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1.

Discriminación social: un enfoque psicosocial

A pesar de la dificultad de definir la discriminación en el sentido común, e incluso su


polisemia, desde la psicología social sabemos que la discriminación corresponde a la
traducción en actos de los prejuicios. Se trata de un comportamiento negativo en contra
de los miembros de un grupo que es objeto de una imagen negativa. La aparición de un
comportamiento discriminante está relacionado con ciertas condiciones sociales y
psicológicas: diferencias sociales, el estatus de los individuos, la posición de poder. En
este sentido, la discriminación debe reubicarse dentro del marco de un análisis de las
estructuras sociales fundadas en diversas formas de desigualdad de poder, de medios
materiales, de reconocimiento, etc.

Un hecho particular de este enfoque psicosocial, es que la percepción de la


discriminación grupal es muy superior a la de la discriminación individual. Muchas
experiencias muestran cómo existe una subestimación de la discriminación individual y
una sobrestimación del efecto grupal. De esta manera, en la discriminación
interpersonal, las víctimas reaccionan oponiéndose directamente a la persona, en tanto
que en la discriminación institucional, las víctimas recurren a acciones colectivas.

Como ya lo hemos expresado, la discriminación es un objeto particularmente propicio a


generar una multiplicidad de enfoques: ella se observa y se experimenta en las
experiencias más comunes de la vida cotidiana. Pero es al mismo tiempo connotada por
las desigualdades históricamente constituidas entre los grupos y las culturas.
Clásicamente en el estudio de la discriminación, desde el enfoque psicosocial, se explora
y analiza las situaciones en donde la discriminación busca emerger, construirse y
desarrollarse. El evento constituye, entonces, el centro del análisis, no en su pura
factualidad sino ofreciendo ocasión y materia a los procesos de integración cognitiva.
Los trabajos sociológicos, por otra parte, se interesan sobre la manera como las
estructuras sociales, históricamente construidas, tienden a suscitar, difundir, generalizar
y estabilizar los actos de discriminación. Cuando se trabaja desde esta segunda
perspectiva, el analista trata, por lo general, las relaciones entre grupos categorizados
comúnmente como fundamentalmente distintos y generalmente desiguales. Los
trabajos de los psicólogos sociales muestran que toda división intergrupos es construida
cognitivamente y comporta de esta manera, grados y modalidades distintas. En ese
sentido, es importante que la psicología social tome en cuenta el rol estructurante de las
ideologías que podemos llamar esencialistas, naturalistas, innatistas, etc., porque,
según la creencia socialmente existente, el otro es naturalmente inferior y yo puedo
actuar hacia él de manera discriminatoria, con una legitimidad que ni siquiera se
discute. La categorización de las desigualdades está entonces expuesta como inscrita en
un orden ''natural'' (la historia aparece a veces como susceptible de producir una
''naturaleza'' no biológica) a la cual los sujetos se someten asegurando el equilibrio
social. Esta naturalización de las relaciones sociales, que es un tema dominante de los
enfoques socio-históricos, es abordado por la psicología social en términos de procesos
cognitivos (Oriol, 2006).

Una orientación relativamente general en las ciencias sociales y humanas, consiste en


explicar los prejuicios a través de factores negativos. Los trabajos de Fein y Spencer
(1997), ilustran perfectamente este enfoque, demostrando que seguido a un fracaso
personal que amenaza la autoestima, los individuos tienen tendencia a estigmatizar al
otro. Desde este punto de vista, la función de los prejuicios es la de reparar la imagen
de sí mismo. Las implicaciones de esta perspectiva, en materia de lucha contra la
discriminación, parecerían ser que sería suficiente tratar los problemas de autoestima
de los individuos para que todo estuviera en orden.

El estudio del rol de la gratificación relativa, al contrario, permite resaltar la función


social de los prejuicios: la justificación de la superioridad económica y social de los
grupos dominantes. De esta manera, algunas investigaciones (Guimond & Dambrun
(2002), muestran de diversas formas que cuando se les da ciertos privilegios
económicos y sociales a los grupos, eso conduce a sus miembros a adoptar prejuicios y
a estigmatizar los miembros de grupos desfavorecidos.

Los prejuicios no son simplemente una cuestión de autoestima. Se trata de actitudes


intergrupos que emergen de relaciones entre los mismos. Para cambiar los prejuicios no
es suficiente mejorar la autoestima de los individuos, inclusive si esto es sin duda una
consecuencia. Mejor, el estudio de la gratificación relativa sugiere que sería necesario
anexar la lucha contra la discriminación, a la lucha contra las desigualdades económicas
y sociales. Pero para entender mejor este proceso psicosocial, es necesario comprender
mejor la relación dinámica que explica el efecto de los prejuicios y los estereotipos en
las formas de discriminación.

''... La categorización de las desigualdades está entonces expuesta


como inscrita en un orden 'natural', a la cual los sujetos se someten
asegurando el equilibrio social''.

Tipos de discriminación social


La discriminación consiste en tratar a una persona, grupo o institución de manera
diferente y perjudicial.Existen diferentes motivos de discriminación que a continuación
desarrollaremos y todos ellos son igualmente injustos.

La discriminación no es algo nuevo, durante toda la historia de la humanidad siempre se ha


discriminado a otros individuos por cuestión de sus recursos, sus orígenes o inteligencia, e
incluso a pueblos enteros por sus ideas diferentes en cuanto a la religión o la política.

Las sociedades, sobre todo las sociedades occidentales, han evolucionado a lo largo de los
años de un modo muy positivo, hasta hacer desaparecer estas formas de discriminación
social, pero muchas de ellas siguen estando muy presentes.

Discriminación individual frente a


discriminación colectiva y
discriminación institucional
Entendemos por discriminación individual aquella que se produce entre un individuo y otro.
Es decir, cuando una persona trata de manera distinta y negativa a otra persona sin que
exista una razón contextual diferenciada.

La discriminación se enfrenta a la discriminación colectiva, que ocurre cuando se da


un trato diferenciado de un grupo a otro, negativo e inferior por las mismas razones. La
discriminación colectiva la sufren los colectivos LGTB por ejemplo, y se da en casos de
discriminación racial, como en EEUU durante los años 60 o las presiones que sufren aquellas
personas que profesan ciertas religiones en países islamistas.

Discriminación estructural
Hace referencia a la discriminación que surge de políticas institucionales. En estos casos,
algunos supuestos favorecen de manera directa o indirecta a algunos individuos y
perjudican a otros. Aunque las políticas de las instituciones deben ser justas para todos, esto
no es siempre así.
Una variante de esta discriminación estructural es la discriminación positiva, que busca el
efecto contrario, promocionar a ciertos colectivos que socialmente son más
desfavorecidos y de ese modo obtienen una representación más igualitaria y equitativa. Las
mujeres en algunos supuestos, las minorías raciales o las personas con discapacidades están
sujetos en ocasiones a estos casos de discriminación positiva.

En la discriminación negativa ocurre lo contrario. La persona que es víctima de la


discriminación es tratada de manera discriminada y perjudicial. Las personas con
discapacidades la sufren a menudo a través de las barreras arquitectónicas, los límites en las
infraestructuras que les impiden realizar su actividad diaria del mismo modo que las personas
sin esas discapacidades.

Discriminación directa e indirecta


La discriminación directa es el tipo de discriminación más fácil de detectar. Ocurre
cuando una persona sufre un trato injusto de otra persona debido a sus
características. Algunos ejemplos muy habituales es cuando no se acepta a una mujer en un
empleo por el hecho de ser mujer o cuando se margina a las personas por su condición sexual.

La discriminación directa es diferente a la discriminación indirecta, que es una forma de


discriminación menos visible. Esta forma de discriminación en ocasiones pasa
desapercibida, pero sigue siendo muy común. Los llamados micromachismos,
comportamientos sexistas que atacan a la mujer de manera sutil y que no es tan fácil de ver
pero que en realidad siguen siendo ofensivas para ciertos colectivos.

Racismo o xenofobia
Es una de las formas de discriminación más conocidas. Es la discriminación en función de
la raza o la etnia a la que la persona pertenece. Ocurre cuando un individuo o un grupo
tratan con interioridad a otra persona o personas de otra raza u otro origen. En la actualidad
es patente la discriminación hacia los refugiados y en ello se basa el ascenso que están
viviendo muchas fuerzas xenófobas en Europa o la victoria de Trump en EEUU.

Sexismo
Es otra de las formas de discriminación más conocidas, la persona que la practica
infravalora a las personas del sexo opuesto. Las formas de discriminación sexista se
manifiestan gracias al sistema heteropatriarcal, que establece que las mujeres están en una
posición inferior respecto al hombre únicamente por el hecho de ser mujeres.

Discriminación sexual
La discriminación sexual es aquella que sufren todas aquellas personas que presentan
orientación o identidad sexual diferente. Los colectivos LGTB llevan décadas peleando
por derribar estas barreras y estas formas de discriminación.

En España estamos viviendo un caso de discriminación trasngénero que está ocupando


portadas durante las últimas semanas, con el famoso autobús de Hazte Oir. La discriminación
hacia individuos cuyo rol de género no se identifica con su sexo biológico también se llama
transfobia.
Discriminación por edad
Ocurre cuando el motivo de discriminación es la edad. Suele llevarse a cabo, sobre todo, en
los aspectos laborales, en los que se considera que la edad idónea para trabajar es aquella
comprendida entre los 25 y los 45 años.

En el caso de las mujeres, muchas entidades discriminan precisamente a mujeres de esa edad
porque es la edad fértil, cuando pueden ser madres, y muchos empresarios consideran que un
embarazo en la empresa puede suponerles muchos perjuicios.

Qué es Discriminación:
El significado más común de discriminación se refiere al fenómeno
sociológico en los seres humanos que atenta contra la igualdad.
La discriminación, en términos generales, es una manera de ordenar y
clasificar otras entidades, por ejemplo, los animales, las fuentes de energía, las
obras de literatura, etc. El término discriminación es sinónimo de distinguir o
diferenciar.

Por otro lado, la discriminación hacia otros se produce cuando hay una actitud
adversa hacia una característica particular, específica y diferente.

Como parte de la campaña contra la no discriminación de las Naciones Unidas,


se ha fijado el día 1 de Marzo como el Día para la cero discriminación.
Discriminación social
La discriminación social se produce cuando una persona es tratada de manera
desigual o inferior como, por ejemplo, por pertenecer a una clase social
diferente o por discriminación religiosa, que es cuando una persona es
marginada por tener una religión diferente.

En conformidad con el artículo 7 de la Declaración Universal de los Derechos


Humanos de 1948:

"todos son iguales ante la Ley y tienen, sin distinción, derecho


a igual protección de la Ley. Todos tienen derecho a igual
protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación".

Con los años, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho varios
esfuerzos para erradicar la discriminación en las sociedades de los países
miembros.
En México, el Consejo nacional para prevenir la discriminación (Conapred) es
un ejemplo para erradicar este mal que afecta a las sociedades. Además, en
2003, se crea la Ley federal para prevenir y eliminar la discriminación que para
efectos jurídicos, defiende a aquellos discriminados si se demuestra que
existen conductas contra el ejercicio de un derecho por alguna característica
propia.

Causa de discriminación
La causa de la discriminación se debe al temor y, por lo tanto, rechazo a las
personas que son diferentes. Esto se debe a la falta de educación ignorando el
hecho que existe una diversidad humana que debemos respetar.

Una actitud o una acción discriminatoria se caracteriza por la destrucción o


el incumplimiento de los derechos fundamentales del ser humano,
perjudicando a un individuo en su dimensión social, cultural, política o
económica.
La discriminación lleva a consecuencias graves contra el bienestar social
generando intolerancia, violencia, racismo y xenofobia.

La segregación y la exclusión social son también resultados graves de la


discriminación, y tienen un impacto muy negativo en la sociedad.

Vea también:

 Segregación
 Exclusión

Tipos de discriminación
La discriminación es un trato desfavorable o de inferioridad, de desprecio
inmerecido hacia una persona, que puede ser discriminada, es decir, separada
o maltratada, tanto física como mentalmente, impidiendo el ejercicio de sus
derechos.

Las personas que son más propensas a sufrir de discriminación son los
discapacitados, niños y niñas, indígenas, no heterosexuales, LGBT, migrantes
y refugiados. En este sentido existen distintos tipos de discriminación que
pueden dividirse en:

 Discriminación racial: por pertenecer a una raza no predominante o debido a


prejuicios asociados a determinada etnia,
 Discriminación de género o sexual: debido a desigualdades de género o
violencia contra alguna orientación sexual,
 Discriminación por edad: especialmente dirigidos a los niños y niñas que
sufren por abusos de poder,
 Discriminación por su nacionalidad o su origen: especialmente dirigidos a
migrantes o extranjeros de países que sufren de prejuicios,
 Discriminación religiosa: debido a su credo, prácticas o costumbres
religiosas,
 Discriminación política: censura por sus ideas políticas,
 Discriminación por su situación o su posición social: el trato desigual por
condiciones de discapacidad o por clase social.

Diferenciación según el estrato social: Clase social, en sociología, término que indica un
estrato social en una sociedad y su estatus correspondiente. El principio de organización en
clases sociales es diferente del que opera en las sociedades de castas o estamentales y choca
con la ideología igualitaria asociada a la ciudadanía en los Estados de derecho.

Cada uno de estos sistemas define a las personas y a los grupos según cuatro parámetros: su
procedencia, su trabajo, el tipo de personas con quienes pueden contraer matrimonio y los
tipos de derechos y deberes rituales propios. Además, cada uno de estos sistemas está regido
básicamente por un determinado tipo de regulación. La casta está regida por una
reglamentación de tipo religioso, el Estado por una de tipo legal y el estamento por una de tipo
social. La clase social se diferencia de ellas en que está regida fundamentalmente por una
ordenación de tipo económico. El lenguaje cotidiano y la terminología de
los medios de comunicación no coinciden con estas definiciones sociológicas.

En la mayoría de los países (y entre un país y otro) las desigualdades en cuanto a


capital, ingresos, sanidad y educación son cada vez mayores. Algunos sociólogos intentan
explicarlas utilizando otros atributos humanos como género, raza, religión o inteligencia,
aunque este debate supone restar importancia a las terminologías o al significado de clase
social. Otros autores destacan los grandes cambios que han tenido lugar a medida que
la estructura de las sociedades se ha transformado gracias a los avances tecnológicos. Así, por
ejemplo, las clases más desfavorecidas han podido mejorar sus condiciones de vida, en
términos absolutos, al aumentar la riqueza y organizarse el Estado de bienestar.

Generalmente se define ‘clase social’ como grupo de personas situadas en condiciones


similares en el mercado de trabajo. Esto significa que las clases sociales tienen un acceso
distinto, y normalmente desigual, a privilegios, ventajas y oportunidades. En las sociedades
actuales, por ejemplo, encontramos directores de grandes empresas con salarios muy
elevados, mientras que los jubilados reciben pensiones escasas. Los hijos de los grupos con
mayor poder adquisitivo van a escuelas distintas, obtienen calificaciones escolares superiores,
disponen de diferentes oportunidades de trabajo o gozan de mejores condiciones de vivienda.

Una de las formas más denigrantes de discriminar a una persona por considerarla social o
culturalmente inferior, es la esclavitud. Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus
servicios se obtienen por la fuerza y su persona física es considerada como propiedad de su
dueño, que dispone de él a su voluntad.

Desde los tiempos más remotos, el esclavo se definía legalmente como una mercancía que el
dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por una deuda, sin que el esclavo pudiera
ejercer ningún derecho u objeción personal o legal. A menudo existen diferencias étnicas entre
el tratante de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud suele estar basada en un fuerte
prejuicio racial según el cual el grupo étnico al que pertenece el tratante es considerado
superior al de los esclavos.

La exploración de las costas de África, el descubrimiento de América por los españoles en el


siglo XV y su colonización en los tres siglos siguientes, impulsó de forma considerable el
comercio moderno de esclavos. Portugal, que necesitaba trabajadores para el campo, fue el
primer país europeo que cubrió su demanda de trabajo con la importación de esclavos. En el
siglo XVI los colonizadores españoles obligaron a los indígenas americanos a cultivar grandes
plantaciones y trabajar en las minas. Los indígenas no estaban acostumbrados a vivir como
esclavos y no podían sobrevivir en estas condiciones, en parte debido a su falta de
inmunización contra las enfermedades europeas y a las duras condiciones de trabajo.

Otra forma de diferenciación social se produce con la explotación del trabajador. La


explotación consiste en el pago al propietario de un factor de producción (trabajo, energía) de
una cantidad inferior al valor del producto. Este término puede tener dos significados básicos:
el primero es el uso de bienes materiales, normalmente con un suministro fijo, para los fines
establecidos por los que se realiza su manipulación, y el segundo, más negativo, es un
elemento clave de la teoría marxista sobre la lucha de clases.

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