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LA JUSTICIA COMO MITO.

CASO

BOLIVIANO

Walter h Zuleta Buitrago

La justicia es la virtud fundamental que establece una armonía de


relaciones, de paz casi absoluta y permanente en las relaciones
sociales. Definirla brevemente seria un despropósito. Esta no
puede conceptualizarse dogmática ni utilitariamente, pues al
hacerlo limitaríamos su contenido y esencia, a solo provecho del
individuo. Su idea debe trascender lo meramente conceptual y
liberar la inspiración del administrador de justicia para establecer
los verdaderos alcances de su significación, dentro de planos y
contextos diferentes.

Es imperioso como primer requisito, creer que la armonía como


fruto de la justicia es posible y que la idea de justicia que
tengamos sea así de amplia, dentro de la necesidad de percibirla
de manera consciente, esperanzadora y autónoma de los poderes y
los poderosos. Esta idea es indispensable desde el hecho de que
esta era contemporánea, se ha constituido en el momento histórico
de la estafa. Estafa social, cultural y económica a niveles globales
y en todos los estamentos sociales.

Nos han avasallado con teorías de justicias comunistas,


utilitaristas, liberales, marxistas, feministas, anticolonialistas entre
otras, que difieren entre ellas en un esfuerzo mental de generar
ideas de lo que consiste una división justa de derechos, de que los

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individuos son iguales sin matiz alguno, en una justicia con
énfasis en los derechos fundamentales, centrada en el bien y lo
bueno, la libertad, el derecho privado de propiedad, la igualdad
material, la igualdad entre los géneros y la igualdad entre los
pueblos o la paz.

Nos han hecho creer que no existe la justicia, que su aplicación


está vinculada a la buena voluntad de los gobiernos; que la
convivencia social está enmarcada en un constante sometimiento
al poderoso y que lo justo no es posible, si no hay un poder que
nos controle. Se ha omitido establecer el ideal de tener la
sensación de que siempre encontraremos justicia, en nuestra
sociedad y a lo largo de la vida.

La percepción real de lo que es justicia para el ciudadano, siempre


se ha sometido a los dogmas jurídicos planteados por la
administración de justicia, que no logra producir en nadie, la
sensación de protección y estabilidad necesaria para simplemente
vivir en paz.

En un contexto llevado al engaño, en esta era global del "Cuento


del Tío" viene a constituir la secuela social del presente siglo, con
matices de un cuento político en busca de poder, para defenestrar
a los actuales y encaramar a nuevos poderosos que controlen
incluso la justicia.

Una de las más injustas mentiras en la era republicana de nuestro


continente, ha sido la construcción de sistemas de justicia, que
nunca han sido una solución contra la desigualdad, contra la

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pobreza y en defensa de los menoscabados, sobre todo en países
pobres y débiles como el nuestro.

Sera que el individuo sólo podrá lograr una verdadera convivencia


ideal en algún momento?, o mantendremos una idea de que la
justicia es un bien común para todos, solo cuando sus relaciones
estan sustentadas dentro una Justicia estructurada y sustentada por
principios de sometimiento al poder y a los intereses
circunstanciales?.

ENTENDER LA JUSTICIA

John Borden Rawls, filosofo y político norteamericano con


aportes importantísimos sobre la equidad, concibe su propia
Teoría de la Justicia dentro una decisión imaginaria de un
individuo promedio, con racionalidad mediana y desde una
posición de ignorancia general, sobre las circunstancias de la
sociedad en que vive, que lo llevaria idealmente a elegir principios
de trato reciproco con sus semejantes.

Norberto Bobbio pensador y político italiano del siglo XX afirmó


que el problema de entender la justicia, daba lugar a crear
construcciones precisando los valores supremos, hacia los cuales
tiende el derecho; sus fines sociales cuyo instrumento de
realización son los ordenamientos jurídicos, con un complejo
establecimiento de reglas de procedimiento y de instituciones
solidas.

Justicia significa, dogmáticamente, ya sea en la política o en la


religión, una relación intrínseca de fidelidad, de autoridad o la

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divinidad, hacia la persona humana y viceversa. De fidelidad de la
persona al prójimo, que se entiende como la dimensión política
cívica y moral de cumplimiento de las leyes, es decir, a la relación
del individuo con su grupo social políticamente organizado y de
estos con los gobernantes.

Los Derechos Humanos como ciencia del derecho desde una


perspectiva humanista nos acerca más a la idea real de justicia
desde sus raíces éticas y establece con claridad cinco principios,
que permiten discernir lo que la persona humana merece:
dignidad, igualdad, libertad, justicia ética, legal y social y paz

JUSTICIA SOCIAL

La justicia social comprende las decisiones, normas y principios


considerados razonables de acuerdo al tipo de organización social
que la demanda. Comprende objetivos colectivos que deben ser
defendidos y sostenidos de relaciones sociales admisibles, que
describan un estándar de justicia legítimo.

Es un término utilizado para referir las condiciones necesarias


para desarrollar una sociedad de derechos, igualitaria en términos
sociales y económicos como conjunto de decisiones, normas y
principios razonables para garantizar condiciones de trabajo y de
vida pacífica y en desarrollo para toda la población.

Hans Kelsen en su análisis del Derecho como un fenómeno


autónomo de lo natural y de las consideraciones ideológicas y
morales, pensó la justicia social como aquello bajo cuya
protección puede florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la

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verdad y la sinceridad. Es exactamente la justicia de la libertad,
la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la
tolerancia.

CORRESPONDENCIA

Para pensar en lo que esperamos de la justicia, cada ser debe tener


acceso lo que le pertenece o lo que es suyo, lo que adquiere en
base a su naturaleza, a su condición, a sus méritos y a sus
necesidades humanas.

Todo individuo mantiene intrínsecamente algo como suyo, sea


material o abstracto, es la esencia del principio de
correspondencia. Todos tienen algo, les corresponde algo, pero no
en participaciones iguales. La idea de justicia es
consiguientemente, el que nadie sea apartado de lo que le
corresponde, esa sería su finalidad principal, no como un medio
para alcanzar el bien común, sino siendo el bien común mismo de
cada individuo.

La Justicia pues, es una percepción meritual de equilibrio en lo


que das y recibes, una sensación íntegramente regida por una
virtud, a la cual pretende llegar el hombre. Un estado armónico de
convivencia, que no equivale solamente a la igualdad entre todos,
sino en tener cada quien lo que le corresponde dentro del principio
de correspondencia, es decir, en equidad.

Injusticia es aquella situación que vulnera el principio de


correspondencia, es el status no equitativo, que origina
desequilibrios en lo que le corresponde a cada uno.

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La filosofía y la ciencia política han creado sistemas de
administración de justicia que deberían velar por este principio de
correspondencia. Lo que aconteció después es que dentro de la
sistematización de administración de la justicia, las competencias
y jurisdicciones, volvió a introducirse conceptos que generaron
poder para los poderosos. Luego se revistió la administración de
justicia de dogmas y mitos, para popularizarla y hacerla coercitiva
y nos la dieron para digerirla sin que tengamos opción de reclamo.

PERCEPCION DE INJUSTICIA

La justicia comunitaria nacional es un ejemplo de sensacion


general de este fenómeno, que nos desconecta de la sensación de
justicia, sumada a la autoatribución sentenciadora y ejecutora que
han asumido habitantes de zonas, regiones y lugares no integrados
al sistema nacional de justicia. En el agro o las localidades que
optan por sus propios sistemas, en realidad generan una sensación
de mayor injusticia social o de verdadera ausencia de justicia.

Esto ocurre hoy en nuestra sociedad tradicional boliviana. Y lo


que es más serio, por el propio conservadurismo del carácter
tradicional, de las costumbres de dudoso origen y de la aceptación
de los mitos de justicia que se impone, se auto suministran las
respuestas necesarias, para que la plurisociedad boliviana,
supuestamente viva en armonía, aun en las áreas rurales. Todo
esto es fundamentalmente opuesto al cambio racional que todos
queremos, porque de lo que se trata es construir instituciones
jurídicas, no costumbres o creencias, en pos de más poder político
para los poderosos.

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La utilización orgánica de los mitos sobre todo en estructuras
fundamentales de la justicia de nuestra sociedad, tiene que
replantearse, desde la creencia misma de su existencia, o incluso
un instrumento de consolidación de posiciones de poder sectario,
que propicie y fortalezca una administración de justicia sesgada y
la que tenemos se devalúe más y más, como ya ha pasado
tradicionalmente con todas las ciencias políticas y jurídicas en el
imaginario populista.

CLAMAR JUSTICIA

Lo hacemos a diario en movilizaciones populares, proviene de la


voluntad de ruptura, de rechazo y de denuncia. Los movimientos
de repulsa que vemos diariamente están dirigidos contra los actos
de injusticia de diferente naturaleza, contra lo intolerable.

En estas expresiones colectivas de precarias marchas por y para


todo, sumada al principio general de legitimidad mediante una
supuesta representación popular y la instrumentalización de la
acción colectiva por parte de estas vanguardias populares, si
llevan una idea recogía del sentir común del conglomerado social:
no sentimos que la justicia sea un valor que este inserto dentro de
los derechos fundamentales que nos protegen y si los hay es de
una manera muy precaria. Necesitamos sentir que tendremos
justicia y que eso nos conducirá a un camino alejado del
resentimiento, que ha corroído todos los niveles de la sociedad.
Una justicia que incentive la reconciliación nacional hacia un país
de progreso sostenido, distante de los grupos de presión que

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buscan control de la sociedad, en realidad ansiosos de poder y con
sus propios mecanismos de acción represora.

SOMETIMIENTO DE LA JUSTICIA AL PODER POLITICO.

El individualismo social es generalmente una expresión de la


injusticia y es por ello que la idea de Justicia es concebida como
una ilusión, una utopía, y para esto se requiere volver a creer.
Aducimos que somos un proyecto socialista pero este se mueve
cada vez mas cerca del individuo del poder, o elites politicas,
como actores fundamentales del proyecto politico, mas alla de las
aspiraciones generales de la sociedad.

No hay poder sin simbología, ni obediencia sin un sistema de


creencias. La percepción de que se vive en un sistema de justicia
en esarrollo seria la creencia adecuada. El orden social y político,
aun en nombre de una verdad debe imponerse a las circunstancias
y para los individuos y sus semejantes.

Esta concepción amplia de la aplicación de la ley, incluye también


el uso de otras fuentes, como la costumbre, los distintos principios
filosóficos que fundamentan el derecho, la jurisprudencia
doctrinal y los pactos internacionales institucionalizados. Exige un
compromiso del jurista con el pueblo.

LA REFORMA JUDICIAL BOLIVIANA PARA ADMINISTRAR JUSTICIA

Bolivia, pecando de redundante, sufre de una profunda crisis de


valores que afecta gravemente a nuestras instituciones juridicas,
imposibilitando la implementación y ejecución de un sistema de
justicia acorde con sus finalidades constitucionales.

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Inmerso en esta crisis se encuentra el Poder Judicial, cuyos
permanentes escándalos han puesto en evidencia patética una
realidad caótica.

Lograr un Poder Judicial que administre justicia, autónomamente


y con jueces independientes parece no ser un componente
importante de procesos de reestructuración del sistema judicial
cada vez que sucede, aunque debería ser uno de sus más preciados
objetivos.

Los graves problemas alcanzan al sistema judicial, al Ministerio


Publico y a las instituciones del sistema de justicia, primeramente
reflejan como el Consejo de la Magistratura, que desde hace
décadas, no sólo fue interferido por diversos gobiernos, sino usado
como elemento de batalla política partidaria, con el agravante de
que también se implementaron "reformas judiciales" como
instrumentos de persecución y corruptela impune.

Citaríamos tambien, a una tara tan nociva como la corrupción en


la administración de justicia, que resulta ser, su extrema lentitud
de procesamiento, que es una forma de injusticia muy frecuente en
el pais, que pone en duda fuertemente, la estabilidad y seguridad
jurídica.

Varias veces, en clara preocupación de tan insoportable realidad,


el Poder Ejecutivo actual y como los anteriores, se declararón en
procesos de reestructuración del Poder Judicial, mediante
gestiones integradas únicamente por reformadores políticos en la
administracion del Estado y por jueces vinculados a la política

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partidaria, excluyendo de las reformas a la sociedad civil del rubro
de la abogacía ya organizada y otros importantes estamentos
públicos, cuya presencia ineludible hubiera asegurado resultados
exitoso.

A un par de años de la medida, en el actual gobierno, de


"reestructurarse a sí mismos”, la corrupción e incluso la
podredumbre de los manejos judiciales, no parecían haber
cambiado sino haber contrariamente alcanzado límites
intolerables, sin que ello tampoco signifique desconocer
trascendentales aportes de varios profesionales en busca de un
mejor sistema y cuyas valiosas conclusiones deben volverse a
tomar en cuenta para revertir la actual realidad.

En la presente gestion volveremos a otra reforma, ante la


constatación del fracaso inicial de los cambios realizados, la
misma que debe establecer una primera premisa: que toda reforma
es un cambio en la medida en que exprese un paso hacia algo
mejor y no una reestructuración dentro de parámetros
desconocidos que solo benefician al poder y todo lo que ha
resultado una frustración.

Sin embargo, emprender una reforma judicial, supone ahora la


intervención de todos los componentes de la sociedad, que operan
en ella, en cuanto que, el Poder Judicial es un ente que interesa y
pertenece a toda la sociedad porque opera un bien comun de
convivencia pacifica y justa y dado que el problema de la

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administración de justicia y la seguridad jurídica afecta a todos los
estamentos y al desarrollo social y económico del país.

Deben considerarse para este fin los siguientes razonamientos:

-El control técnico de la Concejo de la Magistratura, integrada por


los mismos jueces, se encuentra debilitada tanto por su estructura
cuanto por normas de control obsoletos con los que cuenta.

-La modalidad de selección de los jueces y su capacitación


implementados por el sistema de la Magistratura y por la Escuela
formadora no han tenido resultados positivos, que marquen la
diferencia o contribuyan a un mejor sistema de administración de
justicia, oportuna y que otorgue seguridad jurídica.

-Actualmente, se agrava la crisis de valores y decrece la


credibilidad ciudadana con respecto al sistema de administración
de justicia.

-Las facultades de Derecho de mayor antigüedad, deben ser


consideradas en las distintas últimas convocatorias de la sociedad
civil, no obstante a ser protagonistas indiscutible del quehacer
jurídico del país, que se siente la imperiosa necesidad de contar
con su aporte por la gran responsabilidad que la sociedad les
concede en la formación de profesionales del Derecho.

-Los Colegios de abogados comprometidos con la realidad


nacional historica, la investigación y la formación de
profesionales del derecho, deben generar propuestas de solución a
los problemas que aquejan integralmente al procesamiento de

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causas y la esquematización de equipos profesionales que atienden
los juzgados del país, que además cuentan con un grado de
autoridad académico-moral que le impone expresar su opinión.

-Es preciso por parte del Estado y para pensar en una reforma que
otorgue garantías de solvencia diseñar un presupuesto que sea de
carácter extraordinario, que no sea el óbice para generar un
proyecto ejemplar en el continente.

-Es imperioso crear un proceso de transición y se declare al


Sistema de la Administración de Justicia en instancia de reforma
absoluta, que incluya al Poder Judicial, Ministerio Público,
Consejo de la Magistratura y que en este proceso de reforma
integral, que permitirá una transición con cronograma incluido se
deje un esquema de jueces liquidadores cuidando de que los
procesos en curso no sean alterados o perjudicados por el cambio.

La Paz enero del 2016.

PROCESO DE CREACION DE UNA NUEVA JUSTICIA EN


BOLIVIA.

Walter H. Zuleta Buitrago

Para hacer efectiva una propuesta de reforma estructural que


realmente cumpla con la aspiracion historica de crear una justicia
acorde con la realidad nacional, mas alla del trabajo de reformar
codigos y leyes procedimentales, es necesario se cree el
instrumento institucional del cambio, una COMISION

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NACIONAL DE REFORMA INTEGRAL DE LA
ADMINISTRACION DE JUSTICIA, integrada por los
representantes del Poder Judicial, del Poder Ejecutivo, del Poder
Legislativo, del Ministerio Público, de las facultades de Derecho
más antiguas del país, tanto de los sectores público y privado.
Crear una Junta de Decanos de Facultades de Derecho, de las
referidas universidades y otro Concejo de Presidentes de los
Colegios de Abogados, y tener contraparte del Tribunal
Constitucional, del Consejo de la Magistratura, de la Defensoría
del Pueblo, las Comisiónes de Justicia de la Asamblea Legislativa

-Finalmente crear un Consejo de ex presidentes de la Corte


Suprema de la República que se constituya en un Comité de
Vigilancia de los avances que se logren.

-Distinguir que el Poder Judicial tiene dos componentes: el


jurisdiccional y el administrativo.

El primero debe mantener celosamente la absoluta autonomía en


su función jurisdiccional, y el segundo, mantener autonomía
administrativa en sus decisiones, integrada por profesionales del
Derecho, representantes de los operadores de la administración de
justicia y de la sociedad civil, sin función jurisdiccional,
únicamente administrativa.

-El Consejo de la Magistratura debe asumir las funciones de


Control y con el Consejo de ex Presidentes de la Corte Suprema
de la República como Comité de Vigilancia para conocer de los

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procesos disciplinarios para absolver o sancionar a los
administradores.

-Nombrar a los jueces previa calificación del currículo vitae y de


que éstos hayan aprobado el o los cursos en la escuela de la
magistratura.

-Nombrar vocales superiores y supremos, previa calificación de


sus funciones y la ratificación de los jueces en general, la misma
que será permanente y obligatoriamente cada 3 años.

La Escuela formadora de la magistratura deberá reformarse con el


objeto de que se constituya en el más Alto Centro de Estudios
Juridicos Superiores para la formación de jueces, bajo la dirección
de representantes, renovables con periodos de gestion de años de
un Órgano Administrativo del Poder Judicial, con aportes de las
facultades de derecho de las universidades estatales y privadas y
éstos últimos necesariamente tendrán que ser profesores
principales.

Seria importante que se materialice en forma inmediata y


dinámica primero su constitución y posteriormente como primera
tarea la elaboración de diagnosticos e informes preparados por la
Comisión Nacional de Reestructuración del Poder Judicial en
administracion de justicia en Derecho Penal, Derecho Civil, y las
Modernizaciónes del Despacho Judicial como estereotipo.

Imperiosamente, diseñar desde esta Comision Nacional una


Política Anticorrupción especifica, como una visión que abarque
de manera articulada, al conjunto de instituciones que integran el

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sistema judicial, abordando sus componentes en su especial
naturaleza, para tambien reforzar el subsistema anticorrupción del
Estado, que trabaja todavia en condiciones de gran precariedad.
Aportando de esta manera con conclusiones especificas sobre la
temática de la corrupción y sistema de justicia y con propuestas
especificas de solución.

Dentro de esta politica, que se cree un mandato y se le otorguen


los poderes necesarios a un Zar Anticorrupción de actividades
juridicas, para luchar contra la corrupción y sus redes, dentro y
fuera del Poder Judicial hay que fortalecer al Control de la
Magistratura, mediante mayores recursos, capacitación, personal
idóneo y nuevos procedimientos que agilicen su función del
control.

El establecimiento de mecanismos preventivos de control de la


labor jurisdiccional, centrados en la evaluación de la
productividad, calidad de los fallos judiciales, celeridad procesal y
legitimidad social de los despachos judiciales y la promoción de
un Sistema de Control Ciudadano y Ética Judicial contra la
Corrupción , con documentos básicos sobre los cuales, además de
su pronta implementación, se tendrá como documento especial de
trabajo.

Establecer un presupuesto adecuado a sus exigencias y


modernización, sin el cual es imposible lograr una reforma
auténtica que conlleve, seguridad jurídica y la meta más
importante que es alcanzar justicia.

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La corrupción no se ha presentado únicamente como un conjunto
de casos aislados y separados, cometidos por funcionarios
carentes de moral, ávidos de tener un mayor ingreso y gozar de
diversas granjerías. La corrupción es todo un sistema, es a la vez
medio y fin. Nace desde las practicas sociales y debe trabajarse
desde los sistemas educativos nacionales para extirparlas de la
conciencia ciudadana.

Como medio, la corrupción establece los cimientos de


articulaciones criminales, la compra lealtades y asegura el control
del poder, la complicidad y el encubrimiento.

Como fin, la corrupción moldea la conducta de personas que se


prestan a los juegos de poder, y a mantener incólume el poder
politico oculto, a cambio de espacios de poder, ingresos oscuros,
favores, prebendas y enriquecimientos ilicitos.

TIPOLOGÍA DE LAS PRÁCTICAS CORRUPTAS

Deben definirse los mecanismos y formas para erradicar paso a


paso las practicas corruptas en las que incluimos las siguientes
mas comunes:

-Utilización, por parte de jueces y magistrados, de sus decisiones


respecto de diligencias y trámites, como mecanismo de presión
sobre las partes.

-Exacciones ilegales.

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-Aceptación de dádivas e incentivos para acelerar resoluciones y
adoptar otras medidas procesales, inclusive para emitir
resoluciones en un determinado sentido.

-Tarifas de medidas sustitutivas.

-Amiguismo y tráfico de influencias.

-Pagos para evitar procesamientos.

-Pagos para lograr la adopción de medidas cautelares y la


incautación de bienes.

Recepción de pagos para manejar las notificaciones de manera


que se beneficie o perjudique a alguna de las partes.

-Extravíos doloso de expedientes y memoriales.

-Desaparición o adulteración dolosa de pruebas y efectos


incautados y que se hallan bajo custodia judicial.

Los principales factores que generan corrupción en la justicia


tambien incluyen externamente:

-Falta de comunicación, coordinación e información entre los


distintos organismos del Estado.

-Delegación indebida y/o ilegal de funciones en el ámbito interno,


tanto en el Organismo Judicial como en el Ministerio Público.

-Concentración de funciones en jueces.

-Inexistencia de mecanismos transparentes para la selección y


nombramiento de jueces, magistrados, fiscales y policías.

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-Política salarial deficiente.

-Excesiva burocracia.

-Falta de desarrollo de las carreras Judicial, Policial y Fiscal.

-Deficiente funcionamiento y falta de autonomía de las instancias


de control interno.

-Clase política que ve al Estado como fuente de riqueza, clase


política que ante la oportunidad de realizar la Reforma, como si
los nuevos asambleistas serian los sabios idóneos para tal
finalidad.

-Encontramos un nexo entre la Corrupción, Narcotráfico,


violación de Derechos Humanos, terrorismo de Estado y Actos
Terroristas con el claro objetivo del enriquecimiento ilícito, -
Relantear la accion de la Contraloría General de la República, -
Participacion de los medios de Información (Televisión, Prensa,
Radio, periódicos, etc.

CONCLUSION

Hay que identificar las causas profundas de la crisis, desde esa


comprensión, avanzar en la formulación de alternativas de
democratización, pacificación y desarrollo sustentadas en la
participación política plural de todos los sectores del país, el
rompimiento de la constitucionalidad en nuestros sistema judicial,
es un proceso reversible como obligacion de todos.

-Las reformas deben acompañar la de los otros componentes de la


ecuacion, como la reforma de las fuerzas policiales que ya no

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estan en condiciones de afrontar solas, una lucha con apoyo
político intermitente en el momento más grave de la historia
deldel sistema judicial contemporaneo de nuestro pais.

La Paz, Febrero del 2016.

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