LEstados no es una obra humanística sino una
obra medieval. Hay en el texto, como bien dice la autora, "visos de modernidad,
por donde anuncia subrepticiamente una reorientaciOn que desembocará en el diálE_
go renacentista" (p. 115), pero tales rasgos apuntan no a lo ideológico sino a
lo estético, lo específicamente literario (el dialogo en el relato, el dialogo
en tanto acción).

12 Otro pasaje de este tipo se encuentra en pp. 271.27-33 / 483.17-23 a propéÍsi_


to de la diferencia entre vida activa y vida contemplativa.

13 Se encuentran en este fragmento once casos mas de esta formula: 111. 32/311.5;
127.3/327.5; 127.28/328.29; 128.17/328.51; 130.18/331.53; 131.14/332.82; 156.14
/358.86; 157.26/359.33; 160.7/362.114; 162.19/364.29; 165.1/367.109.

l4 Se verifican otros once casos de esta forma fija inicial: 103.27/303. 22 ;

1!7.9/317.10; 127.31/328.32; 128.20/329.54; 130.23/331.58; 131.17/332.8 5 ; 155 - 17

/357.57; 156.20/358.93; 157.29/359.36; 160.10/362.117; 162.21/364.31.

l5 En la Introducción a T-M se analiza con detalle este largo fragmento (pp.


xliii-xliv), pero las conclusiones pres en tan algunas divergencias con nuestro!!.

nálisis. Los autores reconocen la existencia de "something of a totality" entre

el Pasaje introductorio con la lista de ítems (cap. 57) -que se corresponde con

la serie de preguntas y respuestas dispuestas en los caps. 59 al 82- y el pasaje


conclusivo (cap. 82), pero consideran tambien
existencia la
de otro breve esqu!_
.r~ia vagamente a secciones
maen el interior de la unidad (cap. 68), que se re f e r 1
Posteriores. Postulan, además, una ruptura en la secuencia de los temas que se
inmediatamente después del esquema
Produciría en mitad del cap. 69, es decir,
en forma de
breve consi ºd era d o. Los autores transcriºben el pasaje introductorio

21
1nup.lt, Vl (1986)

listado (tal como hacemos nosotros en p. 11) pero hacen corresponder los ítems
con el contenido temático hasta prácticamente el final del Libro I. De este !lllldO
parecería que la ubicación de los temas sobre la guerra antes (t1le la descripcion
de los estados de l.a nobleza es tma inconsecuencia con el ordenamiento previo,
lo que adjudican al cambio de forttma política de Don Juan Manuel y su consecu~
te interés en los temas bélicos (que pasarían de una posición final a una posi
ción central en el fragmento en cuestión). Sobre este y otros ejemplos los aut~
res fundamentan su consideración del LEstados como una obra con numerosas int•!
polaciones y cambios de distriDuciOtl y redacción que se han producido siguie nd0
el vaivén de los avatares políticos del autor: una obra, por lo tanta, carente
de unidad y estructuración meditada.
Circunscribiéndonos al fragmento analizado, queremos observar que al de!
glosar los autores el tema n ° 7 de nuestro listado de p. 11 en una serie de pr~
suntos ítems (rreys, prím,ipes, duques, condes, marqueses, etc.) y remitirlos a
los capa• en que se describen sus estados no se esta comprendiendo la funciiÍn °!
ganizativa del pasaje. Toda la frase ("et después a los grandes omnes del inpe·
río -así commo rreys, C• • • J et todos los otros omnes del pueblo") alude a un iíni 1
co tema que es tratado en su debido lugar en la secuencia de preguntas Y respue!
tas (pp. 128 • 19-130.22 / 329.53-331.47, caps. 68-69), lo cual se prueba además
con la frase inicial de Julio en la respuesta correspondiente: "agora vos res· 1
pondré a la dubda que t d ~ l O e de 1
ama es en commo los enperadores pueden guardar qu - 1
ven a los grandes omnes del su enperio • así commo los rreys et duques et prín,:i,
pes et marqueses
et co nd es et rricos omnes et los sus ofi.:iales et todos los o]!:
I'
nes fijos dalgo, et todos l . " Esta
os otros del pueblo que son en el su enperio •
frase no constituye, entonce h rson
s, un nuevo esquema como suponen Tate Y Macp e
sino que es la introducción
cripción de 1 d
del tema inmediato a tratar. No hay alusiiÍn alad•! r 1
os esta os inferiores al emperador porque el listado se refiere e~ (
clusivamente a los deberes d 1
e emperador, mientras que la descripcion estamen·
tal pertenece
.
a las unidad . .
es siguientes• No hay tampoco ni ruptura del or en
d a· i'
miento ni desplazamiento de los temas b~l. 1 n
e 1.cos: a distribución temática sigue u
claro orden preestablecido.
Tate Y Macpherson han 1•
realizado en la Introducción a su edicion un comp-
to estudio de la d t -~
' ª acion Y organización del LEstados (pp. xxxiv-xlvii) Y apo!,
tan conclusiones valiosísimas sobre . d redaC 1
~ interpolaciones y distintos estados e -
e i on, pero no necesariamente 1
debe seguirse de dichas conclusiones que la obra PE. i
1

22
Inclp,U, VI (1986)

see una estructura desmañada o que alguno de sus elementos pueda considerarse
irrelevante. Nuestra postura es que, teniendo en cuenta el estado de elabora-
cien en que el texto nos ha llegado, la reestructuraci6n última del material
(la llamada "segunda redacci6n ") fue realizada de acuerdo con un plan coherente
Y est rictamente mantenido. El análisis de este fragmento ftmdamenta nuestra hi
potesis Y esperamos poder dar la argumentaci6n completa en un futuro trabajo
que retomará el problema de la unidad y los estadios redaccionales del Libro.

l6 Vease al respecto Barry Taylor, "Juan Manuel' s Cipher in the Libro de Zos
estados", La Corónioa, XII, 1 (1983), 32-44, con cuidada atenci6n de los aspe_s
tos textuales.

l7 En apoyo de esta hip6tesis, veanse las iluminadoras páginas de Roger M. Wal


ker sobre idéntico fenómeno en el Libro
deZ. CavaZ.Z.ero Zifar (Tradition and
Techniquein "EZ.Libro deZ. CavaZ.Z.ero Zifar", London, Tamesis, 1974, apartado
"The transmission and diffusion of the 'Zifar"', pp. 5-11). Walker apunta la
gran diferencia en el número de capítulos entre los tres textos conservados, M
-el testimonio mas antiguo- posee pocos capítulos de gran extensión frente al
crecido número de divisiones de P, testimonio más tardío: esto nos habla, una
vez más, de la tendencia al acrecentamiento de divisiones del texto en la trans
mision, Pero nos interesa remarcar ahora la analogía de las "jornadas de lec tu
ra" que postulamos para el LEstados con esos pocos capítulos de gran extensión
del ms. M del Zifar. También consideramos aplicables a nuestro caso las consi_
deraciones de Walker acerca de la falta de uniformidad de esos capítulos exten
sos Y de su correspondencia con una lectura seriada de la obra.
18 Agregamos la numeración de capítulos correspondiente para una mejor refere,!!.
cia • el numero
' en bastardilla· · d ica
in · que el comi"enzo o el final del pasaje en
.cueat ion no coincide con el comienzo o final del capítulo transmitido.

19 Esa trama ideológica consiste, en lo esencial, en el entrecruzamiento de un


11 • , 11 t · B 8 rlaam''
espeJo del mundo" con un "regimiento de príncipes' Y con un an i-

(fórmula con la que queremos designar el uso de un relato celebratorio de la vi


da contemplativa para elaborar una afirmaci6n de la vida activa). Hemos abord~
do este problema con más detalle en nuestro artículo
"La leyenda de Barlaam y
J l" Letras (Facultad de Fi
osafat en el Libro de Zos estados de don Juan Manue ' -
lo f' ~ . t · a) vol. XV (1986), en pre_!l
so ia Y Letras de la Universidad Catolica Argen in '
sa,

23
Tnclp.lt, VI (1986)

20 Dada la disposiciiSn del CavEsa en secciones narrativas y secciones dialogadas


organizadas mediante el recurso del listado de temas, la capitulación se ha efeE_
tuado teniendo en cuenta la subdivisii5n li5gica de esas secciones según criterios
temáticos unidos al .recurso de las formulas fijas demarcatorias (caps. l7- 22,
31-48), criterios narrativos (caps. 2, 3, 23-26, 51) y criterios referidos a la
forma dialogada (caps. 27-30, 49, 50).
Si seguimos este tipo de pautas, podemos deducir ese primer estadio hÍP!'.
tético de capitulacii5n para el LEstados. Tal capitulaciiSn -que, insistimos, S!
ría un efecto de lectura y un feni5meno de transmisiiSn textual- sería aproximad~
mente como sigue:

NQ Contenido Ms. S Cap. T-M eieoua


LIBRO I
50
Prologo 46c,27-47a,32 1-2 15,16-17,15 206,2- 209,
56
1 Introducción 47a,41-47c,28 3 17.22-19.10 209,7- 2!1•
2 El aislamiento de Joas 4 35
47c, 34-48b ,44 4-6 19.15-22.10 211.5-21 ·
3 El conocimiento del dolor 26 38
48c,6-51b,32 7-16 22.15-32.31 214,6-2 ·
y la muerte
4 La búsqueda del maestro Julio 32.32-40.11 226,39-234,35
51b,32-53c,6 16-21
5 El establecimiento del dialogo 40.14-41.32 234,4-236,56
53c,11-54a,3 22
entre Julio y Joas
6 La salvacion por la ley 41.32-47.5 236.57-242,44
54a,3-55b,43 22-26 )

7 Exposicion de las leyes 4 7. 6-54 .4 242 .45-249,50 1


55b,43-57b,30 26-30
8 El problema de la fe
57b,36-58a,16 31-32 54,9-56.16 249,6-252,45 !
9 47
De~ostraciOn racional de la 58a,21-58d,30 33-34 56.20-59.12 252, 5- 255·
existencia de Dios
10 32
La ley cristiana, única verdad
58d,37-62a,26 35-41 59.17-70.30 255, 6- 268·
11 Bautismo de Joas y Turín 259 21
62a,27-62c,9 41-42 70. 31-72.12 268 •33- ·
12 Razones de la perfección
62c,9-64a,39 42-45 72.13-78.4 269.28-275.50
de la ley cristiana
13 Bautismo del rey y su pueblo 279 18 1
64a,39-65a,25 45-47 78.5-81.12
275,51- ·
14 La salvación en estado 282 53 '
·- 65a,26-66a,21 47-48 81 • 13-84. 21 279- 19- ' 6
15 Elecc1.on y confirmac1.· -on imperial
. • 295 6
6 6 a,2l-69d, l 48-54 84,22-96.28 282,54- ·
16 Los peligros del estado imperial 297 17
6 9d,5-70b, 12 55-56 96. 32-98.28 295,5- •
17 Los deberes del emperador 60
70h, l3-72a, 18 56-58 98. 29-104. 33 298.1 8- 304·
18 Los deberes con Dios 311 95
72a,26-74a,2 59-60 105.4-111.28 304,7- ·
19 Los deberes con la Iglesia 312 46 r
74 a,7-74b,24 61 111.32-113.8 111,5- · l

24
InupU, VI (1986)

llQ Contenido Ms. S Cap. T-M BZeaua


20 Deberes consigo mismo 74b,32-75b,31 62-63 113.14-117. 7 313.7-317.8
21 Deberes con su mujer e hijos 75b,31-78a,34 63-68 117.8-127.5 317.9-327.8
22 Deberes con sus hermanos 78a,34-78b,27 68 127.6-30 327.9-328.28
23 Deberes con sus parientes 78b,27-78c,17 68 127. 31-128.18 328.32-52
24 Deberes con sus súbditos 78c,17-79a,25 68-69 128.19-130.22 329.53-331.57
25 La justicia imperial en la paz 79a,25-79b,20 69 130.23-131.16 331.58-332.84
26 El emperador en la guerra 79b,20-82d,30 69-75 131.17-143.34 332.85-345.14
27 La guerra con los moros 82d,30-86a,31 75-79 144.1-155.16 345.15-357.56
28 Las tratativas de paz 86a,31-86b,37 79 155.17-156.17 357.57-358.89
29 Administración de sus bienes 86b, 38-87c, 3 79-80 156.18-160.9 358. 90-362 .116
30 El gobierno de familiares 87c,3-88a,37 80-82 160.10-162.20 362.117-364. 30
Y súbditos
31 Pasatiempos y diversiones 88a,38-89a,7 82 162.21-165.9 364.31-367.117
32 Los estados laicos 89a,12-89d,26 83 165.13-167.29 367.5-379,86
33 El rey y su linaje 89d,32-9ld,21 84-85 168.3-173.3 370.6-375,93
34 La nobleza 91d,27-96d,12 86-91 173.7-189.26 375,5-392.105
35 Planteo sobre la conti- 96d, 16-97b,34 92 189. 30-191. 35 393.5-395.69
nuación del dialogo
36 El Tercer Estado 97b,34-10ld,14 92-99 192.1-206.23 395,70-411,30
10ld,14-102a,21 99-100 206.24-207.21 411.31-51
Epílogo
LIBROII
1 213.1-214.32 419.3-420,58
Prologo 103a,34-103c,34
2-4 215.5-221.2 421.6-427,25
l Superioridad del 103c,39-105b,24
estado clerical
4-6 221. 3-226.11 427.26-433.48
2 Los Peligros de la 105b,24-107c,20
discusión teológica
7-8 226.18-236.25 433.8-444.54
3 Demostración racional 107c,28-110c,30
de la verdad cristiana
4 Historia de Cristo 110c,30-114b,24 8-31 236.26-250.20 444.54-460.21

5 La razón y la fe 114b,31-115a, 7 32 250. 26-252. 34 460.7-462.79


33 253.5-254.7 463.6-464.40
6 Planteo general de los 115a, 12-115b, 23
estados clericales
464.5-466.41
7 El estado del Papa 115b,28-115d,40 34-35 254 .11-256. 7
36-42 256.11-269.19 466.5-480.24
8 Los deberes del Papa 115d,44-119c,37
480.4-490.22
9 El Alto Clero 119c,40-122a,25 43-? 269.22-277,32
? 278.3-280.29 490.4-493.52
lO El Clero Menor 122a,26-122d,38
? 281.1-289.31 493.4-502.293
ll Los frailes predicadores 122d,39-125c,17
25
Znc.ip.i.t, V1 (1986)

En este cuadro tenemos un ejemplo de como un copista pudo dividir la obra ate!!_
diendo a las marcas del propio texto. Así, los primeros 5 caps, responden a cr,!_
terios narrativos, el cap, 7 corresponde a la Primera Parte, los caps, 10-12 a
la Segunda Parte, el cap. 13 se delimita por criterios narrativos, el cap. 15e~
rresponde a la Tercera Parte, los caps, 17-31 corresponden a la Cuarta Parte,
los caps. 33 y 34 corresponden a la Quinta Parte y el cap, 36 a la Sexta Parte
del Libro I, Los caps, 6, 8, 9, 14, 16, 32 y 35 corresponden a pasajes de arti-
culación entre las Partes, En cuanto al Libro II, los caps, 1-5 correspou den a
la Primera Parte y los caps. 6-11 a la Segunda Parte,

21 Quiero consignar aquí mi profundo agradecimiento al Dr. Germán Orduna, cuyos


oportunos comentarios fueron fundamentales en la revisión final
de este trabajo,
~ · en
d 1111
Lª argumentacion Y las conclusiones de este artículo son, desde luego, e -

tera responsabilidad,

26

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