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Introducción
El lenguaje de las piedras es una interpretación de las representaciones y el significado
de la piedra como material, herramienta e instrumento de transformación de la realidad
en el continuo constructivo del hombre en sociedad. Cuya simbología es representada en
las estructuras de la vivienda arequipeña, que manifiestan una evolución en las representa-
ciones simbólicas de influencia de la población chilena establecida en los espacios rurales
y urbanos arequipeño después de la guerra. Constituyéndose así un medio de cambio o
modernidad en los modelos de construcción.
La cultura del hombre a partir del uso de la piedra modifica la realidad y construye
ideologías específicas en cada uno de los espacios culturales. Las piedras en el lenguaje
del hombre, se convierten en un medio de comunicación, de construcción y viceversa;
el hombre a la piedra la convierte en un elemento para construir y producir cultura, con
valor patrimonial de larga duración, si no se envejecen por los cambios ambientales y
erosivos. Además de convertirse en elementos de valor económico por la belleza estética
en las construcciones de vivienda, andenería, tumbas, centros de adoración o ritualidad,
instrumentos de guerra o defensa, punzones, collares y demás formas, por la utilidad en la
satisfacción de necesidades, tienen determinado significado. Por ello desde la visión cultural
y como atractivo turístico no siempre se debe interpretar de forma exacta el lenguaje que
representan las piedras para el hombre contemporáneo.
Sin embargo, las fuentes utilizadas en la investigación están relacionadas con las repre-
sentaciones sobre las piedras, la estructura de la piedras antes y después de utilizadas por
el hombre, que forman estructuras en las viviendas, caminos, andenerías o en la utilización
para la cocción de alimentos.
El lenguaje de las piedras
Las piedras fueron material preciado por los hombres desde que empezó a elaborar las
primeras herramientas para la caza o recolección, hasta darle valoraciones especiales al
introducirla al mercado comercial. En el proceso los hombres se fueron especializando en
la utilización de la piedra y en la transformación. Aprendieron de las variedades, cualidades
y de la mágica estructura de las piedras al construir viviendas, canales, caminos y ciudades
amuralladas, con inmensos bloques lujosamente tallados.
Las formas y modelos fueron diseño resultado de la exigencia y satisfacción de la ne-
cesidad, hasta organizar un lenguaje con la piedra por la contextura, tipo, variedad, color,
ubicación, tamaño y dureza. Al establecer el diálogo con lo inerte, identificó el sonido, la
consistencia, el volumen, la repetición de las formas2, el tamaño y color. Al asociarla con
la madera o metales conforman estructuras de belleza incomparable en cada periodo de
desarrollo cultural.
1 Universidad Nacional San Agustín de Arequipa – Perú
2 Jiménez, José. El lenguaje de las piedras; En: Manolo Paz. http://www.el-mundo.es/cultura/arteXXI/paz/criticapaz.
reside en el soporte empírico necesario (su significante), a que puede ser reducido6. Los
símbolos construidos con las piedras tienen esa particularidad, cuyo significado es para
los componentes de un contexto social. Por ejemplo la imagen, representa una figura
geométrica hecha de piedra granito cuya contextura entre piedra y piedra forma un área
plana utilizada para hacer germinar el maíz entre diez y doce días, el resultado después de
hacerlo secar es el guiñapo, insumo para la elaboración de la chicha, se los conoce como
poyos. Pero si se los saca del contexto a otras realidades pueden cambiar de significado.
Las piedras sacadas del lugar de origen a conformar otros lugares, se convierte en material
básico para la construcción de vivienda v. g. si es relacionada con otros como el barro, y
amalgamas forman estructuras de complejo significado.
Símbolos naturales ordenados por el tamaño, color y resistencia al fuego, forman una
estructura diseñada por el hombre, el horno de piedra, es tradicional en la cocción de
alimentos, denominada guatía (huatia/pachamanca), después de hacerlas calentar a altas
temperaturas, en el interior colocan papas, carnes, habas, choclos entre otros alimentos,
son cubiertos con hierbas especiales (ccapa para armonizar la cocción con aroma único) y
tierra, como si fuese una tumba, durante
un espacio de tiempo no más halla de dos
horas (si está suficientemente caliente el
horno). Al descubrir el enterramiento,
los alimentos con aroma especial, es un
potaje de calidad utilizado en ocasiones
especiales.
Si los hornos representan el lenguaje,
las viviendas contienen simbologías cuyos
significados relacionan el tamaño, con-
textura y forma de la vivienda al seguir
sumando la utilidad significativa de la
vivienda, convertida en símbolo.
Fuente: Casa en acelerado proceso de envejecimiento y destrucción. Quequeña – Arequipa. En el dintel representa follajería y
rosetones con un excelente acabado de puertas y ventanas símbolos del siglo XIX y mitad del siglo XX.
7 Estermann, Josef. Filosofía Andina. Estudio Intercultural de la Sabiduría Autóctona Andina. Ediciones Aby–Yala, Ecuador, 1998. P.144
las personas que conforman ese grupo, las que van adquiriendo valor y significado en su
mismidad, así el estudio sobre la identidad cultural de la vivienda, sitúa el factor geográ-
fico como una variable en el estudio de las identidades nacional o regional10, basado en la
estructura mental.
La vivienda como símbolo representa a la familia nuclear o diversificada, tiene
aspectos comunes, se observan los cambios en las paredes de piedra, barro, quincha,
adobes, piedra – abobe, techo de paja
de puna, junco, tejas, calamina, madera,
ramas, concreto, pues la comunidad ex-
perimenta una transformación gracias al
poder adquisitivo resultado de la trans-
for mación económica del poblador,
dados los modelos económicos, por la
venta de leche, carne, comercialización de
productos agrícolas, y agro-industriales.
Los análisis de la vivienda iniciados con la categoría espacio, símbolo, signo, producción
cultural, identidad, requiere todavía para entender el significado, diferenciar sus identidades
entre los Monumentos, lugares Históricos y Viviendas11, que serán traducidos en el proceso
de investigaciones futuras.
Las casas de piedra, adobe y techo a dos aguas, representan la simbología ancestral,
frente a la intensidad de lluvias en la región, el techo preserva la vida interna frente a las
inundaciones o lluvias torrenciales, por ello los techos de pajas los cambiaron constante-
mente, los nuevos protegidos con tejados complicados, fabricados en la quebrada de las
Olleras o Coscollo – Socabaya, dio especial colorido a la ciudad que no necesariamente
fue blanca para finales del siglo XVIII.
Las construcciones con techos de pajas del sector social desposeído, a modo de ranchos
las ubicaron en arrabales, lugares incógnitos, solares, y periferia de la ciudad, el ingreso
laberintazo convertido en calles públicas12 ordenadas, limpias y empedradas resultado del
trabajo comunal colectivo; favoreció a la fabricación de las casas en los extremos de la ciudad
que gozaron de corredores, galerías y ventanas de deliciosa vista13, facilitaron el ensanche
de la ciudad y la convivencia vecinal delineada por ángulos o cuadrículas.
Después del terremoto de 1784, cambia decisivamente la opción tecnológica y se am-
plía con el uso del sillar, los canteros de piedras o picapedreros terminaron en las canteras
Selva Alegre, Añashuayco y Yarabamba, pero el sillar de Añashuayco será de mayor uso a
pesar de la distancia y costos de transporte, asociado al calicanto dieron otra resistencia
a las viviendas con bóvedas, paredes amplias. Entonces la imagen urbana de la ciudad fue
modificándose lentamente.
Asimismo, los nuevos oficios artesanales continuaron surgiendo, maestros que impul-
saron la construcción, nuevas técnicas en la cantería, los carpinteros pierden espacios, los
techos enmaderados serán los menos usados, se encargaron de hacer puertas y ventanas
10 Peña Rangel, Ana María. Grupo de Investigación y desarrollo. Dirección Provincial de Matanzas, Cuba, 2005. http://www.crim.
unam.mx/Cultura/ponencias/1CultDesa/CDIDE09.htm
11 Nos ocuparemos exclusivamente de las viviendas de la cotidianidad colectiva urbana o rural.
12 Zamacola y Jaregui, Juan Domingo de. Apuntes para la historia de Arequipa. Primer Festival del Libro Arequipeño, Arequipa 1958.
Pp: 44 – 45.
13 Travada y Córdova, Ventura. Historia General de Arequipa, TI. Folletín de “El DEBER”, Arequipa 1923. P: 118.
en madera14; los fundidores fabricaron las aldabas, cerrojos y rejones; los picapedreros se
especializaron en tallar pedestales, levantar pilastras, columnas, capiteles, zócalos y corni-
sas en piedra o sillar; los albañiles en la edificación con muros de una o dos filas de piedra
o sillar, empedrados de calles, veredas, acequias, canales, acueductos, etc. Los modelos
orientaron el arte de la fabricación de casas en el lenguaje neoclásico.
Continúo la utilización en damero de 49 manzanas originales, y persistencia de lotes
que dan origen a residencias con patios sucesivos que aun están vivos. Las calles de la ciudad
empedradas con veredas de laja, al centro acequias descubiertas, alegran la ciudad15 con
el sonido del agua y humedad especial, de ellas se desprendieron acueductos a las casas,
regando patios, huertos y jardines.
Dio lugar a una variedad característica en los diseños de las fábricas probando la re-
sistencia a los terremotos, edificios de una o dos plantas, en base a cal fabricada en Yura y
sillar de las canteras o cal y canto. En el periodo la arquitectura civil de Arequipa, la distri-
bución estuvo “(...) componiéndose como todas las ciudades de variedad y fortuna, nunca
pueden ser iguales las fabricas de las casas y en ninguna parte se ve mas diversidad que en
Arequipa, porque de las muchas veces que se ha fabricado la ciudad en varios modos que
se han inventado de fabricas, probando cual tenga, mas consistencia en las continuas ruinas
que ha padecido en los terremotos, ha resultado hasta “tres especies de edificios: casas
de pajizas, de teja y de cal y canto. De las pajizas hay muy pocas y están por lo general en
los extremos de la ciudad (es decir correspondiendo a las zonas de San Lázaro, Santa Martha, la
Pampa de Miraflores y probablemente en la Chimba y Cayma); Las de tejas componen la mayor
parte; las de cal y canto compondrán un tercio de lo edificado, son las casas por lo general
capaces bien dispuestas, de dos patios y raras o ninguna son las que carecen de corrales
y huertas”16.
Las casas de cal y canto fueron en su gran mayoría de un solo piso con bajo costo y de
reducidos riesgos en los incendios17 como sucedía en las viviendas de madera o paja. La
tipología de las casas arequipeñas eran por lo general de gran dimensión y calidad, con
doble patio uno principal y otro de servicio sumado a un huerto con caballerizas, segu-
ramente junto a las viviendas sin patio formaron parte de la vistosa imagen urbana en “tres
colores: blanco, verde y purpúreo; el blanco lo ofrece las muchas bóvedas de cal y canto;
el purpúreo las de tejas; y, el verde la hermosa arboleda de sus huertos”18 armonizados en
los azulejos (añil), rojizos (cochinilla), naranjas y amarillos frente al verde de la campiña
arequipeña a los largo del siglo XIX.
Por otro lado, la construcción de las viviendas responden a cuestiones de salud, “las
condiciones físicas de una vivienda están estrechamente ligadas a los factores sociales de la
misma y por lo tanto es imposible pensar que puedan aislarse ya que la disposición física
adecuada de la vivienda constituye al desarrollo de la personalidad”19 en relación con la
convivencia entre comerciantes, mineros, artesanos, agricultores, labriegos, propietarios
de casonas, tierras y grandes extensiones productivas; facilitaron de una y otra forma el
tratamiento preventivo de enfermedades.
En tal sentido, la población utiliza materiales, plantas y elementos del lugar para curarse
de dolencias y malestares al ritmo del conocimiento y práctica social transmitida de genera-
ción en generación y puesta en uso en la actualidad. Las plantas utilizadas para prevención
del resfrío, es el eucalipto, el cardo, orégano, éter, ajenjo. Para los malestares digestivos, la
14 Gutierrez, Ramón. Evolución histórica urbana de Arequipa 1540 – 1990. Epígrafe Editores S.A. Lima 1992. P: 50
15 Travada y Córdova, Op Cit: 121
16 Ibidem: 122 el subrayado a modo de cursiva nuestro.
17 Gutiérrez, Op Cit: 113
18 Travada y Córdova Op Cit: 126
19 VALENCIA VALENCIA, Raquel Mercedes: La vivienda en los pueblos jóvenes de Arequipa y la acción del servicio social. Tesis de
Bachiller en Servicio Social. Arequipa, 1977. P: 6
hierbabuena, las sábilas, perejil, manzanilla, la alfalfa, las pencas de tuna, la berenjena, entre
otras. Para el dolor de cabeza, la chicorea (diente de león), hojas de romaza o zarsaparrilla,
hojas de molle, de eucalipto.
En sí la posición de la vivienda con puertas, ventanas, hornacinas con dirección a la salida
del sol y en contra de las corrientes de viento, como expresión del imaginario social, “donde
entra el sol no entra enfermedad”20, presente entre constructores y edificadores conoce-
dores de los cambios estacionales, climatológicos de cada uno de los espacios geográficos
destinados a fabricación de casas. Posicionó el conocimiento colectivo del espacio, frente
a la presencia de ciertas dolencias,
epidemias o enfermedades.
Una imagen especial representa
la campiña levantada con muros de
barro apisonado en moldes, sobre
dimensiones de cantos rodados y
barro “se enriquece con paja, palos,
restos de cerámica”21. Para formar una
amalgama resistente a la humedad y
aridez. La temperatura en el interior
favorece al desarrollo biopsicosocial
en condiciones de equilibrio.
Fuente: vivienda ubicada en la parte posterior de la
plaza de Tingo Grande. Archivo particular Arequipa
23 noviembre 2006
nada, concluidas por Eduardo López de Romaña e inauguradas 189527. Las redes llegaran
hasta el parque San Antonio, la construcción de los túneles y alcantarillas solventados con
capitales de Romaña.
Se fue remodelando la ciudad, con el traslado de la cárcel del portal de San Agustín al
antiguo Colegio de Educandas en la plaza San Francisco.
El proceso de embellecimiento de la cuidad continuó no sólo en infraestructura física,
sino en los comportamientos colectivos, con la presencia de nuevos empresarios extran-
jeros.
Fuente: Casona el la calle Romaña, entre la calle Olím-
pica y Parque Romaña, de sillar rosado la infraestructura
armoniza con los tejados, la piedra labrada y organizada
con calicanto. Archivo particular.
Fuente: Calle Jerusalén, hoy local del Banco de Crédito del Perú.
y en general con techo de calamina. Cabe agregar, los segundos pisos poseen balcones,
esto con el propósito de modernizarla vivienda. De esta manera, se introducen elementos
decorativos como pintura al óleo en paredes, empapeladuras, etc., van desapareciendo así
los chorros, las gárgolas con la modernización de las fachadas. Se introduce, el hierro para
la elaboración de peldaños, escaleras, rejas y balcones; el cemento y ladrillos en todas las
formas para paredes, techos.
De esta manera los procesos de urbanización provoca el incremento de la demanda de
terrenos y de las necesidades de construcción, claro, tendiendo en cuenta que la tierra urbana
esta prácticamente en poder de grupos sociales privilegiados por la política y tenencia de
propiedad comercial e industrial.
El tipo de edificación de las nuevas urbanizaciones en periferias y de otras más cercanas
tenía ya otro tipo de influencias: por un lado el estilo moderno y por otro el californiano
que consistían en viviendas plenas de confort y muy económicas transformando el aspecto
arquitectónico de la ciudad.
La vivienda andina tiene variaciones por la presencia de población migrante interna y
externa. Los insumos para la construcción la madera, el barro, carrizos, esteras, piedra y
demás ingredientes, formaron parte de diseños de la vivienda urbana y rural.
La vivienda como símbolo social, es el resultado de la construcción a partir de la exigencia
social dado el crecimiento geométrico de la población, y sobre todo por las aplicaciones
de tecnologías aplicadas considerando los materiales de construcción en el lugar, de las
ciudades planificadas o sin planificar, crecen por espontaneidad, no siempre ha sido como
la percibimos hoy, sino que este ha venido pasando por diferentes y constantes cambios,
influidos por diferentes factores, por eso el “ser humano no encuentra otra manera de refu-
giarse de las fieras y de la fuerza de la naturaleza mas que cobijarse en grutas o cuevas que
le servían de vivienda, entonces este sufre, sucumbe, (...) pero siempre, siempre avanza”34
hasta llegar a la vivienda – ciudad contemporánea.
Al encontrar una explicación científica, las apreciaciones y construcciones teóricas tienen
una visión desde la metafísica o las ciencias naturales, le dan un significado de utilidad y
gerarquización social por los materiales, costo y ritualidad; en tanto se fueron construyendo
las unidades de representación y medición, de allí que el problema del espacio se relaciona
íntimamente de las cuestiones referidas a la materia y al tiempo, las respuesta a estas cues-
tiones afectan también, como en la física reciente a la construcción geométrica. Se habla,
en física por ejemplo, de un continuo espacio –tiempo. En la metafísica el problema del
espacio engloba de forma amplia la comprensión de la estructura de la realidad.
En cambio la dialéctica materialista no parte del simple nexo de tiempo y espacio con la
materia en movimiento, sino que el movimiento constituye la esencia del tiempo y el espacio
es inseparable, ideas consideradas por los físicos modernos.35 De donde el conocimiento
humano proporciona una representación cada vez profunda y correcta visión del tiempo
y espacio objetivamente reales.
El uso del espacio físico, se convirtió en controversia constante, es un problema sin so-
lución a pesar de los años, pero los confundieron en opinión con los efectos de los sismos
(1950 -1960) “el establecimiento de las urbanizaciones populares en las zonas marginales de
la ciudad, ha sido uno de los planteamientos con los cuales ha querido resolverse el problema
de la vivienda en Arequipa; y los técnicos en urbanismo que organizaran un forum en la
Casa Consistorial, hace algunos años, señalaron que una ciudad Satélite será la solución al
crecimiento de la ciudad”36, la divergencia continuo como parte del proceso de desarrollo
social, pues las áreas de ocupación planas escasearon, las alternativas como urbanizaciones
34 Viollet F. M., LE – DUC: Historia de la habitación humana. Editorial Víctor Leru , Buenos Aires, 1945, P : 10
35 ROSENTAL, J. Diccionario Filosófico. Ediciones Pueblo Libre, Buenos Aires. 1990. P. 589
36 El Pueblo, Arequipa 24 de enero de 1960. P: 3
populares, dio paso al uso de las faldas de los cerros aledaños a Paucarpata, Miraflores, So-
cabaya, Sachaca, Sabandía, Mariano Melgar, Selva Alegre fueron ocupados paulatinamente,
hasta llegar a las cimas no importó el tipo de suelos, rocosos o accidentados, es decir, con la
fuerza humana, característica propia para la transformación de la naturaleza han convertido
el espacio en medio de hábitat, generando así otros efectos colaterales.
Por otro lado, utilizado el espacio geográfico, el espacio de construcción pasa por las
mediciones de los suelos destinados a la vivienda, hacer los cimientos con zanjas que pasaron
los ochenta centímetros de profundidad en los
suelos duros, pero si no tienen consistencia o
son arenosos las profundidad fue mayor. Para
rellenarlas con piedra y calicanto primero, lue-
go con concreto (agregados y cemento), hasta
construir las paredes, e iniciar el acabado.
Fuente: casona del siglo XIX en envejecimiento en el siglo XIX. Puerto
de Quilca – Arequipa. Base de piedra y mezcla con paredes de madera,
representa el símbolo de cambio después de la guerra de 1879, los
travesaños guardan grabados los números del año, seguramente de
construcción.
Los grupos poblacionales con más vastas necesidades han quedado fuera del alcance
de los programas estatales y privados, en líneas generales. Los programas implementados
expresamente para los grupos desposeídos han resultado en intentos aislados con reducido
impacto para las políticas nacionales de vivienda de bajo costo. Aun más, algunos proyectos
pudieron causar alteraciones en el mercado de la vivienda y la urbanización en desventaja
de la población de bajo ingreso.
Fuente: Camino de herradura ancestral entre
Yumina y Sabandía 8 noviembre 2006. Archivo
familiar
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