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¿Se complace el SEÑOR tanto en

holocaustos y sacrificios como en la


obediencia a la voz del SEÑOR? He aquí, el
obedecer es mejor que un sacrificio, y el
prestar atención, que la grosura de los
carneros. Porque la rebelión es como pecado
de adivinación, y la desobediencia, como
iniquidad e idolatría. Por cuanto has
desechado la palabra del SEÑOR, El también
te ha desechado para que no seas rey.
Durante las últimas dos semanas hemos
enfatizado las buenas noticias de que Dios es un
manantial de montaña y no un abrevadero. Las
buenas noticias son que la desbordante
abundancia de DIOS es magnificada y NUESTROS
anhelos son satisfechos en los actos sencillos de
estar sedientos y de beber.
LAS MEJORES NOTICIAS EN EL MUNDO
ENTERO
Cuando le damos la espalda a todo el burbujeo
de los refrescos embotellados del mundo y nos
arrodillamos ante el manantial de agua viviente
de Dios, lo honramos, lo glorificamos y lo
enaltecemos como la fuente del deleite eterno. Y
en el mero acto de enaltecerlo nos satisfacemos
porque ésta es el agua de la cual debemos vivir.
Estas son las mejores noticias en el mundo
entero: Que Dios es el tipo de Dios cuyo fervor de
glorificar su nombre se expresa plenamente en el
acto que satisface los anhelos de mi corazón.
Esto quiere decir que cuando estoy más sediento,
más desesperado y más necesitado de auxilio,
puedo alentar a mi alma no sólo con la verdad de
que existe un impulso misericordioso en el
corazón de Dios sino también con la verdad de
que la fuente y el poder de ese impulso es el
fervor de Dios de actuar por el bien de su propio
nombre.
Puedo orar con los salmistas: “Oh Señor, por
amor de tu nombre, perdona mi iniquidad, porque
es grande”. (25:11) “Ayúdanos Oh Dios de
nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados por amor de
tu nombre.” (79:9) “Por amor de tu nombre me
conducirás y me guiarás.” (31:3)
Hemos visto que precisamente porque Dios ama
la gloria de su nombre, también se deleita en
aquellos que tienen esperanza en su amor y en
aquellos que expresan esa esperanza en sus
oraciones. Hace dos semanas dijimos que cuando
ustedes esperan en Dios, lo glorifican como la
fuente de dicha profunda y duradera. La semana
pasada dijimos que cuando las personas justas
oran, están expresando la esperanza de la
glorificación de Dios. Y hoy vamos a dar un paso
más adelante y decir que la obediencia a Dios
hace visible esa esperanza de la glorificación de
Dios y comprueba que es real en nuestras vidas.
EL DELEITE DE DIOS EN LA OBEDIENCIA
Nuestro texto es 1 Samuel 15:22: “¿Se complace
el SEÑOR tanto en holocaustos y sacrificios como
en la obediencia a la voz del SEÑOR?” La
respuesta es claro que NO. El Señor se deleita
mucho más en la obediencia que en el
desempeño de cultos sin ella.
Hay dos preguntas que quiero que esta mañana
ustedes traten de contestar:
1.¿Por qué se deleita Dios en la obediencia?
2.Y, ¿son estas buenas noticias? ¿Son buenas
noticias el escuchar que la obediencia es lo que
deleita a Dios, o solo es una carga
desalentadora?
EL ESCENARIO DE 1 SAMUEL 15:22
Antes de enfocarnos en estas dos preguntas,
vamos a asegurarnos de que comprendemos el
escenario claramente:
La Derrota y Condena Contra Amalec
Cuando Israel salió de Egipto y pasó a través del
desierto, Amalec y su pueblo los atacó. Leímos
acerca de eso en Éxodo 17:8-16. Dios dio la
victoria a los Israelitas, pero la maldad nunca fue
olvidada. En Deuteronomio 25:17-19, Dios dijo,
Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el
camino cuando saliste de Egipto, cómo te
salió al encuentro en el camino, y atacó
entre los tuyos a todos los agotados en tu
retaguardia cuando tú estabas fatigado y
cansado; y él no temió a Dios. Por tanto,
sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te
haya dado descanso de todos tus enemigos
alrededor, en la tierra que el SEÑOR tu Dios
te da en heredad para poseerla, borrarás de
debajo del cielo la memoria de Amalec; no lo
olvides.
El Papel de Saúl en la Ejecución de la Condena
Finalmente, la iniquidad de Amalec y su pueblo
es completa y el Señor manda a Saúl, el primer
rey de Israel, que ejecute la condena contra
Amalec y su pueblo. Se da la orden en 1 Samuel
15:2-3
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "Yo
castigaré a Amalec por lo que hizo a Israel,
cuando se puso contra él en el camino
mientras subía de Egipto. Ve ahora, y ataca
a Amalec, y destruye por completo todo lo
que tiene, y no te apiades de él; antes bien,
da muerte tanto a hombres como a mujeres,
a niños como a niños de pecho, a bueyes
como a ovejas, a camellos como a asnos."
Así que Saúl reunió a su ejército y atacó la ciudad
de Amalec. Advirtió a los ceneos que se fueran si
querían salvar sus vidas (v.6). Y despúes derrotó
a los amalecitas desde Havila en dirección a
Shur, que está al oriente de Egipto.
La Desobediencia Fatal de Saúl
El versículo 9 nos describe la desobediencia fatal
de Saúl.
Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a
lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los
animales engordados, de los corderos y de
todo lo bueno, y no lo quisieron destruir por
completo; pero todo lo despreciable y sin
valor lo destruyeron totalmente.
El Señor vio esta desobediencia y se arrepintió de
haber hecho rey a Saúl (v.11). Sólo un
comentario breve acerca del “arrepentimiento”
divino.
Un Breve Comentario Acerca del
“Arrepentimiento” Divino
El versículo 29 de este capítulo dice que “la
Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá,
porque no es hombre para que se arrepienta."
Como yo lo interpreto, ésto quiere decir que el
arrepentimiento de Dios (eje. en v. 11) no es
parecido al arrepentimiento del hombre. De
hecho, es tan distinto que de cierta forma no es
arrepentimiento como dice el versículo 29. No
está basado en la ignorancia o el engaño. El
arrepentimiento de Dios es el cambio de su
corazón hacia una nueva dirección, pero no a una
imprevista. Dios no se arrepiente porque fue
tomado desprevenido por un cambio de
circunstancias. Eso sin duda le pasaría al hombre.
Pero la Gloria de Israel no es hombre para que se
arrepienta. Cuando la Biblia dice que Dios se
arrepiente, quiere decir que expresa una actitud
distinta hacia algo de la que expresó
anteriormente, no porque algún cambio de
circunstancias haya sido inesperado, sino porque
el cambio de circunstancias hace que una actitud
diferente sea más apropiada de expresar ahora
de lo que hubiera sido antes.
El Enfrentamiento de Samuel con Saúl
Samuel está enojado con este cambio de actitud
de Dios hacia Saúl y le clama a Dios toda la
noche (v.11, cf. 12:23). El resultado de su noche
de oración es una resolución firme de hacer lo
que Dios manda. Se levanta muy temprano por la
mañana y descubre (v.12) que Saúl fue a Carmel
y levantó un monumento para sí, y siguió
adelante a Gilgal donde había sido hecho rey
anteriormente (11:15).
Así que Samuel fue a Saúl, y (en v.13) Saúl le
dijo: “¡Bendito seas del SEÑOR! He cumplido el
mandamiento del SEÑOR." Samuel pregunta (en
v.14) qué significa el sonido de balido de ovejas y
mugido de bueyes si Saúl realmente destruyó
todo como Dios dijo.
Entonces (en v.15) Saúl le echa la culpa al
pueblo: “Los han traído de los amalecitas, porque
el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas..." Pero
nada que diga Saúl va a servir ahora. Él ha
desobedecido el mandamiento del Señor y lo
admite finalmente en el versículo 24: “He
pecado; en verdad he quebrantado el
mandamiento del Señor y tus palabras…”
Ahora nuestra primera pregunta es ésta: ¿Por qué
está Dios tan disgustado con la desobediencia? O
de una manera positiva, ¿por qué se deleita tanto
Dios en la obediencia?
¿POR QUÉ ODIA DIOS LA DESOBEDIENCIA?
Yo veo por lo menos cinco razones en este relato
por qué odia Dios la desobediencia y se deleita
en la obediencia. Las voy a mencionar en el
orden de la más leve hasta la más seria, según
mi criterio:
1. La Desobediencia Demuestra Temor Puesto en
el Lugar Equivocado
Observen el versículo 24: “He pecado; en verdad
he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus
palabras, porque temí al pueblo y escuché su
voz”.
¿Por qué obedeció Saúl al pueblo en vez de Dios?
Porque le tuvo temor al pueblo en vez de a Dios.
Él le tuvo más temor a las consecuencias
humanas de la desobediencia que a las
consecuencias divinas del pecado. Él le tuvo más
temor al disgusto del pueblo que al disgusto de
Dios. Y eso es un insulto enorme para Dios.
Samuel le dijo dos veces a Saúl y al pueblo en el
12:14 y 24: “Solamente temed al SEÑOR y
servidle en verdad con todo vuestro corazón”.
Pero ahora el mismo líder ha temido al hombre y
se ha desviado de seguir a Dios (1 Samuel
15:11).
2. La Desobediencia Demuestra Deleite Puesto en
el Lugar Equivocado
Saúl trató de persuadir a Samuel de que fue una
intención noble la que lo llevó a desobedecer a
Dios y mantener vivas a las mejores ovejas y
bueyes. (v. 21). Él dijo que querían sacrificarlos al
Señor en Gilgal. Pero el Señor le había dado
discernimiento a Samuel en cuanto al motivo
verdadero de Saúl y el pueblo. Vemos tal en sus
palabras en el versículo 19:
¿Por qué, pues, no obedeciste la voz del
Señor; sino que te lanzaste sobre el botín e
hiciste lo malo ante los ojos del SEÑOR?
Se lanzaron sobre el despojo como aves
hambrientas ávidos de llenar sus barrigas. La
palabra “lanzar” se usó en 14:32 para describir
como el pueblo se lanzó sobre el despojo cuando
fueron derrotados los filisteos. Dice: “Entonces el
pueblo se lanzó sobre el despojo, y tomó ovejas,
bueyes y becerros y los mataron en el suelo; y el
pueblo los comió con la sangre".
Cuando dice Samuel en 15:19: “¿Por qué, pues,
no obedeciste la voz del SEÑOR, sino que te
lanzaste sobre el botín e hiciste lo malo ante los
ojos del SEÑOR?" está insinuando que el pueblo
fue impulsado por un deseo excesivo por los
deleites de toda esa carne. (Recuerden, aquellos
que sacrifican se pueden comer la carne). Su
deleite estaba puesto en el lugar equivocado.
Debería haber sido en Dios. Pero ellos se
deleitaron más en la carne de las ovejas y los
bueyes que en la sonrisa y confraternidad de
Dios. Esto, por supuesto, es una gran ofensa para
Dios y por lo tanto muy desagradable en su vista.
3. La Desobediencia Demuestra Alabanza Puesta
en el Lugar Equivocado
Cuando Saúl derrotó a los amalecitas, lo primero
que hizo fue levantar un monumento para sí
mismo. Versículo 12: “Se le dio aviso a Samuel,
diciendo: Saúl se ha ido a Carmel, y he aquí que
ha levantado un monumento para sí”. Por lo visto
Saúl estaba más interesado en alabarse a sí
mismo que en alabar a Dios a través de la
cuidadosa obediencia a Su palabra. Él colocó mal
la alabanza de Dios hacia sí mismo.
Este pecado empeora cuando ustedes leen los
versículos 17-18:
Samuel dijo: ¿No es verdad que aunque eras
pequeño a tus propios ojos, fuiste nombrado
jefe de las tribus de Israel y el SEÑOR te
ungió rey sobre Israel? Y el SEÑOR te envió
en una misión, y dijo, "Ve, y destruye por
completo a los pecadores, los amalecitas, y
lucha contra ellos hasta que sean
exterminados." ¿Por qué, pues, no
obedeciste la voz del Señor?
Anteriormente en 9:21, Saúl estaba azorado que
Dios lo había escogido para ser rey sobre Israel
cuando el era de la tribu mas pequeña, la tribu
de Benjamin, y su familia era de las menos
importantes de la tribu. ¡Y debería de haber
estado azorado! Si el quería honor, debería de
haber estado azorado y satisfecho con el honor
que Dios le había otorgado. Este es el punto de
Samuel en el versículo 17: ¿por qué estas
impulsado por un deseo por la gloria humana
cuando, de hecho, se te ha otorgado el privilegio
glorioso de ser el jefe de las tribus de Israel y el
rey ungido de la gente de Dios?
Pero Saúl no estaba conforme con la gloria de
Dios y el honor de ser su rey elegido. Él quería su
propia gloria y su propia alabanza. Y el camino
sumiso de la obediencia no ofrece ese tipo de
alabanza y gloria. Así que él hizo las cosas a su
manera.
4. La Desobediencia es Como el Pecado de
Adivinación
Ahora estamos en terreno textual explícito. Esta
es la razón real que Samuel da de porque la
desobediencia es desagradable para Dios en el
versículo 23.
(22b) He aquí, el obedecer es mejor que un
sacrificio, y el prestar atención, que la
grosura de los carneros. (23) Porque la
rebelión es como pecado de adivinación.
Dios había puesto la adivinación en la
misma categoría con las cosas horribles que
el odia en Deuteronomio 18:10.
No sea hallado en ti nadie que haga pasar a
su hijo o a su hija por el fuego, ni quien
practique adivinación, ni hechicería, o sea
agorero, o hechicero, o encantador, o
médium, o espiritista, ni quien consulte a los
muertos. Porque cualquiera que hace estas
cosas es abominable al SEÑOR.
¿Por qué son la rebeldía y la desobediencia como
el pecado de adivinación? La adivinación es
buscar conocimiento de cómo proceder de una
manera que ignora la palabra y el consejo de
Dios. Y esa es exactamente la base de la
desobediencia. Dios dice una cosa y nosotros
decimos, yo creo que consultaré otra fuente de
sabiduría--es decir, ¿qué? ¡A MÍ MISMO! La
desobediencia de la palabra de Dios pone a mi
propia sabiduría en el lugar de Dios y por lo
tanto, ofende a Dios que es la única fuente
confiable de sabiduría.
5. La Desobediencia es Idolatría
Esto es lo que dice Samuel en la primera mitad
del versículo 23:
Porque la rebelión es como pecado de
adivinación,
y la desobediencia, como iniquidad e
idolatría.
Cuando Dios dice algo y nosotros consultamos al
pequeño mago de nuestra propia sabiduría y
luego escogemos tercamente a seguir nuestro
propio camino, somos idólatras. No sólo
escogemos consultar a nosotros mismos como
una alternativa a Dios, y de esa manera nos
hacemos culpables de adivinación, sino que nos
vamos más allá de eso y de hecho apreciamos la
guía de nuestra propia mente sobre la guía de
Dios y nos hacemos culpables de idolatría. Y lo
peor de todo, nuestro propio ser es el ídolo.
Así que es evidente que Dios estará disgustado
con la desobediencia porque a cada paso es un
ataque a su gloria.
• Reemplaza el temor a Dios con el temor al
hombre.
• Eleva el deleite en las cosas encima del deleite
en Dios.
• Busca un nombre para sí mismo en vez de un
nombre para Dios.
• Consulta su propia sabiduría en vez de estar
satisfecho con la voluntad de Dios.
• Y pone más valor en su propio dictamen que en
los dictámenes de Dios y de esa manera trata de
derrocar a Dios al darle lealtad al ídolo de la
voluntad humana.
Pero la obediencia, que es el opuesto exacto,
honra y entrona a Dios. Y por consiguiente, Dios
se deleita en la obediencia.
Ahora nos tornamos a la segunda pregunta que
planteamos al principio: ¿Son éstas buenas
noticias? ¿Son buenas noticias saber que Dios se
deleita en la obediencia o es una carga más?
¿SON BUENAS NOTICIAS QUE DIOS SE
DELEITA EN LA OBEDIENCIA?
Yo creo que son buenas noticias. Y hay por lo
menos seis razones porque lo creo. Sólo tenemos
tiempo para mencionarlas brevemente.
1. Quiere Decir que Dios es Laudable y Confiable
El deleite de Dios en la obediencia son buenas
noticias porque quiere decir que es laudable y
confiable. Si no se deleitara en la obediencia,
sería una contradicción viva: amar su gloria por
sobre todas las cosas y aun así no estar
satisfecho por los actos que dan a conocer su
gloria . Sería falso e hipócrita. ¡Su belleza se
desvanecería y con ella nuestro deleite! Y no
seria confiable porque no se puede confiar en un
Dios cuyos valores son tan volubles que se exalta
a sí mismo un minuto y luego aprueba las
ofensas el siguiente.
2. Garantiza la Propagación de la Gloria de Dios
El deleite de Dios en la obediencia son buenas
noticias porque garantiza la promesa de que
algún día la gloria de Dios ciertamente cubrirá la
tierra de la manera que las aguas cubren el mar.
Si Dios fuera indiferente a la desobediencia,
entonces no habría ninguna certeza de que la
época venidera estaría libre de todo
comportamiento que deshonra a Dios. Pero
porque el detesta la desobediencia y ama la
obediencia podemos estar seguros que nuestro
anhelo por un mundo lleno de la gloria de Dios
ciertamente llegará a suceder.
3. Demuestra Que la Gracia de Dios es un Poder
Glorioso
El deleite de Dios en la obediencia son buenas
noticias porque demuestra que la gracia de Dios
es un poder glorioso y no una tolerancia débil del
pecado. La gloria de la gracia de Dios se puede
ver no sólo en el hecho de que Dios pasa por alto
los pecados de los creyentes sino también en el
hecho de que gradual, final y victoriosamente
hace desaparecer esos pecados. Si Dios no se
deleitara en la obediencia entonces su gracia
soberana quizás nunca demostraría su poder de
conquistar todos los pecados.

4. Los Mandamientos de Dios no Son Tan Difíciles


El deleite de Dios en la obediencia son buenas
noticias porque sus mandamientos no son tan
difíciles. Son sólo tan difíciles de obedecer como
su gloria es difícil de apreciar y sus promesas
difíciles de creer. Deuteronomio 30:11 dice: “Este
mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy
difícil para ti, ni fuera de tu alcance”. Y 1 Juan 5:3
dice: “Porque este es el amor de Dios: que
guardemos sus mandamientos, y sus
mandamientos no son gravosos".
5. Todo lo que Nos Ordena Dios es Para Nuestro
Bien
Es buena noticia el deleite de Dios en la
obediencia porque todo lo Dios ordena es para
nuestro bien. Así que cuando Dios se deleita en
nuestra obediencia en realidad se está deleitando
en nuestro gozo profundo y duradero.
Deuteronomio 10:12-13 dice,
Ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR
tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios,
que andes en todos sus caminos, que le
ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo
tu corazón y con toda tu alma, y que
guardes los mandamientos del SEÑOR y sus
estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?
6. La Obediencia que Dios Ama es la Obediencia
de Fe
Y finalmente, es buena noticia el deleite de Dios
en la obediencia porque Él ama la obediencia de
fe. Y fe quiere decir guardar nuestra esperanza
en la misericordia de Dios. Y la misericordia
quiere decir que nuestra obediencia no tiene que
ser perfecta, sólo tiene que ser penitente. “Si
confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo
para perdonarnos los pecados y para limpiarnos
de toda maldad" (1 Juan 1:9).
Dios sigue siendo un manantial de montaña y no
un abrevadero. La obediencia no es una serie de
procesos para satisfacer su necesidad, la
obediencia son los esfuerzos incontenibles de
aquellos que han probado esa agua viviente y
han visto que el Señor es bueno.
John Piper (@JohnPiper) is founder and teacher of
desiringGod.org and chancellor of Bethlehem College &
Seminary. For 33 years, he served as pastor of Bethlehem
Baptist Church, Minneapolis, Minnesota. He is author
of more than 50 books, including Desiring God:
Meditations of a Christian Hedonist, and most
recently Expository Exultation: Christian Preaching
as Worshi

https://www.desiringgod.org/messages/the-pleasure-of-god-in-
obedience?lang=es

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