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ALUMNO:

FRANCISCO JAVIER RODEA JUAREZ

CRISTIAN MARTIN CORTES

ALVAREZ GUADARRAMA JOANA

DOCENTE: M EN C. MAYRA ELIZABETH MOGUEL VERA

INSTITUTO TECNOLOGICO DE GUSTAVO A. MADERO II

“ARQUITECTURA” GRUPO 5Q1


SEMESTRE AGOSTO DICIEMBRE 2018

28/08/2018
ESTETICA
DEFINICION DE ESTÉTICA

El origen etimológico del término estética proviene de la palabra griega Aisthétikos, que
remite al sujeto dotado de sensibilidad o percepción (aisthe significa percepción o
sensibilidad y el sufijo tes refiere al agente o sujeto).

Aisthétikos señalaba la subjetividad * sensible, la que es capaz de sensación, sentimiento,


sensualidad; al sujeto que siente, es decir: capta, percibe, conoce (a través de sensaciones
y percepciones), se emociona, tiene una gratificación de los sentidos, da significado e
interpreta.

La estética asimiló lo estético o la sensibilidad a una experiencia placentera y agradable, a


la cual se le identificó con lo Bello (kalos, en griego), pero idealizado, intelectual y
espiritualmente. A partir del Renacimiento dejó de centrarse exclusivamente en la Belleza,
ampliando su campo hacia lo artístico.

Después de Kant y su indagación estética, ésta se extendió aún más: además de debatir
sobre lo Bello y lo Sublime, se escribieron estéticas sobre lo Feo (Rosenkranz), se
elaboraron teorías sobre lo Grotesco (Víctor Hugo).

En la Época Moderna y, sobre todo, en la Contemporánea algunos filósofos centraron su


reflexión en el arte, concebido como juego, objetivación de la conciencia humana, libre
fuerza transfiguradora o sublimación liberadora, creación de mundos, proyecto existencial
y expresión de una sensibilidad socio-histórica, volviendo incluso al significado originario
de la estética como ‘teoría de la sensibilidad’.

A través del estudio de la historia de la estética filosófica europea se busca mostrar que los
problemas que ha enfrentado esta disciplina no han sido siempre los mismos, sino que, al
contrario, han cambiado con el tiempo. Para que esto resulte más claro, nos centraremos
en la manera en que ha sido concebida la filosofía que reflexiona sobre los fenómenos
estéticos y artísticos e, igualmente, en cuáles han sido identificados como sus objetos de
estudio
Universidad Autónoma de México 2007 Colegio de filosofía. Guía de estudios estética.
México DF. Autores: Eduardo Andrés L y Victórico M,.recuperado de:
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CAMPO DE ESTUDIO DE LA ESTETICA

En la estética, desde su consolidación como disciplina, en la hermenéutica contemporánea,


se encuentran características que corresponden al fenómeno lúdico: la libertad, la
dualidad, un espacio y tiempo propios, el auto movimiento, la “intencionalidad cero”, el
azar (p. 42). Gadamer (1991)

En la actualidad de lo bello presenta cómo los supuestos de la tradición en el arte o ese


presupuesto fundamental de “la validez de la perspectiva central” (p.37), se contraviene
con las propuestas de los artistas del avanzado siglo XIX en adelante, que provocan
estados de extrañeza, conmoción en ese espectador que esperaba del arte una especie de
estado contemplativo de elementos obvios que le permitían con elementos claros, como en
la escritura, signos expresados de manera inteligible, que hasta provocaba una elevación
del espíritu y la posibilidad de nutrir el intelecto de forma natural. La experiencia estética
moderna convierte la posibilidad de un encuentro distinto con la obra, que de ser un acto
de lectura de uno elementos obvios, el espectador reconstruye la experiencia de la obra en
un acto de encuentro de signos y significados que van más allá de lo que propone el artista
mismo. La activación de un repertorio simbólico que se encuentran en los referentes
básicos tanto del que propone como del que vive los procesos de esa producción artística
como espectador. Gadamer (1991)

Hans G. G. Enero 2010. La actualidad de lo bello. Revista de Investigación N.º 69. Vol.
34 Número especial de Arte.
FILOSOFIA DEL ARTE.

La filosofía se ha preocupado, desde siempre, por esas dos formas que tiene la razón
humana de tratarse con el mundo, y ha buscado una explicación clara, tanto de su
funcionamiento como de los productos resultantes. En este sentido, la época moderna se
ha caracterizado por el especial empeño que su filosofía ha puesto en descubrir el
funcionamiento de la razón, dejando en un segundo plano los productos de ese
funcionamiento. Ahora bien, además de estas dos formas de trato del hombre con el
mundo, además del conocimiento y de la acción, todavía existe una tercera forma de
relación que es imposible reducir a alguna de las otras dos, ya que es de una índole
completamente distinta. Esta tercera forma la descubrimos cuando, ante determinadas
cosas, el hombre permanece en un temple insólito del que no surge ni un conocimiento de
la cosa contemplada ni un deseo por poseerla o alterarla.

CAMPO DE ESTUDIO DE LA FILOSOFIA DEL ARTE

La palabra “filosofía” proviene del griego: philía, que significa ‘amor’ o ‘amistad’, y sophía,
‘sabiduría’. Es por ello que la filosofía puede ser definida como ‘amor a la sabiduría’. La
filosofía, por consiguiente, no se presenta como poseedora del Saber Absoluto sino sólo
como una amante de él. Pero, ¿en qué consiste esa Sabiduría que quiere y busca la filosofía?
Por supuesto, esa Sabiduría no puede confundirse con una mera acumulación de
información ni, tampoco, con la especialización científica que parcializa y atomiza el
conocimiento.

La filosofía como amor a la Sabiduría quiere, busca y trata de elaborar un saber que tiende
a ser sistemático, a totalizar una concepción global de la sociedad, del ser humano y todo lo
que existe; desea un saber racional, pues cuestiona, investiga y prueba todo conocimiento,
rompiendo con los mitos y nutriendo a las ciencias; también es un saber crítico e
interpretativo que cuestiona a la realidad dada y al conocimiento establecido, y en ese
sentido, desmitifica las concepciones de la realidad (imágenes del mundo e ideologías *),
generando nuevas interpretaciones y apuntando, en las más sistemáticas, a lo que Debe ser
o a los Valores; es un saber que abre y se ocupa de las interrogaciones ilimitadas y radicales,
ya que su actitud racional y crítica la lleva a romper con las respuestas tradicionales y a
replantear todos los cuestionamientos previos; y es, finalmente, un saber que se apoya en
las ciencias, * pero también las trasciende.

Algunos problemas que aborda la filosofía son también el principio de investigaciones


científicas, pero otros no pueden tener una respuesta definitiva, de modo que el ser humano
se los planteará siempre, buscando y proporcionando respuestas que nunca serán las
soluciones definitivas; esos problemas son las interrogaciones ilimitadas y radicales de las
que se ocupa la filosofía, preguntas sobre la realidad, el conocimiento y la verdad, los
valores y el sentido de la existencia humana, la sociedad y el poder, y, en el caso de la
estética, lo sensible, la belleza y el arte.

Por supuesto, la filosofía no se limita a abrir estas interrogaciones, sino que igualmente
busca y ofrece sistemas interpretativos que les proporcionan respuestas racionales, esto es,
argumentadas y discutibles, abiertas a rectificaciones, públicas y abiertas a la crítica de
cualquiera. Por eso la filosofía no es monológica sino dialógica y está a disposición de todos
los seres humanos.

De acuerdo a lo anterior, la estética, como parte de la filosofía, reflexiona de manera


crítica y racional sobre la Belleza, el arte y la sensibilidad, abriendo una serie de
interrogantes sobre esos temas, proporcionado respuestas racionales, pero discutibles, y
elaborando sistemas interpretativos.

Universidad Autónoma de México 2007 Colegio de filosofía. Guía de estudios estética.


México DF. Autores: Eduardo Andrés L y Victórico M,.recuperado de:
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DIFERENCIAS ENTRE ESTÉTICA Y FILOSOFÍA

Desde muy antiguo se dijo que las cosas que producían ese temple en el hombre eran
«bellas», y se les concedió un estatuto especial- separándolas de las demás cosas. Ahora
bien, recordemos el famoso pasaje de El Batiquete de Platón donde el ascenso desde el
conocimiento de lo singular al conocimiento de lo universal es conducido por la atracción
que siente el hombre por las distintas manifestaciones de la belleza -desde la belleza de las
cosas concretas hasta la Belleza en tanto que Idea-, y nos percataremos que ese temple
anímico especial ya queda explicado «dentro» de la misma teoría del conocimiento, y esto
significa que todavía no se considera la posibilidad de que este temple especial tenga una
esfera de realización propia. Basta citar aquí, en apoyo de nuestras palabras, el tratamiento
que más tarde reciben los artistas en ese Estado ideal, absolutamente justo, que nos
describe Sócrates en La república. Platón no encuentra ninguna vinculación directa entre
el arte y la belleza, por lo que la obra de arte no se considera la máxima manifestación de
la experiencia estética, como más tarde ocurrirá en la época moderna, sino que, dada su
naturaleza mimética, el arte no es más que un artefacto creado por el hombre, artefacto
que, debido a su existencia material, se encuentra todavía más alejado del mundo
verdadero. Esta vinculación o, incluso, este sometimiento de la actitud contemplativa del
hombre a una de las otras dos esferas de la racionalidad citadas, favoreciendo o bien el
conocimiento o bien la acción, perdura hasta el Renacimiento. Es a partir de ese momento
histórico, y: sobre todo, durante el siglo XVIII, que esta peculiar y extraña relación del
hombre con el mundo va a ser analizada con un interés creciente hasta que, al final, su
estudio alcance una cierta autonomía. Finalmente, a mitad de ese siglo, un filósofo
alemán, Baumgarten, recuperando una vieja palabra griega da un nombre definitivo a todo
ese nuevo campo de la reflexión filosófica: es la «Estética», que a partir de entonces aspira
a obtener el rango de ciencia independiente. Existe, sin embargo, un obstáculo difícil de
salvar para conseguir la completa realización de la estética como ciencia, ya que su objeto,
la experiencia estética, parece únicamente dirigido por el instinto o por las pasiones, y,
como sabemos, cualquier ciencia tiene que cumplir, al menos, una condición de manera
inevitable para constituirse como tal: tiene que partir de unos principios evidentísimos,
surgidos de la razón, sobre los cuales ha de poder edificar una explicación general del
objeto que investiga
Freire A. (1992) La estética es la ciencia que estudia la posibilidad del conocimiento en
general

ESTETICA DE KANT

Kant ha definido lo bello como aquello que place universalmente sin concepto, es decir,
sin necesidad de tener un conocimiento previo (un concepto) del objeto. De acuerdo con
este carácter aconceptual de lo bello, ¿debemos aceptar un sólo tipo de belleza? Si bien es
cierto que determinados objetos pueden ser considerados bellos sin presuponer su
concepto, sin la consideración de su fin, como, por ejemplo, los pájaros o las flores, ¿qué
decir de aquellos objetos cuya contemplación —como en el caso de un monumento
histórico— no puede ser separada de cierto concepto del objeto, o sea, de la consideración
del fin que llevó a la construcción de ese monumento? Kant se plantea este problema, y al
resolverlo se ve obligado a aceptar la intervención del concepto, cierta consideración del
fin. Pero, entonces, ¿cuál es el estatuto de lo bello? De acuerdo con el distinto papel del
concepto —nulo en un caso, relativo en otro— ¿no habrá que reconocer dos tipos de
belleza: una según la mera forma, sin concepto, y otra, según su fin, ¿su concepto? Y, al
mismo tiempo que se hace esta distinción ¿no habrá que establecer una jerarquía entre
ambas bellezas, de tal modo que una sea pura, libre, y otra inferior o —como dice Kant—
adherente? He ahí el orden de cuestiones a las que responde, en el texto recopilado, Kant.
Kant había establecido una especie de abismo insalvable entre el mundo de los sentidos y
el del pensamiento, Pero el hombre vive en uno y otro mundo; ¿cómo saltar de los
sentidos y de la materia al plano de la forma y del pensamiento?; ¿cómo salvar ese abismo
o superar la contradicción entre un mundo y otro? Tal es la cuestión que se plantea
Schiller. La respuesta trata de hallarla al afirmar que hay un estado intermedio del hombre,
el estético, en el que se sustrae al imperio de los sentidos y al de la razón. En el estado
estético, el hombre es libre, totalmente libre, ya que no se halla determinado ni material ni
intelectualmente. ¿En qué se distingue el punto de vista estético del teórico y práctico? Es
la cuestión anterior —de Kant y Schiller—, pero planteada por Kainz desde una
perspectiva actual Y, unida estrechamente a 15 ella: ¿cuáles son los rasgos específicos del
comportamiento humano peculiar que llamamos estético? En el texto de Kainz —al
subrayar los rasgos de la contemplación, desinterés y pureza— se trata de fijar lo que
distingue a lo estético de lo teórico y lo práctico y, a la vez, lo que lo califica
específicamente.

IMMANUEL KANT es fundador de la filosofía clásica alemana, en la cual se caracteriza


por su idealismo trascendental o crítico. Nació en 1724, en Königsberg, ciudad en la que
permaneció casi toda su vida, y murió en 1804. Sus obras filosóficas fundamentales son
sus tres famosas Críticas. En la primera, la Crítica de la razón pura (1a. ed., 1781)
investiga la naturaleza, límites y posibilidades del conocimiento; este análisis le lleva a la
conclusión de la imposibilidad de la metafísica como ciencia, es decir, probada
teóricamente. En la segunda, la Crítica de la razón práctica (1788), estudia la esfera de la
razón práctica o de la moralidad; en esta esfera postula una ética apriorística, formal y
autónoma y una concepción del hombre como sujeto autónomo y libre en cuanto ser
moral. Finalmente, en la Crítica del juicio (1790) aborda los problemas del juicio y del
placer estético en relación con el arte, viendo en lo bello lo que place universal y
desinteresadamente, como una finalidad sin fin, es decir, sin que la imaginación se halle
sometida al entendimiento y, por tanto, sin necesidad de presuponer un fin o concepto del
objeto bello.

Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, México D. F (1978)


Antología Textos de estética y teoría del arte. Adolfo Sánchez Vázquez
ESTETICA DE BAUMGARTEN

El significado moderno del término estética fue establecido en el siglo XVIII, cuando el
filósofo alemán Alexander Baumgarten (1714-1762) publicó

Aesthetica, redefiniendo el sentido del término de la manera siguiente: la estética se piensa


como un sistema de conocimientos que tiene como objeto de estudio la facultad de
conocimiento inferior a la Razón, es decir, el conocimiento sensible y los sentimientos.
Inferior y anterior a lo racional, la estética se perfecciona con la Belleza –pero la belleza
sensible, que resultaba, entonces, irreductible a lo intelectual y a lo racional. Mientras el
conocimiento racional era y debía ser claro y distinto, lo estético era un conocimiento
oscuro y confuso captado por los sentidos y los sentimientos, pero que contaba con sus
propias leyes.

Así pues la estética como disciplina autónoma existe desde el siglo XVIII de la mano de
Alexander G. Baumgarten en cuya tesis doctoral “meditationes de nonnullis and poema
pertinentibus” publicada en 1573 aparece el termino estético. Entre 1750 y 1758 se
publica su Aesthetica poniendo en circulación el termino y dándose a conocer los nuevos
presupuestos de esta disciplina especifica que se ocupara del conocimiento y el estudio
desde una perspectiva filosófica, de los hechos de sensibilidad , ósea de los hechos
materiales susceptibles de experimentarse sensorialmente; distintos por lo tanto de los
hechos del entendimiento –los abstractos y mentales producidos por el intelecto y la razón
confirmándose de este modo la distinción entre un tipo de conocimiento sensible ligado a
la sensación y a la percepción, y un tipo de conocimiento intelectual ligado a la razón. Si
este quedaba como objeto de estudio de la lógica aquel seria el especifico de la estética.

Con esta concepción, Baumgarten rompió con una tradición intelectualista y racionalista
de la Belleza que venía desde los griegos, una tradición que valoró sobre todo a lo Bello
captado por el intelecto o la razón. Después de él, la estética se desplazó de lo bello
sensible natural a lo bello sensible artístico, y de éste al arte: la estética se entendió como
Filosofía del Arte.
La filosofía moderna inicia su andadura en este clima de reflexión sobre el camino que es
preciso seguir para alcanzar un fin. Se problematiza el método, la vía de acceso a la
realidad. El intento de objetivación de esa reflexión metódica —reflexión sobre la
reflexión— va a ser la estética como parte diferenciada de la filosofía.

El problema no radica, por tanto, en el hecho de que en la obra de BAUMGARTEN


aparezca por primera vez el término Aesthetica. No se trata de que por diversas
circunstancias surja una denominación que englobe un pensamiento durante largo tiempo
innominado. Ello, efectivamente, justificaría el estudio de ese pensamiento anterior al
hallazgo del término. Sin embargo, la estética no se constituye como parte de la filosofía
porque BAUMGARTEN mencione ese nombre. Si la definición que BAUMGARTEN da
de la estética como «ciencia del conocimiento sensitivo» ha pasado inadvertida en
ocasiones, es por la falta de contextualización en el terreno gnoseológico que le
corresponde. Lo que la palabra ciencia significa para BAUMGARTEN es la necesidad de
un conocimiento sensitivo perfecto, bien entendido que la perfección que se reclama no
corresponde a la consideración del objeto sino al conocimiento mismo. El empeño de
BAUMGARTEN hay que situarlo en la larga marcha del racionalismo a la búsqueda de
unas condiciones de inteligibilidad que culminará en el tema central de la tercera Crítica
kantiana: el libre juego de las facultades del conocimiento.

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Con todo más que por la acuñación del término lo destacable es que Baumgarten intento
en un marco de rigidez intelectual regido por la lógica y despreciativo de lo que se captase
por vía sensible y por el sentimiento, encuadrar lo bello dentro del horizonte de lo sensible
concediendo cierta nota de claridad al conocimiento estético. Este conocimiento seguía
siendo considerado inferior al lógico en que tanta percepción “oscura” del conocimiento
intelectual. Algo que condujo a Baumgarten a suponer que también a nivel de lo estético
se daban unas leyes correlativas a las leyes de la lógica, es decir del nivel cognoscitivo
superior, con lo cual, y por primera vez en la historia de la estética, quedaba planteada la
cuestión de unas leyes reguladoras de lo sensible artístico

Croce, B., Breviario de estética. Espasa Calpe (1961)

CONCLUSIONES

Adicionalmente nos engañamos con el significado de las cosas que no queremos ver, con
respecto a la estética, a través de estas imágenes es contemplar e ir mas allá de la
imaginación, pues por la monotonía, el estrés y en general la situación que vivimos no
utilizamos plenamente nuestros sentidos y nos falta ese interés por despertar curiosidad
en cada momento en que vivimos.

La estética la relacionamos mejor con la psicología que con el arte, del que pretende ser
la filosofía, ya que esta busca las cualidades a las que aplica el arte, y de esta manera lo
hace de un punto de vista psicológico para observar la creatividad y la naturaleza del
arte aplicado.

Este es el efecto de la estética en realidad, percibir desde su punto de vista, porque al


final percibimos lo que podemos observar desde nuestro punto de vista psicológico.
Debemos ver la importancia que tiene el estudio de las cosas ya que de esto depende la
belleza que podemos percibir en las obras de arte. La sensación es un elemento que cada
uno percibimos con la objetividad de garantizar mejor percepción de las cosas
GLOSARIO
Sublimación: 1. tr. Engrandecer, exaltar, ensalzar, elevar a un grado superior.
2. tr. Fís. Pasar directamente del estado sólido al de vapor. U. t. c. prnl.
Cosmos: Del lat. cosmos 'universo', y este del gr. κόσμος kósmos 'universo' y
'ornamento'.
1. m. universo (‖ mundo).
2. m. Espacio exterior a la Tierra.
3. m. Planta de la familia de las compuestas que procede de México y se ha
difundido como cultivada
en muchas variedades.
Antinomia: Del lat. antinomĭa, y este del gr. ἀντινομία antinomía.
1. f. Contradicción entre dos preceptos legales.
2. f. Contradicción entre dos principios racionales.
Noúmenos : Del gr. νοούμενον nooúmenon 'cosa pensada'.
1. m. Fil. En la filosofía de Immanuel Kant, aquello que es objeto del conocimiento racional
puro, en oposición al fenómeno, objeto del conocimiento sensible.
2. m. Fil. cosa en sí.
Primado: Del lat. primātus.
1. adj. Que tiene preeminencia o calidad de primado (‖ arzobispo u obispo).
2. adj. Perteneciente o relativo al primado (‖ arzobispo u obispo). Silla primada.
3. m. Primer lugar, grado, superioridad o ventaja que algo tiene respecto de
otras cosas de su especie.
4. m. Primero y más preeminente de todos los arzobispos y obispos de un reino
o región, ya ejerza sobre ellos algunos derechos de jurisdicción o potestad, ya
solo goce de ciertas prerrogativas honoríficas.
5. m. primacía (‖ dignidad). iglesia primada
Heterogéneas: Del b. lat. heterogeneus, y este del gr. ἑτερογενής heterogenḗs.
1. adj. Compuesto de partes de diversa naturaleza.
A priori : Loc. lat.; literalmente 'de lo anterior'.
1. loc. adv. Antes de examinar el asunto de que se trata. U. t. c. loc. adj.
2. loc. adv. Fil. Descendiendo de la causa al efecto o de la esencia de una cosa a
sus propiedades. Demostrar a priori. U. t. c. loc. adj. Razonamiento a priori.
Dilucidarlos: dilucidar Del lat. dilucidāre.
1. tr. Aclarar y explicar un asunto, especialmente si es confuso o controvertido,
para su posible resolución.
Atañe: Del lat. attangĕre, por attingĕre. Conjug. c. tañer. U. solo en infinit., en ger., en
part. y en 3.ª pers.
1. intr. Incumbir, corresponder.
Miramientos:
1. m. Acción de mirar, atender o considerar algo.

2. m. Respeto, atención y circunspección que se observan al ejecutar una acción


o se guardan a una persona.
Segregar : Del lat. segregāre.
1. tr. Separar o apartar algo o a alguien de otra u otras cosas.
2. tr. Separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos
sociales, políticos o culturales.
3. tr. Dicho de una glándula o de un órgano: Expulsar una sustancia producida
por ellos.
Inteligibilidad: inteligible Del lat. intelligibĭlis.
1. adj. Que puede ser entendido.
2. adj. Que es materia de puro conocimiento, sin intervención de los sentidos.
3. adj. Que se oye clara y distintamente
Gnoseológico: gnoseológico, ca
1. adj. Fil. Perteneciente o relativo a la gnoseología

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