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´´Año del Dialogo y Reconciliación Nacional``

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA : EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES Y REVISIÓN DE LOS


ACTOS ADMINISTRATIVOS, NULIDAD, REVOCACIÓN,
RECURSOS INPUGNATORIOS.

CICLO : V

GRUPO : ALFA Y OMEGA

ASIGNATURA : DERECHO PROCESAL ADMINISTRATIVO

DOCENTE : Dr. en Derecho y CPCC. Jorge Franck Bardales Balarezo

INTEGRANTES : BARDALES CAHUANA, NORMA ELIZABETH


CATAÑO BARDALES, TERESA LUCRECIA
CUMAPA TAMANI, ELVIS
MELGAR SALDAÑA, JENNIFER MARITZA
REYES SIMON, OLDER

2018

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INDICE

- INTRODUCCIÓN

1) EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES

I) La Ejecutoriedad Del Acto Administrativo Como Atribución De Coacción.


II) La Constitucionalidad Del Acto Administrativo.
III) Limitaciones Constitucionales A La Ejecutoriedad Del Acto Administrativo Por Los
Derechos Fundamentales De La Persona.
IV) Derecho Al Debido Procedimiento Y A La Tutela Judicial Efectiva

2) REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

I) La Potestad Correctiva De La Administración Pública


II) Los Errores Posibles De Rectificar
III) La Rectificación Del Acto Administrativo Y Las Erratas

3) NULIDAD
I) La Potestad Anulatoria Como Expresión De La Tutela Y El Principio De Legalidad
II) Condiciones Para La Invalidación
III) Procedimiento Para Anulación De Oficio
IV) Competencia Para Anular El Acto Viciado
V) Plazo Para La Invalidación De Oficio

4) REVOCACIÓN

I) Revocabilidad De Los Actos Administrativos Por Mérito


II) Estructura Operativa De La Revocación De Los Actos Administrativos

5) RECURSO DE APELACION
I) La Apelación Como Verdadero Recurso Administrativo
II) Presupuesto Necesario Del Recurso De Apelación
III) Indelegabilidad De Competencia Para Resolver El Recurso De Apelación
IV) Ante Quien Se Presenta El Recurso De Apelación

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Introducción:
La ejecución de resoluciones, esta nombrado en el capítulo IX del Título II, DEL Procedimiento
Administrativo, en la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley N° 27444, que nosotros
seguimos paso a paso.
La ejecución es la actividad de la administración pública dirigida a realizar los mandatos contenidos
en el acto administrativo y de acuerdo a los términos establecidos en éste.
En cuanto a su naturaleza, la ejecución de los actos administrativos deriva de la eficacia atribuida a
éstos, en razón del sujeto que los origina y porque por el principio de división de poderes, el poder
ejecutivo se expresa por la administración pública, la cual puede decir lo que es derecho y ejecutarlo,
sujeto a la legalidad correspondiente.
Toda resolución que cierra un procedimiento se ejecuta, en principio, sin dilaciones. Se exceptúan
los casos en que, interpuesto un recurso, la autoridad considera que hay razones atendibles parea
suspender tal ejecución.
El privilegio de la ejecución de oficio consiste en la facultad de la administración pública para hacer
cumplir directamente la decisión, sin necesidad de apelar al juez, incluso poniendo en movimiento la
fuerza pública contra el particular que se resiste, por ejemplo: la administración disuelve
manifestaciones no autorizadas, realiza un trabajo público que ha ordenado, retira un vehículo mal
estacionado, ordena la demolición de un inmueble que amenaza ruina, entre otros.
Por lo tanto, el procedimiento ejecutivo, viene a ser el procedimiento administrativo que tiene por
objeto la realización de lo dispuesto en un acto administrativo, sin o contra la voluntad del obligado.
Esta actuación encaminada a la realización del acto administrativo está sujeta a los cauces formales
de un procedimiento, puesto que el poder público no puede actuar sino es sujeto a determinadas
formalidades que conforman la garantía del administrado.
Las normas dadas por la Ley del Procedimiento Administrativo General no regulan propiamente un
procedimiento administrativo de ejecución, sino que se limitan a definir algunas reglas esenciales que
han de tenerse en cuenta para llevar a la concreción del acto administrativo.

EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES Y REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

1) EJECUCIÓN DE LAS RESOLUCIONES


Desde antes del advenimiento el Derecho Administrativo, se concibió a la administración pública con
una supremacía sobre los ciudadanos para el logro de los cometidos públicos. Cuando el Derecho
Administrativo fue creado para regular la relación entre Administración Pública y ciudadanos, esa
supremacía prosiguió pero sujeta al principio de legalidad que modela la existencia, procedimientos,
límites y excepciones a esta potestad y además sujeta al control judicial posterior.
De ese modo, la Administración Pública, como sujeto de derecho, tiene la potestad suficiente para
tutelar por sí misma las situaciones jurídicas que considera de interés público, auto protegiendo sus
intereses y exigiendo que se presuma que sus decisiones son válidas, por lo que pueden ser
impuestos a los ciudadanos, incluso coactivamente, sin necesidad de recabar respaldo previo de los
tribunales, y al margen del consentimiento individual o colectivo de aquellos. Esta relación de
supremacía sobre los ciudadanos se ha expresado en una supremacía general (igualitaria) que es a
la que quedamos sujetos todos los ciudadanos por nuestra condición de integrantes de una

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colectividad, en cuanto administrado por el poder público, sin necesidad de títulos concretos; y, por
otro lado, la supremacía específica (más intensa y particularizada) que es la surgida con la autoridad,
cuando el ciudadano se pone en una situación organizadora de mayor intensidad de subordinación,
derivada de un título concreto (son los funcionarios o los presos). Así, posee un estatus notoriamente
a cualquier otra persona jurídica o natural, para hacer valer sus intereses y derechos respecto a otra
debe acudir al convencimiento personal, del reconocimiento jurisdiccional previo proceso.
Esta posición de ventaja de Administración Pública le permite avanzar en sus decisiones, ejecutar su
voluntad, implantar sus políticas y deja al ciudadano, salvo contadas excepciones como los procesos
institucionales en algunos supuestos, en una posición desventajosa de tener que acudir a la propia
autoridad administrativa primero, primero demandar a la administración pública y convencer a los
jueces de lo ilegal de la actuación administrativa.
La autotutela se suele manifestar en cuatro formas:
1.- La autotutela declarativa: es la posibilidad que tiene la Administración Pública de crear,
modificar o extinguir situaciones jurídicas subjetivas por su sola necesidad sin que sea necesaria la
intervención de los tribunales, declarando lo que es conforme a Derecho. Obviamente estamos frente
a una de las características del acto administrativo, que permite a la autoridad por sí misma declarar
una nueva situación jurídica en contra o a favor del administrado pero que atañe al interés público,
como una pérdida de un subsidio, la creación de una carga, la imposición de una servidumbre
administrativa, la aprobación de una tarifa que deben pagar los usuarios, etc. Cualquier decisión que
toma la autoridad estará protegida por la presunción de legitimidad o validez porque lo que está
haciendo es declarar lo que es jurídicamente correcto en cada caso, declarando su voluntad.
2.- La autotutela ejecutiva: es la posibilidad que tienen las entidades conformantes de la
Administración Pública de ejecutar materialmente y de modo forzoso sus decisiones, sin necesidad
de acudir a los tribunales, esto es, por la sola voluntad de la administración Pública se cumple lo
decidido así, a pesar de la resistencia de los afectados, en forma, modo y con las limitaciones que
señala la constitución y la ley. De ella se derivan la ejecutividad, ejecutoriedad, los medios de
ejecución forzada, entre otros.
Otra expresión de la autotutela ejecutiva, es la capacidad propia y sin declaración judicial previa para
realizar los actos materiales necesarios para recuperar directamente por sus propios medios, los
bienes de propiedad estatal que se encuentran en posesión indebida de invasores u ocupaciones
ilegales.
3.- La autotutela revisora: es la capacidad que tienen las propias entidades conformantes de la
Administración Pública de poder revisar ellas mismas las decisiones que ya han emitido, corrigiendo
los propios errores que hubiera cometido, perfeccionando sus decisiones, y asumiendo la capacidad
privilegiada de resolver primariamente cualquier conflicto que surjan de su propia actuación. Por
ejemplo nulidad de oficio, corrección de errores, revocar decisiones, competencia para conocer los
recursos administrativos de los afectados por su decisión.
4.- la autotutela reduplicativa o de segunda potencia: es la capacidad que tienen algunas
entidades conformantes de la Administración Pública para proteger sus intereses y decisiones, no
solo con la autotutela ejecutiva y declarativa, sino aplicando actos de gravamen adicionales a título
de sanción administrativa, previo procedimiento, pero sin tener que acudir al Poder Judicial para ello.

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1) Ejecutoriedad del acto administrativo
Los actos administrativos tendrán carácter ejecutorio, salvo disposición expresa en contrario,
mandato judicial o que estén sujetos a condición o plazo conforme a ley. (Art.201)

I) LA EJECUTORIEDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO COMO ATRIBUTO DE


COACCIÓN.
Como conocemos, del acto administrativo derivan dos efectos referidos a la vinculación de los sujetos
obligados a su cumplimiento: La ejecutividad que es un atributo de eficacia (cualidad material) y la
ejecutoriedad que está referida al atributo de coaccionar la voluntad de los demás para concretar su
realización (cualidad instrumental)
La denominada ejecutividad del acto administrativo alude al común atributo de todo acto
administrativo de ser eficaz, vinculante o exigible, por contener una decisión, declaración o una
certificación de la autoridad pública. En este sentido, la ejecutividad equivale a la aptitud que poseen
los actos administrativos como cualquier acto de autoridad para producir frente a terceros las
consecuencias de toda clase que conforme a su naturaleza deben producir, dado nacimiento,
modificando, extinguiendo, interpretando, o consolidando la situación jurídica o derechos de los
administrados. Por su naturaleza, este atributo resulta suficiente para garantizar el cumplimiento de
las denominadas decisiones administrativas no ejecutorias (aquellas cuyo cumplimiento no requiere
de la ejecutoriedad administrativa), tales como:
i) Los actos desprovistos de realización operatoria, en los que per se producen efectos
jurídicos inmediatos, tales como los actos:
- Administrativos declarativos, los actos conformadores (licencias, autorizaciones), o los actos
certificatorios (certificado de supervivencia o domicilio) o los actos registrales (partida de
nacimiento o defunción).
- Los actos cumplidos espontáneamente por el particular: cuando el administrado cumple el acto
dictado voluntariamente a partir de su notificación.
- Los actos que imponen deberes a la administración pública, por lo que su ejecución incumbe a
los administrados mediante la vía recursiva o judicial correspondiente (el reconocimiento del
derecho a un beneficio, pensión o subvención, etc.)
La ejecutoriedad de los actos administrativos puede ser definido como una especial manifestación
de la eficacia de los mismos, por la cual cuando imponen deberes y restricciones a los particulares
pueden ser realizados aún contra su voluntad por los órganos directos de la administración
pública, sin que sea necesaria la previa intervención de la acción declarativa de los órganos
jurisdiccionales.
De este modo, la ejecutoriedad puede expresarse a través de los siguientes elementos:
i) Un atributo exclusivo de los actos administrativos que imponen deberes y
restricciones a los particulares (actos gravamen). A diferencia de la ejecutividad
que es común y propia de todos los actos administrativos, la ejecutoriedad es
inherente a las decisiones ejecutorias esto es, a los actos que imponen deberes
positivos o negativos de los administrados, respecto de los cuales la
Administración Pública posee la aptitud legal para coaccionar legítimamente para
alcanzar su cumplimiento.
ii) Debe tratarse de actos resistidos por los administrados (la calificación de actos
resistidos alcanza importancia por cuanto, como quedo expresado anteriormente,

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aquellos espontáneamente cumplidos no pueden generar sanciones ni ejecución
forzada.
iii) La ejecutoriedad habilita a la propia Administración Pública a coaccionar al
obligado para alcanzar su cumplimiento, siendo el título de ejecución la propia
resolución administrativa.
iv) La ejecutoriedad, en su concepción original, exime a la Administración Pública del
deber de buscar y obtener la homologación y respaldo judicial sobre la legalidad
de su actuación.

Históricamente, la ejecutoriedad del acto se apoya en una tradición histórica proveniente del Estado
absolutista, que permitía a la Administración Pública ser juez de su propia causa pero que ha debido
adaptarse progresivamente en los diversos sistemas jurídicos a las exigencias del Estado
democrático. Por ello, no resulta desacertado afirmar que el efecto de la ejecutoriedad del acto
administrativo como otros tantos tiene su génesis en los privilegios sociales y políticos de los
estamentos dirigentes de la sociedad europea prerrevolucionaria, los cuales solo fueron transferidos
a la Administración Pública moderna.

II) LA COSTITUCIONALIDAD DE LA EJECURIEDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO.


En el marco constitucional remoto para la ejecutoriedad del acto administrativo lo podemos encontrar
en el artículo 118 numeral 1 de nuestra Constitución Política, por el que se encarga al Presidente de
la República (y, por ende a la Administración Pública) a cumplir y hacer cumplir la constitución y los
tratados, leyes y demás disposiciones legales.
Esta cláusula se apodera de la Administración Pública de la competencia suficiente para hacer
cumplir el ordenamiento jurídico a los ciudadanos, para lo cual produce los más diversos actos
administrativos, particularmente de gravamen, tales como mandatos, ordenes, prohibiciones,
sanciones, etc. En este sentido, cuando algún agente de la Administración Pública emite un acto
administrativo se encuentra persiguiendo el cumplimiento del ordenamiento administrativo legal que
le habilito a dictar el acto de gravamen ente determinadas circunstancias.
De esta manera, si la Administración Pública resulta la garante del cumplimiento de ley, resulta de
ello que debe hacerlo automáticamente, esto es, en principio, sin la intervención de otro organismo
(por ejemplo, si le exigiera requerir el pronunciamiento judicial previo a la ejecución de todos sus
actos administrativos).

III) Limitaciones Constitucionales a la ejecutoriedad del Acto Administrativo por los


derechos fundamentales de la persona.
El Tribunal Constitucional ha establecido que por la ejecutoriedad del acto administrativo se
habilita a la Administración Pública a hacer cumplir por sí misma un acto administrativo dictado
por ella, sin la intervención del órgano judicial, respetando los limites impuesto por mandato legal,
así como a utilizar medios de coerción para hacer cumplir un acto administrativo y a contar con
el apoyo de la fuerza pública para la ejecución de sus actos cuando el administrado no cumpla
con su obligación y oponga resistencia del hecho.
IV) Derecho al debido procedimiento y a la tutela judicial efectiva.
Los primeros derechos constitucionales que deben ser conciliados con el ejercicio de esta potestad
exorbitante son, sin duda, el del debido procedimiento y el de tutela judicial efectiva.

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NECESIDAD DE ACTO PREVIO
Cualquier actuación material de ejecución que no esté precedida de un acto administrativo se traduce
en una vía de hecho, violatoria por tanto del derecho a la defensa del administrado que sufre las
consecuencias de esa ilegal actuación de la Administración Pública.
POSIBILIDAD CIERTA DE OBTENER LA SUSPENSIÓN DE EFECTOS
El derecho a la defensa y el derecho a la tutela judicial efectiva solo quedan debidamente
garantizados, si el trámite de los recursos contra un acto administrativo, el particular puede evitar que
la ejecución del proveimiento administrativo le cause daños de imposible o difícil reparación.
POSIBILIDAD DE EMITIR ORDENES CAUTELARES POSITIVAS
Se ha superado también, la idea restrictiva que negaba la suspensión de efectos de los actos de
contenido negativo y se admite ahora, que una autoridad con el objetivo de evitar los daños de difícil
o imposible reparación derivados del acto negativo, dicte medidas de ejecución provisional a favor
del recurrente, anticipando de ese modo, en cierta medida, los efectos de la decisión definitiva.

PROSCRIPCIÓN DE LA REGLA DE SOLVE ET REPETE


Con el objeto de resguardar el debido procedimiento y asegurar la tutela judicial efectiva de los
ciudadanos, la LPAG ha excluido del ámbito general del procedimiento administrativo la regla del
solve et repete, de modo que en la actualidad el ejercicio de los recursos administrativos o judiciales
contra los actos que establecen cargas económicas (liquidación de multas, tributos, etc.) no puede
estar condicionado al pago previo o a la prestación de fianza para asegurar el pago.

V) DERECHO DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA


La ejecución directa de los actos administrativos enfrenta restricciones también, derivadas del
derecho a la presunción de inocencia y de la protección a la honra y reputación de los ciudadanos.
Postergación de la ejecución de los actos sancionatorios.
Los actos administrativos a través de los cuales se imponen sanciones a los ciudadanos, no pueden
ser ejecutados de manera inmediata por la Administración Pública, porque la potestad ejecutoria en
el ámbito sancionador tiene su límite más exigente en otras presunción, la presunción de inocencia,
configurada también constitucionalmente, que impide así la ejecutividad inmediata de la sanción
impuesta en procedimiento disciplinario por un órgano administrativo.
Ilegalidad de sanciones moralizantes
se ha apreciado que la tendencia que la tendencia de las autoridades a, equivocadamente, optar por
actitudes pseudomoralizantes como por ejemplo, publicar en el diario oficial los nombres de las
personas a las cuales se ordena iniciar acciones judiciales, se abre procesos investigatorios, o se
declara una presunta responsabilidad económica en sede administrativa a ser demandada en vía
judicial.

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2) PÉRDIDA DE EJECUTORIEDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO.

Este artículo congrega las vicisitudes por las que puede ser alterada la normal eficacia de un acto
administrativo, limitando en consecuencia sus efectos jurídicos previstos legalmente. Los casos de
disfunciones de la normalidad administrativa son de dos tipos: situaciones que suspenden los efectos
jurídicos del acto y situaciones que implican una verdadera pérdida definitiva de la fuerza ejecutoria
del acto, por imperio de la ley.
I) Suspensión de la eficacia por voluntad de la administración
Es una medida cautelar a pedido de parte o de oficio que implica la cesación temporal de los efectos
del acto administrativo, con la finalidad de determinar su continuidad o no, en la decisión final que se
dicte luego de su revisión.
II) INERCIA O INEJECUCIÓN POR LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
La reforma de la LPAG introdujo una importante modificatoria a esta figura reduciendo el plazo para
que opere de 5 a 2 años, de modo que ahora, en todo acto administrativo de gravamen (multa,
sanción, anulación, reversión de un beneficio, o similar) deberá ser iniciado su procedimiento de
ejecución dentro del plazo de dos años desde su vigencia.
Como se trata de una causal de extinción del acto, sino solo de la perdida de la ejecutoriedad
administrativa, de persistir la autoridad con la necesidad de ejecutarlo, deberá plantear su pretensión
en sede judicial.
III) Cumplimiento de condición resolutoria
Producida la situación fáctica que la autoridad presupuso como condición para que el acto
administrativo dejara de producir sus efectos, opera automáticamente está pérdida de eficacia. Aun
cuando la norma no lo explicite, en igual situación se encontrará la pérdida de vigencia por el
vencimiento del plazo fijado, y la revocación formulada en los casos permisibles.

3) EJECUCIÓN FORZOSA
Los presupuestos indispensables de la ejecución forzosa son los siguientes:
i) Acto administrativo constitutivo o declarativo de una obligación a favor de la
entidad
Busca concretar el contenido de esa decisión antecedente. Toda ejecución administrativa para
cumplir la exigencia de legalidad, debe ampararse en un acto administrativo valido determinante
de la materia adeudada que sea notificado al administrado obligado.
ii) Prestación determinada clara, integra por escrito.
La regla es que la materia a ejecutar sea de comprensión universal y no sujeto a márgenes de
actuación o discrepancias sobre su alcance.
iii) Obligación derivada de una atribución de imperio o relación de derecho público
La norma precisa que no basta que exista una obligación de un administrado frente a cualquier
entidad, sino que además esta se realice o desarrolle dentro de una relación de Derecho Público o
en la cual el Estado actúe premunido de sus potestades de imperio.

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iv) Requerimiento al administrado para su cumplimiento bajo apercibimiento.
El apercibimiento previo presupone la notificación que informa de lo decidido al administrado, pero
en sí mismo es advertirle que de no cumplir voluntariamente lo dispuesto en el plazo que señale, se
procederá al medio de ejecución forzosa que se indica.
v) Ejecución no reservada al poder judicial
Es preciso que la ley especial no haya previsto la ejecución judicial de estas obligaciones,
separándose de la regla general de la ejecución administrativa. Aun cuando no hay casos expresos
de este tipo en nuestra legislación actual, se le puede asimilar los casos de seguridades contractuales
que el Estado otorga a los inversionistas para someter a controversia judicial o arbitral cualquier
desavenencia, incluso la exigencia de cumplimiento de sus obligaciones administrativas.
4) NOTIFICACIÓN DE ACTO INICIO DE EJECUCIÓN
La finalidad es que el administrado no sea sorprendido por una ejecución de un acto que desconozca
y se le permita cumplirlo voluntariamente, y si la norma lo autoriza, llegar a un acuerdo con la entidad
para satisfacer la obligación (por ejemplo, acuerdo de pago tributario).

5) MEDIOS DE EJECUCIÓN FORZOSA

i) Los medios de coerción administrativa


El sistema jurídico establece en favor de la administración Pública un conjunto de medios coercitivos
para asegurar el cumplimiento de sus decisiones de modo voluntario (ejecución espontanea) o, sobre
la propia persona del administrado (ejecución personal) o sobre sus bienes (ejecución patrimonial).
La LPAG confiere a la administración Pública los siguientes medios de ejecución forzosa:
- El apremio sobre el patrimonio, denominado comúnmente cobranza coactiva.
- La ejecución subsidiaria.
- La multa coercitiva.

6) EJECUCIÓN COACTIVA
La condición para que opere esta modalidad de ejecución es que se trate de una deuda originada en
una relación jurídica de Derecho Público, esto es, que la percepción se funde en la potestad de
imperio inherente al poder público y no en la realización de operaciones de Derecho común (civil o
empresarial del Estado), como puede ser adeudos de origen contractual, indemnizaciones, en cuyo
caso obligatoriamente el fuero natural es jurisdiccional. Las deudas que más comúnmente son
materia de cobranza en la vía coactiva son las tributarias, multas, reversión de pagos indebidos y
sanciones.

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7) EJECUCIÓN SUBSIDIARIA
Cuando se intenta exigir el cumplimiento de prestaciones materiales y fungibles (no pecuniarias),
cuya satisfacción no es estrictamente personal, procede que la Administración Pública busque su
cumplimiento a través de un sujeto distinto al obligado original pero con cargo a este, recurriendo a
la ejecución subsidiaria o por subrogación. Por ejemplo: la demolición de una construcción irregular,
el retiro de un vehículo de la vía pública, reparaciones, demolición de construcciones, realización de
inventarios, sacrificio de animales, la construcción de servidumbre o caminos, restitución de cultivos
o sembríos, etc.

8) MULTA COERCITIVA
La multa coercitiva o pena ejecutiva, como se le conoce en el Derecho alemán, constituye un medio
de ejecución indirecta o impropia, por el que la autoridad realiza una compulsión económica al
administrado para forzar a la realización de una conducta exigida por la Administración Pública. Por
ejemplo: suele ser empleada frente al incumplimiento de deberes personalísimos, donde no proceda
compulsión sobre persona o procediendo ello, la Administración Pública no lo considere conveniente,
tales como deberes tributarios y del control gubernamental.

9) COMPULSIÓN SOBRE LAS PERSONAS


Mediante ella la orden impartida es seguida de la fuerza o coacción física sobre la persona,
trasladándole del lugar donde se encuentra, trasladándola del lugar en que se encuentra hacia aquel
en que se debe satisfacer la prestación o compeliendo su actitud personal. Algunos ejemplos son
ilustrativos: el impedimento de entrada a un lugar o de transitar por algún lugar o de transitar por
algún lugar, el sometimiento a determinadas medidas físicas sobre su cuerpo (vacunaciones
obligatorias, requisas y cateos), la privación de libertad (medidas policiales, expatriación, etc.).
(MORON URBINA, Juan Carlos)

El autor Marco Antonio Cabrera Vásquez y Rosa Quintana Vivanco: Nos Señala:
EJECUTIVIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO:
Es la obligatoriedad, el derecho a la exigibilidad y el deber de cumplimiento del acto a partir de su
notificación.
La obligatoriedad es una característica insoslayable del acto administrativo, que asegura a la
autoridad la disposición exclusiva sobre la eficacia del acto como garantía de los intereses que tutela
la administración.
Todo acto administrativo regular tiene la propiedad de ser esencialmente ejecutivo; es una cualidad
genérica inseparable del acto, con independencia de que se ejecute o no, lo cual puede depender ya
de la decisión adoptada por la misma administración, ya de la suspensión por órgano jurisdiccional.
Al acto administrativo, le es propia la obligatoriedad, es decir, que el acto debe ser respetado por
todos como valido mientras subsista su vigencia.
El acto administrativo, para tener ejecutividad, debe ser regular y estar notificado. El acto
administrativo regular es ejecutivo y su cumplimiento es exigible a partir de la notificación.

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EJECUTIVIDAD ES SINONIMO DE EFICACIA DEL ACTO
Recordemos que la Ley de Procedimiento Administrativo General, Ley N°27444, norma en el Título
I: Del régimen jurídico de los actos administrativos, Capitulo III: Eficacia de los Actos Administrativos:
<<Artículo 16°.- Eficacia del acto administrativo
16.1. El acto administrativo es eficaz a partir de que la notificación legalmente realizada produce sus
efectos, conforme a lo dispuesto en el presente capitulo.
16.2. El acto administrativo que otorgue beneficio al administrado, se entiende eficaz desde la fecha
de su emisión, salvo disposición diferente del mismo acto>>.
El acto administrativo se caracteriza por su ejecutoriedad, exigibilidad u obligatoriedad, significación
que señala como rasgo común y ordinario el deber de cumplirlo y su posible ejecutoriedad.
La obligatoriedad es una característica insoslayable del acto administrativo, que asegura a la
autoridad la disposición exclusiva sobre la eficacia del acto como garantía de los intereses que tutela
la administración.
Todo acto administrativo tiene la propiedad de ser esencialmente ejecutivo; es una cualidad
inseparable del acto, simplemente por proceder de la administración y con independencia de que se
ejecute o no.
La exigibilidad es atributo de todos los actos administrativos definitivos y por lo tanto pasibles de
ejecución sin perjuicio de su ejecutoriedad.
La ejecutividad existe siempre, y significa que todo acto estatal, tan solo por su condición de tal, debe
cumplirse.
Ejecutividad es sinónimo de eficacia del acto; es regla general de los actos administrativos y consiste
en el principio de que todo acto, una vez perfeccionado, produce todos sus efectos, sin que se difiera
su cumplimiento.
La exigibilidad equivale a la eficacia. Por ello el acto eficaz es exigible.
Vale decir, entonces, que los actos administrativos son inmediatamente ejecutivos, salvo los caos en
que una disposición establezca lo contrario o requiera una aprobación superior. Se entiende que la
ejecutividad se refiere a los actos administrativos que entrañan una resolución. Los que no tienen
ese carácter no son ejecutivos.
EL CUMPLIMIENTO
El cumplimiento es la ejecución, que puede ser voluntaria, tanto por parte de los particulares, como
por los órganos inferiores de la administración, y también puede ser forzosa.
Reiteramos que los actos administrativos son en principio ejecutivos, salvo que una ley administrativa
disponga lo contrario. La ejecutividad de dicho acto significa el derecho que tiene la administración
pública para ejecutarlo.
La ley del procedimiento administrativo general, ley N°27444, norma la ejecutoriedad del acto
administrativo en el Título II, Capitulo IX: Ejecución de Resoluciones:

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<<Articulo 192.- Ejecutoriedad del acto administrativo
Los actos administrativos tendrán carácter ejecutorio, salvo disposición legal expresa en contrario,
mandato judicial o que estén sujetos a condición o plaza conforma a ley>>.
COMENTARIO:
Ejecutoriedad del acto administrativo:
Por principio, la administración misma y con sus propios medios lo hace efectivo, poniéndolo en
práctica y lo hace efectivo en ejercicio de facultades otorgadas por el ordenamiento jurídico en forma
expresa y razonablemente implícita.
La ejecutoriedad del acto administrativo significa:

 Es la potestad de realizar coactivamente el acto, ante la oposición del gobernado.


 Es la ejecución forzada del acto, para ello la administración no requiere fallo previo de los
tribunales, en razón de que es un privilegio a favor del acto administrativo, en virtud el
perseguir el interés general.
 Es la facultad atribuida por el ordenamiento jurídico a los órganos estatales que ejercen la
función administrativa, para disponer la realización o cumplimiento del acto administrativo, sin
intervención judicial, acudiendo de ser necesario al empleo de medidas de ejecución.
 Es un elemento irrescindible del poder. La ejecutoriedad es un carácter esencial de la
actividad administrativa, que se manifiesta en algunas categorías o clases de actos y en otros
no, dependiendo de esto último del objeto y la finalidad del acto administrativo.
 Es una particular <<vis jurídica>> propia del acto administrativo, por razón de la cual la
administración decide y ejecuta por si sola sus propias resoluciones.
La presunción de legitimidad avala la ejecutoriedad, pero a la vez la limita, dado que solo son
ejecutorios aquellos actos que la administración puede ejecutar, dentro de la categoría genérica de
actos regulares.
La ejecutoriedad da por sobreentendida la ejecutividad y a su vez la ejecutividad presupone la
presunción de legitimidad.
Para que un acto administrativo sea ejecutorio, tiene que tratarse de un acto <<presumiblemente
valido>>, que goza de presunción de legitimidad y ejecutividad y haya sido notificado.
La ejecución administrativa no podrá ser anterior a la notificación del acto. El acto debe ser notificado.
Debe ser factible física y jurídicamente su ejecución.
Cuando el administrado considere que el acto no es perfecto (falta de uno o más de sus elementos
o de sus requisitos constitucionales), podrá evitar o suspender la ejecución por medio de algún
recurso impugnativo administrativo o del contencioso administrativo o de amparo, según prevea la
ley.
Este principio reconoce excepciones, que dependen del sistema jurídico imperante en el lugar de que
se trate.
La posibilidad de que la propia administración pública haga efectivos o ponga en práctica los actos
administrativos que emita integra una de las tantas <<potestades>> de la administración: La potestad
imperativa o de mando, es decir la posición de la administración, al poder ejecutar por si misma e
inmediatamente sus decisiones, traducidas en actos administrativos, aparece como un verdadero y
a la vez necesario privilegio, frente a los administrados, ya que goza de la llamada <<acción de
oficio>> o acción directa, a diferencia de los particulares, quienes tienen que recurrir a las
autoridades judiciales para obtener la ejecución forzada de sus derechos.

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Debemos señalar que a esa <<ejecutoriedad>>, los autores francés – inicialmente hauriou – la llaman
<<action d´ office>>.
Se retira que los actos administrativos producen todos sus efectos en el instante mismo de su
perfección; no se requiere ninguna otra actividad posterior.
Los hechos de ejecución deben ajustarse a lo dispuesto en el acto administrativo cuyo cumplimiento
procuran, así a las formalidades legales aplicables. La violación de este principio configura una
irregularidad y si ocasiona perjuicios compromete la responsabilidad de la administración.
En síntesis los fundamentos de la ejecutoriedad son:
a) La necesidad de que la satisfacción de los intereses generales, para cuya satisfacción se
emiten los actos administrativos, no resulte obstaculizada por la acción de los particulares o
administrados.
b) La presunción de legitimidad que caracteriza al acto administrativo. Debemos señalar que a
la presunción de legitimidad se le llama también: <<Presunción de legalidad>>, <<presunción
de validez>>, <<presunción de justicia>>, y <<presunción de legitimidad>>.
Presunción de legitimidad quiere decir que la actividad administrativa ha sido emitida conforme al
derecho; que su emisión responde a todas las prescripciones legales o se ha respetado las normas
que regulan la producción de la actividad administrativa.
Legitimidad es sinónimo de perfección del acto o presunción de regularidad del acto.
El acto no goza sino que el acto tiene legitimidad o en otros términos se lo presume legítimo.
c) El carácter público de la actividad ejercida mediante el acto administrativo.
La facultad de exigir coactiva y directamente las propias decisiones deriva del concepto mismo del
poder público, al que le es esencial. Sin ella los órganos del poder público dejarían de ser tales.

DIFERENCIA ENTRE EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD


Por ningún motivo se debe confundir la ejecutoriedad con la ejecutividad, o la exigibilidad, por este
motivo reiteramos:
 La ejecutividad o la exigibilidad es característica de todo acto administrativo que esté en
condiciones de ser exigido o cumplido. La Ejecutividad consiste en una presunción de validez
que implica la posibilidad y obligación de ejecutarse.
 La ejecutoriedad, en cambio, es la potestad que, por principio, tiene la administración pública
de hacer cumplir por si misma los actos que emita.
La ejecutoriedad de un acto administrativo es la potestad de realizar coactivamente el acto, ante la
oposición del gobernado. Se trata de la ejecución forzada del acto para ello la administración pública
no requiere fallo previo de los tribunales, en razón de que es un privilegio a favor del acto
administrativo, en virtud de perseguir el interés general.
En resumen: El acto administrativo es ejecutivo, en tanto se le supone valido emitido conforme a ley.
Nos preguntamos:
¿Cuál es el fundamento de ese privilegio especial que ostenta la administración pública?
E0n principio el acto administrativo una vez perfeccionado produce todos sus efectos y por lo mismo,
cuando requiere ser llevado a los hechos, puede y debe ser ejecutado. Es la regla general. Esta
peculiar característica del acto administrativo se denomina ejecutividad.

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No debe confundirse ese carácter con la ejecutoriedad, que es la posibilidad de la administración de
ejecutar el acto por sí misma, incluso en caso de resistencia abierta o pasiva de las personas
afectadas, pudiendo acudir en tal caso a diversas medidas de coerción.
La posibilidad de la administración de ejecutar directamente sus propios actos tiene sólidos
fundamentos. El acto administrativo constituye un instrumento público y como tal se presume valido
y hace plena fe. Hasta tanto se demuestre lo contrario. Por consiguiente, es lógico que pueda
cumplirse a pesar de las impugnaciones que se formulen, máxime que su ejecución tiende a
satisfacer necesidades públicas, y sin perjuicio de la responsabilidad en que la administración incurra
si el acto o los hechos de ejecución fueren ilícitos.
La ley N°27444, ley del procedimiento administrativo general, norma:
<<Artículo 193°.- Perdida de ejecutoriedad del acto administrativo
193.1. Salvo norma expresa en contrario, los actos administrativos pierden efectividad y
ejecutoriedad en los siguientes casos:
193.1.1. Por suspensión provisional conforme a ley.
193.1.2. Cuando transcurridos cinco años de adquirida firmeza, la administración no ha iniciado los
actos que le competen para ejecutarlos.
193.1.3. Cuando se cumpla la condición resolutiva a que estaban sujetos de acuerdo a ley.
193.2. Cuando el administrado oponga al inicio de la ejecución del acto administrativo la pérdida de
su ejecutoriedad, la cuestión es resuelta de modo irrecurrible en sede administrativa por la autoridad
inmediata superior, de existir previo informe legal sobre la materia>>.
COMENTARIO:
La decisión ejecutoria, es el acto que por la sola decisión de la administración puede modificar el
orden jurídico. Cuando esa decisión pierde su ejecutoriedad desaparece como tal, se extingue. Por
ello, hablar de las causales de extinción del acto administrativo es lo mismo que hablar de los casos
de pérdida de su ejecutoriedad.
Suspensión provisional
El fenómeno de la suspensión provisional del acto administrativo ocurre cuando los tribunales
administrativos la decretan dentro de un proceso contencioso – administrativo ordinario; por ser el
acto acusado ostensiblemente violatorio de una norma superior de derecho o causante de un agravio
injustificado. Es una pérdida de obligatoriedad transitoria o provisional. A través de ella el acto deja
de sufrir efectos sólo mientras se decide en la sentencia definitiva, si debe ser anulado o no.
PRESCRIPCION DE ACTO ADMINISTRATIVO
Corresponde a la administración abstenerse de ejecutar sus actos cuando han transcurrido cinco
años sin haber realizado lo conducente para ejecutarlos o pierdan su vigencia por haber sido
derogados o revocados.

CONDICION RESOLUTIVA
La condición es resolutoria cuando el acto que ya ha surgido o nacido y tiene actual vigencia, se ha
de extinguir o resolver en el momento a oportunidad en que el evento futuro se realice. En esta

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circunstancia carece de sentido que la administración, advertida de que su acto se ha tornado
ineficaz, acuda a los tribunales en busca de una decisión que no necesita.
Se debe concordar con el artículo 216 de la ley N°27444, ley del procedimiento administrativo
general, que norma:
<<Artículo 216°.- Suspensión de la ejecución
216.1. La interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una norma legal establezca
lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.
216.2. No obstante lo dispuesto en el numeral anterior, la autoridad a quien competa resolver el
recurso podrá suspender de oficio o a quien competa resolver el recurso podrá suspender de oficio
o a petición de parte la ejecución del acto recurrido cuando concurra algunas de las siguientes
circunstancias:
a) Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil reparación.
b) Que se aprecie objetivamente la existencia de un vicio de nulidad trascendente.
216.3. La decisión de la suspensión se adoptara previa ponderación suficientemente razonada entre
el perjuicio que causaría al interés público o a terceros en suspensión y el perjuicio que causa al
recurrente la eficacia inmediata del acto recurrido.
216.4. Al disponer la suspensión podrán adoptarse las medidas que sean necesarias para asegurar
la protección delinteres público o los derechos de terceros y la eficacia de la resolución impugnada.
216.5. La suspensión se mantendrá durante el trámite del recurso administrativo o el correspondiente
proceso contencioso – administrativo, salvo que la autoridad administrativa o judicial disponga lo
contrario si se modifican las condiciones bajo las cuales se decidió>>.
EJECUCION FORZOSA
La ley N° 27444, LEY DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL, NORMA:
<<Artículo 194°.- Ejecución forzosa
Para proceder a la ejecución forzosa de actos administrativos a través de sus propios órganos
competentes, o de la Policía Nacional del Perú, la autoridad cumple las siguientes exigencias:
1. Que se trate de una obligación de dar, hacer o no hacer, establecido a favor de la entidad.
2. Que la prestación sea determinada por escrito de modo claro e íntegro.
3. Que tal obligación derive del ejercicio de una atribución de imperio de la entidad o provenga
de una relación de derecho púbico sostenida con la entidad.
4. Que se haya requerido al administrado el cumplimiento espontaneo de la presentación, bajo
apercibimiento de iniciar el medio coercitivo específicamente aplicable.
5. Que no se trate de acto administrativo que la constitución o la ley exijan la intervención del
Poder Judicial para su ejecución.
6. En el caso de procedimientos trilaterales, las resoluciones finales que ordenen medidas
correctivas constituyen títulos de ejecución conforme a lo dispuesto en el artículo 713° inciso
4 del código procesal civil, modificado por la ley N°28494, una vez que el acto quede firme o
se haya agotado la vía administrativa.
En caso de resoluciones finales que ordenen medidas correctivas, la legitimidad para obrar en los
procesos civiles de ejecución corresponde a las partes involucradas>>.

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COMENTARIO:
DEFINICION DE EJECUCION FORZOSA
La ejecución forzosa es el cumplimiento de una obligación por disposición de la autoridad
competente, utilizando medidas coactivas o coercitivas ante la negativa del obligado de cancelar la
obligación en forma regular. Afirma GARCIA – HERREROS: <<La doctrina francesa sostiene que la
ejecución de oficio debe tener, por regla general, base en un texto legal, es decir, en norma expresa
que autorice a la administración para proceder a la ejecución de su decisión si el particular se opone
y la jurisprudencia ha enumerado allí taxativamente los eventos excepcionales en los cuales es
posible efectuarla sin autorización legal>>.
La ley N° 27444, ley del procedimiento administrativo general, norma:
<<Artículo 195°.- Notificación de acto de inicio de ejecución
195.1 La decisión que autorice la ejecución administrativa será notificada a su destinatario antes de
iniciarse la misma.
195.2. La autoridad puede notificar el inicio de la ejecución sucesivamente a la notificación del acto
ejecutado, siempre que se facilite al administrado cumplir espontáneamente la prestación a su
cargo>>.
COMENTARIO:
La garantía del procedimiento administrativo es notificar al administrado, como se ha normado en la
ley N° 27444:
Artículo 20°: Modalidades de notificación
Artículo 24°: Contenido de la notificación
Artículo 25°: Vigencia de las notificaciones
Artículo 161.2. : Plazo para presentar alegatos
Artículo 192°: Ejecutoriedad del acto administrativo
Artículo 194°: Ejecución forzosa
Por lo tanto, no basta el acto administrativo a través de un decreto y/o resolución para conducir a la
ejecución, sino que es necesaria la notificación al administrado.
Los tres actos sucesivos son:
a) La decisión que autorice la ejecución del acto: Emisión del acto
b) El apercibimiento del cumplimiento del acto: Notificación
c) El inicio del acto de ejecución: Ejecución
Es garantía del procedimiento estar debidamente notificado, que se tenga pleno conocimiento del
contenido y alcances de una resolución administrativa, con el objeto de actuar debidamente su
ejecución.
La ley N° 27444, ley del procedimiento administrativo general, norma:
<<Artículo 196°.- Medios de ejecución forzosa
196.1. La ejecución forzosa por la entidad se efectuara respetando siempre el principio de
razonabilidad, por los siguientes medios:

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a) Ejecución coactiva
b) Ejecución subsidiaria
c) Multa coercitiva
d) Compulsión sobre las personas
196.2. Si fueran varios los medios de ejecución aplicables, se elegirá el menos restrictivo de la libertad
individual.
196.3. Si fuese necesario ingresar al domicilio o a la propiedad del afectado, deberá seguirse lo
previsto por previsto por el inciso 9 del artículo 20° de la Constitución Política del Perú>>.
COMENTARIO:
Por evidente error tipográfico el numeral 196.3 de la ley se refiere al artículo 20° de la constitución,
debiendo remitirse al artículo 2°.
Debemos tener en cuenta lo que ordena la constitución política, que norma:
<<Artículo 2°.- Toda persona tiene derecho:(….)
9. A la inviolabilidad del domicilio. Nadie puede ingresar en él ni efectuar investigaciones o registros
sin autorización de la persona que lo habita o sin mandato judicial, salvo flagrante delito o muy grave
peligro de su perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son regulados
por la ley.
24. A la libertad y a la seguridad personales. En consecuencia:(….)
g. Nadie puede ser incomunicado sino en caso indispensable para el esclarecimiento de un delito, y
en la forma y por el tiempo previsto por la ley. La autoridad está obligada bajo responsabilidad a
señalar, sin dilación y por escrito, el lugar donde se halla la persona detenida>>.
La ejecución forzosa es un instrumento de la ley dota a la administración para el cumplimiento del
acto administrativo.
El artículo 196° de la ley señala los medios de ejecución forzosa siguientes:
Ejecución coactiva, ejecución subsidiaria, multa coercitiva y compulsión sobre las personas.
Estos medios serán empleados bajo el principio de la razonabilidad, debiendo inclinarse, cuando
pueda ser aplicado más de uno por el que menos afecte o restrinja la libertad individual. Estas
potestades públicas no posibilitan de manera alguna la invasión de la propiedad y el domicilio del
obligado, sino a través de la autorización de éste o por mandato judicial, de conformidad con el inciso
9 del articulo2° de la constitución política que consagra la inviolabilidad del domicilio.
La ley N° 27444, ley del procedimiento administrativo general, norma:
<<Artículo 197°.- EJECUCION COACTIVA
Si la entidad hubiera de procurarse la ejecución de una obligación de dar, hacer o no hacer, se seguirá
el procedimiento previsto en las leyes de la materia>>.
COMENTARIO:
Las leyes de la materia son:
a) Si se trata de una deuda tributaria:
 TUO del Código Tributario: D.S. N°135 – 99 – EF
 Ley Penal Tributaria: Decreto Legislativo N°813
b) Si se trata de deudas originadas en cualquier otra relación jurídica de derecho público:

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 Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva: Ley N° 26979
 Reglamento de la Ley de Procedimiento de Ejecución Coactiva: D.S. N°069 – 2003 –
EF.
DEFINICON DE EJECUCION COACTIVA
La ejecución coactiva constituye un verdadero procedimiento de apremio sobre el patrimonio del
obligado a pagar a las instituciones públicas, como consecuencia del contenido de un acto que así
lo estipula, de acuerdo a las leyes de la materia y siempre que presuponga una relación jurídico –
administrativa y no una relación comercial o civil del estado.
La ejecución coactiva tiene por finalidad lograr el cumplimiento de una obligación, ya sea de dar,
hacer o no hacer. En este punto, cabe aclarar que la obligación de dar puede estar orientada a la
entrega de bienes muebles o inmuebles.
Generalmente, se trata de obligaciones de dar bienes muebles, específicamente de sumas de dinero
(ya sean, multas, tributos, etc.).
El cumplimiento de las obligaciones de hacer está también sujeto a la ejecución coactiva, tal puede
ser el caso, por ejemplo, de un administrado construyera un piso adicional en su inmueble sin contar
con la autorización respectiva. En este caso, la administración procede a notificarle que de no destruir
dicha construcción él mismo, procederán a la ejecución forzada de dicha obligación.
Por lo tanto la ejecución forzosa es el medio jurídico por el cual se logra la satisfacción del acreedor
cuando ésta no se consigue a través de la prestación del deudor y es necesario conseguir aquella
satisfacción independientemente de la voluntad del obligado, venciendo su contraria voluntad.
Como sabemos, la administración pública cuenta con un procedimiento especial, al que se le
denomina como <<de apremio>>, <<coactivo>> o <<coercitivo>> que le permite cobrar los créditos
a su favor derivadas de tributos, sanciones, recargos, multas, etc.
La Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, norma:
<<Artículo 198°.- Ejecución subsidiaria
Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos puedan
ser realizados por sujeto distinto del obligado.
1. En este caso, la entidad realizara el acto, por si o a través de las personas que determine, a
costa del obligado.
2. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo
anterior.
3. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, o
reservarse a la liquidación definitiva>>.
COMENTARIO:
Cuando se intenta satisfacer el cumplimiento de prestaciones materiales y fungibles, cuya
satisfacción no es estrictamente personal o personalísima, es factible que la administración obtenga
su cumplimiento mediante un sujeto diferente al obligado original, pero con cargo a éste, recurriendo
a la ejecución subsidiaria.
Si el administrado obligado incumple, la administración queda facultado para satisfacer dicha
obligación a través de sus propios funcionarios o de terceros, pero en ambos casos, el importe de
los gastos, daños y perjuicios que dicha medida ocasionara serán de cargo del obligado original,
cuyo pago podrá obtenerse en vía de ejecución coactiva.

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Cabe agregar, que ni el funcionario o el tercero que cumplen la prestación en subsidio ingresan a
una relación jurídica con el obligado, sino frente a la administración>>.
DEFINICION DE EJECUCION SUBSIDIARIA
La ejecución subsidiaria consiste en que si el acto contuviera una obligación material como un hacer,
la administración puede subrogar directa o indirectamente, con cargo al obligado. Por ejemplo, la
obligación de cercar un terreno o remover escombros.
La Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, norma:
<<Artículo 199°.- Multa coercitiva
199.1. Cuando así lo autoricen las leyes, y en la forma y cuantía que éstas determinen, la entidad
puede, para la ejecución de determinar actos, imponer multas coercitivas, reiteradas por periodos
suficientes para cumplir lo ordenado, en los siguientes supuestos:
a) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión sobre la persona del obligado
b) Actos en que, procediendo la compulsión, la administración no la estimara conveniente.
c) Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona.
192.2. La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter
y compatible con ellas.
COMENTARIO:
Si es que un acto administrativo impone una obligación a un particular y éste debe cumplirla, si se
resiste a cumplirla, se le imponen multas sucesivas mientras permanezca en rebeldía, concediéndole
plazos razonables con la finalidad de que cumpla con lo ordenado.
La reiteración o acumulación es la característica inherente a la esencia de la multa coercitiva. La
aplicación de esta medida implica a tomar en cuenta el principio de racionalidad, en cuanto a los
espacios temporales entre la imposición de una multa y otra. Así por ejemplo, si emitida una
resolución de la comisión de protección al consumidor en la que se imponen al proveedor
determinadas medidas correctivas y éstas son incumplidas, la comisión podrá además de éstas
imponer multas por el incumplimiento, las cuales pueden ir incrementándose en la medida que
transcurrió el tiempo, el proveedor siga incumpliendo.
La Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, norma:
<<Artículo 200°.- Compulsión sobre las personas
Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o soportar, podrán
ser ejecutados por compulsión sobre las personas en los casos en que la ley expresamente lo
autorice, y siempre dentro del respeto debido a su dignidad y a los derechos reconocidos en la
Constitución Política.
Si los actos fueran de cumplimiento personal, y no fueran ejecutados, darán lugar al pago de los
daños y perjuicios que se produjeran, los que se deberán regular jurídicamente>>.
COMENTARIO:
El derecho administrativo, tiene como característica la prerrogativa de poder, es decir, la vis
compulsiva o fuerza física. Por lo tanto, los actos administrativos tienen esa vis compulsiva que las
autoridades aplican legítimamente, cuando el caso lo requiera, pero siempre, dice la ley dentro del
respeto debido a la dignidad de la persona humana y a los derechos constitucionales reconocidos
por la carta magna.

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La compulsión sobre las personas debe ser conforme lo prevé la norma, considerando de manera
especial a los sujetos sobre los cuales se ejerce dicha compulsión. Se entiende en principio que debe
primar el principio de razonabilidad, el respeto de la norma constitucional y a los fines efectivos del
procedimiento administrativo, sin que ello signifique actos arbitrarios de parte de cualquier autoridad.
PROCEDENCIA DE COMPULSION SOBRE LAS PERSONAS
La compulsión sobre las personas cabe cuando se trata de obligaciones personalísimas, imposibles
de derivarse o subrogarse. Se entiende, respetando su dignidad y derechos fundamentales
AUTOR: GUILLERMO BENDEZU NEYRA:
EJECUCION DE RESOLUCIONES
CONCEPTO:
Toda resolución concesiva de derechos es ejecutable a petición expresa del interesado en la etapa
final del procedimiento. Sim embargo, la autoridad administrativa competente también tiene facultad
para ejecutar de oficio el mandato coercitor ante la negativa o resistencia del sujeto obligado a la
prestación.
EJECUTORIEDAD Y SALVEDAD
Buen número de actos administrativos tienen carácter ejecutorio, salva la expresa disposición legal
contraria, mandato judicial, o si están sometidos a condición resolutoria a plazo pre – fijado, acorde
la correspondiente ley. (Art.192° ley).
Una condición resolutiva inserta en la decisión formal consistirá, por ejemplo, en desocupar una
vivienda perteneciente al Ministerio de Defensa en un plazo impostergable de 30 días ordinarios. Si
el morador no acatara esta orden, será conminado a abandonar el inmueble bajo severa advertencia
de acudir al Fuero Civil para el respectivo lanzamiento sin tregua alguna.
INEFICACIA
Pierden efectividad y ejecutoriedad los actos administrativos según determinada circunstancia
sobreviniente, exceptos aquellos para los cuales alguna norma expresa dispone lo contrario. En
cualquiera de estos casos las pierden:
a) Por suspensión provisional, conforme a ley; es decir, sin una norma sustantiva dispone
recesar hasta nueva fecha la dicha ejecución, atendiendo a móviles económicos, socio –
políticos, etc.
b) Por caducidad de la ejecución; o sea, si sucesionados cinco años de haber adquirido firmeza,
la entidad administrativa no inicia los trámites conducentes a su real efectivizacion. Eje.: si al
16 – Dic – 2013 un acto resolutorio adquirido firmeza y transcurren cinco años, entonces
habrá fenecido la potestad efectista del ente administrador porque se pierde toda
ejecutoriedad al no haberse iniciado el respectivo tramite.
c) Cuando se cumpla la condición resolutoria a la cual estuvieran sometidos los actos
administrativos conforme a ley.
Sería el caso de una Resolución expedida por el Sector Transportes – Comunicaciones, ordenado la
clausura de ruta a una empresa particular, dedicada al traslado de carga y pasajeros por varios
pueblos turísticos, con efectividad al 30 – Dic – 2013, pero ante el cumplimiento de una condición
resolutoria el 30 – Dic – 2013, consiste en adquirir más unidades vehiculares (12), dicho mandato
impeditivo quedara sin efecto al haber operado la tal condición definitoria.

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OPOSICION, DICTAMEN Y RESOLUCION
Cuando el sujeto administrable formule oposición al acto ejecutorio desde su iniciación, planteando
la extinción de su don efectista, tal incidente contrapositor será definido de modo irrecurrible (no
impugnable) por la autoridad inmediata superior a la emisora del mandato coercitivo. Si hubieran dos
instancias, la autoridad competente absolverá el petitorio, previo dictamen técnico – legal sobre la
oposición formulada a través del recurso apelatorio. (Art.193.2).
Si la resolución procediera de una autoridad no sujeta a jerarquía superior, será viable interponer un
recurso de reconsideración, sometiéndose el trámite a la única instancia decisoria.
REQUISITOS PARA UNA EJECUCION FORZOSA
Para toda medida forzosa de actos resolutorios a cargo de órganos dependientes en la
Administración Gubernamental, o en la Policía Nacional, el competente funcionario ejecutor deberá
apreciar y evaluar estas exigencias o requisitos indispensables:
a) Que la resolución definitoria verse sobre una obligación de dar, hacer o no hacer, impuesta a
favor de la entidad pública, como cuando un decreto municipal ordena, a determinado vecino,
el cercado perimétrico de su terreno urbano para evitar invasiones o posesiones ilícitas (o
afectar el ornato citadino), por aparente abandono (obligación de hacer), su pena de imponer
una multa ejemplarizadora si no acatara el mandato en el plazo de 30 días ordinarios.
b) Que la prestación esté consignada en la resolución de modo expreso, claro y completo en
estricta observancia el principio de literalidad, contemplado en el Art.133° de CPC.
Así, si un decreto edilicio no precisa con claridad la numeración municipal del inmueble, cuyo
propietario de modo inconsulto edifico una pared frontal, invadiendo la vía pública (vereda)
en 30 centímetros hacia el exterior, dicha resolución municipal no tendrá eficacia para
disponer la demolición del muro delantero porque no señala con precisión cual es el número
real que corresponde a dicha vivienda, debiendo la autoridad competente subsanar esta
deficiencia numérica.
c) Que tal obligación sea consecuencia de atribuciones imperativas de la Administración
Gubernamental o se derive de una relación de derecho público sostenida entre el usuario y
la entidad, como cuando hay imperativo deber de un ciudadano para concurrir y solicitar a la
correspondiente Municipalidad la autorización de funcionario para continuar con la prestación
de servicios técnicos en un taller electromecánico y pesa sobre aquel una orden de clausura
o cierre definitivo en plazo perentorio.
En tal caso, la resolución conminatoria debe mencionar el requerimiento previo para acatar la
obligación de hacer, pues, de haber rehusamiento o resistencia, la entidad edilicia procederá
a la ejecución forzosa.
d) Que no sea un acto resolutorio susceptible de intervención por el ente jurisdiccional (PJ) para
la ejecución definitoria de aquel, acorde los principio garantistas de la Carta Fundamental de
la Nación y otras leyes compatibles.
NOTIFICACION PREVENTIVA
El decreto o la resolución autoritativa para la ejecución forzada será notificada al destinatario antes
de empezar la medida efectista.
NOTIFICACION Y EJECUCION SIMULTÁNEA
El funcionario competente puede notificar el decreto ejecutorio y en forma simultanea levantar el acta
y practicar la diligencia coercitiva, siempre y cuando el administrable este presto a cumplir de modo
espontaneo o voluntario la prestación a su cargo. (Art.195°, ley).

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Así, ante la advertencia formulada por el funcionario ejecutor, el sujeto administrable expresara su
voluntad de pagar en el acto la suma de S/. 200.00, antes de sufrir alguna medida coactiva. En esta
hipótesis, aquel ejecutor notificara la resolución efectista y entregara copia del acta al ciudadano
afectado en la cual consta haber cumplido con la prestación dineraria de modo voluntario.
MODALIDADES
Estas son empleados por casi todas las instituciones del Sector Público Reformado, debiendo la
respectiva entidad considerar para su imposición los principios de razonabilidad y proporcionalidad.
Las principales modalidades son:
a) Ejecución coactiva, o la efectivizacion de la medida coercitiva, recayendo en los bienes
muebles en posesión del obligado, bajo la forma de extracción y depósito a cargo del auxiliar
coactivo.
b) Ejecución sustitutoria, o la medida subsidiaria efectivizada contra los derechos reales o
intereses patrimoniales de un sujeto diferente al directo obligado.
c) Multa coercitiva, o aplicación de una sanción pecuniaria al infractos en periodos sucesivos,
previo requerimiento formal.
d) Compulsión personal, o conducción forzada por la policía ante el Despacho burocrático,
previo aviso conminatorio por escrito.
EJECUCION DE MEDIDA MENOS GRAVOSA
Si fueran varias las modalidades ejecutorias a emplearse, la Autoridad Administrativa elegirá la
menos gravosa o restrictiva a la libertad personal. Jamás podrá utilizarse a priori la orden de
comparecencia compulsiva hacia el Despacho burocrático porque ello limita frontalmente el libre
accionar del sujeto administrable, pues, equivale a una concurrencia forzada a cargo de la policía
sectorial. (Art. 196.2, Ley).
INCURSION EN DOMICILIO AJENO
Si fuera necesario ingresar al domicilio del administrable, sea apartamento, casa – habitación, centro
mercantil, establecimiento industrial, oficina, etc., la autoridad gubernamental deberá solicitar y
obtener autorización del juez especializado en materia civil, la pena de incurrir en delito de
allanamiento domiciliario, previsto en el Art. 160° del Código Penal y contemplada esta prohibición
en el Art. 2 de la carta fundamental, cuyo tenor enfatiza: “Nadie puede ingresar a un domicilio ajeno
ni efectuar investigaciones o registros en el mismo, sin anuencia del morador u ocupante (aun siendo
clandestino), o sin orden judicial, salvos los casos de flagrante delito o inminente perpetración..”
SUJECION A TRAMITE LEGAL
Si una entidad gubernamental o para estatal pretendiera ejecutar alguna obligación de dar, hacer o
no hacer, deberá seguir el proceso contemplado en las leyes o normas pertinentes, para no incluir
en infracciones sancionables plenamente. (Prevaricato, abuso de autoridad, etc.)
NORMAS SOBRE EJECUCION SUBSIDIARIA
Es procedente la ejecución subsidiaria cuando se trata de actos efectistas que no siendo
personalísimos pueden ser cumplidos por individuo o sujeto diferente del directamente obligado.
(Art.198°, ley)
Ejem: El empleado de un centro mercantil (Almacén de licores y cerveza), está facultado por ley para
entregar bajo cargo los libros contables y salariales al inspector de trabajo (o al funcionario delegado
por el), en observancia de una orden conminatoria de multa en caso opuesto, para determinar los
cuántumes pecuniarios a distribuir entre obreros y empleados trimestre del año 2013, (Oct – Dic –
2013), tratándose así de una obligación de dar o entregar.

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PROCEDIMIENTO
El proceder ejecutorio deberá ceñirse a estas reglas puntuales:
a) La entidad efectivizara el acto resolutorio por si o mediante una persona a designar, pero a
cuenta del directo obligado como cuando un empresario deudor de la SUNAT se ve coercitado
por el funcionario coactivo al ser intervenida la negociación industrial bajo administración de
su dependiente, acorde el Art. 165° del Código Civil, el cual lo representa legalmente.
b) Los gastos por daños y perjuicios se determinaran conforme la medida coactiva del respectivo
procedimiento normado en la ley 26979 y su reglamento, aprobado mediante decreto supremo
N° 036-2001-EF del cual solo quedan vigentes los Artículos 10°,11° y 12°. El nuevo
reglamento de la ley N°26979, ha sido aprobado mediante decreto supremo N° 069-2003-EF.
c) El importe de gastos (costas procesales) podrá liquidarse en forma provisional y efectivizarse
antes de la ejecución, o reservarse para una posterior liquidación definitiva.
IMPOSICION DE MULTA
Cuando la ley o norma jurídica autorice una sanción pecuniaria, en determinadas modalidad y cuantía
dineraria, la correspondiente entidad puede, para la ejecución de ciertos actos, aplicar multas
coercitivas y reiteradas por periodos suficientes, acatando un mandato expreso, en estos supuestos
facticos:
a) Actos personalísimos en los cuales no sea viable la compulsión policial sobre el sujeto
administrable.
b) Actos por los cuales, procediendo la compulsión, la autoridad gubernamental o administrativa
no la considere conveniente o apropiada.
c) Actos cuyo acatamiento pueda el obligado encargar a otra persona, como el caso de un
dependiente frente al empleador.
AUTONOMIA Y EXCLUSION
La multa coercitiva es independiente de otras sanciones a ser impuestas con tal carácter y deberán
ser compatibles con ellas.
MEDIDA COMPULSIVA
Los actos resolutorios que establezcan una obligación personalísima de no haber (no actuar) o
soportar, podrán ser ejecutados por compulsión sobre los sujetos administrables en los casos
autorizados expresamente por ley, guardando el debido respeto a la dignidad, decoro y otros
derechos amparados por el Art. 2° de la Carta Magna. (Aer.200, Ley 27444).
Si los actos fueran de cumplimiento individual y no fueran ejecutados, originaran el pago de daños y
perjuicios ocasionados, el cual será regulado en la vía judicial.

2) REVISIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

La revisión de un acto administrativo o de una resolución de la autoridad administrativa consiste en


la acción de volver sobre los mismos a efectos de modificarlos o hacerles desaparecer del ámbito
jurídico, mediante acción de contrario imperio. En esencia un ejercicio de la potestad de revisar
actuaciones anteriores un ejercicio de la potestad de control de los actos y, en esencia, es una
actividad de segundo grado sucesiva en el tiempo sobre la Administración Pública activa.

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- Revisión por órganos no administrativos
Constituye la revisión que el Estado realiza pero a través de los órganos jurisdiccionales dentro de
un proceso bilateral y fuera del ámbito de la propia Administración Pública.
- Revisión por la propia Administración Pública
Constituye una expresión de la potestad de autotutela revisora de la Administración Pública que le
permite controlar la regularidad de sus propias decisiones en resguardo del interés público. Dicha
revisión puede ser promovida por el administrador por intermedio del instrumento idóneo que es el
recurso, actuando como colaborador y, por ende, con intereses convergentes con la autotutela, o
promovida de oficio por la propia administración pública en cumplimiento de su deber de oficialidad
del procedimiento.

REVISIÓN DE OFICIO
i) La potestad correctiva de la Administración Pública
En tanto que la Administración Pública requiera de seres humanos para su funcionamiento, su
actuación es pasible de incurrir en errores de diferentes magnitudes. Así algunos de ellos serán de
tal gravedad que conllevaran indefectiblemente a la nulidad del acto administrativo emitido, mientras
otros pueden no tener incidencia alguna en aspectos sustanciales, reduciéndose a simples errores
materiales o errores de cálculo que no afectan de manera sustancial la existencia del acto.
ii) Los errores posibles de rectificar
La potestad correctiva de la Administración Pública le permite rectificar sus propios errores, siempre
que estas sean de determinada clase y reúnan ciertas condiciones. Los errores que pueden ser
objeto se rectificación son solo los que no alteran su sentido ni contenido. Quedan comprendido en
esta categoría los denominados errores materiales, que pueden ser a su vez: un error de expresión
(equivocación en la institución jurídica), un error gramatical (señalamiento equivocado de
destinatarios del acto) o un error aritmético (discrepancia numérica).
iii) La rectificación del acto administrativo y la fe erratas
No es lo mismo la rectificación de la publicación en el diario oficial El Peruano y la rectificación de los
actos administrativos. El primero supone la existencia de un acto que no presenta el defecto material
que se detecta en la versión publicada del mismo, por lo que bien puede decirse que se trata de un
error imputable al proceso de publicación, esto es, ajeno al autor del acto. Cuestión distinta es la que
plantea la rectificación del acto, y que tiene como presupuesto que el autor del acto del que se trate
haya incurrido en un error material o de cálculo. (MORON URBINA, Juan Carlos)

REVISION DE OFICO
El autor Marco Antonio Cabrera Vásquez y Rosa Quintana Vivanco
INTRODUCCION
La Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley N° 27444 en el Titulo III: Revisión de los actos
administrativos. Se integra el CAPITULO I: Revisión de oficio. Rectificación de errores, nulidad de
oficio la revocación y los recursos administrativos.
Debemos precisar que los actos administrativos, por el sólo hecho de serlo, tienen el carácter de
cosa decidida, pero no de cosa juzgada.

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RECTIFICACION DE ERRORES
La Ley N°27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, norma:
<<Artículo 201°.- Rectificación de errores
201.1. Los errores material o asimétrico en los actos administrativos pueden ser rectificados con
efecto retroactivo, en cualquier momento, de oficio o a instancia de os administrados, siempre que
no se altere lo sustancial de su contenido ni el sentido de la decisión.
201.2. La rectificación adopta las formas y modalidades de comunicación o publicación que
corresponda para el acto original>>.
COMENTARIO:
La existencia de una voluntad estatal valida es un elemento esencial del acto administrativo. Dicha
voluntad se exterioriza, se encarna mediante una decisión expresada: Declaración, en formas
legales: Decretos, resoluciones, principalmente. Desde este momento el acto administrativo se
aprecia a través de esa decisión declarad, lo esencial es la voluntad real del órgano administrativo.
De lo expuesto, puede suceder que haya discordancia entre la voluntad real y la decisión declarada,
el acto administrativo resulta viciado, pues lo que vale es la voluntad real. En ese caso corresponderá
rectificar el acto administrativo para ajustarlo a la voluntad real, salvo que medien obstáculos legales
para hacerlo y sin perjuicio de la responsabilidad a que hubiera lugar. Queremos señalar que la
voluntad administrativa puede verse afectada por error.
Se trata, por tanto, de un procedimiento especial de revisión, que tiene por objeto específico la
rectificación de los errores materiales de un acto administrativo.
¿QUE ES EL ERROR?
La palabra error viene del latín errare, que significa: Ir a la aventura, errar, acción de equivocarse,
principalmente de afirmar como verdadero lo que es falso.
Como sinónimo, tenemos: Ilusión, lapsus, desatino, desacierto, equivocación, yerro, malentendido,
inexactitud.
El error, pues, consiste:

 El vico de la voluntad que, al igual de lo que ocurre en el campo del derecho privado, puede
afectar al acto administrativo, provocando su nulidad.
 En un falso o deformado conocimiento, respecto de uno, varios o todos los elementos del
acto. En principio, el criterio para apreciar el error debe buscarse en su gravedad, o sea la
manera, intensidad o medida con que por él queda alguno de los elementos esenciales del
acto administrativo.
El error, para que traiga aparejada la invalidez del acto, debe ser de tal naturaleza y entidad, que si
la administración pública lo hubiera conocido no habría emitido el acto o lo hubiera hecho con un
contenido esencialmente diferente.
Es éste sentido y alcance que cabe asignar a la expresión <<error esencial o substancial>> en el
derecho administrativo, pues si así no fuera, si el error no reunirá esos caracteres, estuviese ante
una mera irregularidad, insuficientes para invalidar el acto.
El error puede ser:

 Error o ignorancia de hecho, consiste en no saber una cosa

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 Error o ignorancia de derecho, consiste en no saber lo que una ley o una costumbre ordenan,
lo que no es conforme a la norma.
Error communis facit ius: El error común hace derecho. Teoría ampliamente acogida en el ámbito
de la función de hecho, para explicar los institutos e la suplencia y de la sustitución.
Existe el caso de barbario Felipe, ocurrido en roma. Este personaje era un esclavo fugitivo que
ocultando su origen, adquirió tan gran prestigio entre sus contemporáneos, que fue nombrado pretor.
Desempeño regularmente las funciones inherentes al cargo, hasta que un día se descubrió su
verdadera identidad. Como el esclavo de roma era una cosa (res), se planteó la cuestión de si sus
actos eran nulos, anulables o existentes. Consultados los más notables jurisconsultos de entonces -
ULPIANO – dan como solución la responsa prudentium procuro amparar la buena fe conque habían
actuado quienes acudieron a la apertura en la que barbario había actuado como si fuera un
funcionario constituido legalmente concluyendo que el error común termina por hacer derecho.
<<Error juris non inducit malam fidem>>, aforismo latino, que quiere decir: El error de derecho
no supone mala fe.
La razón de ello se encuentra en que, ampararse con mala fe en la ignorancia de la ley o en el error
de derecho, no entrañan realmente algo tan distinto como el dolo.
La corrección material del acto administrativo, se da cuando un acto administrativo mantiene errores
de escritura, expresión, numérico, entre otros, por lo tanto, no se trata de que el acto se extinga,
porque la corrección supone que la sustancia es la misma; subsana un error material deslizado en
su misión o instrumentación.
La corrección de los errores tiene sus efectos retroactivos, y se considera el acto corregido o
rectificado como si de origen hubiera sido dictado correctamente. Puede ser impugnado, por lo tanto
no está prohibido enmendar las palabras subsistiendo el tenor del acto administrativo.
Por lo tanto los errores materiales o aritméticos serán rectificados con efecto retroactivo, en cualquier
momento, de oficio o a instancia del administrado cuando no alteren lo sustancial de su contenido ni
el sentido de la decisión.
ERROR DE CALIFICAION
La Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, norma:
<<Artículo 213°.- Error en la calificación
El error en la calificación el recurso por parte del recurrente no sea obstáculo para su tramitación
siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter>>.
Hemos afirmado que el <<recurso>> administrativo es un medio de impugnar la declaración de una
entidad administrativa, con el objeto de obtener, es sede administrativa, su reforma o extinción.
También hemos afirmado que la objeción que merezca una declaración administrativa puede
responder a su injusticia o inconveniencia o a su legitimidad. De ahí que los recursos administrativos
pueden tener por objeto la revisión de la declaración impugnada, en el aspecto de su oportunidad o
en el de su legitimidad.
Ahora bien, la Ley del Procedimiento Administrativo General, norma:
Principio de informalismo (Art. IV inc.1.6)
Principio de conducta procedimental (Art. IV inc.1.8)
Principio de eficacia (Art. IV inc. 1.10)

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Deberes de las autoridades en los procedimientos está el <<encausar de oficio el
procedimiento, cuando advierta cualquier error u omisión de los administrados, sin perjuicio
de la actuación que les corresponda a ellos>>. (Art. 75°, ins.126)
Subsanación documental (Art.126)
Por lo tanto, la Ley en este artículo 213° exige que loa recursos administrativos sean tramitados aun
cuando el administrado incurriera en error u omisión en su denominación, en su interposición o
cualquier otra circunstancia, siempre que se su contenido se pueda desprender su verdadero
carácter.
Es la administración y no el administrado quien está obligada a dar al recurso la tramitación correcta.
<<Pronunciar el derecho es atribución de la administración, por lo que a esta le corresponde el peso
de la contienda>>.
PRINCIPIO JURIS NOVIT CURIA
El procedimiento de recurso mantiene siempre el carácter inquisitivo y en tal virtud, el error en su
calificación no debe suspender el trámite y el funcionario puede emendar la calificación y darle el
recurso que corresponda, en razón de los principios de celeridad y economía procedimental. La
facultad que se reconoce al funcionario público para aplicar la norma legal pertinente en la solución
de los recursos interpuestos por los administrados, deriva del principio juris novit curia y no
propiamente del principio requisitivo, que por cierto, informa el procedimiento administrativo, pero
tiene otros alcances. Sin embargo, es norma grandemente desconocida y de escasa aplicación.
Así pues, conforme a los principios y a los fines del procedimiento administrativo, corresponde a la
administración pública canalizar de manera adecuada todos y cada uno de las peticiones,
reclamaciones y recursos y recursos presentados a su instancia por los administrados. Se debe tener
en cuenta que las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión
y decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus derechos e intereses no
sean afectados por la exigencia de aspectos formales que puedan ser subsanados dentro del mismo
procedimiento, siempre que dicha excusa no afecta derechos de terceros o el interés público.
Jura novit curia: <<Locución latina equivale al concepto <<el derecho lo conoce el tribunal>>, que se
utiliza para expresar el principio según el cual los jueces pueden aplicar en sus fallos las disposiciones
legales y principios de derecho que, aun no habiendo sido invocados por las partes, rigen el conflicto
materia de decisión>> en EDUARDO J. COUTURE. Vocabulario jurídico. Ob. Cit. Pág. 366.
Va de suyo que la errónea calificación del recurso deducido, hecho por el recurrente, no vicia ni
enerva su petición, puesto que de acuerdo a la teoría de la <<calificación jurídica>>, los actos y
contratos tendrán la denominación correspondiente a su naturaleza y no la que erróneamente le
atribuyan las partes intervinientes. El principio <<iura curia novit>> - de aplicación general – permitirá
que la administración le dé tramite al recurso promovido, de acuerdo a la verdadera índole del mismo.
AUTOR: KELLY JANET VERA VASQUEZ
EJECUCION DE RESOLUCIONES
CONCEPTO:
Es la actividad que realiza la administración a fin de trasladar al mundo de los hechos los mandatos
contenidos en el acto administrativo.
La facultad que tiene la Administración de ejecutar sus propias decisiones deriva de la potestad de
autotela del estado.

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Se entiende por potestad de autotutela a aquella facultad de la administración de hacer cumplir sus
decisiones en su propia vía sin necesidad de intervención judicial.
GULLERMO GUERRA, indica que la potestad de autotutela deriva 3 conceptos:
EJECUTIVIDAD: Es el atributo del título. Se encuentra en un plano estático. El acto administrativo
tiene mérito ejecutivo cuando ha sido expedido cumpliendo todos los requisitos esenciales para su
formación. Por esta característica, los actos firmes producen efectos persecutorios por parte de la
administración.
EJECUTORIEDAD: Consiste en la realización de actos materiales realizados por la admiración para
exigir el cumplimiento de la decisión pública. Se encuentra en un plano dinámico y se orienta al
cumplimiento de lo ordenado por la decisión administrativa.
EJECUCION FOZOSA: de la ejecutoriedad del acto administrativo se deriva la posibilidad de utilizar
medios coactivos a fin de lograr el cumplimiento de la prestación por ello se justifica que en aplicación
del IUS IMPERIUM se adopten medidas de apremio sobre el patrimonio del administrado.
Ejecución de resoluciones
Artículo 192.- Ejecutoriedad del acto administrativo
Los actos administrativos tendrán carácter ejecutorio, salvo disposición legal expresa en contrario,
mandato judicial o que estén sujetos a condición o plazo conforme a ley.
PERDIDA DE EJECUTORIEDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO
La ley ha estipulado ciertas circunstancias en las cuales se produce la perdida de ejecutoriedad de
los actos administrativos indicados en el Art. 193 dentro de los cuales podemos citar:
1.2.1 Por mandato de la ley: en este caso, por mandato expreso de la ley especial puede
suspenderse temporalmente la ejecución de los actos administrativos. Así por ejemplo,
este tipo de suspensión de la ejecución del acto administrativo se da cuando el directo del
procedimiento decide suspender la ejecución de una resolución que ha sido materia de
impugnación administrativa o judicial, o frente a una medida cautelar recaída en un
proceso contencioso administrativo.
1.2.2 Por no haber iniciado actos de ejecución: se produce cuando luego de haber quedado
firme la resolución la administración no ha llevado adelante ningún tipo de actos para
ejecutarlos. Ejm: en los procedimientos de ejecución de multas impuestas a los
empleadores por incumplir con llevar libro de planillas. Imaginemos que se expidió la
resolución de multa pero no se realizaron acciones orientadas a su ejecución y han
transcurrido más de cinco años sin ningún tipo de requerimiento por parte de la
administración, ese acto administrativo habría perdido su mérito ejecutorio. Lo que podría
ser materia de análisis es determinar en qué medida este tipo de procedimientos que han
perdido su ejecutoriedad en sede administrativa, pueden ser materia de recupero en la
vía civil, en este caso, respetando los plazos establecidos en el Código Civil, salvo norma
expresa en contrario.
1.2.3 Por cumplir condición resolutiva: Algunos actos administrativos están sujetos a condición
resolutiva. A través de esta condición el acto pierde sus efectos una vez producido el
hecho futuro e incierto que lo sustentaba. Así, por ejemplo aquella resolución mediante la
cual se adjudica un lote de terreno condicionado al desarrollo de un proyecto científico en
el plazo de tres años. En el mismo acto administrativo se especificara que si no se procede
al desarrollo de dicho proyecto científico, quedara sin efecto la adjudicación del lote.
1.2.4 Por oposición del administrado: El administrado también podría al iniciar un
procedimiento, plantear legítima oposición contra la ejecución de una resolución que

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considera le perjudica. En este caso, la perdida de ejecutoriedad será resuelta e modo
irrecurrible en sede administrativa por la autoridad superior, previo informe legal que se
genere sobre el particular.
Articulo 193.- Perdida de ejecutoriedad del acto administrativo
193.1 Salvo norma expresa en contrario, los actos administrativos pierden efectividad y
ejecutoriedad en los siguientes casos:
193.1.1 Por suspensión provisional conforme a ley
193.1.2 Cuando transcurridos cinco años de adquirida firmeza, la administración no ha
iniciado los actos que le competen para ejecutarlos.
193.1.3 Cuando se cumpla la condición resolutiva a que estaban sujetos de acuerdo a ley.
193.2 cuando el administrado oponga al inicio de la ejecución del acto administrativo la
pérdida de su ejecutoriedad, la cuestión es resuelta de modo irrecurrible en sede
administrativa por la autoridad inmediata superior, de existir, previo informe legal sobre la
materia.
REQUISIROS PARA QUE PROCEDA LA EJECUCION FORZOSA DE LAS
RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS
Para proceder a la ejecución forzosa de los actos administrativos, debe cumplirse los
siguientes requisitos:
- Que se trate de una obligación de Dar, Hacer o No Hacer, establecida a favor de la entidad:
Es decir que la decisión a ejecutarse este contenida en un acto administrativo que goce de
eficacia inmediata.
- Que la prestación sea determinada por escrito de modo claro e inequívoco. Es decir, debe
ser explicita a fin de evitar arbitrariedades por parte de la entidad al momento de su ejecución.
- Que la obligación derive de una atribución de imperio de la entidad o provenga de una relación
de derecho público: debido a que es el ejercicio del poder público lo que justifica el accionar
administrativo, ya que no pueden ser materia de ejecución forzosa las obligaciones derivadas
del ámbito civil.
- Que se haya requerido al administrado el incumplimiento espontaneo de la obligación bajo
apercibimiento de iniciar el medio coercitivo aplicable: Implica la existencia del requerimiento
del cumplimiento o emplazamiento al administrado a fin de que cumpla la obligación, como
supuesto para proceder a su ejecución.
- Que no se trate de un Acto Administrativo que la Constitución o Ley exijan la intervención del
Poder Judicial para su ejecución.: El caso típico se da cuando se solicita autorización de
descerraje dentro de un proceso de ejecución coactiva, o cuando se solicita autorización
judicial para la demolición de obras inmobiliarias que contravengan la ley.
El Dec. Leg. 1029 ha incorporado un requisito adicional: En el caso de procedimientos
trilaterales, las resoluciones finales que ordenen medidas correctivas constituyen títulos de
ejecución una vez que el Acto Administrativo quede firme o se haya agotado la vía previa.
En el caso de |resoluciones finales que ordenen medidas correctivas, la legitimidad para
obrar en los procesos civiles de ejecución corresponde a las partes involucradas y no a la
entidad que las emitió.
Artículo 194.- Ejecución forzosa
Para proceder a la ejecución forzosa de acto a administrativos a través de sus propios
órganos competentes, o de la Policía Nacional del Perú, la autoridad cumple las siguientes
exigencias:
1. Que se trate de una obligación de dar, hacer o no hacer, establecida a favor de la
entidad.
2. Que la prestación sea determinada por escrito de modo claro e íntegro.
3. Que tal obligación derive del ejercicio de una atribución de imperio de la entidad o
provenga de una relación de derecho público sostenida con la entidad.

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4. Que se haya requerido al administrado el cumplimiento espontaneo e la prestación,
bajo apercibimiento de iniciar el medio coercitivo específicamente aplicable.
5. Que no se trate de acto administrativo que la Constitución i la ley exijan la intervención
del poder judicial para su ejecución.
6. En el caso de procedimientos trilaterales, las resoluciones finales que ordenen
medidas correctivas constituyen títulos de ejecución conforme a lo establecido en el
artículo 713 inciso 4 del Código Procesal Civil, modificado por la LEY n°28494, una
vez que el acto quede firme o se haya agotado la vía administrativa.
En caso de resoluciones finales que ordenen medidas correctivas, la legitimidad para
obrar en los procesos civiles de ejecución corresponde a las partes involucradas.
FORMAS DE EJECUCION
Son formas de ejecución de los actos administrativos: La ejecución coactiva, la
ejecución subsidiaria, la imposición de multas coercitivas y el ejercicio de compulsión
sobre las personas.
La norma ha precisado que en caso se pueda aplicar varios medios d ejecución,
deberá preferirse en que afecte en menor proporción la libertad personal, precisa
además de que de ser necesario el ingreso al domicilio o a la propiedad del afectado
deberá respetarse el mandato constitucional.
Articulo 196.- Medios de ejecución forzosa
196.1 La ejecución forzosa por la entidad se efectuara respetando siempre el
principio de razonabilidad, por los siguientes medios:
a) Ejecución coactiva
b) Ejecución subsidiaria
c) Multa coercitiva
d) Compulsión sobre las personas
196.2 Si fueran varios los medios de ejecución aplicables, se elegirá al menos
restrictivo de la libertad individual.
196.3 Si fuese necesario ingresar al domicilio o a la propiedad del afectado, deberá
seguirse lo previsto por el inciso 9 del artículo 20 de la Constitución Política del Perú.
MULTAS COERDCITIVAS
Son apremios pecuniarios que se imponen a fin de cumplir con lo dispuesto por el acto administrativo.
La LPAG ha estipulado que puede imponerse en forma reiterada por periodos suficientes para dar
cumplimiento a lo dispuesto por el acto administrativo.
Es el mecanismo por el cual la administración puede imponer en forma reiterada y por periodos
consecutivos, multas o apremios pecuniarios hasta lograr el cumplimiento de lo dispuesto por el acto
administrativo materia de ejecución. Sin embargo debe tenerse en cuenta que por la naturaleza
especial de este mecanismo, la ley 2744 no autoriza expresamente a que se aplique directamente.
Consiste en la imposición de multas reiteradas en el tiempo hasta conseguir que el obligado cumpla
el acto administrativo, cuando así lo autoricen las leyes, y en la forma y cuantía que estas determinen,
la administración pública puede, para la ejecución de determinados actos, imponer multas coercitivas,
reiteradas por lapsos de tiempo que sean suficientes para cumplir lo ordenado, en los siguientes
supuestos:
1) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión directa sobre la persona del obligado.
2) Actos en que, procediendo la compulsión, la administración no la estimara conveniente.
3) Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona
La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter
y compatible con ellas, por tanto es necesario diferenciarla con la multa-sanción, que es

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aquella penalidad pecuniaria que se impone por la comisión de una infracción, en razón a
que, valga la redundancia; esta tiene naturaleza sino, que funcionan como un mecanismo de
apremio para el cumplimiento de la decisión contenida en el acto administrativo a ejecutar.
Ejm: la facultad que tienen las salas de los tribunales de INDECOPI, o los organismos
reguladores para aplicar este tipo de multas coercitivas.
Artículo 199.- Multa coercitiva
199.1 cuando así lo autoricen las leyes, e en la forma y cuantía que estas determinen, la
entidad puede, para la ejecución de determinados actos, imponer multas coercitivas,
reiteradas por periodos suficientes para cumplir lo.
a) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión sobre la persona del obligado.
b) Actos en que, procediendo la compulsión, la administración no la estima conveniente.
c) Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona.
199.2 La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter
y compatible con ellas.
APREMIOS SOBRE EL PATRIMONIO (EJECUCION COACTIVA)
Son medidas de fuerza que recaen sobre los bienes del administrado. Ejemplo: adopción d embargos
a través de inscripción, retención de cuentas, secuestro o deposito conservativo.
Se usa para el cobro de deudas por parte de la administración. El procedimiento de apremio se regula
por las normas de ejecución coactiva sean de carácter tributario o no tributario, y se iniciara mediante
resolución notificada al obligado en la que se identificada la deuda pendiente, se liquidaran los
recargos y se le requerirá para que efectué el pago. Para que se dicte es necesario que se hay
requerido previamente el pago en periodo voluntario y que el obligado no la haya pagado. Si el
obligado no efectuara el pago dentro del plazo se procederá al embargo de sus bienes, advirtiéndose
así en la resolución de apremio.
Artículo 197.- Ejecución coactiva
Si la entidad hubiera de procurarse la ejecución de una obligación de dar, hacer o no hacer, se seguirá
el procedimiento previsto en las leyes de la materia.
APREMIOS SOBRE LA PERSONA
Es el apremio más radical de todos los medios consistiendo en el empleo de fuerza sobre las
personas eliminando su libertad. Los actos administrativos que impongan una obligación
personalísima de no hacer o soportar podrán ser ejecutados por compulsión directa sobre las
personas en los casos en que la ley expresamente lo autorice, y dentro siempre del respeto debido
a su dignidad y a los derechos reconocidos en la constitución.
Debe indicarse que la compulsión sobre las personas no puede, en ningún casi, privar de la libertad
a una persona, o confiscar su patrimonio.
En algunos casos la administración puede dictar medidas que afecten la libertad personal,
específicamente en materia sanitaria o en casos de emergencia.
Ejemplo: frente a una inundación o un desastre natural, en caso que la administración ordene el
internamiento de un administrado en un centro hospitalario, para proteger la salud pública o la
seguridad ciudadana.
Articulo 200.- compulsión sobre las personas
Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o soportar, podrán
ser ejecutados por compulsión sobre las personas en los casos en que la ley expresamente lo

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autorice, y siempre dentro del respeto debido a su dignidad y a los derechos reconocidos en la
constitución política.
Si los actos fueran de cumplimiento personal y no fueran ejecutados, darán lugar al pago de los
daños y perjuicios que se produjeran, los que se deberán regular jurídicamente.
EJECUCION SUBSIDIARIA
Consiste en que la administración reemplaza en forma temporal al administrado en la ejecución de
la prestación, es decir quien cumple la obligación seria la administración pero cargando los costos al
administrado.
Ejemplo: destrucción de pared en estado ruinoso
Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos puedan
ser realizados por sujeto distinto del obligado.
En este caso, la administración pública realizaran el acto, por sí o a través de las personas que
determinen, a costa del obligado. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a
lo dispuesto en la ley. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la
ejecución, a reserva de la liquidación definitiva.
Articulo 198.- ejecución subsidiaria
Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos
puedan ser realizados por sujeto distinto del obligado:
1. En este caso, la entidad realizara el acto, por sí o a través de las personas que determine, a
costa del obligado.
2. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo
anterior.
3. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, o
reservarse a la liquidación definitiva.

3) NULIDAD DE OFICIO

i) La potestad anulatoria como expresión de la autotutela y el principio de legalidad


Al poder jurídico por el cual la Administración Pública puede eliminar sus actos viciados en su propia
vía, y aun invocando como causales sus propias deficiencias, se lo denomina potestad de
invalidación.
A diferencia de la nulidad civil, la nulidad de un acto administrativo puede ser declarada en la vía
jurisdiccional y también en la vía administrativa, y en este supuesto puede llegarse por declaración
de oficio o por la atención a un recurso. Además, la invalidación puede ser motivada en la propia
acción positiva u omisiva de la Administración Pública (por ejemplo, si el administrado incurrió en
fraude al presentar algún recaudo al expediente).
ii) Condiciones para la invalidación
1.- que el acto haya sido emitido, aun cuando sea firme. Desde que el acto es notificado puede ser
objeto de anulación de oficio por la autoridad, incluso luego de transcurrido el plazo para impugnarlo
podrá la Administración Pública dejarlo sin efecto por esta vía.

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2.- la causa de la invalidación es que el acto administrativo sea contrario a derecho por acción de la
propia Administración Pública o por acción del administrado, por lo que debe encontrase en alguna
de las causales del artículo 10 del TUO de la LPAG.
Vicios de la competencia
- incompetencia por cuantía.
-Acto administrativo emitido por órgano colegiado sin sesión.
-Acto administrativo emitido por órgano colegiado sin quorum o votación calificada, etc.

iii) Procedimiento para la anulación de oficio


La invalidación del acto administrativo debe producirse al interior de una nueva secuencia
administrativa debido a que se va a emitir un acto administrativo (invalidatorio). Cuando la
invalidación se produce a partir de un recurso administrativo, el procedimiento invalidatorio estará
constituido por el propio procedimiento recursal. Cuando la anulación se produce de oficio, el
procedimiento invalidatorio, la actuación más relevante es la audiencia al administrado concernido
por el acto que se pretende anular.
iv) Competencia para anular el acto viciado
La potestad anulatoria de oficio no en el mismo funcionario que emitió el acto, sino en el superior
jerárquico inmediato, como un mecanismo de control de la actuación de los subalternos. Deriva del
principio de jerarquía administrativa la facultad de la autoridad superior para proceder a controlar la
acción del subordinado y de eliminar por ilegal el acto emanado de un funcionario jerárquicamente
subordinado. En nuestro ordenamiento consagrado está que la anulación efectuada por el superior
jerárquico sea ex oficio o ante una reclamación en un procedimiento recursal.

v) Plazo para la invalidación de oficio


El pazo anulatorio es de dos años desde la fecha en que quedaron consentidos. Además la reforma
del decreto legislativo Nº 1272, otorga un plazo especial para la anulación del acto administrativo
derivado de un delito o constitutivo, atendiendo a que en este supuesto es indispensable una
sentencia firme del Poder Judicial que confirme la existencia del delito. Por ello en este caso el plazo
para la nulidad de oficio será de un año a partir de la notificación a la autoridad administrativa de la
sentencia condenatoria firme. . (MORON URBINA, Juan Carlos)

NULIDAD DE OFICIO DE RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS


CONCEPTO
Se refiere a la facultad de oficio que tiene la administración para dejar sin efecto un acto administrativo
que se encuentra dentro de los casos enumerados en el artículo 10, aun cuando estos hayan
quedado firmes y siempre que agravien el interés público. Esta facultad está prevista en el artículo
202° de la LPAG.
Como se trata de la facultad e oficio de la administración NO EXISTE RECURSO DE NULIDAD que
prevea la ley como mecanismo de contradicción administrativa.

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REQUISITOS
Para que la administración declare la nulidad de sus propias resoluciones se debe cumplir los
siguientes requisitos:

 Que se declare de oficio por la administración


 Que exista causal de nulidad, prevista en el Art.10 LPAG.
 Que se declare aun cuando la resolución hay quedado firme.
 Que exista afectación al interés publico
 Que se declare entro de los plazos de prescripción.
CAUSALES DE NULIDAD
Articulo 10.- Causales de nulidad
Son vicios del acto administrativo, que causan su nulidad de pleno derecho, los siguientes:
1. La contravención a la constitución, a las leyes o a las normas reglamentarias.
2. El defecto o la omisión de alguno de sus requisitos de validez, salvo que se presente alguno
de los supuestos de conservación del acto a que se refiere el artículo 14.
3. Los actos expresos o los que resulten como consecuencia de la aprobación automática o por
silencio administrativo positivo, por los que se adquiere facultades, o derechos, cuando son
contratos al ordenamiento jurídico, o cuando no se cumplen con los requisitos, documentación
o trámites esenciales para su adquisición.
4. Los actos administrativos que sean constitutivos de infracción penal, o que se dicten como
consecuencia de la misma.
ORGANO COMPETENTE Y PLAZOS DE PRESCRPCION
Artículo 202.- Nulidad de oficio
En cualquiera de los casos enumerados en el artículo 10, puede declararse de oficio la nulidad de
los actos administrativos, aun cuando hayan quedado firmes, siempre que agravien el interés público.
202.2 La nulidad e oficio solo puede ser declarada por el funcionario jerárquico superior al que expidió
el acto que se invalida. Si se tratar de un acto emitido por una autoridad que no está sometida a
subordinación jerárquica, la nulidad será declarada por resolución del mismo funcionario.
Además de declarar la nulidad, la autoridad podrá resolver sobre el fondo del asunto de contarse con
los elementos suficientes para ello. En este caso, este extremo solo podrá ser objeto de
reconsideración. Cuando no sea posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, se dispondrá la
reposición del procedimiento al momento en que el vicio se produjo.
202.3 La facultad para declarar la nulidad de oficio de los actos administrativos prescribe al año,
contado a partir de la fecha en que hayan quedado consentidos.
202.4 en caso de que haya prescrito el plazo previsto en el numeral anterior, solo procede demandar
la nulidad ante el Poder Judicial vía el proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda
se interponga dentro de los dos (2) años siguientes a contar dese la fecha en que prescribió la
facultad para declarar la nulidad en sede administrativa.
202.5 Los actos administrativos emitidos por consejos o tribunales regidos por leyes especiales,
competentes para resolver controversias en última instancia administrativa, solo pueden ser objeto
de declaración de nulidad de oficio en sede administrativa por el propio consejo o tribunal con el
acuerdo unánime de sus miembros. Esta atribución solo podrá ejercerse dentro del plazo de un año
contado desde la fecha en que el acto es notificado al interesado. También procede que el titular de

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la Entidad demande su nulidad en la vía de proceso contencioso administrativo, siempre que la
demanda se interponga dentro de los tres años siguientes de notificada la resolución emitida por el
consejo o tribunal.

En el cuadro anexo resumimos como se declara la nulidad de oficio de los actos administrativos

CLASE DE RESOLUCION ORGANO QUE PLAZO


DE SER DECLARADA DECLARE LA
_ Nulidad Administrativa:
NULA NULIDAD
Dentro de 1 año desde que la
CASO 1. Rs. Expedida por _ lo declara el
Resolución queda firme.
Órgano Sujeto a Jerarquía Superior
_ Nulidad Jurisdiccional:
CASO 2. Rs. Expedida por _ Por Rs. del mismo
Órgano No Sujeto a nivel Dentro de 2 años desde que
Jerarquía prescribió la Facultad
administrativa.
CASO 3. Rs. Expedida por
_Por el propio
Consejos y Tribunales _ Nulidad Administrativa:
Consejo c/acuerdo
recogidos por Leyes
unánime de Dentro de 1 año desde la
especiales
miembros. notificación del acto
Administrativo.

_ Nulidad Jurisdiccional:

Dentro de 3 años desde la


notificación del Acto
Administrativo.

Gráficamente:
Para los casos 1 y2:
Rs. Firme _ (dentro de 1 año) __ Nulidad Administrativa_ (dentro de 2 años) __ N. Jurisdicción.
Para el caso 3:
Rs. Notificada al acto___ (dentro 1 año…con acuerdo unánime) ___ Nulidad Administrativa

Nulidad Jurisdiccional
Dentro de 3 años

Explicando los cuadros anteriores tenemos:

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Para realizar el computo del plazo para la prescripción debemos verificar en qué casos nos
encontramos, en el primero, si vamos a declarar la nulidad de una resolución expedida por órgano
sujeto a jerarquía, en el segundo caso, si se va a declarar la nulidad de una resolución no sujeta a
jerarquía y el tercer caso, si se trata de resoluciones expedidas por Consejos o Tribunales regidos
por leyes especiales ( son aquellos que ejercitan control de tutela administrativa como por Eje:
Osinergmin, Osiptel, Sunass, Tribunal Fiscal, Salas de Indecopi, etc.)
En el primer caso, cuando se trata de resoluciones expedidas por órganos sujetos a jerarquía la
nulidad la declara el Superior, en el segundo caso se declara por resolución del mismo nivel.
Respecto al cómputo del plazo en estos dos casos, debemos indicar que el punto de partida es la
firmeza del acto administrativo (recordemos que un acto administrativo queda firme cuando se dejan
transcurrir los plazos para impugnar y no lo hago). En este caso, tendré que realizar como primer
cómputo, el plazo para verificar en qué fecha quedo firme el acto administrativo y luego a partir de
allí, recién trabajar con el plazo de prescripción de la facultad anulatoria de oficio.
Ejemplo 01: se trata de una resolución expedida por el Gerente de Producción inmersa en causal
de nulidad y que afecta el interés público.
El Gerente de Producción es órgano dependiente de la Presidencia Regional. Dicha resolución fue
notificada el día viernes 10 de mayo de 2013, nos preguntamos hasta cuándo se puede declarar la
nulidad en sede judicial.
Como mi punto de partida es el acto firme, debo saber primero, en qué fecha quedaría firme esa
decisión y tenemos que aplicando el plazo para impugnar (15 días hábiles) este plazo vencería el
viernes 31 de mayo de 2013, por ende a partir del 01 de junio de 2013 el acto administrativo quedaría
firme.
Del 01 de junio de 2013 al 01 de junio de 2014, tendríamos un año como máximo para declarar la
nulidad en sede administrativa y prescrita esta facultad, tendríamos hasta el 01 junio de 2016 para
solicitar la nulidad del acto administrativo vía el proceso de lesividad correspondiente.
En el segundo caso: cuando se trata de resoluciones expedida por órganos no sujetos a
subordinación jerárquica: en este caso, la nulidad se declara por resolución del mismo nivel, dentro
de los plazos ya aludidos, es decir, dentro de un año desde que el acto administrativo quedo firme
(como plazo máximo para declarar la nulidad en sede administrativa) y prescrita esta facultad hasta
dentro de dos años posteriores podemos solicitar la nulidad en sede judicial vía proceso de lesividad.
Ejemplo 02: se trata de una Resolución de Alcaldía (emitido por órgano no sujeto a jerarquía.
Imaginemos que hemos notificado la resolución en la misma fecha indicada en el caso anterior, el
día 10 de mayo de 2013. En este caso, como se trata de órgano no sujeto a subordinación jerárquica,
acto administrativo que agota la vía previa, el plazo para su impugnación en sede judicial seria 03
meses, no de 15 días, por lo que el acto quedara firme recién el día 11 de agosto de su resolución
en sede administrativa, hasta el 11 de agosto de 2014 y sede judicial hasta el 11 de agosto de 2016.
En el tercer caso: cuando se trata de resoluciones expedida por Consejo o Tribunales regidos por
leyes especiales. En este caso la norma indica que es posible declarar la nulidad en sede
administrativa si solo existe ACUERDO UNANIME entre sus miembros y dentro del plazo máximo de
UN año contados desde la notificación de la resolución,
Por ejemplo si se trata de una resolución expedida por el Tribunal Fiscal, notificada el 10 de mayo de
2013, existiendo acuerdo unánime este podrá declarar la nulidad de su resolución hasta el 19 de
mayo de 2013.
Sin embargo, la norma también otorga la posibilidad de declarar la nulidad en sede judicial vía el
proceso de lesividad, siempre que nos encontremos dentro del plazo de tres años contados desde la

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notificación del acto viciado. En este caso, si no se declararía la nulidad dentro del primer año en
sede administrativa se tendría todavía hasta el 10 de mayo de 2016 para declarar la nulidad en sede
judicial.

4) REVOCACIÓN

i) Revocabilidad de los actos administrativos por mérito.


La revocación consiste en la potestad excepcional que la ley confiere a la Administración Pública
para que de manera directa, de oficio y mediante un nuevo acto administrativo pueda modificar,
reformar o sustituir (total o parcialmente), o simplemente extinguir los efectos jurídicos futuros de un
acto administrativo generado conforme a derecho (válido y eficaz) fundándose en la necesidad de
adecuarse a una necesidad extrínseca y posterior.
El momento determinante para diferenciar cuando estamos frente a una revocación y cuando a la
nulidad es determinar su conformidad jurídica o no a la fecha de su producción y no posteriormente.
La situación parcial producida cuando un cambio normativo ulterior afecta de modo sobreviniente un
acto persistente producido conforme a derecho, queda incluida como una manifestación de la
revocación indirecta del acto y no como una nulidad.
Tres reglas esenciales:
-primera regla: REVOCABILIDAD MOTIVADA DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS NO
FAVORABLES
La revocabilidad de los actos administrativos generales, de los actos de administración interna, de
los actos denegatorios, de los silencios negativos y de los actos de gravamen si se aprecian
elementos de juicio sobrevinientes en favor de los administrados y no se produzcan perjuicio a
terceros. En esta primera regla, se razona en el sentido de que se puede volver hacia atrás los actos
de gravamen o desfavorables a los administrados, en razón de algún elemento de juicio objetivo
sobreviniente a aquella decisión que creo una carga, una obligación o un perjuicio al administrado, y
que con su evidencia o cambio de circunstancias.
-segunda regla: INTERDICCIÓN DE LA REVOCABILIDAD DE ACTOS ADMINISTRATIVOS
DECLARATIVOS O CONSTITUTIVOSDE DEDRECHOS
La segunda regla que complementa la primera es la prohibición de revocar los actos administrativos
favorables (declarativos o constitutivos de derechos o intereses legítimos de los ciudadanos), tales
como títulos habilitantes para el ejercicio de actividades privadas como licencias o permisos y
además registros o certificaciones.
-tercera regla: REVOCABILIDAD DE ACTOS FAVORABLES EN DOS CASOS:
i) POR CAMBIO SOBREVINIENTE DE LAS CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS DEL ACTO.
ii) POR CALIFICACION EXPRESA EN NORMA LEGAL DE LA NECESIDAD DE REVOCAR ACTOS
FAVORABLES.
La norma incluye dos excepciones que permiten a la autoridad administrativa revocar actos
favorables por parte de la autoridad. Visto de otro modo, el legislador indica que el interés público
que permita afectar derechos subjetivos dados por la Administración Pública debe consistir en una
desaparición de las condiciones exigidas para la emisión y permanencia de los efectos dados o en
otra situación calificada por alguna norma con rango de ley.

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La primera es cuando desaparecen con posterioridad a la aprobación del título habilitante, las
condiciones previstas legalmente para su obtención y su mantenimiento. Este supuesto está
consagrado como motivo revocatorio la variación de circunstancias con posterioridad a la aprobación
del acto favorable que establece alguna relación de ejercicio continuado.
El segundo supuesto contemplado por este artículo, es que el legislador haya autorizado que
determinado tipo o clase de acto administrativo pueda ser revocado cuando aparezca algún elemento
objetivo. Ello se concreta cuando una disposición legal especial de modo expreso autoriza a la
autoridad a dictar la revocación de actos favorables fundado en alguna causa de interés público y
sujeta al régimen indemnizatorio previsto en el artículo 214 del TUO de la LPAG.

II) ESTRUCTURA OPERATIVA DE LA REVOCACIÓN DE ACTOS ADMINISTRATIVOS

- El sujeto activo de la revocación


Cuando la revocación está autorizada, la competencia para revocar corresponde a la misma entidad
que dicto el acto a revocar. No obstante, la LPAG ha querido que la responsabilidad no recaiga en el
mismo nivel emisor, por las consecuencias que de tal decisión se derivan. Por ello, el órgano que la
acuerda será siempre la más alta autoridad de la entidad competente (titular de la entidad), con lo
cual se refuerza la idea de que este acto revocatorio por sí mismo agota vía administrativa.
- las formas de revocar: la revocación directa e indirecta
La diferencia entre la revocación directa e indirecta es evidente. Un supuesto es la revocación del
acto producida mediante la emisión de un nuevo acto administrativo expreso, en sentido contrario al
acto preexistente y que le suprime los efectos supérstites por razones de interés público. Pero,
también existe otra revocación que se produce de modo indirecto, constituida por todos aquellos
supuestos en que un acto posterior modifica o desvirtúa, total o parcialmente, otro anterior o bien
destruye pura y simplemente el que servía de soporte a este último.
- Objeto de la revocación
La revocación se funda en una norma legal que autoriza la autoridad administrativa anterior creado
conforme a los requisitos legales y procesales para adquirir legalidad. Lo ordinario es que se extingan
los efectos aún vigentes y futuros del acto, pero también pueden afectarse los efectos de actos ya
consumados, mediante el tratamiento establecido en el numeral 214.2 del artículo 214 del TUO de la
LPAG.
- Fundamentos de revocación
La revocación se funda en una norma legal que autoriza a la autoridad administrativa para actuar si
aprecia una divergencia contemporánea entre la situación o relación jurídica derivada del acto
anterior y el interés público actual, que demanda adecuar los efectos supérstites a aquello que ahora
representa el interés público.

- Los actos involucrados: el acto revocado y el acto revocatorio

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El acto revocado es un acto administrativo ordinario. No se trata de un acto administrativo sujeto a
una condición resolutiva que se produce, porque en este caso la cesación de efectos se produce por
un aspecto congénito a él y sin necesidad de un acto revocatorio posterior.
El acto revocatorio se configura como un nuevo acto independiente, con individualidad propia, por lo
cual por sí mismo debe reunir los elementos esenciales para su validez. Pero a diferencia del primero,
no tiene como destinatario único al administrado, sino que tiene como destinatario directo a los
efectos del acto que retira y de manera refleja al administrado que era su destinatario.
- El procedimiento revocatorio
Puede ser iniciado de oficio o a pedido del administrado legitimado por soportar los efectos de un
acto no favorable cuando hayan cambiado las circunstancias que lo sustentaban.
El acto revocatorio no se puede dictar de plano sino que debe estar precedido de las mismas formas
y requisitos del acto revocado, en atención al principio del paralelismo de las formas, pero además
debe cumplir un previo contradictorio, en el cual el administrado pueda presentar sus alegatos, así
como generar y controlar la prueba necesaria. (MORON URBINA, Juan Carlos)

REVOCACION
La teoría de la revocación de los actos administrativos es otro de los temas difíciles en el derecho
público moderno. La ausencia de textos expresos de carácter general y la equivocada terminología
del derecho positivo, contribuyen en gran parte a aumentar las dificultades.
Este panorama es casi universal y las discrepancias doctrinales lo confirman siguiendo el plan
esquemático expuesto sintetizaremos las principales opiniones:
a) Revocación es la extinción del acto por razones de legalidad o conveniencia, dispuesta por la
administración, es decir, por un órgano actuando en función administrativa, sea el mismo
órgano que lo dicto, sus superior jerárquico o un órgano de contralor (MENDEZ; BIELSA;
BOSCH; WALINE; CAETANO; RARINCESCO).
b) La revocación se configura cuando el acto es extinguido por razones de oportunidad o
conveniencia, es decir, por mérito; en cambio, si la extinción se produce por motivos de
legalidad, hay anulación (ZANOBINI; VITTA; TREVES; REVILLA QUEZADA; FRAGA). La
revocación se refiere, pues, a actos lícitos; la anulación, a actos irregulares.
c) La diferencia entre revocación y anulación radica en que el órgano que decide la extinción: Si
es el mismo que dicto el acto, es revocación; si un órgano superior o jurisdiccional, es
anulación. No interesa la causa, puede ser indistintamente razones de legalidad o de mérito
(DALLESIO; RANELLETTI; BONNARD).
d) Se ha sostenido también un criterio mixto, que toma en cuenta el órgano y la causal: Hay
revocación cuando la extinción la resuelve el órgano que dicto el acto cualquiera que sea la
causal, o un órgano superior, pero por razones de oportunidad solamente, y anulación cuando
la extingue el órgano superior por razones de ilegalidad.
Opinamos que conviene limitar el uso de la palabra anulación para la extinción en vía jurisdiccional
y calificar la extinción administrativa como revocación por razón de mérito o de legalidad, según los
casos.
Se entiende por revocación administrativa:

 La extinción de un acto administrativo dispuesta por la propia administración pública, para


satisfacer actuales exigencias del interés público o para establecer el imperio de la
legitimidad.

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 Cesar los efectos jurídicos de un acto valido, por convenir así a quien lo produjo, es decir, es
el acto por medio del cual el órgano administrativo deja sin efecto, en forma total o parcial, un
acto previo perfectamente válido, por razones de oportunidad, técnicas, de interés público, o
de legalidad.
 Es un medio o causa de extinción del acto administrativo
La revocación por razones de oportunidad aparece como consecuencia de una modificación de la
situación del interés público al producirse un cambio en las condiciones de hecho existentes; que
tiene carácter excepcional, en virtud de que el acto administrativo por su propia naturaleza debe ser
irrevocable. Tiene carácter excepcional.
Es pues un medio específico para eliminar del mundo jurídico un acto administrativo en él existente.
Todo tipo de acto administrativo <<puede>> jurídicamente ser revocado. Unos lo serán por razones
de <<oportunidad>>, otros por razones de <<ilegitimidad>> - tal es el principio general; pero su
aplicación concreta depende del caso particular que se considere.
Para precisar la noción de revocación es necesario o distinguir la revocación de la invalidez:
2. Criterio subjetivo, que tiene en cuenta el órgano o la autoridad interviniente: La revocación es
el retiro del acto administrativo del mundo jurídico, por motivos de ilegitimidad y de mérito, por
la misma autoridad que lo emitió.
La invalidez, en cambio, se opera por razones de ilegitimidad y por un órgano distinto del que emitió
el acto administrativo.
3. Criterio objetivo, que prescinde de la autoridad u órgano que realiza la eliminación del acto
administrativo y solo toma en cuenta la causa de ella.
La revocación es, por tanto, el retiro del acto administrativo por razones de mérito.
LA INVALIDEZ OBEDECE A RAZONES DE LEGITIMIDAD
La Ley N° 27444. Ley del Procedimiento Administrativo General, norma la revocación, principalmente
en el Titulo III: De la revisión de los actos en Vía Administrativa, Capítulo I:
<<Artículo 203°.- Revocación
203.1. Los actos administrativos declarativos o constitutivos de derechos o intereses legítimos no
pueden ser revocados, modificados o sustituidos de oficio por razones de oportunidad, mérito u
conveniencia.
203.2. Excepcionalmente, cabe la revocación de actos administrativos, con efectos a futuro, en
cualquiera de los siguientes casos:
203.2.1. Cuando la facultad revocatoria hay sido expresamente establecida por una norma con rango
legal y siempre que se cumplan los requisitos previstos en dicha norma.
203.2.2. Cuando sobrevenga la desaparición de las condiciones exigidas legalmente para la emisión
del acto administrativo cuya permanencia sea indispensable para la existencia de la relación jurídica
creada.
203.2.3. Cuando apreciando elementos de juicio sobrevinientes se favorezca legalmente a los
destinatarios del acto y siempre que no se genere perjuicios a terceros.
203.3. La revocación prevista en este numeral sólo podrá ser declarada por la más alta autoridad de
la entidad competente, previa oportunidad a los posibles afectados para presentar sus alegatos y
evidencia en su favor.

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<<Artículo 204°.- Irrevisabilidad de actos judicialmente confirmados
No serán en ningún caso revisables en sede administrativa los actos que hayan sido objeto de
confirmación por sentencia judicial firme>>.
<<Artículo 205°.- Indemnización por revocación
205.1. Cuando la revocación origine perjuicio económico al administrado, la resolución que la decida
deberá contemplar lo conveniente para efectuar la indemnización correspondiente en sede
administrativa.
205.2. Los actos incursos en causal para su revocación o nulidad de oficio, pero cuyos efectos hayan
caducado o agotado, serán materia de indemnización en sede judicial, dispuesta cuando quede firme
administrativamente su revocación o anulación>>.
<<Artículo 218°.- Agotamiento de la vía administrativa (…)
218.2. Son actos que agotan la vía administrativa (…)
d) El acto que declara de oficio la nulidad o revoca otros actos administrativos en los casos a
que se refieren los artículos 202° y 203° de esta Ley (…)>>.
Podemos permitirnos señalar algunos requisitos que rigen la revocación administrativa:

 Es un acto unilateral de la administración pública, por lo tanto debe decidirla una autoridad
competente, en ejercicio de sus facultades.
 Ha de estar prevista en la ley
 Por regla general no pueden emitirse de oficio, solo excepcionalmente
 No debe causar perjuicio al administrado, es decir, no podrá afectar los derechos adquiridos
por los administrados, pues, ello significaría que el acto de revocación fuera retroactivo, y esto
violaría la garantía de legalidad. En principio, la revocación debe tener efectos hacia el futuro.
 Obedece a razones de oportunidad, merito o conveniencia al interés general.
 Constituye un nuevo acto administrativo, también perfectamente válido, que deja sin efectos
el acto anterior, pero exclusivamente a partir del nuevo acto, no modificado los efectos que
ya se produjeron en el pasado.
 Es declarada sólo por la más alta autoridad de la entidad competente, previa oportunidad a
los posibles afectados para presentar sus alegatos y evidencia en su favor.
El motivo que origina la revocación es de oportunidad y con miras al interés general; en ninguna
circunstancia deberá perjudicar derechos adquiridos del administrado.
Se ha reconocido que la revocación no es facultad discrecional de las autoridades administrativas,
sino que debe estar dentro de la competencia que les otorgue la ley en forma expresa.
La revocabilidad del acto administrativo no puede ser inherente a su esencia, ni puede constituir el
<<principio>> en esta materia.
La revocación del acto administrativo es una medida excepcional, verdaderamente anormal. Solo
procede en supuestos de discordancia actual del acto con el interés público o de violación originaria
del orden jurídico positivo. La revocación es solo un medio para corregir ciertos males que afectan al
acto administrativo; pero los males nunca pueden integrar la normalidad del acto: Lo normal es el
acto correcto, el acto sin irregularidades. La revocación no pertenece a la <<esencia>> del acto
administrativo>>.

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5) RECURSO DE APELACIÓN

I) LA APELACIÓN COMO VERDADERO RECURSO ADMINISTRATIVO


El recurso de apelación es el recurso a ser interpuesto con finalidad que el órgano jerárquicamente
superior al emisor de la decisión impugnada revise y modifique la resolución del subalterno. Como el
recurso busca obtener un segundo parecer jurídico de la Administración Pública sobre los mismos
hechos y evidencias, no requiere nueva prueba, pues se trata fundamentalmente de una revisión
integral del procedimiento desde una perspectiva fundamentalmente de puro derecho.
La apelación es el recurso ordinario gubernativo por excelencia, debido a que la reconsideración es
facultativa, sujeta a la existencia de nueva prueba instrumental, mientras que la revisión solo procede
contra resoluciones de autoridades con competencia no nacional.
El recurso de apelación tiene como presupuesto la existencia de una jerarquía administrativa titular
de la potestad de corrección, y por eso su finalidad es exigir al superior que examine lo actuado y
resuelto por el subordinado. De ahí que este recurso podamos ejercerlo únicamente cuando
cuestionemos actos emitidos por un órgano administrativo subordinado jerárquicamente a otro y no
cuando se trate de actos emitidos por la máxima autoridad de órganos autárquicos, autónomos o
carentes de tutela administrativa.
La decisión que se emita luego de la subsanación de la apelación puede ser desestimatoria
(confirmatoria del acto impugnado) o estimatoria. Cuando se trate de esta última, podrá limitarse a
dejar sin efecto lo resuelto y devolver para nueva decisión o sustituir lo fallado con una nueva
decisión, elevando el fondo del asunto.

II) PRESUPUESTO NECESARIO DEL RECURSO DE APELACIÓN: RELACIONES DE


JERARQUÍA
El recurso administrativo de apelación, también denominado por la legislación comparada y la
doctrina como recurso jerárquico, es aquel que se plantea ante una autoridad cuya competencia
está jerárquicamente ordenada respecto a la autoridad cuya decisión se contraviene.
De ahí que constituya presupuesto del recurso de apelación que entre la autoridad que conoce
el recurso, y aquella cuyo acto es controvertido, exista una relación de jerarquía que permita al
superior examinar sus actos, modificar y sustituirlos por otros correctos, suspenderlos o
revocarlos. Procederá entonces, el recurso administrativo donde quiera que existan autoridades
relacionadas por un vínculo jerárquico con potestad de control por parte del órgano superior sobre
el inferior.
III) INDELEGABILIDAD DE COMPETENCIA PARA RESOLVER EL RECURSO DE
APELACIÓN
Un aspecto a tener en cuenta es la disposición del numeral 76.2 del artículo 76 del TUO de la
LPAG, sobre la indelegabilidad de la competencia para resolver los recursos de apelación, con lo
cual se establece el mantenimiento de la potestad de control interno de la autoridad superior
sobre lo subalterno, pues estará prohibido que si se interpone una apelación contra la decisión
de un órgano determinado pueda el superior trasladar su responsabilidad a otro que no está en
el orden directo jerárquico para conocerla.

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IV) ANTE QUIEN SE PRESENTA EL RECURSO DE APELACIÓN
El recurso de apelación habrá de presentarse ante el mismo órgano que expidió la resolución,
para que conminatoriamente eleve lo actuado a su superior, con todo el expediente organizado. El
plazo para la elevación del expediente es en el día de su presentación (num. 141.1 del art. 141del
TUO de la LPAG), bajo responsabilidad (num. 259.2 del art. 259 del TUO de la LPAG). No cabe por
parte del órgano recurrido, ninguna acción de juzgar la admisibilidad o no del recurso, realizar
informes para el superior, ni cualquier acción adicional que no sea presentar el caso al superior
jerárquico. (MORON URBINA, Juan Carlos)

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BIBLIOGRAFÍA:

 MORON URBINA, Juan Carlos


- Comentarios a la ley del PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL. GACETA
JURÍDICA S.A, Décimo segunda edición: octubre 2017.
 BENDEZU NEYRA, GUILLERMO
- PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO GENERAL Y PROCESO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO. Exegesis y Casuística.
 VERA VASQUEZ, Kelly Janet
- DERECHO P`ROCEDIMENTAL ADMINISTRATIVO, ffecaat editorial
 CABRERA VASQUE, Marco Antonio, QUINTANA VIVANCO, Rosa.
-DERECHO ADMNISTRATIVO Y DERECHO PROCESAL ADMINISTRATIVO.

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