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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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Prólogo

Una figura se relajaba en el centro de una blanca y pura habitación.

Uno podría decir de un vistazo que había algo extraño en ella. Por un
lado, llevaba una bizarra máscara con una sonriente cara dibujada en su
cubierta. Por otro lado, los brazos y piernas que sobresalían de su túnica
de color blanco lechoso, aunque artísticamente elaborados, estaban
claramente hechos de metal.

Era un gólem que estaba yaciendo en el centro de la habitación.

“Ugh, finalmente logré terminar mis reparaciones. Maldito niño. ¡Cómo


se atreve a dejar algunos explosivos allí al final!”. La voz que hablaba
sonaba juvenil y femenina. Su dueña, el gólem que yacía en el centro de
la habitación, era Miledi Reisen. Ella fue la creadora del Cañón Reisen,
uno de los Siete Grandes Laberintos, y una Libertadora.

Ella miró hacia el cielo y gritó.

“¡La próxima vez que lo vea, le enseñaré a ese mocoso una lección!”.
Ella parecía una niña haciendo una rabieta, revolcándose en el suelo.

Su túnica ondeaba frenéticamente a su alrededor, y la expresión de su


máscara se transformó.

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Tras una inspección más cercana, uno podía ver que su túnica estaba
quemada en los bordes y cubierta de hollín. También había una pequeña
grieta en su máscara.

Hajime era la causa de su actual angustia, y la razón por la que ella


estaba en un estado tan lamentable. Él fue el primero en despejar el
laberinto que ella había creado. Y lo primero que había hecho después de
derrotarla fue exigirle que le diera todas sus posesiones.

Ella había planeado darle todo menos los artículos que necesitaba para
mantener el laberinto, pero él había insistido en tomar incluso esos.

Él no era un conquistador, solo un ladrón. Ninguna buena persona


exigiría que un maestro del laberinto entregue todas sus posesiones. Ese
fue el acto de un bandido común.

Naturalmente, Miledi se había negado. Medio en broma, ella había


probado su atajo de baño y los había arrojado fuera de su laberinto. Sin
embargo, justo antes de que hubieran sido arrastrados, el chico había
arrojado algunas granadas a ella como regalo final de despedida.

Sus granadas habían volado no solo la cámara más profunda del


laberinto, sino también una buena porción de su habitación de descanso.
En lágrimas, Miledi se había dedicado a la tarea de reparar su precioso
laberinto. Ella acababa de terminar.

Ella maldijo a Hajime por un rato más, quejándose de la injusta


retribución que ella había recibido por la inofensiva travesura que había

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jugado con él. Objetivamente hablando, era bastante difícil sentir


simpatía hacia alguien que había expulsado a personas de su hogar.

Una vez que terminó, el silencio completo regresó a la habitación.

Miledi era la única residente de este laberinto. Se asentaba a gran


profundidad, en el fondo de un cañón que todos evitaban. Un lugar
oscuro donde la luz del sol nunca llegaba.

Sin las maldiciones de Miledi, no había ningún ruido en absoluto. Como


ella era un gólem, ni siquiera había el sonido de su respiración o latido
del corazón.

Después de unos momentos de silencio, Miledi levantó su mano hacia el


techo.

Si hubiera habido alguna luz, su mano metálica habría brillado. Este


gólem era algo que alguien muy valioso para ella había hecho. La
cristalización de todo su duro trabajo. Esta mano inorgánica suya era
muy diferente a la mano real que ella había tenido cuando estaba viva.

“Para creer… que alguien, quien pudiera completar nuestras pruebas,


realmente apareciera”. Ella apretó su extendida mano en un puño. La
realidad de eso finalmente la estaba golpeando. Entonces, ella miró hacia
una esquina.

La habitación donde ella estaba ahora era su dormitorio. Es decir, sus


posesiones personales estaban todas almacenadas allí.

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Había una estantería en el rincón que ella había mirado, varios marcos de
fotos alineados en los estantes. Hace mucho tiempo, un Sinergista
excepcionalmente hábil había inventado un dispositivo que podía grabar
perfectamente todos los detalles en una escena y copiarlos. Las imágenes
que él había tomado con ello habían sido su regalo para Miledi, y su
mayor tesoro.

Miledi se acercó a las fotos y examinó cada una por turno, comenzando
desde el final. Ella había hecho lo mismo cientos, no, miles de veces,
pero una emoción diferente surgió dentro de ella esta vez.

“Cuánto tiempo ha pasado desde ese día... El día en que fuimos


derrotados El día que juramos continuar, crear una luz de esperanza para
aquellos que vendrían después. Definitivamente… han pasado más de
unos siglos al menos. ¿Mil años? ¿Dos mil? Ajaja, ni siquiera
recuerdo...”.

La mayoría de las fotos eran de una joven chica. Había una de ella de pie
en el medio de una ciudad, otra rodeada por naturaleza, y otra más con
ella en el abrupto desierto. En todas ellas sonreía, las personas en el
fondo sonreían junto a ella.

La persona que tomó estas fotos había sabido captar su resplandor mejor
que nadie.

La mirada de Miledi se detuvo en una de las fotos. Era una foto de siete
personas de pie sobre una colina, con el amanecer a sus espaldas.

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Una de ellas era una chica rubia. Ella estaba acercando a un hombre con
gafas y aturdido. Junto a ella se encontraba un hombre estoico, pero de
aspecto amable, una mujer seductoramente sonriente, un anciano de
severa calvicie, una mujer Dragón que sonreía triunfante y, por último,
un demonio que miraba a la rubia con una mirada de moderada
desaprobación.

“Chicos... finalmente está sucediendo. El tiempo avanza nuevamente. No


es un sueño El camino que elegimos... realmente pavimento el camino
para los que nos siguieron”.

Si Miledi hubiera conservado su forma humana, ella habría estado


llorando. Su voz tembló y se rompió.

Sus dedos rozaron ligeramente la imagen del chico con gafas.

“O-kun. ¿Puedes creerlo? Esos niños completaron tu laberinto primero.


Se suponía que era el más difícil, el que todos debían hacer al final. ¿Y
sabes qué más? Su líder es un Sinergista, como tú. Qué sorprendente
coincidencia”. Miledi se rió entre dientes.

“Sin embargo, su personalidad es completamente opuesta a la tuya. Aun


así, él es increíble. Esos Artefactos suyos son locos. Él debe haberlos
hecho usando las técnicas que dejaste atrás”. Ella continuó hablando
hasta que se quedó sin palabras. Abrumada por la emoción, ella llevó una
mano a su pecho.

Finalmente, ella giró su mirada hacia la foto final. Esta era especial.
Había sido creada combinando la maravillosa invención de Oscar con los

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poderes de regeneración que otro de sus camaradas había tenido. Juntos,


habían creado una fotografía del pasado. Representaba a una joven mujer
sonriente con el cabello rojo. Llevaba un uniforme de maid, y de pie
junto a ella estaba la misma chica rubia que estaba en las otras fotos,
excepto que ella parecía más joven. Había una mirada de confusión en su
rostro.

“Todo comenzó contigo. El viaje que heredé de ti finalmente llega a su


fin”.

A Miledi no le quedaba mucha fuerza. Probablemente tenía suficiente


energía almacenada para una última batalla con toda su fuerza, pero eso
era más que suficiente. Ella había estado preparada para esto por
milenios.

Miledi miró hacia el techo. Estaba pensando en el joven chico que había
conquistado su laberinto. Finalmente.

En voz baja, ella oró.

“Que las personas finalmente sean libres...”. Fue un solitario y silencioso


deseo.

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Capítulo I: El Encuentro que lo Comenzó


Todo

El Reino de Velka — Capital Velnika.

Velka se acentuaba en la parte Suroeste del Continente Norte. Una vasta


red de túneles corría directamente debajo de su ciudad capital.

Los túneles estaban llenos con abundantes cantidades de luminosas piedras


verdes, lo que les había valido el nombre de “El Greenway”.

Monstruos y asesinos rondaban sus profundidades, por lo que de ninguna


manera era una forma segura de viajar. Sin embargo, debido al raro
mineral que se podía extraer allí, los túneles seguían siendo populares.

Velka en sí podría trazar sus orígenes hasta El Greenway. El reino había


comenzado como una ciudad minera que había surgido para cosechar su
mineral. Comerciantes y los artesanos se habían congregado en la ciudad,
la cual eventualmente se convirtió en una floreciente ciudad. Esa
floreciente ciudad se convirtió en un pequeño país, hasta que finalmente
se convirtió en el poderoso reino que ahora es.

El país manufacturaba todas sus propias armas, sus herramientas, e incluso


Artefactos mágicos. Velka era conocida en el resto del mundo como el
reino de inventores y artesanos. Estaban más que un poco celosos de su
riqueza de recursos naturales y ciudadanos talentosos.

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Los ingenieros y artesanos del reino siempre estaban compitiendo entre sí,
y había algunos excepcionalmente talentosos gremios cuyos nombres se
habían hecho famosos.

Uno de esos fue el Taller Orcus. Permitía que solo los Sinergistas más
talentosos se unan. Su fama era tan grande que incluso los nobles
consideraban un honor ser aceptados para un aprendizaje allí. Su enfoque
principal era en la fabricación de armas. Y gracias al clima político actual,
ellos tenían una demanda bastante alta.

La sede central del Taller Orcus eclipsaba los edificios circundantes. Hoy
también, el taller estaba lleno con los sonidos de cantos de los Sinergistas
y maestros artesanos castigando a sus aprendices.

Al igual que con todos los edificios del Taller Orcus, la sede central estaba
dividida en secciones, con cada sección albergando una especialidad
diferente. Por lo general, uno podía adivinar cuál era la especialidad de
cada sección al observar las herramientas y los materiales utilizados.

La mayoría de los artesanos estaban rodeados de armas, armaduras y los


materiales necesarios para fabricarlas. Otros estaban enterrados en pilas de
productos cotidianos.

Como el negocio principal del Taller Orcus eran las armas, tenía sentido
que la mayoría de las secciones se dedicaran a eso. La posición de uno en
el taller estaba determinada por la calidad de los productos que podían
producir.

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Sin embargo, había un artesano que estaba rodeado de otra cosa. Su


sección era radicalmente diferente del resto del taller.

El joven hombre que trabajaba en esa estación tenía rasgos suaves y


femeninos, y una contextura larga y esbelta.

Llevaba gafas de borde negro y tenía su largo cabello negro hasta los
hombros recogido en una coleta.

Llevaba un delantal sobre su sencilla camisa azul y sus pantalones blancos.


Gadgets de dudosa función sobresalían de los numerosos bolsillos que
tenía su delantal.

Sus ojos inteligentes estaban mirando con seriedad un círculo mágico y


los materiales contenidos en él. Luego, juntó sus manos y el círculo
mágico frente a él comenzó a brillar. Su maná era cálido, de un blanco
amarillento. Era una reminiscencia de la luz del sol, del tipo que uno podría
ver en un cálido día de primavera.

Sus materiales se fusionaron dentro del círculo. La creación del joven


hombre tenía una curva perfecta, un equilibrio impecable y un mango bien
elaborado que mostraba su consideración por su portador.

Miró considerablemente lo que había hecho y dijo, aparentemente


satisfecho.

“Perfecto. Es una gran olla”. Parecía orgulloso de su trabajo. Tiernamente,


él recogió la olla gris mate.

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Luego lo colocó cuidadosamente dentro de una caja. Dicha caja ya estaba


llena de ollas, sartenes, platos y otros utensilios de cocina.

Dispersos a su alrededor había otros productos triviales. Linternas,


escritorios de lujo, herramientas de construcción, tijeras, papelería, y otros
productos de uso cotidiano llenaban su lugar de trabajo.

No había una sola arma a la vista, a pesar de ser un taller especializado en


armas.

Técnicamente, había algunos implementos afilados, pero ninguno de ellos


podía considerarse como armas.

Todos eran cuchillos de cocina. Cuchillos para cortar verduras, cuchillos


para cortar carne, incluso cuchillos para cortar pan. Y todos eran de una
calidad excepcional.

Sin embargo, todos todavía eran utensilios de cocina. Mientras que todos
los demás artesanos estaban haciendo todo lo posible para crear armas
ejemplares, este joven hombre solo estaba haciendo artículos triviales.
Naturalmente, esto lo hizo sobresalir. No en el buen sentido, tampoco.

Todos lo odiaban, especialmente porque el Taller Orcus lo trataba


favorablemente a pesar de sus obvias deficiencias.

“Tch...”.

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“Hmph”.

Las personas se burlaban.

El joven hombre se giró y vio a dos ancianos maestros mirando su trabajo.


Llevaban miradas de desaprobación.

Él sonrió torpemente en respuesta y volvió a su propio trabajo, tratando de


ignorarlos.

Si bien todos los artesanos lo odiaban, la mayoría de ellos no hizo mucho


para ponerse en su camino. Después de todo, estaban demasiado ocupados
enfocándose en su propio trabajo.

Pero en cada grupo, siempre había una pequeña minoría que se negaba a
adaptarse. Lo mismo era cierto aquí. Si bien la mayoría de las personas les
bastaba con dejar al joven hombre solo, algunos se sintieron obligados a
hacer que su vida fuera miserable.

El joven hombre esparció virutas de madera alrededor de las ollas,


amortiguando sus creaciones. Fue entonces cuando alguien se acercó,
buscando problemas.

“Hey, perdedor. ¿Cuánto tiempo vas a seguir haciendo chatarra como esta?
¿Qué pasó con las cosas que te pedí que hicieras?”. Esta nueva voz era
burlona y antipática.

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El recién llegado era bajo y gordo, y estaba rodeado por dos lacayos. Uno
era alto y delgado, mientras que el otro tenía ojos que parecían salidos de
sus órbitas. Los tres estaban sonriendo maliciosamente.

“Hola, Waress-san. Ya he terminado lo que pediste”.

Ping Waress era el tercer hijo de la noble familia Waress. El joven hombre
se giró hacia el Duque e inclinó su cabeza respetuosamente, a pesar de la
actitud condescendiente de Waress.

Las “cosas que Waress le había pedido que hiciera” habían sido en realidad
la cuota de trabajo de Ping para hoy. Él solo había sido demasiado vago
para hacerlo él mismo. El joven hombre recogió una caja cercana y la
tendió.

“¿Qué, ya? ¡Hey, es mejor que no hayas hecho esto a medias! El Conde
Holden me solicitó específicamente para este trabajo. Te pedí ayuda para
darte la oportunidad de pulir tus habilidades, ¡así que es mejor que no estés
devolviendo mi buena voluntad escupiéndome a la cara!”.

El Conde no había hecho ninguna petición personal de ese tipo. Él había


traído una armadura para reparar, pero se lo había pedido al taller entero,
no a ningún artesano individual.

De hecho, la mayoría de las reparaciones habían sido entregadas a


artesanos más experimentados. Ping solo se había encargado de arreglar
las correas.

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En otras palabras, simplemente le habían asignado esa tarea.

El joven hombre también lo sabía, pero no le gustaba el conflicto, así que


en lugar de discutir, frunció el ceño. Había tenido mucha práctica para
aplacar personas.

Antes de que pudiera decir “Echa un vistazo por ti mismo”, uno de los
lacayos de Ping habló.

“Vamos, Ping-san. ¿No crees que el perdedor es demasiado, incluso para


él? Lo mínimo que podrías hacer es llamarlo un antiguo prodigio”.

Torpa Parson, el hombre que había hablado, era el segundo hijo del Barón
Parson.

El hombre de ojos saltones era Raul Streya, cuarto hijo del Barón Streya.
Él apoyó a Torpa, gesticulando como un bufón.

“Ahora, ahora, Torpa-kun. Deberíamos retirar el “antiguo” un poco


también. Después de todo, él es un huérfano que el Maestro halló
personalmente. Claro, él no puede hacer un arma para salvar su vida y pasa
todo el tiempo elaborando basura, pero sigue siendo un genio. ¡Después
de todo, le pagan por toda esa basura que hace! Deberíamos aplaudirle.
Vamos, ¿no crees que deberías mostrarnos esas habilidades que
impresionaron tanto al maestro? No me digas que la edad te hizo oxidado,
todavía eres joven. Todavía lo entiendes, ¿verdad, Oscar-kun?”.

Los espectadores cercanos se rieron de eso.

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Los otros artesanos no tenían ningún problema personal con Oscar como
lo tenía Ping, pero también estaban molestos de que un huérfano recibiera
un tratamiento especial. Especialmente porque nunca habían visto el genio
al que supuestamente había sido aceptado.

Las personas seguían provocando a Oscar, pero él solo sonrió e inclinó su


cabeza. En silencio, extendió la caja que tenía el cierre que Ping había
pedido.

“¿Por qué no dices nada, huh?”. Ping abrió la caja y frunció el ceño. A
pesar de que Oscar había hecho lo que le había pedido, él parecía
disgustado.

“Es como dices. Sigo siendo un artesano sin experiencia, aprovechando la


generosidad del maestro”.

“Si sabes eso, entonces deberías de una maldita vez irte de aquí. ¡Eres una
desgracia para el nombre Orcus! ¡El hecho de que lo lleves es un insulto!”.

Incluso una disculpa no fue suficiente para pacificar a Ping. De hecho, solo
pareció ponerlo más furioso. Sus gritos de enojo lo convirtieron en el
centro de atención en lugar de Oscar.

No solo Ping era bajo y gordo, sino mezquino. Era el tipo de persona para
insultar a otros a sus espaldas e intimidar a cualquiera más débil que él.

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Sin embargo, rara vez perdía su temperamento, al menos no lo suficiente


como para gritar.

Parece que el gusano está aún más enojado de lo normal hoy... ¿Ha
estropeado algo más previamente o algo así? Sin dejar de sonreír, Oscar
pensó desesperadamente en una forma de calmar a Ping. Sin embargo,
antes de que pudiera, Ping continuó.

“En serio, no puedo creer que el maestro te haya llamado genio. Creo que
él también puede cometer errores”.

Ping estaba tan alterado que no se dio cuenta de que insultando al Maestro
había hecho cambiar la actitud de todos. El desprecio de los otros artesanos
ahora estaba dirigido a Ping, no a Oscar. Incluso sus dos secuaces estaban
haciendo amargas expresiones mientras se susurraban entre ellos.

Oscar sabía que tenía que calmar la situación antes de que los artesanos
lincharan a Ping. El actual jefe del Taller Orcus era muy respetado por
todos, y ellos no soportarían verlo calumniado.

Sin embargo, antes de que él pudiera hacer cualquier cosa—

“Oh, crees que me voy senil, ¿no es así? ¿Quieres decirme que yo, Orcus,
me he equivocado, Ping? Alguien parece terriblemente seguro de sí
mismo”.

“¡¿Hiii?!”. Ping chilló como un cerdo atascado.

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La voz de Orcus no estaba particularmente enojada, pero Ping se encogió


de todos modos. Su rostro estaba pálido de miedo. Torpa y Raul parecían
aún peor.

Orcus era un hombre enorme como oso. No solo era enorme, sino que su
cuerpo entero estaba cubierto de espeso cabello. Sus muslos eran lo
suficientemente grandes como para aplastar el cráneo de un hombre entre
ellos.

De hecho, a menudo se lo confundía con un guerrero oso de la Comunidad


Haltina, aunque era humano hasta la médula. Él no tenía orejas de oso ni
cola.

Ping sonrió culpablemente e intentó suavizar su error.

“M-Maestro... ¿Qué está haciendo aquí?”.

“Es mi taller. ¿Qué hay de malo conmigo estando aquí?”.

“U-Umm, ¡nada! Es solo que escuché que hoy tenía asuntos en el palacio”.

Topp Karg D. Orcus, el actual jefe del Taller Orcus, hizo una pausa y miró
dentro de la caja de Oscar. No se molestó en responder la pregunta de Ping.

Entonces, sacó algo y lo examinó cuidadosamente.

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El silencio que siguió fue tan opresivo que los otros artesanos pararon de
trabajar y esperaron con la respiración contenida.

Una vez que terminó de mirar, miró hacia atrás a Ping.

“Este se suponía que era tu trabajo, Ping... ¿Por qué es Oscar el que lo
hizo?”.

“E-Esto es un malentendido, Jefe. Él estaba gastando todo su tiempo


haciendo chatarra, así que pensé que, si él estaba libre, podría ayudarme
un poco. Todavía soy el que lo hizo”. Ping se postró ante Karg.

Sin embargo, Karg ni siquiera se molestó en escuchar su respuesta y se


giró hacia Oscar. Oscar llevaba la misma sonrisa torpe que siempre, y no
dijo nada.

Karg suspiró y se dirigió a Ping.

“Ya veo. ¿Supongo que eso significa que también puedo esperar este nivel
de calidad en tu próximo trabajo?”.

“¿Huh? ¿Qué?”.

Karg sonrió y le mostró a Ping el objeto en su mano.

“Este cierre de armadura está excepcionalmente bien hecho. Es flexible en


todos los lugares correctos, por lo que absorbe bien los impactos. Además,

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ha sido diseñado de tal manera que un Sinergista podría repararlo


fácilmente si se rompiera en la batalla”.

“Y-Ya veo...”.

Los otros artesanos se giraron hacia Oscar con sorpresa. Sus expresiones
fueron difíciles de leer.

Solo Ping no entendió la implicación detrás de las palabras de Karg. No


podía entender por qué todos miraban a Oscar.

Viendo su confusión, Karg lo dijo de manera más clara.

“En lugar de intentar mostrar tu propia habilidad, diseñaste este cierre para
adaptarse perfectamente a las necesidades de su portador. Puede parecer
simple, pero es claramente un cierre de primer nivel. Así que te pregunto,
Ping, ¿puedo esperar este tipo de trabajo de alta calidad de ti en el futuro?
¿Bien?”.

“......”. Sudor frío cayó por la espalda de Ping. Karg estaba pidiendo más
de lo que él podía ofrecer. Él no poseía las habilidades para crear cosas
como ese cierre.

“Me-Me siento honrado por sus elogios, Jefe. Sin embargo, incluso yo
estoy sorprendido de lo bien que resultó esto. Para ser honesto, no puedo
decir con confianza que pueda volver a hacerlo. Además, poner tanto
esfuerzo en cada uno de mis proyectos me retrasaría demasiado...”.

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“Ya veo. En ese caso, has tus propios trabajos. Trabaja duro hasta que seas
lo suficientemente bueno como para poder hacer este tipo de productos de
calidad con regularidad, en lugar de perder el tiempo charlando”.

La mirada de Karg era tan intensa que incluso un dragón se habría


marchitado debajo de ella.

“¡¿Hiii?! ¡S-Sí señor! ¡Lo siento, señor!”. Ping aceptó la caja que Oscar le
dio y casi tropezó con su prisa por escapar. Torpa y Raul rápidamente lo
siguieron. Los otros artesanos perdieron interés en la conmoción y
regresaron a su trabajo.

“Umm... ¿Jefe? Gracias por ayudarm—”.

“Ven a mi oficina”. Karg giró sobre sus talones y se alejó. Él indicó con
un movimiento de cabeza que quería que Oscar lo siguiera.

Suspirando, Oscar fue tras a Karg. Su sonrisa incómoda todavía no había


dejado de su rostro.

“¿Qué diablos crees que estás haciendo, Oscar?”. En el momento en que


entraron a la oficina de Karg, él comenzó a gritarle a Oscar.

Karg se dejó caer en el antiguo sofá de su habitación. Los resortes crujieron


bajo su enorme masa.

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“No estoy seguro de qué quiere decir exactamente, señor...”.

“Somos los únicos aquí, así que ahórreme las sutilezas. Y quita esa sonrisa
de idiota de tu cara. Me repugna”.

“Eso es bastante malo, viejo”. Oscar dejó caer su acto de buen tipo, pero
no dejó de sonreír. Él se había acostumbrado tanto a usarlo para salir de
situaciones desagradables que le costó abandonar la expresión.

“Recuerdo que dijiste antes que solo causarías problemas si te quedaras en


el taller. También recuerdo claramente que te dije que te quedaras de todos
modos. No trabajé tan duro para mantenerte aquí para que pudieras pasar
el tiempo haciendo el trabajo del hijo idiota de ese Vizconde por él”.

“Lo sé. Aun así, puedo terminar algo así entre descansos. Si eso es todo lo
que se necesita para mantener quieto a Waress-san, entonces no me
importa ser su recadero”.

“Tonto. Chicos como él nunca estarán satisfechos. Si cedes ante ellos una
vez, seguirán volviendo por más. Si te está causando tanto problema,
entonces puedo hacer que lo expulsen”.

Ping, Torpa y Raúl habían ingresado al Taller Orcus debido a las


conexiones que tenía la familia de Ping. Aunque los tres eran Sinergistas,
ellos no estaban calificados para ser parte del estimado Taller Orcus. Karg
inicialmente los había dejado unirse solo porque no quería lidiar con
insultar a un montón de pequeños nobles, pero—

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“Lo diré tantas veces como sea necesario. Oscar, vas a ser el Orcus de la
próxima generación, así que—”.

“Abuelo”. La voz de Oscar era tranquila pero firme.

Karg suspiró, dándose cuenta de que Oscar todavía no había cambiado de


opinión. Heredar el nombre de Orcus significaba convertirse en el líder del
Taller Orcus.

Era tradición que el Orcus actual pasara su título una vez que encontraran
a alguien que los superara en habilidad.

El hecho de que Karg quisiera que Oscar fuera el próximo Orcus


significaba que aceptaba que Oscar era un Sinergista más habilidoso que
él.

“Ya eres un mejor artesano que yo. Diablos, me dejaste hecho polvo hace
años. Tus habilidades están en un nivel completamente diferente”.

“......”. Oscar no estaba seguro de cómo responder a eso. Después de todo,


todo lo que Karg había dicho era cierto.

“Cuando te conocí en el orfanato Moorin, supe que eras especial. Los


juguetes que hiciste para los otros niños fueron mucho mejores que
algunos de los mejores trabajos que mi taller realizó… Para ser honesto,
no podía creerlo al principio”.

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Oscar había sido abandonado frente al orfanato Moorin cuando era un


bebé. Aunque no hubo guerras a gran escala en las últimas décadas,
pequeñas escaramuzas fronterizas ocurrieron casi a diario. La inestabilidad
política dentro de los reinos humanos exacerbó aún más el problema. La
lucha constante había dejado la tierra llena de huérfanos, y muchos
orfanatos nuevos habían aparecido para cuidarlos.

Había llegado al punto en que el país ya no podía financiarlos a todos.


Karg ya se había convertido en el jefe del Taller Orcus cuando comenzaron
a aparecer los orfanatos. Él había sido amigo de Moorin, así que cuando
escuchó que su orfanato estaba en dificultades, decidió ayudar a
financiándolo.

El día que conoció a Oscar había sido como cualquier otro. Él había ido a
dejar algo de dinero en el orfanato y ver cómo estaban Moorin y sus niños.

Cuando miró alrededor del orfanato, notó que había muchos más juguetes
que antes.

Él le había preguntado a Moorin si había conseguido otro patrocinador, y


obtuvo una respuesta que no esperaba.

Oscar, quien acababa de cumplir diez años en ese momento, había sido
quien hizo todos esos juguetes.

Karg había asumido que Moorin había encontrado un patrocinador rico,


por lo que se sorprendió al saber que los juguetes realmente habían sido
transmutados por un joven chico. Los juguetes eran de una calidad tan
maestra que él había estado seguro que ella debió haberlos comprado.

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Los bloques de construcción encajan perfectamente. Las muñecas fueron


hechas con tanta precisión que Karg casi las confundió con niños reales.
Las espadas de juguete estaban perfectamente equilibradas. Incluso los
platos falsos que había hecho para que las chicas jugaran a la casa eran lo
suficientemente buenos para cocinar.

Todas esas obras de arte fueron creadas por un chico de diez años. Karg
no podía creerlo. Se llevó a Oscar y le pidió que hiciera una demostración
en vivo. Cuando Oscar había creado uno de esos juguetes justo delante de
él, Karg no tuvo más remedio que aceptar la realidad. A los diez años, él
ya había sido tan hábil como los mejores Sinergistas del país.

Cuando Karg le preguntó de dónde había aprendido Oscar sus habilidades


Sinérgicas, esto fue lo que dijo:

“Cuando vi que arreglaste esa olla la última vez que viniste. Pensé que
podría hacerlo también, así que lo intenté”.

Karg había recordado ese incidente. De hecho, él había venido hace un


mes para arreglar una olla rota. Y volviendo a pensar en ello, Oscar había
estado observando con gran interés.

Karg se congeló. Sintió un repentino escalofrío, como si alguien acabara


de deslizar un cubo de hielo por su espalda.

Después de verlo transmutar solo una vez, ¿lo había dominado él mismo?
¿Y en solo un mes? ¿Había alcanzado el nivel de un maestro artesano a
través de ensayo y error? Si eso fuera cierto, ¿cuán mejor podría ser al

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recibir la instrucción adecuada? Karg estaba emocionado y aterrado ante


la posibilidad.

Él decidió en ese momento... que convertiría a Oscar en el próximo Orcus.

Después de enseñarle personalmente durante tres años, Karg lo admitió en


el Taller Orcus.

“Ha pasado mucho tiempo desde que te uniste al taller por primera vez.
Por todos los derechos, deberías haber heredado el nombre de Orcus hace
años. Pero ya sabes, Oscar, no quiero forzarte. Ta detuve la última vez
cuando dijiste que querías dejar de trabajar de Sinergista, pero si sigues
pensando que no es para ti, puedes irte. Lo creas o no, no quiero hacerte
sufrir”.

“Yo estoy... realmente agradecido contigo, Abuelo. Sé que a los otros


artesanos no les gusto, pero no hay nada que pueda hacer al respecto. Ya
lo acepté. Trabajar aquí no es tan malo, realmente”.

“Pero aún...”.

Karg hizo una amarga expresión, pero Oscar siguió.

“Me gusta ser un Sinergista. Puedo ayudar a todos en la ciudad con mi


trabajo, y también puedo enviar dinero al orfanato... ¿Qué más puedo
pedir?”.

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“¿Por qué, Oscar? ¿Por qué ocultas lo talentoso que realmente eres? Si
ellos lo supieran, estarían de acuerdo en que incluso el título de Orcus no
hace justicia a tus habilidades. ¿Es que no te gusta fabricar armas? O qué,
¿no crees que eres apto para ser un líder? Probablemente sean ambos, en
realidad. Aun así, ya sabes, Oscar, no me subestimes. Puedo decir que hay
otra razón por la que no quieres tomar el título. ¿Pensaste que no me iba a
dar cuenta?”.

“......”. Oscar solo sonrió con su sonrisa habitual. La sonrisa que decía “No
voy a argumentar, así que solo di lo que quieras”.

“Sé que esto podría ser un poco presuntuoso de mi parte, pero... pienso en
ti como mi propio hijo. Solo quiero que lo heredes por tu propia cuenta y
le demuestres a las personas lo que realmente eres. Pero supongo que eso
no es lo que quieres, ¿verdad?”.

Oscar conocía a Karg desde hacía mucho tiempo, por lo que entendía los
sentimientos de Karg.

Oscar nunca lo admitiría, pero comenzó a llamar a Karg “Abuelo” en lugar


de “Karg-san” porque también pensó en Karg como su verdadero padre.

Honestamente, Oscar estaba feliz de que Karg tuviera tantas expectativas


de él.

Le dolía que no pudiera decirle a Karg la verdadera razón por la que


escondía sus talentos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Pero, aun así—

“Abuelo... Dijiste que mis habilidades estaban en un nivel completamente


diferente, pero eso no es cierto”.

“No hay necesidad de ser humilde conmigo. Sé lo bueno que realmente—


”.

“No están en un nivel diferente... Son completamente anormales”.

“......”. Karg guardó silencio. La elección de las palabras de Oscar le había


dado a Karg una idea de la verdadera razón por la cual Oscar ocultó sus
habilidades.

Él nunca antes había visto a Oscar lucir así. Tenía una expresión oscura en
su rostro y miraba hacia la distancia. Era como si estuviera mirando hacia
el futuro que lo esperaba si fuera a revelar sus habilidades.

Karg también lo sabía, no sería tan maravilloso como él lo había descrito.


No sabía qué decir, pero sabía que tenía que hacer algo. Pero antes de que
pudiera, Oscar continuó.

“De todos modos, disfruto el trabajo que estoy haciendo ahora. No


pretendas que no sabes. Todas las herramientas y los muebles que he hecho
han sido bien recibidos por las personas del pueblo. En cierto modo,
todavía estoy ayudando a aumentar la fama del Taller Orcus”. Oscar habló
alegremente, tratando de disipar la tristeza que se había asentado en la
habitación.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Karg se dio cuenta de que esto era todo lo lejos que podía llegar con la
conversación de hoy y asintió con un suspiro.

“Haaah... Tienes razón. Ni el Taller Limster ni el Taller Vagone incluso se


molestan en hacer cosas para el ciudadano promedio. A pesar de que es su
trabajo duro que nos permite centrarnos únicamente en nuestra artesanía.
Ellos son los que nos proporcionan el mineral que usamos y los alimentos
que comemos”. Los talleres que Karg había nombrado eran los otros dos
grandes talleres en Velnika. Ambos solo recibían órdenes de nobles,
realeza y ricos mercaderes.

Como eso era en lo que habían elegido especializarse, nadie podía


culparlos demasiado. Aun así, eso no significaba que a las persona del
pueblo les gustara. De hecho, la mayoría de ellos estaban bastante
enojados con los otros talleres. Mientras todos los demás se ayudaban
mutuamente, ellos solo buscaban obtener ganancias.

Por otro lado, el Taller Orcus no tenía restricciones sobre quién podría
realizar un pedido. Como principio, ellos se vieron obligados a priorizar
las peticiones de los nobles, pero si había artesanos libres, ellos eran
puestos a los pedidos de ciudadanos comunes. Además, el actual Orcus
había comenzado a donar los fondos excedentes del taller a varios
orfanatos.

Más importantemente, sin embargo, el taller ahora tenía un artesano cuya


única tarea era manejar las solicitudes de los ciudadanos. Por eso, el Taller
Orcus era muy respetado entre los campesinos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Ese artesano era, por supuesto, Oscar. Él era conocido por ser rápido, hábil
y capaz de adaptarse a las necesidades de cualquier solicitud. Gracias a
eso, las personas del pueblo a menudo ayudaban al taller durante los
tiempos de crisis. Traían alimentos a los artesanos, les vendían materias
primas a precios de descuento, les daban prioridad para ofertas al por
mayor en suministros que ellos tenían bajos, e incluso les traían uniformes
y mantas de repuesto.

Aunque el trabajo de Oscar no se destacaba, él estaba haciendo mucho


para ayudar al taller. De hecho, fue precisamente porque no se destacaba
que tan poca gente lo apreciaba.

“Abuelo, aún necesito entregar mis pedidos”.

“Bien, bien. Mi sermón terminó. Ve a entregar tus cosas... En realidad,


espera. Hay una cosa”.

“¿Huh?”.

Karg detuvo a Oscar, repentinamente recordando algo.

“Has escuchado los reportes de personas desaparecidas en las partes


menos prósperas de la ciudad en los últimos meses, ¿verdad?”.

“Sí, lo he escuchado”.

“Intenta y vigila a los niños en el orfanato. La mayoría de las personas que


desaparecieron eran muy jóvenes. Todos eran de los barrios marginales,

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

por lo que la gente dice que probablemente se marcharon y trataron de


hacerse ricos en algún lugar, solo para terminar muertos en una zanja”.

Karg tenía la sensación de que era mucho peor que eso. Su seria
advertencia reflejaba su presentimiento.

“Puedes tomar el resto del día libre. Ve a ver cómo están todos en el
orfanato”.

“Eso es lo que estaba planeando hacer de todos modos. Seré cuidadoso.


Bien, nos vemos luego, Abuelo”. Oscar se inclinó ante Karg y salió de la
habitación. Se sentía mal por hacer que Karg siempre se preocupara por
él.

“Si tienes que mantener esa falsa sonrisa todo el tiempo aquí, deberías irte
y hacer algo que realmente te guste. Chico tonto...”. Karg murmuró esas
palabras para sí mismo, lo suficientemente silenciosas como para que no
pudieran oírlas al otro lado de la puerta.

Una vez que terminó de entregar los pedidos del día, Oscar regresó al
orfanato. Estaba ubicado en las afueras de la capital, por lo que era una
larga caminata desde el taller.

Oscar ya era un adulto independiente, y tenía su propio lugar más cerca


del centro de la capital. Para él, un viaje al orfanato tomaba bastante
tiempo. Sin embargo, él todavía consideraba que el orfanato era su hogar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar estaba tan preocupado como Karg por las recientes desapariciones,
y había regresado al orfanato con mayor frecuencia en los últimos meses.

Para empezar, las afueras de la capital no eran un lugar muy seguro.


Muchos de los edificios estaban deteriorados y abandonados. En una
palabra, su orfanato estaba en los barrios marginales.

El orfanato albergaba a muchos niños, por lo que era más grande que todas
las casas de los alrededores. Aun así, no estaba en mejor forma que alguno
de ellos. Una casa de madera deteriorada como esta ni siquiera podría
existir en el centro de la capital.

Afortunadamente, era mucho más resistente de lo que parecía. Para cuando


llegó Oscar, ya era tarde. El sol poniente proyectaba sombras profundas
entre los callejones.

Él se paró frente al edificio durante unos minutos, luego dio la vuelta a la


parte posterior.

“Parece que la alarma funciona”. Oscar colocó su mano en el suelo


mientras decía eso. Después de unos segundos, la quitó. Caminó alrededor
de cada esquina del edificio e hizo lo mismo. Finalmente, cerró sus ojos y
colocó su mano contra el edificio mismo.

“El fortalecimiento... aguanta bastante bien. La barrera y el acumulador de


maná también están funcionando bien”. Oscar exhaló un suspiro de alivio.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aunque sus acciones parecían aleatorias, todo lo que había descubierto


parecía aliviarlo.

Satisfecho de que sus medidas de seguridad funcionaran, regresó a la


entrada y tocó a la puerta.

Moorin le había dicho que el orfanato siempre sería su hogar y que no


necesitaba ser tan formal, pero desde que se mudó, él sentía que era mejor
tocar.

“¿Hmm...?”. Normalmente, uno de los niños habría respondido a la puerta,


pero nadie vino.

¿Quizás golpeé demasiado ligero? Oscar lo intentó de nuevo.

Todavía no hay respuesta. Él ni siquiera podía escuchar el sonido de los


niños jugando.

“¡¿Ah?!”. Oscar tenía un muy mal presentimiento sobre la situación. Algo


debe haber sucedido. Para él, el orfanato y las personas en la misma eran
más importantes que cualquier otra cosa.

“¡Mamá! ¡Chicos!”.

Una pequeña parte racional de su mente le dijo que necesitaba calmarse y


evaluar la situación. Sin embargo, su cuerpo se movió por sí mismo. Cada
segundo importaba.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Abrió la puerta de la entrada y corrió a la sala.

“¡Dylan! ¡Corrin! ¡Ruth! ¡Katy! ¡Mamá! ¡Alguien!”. Gritó los nombres de


los niños mientras corría hacia el comedor. Era alrededor de su hora
habitual para la cena.

Su corazón se sacudió cuando no escuchó respuesta y prácticamente


arrancó la puerta de sus bisagras de sus goznes. Adentro, él encontró—

“Bienvenido de vuelta, querido~ ¿Te gustaría cenar, tomar un baño o... yo,
Miledi-tan?”. Una chica que no reconocía. Llevaba un delantal con
volantes y parecía tener alrededor de catorce o quince años.

Su largo cabello rubio estaba recogido en una cola de caballo, y casi


parecía desafiar la gravedad mientras lo oscilaba de un lado a otro. Tenía
delgadas piernas cubiertas por medias hasta la rodilla. La media de una
pierna había sido doblada hacia abajo. Debajo del delantal llevaba una
camisa sin mangas, y en una mano llevaba un cucharón de cocina. Ella
hizo un signo de paz con su mano libre y le guiñó un ojo a Oscar.

Él podría haber jurado que una estrella salió volando de ese guiño.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La pose era tan perfecta que le molestaba. Ante esta inesperada vista,
Oscar reaccionó de la única manera que pudo.

“Lo siento, parece que me he equivocado de casa”. Cerró la puerta del


comedor y retrocedió.

Debo haberme equivocado de casa. Jaja, tal vez estoy cansado de trabajar
mucho.

Sin embargo, esta misteriosa y extrañamente alegre chica no tenía


intención de dejar escapar a Oscar.

“¡Espera, no te vayas! ¡No puedo creer que me hayas cerrado la puerta!


¡Una chica extremadamente hermosa acaba de ofrecerse a sí misma a ti,
¿así que no deberías emocionarte hasta las lágrimas ahora mismo?! ¡Sé
que quieres contemplar estas perfectas piernas! Hay la cantidad justa de
piel que se muestra entre mi falda y mis rodillas. Sé que no puedes
resistirte a ellas. ¡Ambos sabemos que eres un gran pervertido, O-kun!”.

Oh, solo cállate. Deja de actuar como si fuéramos mejores amigos cuando
ni siquiera te conozco. Además, obviamente estás loca.

En un segundo, Oscar ya había hecho su juicio sobre qué tipo de persona


era esta chica.

Se ajustó sus gafas y habló tan tranquilamente como pudo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Dijiste que te llamas Miledi, ¿verdad? Parece que entraste en la casa


equivocada. Se está haciendo tarde. Seguramente deberías estar
regresando a tu propio hogar. En caso de que vinieras aquí a propósito, eso
significaría que estás allanando. En Velka, allanar es un grave delito. Si
no te vas en los próximos tres segundos, tendré que arrestarte”. Oscar
sonrió mientras le lanzaba a Miledi una amenaza apenas disimulada.

“¡Esa no es una amenaza apenas disimulada! ¡Obviamente quieres que me


vaya! ¡Qué malo! Te haré saber que era mi destino conocerte, O-kun—”.

“Bien, tus tres segundos han terminado. Pon las manos en el aire”.

Oscar sacó un pequeño objeto de su bolsillo. Era un transceptor. Su


alcance se limitaba a la capital, pero seguía siendo un equipo valioso que,
por lo general, solo los nobles eran lo suficientemente ricos como para
permitirse. Naturalmente, él hizo este por sí mismo.

La chica también lo reconoció y comenzó a sentir pánico. En ese


momento, un grupo de niños saltaron en su defensa.

“¡Waaaaaaaaah! ¡Onii-san, espera!”.

“Ella no es sospechosa— Bueno, es bastante sospechosa, ¡pero es nuestra


invitada!”.

“¡Onii-chan, por favor, perdónala. ¡Me disculparé también! Lamento que


ella sea tan molesta”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Soy inocente, Onii! ¡Es toda culpa de esa ruidosa señorita!”.

Los niños salieron de varios escondites dentro del comedor. La razón por
la que Oscar había sido capaz de manejar a Miledi con tanta calma era
porque había visto a los niños asomándose desde sus escondites cuando
ella abrió la puerta de nuevo.

“E-Escuchándolos insultar me duele tan despreocupadamente...”,


murmuró Miledi y se dejó caer al suelo. Oscar suspiró y se giró hacia una
señora mayor que acababa de entrar al comedor.

“No puedo creer que incluso tú estuvieras en esto, Mamá...”.

“Lo siento. Pero Miledi-san parecía tan emocionada por jugar esta broma.
Y nunca te había visto sorprendido por nada, así que pensé que sería
divertido”.

“Divertido, ¿huh...? Bueno, no fue muy divertido para mí. Estaba muy
preocupado por ustedes, chicos”. Oscar suspiró de nuevo.

Moorin, la administradora del orfanato y la madre sustituta de todos, le


sonrió. ella estaba cerca de los setenta años, pero apenas parecía tener más
de treinta años cuando sonrió.

Una vez que todos se calmaron, Oscar se sentó con los niños a cenar. La
chica, quien había dicho que se llamaba Miledi, se unió a ellos también.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Parecía que ella había venido porque tenía negocios con Oscar. Oscar le
había preguntado para qué había venido, pero aparentemente era una larga
historia, así que a sugerencia de Moorin decidieron cenar primero.

La forma refinada en que ella comía sugería que Miledi era de noble
crianza. Las dos chicas de siete años que estaban sentadas a su lado, Corrin
y Katy, comenzaron a susurrar entre ellas.

Ambas se sonrojaron, miraron a Oscar y luego se delataron la una a la otra.


Él dudaba que estuvieran diciendo algo bueno acerca de él. Miró con
recelo a Miledi, pero ella solo le sonrió.

Cielos, ella es molesta. Oscar quería desesperadamente decirle eso a su


rostro. Pero no lo hizo. No quería dar un mal ejemplo a sus lindas
hermanitas.

Corrin había atado su cabello rojo en una cola de caballo del mismo estilo
que Oscar. De todos los niños en el orfanato, ella era la más tímida. La
mirada de cachorro también podría convertir en esclavos instantáneos a
cualquiera que no fuera parte de su familia. Ellos ya estaban
acostumbrados a ello.

Katy, por otro lado, mantenía su cabello café castaño en coletas y era la
más desconfiada de todos los niños. Aparte de Oscar y los otros niños en
el orfanato, ella no confiaba en nadie.

El hecho de que esas dos chicas estuvieran dispuestas a relajarse a su


alrededor significaba que, aunque podría haber sido molesta, y tal vez un
poco afectada en la cabeza, ella no era una mala persona.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Debido a eso, Oscar no pensó que sería correcto insultarla.

“Ya veo, ya veo. Entonces O-kun es un hermano mayor amable y


confiable”.

“¡S-Síp! ¡Onii-chan puede hacer cualquier cosa!”. Corrin sonrió y


orgullosamente hinchó su pecho. Oscar sonrió a cambio.

Miledi sonrió. Oscar frunció el ceño de vuelta.

Los niños se olvidaron de su comida y comenzaron a explicarle a Miledi


lo increíble que era Oscar.

“Así es, Miledi-san. Todos los juguetes y cosas de la casa fueron hechos
por Onii-san. ¡Y él los hizo a todos cuando tenía mi edad!”.

El niño más grande del orfanato, Dylan, se jactó de los logros de Oscar. Él
era el mediador entre todos los otros niños. Al igual que Corrin, él tenía el
cabello castaño recogido en la misma cola de caballo que tenía Oscar.

“¿Sabías? ¡Onii trabaja en el Taller Orcus! ¡El tipo jefe dijo que lo quería!
¡¿No es increíble?!”. Los ojos de Katy brillaban mientras hablaba.

“Onii-chan nos dio algo para demostrar que estamos relacionados”. Corrin
le tendió la pequeña moneda que colgaba de su cuello. Los otros niños

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

también sacaron sus monedas. No se veían nada valiosas, así que nadie se
molestaría en robarlas.

Aun así, Miledi no se burló de ellos por atesorar esas monedas.

“¡Wow, ustedes están muy cercanos, ¿huh?!”. Ella parecía honestamente


impresionada. Todos los niños sonrieron con orgullo y continuaron
entreteniendo a Miledi con cuentos de la genialidad de Oscar.

“C-Chicos. Vamos, denle un des—”. Avergonzado, Oscar intentó hacer


que se detuvieran. Antes de que pudiera, sin embargo, Miledi intervino.

“¡Cuéntame más, Onii-chan! ¡Quiero saber lo maravilloso que eres, Onii-


chan! ¡Sabía que tenía razón al elegirte, Onii-chan! ¿No lo crees tú
también, Onii-chan? Oye, Onii-ch—”.

“Llámame Onii-chan una vez más y terminaré contigo”. Aunque sonreía,


había muerte en los ojos de Oscar. Él había intentado actuar civilmente
para dar un buen ejemplo a sus hermanitos, pero no podía soportarlo más.

“Oh cielos, tienes un lado sorprendentemente salvaje ante ti, O-kun...”.


Por alguna razón, Miledi se sonrojó.

“Por favor, tampoco me llames O-kun”. Él logró reinar en sus emociones


y volver a sonar tranquilo. Después de todo, él no quería comportarse de
forma grosera frente a su familia. Aunque internamente, todavía pensaba
en Llámame O-kun una vez más y te estrangularé.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi lo miró por un momento antes de responder.

“¡No quiero!”. Ella exclamó, una sonrisa en su rostro todo el tiempo.

Hubo un fuerte crujido, ya que Oscar rompió el tenedor que sostenía.

Dylan y los demás se giraron para mirar la mano de Oscar. Para cuando lo
hicieron, parecía como nueva.

Él la había reparado con su transmutación. Los niños inclinaron sus


cabezas en confusión.

“¡Wow, eso fue increíble! ¡Nunca había visto algo así!”. Oscar había ido
tan lejos como para ocultar el brillo de su maná al repararlo en secreto,
pero Miledi solo tuvo que ir y volar su cubierta.

Una fría voz que sonaba más irritada de lo que Oscar sintió, pinchó el
silencio que siguió.

“¿No eres simplemente un perdedor en este momento?”. Dylan y los


demás se giraron sorprendidos.

La persona que había hablado era Ruth. Él estaba mirando su plato. Ruth
tenía el cabello negro puntiagudo, y recientemente había cumplido once
años.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Hey, Ruth!”. Dylan le gritó a Ruth. Sin embargo, Ruth levantó la vista
de su plato y miró a Dylan.

“¡Es la verdad! A pesar de que trabaja en el Taller Orcus, no fabrica armas.


¡Es solo un perdedor que solo acepta solicitudes de ciudadanos comunes!
¡Todos lo saben!”. Ruth deliberadamente evitó mirar a Oscar.

Al igual que Oscar, Ruth era un Sinergista.

Entre los huérfanos, él era quien más admiraba a Oscar. Cuando Oscar
todavía vivía en el orfanato, Ruth lo había seguido por todas partes. Ambos
tenían el mismo llamativo cabello negro, y las personas a menudo habían
pensado que eran hermanos reales.

“Ruth, discúlpate con Oscar. Eso fue innecesario”. Moorin había estado
sonriendo todo el tiempo hasta ahora, pero las palabras de Ruth la hicieron
fruncir el ceño. Su tono era suave, pero firme.

Ruth dudó por un segundo, pero luego se repitió obstinadamente.

“¡Pero es cierto! Si él no es un perdedor, ¡entonces debería demostrárselo


a todos! Si él les mostrara lo fuerte que realmente era, entonces toda esa
gente tonta se callaría, ¡pero él no hace nada! ¡Y sabes qué, es porque él
no puede! ¡Él sonríe como un idiota todo el tiempo y no dice nada! ¡Es
solo un debilucho que no quiere contraatacar!”. Era como si una presa
hubiera estallado dentro de él. Una vez que las palabras comenzaron a
fluir, él no pudo parar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Se había sentido como una traición, al ver que el hombre al que tanto
idolatraba terminó así.

Oscar también lo entendió, así que no dijo nada. Él solo sonrió con su
sonrisa habitual. Si él realmente fuera tan bueno, debería demostrarlo. Si
no lo fuera, entonces solo lastimaría a Ruth aún más.

Ruth había querido que Oscar replicara, para decir que no era verdad. En
cambio, obtuvo la sonrisa de Oscar, que solo lo molestó más. Ruth se puso
de pie, incapaz de soportar quedarse en el lugar por más tiempo.

“¡Eso no es cierto!”. Una alegre voz lo detuvo.

“Crees que O-kun también es increíble, ¿no es así, Ruth-kun? Lo puedo


decir”.

“¡N-No lo creo!”.

"Sí, lo crees~ ¡Mis especiales ojos Miledi pueden ver a través de todo! Sé
exactamente cómo te sientes~ ¡Realmente crees que O-kun es increíble, lo
sé!”, dijo Miledi con suficiencia.

Todos miraron a Miledi sorprendidos, incluso Oscar. Su tono era tan alegre
como siempre, pero sus palabras tenían un peso extraño para ellos.

“Es por eso que quería ver a O-kun. He pasado tanto tiempo buscando a
alguien como tú”. Ella se giró para mirar a Oscar, su mirada estaba
atravesándolo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Ella habló de nuevo, su voz apenas por encima de un susurro.

“Finalmente te he encontrado”. Cerró sus ojos y sonrió.

Ella parecía sinceramente feliz de haber podido conocerlo.

Oscar sintió que su corazón saltó de golpe. ¿Qué diablos sabe ella de mí?

Sí, seguramente su corazón se debió haber saltado de golpe porque estaba


preocupado de cómo ella sabía mucho sobre él. Definitivamente no por
ninguna otra razón. Al menos, eso era lo que Oscar se decía a sí mismo.
Se ajustó sus gafas para ocultar su expresión.

Desafortunadamente para él, los ojos de Miledi realmente podían ver a


través de todo.

“Oh cielos, ¿me engañan mis ojos? O-kun, ¿tu corazón se saltó de golpe?
¿Fue mi sonrisa tan cautivadora? Bueno, ¿fue eso? Vamos, dilo~”.

“Cállate, eres molesta”. En ese momento, al menos, así era como él


realmente se sentía.

El intercambio de Miledi y Oscar disipó el mal humor que había caído


sobre la mesa del comedor y todos volvieron a cenar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Incluso Ruth volvió a sentarse y volvió a mirar hoscamente su plato.

Sin embargo, las palabras de Miledi todavía giraban alrededor de la mente


de Oscar.

Él no sabía para qué ella había venido a buscarlo, pero él podía decir que
era extremadamente importante para ella.

Su declaración casi había sonado como una declaración de amor. Corrin y


Katy ciertamente parecían pensar que era lo que había sido, al menos. Ellas
siguieron mirando de ida y vuelta entre Miledi y Oscar.

“Ajem... Miledi-san, ahora que todos han comido, creo que es hora de que
nos digas por qué has venido”.

“Vamos, no seas tan formal. Somos amigos, ¿verdad, O-kun? ¡No tienes
que actuar tan distante!”.

“¿Qué quieres decir, amigos? Te acabo de conocer hoy. Más importante


aún, ¿por qué—”.

“¡No lo diré! No a menos que me llames Miledi-tan. Y pon algo de


sentimiento detrás de ello, ¿de acuerdo?”.

“J-Jaja... Eres interesante. De todos modos, basta con las bromas—”. La


paciencia de Oscar se estaba agotando. Tristemente, a Miledi no pareció
importarle.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Espera, no me digas que la razón por la que estás siendo tan frío conmigo
es porque... ¡¿ya tienes a alguien a quien le prometiste tu corazón?!”.

“¡¿Qué?!”.

“Ya veo... entiendo ahora. Mi inteligencia superior ha deducido la verdad.


¡Debería haber esperado que O-kun quisiera hacer de Corrin-chan y Katy-
chan sus esposas!”.

“Si no te callas, coseré tu gran boca para ti”. Incapaz de contenerse más,
Oscar arremetió contra Miledi. Al mismo tiempo, Corrin y Katy jadearon.

Él se giró y vio que Corrin se sonrojaba furiosamente. Katy, por otro lado,
evitaba su mirada.

“Onii-chan, ¿de verdad quieres casarte conmigo?”.

“¡B-Bueno, no quiero casarme con él! P-Pero si Onii insiste, entonces tal
vez...”.

Ellas habían tomado en serio las palabras de Miledi. Mientras tanto, sus
hermanos lo miraban en disgusto.

“Onii-san, te respeto, pero esto es un poco demasiado...”:

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Tch... debería haber sabido que el perdedor también era un pervertido”.

Ellos también tomaron en serio las palabras de Miledi. Dylan y Ruth se


alejaron de él.

Entonces, Miledi dio el golpe final.

“Oh, O-kun... ¡eres un pedófilo!”.

Oscar se ajustó las gafas otra vez, perdiendo el control de su temperamento


por completo.

“Eso es. ¡Vienes conmigo, maldita perra!”.

Oscar agarró a Miledi por el cuello y comenzó a arrastrarla afuera.

La pálida luz de la luna brillaba a través de los huecos en las nubes. Oscar
y Miledi se miraron el uno al otro en el patio trasero del orfanato, debajo
de la hermosa media luna que seguramente se convertiría en una parte
crucial del recuerdo de su primer encuentro...

Aunque Oscar la había arrojado por la puerta, ella aparentemente había


ignorado la gravedad y aterrizado fácilmente sobre sus pies.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡O-kun, monstruo! ¡No puedo creer que arrojarías a alguien de tu casa


así! ¡No eres humano!”.

“Dice la chica que acaba de ignorar la gravedad”.

Oscar suspiró. Él sabía que, si se dejaba llevar por esta chica, su


conversación nunca llegaría a ningún lado. Miró fijamente a Miledi,
mostrando una expresión sombría que nunca les había mostrado a los
niños.

“Así que, ¿qué es lo que realmente quieres de mí? Jugué junto con tu tonto
juego. Ya es hora de que confieses”.

Durante toda la comida, Oscar había temido que ella intentara tomar a los
niños como rehenes.

Moorin y los niños le habían tomado cariño, lo que significaba que


probablemente no era una persona malvada.

Sin embargo, ella sabía cosas que no debería. Afirmó que había venido a
encontrarse con Oscar, pero en lugar de ir a su casa, ella se dirigió
directamente al orfanato.

Intencionalmente o no, ella básicamente dijo “Puedo llegar a tu familia en


cualquier momento que quiera”.

Y esa era la razón por la que él había cambiado de táctica.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Si los niños se hubieran equivocado con ella, y ella les hiciera daño,
entonces él la eliminaría sin pensarlo dos veces.

“No me mires así~ ¿Alguna vez alguien te enseñó a tratar bien a las
chicas?”.

“......”. La única respuesta de Oscar fue mirar más fuerte. Él no se parecía


en nada al perdedor que todos creían que era.

“Ajaja, creo que probablemente debería ser seria, ¿huh? De todos modos,
perdón por eso. No pretendía causar un malentendido. Mira, te prometo
que no quiero lastimar a tu familia. Lo digo en serio. Yo no miento”.

A Oscar le costaba creer eso, pero asintió de todos modos.

“La razón por la que vine a conocer a tu familia primero fue porque quería
aprender más sobre ti, O-kun. Fui a preguntarle a las personas del pueblo
acerca de ti también”.

“¿Entonces no es como si supieras sobre este lugar de antemano?”.

“Vine aquí en una búsqueda inútil, de verdad. Me habían dicho que había
un genio huérfano en alguna parte. Visité tantos países diferentes y
comprobé todos los orfanatos que pude encontrar. Estaba buscando por un
genio. Aunque ahora que lo pienso, no había ninguna garantía de que el
genio huérfano fuera un niño”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar asintió en comprensión.

Incluso cuando ella había estado bromeando, los gestos de Miledi habían
sido refinados. Él había adivinado que ella había crecido en una familia
noble, o como los sirvientes de una. Su historia cimentó aún más esa
suposición. Se había convertido en algo así como una moda pasajera entre
los nobles buscar individuos con mucho talento y traerlos a su hogar.

Miledi se giró y miró hacia la luna. Después de unos segundos, miró a


Oscar por encima de su hombro.

“Fue solo después de que hablé con esos niños que aprendí sobre tus
habilidades”.

Oscar entrecerró sus ojos. Había un brillo peligroso en ellos.

“¿Mis habilidades? Solo soy un fracaso de un Sinergista que solo puede


fabricar artículos para el hogar”.

“Ajaja, eres un bufón, O-kun. Ningún fracaso podría hacer esos artículos
mágicos tuyos. De hecho, es tan bueno que podrías llamarlo Artefacto”.

Los ojos de Oscar se abrieron en sorpresa. Él había esperado que Miledi


hubiera escuchado los rumores acerca de cómo había sido un prodigio o
que secretamente estaba ocultando sus talentos, y esa era la razón por la
que ella pensaba que él era hábil.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Pensar que ella había averiguado cuáles son las alarmas que establecí en
esta casa... Oscar la miró con cautela.

“¡En serio, deja de mirarme así! Estoy de pie aquí incluso sabiendo lo que
puede hacer, así que, ¿no puedes confiar un poco en mí?”.

“Bueno...”.

Las trampas que Oscar había puesto en el orfanato eran letales. Con una
palabra, él podría envolver a su objetivo en una lluvia de rayos, viento,
hielo y fuego.

Además, una vez que hubiera expulsado a los intrusos, desplegaría una
barrera de cinco capas y comenzaría a sonar una fuerte alarma.

Si los intrusos de algún modo lograban pasar su barrera, su trampa la


reanudaría. Además de eso, todas las entradas al edificio habían sido
reforzadas con el material más duro que Oscar pudo encontrar.

A primera vista, parecía deteriorada, pero Oscar había transformado la


casa en una fortaleza con paredes más duras que el acero.

Cualquier intento de romper las paredes resultaría en un contraataque de


rayos también. Oscar las había transformado a todas en armadura reactiva.

Este era el verdadero alcance de las habilidades de Oscar. Él no solo era


un genio Sinergista, sino que podía infundir magia en el mineral. Crear
Artefactos, en otras palabras.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él podría usar la magia de la era de los dioses. La magia que, según la


leyenda, los dioses habían usado cuando todavía caminaban por la tierra.
Las únicas personas que podían usarla ahora eran los Atavistas, quienes
habían heredado la sangre de los dioses.

Había una razón por la que él le había dicho a Karg que sus habilidades
eran anormales. Además de todo lo demás, él podía controlar libremente
su propio maná, y no necesitaba círculos mágicos o cánticos para usar
magia. Las cosas que los maestros artesanos tardaron años en lograr fueron
solo un juego de niños para Oscar. Así de grande era la diferencia entre
sus habilidades y las de la gente normal.

“Honestamente, este orfanato está mejor defendido que incluso el palacio


real. Ningún Sinergista simple podría haber hecho un mecanismo de
defensa de clase Artefacto”. Miledi se percató de todo de alguna manera.
Oscar realmente no podía bajar la guardia a su alrededor. Había más en
ella de lo que sugería su frívola actitud.

“Si crees que no puedo ser confiable, ¿por qué no activas tu fortaleza y me
echas? Pero a menos que lo hagas, no me iré hasta que me escuches”.

Ah, ahora lo entiendo. Oscar parecía haberse dado cuenta.

Miledi realmente no parecía tener ningún otro motivo sombrío. Ella había
encontrado este lugar por coincidencia. Sin embargo, se sorprendió de las
defensas que ésta tenía, por lo que preguntó acerca de quién vivía allí. Por
eso ella había aprendido sobre Oscar, y luego decidió esperar aquí hasta
que él apareciera.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aquí, donde Oscar tenía acceso a sus armas más poderosas.

Ella le había permitido llevarla al patio trasero, pero ella no se había ido,
lo que habría demostrado que ella estaba a su merced.

“¿Por qué no tratas de actuar en serio, entonces? Esa estúpida actitud tuya
te hace difícil de confiar”. Oscar se relajó levemente. Dejó que la tensión
cayera de sus hombros y dejó de mirar furiosamente.

“No tengo idea de lo que estás hablando~ Solo soy tu normal, alegre, feliz
y hermosa chica~”. Ella le guiñó un ojo otra vez, haciendo la misma pose
cliché como la última vez. Esto molestó mucho a Oscar.

Era una maravilla que alguien pudiera combinar la frivolidad y la seriedad


de la forma en que ella lo hizo. Parecía que él había llamado la atención
de una mujer muy extraña. Le dolía la cabeza solo por tratar con ella.

“De acuerdo, entonces ¿de qué querías hablar? Déjame adivinar, quieres
que haga un Artefacto para ti”.

“Nop, estás totalmente fuera de lugar~ Depende de ti si quieres hacer algo


por mí. Espera, ¿no me digas que te excitas al ser ordenado por mujeres?
Lo siento, no estoy realmente en ese tipo de cosas...”.

“Thunder Snake”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Abababababababababa?!”. Miledi tuvo un espasmo, ya que Oscar la


golpeó con una de las contramedidas anti-intrusos del orfanato. El que
había activado invocó alambres electrificados de serpiente del subsuelo
que se envolvieron alrededor de Miledi.

Cuando la electricidad se desvaneció, Miledi cayó al suelo.

Oscar se ajustó las gafas, entonces la miró.

“¡No soy un pervertido!”. Él le gritó.

“P-Primero me atacas, ahora me estás gritando... Incluso yo no esperaba


eso...”.

Temblando, Miledi se puso de pie. Columnas de humo se levantaban de


su ropa.

“¿Puedes decir dos frases sin tener que meter una broma entre ellas?”.

“Es una de las mejores cosas de mí, no puedo parar. ¿Por favor, no me
aceptas por quien soy, O-kun?”.

Oscar solo la miró silenciosamente. Después de unos segundos de enfado,


se enderezó y adoptó una seria actitud. El corazón de Oscar dio un salto
de nuevo, y por dentro se maldijo a sí mismo.

“Solo tengo un objetivo. Oscar-kun, te quiero a ti”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Tú… me quieres? ¿Qué quieres decir?”.

No puede significar lo que creo que es, ¿verdad?

Miledi volvió a mirar a la luna.

“¿Alguna vez pensaste que... había algo mal en este mundo?"

“Ah...”. Oscar se quedó en silencio. Él no pudo formular una respuesta.

“Bueno, ¿O-kun? Eres un Sinergista que está claramente en un nivel


diferente que todos los demás. Si le mostraras al mundo tus habilidades,
probablemente te convertirías en la persona más famosa viva. De hecho,
es probable que la historia te recuerde como un héroe. Sin embargo,
obstinadamente escondes tus habilidades. ¿De qué estás tan asustado?”.

¿No es obvio? Si lo hiciera, todas las personas importantes del mundo me


buscarían.

Por supuesto, él podría recibir fama y gloria. Diablos, incluso podría dejar
su nombre en la historia. Pero ya no sería libre. Y más que nada—

“¿Es la Teocracia de Elbard y la iglesia que los respalda de lo que tienes


miedo?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Debería haber sabido que lo habías descubierto. Ya sabes cuáles son mis
habilidades, después de todo”. Oscar sonrió con ironía.

Sí, Oscar tenía miedo de perder su libertad. Pero aún más que eso, tenía
miedo de la iglesia.

La Santa Iglesia de Ehit... Ellos seguían una doctrina que declaraba que
los humanos estaban por encima de todas las demás especies, y predicaban
que los humanos deberían reinar. Casi todos los humanos en el continente
eran seguidores.

Aquellos que se descubrían que tenían el poder de usar magia de la era de


los dioses, o magia especial que solo los monstruos podían usar, se
consideraban descendientes de dios y se tomaban bajo su protección.

Por la fuerza, si es necesario. Oscar correría la misma suerte si revelara


sus talentos.

La Santa Iglesia era tan poderosa como un reino entero. De hecho, el líder
de la Teocracia Elbard era el Papa de la Santa Iglesia. Sólo, Oscar nunca
podría escapar de su alcance. Incluso si pudiera, no se sabía lo que ellos le
harían a su familia.

Miledi le dio a Oscar una sonrisa sabiendo.

“Escapar de la Santa Iglesia no sería fácil. No importa a donde vayas, ellos


están cerca. En cada reino, en cada aldea, ellos empañan hasta donde uno
puede ver”. Ella prácticamente escupió esas últimas palabras.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Por supuesto que tienes miedo. Quiero decir, piensa acerca de ello. Se
supone que tienen el control de un solo país. Pero mira, donde sea que
vayas, hay templos por todas partes. Cada país los acoge y hasta les
permite dictar la política nacional”.

“H-Hey, no puedes decir eso—”. Oscar nerviosamente miró a su


alrededor.

Insultar a la Santa Iglesia equivalía al suicidio. Si alguien hubiera


escuchado a Miledi decir eso, ella habría sido ejecutada sin lugar a dudas.

Pero Miledi no se detuvo.

“Incluso cuando los países están en guerra, si la Santa Iglesia dice algo,
ellos se detienen de inmediato. Y cuando hay paz, una palabra de ellos
puede comenzar una guerra. Estamos demasiado preocupados por ser
tildados de herejes para hacer lo que es correcto, o incluso lo que es legal.
Nos enseñaron que la voluntad de Ehit es suprema y que cosas como el
amor y la justicia son secundarias. De hecho, es posible que tampoco
importen en absoluto”.

“M-Miledi... kun...”.

Miledi volvió hacia Oscar, sus brillantes ojos azules mirando directamente
a los suyos. Había una claridad en ellos, reflejando su propia
determinación inquebrantable. Oscar inadvertidamente tragó saliva.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Ella lo miró por unos segundos, entonces sonrió.

“O-kun. Debe haberse dado cuenta de lo retorcido que es este mundo. Más
que los reyes de este mundo, temes a la denominada justa Santa Iglesia.
Es por eso que te escondiste. Para que no lastimen a tu familia en un intento
de llegar a ti”.

Normalmente, cuando alguien insultaba a la Santa Iglesia, ellos


inmediatamente eran acusados de hereje. La razón de esto era porque si no
lo hicieras, tú también serías considerado un hereje. A menos que
estuvieras particularmente cerca del blasfemo, tenías todos los motivos
para entregarlos.

Pero Oscar no la llamó. Sacudido como estaba, no quería detener a Miledi.


Porque ella había dicho las cosas que Oscar siempre había pensado, pero
nunca tuvo el coraje de decir.

Miledi estaba feliz de haber conocido a alguien que no era un creyente


ciego en Ehit. Alentada por el silencio de Oscar, ella continuó.

“Pertenezco a cierta organización”.

“¿Organización?”.

“Sí. Un mundo donde la gente vive según la ley y por su propia moral. Un
mundo de orden y justicia. Un mundo donde todos son libres de hablar en
contra de la injusticia. Donde las personas se reúnen para discutir lo que
es correcto. Donde se valoran las diferentes opiniones e ideas en lugar de

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

suprimirse. Un mundo donde las personas puedan ser libres. Esa es la meta
de nuestra organización”.

“¿Están planeando comenzar una nueva religión o algo así?”. Oscar solo
logró mantener una expresión de incredulidad en su rostro. Se felicitó a sí
mismo por mantener la suficiente compostura para responder con una
broma.

Aun así, sus palabras le habían sacudido hasta el corazón. Los ideales
propugnados por la organización de Miledi significaban que básicamente
eran rebeldes. Una reunión de herejes que denunciaban la regla de la Santa
Iglesia.

Esto no era una broma. Ella lo estaba invitando a una organización que
efectivamente había hecho a la humanidad su enemiga.

“¿Crees que somos una reunión de terroristas chiflados o algo así...? Ajaja,
bueno, supongo que no estás del todo equivocado".

“Por favor, vete”. Oscar respondió al alegre comentario de Miledi con un


rotundo rechazo.

“Lo siento, pero mi respuesta es no. Prometo no contarle nada a nadie, así
que, por favor, no vuelvas a acercarte a mí ni a mi familia”.

Él habló en voz baja, pero su expresión era muy seria.

Miledi miró a Oscar durante unos segundos antes de contestar en voz baja.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ya veo...”. Ella se giró sobre sus talones y se alejó. Su figura en retirada
parecía excepcionalmente pequeña para Oscar.

Era difícil imaginar que una niña como ella estuviera luchando contra el
mundo. ¿Qué diablos la llevó a tomar esa decisión suicida? Tal vez ella
está loca... Sería más fácil para Oscar si ese fuera el caso.

De esa manera podría convencerse a sí mismo de que sus palabras no lo


habían conmovido.

“Oh, sí, ¿podrías decirles a todos que la comida estaba deliciosa?”.

“Lo haré”.

Miledi miró hacia atrás y sonrió a Oscar. Luego, sin decir una palabra más,
desapareció en la oscuridad de la noche.

Era como si ella no fuera más que un espíritu.

Oscar apretó sus dientes, solo evitando decir algo.

Ellos nunca se volverían a ver. Y eso es lo mejor, él se decía a sí mismo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Al día siguiente…

Miledi apareció en el lugar de trabajo de Oscar.

“¡Hola, buenos ciudadanos del Taller Orcus! ¡Soy su ídola de fama


mundial, Miledi! ¿Dónde está mi lindo y pequeño O-kun?”.

Varios artesanos de cara dura miraron en confusión a la chica que acababa


de aparecer en la entrada trasera. Parecía que ella había olvidado sus
modales en el útero, ya que Miledi descaradamente pasaba junto a los
confusos artesanos sin siquiera un “perdón”.

“Wow, debería haber esperado que uno de los tres grandes talleres de
Velka fuera así de asombroso. El país es conocido por su tecnología
después de todo. Hay maestros artesanos en todas partes~”. Exclamó
Miledi con asombro mientras miraba alrededor del taller.

En la parte posterior del taller, Oscar quedó sin habla. Él esperaba no


volver a ver a Miledi nunca más. Queriendo evitar ser visto, se ocultó
rápidamente.

Él estaba contento de que hubiera suficientes pedidos hoy para poder


esconderse detrás de su montón de trabajo terminado.

¡¿Q-Qué diablos está haciendo ella aquí?! Él se ajustó sus gafas


repetidamente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los artesanos se miraron los unos a los otros, preguntándose quién era esta
chica.

Aunque ella sonreía como una tonta, su costosa ropa la marcaba como una
noble, o al menos como alguien rica. Normalmente, cualquiera que entrara
al taller de esta manera sería expulsado, pero Miledi era tan flagrante que
los artesanos dudaron.

Sobre todo, porque si ella era la hija de algún noble, entonces no podían
permitirse el lujo de ser groseros con ella.

Justo cuando alguien salió corriendo para buscar al jefe, un joven hombre
dio un paso adelante. Aunque era un noble en sí, él se retorcía las manos
como un humilde comerciante. Ping nunca fue alguien para dejar escapar
la oportunidad de hacer conexiones importantes. Él sonrió tan
lisonjeramente como pudo.

“Señorita, ¿qué es lo que necesita? Tal vez podría ser de ayuda. Ah,
discúlpeme por no haberme presentado antes. Soy Ping Waress, hijo del
Vizconde Waress”.

“... ¡Hola! Soy Miledi”. Miledi observó a Ping con atención durante unos
segundos, pero luego estalló en una sonrisa y se presentó.

Sin embargo, los espectadores fácilmente podrían decir que esta sonrisa
era falsa.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Miledi, ¿verdad? Un hermoso nombre para adaptarse a una persona


hermosa como usted. Perdónenme por preguntar, pero ¿a qué familia es
usted originar—”.

“¿Eso realmente importa?”. Miledi seguía sonriendo, pero tenía los ojos
fríos. Incluso un noble idiota como Ping entendió el mensaje.

Ping apresuró a suavizar las cosas y recuperar su favor.

Si ella podía adoptar esa actitud con Ping, el hijo de un Vizconde, entonces
ella debía ser una noble muy importante. O al menos, eso fue lo que pensó
Ping.

“Oh no, en absoluto. Mis disculpas. Verdaderamente, perdóneme. De


todos modos, ¿qué es lo que necesitaba? ¡Le garantizo que yo, heredero de
la familia Waress, puedo cumplir cualquier orden que usted quiera!”.
Incluso entonces, él intentó vender el nombre de su familia. Torpa y Raul
se apresuraron a acercarse a Miledi también, con la esperanza de obtener
su favor.

Sin embargo, antes de que pudieran alcanzarla, Miledi dejó caer una
bomba sobre Ping.

“¿Está O-kun, quiero decir, Oscar-kun aquí? Vine aquí para verlo...”.

“¿Huh? ¿O-Oscar?”. Los ojos de Ping se abrieron de par en par. Torpa y


Raul se detuvieron en seco. Incluso los artesanos dejaron de trabajar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar se quejó para sí mismo. ¡Idiota! ¡Mi posición en este taller ya es lo


suficientemente mala, y hora lo has hecho diez veces peor! Los otros
artesanos no podían creer que una noble dama preguntara por el miembro
menos hábil del taller. Aún más sorprendente, ella lo había llamado por un
apodo.

Todos se giraron a mirar el cubículo de Oscar.

“Perdónenme otra vez por mi atrevimiento, pero ¿qué negocio tiene con
Oscar? Puede que no usted no sepa esto, pero sus habilidades son, bueno,
deficientes... Hay muchos otros artesanos más hábiles que estarían
encantados de cumplir con su pedidor”.

“¿Hm? Solo quería ver cómo trabaja O-kun. Realmente no necesito nada.
Oh, ¿es ahí donde trabaja? Gracias, Pinwa-san~”.

“Umm, mi nombre es Ping War–”.

Antes de que él pudiera corregirla, Miledi corrió al lugar de trabajo de


Oscar. Ella había seguido las miradas de los otros artesanos para descubrir
dónde estaba.

Mientras tanto, Ping se quedó allí, estupefacto.

Una dama noble de alto rango había venido al Taller Orcus solo para ver
trabajar a Oscar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Ella pronto vio a Oscar escondiéndose detrás de su montón de cajas y se


acercó a él.

“Ah, ¡ahí estás, O-kun! ¡Soy yo, Miledi-chan! ¡No te he visto desde
anoche!”.

Oh genial, esto va a causar aún más malentendidos. La expresión de Oscar


se puso rígida.

Los otros artesanos comenzaron a murmurar los unos a los otros acerca de
cómo Oscar se había acostado con una chica noble.

Ping fulminó con la mirada a Oscar, sus ojos ardían de celos y odio. Él
corrió hacia Miledi y Oscar, tratando de actuar cortésmente mientras la
alejaba de Oscar.

“Señorita Miledi. Aunque él puede ser un miembro del Taller Orcus, como
dije antes, él es solo un Sinergista de tercera categoría. Solo se le permite
trabajar aquí porque el jefe se apiadó de él. Además, él es un huérfano. Él
no tiene modales ni educación. ¿No cree que alguien tan distinguida como
usted debería tener más cuidado al elegir la compañía que mantiene? Por
lo menos, no creo que él sea merecedor de—”.

“Oh, ¿todavía estás aquí, Piress-san? Estoy bien ahora, así que puedes
volver al trabajo... ¿O es que no tienes trabajo que hacer?”.

“¡Pfft...!”. Algunos de los artesanos no pudieron contener la risa. Miledi


había dado en el clavo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Independientemente de si ella había tenido la intención de insultarlo o


simplemente había hecho un comentario descuidado, ella había golpeado
a Ping donde más le dolía. Él se sonrojó avergonzado, y su falsa sonrisa se
quebró.

“Mis disculpas, pero—”.

“¡Umm, Miledi-san! Terminé lo que me pediste anoche. De hecho, ¡estaba


a punto de entregarlo ahora mismo! ¡¿Por qué no te unes a mí?! ¡Y muchas
gracias por tu patrocinio! ¡Espero que vuelvas al Taller Orcus si necesitas
algo más!”. Oscar apresuradamente interrumpió a Ping.

Él quería detener esto antes de que se convirtiera en una pelea. También


enfatizó que era un trabajo que ella había llegado a él para disipar cualquier
posible malentendido.

Desafortunadamente, parecía que Miledi no entendió la indirecta.

“¿Huh? ¿Pedido? Pero O-kun, yo no—”.

“¡Ven, vámonos!”. Oscar cargó su carretilla con una velocidad inhumana


y miró fijamente a Miledi. Él estaba sonriendo, pero la sonrisa no llegó a
sus ojos.

Miledi comenzó a sudar frío.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Mierda, puede que haya ido demasiado lejos...”, murmuró ella para sí
misma mientras seguía detrás a Oscar.

Naturalmente, su mala actuación no hizo nada para disipar las sospechas


que tenían las personas.

Los artesanos se pusieron a chismear los unos a los otros. Nadie notó a
Ping, quien miraba maliciosamente a Oscar.

“Hey, Hey, O-kun. O-kuuun. Deja de ignorarme~ Hey, escúchame~”.

“......”. Oscar silenciosamente trotó por la calle, tirando de su carretilla


cargada con pedidos de trabajo detrás de él.

Miledi lo siguió, ocasionalmente moviendo una mano frente a su cara para


tratar de llamar su atención.

Como Oscar era el único artesano que recibía pedidos de ciudadanos


comunes, era bastante conocido en el área. Las personas reconocieron su
carretilla de marca, y a menudo se detenían y charlaban un poco cuando
pasaba.

Sin embargo, nadie lo saludó esta vez. A pesar de que estaba llamando
más la atención de lo habitual.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Había dos razones para eso. La primera fue la extraña chica que rebotando
alrededor de Oscar. La segundo fue la expresión sombría en el rostro de
Oscar.

Era doblemente aterrador porque ninguno de ellos había visto a Oscar sin
su sonrisa habitual, sin embargo, la chica que lo seguía no estaba
perturbada en absoluto.

“¿Estás enojado? Como, ¿realmente enojado? ¿Realmente no querías que


fuera a verte al taller? Hey, hey, O-kun. ¡Todos los chicos piensan que
saldrás conmigo ahora! ¡Las cosas van a ser bastante difíciles para ti
trabajando allí! Pero no te preocupes, ¡soy una joven responsable!
¡Regresaré contigo y les contaré a todos lo que está sucediendo realmente!
Les haré saber todo de que, de hecho, ¡estoy detrás de ti!”.

“¡¿Estás tratando de arruinar mi reputación para siempre?!”. Óscar se


detuvo de repente, luego golpeó a Miledi, quien asomó su cabeza detrás
de él, en la cabeza.

Por alguna razón, eso la hizo feliz. Su cola de caballo se balanceaba


alegremente de un lado a otro, reflejando sus emociones.

“Hurra. Finalmente respondiste, O-kun”.

“Porque me di cuenta de que ignorarte solo te hace más molesta. Cielos,


eres como un desastre andante, ¿lo sabías?”.

“Ejeje, me estás haciendo sonrojar”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Eso no fue un cumplido. En serio, ¿te cuesta actuar como una persona
normal incluso durante cinco segundos?”. Oscar se frotó cansadamente su
sien.

Miledi tenía razón, volver al taller ahora no sería agradable. Él se preguntó


si su actuación a medias había hecho cualquier cosa para detener los
rumores. Probablemente no.

Él sabía que tendría que mantener esta encarnación del caos alejada del
taller si no quería que empeoraran también.

“O-kun, ¿qué sucede? Te ves como alguien que acaba de ser despedido”.

“¿Y de quién crees que es la culpa? Te lo ruego, al menos date cuenta de


lo que estás haciendo. De todos modos, rompiste tu promesa. Pensé que
eras una persona más sincera que eso, pero creo que te juzgué mal”. Oscar
comenzó a caminar de nuevo.

“¡Perdón! ¡Siempre cumplo mis promesas!”.

“No esta. Anoche dijiste que nunca te acercarías a mí ni a mi fami—”.


Oscar interrumpió sus palabras y se dio cuenta de algo. Cuando él le
preguntó eso, todo lo que Miledi había dicho era...

“Todo lo que dije fue ‘Ya veo...’ No dije nada más. Tú simplemente lo
asumiste~”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

En otras palabras, ella acababa de reconocer que eso era lo que Oscar
quería. Ella no había prometido hacer nada.

“N-No puedo creerte”. Oscar apretó sus dientes en frustración. Él sabía


que era su culpa por no exprimir una promesa real de Miledi, pero eso no
lo enojaba menos. Especialmente porque ella solo lo estaba
recordándoselo ahora. Aun así, si él dejaba que sus emociones lo
superaran, todo habría terminado. Oscar se ajustó sus gafas e hizo todo lo
posible para controlar sus emociones.

“Entonces te lo pediré una vez más. Por favor, nunca más te acerques a mí
ni a mi familia. Como están las cosas ahora, tus ideales son demasiado
peligrosos. Por favor. No me involucres a mí ni a las personas que amo”.

Miledi corrió frente a Oscar. Se giró para mirarlo y continuó caminando


hacia atrás, con las manos detrás de su espalda.

“Mis ideales no son el peligro real aquí. Es este mundo. Por favor, O-kun,
no desvíes tus ojos de la verdad. Incluso sin que yo te lo diga, ya sabías lo
retorcido e injusto que era este mundo, ¿no es así?”.

“Sí, pero esa no es razón para que su ira se derrumbe sobre mi cabeza. Por
lo menos, estamos viviendo en paz en este momento. Mientras viva en
silencio y no me destaque, no habrá ningún problema”.

“Realmente eres un perdedor, O-kun”.

“No, no lo soy. Soy realista. De todos modos, ¿podrías por favor—”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Absolutamente no!”.

“¿Quieres que te entregue a los inquisidores?”. La ceja de Oscar se movió


peligrosamente, pero Miledi solo sonrió y dejó escapar un grito.

“¡Nooo! ¡No me abandones, O-kun! ¡Haré cualquier cosa por ti!”.

“¡Maldita seas, Miledi! ¡Gritaste intencionalmente en una calle llena de


gente!”. Oscar finalmente perdió la calma cuando Miledi se aferró a él y
comenzó a rogar.

Muchas de las amas de casa que miraban sacudieron sus cabezas


tristemente. “Oh, no puedo creer que Oscar-kun haría llorar a una chica.
Qué bruto”, dijo una de ellas. Los otros peatones también se aferraban a
cada palabra.

La atención de la calle se centró en Oscar y Miledi. A este ritmo, los


inquisidores vendrían primero por él.

“Mierda”, murmuró Oscar, mientras arrastraba a Miledi lejos.

“¿Cuánto tiempo planeas seguirme?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hasta que aceptes unirte a mí, ¿supongo?”.

“Entonces me seguirás por el resto de tu vida... De todos modos, tengo que


entregar estos pedidos a mis clientes. ¿Puedes al menos prometerme que
no dirás nada que los engañe? O más bien, ¿puedes prometerme que no
dirás nada en absoluto? Si no, realmente te entregaré a los inquisidores”.

“¡Okaaaaaay! Jeje...”.

A pesar de la actitud fría de Oscar, Miledi parecía feliz. Él la miró con


sospecha.

“¿Es realmente tan divertido ver mis reacciones?”.

“¿Realmente no? Estaba pensando que, aunque sigues diciendo que soy
peligrosa y que no quieres que te vean cerca de mí, en realidad no me estás
reportando a los inquisidores”.

“No lo confundas con buena voluntad. Simplemente no quiero tener que


lidiar con los problemas que vendrá con el reporte de ti. Todavía me
gustaría que te vayas”.

“Hmm...”, sonrió Miledi, su expresión dejaba en claro que no le creía a


Oscar. Oscar negó con su cabeza e hizo todo lo posible por ignorarla.

Eso duró todo un segundo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hey, O-kun. Anoche, cuando me iba, ¿estabas pensando en decirme


algo?”.

“¿Q-Qué?”. Oscar quedó desconcertado. Él no había esperado que ella


viera incluso eso. Pero a pesar de que esta era una oportunidad perfecta
para que ella lo molestara más, su expresión era seria.

Debido a su frivolidad habitual, los momentos en que ella hablaba en serio


se destacaban aún más. Oscar se encontró atraído por su mirada penetrante
sin fondo.

“No me iré hasta que me digas qué es lo que ibas a decir”.

“No había nada. Tal vez podría haber dicho ‘Apresúrate y sal de mi vista’
o algo, pero eso es todo”.

Él se apartó de esos ojos con cierta dificultad, y luego dio una respuesta
mordaz.

“Ya veo”, fue todo lo que ella dijo a cambio. Después de eso, ella volvió
a su personalidad habitual y alegre.

“Hey, hey, O-kun. ¿Qué tipo de cosas estás entregando?”.

“Estamos casi a mi primer cliente. El dueño de ese restaurante de allí pidió


platos”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi asintió y miró con curiosidad las cajas dentro de la carretilla de


Oscar. Oscar una vez más le recordó a Miledi que no dijera nada engañoso
antes de llamar a la puerta trasera del restaurante.

Una mujer bien formada abrió la puerta.

“Oh cielos, ¿si no es Oscar? ¡Bienvenido! Si estás llamando a la entrada


trasera, debe significar que tienes una entrega”.

“Síp. Aquí tiene, Daisy-san. Traje los cuchillos de carnicero y la sartén


que pidió. ¿Están los productos a su entera satisfacción?”.

Oscar le entregó la caja llena de utensilios de cocina a Daisy. Ella miró


dentro de la caja y asintió en aprobación.

“Como siempre, trabajas rápido. Pedí esto el día antes de ayer y ya has
terminado. Gracias, entonces... ¿Hm? ¿Quién es ella?”.

Daisy miró a Miledi, quien se asomaba detrás de Oscar, curiosamente.

Oscar maldijo interiormente. Puso su mejor sonrisa falsa y rápidamente se


le ocurrió una buena historia de cubierta. Antes de que pudiera decir algo,
sin embargo, Miledi abrió su boca.

“¡Hola! ¡Soy la amiga de O-kun, Miledi! Estoy aquí hoy para ver cómo es
su trabajo”. Oscar dejó escapar un suspiro de alivio cuando escuchó a
Miledi dar una presentación adecuada. Él trató de indicarle a Miledi que
se fuera, pero el interés de Daisy fue despertado ahora.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Oh cielos, nunca imaginé que Oscar tenía amigas tan lindas. ¿Cuánto
tiempo se conocen los dos?”.

“¡Desde ayer! Cuando conocí a O-kun, sentí, como, una chispa. ¿Sabe a
qué me refiero, Señorita?”.

“¡Oh, pero por supuesto! Cuando conocí a mi esposo, ¡me sentí como si
hubiera sido alcanzada por un rayo! Ahora veo, así es como es. Bien por
ti, Oscar. Todos estábamos preocupados por ti. Eres guapo y excelente en
tu trabajo, pero nunca antes has coqueteado con una chica. ¡Yo y las otras
amas de casa estábamos empezando a pensar que deberías tratar de
establecerte con mi hija si no encontrabas a nadie pronto!”. Oscar sabía
que las chicas se relacionaban entre ellas fácilmente, pero no había
esperado que Daisy y Miledi se llevarán tan bien tan rápido. Ellas
siguieron hablando, en su mayoría diciendo cosas embarazosas sobre
Oscar.

Cada vez se volvía más y más incómodo para él. Deseó poder arrastrarse
a algún lugar y morir.

Los rumores de las amas de casa eran algo de temer. Sin embargo, él no
tuvo tiempo de pensar en sus encuentros secretos, donde discutían sobre
encontrarle una esposa, ya que tenía que hacer algo con respecto a que
Miledi no insinuara tan sutilmente que ella intentaba casarse con él por sí
misma.

La única gracia salvadora de esta situación era que era poco probable que
Daisy adivinara la verdad. Es decir, que Miledi había querido decir “Pensé

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

que este tipo sería perfecto para mi sociedad anarquista” cuando ella dijo
que había sentido una chispa al conocerlo.

“¡Daisy-san! Perdón por interrumpir, pero ¿puedo explicar qué hacen mis
productos?”.

“¿Huh? Oh, sí. Lo siento, Oscar. Me llevé un poco allí. Sin embargo, es
una chica muy agradable. Trátala bien, ¿me oyes?”.

Oscar respondió con su sonrisa habitual. Él podía ver a Miledi sonriendo


por la esquina de su ojo, pero la ignoró.

“Umm, entonces estos cuchillos de carnicero tienen bordes serrados. Eso


ayudará a evitar que se estanquen cuando corte carne particularmente dura.
Aunque realmente no los he probado demasiado, ¿podría decirme cómo lo
siente después de un mes más o menos?”.

Ambas, Daisy y Miledi, examinaron los cuchillos apreciativamente.

Oscar continuó, explicando cómo las cosas no se pegarían a la sartén


incluso si Daisy no usara aceite. Una de las principales razones por las que
Oscar era tan popular entre las personas comunes era porque le daba toques
extra a sus productos.

“Siempre prestas atención a los pequeños detalles como este. Bien,


también se lo haré saber a mi esposo. Y cada vez que tengo la oportunidad,
paso por aquí para que sepas cómo se siente usar. Por cierto, ¿también
tallaste un nombre raro en este?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Daisy examinó los cuchillos y la sartén sospechosamente.

Miledi inclinó su cabeza en confusión mientras Oscar suspiraba.

“Sí, como usted solicitó, no marqué esto con mi marca. ¿Por qué no le
gusta, de todos modos?”.

Daisy respondió con otra pregunta.

“Por curiosidad, ¿qué nombre les hiciste exactamente estos cuchillos y esta
sartén?”.

Oscar hinchó su pecho con orgullo.

“Me alegra que haya preguntado. Los cuchillos se llaman Meat Shredder
Mk. III, mientras que la sartén se llama Slide Master Alpha. ¿Qué piensa?
Genial, ¿verdad? Si quiere, aún puedo grabar los nombres—”.

“No gracias”. Daisy lo abatió antes de que él pudiera terminar.

“¿Por qué...?”, Oscar murmuró en voz baja.

“O-kun... Tienes un terrible sentido de nombramiento”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Qué quieres decir, terrible?! ¡¿No deberías tener mi espalda aquí?!”.


Oscar gritó. Daisy asintió en acuerdo con la declaración de Miledi,
dejándolo sin nadie a quien recurrir.

Aunque Oscar era amado por los ciudadanos, todos pensaron


unánimemente que los nombres que grababa en sus productos eran
terribles.

Aunque le había dolido hacerlo, él había comenzado a cumplir con los


pedidos de sus clientes de dejar de grabarlos. También tuvo cuidado de
mantenerlos en el libro de contabilidad del taller. Se requería que todos los
artesanos del Taller Orcus registraran sus transacciones.

De esa manera, él no tuvo que escuchar a las personas diciéndole que su


sentido de nombramiento era terrible.

Oscar tomó su dinero de Daisy, y luego pasó rápidamente al siguiente


cliente. Todavía estaba un poco malhumorado acerca de los nombres.

El resto de sus entregas transcurrieron sin problemas, pero cada


conversación lo dejó un poco más agotado mentalmente. En cada entrega,
Miledi se llevaba bien con los clientes y causaba algún tipo de
malentendido, el cual Oscar intentaría y rectificaría desesperadamente.

Cuando terminaron el último, Oscar estaba agotado.

“O-kun, O-kun. Te ves realmeeeeeente cansado”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Y de quién crees que es la culpa?”.

“Wow, ya es pasado el mediodía. ¿Cuál es un buen lugar para comer por


aquí? Estoy hambrienta”.

“Escucha cuando las personas hablan— Oh, ¡me rindo! Necesito un poco
de comida o colapsaré”. Refunfuñándose consigo mismo, Oscar llevó a
Miledi a un restaurante cercano. Éste era dirigido por un conocido suyo.

Como todavía era la hora del almuerzo, había bastantes personas adentro.
Aunque estaba en una parte más mísera de la ciudad, el restaurante estaba
impecablemente limpio. Había fotos de su menú estacionada afuera
también.

Afortunadamente, todavía había una mesa vacía en la esquina, así que


Oscar la reclamó. Miledi se sentó junto a él.

“¿Hm? ¿Solo soy yo o hay personas mirándonos?”. Miledi miró alrededor


del lugar.

Oscar miró a su alrededor y vio a algunos residentes, algunos aventureros


e incluso una mesa llena de chicas locales sentadas en las mesas cercanas.
El restaurante atraía a todo tipo de clientes, por lo que no era demasiado
inusual. Lo que era inusual era que todos y cada uno de ellos lo miraban
fijamente.

Oscar sabía que Miledi era probablemente la razón, por lo que los ignoró
y llamó a una camarera.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hola~ Ah, Oscar-san, bien… ¿venido?”. Una brillante chica adolescente


se acercó para tomar su orden. El limpio delantal blanco que llevaba le iba
muy bien.

“Buenas tardes, Aisha-san. ¿Podríamos tener dos de los especiales del


día?”. Oscar ordenó también para Miledi. Él no quería preguntarle qué
quería ella, ya que eso le habría dado una excusa para decir algo.

Sin embargo, la forma en que tan casualmente ordenó a Miledi pareció


aplastar a Aisha. Ella miró de Oscar a Miledi antes de romper a llorar.

Oscar quedó completamente desconcertado. Miledi sonrió con ironía,


dándose cuenta de lo que estaba pasando. Los comensales observaban con
interés, preguntándose cómo Oscar la había hecho llorar.

“O-Oscar-san. Y-Y-Yo-no me di cuenta que tenías una amante...”.

“¿Huh? Oh, no, no tengo. Esta chica es simplemente—”.

“¡¿Esta chica?! Siempre eres tan cortés con todos, pero eres tan cercano a
ella que te refieres a ella de forma tan casual... No puedo creerlo”. Aisha
se tambaleó hacia atrás, con una mano sobre su boca. Miledi no replicó
con sus burlas habituales esta vez. Incluso ella no quería aplastar el
corazón de una niña pura.

“Umm, creo que estás malinterpretando algo aquí. O-kun y yo—”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿O-kun?! ¡¿Lo llamaste O-kun?! ¡Incluso yo nunca he usado un apodo


tan casual con él!”.

“Err, bueno, umm...”. Antes de que Miledi pudiera decir algo más, Aisha
se giró y corrió.

“¡Waaaaaaaaah, pensé que tenía una oportuniiiiiidad! ¡Papááááááááá, dos


especialidades del día!”. Ella desapareció en la cocina del restaurante. La
voz de un anciano sonó desde atrás.

“¡Dos del día, enseguida! ¡Gracias por venir!”.

Incluso cuando su corazón fue roto, Aisha todavía hizo su trabajo


apropiadamente. Y dijo algo acerca de la dedicación de su padre a su
propio trabajo que tomó la orden sin pestañear. De tal padre, tal hija.

Los gemidos de lamentación se escucharon en otro rincón del lugar.

Oscar se giró y vio a un grupo de chicas locales desplomándose en su


mesa. La causa de su desesperación era evidente si pensabas en lo que
acababa de pasar.

“Eres muy popular, O-kun”.

“Sin comentarios”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Objetivamente hablando, tenía sentido. Oscar era muy respetado, venía de


un taller distinguido, era bastante guapo, e incluso tenía una personalidad
amable para empezar. Y como todos sabían que era soltero, todas las
chicas pensaron que tenían una oportunidad.

Oscar se ajustó las gafas para cubrir su expresión.

Dos de los aventureros se pusieron de pie y se acercaron a él. Estaban


sonriendo.

“Hey, Oscar. Parece que finalmente te has encontrado una chica”.

“Bien hecho, niño. Siempre nos rechazabas cuando te ofrecimos


presentarte a alguien. Estábamos tan asustados que podrías estar en los
hombres que dejamos de poner pedidos por un tiempo. Gracias a Ehit no
tenemos que preocuparnos por eso”.

Los dos aventureros le dieron unas palmaditas a Oscar en la espalda. No


habían pedido armas y armaduras de Oscar antes, sino varios equipos de
viaje.

Cosas como linternas, utensilios de cocina, tiendas de campaña y otras


cosas que todo aventurero necesitaba. Los artículos de Oscar eran siempre
más robustos y fáciles de usar que los de otros artesanos, por lo que
también era popular entre los aventureros. La mayoría de los aventureros
que hicieron de esta ciudad su base llevaban artículos hechos por Oscar.

“Umm, chicos. Ella no es en realidad—”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hey, Señorita, ¿cómo conseguiste que este tonto testarudo se enamorara


de ti?”.

Oscar intentó arreglar el malentendido, pero antes de que pudiera, ellos


recurrieron a Miledi.

A Miledi se le ocurrió que básicamente todos los comensales conocían a


Oscar, y todos lo amaban.

Pensó en la pobre Aisha y las chicas desesperadas por unas pocas mesas,
entonces decidió responder honestamente.

“La verdad es, todavía no lo he hecho. Todavía estoy tratando de hacerlo


mío”.

Las chicas se sobresaltaron. Miraron a Oscar, con una determinación feroz


ardiendo en sus ojos. Aisha también salió corriendo de la cocina. Se
escondió detrás de una columna y miró a Oscar.

“Miledi... ¿Por qué sigues añadiendo combustible al fuego? Primero tienes


que ir y hacer que mi lugar de trabajo sea un infierno, ahora estás
destruyendo todos los lugares que visito... ¿Cuánto tienes que arruinar
antes de estar satisfecha?”. Oscar se masajeó sus sienes.

Al ver su reacción, los dos aventureros se dieron cuenta del tipo de relación
que realmente tenían Oscar y Miledi. Sonrieron con tristeza y le dieron
unas palmaditas amables a Oscar en la espalda.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

A pesar de que parecían aterradores, los dos eran bastante de corazón


blando.

Ellos buscan un tema diferente, con la esperanza de distraerse a sí mismos


y a Oscar de las chicas que ahora lo miran como si fuera un corte de carne.

“Oh sí, hablando de tu lugar de trabajo. ¿Conoces a ese mocoso noble de


mierda que siempre se sale con la suya?”.

“Err, ¿te refieres a Ping-san?”.

“Sí, ese tonto. Lo he visto a él y a sus compinches merodeando por aquí


recientemente. Siempre es de noche también”.

“¿Ping-san viene aquí por la noche?”.

Ping era básicamente un paquete de orgullo caminante.

Mantenía tanto desprecio por las áreas residenciales de la ciudad como lo


hacía por el propio Oscar.

Él nunca vendría aquí por diversión, ni estaría dispuesto a asociarse con


alguna de las personas que viven aquí. Como él le había dicho a Miledi,
solo se asociaba con nobles.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Sí. Raro, ¿verdad? No sé lo que hace ese pequeño mocoso, pero ten
cuidado. Eres la única razón por la que puedo pensar para que ellos vengan
aquí”.

“Si, exacto. Y las calles han sido peligrosas últimamente...”.

“¿Te estás refiriendo a las personas desaparecidas?”.

“Mhm... Eso también. Pero los caballeros templarios han estado hurgando
alrededor de los pozos de la mina también. No hay forma de que esos
soldados de élite estén ahí solo para conversar con los mineros. La palabra
entre los aventureros es que hay un monstruo increíblemente fuerte
escondido en algún lugar abajo. Ninguno de nosotros está dispuesto a ir
demasiado profundo, por las dudas”.

“Ya veo...”.

Afortunadamente, el tema serio logró calmar a la horda de chicas


enloquecidas por las hormonas.

Justo en ese momento llegó la comida de Oscar y Miledi. Los aventureros


se despidieron y regresaron a su mesa.

Oscar ansiosamente excavó en su comida. Después de algunos bocados,


finalmente se dio cuenta de que Miledi no estaba tocando su comida a
pesar de que había dicho que estaba muriendo de hambre. Él la miró.

“¿Miledi?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Hm? ¡Oh! ¡Esto se ve genial! ¡Hora de comer!”. Miledi se llenó la cara


de comida.

Oscar sintió una sensación de aprensión. A él no le había gustado esa


expresión pensativa en el rostro de Miledi ni un poco.

Una vez que terminaron de comer, Oscar estaba de inmediato en guardia


de nuevo. Ella realmente no va a seguirme de regreso al taller, ¿verdad?

“¡Muchas gracias por salir conmigo hoy! ¿Puedo volver mañana?”.

Bueno, no vi esa venir.

Él quería negarse, pero en cambio se encontró diciendo otra cosa.

“Incluso si digo que no, vendrás de todos modos, ¿no es así?”. Eso fue
básicamente lo mismo que dar implícitamente su permiso.

“Ejeje. ¡Hasta mañana, entonces!”. Él se dio cuenta demasiado tarde de lo


que había hecho. Antes de que pudiera llamarla, Miledi se deslizó entre la
multitud y desapareció de su vista.

Oscar se rascó la cabeza y comenzó a caminar hacia el taller. Todavía


necesitaba averiguar qué tipo de excusa le iba a dar a sus compañeros de
trabajo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Había pasado una semana desde entonces.

Aunque iba y venía a su antojo, Miledi había pasado la mayor parte del
tiempo dando vueltas alrededor de Oscar. En este punto, todos los
ciudadanos comunes la conocían.

Oscar pasó la mayor parte de su tiempo con ella quejándose, pero los
demás simplemente tomaron esto como una señal de su cercanía. Después
de todo, él era reservado y educado con los demás.

Y, de hecho, los dos habían hablado bastante durante la última semana.

La mayor parte había sido Miledi hablando de algo, pero a medida que
pasaba el tiempo, Oscar también se encontró respondiendo a más y más
preguntas. Aunque las conversaciones nunca fueron serias, Oscar aún se
encontraba aprendiendo más sobre Miledi. Al mismo tiempo, descubrió
que también se estaba abriendo a ella más. Poco a poco, se dio por vencido
en dejarla irse.

Oscar caminó por la calle crepuscular, en dirección al orfanato. Él se


aseguró de comprobar a todos al menos una vez a la semana.

La pálida luz del sol naranja proyectaba largas sombras sobre el suelo, y
los gritos de los cuervos resonaban en la distancia. Por alguna razón, la
visión hizo que Oscar se sintiera vacío.

Esta era la primera vez que regresaba al orfanato desde que conoció a
Miledi. La razón de eso fue porque todavía estaba un poco cauteloso.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aunque pudo haberse abierto a Miledi, ella todavía era una hereje. Si la
Santa Iglesia la encontrara, matarían no solo a ella, sino a las personas con
las que había estado en contacto.

Aun así, si él realmente hubiera querido que Miledi se hubiera ido, Oscar
podría haber usado sus Artefactos para ahuyentarla en cualquier momento.
En ese punto, incluso él no entendía del todo por qué no lo había hecho.

Ella no es una persona común, eso es seguro. No hay garantía de que


pueda vencerla, incluso con mis Artefactos, así que es mejor no golpear
el nido de avispas. Así es, solo estoy siendo cuidadoso aquí. Solo soy
cauteloso sobre cómo la manejo, eso es todo. Oscar intentó convencerse a
sí mismo de que esa era la razón por la que no había hecho nada más que
gritarle la semana pasada.

Sin embargo, las cosas no podrían continuar por mucho más tiempo.
Miledi ya se había vuelto bastante conocida entre los ciudadanos. Si la
arrestaran ahora, la relación de Oscar con ella casi con seguridad saldría a
la luz. Él tenía que poner fin a su relación de una vez por todas.

“Cielos, ella es tan problemática...”. Oscar se sorprendió al murmurar eso.


No lo había dicho en su habitual tono molesto. No, de hecho, había sonado
casi feliz.

No importa lo que él decía o hacía, Miledi siempre estaba sonriendo.


Aunque él había dicho algunas cosas verdaderamente hirientes, por alguna
razón, ella nunca perdió nada de su alegría. Fue contagioso. Incluso Oscar
no pudo evitar relajarse un poco a su alrededor.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué diablos me pasa?”. Oscar sonrió para sí mismo y negó con la


cabeza.

Mañana. Voy a cortar mis lazos con ella para siempre mañana.

Si tuviera que hacerlo, él usaría sus Artefactos para forzarla. Aunque era
insistente y siempre bromeaba, si Oscar realmente se ponía firme, ella
escucharía. Él esperaba.

Con eso, sus días extraños con esta extraña chica finalmente habrían de
terminar

Él regresaría a vivir de forma sencilla, ocultando su verdadera fuerza y


haciendo las necesidades básicas para las personas. Se burlarían de él y lo
insultarían nuevamente por supuesto.

Sin embargo, ese era un precio que él estaba dispuesto a pagar. O al menos,
pensó que era. A pesar de eso, él sabía que no habría problemas para volver
a su vida ordinaria.

“¡Hey allí, O-kun! ¡Soy yo, Miledi-chan en el crepúsculo!”.

“¡¿Por qué tienes que ir y arruinar el estado de ánimo todas las veces?!
¡¿Qué diablos quiere decir Miledi en el crepúsculo?!”.

Miledi apareció de la nada como siempre, haciendo que Oscar respondiera


como de costumbre. La tensión desapareció del cuerpo de Oscar mientras

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

miraba a Miledi reír. Él se había mentalizado para finalmente alejarla, pero


ahora esto sucedió.

Miledi miró el rostro manchado de hollín de Oscar y dijo algo con una
sonrisa.

“Pensé que, ya que ibas en esta dirección después del trabajo, ¡hoy estarías
viendo a tu familia!”.

“Sí...”.

“Hey, hey, O-kun. Quiero comer la comida de Moorin de nuevo. Fue


deliciosa”. Miledi casualmente se invitó a cenar. Normalmente, Oscar se
habría ajustado sus gafas y le habría dicho que se fuera.

Eso es lo que Miledi esperaba también.

Sin embargo, contrariamente a las expectativas, Oscar solo miró a Miledi


con una expresión seria en su rostro.

Él había reforzado su resolución una vez más.

Miledi también podía sentirlo. Había llegado el momento de que se


separasen.

“O-kun, ¿podemos hablar un poco?”. La sonrisa de Miledi se desvaneció


y habló en voz baja.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar deliberó por unos segundos antes de asentir.

Los dos caminaron silenciosamente hacia un banco cercano y se sentaron.

El sol brillaba en el cielo nocturno, como si estuviera decidido a no


ponerse. El perfil de Miledi estaba teñido de naranja brillante por la luz.
Sus ojos azules miraron hacia la distancia.

Finalmente, ella comenzó a hablar.

“Mi nombre es Reisen. Miledi Reisen. Hija del Conde Reisen, y la última
sobreviviente de la familia Reisen. Vengo de una larga línea de verdugos.
Administramos los Campos de Ejecución del Cañón Reisen para el
Imperio Grandort”.

Oscar silbó sorprendido. El nombre Reisen era tan famoso que incluso
personas de otros países habían oído hablar de él. Toda la familia
supuestamente murió hace unos años... pero creo que uno de ellos
sobrevivió. Miledi sonrió tristemente a Oscar y continuó su historia.

Su tono fue serio a lo largo de toda la historia, la cual comenzó desde el


principio.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Capítulo II: Reisen y Orcus

Para Miledi Reisen, el mundo estaba lleno de absolutos.

La ley era absoluta. El país que decidió la ley era absoluto. La Santa Iglesia
que controlaba el país era absoluta. El dios al que adoraban era absoluto.
Sus enseñanzas y doctrinas eran absolutas. Los convenios de su casa eran
absolutos. Todo, desde el momento en que ella tenía que levantarse por la
mañana, hasta lo que le dijeron sus tutores, lo que su padre le pidió, su
papel en la familia, era absoluto.

La influencia del Imperio Grandort era enorme. Se extendía desde la parte


central del continente hasta el Este, y en su interior se encontraba el Cañon
Reisen. Era el país más conocido por su destreza mágica, y aunque la
mayoría de sus magos no eran tan fuertes como los demonios, aún eran los
más fuertes que tenían los humanos.

Como la magia era el fuerte de la mayoría de los ciudadanos, todos


consideraron el Cañón Reisen, que dispersaba maná dentro de él, un
campo de ejecución. Sin la ayuda de sus hechizos, ningún Grandortian
podría esperar sobrevivir en un lugar como ese, lleno de poderosos
monstruos como estaba.

Presos políticos, criminales, testigos... Cualquiera que haya sido enviado


a esa grieta infernal en la tierra nunca regresaba. Un suelo de ejecución era
un término apropiado para ello.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Como el cañón era conocido en todo el mundo, la noble familia que


manejaba las tierras a su alrededor también lo era.

Esa era la familia Reisen.

También eran conocidos como una familia de verdugos. La familia dirigía


y mantenía la masiva prisión que era el Cañón Reisen. Gestionaban no solo
a los criminales que el imperio les enviaba, sino también a los de la Santa
Iglesia u otros países.

La familia se remonta a tantas generaciones que algunos eruditos creían


que existían desde antes de la fundación del Imperio Grandort. Nadie
estaba seguro si el cañón recibió su nombre de la familia que lo gestionaba,
o si la familia que lo gestionaba tomó el nombre del cañón.

De todos modos, la familia era conocida por ser completamente


despiadada. Fueron llamados una familia de verdugos no solo por el
trabajo que ellos gestionaban, sino por el temor de que su nombre golpeara
en el corazón de otros.

Y Miledi era la hija de ese despiadado y aterrador Conde.

Debido a que ella podía utilizar la magia de gravedad y controlar su maná


directamente sin necesidad de un círculo mágico, fue aclamada como una
genio Atavista.

Normalmente, ella habría sido tomada bajo la protección de la Santa


Iglesia y criada como uno de los descendientes de Ehit, pero debido a la

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

influencia que la familia Reisen tenía, se le permitió quedarse en casa.


Según la historia, el primer Reisen también había podido usar magia
antigua. Los registros afirmaban que lo había usado para convertir el cañón
en un lugar de ejecución de sellado mágico. Debido a esa leyenda, a Miledi
se le permitió seguir siendo parte de la familia.

Las únicas personas que Miledi había visto en su vida eran su abuelo, sus
padres, su tío, su primo, los sirvientes como muñecas, sus tutores, los
soldados de su padre, y los criminales que llegaban a ser ejecutados.

Ella había estado completamente aislada del mundo exterior, y pasaba sus
días aprendiendo cómo ser una miembro honrada de la familia Reisen.

Eso era todo lo que se esperaba de ella, y todo lo que se le había otorgado.
Nada más, nada menos.

Para el mundo exterior, la familia de Miledi habría parecido fría e


inhumana. Sin embargo, para bien o para mal, Miledi no tenía nada más
para comparar su propia situación, así que no lo veía de esa manera.

Una vez que cumplió ocho años, comenzó a ayudar con el negocio
familiar.

Cada vez que se sentaba con un criminal, era recibida con maldiciones,
ruego y desesperación. Aun así, eran criminales. Alguien tenía que asumir
el trabajo de ejecutarlos. La ley era absoluta, y la ley decía que iban a ser
arrojados al cañón.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Y así, Miledi hizo su trabajo. Leyó los cargos a los condenados, y los vio
como eran arrojados al cañón.

Aquellos que intentaron huir murieron en sus manos.

Aquellos que intentaron escalar su camino fueron empujados hacia abajo.

En el transcurso de un año, el rostro de Miledi perdió toda emoción. Su


desesperación, rencores y lamentos ya no la conmovieron. Después de
todo, ¿qué importaba? Ellos estaban aquí porque intentaron ir en contra de
un absoluto. Que enfrentarían una retribución por ello también era
absoluto. Sus destinos ya habían sido decididos.

Al final, no tenía sentido, así que a Miledi le resultó más fácil no sentir
nada en absoluto.

Por la edad de diez años, Miledi se había convertido en la hija Reisen


perfecta. Ella era taciturna, inexpresiva y sin emociones.

Un día, su padre, Colt, la llamó a su oficina.

“Padre, es Miledi”.

“Entra”. La misma voz inorgánica la recibió cuando ella llamó a la puerta.


Pero a ella no pareció importarle, y entró a la habitación.

“Esta es la próxima persona en ser condenada”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Entendido”. Miledi tomó los documentos que su padre le tendió.

Interiormente, ella estaba un poco confundida. Aunque a cada criminal se


le daba la oportunidad de defenderse o arrepentirse de sus pecados, eso no
fue más que un frente que la familia adoptó para parecer justo. En verdad,
todos los que pasaban por las puertas de la propiedad estaban condenados
a ser ejecutados, entonces ¿por qué su padre se molestaba en darle los
detalles de uno de los condenados?

“Su castigo es la muerte. La ejecución procederá a la hora acordada. Pero


antes de que suceda, quiero que les preguntes algo”.

“¿Qué sería eso?”. Miledi miró los documentos.

“El condenado es un hereje, pero hay una gran posibilidad de que no


estuviera trabajando sólo. Puede haber una organización a la que
pertenezca”.

“¿Puede?”.

“Fue la Santa Iglesia quien los capturó. Intentaron interrogar al hereje,


pero no extrajeron nada. Fue uno de los descendientes de Ehit quien
supervisó el interrogatorio, por lo que no hay razón para creer que fueron
engañados por su interrogador. Es por eso que todavía no están seguros”.

“......”. Los labios de Miledi se crisparon ante la mención de la palabra


“interrogatorio”. Ella lo sabía. Lo que la Santa Iglesia llevaba a cabo no

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

era un interrogatorio, sino una tortura. Ella se preguntaba qué tipo de


estado podría tener el criminal. Colt había estado a cargo de este criminal
en particular, por lo que Miledi no lo había visto antes. Lo más probable
era que ya estaría en la puerta de la muerte.

“¿Cómo quiere que formule la pregunta?”. Ella no preguntó por qué Colt
quería que lo hiciera. Una orden de su padre era absoluta. Cuestionarlo no
era permitido. Ella solo necesitaba cumplir su deber como una Reisen.

“Como si fueras una niña”.

Las palabras de su padre fueron tan sorprendentes que Miledi casi se rió.
Ella sabía lo que los sirvientes decían de ella. Ella probablemente era la
existencia más parecida a un adulto de diez años.

Todo gracias a la educación Reisen. Aunque actuar como una niña


sería... Supongo que todavía me veo como una. Ciertamente existe la
posibilidad de que estén más dispuestos a abrirse a una niña.

“No te estoy pidiendo que hagas un acto perfecto. Simplemente haz lo que
puedas”.

“Sí, señor”. Miledi inclinó su cabeza notablemente. Los modales también


fueron parte de la educación Reisen.

Cuando salió de la habitación, sacó de la mente al hombre que iba a


ejecutar y comenzó a pensar el cómo actuar como una niña.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Esa noche, Miledi se paró frente a un hombre vestido con harapos. Él


estaba flanqueado por dos guardias junto a la plataforma de ejecución que
daba al cañón.

Un empujón, y su destino estaría sellado. Sin magia, la supervivencia era


casi imposible. Incluso los restos del hombre serían devorados por los
monstruos que acechaban debajo. En práctica, la ejecución era simple.

El criminal yacía en una pila en la plataforma, sin siquiera retorcerse. Él


ya estaba en la puerta de la muerte. De hecho, era probable que muriera
antes de que Miledi tuviera la oportunidad de presionarlo.

Sin embargo, el trabajo era trabajo. Las reglas eran absolutas Si el


condenado había muerto o no, ella lo empujaría al barranco.

“Davy Consman. Usted ha sido acusado de herejía. Sus crímenes incluyen


denunciar la doctrina de Ehit y atacar a un sacerdote. Se ha rebelado contra
nuestro Lord, y así usted será ejecutado”. Miledi habló sin emoción,
leyendo el documento que le habían dado.

No hubo respuesta. Normalmente, esto era cuando ellos comenzaban a


lanzar maldiciones a Miledi.

Ella esperó un rato, pero cuando era obvio que él no iba a decir nada, hizo
una señal a los dos guardias.

“Ustedes dos están destituidos. Yo me ocuparé del resto”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Miledi-sama?”.

“¿De qué se trata esto?”.

Los dos guardias siguieron el guion al pie de la letra. Miledi respondió


bruscamente con “Eso es una orden” y los observó alejarse en confusión.

Entonces, después de un momento de fingida vacilación, Miledi se inclinó


más cerca del hombre.

“Umm, ¿puedo preguntarle algo?”. Miledi hizo todo lo posible para


parecer una niña.

Todavía no había mucha emoción en su voz, pero estaba muy lejos de la


forma inorgánica en que había leído los cargos.

Davy se movió. Miledi podía ver ojos vacíos mirándola desde detrás de su
sucio flequillo.

“¿Qué?”. Para su sorpresa, él respondió.

“¿Por qué atacó a ese sacerdote? Usted debería haber sabido lo que
sucedería si lo hiciera”.

Lo que ella realmente quería saber era de qué organización él había sido
parte. Sin embargo, pensó que preguntar de inmediato parecería
sospechoso, por lo que comenzó con algo más inocuo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Davy miró a Miledi. Sus ojos vacíos comenzaron a brillar con una ardiente
determinación.

“Qué horrible”.

“¿Hm? Definitivamente usted ha hecho algo horrible. Pero si supiera eso,


entonces, ¿por qué—”.

“No puedo creer que ya seas así, a una edad tan joven”.

“¿Qué?”. La sorpresa de Miledi no fue fingida esta vez.

Davy le sonrió a Miledi. Él luchó de rodillas, tosiendo sangre.

“¿Por qué? Es simple. Porque estás haciendo un rostro como ese, niña”.
Miledi no tenía idea de lo que él estaba hablando. ¿Lo había hecho debido
a su expresión? Eso no tenía ningún sentido cronológico, por no hablar
lógicamente.

¿Estaba burlándose de ella? ¿O la tortura había podrido su ingenio?

De cualquier manera, no parecía que él iba a abrirse a ella.

En ese caso, ella simplemente lo terminaría. Como ella siempre lo hacía.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Su padre solo le había dicho que lo probara y que viera lo que sucediera
después de todo. Ella había cumplido esas órdenes.

“¿Qué valor hay en un mundo donde los niños no pueden sonreír?”.

“Ah...”. Él habló nuevamente antes de que Miledi pudiera condenarlo.

Ella no tenía una respuesta para él. Por una vez, ella quedó estupefacta.
Sentía como si algo le hubiera apuñalado a través del pecho. Para cuando
recuperó los sentidos, Davy se había levantado y estaba de pie al borde de
la plataforma.

¿Cómo puede soportar las heridas tan graves?

“Lo siento, pero no puedo responder a lo que realmente quieres saber”. Él


se tambaleaba con dificultad. Un paso más y caería al abismo.

Sin embargo, los ojos de Davy ardían con vida.

“Pero yo creo. Un día, el mundo será libre”.

“¿Libre?”. Ella lo dijo vacilantemente, como si ella nunca antes la hubiera


escuchado. Las palabras de Davy no tenían sentido para ella.

Davy tosió otra bocanada de sangre. Él estaba prácticamente muerto. Y sin


embargo... sonrió.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hey, niña. ¿No quieres vivir tu vida sonriendo?”.

“Ah—”.

Davy se inclinó hacia atrás y cayó en el cañón.

Él puso fin a su propia vida, como si negara el derecho a dejar que Miledi
lo ejecutara.

El viento soplaba sobre la plataforma vacía. Nadie estaba de pie en eso


ahora. Por un tiempo, Miledi solo se quedó allí.

A partir de entonces, Miledi a menudo se hundía profundamente en


pensamiento. Ella continuaba cumpliendo con su deber, pero pasaría un
poco más de tiempo hablando con los condenados, haciendo preguntas que
su trabajo no requería que hiciera. Ella vino a aprender qué clase de
personas eran estos criminales.

Incluso ella no estaba segura de por qué lo hizo. Sin embargo, mientras
continuaba, algo comenzó a formarse dentro de ella.

Uno de los criminales era un hombre que había vivido en el lago Norte. Él
amaba ese lago y le rezaba a la criatura que vivía en él todos los días. Ese
fue un pecado.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Otro criminal era un comerciante. Él le había dado medicinas a un


demonio herido. El demonio había estado agradecido por su ayuda, y los
dos habían formado una amistad duradera. Eso fue un pecado.

Sin embargo, otra era una madre. Ella le había suplicado a la Santa Iglesia
que no llevara a su hijo superdotado, al menos no hasta que creciera y se
convirtiera en un adulto. Eso fue un pecado.

Sin embargo, otro había sido un hombre bestia. Eso fue un pecado.

Sin embargo, ¿eran realmente pecados? Algunos de los condenados eran


ciertamente criminales, y muchos de ellos merecían ser castigados. Pero,
¿sus crímenes realmente merecían la muerte? Miledi no podía permitirse
hacer tales preguntas. Uno no cuestionaba los absolutos. Especialmente si
fueran un Reisen.

Aunque Miledi seguía diciéndose a sí misma eso, la duda que se había


plantado en su mente ese día continuó creciendo.

Un día, una maid se acercó a Miledi.

“A partir de hoy, seré su asistente personal. Mi nombre es Belle. Es un


placer servirle, Milady”. La reverencia de la maid fue perfecta. Su cabello
rojo estaba atado cuidadosamente detrás de su espalda con una cinta. Ella
era, sin duda, hermosa.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Cuando Miledi preguntó por qué le habían dado una maid, Colt respondió.
Según él, a la edad de diez años ella había adquirido la mayor parte del
conocimiento necesario para ser considerada una miembro en toda regla
de la familia Reisen.

En unos años, él ya no actuaría como intermediario para sus deberes. Se


esperaría que ella tratara con el emperador y la Santa Iglesia por sí misma.

Belle era hija de la amante de un noble, pero había sido criada con la
educación de una apropiada noble, por lo que actuaría como la maid de
Miledi y su tutora, completando los últimos vacíos restantes en el
conocimiento de Miledi.

Miledi sabía que este día llegaría. Ella no tenía derecho a negarse, ni tenía
ningún motivo para hacerlo. Sin embargo, ella no era la misma chica que
ella había sido. Con todo el pensamiento que había estado haciendo
recientemente, encontró a una maid enseñándole a su propia gracia y
refinamiento molesto.

Aun así, después de pasar un mes con Belle, Miledi tuvo que admitir que
era una maestra eficiente. No importa la situación, Belle nunca deja que
su fachada de elegancia se desvanezca. Aunque a veces la hacía parecer
un poco rígida, seguía siendo impresionante.

Con el tiempo, Miledi aprendió a comportarse de la misma manera.

Miledi estaba agradecida por el hecho de que, aunque Belle estaba con ella
en todo momento, ella solo hablaba cuando era necesario.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Sin embargo, podía sentir que los ojos de Belle siempre estaban en ella...
aunque tal vez era solo porque quería hacer su trabajo como tutora
adecuadamente. Después de todo, es un deber del maestro observar de
cerca las acciones de su alumno.

Aunque a veces parecía que la mirada de Belle tenía algún otro significado
detrás. Miledi sacudió esos pensamientos, decidiendo no interferir en el
trabajo de Belle. Ella no tenía ningún interés en acercarse a ella, por lo que
no había motivo para pensar demasiado en las acciones de Belle.

El día después de que Miledi tomó esa decisión, algo sucedió. Por una vez,
Belle no la había seguido todo el día. Después de que terminó su trabajo,
Miledi regresó a su habitación. Ella casualmente abrió la puerta de su
habitación y encontró—

“Oh, bienvenida de vuelta, Miledi-tan~ Seguro trabajas duro para alguien


tan pequeña~”. Belle la estaba esperando.

Y había recibido a Miledi de una manera ridículamente cursi. Belle estaba


sentada en la mesa de Miledi comiendo un pastel.

¿Ella me acaba de llamar Miledi... tan?

“......”.

“¿Oh? Oh cielos, ¿qué sucede, Miledi-tan? Parece que te estás


preguntando por qué tu puritana y apropiada tutora está actuando así”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“......”.

Belle sonrió a Miledi. Esta era la primera vez que ella había visto sonreír
a su tutora. Belle parecía satisfecha, como si hubiera realizado la mayor
broma.

Una vez que el shock desapareció, Miledi se encontró a sí misma...

“¿Hola? ¿Tierra a Miledi-tan? Miledi-tan de blanditas mejillas~ Si estás


ahí, entonces di algo~ Me vas a hacer llorar~”.

Disgustada. Ella se encontró a sí misma disgustada.

Belle pasó un brazo por el hombro de Miledi y le pellizcó sus mejillas.

Miledi nunca había sido tratado así antes. Aunque estaba irritada, no sabía
cómo reaccionar.

Belle estaba siendo extremadamente grosera. Ella era la hija ilegítima de


un noble, mientras que Miledi era un miembro de la poderosa familia
Reisen.

Alguien del estatus de Belle podría ser ejecutado por actuar de manera tan
casual, dada la diferencia de estatus.

“¿Quieres morir?”. Parecía que Miledi había estado aún más enojada de lo
que ella se había dado cuenta. Normalmente, nunca habría respondido así.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La amenaza tenía un nivel de peso diferente cuando era murmurado por


un verdugo.

Sin embargo, a Belle no pareció importarle.

“Vamos, no estés tan sombría. ¿Estás de mal humor porque tus tetas son
pequeñas?”.

“¡Cállate!”. Esta era la primera vez que Miledi le gritaba a alguien, y había
sido por un estúpido golpe en el tamaño de su pecho.

Aunque los pechos de Belle eran ciertamente algo para envidiar. Eran dos
montañas de enormes proporciones.

Miledi todavía era una niña, por lo que naturalmente el suyo no se había
desarrollado todavía, pero eso no hacía que el insulto le doliera menos.
Ella estaba honestamente sorprendida de que le importara tanto ser
femenina.

Belle se encogió y miró alegremente a Miledi.

“Se enojó... ¡Nuestra Miledi-tan realmente se enojó!”.

Miledi respiró profundamente para calmarse.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Es esta la que realmente eres?”.

“¡Síp!”. Belle sonrió maliciosamente. Miledi hizo todo lo posible para


contener su creciente ira.

“No tengo idea de qué esperabas lograr al hacer esto, pero ¿de verdad crees
que esa grosería quedará impune?”.

“¡Lo creo!”.

Miledi activó su magia de gravedad, y Belle se hundió en el suelo.


Desafortunadamente, el piso en este caso era una alfombra muy lujosa.
Probablemente se sintió bien apoyado en él.

“¿Qué estabas pensando?”. Exasperada, Miledi canceló su magia. Belle


continuó rodando felizmente en el piso, sin hacer caso de la mirada de
Miledi.

“Quería ser tu amiga, Miledi-tan”.

“......”. Miledi pestañeó en confusión.

“Te he estado observando durante este último mes, y he decidido que me


gustas bastante, así que pensé que seríamos amigas. ¿Qué hay de extraño
en eso?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

¿Se supone que debo reírme de eso? No me enseñaron cómo lidiar con
esta situación. Las enseñanzas de la familia Reisen no tenían sabiduría
para ofrecer a Miledi. Sin ellas para recurrir, ella se encontró a sí misma
confundida.

“Hey, Miledi-tan, di algo. Ven aquí. Vamos, se siente bien”. Belle se


extendió sobre la alfombra y le dio unas palmaditas de manera tentadora.

¿Te das cuenta de cuán impropio sería para alguien de mi estatus hacer
algo tan ridículo? Miledi sabía que debería reportar a Belle por actuar de
manera inapropiada y hacer que la despidieran.

“Jejeje. Bienvenida, Miledi-tan”.

“Deja de llamarme así”.

Pero antes de que lo supiera, ella se había acercado a Belle. Se extendió


sobre la alfombra, sus instintos ignoraban la voz de la razón que le gritaba
que se detuviera.

Era bastante esponjoso. Esta era la primera vez que ella había estado allí.
Dormir en el suelo era algo que una dama noble nunca debería hacer
después de todo. Sin embargo—

“¿Bien? Confortable, ¿verdad?”. Miledi ignoró a Belle, quien había


arruinado el momento. Ella podía ver a Belle sonriendo otra vez por la
esquina de su ojo. Un sentimiento extraño e indescriptible surgió dentro
de Miledi.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi hizo un puchero y se apartó de Belle.

Aun así, no podía negar lo que había descubierto.

Estar en el piso así era estimulante.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

A pesar de la excesiva rudeza de Belle, Miledi no podía obligarse a


castigarla. De hecho, ni siquiera podía obligarse a despedirla, ni siquiera
reportarla. A partir de ese momento, la extraña relación de Miledi con
Belle continuó.

A su alrededor, Miledi no pudo mantener la compostura. Las emociones


que había encerrado durante tanto tiempo escaparon de sus jaulas cuando
Belle estaba cerca.

Sin embargo, las dos solo actuaban así entorno una de la otra. En presencia
de cualquier otra persona, Belle era la maid perfecta, mientras que Miledi
era la respetuosa y obediente hija.

Incluso entonces, sin embargo, se vislumbraban indicios de sus verdaderas


personalidades.

Una vez, Colt había sido distraído con algo cuando le había dado las
instrucciones a Miledi para ese día. Miledi había aprovechado la
oportunidad al hacer volar una silenciosa frambuesa hacia él. Belle le
había dado un pulgar hacia arriba por eso. Miledi se encontró adicta a la
emoción de romper las reglas y comenzó a incorporar la magia de
gravedad en sus bromas.

En otra ocasión, Belle había traído dulces a la habitación de Miledi y se


habían repleto tontamente. Belle había afirmado que los había comprado
en algún lugar, pero sabían claramente como los postres que hacía el chef
Reisen. Miledi había colgado a Belle por mentir mientras seguía
devorando los dulces robados. La desesperación en el rostro de Belle
mientras Miledi los había comido a todos había hecho su semana.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Como recompensa, Belle le había dado a Miledi un libro muy especial. Le


había dicho a Miledi que era una novela romántica popular. Ella siguió
molestando a Miledi para que lo leyera hasta que finalmente cedió y lo
abrió... solo para descubrir que era ficción erótica. Ficción erótica muy
explícita.

Belle había molestado a Miledi durante días después sobre lo roja que ella
se había vuelto.

“Miledi-tan, ¿qué piensas del libro? ¿Cómo te hizo sentir? Hey, Miledi-
tan, di algo. ¡Parecía que realmente te gustaba! Entonces, ¿cómo estuvo?
¡Vamos, dime!”.

Al final, Miledi había enloquecido y colgó a Belle del techo por un día.

Mientras esos días continuaban, Miledi se dio cuenta de que estaba


empezando a cambiar. No podía expresarlo muy bien, pero se sentía a sí
misma crecer, bueno, más relajada. O tal vez más suave era un término
más preciso. Ella podía sentirlo.

Ella estuvo segura de su transformación un día, unos dos meses después


de enterarse de la verdadera naturaleza de Belle.

Belle estaba arreglando su cabello para ella, y Miledi vio su propio rostro
en el espejo.

Ella tenía una expresión relajada en su rostro. Eso la sorprendió. Bastante,


también.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

¿Esa soy yo? ¿Desde cuándo comencé a lucir tan relajada? Miledi apartó
los ojos de su rostro y descubrió que Belle le sonreía.

Miledi se sonrojó y miró hacia otro lado, pero había sido agradable, que
alguien le sonriera.

Ese sentimiento terminaría cambiando el destino de Miledi, aunque ella


no lo sabía en ese momento.

Hoy también, Colt le había ordenado a Miledi que entreviste a un criminal.

El condenado era un joven acusado del delito de enamorarse de un hombre


bestia*, lo que lo convertía en un hereje.
(NT: O mujer bestia).

“Usted fue en contra de las enseñanzas de Ehit. Un crimen que merece la


muerte. ¿Admite su crimen?”. Miledi leyó los cargos y formuló la pregunta
habitual.

Independientemente de su respuesta, su destino estaba sellado. Como


siempre, no pareció ver el error de sus maneras y criticó a Miledi.

“¿Qué quieres decir con un crimen que merece la muerte? ¡No hice nada
malo!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Sin embargo, te enamoraste de—”.

“¿Es el amor un pecado?”.

“Es...”. Miledi se detuvo de golpe. Hace unos meses, ella habría dicho “lo
es” sin dudarlo. Pero ahora, después de todo lo que había aprendido, no
podía sacar las palabras de su boca.

“Si niegas que alguna vez amaste a esa mujer, incluso si eso es sólo una
mentira, puede demostrar tu devoción por Ehit. Tu vida aún puede ser
salvada”.

“¿Huh?”. Incluso el joven no había esperado esa respuesta. Le había


gritado a Miledi precisamente porque sabía que no podía salvarse ahora.

Sin embargo, la chica de pie ante él ahora tenía una expresión preocupada
en su rostro. Él la miró con asombro.

“Puedo solicitar un nuevo juicio, pero no esperes demasiado. Si pasa,


mienta como si su vida dependiera de ello. Por su bien también”.

“¿Huh? ¡Ah, e-espera!”.

Miledi se alejó sin responder. Esta fue la primera vez que ella realmente
rompió un absoluto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Al final, Colt negó su pedido de un nuevo juicio antes de que llegara a la


Santa Iglesia. Ella había estado esperando eso, por supuesto.

La ejecución fue movida, y el hombre fue arrojado al cañón el mismo día.

Pero las cosas ya no continuaron como siempre.

Miledi había hecho algo inusual al pedirle a su padre un nuevo juicio.

Ella había sido tan eficiente en su trabajo que su padre había estado
planeando convertirla en la próxima líder, pero ella había cubierto a un
criminal. Eso no era algo que Colt pudiera ignorar.

¿Quién es? ¿Quién es el que corrompió a la futura líder de la familia


Reisen? ¿Quién puso estas ideas en su cabeza? Colt vertió todos los
recursos de su familia para encontrar al culpable.

Como resultado—

“¡Belle!”.

“Miledi-sama...”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi vio como los soldados de Colt entraban corriendo a su habitación


y arrestaban a Belle.

Miledi se giró hacia Colt, quien había seguido a sus soldados.

“Padre, ¿cuál es el significado de esto? Ella es mi—”.

“¿Tu qué, exactamente?”.

Miledi se estremeció. Su voz era más fría que el hielo. Colt le arrojó un
fajo de documentos. Mientras ella leía su contenido, los ojos de Miledi se
abrieron de par en par.

“Esa mujer es miembro de una organización anti-iglesia. Actualmente


estamos llevando a cabo una investigación sobre los nobles que avalaron
su identidad. Ella es alguien a quien temer si realmente manipuló a una
familia noble... Llévensela”. Al comando de Colt, los soldados rudamente
marcharon a Belle lejos.

“¡B-Belle!”.

“Es todo cierto, Miledi-tan”. A pesar de la situación, Belle sonrió. Colt y


los demás asumieron que sus palabras eran una confesión. Pensaban ahora
que su secreto había sido revelado, ella había decidido admitir su engaño.
Sin embargo, Miledi lo sabía. Ella sabía lo que esas palabras realmente
significaban.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Belle quería decir aquellos días que habían pasado juntos y las sonrisas
que habían compartido habían sido reales. No eran mentiras.

Miledi intentó perseguir a Belle, pero Colt la detuvo con unas pocas
palabras duras.

“Dejarse engañar por una hereje fue un grave error. Recomponte a ti


misma, Miledi Reisen. Esta es tu última oportunidad. Un Reisen que no
puede cumplir con su deber no tiene ningún valor”. Miledi se detuvo en
seco.

Colt refunfuñó, y con una última mirada decepcionada, salió de la


habitación.

Un silencio opresivo siguió. Miledi simplemente se quedó allí, mirando a


la puerta.

Esa noche, Miledi se deslizó más allá de los guardias y se dirigió a la


prisión. Ella iba a reunirse con Belle.

“.....”. Cuando llegó a la celda de Belle, se quedó sin palabras. Belle había
sido claramente torturada. Los cortes profundos, lo suficientemente
frescos como para seguir sangrando, la cubrían de la cabeza a los pies. Ella
había sido esposada a la pared, de la que colgaba sin fuerzas.

“¿Oh? ¿Miledi...tan? ¿Has... venido?”. Ella habló lentamente,


deteniéndose entre palabras. El dolor en su voz era evidente. Aun así, Belle
levantó su rostro y le sonrió a Miledi.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Lágrimas se formaron en los ojos de Miledi. En su camino hacia allí, ella


agonizó sobre lo que quería decir, lo que quería preguntar. Ella no había
sido capaz de figurarlo. Pero ahora, con Belle frente a ella, las palabras se
derramaron por sí mismas.

“Belle... te ayudaré de alguna manera, entonces cuéntame todo. Rogaré a


la Santa Iglesia. ¡Te salvaré la vida, lo prometo!”. Miledi pensó que podría
convencer a la Santa Iglesia de que usara el conocimiento de Belle para
derrocar al resto de su organización.

Ella sabía que era una posibilidad remota. Era un terrible plan, pero era lo
mejor que tuvo. Los absolutos con los que ella había crecido y su falta de
conocimiento sobre el mundo exterior la agobiaban. Como ella era, esto
era todo lo que podía pensar.

Sin embargo, cuando Belle vio llorar a Miledi y aferrarse a los barrotes,
ella sonrió. La felicidad en esa sonrisa fue genuina.

“No gracias~”.

“¿Huh?”. Miledi levantó su vista con sorpresa. Ella no podía creerlo.

“Bajaja... ¿Qué pasa con esa mirada? Estás arruinando tu buen aspecto con
esa expresión. Bueno, supongo que siempre fuiste una belleza sin
esperanza. Jejejee…”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡B-Belle!”. Este no era el momento para bromas. Miledi se enojó y le


gritó a Belle.

Aun así, Belle solo le devolvió la amable sonrisa. Como Miledi le había
pedido, ella le diría todo.

“Miledi, déjame decirte mi verdadero nombre”.

“¿Belle no es tu verdadero nombre?”.

“Síp. Mi nombre es Belta Lievre. Originalmente era miembro de la familia


Lievre. Mi familia ha sido arzobispos de la Santa Iglesia por generaciones.
Y yo era la sacerdotisa divina que había recibido la bendición de Ehit”.

“Una sacerdotisa divina...”. Miledi no sabía qué decir.

Una sacerdotisa divina era alguien que había recibido una revelación
directamente de Ehit. Estaban entre los miembros mejor calificados de la
Santa Iglesia. No tenían ningún poder político directo, pero su influencia
era tan grande como la del Papa.

“Cuando tenía alrededor de tu edad, también pasaba mi tiempo


cumpliendo con mi deber designado. También soy una Atavista, así que
puedo usar magia especial... La mía es la adivinación. Me permite ver los
posibles caminos que puede recorrer el futuro de una persona”.

“Los caminos que puede recorrer el futuro de una persona...”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi repitió distraídamente las palabras de Belta. Por alguna razón,


dejaron una profunda impresión en ella.

“Todos los días, vi toneladas de personas que querían cambiar su destino.


Debería haber formas para que todos ellos alcanzaran la felicidad, pero sus
destinos habían sido distorsionados por los valores, las doctrinas y los
principios de la Santa Iglesia. Si terminara siendo bueno o malo para
nosotros, todo se inclinaba a Su voluntad”.

“Su” voluntad. Miledi podía adivinar a quién se refería Belta. Su Lord y


creador, Ehit.

“Pero todavía creía. Pensé que el esquema de Ehit seguramente nos


llevaría a la mayoría de nosotros a la felicidad eventualmente. Incluso
mientras lidiaba con el dolor y la furia de las personas, los obispos todavía
me decían: ‘Has hecho bien dirigiendo a las personas hoy’, todo el
tiempo”.

Debe haberse sentido horrible. Belta sonrió amargamente a Miledi. Ah,


ahora entiendo.

“Muy similar a tu propia situación, ¿no crees?”.

“Sí...”.

“Eso pensé”, dijo Belta mientras Miledi asentía.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Aunque para ser honesta, no esperaba que la heredera de la despiadada


familia Reisen fuera tan bondadosa”.

Tampoco lo esperaba, pensó Miledi con una sonrisa.

“Al igual que contigo, yo necesitaba ver algo impactante antes de darme
cuenta”. Antes de que ella se diera cuenta de lo retorcido que realmente
era este mundo.

“Un día vi el certero destino de alguien. No, eso no está del todo bien. Por
el contrario, no pude verlo. Había una niña cuyo futuro no podía leer. Todo
lo que vi delante de ella fue oscuridad. Era como si estuviera viva, y aún
no. Ella no... ¡Ella no era humana!”, Belta prácticamente gritó esas últimas
palabras. Miledi se dio cuenta de que Belta estaba temblando, como si
estuviera aterrorizada por el pasado que estaba recordando.

“Bella... ¡Belta!”.

“Ah”. Belta tomó unos cuantos profundos respiros para calmarse. Sus ojos
estaban enfocados en el presente otra vez, y miró a Miledi. ¿Qué podría
haber aterrorizado tanto a una chica alegre como ella? “Esa... Esa cosa
que llevaba la túnica de la Santa Iglesia era increíblemente bella, pero
tampoco era de este mundo. Estaba tan asustada cuando la vi que oré”.

Fue entonces cuando recibió las palabras de Ehit.

“Ves demasiado”. Cuando recuperó los sentidos, había una espada corta
sobresaliendo de su pecho.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Todavía confundida, ella se había desplomado en el suelo. Parecía no solo


su sangre, sino que la fuente misma de su vida fluía de ella. Ella casi
seguramente iba a morir.

Antes de perder el conocimiento, ella preguntó algo con voz ronca.

“Lord Ehit, ¿por qué?”. La respuesta que él había dado fue más allá de sus
expectativas.

“Somos libres de hacer lo que queremos con nuestros juguetes, ¿no?”.

“Yo definitivamente morí ese día. Sin embargo, por alguna razón, me
desperté en uno de los callejones de atrás de Elbard, a pesar de que debería
haber estado muerto. Todo lo que llevaba puesto era harapos”.

“Así que entonces...”.

“No sabía quién me trajo de vuelta o por qué, pero sabía que no había sido
la misericordia de Ehit lo que me había salvado. Él no es ese tipo de dios.
Cuando desperté, escuché la voz de un hombre amable decirme que
corriera”.

A partir de entonces, Belta vivió como huérfana, sus únicas posesiones, su


vida y el conocimiento de lo que realmente era Ehit. Su roce con la muerte
la había despojado de su magia especial, y también se había llevado la
mayoría de sus habilidades mágicas habituales. Aun así, Belta había
intentado reunir camaradas para luchar contra este mundo injusto y sus

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

odiosos dioses. Eventualmente, ella había encontrado suficientes personas


para formar una organización adecuada.

“Entonces, cuando viniste aquí...”.

“Para salvar a mis camaradas y a todos los prisioneros que pudieran unir
nuestras manos con nosotros, me infiltré en la mansión”.

Sin embargo, Belta no había esperado encontrarse con una chica que le
recordara a su antiguo yo aquí... ella sonrió ante la idea.

“Miledi... Decidí luchar por mi propia voluntad. Eso es algo de lo que


nunca voy a renunciar, incluso si eso significa mi muerte”.

Miledi entendió que Belta nunca cedería. Las palabras de Miledi no podían
disuadirla del camino elegido.

“Y-Yo definitivamente puedo salvarte”. Miledi sonaba como una niña


mimada. Ni siquiera podía mirar a Belta a los ojos.

“Miledi-tan... Sonríe”. En lugar de responder, eso fue lo que dijo Belta.

¿Cómo puedo sonreír?

Miledi solo murmuró “Sé que puedo salvarte”, una última vez y se alejó.
Se dijo a sí misma una y otra vez que tenía que haber una forma. Sin
embargo, ninguna solución vino a la mente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Ella se sentó en su cama y pensó. La pregunta de qué hacer se arremolinaba


en su mente, pero nada de lo que se le ocurría parecía funcionar.

Ella no sabía cuánto tiempo estuvo sentada allí. Aunque eventualmente,


sin otras ideas disponibles para ella, Miledi decidió pedirle a Colt que
perdonara a Belta. Ella trató de no pensar en su fracaso anterior mientras
se dirigía a su habitación.

Mi único propósito es cumplir con los deberes de la familia Reisen. Solo


soy un engranaje en la máquina de ejecución. Eso es todo. Y eso es
absoluto. Una parte fría e insensible de su mente le susurró eso y se detuvo
en seco.

Pero ella no quería renunciar a la persona que le había mostrado cómo


sentirse. Empezó a caminar de nuevo y, antes de darse cuenta, estaba frente
a la oficina de su padre. Miledi respiró hondo, sus palmas escurrían con
nervioso sudor.

Ella reforzó su resolución y llamó a la puerta.

“¿Huh?”. Pero no hubo respuesta. Normalmente, su padre todavía estaría


en su oficina.

“¿Qué sucede, Milady?”. Una sirviente que pasaba la llamó.

“¿Dónde está mi padre?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿No estaba informada? Se fue a los campos de ejecución recientemente”.

Las venas de Miledi se convirtieron en hielo.

“¿Ahora?”.

“De hecho, Milady. Afirmó que la hereje era peligrosa y necesitaba ser
tratado de inmediato. No solo sirvió como su sirvienta por meses, ella
aparentemente era la líder de una organización anti-iglesia...”.

Miledi salió corriendo sin escuchar el resto. El sirviente gritó detrás de


ella, pero Miledi ya no estaba.

El sudor frío corría por su espalda. La pura desesperación le daba fuerza a


sus piernas.

Esto era demasiado pronto. Demasiado pronto. El interrogatorio de su


padre a Belta no debería haber terminado todavía. Entonces, ¿por qué está
haciendo esto ya...

Ella finalmente llegó a la plataforma de ejecución.

Una luna creciente colgaba en el cielo nocturno.

Colt estaba de pie ante la plataforma, junto con sus soldados.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Belta no estaba a la vista. La plataforma de ejecución estaba vacía.

“Haaah... Haaah... Padre. ¿Qué le sucedió a Belta?”.

Por favor, déjame llegar a tiempo—

“La ejecución ha sido completada”. El mundo de Miledi quedó en silencio.


Todo se volvió borroso.

Colt continuó hablando. Algo sobre cómo el noble que había respaldado a
Belta había confesado todo, y por eso él la había ejecutado de inmediato.
No había querido darle una oportunidad de influir negativamente en la
familia Reisen más allá. Miledi comenzó a correr.

“¡Miledi! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!”. Ella saltó de la plataforma


de ejecución sin dudarlo.

El viento silbaba más allá de sus oídos. Lanzarse a este cañón que
silenciaba toda magia normalmente sería un suicidio, pero Miledi tenía
tanto maná que podía lanzar hechizos tan densos que el cañón no podía
dispersarlos.

“Obsidian Vortex”. Este era el hechizo de gravedad más básico. Le


permitía al lanzador crear un localizado campo gravitacional y así ajustar
su peso.

Miledi desaceleró rápidamente y aterrizó ligeramente en el fondo del


barranco.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La luz de la luna apenas llegaba a las profundidades. Este oscuro cañón


era donde innumerables pecadores habían encontrado su fin. Miledi lo
encontró desconcertante.

Ella hizo una bola de luz con magia de luz y examinó sus alrededores.

“Ella no está aquí...”. Miledi se había preparado para ver el cuerpo roto de
Belta yaciendo en el fondo del cañón, pero no había nada allí. No me digas
que los monstruos ya se la comieron... Justo entonces, escuchó el rugido
de un monstruo a poca distancia.

“No puede ser”. Miledi corrió hacia el sonido.

Después de doblar una esquina, Miledi la vio.

Una chica yacía de espaldas al muro. Parecía que de alguna manera había
logrado sobrevivir a la caída y había intentado escapar, pero ahora estaba
rodeada por unas pocas docenas de monstruos como lobos. Ella debió
haber sido perseguida desde el mismo momento en que cayó.

“¡Bel!”.

“¿Hm? ¿Mi...ledi...tan?”. Su voz era débil. Miledi envió la bola de luz


delante de ella, iluminando el área alrededor de Belta. Fue entonces
cuando se dio cuenta... Belta estaba sentada en un charco de su propia
sangre. Miledi podría decirlo con una sola mirada. Ella había perdido
demasiada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Graaaaaah!”. Los lobos estaban encantados de tener más carne para


deleitarse. Sus garras y colmillos estaban goteando sangre. Sangre de Belta

Miledi sintió que algo dentro se quebró.

“Mueran”. Ella dijo esa sola palabra en una voz más fría que el hielo.

Un segundo después, los lobos habían sido aplastados. El suelo debajo de


ellos estaba hundido. Ellos ni siquiera habían tenido tiempo para gritar.

“Ajajaja. Eres... increíble, Miledi-tan”.

“¡Bel! ¡Bel, mantén la calma!”. Miledi corrió hacia Belta.

Cuando Miledi la vio de cerca, ella estuvo segura. Las heridas de Belta
eran fatales. Aun así, ella lanzó magia curativa de todos modos. Escogió
el hechizo más fuerte que pudo lanzar al instante y lo usó. Sin embargo,
debido a las propiedades especiales del cañón, su magia se vio muy
debilitada.

“¡Mierda, mierda, mierda!”. Esa era la primera vez en su vida que ella
había maldecido.

Con lágrimas en los ojos, Miledi vertió aún más maná en su curación. Ella
lo consumiría todo si tuviera que hacerlo. Belta levantó una mano
empapada de sangre y la llevó a la mejilla de Miledi.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hey, Miledi. ¿Es trabajar juntas... un pecado?”.

“¿Huh?”.

“¿Qué tal... abrir tu corazón? O... ¿reír juntas? O... ¿decirle a la persona
que amas... que los... amas?”.

“No es un pecado”.

Miledi tomó la mano de Belta.

“Exactamente. Estas no son... cosas de las que te puedes burlar... y


pisotear... Nosotros no... los humanos no... somos sus... juguetes”. Miledi
vio como la luz lentamente disminuía en los ojos de Belta.

No importa cuánto llorara, no importa cuánto gritara, ella no podría


cambiar el destino.

Miledi vio su propio rostro manchado de lágrimas reflejado en los ojos


jade de Belta.

“Eras como... una hermanita para mí”.

“Pensé en ti como mi hermana mayor también”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Belta sonrió.

“Rezo… para que llegue el momento… en que los humanos puedan


vivir… libremente. Rezo por un mundo donde tú puedas… sonreír...”.

La mano de Belta quedó inerte.

Un grito de una joven chica hizo eco en todo el cañón.

Miledi tomó el cuerpo de Belta en sus brazos y usó la magia de gravedad


para volar de regreso al puesto de ejecución.

Colt la estaba esperando. No solo él, tampoco. Su madre, su abuelo, su tío


y su primo también estaban allí, junto con un contingente de soldados.
Detrás de ellos había una fila de personas encadenadas.

Colt la miró con frialdad. Él nunca había tratado a Miledi como a su hija,
pero nunca antes la había mirado como si ella fuera basura.

“¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?”. Miledi lo ignoró y miró por
encima de la fila de prisioneros detrás de él.

Estaban todos desaliñados y observaban a Miledi con asombro. Nadie


había vuelto a salir del cañón. Sin embargo, lo que los sorprendió aún más

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

fue que la hija del Conde Reisen había saltado al cañón para salvar a
alguien.

Cuando ella no respondió, Colt levantó sus manos y le dio a Miledi su


última advertencia.

“Deshazte de esa basura”. Miledi se giró hacia su padre al escuchar sus


palabras.

“¿Basura?”, ella murmuró.

Colt no la escuchó y continuó.

“Esta es mi última advertencia. Cumple tu deber como una Reisen. Emite


el juicio con tus propias manos sobre los camaradas de esa hereje”. Para
él, ese era el único valor que tenía la vida de ella. Miledi bajó su cabeza.

Ella miró hacia el rostro de Belta y tomó una decisión.

“Estoy harta de esto”.

“¿Disculpa?”. Los ojos de Colt se crisparon, y él la señaló con el dedo.


Los soldados Reisen desenvainaron sus armas. Estaban planeando luchar
contra ella, pero Miledi no estaba pasmada en absoluto. Miró a Colt y
declaró sus nuevas creencias.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Soy Miledi Reisen. Soy mi propia persona. La única persona que decide
el propósito de mi vida soy yo”. Esas eran palabras de rebelión. Miledi
acababa de declarar que ya no seguiría las órdenes de la familia Reisen.
Después de todo, vivir como individuo significaba descartar los ideales de
la familia.

Colt suspiró, entonces sus soldados comenzaron a cantar.

“Es una pena perder el poder que nos ofreció tu magia antigua, pero una
rama podrida debe ser cortada para que no infecte todo el árbol.
Elimínenla”. Hasta el final, Colt nunca había tratado a Miledi como a su
hija.

Miledi abrazó el cadáver de Belta y reforzó su resolución. Recordando que


su amiga siempre había sonreído, ella le sonrió a Colt.

Era una sonrisa forzada y deforme, pero Colt y los demás nunca la habían
visto ni una sola vez con una sonrisa, y dudaron.

Miledi miró hacia abajo y habló en un tono cargado de emoción.

“¿Eliminarme? Me gustaría verte intentarlo”. No hubo vuelta atrás


después de esto.

El sol se había puesto hace mucho tiempo, y la noche cubría el cielo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Después de que terminó su historia, Miledi guardó silencio.

“Después de eso, destruí la familia Reisen y liberé a los camaradas de Bel,


los Libertadores. Son la misma organización a la que pertenezco ahora.
Muchas cosas sucedieron, honestamente. Tuve un altercado con una monja
de cabello plateado mientras trataba de averiguar si los dioses realmente
eran malvados. Apenas escapé de ese encuentro con mi vida. Luego, pasé
un largo tiempo entrenando para poder vengarme la próxima vez que la
viera, salvando a muchos otros Libertadores, personas protegidas que
vinieron a nosotros, reclutando a otros con los mismos ideales que
nosotros... hasta que en algún punto me convertí en la líder”.

Miledi se rió y Oscar la miró de reojo. Aunque ella siempre actuaba alegre,
él podía decir que su resolución era irrompible. Ella no vacilaría, incluso
si tuviera que luchar contra el mismo Ehit. Los eventos que habían
acumulado su resolución eran tan pesados que Oscar no supo qué decir.

Ella lo miró, con sus claros ojos como un manantial de montaña.

“Bel estaba diciendo la verdad, así que he estado buscando todo este
tiempo por camaradas que me ayuden a luchar contra el mundo.
Camaradas lo suficientemente fuertes como para luchar en igualdad de
condiciones conmigo”. Ella repitió las mismas palabras que había
pronunciado cuando lo conoció.

“Y ahora finalmente te he encontrado”. Silencio. Miledi lo había


preparado todo para él. Todo lo que quedaba era esperar la respuesta de
Oscar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar se subió las gafas, ocultando su expresión.

“Miledi”.

“Esa soy yo”.

Oscar se negó a mirarla a los ojos, como si hacerlo pudiera debilitar su


resolución.

Él pausó por un segundo.

“Yo... no puedo ir contigo”.

“Ah...”. Él notó que Miledi agarraba fuertemente sus manos.

“Al igual que esa chica fue importante para ti, mi familia es importante
para mí. Incluso si lo que dices es cierto, no puedo darme el lujo de
envolverlos en esto”. Oscar se puso de pie, lo que hizo que Miledi jadeara.

“No quiero que te vuelvan a ver conmigo más. Por favor, intenta y
entiende”.

Oscar le dio la espalda a Miledi y se alejó. Un claro rechazo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“E-Entonces, ¿puedo ir a verte cuando mañana no haya nadie alrededor?”:

Oscar se detuvo. Luchó por controlar sus emociones y respondió


sombríamente a ella.

“Por favor, no te acerques a mí nunca más”. Él continuó caminando.

Él no escuchó pasos persiguiéndolo, a lo que se había acostumbrado


bastante en los últimos días.

Oscar estuvo en silencio por el resto del viaje. Sus pasos eran pesados y
dio un largo rodeo en su camino al orfanato.

Honestamente, él solo quería estar solo. Se dijo a sí mismo una y otra vez
que había tomado la decisión correcta, que lo más importante era mantener
a salvo a su familia. Sin embargo, no podía desterrar la voz en su cabeza
que le decía “Realmente querías ayudarla, ¿no es así?”.

¿De verdad no quieres usar tus poderes al máximo? ¿Realmente no


quieres ayudar a las personas que te necesitan con tus habilidades?
¿Por qué naciste con este poder? ¿Así podrías vivir tu vida
escondiéndolo? ¿Realmente puedes decidirte a abandonarla?

“Cállate”. Oscar le gritó a la voz en su cabeza.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él continuó agonizando por su decisión, y antes de darse cuenta, estaba en


la misma calle que su orfanato. Sabía que debía de parecer sospechoso,
murmurando para sí mismo en la oscuridad.

“Esto fue lo mejor”. Incluso si los dioses eran malvados, incluso si los
humanos no eran más que peones en su retorcido juego de tablero, era
mejor vivir su vida como una persona promedio que convertirse
efectivamente en un terrorista y luchar contra ellos.

Si su familia estaba en peligro debido a él, sabía que lo lamentaría para


siempre.

Por eso había hecho esta elección.

Se repitió eso una y otra vez, tratando de calmarse.

A partir de mañana, volvería a su estilo de vida habitual.

Caminó hacia el orfanato, su paso seguro, sin saber que la injusticia de este
mundo ya lo había atrapado.

Después de unos segundos más de caminar, Oscar se encontró frente al


orfanato. Sin embargo, algo estaba mal. Era mucho tiempo después de la
cena, pero había alguien de pie frente al orfanato. Era Moorin. Ella estaba
mirando a su alrededor con inquietud.

En el momento en que lo vio, ella se precipitó.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Oscar!”.

“H-Hey, Mamá. Estoy de vuelta”.

Oscar sintió una creciente sensación de temor mientras veía a Moorin


correr hacia él.

“Mamá, ¿qué pasa? ¿Por qué te ves tan asustada?”. De repente, él tuvo una
muy mala premonición.

Moorin miró alrededor para asegurarse de que nadie escuchara antes de


acercarse a Oscar.

“Oscar, no sabrías dónde está Dylan, ¿verdad? Él y algunos de los otros


niños no han regresado todavía”.

“¿Dylan? No, no lo he visto...”.

Parecía que Dylan, Ruth, Corrin y Katy aún no habían regresado.

Una vez que tenían la edad suficiente, los huérfanos comenzaban a tomar
trabajos ocasionales en restaurantes y talleres cercanos. De esa forma,
podrían apoyar al orfanato y ganar dinero para gastar en ellos mismos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Dylan y los otros trabajaban relativamente cerca del orfanato y, por lo


general, volvían a casa juntos.

Como tales, normalmente regresaban mucho antes de que se pusiera el sol.


Si llegaran a llegar tarde, al menos uno de ellos volvería para contarle a
Moorin.

Sin embargo, ninguno de ellos había regresado. Algo sospechoso estaba


pasando.

Oscar era muy consciente de que su corazón latía con fuerza en su pecho.
Empujó sus gafas e intentó mantener la calma.

“¿Ya le has dicho a los guardias de la ciudad?”.

“Por supuesto. Pero no les importó. Me dijeron que no tienen soldados de


sobra para ir en busca de unos pocos huérfanos sarnosos...”.

Moorin se mordió el labio. Su frustración era evidente.

“Pero, Oscar. Ellos actuaban aún más extraños de lo normal cuando fui a
ellos”.

“¿Qué quieres decir?”.

“Quiero decir... era casi como si supieran lo que estaba pasando y no


quisieran involucrarse. Como esto, es parte de algo mucho más grande que

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

solo unos pocos huérfanos desaparecidos. Era obvio que estaban haciendo
la vista gorda a algo”.

Moorin era excepcionalmente perceptiva cuando se trataba de personas.


Oscar estaba inclinado a creer en su evaluación de los guardias. Había algo
más grande pasando aquí.

Él pensó en las desapariciones que habían estado plagando la ciudad


recientemente. Los guardias deben haber oído hablar de estos también. Y,
sin embargo, ¿eligieron no involucrarse? Esto no es bueno... ¿Eso
significa que alguien con suficiente autoridad para silenciar a los
guardias está involucrado aquí? El pánico se apoderó de su pecho.

Este no era el momento de preocuparse por guardar secretos. Él sacó una


hoja de metal de su bolsillo.

Era plateada, y del tamaño de su palma. A primera vista, no parecía


diferente de una placa de estado normal, pero su función era
completamente diferente.

“Activar protocolo uno. Rastrea los objetivos Dylan, Ruth, Corrin y Katy”.
El canto de activación de Oscar sonaba extremadamente mecánico,
completamente diferente de la mayoría de los cantos de hechizos.

La placa comenzó a brillar con una luz tenue. La luz se fusionó en cuatro
puntos distintos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Este era uno de sus Artefactos, el Silver Slate. Estaba relacionado con las
monedas que les había dado a todos los niños.

Esas monedas habían sido fabricadas con mineral que él había encantado
con magia de luz “Tracking”. Él entonces había vinculado esas
señalizaciones con su Silver Slate, para que siempre pudiera saber dónde
estaban.

El seguimiento era bueno para seguir objetivos o hacer un seguimiento de


los aliados en situaciones donde la visibilidad era pobre. Sin embargo, en
ambos casos, se requería que el usuario marcara sus objetivos de
antemano.

Además, si el maná del lanzador se agotaba, el hechizo se desvanecía. En


otras palabras, el lanzador se veía obligado a mantener continuamente su
concentración para mantener el hechizo. A pesar de su conveniencia, el
hechizo era difícil de usar.

El mineral ya encantado con el hechizo no existía fuera de las cosas que


Oscar había creado, y era por eso que un Artefacto como el suyo, que le
permitía identificar instantáneamente la ubicación de alguien, era tan
impresionante. Aunque sus efectos parecían simples, era un Artefacto de
primera clase y fácilmente valía una fortuna.

“Los cuatro están todos juntos... y a juzgar por la distancia y la dirección,


ellos están... ¿en los pozos de la mina?”.

“¿Oscar?”:

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar se giró hacia Moorin. Ella jadeó, sorprendida de lo seria que era su
mirada.

“Mamá, traeré de regreso Dylan y los otros. ¿Recuerdas cómo activar las
defensas del orfanato?”.

“S-Sí. Estaré bien”.

Oscar asintió y continuó.

“No salgas del orfanato esta noche. No me importa quién venga, no


respondas la puerta a menos que sea alguien en quien confíes plenamente.
Incluso si se aparecen soldados, ahuyéntalos con el sistema de defensa.
Cuida también de los otros niños por mí”.

“De acuerdo, lo haré. Pero Oscar... ten cuidado afuera, ¿escuchaste? Sé


que harías cualquier cosa para proteger a tu familia, pero cuídate tú
también...”.

“No te preocupes. Estaré bien, Mamá”. Oscar sonrió de manera


tranquilizadora, pero no tuvo ningún efecto sobre Moorin. Ella le devolvió
la sonrisa tristemente. Creo que debería haber esperado eso. Moorin
conocía a sus hijos mejor de lo que ellos se conocían a sí mismos. Ella
incluso sabía que Oscar había escondido sus talentos anormales para
proteger a su familia.

Hace mucho tiempo había sido un niño mucho más alegre, siempre
sonriendo cuando las cosas que había creado hacían felices a otras

146
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

personas. Pero a medida que pasaba el tiempo se había acostumbrado tanto


a mantener esa sonrisa falsa pegada en su rostro que se había convertido
en la norma. Moorin vio como el mayor de sus hijos se lanzaba a la noche.
Él se había convertido en un buen joven hombre, pero le preocupaba que
él estuviera sacrificando demasiado de sí mismo por los demás.

Después de dejar el orfanato, Oscar hizo una parada rápida en su casa.


Quería abastecerse de equipos.

Una vez que había agarrado todo, se vistió completamente de negro.


Pantalones negros, camisa negra, botas negras, abrigo negro. Y, por alguna
razón, un paraguas negro. Su cabello también era negro, así que realmente
parecía que cada centímetro de él estaba cubierto en la oscuridad.

Se mezcló perfectamente en la noche. Sin embargo, con sus elegantes


anteojos y su sombrilla, parecía más un caballero dando un paseo que un
asesino o un ladrón.

“No se están moviendo... Oscar se arrodilló. Un segundo después, saltó


una docena de metros en el aire y aterrizó sobre el techo de un edificio
cercano. Después de ese salto sobrehumano, corrió por los tejados a una
velocidad increíble.

Este era otro de sus Artefactos, Onyx Boots. Ellos aumentaban


exponencialmente la fuerza de sus piernas y quedaron encantados con
magia de viento para ayudarlo en sus saltos. Él también podría crear mini-
barreras debajo de sus plantas, dándole plataformas para saltar en el aire.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar atravesó los tejados de Velnika con la velocidad de un vendaval. En


poco tiempo, había llegado a la entrada de la Greenway.

El Greenway era la columna vertebral de la economía de Velnika, y


muchos comerciantes, artesanos e incluso aventureros se ganaban la vida
de ella. Debido a eso, había restricciones sobre quién podría ingresar y
cuándo.

Sin embargo, no había mucha gente cerca de la entrada a esta hora de la


noche.

Nadie se dio cuenta de Oscar cuando él cruzó las puertas de entrada.

Aceleró a través de los pozos de la mina, siguiendo las indicaciones de su


Silver Slate. Él había estado aquí antes, pero esta noche la luz del
resplandor verde se sentía más extraño de lo normal.

Llegó al final del primer piso. Su señal casi se superpone con la de Dylan
y los otros.

“Mierda. Debería haberlo diseñado para detectar la elevación también”. A


esta distancia, él debería haber podido ver a los niños, pero lo único que
tenía delante era la pared del túnel, lo que, por supuesto, significaba que
Dylan y los otros estaban más abajo.

El problema era que él no sabía qué tan abajo. No había equipado su Silver
Slate con la capacidad de medir distancias verticales.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Espera, ahora que pienso en...”. Oscar recordó algo que un aventurero le
había dicho una vez. Aparentemente, muchos caballeros templarios habían
sido vistos en los pisos intermedios del Greenway. Lo que se llamaba
coloquialmente se refería a los pisos intermedios, que eran el conjunto de
plantas del 50 al 70.

¿Tienen algo que ver con la desaparición de los niños?

“Supongo que iré allí primero... No hay tiempo que perder, así que
haremos las cosas de la manera más rápida. Nada importa más que su
seguridad. Incluso si alguien me ve, vale la pena el riesgo”. Oscar se
concentró.

Un segundo después, estaba rodeado por un halo de maná. Era tan brillante
que iluminaba el piso como un sol.

Alrededor del mismo tiempo, los sollozos de los niños se hicieron eco en
todo el piso 65.

Dentro de la compleja red de pasajes que formaban el piso, había una


prisión. Las celdas habían sido talladas directamente del lecho de roca, con
barras de hierro para cubrir el frente. A los niños que lloraban dentro de
una de las celdas se les había dado una sola manta endeble para protegerse
del frío. Se acurrucaron juntos, abrazándose las rodillas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Entre ellos, solo un niño no lloraba. Las lágrimas brotaron de sus ojos,
pero se negó tercamente a dejarlas caer. Era Ruth.

Como Oscar temía, Ruth y los demás habían sido secuestrados de camino
a casa. Todos habían recibido algún tipo de inspección mágica, y Ruth solo
había sido separado de las otros.

¿Qué le hicieron a todos los demás? ¿Por qué me tomaron solo a mí?
¿Qué me va a pasar? Esas preocupaciones se arremolinaban en el interior
de la cabeza de Ruth, paralizándolo con miedo. Sin embargo...

Ruth miró a todos los niños que lloraban a su alrededor. Todos tenían la
misma edad que él. Cuando los vio, se acordó de sus propios hermanos del
orfanato.

“Es el trabajo del mayor proteger a sus hermanos menores”. Las palabras
del tipo que él solía admirar, el tipo que lo traicionó destelló por su mente.

“¡No soy como ese idiota sonriente!”. Ruth usó su enojo para vencer el
miedo. Tomó una decisión y caminó hacia las barras de hierro.

Se aseguró de que no hubiera guardias apostados afuera. Después de estar


seguro de que solo los otros niños lo estaban mirando, se inclinó y recogió
una piedra. Empezó a rascar el suelo junto a los barrotes.

Dibujaba un simple círculo mágico. El tipo al que ya no respetaba se lo


había enseñado hace mucho tiempo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Eres como yo, Ruth. Al igual que Oscar, Ruth era Sinergista. La voz de
Oscar resonó en la mente de Ruth una vez más. Él le había enseñado a
Ruth los principios básicos de la transmutación hace mucho tiempo.

En aquel entonces, Ruth realmente lo había respetado. Oscar era amable,


talentoso y siempre trabajaba duro. Él podía hacer cualquier cosa que
soñara en realidad, y hasta el jefe de uno de los mejores talleres de la
ciudad lo había reclutado. No sería una exageración decir que Ruth había
venerado a Oscar.

Él había estado más orgulloso que nadie de él.

Su sueño siempre había sido algún día ser tan bueno como Oscar y tener
su nombre conocido en todo el mundo.

“¡No voy a rendirme! ¡No soy un perdedor como tú! ¡Voy a ser el mejor
Sinergista de la historia, solo mira! ¡Transmutar!”. La sangre goteaba de
sus dedos, Ruth puso sus manos en el suelo e insufló vida en el círculo
mágico. Maná anaranjado brillante iluminó su esquina de la celda.

Los otros niños miraron con asombro. Se dieron cuenta de que Ruth estaba
tratando de escapar. Ellos observaron destellos de esperanza en sus ojos.
Sin embargo...

“No... ¿Por qué?”. La magia de Ruth se había activado, pero ni las barras
de hierro ni el suelo habían cambiado. Ruth recitó el hechizo de nuevo.
Siguió yendo hasta que estuvo casi sin maná. El sudor le caía por la frente
y su cuerpo temblaba.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Desafortunadamente, a la realidad no le importaba cuánto esfuerzo ponías


en algo.

“¡¿Por qué?!”. El maná de Ruth se disipó. Él se desplomó de rodillas y


golpeó su frente contra los barrotes.

A pesar de tener suficiente coraje para defenderse, al final no había podido


hacer nada.

“¿Alguna vez iremos a casa?”. Susurró una de las chicas. La desesperación


de los niños se había multiplicado después de que vieron extinguirse su
último atisbo de esperanza. Se habían resignado a su destino.

“No te preocupes, estoy aquí por ti”. Si hubiera sido el viejo Oscar, Ruth
podría haber creído esas palabras. Si hubiera sido el Oscar el que no se
hubiera reído de los insultos con esa sonrisa espeluznante suya, él podría
haber creído esas palabras. Él hubiera seguido esperando, y tal vez
comparta esa esperanza con los otros niños.

Pero como era, no pudo. Todo lo que le vino a la mente cuando pensó en
Oscar fue en el chico que había aceptado ser llamado un perdedor. Y
entonces, él no dijo nada. Ruth estaba a punto de entrar en desesperación.

Sin embargo, en ese momento—

“Hey. ¿Qué fue eso?”. Una voz sospechosa lo llamó. No sonaba enojado,
pero los niños aún se encogían de miedo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Uno de los guardias de patrulla había notado la luz de la transmutación de


Ruth y había venido a investigar. El guardia era en realidad un caballero.
Llevaba una brillante armadura de placas y llevaba una insignia en el
pecho. Parecía visiblemente fuera de lugar en el Greenway.

Los niños no reconocieron la insignia, pero la mayoría de los adultos en la


ciudad lo hubieran hecho. Era el emblema de los caballeros templarios, el
grupo de soldados de élite que juraba lealtad a la Santa Iglesia.

El caballero no tenía su casco puesto, pero aún tenía la figura imponente


en la armadura. No es de extrañar que los niños le tuvieran miedo. Su
intimidante presencia los dejaba a todos sin palabras, incluido Ruth.

Se alejó de los barrotes, tropezó y cayó de espaldas.

La mirada del caballero cayó sobre Ruth, entonces, de allí a lo que estaba
frente a él... El círculo de transmutación que Ruth había dibujado.

“Mocoso... ¿Estabas tratando de escapar?”.

“Hiii...”.

Un peligroso filo se deslizó en la voz del caballero. Ruth tembló, incapaz


de hacer otra cosa que gritar.

“Creo que debería haber esperado tanto de uno de los Incompatibles. Ni


siquiera te das cuenta del gran honor que es ser elegido como uno de los
sirvientes de Ehit... Me dijeron que te mantuviera con vida, pero nadie dijo

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

que no podría maltratarte un poco. Los niños malos deben ser castigados
después de todo”. El caballero levantó su mano. El círculo mágico grabado
en su guantelete comenzó a brillar.

Aquellos bien versados en magia lo habrían reconocido como el círculo


mágico para el hechizo Fireball.

El caballero miró las piernas de Ruth, sus pensamientos estaban escritos


en todo su rostro.

No había nada que Ruth pudiera hacer para resistir. Estaba tan aterrorizado
que ni siquiera podía moverse. Y entonces, él apretó sus cerrados ojos.

Los otros niños, sin duda conscientes de lo que estaba a punto de suceder,
chillaron y retrocedieron.

“¡Voy a quemar la grandeza de Ehit en tu carne!”.

“Creo que no”. Intervino una fría voz. Un segundo después, el caballero
gimió de dolor.

Ruth tímidamente abrió un ojo. El caballero estaba en el suelo, y Oscar


estaba de pie frente a él. Por alguna razón, él estaba sosteniendo un
paraguas negro.

“¿Huh? ¿Ani...ki?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“No he escuchado que me llames así en mucho tiempo. Estoy aquí para
llevarte a casa, Ruth”. Oscar sonrió amablemente.

Por un momento, el cerebro de Ruth no pudo comprender que el hombre


que estaba frente a él era Oscar.

Su confusión era comprensible. Él vestía ropas extrañas y llevaba un


paraguas negro. Sin embargo, más que nada, no parecía su ser perezoso y
despreocupado. No, este Oscar tenía un destello agudo en sus ojos y
parecía peligroso. Con sus elegantes facciones y gafas de moda, se parecía
más al hijo consumado de un noble que a un hombre que había salido de
un orfanato.

Oscar miró hacia el piso frente a Ruth. Cuando vio el círculo mágico,
extendió su mano hacia él.

“Oh, la transmutación no funcionó...”.

“Síp. Eso es por lo que están hechas las barras. Permíteme mostrarte”.

Maná amarillo dorado se arremolinaba alrededor de Oscar. Él no había


pronunciado un canto ni había usado un círculo mágico, pero, aun así,
logró lo que Ruth no había logrado.

“Las barras están hechas de piedra de sellado. Disuelven maná. La mayoría


de las cárceles lo usan, pero incluso la piedra de sellado tiene sus límites.
Si le pones más maná a tu transmutación de lo que el mineral puede

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

manejar, podrás re-forjarlo como todo lo demás”. Oscar transmutó


fácilmente las barras, convirtiéndolas en lingotes de plomo.

Luego, se arrodilló y miró a Ruth a los ojos.

“Lo hiciste bien, Ruth. Es porque usaste magia de transmutación que pude
encontrarte tan rápido”.

“Aniki... yo...”. Oscar alborotó el cabello de Ruth. Ruth arrugó su rostro.


Sus esfuerzos no habían sido en vano después de todo.

Oscar realmente había venido a salvarlos. Cuando llegó al piso 65, Oscar
encontró la ropa de los niños, junto con sus monedas guardadas en una
caja fuerte.

Les habían despojado de todas sus posesiones cuando los habían


secuestrado. Esto efectivamente había anulado el seguimiento de Oscar.
Él había decidido buscar en el resto del piso antes de hacer cualquier otra
cosa, y había encontrado varios caballeros templarios patrullando. Se
había vuelto cada vez más sospechoso cuando sintió a alguien usando
magia de transmutación. Uno de los caballeros también lo había notado y
había ido a investigar. Oscar lo siguió furtivamente.

Si no hubiera sido por Ruth, Oscar todavía estaría buscando sin rumbo a
través de este laberinto de un piso.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“No veo a Dylan ni a los demás en ningún lado. ¿Sabes dónde están?”.
Ruth se secó las lágrimas que finalmente habían caído y negó con la
cabeza.

“No. Nos trajeron a todos a este gran edificio en las minas. Había estos
tipos en blanco, y nos hicieron a todos pararse en este círculo mágico”. No
había muchos edificios dentro del Greenway. Y si todos llevaran ropa
blanca, es obvio que son parte de la misma organización. Algo muy
sospechoso está sucediendo, especialmente teniendo en cuenta que los
caballeros templarios se habían involucrado. Oscar entrecerró sus ojos.

“No sé lo que estaban haciendo, pero dijeron que no yo era compatible.


Llevaron a Dylan y a los otros más adentro del edificio, pero me trajeron
aquí...”.

“Ya veo... lo entiendo ahora. Gracias, Ruth. Me alegra que estés bien. Creo
que primero debería sacarlos de aquí. Vengan todos. Es hora de irse a
casa”. Oscar miró detrás de Ruth a los otros niños. Ellos lo miraban con
asombro. Su suave tono ayudó a aliviar su nerviosismo y ellos comenzaron
a juntarse.

“¿Estamos yendo a casa?”.

“¿Puedo ver a mamá y papá otra vez?”.

Los niños lo miraron esperanzados.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Sí, no se preocupen. Podrán ir a casa y ver a sus padres otra vez. Solo
guarden silencio para que los temibles caballeros no los encuentren”.

Ruth miró al caballero que Oscar había noqueado. Aunque había atacado
al caballero con un ataque sorpresa, todavía lo había derribado de un solo
golpe. Se sabía que los caballeros templarios eran lo suficientemente
fuertes como para enfrentarse a cinco soldados regulares a la vez. Ningún
artesano normal debería haber podido acabar con uno tan fácilmente.

“......”. Oscar no se parecía en nada al perdedor que Ruth estaba


acostumbrado a ver. Él había transmutado las barras con tanta facilidad, y
había una agudeza que él no reconocía.

“¿Qué pasa, Ruth? No tenemos mucho tiempo. Necesitamos


apresurarnos”.

“S-Sé eso!”. Ruth se dio vuelta, molesto por ser interrumpido en medio de
pensar, pero Oscar respondió por completo. En cambio, él solo sonrió.

Así era como siempre era. Cada vez que se enfrentaba a algo desagradable,
simplemente se reía. Y, sin embargo, la sonrisa que Oscar le dio a Ruth
esta vez, de alguna manera, se sintía diferente.

Las preguntas giraron en la cabeza de Ruth.

Oscar llevó a los niños a través de la caverna. Ruth estaba al final de la


línea, escrutando cuidadosamente la espalda de su hermano. Estaba

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

dividido entre creer en Oscar otra vez y la voz en su mente que le decía
que solo estaría decepcionado una vez más si confiara.

Oscar sintió la mirada ardiente de Ruth, pero no se dirigió a ésta. Se centró


en evitar las patrullas de los caballeros y llevó a los niños a donde había
bajado inicialmente.

Junto a la caja fuerte que había guardado sus ropas y la moneda de Ruth.
Aunque la caja fuerte era una palabra demasiado grandilocuente para lo
que en realidad era, solo una sangría hueca cubierta de barras. Había ropa
de trabajadores sobrantes y algunas otras herramientas varias almacenadas
dentro de ella también. Obviamente, no estaba destinado a contener nada
importante.

Oscar transmutó los barrotes y caminó a través de ellos.

Puso su mano en la pared en la parte posterior, y maná, el color de la luz


del sol, lo envolvió. Había un calor en su maná que lo hacía sentir como la
luz del sol real.

“¡Wow, es tan bonito!”.

“Asombroso”.

Los niños miraron con asombro. Por alguna razón, esto hizo que Ruth, no
Oscar, se sonrojara. Siguió robando miradas al trabajo de Oscar, pero trató
de hacer que pareciera que no estaba interesado.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El hechizo de Oscar solo tomó unos segundos. La pared se había


transformado en una escalera que conducía hacia arriba.

“Muy bien todos, escuchen. Todavía hay otros niños por ahí. Necesito ir a
salvarlos. Esta escalera los llevará hasta el primer piso. ¿Pueden ustedes
subir sin mí?”.

¿Había una escalera como esa en este piso? Ruth quedó desconcertado
mientras los otros niños intercambiaban miradas nerviosas. Esperaban que
Oscar los llevara a casa. Tenían miedo de ir sin él.

“No se preocupen. Ruth, aquí está mi hermano pequeño. Él es un tipo


valiente. Él los guiará fuera del Greenway”.

“¡¿Huh?!”. Exclamó Ruth con sorpresa. Todos los niños se giraron hacia
él.

Él ciertamente había sido el único en tratar y usar la magia para escapar,


por lo que los niños estaban dispuestos a confiar un poco en él.

Como no podía seguirlos, Oscar transmutó unos mapas para los niños.
Esculpió las losas de roca en forma de disco de la pared y grabó un mapa
del primer piso sobre ellas.

“¡Ah, ese es el mapa del primer piso! ¡Mi padre vende eso a los turistas!”.
Uno de los niños lo reconoció.

Los otros se aglomeraron, ansiosos por echar un vistazo a los mapas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los mapas de Oscar eran tan detallados que parecían haber sido dibujados
por un maestro artista. El maná dorado de Oscar se desvaneció cuando
terminó de trabajar.

“Tomen estos. Marqué la ruta más corta hacia la salida. Sigan eso y podrán
salir. ¿Puedo contar con ustedes para guiar a mi hermano si se pierde?”.

“¡N-No soy un niño! ¡No me perdería en el primer piso!”. Protestó Ruth


con vehemencia. Sin embargo, las palabras de Oscar habían tranquilizado
al otro chico. Él estaba menos nervioso ahora que también tenía un papel
que desempeñar.

“Tengo una última solicitud para ustedes, chicos. ¿Ven cómo hay otro
mapa en la parte posterior de estos discos? Ese es el mapa del Taller Orcus.
Sé que todos quieren irse a casa, pero necesito que vayan primero y le
digan a un hombre llamado Karg lo que está pasando. Necesito la ayuda
de ustedes para salvar a todos los otros niños”. En verdad, Oscar solo
quería que Karg cuidara de ellos. Si los caballeros templarios estaban
involucrados, entonces no podía confiar en ninguna institución pública
para mantenerlos a salvo.

Si los niños regresaban con sus familias, era probable que sus padres
informaran a los guardias. Eso era lo último que Oscar quería. Era obvio
que los guardias reportarían sus acciones a la Santa Iglesia.

Tampoco podía decirles exactamente a los niños que no confiaran en los


guardias de la ciudad. Porque supondrían que, si no podían confiar en los
guardias, aún podrían confiar en la Santa Iglesia.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Y tampoco le creerían si les dijera que no confíen en la Santa Iglesia. En


todo caso, eso los haría sospechar más de él.

Y entonces, decidió enviarlos a la única persona con autoridad en esta


ciudad en la que Oscar sabía que podía confiar. Sabía que Karg manejaría
las cosas discretamente.

Oscar escondió sus verdaderas intenciones detrás de una explicación que


era más fácil de tragar para los niños. Ruth miró a Oscar sospechosamente,
pero los niños estaban ansiosos por irse. Todos hincharon sus pechos y
dijeron cosas como “¡Déjanoslo a nosotros!” o “¡Lo haremos!”.

“Gracias. Todos ustedes son realmente valientes”.

Los niños se sonrojaron en vergüenza. Oscar los hizo avanzar y


comenzaron a subir los escalones.

Como siempre, Ruth tomó la posición de retaguardia. Aunque esta vez lo


había hecho porque quería esperar y hablar con Oscar antes de irse. Una
vez que estuvieron solos, sin embargo, se quedó sin palabras.

“Continúa, Ruth. No tenemos mucho tiempo. Conoces el primer piso


mejor que nadie, y has conocido al viejo vejete antes también”.

“L-Lo sé. Pero... Aniki, tú realmente no—”. Oscar sabía lo que Ruth estaba
tratando de decir, pero lo interrumpió antes de que Ruth pudiera terminar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Ruth, al suelo!”.

“¡¿Ah?!”.

Oscar tiró de Ruth cerca y lo escondió debajo de su abrigo. Una ráfaga de


viento caliente sopló más allá de la cabeza de Ruth y hubo un fuerte boom
detrás de él.

El abrigo negro de Oscar había desviado el ataque, pero Ruth palideció


cuando se giró para mirar lo que había sucedido.

“¿Q-Qué de?”.

“Sé que tenía que asegurarme de que los niños estuvieran a salvo, pero
parece que perdí demasiado tiempo aquí...”.

La parte inferior de la escalera era un desastre ardiente.

Ruth se dio cuenta de lo que debió haber sucedido, y su corazón se hundió.

“Robar una ofrenda a Ehit es una ofensa punible con la muerte”. Diez
caballeros templarios redondearon la esquina, sus armaduras resonaban
mientras caminaban. Uno de ellos tenía su brazo estirado.

Él fue quien les disparó esas llamas. Afortunadamente, los niños ya habían
comenzado a escalar, por lo que no habían sido golpeados por el hechizo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los caballeros formaron un semicírculo alrededor de la cavidad. Como


había sido una sangría que se había transformado en un área de
almacenamiento, efectivamente era un callejón sin salida. Los caballeros
bloqueaban la única salida.

Oscar miró hacia atrás. Con el fin de dejar a Ruth escapar, primero
necesitaría extinguir las llamas y re-transmutar las escaleras. Entonces,
tendría que crear una pared alrededor de ellos usando la piedra de sellado
que había transmutado para evitar que los caballeros persiguieran a los
niños.

“Tratando de huir, ¿verdad? Vamos a ver si lo intentas, pequeño hereje.


Terminaremos contigo en el momento en que nos des la espalda”. Oscar
tendría que tratar primero con los caballeros.

Él se preparó para luchar.

Él se había traído esto encima de sí mismo. Desde un punto de vista


puramente lógico, hubiera sido mejor dejar que Ruth se quemara. Él no
habría muerto, y Oscar podría haberlo sanado más tarde. Entonces, él
habría podido ir directamente con Dylan y los demás, y habrían escapado.

Aunque probablemente no podría perdonarme por hacer eso... Oscar


sonrió amargamente a sí mismo.

Los caballeros sacaron sus espadas. Uno de ellos estaba brillando con
maná y extendió una mano hacia él. A juzgar por la fuerza del hechizo

164
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

anterior, Oscar supuso que había sido la Crimson Spear de rango


intermedio.

Lo suficientemente fuerte como para derretir incluso sus huesos si golpea.

“¡A-Aniki, no lo hagas! S-Si te disculpas, estoy seguro—”.

Ruth se puso el abrigo de Oscar. Todavía creía que podían salir de esto
disculpándose. Si solo supieras.

Ruth no creía que pudieran ganar una pelea. Después de todo, Oscar se
enfrentaba a los caballeros templarios. Lo mejor de lo mejor, lo
suficientemente fuertes como para patear a los soldados normales con
facilidad. Incluso si Oscar hubiera estado ocultando sus talentos, todavía
era solo un Sinergista. Un herrero, no un guerrero.

Aun así, Oscar estaba determinado.

“No te preocupes. No dejaré que te lastimen”. Se giró para mirar a los


caballeros. Ni siquiera había un atisbo de miedo en su expresión.

Al mirarlo, Ruth se tranquilizó. Miró a la espalda del hombre al que había


considerado un perdedor.

“No nos dejarás herirlo, ¿huh? Parece que alguien necesita que le enseñen
su lugar”. Los caballeros estaban irritados.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Uno de ellos se rascó la barbilla pensativamente. Parecía que estaba


considerando algo.

Llegó a una especie de conclusión y se dirigió a Oscar, su voz goteaba con


malicia casual.

“Aquí, te daré una opción”.

“¿Qué quieres decir?”.

Oscar preguntó sospechosamente.

“Levantaste una mano contra un caballero templario. Además de eso,


robaste las ofrendas de Ehit. Un hereje como tú merece ser cortado en el
acto”.

“¿Tu punto?”.

“Abandona al mocoso”.

Oscar levantó una ceja. Podía ver exactamente a dónde iba el caballero
con esto. No le gustó ni un poco.

“Él es familia, ¿verdad? Bueno, abandónalo y ruega por tu vida. Reza por
el perdón de Ehit. Si lo haces, consideraré dejarte vivir. Entonces, ¿qué va
a ser? ¿Desechar tu vida o tirar tu orgullo?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los hombros de los caballeros se sacudieron por una risa apenas


reprimida. No estaban enojados con su camarada por decir algo tan
insultante.

No, ellos lo estaban disfrutando. Pensaron que tenían una ventaja


abrumadora, y la estaban usando para tratar de atormentar a Oscar.

Querían verlo comparar la vida de Ruth con la suya. Querían saber qué
clase de persona era realmente.

“Cielos... nunca me di cuenta de que los caballeros estaban tan podridos”.

“¿Qué fue eso? ¡Bastardo, te desafío a decir eso otra vez!”.

Oscar solo se encogió de hombros. Él no parecía estar en conflicto en


absoluto. Él había hablado con relativa suavidad, pero su voz se había
transmitido gracias a la acústica de la caverna. Los caballeros no esperaban
esta respuesta.

De hecho, estaban un poco impresionados por la confianza inquebrantable


de Oscar. Él les dio a los caballeros un pulgar hacia arriba.

“La Santa Iglesia, ustedes los caballeros templarios, todos los sacerdotes,
e incluso Ehit pueden chuparme la verga”. Él giró su mano de modo que
su pulgar estaba boca abajo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Qu-Qu-Qué fue eso?! ¡Maldito hereje! ¡Muere! ¡Se ejecutado! ¡Recibe


un castigo divino!”. La ira de los caballeros era increíble. Estaban tan
furiosos que apenas podían formar oraciones adecuadas. El primer
caballero desató su Crimson Javelin.

“¡Aniki!”. El grito de Ruth rebotó en las paredes.

La llameante lanza se precipitó hacia Oscar. Él podía sentir el calor


viniendo de ésta cuando se acercó a él.

“Desearía que hubieras hecho esto desde el principio en lugar de intentar


hacer esas preguntas y respuestas desagradables sobre mí”. Lo dijo, con su
voz completamente calmada.

“De ninguna manera...”. Los caballeros se tambalearon hacia atrás.

La jabalina se esparció, abrumada por un objeto brillante en las manos de


Oscar.

Era su paraguas.

El paraguas negro que había sacado de su casa. Él lo había mantenido


frente a él como un escudo, y había bloqueado por completo un hechizo
de fuego de rango intermedio.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Comenzaré contigo”. Un paraguas había bloqueado la magia. Los


caballeros todavía estaban luchando por comprender ese hecho, pero
Oscar no iba a darles tiempo para orientarse. Hubo un suave silbido, y algo
salió disparado de su paraguas.

“¡¿Guoh?! ¡¿Eso era una flecha?!”. De hecho, el paraguas de Oscar había


disparado una pequeña flecha de metal. Ésta se estrelló contra la armadura
pectoral del caballero que había disparado la Crimson Javelin.

“Pero algo como esto ni siquiera atravesará... ¡¿Ah?!”. La flecha había


tenido un poco de fuerza, pero en absoluto suficiente para perforar la
armadura del caballero. Por eso él pensó que no había nada de qué
preocuparse. Qué equivocado estaba él.

La flecha comenzó a emitir chispas, y una poderosa corriente eléctrica


fluyó hacia abajo y hacia el caballero.

Fue golpeado directamente por un rayo de clase intermedia. Incluso


alguien tan fuerte como él no podía entender eso.

“Gah...”. Se dejó caer al suelo, humo blanco saliendo de su armadura.

Oscar dobló su paraguas. En ese estado, parecía más un bastón.

Hubo un momento de silencio.

“¡Bastaaaaaardo!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Te maldigo, hereje!”.

Después de lo cual, los caballeros cargaron todos a la vez.

A pesar de estar en armadura, eran rápidos. Uno de ellos estaba solo a unos
pies de Oscar ahora.

Oscar arrojó el dobladillo de su abrigo hacia atrás, revelando una funda


atada a su muslo. Sacó los cuchillos arrojadizos almacenados y los arrojó
a los caballeros.

Golpearon el suelo pulgadas delante de los caballeros.

“Ja, tonto. Fallaste—”. Los cuchillos explotaron, interrumpiendo la burla


del caballero y enviándolos a todos hacia atrás.

Este era otro de sus Artefactos, Combustion Blades. Él había hecho sus
propias armas encantadas en miniatura. Las armas encantadas eran, como
su nombre lo sugería, armas mágicamente mejoradas. La mayoría eran
raras y valiosas para ser un tesoro nacional.

Oscar acababa de arrojar algunos como si no fueran nada. Cualquiera que


supiera lo que valían se habría desmayado por la forma casual en que
Oscar desperdició esas valiosas armas, pero para él, esto no era nada. Él
hacía objetos de ese nivel en su tiempo libre para divertirse.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Las explosiones habían desorganizado la formación de los caballeros.


Oscar esquivó ágilmente a su alrededor.

“Realmente deberías prestar más atención a tus pies”. Enganchó su


paraguas a los pies de un caballero y lo derribó.

“¡¿Whoa?!”. El caballero cayó de rostro.

Los otros caballeros rápidamente reformaron sus filas y cargaron.

Oscar se giró hacia los caballeros y les entregó sus gafas. Emitieron un
cegador destello de luz. Este era otro de sus Artefactos, Obsidian
Spectacles. Había preparadó una multitud de características en el marco y
lentes. Una persona como él no usaría solo gafas viejas.

"¡Mis ojoooooos!”. Mientras los caballeros daban vueltas, Oscar sacó más
cuchillos arrojadizos y los lanzó. Estos no explotaron. De hecho, una sola
mirada fue suficiente para decir que eran diferentes de los anteriores.
Mientras volaban por el aire, los cuchillos comenzaron a brillar al rojo
vivo.

Estas eran otra de sus armas encantadas, los Heater Knives. Cortaron la
armadura de los caballeros como, bueno, un cuchillo caliente a través de
la mantequilla. El calor derritió cualquier carne con la que entró en
contacto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Parecía que su armadura acababa de pasar por una explosión de horno. El


calor fue tan grande que también derritió los cuchillos, y los caballeros
gritaron de dolor mientras el metal fundido los quemaba hasta la muerte.

Los caballeros restantes retrocedieron asustados, pero Oscar ni siquiera los


miraba. Su enfoque estaba en el caballero en la parte posterior. El que
estaba cantando un hechizo.

“¡Muere, monstruo!”. El caballero que Oscar había hecho caer antes se


puso de rodillas y cortó a los pies de Oscar.

Oscar estiró su mano izquierda hacia el caballero que cantaba mientras


bloqueaba expertamente el golpe del caballero con su paraguas.

Hubo un inesperado ruido metálico cuando la espada se estrelló contra el


paraguas de Oscar.

“¡¿Qué tipo de paraguas es ese?!”. Era, por supuesto, otro Artefacto. Éste
había sido encantado con el fortalecimiento de cuerpo, y hecho de una
aleación de los metales más duros en existencia.

Naturalmente, él no le dijo eso al caballero. Tampoco era solo el mango el


que era súper duro. La parte que se suponía debía evitar el agua, y
normalmente estaba hecha de tela, también estaba compuesta de malla de
metal. Todo pesaba unos sólidos ocho kilogramos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Era una gran y contundente arma. Oscar no sentía su peso, ya que estaba
usando el fortalecimiento de cuerpo, pero el caballero definitivamente lo
sentía.

Oscar quebró su muñeca, moviendo el paraguas en su mano. Luego,


golpeó el mango en el cuello del caballero.

“¡Uwah, ¿qué de?!”.

“¡¿Guaaah?!”.

El golpe envió al caballero al camino de otro caballero, que iba de apuñalar


a Oscar. En cambio, terminó apuñalando a su camarada.
Desafortunadamente, el caballero había fortalecido su espada con magia
de luz, con la esperanza de acabar con Oscar de un solo golpe. Su espada
fortalecida golpeó a través de la armadura de su camarada, matándolo
instantáneamente.

El caballero en la espalda gritó al mismo tiempo.

Los pocos caballeros que quedaban se dieron vuelta para ver que él había
sido desnudado y atado de pies a cabeza en esbeltas cadenas.

Había un lingote de algún tipo de metal a sus pies, y humo blanco se


levantaba de su cuerpo.

Luego de una inspección más cercana, los caballeros notaron chispas


eléctricas que corrían por las cadenas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Las cadenas habían sido enviadas por Oscar, por supuesto. Cuando él
apuntó con su brazo izquierdo hacia el caballero, las cadenas habían salido
de la manga.

Otro de sus Artefactos, Metamorph Chains. Normalmente, los Sinergistas


solo podían transmutar cosas que tocaban directamente, o cosas que
estaban a una corta distancia de lo que estaban tocando directamente. Las
cadenas ayudaron a superar esa restricción. Estaban hechas de piedra
espiritual, por lo que él podía controlarlas de forma remota, y le permitían
a Oscar transmutar con precisión todo lo que tocaban.

Tal hazaña divina solo era posible mediante la combinación de las


extraordinarias habilidades de transmutación de Oscar y los Artefactos que
él había creado.

Sin un hechizo, Oscar había transmutado la armadura del caballero en


lingotes de metal, y luego activó la magia de relámpago con la que había
hechizado sus cadenas.

“¡Acábenlo con magia!”. Ellos se dieron cuenta ahora de que él tenía una
gran cantidad de armas. Cuatro de ellos ya habían sido asesinados. Este ya
no era el momento de actuar engreídos. Tenían que tomar esta amenaza en
serio.

Cayeron en una formación adecuada. La vanguardia lo mantendría a raya


mientras la retaguardia preparaba sus hechizos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

En el tiempo que tardaron en llegar a la formación, Oscar sacó otros tres


cuchillos arrojadizos y los lanzó a la retaguardia.

“¡No creas que eso funcionará en nosotros otra vez!”.

La vanguardia apartó sus cuchillos. Como estos cuchillos no habían


comenzado a calentarse, los caballeros habían supuesto que eran del tipo
explosivo. Habían pensado que podrían resistir la explosión y se
arriesgaron a golpearlos.

Su juicio instantáneo fue verdaderamente digno de alabanza. Si esto


realmente hubiera sido uno de los mismos cuchillos que Oscar había
arrojado antes, incluso podría haber sido un buen plan.

“El pronóstico para hoy es lluvias locales con una posibilidad de granizo.
Tengan cuidado cuando se dirijan a la clandestinidad”. Oscar levantó su
paraguas sobre su cabeza. Éste brillaba dorado con su maná, y un segundo
después, el agua comenzó a rociar desde el dosel del paraguas.

Era una vista extraña, ver un paraguas crear lluvia en vez de protegerse
contra ésta. Sin embargo, los caballeros no le prestaron atención, y
cargaron hacia adelante después de juzgar que el agua no era una amenaza.

“Cuiden su paso”.

“¡¿Magia de hielo?! ¡¿Cuándo la lanzó?!”.

“¡Los cuchillos! ¡Estaban encantados!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Bingo. Los cuchillos que él había arrojado esa vez eran las armas
encantadas, Ice Daggers. Congelaban el área alrededor de lo que sea que
golpearan. El agua en que Oscar las había empapado había amplificado su
efecto.

Los tres caballeros de la vanguardia tenían sus piernas congeladas y no


podían moverse.

“¡Pero ahora estás acabado!”. La retaguardia había terminado de cantar


sus hechizos.

Tenían sus espadas en alto, sus cuerpos rodeados por un radiante halo de
maná. Su objetivo no era Oscar, sino Ruth. De esa forma, Oscar no podría
esquivarlo.

“¡Toma esto, hereje! ¡Tiembla ante el poder de la última técnica de los


caballeros templarios!”. Oscar se arrodilló frente a Ruth y sacó su
paraguas. Era hora de ver si su escudo podía resistir el ataque más fuerte
de los caballeros templarios.

“¡Celestial Flash!”. Esta era la técnica por la que los caballeros eran más
conocidos. Tres ondas de choque envueltas en la furia de Ehit se
precipitaron hacia Oscar. Ser capaz de usar esta habilidad era el requisito
para convertirse en un caballero templario.

Celestial Flash era un hechizo de luz de rango avanzado. Era tan poderoso
que podía romper barreras de rango similar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Y Oscar encaraba tres al mismo tiempo. Todos esperaban que él muriera.

“¡Aniki!”.

“Está bien”.

Ruth estaba asustado, pero Oscar estaba tan calmado como siempre.

Booooooooom... Las ondas de luz se estrellaron contra su paraguas.


Había surcos en el suelo por donde habían pasado.

“Ese hechizo puede derribar incluso las barreras de rango avanzado. No


me importa si hiciste ese paraguas de Azantium. ¿No hay forma de que
puedas tomar tres de esos a... ¿la vez?”. El caballero bajó su espada
mientras hablaba. Al final, su voz tembló.

“Esta es la primera vez que pruebo esto contra el Celestial Flash de un


Caballero Templario, pero debería haber sabido que el Hallowed Ground
podría soportarlo. Valió la pena gastar tres días enteros en la elaboración
de esto”. Oscar quedó completamente ileso. Su paraguas ni siquiera estaba
rayado. De hecho, brillaba más brillante de lo que lo habían sido los
Celestial Flashes.

Él lo había encantado con el hechizo de barrera más fuerte conocido por


el hombre, Hallowed Ground. Le había llevado tres días enteros encantar
su paraguas de Azantium con ello. Él no tenía aptitud para la magia de luz

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

o magia defensiva, por lo que le había llevado mucho más tiempo que
cualquier otra cosa, pero el resultado fue el escudo más fuerte jamás visto.

El paraguas no solo estaba hecho de Azantium, tampoco. Era una aleación


compuesta que también incluía piedra de sellado. La aleación sola era casi
indestructible. Combinada con un hechizo de barrera, se hizo
verdaderamente invencible.

“Imposible... ¡No ninguna manera! ¡¿Qué, en nombre de Ehit, eres tú?!”.


El hielo que sostenía a la vanguardia en su lugar se había derretido, y en
su pánico, los caballeros se prepararon para atacar nuevamente. Habían
perdido su capacidad de pensar correctamente después de ver a Oscar
casualmente encogerse de hombros de su ataque más fuerte.

Oscar tranquilamente cerró su paraguas y se levantó. Entonces, sostuvo el


mango con ambas manos y lentamente bajó la punta.

“Solo soy tu Sinergista promedio”, él dijo mientras golpeaba la contera del


paraguas contra el suelo de piedra.

Enormes grietas se extienden desde el punto de impacto.

“¡R-Retirada! Retiraaa—”. El caballero líder tenía un muy mal


presentimiento sobre esas fisuras y dio la orden de retirarse, pero ya era
demasiado tarde. Mientras se movía por el campo de batalla, Oscar había
transmutado ciertos puntos en el piso. Debajo de una delgada capa
superficial de roca, el suelo se había transformado en granos gruesos,
incluso más finos que la arena.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Esa delgada capa de roca no fue capaz de soportar el peso de los caballeros,
y se desmoronó debajo de ellos. Todos cayeron en la trampa de arena que
Oscar había montado a su alrededor. En realidad, era lo suficientemente
poco profundo como para que pudieran intervenir, pero estaban tan
asustados que parecían marineros ahogándose.

“Tos... ¡Bastardo! No pienses que tos... podrás tos... ¡escapar de esto!”.

“Transmuta”. La voz de Oscar era implacable. El pozo de arena estaba


rodeado de luz dorada. Poco a poco comenzó a unirse de nuevo en la piedra
dura.

Al darse cuenta de lo que les estaba pasando, los caballeros se acercaron


desesperadamente hacia Oscar.

“N-No, por favor, perdona—”.

“¿Valorarás la vida humana más que la voluntad de Ehit? Podría


considerar dejarte vivir si lo haces”. Era difícil decir si él estaba tratando
de vengarse de los caballeros por darle dos opciones irrazonables, o si
realmente deseaba que se dieran cuenta del error de sus caminos.

Sin embargo, no importaba, ya que los caballeros eran demasiado tercos


para cambiar sus caminos.

“¡Nada es más importante que la voluntad de Ehit! Tos... ¡¿Cómo no


puedes darte cuenta de eso?! Si te arrepientes de tus pecados ahora, tal vez

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

sigas siendo—”. Oscar pensó que al principio pedían perdón, pero parecía
que en realidad intentaban decir “el perdón está todavía al alcance de ti”.

“Ni siquiera quería considerarlo, ¿huh?”, murmuró Oscar en voz baja para
sí mismo mientras sellaba a los caballeros en su tumba de piedra.

Una vez que la acción fue hecha, él exhaló un suspiro de cansancio. Había
sido la primera vez que enfrentaba a caballeros templarios, y en realidad
había estado bastante nervioso.

Sin embargo, ahora se relajó, y por eso no se dio cuenta de la figura que
se había escondido en el pasillo, ni se dio cuenta cuando salió corriendo.

Ruth miró con asombro cómo Óscar enterraba vivos a los caballeros
templarios.

Él no estaba confundido por la fuerza increíble de Oscar. No, de hecho,


una sensación de felicidad que él no podía describir se desbordó dentro de
él.

El hermano que había admirado durante tanto tiempo realmente no era un


perdedor. Tuvo el coraje de venir aquí solo, solo para rescatar a su familia.
Y sus habilidades Sinérgicas fueron incluso mayores de lo que Ruth había
pensado inicialmente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Era tan fuerte que incluso los caballeros templarios no podían vencerlo.
Ruth era un joven Sinergista, por lo que podía decir que las habilidades de
Oscar sobrepasaban las de cualquier Sinergista normal.

No, sobrepasar no era el término correcto. Él había sido capaz de


transmutar piedra de sellado, un mineral que se suponía resistiría a la
magia. Él se dio cuenta ahora de que la escalera que conducía directamente
al primer piso había sido hecha por Oscar también. Debe haber sido la
forma en que llegó a Ruth tan rápido. ¿Qué tan bueno debe ser para
hacer una escalera de 65 pisos en unos segundos?

Esto era lo que significaba ser un maestro. Todas las diversas herramientas
que Oscar había usado para derrotar a los caballeros templarios eran obras
maestras de nivel Artefacto; y él las había hecho todas por sí mismo.

Ruth no sabía por qué Oscar había estado ocultando su talento todo este
tiempo, pero eso en realidad no importaba. ¡Aniki es incluso mejor de lo
que pensé que era! Eso era lo importante.

“Ruth, ¿estás bien?”.

“¡S-Sí! Aniki, lamento que te haya malinterpretado todo este tiempo...”.


Oscar acarició gentilmente la cabeza de Ruth.

“Está bien, Ruth. Fue mi culpa para empezar. De todos modos—”. Oscar
arregló la escalera que conducía al primer piso.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Estoy seguro de que los niños que avanzaron están preocupados por ti.
Ve a cuidarlos por mí”.

“Pero... quiero ayudarte... Vas a salvar a Dylan y los demás...”. él no podía


simplemente dejar a sus hermanos atrás. Pero más que eso, quería ayudar
a su hermano, para compensar el hecho de ser cruel con él todo este
tiempo. Quería perseguirlo como lo había hecho en el pasado. Oscar podría
decir esto por la mirada de Ruth.

En ese momento, la pareja oyó el ruido familiar de la armadura de placas.


Los caballeros habían sido demasiado confiados, y no se habían molestado
en solicitar respaldo cuando habían enfrentado a Oscar. Eso había sido una
gran ayuda mientras él había estado luchando, pero, por supuesto, otros
escuadrones debieron haber escuchado la conmoción.

“Date prisa y vete, Ruth”.

“Pero—”. Ruth miró hacia atrás y hacia adelante entre Oscar y la escalera.
Oscar sonrió sin temor, algo que Ruth nunca lo había visto hacer.

“Me haré cargo de Dylan y los otros, pero debes cuidar de esos niños. Eres
mi hermano menor, Ruth. Sé que puedes hacer esto”. Ruth podía decir que
Oscar solo estaba tratando de darle una forma de hacer que pareciera que
no estaba corriendo, pero después de que le dijeran todo eso, no había
forma de que él dijera que no. Subió las primeras escaleras y se giró hacia
Oscar.

“Aniki. Gira a la derecha en la bifurcación por la que pasamos. Desde allí,


sigue el camino con el techo bajo hecho de flamrock. Luego, ve a la

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

derecha donde las paredes están hechas de shtar estratificado. Después de


eso, sigue el túnel de taur y blastrock. ¡Luego, gira en la esquina donde se
astilla el resplandor verde! ¡Ahí es donde el edificio al que nos llevaron
está! ¡Mantén a Dylan y los demás a salvo!”. Con eso, dio media vuelta y
corrió escaleras arriba.

Oscar estaba un poco sorprendido de cuán detallada era la descripción de


Ruth. Aun así, rápidamente cerró la entrada a la escalera, transmutándola
para que se vea exactamente como la pared que la rodea.

“Él realmente es mi hermano menor. Crecerá y será un buen Sinergista.


Oscar giró su paraguas. Sonrió, orgulloso de lo mucho que había crecido
su hermano, y corrió por el pasillo, siguiendo las instrucciones de Ruth.

Encontró a varios caballeros templarios en su camino. Algunos los derrotó


con sus Artefactos, otros los enterró en las paredes, y otros de los que
huyeron al transmutarlos a través de las paredes.

Finalmente, vio un brillo en la distancia. No es el brillo natural del


resplandor verde, sino la suave luz de las linternas.

“¡Ah!”. Oscar se escondió rápidamente detrás de una cercana roca.

La razón por la cual fue simple. El pasaje daba a una sala en forma de
cúpula con un techo de veinte metros de altura. Había un edificio
ornamentado en el centro, y un verdadero ejército de caballeros templarios
que lo protegían.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Había al menos treinta de ellos. A juzgar por el tamaño del edificio, la


cantidad de cobertizos de almacenamiento diseminados a su alrededor, y
la valla que rodea el complejo, Oscar supuso que no era una instalación
común.

Tiene sentido que la mayoría de ellos estuvieran aquí si reciben informes


de que hay un intruso suelto. No me arrepiento de haber hecho lo que hice,
pero realmente debería haber sido más rápido al respecto... Ahora bien,
¿cómo manejar esto? ¿Debo simplemente transmutar un túnel
subterráneo que conduzca directamente al edificio?

Antes de que pudiera poner su plan en acción, sin embargo, fue


descubierto.

“Sal aquí, hereje. Sabemos que te estás escondiendo”. Una vieja y canosa
voz resonó por la habitación.

Supongo que me encontraron.

Por supuesto, él no tenía ninguna razón para mostrarse realmente.


También podía oír a los hombres cerrarse desde atrás. Era hora de
esfumarse. Puso sus manos en el suelo, preparándose para transmutarse un
nuevo escondite.

Lamentablemente, las cosas no salieron según lo planeado. De hecho,


sucedió lo peor posible...

“Viniste a robarnos a este niño, ¿verdad?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Ah!”. Escalofríos recorrieron la columna vertebral de Oscar.


Tímidamente asomó su cabeza.

“Oh no—”. Uno de los hombres tenía a Corrin por la nuca de su cuello.

¿Por qué? ¿Cómo? ¿Sabían que Corrin era una de sus hermanas? ¿Pero
cuando se enteraron? ¿Y quién les dijo? Esas preguntas giraron en su
mente.

Su confusión era comprensible. Sus enemigos no deberían haber sabido


quién era él. ¿Asumieron que él estaba allí para llevarse a todos los niños
y que habían elegido un rehén al azar? No. No hubieran dicho “este niño”
si eso fuera cierto.

No solo sabían quién era Oscar, sabían a quién era cercano.

¿Dónde me equivoqué? Él había derrotado a todos los caballeros con los


que se había cruzado, o había huido de ellos antes de que le vieran bien el
rostro. O al menos, pensó eso. Parecía que sus contramedidas no habían
sido perfectas.

Hizo clic en su lengua con impaciencia y salió detrás de la roca. Corrin


sonrió cuando vio a Oscar.

“Ah, Onii— ¡Ow!”. Antes de que ella pudiera terminar su frase, el hombre
que la sostenía la apretó más fuerte en su cuello. Su rostro se retorció de
dolor.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Deja de atormentar a los niños pequeños. ¿No te queda ni una pizca de


humanidad?”.

“¿Qué sabe un hereje como tú sobre la humanidad? Conoce tu lugar, tú,


quién fracasado del Taller Orcus”.

Intercambiaron insultos. Oscar se sorprendió de la cantidad de


información que habían reunido sobre él. Se ajustó sus gafas para ocultar
su sorpresa. Y, al mismo tiempo, examinó al hombre.

Su rostro tenía más arrugas de las que podía contar. Era obvio que era
viejo. Sin embargo, las llamas de ambición todavía ardían brillantemente
en sus ojos. A pesar de lo viejo que era, parecía que su ansia de poder no
se había desvanecido en lo más mínimo.

Sus ropas, también, se destacaban. Estaban hechas de tela de alta calidad


y estaban decoradas ornamentadamente. Era claramente una prenda de
sacerdote. No un sacerdote de bajo rango o un hábito de cura tampoco.

Estas eran las túnicas de un obispo... El Obispo de Velka para ser exactos.

“Esas ropas, y ese rostro... Recuerdo quién eres ahora. Entonces tú fuiste
el que estaba detrás de los secuestros, Forneus Abyssion”. Aunque no era
creyente, Oscar aún se había unido a la Santa Iglesia para evitar levantar
sospechas. Pero no había sido capaz de soportar su doctrina, y rara vez
había mostrado su rostro. Aun así, tenía un vago recuerdo del obispo de
las pocas veces que él había ido.

187
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los ojos de Forneus se entrecerraron con ira. No podía creer que Oscar
hubiera tardado tanto en recordar a su propio obispo.

“Eres un triplemente maldito hereje. ¿Cómo te atreves a olvidar el rostro


de tu exaltado obispo? ¡Un crimen tan atroz merece la muerte!”.

Seguramente hay muchos crímenes castigados con la muerte según la


Santa Iglesia... El obispo continuó hablando sobre cuán peligrosos eran
los herejes, cuán maravillosa era la Santa Iglesia, y cómo había sido
ordenado por Ehit para esta santa misión. Oscar lo ignoró por completo.

Él había provocado al obispo en primer lugar para comprarse algo de


tiempo. Durante el vocifero del obispo, él había transmutado el terreno
debajo de ellos, convirtiendo el terreno en su ventaja. Luego,
silenciosamente envió sus Metamorph Chains, colocando trampas en
varios lugares.

Oscar sostuvo su paraguas con ambas manos como una espada, con la
punta apuntando al suelo. Su pose parecía majestuosa, como un Caballero
de pie frente a un retador. Mantuvo su mirada fija en Corrin todo el tiempo.

No te preocupes, Corrin, te salvaré.

¡Bien, Onii-chan! No necesitaban palabras para comunicarse entre ellos.


Corrin estaba asustada, pero tenía fe absoluta en que Oscar la salvaría. Ella
logró una sonrisa débil.

188
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Una voz familiar y aterrorizada interrumpió el discurso del obispo.

“¡L-Lord Obispo! ¡Su glorioso sermón se desperdicia en este inútil


plebeyo! ¡Mátelo y termine con ello! ¡Mientras sostenga a la niña, él no
puede defenderse!” Ellos estaban tratando de reducir el tiempo que Óscar
había comprado en breve.

Sin embargo, escuchar esa voz finalmente hizo que Oscar entendiera la
verdad de la situación. Se dio cuenta de por qué Forneus había sabido tanto
sobre él, y también por qué Forneus había tomado como rehén a Corrin.
Además, lo más importante de todo, finalmente sabía exactamente por qué
sus hermanos y hermanas habían sido capturados en primer lugar.

Son ellos. Las personas que le habían dicho a Oscar que habían visto
paseando por el distrito residencial.

“Eres la única razón por la que puedo pensar para que vengan aquí”. Oscar
recordó las palabras que el aventurero le había dicho.

Entonces así es como es. Maná amarillo dorado se arremolinaba alrededor


de Oscar.

“Entonces tú eres el responsable de herir a mi familia”.

“¡¿Hiii?!”.

“Uwaaah...”.

189
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“N-No, nosotros estamos...”. Ping, Torpa y Raul dieron un involuntario


paso atrás.

Los ojos de Oscar ardieron de ira cuando la luz se envolvió alrededor de


él. Su ira los golpeó como una fuerza física. Incluso algunos de los
caballeros templarios se resistieron.

Él tenía mucho más maná que cualquier humano que hayan visto antes.

Oscar aún no había terminado todas sus preparaciones, pero no podía


contener su enojo por más tiempo. Parecía tranquilo, pero cuando vio por
primera vez a Corrin como rehén, ya estaba furioso. Y luego, cuando
Forneus comenzó a hablar, apenas se había mantenido a raya, pero la
aparición de Ping y sus compinches lo había llevado al límite. Lo que lo
empeoró fue que habían hecho todo esto debido a un pequeño
resentimiento.

Debido a estos tres tontos bravucones, la familia de Oscar había sido


puesta en peligro. Parecía que su acto de perdedor les había hecho pensar
que podían caminar sobre él. Y así, él estaba furioso no solo con ellos, sino
consigo mismo por permitir que esto sucediera.

“¡¿Cómo estás usando tu maná así?! No me digas que eres— ¡Ngh,


maldito hereje! ¡¿No te importa lo que le pase a ella?!”.

Corrin gritó cuando Forneus la arrastró más cerca. Él sacó una piedra
mágica del tamaño de su dedo meñique y la sostuvo en la boca de Corrin.

190
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar no tenía idea de qué se trataba, pero eso no importaba.

Él sacó su paraguas negro. Forneus y los caballeros todavía estaban


atónitos por la monstruosa cantidad de maná que salía de él, por lo que
fueron lentos para reaccionar. El paraguas absorbió todo su maná y desató
un vendaval increíblemente poderoso.

Su Artefacto, Black Umbrella, tenía múltiples habilidades. Este era el


sexto de ellos— Godstorm.

“¡¿Nuwaaaaaah?!”.

“¡¿Kyaaa?!”.

La tormenta de viento era lo suficientemente potente como para enviar


incluso a los caballeros templarios a volar. No había forma de que Ping,
Corrin y el obispo pudieran resistirlo. Sin embargo, Corrin se quedó donde
estaba. Las cadenas de Oscar habían salido del suelo y evitaban que ella
volara. Aun así, el viento la había levantado y ella gritó cuando el vendaval
la levantó en el aire.

Las cadenas chocaron entre sí mientras volvían a la mano de Oscar.

“Es... Bueno, no está bien, pero ahora estás a salvo, Corrin”.

“¡Waaaaaah, O-Onii-chan!”.

191
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar recuperó a Corrin y la abrazó con fuerza. Ella lo abrazó, sus ojos
aún giraban.

Una vez que el mareo se desvaneció, miró a Oscar y sonrió. Ella no tenía
dudas de que sus brazos eran el lugar más seguro del mundo.

“¡Mátenlo! ¡Quiero su cabeza en una pica en este instante! ¡Castiguen a


ese hereje!”.

El obispo y sus caballeros habían sido golpeados bastante por la Godstorm


de Oscar. Las ropas que alguna vez fueron finas del obispo estaban
manchadas de barro y escombros.

Los caballeros cargaron hacia Oscar.

Pisoteó en el suelo frente a él, Corrin lo sostuvo en un brazo. El suelo


brillaba con luz, y en segundos se había transmutado en una gruesa pared
de piedra.

“¡Estás retrasando lo inevitable!”. Uno de los caballeros alzó su espada y


comenzó a cantar. Él podría romper una barrera como esa en un instante.
A juzgar por la luz que corría por su espada, Oscar supuso que estaba
lanzando Celestial Flash. Entonces él simplemente cortará a través de
eso.

“Lo siento, pero esto no es en realidad una barrera”, murmuró Oscar, luego
empujó su paraguas contra la pared.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Hubo un estruendoso rugido.

Un segundo después—

“¡¿Gwaaah?!”.

“¡Mierda, ¿cómo casteó algo tan poderoso en un instante?!”.

“Ngh... ¡¿Qué en el nombre de Ehit es ese paraguas?!”. Los caballeros


gritaron de dolor y confusión.

Cuando él había clavado su paraguas en la pared, había creado una onda


de choque que había destrozado la pared y había lanzado trozos de piedra
hacia los caballeros.

Esta era la segunda habilidad de su paraguas— Wall Blast. Él utilizó una


fusión de magia de viento y fuego para crear una rafaga explosiva.
Normalmente, esa explosión tenía la intención de derribar los ataques
enemigos, pero Oscar la había combinado con su transmutación para
convertirla en un hechizo ofensivo también. Le había llevado casi medio
mes encantar su paraguas con el hechizo.

La onda de choque ardiente y el aluvión de rocas que lo acompañaban


destruyeron la formación de los caballeros.

“¡Corrin, agárrate fuerte!”:

193
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡B-Bien!”. Corrin se aferró al cuello de Oscar mientras él clavaba su


paraguas en el suelo ante él.

El suelo a unos metros delante de él se congeló.

Esta era la cuarta habilidad de Black Umbrella— Flash Freeze. Este era
solo una escala directa del hechizo de hielo intermedio, Flash Freeze.
Mientras él mantuviera el hechizo, congelaría todo en un área determinada
frente a la dirección que estaba encarando.

“¡Esta vez no!”. Los caballeros no sabían lo que Oscar estaba haciendo,
pero no estaban esperando averiguarlo. Los que aún estaban en pie
lanzaron Crimson Javelins contra él. Oscar se encontró frente a un fuego
cruzado de lanzas mágicas.

Utilizando sus Onyx Boots para mejorar la fuerza de sus piernas, Oscar
saltó hacia adelante. Las jabalinas chocaron contra la pared detrás de él,
explotando en un torrente de llamas.

Los caballeros le dispararon otro bombardeo, y esta vez Oscar dobló su


espalda justo antes de que las jabalinas golpearan, haciéndolas pasar
inofensivamente sobre su cabeza.

Normalmente, inclinarse tanto hacia atrás lo habría hecho caerse, o al


menos haberlo hecho detenerse para recuperar el equilibrio. En cambio, el
suelo sobre el que se había congelado le permitió seguir deslizándose.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Maldición, alguien deténganlo!”. Los caballeros observaron mientras


Oscar se deslizaba por el campo de hielo que se había hecho. Él se movió
a un ritmo alarmantemente rápido. Cada vez que parecía quedarse sin hielo
para deslizarse, su paraguas hacía más para él.

Los caballeros le lanzaron hechizos, pero resultó difícil de golpear. Su


velocidad y postura poco ortodoxa le ayudaron a evitar cada hechizo
lanzado en su camino.

Eventualmente, su deslizamiento salvaje lo llevó directamente a Forneus.

“¡Hiii! ¡Aléjate de mí! ¡Tontos, hagan algo contra él!”. Las piernas de
Forneus cedieron, y él cayó hacia atrás.

“No te dejaré— ¡Celestial Flash!”. Una onda de luz dividió el terreno entre
Oscar y Forneus. Dejó profundos surcos en el suelo.

Sin embargo, Oscar volvió a ponerse de pie y saltó al aire.

“¡Tonto, estás acabado ahora!”.

“¡No puedes esquivar en medio del aire!”.

Dos caballeros más desataron sus Celestial Flashes. Ellas llegaban a Oscar
de ambos lados, atrapándolo en un ataque de pinza.

“En realidad, puedo”. Oscar no parecía preocupado en absoluto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él saltó por segunda vez, impulsándose incluso más alto en el cielo.

Esta fue otra característica de sus Onyx Boots, Footholds of Light. Él había
encantado las botas con uno de los hechizos de luz más básicos, Holy
Shield. Excepto que había revertido el efecto, permitiendo que sus botas
crearan plataformas hechas de luz para saltar, incluso en medio del aire.

“¡¿Que de?!”.

“¡Imposible!”.

Las Celestial Flashes se cruzaron por debajo de él y se estrellaron contra


las paredes opuestas.

Oscar bajó su paraguas hacia uno de los caballeros, haciendo que las
cuchillas de viento salieran disparadas de ésta. La armadura del caballero
lo salvó de la muerte instantánea, pero las cuchillas de viento eran lo
suficientemente poderosas como para cortar el metal y dejarlo sangrando.

Entonces, Oscar aterrizó justo al lado de Forneus.

“No te muevas. Mueves incluso un dedo y te corto la cabeza”.

“B-Bastardo, ¿quién crees— ¡Hiii!”. Forneus intentó protestar, pero


rápidamente cayó en silencio cuando Oscar transformó la punta de su
paraguas en hojas y las apoyó contra su cuello.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ustedes, caballeros, no quieren que muera su obispo, ¿verdad? Entonces


es mejor que no se muevan. Ping, tú también”. Los caballeros se
congelaron en su lugar. Ping y sus compinches habían intentado
escabullirse en la confusión. Sin embargo, se congelaron de terror cuando
las cadenas de Oscar estallaron en el suelo frente a ellos.

Después de ver a Oscar derrotar a un escuadrón completo de caballeros


con una pequeña niña en sus brazos, estaban absolutamente aterrorizados
de él.

“Ahora bien, Obispo Forneus... Dígame”.

“¿D-Decirte qué?”.

“¿No es obvio? Dónde están Dylan y Katy. Los otros dos niños que robó
del orfanato. En realidad, si tienes otros niños, libéralos también”.

“¿Librarlos?”. Forneus había estado temblando de miedo hasta este


momento, pero un borde de ira se deslizó de su voz.

“Sí, me escuchaste. No tengo idea de lo que planeas hacer con ellos, pero
sea lo que sea, no puede ser bueno. Devuelve los niños de la ciudad a sus
padres”.

Forneus hizo una protesta, pero luego dudó. Después de un segundo de


deliberación, una sonrisa de odio dividió su rostro y él asintió.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Muy bien. Estos niños fueron elegidos para este deber por el mismo Ehit.
No hay nada por qué “liberarlos” de ello... Aun así, si realmente quieres
verlos tan desesperadamente, los traeré. ¡Disfruta de tu pequeña reunión!”.

“¿Qué estás tramando?”.

“Solo estoy aquí para ver tu emotiva reunión. ¡Mira cómo tu familia se ha
transformado en parte del ejército leal de Ehit!”. Los ojos de Forneus se
abrieron de par en par. Su mirada no estaba dirigida a Oscar, sino a uno de
los caballeros.

“¡No te muevas!”. La advertencia de Oscar era innecesaria. El caballero


no estaba tratando de moverse. Sin embargo, su boca se había estado
moviendo todo este tiempo. Sin embargo, como su casco cubría su rostro,
Oscar no se dio cuenta. Tampoco había notado el círculo mágico grabado
en el interior del casco del caballero brillando.

Él había estado usando Telepathy para comunicarse con las personas


dentro del edificio.

Desconocido para Oscar, ellos ya habían desatado el arma definitiva. Y


entonces, su advertencia llegó demasiado tarde.

El caballero no se movió, pero la puerta del edificio sí. Crujió al abrirse.

“¡Grooooooooorrr!”. Y, desde atrás, la voz de una bestia resonó por la


habitación.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Qué de?!”. Oscar se giró hacia la fuente del ruido, pero un terrón de
metal gigante llenó su visión.

“¡¿Ah?!”. Afortunadamente, él logró levantar su paraguas para defenderse


justo a tiempo.

El trozo de metal se estrelló contra su paraguas con un fuerte ruido sordo,


y el impacto le recorrió su brazo. La fuerza de eso lo envió volando hacia
atrás.

Si no hubiera reforzado su paraguas, y si éste no hubiera pesado ocho


kilogramos, Oscar dudaba de que hubiera sido capaz de bloquear el trozo
en absoluto. Incluso si hubiera salido vivo del impacto, podría haber
matado a Corrin.

Corrin gritó, y Oscar envió sus cadenas corriendo por el suelo.

Transmutó remotamente el suelo debajo de ellos para amortiguar su caída.


Luego, usando los hechizos de Footholds of Light y Updraft de sus botas,
que las había hechizado para ajustar su posición en medio del aire, aterrizó
sobre su espalda, protegiendo a Corrin. Su abrigo amortiguó aún más el
impacto, haciendo que el aterrizaje fuera perfectamente suave.

Finalmente, rodó hacia atrás y se puso de pie, clavando la punta de su


paraguas en el suelo para detenerse.

“¡Raaaaaaaaah!”. Escuchó otro rugido, este mucho más cerca.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Eh?! ¡Habilidad diez, Hallowed Ground! ¡Actívate!”. Normalmente,


Oscar no necesitaba llamar el nombre de sus habilidades para activarlas,
ya que podía controlar el maná directamente y todo. Sin embargo, estaba
tan nervioso que olvidó todo eso y lo llamó de todos modos.

Lo que fuera que habían sacado era increíblemente rápido. Logró


mantenerse al ritmo de Oscar después de mandarlo a volar. Luego, siguió
sin piedad con otro ataque.

La luz dorada rodeaba su paraguas, y una barrera en forma de cúpula lo


rodeaba.

Golpes tan poderosos como para sacudir la tierra. Tres de ellos en total.

Parecía que había más de uno de lo que Oscar estaba enfrentando. Espadas
y mazas se estrellaron contra su barrera, y pequeñas grietas se formaron
en los puntos de impacto.

“¡Ngh! Tan fuerte... ¡¿Quién demonios son ustedes?!”. Del otro lado de la
barrera, Oscar finalmente pudo ver bien a sus oponentes.

Ellos parecían humanos, pero en contraste de los humanos que había visto
antes. Sus músculos se hincharon, exhalaban columnas de humo blanco y
sus ojos estaban inyectados en sangre.

El que estaba directamente frente a Oscar fue quien lo envió volando desde
el principio. Estaba empuñando un martillo de guerra gigante, el cual
Oscar reconoció como el trozo de metal que había intentado matarlo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Sus golpes eran rápidos, poderosos y bien coordinados. Francamente,


superaban a los caballeros templarios en todos los sentidos. Incluso eran
maestros de sus armas elegidas. Oscar supuso que eran los guardias de
élite que Forneus había traído consigo.

Curiosamente, no podía sacudirse esta extraña sensación que tenía al


verlos. Por un lado, todos parecían demasiado jóvenes para ser soldados.
Todos parecen no tener más edad que los adolescentes. En realidad,
no, apenas superan los quince. Eran prácticamente muchachos.

Además, todo lo demás, aparte de sus armas, parecía estar hecho de


manera tosca. Olvidando la armadura de cuero, parecían vestidos
prácticamente en harapos. El mismo tipo de harapos que Corrin y Ruth
llevaban...

“¡Onii-chan!”. El grito de Corrin sacó a Oscar de sus reflexiones. Miró a


su alrededor y se dio cuenta de que todos los caballeros cantaban
poderosos hechizos. Parecía que estaban decididos a acabarlo allí mismo.

¡Deja de distraerte! ¡No olvides que estás protegiendo a Corrin en este


momento también! Oscar se reprendió mentalmente a sí mismo.

No importaba con quién estuviera luchando, eliminaría a cualquiera que


amenazara a su pequeña hermana.

“¡No me culpen por esto!”. Una ola de luz salió del paraguas de Oscar. Él
había activado Wall Burst. Los tres chicos que trataban de romper su
Hallowed Ground tropezaron hacia atrás.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Después de que lo hicieran, Oscar levantó su paraguas, disipó su barrera y


comenzó a girar el paraguas. El humo blanco se derramó de su punta.

Esta era la séptima de las habilidades de su paraguas— White Prison. El


humo era en realidad el hechizo de tierra de alto nivel, Petrification.

“¡Raaaaaah!”. Las piernas de los tres chicos estaban petrificadas, y ellos


rugieron en frustración.

Oscar saltó ágilmente sobre ellos. Un segundo después, un aluvión de


hechizos mágicos se estrelló contra el suelo en el que había estado parado.

Todo el túnel se sacudió por la fuerza de la explosión resultante. Un sudor


frío cayó sobre la espalda de Oscar cuando se dio cuenta de que los
caballeros estaban dispuestos a dañar a sus propios aliados para llegar a él.
Los tres chicos estaban lo suficientemente cerca como para ser afectados
por la onda de choque de la explosión.

Oscar aterrizó lejos. Dos sombras surgieron de la nube de polvo, que los
hechizos de los caballeros habían levantado, y se precipitaron hacia él.

Aunque estos chicos eran extremadamente poderosos y más hábiles de lo


que él había esperado, Oscar aún podía lidiar con ellos siempre y cuando
manejara las cosas con calma. En ese momento, la única opción de Oscar
era ir a por todas y aplastar el espíritu de Forneus, para que estuviera
dispuesto a escupir la ubicación de Dylan y Katy.

202
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Q-Qué están haciendo?”. Oscar ni siquiera intentó esconder su sorpresa


esta vez. Inmediatamente colocó otro Hallowed Ground cuando sintió que
los dos nuevos atacantes venían, pero cuando vio quiénes eran, su mente
se quedó en blanco.

Sacudido, Oscar gritó de nuevo.

“¡¿Qué están haciendo, Dylan, Katy?!”. Las dos personas que atacaron su
barrera en este momento eran de hecho Dylan y Katy. Dylan estaba
sosteniendo un cuchillo, mientras que Katy llevaba guanteletes con garras.

“¡Dylan! ¡Katy! ¡¿Qué sucede?! ¡Soy yo, Corrin! ¡¿No me reconocen?!”.


Corrin estaba tan sorprendida como Oscar.

Sin embargo, ni Dylan ni Katy respondieron. En cambio, simplemente


miraron a Oscar con los ojos en blanco, la sed de sangre que manaba de
cada poro.

Los caballeros lanzaron otro bombardeo de Gale Claws, Crimson Javelins


y Celestial Flashes contra Oscar.

“¡Mierda!”. Él maldijo en voz alta. Oscar pensó en lo que había sucedido


segundos atrás. Los caballeros no habían dudado en matar a esos chicos
junto con él.

Oscar disipó su Hallowed Ground y activó el destello cegador de sus gafas.


Mientras todavía estaban desorientados, usó sus Metamorph Chains para

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

agarrar a Dylan y Katy y arrojarlos lejos. Al mismo tiempo, saltó en la


dirección opuesta.

Apenas logró sacar a todos del camino a tiempo. Sin embargo, ahora Dylan
y Katy le estaban cargando de nuevo.

¡Sus vistas se recuperaron demasiado rápido! Las cosas no se veían


bien. Dylan y Katy se acercaron a él con pulidos movimientos.
Definitivamente no habían sido así antes. Su habilidad con sus armas era
increíble, dada su total falta de entrenamiento.

“¡¿Gwah?!”.

“¡Onii Chan!”.

Él obviamente no podía defenderse, pero sabía que esquivar sería difícil


desde su posición. Además de eso, necesitaba mantener a Corrin a salvo
también. Al final, fue forzado a recibir los golpes.

Los guanteletes con garras de Katy le arañaron el cuello, mientras que el


cuchillo de Dylan se clavaba en su costado y luego en su muslo. Fue solo
porque sus Metamorph Chains obstruyeron su objetivo que estaba incluso
vivo. Aun así, sus heridas fueron serias. Él estaba sangrando
abundantemente.

“¡Dylan, Katy, vuelvan a sus sentidos! ¡Soy yo, Oscar!”. Oscar saltó hacia
atrás con un salto encantado de Onyx Boots e intentó comunicarse con
Dylan y Katy.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Sin embargo, los dos no se detuvieron. Haciendo caso omiso de sus


palabras, cortaron las cadenas de Oscar. Luego, con una velocidad y
coordinación increíbles, lo persiguieron.

Era casi como si fueran personas diferentes. A los ojos de Oscar, no había
forma de que deberían haber sido capaces de moverse con tanta facilidad
práctica.

Pero aún... ¡Maldición, esos dos son definitivamente Dylan y Katy!


Los había vigilado toda su vida. No había forma de que Oscar los
confundiera.

Fue entonces cuando Oscar notó algo. Tanto el rostro de Dylan como el
de Katy estaban extrañamente enrojecidos. No solo eso, sino que tenían
los ojos inyectados en sangre y su respiración era más áspera que antes.

Lo que sea que estuvieran haciendo para fortalecerse les estaba pasando
factura a sus cuerpos, pero, aun así, ellos no se detenían.

“¡Gah! ¡Dylan, Katy, lo siento, pero esto va a doler un poco!”. Oscar clavó
su paraguas en el suelo. Se desplegó debajo de él, y la electricidad
comenzó a correr a lo largo de su superficie.

Esta era la novena de las habilidades de su paraguas— Spark Plasma.


Spark Plasma era uno de los hechizos de relámpago más fuertes.
Normalmente disparaba relámpagos de electricidad a los enemigos, pero
al combinar el hechizo con una superficie de metal, Oscar la había
transformado en una barrera eléctrica. Y, al ajustar la cantidad de maná en

205
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

el hechizo, también podría controlar el voltaje para aturdir en lugar de


matar.

Sin embargo, Dylan y Katy reaccionaron instantáneamente y salieron del


alcance efectivo de la barrera. Sin embargo, la factura de presionar sus
cuerpos hasta ahora estaba comenzando a mostrarse. Tropezaron al
aterrizar, cayendo sobre una rodilla. Peor aún, la sangre goteaba de sus
narices y boca.

“¡Dylan! Katy!”. Oscar gritó de nuevo. Él instintivamente trató de correr


hacia ellos, pero la pérdida de sangre también le había pasado factura. Sus
piernas se rindieron y cayó de rodillas. La falta de sangre lo dejó mareado.
Moverse como lo había hecho le hizo perder sangre más rápido también.

Ni siquiera tenía fuerzas para sostener a Corrin, así que la dejó caer. Ella
trató de ayudarlo a levantarse con lágrimas en sus ojos.

“Bueno, ¿estás disfrutando de tu reunión?”. Oscar se giró hacia Forneus,


quien estaba sonriendo con sadismo.

“¿Qué les hiciste, Forneus?”. Su tono era sorprendentemente plano. Corrin


se estremeció. Nunca antes había visto a Oscar así.

“Esto fue todo gracias a Su guía. Estos niños fueron elegidos. Se han
convertido en una parte fundamental del rebaño de Ehit. Ya ves, son la
base misma de lo que pronto será la Legión de Ehit”.

“¿Legión de… Ehit?”.

206
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar hizo un balance de la situación mientras hablaba. Él estaba rodeado


de caballeros templarios, y mientras Dylan y Katy ya no sangraban, sus
rostros todavía estaban enrojecidos. Por mucho que odiara hablar con ese
fanático charlatán, necesitaba exprimir toda información posible de
Forneus. Él tomaría cualquier pista que lo ayudaría a curar a su familia.

Sin embargo, Forneus había comprendido el plan de Oscar. Y entonces,


no se molestó en responder más preguntas. En cambio, sonrió y cambió a
un tema diferente.

“Me has sorprendido, Oscar. Pensé que eras solo otro hereje, ¡pero después
de mirar todos esos objetos mágicos tuyos, he cambiado de opinión!
¡Todos son de nivel Artefacto! No le creí a Ping al principio cuando me
dijo que habías derrotado a mis caballeros. Pensé que esas eran solo las
palabras de un cobarde... ¡Pero has demostrado que estoy equivocado!
Hiciste todos esos artículos, ¿verdad Oscar? ¡No puedo imaginar que seas
un perdedor, o un fracasado!”. Forneus abrió sus brazos, llevado por el
fervor de su propio discurso.

Ping, quien se había escondido detrás del edificio, asomó su cabeza y miró
odiosamente a Oscar.

“¿A dónde quieres llegar?”.

“Trabaja para mí, Oscar. Arrodíllate ante mí y profesa tu fe en Ehit.


¡Dedícate, cuerpo y alma, al servicio de nuestro gran lord!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Y si me niego?”. Oscar miró a Dylan y Katy. Desde que Forneus había
empezado a hablar, ellos no se habían movido. Su lealtad hacia él hizo que
Oscar se mareara. Al mismo tiempo, sin embargo, sabía cuál debería ser
su respuesta.

“¿Realmente puedes tener el coraje?”. Aunque a Forneus le molestó lo


poco que Oscar pensó en trabajar para Ehit, no hizo nada para calmar su
alegría de tenerlo bailando en la palma de sus manos. Y así, continuó
asegurándose de que Oscar no tuviera escapatoria.

“Si muestras tu sinceridad a Ehit, estoy seguro de que él estará dispuesto


a otorgarte a los números 44 y 45 su protección. Sin embargo, si te niegas,
es posible que se unan a él en el cielo muy pronto”.

En otras palabras, o me uno y él los devuelve a la normalidad, o sigue


presionando a Dylan y Katy hasta que mueran.

Oscar apretó sus dientes. La palabra “furia” no le hcaía la ira en su mirada


justicia.

Sin embargo, no había nada que él pudiera hacer. Después de todo, no se


sabía lo que Forneus le haría a Dylan y Katy si atacaba.

Podría matar a todos los caballeros y luego amenazar con matar a Forneus
si no devolvía a Dylan y Katy. Sin embargo, no hay garantía de que
funcione. Forneus era un fanático de principio a fin. Oscar dudaba que
amenazar su vida fuera suficiente para obligarlo a hacer algo que
considerara una traición a su dios. Era una apuesta arriesgada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Además, ¿puedo vencer a los caballeros con mis actuales heridas? Su


paraguas negro tenía un hechizo de curación incorporado, pero incluso si
podía activar el hechizo instantáneamente, la curación en sí misma tomaría
tiempo.

Él dudaba de que sus enemigos esperaran pacientemente a que se


recuperara. Más importante aún, la sangre que había perdido no volvería.

Pero más que nada, no podía arriesgar sus vidas.

“Dylan, Katy...”. Ellos no reaccionaron a su voz. No estaba seguro de


poder incapacitarlos sin hacer algún daño.

Cerró sus ojos y consideró sus opciones. Luego, con una mirada oscura en
sus ojos, miró a Forneus.

“Tienes que prometer no lastimar a Corrin... y al resto de mi familia en el


orfanato. Además, debes devolver a Dylan y Katy a la normalidad y
enviarlos de vuelta a casa. Esas son mis condiciones”.

“Si lo hago o no depende de la profundidad de tu fe”.

Oscar cedió. Los labios de Forneus se curvaron en una sonrisa burlona.

“Si no me prometes al menos eso, los mataré a todos, incluso si tengo que
dar mi vida para hacerlo. Al menos de esa manera, todas las demás familias
estarán a salvo. No creas que ya te he mostrado todo lo que puedo hacer”.
Eso fue un farol. Oscar no tenía cartas de triunfo. Aun así, hablaba en serio

209
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

acerca de dar su vida para matarlos a todos si tenía que hacerlo. Una
mirada a la resolución en sus ojos fue suficiente para decirle eso a Forneus.

Forneus frunció el ceño con tristeza.

“Hmph. Muy bien, no tocaré a los niños en el orfanato. Pero 44 y 45 se


quedan conmigo. Quién sabe qué tipo de artículos peligrosos podrías
hacer. Si los devuelvo a la normalidad, ¿qué garantía tengo de que no se
volverán en mi contra? Puedes transmutar la piedra de sellado sin ningún
problema, por lo que incluso un collar esclavo no podrá contenerte. Hasta
que hayas probado tu fe, esos dos se quedarán conmigo. No te preocupes,
prometo mantenerlos con vida hasta entonces, al menos”.

“Urgh...”. Oscar apretó sus dientes, pero, al final, asintió. Sabía que no
había forma de que Forneus estuviera de acuerdo sin alguna garantía. Y
como él había dicho, los métodos para retener a Oscar no funcionarían.

Él juró que se vengaría una vez que Dylan y Katy estuvieran libres.

Forneus llamó a Dylan y Katy a su lado. Entonces, le ordenó a Oscar


arrodillarse ante él.

“Onii-chan...”. Corrin se aferró a la manga de Oscar mientras se acercaba


a Forneus. Ella sabía. Sabía que él estaba jurando una vida de servidumbre,
solo para salvarlos.

Oscar le dio unas palmaditas en la cabeza a su inteligente hermana pequeña


por lo que podría ser la última vez.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“No te preocupes. Prometo que Dylan y Katy volverán algún día.


Simplemente esperas en casa con mamá como una buena chica, ¿de
acuerdo?”.

Pero, ¿qué te va a pasar? Corrin no se atrevió a decir esas palabras en


voz alta.

Él había tomado su decisión, por lo que nada de lo que ella dijera podría
cambiar eso. Sin embargo, ella se aferró a su manga, esperando
convencerlo de que no fuera.

Oscar gentilmente la zafó. Parecía que Corrin no tenía la fuerza para


detenerlo. Durante toda la pelea, Corrin no había llorado ni una sola vez.
Pero ahora, grandes lágrimas bajaban por sus mejillas. Dolía que Oscar la
viera así, pero, aun así, él se dio la vuelta y encaró a Forneus. Entonces,
caminó los últimos pasos hacia él.

“Jeje, no te preocupes. Mientras sirvas a Ehit, estos dos sujetos de prueba


no morirán. No le haré nada al resto de tu familia tampoco”.

"Te conviene. Por tu bien también”. Oscar se arrodilló ante Forneus.

Su sonrisa se hizo más amplia, y él asintió.

“Ahora, jura tu eterna lealtad a Ehit. No debemos olvidar las


formalidades”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Solo quieres regocijarte, viejo depravado. Aun así, la expresión de


Oscar permaneció en blanco. Él nunca había jurado lealtad a Ehit, pero
ahora tendría que hacerlo.

“Todopoderoso lord de la creación que todo lo sabe, Ehit. Por la presente


le juro lealtad. Yo, Oscar, dedico mi vida y mi alma—”. En ese momento,
todo lo que quedaba era que él dijera “a usted”, pero nunca dejó salir esas
últimas palabras.

Un fuerte ruido lo interrumpió. El túnel se sacudió tan violentamente que


los trozos del techo se rompieron y se estrellaron contra el suelo.

“¡¿Q-Qué está sucediendo?! ¡¿Es esto un terremoto?! ¡¿Qué es esto?!”.


Forneus gritó confundido. Sin embargo, nadie respondió.

Los caballeros miraron a su alrededor, claramente sorprendidos por el giro


de los acontecimientos. Esto fue inesperado incluso para ellos.

Naturalmente, esto tampoco fue obra de Oscar. Sin embargo, a diferencia


de Forneus, Oscar se dio cuenta de algo. Como él era un Sinergista, estaba
más en sintonía con la piedra que los demás.

“¿Viene desde el interior del edificio? Mierda, no me digas que tenemos


que lidiar con otro monstruo loco”. El terremoto se originó en el edificio.
En cierto sentido, era cierto que estaban a punto de tener otro “monstruo
loco” en sus manos. Sin embargo, no era del tipo que Oscar esperaba.

212
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Las vibraciones se detuvieron. El silencio llenó la habitación. Un segundo


después, el techo del edificio se desprendió. Y desde adentro vino...

“¡Hiyaaah! ¡La chica favorita de todos, Miledi Reisen, está aquí para
salvar el día!”. El techo del edificio quedó flotando en el aire. No había
magia aérea visible que lo mantuviera en su lugar tampoco. Miledi se paró
encima de él, adoptando una pose heroica. Hizo un signo de paz frente a
su cara y le guiñó un ojo a Oscar. Él podría haber jurado que vio estrellas
flotando en el fondo detrás de ella.

“¡¿Q-Qué diablos eres tú—?!”. Forneus, Ping y los caballeros templarios,


todos exclamaron sorprendidos. Sorprendentemente estaban
sincronizados, y todos sus ojos parecían listos para salir de sus órbitas.

Como siempre, Miledi hizo lo que le complacía, sin hacer caso de su


sorpresa.

“¡Muajajaja! ¡Tú, el repugnante viejo de allí! Muy mal, pero O-kun ya se


me prometió a mí~ ¿Pensaste que habías ganado? ¿De verdad crees que lo
venciste? ¡Jejejejejeje!”. Las venas de Forneus se hincharon mientras
miraba a Miledi. Nunca antes nadie se había atrevido a llamarlo un
“repugnante viejo”. Lo que le enfureció aún más fue la sonrisa lúdica de
Miledi. Lo agravaba más de lo que las palabras podían expresar.

Además, ella había llegado en el momento absolutamente perfecto para


salvar el día. Era casi como si hubiera estado escuchando su conversación
y hubiera planeado su entrada. Oh, también, ella había volado el techo del
precioso edificio de Forneus. Él tenía muchas razones para estar enojado.

213
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él abrió su boca para gritarle, pero antes de que pudiera decir algo, Oscar
la miró y expresó sus pensamientos. “¿M-Miledi? ¿P-Por qué estás aquí?”.

Miledi miró hacia abajo y sonrió a Oscar.

“O-kun, no puedo creerte. ¡Si me hubieras pedido ayuda, no te hubieras


lastimado así, y no hubieras hecho llorar a Corrin-chan! ¿Qué tan patético
puedes ser? ¡Incluso hiciste llorar a una niña!”.

“¡Eso no es cierto! De acuerdo, bueno, ¡tal vez lo es! Pero, aun así, pensé
mucho sobre lo que dijiste y... ¡Espera, este no es el momento!”.

Incluso cuando ella acababa de salvarle la vida, ella se las arregló para
molestarlo. Los gritos exacerbaron sus heridas, y Oscar se dobló de dolor.
La expresión de Miledi se puso seria, y continuó.

“O-kun, no puedo creerte. Deberías saber que él nunca cumpliría su


promesa. Siempre y cuando sean en nombre de su dios, ellos piensan que
todo está justificado. Incluso él no sabe cómo hacer que Dylan-kun y Katy-
chan vuelvan a la normalidad”.

“¿Qué?”. Los ojos de Oscar se abrieron en sorpresa.

Forneus se coloró de ira y le gritó a Miledi.

“¡Perra, hice ese monumento para Lord Ehit! ¡¿Cómo te atreves a


destruirlo?! ¡Oscar, ¿ella es una de tu aliada?! ¡Si ese edificio está

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

completamente destruido, estos sujetos de prueba nunca volverán a la


normalidad! ¡¿Estás bien con eso?!”.

“Ah—”. Oscar sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el


estómago. Forneus lo fulminó con la mirada, implorando en silencio que
retirara a Miledi.

Oscar agarró su paraguas. Sin embargo, Miledi continuó alegremente,


como si no estuviera al tanto de la confusión en el corazón de Oscar.

“¿Hm? ¿Podría ser que estás preocupado de que yo destruya... esto?”. Ella
chasqueó sus dedos, y un gran objeto salió flotando del edificio sin techo.

“¿Qu-Qu-Qu-Qu-Qu—”. Forneus ya no podía expresarse correctamente.


Su sorpresa fue comprensible.

Flotando en el aire, con trozos que se desmoronaban y caían al suelo, había


una sección del suelo de casi seis metros de diámetro. Un complejo círculo
mágico había sido grabado en la superficie de la tierra, con un altar que
descansaba sobre él. El altar estaba sostenido por un pilar rectangular en
el centro del círculo mágico, y un ojo había sido grabado en su centro.

“¡O-kun! Esto es lo que transformó a Dylan-kun y los demás en luchadores


sin mente. Es un Artefacto que guarda los recuerdos de maestros antiguos.
No solo eso, puede transferir esas habilidades de combate a otras personas.
¡Pero este estúpido obispo en realidad no sabe cómo usarlo
correctamente!”. Según Miledi, la enorme cantidad de información
transferida a las personas que heredaron estas habilidades era demasiada
para que los anfitriones la controlaran. Debido a eso, ésta suprimía sus

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

personalidades originales. Al principio, los sujetos que la habían probado


se habían vuelto berserk, pero después de un tiempo, el obispo había
descubierto cómo controlar al menos a sus súper soldados. Sin embargo,
todavía no sabía cómo transformarlos devuelta.

Además, para ejecutar el tipo de movimientos que los maestros luchadores


habían podido, los anfitriones tenían que presionar sus cuerpos mucho más
allá de sus límites. Por supuesto, no podían durar mucho en ese estado, y
rápidamente se destruían a sí mismos. Pero debido a que sus habilidades
de curación habían aumentado a la fuerza también, sus cuerpos se
regeneraban una y otra vez. Sin embargo, había un límite físico de cuánto
podían seguir haciendo eso. Incluso con una poderosa magia curativa,
algunas batallas los dejarían muertos y destrozados.

Dylan y Katy habían empezado a toser sangre solo por moverse un poco.
Era obvio que luchar por incluso treinta minutos sería suficiente para
matarlos. Así que las habilidades de los mejores guerreros del pasado
fueron implantadas por la fuerza en sus cuerpos.

“Aplasté los huesos de esos caballeros con magia de gravedad hasta que
hablaron, así que estoy segura de ello”.

“No... entonces eso significa que Dylan y Katy no...”. Un gemido lleno de
desesperación interrumpió la voz temblorosa de Oscar.

“Mi... Mi artifaaaaaaacto... ¡Tienes los Ojos de Ehit! ¡Aaaaaah, ¿cómo


pudiste?! ¡Maldita, miserable, ramera!”. Forneus se rasgó el cabello.
Parecía completamente trastornado.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Su Artefacto era conocido como los Ojos de Ehit. Como Miledi había
explicado, le permitía a su usuario transcribir habilidades antiguas en
nuevos anfitriones. Parecía que los caballeros templarios habían tropezado
con ella por accidente cuando exploraban el piso sesenta y cinco.

Forneus recibió un informe sobre lo que habían encontrado y rápidamente


formuló un plan para crear la Legión de Ehit, un ejército de súper soldados
dedicados a su dios. El piso también era el lugar perfecto para llevar a cabo
sus experimentos en secreto. Sus caballeros no tenían la destreza suficiente
como para devolver el altar completamente intacto, por lo que también era
práctico. Él excavó una de las habitaciones más grandes en el piso y
construyó el edificio, que Miledi había destruido, para servir como base
de operaciones.

“¡Esta era la mejor ofrenda para Ehit! ¡Yo habría creado para él una legión
de dignos soldados, leales a todas sus órdenes! ¡Mis logros me habrían
elevado a la posición de Arzobispo, ni siquiera al Papado!
¡Aaaaaaaaaaaah!”.

¿Por eso sacrificó a Dylan y Katy? La oscuridad se abrió camino en el


corazón de Oscar. Él podía sentir llamas de odio negro enfurecidas dentro
de él. Se sentía como si fuera el único que estuviera a punto de enloquecer,
no Forneus. Oscar agarró fuertemente su paraguas y lo apuntó hacia
Forneus. Él ya no pensaba racionalmente.

“No cruces esa línea, O-kun”.

“Mi... ledi...”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi flotó hacia abajo y puso sus manos sobre las de Oscar. Él estaba
agarrando su paraguas con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron
blancos.

Por alguna razón, el toque de Miledi lo tranquilizó. La bruma de odio que


había estado nublando sus pensamientos se dispersó.

Forneus se giró hacia Oscar.

“¡Oscar, mata a esa desgraciada! ¡No lo olvides, tengo en mis manos la


vida de esos niños miserables!”. A la orden de Forneus, Dylan y Katy
apuntaron sus armas a sus propios cuellos. Con una sola palabra de él, ellos
se matarían a sí mismos.

Oscar rechinó sus dientes en frustración al oír eso. Sin embargo, ya no


luchaba solo.

Miledi miró directamente a los ojos de Oscar. Ya no había frivolidad


alegre en su mirada.

“O-kun. Incluso si te unes a él, no podrás proteger a nadie”. Ella chasqueó


sus dedos otra vez.

A su señal, Dylan y Katy bajaron sus armas. Viendo que ellos estaban
luchando desesperadamente para levantarlas devuelta, Oscar supuso que
no las habían bajado voluntariamente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Era como si sus armas de repente pesaran demasiado para levantarlas.


Forneus miraba estupefacto y asombrado.

“Es hora de que ustedes dos descansen”. Su voz estaba teñida de


amabilidad. Dylan y Katy se elevaron en el aire y flotaron hacia Miledi.
Ellos intentaron romper su hechizo, pero no podían hacer mucho en el aire.
Ella golpeó a los dos con una ligera descarga eléctrica, haciéndoles perder
el conocimiento. Luego los bajó gentilmente al piso. entonces, levantó a
Corrin y la llevó a donde estaba Oscar. Corrin jadeó en sorpresa mientras
volaba por el aire.

Ella todavía estaba un poco confundida, pero abrazó fuertemente a Oscar.


Todavía había lágrimas en sus ojos.

“No naciste en este mundo para que pudieras sufrir así”.

“¿Miledi?”.

Miledi acarició el cabello de Dylan y Katy.

“Enfócate en curarte a ti mismo, O-kun. Esas heridas son bastante serias.


Yo me encargaré de estos tontos. ¿De acuerdo?”. Ella se levantó y se giró
para mirar a Forneus y sus caballeros.

“El Artefacto está en mis manos. He rescatado a todos los otros niños que
estaban en el edificio. Los que ya habías transformado están inconscientes
y restringidos. O-kun es un maestro en el uso de Artefactos, por lo que
estoy segura de que puede usarlo para que todos vuelvan a la normalidad.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

¿Entiendes lo que significa esto, monstruo loco?”. La voz de Miledi era


tan fría que Oscar apenas podía creer que ella fuera la misma persona.

Los caballeros comenzaron a cantar sus hechizos. Forneus agarró el cristal


que colgaba de su cuello y miró furioso a Miledi. Abrió su boca para decir
algo, pero antes de que pudiera, Miledi lo interrumpió.

“Te enfrentas a Miledi Reisen. Esto es jaque mate”. El maná azul cielo
estalló a su alrededor. Se torció en espiral, su resplandor iluminaba la
oscura habitación. Ella flotó hacia el cielo, como si las leyes de la gravedad
no tuvieran ningún efecto sobre ella. Su rubia cola de caballo revoloteaba
de un lado a otro, y sus ojos azules centelleaban mientras miraba a sus
enemigos.

Una esfera negra que giraba apareció entre sus manos. Ella lo puso en
órbita alrededor de ella.

Su capacidad de maná superaba incluso la de Oscar.

Los caballeros aturdidos y sin palabras. Se sentía como si el tiempo se


ralentizara a paso de tortuga.

Flotando sobre ellos de esa manera, Miledi parecía casi divina. Todos
quedaron asombrados.

Forneus fue el primero en volver a sus sentidos.

“¡¿Q-Qué están haciendo tontos?! ¡Acaben con esa mujer!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los caballeros volvieron a sus sentidos y desataron sus hechizos. Oscar


hizo una advertencia, pero resultó ser innecesaria.

“¡¿Qu-Qué es eso?!”:

“Mi magia simplemente... ¡¿desapareció?!”.

Los hechizos de los caballeros fueron absorbidos por la esfera que orbitaba
alrededor de Miledi y desaparecieron.

Este era uno de sus hechizos de gravedad, Spatial Severance. Ella había
creado un agujero negro que absorbía todos los hechizos,
independientemente de su elemento. Incluso los Celestial Flashes de los
caballeros no podían escapar de la singularidad de la oscura estrella. Una
barrera irrompible hecha de gravedad la protegía.

“¡Si tan solo pudiera tomar el control de su conciencia!”. Gritó Forneus y


sostuvo su cristal. Parecía que su cristal estaba imbuido con algún tipo de
magia de manipulación mental.

Los caballeros comenzaron a cantar de nuevo, esperando completar el


ataque de Forneus con el suyo.

“Demasiado tarde— Heavensfall”. Inmensas esferas negras diminutas


surgieron a su alrededor. Se reunieron sobre Forneus y los caballeros.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Un segundo después, todos se hundieron en el suelo. Los caballeros ni


siquiera habían tenido tiempo de gritar. Estaban apoyados en el suelo, en
el cráter que Miledi había creado, sin moverse ni una pulgada. Forneus
apenas estaba consciente, pero aun así logró escupir un insulto.

“¡Gah! ¡Ramera, ¿qué hiciste?!”. Sangre goteaba de su boca.

Miledi no respondió, y en su lugar cambió su atención a los caballeros que


luchaban por ponerse de pie. Parecía que habían sobrevivido casteando
múltiples fortalecimientos de cuerpo al mismo tiempo.

Miledi silenciosamente bajó su mano.

“¡Gwaaaaaah!”.

“¡Uwooooooh!”.

Habían estado usando sus espadas como muletas, pero el nuevo hechizo
de Miledi los hizo caer de rodillas. Gritaron de dolor cuando fueron
forzados al suelo.

“Algo está presionando—”. El caballero no llegó a terminar. Con un ruido


sordo, el cráter debajo de él se hizo más grande. Todos los caballeros
colapsaron.

Ni siquiera podían cantar un hechizo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Maldita hereje! ¡Puedes romper mis huesos, pero nunca podrás romper
mi fe!”. Aunque su túnica estaba hecha jirones, el hombre que las vestía
era todo lo contrario. Oscar creía completamente que Forneus aceptaría la
muerte antes que renunciar a su fe. La tenue luz que lo rodeaba llevó a
Oscar a adivinar que había usado algún tipo de barrera mágica, o un
hechizo que absorbía maná para defenderse. Fuera lo que fuera, apenas
dejaba que Forneus resistiera el peso.

“¡Los cielos pertenecen a los dioses! Te aniquilaré— ¡Earth Blast!”. Tener


una gran cantidad de maná era un requisito previo para ser obispo. Un
hechizo de tierra de alto rango como Earth Blast estaba dentro de las
capacidades de Forneus.

El hechizo hacía añicos el suelo alrededor del lanzador y les permitía usar
los escombros resultantes como munición para acabar a sus enemigos.

Un centenar de rocas de varios tamaños se precipitaron hacia Miledi.

“¡Miledi!”. Oscar gritó una advertencia. Estaba preocupado de que la gran


cantidad de proyectiles abrumaría a Miledi. Afortunadamente, estaba
equivocado.

“Increíble, incluso ataques masivos como esos no funcionan...”. La voz de


Forneus temblaba de miedo.

Para ser honesto, incluso Oscar simpatizó. Miledi había detenido todas las
rocas en el aire, pero ellas no habían caído al suelo. Ahora ellas también
estaban orbitando a su alrededor.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Cómo es esto posible! ¡Primero, tenemos que luchar contra un monstruo


que puede hacer Artefactos diestra y siniestra, ¿y ahora tú?! ¡¿Por qué los
herejes como ustedes poseen ese poder?! ¡Eres repugnante, inútil,
miserable, deplorable, perra!”. Forneus maldijo a Miledi con furia
desenfrenada.

Miledi ni siquiera se dignó a eso con una respuesta. En cambio, ella


levantó una de sus manos. Las rocas rodando alrededor de ella se
detuvieron. Ella bajó su mano y todas se movieron de acuerdo con su
voluntad.

Ella había formado las cien rocas en una guillotina hecha de roca. Si eso
le cayera a Forneus, seguramente moriría. No había forma de esquivarla.
Todo lo que él podía elegir era si moriría aplastado o le cortarían la cabeza.

Esta era la ejecución más extraña que Oscar hubiera presenciado.

“Ahora recuerdo. Reisen... Miledi Reisen. Eras la hija del Conde Reisen.
¡Eres de esa familia de verdugos imperiales! Espera, se suponía que toda
tu familia había muerto hace unos años. ¿Por qué sigues—”. Miledi no
estaba interesada en entretener sus preguntas.

“No pierdas el aliento. Como dije, esto es jaque mate”. Antes de que él
pudiera terminar, Miledi lo enterró bajo una tonelada de roca.

El suelo reverberó con el sonido de un centenar de rocas que se estrellaron


contra el suelo. Por un segundo, Oscar estaba preocupado de que Miledi
trajera toda la caverna derrumbándose sobre ellos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi protegió a Oscar y a los niños de las ondas de choque con una
barrera de gravedad, pero él desplegó su propia Hallowed Ground por si
acaso, luego se mantuvo de pie protectoramente sobre Dylan, Katy y
Corrin.

Eventualmente, el ruido disminuyó y el polvo desapareció. Miledi bajó por


un tramo de escaleras imaginarias y se detuvo junto a Oscar.

“Phew. Ese es el final de la matanza unilateral de Miledi-chan. ¿Me viste,


O-kun? Estaba increíble, ¿verdad? Estaba como, súper bien por ahí,
¿verdad?”. Ella volvió a hablar con el mismo tono alegre que Oscar
conocía tan bien.

Él apenas podía creer que ella hubiera estado matando sin piedad a
personas hace apenas unos segundos.

Oscar sonrió a Miledi. Era una sonrisa incómoda, pero esta vez era cien
por ciento genuina.

“Eres... una mujer infernal, ¿lo sabías?”. Él dijo lo primero que se le vino
a la mente.

Una vez que la batalla terminó, Miledi esperó pacientemente a que Oscar
se curara a sí mismo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Pero sabes, ese es un truco muy bueno. Levantas tu paraguas y llueve luz
de curación sobre ti. ¿Se supone que es una broma por la forma en que
normalmente los paraguas te mantienen alejados de la lluvia?”.

“Solo pensé que la camilla era el mejor lugar para encantar con magia
curativa. El mineral es el más adecuado para este propósito. En realidad,
no es una broma ni nada”. La luz curativa del hechizo de alto rango,
Benison Aura, se derramaba sobre Oscar mientras hablaba. Sin embargo,
ahora que lo pienso, es una buena broma. Estoy sosteniendo un
paraguas que está lloviendo sobre mí.

Sus heridas casi se habían cerrado, y se veía mucho menos pálido. Corrin
se rió de él mientras miraba lejos de Miledi, avergonzada por su
involuntario juego de palabras.

“De todos modos, Miledi. ¿Cuánto tiempo estuviste dentro de ese edificio?
¿Y cómo entraste en primer lugar?”. Él decidió que ahora era un buen
momento para cambiar el tema.

La sonrisa de Miledi se desvaneció y ella se encogió de hombros.

“Mientras luchabas, abrí mi camino hasta el piso 66 y entré sigilosamente


al edificio desde abajo. Bajé a los niños secuestrados al piso de abajo. Mis
compañeros los condujeron a tu escalera desde allí, O-kun. Me imagino
que ya deben haber guiado a los niños a la superficie”.

“Al abrir tu camino... ¿quieres decir que usaste esa esfera negra tuya?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Correeecto~”.

“Como sabes sobre mi escalera, eso significa que me estabas siguiendo,


¿verdad?”.

“Síp. Sé que me dijiste que me fuera, pero antes quería despedirme de los
niños. Sin embargo, cuando llegué al orfanato, Moorin-san parecía casi
histérica. Cuando ella me contó lo que sucedió, pensé que tenía que
perseguirte, así que les pedí a mis camaradas que protegieran el orfanato.
Cuando te encontré, estabas saliendo de tu casa. Tenías un paraguas a
pesar de que no llovía, y saltaste mucho más de lo que nadie debería poder
hacerlo”.

Entonces ella fue al orfanato justo después de que yo lo hice, y luego


se puso al día cuando yo estaba consiguiendo mi equipo.

“¿Por qué no me dijiste nada?”. Incluso si a mitad de la invasión de Oscar


ella había decidido que era más inteligente para sí misma dirigirse al
edificio de inmediato, había tenido muchas oportunidades para hablar con
él antes de eso. Considerando su personalidad, él esperaba que ella se
mostrara de inmediato, honestamente.

Miledi miró incómoda a su alrededor.

“Bueno... pensé que no querrías verme, O-kun”.

“......”. En otras palabras, ¿me estás diciendo que esa arrogante y


directa chica tuvo miedo en el último minuto? Espera. Yo fui quien la

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

rechazó. No importa lo extrovertida y alegre que ella sea, eso tuvo


que haberle dolido. Oscar pensó en la sonrisa triste que ella le había dado
al final.

Ella había tenido miedo de ser rechazada por él otra vez, sin embargo,
todavía se había sumergido en el peligro para ayudarlo. Oscar ni siquiera
podía pensar en qué decirle. Sus pensamientos fueron interrumpidos por
alguien tirando de su cuello. Miró hacia abajo y vio a Corrin mirándolo
furiosa.

“Onii-chan, ¿has intimidado a Onee-chan?”.

“¿Huh? Uh, no yo...”. ¿Eso cuenta como intimidación? Supongo que


sí. Oscar se calló culpable, incapaz de negar por completo las palabras de
Corrin. Corrin miró de Oscar a Miledi, quien estaba sonriendo torpemente.
Eso lo resolvió.

“Onii-chan, cuando haces algo malo, ¿qué se supone que dices?”.

“¿Huh?”.

“¡Onii-chan!”.

“Oh, uh, ¿l-lo siento?”.

“¡No para mí, para Onee-chan!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Oh, sí”.

Oscar, de dieciocho años, acababa de ser regañado por una niña de siete
años.

Miledi estalló en carcajadas. Parecía que ella había estado tratando de


mantenerla en todo este tiempo. Se rió tan fuerte que tuvo que sostener su
estómago y detenerse para tomar aliento

“Haaah... Haaah... ¡Oh hombre, me duele el estómago! ¡O-kun, acabas de


ser sermoneado por una niña! ¡Ajajajaja!”.

“¡Ca-Cállate! Además, tú eres la—”.

“¡Onii-chan!”.

“Guh”. Oscar gimió. Las lágrimas se filtraron por la esquina de los ojos de
Miledi.

Oscar se ajustó sus gafas y se puso de pie. Él se había recuperado por


completo. Cerró su paraguas, entonces se giró hacia Miledi, quien todavía
estaba riendo.

“Miledi”.

“Ajajajaja. C-Corrin-chan, ¡eres la mejor! ¡Lo supusiste! O-Oh hombre,


duele respirar”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Miledi”.

Ella dejó de reírse cuando escuchó la seriedad en la voz de Oscar. Con


lágrimas todavía en sus ojos, ella lo miró.

“Miledi, no creo que la decisión que tomé en ese momento fuera


incorrecta. Me hiciste una pregunta seria y quería darte una respuesta
seria”.

“O-kun”.

“Es por eso que no me disculparé. Sin embargo, necesito decir algo”.

Miledi inclinó su cabeza en confusión.

“Gracias”. Sus ojos se abrieron ampliamente.

“Gracias por salvarnos. Gracias por prestarme tu fuerza. Estoy en deuda


contigo. En verdad, gracias”.

“O-Oh... ¿D-De nada?”.

Miledi no había esperado eso. Ella se sonrojó un poco, no acostumbrada a


una gratitud tan directa. Las puntas de sus orejas estaban rojas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Corrin miró entre los dos, sus ojos rebosantes con el tipo de curiosidad que
solo una joven niña podría poseer.

Oscar y Miledi se miraron torpemente el uno al otro durante unos


segundos.

“Ajem, de todos modos. Me he recuperado ahora, así que debemos


regresar a la superficie. Dijiste que el Artefacto se llamaba los Ojos de
Ehit, ¿verdad? Necesito comenzar a analizarlo para descubrir cómo hacer
que Dylan y Katy regresen”.

“S-Sí. Vamos a hacer eso”.

Desviaron sus miradas, ambos dolorosamente conscientes de la mirada de


Corrin. Justo entonces, escucharon algo.

“Gyaaah... Gaaah...”. Parecía un adolorido gemido.

Oscar y Miledi intercambiaron miradas incrédulas. Miledi quitó algunas


de las rocas con un gesto de la mano, y encontraron a Forneus tendido
debajo de ellas. Por algún milagro, todavía estaba vivo.

“U-U-U-Ustedes bastardos... ¡Encaren la ira de E-Ehit!”. Él tosía sangre


con cada palabra.

Oscar no podía creer que todavía estuviera vivo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Cómo... cómo diablos sobreviviste a eso?”, él murmuró. Miledi se limitó


a mirar con incredulidad, mientras Corrin soltaba un pequeño grito.

Su cuerpo desde el cuello hacia abajo había sido aplastado, y su cabeza no


había salido indemne tampoco. Además, su cráneo se había cedido, y sus
ojos casi se caían de sus órbitas. Sin embargo, a pesar de todo eso, todavía
respiraba. Él miró a Oscar con una mirada de puro odio.

“Nuestras vidas le pertenecen a Ehit... Vivimos por él... ¡y morimos por


él! ¡Ese es el único significado de nuestra existencia! ¡Cómo no puedes
darte cuenta de eso!”. Débiles zarcillos de maná comenzaron a
arremolinarse a su alrededor.

¿Fue su fe fanática la que lo mantuvo con vida? Independientemente


de cómo había sobrevivido, el hecho era que parecía aterrador.

“¡Mueran, mueran, mueran! Herejes, enemigos de Ehit... ¡No merecen la


vida!”. Él ya no estaba cuerdo. Aunque estaba al borde de la muerte, su
expresión era extática.

¿Es incluso humano?

“¡Oh Lord Ehiiiiiiiiiiiit, mi dios exaltado! ¡Mira mis momentos finales!


¡Sepa que, hasta lo último, yo, Forneus Abyssion, fui su leal sirviente!”.

“Esto no es bueno. ¡Miledi!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Mueran ya!”.

Oscar tenía un muy mal presentimiento sobre toda la situación. Confiando


en sus instintos, Oscar levantó su paraguas y disparó una aguja hacia
Forneus. Al mismo tiempo, Miledi lanzó un hechizo de gravedad.

La aguja perforó la cabeza de Forneus con un ruido sordo. Miledi llevó la


punta aún más lejos con su magia, para asegurarse de que el golpe fuera
fatal.

Ningún humano debería haber sido capaz de sobrevivir eso. Por supuesto,
ningún humano debería haber podido sobrevivir al primer ataque de
Miledi tampoco. Sin embargo, el intenso odio de Forneus lo mantuvo
ligado a la mortalidad durante unos segundos más.

“¡Gloria a Lord Ehit!”. Tenía una aguja clavada en su cabeza y, sin


embargo, todavía podía hablar.

Oscar y Miledi observaron como su maná se dispersaba en la niebla.

Un segundo después, una explosión masiva sacudió el cielo raso. O, mejor


dicho, el techo. Por lo que Oscar podía decir, la explosión había venido
del piso de arriba. El túnel se sacudió por la fuerza de la explosión.

Más explosiones sacudieron el edificio demolido. Eran más pequeñas que


la que estaba sobre el techo de la habitación, pero, aun así, volaron las
paredes del edificio.

233
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Habilidad diez, Hallowed Ground, actívate!”. Piedras llovieron desde el


cielo raso. Oscar inmediatamente desplegó una barrera para protegerlo a
él y a Corrin.

La cara de Miledi se torció en una amarga expresión cuando vio las grietas
que crecían en el cielo raso.

“O-Oh no, ¡el techo va a colapsar!”. Miledi se lanzó a los cielos. Rodeada
por un tornado de maná azul, ella intentó revertir la gravedad del piso de
arriba.

“Gaaah... ¡Hay demasiado para sostener!”. Parecía que la explosión


anterior había destruido los cimientos de todo el piso.

El maná de Miledi disminuía a un ritmo prodigioso, ya que tenía


quinientos metros cuadrados de piso juntos.

“¡O-kun, no seré capaz de sostenerlo por mucho tiempo! ¡Tienes que darte
prisa y sacar a Dylan y a los demás de aquí!”.

“¡¿Pero qué pasa con los Ojos de Ehit?!”.

“¡¿Por qué crees que estoy tratando de mantener el techo?! ¡No tenemos
tiempo para llevar a cabo esa tarea, así que tendrás que fortalecerla lo
suficiente para que no se rompa!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi podría haber evacuado fácilmente a todos antes de que el techo se


derrumbara, pero ella trató de sostenerlo para ganar suficiente tiempo para
que Oscar sacara el Artefacto de forma segura.

Teniendo en cuenta lo grande que era, sin embargo, sería difícil para Oscar
llevarlo a través del pasaje en el que había venido. Y definitivamente no
cabría en la escalera improvisada que había hecho. Además, no había
tiempo para transmutar un pasaje más grande.

Él sabía que tampoco podría usar el pasaje que Miledi había hecho en el
piso sesenta y seis. El piso en colapso de arriba no afectará solo este piso,
sino que probablemente también el que está debajo.

En otras palabras, la única forma de que Oscar protegiera a los Ojos de


Ehit era transmutar una caja a su alrededor que fuera lo suficientemente
fuerte como para resistir el impacto. Ellos podrían volver más tarde de esa
manera.

“Entiendo. ¡Solo dame veinte segundos!”.

“Nnnnnngh. ¡Lo intentaré!”. Miledi bajó los Ojos de Ehit al lado de Oscar.

Él puso sus manos en el suelo frente a él y comenzó a transmutar.

Lamentó no haber vuelto atrás y salvar a Dylan y Katy de inmediato, pero


alejó esos pensamientos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Lo haré más duro que cualquier cosa en Tortus”. El paraguas de Oscar
estaba hecho con la aleación más resistente del planeta. Él había mezclado
azantium con piedra de sellado y algunos otros metales esenciales. Y ahora
iba a derretirlo para cubrir la tumba de roca que había levantado alrededor
de los Ojos de Ehit. Eso, combinado con la activación de Hallowed
Ground, definitivamente sería suficiente para evitar el colapso del techo.

Maldito seas por obligarme a hacer esto, Forneus. Oscar realmente no


quería separarse de su preciado paraguas, pero no tenía otra opción.

“¡Graaaaaaaaah!”. Justo antes de que pudiera transmutarlo, Oscar escuchó


un peculiar grito.

“¡¿Qué fue eso?!”. La habitación tembló cuando algo chocó contra las
paredes del edificio.

Un segundo después, una pared entera fue enviada volando.

Un dragón de tres cabezas emergió de entre los escombros. Tenía solo


cuatro metros de largo, pero el peligro que representaba era inmenso.

“¡Espera, ¿qué diablos está haciendo ese monstruo aquí?!”.

El dragón miró a Miledi, reaccionando a su voz. Ella gimió de una manera


muy varonil.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Graaaaaaaaaaaah!”. Uno de los ojos de las cabezas brillaba de un rojo


brillante y le arrojó fuego a ella. Incluso Oscar podía sentir el calor de las
llamas.

“¡E-E-Espera, tiempo fuera! ¡Spatial Severance!”. La esfera de gravedad


de Miledi se tragó las llamas. Sin embargo, ella tuvo que desviar parte de
su poder para hacer eso, por lo que las grietas en el techo se agravaron.

“¡Miledi! ¡Maldito dragón, detente!”. Oscar apuntó con su paraguas al


dragón y lanzó Spark Plasma. Los relámpagos de Oscar golpearon al
dragón de forma continua. Sin embargo, apenas hizo que el monstruo se
tambaleara. Spark Plasma era el hechizo instantáneo más fuerte de Oscar,
y el dragón simplemente se encogió de hombros como si no fuera nada.

“Esto no es bueno...”. El dragón se giró hacia Oscar. Él había logrado


atraer su atención, pero no había esperado que no le hiciera daño.

Sin embargo, por razones que Oscar no podía entender, el dragón no le


lanzó su aliento. Simplemente miró a Oscar con sus tres cabezas por un
momento... antes de mirar hacia otro lado.

“¿Huh?”. Oscar siguió su mirada. Éste estaba mirando los Ojos de Ehit”.

¿Por qué está tan enfocado en eso? De cualquier manera, Oscar no iba
a dejar pasar esta oportunidad. Rápidamente se inclinó y le dijo a Corrin
que se pusiera de espaldas. Puso su paraguas en su cinturón y tomó a Dylan
y Katy en sus brazos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Un segundo después, el dragón rugió de nuevo.

“¡Graaaaaaaaah!”. Esta vez sí cargó. Oscar podía sentir su corazón latir


fuertemente en su pecho.

Activó sus Onyx Boots y se alejó. Estaba preocupado por lo que podría
sucederle a los Ojos de Ehit, pero no había tiempo para fortalecerlo ahora.

El dragón llegó a la antigua ubicación de Oscar un segundo después de


que él saltara a diez metros de distancia.

“¡Gaaaaaaaaah!”.

“Ngh... ¡Hallowed Ground, activación parcial!”. Oscar dejó caer a Dylan


y Katy y sacó su paraguas. Apenas levantó su barrera a tiempo para desviar
el aliento del dragón. Sin embargo, un segundo después, la fuerza del
aliento se duplicó.

“¡Nnnnnngh!”. Oscar fue empujado lentamente por la fuerza del aliento


del dragón.

No era capaz de verlo a través de su paraguas, pero la segunda cabeza del


dragón había agregado su aliento de viento a la otra cabeza de fuego.

Si él fuera empujado hacia atrás, Dylan y Katy ya no estarían dentro de la


barrera.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La voz tensa de Miledi llegó a las orejas aterrorizadas de Oscar.

“¡Tu pequeño! Toma esto— ¡ Heavensfall!”. Una enorme pared de


gravedad presionó hacia abajo al dragón.

El ataque de aliento se detuvo, y Oscar cayó de rodillas. Columnas de


humo blanco se elevaron desde el suelo fundido a su alrededor. El calor
era tan intenso que él se puso a sudar. Aunque parte de eso podría haber
sido solo por lo aterrado que estaba.

Él miró al dragón.

“Así que incluso puede tomar la magia de Miledi...”. Ella había logrado
presionarlo hacia abajo. Sin embargo, sus patas todavía estaban plantadas
firmemente en el suelo, y miró ferozmente a Miledi, incluso a través de la
presión de su hechizo. Heavensfall no había sido capaz de derrotarlo.

Sin embargo, Oscar notó algo.

“Lo sabía, está protegiendo el Artefacto”. A pesar de la presión que Miledi


estaba colocando sobre él, el dragón no se movió. Vigilaba
cuidadosamente los Ojos de Ehit y mantenía la distancia para asegurarse
de que los ataques de Miledi y Oscar no lo golpearan accidentalmente.

Oscar recordó de repente una vieja historia que había escuchado de niño.
Supuestamente había un tesoro enterrado en el interior de uno de los pisos
laberínticos de Greenway. El aventurero que derrotara al dragón que
guardaba dicho tesoro tendría su nombre prevalecer en la historia.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Forneus había dado su vida para crear esa explosión por encima de ellos.
Sin embargo, también hubo una explosión dentro del edificio.

Solo había una teoría que tenía sentido para Oscar. Este dragón había sido
el guardián original de los Ojos de Ehit.

Supuso que Forneus y sus caballeros no habían sido capaces de matarlo,


y, por lo tanto, se había decidido a sellarlo dentro de ese edificio. Con su
último aliento, Forneus había deshecho ese sello.

“O-kun, lo siento... no puedo aguantar mucho más”. La voz tensa de


Miledi quebró a Oscar de sus reflexiones.

Él levantó u vista y la vio haciendo una amarga expresión por el esfuerzo


de sostener el techo. Ella tenía sus ojos cerrados y el sudor le corría por la
frente. Incluso él podía decir que ella estaba usando hasta el último gramo
de fuerza para mantenerlo junto.

Ella tenía su espalda contra el techo y, de alguna manera, la mantenía a


flote mientras también ejercía presión sobre el dragón.

Sin embargo, ella no podría seguir así por mucho tiempo.

De repente, ella sonrió.

240
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Huye, O-kun. Mantendré el dragón y el techo bajo control hasta


entonces”.

Oscar se quedó sin aliento. Ella estaba planeando sacrificarse por él.

“Protegeré los Ojos de Ehit de alguna manera también. Déjalo todo a la


invencible... ¡Miledi-chan! Pero incluso si soy invencible... no puedo
soportar esto más tiempo, ¡así que corre!”. ¿Cómo ella protegería los Ojos
de Ehit mientras evitaba al dragón, todo mientras la habitación se
derrumbaba alrededor de ella para empezar? ¿Renunciaría ella a su vida
solo para protegerlo con magia de gravedad? ¿A pesar de que ella estaba
casi completamente sin maná? Honestamente, era poco probable que ella
pudiera hacerlo, pero Oscar le creyó. Sabía que ella cumpliría sus
promesas sin importar qué.

Ella parecía tan frívolamente alegre como siempre, pero Oscar sabía que
solo estaba tratando de actuar con dureza. Incluso ahora, ella todavía no se
había roto. Ella salvaría a Oscar y su familia, incluso si le costaba su vida
hacerlo. Su voluntad era de hierro.

Oscar miró a Dylan y los Ojos de Ehit antes de tomar una decisión.

“¡Miledi, ¿podrías matar a ese dragón con tu maná restante?!”.

“¡¿Huh?! Si lo usara todo en mi ataque más fuerte, c-creo que podría


hacerlo”. Miledi respondió a la inesperada pregunta casi de manera
reflexiva.

241
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Perfecto. Yo me encargaré del techo. ¡Tú de ese dragón! ¡Mientras los


Ojos de Ehit estén aquí, él no se moverá!”.

“¿Huh? ¿Qué? ¡Espera! ¡No puedes hacer eso! Juré que defendería los
Ojos de Ehit con mi vida—”.

“Mientras estén vivos, encontraré una manera de salvarlos. ¡Solo mira!”.

“¡P-Pero!”.

“¡Salvarlos no significaría nada si mueres! ¡Si hacemos esto, todos serán


salvados! ¡Por favor, Miledi! ¡Confía en mí!”.

“¡Ah!”. Miledi jadeo, entonces, después de un segundo, asintió.

“¡Haz tu movimiento a la cuenta de diez!”. Oscar llevó a Dylan y Katy a


la relativa seguridad del pasaje fuera de la habitación. Entonces, disparó la
contera de su paraguas contra el techo de piedra. Se alojó en las grietas,
Oscar transmutó púas en ella para mantenerlo en su lugar, y delgados
cables salieron de la punta de la contera.

“Corrin, sé que esto es aterrador, pero Miledi y yo los sacaremos a todos


de manera segura, así que espera, ¿de acuerdo?”.

“Bien. Estaré bien, Onii-chan”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar separó los cables del paraguas y los ató a las rocas rodados que había
transmutado. Después de un segundo, él había completado una góndola
improvisada. entonces puso a Corrin y los demás dentro. De esta forma
estarían bien incluso si el suelo colapsaba.

Dio unas palmaditas en la cabeza de su valiente hermanita y regresó al


campo de batalla.

Mientras volvía a Miledi, él activó otra de las habilidades de su paraguas


negro.

“Activar sexta habilidad— Godstorm, ¡variante de área amplia!


¡Transmutar!”. Una violenta tormenta comenzó a soplar a través del
campo de batalla.

Él había transmutado la tela del paraguas de su marco y se había


convertido en una multitud de cuerdas metálicas que volaban hacia el
techo. Entonces, usó la transmutación remota para asegurarse de que se
pegaran al techo donde aterrizaron.

Parecía que había extendido una telaraña en el techo.

“¡Miledi, ahora es tu oportunidad! ¡Envía esa enorme lagartija al


infierno!”.

"¡Cielos, eres un tirano!”. Aunque se quejaba, parecía que Miledi se estaba


divirtiendo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El techo retumbó cuando Miledi disipó la magia que lo sostenía. El dragón


hizo su movimiento también. Abrió sus tres fauces, decidido a exterminar
a los ladrones que se habían atrevido a profanar el tesoro que protegía.

“Déjame mostrarte mi última carta de triunfo”. Oscar arrojó su paraguas,


que en este momento había sido desmantelado hasta el marco, en el dragón
de tres cabezas.

Cuando estaba directamente encima de las cabezas del dragón, explotó en


una lluvia de chispas.

Este era el truco final de su paraguas, una autodestrucción.

Él dudó que lo mataría, pero definitivamente le compraría a Miledi tiempo.

Miledi se apresuró hacia el dragón, mientras que Oscar saltó al techo. Los
dos se cruzaron en el aire.

Cuando se cruzaron, Oscar le dio a Miledi la joya que había sido incrustada
en el mango del paraguas. Él la había sacado antes de tirarlo.

Miledi jadeó cuando sintió la gran cantidad de maná almacenada en su


interior. Ella miró a Oscar y sonrió triunfantemente.

Entonces, de espaldas el uno al otro, los dos usaron sus habilidades más
practicadas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Transmutar!”.

“¡Nether Burst!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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6
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Maná dorado corría por las grietas del techo. Al mismo tiempo, una nova
de tono negro descendió sobre el dragón antiguo, emitiendo chispas azul
celeste desde su superficie.

No hubo un fuerte estallido, y se pudieron sentir las vibraciones del


impacto. El ataque más letal de Miledi era también el más silencioso.

Al mismo tiempo, el techo se reparó en un abrir y cerrar de ojos. Cuando


Óscar miró hacia abajo, descubrió que el terreno se había desvanecido.

“......”. Los dos se miraron en silencio el uno al otro.

Oscar vacilantemente abrió su boca.

“Sé que te dije que lo enviaras al infierno, pero nunca dije nada acerca de
hacer un infierno...”.

“Ugh...”.

“¿Qué diablos se supone que debemos hacer ahora? Esto es mucho peor
que un piso colapsando, sabes eso, ¿verdad? No hay forma de que pueda
arreglar eso incluso con mi Transmutación”.

“¡N-No tienes que gritarme! ¡Incluso sé que exageré un poco! Además,


¡todo esto es tu culpa, O-kun!”.

247
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿M-Mi culpa? ¡Tú eres la que hizo un abismo gigante! ¡Deja de tratar de
responsabilizarme por eso!”.

“¡No, es totaaaaaalmente tu culpa! ¡¿Qué diablos había en esa joya?! Pensé


que era algún tipo de Artefacto que almacenaba maná, así que lo saqué
todo, ¡pero había mucho más de lo que pensé que habría! Como, ¡muchas
toneladas! ¡Ni siquiera los Artefactos más raros se acercan a eso!”.

“Uhh, bueno, es... una Divinity Stone que hice, ¿supongo?”.

“Disculpa, no tengo idea de lo que acabas de decir”. O, mejor dicho,


desearía no tener idea.

Divinity Stone— era un cristal legendario que rara vez aparecía en la


naturaleza. Era maná puro y cristalizado. Por lo general, las Divinity Stone
tardaban miles de años en formarse. Podrían almacenar más maná que
cualquier otra cosa. Tomaba otro par de siglos para que una Divinity Stone
recién formada se sature completamente con maná. Una vez hecho,
secretaba un líquido conocido como Ambrosia. Ambrosia era una droga
milagrosa que podía curar cualquier herida y curar cualquier enfermedad.

Y Oscar acababa de decir que había “hecho” una. Como era solo una
cristalización de mana altamente concentrado, en teoría podría ser creado.

“Cuando supe acerca de las Divinity Stones, pensé que tal vez podría hacer
una, así que traté. Por supuesto, este no secreta Ambrosia. Todo lo que
puede almacenar es maná. Pensé que, si seguía vertiendo maná en ella,
eventualmente comenzaría a hacer Ambrosia por sí misma, así que he
estado vertiendo algo de mi maná en ella todos los días desde que tenía

248
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

doce años. Lo puse en mi paraguas porque también era capaz de absorber


un porcentaje del maná utilizado en hechizos dirigidos contra mí”.

“Ya veo. No lo entiendo en absoluto”.

De hecho, el cerebro de Miledi no pudo comprender cómo Oscar había


logrado hacer un cristal mítico a la edad de doce años. Ella sonrió, con una
expresión de pura confusión en su rostro.

“No puedo creer que hayas usado seis años de maná en un hechizo,
aunque... Haaah... Bueno, supongo que no tuvimos tiempo de discutir esto,
y es mi culpa por no advertirte, pero... Ugh, no puedo creer que te haya
ayudado a hacer un agujero gigante en el Greenway... Creo que me voy a
enfermar”.

Aunque supongo que matar a un obispo y a sus caballeros templarios es


un crimen aún mayor. Es un poco tarde para estar preocupada por ser
arrestada por vandalizar el Greenway. Oscar negó con la cabeza y cambió
de marcha.

“De todos modos, salgamos de aquí. ¿Podrías devolverme mi Divinity


Stone, Miledi?”.

“Uh, todavía no entiendo lo que dices”, repitió Miledi, esa sonrisa en


blanco aún seguía en su rostro. Excepto que ahora había un sudor frío
cayendo por su espalda.

249
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Parecía que había algo más que confusión y sorpresa que impedía que
Miledi lo devolviera.

“Miledi, devuélveme mi Divinity Stone”.

“O-kun, soy el tipo de mujer que nunca mira hacia atrás en el pasado”.

“¿No me dijiste toda la historia de tu vida hace unas horas? De todos


modos, ¿dónde está la joya?”.

“A-Abajo, creo”. Miledi señaló hacia abajo al fondo del abismo, evitando
sus ojos todo el tiempo.

“Explícate tú misma. No hay excusas”.

“Estaba tan sorprendida de cuán fuerte fue mi magia que accidentalmente


dejé caer lo que estaba sosteniendo. Estaba sosteniendo tu Divinity Stone.
El fin”.

Oscar miró a Miledi con ojos muertos. Miledi se negó a mirarlo a sus ojos,
mientras cubos de sudor continuaban cubriéndole su frente.

Oscar la miró por unos minutos más antes de finalmente suspirar y


encogerse de hombros.

“Bueno, al menos estamos todos seguros. Una Divinity Stone no es gran


cosa”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Eres un tipo tan agradable, O-kun!”. Miledi sonrió, y Oscar le devolvió


la sonrisa. Luego, notaron a Corrin de pie en la improvisada góndola de
Oscar y saludándoles frenéticamente a los dos.

“Supongo que deberíamos irnos”, dijo Oscar a la ligera, y le dio a Miledi


un chocar lo cinco.

Dos días después del incidente en Greenway.

Todavía era lo suficientemente temprano para que el sol aún no se hubiera


levantado. Velnika, la capital, aún dormía. Oscar caminó por una de las
calles desiertas de la ciudad.

Llevaba un abrigo negro, llevaba una bolsa grande y un paraguas pegado


a la cintura, a pesar de que no había una nube en el cielo. Parecía como si
estuviera a punto de iniciar un largo viaje.

Y, de hecho, lo haría. Hoy sería el día que dejaba Velnika.

Hubo una serie de razones para su partida. La primero fue obvia. No podía
permanecer aquí después de rebelarse contra la Santa Iglesia y matar al
Obispo Forneus. Por supuesto, la evidencia de su muerte y las
circunstancias circundantes se habían desvanecido en el fondo del abismo
que Miledi había creado. Sin embargo, no podía estar seguro de que todo
hubiera sido enterrado.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Además, tenía muchos conocidos en esta ciudad. Si alguien lo perseguía


nuevamente, era posible que atacaran a esos amigos que a él primero, al
igual que Dylan y los demás habían sido secuestrados.

La segunda razón por la que se iba era encontrar una cura.

Terminaron destruyendo los Ojos de Ehit. Como ya no tenían a nadie que


los comandara, Dylan y Katy ya no intentaban matarlo, pero se
convirtieron en cascarones vacíos. Él había intentado todo tipo de magia
curativa e incluso reclutó la ayuda de Miledi, pero tanto Dylan como Katy
permanecieron en coma.

La magia normal no tenía ningún efecto sobre ellos, por lo que necesitaba
buscar algo nueva, que era otra razón por la que estaba partiendo.

Antes de irse, él había convencido a Moorin para sacar a los niños de la


capital.

Se mudarían a la aldea oculta que la organización de Miledi usaba como


su base de operaciones.

Miledi había prometido proteger a Moorin y a los niños. Incluso si ella no


hubiera sido amiga de Oscar, todavía habría llevado a los niños allí. Dylan
y Katy eran testigos importantes, y Corrin y Ruth ahora sabían la verdad
sobre la Santa Iglesia.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Era posible que a la Santa Iglesia no le importara, ya que todo lo que hacían
era sancionado por el pueblo en general, pero también era posible que
intentaran matar a los niños para ocultar la evidencia de sus actos. En ese
caso, el escondite de una organización anti-iglesia era el lugar más seguro
del mundo para ellos.

Los niños lloraron cuando Óscar les contó sus planes de irse, pero Ruth se
había acercado para consolarlos. Con Dylan en coma, se había convertido
en su turno de hacerse cargo. Ruth se había mostrado bastante varonil
cuando le había dicho a Oscar que dejara a los niños con él.

Además, Oscar había visto la clase de camaradas que Miledi tenía con ella.
Todos eran guerreros altamente cualificados, por lo que estaba seguro de
que podrían guiar a Moorin y a los niños a su aldea por su cuenta.

La misma Miledi había avalado por ellos, lo cual había sido más que
suficiente para Oscar.

Como había tenido mucho de lo que encargarse después de la batalla, ellos


se habían separado por la noche.

Oscar se había pasado todo un día reponiendo su inventario de equipos y


arreglando sus asuntos. Partió temprano en la mañana para evitar ser
descubierto por alguien que pudiera conocer.

A pesar de la hora temprana, evitó la calle principal y se mantuvo alejado


de los callejones.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Quiero despedirme de Abuelo”, murmuró Oscar para sí mismo.

Oscar ya había hablado con Karg antes cuando había ido a recoger a los
niños que él había enviado al Taller Orcus.

Le había explicado lo que había pasado y las razones por las que no podía
quedarse, pero él realmente no se había despedido. Era cierto que estaba
apurado, pero también se había sentido avergonzado, como si estuviera
decepcionando a Karg al irse.

Sin embargo, lo que realmente sería vergonzoso sería no despedirse del


hombre que tanto había hecho por él.

Y así, Oscar se encontró dirigiéndose al Taller Orcus en la mañana de su


partida.

Normalmente, Karg ni siquiera estaría en el taller tan temprano.

Sin embargo, Oscar necesitaba irse pronto. Si Karg no aparecía después


de un tiempo, él dejaría su carta de despedida y estaría en camino a irse.

Él continuó caminando por un rato más.

“Ah...”. Al acercarse a las puertas del taller, vio a un hombre apoyado


contra ellas con sus brazos cruzados sobre su pecho.

Era un hombre que él reconocería en cualquier lugar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Así que viniste después de todo, Oscar”. Karg habló como si hubiera
esperado que Oscar viniera desde el principio, y se burló.

“¿Cómo supis...”.

“Sabía que no podrías irte sin decir nada”. Él había sido el padre sustituto
de Oscar durante años, por lo que sus patrones de pensamiento eran tan
claros como el día para Karg.

Oscar sonrió torpemente.

“¿Entonces vas a ir?”.

“Sí. Necesito encontrar una manera de curar a Dylan y Katy”.

“¿Volverás?”.

“No estoy seguro. No por un tiempo, al menos. Va a ser un largo viaje”.

“Ya veo...”.

El silencio se extendió. Karg podía ver a simple vista que las botas negras
de Oscar, el abrigo negro y el paraguas negro no eran simples atuendos de
viajero. Él sabía que todos eran Artefactos poderosos. Eso trajo una sonrisa
a su rostro.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Maldito chico, eres bueno”. Elogió a Oscar con su estilo grosero.

Oscar se sonrojó y sonrió.

“Supongo”. No pudo ocultar la alegría que sintió al ser elogiado por Karg,
y asintió.

Karg cerró sus ojos por un momento, luego los abrió y se acercó a Oscar.
Su expresión era muy seria, y sus ojos estaban llenos de todo tipo de
sentimientos conflictivos.

“Oscar. En realidad, no se trata de un regalo de despedida, pero ¿tomarás


lo que este anciano tiene para ofrecer?”.

“¿Qué es?”. Oscar inclinó su cabeza en confusión, y Karg asintió.

Él habló solemnemente.

“Quiero que heredes el nombre Orcus”.

“Abuelo... dejo el taller, así que—”.

“Lo sé, pero todavía quiero que lo tomes. Te lo dije antes, eres el único
apto para ser el Orcus de esta generación. Eres el mejor Sinergista que
conozco. Me niego a pasarle el nombre a alguien más”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Pero entonces...”. ¿Quién será el próximo jefe del taller? Además,


podría convertirme en un hombre buscado pronto. Peor aún, la Santa
Iglesia probablemente me calificará de hereje. ¿Qué pasará con el
taller si heredo su nombre?

Oscar intentó decirlo todo, pero Karg lo interrumpió. Karg estaba


preparado para las consecuencias. Lo había estado desde el momento en
que tomó su decisión.

Él continuó su discurso.

“Nosotros los artesanos somos tercos y peculiares. Claro, nos ponemos


celosos de las habilidades de los demás y siempre tratamos de superarnos,
pero cualquier artesano que se precie también conoce la vergüenza, chico.
Ninguno de ellos será el próximo Orcus, y no solo porque no les daré el
título. Todos saben que te lo mereces, y se avergonzarían de quitártelo”.

Los ojos de Oscar se abrieron con sorpresa. Estaba convencido de que


todos los artesanos pensaban que era un perdedor. Sin embargo, los
miembros verdaderamente capacitados del taller siempre lo sabían.
Incluso si les hubiera concedido a admitirlo, sabían lo bueno que era
Oscar.

Claro, Oscar nunca hizo ninguna arma, pero los artesanos de Orcus eran
profesionales. Podrían decir lo bueno que él era solo por la calidad de sus
productos de hogar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Realmente tengo mucho que aprender... No solo en términos de mi


habilidad de transmutación, sino también como persona.

A pesar de que había trabajado con ellos durante años, Oscar no había
entendido una cosa sobre ellos. No es su orgullo, ni sus sentimientos, ni su
amor por su oficio. Él no había entendido el alma de un artesano en
absoluto. Oscar cerró sus ojos cuando se dio cuenta de eso, hundiéndose
en un profundo pensamiento.

Ellos entendieron cuánto problema traería el taller. A pesar de eso, todavía


lo habían elegido para ser el próximo Orcus. En ese punto, él no sería un
hombre si no tomara el manto que se le ofreció.

Él abrió sjs ojos y miró fijamente a Karg.

“Lo haré entonces. Desde hoy en adelante, soy el nuevo Orcus, Oscar
Orcus”. El rostro de Karg se iluminó con una radiante sonrisa.

Oscar caminó hacia la puerta principal de la capital con un nuevo salto en


su paso.

Sin embargo, la preocupación volvió a colorear su rostro cuando el guardia


de la puerta comenzó a examinarlo. Afortunadamente, pasó sin incidentes.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La desaparición de Forneus se había convertido en conocimiento público


en este punto, y la ciudad estaba llevando a cabo una búsqueda a gran
escala. Los guardias estaban simplemente en alerta máxima por eso, por
lo que no sospechaban especialmente de Oscar ni nada por el estilo.
Además, solo había pasado un día desde la desaparición de Forneus. Era
completamente posible que Forneus se hubiera ido en alguna misión
secreta con sus caballeros templarios. Un hombre en su posición no estaba
obligado a informar sus idas y venidas a nadie.

Solo Oscar y Miledi sabían que estaba descansando en el fondo del


abismo, por lo que un solo artesano que se dirigía a un viaje,
probablemente a la siguiente ciudad, no parecía sospechoso a los guardias.

Oscar caminó silenciosamente por el camino principal por un tiempo. En


poco tiempo, Velnika no era más que un punto en el horizonte. Justo
cuando pensaba que estaba lo suficientemente lejos como para poder
activar sus poderes de Onyx Boots sin despertar sospechas, vio a una
figura familiar sentada en una roca más adelante.

Su rubia cola de caballo revoloteaba en la fría brisa matutina. Ella balanceó


sus piernas hacia adelante y hacia atrás, como si estuviera aburrida.

Oscar se ajustó sus gafas. Luego, con pasos apresurados, caminó hacia
ella.

“Buenos días, O-kun. Hace un buen tiempo”.

“Sí, aunque pareces bastante aburrida”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Una vez que Oscar se acercó lo suficiente para que pudieran escucharse,
Miledi saltó de la roca.

“No soy realmente el tipo de espera. Prefiero la acción”.

“Entonces, ¿por qué no actuaste? ¿No crees que es un poco tarde para
emboscarme aquí? Esperaba verte salir de un sitio hace años”.

“¡Hey, eso es grosero!”. Miledi hinchó sus mejillas y Oscar sonrió.

Los dos hablaron casualmente sobre lo que habían hecho desde que se
separaron hace dos noches.

Miledi actualizó a Oscar sobre Moorin y los viajes de los niños, mientras
que Oscar le dijo a Miledi que había cerrado la entrada y la salida a la
escalera que había hecho. Miledi también explicó que gracias a los falsos
rumores que sus camaradas habían difundido, la búsqueda de Forneus iba
en una dirección completamente equivocada. Oscar también le dijo a
Miledi que había heredado el nombre Orcus.

Al escuchar eso, Miledi lo felicitó. Oscar se sonrojó y se ajustó sus gafas


para ocultar su vergüenza. Miledi vio a través de él y sonrió. Ella había
estado a su alrededor lo suficiente como para conocer sus gestos ahora.

Oscar se aclaró la garganta ruidosamente y cambió de tema. Su expresión


era seria.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Has ayudado mucho a mi familia. Gracias. Te debo una deuda más grande
de lo que jamás podré pagar. Si todavía quieres que lo haga, me uniré a
tu—”.

“Lo importante no es lo que quiero, sino lo que quieres, O-kun”. Miledi lo


interrumpió con una sonrisa.

“Olvídate de toda esa basura sobre deudas. Tu futuro es para que tú


decidas. Tienes que elegir lo que quieres hacer. Si el camino que quieres
caminar es diferente al mío, está bien. No abandonaré a tu familia solo
porque no te unirás a mí. ¡No te atrevas a pensar que alguna vez trataría de
chantajearte así!”.

“Miledi...”. Él no dudó de sus palabras. Ella no abandonaría a su familia


por algo tan mezquino. De eso, él estaba seguro.

El sol alcanzó el horizonte, y el mundo se hizo más claro. El cabello de


Miledi brillaba con la primera luz del amanecer.

“Pero mi deseo sigue siendo el mismo...”. Susurró Miledi, y miró a los


ojos de Oscar. Sus ojos azul cielo combinaban perfectamente con el color
de su maná. Y ahora mismo, lo único que se reflejaba en ellos era él.

“Esta será la última vez que te pregunto esto”. Miledi aspiró


profundamente y le tendió una mano.

“Eres un Sinergista excepcional, Oscar Orcus. ¿No deseas ver un mundo


donde las personas puedan vivir libremente? ¿Un mundo donde cualquiera

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

puede condenar cualquier ideología, donde ningún conjunto de valores


rige, donde los que llaman opresión no son castigados por ello? ¿Te
gustaría venir conmigo y cambiar el mundo?”. Oscar contuvo el aliento.
Sus palabras perforaron a través de él, y él podía sentir su peso. Pensó en
el día en que se conocieron. Ella lo había cautivado desde el principio, esa
noche en el patio trasero del orfanato.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

26
3
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar ya sabía la respuesta a la pregunta que él estaba a punto de hacer,


pero tenía que mencionarla de todos modos. Algo dentro de él lo obligó a
hacerlo.

“¿Quién… eres tú?”.

El sol continuó su lento ascenso.

Miledi podía adivinar por qué Oscar había preguntado. Ella sonrió,
exudando un resplandor más brillante que el sol mismo, e hinchó su pecho
con orgullo.

“Soy Miledi Reisen, la Libertadora. Una que lucha contra los dioses de
este mundo”.

Lo sabía. Esto es lo que significa ser cautivado por alguien.

Él no podía tomar esta decisión sin entusiasmo. El mundo no era un lugar


tan agradable que la resolución sola pudiera cambiarlo.

Luchar contra los dioses era capital para el suicidio. Incluso un gato no
tenía suficientes vidas para sobrevivir a ese encuentro. Si él la seguía,
seguramente vería el infierno.

Pero si es con ella, no creo que me importe luchar en el infierno.

Eso fue lo que él realmente pensaba, desde el fondo de su corazón.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar ajustó sus gafas para ocultar su expresión. No quería dejar que
Miledi lo viera así, pero por una razón completamente diferente de cuando
la había rechazado por primera vez.

Él vertió todos sus sentimientos en su voz y le dio a Miledi su respuesta.

“Te seguiré de por vida, incluso si el camino por el que caminas nos lleva
al infierno y de regreso”. Él caminaría hacia adelante junto con esta
increíblemente imprudente chica.

La respuesta de Miledi fue completamente inesperada.

“Uh, bueno, el infierno y de regreso es un poco... espeluznante, ¿sabes? Sé


que te has enamorado de mí, pero no me gustan los yanderes. ¡Lo siento,
O-kun!”. Los pájaros cantaban cerca mientras el sol de la mañana los
iluminaba.

Aparte de los pájaros, hubo silencio.

Las gafas de Oscar comenzaron a brillar, y su rostro se puso rojo. Él


comenzó a temblar, luego sacó su paraguas.

“¡Milediiiiiiiii! ¡Voy a matarte, peeeeeeeeeeeeeeeeeeeerra¡”.

“¡Kyaaaaaa, O-kun enloqueeeeeeeeeció!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi dio media vuelta y corrió.

Oscar la persiguió, alimentado por la ira y la vergüenza en igual medida.


Relámpagos, llamas y cuchillas de viento salieron disparadas de su
paraguas.

Miledi esquivó a cada una de ellos, gritando todo el tiempo. Sin embargo,
no había ni rastro de miedo en su rostro. De hecho, ella se sonrojó
levemente y sonrió.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Capítulo III: El Hada Macho del Desierto

La luz iluminaba a un par de viajeros. El ardiente calor se pinchaba en su


piel, aparecían espejismos en la distancia, la arena entraba en todo y el aire
era tan seco que la respiración dolía.

“Él está... Él está tratando de matarnos, O-kun”.

“Personifica al sol todo lo que quieras, eso no va a hacer que el Sr. Sol sea
menos caluroso”.

Un par de pasos recorrían la ardiente arena.

“Es tan calienteeeeee. Calienteeeeeeeee. Estoy sudando tanto que me


secaré”.

“Al menos estás usando mi abrigo, así que es mejor para ti”.

La arena se extendía hasta donde alcanzaba la vista. Oscar y Miledi


caminaban por el Desierto Carmesí, ubicado en la parte Occidental del
continente Norte. Este había sido nombrado así por lo impactante que era
la arena roja del desierto. Los granos eran tan finos que incluso una ligera
brisa los azotaría por el aire, volviendo incluso el cielo carmesí.

Oscar estaba cargando a Miledi sobre su espalda mientras caminaba a


través del implacable calor del desierto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Mi cara está caliente, mi cuello está caliente, mis brazos están calientes.
Todo se siente calienteeeeee”.

“......”.

Miledi yacía contra Oscar y agitaba sus brazos como una niña mimada. El
abrigo negro azabache de Oscar parecía el tipo de cosa que absorbería el
calor, no lo reflejaría. Pero, por supuesto, era un Artefacto con hilos
metálicos tejidos en él. No solo reflejaba el calor, sino que también
incorporaba magia de refrigeración en su diseño, por lo que mantenía a su
usuario a una temperatura agradable.

Miledi parecía que realmente estaba sufriendo por el calor, por lo que
Oscar le había dado su abrigo y decidió llevarla sobre su espalda.

En otras palabras, no solo Oscar llevaba una sola camisa empapada en


sudor, sino que también se vio obligado a cargar un objeto pesado.

“Estoy sedieeeeeenta. Si seguimos así, me secaré”.

“....”.

“Odio estar tan sudorosa así”.

“.....”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Y la arena está llegando a todos lados”.

“......”.

“O-kun. O-kun. Hey, O-kun. Usando-gafas O-kun. Quiero decir, gafas—


”.

“¡Gaaaaaah, solo cállate!”. Oscar finalmente enloqueció. Agarró a Miledi


por los tobillos y comenzó a girar. Parecía que la estaba moviendo como
un bate gigante. Los dos giraron en círculos en el medio del desierto.

“¡Hyowaaaaaaaaah!”. La falda de Miledi se levantó, y sus bragas eran


claramente visibles mientras giraba sobre la arena, sus manos estaban
extendidas detrás de ella.

“¡Toma estoooooooooooo!”. Con un enérgico grito, Oscar arrojó a su


compañera. Miledi gritó mientras volaba por el aire. Aterrizó a corta
distancia, y levantó una nube de polvo al chocar contra la arena.

Oscar se secó el sudor de la frente y sonrió.

“Bleh... Pwah... ¡La arena se metió en mi boca! ¿Por qué hiciste eso, O-
kun? ¡Bruto! ¡Diablo! ¡Cuatro ojos!”.

“¡¿Puedes dejar de burlarte de mis gafas?!”. Oscar ajustó sus gafas y se


acercó a Miledi.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Por gritar en voz alta, la arena y el calor son lo suficientemente malos sin
que te quejes cada cinco segundos. Si realmente estás tan caliente, ¿por
qué no haces un bloque de hielo o algo así con tu magia?”.

“Ah...”. Miledi miró a Oscar, en su boca había una pequeña O en sorpresa.


Después de un segundo, ella volvió a sus sentidos y lo miró.

“Podría decirte lo mismo, O-kun. Puedes usar ese paraguas tuyo para
bloquear el sol y hacer agua también, ¿no?”.

“Ah...”.

Los dos se miraron el uno al otro bajo el ardiente sol.

Una nube de polvo pasó volando junto a ellos. Estuvieron callados durante
unos buenos diez minutos.

Miledi invocó un trozo gigante de hielo, lo flotó sobre ellos con magia de
gravedad, e invocó una brisa para que pasara a su lado.

Al mismo tiempo, Oscar desplegó su paraguas y lo levantó sobre ellos. La


tela se expandió a muchas veces su tamaño normal. Luego, activó la nueva
habilidad que había instalado con la ayuda de Miledi. Con la combinación
de piedra espiritual y la magia de gravedad de Miledi, él pudo hacer que
el paraguas flotara sobre ellos. Un velo de viento los cubría, protegiendo
al par de la arena. Los dos ahora estaban agradablemente frescos y libres
de arena.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Esto es culpa del sol por estar demasiado caliente!”.

“En serio. ¡Debería aprender algo de humildad de la luna y dejar de


intentar lucirse tan duramente!”.

“¡Sí, a nadie le importa lo brillante que estás brillando! ¡Por eso a nadie le
gustan los tipos como tú!”.

“¡No eres un matón callejero de Velnika, así que deja de actuar así, maldito
sol!”.

El par expresó sus frustraciones al sol. Subestimarían el calor del desierto,


que había cobrado un precio mayor en su fortaleza mental de lo que habían
pensado. Estaban bastante avergonzados de que tales contramedidas
simples no les ¿hubiera llegado antes, por lo que se desquitaron con el
pobre sol.

En respuesta, casi se sintió como si se pusiera más caliente. Era como si el


sol estuviera enojado.

Ellos siguieron caminando durante otra hora, reprendiendo al sol todo el


tiempo.

“¿Hm? Miledi. Mira, hay un pequeño oasis allí. Creo que está destinado a
ser un descanso en el camino a la ciudad. ¿Deberíamos detenernos un
momento?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Sí, hagámoslo! Yo también me estaba cansando”. Miledi felizmente


saltó hacia delante, su cola de caballo silbando detrás de ella.

“Tienes muy buenos ojos, ¿lo sabías? Ni siquiera puedo verlo desde aquí”.
Oscar sonrió orgulloso mientras miraba a Miledi mirar a su alrededor.

“¿Pensabas que estas gafas eran solo para mostrar?”.

“Quiero decir, totalmente lo son, ¿no es así? Sé que eres el tipo de persona
que los usaría para parecer más inteligente. Es decir, incluso en Velnika
podría decir que solo estabas subiendo las gafas todo el tiempo porque
sabías que las chicas pensaban que se veía genial. Ibas totalmente por una
mirada inteligente de caballero, ¿verdad?

“Realmente necesitamos tener una charla sobre cómo me ves”.

Oscar miró a Miledi. Sus palabras dolieron aún más, ya que ella las había
dicho todas con un serio rostro.

Oscar se aclaró la garganta.

“Estas gafas son un Artefacto también. Les he encantado con muchos


hechizos diferentes. Los lentes pueden emitir un poderoso destello de luz,
y me hacen inmune a la magia oscura... También les he encantado con
Farsight”. Él hizo lo que pudo para explicar que no eran solo una
herramienta para ser popular con las mujeres

Miledi lo miró en shock.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Heh, sabía que te sorprendería. Pero ahora sabes que estas gafas no son
solo —”.

“¡¿Tus gafas brillan?! ¡¿Pueden brillar?!”.

“Espera, ¿eso es lo que te sorprende?”.

Los ojos de Miledi brillaban de emoción. Por alguna razón, el hecho de


que sus gafas pudieran brillar realmente la había impresionado. “¡Quiero
verlo!”.

“Tengo la sensación de que estás tratando de burlarte de mí de alguna


manera, así que no”.

“¡¿Por qué no?! ¡Quiero ver al Brillante O-kun!”.

“¿Brillante O-kun? Ahora sé que te estás burlando de mí”.

Miledi continuó rogándole, pero Oscar la ignoró y siguió caminando.

“Vamos, O-kun. Haz que tus gafas brillen por mí. ¡Pooor favor, O-kun!”.
Un frio viento sopló contra el rostro de Oscar, lo que hizo que sus gafas se
cristalizaran. Sin embargo, Oscar no respondió, y el viento se hizo aún más
frío a su vez.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

No puedo dejar que me enoje. Estaré jugando en sus manos si lo hago.


Necesito mantener la calma y compos—

“¿Recuerdas cuando fuiste a visitar a Aisha-chan antes de irte, O-kun? Ella


estaba llorando y se aferró a ti y te dijo que—”. ¡Glasses Beam!

“¡¿Higyaaaaaah?! ¡Mis ojos! ¡Mis ojoooooos!”. Miledi agarró sus ojos


cuando su destello los alcanzó a quemarropa.

Como nota aparte, la continuación de esa frase habría sido “ella había oído
de un aventurero que a O-kun le gustaban las chicas en delantales”.

Oscar era solo humano. Él también bebía con sus conocidos de vez en
cuando. Naturalmente, las chicas eran una de las cosas de las que hablaban
mientras estaban borrachos. Y parecía que Aisha había interrogado a sus
conocidos para que le dijeran más sobre Oscar. Después de eso, ella había
solicitado un último trabajo de Oscar y había organizado una fiesta
sorpresa para él. Al final, Oscar se aterrorizó de las mujeres.

Existen algunas cosas en el mundo mejor dejarlas desconocidas.

“Mira, Miledi. Incluso hay una cabaña en el oasis. Bien podríamos parar
allí para almorzar”.

“Ya sabes, O-kun. Todavía no puedo ver nada”. Miledi seguía quejándose
de dolor y pateando ciegamente el aire. Ella había experimentado de
primera mano el temible poder de las gafas de Oscar. Honestamente, la
asustaron un poco.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar comandó acercar su paraguas y lo usó para lanzar magia curativa


sobre ella. Esta era la undécima de las habilidades de su paraguas, Benison
Aura. La luz sanadora llovió desde los rayos del paraguas.

“Aaah, puedo ver de nuevo. ¡El mundo no es negro!”.

“Haaah... Deja de hacer tonterías, Miledi. Vámonos”.

Miledi levantó sus manos hacia la luz, como si estuviera ofreciendo una
oración al cielo. Oscar suspiró y la cargó en sus brazos.

El oasis tenía una cantidad de árboles que crecían a su alrededor, y la


sombra era agradablemente fresca. La cabaña parecía estar en buenas
condiciones también. Alguien probablemente viene y la limpia
regularmente. Aunque estaba limpio, todavía era una cabaña vacía.
Mantenía el sol y la arena afuera, pero todavía hacía calor adentro.

De hecho, era más cómodo bajo el paraguas de Oscar que en la cabaña. Y


así, el par decidió quedarse afuera y se sentaron al lado de la orilla.

Oscar volvió a poner su paraguas en el suelo, por si acaso aparecía alguien


más. Él no quería que la gente sospechara de qué magia ellos eran capaces.

“Todos necesita un O-kun en su casa”. Miledi lavó su rostro y manos en


el oasis mientras decía eso.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Al menos podrías hacer que suene como si yo fuera una persona, no un
objeto. Además, no estoy aquí para hacer que la vida de todos sea más
conveniente”. Oscar se inclinó y comenzó a lavar su rostro también.

Ellos se habían ensuciado bastante en el tiempo en que no se habían


mantenido cómodos con magia. El agua fresca se sentía genial en su
caliente y sudorosa piel.

Oscar se sintió renovado, pero esto no fue suficiente para Miledi.

“Ugh, también se me metió en el pelo”. Ella se desabrochó la coleta y se


pasó los dedos por el pelo. Ellos regresaron arenosos. Su ropa, también,
estaba llena de arena. Su sudor hizo que se pegaran desagradablemente a
su piel.

“Tendremos que lidiar con eso hasta que lleguemos a la ciudad.


Llegaremos allí al final del día, y puedes tomar una ducha allí. Me
pregunto si puedo encantar mi ropa para mantener la arena fuera... ¿Es
posible algo así? Hmm...”. Oscar se detuvo, y Miledi habló.

“¿No puedo simplemente desnudarme y saltar en el oasis?”.

“¡¿Bwah?! ¡¿Estas bromeando?! ¡Este es un lugar público! ¡¿Qué pasa si


alguien viene aquí?! En realidad, olvídalo, ¡estoy aquí! ¡¿No tienes
vergüenza?!”. Oscar se apresuró a evitar que Miledi se desnudara.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Normalmente esta habría sido la parte donde Miledi comenzaba a


molestarlo por ponerse nervioso, pero ella todavía estaba mirando el oasis,
una mirada peligrosa en sus ojos.

Ella todavía era una chica después de todo. Es posible que hayan estado
en el medio de un viaje, pero ella todavía quería estar limpia.

A este ritmo, ella probablemente saltará completamente vestida si es


necesario.

“Cálmate, Miledi. Piensa en esto de manera racional”.

“Necesito saltar ahí para poder comenzar a pensar racionalmente de nuevo.


Una persona famosa dijo una vez algo como esto: ¿Por qué salto a los
oasis? Porque están ahí”.

“Quienquiera que sea esta persona, probablemente solo se hizo famoso


porque todos pensaron que eran un pervertido. O eso, o tienes la mención
equivocada”.

Miledi se acercó más al agua. Más y ella realmente caería en el oasis.

Oscar suspiró.

“Bien, bien. Quieres lavarte, ¿verdad? Te haré un cuarto de ducha en los


arbustos por allí, así que solo usa eso”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Te amo, O-kun!”.

“Sí, sí”. Oscar sostuvo a Miledi hacia atrás mientras ella trataba de
abrazarlo, y sacó uno de sus Artefactos de su bolsillo.

Era su Silver Slate. Originalmente se había hecho para rastrear personas,


pero él le había agregado una segunda función. Ahora podría detectar la
presencia de maná dentro de un cierto radio.

Ellos estaban buscando otras personas con magia antigua. Es probable que
esas personas tengan reservas de maná tan grandes como las de Miledi y
la suya. Por otra parte, podría sentir la aproximación de cualquier
amenaza, o cualquiera con una fuerza anormal.

Como los beastmen no poseían maná, esto no podía sentirlos, pero él sentía
que era lo suficientemente bueno por el momento. Sin embargo, Oscar
definitivamente quería mejorarlo antes de llegar a Haltina.

Incluso así, era una buena alarma para Miledi.

“Nadie alrededor en un radio de trescientos metros. Perfecto”. Solo había


dos puntos en la placa. Miledi y él mismo. Ambos brillaban lo más
brillantes posible.

Oscar caminó hacia un sorprendentemente denso matorral, y transmutó.


Hizo todo lo posible para no dañar la flora local, ya que arrastró los
materiales del subsuelo para crear su improvisada ducha.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Un Sinergista promedio se habría desmayado con asombro ante las


habilidades increíbles de Oscar. Sin embargo, él no estaba arriesgándose.
¡Este era un cuarto de ducha para su amada compañera!

“Miledi, esto es solo para garantizar tu privacidad, por lo que las paredes
no son tan duras. No te vuelvas salvaje allí, ¿de acuerdo?

“¡Wow, en realidad pusiste una ducha allí!”.

Antes de que Oscar pudiera decirle que consiguiera su propia agua, ella
había sacado una gran cantidad con magia de gravedad y la había vertido
en el tanque que él había preparado. Había dejado el techo abierto, para
poder traer más si lo necesitaba.

La ducha tenía un grifo y todo, pero antes de que pudiera explicar cómo
funcionaba, Miledi había saltado al baño.

“¡O-kuuun!”.

“¿Sí?”.

“Graciasss~”.

“Uh, sí. De nada”. Oscar torpemente rascó su mejilla y se alejó.

“No estoy tan lejos, así que, si necesitas algo, solo grítame. Aunque creo
que estaremos bien, ya que tengo mi Silver Slate”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Mmm, entiendo. No espíes~”.

“No te preocupes, no lo haré”.

“Será mejor que no. Como absolutamente, definitivamente será mejor que
no. Hablo en serio, O-kun. No te atrevas—”.

“¿Estás tratando de insinuar algo? O qué, ¿realmente no confías en mí?”.


Oscar pudo escuchar la risa de Miledi a través de las paredes. Un segundo
después, el sonido de agua cayendo lo reemplazó. Miledi parecía estar de
buen humor.

“En serio...”. Oscar ajustó sus gafas con exasperación.

“Ahora que lo pienso, estoy muy sudado también. Además, hay arena en
toda mi ropa...”. Él se dio cuenta de que estaba tan sucio como Miledi.
Miró hacia abajo en su Silver Slate. Parecía que todavía no había nadie
cerca.

“Hmm... creo que también podría lavarme...”. él no planeaba desnudarse


y darse una ducha completa, solo quitándose la camisa y limpiándose.
Además, dado que él era un hombre, no necesitaba hacer un vestuario
separado para él.

Oscar se quitó la camisa, empapó una toalla y comenzó a limpiarse. Se


restregó con fuerza, asegurándose de que se quitara toda la arena y el
sudor.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

En ese momento, notó que alguien lo miraba. Instantáneamente cauteloso,


se giró para ver quien lo estaba mirando.

“Gulp...”. Miledi estaba mirando por encima de la pared de la ducha.

“¿Qué estás haciendo?”, preguntó Oscar, sus cejas estaban temblando.

“Ya sabes, me di cuenta de esto cuando me estabas cargando, pero... O-


kun, eres sorprendentemente musculoso. Pareces un erudito delgado, pero
tienes muchos músculos”.

“Hice que los aventureros me enseñasen a luchar, por si acaso. Además,


esos ojos tuyos me están asustando. ¿Qué pasó con no mirar? ¿No tienes
ningún tacto?”.

“Lo dejé en el Cañón Reisen”.

“¡Entonces ve por él de vuelta!”.

¡Y ella fue quien dijo que no tomara un vistazo a ELLA! Nunca supe que
ella era una pervertida sin esperanza. En ese momento, Oscar vio algo
por la esquina se su ojo.

“M-Miledi, dejemos esto. Aléjate de la pared”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Nihihihihi. ¿Estás avergonzado, O-kun? ¿Tan avergonzado de ser visto


desnudo por una chica? Bueno, ¿lo estás?”.

“Ni siquiera me quejaré de lo molesta que eres, así que, por favor, aléjate
de esa pared. Te lo dije antes, el cuarto de ducha no fue hecho para durar”.

“¿Hm? ¿No lo fue?”.

“Sí, así que— ¡Aaah, espera! ¡No te apoyes! Si lo haces—”.

Hubo un fuerte crujido. Entonces, las paredes del baño de repente


comenzaron a desmoronarse.

“¿Huh?”. El peso de Miledi era demasiado para ellas, y colapsaron.

“Whoa...”.

“Ah...”. Miledi, quien había estado apoyada contra ellas, cayó hacia
adelante. Su cuerpo desnudo voló hacia Oscar. Él obtuvo una buena vista
de su esbelta espalda, sus hermosas curvas y sus suaves piernas.

“Gah, no puedo creer esto—”. Miledi se puso de pie, dándose cuenta


demasiado tarde de qué tipo de vista le daría a Oscar.

“¡O-O-kun, no mires!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Muy por delante de ti!”. Oscar giró sobre las puntas de sus pies a otro
lado.

“Ugh, él totalmente vio. No hay forma de que él no... Quiero decir, es mi


propia culpa, pero... tal vez debería pegarle con Nether Burst de todos
modos...”. A Oscar no le gustó el sonido de eso. Ni siquiera quedaría una
partícula de él si ella lo golpeaba con eso. Esta Había derrumbado un piso
entero de la Greenway

“¡Y-Yo no vi nada! ¡Lo juro!”.

“Mentiroso. ¡Eres un gran mentiroso, O-kun! ¡Tu voz está temblando!”.

“Guh. De acuerdo, entonces tal vez vi un poco... Lo siento”.

“Ugh. Es mi culpa, así que no deberías disculparte... Se siente mal”.

Era una especie de novela, ver a Miledi genuinamente avergonzada por


una vez. Oscar lo encontró bastante lindo.

“De todos modos, el vestuario debería estar bien todavía. Ve a esconderte


allí. Repararé la ducha, si quieres terminar”.

“Nah, está bien. Simplemente me cambiaré”. Ella estaba actuando


inusualmente dócil. Cuando ella era así, parecía como cualquier otra chica.
Oscar descubrió que prefería su versión más molesta, ya que no tenía por
qué sentirse mal por pegarle cuando ella era así.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Dejando esos pensamientos a un lado, Oscar encontró su camisa y


comenzó a vestirse.

Los dos pasaron algún tiempo sentados en el oasis bajo la sombra del
paraguas de Oscar.

“......”.

“.....”.

Ellos no dijeron nada. Las orejas de Miledi aún estaban rojas.

Oscar revisó su mochila para su comida. Él había traído una gran cantidad
de productos perecederos. Habían sido almacenados en sus contenedores
que eran populares entre los aventureros. Sus sellos herméticos
significaban que la comida perduraba incluso más de lo habitual dentro de
ellas.

Las versiones que había hecho para sí mismo eran, por supuesto, mucho
más impresionantes que las variantes atenuadas que él había hecho para
otros aventureros. Si la noticia de sus inventos mejorados se extendiera, él
probablemente se hubiera visto inundado de solicitudes de todos los
países. Logística para suministros era la parte más difícil acerca de
organizar un ejército.

“Sudamos mucho antes. Necesitamos recuperar algo de sal en nosotros”.


Él le tendió algo de comida a Miledi.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡S-Sí, ¡tienes razón!”. Ella lo tomó entusiasmadamente. Parecía que


todavía estaba tratando de deshacerse de su vergüenza.

Oscar tampoco sabía qué decir, por lo que se centró en comer.

El almuerzo de hoy era carne. Él usó una gran cantidad de condimentos y


especias en la salsa, por lo que era una comida sorprendentemente
deliciosa. Esa era la otra razón por la que los contenedores de alimentos
de Oscar tenían tanta demanda. La comida que empacó en ellos era buena.
Además de eso, debido a lo bien sellados que estaban sus contenedores,
también podía mantener los productos perecederos en perfectas
condiciones.

“Mmm, ¡esto es genial! Este es el mismo plato que estaba en el restaurante


de Aisha-chan, ¿verdad?”.

“Síp. ¿Recuerdas que siempre había un grupo de aventureros allí cuando


íbamos? A ellos les gusta ese lugar porque se sirve comida picante como
esta”.

“Ya veo. No es de extrañar que nuestros almuerzos fueran tan deliciosos.


Espera, eso significa que compraste todo esto en el restaurante de Aisha-
chan, ¿cierto? ¡Así es como ella descubrió que te ibas y comenzó a llorar!”.

“Prácticamente”. Oscar llenó su boca de carne. Claramente, no quería


hablar de eso. Desafortunadamente para él, despertó la curiosidad de
Miledi, que al menos significaba que ella había vuelto a la normalidad.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hey, O-kun. ¿Qué te dijo Aisha-chan? Vamos dime. ¿Y qué le dijiste?


¡Vamos! No es gran cosa, ¿verdad?”. Ella le sonrió y lo golpeó
gentilmente con sus codos.

Oscar ajustó sus gafas.

“Miledi. Estás siendo molesta de nuevo. Increíblemente molesta. Estoy


aliviado. Por favor, mantente así para siempre, así no me sentiré culpable
por golpearte a medio camino a través del planeta”.

“¿H-Huh? Esa no fue la reacción que esperaba... ¿Qué se supone que


significa eso? Aquí me estoy burlando de ti y te ves casi... amable. Ni
siquiera sé lo que se supone que debo decir sobre eso”.

Era raro que Oscar le mostrara amabilidad a Miledi, por lo que ella se
sorprendió.

“Uh, umm... ¡Oh, sí! ¡Sobre la ciudad a la que vamos a ir!”. Ella
forzosamente cambió el tema.

Oscar regresó su comida y gruñó una respuesta.

“La ciudad se llama Chaldea, ¿verdad? Es la ciudad más grande de


Polvora, creo. Son parte de la Federación Sharod, ¿verdad?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi asintió mientras masticaba algo de carne. El desierto que cruzaban


estaba gobernado por un grupo de países que formaban la Federación
Sharod. La federación era una ligera alianza entre los muchos pequeños
feudos independientes que punteaban el desierto. Sin embargo, los feudos
eran tribus más grandes que regiones debidamente organizadas. Cada una
de las tribus tenía su propia cultura, costumbres y leyes. Incluso Sharod,
el miembro más poderoso de la federación y su homónimo, no tenía el
poder de influir en la regla de otra región.

Estas pequeñas tribus se habían unido para mostrar un frente unido contra
los poderes más grandes del mundo humano.

Polvora estaba en el extremo Sudeste del desierto, y el feudo más cercano


a Velka. Su ciudad más grande, Chaldea, era famosa por sus textiles.

“Comenzaremos por recopilar información. Y ya que estaremos allí de


todos modos, también podríamos pasar un tiempo comprobando sus
ropas”.

“Estamos buscando el ‘Hada del Desierto’ ¿no?”.

“Spí. El Hada del Desierto. En realidad, estaba en camino hacia Polvora


originalmente. Solo me detuve por Velnika porque estaba en el camino”.

“Convertido en un desvío bastante grande, ¿huh?”.

“Se convirtió en el mejor desvío de mi vida”.

287
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Mhm”, respondió Oscar, y tragó su comida.

“Dijiste que has estado buscando más poseedores de magia antigua desde
que te uniste a los Libertadores, ¿verdad? ¿Tú y tus camaradas
supuestamente han estado recorriendo el mundo en busca de personas?”.

“La mayoría de nuestras potenciales pistas han terminado siendo


callejones sin salida, pero sí”. Ella le había contado la mayor parte de esto
cuando estuvieron en Velnika.

No había demasiadas personas como Oscar y Miledi, que pudieran usar


magia antigua y poseyeran cantidades incrédulas de maná. Era lógico
pensar que los pocos que existían se destacarían, lo que significaría que
los rumores de ellos se extenderían. Sin embargo, Oscar no había
escuchado tales rumores. Supuso que eran como él, ocultando sus talentos
del resto del mundo. Por eso Miledi y sus camaradas habían saltado incluso
en los rumores más extravagantes. Eran lo único que ellos tenían.

La mayoría habían resultado pistas falsas, pero de vez en cuando sacaban


la lotería. Oscar fue la primera persona que Miledi encontró capaz de usar
la magia de la era de los dioses, pero incluso así, ellos recogieron una
cantidad de personas increíblemente talentosas.

Como su método actual de perseguir rumores extravagantes había dado


algunos frutos, continuaron confiando en ello. Y el Hada del Desierto era
uno de esos rumores.

288
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Según la leyenda, había un hada errante que patrullaba el Desierto Carmesí


y guiaba a los viajeros perdidos a casa. Le sonaba bastante falso a Oscar.
Él inclinó su cabeza.

“¿Por qué un hada, de todas las cosas?”.

“Porque son lindas y delicadas chicas, ¿tal vez?”. Miledi inclinó su cabeza
también. Ella tampoco estaba segura.

Todavía no tenían suficiente información, por lo que planeaban ir a la


ciudad más grande de la zona y reunir más.

“Sería bueno... si pudiera usar magia antigua también”.

“Magia curativa específicamente, ¿verdad?”. Respondió Miledi


gentilmente.

Miledi quería encontrar a alguien que pudiera ayudarla en su lucha contra


los dioses. Sin embargo, aunque Oscar por supuesto quería ayudarla a
lograr su objetivo, también quería encontrar a alguien que pudiera curar a
su hermano y hermana. Para él, eso aún tenía prioridad.

Oscar subió sus gafas, avergonzado de ser visto tan fácilmente.

La aldea escondida, donde se había enviado a la familia de Oscar, y donde


vivían todos los miembros no combatientes del grupo de Miledi, estaba en
lo profundo del Cañón Reisen. Cuando ella trabajaba como verdugo,
Miledi había encontrado una cueva en lo profundo del cañón. Había

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

algunos otros lugares en los que Miledi había considerado poner su base,
pero esta era la más fácil de defender y la menos probable de descubrir.

Oscar había confiado a los huérfanos y algunos miembros de los


Libertadores con algunos de sus Artefactos, por lo que la aldea estaba al
menos mejor defendida ahora.

Una vez que encontraran una manera de curar a Dylan y Katy, Oscar
planeaba regresar para verlos. Cada vez que eso ocurría, él se aseguraba
de reforzar las defensas del pueblo con las trampas físicas más atroces que
se le ocurrían.

Cualquiera que se atreviera a lastimar a su familia merecía solo la muerte


más dolorosa.

“Hey, ¿O-kun? Tu sonrisa empieza a asustarme. Te ves un poco malvado”.

“Oh, whoops”.

Miledi había terminado de comer y ahora miraba a Oscar, temblando de


miedo.

Oscar se apresuró a terminar su propia comida.

“Bueno, ese es un descanso lo suficientemente largo. Si cae la noche antes


de entrar a la ciudad, será más difícil encontrar una posada”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Al menos esta vez el viaje será agradable y fresco”.

Miledi y Oscar caminaron hacia el áspero desierto, su cubo de hielo


flotante y su paraguas proporcionaron un perfecto aire acondicionado.

La arena se extendía hasta donde alcanzaba la vista. El viento formaba las


dunas, haciéndolas ondular como olas. Realmente se sentía como si
estuvieran atravesando un mar de arena.

“¿Hm? Miledi, tenemos algo viniendo de la derecha. Cinco de ellos”.

“No veo nada. Deben estar bajo tierra”. Miledi escaneó el área a su
derecha.

Oscar comenzó a contar hacia abajo. Cuando llegó a 1, 5 escorpiones


carmesí salieron disparados del suelo.

Miledi golpeó casi al mismo tiempo.

“¡Heavensfall!”.

Los escorpiones fueron arrojados de nuevo a la arena. La magia de


gravedad los inmovilizó en su lugar. Los escorpiones chillaron de dolor.
Sin embargo, estaban en el desierto. Debajo de los escorpiones solo había

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

arena. En lugar de ser aplastados contra el suelo, los escorpiones se


hundieron más profundamente en su interior.

“Hmm, los desiertos y yo realmente no nos llevamos bien”. Miledi arrojó


una combinación de magia de tierra y de viento para invocar una cuchilla
de arena, la cual cortaba los escorpiones. Los cinco chillaron de nuevo
mientras morían.

“Has estado usando magia de gravedad muchísimo últimamente. ¿Alguna


razón para eso?”.

“Práctica. Es bastante difícil de usar, y requiere mucho maná. Quiero ser


mejor para controlarla, y con suerte reducir la cantidad de maná que drena,
así que tengo que seguir practicando”. Ella infló su pecho con orgullo.

Aunque parecía habilidosa a primera vista, Miledi todavía no podía


fusionar otra magia elemental con su magia de gravedad. Además, había
hechizos que incluso ella no podía controlar.

Su Nether Burst era uno de esos hechizos. Una vez activado, drenaría todo
su maná a menos que algún factor externo forzara el hechizo a cortarse
parcialmente.

Ella no estaba feliz de que su hechizo más poderoso fuera uno que no
pudiera controlar por completo. Peor aún, si no tenía cuidado, era probable
que fuera a matarse a sí misma con ello.

292
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ya veo. Ciertamente parece difícil de usar. Así que ni siquiera puedes
usarla perfectamente...”.

“Hey, O-kun. He sido la única que lucha desde hace un tiempo...


¿Realmente planeas hacer que una chica haga todo el trabajo?”. Miledi
miró a Oscar.

Como la mayoría de los lugares, el Desierto Carmesí estaba plagado de


monstruos. De hecho, era una de las regiones más peligrosas del
continente.

Los escorpiones que Miledi acababa de derrotar eran conocidos como los
asesinos del desierto. Los viajeros los temían por su veneno mortal y su
capacidad de moverse por el suelo sin ser detectados.

Desde que abandonaron el oasis, ellos habían sido atacados con bastante
frecuencia. Sin embargo, Oscar siempre fue capaz de detectarlos con
antelación y Miledi los aplastaba en segundos, por lo que no tenía sentido
de urgencia.

Aun así, tan fuerte como ella era, Miledi todavía era una chica. Estaba
cansada de ser la única luchando, deseando que su compañero colaborara.

Oscar simplemente la miró inexpresivamente en respuesta. Era casi como


si él no entendía el motivo de sus quejas.

“Está bien, ahora estoy enojada. ¡Estoy enojada, O-kun! ¡Soy una chica
también, ¿sabes?! ¡Sé que esto es un juego de niños, pero aún podrías decir

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

algo como ‘Oh, déjamelo a mí’ o ‘Me sentiría mal haciéndote hacer todo
el trabajo duro’ o algo así!”.

“Acabas de decir que esto es un juego de niños. Estás mejor preparada


para luchar que yo. Además, solo pensar en ti actuando como una chica
normal de ciudad es... Jaja”.

“Hey, ¿por qué te ríes? O-kun, será mejor que te expliques”. Miledi miró
a Oscar, una mirada oscura en sus ojos. Pero en ese momento, el Silver
Slate de Oscar reaccionó de nuevo. Había un monstruo gigante que se
dirigía hacia ellos. Era rápido también.

“Miledi, detrás de nosotros. Es rápido. Voy a contar hacia atrás para ti”.

“......”.
“10, 9, 8, 7 6, 5, 4, 3, 2, 1, ¡vamos!”.

Una gigante lombriz de tierra, conocida por las personas aquí como un
Sandworm, surgió de debajo del suelo, directamente debajo de sus pies.

Oscar y Miledi saltaron hacia atrás en diferentes direcciones, apenas


evitando las fauces circulares de la criatura. Sus afilados dientes molieron
la arena que había estado masticando. Casi parecía que rechinaba los
dientes por la frustración al no poder atrapar a su presa.

“¿Hm? ¿Huh?”. Oscar miró confundido.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Normalmente, Miledi habría aplastado al gusano hasta el suelo con su


magia de gravedad.

¿Está cargando un hechizo realmente poderoso o algo así? Oscar sacudió


su mano izquierda. Cadenas delgadas salieron volando de su manga.

Sus Metamorph Chains. Antes había tenido que arrojarlas físicamente, o


arrastrarlas por el suelo hasta su objetivo utilizando la piedra espiritual
contenida en ellas. Ahora, sin embargo, las había mejorado con la magia
de gravedad de Miledi y flotaban libremente en el aire.

Él podía controlar las cinco a la vez, ya que eran más fáciles de manejar.
Además, la bolsa en su cintura tenía una gran capacidad de carga, por lo
que alargó cada una a cien metros.

Sus cadenas se abrieron paso alrededor del Sandworm. Eran lo


suficientemente poderosas como para atarlo en su lugar.

Él envió una segunda cadena excavando a través del suelo, luego


transmutó remotamente el suelo debajo del Sandworn en piedra.

“¡Miledi, ¿cuánto más va a durar esto?!”. Oscar le grito a su compañera.


Sin embargo, no hubo respuesta. ¡¿No me digas que se lesionó?! Pero
cuando miró por encima, vio que ella había esquivado muy bien. Sus
acciones lo desconcertaron.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Miledi? ¿Qué estás haciendo?”. Ella yacía en medio del aire, con las
manos detrás de su cabeza. Lo suficientemente alto como para que el
Sandworm no pudiera alcanzarla.

Miledi le sonrió.

“Pensé que debería darte la oportunidad de entrenar tus habilidades. Ese


monstruo es un regalo de mi parte para ti. ¿Oh, qué es eso? ¡No hace falta
que me agradezcas! Somos compañeros después de todo”.

Supongo que está guardando rencor. Ella se había elevado lo suficiente


como para no estar en peligro.

Una vena palpitó en la frente de Oscar. Él apretó las cadenas alrededor del
Sandworm, y este gritó de dolor.

“Miledi. Hacer esto en medio de una pelea no es divertido. Lo que estás


tratando de decir ni siquiera tiene sentido. Escucha, en primer lugar—”. Él
mismo cortó mientras miraba su Silver Slate. Varios enemigos enormes se
dirigían hacia ellos. Oscar supuso que eran los amigos del Sandworm.

“M-Miledi. Hay seis más por venir. Deja de jugar y deshazte de ellos”.
Miledi no hizo ningún movimiento para levantarse.

“No”, dijo ella, como una niña mimada, y sonrió.

Seis Sandworms surgieron del suelo, rodeando a Oscar. Ellos miraron a su


amigo atrapado, y luego a Oscar. Su ira era evidente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La expresión de Oscar se puso rígida, pero él mantuvo la calma. Luego,


ajustó sus gafas.

“Miledi, entiendo que estés frustrada. Estoy dispuesto a escuchar, así que
hablemos de esto, ¿de acuerdo? Pero primero, ¿podrías por favor
deshacerte de estos—”.

“¡Giyaaaaaaaaaaaah!”.

Antes de que pudiera terminar, los Sandworms convergieron en Oscar.


Seis bocas abiertas se abalanzaron sobre él.

Oscar gritó, y una nube de polvo se elevó donde él había estado de pie.
Las cabezas de los Sandworms estaban todas atrapadas en el suelo, y se
veían como gigantescas Ns boca abajo.

Un segundo después, Oscar habló.

“¡¿R-Realmente vas a quedarte ahí sentada?!”. Mientras se despejaba el


polvo, Miledi vio a Oscar sobre una rodilla, con el paraguas desplegado
ante él.

Él activó Hallowed Ground para mantenerse vivo. El peso de seis enormes


criaturas debería haberlo enterrado en la arena, incluso con una barrera,
pero él había transmutado el suelo en metal y colocó su paraguas en su
lugar. Sus habilidades de transmutación eran realmente impresionantes.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Eres mi compañero, ¿no es así, O-kun? No vas a ser de mucha ayuda


contra los dioses si no puedes vencer a monstruos como estos”. Oscar
finalmente enloqueció. Miledi no se dio cuenta y siguió provocándolo.

“¿Qué sucede, O-kun? ¡Vamos, puedes hacerlo! ¡No te rindas! ¡Sigue con
tu juego de pies! ¡Cree en ti mismo! ¡Sé que puedes hacerlo mejor que
esto! ¡Vamos, vuelve a levantarte!”. Oscar se levantó. Extendió el eje del
paraguas hacia los Sandworms, entonces sacó un único guante negro y se
lo puso. Después de eso, también sacó algunas de sus armas encantadas.

Finalmente, respiró hondo, miró a Miledi y gritó.

“¡Milediiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! ¡Voy a jodidamente asesinarte!”. Su voz llegó


muy lejos.

Al mismo tiempo, hubo una explosión, y uno de los Sandworms voló. El


primer Sandworm que había suprimido con sus cadenas era una cáscara
humeante. Él usó relámpago para matarlo.

La explosión había arrancado trozos enormes de algunos de los torsos


restantes del Sandworms.

Los golpearía a todos con Combustion Blades. La explosión resultante fue


bastante poderosa.

Le cayeron trozos de carne, los cuales se defendió con su paraguas. Luego


dobló uno de sus dedos enguantados. Hubo un fuerte silbido, y uno de los
Sandworms se dividió en cinco.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Este era otro de sus Artefactos, el Sable Glove. Fue elaborado a partir de
hilos superfinos de metal que habían sido encantados con magia de
gravedad. Los hilos estaban hechos de piedra espiritual, por lo que él
también podía controlarlos libremente. Mientras que sus cadenas fueron
hechas para atar y restringir objetivos, esas fueron hechas para matar. Los
hilos de la piedra espiritual eran lo suficientemente afilados para cortar la
carne.

Los Sandworms restantes trataron de esconderse bajo tierra, ya que este


oponente era demasiado para que lo manejaran.

“No van a ir a ninguna parte”. Oscar transmutó el terreno a su alrededor.


La arena, que debería haber sido su dominio, se convirtió en las tumbas
que los atraparon.

Oscar cerró su paraguas, lo levantó y lo arrojó al suelo. Cuchillas de viento


dividieron en dos a los Sandworms, mientras que las cadenas electrificadas
y el alambre de metal formaron carne picada del resto.

Ni siquiera le había tomado un minuto a Oscar eliminarlos a todos.

Después de terminar, miró a Miledi.

“¡Sabía que podrías hacerlo si lo intentabas, O-kun!”. Ella estaba


aplaudiendo felizmente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Para asegurarse de que tenían una buena relación de trabajo en el futuro,


Oscar decidió que necesitaba darle una pequeña lección. Él apuntó sus
cadenas hacia ella. Pero antes de que pudiera dispararlas—

“¿Hm?”.

“¿Huh?”.

El aire se sacudió. Un segundo después, el suelo comenzó a temblar


también.

Algo a unos cientos de metros estaba corriendo hacia ellos. Estaba


levantando una nube de polvo tan grande que parecía como si una tormenta
de arena lo siguiera. Ese algo resultó ser una manada entera de
Sandworms.

Oscar miró su Silver Slate. Todo estaba brillando con luz. Había
fácilmente más de un centenar de ellos, los cuales abarcaban un área de
más de trescientos metros de ancho. Uno de los Sandworms parecía mucho
más grande de lo normal.

Parecía que los Sandworms de antes tenían muchos amigos.

Él sabía que no podía luchar contra un grupo tan grande. Él sería derrotado
por su gran masa incluso antes de que tuviera la oportunidad.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Miledi-san? Si me estás diciendo que pelee por mi cuenta también, voy


a tener que reconsiderar mi decisión de viajar contigo”. Oscar miró
suplicante a Miledi.

“I-incluso yo no sería tan cruel. En realidad, ¡salgamos de aquí! ¡No creo


que mi magia sea suficiente para eso!”.

“S-Sí”.

Oscar intentó saltar al aire con sus Onyx Boots.

El ejército Sandworm estaba casi encima de él. Eran incluso más rápidos
de lo que había pensado. De cerca, se dio cuenta de que el gigante era aún
más grande de lo que había pensado al principio. Era como una montaña
viva que se alzaba sobre él.

Mierda, puede que no lo haga. Miledi debió haber estado pensando lo


mismo, ya que ella lo aligeró con su magia de gravedad.

“¿Huh?”.

“¿Huh?”.

En ese momento, Miledi y Oscar miraron hacia abajo en shock.

Este no era el momento para hacerlo, pero lo que vieron fue simplemente
increíble. Un hombre apareció entre él y los monstruos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Tenía cabello rojizo y ojos tan agudos como un halcón. Sus ojos eran del
mismo color que su cabello. Vestía una túnica gris descolorida, con un
cinta blanco sobre ella. Con una altura formidable de dos metros, él tenía
una maciza estructura. Oscar supuso que estaba en la mitad de sus 20 años.

Por su ropa, parecía probable que fuera un residente del Desierto Carmesí,
pero ni Oscar ni Miledi lo habían sentido venir en absoluto.

En silencio, corrió hacia Oscar, como si no le preocupara por completo el


ejército de Sandworms que tenía detrás.

“Huh, espera, ¿quién er—”.

“No te preocupes por eso".

Oscar vaciló cuando el hombre musculoso se alzó sobre él. Él agarró los
brazos de Oscar, su voz completamente sin emoción.

Un segundo después—

“¿Qué?”.

“¿O-O-kun?”:

Miledi estaba directamente frente a él. Ambos parpadearon.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Con su mano libre, él agarró a Miledi.

Un segundo después, desaparecieron.

“¿Huh?”.

“¿Qué? Espera, todo lo que hemos estado diciendo durante el último


minuto es huh y qué...”. Y reaparecieron en una duna de arena en otro
lugar. Una ciudad gigante se levantaba en la distancia.

Los dos intercambiaron miradas y dieron media vuelta.

“Por favor, olviden todo acerca de mí”. Él soltó sus manos y los miró a los
ojos. Justo en ese momento, Miledi habló de más.

“¿E-Eres el Hada del Desierto?”.

“¿Huh?”.

“¿Huh?”.

Tanto el hombre como Oscar la miraron en sorpresa.

Oscar entonces se giró hacia el hombre.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Hada?”. Sus ojos agudos se negaron a mirar a Miledi a los ojos.

“¿H-Hada?”. Un rubor se extendió por su rostro cincelado. Parecía que


acababa de darse cuenta de que eso era cómo la gente lo llamaba. Debe
haberse avergonzado de tener un sobrenombre tan delicado.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El hombre recuperó los sentidos y tosió.

“De todos modos, por favor, no les digan a otras personas sobre mí”. Maná
comenzó a girar alrededor del hombre.

“¡O-kun, no lo dejes escapar!”.

“¿Huh? ¡Oh, entiendo!”. Oscar envolvió sus cadenas alrededor del


hombre, lo que hizo que su maná se dispersara. El hombre dejó escapar un
grito de sorpresa.

“¡Wow, eso fue increíble, O-kun! ¡Y parece que sacamos la lotería nada
más al empezar! ¡No puedo creer esto! ¡Pasé años buscando
infructuosamente antes de encontrarte, y ahora tenemos otro premio
directamente en nuestras manos! ¡Parece que mi suerte finalmente está
cambiando!”.

“Uh, seguro”.

Miledi se animó a sí misma. Ella levantó un puño en el aire y saltó de


alegría. Oscar estaba honestamente un poco desconcertado.

Mientras tanto, el hombre intentó liberarse de sus restricciones.

“Fufufu, ni siquiera te molestes. Las cadenas de O-kun están hechas de


piedra de sellado. No podrás emitir maná fácilmente con esas que te
rodean”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué planean hacerme?”. Él miró cautelosamente a los dos. Cuando


entrecerró sus ojos, él se veía positivamente aterrador.

Un sudor frío cayó por la frente de Miledi.

“G-Gracias por salvarnos allí, pero no podemos dejar que te vayas todavía.
De hecho, vinimos aquí para encontrarte. ¡Pero hombre, no puedo creer
que nos hayamos encontrado antes de reunir información!”.

“¿Qué planean hacerme?”. Él repitió su pregunta. Su tono era aún más


feroz que antes. Parecía que Miledi solo lo había hecho más sospechoso.
Oscar suspiró y removió sus cadenas.

El hombre miró a Oscar sorprendido.

“Lo siento. Es cierto que hemos venido hasta aquí para encontrarte, así que
entré en pánico cuando ibas a irte. Además, me disculpo por la actitud de
mi compañera. Realmente lo siento”. El hombre miró hacia otro lado,
claramente incómodo por tener una disculpa.

“¡¿Y qué se supone que significa eso?!”. Gritó Miledi. Pero un segundo
después, ella miró al hombre y se inclinó con un murmullo “Lo siento”.

El hombre intentó mirar a cualquier parte menos a los dos.

Oscar tendió una mano.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Gracias por salvarnos allí, de verdad. Mi nombre es Oscar. Oscar Orcus”.


El hombre miró la mano extendida de Oscar.

Él no hizo ningún movimiento para tomarla. Después de un breve


momento de silencio, él negó con la cabeza.

“Lo siento, pero no estoy interesado”. Maná comenzó a arremolinarse


alrededor de él una vez más.

Miledi intentó detenerlo.

“¡Espera, por favor, escucha!”.

“......”.

Miledi gritó una última cosa justo cuando él estaba a punto de desaparecer.

“¡Somos como tú! ¡También podemos usar la magia de la era de los


dioses!”. Su maná se dispersó de nuevo. Esta vez, sin embargo, Oscar no
había hecho nada. Él había dejado de lanzarla por su propia cuenta. A
juzgar por su atónita expresión, probablemente no había tenido la
intención de hacerlo.

Miledi soltó un suspiro de alivio y miró al hombre. Su expresión era seria


ahora.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Son lo mismo, ¿no es así?”.

La expresión del hombre no revelaba nada, pero Miledi continuó de todos


modos.

“Acabas de aparecer de la nada, y luego tocaste a O-kun y apareciste a mi


lado con él. Después de eso, nos trajiste aquí en un instante. Debes tener
algún tipo de magia de teletransporte, ¿correcto? Algo que los magos
normales no pueden usar”.

“Te equivocas. Mi poder no es nada especial. Viene de un Artefacto que


encontré por casualidad”.

El hombre sacó un collar de su túnica.

Miledi miró a Oscar. Oscar miró fijamente el collar durante unos segundos
antes de girarse hacia Miledi y negar con la cabeza.

“Eso es solo un collar normal”.

“Simplemente no puedes ver su poder. Diré esto ahora: no te lo prestaré.


Si planeas robarlo—”.

“Lo siento, pero esas mentiras no funcionarán en nosotros. Te lo dije antes,


podemos usar magia antigua también. O-kun aquí probablemente sea el
único Sinergista vivo que pueda hacer Artefactos. Nadie sabe más sobre
ellos que él”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El hombre se giró hacia Oscar, claramente sin palabras.

Oscar hizo flotar sus cadenas y paraguas en el aire. Chispas eléctricas


salieron volando de ellos. Obviamente no eran tus herramientas mágicas
promedio.

“Por cierto, yo estaba flotando usando magia de gravedad antes, no magia


de viento”. Miledi mostró sus poderes también. Maná azul cielo giraba
alrededor de ella, y un segundo después, un enorme segmento de arena
voló en el aire.

“Estamos en un viaje para encontrar otras personas con poderes como el


nuestro. Por favor, al menos escúchanos”. Ella miró silenciosamente al
hombre después de decir eso.

Por un momento, él solo se quedó mirando el paraguas flotante y la arena.


Ni Miledi ni Oscar pudieron leer su expresión.

Aunque Oscar pensó que captó una pizca de celos en los ojos del hombre.

“Mi respuesta permanece sin cambios. Ya he decidido cómo deseo vivir


mi vida. No deseo unirme a ningún grupo”. Su mirada penetrante atravesó
a Miledi.

“¿Por qué? Estás usando ese poder tuyo para ayudar a las personas, ¿no?
Entonces, ¿por qué quieres estar solo?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Este poder no es más que una maldición”.

¿Qué tipo de cosas sucedieron en su pasado? Oscar se sorprendió de la


oscuridad en sus ojos cuando dijo eso.

“Eso es todo lo que tengo que decir. Por favor, no se molesten más
conmigo”, dijo con un tono de finalidad.

Miledi bajó su cabeza. Ella estaba temblando. El hombre se sintió un poco


culpable por dejarla así.

Oscar le echó una mirada a Miledi antes de darle una mirada de simpatía
al hombre. Él ya sabía a dónde iba todo esto.

“¡No! ¡No me rendiré tan fácilmente! ¡Pude seducir a O-kun


eventualmente también! ¡No me subestimes!”.

“¿Puedes dejar de usar palabras sugestivas como esas?”.

Miledi ignoró sus protestas. Después de lanzar una mini-rabieta, Miledi se


acercó al hombre.

Nervioso, él dio un paso atrás. La actitud amenazante de Miledi, o tal vez


solo su abrumadora presencia, habían sido suficientes para dejarlo
perturbado.

“¡Haré que me escuches, incluso si tengo que forzarte!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Qu-Qué?! Te dije que yo no— ¡Cosmic Rift!

Miledi desapareció en un brillante anillo de luz. Justo antes de desaparecer,


dejó escapar un grito en confusión.

El hombre respiraba pesadamente, y parecía que acababa de enfrentarse a


una especie de monstruo demoníaco.

“Lo siento por eso. Nuestra líder está un poco excitable. Solo para
asegurarme, pero ella está bien, ¿verdad?”.

“Haaah... Haaah... L-Lo verás en un momento”. El hombre agitó su mano.


Otro anillo de luz apareció a los pies de Oscar. Oscar también gritó
sorprendido y desapareció en el portal de la luz.

Un hombre muy agotado se quedó solo en la arena después de eso.

Hubo un gran chapoteo en un pequeño oasis a cierta distancia.

“Ack... Hic... Tragué demasiada agua...”. Este punto de parada entre las
ciudades del desierto estaba vacío, pero si alguien hubiera estado allí,
habrían visto a alguien aparecer aparentemente de la nada justo sobre el
agua.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar chapoteó en las aguas poco profundas, todavía tratando de


orientarse. Echó hacia atrás su cabello y miró a su alrededor. Sus gafas
estaban desaparecidas.

“Parece que me enviaron a un oasis en algún lugar... Ese tipo tiene una
magia impresionante. De todos modos, él también envió a Miledi...”. Ahí
está ella. Estaba sentada al borde del agua, sollozando y meciendo sus
rodillas.

Luego de una inspección más cercana, Oscar se dio cuenta de que su ropa
y su cabello estaban embarrados, y que su rostro estaba goteando agua. Su
nariz estaba roja, como si hubiera arañado el suelo.

A un lado, notó que el oasis se convertía en un pantano pantanoso a poca


distancia. Había marcas resbaladizas que mostraban que alguien se había
deslizado en ella recientemente.

Eso le dijo a Oscar todo lo que necesitaba saber. Cuando Miledi había sido
teletransportada, ella había estado corriendo. Si la hubiera teletransportado
cerca del oasis, era lógico pensar que se habría resbalado en el resbaladizo
barro. Y debido a que había estado agitando sus brazos salvajemente, no
habría sido capaz de evitar caer de cara.

Oscar caminó hasta Miledi.

“¿Debo hacer otra ducha?”.

“Por favor”. Miledi sollozó y asintió dócilmente.

313
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Poco tiempo después, Miledi regresó al lado de Oscar. Su nariz todavía


estaba un poco roja, pero estaba limpia. Oscar estaba sentado con sus
piernas cruzadas en el banco del oasis y mirando su Silver Slate.

“O-kun, gracias por la ducha”.

“De nada”.

Miledi se sentó junto a él. Ella abrazó sus rodillas y miró la superficie del
agua.

Finalmente, ella murmuró algo.

“Todos los poseedores de magia antigua son un gran dolor en el trasero”.

“Espero que te des cuenta de que te incluye a ti”.

Ella lo ignoró, como de costumbre.

“Esa fue magia de teletransportación que utilizó antes, ¿verdad?”.

“Parece ser. Ese anillo de luz... Es algún tipo de portal, ¿supongo? Pasar
por él te pondrá en una ubicación completamente diferente. Parece que él
puede transportarse incluso sin ese portal. De cualquier manera, es
bastante impresionante. Y va a ser un verdadero dolor tratar con él”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Cada vez que se da cuenta de que estamos cerca, él puede simplemente


enviarnos, o teletransportarse a sí mismo. Ni siquiera tendremos la
oportunidad de hablar con él”.

“Estoy bastante seguro de que solo nos teletransportó esa vez porque lo
estabas asustando”.

Oscar fue, una vez más, ignorado. Incluso así, él aclaró su garganta y
continuó.

“En cualquier caso, él rechazó nuestra oferta. Muy firmemente también.


Sin embargo, imagino que eso no te disuadirá”.

“¡Por supuesto que no! Quiero decir, él no nos rechazó por completo. Se
podría decir que había algo más en sus ojos, ¿verdad?”.

Entonces no te detendrás hasta que escuches lo que realmente piensa,


¿huh? Oscar sonrió para sí mismo. Como ella había dicho, así fue como
ella también logró seducirlo.

Él casi sintió una punzada de simpatía por el pobre hombre.

“Sin embargo, no tengo ni idea de dónde estamos ni a dónde él fue... Y


como puede teletransportarse donde quiera, va a ser difícil recopilar
información sobre su paradero... Cielos, qué se supone que debemos hacer
ahoraaaaaa”. Miledi rodó y golpeó la arena con enojo. Ella había vuelto a
actuar como una niña mimada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar sonrió y su Silver Slate comenzó a brillar.

“Encontrarlo será muy fácil, en realidad”.

“¿Huh? ¡¿Cómo?!”. Miledi levantó la vista en sorpresa y Oscar le mostró


su pizarra.

“En el momento en que te transportó, pensé que yo sería el próximo.


Entonces, mientras estábamos hablando, conecté uno de mis rastreadores
a un hilo y lo escondí bajo tierra. Me las arreglé para atraparlo antes de
que él me dejara caer”.

La pizarra mostraba a Miledi y Oscar en el centro, dos deslumbrantes


pinchazos de luz. A cierta distancia había un tercer pinchazo de luz,
igualmente brillante.

“Oh, y por lo que parece, nos transportó dos días al Este de Chaldea.
Encontré una señal cerca del oasis mientras tomabas tu ducha. A juzgar
por la distancia, probablemente esté todavía cerca de la ciudad”. Miledi
comenzó a temblar.

¿Está pasando por algún extraño síntoma de abstinencia o algo así? Oscar
pensó para sí mismo. Un segundo después, ella lo abrazó con todas sus
fuerzas. Su cabeza se sentía como si estuviera siendo apretada en una
prensa.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Buen trabajo, O-kun! ¡Sabía que podía contar con mi compañero! ¡Esas
gafas realmente no son solo para mostrar después de todo! ¡Lo siento,
pensé que eras un bicho raro por usar un abrigo negro en el medio del
desierto!”.

“¡¿Ya puedes descansar un poco sobre mis gafas?! Espera, hey, ¡¿en
verdad estabas pensando eso?! ¡Y apártate de mí! ¡Déjame ir!”.

“Vamos~ ¡Déjame abrazarte un poco más!”

“¡Daaaaaaaaaaaaaaah! ¡Cielos, eres muy molesta!”. Oscar finalmente


logró alejar a Miledi. Aunque podría no haber sido porque él pensó que
ella era molesta, pero por una razón completamente diferente. El rostro de
Oscar estaba rojo brillante mientras ajustaba sus gafas.

“¡Bieeen! Gracias a tu rápido pensamiento, sabemos dónde está.


¡Corramos de prisa a la ciudad!”. Ella lanzó su puño al aire enérgicamente,
ya siendo empujada por Oscar.

“Entendido”, dijo Oscar asintiendo. Él todavía estaba sonrojado.

Un día después de que Miledi y Oscar dejaran el oasis.

El hombre, quien había enviado a la aterradora chica y su cansado


compañero que llevaban gafas, conducía una manada de cuatro iraks en
Chaldea.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los iraks eran grandes mamíferos de cuatro patas que la gente del desierto
usaba en lugar de caballos. Normalmente, las bestias eran criaturas
perezosas. A menudo eran demasiado perezosas para encontrar comida, y
habían evolucionado para poder sobrevivir un mes sin comer. Siempre y
cuando bebieran agua cada pocos días al menos.

Se arrastraban tan rápido como un humano caminando enérgicamente.


Rara vez podrían sus jinetes instarlos a algo más rápido que eso. Pero si
sintieran sus vidas en peligro, podrían galopar a través de las dunas durante
horas sin cansarse. A menudo escupían a las personas que los molestaban
a ellos también.

Incluso así, los iraks eran valorados por la gente del desierto y vendidos a
precios altos.

Este hombre era un pastor irak que se ganaba la vida vendiéndolos.

Él había vendido bastantes en las aldeas cercanas, y estaba planeando


vender el resto de su stock en Chaldea. Después de eso, todo lo que
quedaba era entregar suministros a algunas otras aldeas.

La calle principal de Chaldea era una cacofonía de ruido. Los viajeros y


comerciantes regateaban los precios, los vendedores ambulantes gritaban
los nombres de sus mercancías, y la gente gritaba para ser escuchados
sobre el ruido.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El hombre condujo gentilmente a los iraks por la calle y giró en una


intersección. Delante de él había una gran columna, a la que muchas
ataduras de irak estaban atadas.

Este era el principal mercado de irak.

“Oh, eres tú. Te estaba esperando”. El dueño de los iraks sonrió y se acercó
al hombre. Él estaba bien formado, pero una pequeña barriga aún
sobresalía de detrás de su túnica blanca. Su ropa era de buena calidad, y
claramente había sido cosida por un maestro sastre. Uno podría fácilmente
decir que era un próspero comerciante.

“He traído tres para vender. ¿Cuál es tu precio?”.

“Cortante como siempre, ya veo. No te he visto en meses, mi amigo.


Seguramente puedes dedicar algo de tiempo para compartir una historia o
dos”.

El hombre miró hacia otro lado, preocupado. Sin embargo, el mercader


claramente no pretendía hacer daño.

“Bueno, no te forzaré. Ciertamente no me gustaría perder tu negocio...


Maravilloso. Como siempre, los iraks que me trajiste son de una calidad
excepcional”. El mercader ató las tres riendas de irak al pilar y asintió con
satisfacción. Le pidió al hombre que se sentara dentro de su tienda
mientras realizaba una inspección más exhaustiva de los productos. Y
entonces, se sentó y un aprendiz le trajo un poco de té.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El aprendiz ya había visto al hombre unas cuantas veces, y no estaba


nervioso con el gigante silencioso. El hombre sonrió levemente y le dio
las gracias al chico.

No sabía si el comerciante había enviado al chico para hacerle compañía


mientras examinaba los iraks, o si era la curiosidad del chico lo que lo
mantenía allí. A pesar de todo, el chico estaba claramente decidido a hacer
una conversación.

“Señor, el maestro se ha estado quejando mucho últimamente”.

“¿Huh?”.

“La Santa Iglesia ha comenzado a monopolizar el comercio de irak... Por


supuesto, eso significa que el maestro fue capaz de venderles toda su
manada, pero luego se quedó sin stock. Un comerciante de irak no es nada
sin iraks, por lo que buscó más para comprar, pero los otros grandes
comerciantes de irak también se vendieron a la Santa Iglesia, y todo lo que
pudo encontrar fueron heces que nadie más quería”.

“¿Por qué la Santa Iglesia querría iraks?”.

“Me derrota... De todos modos, es por eso que el maestro está tan feliz de
verte. ¿Supongo que no estarías dispuesto a venderlos a los cuatro de
ellos?”.

“Me sería difícil llegar a casa si lo hiciera”.

320
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

En verdad, él no tendría problemas en absoluto, pero de lo contrario,


empezaría a levantar sospechas. El comerciante estaba convencido de que
vivía muy lejos, ya que solo venía una vez cada pocos meses, y sería
extraño no tomar un irak en distancias tan largas.

Además, él había mantenido ese irak mucho tiempo, por lo que era
prácticamente familia para él. Sabía que no lo vendería, incluso si pudiera.

El chico sabía que tampoco se separaría de su último irak. Él sonrió


entendiendo y dijo “Eso pensé”.

“Bueno, ¿tuviste algún problema para llegar hasta aquí? ¿Como un


encuentro con monstruos o algo así?”. El hombre levantó la vista en
sorpresa.

Estaba claro por su mirada que se estaba preguntando qué había llevado al
chico a esa conclusión.

“Pareces cansado, es todo”.

Este chico es bastante agudo. Hará de un buen comerciante algún día. El


hombre pensó en su extraño encuentro de ayer.

Ese chico y esa chica que poseían el mismo tipo de poderes anormales que
él tenía. Ellos habían dicho que venían a buscarlo.

Ninguno de los dos parecía una mala persona en realidad. Además, ambos
parecían orgullosos de sus habilidades.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El chico había dicho que podía crear Artefactos incluso. El poder de


crear... Verdaderamente, él había estado un poco celoso. Especialmente
de su relación.

Aunque la chica parecía llevarlo por la nariz bastante a menudo, el par


claramente confiaba en el otro como iguales. Tampoco eran el sirviente
del otro.

“Umm, ¿Señor?”. Él volvió al presente. El chico lo miraba con


preocupación.

El hombre le dio una pequeña sonrisa.

“Ah, lo siento. No es nada”. En cierto sentido, él se había encontrado con


monstruos, y le dijo eso al chico.

Él tomó otro sorbo de té y—

“¡Miledi-chan está aquí! ¡Finalmente te encontré!”.

“¡¿Bwah?!”.

Vio a Miledi cayendo desde arriba. El hombre escupió su té. El chico, al


que ella había aterrizado, rodó por el suelo, tapándose los ojos en dolor.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Po-Por qué? ¿Cómo me...”.

¿Cómo me encontró? De hecho, ¿cómo está ella aquí? La envié hace dos
días solo hace un día.

Miledi miró al hombre y sonrió.

“¡No te dejaré escapar tan fácilmente!”. Miledi lo asustó, pero esa sonrisa
suya también lo irritaba.

El hombre vaciló por un momento. Mientras tanto, el joven chico gimió.

“Señor, ¿por qué me pasó esto? ¿Hice algo mal?”. Él todavía estaba
frotándose los ojos, los cuales Miledi había herido. El hombre estaba
preocupado por él, por supuesto, pero ahora mismo necesitaba encontrar
una salida a esta situación.

Él no podía abrir un portal aquí. El riesgo de que alguien lo viera era


demasiado grande. Eso salió corriendo. Pero todavía no le habían pagado,
y no quería dejar atrás a su compañero irak.

“Hey, ¿qué está pasando allí?”. El mercader había escuchado el ruido y


vino a ver qué estaba pasando. Una idea vino a la mente y el hombre se
giró hacia el comerciante.

“Señor. Por favor, ponga el dinero por mis iraks en la bolsa atada a mi irak
personal. Volveré después”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué? Pero entonces cómo... ¡Hey, espera!”.

El hombre se fue corriendo sin esperar una respuesta.

“¡Aaah, vuelve aquí!”. Miledi salió corriendo detrás de él.

“¿Maestro? ¡Maestro! ¿Qué está pasando? Todavía no puedo ver”. El


joven aprendiz parpadeó un par de veces para aclarar su vista.

“Lo siento por mi compañera. Ella es bastante bulliciosa. De todos modos,


¿podría hacerte algunas preguntas sobre el hombre que estaba aquí?”. Un
joven hombre con un abrigo negro sofocante apareció en la entrada. Por
alguna razón, llevaba un paraguas negro.

“¿Qué diablos está pasando aquí?”. El comerciante rascó su calva cabeza


y se giró hacia Oscar.

“Lloriquear...”. Una joven chica lloraba al borde de un oasis. Ella estaba


empapada de pies a cabeza y cubierta de barro. Su nariz estaba roja.

De repente, había un cegador destello de luz frente a ella.

Un segundo después, Oscar cayó al agua con una gran salpicadura.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La magia de agua y de viento incrustada en su ropa lo limpió y lo secó, y


salió caminando del no luciendo de mal aspecto.

Cuando vio el estado en que estaba Miledi, adivinó más o menos lo que
debió haber sucedido.

“O-kun, me tiró como si fuera basura...”.

“Ah... Ya veo”.

Oscar dio una respuesta evasiva y asintió.

Después de que Miledi había perseguido al hombre, ella había corrido


directamente a un portal que él había establecido en un callejón. Sin
embargo, ella había logrado esquivarlo con su magia de gravedad.

Segura de que él estaría dispuesto a escuchar al menos ahora que ella había
dejado sus trampas ineficaces, Miledi había bajado su guardia. Justo
cuando ella comenzó a hablar, el hombre la había agarrado por el cuello y
la había arrojado a su portal.

Ella estaba tan sorprendida que perdió su concentración y cayó al barro.

“¡Ugh, maldito sea ese hombre! ¡No puedo creer que arrojara a una chica
así!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“En tu caso, puedo ver por qué lo haría... También, es Naiz, no ‘ese
hombre’”.

“¿Huh? ¿Qué quieres decir?”.

“Ese es su nombre. Mientras estabas perdiendo el tiempo corriendo detrás


de él, hablé con el comerciante con el que estaba. El tipo se llama Naiz.
Resulta que es un pastor irak. Viene cada pocos meses con algunos iraks
bien criados para vender”.

Desafortunadamente, eso fue todo lo que pudo averiguar. Incluso el


comerciante, que parecía algo cercano a Naiz, sabía muy poco sobre él. Él
había descrito a Naiz como un hombre taciturno, pero sincero.

Después de que Oscar terminó de hablar con el comerciante, notó que


faltaba el irak de Naiz.

El comerciante se preguntaba cuándo Naiz había tenido tiempo de venir a


buscarlo, pero supuso que había echado de menos a Naiz mientras hablaba
con Oscar.

Por otro lado, Oscar había adivinado lo que realmente debió haber
sucedido.

Él le dio las gracias al comerciante y decidió regresar. Sin embargo,


cuando entró en un callejón, cayó por uno de los portales de Naiz.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Incluso así, ellos habían obtenido algo más de información sobre él, al
menos.

“¡Eres increíble, O-kun! ¡No importa lo que suceda, todavía obtienes algo
útil!”.

“Mientras tanto, sigues cargando como una idiota”.

Ella fue a abrazarlo, pero Oscar la contuvo con sus Metamorph Chains. Él
no quería mancharse en barro también. Suspiró e hizo otro cuarto de ducha
para Miledi. Luego, la arrojó al vestuario y la oyó murmurar: “Siento que
últimamente me echan mucho por los aires...”, lo cual él ignoró.

Dos días después.

Naiz terminó su negocio en las aldeas vecinas y comenzó el camino a casa.


Dirigió su irak desde la aldea a pie hasta que se perdió de vista. Solo
entonces se teletransportó.

Él había ido a esa aldea para entregar piedra caliza, que solo crecía en los
páramos al Norte, o dentro de la Montaña del Dragón Rojo. Cuando se
dirigía a Chaldea, había oído que las aldeas sufrían de escasez de pierda
caliza, por lo que se teletransportó al Norte y recogió algunas para ellos.

Aunque esos dos lo habían encontrado de alguna manera en el lugar del


comerciante de irak, él estaba seguro de que estaría a salvo en las aldeas
circundantes. Su negocio allí no había sido planeado, y nadie sabía que
había ido allí. Incluso así, él miraba alrededor inquieto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él sentía la sensación de que la chica que iba y venía como una tormenta
de alguna manera aparecería de todos modos, seguida de ese respetable
joven hombre.

“Solo estoy siendo paranoico...”. Esta vez los había teletransportado a


unos cinco días de distancia. Esa era la distancia más lejana que podía
teletransportar a alguien. No había forma de que lo alcanzaran en solo dos
días.

El irak inclinó su cabeza hacia Naiz, preguntándose de qué se estaba


preocupando. Sus ojos caídos estaban centrados en él.

“No es nada. No te preocupes por eso. Vámonos a casa, Suzanne”.

“Gweeeh”. Suzanne era el nombre de su irak. Perdió interés en Naiz


después de escuchar su respuesta, y giró sus ojos medio muertos hacia
adelante otra vez.

Parecía estar mirando algo. Algo muy lejano en la distancia.

“¿Suzanne?”.

“Gweeeeeeh”. Naiz había estado con Suzanne durante años. Podía decir lo
que significaban sus gruñidos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué es eso, chica? ¿Qué ves?”. Naiz entrecerró sus ojos en el horizonte.
Todo lo que podía ver era el sol, la arena y—

“¿Hm? ¿Qué es eso...”. Naiz sintió una sensación de presentimiento. Vio


algo muy lejos en el cielo.

“¿Es eso un punto... negro? No, parece ser un...”. La voz de Naiz temblaba.

La mancha negra en constante crecimiento resultó ser de dos personas.

“¡Te encontrééééééééé!”.

“Imposible”.

La voz de Miledi sonó ruidosamente a través del vacío desierto. Él estaba


aturdido. Esto se estaba convirtiendo rápidamente en su peor pesadilla.

Mientras se acercaban, Naiz pudo ver que Miledi estaba sosteniendo a


Oscar por el cuello. Oscar parecía exhausto, y estaba claro que, si hubieran
estado en la tierra, él se habría desplomado en el suelo.

“¡Te encontramos de nuevo, Nacchan!”.

“¿N-Nacchan?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi aterrizó ligeramente. En el momento en que sus pies tocaron el


suelo, ella se dobló y comenzó a jadear. Su método de viaje elegido la
había agotado bastante.

Naiz estaba sorprendido de lo que parecía ser su apodo para él. Él miró a
Oscar, quien ella había situado a su lado.

Él estaba boca arriba en el suelo. Tampoco parecía que se estuviera


levantando pronto.

“¿Él está... bien?”.

“Haaah... Haaah... ¡Él está bien! ¡Él es O-kun después de todo!”.

No estoy muy seguro de cómo es esa una razón apropiada. Aun así, Oscar
levantó su mano y la agitó débilmente para indicar que estaba bien, así que
Naiz lo dejó así.

“Tengo que decir que usar magia antigua durante dos días seguidos
realmente desgasta a una chica. Incluso con todo el maná de O-kun, apenas
pude hacerlo. ¡Si los monstruos nos encuentran ahora, estaríamos
muertos!”.

“Eso no es algo realmente emocionante...”. Naiz la miró como si estuviera


mirando a una criatura alienígena.

“¿Cómo me han encontrado?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Eso es un secreto!”. Ella llevó su dedo a sus labios y le guiñó un ojo a


Naiz. Aunque no soplaba el viento, su cola de caballo se balanceaba hacia
adelante y hacia atrás.

Durante unos breves segundos, Naiz enloqueció. Él sabía que podía matar
en ese mismo momento.

“¿Cómo me han encontrado?”. Una vez que se calmó, repitió su pregunta.

“Fufufu. Bueno, supongo que podría decírtelo. Pero no de forma gratuita.


Tienes que escuchar lo que tengo que decir prime—”. Naiz abrió un portal
debajo de ellos. Su retribución fue despiadada.

Oscar desapareció en él.

“¡Ah, ¿O-kuuuuuuuuuuuuuuun?!”. Miledi se puso a cuatro patas y miró


hacia el portal.

“Ahora que lo pienso, él no puede moverse... Oh no. Espero que no se


ahogue...”.

“¡Espera, ¿O-kun está en problemas?! ¡Maldito seas, no creas que esto ya


terminó! ¡Incluso si me voy ahora, seguiré viniendo tantas veces como sea
necesario!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Con esas palabras de despedida, Miledi saltó al portal por su propia


voluntad.

El desierto estaba en silencio una vez más.

Aunque por alguna razón, con la desaparición de una sola chica, el silencio
ahora se sentía opresivo.

Una ligera brisa agitó el cabello de Naiz.

“Gweeeeeeh”.

“Tienes razón, Suzanne. Vámonos a casa”. Naiz comenzó el camino a


casa.

Unos días después.

Naiz estaba de vuelta en casa. Si bien su espacio de vida realmente


calificado como una casa estaba en debate.

Actualmente, vivía en una cueva. Cayó directamente hacia abajo y terminó


en una base adosada. Allí había labrado habitaciones de la roca. Había un
lugar para su cama, una mesa en el centro, un almacén, una cocina, y etc.

Lo que era realmente extraño de su morada era que estaba iluminada por
magma.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Su casa caverna estaba en el corazón de la Montaña del Dragón Rojo, la


cual era el enorme volcán que era el corazón del Desierto Carmesí. No
vivían personas cerca del volcán, ni tampoco en un lugar donde la gente
debería haber podido vivir.

El volcán se había ganado su nombre porque sus erupciones eran como el


aliento de un dragón rojo, ardiente y siempre impredecible.

Los aldeanos cercanos creían que un dragón rojo realmente dormía en las
profundidades del volcán.

No solo nadie vivía en su base, sino que la gente ni siquiera se atrevía a


acercarse a esta por lo general.

A pesar de eso, Naiz no tuvo problemas para vivir allí. El calor extremo
del magma no pareció molestarlo en lo más mínimo. Él salió a la terraza y
miró el río de magma debajo de él.

“Todo se ve bien...”. Giró sobre sus talones y regresó a su habitación, luego


se sentó a su mesa y alcanzó la canasta encima de ella. En ella había
comida que había comprado con el dinero que ganaba vendiendo sus iraks.
Pan, queso y fruta.

Sacó una hoja de pergamino de un estante cercano y comenzó a escribir


algo mientras comía un poco de pan.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“La Santa Iglesia ha estado comprando iraks...”, murmuró en voz baja para
sí mismo. Eso era lo que el aprendiz del comerciante había dicho. Él tenía
algo de curiosidad acerca de lo que estaban planeando, pero en realidad no
le importaba, ya que básicamente se había retirado de criar irak.

Aunque sabía que sería un problema si sus acciones hacían que los iraks
desaparecieran del desierto.

Eran las bestias de carga preeminentes en el área, y se utilizaban en


muchos aspectos diferentes de la vida. Las aldeas más rurales dependían
de iraks para el comercio, y morirían sin ellas. Transportar la mayor
cantidad de mercancías posible en un solo viaje era de suma importancia
debido a la frecuencia con la que se producían los ataques de monstruos.

A menudo, los comerciantes pierden sus iraks por los monstruos. A menos
que pudieran encontrar un reemplazo al instante, ellos se veían obligados
a transportar sus mercancías a pie. Si la Santa Iglesia había tomado todos
esos repuestos, entonces era una razón para estar preocupado.

“Tal vez debería ver lo que están planeando...”. Naiz terminó su pan, se
bebió una jarra de agua y se puso de pie.

Pensó en los dos que lo habían estado persiguiendo todo este tiempo. Él
estaba seguro de que no podrían perseguirlo en el volcán, pero una vez que
se fuera, era probable que aparecieran de nuevo.

“Nah, es imposible... Este lugar está demasiado lejos de donde los envié.
Definitivamente no me encontrarán aquí”. Se había encontrado con Miledi
y Oscar en la franja Sureste del desierto, pero el volcán estaba al Norte.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Además, él estaba planeando hacer su viaje usando teletransportación. No


había forma posible de que ellos pudieran mantener el ritmo.

Al menos, eso era lo que se repetía a sí mismo. Todavía estaba aterrorizado


de encontrarse con ellos en el momento en que saliera de su casa. La
próxima vez los obligaré a decirme cómo me están siguiendo y a prometer
que me dejarán en paz.

No dispuesto a siquiera pisar fuera de su casa, se fue usando


teletransportación. Pasó el día revisando las aldeas distantes y finalmente
comenzó a dirigirse por el camino a casa cuando el sol empezaba a
ponerse.

Soltó un suspiro de alivio. El par de alborotadores no había aparecido todo


el día.

Una vez que estuvo escondido a salvo detrás de un par de dunas de arena,
se teletransportó a su casa.

“¡Ah, bienvenido de vuelta, Nacchan!”.

“Perdón por irrumpir en tu casa sin preguntar. Sin embargo, te hemos


traído algunos regalos”.

Miledi y Oscar estaban sentados en su mesa, bebiendo té. Naiz no podía


creerlo.

“¿Cómo?”. Preguntó enojado.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“N-No estés tan enojado. L-Lo siento, entré sin preguntar. Por favor,
perdónanos, Nacchan”.

“No estoy enojado. Simplemente asombrado. Además, deja de llamarme


Nacchan”. Él dijo, mientras se sentaba en una silla. Ociosamente, notó que
había más de lo que había estado antes.

En verdad, casi admiraba su persistencia. Al mismo tiempo, no podía creer


que ellos hubieran logrado rastrearlo hasta aquí. O tenían las agallas para
entrar en una cámara de magma incluso. Más que nada, realmente deseaba
que ella dejara de llamarlo Nacchan.

“Es mejor que te rindas... Ese apodo está allí para quedarse. Ella es loca—
quiero decir, terca. Oh, estos son para ti, por cierto. Son dulces horneados
hechos con la fruta local. No te desagradan los dulces, ¿verdad?”.

“¿Hm? Sí, están bien”.

“Hey, ¿acabas de llamarme loca, O-kun? ¿Lo hiciste? ¡Hey!


Respóndeme—”.

“No nos teletransportarás de nuevo, ¿no es así?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ahora que has encontrado incluso este lugar, no importará a dónde los
envíe. En este punto, solo tengo dos opciones. Averiguar cómo me están
rastreando y destruir cualquier medio que estén usando, o...”.

“Escúcharnos y rechazar nuestra oferta, ¿verdad?”.

“Sí”.

“Hey, ¿por qué ustedes dos me dejan afuera? ¿No creen que eso es malo?
Además, O-kun, totalmente me llamaste lo—”.

Oscar y Naiz se miraron el uno al otro, ignorando por completo a Miledi.


Intentaban indagar las intenciones del otro. Una batalla épica de
voluntades se llevó a cabo entre los dos en el lapso de unos pocos
segundos.

Después de un momento, escucharon sollozos debajo de la mesa. Los dos


hombres parpadearon cuando volvieron a la realidad. Miraron debajo de
la mesa al mismo tiempo, y encontraron a Miledi acurrucada en una bola,
llorando.

Los dos procedieron a ignorarla por completo y se volvieron a mirar el uno


al otro. Oscar tomó un sorbo de su té.

“Por cierto, tu lugar es increíble. Por lo que puedo decir, no estás usando
Artefactos, pero el lugar está perfectamente aislado contra el magma.
¿Estás haciendo esto con tu magia antigua?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Podrías decir eso”.

“¿Pero por qué hacer de un lugar como este tu hogar? Bueno, supongo que,
si quieres evitar a la gente, el medio de un volcán es un lugar perfecto para
vivir”.

“¿Estás aquí para decirme para qué viniste o para preguntarme sobre mi
vida?”.

“Whoops, me disculpo. Tus elecciones de diseño solo despertaron mi


interés como Sinergista”. Por una vez, los dos estaban manteniendo una
conversación.

Todavía en lágrimas, Miledi salió de debajo de la mesa y se sentó con


ellos.

“Está bien, voy a hablar en serio ahora, ¿pueden dejar de ignorarme?”. Su


tono era inusualmente arrepentido.

Naiz y Oscar suspiraron simultáneamente.

“¿Cómo están ustedes dos sincronizados así?”.

“Probablemente debido a ti”.

“Definitivamente debido a ti”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hic...”. Miledi se sonó la nariz un par de veces.

Una vez que se había vuelto serena, le dio a Naiz el mismo discurso que
le había dado a Oscar. Ella habló sobre la tiranía de los dioses, la locura
de la Santa Iglesia, y la retorcida forma del mundo. Ella habló sobre el
destino que esperaba a aquellos que se salieran de la línea, así como los
horrores que acompañaban el fanatismo ciego.

Finalmente, ella llegó a la organización a la que pertenecía— los


Libertadores.

También explicó brevemente su pasado y cómo llegó a conocer a Oscar.

La respiración suave de tres personas era el único sonido que podía


escucharse cuando ella terminó.

“Mi magia me permite interferir con el espacio. Puedo conectar dos puntos
diferentes, teletransportarme a otro lugar en un abrir y cerrar de ojos y,
como hice con mi casa, crear barreras espaciales para bloquear cosas,
incluso cosas insustanciales como el calor... Pero no tengo la habilidad
para curar. Ni un poco”. Después de escuchar su historia, Naiz explicó sus
poderes.

Oscar podía adivinar por qué había sacado la curación.

“No te preocupes por eso”, él dijo con una sonrisa y negó con la cabeza.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi lo miró cálidamente a sus ojos y le habló una vez más, ofreciéndole
elogios.

“Eres una buena persona”. Lo dijo con convicción. Lo que más le dolía a
Naiz no era la verdad acerca de los dioses, o el miserable estado del
mundo, sino el hecho de que los hermanos de Oscar habían sido heridos.
Y lamentó su propia impotencia para ayudar.

Ahora que lo pienso, él fue así la primera vez que nos salvó a nosotros
también. Oscar pensó para sí mismo. Juzgando por sus acciones y el hecho
de que había elegido un volcán en pro de un hogar, Oscar podría decir que
también estaba tratando de ocultar sus poderes.

A pesar de eso, él ni siquiera había dudado en usar sus poderes para


salvarlos a los dos de los Sandworms.

La única razón por la cual los rumores sobre él se habían extendido era
porque había roto su tapadera para ayudar a los necesitados.

Sin embargo, Naiz no parecía feliz de ser llamado amable por Miledi. Él
torció su rostro en una amarga expresión.

“No, no lo soy. Yo solo—”. Él mismo se interrumpió. Ellos podían decir


que, lo que sea que él no podía decir, le dolía sin fin.

Miledi lo miró directamente y lo instó a hablar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Solo qué? Dinos”. Ella sabía que era grosero, pero de todos modos
preguntó. Incluso si le dolía hablar, ellos no podrían ayudar hasta que lo
supieran.

Oscar intervino también.

“No tengo forma de saber qué tipo de cosas estás lidiando, pero al menos
has salvado a suficientes personas en el desierto que los rumores se han
extendido sobre ti. Y por eso, te respeto. Realmente nos gustaría tener a
alguien como tú en nuestro grupo”.

Naiz podía decir que estaban siendo sinceros, pero su expresión se


endureció. Luego, pronunció su ultimátum.

“Como lo deseaban, escuché su historia. Sin embargo, mi respuesta


permanece sin cambios. Nada de lo que diga puede convencerme de lo
contrario”. Al final, él dijo que no. Al mismo tiempo, abrió otro portal. Era
obvio que quería que se fueran. Miledi y Oscar podían decir por su sombría
expresión que él no diría nada más.

Intercambiaron miradas. Oscar negó con la cabeza. Los hombros de Miledi


cayeron, y sonrió tristemente a Naiz.

“De acuerdo. Adiós entonces, Nacchan”. Ella entró en el portal por su


propia voluntad. Oscar asintió con la cabeza a Naiz y la siguió.

El silencio llenó la habitación.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Por alguna razón, él sintió frío al mirar las sillas que Oscar había
transmutado en su casa.

Naiz pasó mucho tiempo mirando esas dos sillas.

Al día siguiente.

“Estamos de vueltaaa. Nacchan, ¿estás aquí? ¡He venido a pasar el rato!”.

“hey, ha pasado un tiempo. Un día entero de hecho. Esta vez te hemos


traído un poco de queso”. Miledi y Oscar regresaron a la casa de Naiz.

Él los miró en shock, ya que había estado seguro de que él no los volvería
a ver.

“¿Oh? ¿Pensaste que te dejaríamos en paz por la forma en que nos


separamos ayer? ¡Pujajaja! ¡Nunca dije nada sobre dejarte solo para
siempre! ¡Lo has asumido todo por tu cuenta, Nacchan!”.

Miledi se rió, su comportamiento serio de ayer no se veía en ninguna parte.


Una vena palpitó en la frente de Naiz y abrió un portal debajo de Miledi.

Sin embargo, ella usó su magia de gravedad para esquivarlo. Entonces,


ella esquivó todos los demás portales que Naiz abrió también.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Cuántas veces crees que nos has hecho eso ahora? ¡Entiendo el tiempo
de tus portales sin problema!”. Naiz quería quitar esa sonrisa de suficiencia
de su rostro. Esta era la primera vez en su vida que realmente quería
lastimar a alguien.

“Trajimos nuestras tazas también. Parece que vendremos aquí bastante


seguido, ¿entonces te importa si las dejamos aquí? Esta es tu alacena,
¿verdad?”. Oscar no solo puso tazas, sino también algunos platos y
cucharas en la alacena de Naiz.

Pensé que él estaba sufriendo bajo la tiranía de Miledi, pero él es tan


descarado como ella.

Si Óscar se hubiera dado cuenta de lo mucho que Miledi lo había


influenciado, probablemente se hubiera quedado tan impresionado que se
quedaría acurrucado en la cama durante una semana.

Otra semana pasó.

Oscar y Miledi comenzaron a tomar sus comidas junto con Naiz. A veces
hablaban sobre los Libertadores, otras veces solo hacían una pequeña
charla.

Cada vez que Naiz intentaba decirles que no estaba interesado, Miledi lo
ignoraba y cambiaba el tema. Él tampoco podía deshacerse de ellos. Miledi
estaba demasiado acostumbrada a sus portales ahora, y podría esquivarlos
con su magia de gravedad.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar se había sentido fascinado por el mineral contenido dentro del


volcán, y había comenzado a explorar sus profundidades. En un momento
dado él se había montado en su paraguas como un bote en miniatura por
las corrientes de magma del volcán.

Al hacerlo, descubrió la verdadera razón por la cual Naiz había elegido


este volcán como su hogar.

En verdad, la Montaña del Dragón Rojo era un volcán activo que había
estallado una vez cada cincuenta años más o menos. Habían pasado 55
años desde la última erupción, y la mayoría de los habitantes del desierto
esperaban otra cada año ahora.

Sin embargo, Naiz había mantenido a la fuerza al volcán dormido. Había


calmado el magma arrojando una cantidad masiva de piedra caliza en él.
También había tallado un canal lateral con su magia espacial para que el
magma fluyera cuando la presión crecía demasiado.

Eso le había dicho a Oscar que, incluso si le explicaba a Naiz cómo lo


habían estado siguiendo, el hombre taciturno aún no desaparecería. A
menos que pasara algo grave, él no abandonaría el volcán.

Hasta el momento, ni las amenazas, ni las escapatorias, ni siquiera una


negativa contundente habían logrado que Miledi u Oscar dejaran en paz a
Naiz. Él estaba en su límite. Aun así, aunque no se había dado cuenta, él
había empezado a esperar las visitas de Oscar y Miledi. Comer juntos,
hablar con Oscar sobre sus diversos inventos, y hablar sobre los iraks con
Miledi había comenzado a adquirir cierto encanto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Naturalmente, Oscar y Miledi fácilmente se dieron cuenta del cambio en


su actitud.

El hecho de que genuinamente parecía disfrutar de su compañía fue la


razón principal por la que no se dieron por vencidos.

Aunque Naiz todavía se negaba obstinadamente a ceder cada vez que


mencionaban el tema de unirse a ellos.

Ocho días habían pasado desde que Miledi y Oscar descubrieran dónde
vivía Naiz. En ese momento, ellos estaban desayunando en un restaurante
en el pequeño pueblo oasis de Liv.

Aunque estaba clasificado como un pueblo, el asentamiento había crecido


hasta el tamaño de una pequeña ciudad. Estaba ubicada en el dominio Sur
de Doumibral, y era el asentamiento humano más cercano al volcán.

Los dos habían alquilado una posada aquí por su proximidad a Naiz.

En este momento, Miledi estaba tirada sobre su mesa y gimiendo en voz


alta. Se suponía que los dos estaban elaborando un plan para convencer a
Naiz.

Ellos estaban desayunando temprano, y todavía había un escalofrío en el


aire. El sol aún no había salido, y las noches en el desierto eran frías. Para
los habitantes del desierto, sin embargo, este período de tiempo frío entre

345
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

las noches heladas y los días abrasadores era uno de sus favoritos. A pesar
de la temprana hora, muchas otras personas estaban desayunando también.

La mayoría de las miradas de los demás clientes estaban fijadas en Miledi,


cuyo fuerte gemido había atraído su atención. Oscar, mientras tanto, estaba
leyendo un folleto local y no le importaba su compañera.

“Miledi, según este folleto, el verdulero del Este destila su propio vino.
¿Qué piensas de llevarle algo a Naiz como un regalo? Él parece un gran
bebedor, pero no parecía que le gustara el sake seco que le conseguimos
la última vez”.

“O-kun, ¿no puedes ver lo angustiada que estoy? Como mi compañero,


¿no deberías preocuparte más por mí?”.

Oscar levantó la vista del folleto.

“Lo siento. Pensé que solo estabas quejándote del desayuno. Siempre estás
quejándote de que no tienes suficiente para comer”.

“Disculpa, no soy glotona. Además, lo que me preocupa es cómo vamos a


convencer a Nacchan. Sé que ustedes dos se llevan bien y todo eso, pero
todavía no nos hemos acercado más para convencerlo de que se una a
nosotros”.

“Bueno, definitivamente está interesado en todos mis inventos. Le han


gustado todos los que le mostré hasta ahora. Cada vez que menciono en lo
que estoy trabajando, instantáneamente saca el alcohol y comenzamos a

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

hablar del tema. De todos modos, en cuanto a cambiar de opinión... creo


que deberíamos tomarlo con calma. Primero tenemos que construir una
relación de confianza”.

“Entonces Nacchan puede decirnos qué es lo que lo agobia, ¿verdad?”.

“Exactamente. Incluso tuviste que acostumbrarme antes de que estuvieras


dispuesta a contarme sobre tu pasado”.

“Tú... tienes un punto ahí”.

Oscar apartó el folleto. Luego, entrelazó sus dedos y habló


cuidadosamente, eligiendo sus palabras.

“La vida es... difícil. Para todos, en serio. Pero especialmente si tienes
cicatrices tan profundas que todavía te duelen. Sus problemas no son algo
que pueda decirle a alguien, ni son cosas que podamos preguntar
simplemente porque tenemos curiosidad. Es por eso que quiero que nos
conozcamos mejor. Tenemos que acercarnos más si queremos ayudarlo. Y
hacer amistades duraderas es algo que lleva tiempo, ¿verdad? Si lo
presionamos, solo terminará por arrinconarlo”.

Oscar tragó un poco de agua. Cuando sintió que la temperatura subía, se


alejó de Miledi y miró hacia el brillante oasis. Mientras observaba el sol
en el horizonte, habló una vez más.

“Entonces, tomémoslo con calma. Te seguiré por siempre, siempre y


cuando no te hayas dado por vencido. No hay necesidad de apresurarse”.

347
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él le había prometido que la seguiría a las profundidades del infierno, y él


tenía la intención de cumplir su palabra.

Miledi no respondió. Los sonidos de otros clientes comiendo llenaron el


silencio entre ellos.

Oscar se giró hacia Miledi, preguntándose por qué estaba tan callada.

“¿Qué pasa con esa expresión?”.

“¿Hmmm? ¿Qué quieres decir?”. Miledi estaba sonriendo de oreja a oreja.


El humor de Oscar de repente se amargó.

Él se ocupó de limpiar los restos de su desayuno.

“Estás totalmeeeeeente enamorado de mí, ¿no es así, O-kun?”.

“Deja el sueño para cuando estés dormida y ayúdame a limpiar”. Oscar


entrecerró sus ojos y sacudió la barbilla hacia el plato de Miledi. Todavía
sonriendo, Miledi se burló más de él.

“Oh, ¿estás sonrojado? ¡Tú eres O-kun!”.

Oscar debatió si arrojaría su café a la cara de Miledi, pero decidió ser más
civil. A medida que pasaban los días, él se estaba volviendo cada vez mejor
tratando con Miledi.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Y así, Oscar simplemente ajustó sus gafas y cambió el tema.

“Naiz dijo que estaría ocupado esta mañana. Es probable que entregue
iraks a los pueblos que están escaseando, así que estoy pensando que
deberíamos ir por la tarde”.

“¿Está ayudando a las personas otra vez? No puedo decir si es solo una
buena persona, o si...”.

“Afortunadamente, lo descubriremos eventualmente también. Aunque


estoy un poco preocupado. Claro, tiende a ocultar sus habilidades, pero las
usará si es necesario para ayudar a las personas. Después de todo, él no
dudó en salvarnos. Y los rumores se han extendido tanto que incluso tú
habías oído hablar de él, todo el camino en el Este. Es solo cuestión de
tiempo antes de que sus poderes estén expuestos”.

“Tienes razón. Una cosa que no entiendo... ¿Por qué todos lo llaman
hada?”.

Todos los rumores decían que el “Hada del Desierto” los había salvado.
Con su voluminoso cuerpo, expresión taciturna, ojos agudos y cabello
rojo, Naiz era lo más alejado de un hada que Oscar pudiera imaginar.

“Bwah”. Oscar casi escupió su café, mientras imaginaba a Naiz tratando


de lucir como un hada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“B-Bueno, no parece que sea él quien se le ocurrió, y los rumores tienen


la costumbre de enloquecer. Un hada errante del desierto que ayuda a los
viajeros perdidos hace una historia mucho mejor que un aficionado
haciendo lo mismo”.

Incluso así, realmente quiero saber cómo alguien llegó a asociar la


palabra hada con Naiz. Tanto Miledi como Oscar estaban ardiendo de
curiosidad.

Mientras limpiaban, la voz de una joven chica los interrumpió.

“Umm... ¿ya conocieron al Hada del Desierto?”. Miledi y Oscar se giraron


para ver a dos chicas mirándolos.

Parecían ser hermanas. Por lo menos, se parecían bastante. Ambas tenían


la piel marrón oscura y ojos verde jade. La mayor parecía tener alrededor
de 12 o 13, mientras que la más pequeña no podía tener más de 8. La chica
más joven llevaba el cabello largo suelto, mientras que la hermana mayor
llevaba el cabello hasta los hombros con trenzas. Ambas vestían túnicas y
sandalias blancas, y parecían ser residentes locales.

“Umm, ¿estás hablando con nosotros?”.

“Ah, s-sí. ¡Lamentamos interrumpirlos!”. La hermana mayor inclinó su


cabeza. Parecía que habían escuchado a Oscar y a Miledi hablar del Hada
del Desierto.

Miledi les sonrió tranquilizadoramente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Él ciertamente no se veía como un hada para mí, pero nosotros sí~ Nos
preguntábamos por qué todo el mundo lo llamaba un hada... ¿Podrían
saberlo ustedes dos?”. Las expresiones de las chicas cambiaron cuando
Miledi mencionó que ellos lo habían conocido. Intercambiaron miradas
furtivas. Era obvio que ellas sabían algo. Sin embargo, las dos no dijeron
nada. No estaban seguras de sí era seguro decírselo a Miledi.

Después de unos segundos, la hermana mayor respondió.

“¿Son ustedes dos de la Santa Iglesia?”.

“Diablos, no”. Oscar y Miledi respondieron sincronizados, su desprecio


era obvio. Tal demostración abierta de malicia habría sido peligrosa si
hubieran estado hablando con creyentes devotos.

Afortunadamente, las dos chicas parecieron aliviadas cuando escucharon


el disgusto de Miledi y Oscar. Incapaz de contenerse más, la hermana
menor se inclinó hacia delante y dejó escapar algo.

“¡Onii-san, Onee-san! ¡¿Saben dónde está la deidad guardiana?! ¡A mí y


Sue-nee realmente nos gusta! ¡Lo hemos estado buscando todo este
tiempo! ¡Realmente queremos verlo de nuevo!”. La hermana mayor
intentó apresuradamente cubrir la boca de su hermana menor, pero ya era
demasiado tarde.

Miledi y Oscar intercambiaron miradas. Ella lo había llamado una deidad


guardiana, no un hada. Esto era algo de lo que necesitaban saber más.

351
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Especialmente cuando la hermana menor, que no sabía cuándo cerrar su


boca, agregaba: “¡Sue-nee es muy popular entre los chicos, pero los
rechazó porque está enamorada de él!”. La pobre Sue se sonrojó mientras
intentaba cerrar la boca de su hermana.

Oscar y Miledi asintieron el uno al otro.

“¿Te gustaría unirte a nosotros para desayunar?”.

“Te invitaremos hasta el postre también”.

Ellos sobornaron a las hermanas con comida.

Las hermanas cargaban sus platos, la más joven con gusto, la mayor con
un poco más de vacilación. Ella todavía estaba avergonzada por lo que su
hermana menor había dicho.

En el transcurso del desayuno, Miledi y Oscar aprendieron que el nombre


de la hermana mayor era Susha Liv Doumibral y la más joven era Yunfa
Liv Doumibral. Eran, como había supuesto Oscar, residentes del pueblo.

Era costumbre que las personas en el desierto tomaran el nombre de la


región y el pueblo en el que habían nacido, razón por la cual su segundo

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

nombre y apellido eran Liv y Doumibral, respectivamente. Ellas eran del


pueblo de Liv, en el feudo de Doumibral.

Eso me recuerda, ¿de dónde es Naiz? Como Oscar no había sabido


demasiado sobre las costumbres del desierto antes, no había pensado
mucho en el apellido de Naiz. Le había preguntado a Susha si ella lo sabía,
pero ella ni siquiera sabía que su primer nombre era Naiz.

Cuando Oscar se lo contó, se lo repitió a sí misma como una especie de


encanto. Maldición, esta chica habla en serio sobre él.

Miledi preguntó cómo las chicas habían conocido a Naiz, y resultó que su
primer encuentro fue más o menos el mismo como el de Miledi.

Los monstruos las habían atacado cuando apareció y las teletransportó a


un lugar seguro.

Sin embargo, uno de los monstruos había provocado que el maná de Yunfa
se volviera loco. Cuando Susha le dijo eso a Naiz, él desapareció y regresó
con piedra caliza para ella.

Ellas estaban tan sorprendidos por la constante teletransportación de Naiz


que ni siquiera habían podido agradecerle antes de que desapareciera con
su acostumbrado “No le digan a nadie sobre mí”.

“Desde entonces, hemos estado buscando por él. Todavía no he podido


darle las gracias”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Y quieres confesarte y casarte con él también! ¡Estoy bien siendo su


amante!”.

Susha se sonrojó de nuevo. Ella envolvió un brazo alrededor de la boca de


su hermana y la amordazó.

“Nosotras, de hecho, difundimos los rumores de que él era el Hada del


Desierto a propósito. Pensé que dado que Naiz-sama no quería que la gente
supiera de él, lo menos que podíamos hacer era decir que alguien que se
veía completamente diferente nos salvó. Sabía que las noticias se
difundirían eventualmente, así que me aseguré de contarles a todos los
aventureros y bardos que visitaban este lugar mi versión de los eventos
primero”.

“Ya veo. Entonces tu forma de agradecerle fue convertir al guardián en un


hada”.

Miledi asintió en comprensión. Sin embargo, Oscar notó algo


desagradable sobre la historia de Susha. Las siguientes palabras de Yunfa
solidificaron sus sospechas.

“¡Ayudé a Sue-nee también! ¡Les dije a todos exactamente lo que Sue-nee


me dijo que hiciera!”. Así que definitivamente esta fue su idea... Oscar
llegó a una conclusión. Se subió las gafas y formuló una pregunta para
ayudar a confirmar su teoría.

“Perdón por hacer una pregunta tan repentina, pero ¿tus padres dirigen este
bar?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿No?”. Susha la siguió al instante con una explicación.

“Nuestros padres fueron asesinados por monstruos cuando éramos


jóvenes... Ahora mismo vivimos con los amigos de nuestros padres”.

“¿Y ellos dirigen este bar?”.

“Sí”. Esta vez, ella no lo negó. Ahora Oscar estaba seguro. Susha había
comenzado los rumores.

“¿Tú eras la que estaba detrás de los rumores de las hadas?”.

“Síp”. Susha sonrió.

Oscar y Miledi intercambiaron miradas. Según Susha, Naiz las había


salvado hace dos años. En otras palabras, ella se le ocurrió este elaborado
plan para crear el Hada del Desierto cuando solo tenía diez años. Todo por
su propia cuenta.

Y funcionó. Por lo menos, todos hablaban sobre un Hada del Desierto, y


no un guardián.

“E-Eso es bastante impresionante”. Miledi dijo su honesta opinión.

Susha se sonrojó y respondió.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Todo es por el bien de Naiz-sama”. Teniendo en cuenta su edad, era


concebible que ya hubiera llegado a la pubertad. Aun así, el hecho de que
ella estaba tan decidida en Naiz desde la edad de diez años era bastante
impresionante. Ella hablaba muy en serio acerca de él.

“¿Qué tipo de relación tienen ustedes dos con Naiz-sama? Dijeron que lo
habían conocido”. Definitivamente Susha no dejaría escapar ninguna pista
de su alcance. Yunfa los miró expectante a los dos. Ambas realmente
querían reunirse con él de nuevo.

“Hmm... Podrías decir que nos encontramos con él mucho estos días”.

“¡¿E-En serio?! ¡¿Dónde se está quedando?!”. Susha se inclinó hacia


adelante con entusiasmo. Ni ella ni Yunfa esperaban que pudieran reunirse
con él a voluntad.

“Tendremos que preguntarle si está bien decírtelo primero. Vamos a


volver a verlo hoy también, así que le preguntaremos entonces. Prometo
que lo conocerán pronto, así que esperen pacientemente, ¿de acuerdo?”.

“Miledi-san... Supongo que tendremos que hacerlo. Sí, esperaremos”.

Aunque estaba un poco decepcionada, Susha tuvo que admitir que Miledi
tenía razón. Ella asintió.

Yunfa miró de Oscar a Miledi. Después de pensar por unos segundos, dejó
caer otra bomba.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Por cierto, ¿ustedes dos son una pareja?”. Susha se giró hacia su hermana
presa del pánico. ¡No puedes simplemente preguntar eso!

Miledi miró inexpresivamente a Yunfa, mientras Oscar sonreía.

“Jajaja... Es una buena broma, Yunfa-chan”.

“¿O-kun? ¿Que se supone que significa eso?”.

¡Incluso si no vas a admitirlo, al menos no podrías negarlo tan


limpiamente así! Mientras Miledi miraba a Oscar, Yunfa continuaba
arrojando bombas.

“¿No lo son? Hubiera sido mejor si lo fueran~”.

“¿Huh? ¿Por qué es eso, Yunfa?”.

“Porque dijiste que siempre estás hablando con el hombre del que Onee-
san está enamorada. Y vas a encontrarte con él otra vez hoy... ¡Si ustedes
dos no son amantes, entonces tal vez lo estás seduciendo!”.

“......”. Susha guardó silencio. Su expresión era atronadora. Había un brillo


peligroso en sus ojos.

“¡Es un malentendido! ¡No tengo ningún interés en ese hombre, lo


prometo!”. Miledi rápidamente trató de explicarse. La mirada de Susha era
absolutamente aterradora, tanto que Miledi estalló en sudor frío.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar simplemente miró todo el intercambio con una sonrisa. Miledi giró
su mirada de reproche hacia él.

“¡Además, O-kun ha estado conmigo todo el tiempo! Prometo que


realmente no es así. Por lo que vamos a verle es algo mucho más serio que
eso”.

“¿Mucho más... serio? ¿Te refieres a tu futuro juntos?”.

“Mierda. ¡Debería haber sabido que terminaría así!”. Esta era la primera
vez que Oscar veía a Miledi, quien siempre era la que molestaba a los
demás, tan nerviosa. Era lo más divertido que había tenido en años.
Además, Yunfa aún no había terminado.

“¡Está bien, tenemos a Sue-nee de todos modos! ¡Sus tetas son mucho más
grandes que las tuyas! ¡Una vez que él las vea, se enamorará por completo
de ella!”.

“¿Huh?”.

“¿Huh?”.

Miledi miró el pecho de Susha. Susha miró al de Miledi.

Era difícil distinguir la forma del cuerpo de Susha a través de su


voluminosa túnica. A pesar de eso, su pecho aún sobresalía un poco.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi comparó eso con su propio pecho. Ella pasó sus manos sobre sus
planas tetas de tabla de lavar. Su cabeza cayó. Ella parecía abatida.

Oscar estaba honestamente impresionado.

“Yunfa-chan, tienes un futuro brillante por delante. No mucha gente puede


decir que hicieron llorar a Miledi...”.

“¿Huh? Umm, ejeje, no fue nada”. Yunfa realmente no entendió lo que


Oscar estaba diciendo, pero ella podía decir que estaba siendo alabada.

La verdadera pregunta es, ¿ella lo hizo por instinto o fue planificado? Al


ver que la hermana mayor de Yunfa había sido una maestra de la
manipulación de la información a la edad de 10, Oscar estaba seguro de
que ella tenía mucho potencial.

Él tenía la sospecha de que Yunfa había derribado a Miledi por si acaso


ella había estado pensando en llevarse a Naiz de Susha, pero no quería
despertar un nido de avispas, por lo que no preguntó.

Oscar observó mientras Susha consolaba a Miledi y se preguntaba cómo


la presencia de estas hermanas cambiaría la relación entre él y Naiz.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La Montaña del Dragón Rojo era un volcán de cúpula. Eso significaba que
sus erupciones eran generalmente efusiones de lava viscosa en lugar de
violentas explosiones. También significaba que la montaña en sí tenía la
forma de un trapezoide de suave pendiente. Tenía apenas tres kilómetros
de altura, pero abarcaba una longitud de cinco kilómetros de ancho.

Después de separarse de las hermanas, Miledi y Oscar se dirigieron al


volcán. Podían sentir el calor de la lava cuando aterrizaron en la cumbre.
El humo blanco se elevaba desde los agujeros en la cumbre, y realmente
parecía que un dragón rojo podría vivir allí.

Había una entrada a la casa de Naiz desde arriba. Ellos se acercaron al


resplandeciente cráter naranja que se convirtió en la puerta principal de
Naiz. El calor de la lava se mantuvo a raya por las barreras de Naiz.

“Vamos, O-kun”.

“No importa cuántas veces lo haga, nunca me acostumbraré a saltar a la


boca de un volcán activo”.

“Dice el tipo que montó su paraguas en un río de lava”.

El par bromeó entre ellos mientras saltaban al cráter. Miledi los aceleró
con su magia de gravedad mientras se dirigían a la terraza que Naiz tenía
en su hogar.

A medida que se acercaban al suelo, el aire se enfriaba. Las barreras de


Naiz mantenían el calor alrededor de su casa de manera más efectiva que

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

en otros lugares. Eran un logro bastante impresionante. Oscar había


aprendido durante una noche de bebida que a Naiz le había tomado mucho
tiempo dominar las barreras de forma tan precisa.

“¡Nacchaaaaaan! ¿Estás en casa? Hemos vuelto a jugar~”.

“Perdón por venir todo el tiempo. Te trajimos un poco de vino hoy.


Todavía es media tarde, pero ¿qué tal una bebida?”.

Ellos caminaban valientemente en la casa de Naiz como si fuera la suya.


El par lo encontró sentado con las piernas cruzadas en el suelo,
machacando algo con un almirez y un mortero. Él suspiró y se giró hacia
sus invitados no deseados.

“Ya pasó más de una semana... ¿Cuánto tiempo planeas hacer esto?”.

“Hasta que aceptes convertirte en nuestro camarada”.

“¿Así que seguirás viniendo por el resto de tu vida?”.

“¡Ajaja, siento que alguien más me dijo eso antes también!”.

“Ese sería yo”.

Oscar le dio a Naiz una mirada de simpatía y lo ayudó a limpiar su espacio


de trabajo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Eso es piedra caliza?”.

“Sí. Es difícil de recolectar, por lo que la mayoría de los pueblos siempre


son escasas”.

“Excepto que vivas donde crece, así que es pan comido para ti. Me he
tomado la libertad de recolectar algo para mí también”.

Oscar se sentó en la silla que había traído a la casa de Naiz. Miledi se sentó
junto a él y balanceó distraídamente sus piernas. Ella parecía aburrida.

Cada vez que Oscar y Naiz comenzaban a hablar sobre este tipo de cosas,
Miledi se quedaba fuera de la conversación.

“Quería ver si podía moler el polvo tan fino que se convertiría en líquido”.

“¿Tú qué?”.

“Hay muchos monstruos por aquí que hacen que el maná de las personas
se vuelva salvaje. La piedra caliza es considerada la única cura, ya que
suprime el maná de las personas”.

“Quiero decir, sí, pero ¿por qué necesitarías que licuarlo?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Todavía no estoy seguro, pero tal vez sea más fácil de ingerir si se trata
de un líquido. Además, puedes cambiar la concentración si está licuada. Y
si estás probando un peligroso experimento mágico, podrías hacer tu
círculo mágico con piedra caliza licuada”.

“Hmm... Básicamente, estás buscando maneras de usarla que no sea como


medicina”.

“Precisamente. Así—”. A medida que la conversación se hacía más


técnica, Miledi los interrumpió con un grito.

“¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡No puedo creer que ustedes dos me ignoren


y se diviertan por su cuenta! ¡No es bueno ignorar a tus amigos así!”.
Miledi se cruzó de brazos en forma de X.

Oscar y Naiz compartieron una sonrisa de complicidad. Miledi se puso de


mal humor cuando los vio llevarse tan bien.

Ella murmuró algo enojada.

“Le diré a Sue-chan que Nacchan está más en O-kun que él en mí”.

“Hey, no hagas sonar como si fuéramos gay. Además, tengo la sensación


de que ella te tomará en serio, así que, por favor, no digas eso”. Oscar se
estremeció.

Naiz miró a Oscar con una mirada inquisitiva.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar y Miledi intercambiaron miradas y asintieron el uno al otro.

“Sue-chan es esta chica que vive en Liv. Ella tiene una hermanita llamada
Yunfa”.

“¿Hmm?”.

“Ellas son quienes propagaron el rumor de que eres el Hada del Desierto”.

“¿Qué? ¿Qué quiere...”.

Naiz de repente pareció interesado. Siempre estuvo interesado en los


rumores que se extendían sobre él. Sin embargo, parecía desconcertado
sobre por qué alguien los cambiaría.

Oscar intervino con una explicación.

“Salvaste un par de hermanas de monstruos hace dos años, ¿verdad? La


más joven tenía su maná enloquecido y tú la curaste. ¿Las recuerdas?”.

“... Esas dos, ¿huh?”. Naiz revisó sus recuerdos por un minuto antes de
responder.

“Así que las recuerdas”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Nufufufu. Eres un operador suave, Nacchan. La hermana mayor está


completamente loca por ti, y es una verdadera lindura para empezar”.

“¿Ella está ahora qué?”. Naiz, que no reconoció la expresión, inclinó su


cabeza con confusión.

Después de haber sido tan completamente demolida por la mañana, Miledi


se moría por molestar a alguien.

“Bueno, ya ves, desde que las salvaste, esas dos chicas te han estado
buscando por todas partes. Dijeron que querían agradecerte por salvarlas
en aquel entonces. Pero la verdad es que la hermana mayor está enamorada
de ti. ¡Aunque solo tiene trece años!”. Miledi no mencionó que, a pesar de
tener solo trece años, Susha tenía tetas más grandes que ella. Ella no era
masoquista después de todo.

“¿La niña de entonces está enamorada de mí?”. Naiz había recordado lo


jóvenes que eran las niñas que había salvado. Le costaba creer que en tan
solo dos años esa chica había llevado a cabo una campaña de
desinformación en masa porque se había enamorado de él.

Por su parte, a Miledi le costaba creer que una niña la venciera siendo
muchos años más joven que ella. Peor aún, Susha todavía estaba en medio
de su crecimiento acelerado, mientras que, por otro lado, Miledi había
pasado hace mucho tiempo la pubertad.

“Como dijiste que no querías que las personas supieran de ti, ella inventó
la historia de que la persona que salvó a los viajeros era una delicada hada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Todo porque ella te ama”. Naiz hizo una amarga expresión al escuchar la
explicación de seguimiento de Oscar.

Miledi sonrió y señaló a Naiz.

“Hey, ¿cómo se siente? Hey, Nacchan, dime. ¿Cómo se siente saber que
una niña de trece años está totalmente enamorada de un chico mayor como
tú? Vamos, Nacchan, puedes decir, no diré tu sec—”. Naiz agarró la cara
de Miledi con fuerza.

“Oscar, ¿te importa si arrojo a tu compañera fuera de este volcán?”.

Oscar sacó las cadenas de sus mangas.

“¡Owwwwwwww! ¡Hey, Nacchan, ¿podrías aflojar un poco tu agarre?!


¡Puedo sentir mi cráneo crujiendo! ¡Y O-kun, eres mi compañero! ¡Se
supone que debes ayudarme, no a él!”.

“¡Esto es tu culpa!”.

“¡¿Por qué están siempre sincronizados asíííííííííííí?!”. Hubo un fuerte


crujido y el cuerpo de Miledi quedó inerte. Cuando Naiz la soltó, cayó en
su silla con un ruido sordo. Después de eso, Oscar y Naiz la ignoraron y
comenzaron a beber el vino que él trejo.

Algún tiempo después, Miledi se despertó y vio que el paraguas de Oscar


llovía luz curadora sobre ella. Una vez que su dolor de cabeza desapareció,
Oscar volvió al tema de las dos chicas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él explicó cuán sincero era su deseo de reunirse con Naiz. Oscar había
esperado que a Naiz, quien había ayudado a la gente en una gran parte de
su vida, no le hubiera importado reunirse con ellas. Sin embargo,
contrariamente a las expectativas, él parecía preocupado.

“Ella ya sabe sobre tus poderes. Además, se están esforzando más que
nadie para asegurarse de que nadie se entere de ti, así que ¿cuál es el
problema de ir a verlas?”.

“Incluso si no tienes mucho que decir, creo que deberías ir a verlas. Si no


lo haces, estoy bastante segura de que Sue-chan te seguirá buscando por el
resto de su vida. Ella es tan seria contigo”.

Naiz habló con voz abatida.

“Esas chicas piensan que soy una especie de héroe o deidad guardiana,
¿no?”.

“Creo que algunos de los locales también piensan que eres una deidad
guardiana, pero sí”.

“Bueno, están equivocados. No soy un guardián. Solo estoy haciendo esto


por mí mismo... para expiar mis errores”.

Oscar y Miledi se miraron, luego Miledi se enderezó.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Pasó algo en el pasado? ¿Es por eso que no puedes reunirte con Sue-
chan, o venir con nosotros?”.

“......”.

“Nacchan. Preguntaste cuánto tiempo planeamos venir aquí. No me iré


hasta que al menos nos digas por qué no vendrás con nosotros. Ese es hasta
qué punto de reclutamiento me importas. Sé que es una pregunta grosera,
y sé que probablemente sea doloroso hablar de eso, pero es precisamente
por eso que no podemos irnos hasta que lo sepamos”.

Su mirada implacable atravesó a Naiz. Él se giró para ver a Oscar con la


misma seria expresión. Sus ojos callados tenían una resolución profunda.
Sabían lo que le preguntaban a Naiz, pero esta vez no retrocederían.

Estos son los amigos más problemáticos que he hecho. Sin embargo, él ya
había escuchado las historias de Miledi y Oscar. Sabía desde el principio
que no los alejaría tan fácilmente. Ahora entendía por qué un rechazo no
había sido suficiente. A menos que les diera una razón para su negativa,
ellos no retrocederían. No, no podían retroceder. Al darse cuenta de que
era su propia culpa por arrastrar las cosas en este tiempo, Naiz sonrió
amargamente y tomó una decisión. Él les diría de su pecado.

“¿Conocen un pueblo llamado Gruen?”. Miledi y Oscar negaron con sus


cabezas al mismo tiempo. Naiz tomó un profundo respiro antes de
continuar.

“Es el pueblo en el que nací... y el pueblo que destruí”. Oscar y Miledi


tragaron saliva.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Con los ojos bajos, Naiz comenzó su historia.

“Mi nombre completo es Naiz Gruen Caliente”.

“Caliente es la región más al Norte, ¿no es así?”.

Naiz asintió.

“Gruen era el pueblo más cercano a la capital de la región. Mi padre era


un soldado en el ejército del feudo. Siempre lo admiraba, y quería ser un
soldado como él. Yo, mi mejor amigo Yogun, y mi hermanito Est siempre
practicamos juntos el manejo de la espada. Mi madre era la persona más
amable que había conocido en mi vida. No solo eso, ella también era una
talentosa maga. Pensando en ello ahora, me doy cuenta de que fui
verdaderamente bendecido”. Él había tenido una familia cariñosa y amigos
que compartían los mismos sueños. No solo eso, él había sido un joven
talentoso. Eso ciertamente era lo que uno llamaba bendecido.

Oscar miró a Miledi. Aunque ella había nacido en una casa rica, su familia
no le había demostrado ni una pizca de amor. Miledi notó su mirada y lo
miró. Ella adivinó lo que él estaba pensando por su expresión, pero no
parecía deprimida por su situación. De hecho, le mostró a Oscar una cálida
sonrisa.

Al ver que no tenía que preocuparse por su compañera, Oscar ajustó sus
gafas y le devolvió la mirada a Naiz.

369
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Mi padre solía irse a trabajar, pero volvía unos días cada mes para pasar
tiempo con nosotros. Mamá siempre nos dijo que no lo molestáramos
porque estaba cansado, pero Yogun y yo siempre le suplicamos que nos
entrenara. Mi padre era el guerrero más fuerte del pueblo, y yo siempre
estaba ansioso por mostrarle cuánto había crecido”. Naiz habló con
nostalgia sobre el pasado. Obviamente, había sido muy cariñoso con sus
amigos y familia.

“Yogun tenía un dicho: ‘Ningún verdadero héroe llega a su fin en un


pueblo aislado’. Él quería luchar por personas importantes en lugares
importantes y elevarse en el mundo. Sus ambiciones siempre fueron
mayores que las mías, siempre mirando hacia el futuro. Y a pesar de que
él mismo era un talentoso luchador, siempre estuvo celoso de mis
habilidades”. A diferencia de Naiz, que solo quería ser un soldado como
su padre, Yogun había estado soñando en grande. Y Naiz había envidiado
esa parte de él.

Naiz sonrió brevemente, recordando. Pero en poco tiempo, su expresión


oscura regresó. Oscar no podía decir si era enojo o arrepentimiento lo que
nublaba el rostro de Naiz.

“Nunca me di cuenta de cuán profundamente corrían los celos. Aunque


siempre estuve con él, nunca me di cuenta de lo que él realmente estaba
pensando”.

En un día como cualquier otro, el padre de Naiz, Solda, había regresado a


casa y había comenzado a entrenar con Yogun. La hora se había hecho
tarde, y Solda estaba planeando regresar a casa cuando un grupo de
pueblerinos corrió hacia él. Sus rostros estaban pálidos y gritaban sobre un
ataque de monstruos.

370
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El pueblo tenía sus propios guardias, por supuesto. La mayoría de las


amenazas que aparecían eran tratadas por dichos guardias. La razón por la
que habían venido a Solda esta vez era porque el monstruo había sido
demasiado poderoso para que lo manejaran los guardias del pueblo.

Solda sabía su deber, e inmediatamente accedió a ayudar. El monstruo que


había aparecido era demasiado poderoso para los guardias, pero un
soldado profesional como Solda no debería haber tenido problemas para
derrotarlo.

“Yogun y yo le suplicamos a mi papá que nos dejara ir con él. Ya teníamos


15 para entonces. En un año hubiésemos sido elegibles para unirnos al
ejército. Mi padre pensó que sería un buen entrenamiento para nosotros,
así que estuvo de acuerdo”. Los dos habían seguido felizmente a Solda a
las puertas del pueblo... y allí fue donde todo salió mal.

“En realidad, había más monstruos de los que los pueblerinos habían
mencionado en su reporte. Acabábamos de ocuparnos de los que los
pueblerinos nos habían dicho, así que bajamos la guardia, y esa fue la
razón por la que ni Yogun ni yo notamos la madriguera detrás de
nosotros”. Para cuando oyeron la advertencia de Solda, ellos estaban casi
en las mandíbulas del monstruo.

Ni siquiera hubo tiempo suficiente para lanzar una barrera. Incluso si


hubiera habido tiempo, tanto Yogun como Naiz estaban demasiado
aterrorizados para moverse. Sin embargo, la crisis había despertado un
poder adormecedor dentro de Naiz, y él se movió completamente por
instinto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Esa fue la primera vez que usaste magia espacial, ¿verdad?”. Naiz asintió
en silencio.

“Yogun, mi padre, e incluso yo no podía creer lo que acababa de pasar.


Había destrozado el monstruo frente a los ojos de todos.
Inconscientemente abrí una grieta en el espacio donde estaba el monstruo.
Sin conjuros, sin círculo mágico”.

“Cuando tu papá y Yogun descubrieron que podías usar magia de la era de


los dioses, ¿qué hicie...”.

Era obvio que el despertar de sus poderes había estado directamente


relacionado con la destrucción del pueblo de Naiz. Miledi contrajo su
rostro. Oscar respiró hondo, mentalmente preparándose.

“Mi papá me hizo a Yogun y a mí la promesa de mantener lo que había


hecho en secreto. Aunque las personas del desierto son creyentes de Ehit
ahora, nosotros solíamos adorar a la naturaleza. Todos le rinden homenaje
a la Santa Iglesia aquí también, por supuesto, pero la mayoría de las
personas no es tan devota. Hay muchas personas que aún siguen las viejas
costumbres en secreto”.

“Y tu padre era uno de ellos, ¿no? Por eso él quería mantener tus poderes
en secreto. Tu padre realmente te amaba, pero entonces...”. Oscar frunció
el ceño. Podía adivinar qué debió haber pasado después. El secreto de Naiz
había salido. Y como estaba claro que Solda amaba a su hijo, eso solo
dejó... Naiz simplemente continuó su historia.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Al año siguiente, Yogun y yo nos unimos al ejército. Al principio


trabajamos juntos, con el objetivo de ascender en las filas... pero luego las
cosas cambiaron. Yogun comenzó a actuar de forma extraña, y a menudo
me miraba con desprecio apenas oculto. Traté de fingir que no me di
cuenta...”. Con el despertar de sus poderes, una brecha infranqueable se
había creado entre las habilidades de Naiz y las de Yogun. Además, Naiz
descubrió que tenía una aptitud para todo tipo de magia. Para mantener sus
poderes en secreto, él usó falsos círculos mágicos y conjuros, pero
continuó perfeccionando su habilidad para manipular el maná
directamente. Naturalmente, su habilidad con la magia espacial creció a lo
largo de la de los otros elementos.

Yogun ardía en celos. No había lógica detrás de ello, pero a él le molestaba


Naiz. Y así, al final, rompió su palabra y vertió el secreto de Naiz.

Le dijo a su lord que conocía a alguien que podía usar magia antigua. Él
había ido a su lord y no a la Santa Iglesia, porque sabía que la Santa Iglesia
no le habría dado una recompensa por la información. Ellos habrían dicho
que servir a Ehit era una recompensa suficiente.

Sin embargo, los resultados de su traición fueron desastrosos. Yogun no


se había dado cuenta de lo lejos que alguien en el poder estaría dispuesto
a ir para poner sus manos sobre un portador de magia antigua.

El lord de Caliente, Bolemos, decidió adoptar a Naiz como su propio hijo,


y luego hacerse a un lado para hacerle el nuevo lord. Él quería que su
región, Caliente, fuera el miembro predominante de la alianza Sharod, y
hacer de un portador de magia antigua el lord de la región era la mejor
manera de lograr ese sueño.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Entonces, Bolemos habría encontrado a tu familia original... un


obstáculo”.

“Así es. Hubo una gran tormenta ese día. Mi padre irrumpió en mi casa,
me dijo que tomara a mi hermano y mi madre, y que huyera. Bolemos
había enviado gente a arrestar a toda mi familia. Para que el resto de
nosotros escapase, mi padre...”.

Naiz nunca olvidaría ese tormentoso día. La visión de su padre, gritándole


que salvara a Est y a su madre, mientras enfrentaba a los soldados que
habían sido enviados a matarlo, había sido quemado en su cráneo.

A los guerreros del desierto se les enseñó a nunca mostrar sus lágrimas,
pero Naiz lloró esa noche. Lloró, maldijo su propia impotencia y dejó que
su padre muriera.

Él nunca olvidaría lo que sucedió justo después. Otra unidad de soldados


le tendió una emboscada cuando salía de su casa. Él estaba demasiado
angustiado para defenderse, y casi fue capturado. Pero entonces, alguien
vino a salvarlo.

“Fue Yogun. Yogun vino a salvarme. Él fue quien le contó el plan de mi


padre a Bolemos. En la pelea que siguió, él fue herido de muerte. Con su
último aliento, me contó todo”.

“Lo siento. Lo siento, lo siento, Naiz. He hecho algo terrible. Por favor,
perdóname”. Él murió rogando por el perdón de Naiz, pero Naiz no pudo
decir “Te perdono”.

374
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Incluso ahora, él no estaba seguro de cómo se sentía con respecto a Yogun.

Naiz odiaba a Yogun por haber destruido a su familia, pero tampoco podía
negar que él compartía parte de la culpa. Él había pasado la mayor parte
del tiempo con Yogun y, sin embargo, no había podido ver cómo su fuerza
se estaba comiendo a su mejor amigo. No, fingió no verlo. Cuando pensaba
en las cosas de esa manera, él no podía decir con certeza que debería odiar
a Yogun.

“Corrí todo el camino de regreso a mi pueblo. No podía teletransportarme


tan libremente como ahora. Si pudiera, tal vez las cosas no hubieran
terminado como lo hicieron”. Cuando llegó a su pueblo, supo que era
demasiado tarde. Su madre y su hermano estaban muertos. Cientos de
soldados de Bolemos habían asaltado el pueblo, con Bolemos a la cabeza.
Los cadáveres del hermano y la madre de Naiz estaban en el centro de la
ciudad. Fueron rodeados por los otros pobladores.

“¿Él los mató? ¿No trató de tomarlos como rehenes por la ventaja?”. Esa
hubiera sido la decisión inteligente. La única forma de mantener el control
de alguien tan poderoso como Naiz hubiera sido tomar rehenes para
mantenerlo pacificado.

“De acuerdo con Yogun, Bolemos había estado planeando matarlos todo
el tiempo y solo decir que los tenía como rehenes. Él les había dicho a los
otros pobladores que mi madre y mi hermano habían sido condenados
como herejes y les había ordenado que los trajeran. Por eso Bolemos había
ido en persona. Sus palabras eran respaldadas por la autoridad. Si él estaba
allí, los pobladores no podrían desobedecer”. Bolemos había querido
eliminar cualquier rastro de que su futuro hijo adoptivo hubiera tenido
alguna vez una verdadera familia.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Por eso había planeado capturar a Naiz, matar a su padre y condenar a su


madre y hermano como herejes. De esa forma, no habría nadie para
cuestionar su historia. Cualquiera que supiera la verdad no hablaría por
miedo a ser silenciado por los asesinos de Bolemos.

Oscar y Miledi se miraron nuevamente. Había una parte de la historia de


Naiz que no tenía sentido.

Naiz había dicho que Bolemos había ordenado a los pobladores que
trajeran a la familia de Naiz, pero eso no tenía sentido.

Bolemos había necesitado que Naiz creyera que su familia todavía estaba
viva para tener cualquier poder sobre él, por lo que nunca los hubiera
matado con testigos a su alrededor.

Hubiera sido más lógico llevárselos y luego deshacerse de ellos en


silencio. De esa forma, incluso si Naiz encontrara una manera de interrogar
a los pobladores, ellos tampoco sabrían si su familia estaba viva o muerta.

Lo más probable era que las personas que realmente mataron a la familia
de Naiz fueran los mismos pobladores. Lo habían hecho para salvar su
propio pellejo. Habiéndoles dicho que la familia de Naiz eran herejes, ellos
hubieran querido mostrar que no tenían nada que ver con su madre o
hermano. Que el resto del pueblo era puro. Y entonces, ellos mataron a la
familia de Naiz para probar su lealtad.

Después de todo, Bolemos había traído cientos de soldados con él solo


para capturar a dos personas. Los pobladores no eran tontos. Sabían que
los soldados habían venido a destruir su pueblo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Bolemos había afirmado que la familia de Naiz era hereje, pero ni siquiera
había traído un solo sacerdote para confirmar eso”.

Era obviamente sospechoso. Los pobladores sabían que sus vidas estaban
abandonadas una vez que renunciaran a la madre y al hermano de Naiz.

Entonces, al igual que un hombre que se está ahogando intenta arrastrar a


otros hacia abajo con él, mataron a la familia de Naiz. Al menos de esa
manera, Bolemos no podía decir que habían estado albergando herejes.

Por supuesto, Naiz debió haber notado eso también, razón por la cual—

“Cuando volví en mí, no había nada a mi alrededor. Estaba sosteniendo


los cadáveres de mi familia en el vacío desierto. Bolemos, los pobladores
e incluso el pueblo mismo se habían desvanecido”. Naiz recordó cómo los
pobladores lo habían mirado cerca del final. Todos llevaban las
expresiones culpables de hombres y mujeres que sabían que habían hecho
algo mal, pero habían sentido que no tenían otra opción. Recordó cómo
Bolemos parecía molesto porque su plan había sido arruinado. Recordó a
los soldados que lo miraban con cautela, asustados de lo que él podría
hacer. Pero más que nada, recordó la furia que él sentía.

¡¿Qué hizo mi familia para merecer esto?! ¡¿Quieres poder tan


desesperadamente?! ¡Bien, te dejaré probarlo, entonces!

Él había dejado que su ira lo impulsara y lanzó el hechizo más poderoso


del que era capaz. Él había destruido por completo una sección del espacio.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

En otras palabras, literalmente borró a Gruen del mapa, junto con los
pobladores y Bolemos.

Cuando Naiz terminó su historia, Miledi y Oscar dejaron escapar alientos


que ni siquiera sabían que mantenían.

Él los miró por primera vez desde que comenzó su historia.

“Incluso si Bolemos fuera culpable, estoy seguro de que muchos de los


soldados que lo seguían estaban cumpliendo con su deber. Ellos podrían
haber sido buenas personas, con familias a las que regresar a casa. Todavía
no estoy seguro de si odio a los pobladores por lo que hicieron o no, pero
esa no era una buena razón para matarlos a todos. Lo que hice fue
horrible”.

Entonces es por eso que dijo que está ayudando a la gente para expiar. Y
porque lo está haciendo para expiar, no es algo que quiera ser elogiado o
agradecido.

Un monstruo como Naiz no merecía ser amado. Eso era lo que él creía al
menos. No habría podido vivir consigo mismo si estuviera rodeado de
gente que le agradeciera.

“Esta es la última vez que diré esto”. Miledi tragó saliva. Oscar frunció el
ceño.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“No me uniré con ustedes, chicos. Juré nunca más utilizar mis poderes
para luchar, incluso si eso significa mi muerte”. Naiz había decidido
usarlos solo para correr o protegerse.

Él nunca volvería a luchar, así que no podía ayudar a Miledi a lograr su


sueño. Su negativa esta vez fue absoluta.

“Pero, Nacchan —”.

“Por favor, que esto sea el final. No vengas a verme nunca más. Si lo haces,
me iré. Si sigo corriendo, tendrás dificultades para perseguirme y
continuar tu propio viaje al mismo tiempo”.

Él tiene razón. Incluso si puedo rastrearlo, no hay manera de que


podamos seguir el ritmo de su teletransportación. La única razón por la
que pudieron perseguirlo hasta el momento fue porque él nunca salió del
desierto.

Si realmente intentara huir, ellos nunca serían capaces de perseguirlo. A


menos que lo retengan de alguna manera de todos modos. Si lo hicieran,
no serían diferentes de Bolemos.

Naiz agitó una mano y una puerta apareció detrás del par.

“Fue un placer conocerlos, Miledi Reisen, Oscar Orcus. Dudo que nos
volvamos a ver, pero les deseo suerte en su viaje”. Miledi abrió su boca
para decir algo, pero no le llegó ninguna palabra.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Vamos, Miledi”.

“O-kun...”.

Oscar le puso una mano en el hombro. Miledi suspiró y se levantó. Y


luego, los dos caminaron hacia la puerta.

Miledi bajó su cabeza por un momento, entonces se giró hacia Naiz, con
una triste expresión en su rostro.

“Nacchan... No, Naiz Gruen. ¿Es esto realmente lo que quieres?”. Lo que
la entristecía no era que Naiz la rechazara. Más bien, era el camino que él
había elegido.

“Lo es”.

“Ya veo...”. Miledi le dio una pequeña sonrisa y cruzó la puerta. Oscar no
se dio vuelta, pero también tuvo algunas palabras de despedida para Naiz.

“Algún día, cuando nuestro viaje finalmente haya terminado...”.

“¿Qué?”.

“¿Podemos ir a visitarte de nuevo, como solo amigos?”.

“Pensaré sobre ello”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Satisfecho, Oscar asintió y cruzó la puerta.

Naiz miró el espacio vacío donde se habían sentado sus amigos.

“¿Qué pasó con ‘Dudo que alguna vez volvamos a ver’?”. Su tono estaba
lleno de auto-burla.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Capítulo IV: Los Libertadores y la


Apóstol de Dios

Miledi avanzó lentamente, alejándose de la Montaña del Dragón Rojo.


Oscar caminó silenciosamente junto a ella, su paraguas sombreándoles del
sol.

Miledi no tenía la energía para invocar una brisa o su bloque de hielo, por
lo que el paraguas era lo único que evitaba el calor. Sin embargo, el hielo
cubría los bordes del paraguas, y una ligera brisa flotaba desde su dosel.

Oscar miró a Miledi. Ella estaba claramente deprimida.

Así debió sentirse ella cuando yo también la rechacé. Incluso ahora, Oscar
no pensó que se había equivocado al rechazarla en ese momento. Sin
embargo, eso no lo hizo sentir menos culpable. Dolió imaginar a Miledi
vagando por las calles de Velnika luciendo tan deprimida.

Cuando estaba feliz, era una problemática, y cuando estaba triste, todavía
era una problemática. Oscar soltó un pequeño suspiro.

“¿Estás deprimida porque no se unió a nosotros? ¿O por lo triste que fue


su historia?”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ambas”.

“No puedes aceptar la elección que hizo, ¿verdad?”.

“No puedo”.

“Pero él fue quien hizo esa elección”.

“Lo sé. Es por eso que no voy a tratar de convencerlo nunca más”. Sin
embargo, ella no parecía nada feliz al respecto. Miledi infló sus mejillas e
hizo un puchero.

Naiz les había dado una razón ahora, por lo que ellos no tenían más
remedio que respetar su decisión. presionar más fuerte hubiera sido lo
mismo que forzar su voluntad sobre él. Y Miledi lo sabía.

Aun así, eso no significaba que a ella le gustara. Sus sentimientos se


manifestaron claramente en su rostro mientras caminaban devuelta.

El ataque salvaje de Naiz había causado un daño irreparable. Como él


mismo había dicho, había matado a todos los pobladores y cientos de
soldados. La mayoría de ellos probablemente tenían familias a las que
regresar, y solo habían cumplido con su deber.

Sin embargo, él también era un adolescente que acababa de ver morir a su


familia ante sus ojos. Incluso un adulto completamente maduro se habría
visto en apuros para actuar racionalmente en esa situación.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

A pesar de eso, Naiz todavía se culpaba a sí mismo. Y pasaría el resto de


su vida expiando por ello, para siempre solo en la cueva a la que llamaba
hogar. Oscar sabía que incluso si intentaban regresar, él simplemente
escaparía y comenzaría a ayudar a las personas en otro lugar.

¿No es eso demasiado triste?

“Haaah...”. Miledi dejó escapar un profundo suspiro. Ella parecía


completamente desdichada.

Oscar ajustó sus gafas, conuna expresión conflictiva en su rostro.

“Antes de irme, le pregunté si podíamos volver a visitarlo solo como


amigos”.

“¿Huh?”. Miledi instantáneamente se animó.

“No dijo exactamente que sí, pero al menos dijo que lo pensaría”. Oscar
observó cómo los ojos de Miledi se abrían con sorpresa.

“Todavía tenemos nuestro propio viaje para completar. Pero un día,


volveremos a verlo de nuevo. No para convencerlo de que sea nuestro
camarada, sino para ayudarlo. Somos sus amigos ahora. Seguramente no
le importará... ¿verdad?”. El objetivo original de los Libertadores era
salvar a aquellos que habían sido aplastados por las injusticias del mundo.
Estaría dentro del alcance de su objetivo ayudar a un amigo que se había

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

impuesto un estilo de vida tan estricto. De hecho, no podían llamarse


Libertadores si no lo hacían.

“¡O-kun!”.

“¡¿Whoa?!”.

Miledi se arrojó sobre Oscar. Nervioso, él de alguna manera logró


atraparla.

“¡Eso es! ¡Tienes razón! ¡Absolutamente cierto! ¡Somos amigos de


Nacchan!”.

“Uh, sí, lo somos. De todos modos, es por eso que no tienes que sentirte
tan deprimida. Simplemente diremos que el incidente del Hada del
Desierto terminó con nosotros ganando un amigo en lugar de un camarada.
Ahora, por favor, suéltame”.

“¡Sabía que podía contar contigo, O-kun! ¡Eres el mejor compañero de


todos! ¡Ahora somos amigos de alguien increíble! ¡Y si necesita nuestra
ayuda, podemos volver para salvarlo en cualquier momento! ¡Hombre, me
siento mucho mejor ahora!”.

“Genial. Ahora deja de aferrarte a mí”. A pesar de sus mejores esfuerzos,


Oscar no pudo quitarse a Miledi de encima. Aunque Miledi no estaba tan
bien dotada como Susha, todavía era bastante atractiva. Oscar se encontró
en problemas por su proximidad, sobre todo porque la había visto desnuda
no hace mucho tiempo. Sin embargo, cuando la vio sonriendo

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

inocentemente hacia él, se reprendió a sí mismo por tener pensamientos


tan indecentes. Lo que importaba era que ella ya no estaba deprimida.

Oscar se dio por vencido en alejar a Miledi de él y le acarició la espalda


hasta que ella quedó satisfecha.

Después de un rato, los dos comenzaron a caminar de nuevo. Hubo una


nueva primavera en el paso de Miledi. Oscar también caminó con un
corazón más ligero que antes.

Cruzaron una serie de dunas de arena antes de que el pueblo de Liv


apareciera a la vista.

“¿Hmm? Hey, ¿O-kun?”.

“Sí, lo veo. Algo definitivamente no está bien”. Oscar activó el hechizo


Farsight de sus gafas.

“Hay un montón de iraks en la ciudad. Un montón de carruajes también.


Todos se ven muy ornamentados... ¡Miledi!”.

“Huh, ¿qué es? ¿Qué has visto?”.

Después de una breve pausa, Oscar continuó con una tensa voz.

“¡Es la Santa Iglesia!”. Los ojos de Miledi se estrecharon peligrosamente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miembros de la Santa Iglesia llegaron a última hora de la tarde.

Al principio, los pobladores pensaron que la manada de iraks y carruajes


en la distancia era una caravana de mercaderes. Con la esperanza de
comprar provisiones, los pobladores se habían apiñado ansiosamente en la
puerta principal.

Sin embargo, cuando vieron la opulencia de los carruajes y los caballeros


en los iraks, los pobladores se dieron cuenta de su error.

No eran mercaderes, sino el obispo de Doumibral quien había venido a


visitarlos.

El obispo, Agares Myurie, salió del carruaje principal. Fue acompañado


por sus sacerdotes y los caballeros templarios. En total, había traído
sesenta caballeros con él. O estaba aquí para amenazar al pueblo, o quería
impresionarles con el poder de la Santa Iglesia.

Agares era un joven obispo que aún seguía en sus veinte. Su cabello rubio
estaba peinado hacia atrás, revelando un guapo rostro. Hablaba
suavemente y siempre parecía tener una gentil sonrisa en su rostro.
Considerando todo, parecía la personificación de un hombre piadoso y
humilde.

Sin embargo, uno no ascendía a la posición de obispo a una edad tan joven
al ser humilde. La Santa Iglesia tenía solo treinta obispos en un momento
dado, uno para cada ciudad importante en el continente. Como solo había
siete arzobispos, cuatro cardenales y el papa que estaba por encima de

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

ellos, pocos asientos de obispo se abrían porque un anterior obispo era


promovido.

La razón principal para la elección de un nuevo obispo era porque un


obispo actual había perdido su posición. Había varias razones por las que
un obispo podía ser despojado de su rango. Algunos se retiraron debido a
su edad o problemas de salud, otros fueron degradados por no cumplir con
su deber. Sin embargo, más fueron excomulgados porque se había
descubierto que carecían de fe, o algunos perecieron en inesperados
“accidentes”. El predecesor de Agares había sido considerado hereje y
ejecutado. Él era conocido por todos como un hombre muy piadoso, por
lo que la decisión había sido un shock.

Además, el inquisidor que había desvelado la herejía del obispo anterior


no era otro que Agares.

Agares se había hecho un buen nombre como un inquisidor muy efectivo,


por lo que el pueblo podía adivinar para qué había venido a Liv.

“Buenos ciudadanos de Liv, solo hay una razón por la que he venido aquí
hoy. Hemos escuchado que hay un hereje en esta ciudad que se atreve a
declararse dios. Tal acto es una ofensa a Lord Ehit. ¿Hay alguien aquí que
conozca al Guardián del Desierto?”. Susha y Yunfa palidecieron cuando
escucharon ese nombre.

Alguien debe haberle dicho a la Santa Iglesia. Aunque Yunfa y Susha


habían tratado de difundir rumores de que Naiz era en realidad el Hada del
Desierto, la cantidad de personas que él había salvado había crecido tanto
que su viejo apodo había comenzado a regresar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aun así, su existencia no era más que un rumor. Para la mayoría, él era
solo un cuento de hadas. La Santa Iglesia no debería haber tenido ningún
motivo para enviar a un inquisidor tras él, especialmente porque Susha y
Yunfa habían trabajado tan duro para desviar los rumores. Ellos eran la
única organización que ellas no habían querido que supieran sobre Naiz.

Y, sin embargo— ¡No hicimos lo suficiente! Susha apretó sus dientes.

En los últimos dos años, ella había hecho todo lo posible por mantener la
identidad de Naiz en secreto. Un montón de aventureros, trovadores y
viajeros que Naiz había salvado también la habían ayudado, pero aún no
había sido suficiente. La Santa Iglesia estaba detrás de él ahora.

“Sue-nee...”. Susha quería tranquilizar a su hermana menor, pero no pudo.


Todo lo que pudo hacer fue aferrarse fuertemente a la mano de Yunfa.
Agares sonrió a los pobladores, luciendo absolutamente inofensivo. Esa
sonrisa los aterrorizó.

Muchos en Liv habían sido salvados por Naiz. De ellos, un buen número
sabía cómo era.

Ninguno de ellos creía que pudieran sobrevivir a la tortura de Agares.

“Todos los clérigos dentro de la federación están buscando a este hereje


conocido como el Guardián del Desierto. Llevaremos a este hombre
maldito ante la justicia sin importar el costo. Cualquiera que diga que hay
algún dios excepto Ehit no merece nada más que la muerte. Lo mismo vale
para todos los que intenten esconderlo de nosotros”. Agares hizo un gesto

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

con movimientos de mano al pronunciar su discurso, casi como un actor


en un escenario.

“Ha habido más y más informes de este pagano sin dios que aparece en el
desierto. Para mantener este bendito mundo puro, debemos eliminar a
todos los herejes. Para traer esto, hemos decidido lanzar una inquisición.
Los arzobispos han otorgado a todos los obispos la autoridad para ejecutar
a cualquiera que consideren sospechoso”. Al decir eso, los caballeros
descargaron una serie de vigas de madera y una hoja gigante del carruaje,
y luego comenzaron a unirlos.

“¿U-Una guillotina?”, murmuró uno de los pobladores. El artilugio que los


caballeros estaban preparando era de hecho una guillotina.

Agares dio unas palmaditas en el andamio y miró a los pobladores. Ellos


retrocedieron asustados.

“No hay razón para que se sientan en deuda con este Guardián del
Desierto. Si hubiera sido un verdadero creyente, él habría utilizado sus
poderes al servicio de Lord Ehit. El hecho de que no demostró su
culpabilidad. Ahora, entonces, comience la inquisición”. Agares se sentó
en una magnífica silla que uno de sus sacerdotes trajo para él. Sus
caballeros se desplegaron y arrastraron a los pobladores uno por uno.

Sorprendentemente, cuando los pobladores le dijeron a Agares que no


sabían nada, él simplemente dijo “Ya veo” y les permitió regresar a casa.

Pasó una hora. El sol estaba a punto de sumergirse bajo el horizonte, y la


cortina de la noche había comenzado a caer.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los probladores, que esperaban ser torturados, comenzaron a verse


esperanzados. Esto casi parecía un interrogatorio formal y correcto.

Un hombre de mediana edad fue llevado a Agares y el obispo le hizo la


misma pregunta a todos los demás.

“¿Conoces al Guardián del Desierto?”.

Susha dejó escapar un jadeo apenas audible. El hombre era alguien que
realmente había conocido a Naiz.

Al parecer, Naiz le había dado alguna medicina valiosa y rara para curar a
su hijo. El hombre había jurado que algún día le devolvería el favor.
También era uno de los conspiradores de Susha, y la había ayudado a
difundir rumores sobre el Hada del Desierto.

El hombre, cuyo nombre era Porukka, miró fijamente a Agares.

“No, Lord Obispo. No lo conozco”. Su voz no tartamudeó. Su cara de


póker era perfecta.

Agares sonrió y respondió de una manera calmada y fría.

“No es bueno mentir”. Los pobladores intercambiaron miradas de


preocupación. La expresión de Porukka se puso rígida.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

"¿Q-Qué quie—”.

“Has conocido a este hombre antes, ¿no es así?”.

“¡N-No, no lo he hecho!”.

“Eso es una mentira, ¿no es así? Tienes un hijo, ¿correcto?”.

“... Sí”.

“Ahora mira, esa es la verdad. ¿Es tu hijo una chica?”.

“Sí”.

“Y eso es una mentira. Tienes un hijo, no una hija. Este guardián del
desierto se reunió con tu hijo, ¿no es así?”.

“No, Su Eminencia”.

“Otra mentira. Él salvó la vida de tu hijo, ¿no?”.

“¡No, no lo hizo! Nunca he siquiera—”.

“Mas mentiras. Él salvó la vida de tu hijo, y es por eso que estás mintiendo
para protegerlo”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Estás equivocado, Lord Obispo! ¡Por favor, créame!”. Gritó Porukka,


aterrorizado.

La sonrisa de Agares no titubeó. Él repitió la pregunta.

Los que conocían a Porukka temblaban de miedo. Agares había adivinado


todo a pesar de las respuestas de Porukka. No importa lo que dijera el
hombre, Agares de alguna manera adivinaba la verdad.

“Parece que realmente no sabes más que esto. Hmm, bueno, al menos fui
capaz de determinar la apariencia de este hombre. Un paso en la dirección
correcta”.

“¿P-Por qué? Cómo...”.

Porukka miró a Agares con ojos sin vida. Todavía sonriendo, Agares
explicó.

“Porque yo soy un Apóstol, uno que lleva la sangre de Ehit en mis venas”.
Los pobladores comenzaron a murmurarse unos a otros. Agares se deleitó
con su miedo por unos minutos antes de dirigirse a ellos.

“Tengo el poder de ver las almas de las personas. No pueden mentirme.


No importa cuán buen mentiroso sean, su alma mostrará su falsedad”. En
otras palabras, esta era la magia especial que había heredado. Como Oscar
y Miledi, él poseía poderes inhumanos. También fue lo que lo hacía un
buen inquisidor.

393
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ahora bien, es hora de tu castigo divino. Por el pecado de mentir, tú y


toda tu familia están condenados”. Incluso ahora, todavía había una
sonrisa en el rostro de Agares. Él no había dudado en condenarlos a todos.

“¡Espera! ¡Por favor, espera! ¡Renuncie a mi familia al menos!”. Sin


embargo, ya era demasiado tarde. Los caballeros templarios arrastraron a
su familia hasta el andamio.

“La inquisición no ha terminado todavía. Debemos acelerar el proceso, o


estará oscuro antes de que hayamos terminado. Seguramente ustedes
buenas personas no querrían obligar a los caballeros templarios a hacer
algo tan cruel como crear luz para nosotros”.

A pesar de que Agares acababa de condenar a muerte a un hombre, estaba


dando un sermón a Porukka como si él fuera el irracional por no aceptar
morir rápido y silenciosamente. La mirada de Agares no sostenía ni una
pizca de remordimiento. No había esperanza para Porukka o su familia.

Lágrimas brotaron de los ojos de los pobladores mientras miraban a


Porukka y su familia ser arrastrados a la guillotina. Muchos de ellos no
pudieron soportar mirar y se alejaron. Sin embargo, un alma valiente era
diferente.

“¿Es un pecado agradecer a alguien que te ayuda?”. Su voz sonó


claramente a través de la multitud.

Los caballeros detuvieron lo que estaban haciendo y comenzaron a buscar


a la dueña de la voz.

394
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La multitud se apartó apresuradamente del camino, dejando solas a dos


jóvenes chicas. Sin embargo, Susha no intentó esconderse. Se mantuvo
firme y se encontró con la mirada de Agares, sus ojos estaban brillando
con determinación.

“Lo siento, no entendí eso. ¿Podrías decirlo de nuevo?”.

Su mirada parecía estar diciendo: “Dilo a mi cara, si te atreves”. Sin


embargo, ni Susha ni Yunfa se estremecieron. Esta vez fue Yunfa quien
respondió.

“¿No lo sabes? Cuando alguien te ayuda, dices gracias. Y cuando haces


algo malo, dices lo siento. Tengo ocho años e incluso yo sé eso. ¿Por qué
no lo haces, Obispo?”. Las palabras de Yunfa gotearon con veneno.
Hicieron eco claramente a través de la noche.

Por primera vez desde que había llegado, la sonrisa de Agares decayó.

Los sacerdotes y los caballeros estaban asombrados. Por otro lado, los
pobladore observaban con absoluto horror.

“Obispo, perdone nuestro deseo de ayudar a este hombre que tanto ha


hecho por nosotros. Nuestra fe en Ehit no es de ninguna manera falsa.
Simplemente queremos mostrarle nuestra gratitud también a él. Eso es
todo. Por favor, concédanos esta pizca de humanidad. Estoy segura de que
Lord Ehit también nos mostraría misericordia”. Ahora era el turno de
Susha de hablar. Ella sabía que una vez que le llegara su turno, no sería

395
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

capaz de mantener su secreto. No delante de este hombre que podía usar


magia antigua de todos modos.

Ella tenía una idea aproximada de dónde vivía Naiz debido a los dos
extraños desconocidos con los que había hablado esta mañana. Le habían
dicho que iban a encontrarse con Naiz con relativa frecuencia, y que los
dos se estaban quedando en la posada de Liv. En otras palabras, la casa de
Naiz tenía que estar en algún lugar de la zona. Solo había un lugar donde
podía esconderse que estaba cerca. La Montaña del Dragón Rojo.

Quizás si confesaran, las vidas de Susha y Yunfa se salvarían. Pero


ninguna de las dos lo haría, incluso si supieran que mentir era inútil.

No importa lo que sucediera, sus vidas estaban abandonadas. Si estaban


muertas de cualquier manera, decidieron ir a luchar en lugar de rogar. Y
ahora era el momento de luchar. Porukka había hecho todo lo posible para
proteger a Naiz, por lo que ellas tuvieron que hacer lo que podían para
protegerlo también.

Susha y Yunfa se tomaron de las manos y caminaron hacia adelante.

“Por favor, perdone a Porukka-san y a su familia. Por lo menos, perdone


sus vidas”. Susha parecía mucho más madura que cualquier niño de doce
años que el pueblo hubiera visto. Yunfa también inclinó su cabeza y le
suplicó a Agares que perdonara a Porukka.

Mientras todos miraban atónitos, Agares sonrió. Su sonrisa era mucho más
siniestra que antes.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ya veo. Espléndidas niñas. Pensar que me sermonearían sobre la


moralidad. Fufufufufu, ha pasado tanto desde que lo he disfrutado tanto.
De hecho, esto es maravilloso. Como agradecimiento por brindarme tanta
alegría, permíteme explicarte algo”.

“¿Explica qué?”.

“Parece que están malinterpretando lo que es la moralidad. Sin duda es


algo muy importante. De hecho, casi tan importante como adorar a Ehit”.

Susha tragó saliva. Sabía a dónde iba Agares con esto.

“Sin embargo, no hay nada más importante en este mundo que la voluntad
de Ehit. Comparado con eso, algo tan trivial como la moralidad humana
no significa nada. De hecho, lo que estás haciendo no es verdaderamente
moral si contradice la palabra de dios. Además—”. Agares alzó sus manos
al cielo y acercó su cara a la de Susha, sus movimientos como los de una
muñeca rota. Susha estaba aterrorizada por sus abultadas pupilas.

“¿Qué derecho tienes para hablar de la voluntad de Ehit?”. De todo lo que


Susha había dicho, eso era lo que más le molestaba.

Una bola de fuego brillante apareció en la mano de Agares. Él no había


usado ningún círculo mágico, no dijo encantamientos, sin embargo, había
logrado castear uno de los hechizos de fuego más fuertes conocidos por el
hombre, Solar Blast. Normalmente, el hechizo creaba una esfera de fuego
de más de ocho metros de ancho, pero Agares lo había comprimido en el
tamaño de su mano y lo hacía mucho más poderoso. Este era el poder de
una de las Apóstoles de Dios.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Originalmente, Agares había planeado interrogar a Yunfa y Susha


primero, pero su blasfemia lo había llevado al límite. Él las borraría del
rostro de Tortus.

“Ni siquiera son dignas de respirar el mismo aire que yo. Desaparezcan”.
Nadie se movió. Verlo crear un hechizo tan poderoso los había dejado
arraigados en el lugar.

Solo Susha, que estaba abrazando a su hermanita, aún tuvo el coraje de


devolverle la mirada a Agares.

“Entonces la voluntad de Ehit es incorrecta”. Su voz no titubeó.

Agares liberó su bola de fuego, que era lo suficientemente poderosa como


para atravesar a toda la multitud y no dejar ni las cenizas, mientras las
chicas miraban y aceptaban su destino.

“¡Habilidad Diez, Hallowed Ground, Activación Parcial!”. Una sombra


negra se interpuso entre Susha y la bola de fuego. Él estaba sosteniendo
algo que nadie esperaba ver en un desierto, un paraguas negro.

Lo empujó frente a él, y comenzó a brillar con una vibrante luz. La bola
de fuego se estrelló de frente. Al mismo tiempo—

“Patadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”. La voz de una chica sonó desde


algún lugar lejano. Luego, un segundo después—

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiileeeeeeeeeeeeeeeeeeediiiiiiiiiiiii!”. El pie de una chica


se estrelló contra el rostro de Agares.

Ella se estrelló contra él desde un lado, y la fuerza de la patada casi hizo


añicos sus pómulos.

Él fue enviado volando lejos de su silla. Los pobladores vieron como


Agares volaba por el aire.

Él voló directamente a través de una serie de edificios y derrapó por el


suelo. Sus piernas se estrellaron contra un árbol, que lo volteó y continuó.
Saltó a través del oasis y finalmente se detuvo en la otra orilla.

Ninguna patada normal podría generar tanta fuerza. Parecía que ella casi
había estado cayendo de lado.

Miledi, para la chica era obviamente Miledi, posando encima de la silla en


la que Agares había estado sentado unos segundos antes. Miró a los
atónitos caballeros templarios y guiñó un ojo.

Ella hizo su característico signo de paz mientras su cola de caballo


revoloteaba detrás de ella.

“¡Es la chica mágica favorita de todos, Miledi-chan!”. Miledi posó para la


multitud.

Un segundo después, la bola de fuego de Agares voló hacia el cielo. Oscar


la había desviado con su paraguas. Explotó de forma segura por encima de

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

las cabezas de los pobladores, iluminando el temprano cielo nocturno con


su resplandor.

La luz enmarcaba perfectamente a Miledi, haciéndola parecer una diosa


descendiendo del cielo.

“¡Bien hecho, O-kun! ¡Nunca pensé que fueras tan buen animador!”.

“Eso fue solo una coincidencia”.

Oscar colocó su paraguas sobre su hombro y ajustó sus gafas. Ya sea a


propósito o simplemente como una coincidencia, él también adoptó una
actitud bastante teatral.

Los caballeros templarios finalmente volvieron a sus sentidos.

“¡L-Lord Obispoooooo!”.

“¡Agares-samaaaaaaaaa!”.

“¡Necesitamos un curador! ¡Rápido, traigan un curador al obispo!”.

Un destacamento de caballeros corrió hacia donde cayó Agares. La


mayoría de ellos esperaban encontrarlo muerto.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar pasó un dedo por la sien de sus gafas y asintió para sí mismo. Él
había querido asegurarse.

“Miledi, rompiste su cuello. Él definitivamente está muerto”.

“¿Realmente puedes ver eso en la oscuridad?”.

“Estas gafas también tienen visión nocturna”.

Cuántas características pusiste dentro de esas gafas…

“¡¿Qu-Quién diablos son ustedes?! ¡¿Y qué han hecho?! ¡Malditos herejes,
prepárense para enfrentar la ira de Ehit!”. Uno de los sacerdotes los señaló
con el dedo a los dos y comenzó a gritar.

Matar a un obispo de la Santa Iglesia era uno de los peores crímenes


imaginables. Hacer daño a un miembro del clero equivale a mancillar el
nombre de Ehit. Era el equivalente a declarar a todo el mundo humano
como tu enemigo.

Sin embargo, Miledi no parecía preocupada en lo más mínimo.

“Cielos”, dijo y sacudió su cabeza con tristeza. Luego, señaló a Susha y


Yunfa y gritó.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Limpien sus oídos y escuchen, todos ustedes! ¡¿Ven a estas dos chicas
aquí?! ¡¿Ven qué lindas son?! ¡Eso justo ahí es la verdad de este mundo!
¡Lo lindo es justicia! ¡Que se pudra su dios!”.

“No estoy seguro de que este orden mundial me guste más que el de Ehit”.

Miledi ignoró a Oscar.

El sacerdote, sorprendido por la flagrante blasfemia de Miledi, solo pudo


balbucear en shock.

“¡Sue-chan tiene razón, cualquier dios que se atreva a lastimar a una chica
bonita como ella está totalmente equivocado!”.

“U-Umm, eso no era exactamente lo que quería decir”. Susha era el tipo
de persona que podía articular su opinión, independientemente de las
circunstancias. Incluso ahora, logró decir eso a través de sus lágrimas.

“O-Oscar-san, Miledi-san. ¿Se dan cuenta de lo que —”.

“Oh sí, no te preocupes. Estamos preparados para las consecuencias”.

Yunfa y Susha miraron preocupadas a sus salvadores. Pero Oscar les dio
suaves palmaditas en la cabeza y les tranquilizó.

¿Qué quieren decir, están preparados para las consecuencias? Susha


pensó para sí misma.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar vio la pregunta en sus ojos.

“Estamos aquí precisamente para luchar contra personas como esta.


Estamos aquí para liberar a los oprimidos por la locura, la malicia y este
irrazonable mundo”.

“¿Para liberar a las personas?”.

Oscar le sonrió a Susha. Antes de que pudiera seguir explicando, sin


embargo, Miledi lo llamó.

“¡O-kun, vamos!”.

“Sí, sí. Adelante, estoy listo cuando sea”.

De repente, los caballeros templarios que atacaban a Miledi fueron


arrojados al cielo. Casi como si estuvieran cayendo hacia arriba.

Ella había usado el hechizo de gravedad Inverse Square. Invertía la


atracción gravitatoria de cualquier persona a la que ella apuntaba.

A lo lejos, en la distancia, los últimos rayos del sol atravesaban el cielo


nocturno. Iluminaron a las docenas de caballeros que ahora caían hacia
arriba. Miledi manipuló la dirección de su caída, para que cuando
finalmente volvieran a la tierra, los caballeros aterrizaran fuera del pueblo.
Ella quería mover el campo de batalla para evitar que las personas del

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

pueblo quedaran atrapadas en la lucha. Tanto ella como Oscar recordaban


demasiado bien cómo Forneus se había hecho estallar al final.

Miledi y Oscar saltaron al lugar donde ella había depositado a los


caballeros.

Los pobladores cayeron de rodillas, derrotados. Algunos de ellos miraron


a Susha y a Yunfa. Probablemente culparon a las dos chicas por sembrar
las semillas de su perdición. Los pobladores estaban demasiado asustados
de señalar con los dedos a Miledi u Oscar, por lo que expresaron su
frustración sobre las chicas indefensas que no podían luchar.

Sin embargo, Susha y Yunfa los ignoraron. Ellas intercambiaron miradas.

“Sue-nee”.

“Síp”.

Ellas estaban satisfechas con cómo habían resultado las cosas.

Con las miradas de enojo de los pobladores en su espalda, salieron


corriendo del pueblo.

“Imposible... ¿Quiénes son...”. Uno de los caballeros gimió, su cuerpo se


hundió en el suelo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Él fue el último en ser derrotado. Él había visto a Oscar y Miledi atravesar


el escuadrón de caballeros templarios como si no fueran nada.

La mayoría de los caballeros eran hábiles magos, por lo que habían sido
capaces de suavizar su aterrizaje lo suficiente como para evitar lesiones.
Los sacerdotes no tuvieron tanta suerte. La única razón por la que no
habían muerto directamente era porque la arena amortiguó sus caídas.

Tal vez hubiera sido más afortunado si hubieran muerto. La matanza que
siguió fue despiadada.

Ninguno de los caballeros había sido capaz de montar ningún tipo de


resistencia. Ellos habían sido cortados.

“¿Por qué? ¡Ustedes también son apóstoles de dios, ¿no es así?! ¡¿Por qué
se oponen a nosotros?!”.

“En realidad somos enemigos de dios~”.

A pesar de ser una de las cosas más peligrosas que podrías decir en este
mundo, Miledi lo dijo fácilmente.

El caballero estaba aturdido. No podía creer que alguien por ahí pudiera
blasfemar tan casualmente. Una vez que se recuperó, escupió: “¡Herejes!”.
Esas fueron sus últimas palabras antes de que Oscar lo aplastara hasta la
muerte.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Siempre me deja mal sabor de boca cuando mato personas de la Santa


Iglesia”.

“¿Hay algún tipo de asesinato que no deje un mal sabor de boca?”.

Miledi suspiró mientras observaba la destrucción que habían causado.

Ella sonrió tristemente y optó por no responder la pregunta de Oscar.

“Ahora bien, ¿qué vamos a hacer acerca de Liv? Incluso si le dicen a la


Santa Iglesia que no tienen nada que ver con nosotros...”.

“Estoy seguro de que, si las personas del pueblo cooperan, la Santa Iglesia
no los matará sin más. A diferencia de Naiz, nosotros ni siquiera somos
aquí. No tienen motivo para protegernos. Si estás preocupada, podemos
escondernos en un oasis cercano después de esto y ver qué pasa”.

“Si, tienes razón. Podemos hacer eso por completo ¿Crees que deberíamos
decírselo a Nacchan también? Aunque se siente un poco incomodo
regresar justo después de que dijimos que nos iríamos. Probablemente
tampoco le guste”.

“B-Bueno, no estás equivocada allí. Pero creo que aún debemos


decírselo”.

Esto es algo que lo afecta directamente. Probablemente lo descubra por


su cuenta eventualmente, pero cuanto antes sepa, mejor.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“De todos modos, ¿qué pasa con Sue-chan y Yun-chan?”.

“Seguro que estallaron con ese obispo. La ciudad entera las escuchó
también”.

Oscar dudaba de que pudieran seguir viviendo en este pueblo. La próxima


vez que un obispo vaya a interrogar a la ciudad... Lo más probable es que
las tomarían.

“Quiero que se unan a los Libertadores”.

“Ciertamente tienen el coraje para ello. La verdadera pregunta es si


querrán o no abandonar el desierto mientras Naiz siga aquí”.

Oscar y Miledi se miraron el uno al otro.

En ese momento, escucharon una voz detrás de ellos. Ellos se giraron para
ver a Susha y Yunfa dirigiéndose hacia ellos. Las dos estaban montando
un irak que les habían robado a los caballeros. Hicieron un gesto para
llamar la atención de Oscar y Miledi.

“Y ahora han robado el irak de la Santa Iglesia... Tienen agallas y la


capacidad de manipular información a gran escala. Yo diría que son un
activo muy valioso”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Apuesto a que Nacchan habría sido atrapado hace años si no fuera por
ellas”.

Las dos chicas tragaron saliva cuando los sesenta caballeros muertos
aparecieron a la vista.

Pero se recuperaron rápidamente y se giraron hacia Miledi y Oscar.

“Gracias al cielo que llegamos a tiempo... Me preocupaba que ustedes dos


se fueran antes de llegáramos aquí”.

“¡Muchas gracias por salvarnos, Onee-chan, Onii-chan!”.

Yunfa bajó del irak y saltó hacia los dos. Susha se escabulló del irak
también, e hizo una reverencia.

Entonces, con una mirada de determinación, dijo: “Miledi-san, Oscar-san.


Sé que esta es una solicitud irracional, pero llévennos con ustedes en su
viaje”.

“¡Por favor!”.

Yunfa inclinó su cabeza también.

Miledi y Oscar intercambiaron otra mirada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Desafortunadamente, no pudimos convencer a Naiz para que se nos


uniera. Si vienen con nosotros, ustedes no podrán verlo”.

“Ya veo. Aun así, nos gustaría ir con ustedes. Puede que sea una carga
cuando se trata de peleas, pero estoy segura de que podré ayudar de otras
maneras. ¡Haré todo lo posible para ser útil!”.

“¡Voy a esforzarme también! ¡Por favor, déjennos ir!”.

Ni Oscar ni Miledi se perdieron los pocos segundos que pasaron


contemplando con nostalgia la Montaña del Dragón Rojo.

Ellas realmente eran inteligentes. Con solo la información limitada que


Oscar les había dado, las dos habían descubierto más o menos dónde vivía
Naiz.

A pesar de eso, ellas todavía eligieron ir con Miledi en lugar de tratar de


reunirse con él.

Por duro que sea, estaban enfrentando la realidad. Incluso si fueran a ver
a Naiz, sabían que no había ninguna garantía de que él realmente se
reuniera con ellas. Además, mientras permanecieran allí, sus vidas estarían
en peligro. Si querían sobrevivir, su mejor opción era ir con Miledi y
Oscar, quienes ya se habían declarado herejes.

Su voluntad y tenacidad inflexible para mantenerse con vida era


impresionante. Miledi y Oscar las respetaron por eso. Las dos chicas se

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

tragaron sus quejas y su insatisfacción, y continuaron luchando


desesperadamente por sobrevivir. Su determinación era deslumbrante.

“Umm, es cierto que estamos aquí porque ya no podemos volver a casa,


pero eso no es todo”.

“¿Huh?”.

“¿Hm?”.

Miledi y Oscar estaban sorprendidos de que Susha hubiera adivinado lo


que estaban pensando, y de qué otra cosa podía estar motivando a las dos
chicas. Yunfa suspiró. Ella acababa de explicar esto hace unos minutos.

“Cuando alguien salva tu vida, se supone que debes agradecerles. Eso es


lo que hay que hacer”. Y así, los Libertadores recibieron una lección sobre
la moralidad de una chica de ocho años.

“O-kun, nunca me di cuenta de que me había convertido en una persona


tan calculadora”.

“No lo digas, Miledi. Eso solo me hace sentir aún peor al respecto”.

“¡U-Umm! También pensamos que, si nos íbamos, las posibilidades de


que nos encontráramos con Naiz-sama serían más altas que si nos
fuéramos por nuestra cuenta. ¡Así que estamos calculando también!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El intento de Susha de animarlos solo los hizo sentir más deprimidos.

Eso me recuerda que, aunque Susha está enamorada de Naiz, la razón


principal por la que lo estaba buscando era darle las gracias. Por eso, ella
había empezado a difundir falsos rumores, a pesar de que no podía reunirse
con él.

Parecía que lo que las impulsaba más que el deseo de sobrevivir era el
deseo de pagar sus deudas.

“Está bien, lo entendemos. Pero será demasiado peligroso para ustedes


venir con nosotros, así que —”. Así que las llevaremos a nuestra sede y
podrán ayudar a nuestra organización desde allí. Sin embargo, Miledi no
pudo sacar la segunda mitad de su oración.

Susha y Yunfa miraron con curiosidad a Miledi, preguntándose por qué se


interrumpió a mitad de camino. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando
vieron a Miledi romper en un frío sudor.

“O-Oscar-san, Miledi-san está—”. Susha tampoco terminó su frase.


Porque Oscar parecía tan sorprendido como Miledi. Él tragó saliva.

Los dos comenzaron a jadear.

Ambos giraron, sus cuellos crujían como máquinas mal aceitadas. Susha
y Yunfa siguieron su mirada, preguntándose qué era lo que los había
aterrorizado a los dos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Pensar que me notarían a pesar de mis intentos de borrar mi presencia...”.


Escucharon una voz desde arriba. Era una voz hermosa, que sonaba como
una campana. Al mismo tiempo, sin embargo, estaba completamente
desprovista de emoción.

El sol se sumergió bajo el Horizonte y la oscuridad cayó.

Flotando en el cielo nocturno sobre ellos estaba una hermosa mujer.

Ella estaba envuelta en una luz plateada y parecía una encarnación en


miniatura de la luna.

Incluso con el hábito de una monja sin forma, su impresionante figura era
claramente visible. Sus claros ojos azules y su cabello plateado parecían
salidos de una pintura. De su espalda brotaron un par de resplandecientes
alas plateadas.

Su belleza estaba más allá de la de los simples mortales.

“¡Hiii!”.

“¡Uwaaah!”.

Susha y Yunfa chillaron de terror mientras caían al suelo.

Aunque la mujer que se elevaba sobre ellas parecía una criatura divina, era
total e increíblemente aterradora.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Esos ojos que las miraban desde abajo eran inhumanos.

Debido a que las hermanas eran sabias más allá de sus años,
comprendieron de inmediato lo peligrosa que era.

Sin embargo, la presencia de Miledi y Oscar reforzó su valentía.

“¡Miledi!”.

“¡Entiendo!”.

La mujer desapareció en el mismo instante en que Oscar desplegó la


barrera de su paraguas.

Un segundo después, hubo un estallido atronador y una onda de choque se


extendió desde su paraguas.

“¡¿Ngh?!”. Oscar gruñó y cayó de rodillas. Había logrado bloquear la


espada radiante de la mujer con su Hallowed Ground.

Pero había sido algo cercano. El corte vertical de la mujer había dejado
profundas grietas en su barrera. En un solo ataque, ella había hecho más
daño a su Hallowed Ground que una lluvia de hechizos de un escuadrón
de caballeros templarios.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aun así, Oscar había logrado comprar el tiempo que necesitaban.

Miledi había enviado exitosamente a Yunfa y Susha a volar de regreso al


pueblo. O más bien, bruscamente las arrojó a la seguridad. Fue un viaje
bastante accidentado, pero ella no tuvo tiempo de darles un aterrizaje
controlado. Lo mejor que podía hacer era arrojarlas en la dirección relativa
del oasis para que el agua al menos amortiguara su caída.

Ella tampoco tenía un prematuro momento.

“¡¿Gah?!”. Hubo otro boom. Cuando Miledi se giró, Oscar no estaba a la


vista.

La extraña mujer levantó sus espadas gemelas en alto, preparada para


cualquier contraataque que Miledi pudiera montar.

Un segundo después, algo se estrelló contra las dunas a buena distancia.

Poniendo las piezas juntas, era obvio que la mujer había enviado a Oscar
a volar. Pero Miledi no podía perder el tiempo para preocuparse por él.
Porque tenía las manos ocupadas lidiando con el próximo ataque de la
mujer.

“¡¿Ah?!”. Miledi apenas esquivó el corte diagonal al “caer” hacia atrás.

La espada larga de la mujer rozó su pelo cuando pasó. Si ella hubiera


pasado incluso medio segundo más en el hechizo que había enviado a

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Susha y Yunfa a volar, la cabeza de Miledi estaría rodando en el suelo en


este momento.

El sudor frío cayó por la espalda de Miledi cuando se dio cuenta de lo


cerca que había estado de la cortada.

Ella continuó cayendo hacia atrás, paralela al suelo, pero la mujer la


persiguió con una velocidad que superaba la de Miledi.

“¡Muy molesta!”.

“Tu lucha es inútil”.

Esta vez, Miledi esquivó cayendo al cielo.

Sin embargo, con un aleteo de sus alas, la mujer pudo alcanzarla. Esta vez,
no había escapatoria.

Miledi palideció al ver que la espada se cerraba sobre ella. Incluso si


intentaba contrarrestar con un hechizo, sabía que a esta distancia no le
serviría de nada.

Cinco pequeñas dagas surgieron de la nada, desviando el golpe mortal de


la mujer.

Venían desde un ángulo tal que incluso el más mínimo cambio en la


trayectoria las hubiera llevado a golpear a Miledi. Oscar también había

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

hechizado todas sus cuchillas con magia de gravedad, lo que le permitió


controlar libremente su vuelo en el aire.

La mujer vaciló. Debería haber sido imposible tirar dagas para alcanzarla
con tanta velocidad y precisión. Entonces notó que una de las dagas
brillaba al rojo vivo, mientras que otra estaba emitiendo chispas. Estas
dagas están encantadas.

La mujer golpeó las ardientes y eléctricas dagas con su espada, mientras


que aplastaba el resto con sus alas. Una emitió un fuerte vendaval mientras
giraba mientras otra arrojaba humo petrificante. La última congelaba el
aire mientras volaba.

La mujer fue capaz de defenderse fácilmente contra las tres con una barrera
de luz, pero eso le dio a Miledi el tiempo suficiente para escapar.

“¡Buen salvada, O-kun! —¡Heavensfall!”. Miledi invocó una enorme


esfera negra y aplastó a la mujer contra el suelo.

Al mismo tiempo, Miledi voló hacia donde Oscar estaba esperando.

“Lo siento. Casi te golpeo con esas”.

“Está todo bien. Es solo gracias a ti que todavía estoy viva”.

Los dos vigilaban atentamente la nube de humo que tenían delante y se


tomaron un momento para intercambiar información.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué diablos es eso?”:

“¿Recuerdas lo que te dije?”.

Una monja de cabello plateado. Oscar lo recuerda ahora. Miledi había


mencionado conocerla después de destruir a su familia. Según Miledi,
apenas había escapado de ese encuentro con su vida.

“No es una persona, sea lo que sea. No tiene futuro, no tiene destino. Y es
bastante problemática”.

“Te lo dije”.

Aunque sus voces eran lúdicas, sus expresiones eran sombrías.

Vieron cómo una enorme columna de luz plateada se elevaba hacia el


cielo. Se alejó en espiral hacia el cielo y sopló la nube de polvo que la
rodeaba. El cielo nocturno brillaba con su luz.

“La habilidad de manipular la gravedad... así que ese es tu especial, no tu


magia antigua. Te recuerdo. Ya te escapaste de mí una vez”. El cielo
tembló. La tierra tembló. Los mismos cielos se encogieron ante su poder.
La mujer soltó una ola de presión tan potente que era evidente. Oscar
encontró que apenas podía respirar. Si su concentración caía un poco, el
aura de la mujer solo lo dejaría inconsciente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Pensar que mis oponentes serían humanos que han heredado un


fragmento de los poderes de mi lord. Supongo que es apropiado
presentarme entonces. Usaré toda mi fuerza contra alguien de su calibre”.
La arena que rodeaba a la mujer se desvaneció. Su ropa de monja
desapareció, reemplazado por un uniforme de batalla blanco. Ahora usaba
casco, guanteletes, grebas y una placa en la cintura.

Agitó sus alas una vez y balanceó sus espadas delante de ella. Una
declaración de guerra.

“Soy una de las Apóstoles de Dios— Hearst. Mi deber es deshacerme de


las piezas indeseables del tablero de juego de mi lord”.

¿Por qué hay una “Apóstol de Dios” o lo que sea aquí?

Por piezas indeseables, ¿ella se refiere a nosotros? ¿Nos ha estado


persiguiendo todo este tiempo? Pero si solo recordara que luchó contra
Miledi antes, entonces no podría haberla perseguido. ¿Eso significa que
ella vino aquí para eliminar a alguien más? Solo había otra persona por
la que podría haber venido. Ese tonto y amable hombre que se había
entregado a una vida de arrepentimiento.

Al parecer, Oscar y Miledi tendrían que cumplir su promesa de ayudar a


Naiz antes de lo que pensaban.

A pesar de que estaban claramente superados, los dos sonrieron sin miedo.

“Ven”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“haz lo peor que puedas”.

Sus voces se unieron mientras rugían un desafío.

“¡Solo intenta matarnos!”. Ellos no dejarían que nada se interpusiera en su


camino.

Mientras tanto, Susha y Yunfa habían logrado salir del oasis al que habían
sido arrojadas. Afortunadamente, ninguna de ellos resultó herida.

Mientras tosían el agua que tragaron, escucharon un estallido


ensordecedor.

“Sue-nee. ¿Qué debemos hacer? Esa señorita daba miedo”.

“Sí. Incluso Miledi-san parecía que estaba teniendo problemas. Y derrotó


a todos esos caballeros templarios como si no fuera nada”.

Las dos se sentaron silenciosamente en la arena por unos segundos. El


agua goteaba de sus empapadas ropas. Su aliento empañado en el aire. Las
noches del desierto eran heladas. Sin embargo, ninguna de ellas parecía
molestarse por el frío.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Mientras estaban sentadas allí, notaron que el sonido de la lucha se estaba


alejando cada vez más del pueblo.

“¿La están alejando del pueblo para que este no quede atrapado en la
batalla?”. Aunque no tenía pruebas, Susha estaba segura de que ellos lo
estaban haciendo.

No los había conocido por mucho tiempo, pero sentía que los entendía
bien.

“Sue-nee. No me gusta esto. No podemos simplemente dejarlos solos”.


Yunfa y Susha sabían que eran menos que inútiles cuando se trataba de
luchar. Yunfa mordió su labio y se aferró al brazo de su hermana mayor.
Susha estaba orgullosa de tener una hermanita tan valiente. A pesar de ver
de primera mano la aterradora que era el enemigo al que se enfrentaban
Oscar y Miledi, ella todavía quería ayudar. Susha atormentó su cerebro,
tratando de pensar en algo que ellas pudieran hacer.

Sus pensamientos se giraron hacia el hombre que les había salvado la vida.
Después de que sus padres murieran, Susha y Yunfa tuvieron dificultades
para quedarse con los amigos de sus padres. Entonces ellas trataron de
escapar. Pero no mucho después de dirigirse al desierto, habían sido
atacadas por monstruos. Susha había sostenido el cuerpo envenenado de
su hermana, pensando que había perdido toda esperanza, cuando Naiz
había venido a salvar sus vidas. Ella había sido capaz de ayudarlo;
seguramente ella también podría ayudar a sus dos nuevos amigos.

“¡Eso es! ¡Sé lo que podemos hacer! ¡Vamos a buscar a Naiz-sama!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Sí! ¡Naiz-sama debería poder ayudarlos!”.

Yunfa asintió en acuerdo. Las dos hermanas intercambiaron miradas y se


pusieron de pie.

Naiz sintió un flujo masivo de maná, uno mayor que cualquiera que
hubiera sentido antes.

Salió corriendo de su cueva y vio ráfagas de maná parpadeando


intermitentemente en dirección a Liv. Quienquiera que esté peleando allí,
no son personas normales.

Las caras de Oscar y Miledi aparecieron en el fondo de su mente.

“Al menos debería ver lo que está sucediendo”. Naiz creó un pequeño
portal del tamaño de una pequeña ventana y examinó el pueblo con ella.

Lo primero que notó fue la confusión de los pobladores. Luego, vio la


cantidad anormal de iraks y carruajes en la plaza del pueblo. Una mirada
más cercana reveló que eran los carruajes de la Santa Iglesia. Sin embargo,
no vio ningún caballero templario o sacerdote. Entonces movió su portal
al remoto desierto.

“¿Q-Qué diablos sucedió...?”. Vio un ejército de caballeros templarios


muertos en la arena. Briznas de maná residual cubrían el campo de batalla,
los restos de unos pocos hechizos extremadamente poderosos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Una gran batalla había tenido lugar aquí. Solo Oscar y Miledi podrían
haber derrotado a unos efectivos tan grande de caballeros.

Pero entonces, ¿con quién están teniendo tanto problema? Más


importante aún, ¿por qué alguien tan fuerte vino a Liv? ¿Estaban
persiguiendo a los Libertadores? Un par de jóvenes voces interrumpieron
los pensamientos girando como una tormenta dentro de su cabeza.

“¡Naiz-sama! Naiz-sama!”.

“¡Tienes que ayudar a Onii-chan y Onee-chan!”.

¿Cómo saben mi nombre?

Él acercó su portal a las voces y vio a dos chicas gritando su nombre.

Estaban pidiendo su ayuda. Por la forma en que hablaban, parecía como si


estuvieran seguras de que él llegaría en su ayuda.

“......”. Por un momento, Naiz dudó. Pero luego recordó que esas dos
chicas fueron las que él había salvado dos años atrás. Miledi había
mencionado que ellas les habían contado un poco sobre él. Viendo que ya
sabían tanto su nombre como su magia, decidió que no iba a causar daño
revelarse sí mismo.

Un segundo después, Naiz estaba de pie detrás de las dos hermanas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué sucede?”.

“¡¿N-Naiz-sama?!”.

“¡Naiz-sama!”.

Las dos comenzaron y dieron vuelta. Después de un momento de sorpresa,


lágrimas comenzaron a derramarse de sus ojos. Finalmente se habían
reunido con él de nuevo.

Naiz entró en pánico cuando vio que las dos chicas comenzaban a llorar.
Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Susha se secó las lágrimas
y dijo: “Naiz-sama, muchas gracias por salvarnos antes. Perdónanos por
pedir tu ayuda nuevamente antes de que pudiéramos agradecerte por lo de
la última vez”.

“Naiz-sama. ¡Onii-chan y onee-chan están en problemas! Están luchando


contra esta aterradora persona que se parece a una persona pero que no es
una persona”.

“¿Qué quieres, parece una persona pero que no es una persona?”.

Las hermanas dudaron. No sabían cómo explicarlo.

A pesar de todo, Naiz podía decir por la urgencia en su voz que fuera lo
que fuera, Oscar y Miledi estaban teniendo un momento difícil en contra

423
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

de eso. De la explicación fragmentada de Susha, Naiz descubrió que era


probable que fuera una especie de carta de triunfo que la Santa Iglesia
había estado guardando.

Una vez que terminó su explicación, Susha juntó sus manos, como si
estuviera rezando.

“Por favor, por favor, te lo ruego. ¡Ayúdales! ¡Eres el único que puede!”.

“¡Naiz-sama!”.

Las dos tenían una fe absoluta en el Guardián del Desierto. Él era mucho
más confiable que el dios de la Santa Iglesia, a quien ni siquiera podían
ver y cuyos siervos no les habían traído nada más que infortunio.

Aunque él nunca había dudado en prestarle una mano a alguien, Naiz


dudó.

“¿Naiz-sama?”. Él había jurado nunca usar sus poderes para luchar. ¿Sería
de alguna utilidad para esos dos? Lo que sea con lo que estaban luchando
era mucho más fuerte que cualquier monstruo. ¿No él solo se pondría en
su camino? Claro, él podría ayudarlos a huir.

¿Pero por cuánto tiempo? La Santa Iglesia había enviado a esta poderosa
criatura tras los dos. Incluso si los teletransportara a un lugar seguro, esta
simplemente los perseguiría.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

¿Simplemente los ayudaría a escapar de nuevo? ¿Cuánto tiempo lo


mantendría así? Mientras él no estuviera luchando, ¿sería de alguna ayuda
para ellos? Además, se había dicho a sí mismo que nunca más se
encontraría con ellos.

Sin embargo, más que nada, esta situación trajo recuerdos desagradables.
Su mente regresó a ese día.

Él había borrado su pueblo y todos los que estaban dentro. Ni siquiera


quedó un rastro.

Sus poderes eran demasiado peligrosos para ser usados en una pelea.

No se sabía qué podría destruir accidentalmente esta vez.

Por eso, yo... Una y otra vez, él repitió las excusas para no ir en ayuda de
sus amigos.

“Lo siento, Naiz-sama”.

“¿Huh?”.

Él miró hacia abajo, confundido por su disculpa. Yunfa también inclinó su


cabeza y se disculpó. No regañaban a Naiz por dudar, de hecho, se veían
casi tristes.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“No sé exactamente qué pasó, pero sé que mi pedido te causa dolor. Lo


siento. Nunca quise obligar a mi salvador a hacer ese tipo de cara”.

“Lo siento también, Naiz-sama...”.

“¿Qué cara?"

¿Qué tipo de cara estoy haciendo en este momento?

Naiz inconscientemente llevó una mano a su mejilla.

“Nos iremos”. Susha y Yunfa se giraron.

Naiz preguntó automáticamente: “¿Ir a dónde?”.

“A ayudar a Miledi-san y Oscar-san”.

“¿Qué— ¿Qué están—”.

“Sabemos que nos pondremos en el camino. Pero tal vez podamos distraer
a esa mujer, incluso si es solo por un segundo”.

“Puedo hacer un poco de magia. Tal vez si hago algunas chispas


sorprenderá a la no-persona”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aunque hablaron ligeramente, su resolución era verdadera. Naiz podía


verla en sus ojos. Querían ayudar, incluso si eso significaba su muerte.

“¿Por qué irían tan lejos por ellos? No pueden haberlos conocido por más
de unos días...”.

“Porque salvaron nuestras vidas”.

“¡Sí!”.

Susha y Yunfa saltaron a su irak. Susha tomó las riendas. Ella ni siquiera
miró hacia atrás.

Naiz no podía creerlo. Ellas habían dicho eso como si fuera la cosa más
obvia del mundo.

Si alguien le salvara la vida, era natural arriesgar la poría para salvar las
suyas.

Cualquiera estaría de acuerdo; eso era la moral a hacer. Pero pocas


personas podrían seguir esa línea de razonamiento.

De repente, Naiz se dio cuenta de algo.

En su explicación, Susha y Yunfa habían mencionado por qué la Santa


Iglesia había llegado a su pueblo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El obispo, Agares, había iniciado una inquisición. Oscar y Miledi habían


salvado a las dos chicas justo antes de que el obispo las hubiera ejecutado
por herejía.

Pero, ¿qué habían conseguido ser sospechosas de herejía en primer lugar?


Solo había una cosa que venía a la mente.

“¡Esperen! Esperen un segundo, ustedes dos. ¿Por qué la Santa Iglesia las
declaró herejes?”.

“Bueno...”.

“Por favor, dime”.

Susha dudó. Ella y Yunfa compartieron una mirada. Pero cuando Susha
vio la sinceridad en los ojos de Naiz, suspiró y dijo la verdad.

“Porque le dije al obispo que no había nada de malo en querer ayudar al


Guardián del Desierto”.

“Ah—”.

Entonces es mi culpa después de todo.

Incluso Miledi y Oscar solo quedaron envueltos en esto por mi culpa.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aunque se había dicho a sí mismo una y otra vez que estaba manteniendo
su distancia para protegerlos, él solo se había estado protegiendo a sí
mismo.

Y ahora se estaba poniendo excusas para sí mismo, tratando de fingir que


esto no tenía nada que ver con él. ¿Realmente podría dejar que estas dos
chicas desperdicien sus vidas porque él era demasiado cobarde para
ayudar? ¡Soy una vergüenza!

“Espero que podamos vernos de nuevo algún día, Naiz-sa—”.

“Espera. No tienen que ir”.

Esas palabras se vertieron por su propia voluntad.

Estas chicas habían arriesgado su vida por él, y ahora estaban a punto de
hacer lo mismo por Miledi y Oscar.

Él había terminado de inventarse excusas.

Sin poder como eran, estas dos chicas estaban tratando de hacer lo
correcto. Sin embargo, él solo había estado tratando de eludir su deber.

Él no quería avergonzarse más.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

¿Cómo podría haberlo olvidado? Soy el hijo de un guerrero. Soy el hijo


de Zolda Gruen. ¡Mi trabajo es derrotar a cualquiera que amenace a
nuestra gente! Las cadenas de su pecado todavía lo ataban. Su culpabilidad
nunca desaparecería.

Este poder suyo era repulsivo. Él no quería herir a nadie con ello nunca
más.

¿Pero eso significaba que estaba bien abandonar a estas dos valientes
chicas que le suplicaban ayuda? Absolutamente no. Él había terminado de
huir de su pasado.

Si las abandonaba aquí, él nunca sería capaz de encarar a su familia en el


más allá.

Naiz hizo su decisión.

“Iré”.

“¡Naiz-sama!”.

“Naiz-sama!”.

Los ojos de Susha se abrieron con sorpresa, mientras los de Yunfa


brillaban con admiración.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Muchas gracias por tratar de protegerme. Esperen aquí por mí. Volveré.
Con Miledi y Oscar”.

La idea de pelear todavía le dolía a Naiz, pero su mente estaba decidida.


Su resolución no vacilaría.

Las dos chicas miraron a Naiz con asombro.

“¡Buena suerte!”.

“¡Estaremos esperando, Naiz-sama!”.

Ellas se despidieron de su confiable Guardián del Desierto.

Una localizada tormenta rugía unos kilómetros al sur de Liv.

“¡¿Gah?!”.

“¡¿Ah?!”.

Los destellos de un rayo iluminaron la torrencial lluvia. Oscar y Miledi


estaban en el medio de todo, haciendo todo lo posible para esquivar la
lluvia mortal.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El paraguas de Oscar gemía por todos los abusos que había sufrido. Miledi
había puesto múltiples Spatial Severances, y cada una había absorbido
tanta energía que se había colapsado.

Ni siquiera tuvieron tiempo de quejarse el uno al otro. Incluso un lapso de


tiempo en la concentración los llevaría a la muerte.

“Será mejor que no me subestimes”. Oscar arrojó una descarga de dagas a


Hearst. Él controlaba su vuelo libremente, y las tenía cerca de Hearst desde
todos los lados.

“Ya he visto ese truco”. Sus alas plateadas golpearon los misiles de Oscar
antes de que pudieran alcanzar su objetivo.

Se quemaron, calcinaron y congelaron el aire mientras caían.

“¡Pero ahora estás muy expuesta!”. Miledi cayó hacia el cielo. Una vez
que estuvo por encima de Hearst, ella le desató una poderosa esfera de
gravedad.

Hearst cruzó sus espadas sobre su cabeza y bloqueó la esfera. Las espadas
normales se habrían aplastado hasta convertirse en una masa, pero las
armas de Hearst estaban hechas de material más duro.

Los labios de Miledi se crisparon, pero ella no perdió tiempo en aumentar


la presión de la esfera.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar saltó junto a ella usando sus Onyx Boots y empujó su paraguas en
Hearst.

“¡Habilidad Diez, Thunderlord’s Judgement! ¡Poder total!”.


Originalmente, él había tenido a Spark Plasma como su novena habilidad.
Era el hechizo de relámpago más efectivo que tenía. Pero ahora él estaba
peleando junto con Miledi, y sus propias habilidades habían mejorado. Así
que cambió la novena habilidad por el hechizo eléctrico más poderoso
conocido por el hombre.

Su paraguas se giró al revés, y se formaron bolas concentradas de


relámpagos en las puntas de cada costilla. Bajaron por las costillas del
paraguas, combinándose en una sola esfera de relámpago en su virola. Esa
enorme esfera de relámpago se precipitó hacia Hearst.

Hubo un cegador destello de luz. Por unos segundos, todo lo que Oscar
pudo ver fue blanco. Hearst desapareció dentro de la deslumbrante luz.

Aunque el retroceso envió a Oscar a volar hacia atrás, él pudo recuperarse


en el aire gracias a sus Onyx Boots.

“¡O-kun!”.

“¡Estoy seguro de que la golpeó! Pero—”.

Él no pudo terminar su oración.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Hubo un golpe sordo, y tanto la esfera de gravedad de Miledi como los


relámpagos de Óscar fueron eliminados.

Hearst saltó hacia donde Oscar estaba y cruzó sus espadas alrededor de su
cuello.

Fue solo gracias a la gran percepción que le dieron sus gafas que pudo
levantar su paraguas a tiempo para protegerse.

Sus espadas golpearon su paraguas. Él podía sentir cómo cortaban en su


cuello.

Él había evitado que lo decapitaran, pero solo por un pelo. Las espadas
perforando lentamente en su piel le recordaron que su cabeza aún podía
volar en cualquier momento. Ese único ataque le había quitado una década
de su vida por el susto que le había causado.

“Eres sorprendentemente tenaz”. Los ojos sin vida de Hearst estaban


incrustados en Oscar. Eran del mismo tono azul que el de Miledi.

Él sabía que no era el momento de comparar ojos, pero Oscar no pudo


evitarlo. Mientras que Miledi parecía un cielo azul claro después de una
tormenta, los de Hearst parecían esferas de vidrio vacías.

Solo había un leve atisbo de luz en esos globos de vidrio. De cerca, se


sentía como si su mirada atravesara su cuerpo.

“¡O-kun!”. Miledi disparó un aluvión de cuchillas de viento en Hearst.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Hearst se giró para encarar la embestida. Ella mandó a Oscar a volar con
una patada giratoria mientras ella giraba, luego cortó las cuchillas de
viento con sus espadas.

Oscar se estrelló contra el suelo más rápido de lo que podía parpadear.

“Tos Tos Tos Gah, esto no es bueno”. Tosiendo sangre, él luchó a cuatro
patas. A pesar de la protección de su abrigo, una patada había sido
suficiente para quitarle el aliento. Si no hubiera sido por su Ebony Coat, él
estaría muerto en este momento. Mientras luchaba por ponerse en pie,
escuchó un grito por encima de él.

“¡¿Kyaa?!”.

“¡Miledi!”.

Oscar hizo que su cuerpo herido entrara en acción, y saltó hacia donde
estaba cayendo Miledi. Bilis

La atrapó en el aire, tragó la amargura y la sangre que amenazaba con


derramarse de su boca, y aterrizó en su espalda. Él no iba a dejarla ir, sin
importar qué.

“Ugh. Gr-Gracias, O-kun”.

“Parece que... no estás bien”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Había una herida profunda que iba desde la parte superior del hombro de
Miledi hasta la punta de su pecho. Aunque ella estaba presionando con la
mano, la sangre todavía goteaba entre sus dedos. La herida no era fatal,
pero ciertamente era grave.

Oscar miró su paraguas. El corte de tijera anterior lo había cortado casi en


dos. A pesar de que la tela del paraguas estaba hecha del material más duro
que existe.

Él mentalmente revisó sus cartas de triunfo restantes.

Sabía que sus cadenas no tenían ninguna esperanza de atar a Hearst. Si ella
tenía la fuerza para cortar su paraguas, sus cadenas no durarían segundos.
Lo mismo se aplica a los hilos en sus guantes. ¿Simplemente de qué está
hecho su cuerpo? Ellos no habían podido obtener un rasguño en ella. Oscar
ya no tenía dagas encantadas.

Incluso su hechizo más fuerte, Thunderlord’s Judgement, no había sido


capaz de tocarla.

“¿Qué clase de monstruo es ella?”.

“Ajaja, no me preguntes”.

Los dos sonrieron amargamente el uno al otro. No importa qué ataque


lanzaran, probablemente sería anulado por esa barrera que la rodea.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Incluso si pudieran pasar eso, su equipo y su cuerpo eran tan duros que
dudaban de que pudieran abollarlo.

No solo ella podía volar, sus especificaciones físicas estaban por las nubes,
ella tenía un suministro insaciable de maná, y sus habilidades de combate
no tenían similar. Ella era un monstruo absoluto.

“¿Finalmente se han rendido?”. La mujer que se hacía llamar Apóstol de


Dios miró a Oscar y a Miled.

“De ninguna manera”.

“No estoy seguro de entender la pregunta. La palabra abandonar no está


en mi diccionario”.

Los dos miraron a Hearst. Aunque sus heridas los habían dejado pálidos,
ninguno de ellos sintió el dolor.

Hearst los observó a los dos fríamente.

“Aunque mi hechizo de encanto se supone que es bastante poderoso,


parece que no está funcionando en absoluto en ustedes”. Sus ojos
brillaban. Al parecer, ella había estado usando magia de lavado de cerebro
todo este tiempo.

“Hmph, no te molestes. Estas gafas mías—”. Están encantadas de


defenderse contra la magia oscura. Excepto que él nunca llegó a terminar
su oración.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Estás tratando de encantar a mi O-kun?! ¡Pequeña ladrona! ¡Qué


lástima, O-kun está tan enamorado de mí que tus artimañas femeninas no
funcionarán en él! ¿Cómo se siente saber que soy mucho más bonita y
mucho mejor que tú? ¿Huh? ¿Estás enojada? ¿Verdad?”. A pesar de su
peligrosa situación, Miledi continuó burlándose de Hearst. ¿Soy solo yo o
está actuando aún más molesta que de costumbre? Parecía que Hearst
realmente había molestado a Miledi. Hearst levantó sus espadas gemelas.

Parecía que esto era todo el tiempo que habían logrado comprar.

“Con sus heridas, ya no podrán esquivar más. Criaturas lastimosas que ni


siquiera podrían convertirse en los peones de mi maestro. Les concederé
un final indoloro”. Plumas de plata cayeron de sus alas. Pendían en el cielo
nocturno como un mar de estrellas.

“Bloquearé el próximo ataque. Intenta acabarla con tu hechizo más fuerte,


Miledi”.

“Parece que tendré que hacerlo. Incluso si no puedo controlarlo, es la única


opción que queda”.

Los dos juntaron sus puños y se armaron de valor. Esto lo decidiría.

“¡Desaparezcan!”. Miles de plumas brillantes se precipitaron a la tierra


como una tormenta de meteoritos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar transmutó la arena alrededor de sus pies y colocó su paraguas en la


tierra recién trabajada. Una vez más, activó su Hallowed Ground.

Todo el ruido desapareció.

O al menos, Oscar estaba tan concentrado en el ataque frente a él que


ningún sonido llegó a sus oídos. Las plumas demolieron cualquier parte
del terreno no protegido por la barrera de Oscar.

“¡Gaaaaaaaaaaaah!”, Oscar gritó y vertió más maná en su andrajoso


paraguas. Al mismo tiempo, mantenía la barrera mientras reparaba su
paraguas con transmutación.

Manteniendo ambos al mismo tiempo era una tarea hercúlea, y su maná


disminuía a un ritmo enorme.

Su cuerpo dañado gritó de dolor, y sintió que más sangre llenaba su boca.

Aun así, logró resistir. Había comprado suficiente tiempo para que Miledi
casteara su hechizo más poderoso.

“¡Se acabó! ¡Nether Burst!”. Una esfera de dos metros de pura destrucción
se formó alrededor de Hearst.

“Esto es...”. Por primera vez, había emoción en la voz de Hearst. Sorpresa.

La tormenta de meteoritos de plumas desapareció.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Gah!”. Oscar escupió un bocado de sangre y sonrió triunfante a Hearst.

La esfera de Miledi se cerró alrededor de la apóstol. Ella todavía no era


capaz de regular el hechizo. Una vez que lo lanzara, no se detenía hasta
que drenara todo su maná.

Así que ella tenía que asegurarse de que golpeara cuando lo usara. Hearst
era demasiado fuerte para forzar una apertura por sí mismos. Por eso
habían esperado que usara su último ataque. Esa sería la única vez que
mostraría una abertura.

“Espera, Miledi. ¿Soy solo yo o es más pequeño que la última vez?”.

“¡Cállate! ¡Esto es... lo más grande que puedo... hacerlo ahora mismo!”.
Las palabras de Miledi fueron interrumpidas por agudos jadeos. Lanzar un
hechizo tan poderoso la había dejado agotada.

Su Nether Burst era mucho más grande la última vez porque Miledi
también utilizó el valor de seis años de maná almacenado en la Divinity
Stone de Oscar.

“Ya veo. Pero esto debería ser más que suficiente para—”.

“¡¿D-De ninguna manera?! ¡Ella está tratando de salir de eso!”.

“¡¿Qué?!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Las paredes de la prisión de gravedad de Hearst se volvieron finas en


algunos lugares, lo que permitía ver el interior.

Oscar vio que ella tenía sus ojos cerrados y parecía concentrarse en algo.
Lo que más le sorprendió fue que ella había podido mantener su forma.
Cualquier cosa atrapada dentro de Nether Burst de Miledi era aplastada.

Miledi comenzó a gemir.

Estaba tomando toda su concentración solo el mantener la habilidad. El


maná de Hearst y Miledi combatieron dentro de la prisión de gravedad.
Por el momento, parecían igualados.

“Mierda. Lo único que se me ocurre es arrojar esto allí y—”. Oscar agitó
el mango de su paraguas. Antes de que pudiera hacer algo más—

“¡O-Oh no!”. Hubo una gran explosión, y el Nether Burst de Miledi se


destrozó.

Una gran nube de polvo floreció donde Hearst había estado de pie. Oscar
y Miledi fueron enviados a volar.

Oscar logró mantener a los dos juntos con sus cadenas, pero fue incapaz
de mitigar la fuerza del golpe.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Sus cuerpos habían sido maltratados desde el principio, pero ahora ni


siquiera tenían la fuerza para volver a ponerse de pie.

“Realmente no saben cuándo rendirse”. Oscar no podía decir si ella estaba


impresionada o simplemente exasperada. Había muy poca emoción en su
voz para estar seguro de una manera u otra.

Oscar y Miledi eran incapaces de hacer algo más que levantar sus cabezas.

Había una enorme bola de fuego ardiendo, tan caliente como el sol, sobre
su cabeza.

Siguiendo mirando a Hearst, Oscar tomó en silencio la mano de Miledi.


Ella apretó su mano devuelta.

En ese momento— “¡Void Fissure!”. El espacio mismo se distorsionó.

“¡¿Ah?!”. El ardiente sol desapareció, y Hearst fue mandada a volar hacia


atrás. Ella se recuperó rápidamente, pero luego fue golpeada por una serie
de explosiones invisibles. Incapaz de defenderse, la Apóstol de Dios fue
enviada a volar a la distancia.

“Todavía están vivos, ¿verdad?”.

“¡¿Nacchan?!”.

“¡¿Naiz?!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Naiz les sonrió y levantó a cada uno de ellos con un brazo. A unos cientos
de metros de distancia, hubo una explosión de luz plateada. Incluso
después de que Naiz había destrozado el espacio a su alrededor, Hearst
todavía estaba bien, al parecer.

Aun así, él les había comprado unos preciosos segundos.

“Vamos a reagruparnos”. Naiz abrió un portal y se retiró del campo de


batalla.

Hearst regresó para descubrir que todos habían desaparecido. Ella


extendió su mirada hacia adelante y hacia atrás antes de detenerse en un
punto a cierta distancia hacia el Sur.

“E-Esto es...”.

“Estamos a unos cien kilómetros al Sur del volcán. Esto tanto como puedo
teletransportarme de una vez”.

Naiz sonaba cansado. Miledi miró cautelosamente a su alrededor. Cuando


no vio a ninguna mujer de cabello plateado persiguiéndola, levantó sus
brazos en alegría. Excepto que ella todavía estaba herida.

“¡¿Owww?!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué estás haciendo, idiota?”.

Lágrimas brotaban de los ojos de Miledi mientras se retorcía de dolor.

Oscar desplegó la Benison Aura de su paraguas para curar sus heridas.

“O-kun... estamos compartiendo un paraguas”.

“Uhh, ¿sí?”.

Miledi deliberadamente se acurrucó más cerca de Oscar. Oscar estaba


demasiado cansado para una réplica adecuada.

“Parece que estoy interrumpiendo algo. ¿Debería regresar?”. Naiz los miró
fijamente a los dos. Él sacó algunas pociones de maná de su bolsa y arrojó
algunas a Oscar y Miledi. El resto las bebió él mismo.

Los dos le agradecieron y tragaron sus propias pociones.

“¿Por qué viniste?”.

“Esas chicas me suplicaron que les ayudara”.

“Sue-chan realmente sabe lo que está haciendo”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Miledi sonrió.

“En cualquier caso, salvaste nuestras vidas. Gracias. Sé lo difícil que debe
haber sido hacer esta elección”.

“Sí, gracias por salvar nuestros pellejos otra vez, Nacchan”.

“No lo mencionen...”.

Miledi y Oscar sabían que debía haber agonizado mucho por su decisión.

Naiz hizo todo lo posible por mantener un serio rostro mientras le daban
las gracias.

Esta era la primera vez que él usaba magia espacial ofensivamente desde
ese día. Atacar a Hearst había traído recuerdos desagradables a la
superficie de su mente, e incluso ahora sentía que podría vomitar. Aun así,
se alegraba de haber venido a salvarlos.

“Ahora bien. Si hay un centenar de kilómetros entre nosotros, creo que


tenemos suficiente tiempo para elaborar estrategias al menos... ¿qué
deberíamos hacer? ¿Sigue corriendo? Sin embargo, creo que no podremos
escapar por mucho tiempo”.

“No, no correr”.

“Sí, de todos modos, no podríamos escapar”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Naiz gimió al escuchar su respuesta.

“Pero, ¿cómo vamos a vencerla? Incluso mi Void Fissure no pudo


rasguñarla”.

“Y es exactamente por eso que no podemos correr. También puedes


asumir que es imposible alejarte de una de las Apóstoles de Dios. Pude
hacerlo una vez, pero la situación era completamente diferente esa vez”.

En el pasado, Miledi se había infiltrado en la capilla principal para


determinar si Belta le había dicho la verdad o no. En aquel entonces, ella
simplemente había explorado el área. Ella solo se había acercado lo
suficiente como para vigilar el edificio con Farsight. Cuando la
descubrieron, había intentado huir de inmediato. Ella mantuvo al apóstol
ocupada protegiendo la capilla al disparar hechizos elementales de área
amplia y solo había usado su magia de gravedad para huir.

En aquel entonces, la apóstol había confundido su vuelo con la magia de


viento y, por lo tanto, no se había dado cuenta de lo que era Miledi. Hearst,
sin embargo, sabía que Miledi y Oscar eran Atavistas. Además, sabía que
eran una amenaza para su lord, y no se detendría hasta que fueran
eliminados.

Hearst continuaría persiguiéndolos. Miledi dudaba de que pudieran


escapar de su percepción indefinidamente.

“Además, te quedarías incluso si corríamos”. Naiz comenzó. Recordó


nuevamente por qué la Santa Iglesia había venido aquí.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

No había sido para perseguir a Miledi y Oscar. Fue puramente por


accidente que Hearst descubrió que Oscar y Miledi eran Atavistas.

Su objetivo original era eliminar a Naiz.

“¿Recuerdas cuando volví a preguntar si podíamos volver a visitarte como


amigos? Dijiste que lo pensarías”.

“Como tus amigos, no hay forma de que te dejemos morir por tu cuenta”.

A pesar de que ni una vez los llamé amigos. Aun así, ambos estaban
dispuestos a sacrificar sus vidas por él. Naiz no pudo evitar sentirse
conmovido.

Ah, es lo mismo que la última vez. Una vez más, otras personas me están
protegiendo.

“Bien, ¿cómo la derrotamos entonces? Void Fissure es mi hechizo más


fuerte”. Él estaba seguro de que, si les daba las gracias, él se convertiría
en un desastre lloroso. Entonces, en cambio, se centró en la enemiga que
necesitaban enfrentar. Por lo menos, compartiría el destino de sus amigos.

Miledi y Oscar entendieron la intención detrás de sus palabras. Y ambos


sonrieron felizmente.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Ella incluso rompió mi Nether Burst... No estoy segura de que nos quede
alguna carta para jugar”. Miledi frotó su frente.

La expresión de Naiz se volvió sombría y se sumió en el pensamiento.

Solo Oscar no parecía derrotado. Miró a sus dos compañeros, luego miró
hacia el cielo.

“Tengo una idea. No tengo ni idea si realmente podemos lograrlo. Las


probabilidades se van a acumular muy altas contra nosotros, e incluso si
logramos que funcione, podríamos terminar asesinados junto con ella”.

“¡¿E-En serio, O-kun?!”.

“En este punto, tomaré cualquier cosa. Todavía es mejor que revolcarse y
morir”.

Los ojos de Miledi brillaron con esperanza renovada, y las comisuras de


la boca de Naiz se crisparon en una débil sonrisa.

Oscar asintió. Justo cuando estaba a punto de explicar su plan maestro—

“¡¿Ah?!”. Los tres miraron hacia arriba.

Oscar instantáneamente activó la habilidad Farsight de sus gafas. Una


brillante lluvia de meteoritos plateados se dirigía hacia ellos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Ella está aquí!”.

“¡¿Estás bromeando, esto está a cien kilómetros de distancia?! ¡¿Qué tan


rápida es esa cosa?!”.

“Estoy comenzando a darme cuenta ahora que no escapé la última vez.


¡Ella me dejó escapar!”.

A pesar de sus quejas, los tres todavía estaban preparados para


interceptarla.

Oscar comenzó a hablar tan rápido como pudo.

“¡Necesito una oportunidad para apuñalarla con mi paraguas! ¡Entonces,


cuando dé la señal, golpéala con otro Nether Burst, Miledi!”. La tormenta
de plumas plateadas llegó al momento en que él terminó.

Los tres se dispersaron en diferentes direcciones.

Un segundo después, las plumas se estrellaron contra el suelo con más


fuerza de la que cualquier pluma debería tener. Nubes de polvo emergían
una tras otra.

Hearst salió volando del polvo con tal velocidad que el aire crujió a su
paso. Su primer objetivo parecía ser Oscar.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar se retiró del camino e intentó contrarrestarlo con Spiral Blaze. Un


tornado de llamas estalló en su paraguas. Spiral Blaze era uno de los
hechizos de fuego más fuertes.

Sin embargo, Hearst ni siquiera se molestó en esquivarlo. Ella cruzó sus


espadas frente a ella y se movió directamente a través de las llamas.

“¡¿Uwaaah?!”. La fuerza de su carga empujó el paraguas de Oscar en el


aire. Hearst luego trató de clavar su espada a través de su pecho ahora
expuesto.

“No en mi guardia”. Naiz apareció de repente detrás de Hearst. Él agarró


su cabeza y ambos desaparecieron. Un segundo después, aparecieron en lo
alto del cielo. Naiz empujó a Hearst frente a ella mientras caían. Ella se
llevó la peor parte del impacto cuando tocaron el suelo.

“¡Void Fissure!”. Naiz siguió con su ataque más fuerte. Una enorme onda
de choque se extendió desde el casco de Hearst.

Ella giró su cabeza hacia un lado y miró a Naiz.

“¡Ah!”. Naiz sabía que su magia no era lo suficientemente poderosa como


para matarla, pero había esperado al menos darle una conmoción cerebral.
Parecía incluso que había sido demasiado optimista. Hearst disparó un
aluvión de plumas a quemarropa.

“¡¿Gaaah?!”. Naiz había logrado teletransportarse lo suficientemente


rápido como para evitar ser convertido en un alfiletero, pero todavía había

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

sido golpeado un buen par de veces. Todo su cuerpo estaba cubierto de


sangre.

“¡¿Naiz?!”.

“¡No te preocupes por mí! ¡No fue fatal!”. Hearst voló tras Naiz. Miledi
lanzó seis Heavensfalls a Hearst desde todas las direcciones. Las seis hojas
de gravedad presionaron al apóstol. Hearst intentó debilitar uno de los
lados, planeando salir de allí.

“¡¿?!”. Sin embargo, su cuerpo fue presionado en una dirección


inesperada.

“¡Incluso si no puedo aplastarte, puedo meterme con tu sentido de la


gravedad! ¡Buena suerte volando ahora!”. Cuando Hearst fue lanzada de
un lado a otro, comenzó a reunir su maná. Su cuerpo brillaba con una
intensa luz plateada. Ella tendió su mano, y oleadas de fuego explotaron
en todas direcciones. Ella acaba de lanzar el hechizo de fuego de área de
efecto más fuerte que existe, Hellfire Tsunami.

Miledi, Oscar y Naiz lidiaron con las llamas de diferentes maneras.

“Mierda—”. Sin embargo, justo cuando Oscar había eliminado la ola de


fuego, Hearst apareció junto a él. Ella desenvainó una de sus espadas y se
la arrojó.

La Hallowed Ground de Oscar se resquebrajó cuando recibió el golpe. Un


segundo después, se hizo añicos y la espada de Hearst penetró.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Continuó y apuñaló a Oscar a través del pecho.

“¡¿Gaaah?!”. Las llamas de Hellfire Tsunami se dispersaron y, tanto


Miledi como Naiz, pudieron ver a Óscar flotando en el aire, apuñalado por
la espada de Hearst.

“¡O-kun!”.

“¡Oscar!”.

Miledi y Naiz gritaron horrorizados.

“Uno menos”. Hearst blandió su segunda espada. La primera había fallado


el corazón de Oscar por un margen muy delgado. Hallowed Ground había
aguantado lo suficiente para que Oscar se moviera unos centímetros hacia
un lado y en ángulo a su Ebony Coat para desviar la espada otros pocos
centímetros.

No había forma de que pudiera esquivar el segundo golpe, no con una gran
espada masiva ya atrapada en su pecho. Hearst tampoco le daría el tiempo
para recuperarse.

“¡Todavía no ha terminado!”. Oscar vertió una gran cantidad de


maná en sus botas y abrazó el torso de Hearst. El problema con las grandes
espadas era que eran inútiles a corta distancia. Mientras Oscar se apegara
a ella, ella no podría mover su espada hacia él.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Por supuesto, eso también significaba que ya llevó la espada dentro de él


más profundo. El dolor casi le hizo perder el conocimiento.

“Inútil—”.

“¡Miledi, Naiz, ahora!”.

Oscar envió todos los hilos en sus guantes. Lo rodearon tanto a él como a
Hearst. Luego, arrojó su paraguas. Dio media vuelta en el aire, la punta
apuntaba directamente a Hearst. Una vez más, activó Hallowed Ground.
Esta vez, sin embargo, la barrera los cubría a ambos. Él estaba usando un
hechizo de defensa como una jaula para atrapar a Hearst. Las grandes
espadas en las manos de Hearst se desvanecieron, y ella intentó golpear a
Oscar con sus propias manos.

Sin embargo, antes de que pudiera golpearlo, Miledi actuó.

“¡Nether Burst!”. La esfera negra de Miledi cubrió tanto a Hearst como a


Oscar. Incluso un apóstol de dios necesitaba concentrase para destruirlo.
En otras palabras, se mantendría durante al menos unos segundos.

Por supuesto, un mero humano como Oscar no duraría ni un segundo en


su interior. Afortunadamente, Naiz abrió un portal y salvó a Oscar
segundos antes de que la esfera terminara de formarse por completo.

“¡Gah!”.

“¡¿Tienes un deseo de morir o algo así?!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Aunque solo fue por una fracción de segundo, el cuerpo de Oscar había
sido sometido a la inmensa presión de la Nether Burst de Miledi. La sangre
manaba de su boca, su nariz, sus ojos, sus orejas, cada orificio que tenía.
La mano con la que Naiz había agarrado a Oscar también estaba
sangrando.

“Pero la tenemos”.

Oscar levantó una mano, y su paraguas voló hacia ella. Empujó su mano
izquierda hacia adelante y tiró de su mano derecha hacia atrás. Como si
estuviera dibujando un arco. Su pose era similar a la que Hearst había
tomado cuando ella lo apuñaló.

“¡Naiz, dame un portal!”.

“¡E-Entendido!”.

Naiz abrió un portal frente a Oscar. Su punto de salida estaba directamente


detrás del corazón de Hearst. Oscar transmutó la contera en una punta
afilada y la arrojó con todas sus fuerzas al portal.

Hearst no tenía armadura que la protegiera allí. Cuando él la abrazó antes,


Oscar había transmutado la armadura detrás de su corazón.

La punta del paraguas atravesó la blanca piel de la apóstol.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Pero no condujo mucho más allá. Los músculos ridículamente robustos de


Hearst le impidieron llegar a su corazón.

“¿Pero puedes manejar esto?”. Oscar chasqueó sus dedos y la contera salió
despedida del extremo del paraguas. La propulsión la llevó aún más lejos
en el cuerpo de Hearst.

Un segundo después, una descarga de electricidad viajó por el cable que


conectaba la contera al paraguas, y luego directamente a Oscar.

“Salgamos de aquí”. Naiz teletransportó a Oscar, junto con el paraguas al


suelo. Lo único que quedaba cerca de Hearst era la contera y su cable de
conexión.

“¡Gaaah!”.

“¡Oscar, no mueras en mí!”.

Él había pagado un alto precio por sus imprudentes travesuras. Riachuelos


de sangre salieron de la herida abierta en su pecho.

“No te preocupes, estoy bien”. Él apretó sus dientes y lanzó un hechizo de


fuego en su paraguas. Una vez que la tela metálica estaba al rojo vivo, la
empujó contra su pecho, cauterizando la herida. Gritó de dolor mientras su
carne ardía.

“¡O-kun, ¿estás bien?!”. Miledi parecía que estaba a punto de llorar. Oscar
no tuvo tiempo de tranquilizarla.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Qué hay de ella?! ¡¿La atrapamos?!”.

“¿Huh? Bueno… ¿Espera? ¿Creo que mi hechizo está ganando?”. La


última vez, Hearst había sido capaz de dominar a Miledi y liberarse. Esta
vez, sin embargo, el maná de Miledi estaba ganando contra el de Hearst.

“Haaah, haaah, ¿crees que serás capaz de matarla con esto?”.

“¡De ninguna manera! Esto solo significa que estará atrapada por más
tiempo”.

“Eso parece”, dijo Oscar con una sonrisa sombría.

“Pero incluso así, logramos contenerla un poco. Eso significa que


podemos avanzar a la etapa dos. Naiz”.

“Estoy aquí. ¿Qué quieres que haga?”.

Él no pidió detalles debido a que tenía absoluta confianza en Oscar.

“Teletranspórtame a la boca del volcán”.

“Entendido”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Naiz puso una mano sobre el hombro de Oscar.

“¡Miledi, ya vuelvo! ¡Solo contenla hasta que regrese!”.

“¡Entiendo! ¡Le mostraré de lo que estoy hecha!”.

Al siguiente segundo, Naiz y Oscar estaban de pie en la terraza que daba


a la cámara de magma del volcán.

“Naiz, recupera todo el maná que puedas. Vas a necesitar lanzar dos
teletransportes de larga distancia más”. Naiz asintió y comenzó a tragar
tantas pociones de maná como pudo.

Oscar apartó la negrura que se estaba formando en el borde de la visión y


sacó sus Metamorph Chains.

“Es hora de que probemos un nuevo vector de ataque”. Dejó caer sus cinco
cadenas en el magma.

Cada segundo, un poco más del maná de Miledi era drenado. Ese maná era
su salvavidas. Una vez que se agotara, la parca vendría por ella.

Pero ella no estaba preocupada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Hearst miró a Miledi a través de su prisión negra.

Miledi sonrió sin miedo a ese rostro sin emociones.

“Parece que te has vuelto mucho más débil. ¿El abrazo de O-kun te puso
tan nerviosa que no puedes luchar?”. Su maná puede estarse agotando,
pero ella todavía tenía un suministro ilimitado de sarcasmo.

Miledi sabía que era la contera de Oscar lo que había debilitado a Hearst
y no el abrazo, pero ella aún quería decirlo.

Su Nether Burst crujió ominosamente. No pasaría mucho tiempo antes de


que su prisión fallara.

“O-kun, Nacchan...”. Ella susurró el nombre de sus dos camaradas.

En ese momento, una brillante luz apareció directamente sobre ella.

“¿Es eso una estrella? Parece demasiado brillante para ser una...”. Miledi
levantó su vista y vio lo que parecía ser una estrella. Aunque ella no había
recordado ninguna estrella que existiera en ese lugar antes. También era
mucho más brillante que las demás. Antes de que pudiera cuestionarlo
más, notó que se estaba haciendo más grande.

“¿Espera? ¿Soy yo o—”. Sudor frío corría por su espalda. Sus labios se
crisparon.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Incapaz de creer lo que veía, Miledi continuó mirando la luz creciente.

“Espera espera espera espera espera espera espera! ¡De ninguna manera!
¡Una estrella se está cayendo!”. Esto no era solo una lluvia de meteoritos.
Un gigantesco trozo de roca ardiente se precipitaba hacia la tierra. Según
los cálculos de Miledi, aterrizaría en otros 20 segundos. Ella había visto
demasiado en su vida, pero esto era mucho más que cualquier cosa que
hubiera experimentado.

Una voz la sacó de su estupor.

“¡Miledi!”. Oscar y Naiz habían regresado. Oscar parecía más blanco que
una sábana, y Naiz estaba tan agotado que ni siquiera podía hablar.

“¡Chicos, una estrella cae del cielo!”.

“¡Lo sabemos! ¡Controla su descenso para que caiga directamente sobre


ella!”.

Oscar comenzó a transmutar el terreno lo más rápido que pudo. Cavó un


agujero lo suficientemente grande para los tres y lo rodeó con tantas capas
de metal como pudo.

¡Tienes que estar bromeando! Aun así, Miledi voló sobre Oscar y
comenzó a trabajar su magia.

Hubo un crujido agudo, y su Nether Burst se hizo añicos.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Inconcebible...”. Hearst alzó su vista hacia la enorme roca llameante de


lava que la seguía. Incluso una Apóstol de Dios quedaría atónita al verlo.

Ella batió sus alas, tratando de volar fuera del camino.

“¡Se acabó ahora!”. Las cadenas de Oscar habían estado esperando justo
fuera de la esfera de influencia de Nether Burst. En el momento en que se
rompió, él las envió a volar hacia Hearst. Hearst esperaba que ella pudiera
alejarlas fácilmente, pero las cadenas comenzaron a brillar doradas y no se
movieron. Oscar las había hechizado con uno de los hechizos de Naiz, —
Spatial Anchoring.

Diez segundos hasta el impacto. Grandes gotas de maná dorado salieron


de las cadenas de Oscar. Hearst usó todas sus fuerzas para tratar de
alejarlas. Las cadenas comenzaron a crujir.

Cinco segundos hasta el impacto. “¡No te escaparás!”. Naiz quemó lo


último de su maná restante para lanzar tantas Void Fissures como pudo.
La cadena de impactos dejó a Hearst arraigada en el lugar.

El Oscar lanzó Hallowed Ground alrededor de su búnker improvisado.


Miledi le dio los últimos restos de su maná para ayudarlo a reforzar la
barrera tanto como fuera posible.

Dos segundos hasta el impacto. Miledi— “¡Nunca subestimes a los


humanos!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Naiz— “Parece que ganamos”.

Oscar— “Púdrete en el fondo de la tierra, títere de los dioses”. Sus voces


eran demasiado silenciosas para ser escuchadas durante el fragor de la
batalla. Aun así, en el último segundo, Hearst se giró hacia los tres e—
Impacto. El mundo se volvió blanco.

La fuerza del aterrizaje del meteorito derribó a Miledi y a los demás,


incluso a través de todas sus barreras.

Lo primero que sintió Naiz, cuando despertó, fue dolor. Todo su cuerpo
dolía.

Hizo una amarga expresión al sentir el zumbido en sus oídos y se arrodilló.

“Ngh. Funcionó...”. Miró a su alrededor. Vio a Miledi y Oscar de


inmediato. Ellos estaban medio enterrados en la arena, y ninguno de los
dos se estaba moviendo.

“¡Oscar! ¡Miledi!”. Él estaba tan agotado de maná que ni siquiera podía


caminar. Se arrastró hasta donde estaban los dos. El paraguas de Oscar
todavía estaba en su mano. Estaba tan maltratado que ya no parecía un
paraguas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

De alguna manera logró sacarlos a los dos de la arena y acostarlos.


Afortunadamente, todavía estaban respirando. Estaban vivos. Apenas,
pero lo estaban.

“Ugh. Dónde estoy...”.

“Nhaaah".

Él les dio una palmada en las mejillas un par de veces y se despertaron.


Miledi gimió de dolor cuando abrió sus ojos.

“¿Están ustedes dos bien?”.

“¿En qué mundo lucimos ‘bien’, Nacchan?”.

“Heh. Supongo que sí. Te ves especialmente mal, Oscar...”.

“Afortunadamente, soy bastante duro. Owwwwww...”.

Oscar tomó la mano de Naiz y se sentó.

“¿Cuánto tiempo estuvimos inconscientes?”.

“No estoy seguro. Unos minutos como máximo. Tu sangre todavía está
húmeda”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Los tres, de alguna manera, lograron pararse mientras se apoyaban en los


hombros del otro. Había un enorme cráter en la tierra a una buena
distancia. El humo blanco todavía se elevaba de él.

Asintieron el uno al otro y comenzaron a caminar hacia él. Llegaron al


borde del cráter y miraron hacia abajo. Todavía había un gran charco de
lava en el fondo, burbujeante y humeante.

Después de mirarlo por unos minutos, Miledi levantó sus manos. Oscar y
Naiz la siguieron en silencio. Los tres intercambiaron “choca los cinco”.

“Entonces, ¿qué hiciste exactamente?”. Preguntó Miledi.

“Mientras la mantuviste atrapada volvimos al volcán. Convertí un montón


de magma en una especie de roca de magma. Luego hice que Naiz
teletransportara eso al cielo por encima de ella ".

“No solo tenía que teletransportarla a cien kilómetros de distancia, también


necesitaba ponerla a algunos kilómetros en el aire. Luego tuve que
teletransportarnos a los dos también. Pensé que me desmayaría
haciéndolo”.

Ese había sido el plan de Oscar. Su último plan había sido convertir una
esfera gigante de lava en un mini-meteoro. Él había tomado la idea del
gran Nether Burst que Miledi había utilizado para borrar parte del
Grennway.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“E-Eso es bastante extremo. Ah, sí, ¿qué hiciste para debilitar a la


Apóstol?”.

“Oh. Metí la punta de mi paraguas con piedra caliza licuada”.

“¡Ah, eso fue lo que hacía Nacchan la última vez!”.

Él había licuado y comprimido la mayor cantidad posible de piedra caliza


en la punta de ese pequeño paraguas. Honestamente, él había querido
usarla en un monstruo y ver qué sucedía cuando ese monstruo intentaba
usar magia.

“Incluso con la piedra caliza y el meteoro de lava, no estaba seguro de


poder llevarlo a cabo correctamente... Me alegro de que haya funcionado”.
A pesar de todas las barreras que pusieron al final, todavía era un milagro
que hubieran sobrevivido. Oscar dejó escapar un suspiro de alivio, y
Miledi y Naiz le sonrieron. Justo cuando estaban a punto de decir algo, los
tres escucharon un ruido sordo desde el interior del cráter.

“No hay forma, ¿verdad?”. Nadie respondió al comentario murmurado de


Oscar.

Vieron como algo comenzó a surgir de la lava.

La ardiente y caliente lava se desprendió para revelar a Hearst, rodeada


por una aureola de luz plateada.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Ella había perdido un brazo, su armadura se había desvanecido por


completo, y sus ropas estaban quemadas en cenizas. Su cuerpo entero
estaba cubierto de quemaduras. Pero su maná ardía tan brillantemente
como antes.

Levantó lo que quedaba de la roca con una mano y la arrojó a un lado.

Cuando cayó hacia abajo, ella levantó su mano y la rompió en pedazos.

A pesar de sus heridas, todavía estaba llena de energía.

Miledi, Oscar y Naiz intercambiaron miradas de desesperación. De mala


gana, se prepararon para una pelea. No tenían maná ni armas. Sus
posibilidades de ganar eran menores a cero.

Pero esa no era razón para rendirse.

Sin embargo, parecía que el destino estaba de su lado por una vez.

“Ah. Pero Noint, estos irregulares deben... Sí, señora. Entendido.


Regresaré de inmediato”.

Hearst voló al cielo. Miró por última vez a Miledi y a los demás.

“Regocíjense. He sido convocada al tablero de juego de mi lord”. Ella voló


hacia el Noroeste, un meteorito plateado que atravesaba el cielo.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Qué... acaba de suceder?”.

“No lo sé, pero parece que fuimos perdonados”.

“Pensé que estábamos muertos de seguro”.

Los tres suspiraron de alivio y cayeron hacia atrás.

Se tumbaron en la arena, mirando al estrellado cielo nocturno.

Después de un rato, Miledi murmuró: “Tenemos que ser más fuertes”.


“Sí”, dijeron Oscar y Naiz al unísono.

“Hey, Nacchan”.

“¿Sí?”.

“Ven a viajar con nosotros”.

Miledi había agotado todos sus argumentos bien formados y elocuentes.


Su último intento de solicitación se redujo a una sola oración.

Naiz cerró sus ojos. Pensó en el pueblo que había destruido. El dolor de
sus pecados lo agobiaba incluso ahora. Pero, ¿sería realmente capaz de

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

proteger a las personas sin volverse salvaje? Ahora que Oscar y Miledi
significaban tanto para él, estaba preocupado de que pudiera
accidentalmente...

“No te preocupes. Si parece que vas a enloquecer, te detendremos”. La voz


de Oscar era tranquila, pero llena de convicción.

Por supuesto. Si estoy con estos dos, entonces no hay nada de qué
preocuparse...

Oscar siguió, en tono de broma, con: “Además, esta tomboy es demasiada


para que pueda manejarla por mi propia cuenta. Necesito a alguien que me
ayude con ella”.

“¡Heeey! ¡¿Qué se supone que significa, O-kun?!”.

Los dos comenzaron a intercambiar insultos nuevamente. Naiz encontró


el ruidoso ambiente agradable.

Él sonrió, sus ojos estaban aún cerrados.

“Quiero ser digno de llamarme a mí mismo un Gruen de nuevo algún día”.

“.....”.

“Y tengo la sensación de que, si sigo viajando con ustedes, ese día


definitivamente llegará. Así que—

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Estaría encantado de unirme a ustedes”. Naiz levantó un puño en el aire.

Miledi y Oscar hicieron lo mismo. Tres pequeños puños unidos bajo el


vasto cielo estrellado.

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Epílogo

Diez días habían pasado desde el feroz duelo de los Libertadores en el


desierto.

Miledi y los demás se habían recuperado por completo y planeaban partir


hoy.

Ahora que su negocio en el desierto había concluido, su próximo destino


era el océano Occidental.

Susha y Yunfa se presentaron para ver al grupo partir. Eran acompañadas


por algunos miembros de los Libertadores. Miledi se había asegurado de
que Susha y Yunfa fueran guiadas a su base secreta.

Las dos hermanas abordaron a Naiz mientras Oscar estaba ocupado


agradeciendo a los Libertadores por traerle un montón de mineral que
podría usar para transmutar nuevos Artefactos.

“Naiz-sama. No importa lo lejos que estemos, mis sentimientos por ti no


vacilarán”.

“Y-Ya veo”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Vamos a entrenar duro para que podamos viajar contigo también algún
día!”.

“E-Está bien”.

“¡Prometo que me volveré el tipo de mujer que te gusta, Naiz-sama!”.

“U-Umm...”.

“¡Somos las únicas chicas con las que puedes casarte!”.

“Creo que podría haber un pequeño problema... de edad—”.

“¡Adiós por ahora, Naiz-sama! ¡Por favor, no te olvides de nosotras!”.

“¡Te amamos, Naiz-sama!”.

Antes de que Naiz pudiera decir algo, las dos se subieron a su irak y se
alejaron. Los otros Libertadores notaron que las chicas se iban y las
persiguieron apresuradamente. “Espera, ¿por qué van hacia adelante?
¡Ellas ni siquiera saben dónde está el pueblo, ¿verdad?!”, gritaron mientras
se marchaban.

“Hey, Nacchan”. Miledi tenía esa sonrisa diabólica en su rostro que Naiz
había temido.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Hey, ¿cómo te sientes justo ahora? Dos chicas preadolescentes se te


acaban de proponer. Tienes que decirme, ¿eso te hace feliz? ¿El bello
cuerpo de Sue-chan hizo que tu corazón saltara un latido? ¿A pesar de que
estás en tus veintes? Vamos, no seas tímido ahora—”. Naiz agarró la
cabeza de Miledi en un apretón mortal. Su cráneo crujió por la presión.

“Oscar. Parece que solo seremos tú y yo”.

“Perfecto. Podremos movernos más rápido de esa manera”.

“¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No lo haré de nuevo! ¡Por favor, perdóname! ¡Mi
cabeza está—”.

“Lo siento”.

Él dejó ir a Miledi.

Ella cayó sin fuerzas al suelo.

“Nuestro próximo objetivo es el ‘Santo del Océano Occidental’, ¿verdad?


¿Qué piensas de los rumores que escucharon Susha y Yunfa en el bar?”.

“Ninguna pista. Pero los rumores del Hada del Desierto resultaron ser
reales. Así que creo que al menos vale la pena echarle un vistazo. Desde
el comienzo, nuestro viaje tuvo pocas posibilidades de éxito. Es como
perseguir espejismos en el desierto”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Entonces vas a cada nueva pista esperando salir decepcionada?”.

“Vamos a divertirnos y fortalecernos en el camino. No sé ustedes, pero


nunca antes había estado en el océano. Quiero probar el marisco que tienen
allí también”.

“Igualmente”.

Oscar y Naiz se rieron entre dientes.

“Umm, ¿se olvidaron de mí otra vez?”.

Miledi todavía estaba tirada en el suelo como un pedazo de basura


desechada.

Oscar y Naiz se miraron el uno al otro. Luego se marcharon sin mirar atrás.

“¡Heeeey espérenme! ¡Dejen de ignorarme! ¡La gente puede morir de la


soledad, ¿lo saben?!”. Miledi rápidamente los persiguió.

A pesar de lo que estaba diciendo, había una sonrisa en su rostro.

Debido a que Oscar y Naiz habían dejado suficiente espacio entre ellos
para que ella se uniera.

Los tres se marcharon al desierto, hacia su próximo viaje.

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6
Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La gran catedral de la Santa Iglesia se situaba a ocho mil metros sobre el


suelo, en lo alto de la Montaña Espíritu.

Una sola mujer se arrodilló ante el altar de la catedral. Este fue levantado
encima de un enorme pilar de piedra caliza.

Ella tenía un brazo desaparecido y tenía quemaduras en todo su cuerpo—


Hearst.

“¿Está seguro, mi lord?”. Su voz hizo eco a través de la gran catedral.

“Como desee, mi lord”. Aunque parecía estar hablando consigo misma,


ella en realidad estaba conversando con alguien.

El pilar irradiaba una energía divina.

“No soy digna de tal alabanza. Sí... Sus poderes claramente los marcaron
como Atavistas. Actualmente, sin embargo, no son mucho más fuertes que
los hombres normales”.

Hearst, quien había mantenido sus ojos cerrados y la cabeza inclinada


hasta ahora, levantó su vista con sorpresa.

Un segundo después, su brazo fue restaurado y sus quemaduras


desaparecieron. Incluso su ropa fue restaurada a su antigua gloria.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Mis más humildes agradecimientos, lord. Como siempre, vivo para


servir”. Hearst hizo una reverencia. Cuando finalmente se puso de pie, la
presencia divina ya no estaba.

Giró sobre sus talones y salió de la catedral. La catedral se abrió a los


elementos. Una empinada escalera cortada, directamente en la montaña,
descendía en la distancia. Solo a unos pocos se les permitía subir esta
sagrada escalera.

Aunque este lugar normalmente carecía de personas, había bastantes aquí


hoy.

Aunque tal vez era un error llamarlas “personas”.

Todas y cada una de ellas se veían idénticas a Hearst.

No dijeron palabras. Pero la luz en sus ojos decía mucho. Eso era todo lo
que necesitaban para conversar.

Hearst extendió una mano. Señaló una roca en la distancia.

Luz plateada se concentró en las yemas de sus dedos. Una vez que reunió
suficiente, disparó una explosión de plata en la roca. Esta se desvaneció
sin un sonido. No hubo impacto. Era como si la roca nunca hubiera
existido. Diminutas partículas de polvo volaron en el viento.

Satisfecha, Hearst se giró hacia sus doppelgängers. Sin una palabra, todas
volaron en direcciones separadas.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Afterword

Muchas gracias a todos los que recoger este libro.

Hola a todos, Ryo Shirakome aquí.

¿Qué les pareció esta historia de Arifureta? Es una precuela


completamente original, que nunca se ha subido como novela web. Para
ser honesto, nunca pensé que llegaría un día como este, ni siquiera en mis
sueños más locos.

Aun así, así fue, y ahora finalmente puedo contar la historia de cómo
llegaron los Libertadores.

Traté de hacer esto como chuuni como fuera posible también, y mi única
esperanza es que te entretuvo lo suficiente como para valer la pena la
compra. Mientras lo hayas disfrutado, eso es todo lo que podría haber
pedido.

Ahora bien, vamos a dejar el tema por un momento, pero esto es algo que
debe decirse.

¡¿Quién diablos es esa chica en la portada?! Estoy seguro de que muchos


de ustedes pensaron eso cuando lo recogieron por primera vez, ¿verdad?

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Para ser honesto, mi tipo de pensamiento fue igual.

Estoy seguro de que nadie esperaba que la súper molesta golem Miledi
fuera originalmente una chica tan hermosa. En realidad, hay una
descripción de su forma humana en syosetsu, por lo que aquellos de
ustedes que han leído eso probablemente no estaban tan sorprendidos
como el resto.

Se supone que todo de ella debería de ser lindo, pero molesta como el
infierno.

En cualquier caso, mi interminable agradecimiento a Takayaki por haberla


dibujado tan bien.

Por cierto, estoy seguro de que algunos de ustedes habrán adivinado de


dónde viene el paraguas de Oscar. Qué puedo decir, soy un tipo fácilmente
influenciable. Si algo me hace cosquillas en mis instintos chuuni, no puedo
evitar usarlo.

Para aquellos de ustedes que todavía se preguntan a qué se refiere, googlen


“modales hacen al hombre”. Aprenderán lo que significa ser un verdadero
caballero.

Muchos de los eventos en este libro se relacionan directamente con el


séptimo libro de la serie principal, por lo que los dos salieron al mismo
tiempo. Para aquellos de ustedes que estén interesados, definitivamente
recomiendo que verifiquen las conexiones.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Finalmente, es hora de los agradecimientos.

Me gustaría agradecer a Takayaki-sensei por hacer todas las ilustraciones


de la novela, así como a Roga-sensei por dibujar un manga muy increíble.
También me gustaría agradecer a mi agente, Morimisaki-sensei, a todos
mis maravillosos editores, revisores y a todas las personas sin las cuales
este libro no sería posible. Y como siempre, muchas gracias a mis lectores.

De verdad, muchas gracias. Espero que sigan disfrutando de Arifureta a


partir de ahora también.

Encontrémonos nuevamente en el volumen dos.

Ryo Shirakome

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Historias Cortas de Bonificación

Amante Maid

Oscar y Naiz estaban junto a una fuente ubicada en la plaza de un pequeño


oasis. Dos semanas habían pasado desde que Naiz se había unido a Oscar
y Miledi en su viaje, y los tres se habían detenido para abastecerse de
suministros. Habían decidido separarse para hacer sus compras, y luego
encontrarse de nuevo en la fuente. Había pasado más de una hora desde
que Oscar y Naiz regresaron a la fuente, pero todavía no había señales de
Miledi. Naiz frunció el ceño y murmuró algo.

“Miledi llega tarde”.

“Bueno, ella todavía es una chica. No es sorprendente que sus compras


tarden más que las nuestras”.

Naiz asintió en comprensión. Él había oído que las chicas tardaban más en
comprar que los hombres también. Pero incluso así, él estaba cansado de
esperar. Miró a su compañero, quien no parecía impacientarse en lo más
mínimo.

“Pareces bastante conocedor de las mujeres, Oscar”.

“Por favor, no hagas sonar como si fuera una especie de mujeriego”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar frunció el ceño. Aunque era cierto que en Velnika se había visto
obligado a acompañar a las chicas en sus compras más veces de las que
podía contar. Muchas de sus clientes habituales, o sus familiares, o sus
amigas se encontrarían “casualmente” con él en la calle, y luego lo
forzarían para que las acompañara.

Si esas salidas cuentan como citas, entonces creo que he estado en


docenas. Sin embargo, no puedo decir que realmente quería alguna de
ellas.

Oscar ajustó sus gafas y cambió de tema.

“De todos modos, no es que tengamos prisa. El otro día hice un nuevo
juego de mesa, ¿qué tal si jugamos eso para pasar el tiempo? Es un juego
de guerra simulada en el que pides tus piezas e intentas capturar al rey del
oponente”.

“Oh, suena interesante”.

El interés de Naiz se despertó. Sin embargo, antes de que pudieran


comenzar su juego de ajedrez mágico, Miledi llegó.

“¡Lo siento, me tomó tanto tiempo, chicos! Pero he vuelto ahora~”.

Oscar y Naiz intercambiaron miradas, y se giraron hacia la voz


excesivamente enérgica. Cuando vieron lo que Miledi estaba usando, sus
mandíbulas se abrieron.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“Miledi, ¿qué diablos es ese atuendo?”.

“Nufufu. ¿Impresionado? Estás impresionado, ¿verdad? ¿Has caído


finalmente por mis encantos también, Na—”.

Irritado, Naiz agarró la cara de Miledi en un apretón de muerte antes de


que ella pudiera terminar.

“Miledi, ¿qué diablos es ese atuendo?”.

“¡Está bien, está bien, dejaré de bromear, así que, por favor, deja de
aplastar mi cráneo!”.

Miledi rápidamente sacó una carta y una foto de su bolsillo. Las arrojó a
Naiz, quien las atrapó con facilidad. Su expresión se puso rígida mientras
examinaba la imagen.

“Nufufu. Hey, Nacchan, ¿cómo se siente? Esas dos hermanas se tomaron


fotos con trajes de maid solo para ti. Como hombre adulto, ¿cómo te hace
sentir eso? Vamos, di—”.

Naiz apretó aún más fuerte. La imagen mostraba a Susha y Yunfa usando
reveladores uniformes de maid. Ambas estaban en poses llamativamente
sexys. Si alguien descubriera que un hombre adulto como Naiz llevaba una
foto como esa, sin duda lo considerarían un pedófilo. Ignorando un
creciente dolor de cabeza, Naiz abrió la carta. Era bastante larga, pero la
esencia fue esta:

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Naiz-sama, ¿recuerdas de lo mucho que hablabas sobre los uniformes de


maid de ese restaurante? Pensamos que te gustaría, así que también
intentamos usarlos. Espero que te guste la foto. Amor, Susha y Yunfa.

Naiz definitivamente sabía de qué restaurante hablaban Susha y Yunfa. En


el último pueblo donde se habían detenido, ellos habían cenado allí. A
Naiz le había gustado mucho su comida, así que le había pedido a una de
las camareras la receta. La pregunta era, ¿por qué Susha y Yunfa lo sabían?

“Uno de los Libertadores me la entregó. Luego, en mi camino de regreso,


vi un atuendo similar en una de las tiendas, así que pensé: ¿por qué no?”.

Naiz ni siquiera estaba escuchando a Miledi más.

“Jajaja... Mira, Oscar. No puedo dejar de temblar”.

Él estaba aterrorizado. Aterrorizado por el hecho de que Susha y Yunfa


parecían conocer cada uno de sus movimientos. Oscar, sin embargo, no
respondió. De hecho, había estado completamente en silencio desde que
Miledi regresó. Preguntándose qué pasaba, Naiz se giró para mirarlo.

“¿O-O-kun?”.

La atención de Oscar fue completamente aborada por Miledi. En realidad,


ella estaba algo asustada por la intensidad de su mirada.

“Glorioso...”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

Oscar miró a Miledi de arriba abajo, con sus ojos brillantes.

“¿O-O-kun? ¿Qué sucede? Estás empezando a asustarme un poco...”.

“Miledi, eres la persona más molesta que conozco. Incluso cuando haces
esas tontas poses tuyas, simplemente te hacen ver como si estuvieras
tratando de esforzarte demasiado”.

“Hey, ¿estás tratando de hacerme enojar?”.

Miledi pasó de asustada a enojada en un abrir y cerrar de ojos.

Oscar la ignoró y continuó su discurso.

“Pero incluso así, ese uniforme de maid te queda perfectamente. Supongo


que, si tuviera que criticar tu atuendo, tu falda podría ser un poco más larga
y doblarse mejor”.

Oscar comenzó a acercarse lentamente a Miledi.

“Todavía eres una novata maid, por lo que es comprensible que aún no
seas una experta con el uniforme. Escucha, en primer lugar, se supone que
una maid es remilgada y decente. Así que no señales de paz y
definitivamente no basura cursi. Si vas a posar, entonces tienes que hacerlo
bien. Mantén tus brazos modestamente frente a ti, y cuando camines,
mantén tu paso elegante. Nunca, bajo ninguna circunstancia, actúes como

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

una pequeña niña emocionada. Mantén tus pestañas largas, y no te veas


demasiado arrogante”.

“Está bien, lo entiendo, tienes un fetiche de maid. ¿P-Puedo ir a cambiarme


ahora?”.

Miledi retrocedió lentamente. El fanatismo de Oscar la aterrorizaba. Una


vez que ella había puesto algo de distancia entre ellos, giró y corrió por la
calle.

“¿A dónde crees que vas?”.

“¡¿Hiiiiii?! ¡O-kun, despierta! ¡Realmente estás empezando a asustarme


ahora!”.

Oscar la agarró por el hombro antes de que ella pudiese avanzar más de
unos pocos pasos, luego la hizo girar y la obligó a mirarlo a los ojos.

“Miledi, justo ahora te ves más increíble que nunca”.

“¡Muchas gracias por eso! Pero ya sabes, ¡todavía me estás asustando!


¡Así que voy a cambiarme!”.

“¡No seas ridícula! ¡Si te cambias, volverás a ser tu yo regular e irritante!


¡Sin ese uniforme de maid, no eres nada!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡Hey, eso ahora no puedo dejarlo pasar! ¡Nunca supe que fueras tan
pervertido!”.

“¡Disculpa! ¡No soy un pervertido! ¡Simplemente soy un caballero que


ama los uniformes de maid!”.

“¡Me voy a cambiar ahora mismo!”.

“¡No te atrevas!”.

“¡Solo intenta detenerme!”.

“¡Oh, ya empecé!”.

Su intercambio de ida y vuelta continuó durante unos minutos. Mientras


tanto, Naiz suspiró profundamente al ver que más y más personas venían
a ver el espectáculo. No ayudó el hecho de que él todavía estuviera
sosteniendo una foto de dos niñas menores de edad con uniformes de maid.

Hasta Pronto con mi Amada

“Lo siento. No puedo llevarte conmigo. Por favor, trata y entiende”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

A pesar de las súplicas del hombre, ella no escuchaba. La mirada triste que
ella le dio desgarró su corazón. Sin embargo, él estaba tan triste por dejarla
como ella lo estaba por él. Habían soportado buenos y malos momentos
juntos, se apoyaban mutuamente en la salud y en la enfermedad,
enfrentaban la pobreza y riqueza, y juraron estar juntos hasta que la muerte
los separara. Se amaban, por lo que ninguno de los dos quería separarse.

Desafortunadamente, el hombre tenía que embarcarse en un viaje. Uno que


no tenía fin, que estaría lleno de dificultades y peligro. Eso significaba que
estaría caminando por siempre en la oscuridad.

“No hagas esa cara, por favor. Esto también es difícil para mí, ¿sabes? Por
favor, Suzanne, solo trata de entender”.

“Gweeeh”.

De hecho, Naiz estaba atormentado al separarse de su amada irak,


Suzanne. Estaba acariciando suavemente su ovalado rostro frente a la
cabaña del vendedor de irak. El aprendiz de la tienda, Oscar, Miledi, Susha
y Yunfa lo miraban incrédulos.

“Parece uno de esos maridos infieles que intentan vender a su esposa para
pagar sus deudas”.

“No se preocupe, Señor... le prometo que cuidaré bien a Suzanne-chan”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

El joven aprendiz hizo todo lo posible para apaciguar a Naiz, con una
expresión de exasperación en su rostro.

“Espera, ¿Naiz realmente entiende lo que está diciendo esa irak?”.

“Me sorprende, O-kun. Todo lo que escucho es gweeeh”.

“No te preocupes, Miledi. Eso es lo único que estoy escuchando también”.

Oscar y Miledi miraron a su nuevo camarada con expresiones exasperadas


en sus caras.

Mientras tanto, la dramática despedida entre Naiz y Suzanne continuó.

“Gweeeh”.

“Eso no es cierto. ¡No te odio!”.

“Gweeeh”.

“¿Qué? ¿Crees que te estoy dejando porque encontré a alguien más? ¡No
seas ridícula, nunca haría algo así!”.

“Gweeeh”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¿Entonces llévame contigo? No puedo, es demasiado peligroso”.

“Gweeeh”.

“¿Volveré alguna vez...? Lo siento, no estoy seguro si lo haré”.

“Gweeeh”.

“Espera. ¡Espera, Suzanne!”.

Miledi rió para sí misma.

“Incluso yo podía entender ese último gweeeh. Sonaba como ‘¡Hmph, ya


no me importas más!’”.

“Sí, sonó como a eso para mí también”.

Suzanne se apartó humildemente de Naiz y se acercó al aprendiz. Él


parecía no saber qué hacer. Naiz se desplomó en el suelo mientras veía a
su amada Suzanne irse con otro hombre. Oscar nunca antes había visto una
expresión de profunda desesperación en su rostro. Susha de repente
tropieza con la conversación de Oscar y Miledi con un comentario
completamente inesperado.

“Quiero convertirme en un irak”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

“¡¿Sue-nee?!”.

Incluso Yunfa se sorprendió por eso. Oscar y Miledi se giraron hacia


Susha, sorprendidos. Sus ojos estaban muertos, y había una sonrisa sin
alegría en su rostro. Ambos retrocedieron unos pasos.

“Hey, Miledi-san, haz algo”.

“¡D-De acuerdo! Umm, ¿qué sucede, Sue-chan?”.

“¿Hay alguna magia de la era de los dioses que pueda convertirme en un


irak?”.

Oh mierda, ella habla en serio...

“B-Bueno, el mundo es un lugar grande, ¿entonces tal vez? Pero creo que
eres mucho más linda de la forma que eres, Sue-chan”.

Susha giró su mirada hacia Miledi, quien chilló de terror y se aferró a


Oscar por seguridad. Desafortunadamente, él también estaba temblando
de miedo.

“¿De qué sirve ser linda, si no es el tipo de belleza que Naiz-sama quiere?”.

“¡Tienes razón, lo siento!”.

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Arifureta Zero – Volumen 1 Traducido por Artyom

La líder de los Libertadores se arrodilló e inclinó su cabeza hacia su


miembro más nuevo. Yunfa suspiró y murmuró.

“Haaah, Sue-nee se ha ido al lado oscuro otra vez. Recuperarla lleva


mucho tiempo”.

Yunfa comenzó a consolar a Susha, sus gestos practicados hacían evidente


que estaba acostumbrada a lidiar con esto. A Oscar y Miledi se les recordó
una vez más que Yunfa era tan increíble como su hermana mayor. Nadie
más había sido capaz de enfrentarse a Susha Oscura. En ese momento,
ambos pensaron lo mismo: No hay forma de que Naiz alguna vez escape
de esas dos.

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