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2. Los bienes jurídicos, que son aquellos bienes, valores y objetos, de titularidad individual
o colectiva, a los que por su singular trascendencia y relevancia en el contexto de la vida
de los hombres en sociedad, otorga su tutela el Ordenamiento jurídico-penal.
3. La norma penal, eje material del Derecho penal (vertiente objetiva del concepto de
Derecho penal −Ius poenale−), en la que a su vez van a quedar integrados dos
elementos fundamentales:
Aquella rama del Ordenamiento legal que, de cara a la tutela de los más relevantes
bienes jurídicos, establece unos parámetros mínimos en orden a la convivencia social,
prohibiendo las conductas que atentan más gravemente contra tales bienes y
estableciendo unas consecuencias jurídicas, las penas y las medidas de seguridad,
respectivamente aplicables a los supuestos en que las personas físicas incurran en los
comportamientos prohibidos.
2. Denominación
Partiendo de la tradición del Ius criminale romano, fue en Alemania, hacia las dos
últimas décadas del siglo XVIII, surgiendo la denominación de Derecho criminal para
referirse a esta disciplina, con trabajos como los de ROBERT y KOCH5, MEISTER6 o
STELZER7.
Sin embargo, parece ser que la denominación de Derecho penal es más antigua aún
que la Derecho criminal8, por cuanto fue usada por primera vez hacia mediados del siglo
XVIII por ENGELHARD9.
Tal denominación de Derecho penal fue la que acabó por imponerse en Alemania a lo
largo del siglo XIX y es la que se utiliza hoy unánimemmente en dicho país y en el
sistema continental europeo.
1. Los legisladores vienen regularmente utilizando el calificativo penal para designar los
Códigos punitivos.
2. La denominación de Derecho criminal no resulta en modo alguno más clarificadora que
la de Derecho penal, por cuanto en ella tampoco se alude a los estados de peligrosidad
que fundamentan la aplicación de las medidas de seguridad.
3. El término pena viene tradicionalmente sirviendo para distinguir la sanción penal frente
a las restantes sanciones presentes en otras ramas del Ordenamiento jurídico.
1. El Estado
El Derecho penal nace del Estado y se aplica en el seno del Estado12. Es el instrumento
legal más enérgico de que se dota el aparato estatal para proteger aquellos bienes y
valores más relevantes de la vida en sociedad frente a las agresiones más intolerables.
De ahí que algunos autores −haciendo amplio acopio de flexibilidad terminológica−
hablen del Derecho penal en cuanto mecanismo de violencia institucionalizada.
El Estado monopoliza no sólo la elaboración del Derecho penal, tarea que cumple el
Poder Legislativo, sino que también asume tareas de vigilancia y control para evitar que
se infrinja la normativa y para perseguir a los infractores (Poder Ejecutivo), así como la
aplicación jurisdiccional de tal Derecho (Poder Judicial).
Por otro lado, con tales deficiencias y dilaciones, se vuelve a victimizar también a la
propia víctima del delito, que tiene que esperar un largo período de tiempo para ver
resarcidos sus derechos.
2. El bien jurídico
El bien jurídico es aquel valor al que otorga protección la norma penal en cada caso
concreto. Así, por ejemplo, con la previsión del delito de homicidio13, el legislador trata
de proteger la vida humana independiente, y con la del delito de robo14, el patrimonio.
No obstante, la teoría del bien jurídico es una de las más complejas y relativas de
cuantas se insertan en esta rama del Derecho16.
La complejidad de dicha teoría deriva del hecho de que se asienta sobre valoraciones
axiológicas y subjetivas. El legislador decide, atendiendo al sentimiento de una
necesidad social, proteger una determinada institución a través de la norma penal. Aquí
entra ya en juego un cierto grado de subjetivismo y de relatividad. Pero es que después,
el intérprete de la norma emite otro juicio paralelo sobre el bien que se estima protegido
por la norma, juicio que puede ser o no coincidente con el sentimiento originario del
legislador.
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