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Los hemisferios cerebrales y sus funciones

Dª. Trinidad Aparicio Pérez. Psicóloga clínica. Psicóloga escolar Centro de Psicología Alarcón.
Granada.
Los hemisferios cerebrales y sus funciones
El cerebro es objeto de interés para muchos, se han realizado muchas investigaciones y sigue
siendo el gran desconocido aunque el avance de la ciencia nos ha ayudado a conocer mucho
más de lo esperado. Muchas investigaciones se han centrado en el estudio de los hemisferios
cerebrales y en sus funciones.
El cerebro es objeto de interés para muchos, se han realizado muchas investigaciones y sigue
siendo el gran desconocido aunque el avance de la ciencia nos ha ayudado a conocer mucho
más de lo esperado. Muchas investigaciones se han centrado en el estudio de los hemisferios
cerebrales y en sus funciones.
¿Qué son los hemisferios cerebrales?
El cerebro está constituido por dos mitades, la mitad derecha llamada hemisferio derecho y la
mitad izquierda llamada hemisferio izquierdo.
Ambos hemisferios están conectados entre sí por una estructura denominada Cuerpo Calloso,
formado por millones de fibras nerviosas que recorren todo el cerebro.
Gracias a estas fibras, los dos hemisferios están continuamente conectados.
Cada hemisferio está especializado en funciones diferentes, de ahí que uno de los aspectos
fundamentales en la organización del cerebro lo constituyan las diferencias funcionales que
existen entre los dos hemisferios, ya que se ha descubierto que cada uno de ellos está
especializado en conductas distintas.
Conviene saber también, que existe una relación invertida entre los dos hemisferios y nuestro
cuerpo. Por consiguiente, el hemisferio derecho se encarga de coordinar el movimiento de la
parte izquierda de nuestro cuerpo, y el hemisferio izquierdo coordina la parte derecha.
Funciones del hemisferio derecho
La parte derecha está relacionada con la expresión no verbal.
Está demostrado que en él se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta
emocional (facultad para expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos no
verbales de la comunicación, intuición, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías.
El cerebro derecho piensa y recuerda en imágenes.
Diversos estudios han demostrado que las personas en las que su hemisferio dominante es el
derecho estudian, piensan, recuerdan y aprenden en imágenes, como si se tratara de una
película sin sonido. Estas personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la imaginación.
Funciones del hemisferio izquierdo
El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de los individuos.
Parece ser que esta mitad es la más compleja, está relacionada con la parte verbal.
En el se encuentran dos estructuras que están muy relacionadas con la capacidad lingüística
del hombre, el "Area de Broca" y "Area de Wernicke"(áreas especializadas en el lenguaje y
exclusivas del ser humano).
La función especifica del "Area de Broca" es la expresión oral, es el área que produce el habla.
Por consiguiente, un daño en esta zona produce afasia, es decir, imposibilita al sujeto para
hablar y escribir.
El "Area de Wernicke" tiene como función específica la comprensión del lenguaje, ya que es el
área receptiva del habla.
Si esta zona se daña se produce una dificultad para expresar y comprender el lenguaje.
Además de la función verbal, el hemisferio izquierdo tiene otras funciones como capacidad de
análisis, capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas
numéricos, aprender información teórica, hacer deducciones...
¿Existe un hemisferio dominante?
El hemisferio que más se ha estudiado ha sido el izquierdo, ya que la mayoría de los estudios
apuntan a que se trata del hemisferio dominante.
Parece ser que en los diestros domina el hemisferio izquierdo, y en los zurdos el hemisferio
derecho.
Pero esto no quiere decir que tanto zurdos como diestros no puedan desarrollar mejor el
hemisferio no dominante, ya que como se ha dicho anteriormente ambos están conectados.
De hecho, las personas que tienen el cerebro muy desarrollado, utilizan simultáneamente los
dos hemisferios.

Diferencias entre cerebro de hombres y mujeres se reflejan en toma de decisiones


UNAM Global TV / Notimex

La diferencia sexual entre hombres y mujeres se extiende hasta en el nivel cognitivo


Los cerebros de hombres y mujeres tienen diferencias que se ven reflejadas en el lenguaje, el
sueño, el estrés y la toma de decisiones, aseguró la doctora de la Facultad de Psicología de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Olga Rojas Ramos.

Indicó que la diferencia sexual entre hombres y mujeres se extiende hasta en el nivel cognitivo,
pues aunque en esencia ambos tienen el mismo número de neuronas y la misma estructura
cerebral, el efecto hormonal ejerce una diferencia sobre cómo se establecen las maneras de
comunicación y percepción.

Como ejemplo citó el caso del lenguaje, donde las mujeres son más acordes a estos procesos y
resuelven mejor las tareas a diferencia de los hombres.

“Cuando les ponemos este tipo de tareas a los hombres la relación que existe entre el
hemisferio derecho de la parte más frontal a la parte más occipital se intensifica, mientras que
en las mujeres la relación que existe entre el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho es
donde se intensifica, es decir, como si todo nuestro cerebro se intensificara”.

Precisó que ello “no quiere decir, y me gustaría aclararlo, que seamos intensamente mejores que
los hombres en lenguaje porque esto se puede modular con la experiencia y el entrenamiento”.

Asimismo, la coordinadora de Psicofisiología y Neurociencias de la Facultad de Psicología,


aseguró que las mujeres son más asertivas para detectar emociones que los hombres, sin
embargo, enfatizó que en ellas también existe una respuesta del cerebro más exacerbada al
estrés.

“Las células cuando están bajo un estrés muy crónico suelen perder más estas ramitas de las
neuronas y en efecto parece ser más fuerte (que el de los hombres).

Además, la especialista comentó que las mujeres tienen mayores problemas para la
recuperación del sueño que los varones. “Las mujeres necesitamos más horas de sueño que los
hombres y esto se refleja en el cerebro”.

En conferencia de prensa realizada en el Instituto de Fisiología Celular y en el marco de la


Semana Mundial del Cerebro, expuso que sí existe una diferencia entre el cerebro del hombre y
la mujer, sin embargo, recalcó que no tiene que ver con inteligencia o capacidad, sino con el
acoplamiento y la conexión de las diversas zonas del órgano.

“Debemos asegurarnos que tanto en investigación básica como en investigación aplicada se


incluya como parte de protocolos tanto a hembras como a machos. Es importante que
reconozcamos esta diversidad, justamente para no obviar que lo mismo que pasa en los
cerebros masculinos va a pasar en los femeninos, subrayó.
¿Qué % del cerebro humano se usa?
24 septiembre 2011
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Hay cosas que creemos saber, pero resulta que lo que tenemos es información equivocada. Hay
otras que sabemos, pero no en detalle.

La revista BBC Focus responde las preguntas de sus curiosos lectores.

¿Qué porcentaje del cerebro humano se usa?


Derechos de autor de la imagenSPL
¡Todo! Cada neurona en el cerebro está continuamente activa, así esté funcionando despacio.

Las neuronas que dejan de responder, mueren.

Sin embargo, mucha gente parece creer que sólo usamos una parte de nuestro cerebro.

Es extraordinario que ese mito persista cuando ha sido refutado tantas veces.

Hay muchas historias sobre el origen de ese mito: que los primeros electroencefalogramas sólo
podían detectar un pequeño porcentaje de la actividad del cerebro, o que los investigadores de
principios del siglo XX sólo podían encontrar funciones para un 10% del cerebro.

Alternativamente, podría haber salido de una especulación más sensata de que sólo usamos
parte del potencial del cerebro.

Potencial es algo difícil de medir, o siquiera conceptualizar.

¿Qué podría cada uno de nosotros hacer potencialmente dados todos los posibles estímulos,
entrenamientos, superalimentos, etc.?

Todo lo que podemos decir con seguridad es que todos probablemente "podríamos hacerlo
mejor", pero no porque necesitemos encontrar pedazos de nuestro cerebro en desuso.

Esos no existen.

Cerebro humano, potencial ilimitado


Por Hernani Zambrano Gimenez - 19 de febrero de 2017

Un mito falso, pero extendido, afirma que usamos solamente el 10% de nuestro cerebro. Esta
creencia parece estar fundada en la motivación humana hacia el poder, y el deseo humano de
más conocimientos y mejoramiento: Al considerarnos limitados en nuestra configuración
cerebral actual, es razonable que experimentemos la tendencia (inconsciente) de desear más
cerebro (en acción) que el que, en un supuesto, tenemos en funcionamiento en la actualidad. El
falso mito del 10% lo cree la mayoría de las personas con preparación educativa media en el
mundo. Hoy, con la neurofisiología y los escáneres cerebrales, los científicos saben que la
totalidad del cerebro es necesaria para su funcionamiento normal, tal como lo demuestran las
consecuencias de los derrames o daños cerebrales, que dejan huellas neurológicas limitadas con
síntomas observables, en pequeñas o amplias partes del cerebro.
EN LOS MOMENTOS DE INTENSA ACTIVIDAD, EL CEREBRO HUMANO PARECE UNA
IMPRESIONANTE RED DE MILLONES DE LAZOS INTERCOMUNICADOS

Los análisis de imágenes cerebrales, logradas mediante el uso de escáneres, muestran que
cualquier actividad mental compleja utiliza muchas áreas del cerebro, y muchas más, según
pasen horas de actividad, al punto de que en los momentos de intensa actividad, el cerebro
humano parece una impresionante red de millones de lazos intercomunicados. En el cerebro
todo sector es crucial para vivir, al máximo, una vida cotidiana. Esto se comprueba cuando
sufrimos algún impacto devastador, que afectase incluso muy pequeñas áreas. Sin embargo,
tenemos algunas “reservas” potenciales en el cerebro, que suplen funciones dañadas. Estas
reservas puede ser que no se activen de inmediato, recién sufrido algún daño en un sector. Hay
frecuentes casos de reactivaciones que podemos ver aparecer gradualmente, hasta los instantes
en que se logra una funcionalidad de sustitución parcial o total de funciones, que se habían
perdido. !Esta funcionalidad del cerebro es impresionante! Estudios con autopsias de ancianos
encontraron que se mantuvieron mentalmente activos al estimular sus cerebros con actividades
retadoras de tipo analíticas, como lecturas, dibujos y juegos, que desarrollan en el cerebro más
reservas, y mantienen más áreas activas por más tiempo. Esto sugiere que la función mental se
encarga de un patrón funcional y dinámico de la conducta que podríamos denominar: “úselo o
piérdalo” (“tómelo” o “déjelo”). Para entendernos mejor, pensemos en la vieja afirmación que
dice: “Órgano que no se ejercita, se atrofia”.

Todos tenemos recuerdos vivos de dramáticos acontecimientos, como estar en un accidente de


automóvil, o lo que hacíamos cuando fuimos asaltados para robarnos, muchos años atrás. Pero
mientras las imágenes de esos recuerdos pueden sentirse precisas, y ricas en detalles, los
estudios muestran que esas imágenes pueden ser sorprendentemente inexactas. No hay culpa
“intencional” de nuestro cerebro. Todo se debe a que nuestra actividad mental, que es dinámica,
y los recuerdos emparejados con los sentimientos, que son cambiantes, remozan y alteran
gradualmente la forma inicial de acontecimientos pasados; así nuestra mente puede jugar
“trucos” contra nosotros. Por eso mismo al revisar las maravillas que nos ofrece nuestro
cerebro, recordemos que sólo la inteligencia (que la produce el cerebro) puede examinarse a sí
misma. ¡Intentémoslo!

Aun con todo el optimismo y la proactividad que pongamos en nuestro maravilloso cerebro, la
agilidad mental comienza a estabilizarse a la mitad de la década de los veinte años. Luego, a
fines de la misma década, el aprendizaje disminuye en velocidad, y el reservorio creciente de
memoria viene a nuestra ayuda. Sin embargo, algunas habilidades mentales mejoran mucho con
la edad. Las personas mayores tienen vocabularios más grandes y ricos, toman mejores
decisiones, manejan inteligencia analítica y las habilidades sociales. En los años cincuenta, el
cerebro humano maduro está en uno de sus mejores momentos; destaca sobre el cerebro de
los jóvenes, al recordar imágenes y frases que evocan emociones positivas y sentimientos
intensos. Esto explica por qué en las encuestas se muestra que, promediando, las personas
mayores presentan más patrones estables de felicidad. Pero, sólo el cerebro puede autorizar
que nos sintamos, o no, felices…

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