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El alcoholismo es
un padecimiento que genera una
fuerte necesidad y ansiedad de
ingerir alcohol, de forma que existe
una dependencia física del mismo,
manifestándose a través de varios
síntomas de abstinencia cuando no es
posible su ingesta. El alcohólico no
tiene control sobre los límites de su
consumo, que va en aumento a
medida que se desarrolla tolerancia a esta droga. Se considera como una enfermedad crónica,
progresiva y mortal por la Asociación de Médicos de los EE. UU. (American Medical Association)
al igual que otras drogodependencias.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo determina como «toda forma de
embriaguez que excede el consumo alimenticio tradicional y corriente o que sobrepasa los
linderos de costumbres sociales...».
Desde tiempos muy remotos el hombre aprendió a fermentar granos y jugos para obtener una
sustancia que le provocaba un estado especial. Este estado varía en las diferentes personas de
acuerdo a la cantidad ingerida y de acuerdo a las motivaciones de su injerencia. Nos referimos
al estado de intoxicación alcohólica.
Existen reportes escritos del uso de cerveza, vinos y otras bebidas alcohólicas que datan desde
3000 años antes de Cristo. Pero el proceso de destilación aplicado a las bebidas fermentadas se
remonta alrededor del año 800 después de Cristo. Este proceso ha permitido la preparación de
licores altamente potentes que se consumen actualmente. La influencia del alcohol en la
sociedad ha tenido gran peso como factor problemático en la conformación y funcionamiento
de la familia, individuo y por ende de la sociedad. La influencia del alcohol se ha visto reflejada
en las diferentes esferas de la historia de la sociedad desde tiempos muy remotos.
"El consumo del alcohol, ha sido reconocido como un factor de integración social y favorecedor
de la convivencia". Esto es, el alcohol es una de las bebidas embriagantes, consumidas con
moderación y en los contextos permitidos, reduce la tensión, desinhibe y provoca sensaciones
de bienestar. Los bebedores "normales" disfrutan de las bebidas por esos efectos placenteros y
aprecian diferentes calidades de bebidas. Desafortunadamente, proporciones variables de
individuos en la población presentan problemas en su salud y en sus relaciones interpersonales
a causa del consumo inmoderado de alcohol.
El alcohol es una de las drogas que por su fácil acceso y poderosa propaganda que recibe, se ha
convertido en un verdadero problema social en casi todos los países y en todas las edades a
partir de la adolescencia. El alcohol es la droga más ampliamente empleada por los adolescentes
en E.U. y México, aunque no tenemos estadísticas, existen evidencias de un elevado índice de
alcoholismo entre los jóvenes. Sin embargo, ¿cuáles son los trastornos provocados por el uso
excesivo de alcohol? Quizá mucha gente piense que mientras no se convierta en alcohólico
típico, las consecuencias de beber frecuentemente y en altas dosis no son tan alarmantes. Pero
los estragos del alcohol pueden ser graves y muchos de ellos irreversibles
El alcoholismo afecta más a los varones adultos, pero está aumentando su incidencia entre las
mujeres y los jóvenes. El consumo y los problemas derivados del alcohol están aumentando en
todo Occidente desde 1980, incluyendo Estados Unidos, la Unión Europea y los antiguos países
del este, así como en los países en vías de desarrollo.
El alcohol es una substancia depresiva que disminuye el funcionamiento del sistema nervioso.
Éste comienza a afectar al cuerpo rápidamente.
Los efectos duran hasta que TODO el alcohol ha sido procesado. Esto tarda aproximadamente
una hora y media por 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino o 1 cóctel en una persona de 75 kg.
Para escapar.
Para emborracharse.
INTOXICACIÓN CRÓNICA
INTOXICACIÓN AGUDA:
Una vez absorbido el alcohol, es metabolizado en una compleja serie de reacciones. Los efectos,
según la cantidad, pasan por:
1. FASE PRODRÓMICA
(0,25 gr./l -0,3 gr./l) Cuando el individuo percibe un cambio en su estado mental. Determinados
test psicomotores y aptitud revelan ALTERACIONES que afectan la percepción de los sentidos y
una disminución de los reflejos.
2. EXCITACIÓN
(0,3 gr. / 1,5 gr./l) Perdida de la inhibición y perdida del autocontrol con parálisis progresiva de
los procesos mentales más complejos. Este es el primer estado que puede comportar cambios
de personalidad.
3. INCOORDINACIÓN
(1,5 gr. /l - 3 gr./l): Temblor, confusión mental, incoordinación motriz: generalmente, la persona
acaba durmiéndose.
INTOXICACIÓN CRÓNICA:
El beber consistentemente y en forma sostenida puede con el transcurso del tiempo causar
síntomas de supresión durante los períodos de no tomar y un sentido de dependencia, pero esta
dependencia física no es la única causa del alcoholismo. Estudios sobre las personas con
enfermedades crónicas quiénes han tomado medicamentos para el dolor durante mucho
tiempo han encontrado que una vez que estas personas resisten el proceso de retiro físico, a
menudo pierden todo deseo para los medicamentos que habían estado tomando. Para
desarrollar alcoholismo, otros factores generalmente juegan un rol, incluyendo la biología y la
genética, la cultura y la psicología.
Química cerebral.
El deseo para el alcohol durante la abstinencia, el dolor de la supresión y la tasa alta de recaídas
se deben a la adaptación y dependencia del cerebro a los cambios en su química causados por
el uso de largo plazo del alcohol. El alcohol actúa como un depresivo en el sistema nervioso
central y causa relajación y euforia. En el cerebro, un grupo pequeño de mensajeros químicos,
conocidos como neurotransmisores, es responsable de los cambios en el comportamiento
después de beber alcohol. De interés especial para los investigadores son el neurotransmisor
ácido aminobutérico gamma (GABA, gamma aminobutyric acid), la dopamina y la serotonina.
Factores genéticos.
En las personas con alcoholismo severo, los investigadores han ubicado un gen que afecta la
función de una estructura de nervio-célula conocida como receptor de dopamina D2 (DRD2), el
cual, a su vez, influye la actividad de dopamina. Este gen también se encuentra en las personas
con el trastorno de déficit de atención, quienes tienen un mayor riesgo para el alcoholismo, y es
también presente en las personas con el síndrome de Tourette y autismo. La asociación de este
gen con estos problemas neurológicos conduce a algunos expertos a creer que el gen receptor
de dopamina D2 no es una causa primaria del alcoholismo, pero que las personas con este gen
tienen mayor probabilidad de beber para tratar los síntomas psicológicos y conductuales de sus
trastornos neurológicos. Además, un estudio principal no encontró alguna conexión en lo
absoluto entre el gen DRD2 y el alcoholismo. Se necesita más trabajo en esta área.
Depresión y ansiedad.
Algunas personas beben para aliviar la ansiedad o la depresión, y teorías se han propuesto sobre
el hecho de que una tendencia hereditaria para la depresión o la ansiedad puede hacer a
personas más propensas al alcoholismo. Estudios han indicado, sin embargo, que cuando los
niños de padres alcohólicos son criados por padres no alcohólicos, sus riesgos para el
alcoholismo permanecen altos, pero oportunidades para la depresión o la ansiedad no son
mayores que las de la población general. En efecto, la ansiedad y la depresión mismas son
causadas por el alcoholismo y pueden ser reducidas después de la supresión del alcohol. La
depresión y la ansiedad también pueden desempeñar una función principal en el desarrollo de
alcoholismo en los ancianos y en otros quienes son sujetos a cambios de vida no deseados, como
la jubilación, la pérdida de un cónyuge o amigo(a) y los problemas médicos.
Efectos Físicos
El alcohol no está expuesto a ningún proceso de digestión por lo que en su mayoría pasa primero
al intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Sólo una pequeña
parte llega directamente a la sangre a través de las paredes estomacales. En la sangre el alcohol
es metabolizado (descompuesto para ser eliminado o aprovechado por el organismo) mediante
el proceso de oxidación. Es decir, se fusiona con el oxígeno y se descompone de modo que sus
elementos básicos abandonan el cuerpo de forma de bióxido de carbono y agua. El primer lugar
de oxidación es el hígado, el cual descompone aproximadamente el 50% del alcohol ingerido en
una hora. El resto permanece en el torrente sanguíneo hasta ser eliminado lentamente.
Efectos Psicológicos
Sexo y edad.
Muchas personas qué ven a un médico han tenido un problema relacionado con el alcohol en
algún momento. La mayoría son hombres, pero la incidencia del alcoholismo en las mujeres ha
estado aumentando durante los últimos 30 años. Para los hombres, el riesgo general para
desarrollar alcoholismo es un 3% a un 5%, y para las mujeres el riesgo es un 1%. Las mujeres
tienden volverse alcohólicas más tarde en la vida que los hombres, pero los problemas médicos
que desarrollan debido al trastorno ocurren por la misma edad que cómo en los hombres,
sugiriendo que las mujeres son más susceptibles a la toxicidad física del alcohol. Aunque el
alcoholismo generalmente se desarrolla a principios de la edad adulta, los ancianos no son
exentos. Es más, unos 3 millones de estadounidenses mayores de la edad 60 son alcohólicos o
tienen un problema relacionado con el alcohol. El alcohol afecta el cuerpo más viejo de otro
modo; las personas que mantienen los mismos modelos de beber mientras envejecen
fácilmente pueden desarrollar una dependencia de alcohol sin saberlo.
El riesgo para el alcoholismo en los hijos de padres alcohólicos es un 25%. El enlace familiar es
más débil para las mujeres, pero los factores genéticos contribuyen a esta enfermedad en ambos
géneros. Una familia y una salud psicológica estables no son protectoras en las personas con un
riesgo genético. Lamentablemente, no hay manera de predecir qué miembros de familias
alcohólicas se encuentran en mayor peligro del alcoholismo. En estudios, los hombres jóvenes
con padres alcohólicos respondieron al alcohol de un modo diferente que las personas sin una
historia familiar; presentaron menos signos de embriaguez y tuvieron niveles inferiores de las
hormonas de estrés. En otras palabras, sostuvieron su licor mejor. Expertos sugieren que tales
personas puedan heredar una falta de aquellas señales de advertencia que hacen que otras
personas cesen de beber. Una vez se pensó que una historia familiar vinculada con una
personalidad pasiva y necesidades de dependencia anormales aumentaban el riesgo, pero los
estudios no han soportado esta teoría. Es importante de destacar, sin embargo, que, hereditario
o no, las personas con alcoholismo todavía son legalmente responsables de sus propias acciones.
Bebiendo en la adolescencia.
Las personas con antecedentes familiares de alcoholismo tienen mayor probabilidad de
empezar a beber antes de la edad de 19 años y de volverse alcohólicas. Pero cualquier persona
que empieza a beber en la adolescencia está en mayor riesgo. Bebiendo temprano también
aumenta el riesgo para el abuso de drogas.
Las diferencias étnicas afectan a la sensibilidad. Aunque las razones biológicas por el riesgo
alterado no se saben, las personas en ciertos grupos pueden estar en un riesgo menor debido a
la manera en que metabolizan el alcohol. Algunos asiáticos tienen un gen inactivo para la
química deshidrogenasa de alcohol. Este producto químico es usado por el cuerpo para
metabolizar el alcohol etílico, y en su ausencia, las sustancias tóxicas se acumulan causando
ruboriza miento, mareo y náusea. Las personas con este defecto genético, entonces, tienen
probabilidad de experimentar reacciones adversas al alcohol. Este defecto no es completamente
protector contra el beber, sin embargo, particularmente si hay presión social agregada, como
entre los miembros de grupos de fraternidad de la universidad. Los riesgos para el alcoholismo
son mayores en las personas con niveles educativos inferiores y en las personas que fueron
desempleadas.
La sobredosis.
Accidentes y violencia.
El alcohol juega una función mayor en más de la mitad de todas las muertes automovilísticas.
Menos de dos bebidas pueden deteriorar la capacidad para conducir. El alcohol también
aumenta el riesgo para las lesiones accidentales resultando de muchas otras causas. Un estudio
de los pacientes en una sala de emergencias informó que 47% de las personas que fueron
admitidas para lesiones probaron positivas para el alcohol y 35% estaban intoxicadas. De las
personas que estaban intoxicadas, 75% mostraron evidencia de alcoholismo crónico. Esta
enfermedad es el diagnóstico primario en una cuarta parte de todas las personas que se
suicidan; el alcohol se implica en 67% de todos los asesinatos.
Problemas médicos.
El alcoholismo puede dañar el cuerpo en tantas maneras, que es imposible tratar estos
problemas plenamente en un informe corto. Lo siguiente son sólo algunos de los trastornos
causados por el consumo crónico del alcohol:
Cardiopatía. Aunque el consumo moderado del alcohol parece reducir el riesgo de los
ataques cardíacos al mejorar los niveles de colesterol, dosis más grandes de alcohol
pueden desencadenar latidos del corazón irregulares y aumentar la presión arterial
hasta en personas sin una historia de cardiopatía. Un estudio principal encontró que
personas que consumían más de tres bebidas alcohólicas al día tenían una presión
arterial mayor que teetotalers, con los bebedores más empedernidos teniendo
presiones arteriales aún mayor; las personas que tomaban se iban de borrachera en
borrachera tenían presiones arteriales mayores que las personas que bebió
regularmente. Un estimado 11% de todos los casos de hipertensión son causados por
una ingesta alcohólica excesiva. El abuso crónico del alcohol también puede lesionar el
músculo del corazón que conduce a la insuficiencia cardíaca; las mujeres son
particularmente vulnerables a este trastorno.
El cáncer. El alcohol quizás no cause cáncer, pero probablemente puede realzar los
efectos carcinogénicos de otras sustancias, como el humo de cigarrillos. Cerca de 75%
de cánceres del esófago y 50% de cánceres de la boca, la garganta y la laringe se
atribuyen al alcoholismo. El alcoholismo también se asocia con un mayor riesgo para los
cánceres colorrectales. El tabaquismo combinado con el beber realza los riesgos para
todos estos cánceres extraordinariamente. El riesgo para el cáncer hepático aumenta
en los alcohólicos y hasta el beber moderadamente -tres a nueve bebidas a la semana-
puede aumentar las perspectivas del desarrollo del cáncer de mama en las mujeres.
Problemas para las personas mayores. Conforme envejecen las personas el cuerpo
metaboliza el alcohol de manera diferente. Toma menos bebidas para intoxicarse, y los
órganos pueden ser dañados por cantidades más pequeñas de alcohol. En un estudio de
personas con cirrosis alcohólica, la tasa de mortalidad para las personas mayores de 60
años de edad fue 50% comparado con sólo 7% para los jóvenes. Además, hasta una
mitad de los 100 medicamentos más prescritos para las personas mayores reacciona
negativamente con el alcohol. Los médicos pueden pasar por alto el alcoholismo al
evaluar a los pacientes ancianos, atribuyendo equivocadamente los signos del abuso de
alcohol a los efectos normales del proceso de envejecimiento.
Efectos psicológicos sobre los niños. Casi siete millones de niños viven en hogares con
al menos un padre alcohólico. El alcoholismo aumenta el riesgo para el comportamiento
y el abuso violentos. Los niños de padres alcohólicos tienden responder peor que otros
académicamente, tener una incidencia mayor de depresión, ansiedad y estrés y tener
una autoestima inferior que otros niños. Los hogares alcohólicos son menos cohesivos,
tienen más conflictos y sus miembros son menos independientes y expresivos que en
los hogares no alcohólicos o con padres alcohólicos en recuperación. Además del riesgo
hereditario para el alcoholismo posterior, un estudio encontró que 41% de estos niños
tenían graves problemas de hacer frente con las cosas y adaptarse; los efectos de un
padre alcohólico sobre los niños pueden ser de toda la vida. Un estudio encontró que
los niños que se diagnosticaron con depresión principal entre las edades de seis y 12
años tenían mayor probabilidad de tener a padres o parientes alcohólicos que los niños
que no estaban deprimidos. Los niños con trastorno bipolar fueron tres veces más
probables de tener una madre dependiente del alcohol, y los niños que sufrían de la
depresión más probables de tener un padre que fue alcohólico. Hay unos 20 millones
de niños adultos de padres alcohólicos, quienes, un estudio sugirió, están en mayor
riesgo para dejar un matrimonio y para los síntomas psiquiátricos. El estudio concluyó
que los únicos sucesos con mayor repercusión psicológica en los niños son los abusos
sexual y físico.
Costos económicos. El alcoholismo y el abuso del alcohol le cuestan al país cerca de $135
mil millones de dólares cada año por los costos médicos y la productividad de trabajo
perdida.
Alrededor de 7 millones de niños americanos tienen padres alcohólicos. Los psiquiatras de niños
y adolescentes saben que estos niños tienen un riesgo mayor para desarrollar problemas
emocionales que los hijos(as) de padres que no son alcohólicos. El alcoholismo corre en familias,
y los niños de padres alcohólicos tienen cuatro veces mayor probabilidad de ser alcohólicos que
otros niños.
Un niño de este tipo de familia puede tener varios problemas:
Sentimientos de culpa: El niño(a) puede sentirse que es el causante del uso de alcohol
por parte de su padre o madre.
Vergüenza: Los padres pueden dar el mensaje de que hay un secreto terrible en el hogar.
Un niño(a) avergonzado(a) no invita a sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a alguien.
Enojo: El niño puede sentir enojo contra el padre (madre) bebedor y molestia con el
progenitor no alcohólico por no prestarle apoyo y protección
Aunque el niño trata de mantener en secreto el alcoholismo de sus padres, los maestros,
familiares y otros adultos se dan cuenta de que algo anda mal. Los psiquiatras de niños y
adolescentes sugieren que la siguiente conducta en los niños puede ser indicativa de problemas
de alcohol en el hogar: Pobre aprovechamiento académico, fuga del hogar o de la escuela. -
Pocos o ningunos amigos, se aisló de sus compañeros de clases. - Conducta delincuente como
robo, vandalismo, violencia. - Quejas físicas frecuentes, como dolor de estómago o cabeza.
Abuso de droga o alcohol. - Agresión dirigida hacia otros niños.
Estos niños(as) se pueden beneficiar de ayuda de grupos como Al-Anon y Alateen. Ellos pueden
asistir a sus sesiones aun cuando sus padres no estén recibiendo ayuda. La ayuda profesional
temprana es muy importante para prevenir problemas más serios incluyendo alcoholismo en los
niños. El psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudarles a resolver sus problemas y a
entender que no son responsables por el abuso de alcohol de sus padres.
El programa de tratamiento puede incluir terapia de grupo con otros jóvenes. Esto reduce el
aislamiento que se imponen por ser hijos de alcohólicos. El psiquiatra de niños y adolescentes
trabajará con frecuencia con el grupo familiar sobre todo cuando el progenitor alcohólico deje
de beber. Así se pueden fomentar relaciones más sanas entre los miembros de la familia.
Duele mucho que el alcohol, que puede decirse que es la peor droga, se promueva tanto en los
medios de comunicación social y que se estimule tanto a las personas para que tomen licor.
También es lamentable que en cualquier ocasión se utilice el licor: cuando se pone la primera
piedra de un edificio, cuando se bautiza a un niño, cuando alguien se casa y aun cuando alguien
muere. Cualquier circunstancia se aprovecha para servir licor. Hay que tener mucho cuidado con
el alcohol, porque es una droga terrible e impresionante que está envenenando a muchísima
gente. Cuando se hace la autopsia a un alcohólico, los médicos se asombran de lo que
encuentran, sobre todo en el hígado y el cerebro. El consumo desenfrenado de alcohol, en
cualquiera de sus formas, tiene efectos devastadores en el organismo y perjudica también la
personalidad del alcohólico.
Es importante que los jóvenes piensen y analicen para que se den cuenta que están creciendo
en un mundo donde el alcohol está causando daños cada vez más graves. Vivimos en una
sociedad a la que podríamos llamar «alcoholocracia», es decir, una sociedad que vive del
alcohol. El Señor dice que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (1 Cor 6.19). Dios creó a
cada persona con un cuerpo sano y le duele terriblemente ver la cantidad de hombres y mujeres
que aniquilan su cuerpo, mente, cerebro, espíritu y alma bebiendo licor. La persona que se
aprecia a sí misma y a los demás se cuida del alcohol porque sabe que no le hace ningún bien.
Más bien destruye familias y empresas; hace daño a la sociedad y al país. La juventud tiene que
defenderse de la terrible plaga del alcohol que azota a la sociedad. Pero, ¿qué hacer? Contesten
con sinceridad a la pregunta, ¿Tengo yo problemas de alcoholismo? Tomen consciencia de que
el licor representa un peligro muy grave. Ayuden a convencer a sus amigos, que pueden tener
ese problema, de que el licor es muy dañino. Es ridículo y absurdo pensar que en una fiesta el
que tiene un vaso de licor en la mano es el más hombre. Eso no es señal de virilidad, ni de ser
más hombre, ni más adulto. Por el contrario, indica que hay un tonto más que se está
intoxicando y puede ser candidato al alcoholismo.
Jóvenes, ustedes tienen en sus manos su futuro y el de su patria. Unan fuerzas y hagan campañas
públicas contra el consumo de alcohol. Apoyen y recomienden a Alcohólicos Anónimos, el
organismo mundialmente reconocido que ofrece una opción a los alcohólicos para controlar su
enfermedad. Alcohólicos Anónimos, y sus miles de capítulos afiliados en todo el mundo, es una
institución maravillosa que ha ayudado a mucha gente a dejar el licor.
Cambien de actitud y decidan que jamás serán alcohólicos. No caigan jamás en eso, al contrario,
quiéranse mucho a sí mismos. Porque se aman y se quieren, no se dejen nunca conquistar por
el licor. No jueguen nunca con eso, para no ser jamás una víctima del alcoholismo en nuestra
sociedad. Una persona puede nacer siendo alcohólico en potencia, porque es una enfermedad
adictiva hereditaria. Han visto los estragos y las terribles, dramáticas y funestas consecuencias
que tiene el alcohol en la sociedad de nuestro país. Tienen que estar dispuestos a luchar y hacer
campañas contra el alcohol, por amor a su patria y porque quieren lo mejor para todos ustedes
y sus familias. Recuerden que sólo con la ayuda de Dios podemos lograr nuestra superación y
alcanzar nuestras metas. Con El, ustedes serán . . . ¡INVENCIBLES!
Los estragos causados por el alcohol en el medio laboral no son siempre aparentes a simple
vista. El alcohólico es con frecuencia un enfermo oculto y ocultado.
Sus trastornos de Comportamiento serios no suelen ser atribuidos al alcohol Hasta hace poco se
le han aplicado en la industria medidas disciplinarias. Esta actitud deriva de un conocimiento
erróneo e incompleto del problema.
Toda la jornada está sufriendo con síntomas de abstinencia, sólo hace el trabajo de rutina y aún
se camufla todo lo que puede. Tiene el espíritu lejos de su función y está en constante peligro
de accidente. Le asaltan remordimientos, está nervioso y angustiado, listo para explotar en
cualquier momento a la más pequeña contrariedad.
Con bastante frecuencia el alcohólico se convierte en autolesionaste para poder disfrutar del
tiempo libre por baja de accidente.
Baja de la productividad
Cuanto más se sube en capacidad intelectual y en la personalidad del individuo, más progresará
la enfermedad, más se acercan los períodos de ebriedad y más se intensifican y ampliarán los
problemas. Todo esto por camuflarlo y protegerlo.
Entre los síntomas que habitualmente se producen y pueden servir para realizar un diagnóstico
social de alcoholismo destacan:
Cambio progresivo de actitud del sujeto considerado hasta entonces como buen
trabajador, discusiones, críticas, pequeñas faltas de las que busca justificarse, pequeños
accidentes de los que propone a otros o al material como responsable.
Este es el más directamente afectado por el período intermedio del alcoholismo. El tiene la
oportunidad de observar días tras día el trabajo y la conducta del empleado. Pero, también la
relación de intimidad con estos trabajadores le hace dudar sobre todo si no está seguro de la
actitud del resto de los compañeros para ayudar al enfermo.
A menudo es engañado por la frecuencia del bebedor, por la admisión de culpa, por sus
remordimientos, por lo razonable de sus sentimientos y por su deseo de corregirse.
Él se convence de que bastará una reprimenda para hacerle cambiar. Esta conducta hace daño:
no se trata de condenar al bebedor ni de sermonearle, pero es contrario a un tratamiento
normal, eficaz y apropiado.
El bebedor ve su juego descubierto y trata de defenderse con las armas que ya utilizó otras
veces, como negar que tiene algún problema con la bebida, protestando contra tales faldas
acusaciones.
Usará las excusas corrientes y las bravatas acerca de su capacidad para aguantar la bebida y
trabajar.
El mando está mejor colocado que nadie para motivar al enfermo a consultar al especialista.
No debe tratar de convencer a una persona cerrada, que se va a limitar a una discusión, para
enfadarse y enfadarse, como excusa para terminar rápidamente la entrevista.
Adoptará una actitud firme e inamovible, repitiéndole hasta convencerle, sus razones contra las
excusas del bebedor. Le recomendará visitar al especialista, le dará facilidades para que acuda,
seguirá muy de cerca su evolución y tratará de reintegrarlo a su puesto de trabajo
Analizar todo tipo de problemas presentados por el productor, cuya causa de los mismos
pueda ser el alcoholismo.
Reuniones y colaboración con los técnicos y mandos, así como compañeros, que
informen y que ayuden a conocer el problema del alcohol.
Las esposas.
Los hijos.
Los pacientes.
Los amigos.
A menudo, las primeras indicaciones del alcoholismo son las respuestas físicas desagradables a
la supresión que ocurren durante los períodos, aunque breves de abstinencia. Aún con síntomas
de supresión, sin embargo, las personas con alcoholismo casi siempre niegan el problema,
dejando que colegas, amigos, o familiares reconozcan los síntomas y tomen las primeras
medidas hacia un tratamiento.
El alcoholismo puede desarrollarse insidiosamente; a menudo no hay línea clara entre el beber
problemático y el alcoholismo. A veces las personas experimentan depresión de largo plazo o
ansiedad, insomnio, dolor crónico o estrés personal o de trabajo que conducen al uso del alcohol
para el alivio, pero a menudo ningún suceso extraordinario ha ocurrido que podría explicar el
problema del beber alcohol. Las personas que son alcohólicas tienen poco o ningún control de
la cantidad que beben o de la duración o la frecuencia de su beber alcohol. Están ocupados con
beber, niegan su propia adicción y siguen bebiendo, aunque estén conscientes de los peligros.
Con el transcurso del tiempo, algunas personas se vuelven tolerantes a los efectos del beber y
requieren más para intoxicarse, creando la ilusión de que pueden "sostener su licor". Tienen
lapsos de pérdida de memoria (black-outs) después de malestares frecuentes al otro día (crudas)
que causan que pierdan el día de trabajo. Pueden beber solos y también comenzar a principios
del día. Periódicamente dejan de beber o cambian de un licor duro a la cerveza o al vino, pero
rara la vez duran estos períodos. Los alcohólicos severos a menudo tienen una historia de
accidentes, de inestabilidad matrimonial y en el trabajo y problemas de salud relacionados con
el alcohol. Los incidentes episódicos violentos y abusivos contra los cónyuges y los niños y una
historia de accidentes no explicados o frecuentes son a menudo signos del abuso de drogas o
del alcohol.
Los miembros de la familia no siempre pueden depender de un médico para hacer un
diagnóstico inicial, aunque los signos del alcoholismo se vean durante una exploración física.
Aunque 15% a 30% de pacientes que se hospitalizan sufran del alcoholismo o de la dependencia
del alcohol, los médicos a menudo fracasan en examinar el problema. Los médicos quizás no
reconozcan los síntomas o quizás no quieran confrontar a los pacientes. Es particularmente
difícil diagnosticar el alcoholismo en los ancianos, donde los síntomas de la confusión, la pérdida
de memoria, o el caerse pueden atribuirse al proceso de envejecimiento. Aunque se identifique
el alcoholismo, los pacientes a menudo no reciben tratamiento para la adicción. En un estudio,
23% de pacientes en un hospital se encontraron tener un problema de alcohol, pero sólo a 7.4%
se les administró un diagnóstico que podría haber conducido a un tratamiento.
Pruebas para los niveles de alcohol en la sangre no son útiles para diagnosticar el alcoholismo
porque sólo reflejan un momento y no el uso de largo plazo. Un análisis de sangre del medio del
volumen corpuscular (MCV, mean corpuscular volumen) a veces se emplea para medir el
tamaño de los eritrocitos, que aumentan con el uso de alcohol. Otro tipo de análisis de sangre
puede mostrar las elevaciones de ciertas enzimas hepáticas que se asocian con el abuso del
alcohol. Una exploración física y otras pruebas deben realizarse para descubrir problema
médico. A veces los resultados de estas pruebas pueden ayudar a convencer a un paciente que
busque tratamiento, particularmente si revelan problemas severos, como una exploración
computadorizada de tomografía (CT) que muestra la atrofia cerebral, un análisis de sangre
reportando daño hepático, o niveles de testosterona bajos que indican un riesgo para la
impotencia.
Una vez que se hace un diagnóstico, el próximo paso principal es consiguiendo que el paciente
busque tratamiento. Esto a menudo requiere un esfuerzo colaborativo de los médicos,
miembros de la familia, amigos y empleadores. Las reuniones de grupo entre el paciente y los
amigos y los miembros de la familia que han sido afectados por el comportamiento alcohólico
han sido muy útiles. Este enfoque de intervención debe ser compasivo pero un informe directo
y honesto por cada persona que describa específicamente cómo han sido individualmente
dolidos por el alcoholismo. Hasta niños pueden participar en este proceso, según su nivel de
madurez y la capacidad para manejar la situación. La familia y los amigos deben expresar su
afecto para el paciente y su compromiso y apoyo completos para la recuperación, pero deben
firmemente y consistentemente exigir que el paciente busque tratamiento. El paciente y la
familia plenamente deben comprender que el alcoholismo es una enfermedad y que las
respuestas a esta enfermedad -necesidad, ansias, temor de la supresión- son síntomas, no fallas
personales, así como el dolor o el malestar son síntomas de otras enfermedades. También deben
comprender que el tratamiento es difícil y a veces doloroso, así como tratamientos para otras
enfermedades potencialmente mortales, como el cáncer, son dolorosos, pero que esta es la
única esperanza para una curación. Los empleadores pueden ser particularmente eficaces. Su
aproximación también debe ser compasiva pero fuerte, amenazando al empleado con pérdida
del empleo si él o ella no busca la ayuda. Algunas empresas grandes proporcionan acceso a
programas de tratamiento de bajo costo o gratis para sus trabajadores.
SEÑALES DE PELIGRO
EXPERIMENTA FRECUENTE DEPRESIÓN, irritación y enojo sin tener una causa aparente.
TIENE PROBLEMAS FÍSICOS relacionados al alcohol como son la fatiga, cambio de peso, etc.
Lo mejor que puedes hacer por un amigo es hablarle acerca del problema y conseguirle ayuda
profesional.
Cuando una persona con alcoholismo deja de beber, los síntomas de supresión empiezan dentro
de seis a 48 horas y alcanzan su apogeo cerca de 24 a 35 horas después de la última bebida.
Durante este período la inhibición de la actividad cerebral causada por el alcohol se revierte
bruscamente. Las hormonas de estrés son sobre producidas y el sistema nervioso central se
vuelve sobreexcitado. Al entrar a un hospital, los pacientes deben ser dados una exploración
física para cualquier lesión o afección médica y deben tratarse para cualquier problema
potencialmente grave, como la presión arterial alta o el latido del corazón irregular. La meta
inmediata es calmar al paciente lo más pronto posible. Generalmente se les dan a los pacientes
uno de los medicamentos de anti ansiedad conocidos como benzodiacepinas, los cuales alivian
los síntomas de supresión y ayudan a prevenir la progresión al delirium tremens. Una inyección
de la vitamina B tiamina puede darse para prevenir el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Los
pacientes deben ser observados durante por lo menos dos horas para determinar la gravedad
de los síntomas de supresión. Los médicos pueden emplear pruebas de evaluación, como la
Escala de Evaluación de Supresión del Instituto Clínico, para ayudar a determinar el tratamiento
y proyectar si los síntomas progresarán en gravedad.
Las dos metas básicas del tratamiento de largo plazo son el control estricto del beber a través
de la abstinencia y el reemplazo total de los modelos adictivos con comportamientos
satisfactorios para pasar el tiempo que puedan llenar el vacío que se crea cuando se ha dejado
de beber. Algunos estudios han informado que algunas personas que habían sido dependientes
del alcohol con el tiempo pueden aprender a controlar su beber y hacer tan bien como los que
permanecen abstinentes. No hay manera de determinar, sin embargo, qué personas pueden
dejar de beber después de una bebida y cuáles no. Alcohólicos Anónimos y otros grupos para el
tratamiento alcohólico cuyas metas es la abstinencia estricta están preocupados enormemente
por la publicidad alrededor de estos estudios, ya que muchas personas con alcoholismo están
ansiosas para una excusa para comenzar a beber nuevamente. En este momento, la abstinencia
es la única ruta segura.
Las personas con síntomas de supresión leves a moderados generalmente se tratan como
pacientes ambulatorios y son asignado a grupos de apoyo, a la orientación, o a ambos. El
tratamiento de hospitalización, que podría tomar lugar en un hospital general o psiquiátrico o
en un centro dedicado al alcohol y al abuso de sustancias, se recomienda para los pacientes con
delirium tremens. El régimen usual allí está compuesto por un examen físico y psiquiátrico, la
desintoxicación, un tratamiento con psicoterapia o terapia conductual y una introducción a los
Alcohólicos Anónimos. Debido al costo alto de la atención de hospitalización, actualmente se
están cuestionando sus ventajas sobre la atención de pacientes ambulatorios. Un estudio
comparó a los alcohólicos empleados quienes estaban hospitalizados o quienes eran tratados
como pacientes ambulatorios con asistencia obligatoria en las reuniones de AA o quienes fueron
permitidos elegir su propia opción -incluyendo ningún tratamiento en lo absoluto. Después de
dos años, todos experimentaron menos problemas de trabajo, pero entre aquellos en el grupo
de hospitalización hubo significativamente menos re hospitalizaciones y permanecieron
abstinentes más tiempo que las personas en los otros dos grupos. Otro estudio analizando los
programas de tratamiento para las sustancias y el alcohol encontró que 75% de enfermos
hospitalizados completaron la terapia comparada con solo 18% de pacientes ambulatorios.
Otros estudios, sin embargo, no han revelado diferencia en los resultados entre los programas
de hospitalización y aquellos ambulatorios. Estudios han intentado descubrir las características
que pueden hacer que las personas sean más probables de salirse de los programas de
hospitalización o los ambulatorios. Un estudio encontró que las personas que abandonan el
tratamiento ambulatorio son más probables de ser mujeres, jóvenes, no cualificadas y ser
personas con más de un tipo de adicción. Otro informó que los que dejan el tratamiento de
hospitalización en contra del asesoramiento médico tienden tener trabajos, tener una
educación universitaria y haber tenido una historia de dejar tratamientos.
Hay un uso interesante del Proceso de Localización para poner sobria a una persona. Puede
hacer que una persona que esté borracha se ponga sobria en muy pocos minutos. Como la
sociedad no tiene actualmente ninguna tecnología para entendérselas con el borracho, que es
una vergüenza para su familia, sus amigos y a menudo para sí mismo, este proceso tiene un valor
social y puede servir como línea de cooperación y ayuda a la policía.
Procedimiento
Use la orden:
A un borracho se le considera normalmente algo que, hasta cierto punto, no se puede confrontar
y ciertamente él mismo no puede confrontar. Una cosa que él no puede confrontar es un vaso
vacío. Si está vacío, siempre lo vuelve a llenar.
Repita la orden, señalando cada vez un objeto de la habitación, tantas veces como haga falta
para hacer que la persona se ponga sobria. No se distraiga respondiendo el frecuente
comentario "¿Qué objeto?" Simplemente haga que la orden se lleve a cabo, indique que ha visto
que lo ha hecho y dé la orden siguiente.
Este proceso no es para resolver la condición del alcoholismo. Hay procedimientos más
avanzados de Cienciología, que pueden hacerse para remediar las condiciones que causaron que
una persona sea alcohólica. Pero uno puede hacer mucho bien por la persona y los que están
con ella, usando esta ayuda para devolverle la sobriedad.
Disulfiram.
Disulfiram (Antabuse) causa síntomas dolorosos, incluyendo ruboriza miento, cefalea (dolor de
cabeza), náusea y vómitos si una persona bebe alcohol mientras tomando el medicamento. Los
síntomas pueden desencadenarse después de beber la mitad de una copa de vino o la mitad de
un trago (shot) de licor y duran desde una media hora a dos horas, según el nivel de la dosis del
medicamento y la cantidad de alcohol consumido. Una dosis de disulfiram generalmente es
eficaz para una a dos semanas. La sobredosis del medicamento puede ser peligrosa, causando
presión arterial baja, dolor del tórax, disnea y hasta la muerte. Estudios no han revelado que el
uso de disulfiram ejerza efecto sobre el permanecer abstinente, aunque un estudio encontró
que el número total de días en que se bebía fue menos en las personas que tomaron el
medicamento. El medicamento también puede ser más eficaz en los pacientes casados cuando
sus cónyuges aseguran que lo toman.
Naltrexone.
Naltrexone (ReVia) por mucho tiempo se ha empleado para tratar la adicción narcótica pero sólo
recientemente se aprobó para tratar el alcoholismo. Parece que el medicamento bloquea los
efectos placenteros del alcohol. Cuando se emplea conjuntamente con el asesoramiento para
adicciones, naltrexone reduce el deseo para el alcohol y ayuda a algunos alcohólicos a que logren
abstinencia y eviten una recaída. En un estudio pequeño de hombres dependientes del alcohol,
sólo 23% de los que tomaron naltrexone sufrieron una recaída en contraposición con 54% de los
que no tomaron el medicamento. La reacción secundaria y adversa más común es la náusea la
cual generalmente es leve y temporal. Las dosis altas causan daño hepático. El medicamento no
debe ser administrada a alguien quien ha abusado los narcóticos dentro de una semana a 10
días.
Acamprosate.
Acamprosate, un medicamento que bloquea los efectos placenteros del alcohol al inhibir la
transmisión del neurotransmisor ácido aminobutérico gamma (GABA, gamma aminobutyric
acid), ha probado ser eficaz en mantener la abstinencia cuando combinado con una terapia para
la adicción. Acamprosate es plenamente eficaz después de cerca de una semana del
tratamiento. Puede causar diarrea ocasional.
Los antidepresivos.
La depresión es común entre las personas dependientes del alcohol y puede conducir a una tasa
mayor de recaídas. Un estudio pequeño reciente informó que las personas administradas el
antidepresivo desipramina (Norpramin, Norpramine y Pertofrane) -estuvieran ellos deprimidos
o no- tuvieron menos días relacionados con el alcohol y un tiempo más largo entre recaídas que
aquellos no tomando el medicamento.
Entre 80% y 90% de las personas tratadas para el alcoholismo sufren recaídas -incluso después
de años de abstinencia. Los pacientes deben entender que las recaídas del alcoholismo son
análogas a las erupciones recurrentes de las enfermedades físicas crónicas. Un estudio encontró
que tres factores colocaban a una persona en alto riesgo para una recaída: la frustración y la ira,
la presión social y la tentación interna. El tratamiento para las recaídas, sin embargo, no siempre
requiere comenzar desde el nada (partir de cero) con desintoxicación o la admisión a un
ambiente de hospitalización; a menudo, la abstinencia puede empezar el próximo día.
Perdonándose a sí mismo(a) y la persistencia son rasgos esenciales para la recuperación
permanente.
El alcohol bloquea el dolor emocional y a menudo se percibe como un amigo fiel cuando las
relaciones humanas fracasan; también se asocia con la libertad y una pérdida de inhibición que
compensa las rutinas diarias. Cuando la persona alcohólica trata de dejar de beber, el cerebro
busca restaurar lo que percibe como su propio equilibrio. Las mejores armas del cerebro contra
la abstinencia son la depresión y la ansiedad (los equivalentes emocionales al dolor físico) que
continúan atrayendo a la persona alcohólica hacia el beber mucho más después de que los
síntomas de abstinencia físicos se hayan detenido. Ni la inteligencia es un aliado en este proceso,
porque el cerebro empleará todos sus poderes de racionalización para persuadir al paciente a
que regrese a beber. Es importante darse cuenta de que cualquier cambio de vida puede causar
aflicción temporal y ansiedad, hasta cambios para el bien. Con el tiempo y la sustitución de otros
placeres saludables, esta conmoción emocional se debilita y puede superarse.
Uno de los problemas más difíciles que una persona con alcoholismo enfrenta es estando
alrededor de las personas que pueden beber socialmente sin peligro. Un sentido de aislamiento,
una pérdida de gozo y la creencia del ex bebedor de qué lástima -no respeto- guia el
comportamiento de un(a) amigo(a), puede conducir a la soledad, a la autoestima baja y a un
deseo fuerte para beber. Los amigos cercanos y hasta los compañeros íntimos pueden tener
dificultades en cambiar sus respuestas a esta nueva relación sobria y, aún peor, promover un
retorno al beber. Los cónyuges pueden haber construido sus propias autoimágenes sobre el
sobrevivir de sus parejas o el manejo de sus comportamientos difíciles y encuentran el
significado de sus vidas amenazados por la abstinencia. Los amigos quizás no acepten fácilmente
al amigo(a) sobrio(a) y tal vez más calmado(a). En tales casos, si los compañeros o amigos no
pueden cambiar, entonces la separación puede ser necesaria para la supervivencia. No es nada
extraño que, cuando confrontada con tales pérdidas, una persona regresa al beber. El mejor
curso en estos casos es promover a los amigos y miembros de familia cercanos que busquen la
ayuda también. Afortunadamente, grupos como Al-Anon existen para esta finalidad.
Las personas que no deben beber bajo ninguna circunstancia son aquellas menores de 21 años,
que tienen dependencia en el alcohol u otros problemas médicos, que están tomando
medicamentos que interactúan con el alcohol, y las mujeres que están embarazadas. Las
personas no deben beber antes de conducir u ocuparse en las actividades que requieren
habilidad y atención. Un estudio reciente de los pacientes de sala de emergencias encontró que
habiendo tomado más de una bebida duplicaba el riesgo para la lesión y más de cuatro bebidas
aumentaba el riesgo once veces. Muchos adultos sanos pueden derivar algunas prestaciones
salubres del beber leve a moderadamente, que en general se define como no más de una bebida
al día para las mujeres y no más de dos para los hombres. Una bebida consta generalmente de
12-oz de cerveza, 5 oz de vino, o 1.5 oz de licor de una graduación de 80. Un estudio reciente
definió el beber problemático en los hombres como ser más de 4 bebidas en un día o un máximo
de 16 bebidas por semana y en las mujeres como 3 por día y 12 por semana. El beber leve a
moderadamente parece tener ciertos beneficios sobre los niveles de colesterol, incluyendo
elevar los niveles de colesterol de HDL (altos niveles de HDL se consideran buenos) y reducir el
riesgo de la cardiopatía. En los ancianos, puede estimular el apetito, ayudar a promover la
función intestinal regular y mejorar el estado de ánimo. Puede reducir el riesgo de los accidentes
cerebrovasculares causados por el endurecimiento de las arterias (aunque aumenta el riesgo del
tipo de accidente cerebrovascular menos común, el cual es causado por hemorragia.)
Una de las medidas preventivas en contra del alcoholismo es la de establecer campañas para
poder proporcionar información por medio de folletos, trípticos, en forma oral, etc., con el fin
de empezar a hacer consciente a la población de la problemática, tratando de tocar puntos
esenciales, tales como: qué es el alcoholismo, en qué consiste, por qué se dá, cuáles son los
efectos que produce la ingestión excesiva de alcohol, lugares a donde se puede acudir a solicitar
información, ayuda, etc.
Éstas son sólo algunas posibles alternativas con las cuales se podrían tomar cartas en el asunto
y de así poder frenar y contrarrestar la información deformante, sensacionalista, especulativa,
manipuladora, llena de prejuicios que por lo regular caracterizan a los medios de información y
comunicación masiva y de esta manera reducir la ignorancia.
BEBER RESPONSABLEMENTE
Las actitudes responsables hacia la bebida deben servir para comportarnos de tal manera que
nunca tengamos que sentirnos avergonzados o arrepentidos de nuestra conducta. Así, para el
individuo que bebe ocasionalmente o con regularidad, pero que no es un alcohólico y está
consciente del peligro de llegar a serlo, existen ciertas normas o reglas que le permiten con
seguridad evitar el estado de ebriedad y sus consecuencias. Tales normas, traducidas a consejos
que pueden servir a toda persona, son las siguientes:
1
Reconoce tus verdaderos límites. Casi todos los individuos que beben tienden a presumir que
"aguantan" más que otros, pero esto es algo sin sentido. Aparte de que el "aguante" mayor o
menor no es motivo de orgullo, casi siempre se produce un autoengaño al no querer reconocer
que se está ebrio cuando ya los demás lo notan con seguridad.
2
Come mientras bebes. Los alimentos se mezclan con el alcohol y evitan que su absorción sea
demasiado rápida. Muchas personas disfrutan mejor la comida si la acompañan con bebidas de
baja graduación alcohólica. También hay que añadir que existen factores psicológicos que
inducen a beber menos si al mismo tiempo se consumen alimentos sólidos.
3
No tomes rápidamente. Bebe para disfrutar y degustar tu bebida, no para buscar los efectos del
alcohol. Como observación, sabemos que el bebedor que "se adelanta" y que apura a sus
compañeros "para que no se le queden atrás", es por lo regular alguien que no se detiene
fácilmente y que casi siempre llega a la embriaguez.
4
Acepta la invitación a tomar una bebida sólo cuando realmente lo desees. No debes admitir
ninguna presión para beber cuando no quieres. Si lo permites, niegas el valor que puede tener
el departir con otros una situación amable en la que se ingiera moderadamente bebidas
alcohólicas.
5
Evita "tragos" aquí y allá. Ciertos individuos toman a cualquier hora, y a toda hora ofrecen un
"trago". Pero no tienes por qué aceptarlo, sobre todo si se trata de tomar por tomar.
6
Si comes fuera de tu casa y tienes que regresar manejando tu automóvil, es preferible que no
ingieras alcohol. En todo caso, bebe moderadamente y con la comida, nunca después. Está
plenamente comprobado que la capacidad de conducir un vehículo disminuye mucho incluso
con bajos niveles de alcohol en la sangre.
7
Siempre que puedas, evita la bebida fuera del ambiente familiar. Muchos de quienes toman en
los bares (no todos, por supuesto) buscan más bien los efectos del alcohol que la relación social.
Esto no quiere decir que el "tomar la copa con los amigos" sea una irresponsabilidad, todo
dependerá de si se respetan las "reglas" que estamos recomendando.
8
Alcohólicos Anónimos
El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de dejar la bebida. Para ser miembro de
A.A. no se pagan honorarios ni cuotas; nos mantenemos con nuestras propias contribuciones.
A.A. no está afiliada a ninguna secta religiosa, partido político, organización o institución alguna;
no desea intervenir en controversias; no respalda ni se opone a ninguna causa.
Alcohólicos Anónimos también se puede definir como una sociedad compuesta por más de
2,000,000 de alcohólicos recuperados en los Estados Unidos, Canadá y otros países. Estos
hombres y mujeres se reúnen en grupos locales que cuentan con un puñado de miembros en
algunos lugares y con centenares de personas en las ciudades más grandes.
En la actualidad, las mujeres representan el 35 por ciento del total de miembros.
A.A. y el Alcoholismo
La Comunidad ha adoptado una política de "cooperación, sin afiliación" con otras organizaciones
que se interesan en el problema de alcoholismo.
Sólo usted puede tomar la decisión de probar A.A.—si le parece que el programa le puede
ayudar.
Nosotros los miembros de A.A. llegamos al programa porque reconocimos finalmente que no
podíamos controlar nuestra forma de beber. Al principio estábamos poco dispuestos a admitir
que nunca podríamos beber sin peligro. Pero los miembros experimentados de A.A. nos
explicaron que sufríamos de una enfermedad. (¡Así nos había parecido durante largos años!)
Nos enteramos de que mucha gente estaba afligida por los mismos sentimientos de culpabilidad,
soledad y desesperación que nosotros teníamos. Descubrimos que teníamos esos sentimientos
porque padecíamos de la enfermedad del alcoholismo.
Tomamos la decisión de tratar de hacer frente a la realidad de los efectos del alcohol en nuestras
vidas.
El Programa de Recuperación
El éxito relativo del programa de A.A. parece que se debe al hecho de que un alcohólico que ya
no bebe tiene una capacidad extraordinaria para "alcanzar" y ayudar a un bebedor
desenfrenado.
En su forma más sencilla, el programa de A.A. funciona cuando un alcohólico recuperado cuenta
al principiante la historia de su propia carrera problemática de bebedor y le describe lo que ha
encontrado en A.A. y le invita a unirse a la Comunidad.
La esencia del programa sugerido para la recuperación personal se encuentra en los "Doce
Pasos," que describen la experiencia de los miembros pioneros de la Sociedad:
1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto
ingobernables.
2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo
concebimos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de
nuestros defectos.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos
dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el
hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con
Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad
para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de
llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.
No se pide a los principiantes que acepten ni que sigan estos Doce Pasos en su totalidad si no se
sienten dispuestos o capaces de hacerlo. Por lo general, se les pide que mantengan una amplitud
de mente, que asistan a reuniones en las que los alcohólicos recuperados describen sus
experiencias personales en lograr su sobriedad, y que lean la literatura de A.A. que expone e
interpreta el programa de A.A.
Normalmente, los miembros de A.A. recalcan a los principiantes el hecho de que solamente los
bebedores problema, por sí solos, pueden determinar si en realidad son o no son alcohólicos.
Al mismo tiempo, se les destaca el hecho de que toda la evidencia médica disponible indica que
el alcoholismo es una enfermedad progresiva, y que, aunque no se puede curar en el sentido
usual del término, puede ser detenida por la abstinencia del alcohol en todas sus formas.
REUNIONES ABIERTAS: Como indican los términos, las reuniones de este tipo están abiertas a
los alcohólicos y a sus familias, así como a cualquier persona que se interese en solucionar un
problema personal con la bebida o en ayudar a otra persona a solucionar un problema con el
alcohol.
La mayoría de las reuniones abiertas siguen un formato más o menos fijo, aunque en algunas
áreas se han elaborado distintas variaciones. El coordinador describe el programa de A.A. en
forma resumida para los principiantes que haya en el auditorio y luego presenta a uno, dos o
tres oradores que cuentan sus propias historias de bebedores y pueden a veces ofrecer sus
interpretaciones personales de A.A.
A mitad de la reunión normalmente hay un período para hacer anuncios locales de A.A., y el
tesorero pasa el sombrero para sufragar el alquiler del salón de reunión, los gastos de literatura
y costos accesorios. A menudo, después de cerrar la sesión, los participantes se reúnen sin
ceremonia para tomar café u otros refrescos y charlar.
REUNIONES CERRADAS: Estas reuniones son solo para los alcohólicos. Deparan a los miembros
una oportunidad de compartir, unos con otros, en lo referente a problemas relacionados con
formas y costumbres de beber, así como a sus esfuerzos para lograr una sobriedad estable.
También les permiten discutir sobre diversos elementos del programa de recuperación.
En las reuniones abiertas, se les recuerda a los invitados que las opiniones e interpretaciones
que escuchen allí son únicamente las del orador que las exprese. Todos los miembros tienen
perfecta libertad de interpretar el programa de recuperación según su propia luz, pero nadie
puede hablar por el grupo local o por A.A. en su totalidad.
Durante su primera década, A.A., como comunidad, iba acumulando una experiencia sustancial
que indicaba que ciertos principios y actitudes a nivel de grupo tenían un gran valor para
asegurar la supervivencia de la estructura de la Comunidad. En 1946, los fundadores y miembros
pioneros de A.A. resumieron estos principios y los pusieron por escrito en la revista internacional
de la Comunidad, el A.A. Grapevine bajo el título de las Doce Tradiciones de Alcohólicos
Anónimos, las cuales fueron aceptadas y aprobadas por la comunidad en pleno en la Convención
Internacional de A.A., celebrada en Cleveland, Ohio en 1950.
2. Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad fundamental: un Dios amoroso
tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que
servidores de confianza. No gobiernan.
4. Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos de A.A. o a
A.A. considerado como un todo.
5. Cada grupo tiene un solo objetivo primordial: llevar el mensaje al alcohólico que aún está
sufriendo.
6. Un grupo de A.A. nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de A.A. a ninguna
entidad allegada o empresa ajena, para evitar que los problemas de dinero, propiedad y
prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.
9. A.A. como tal nunca debe ser organizada; pero podemos crear juntas o comités de servicio
que sean directamente responsables ante aquellos a quienes sirven.
10. A.A. no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su
nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción;
necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio y el cine.
Aunque las Doce Tradiciones no son obligatorias para ningún grupo, una mayoría abrumadora
de miembros las han adoptado como base para ampliar las relaciones "internas" y públicas de
A.A.
Tradicionalmente, los miembros de A.A. siempre han cuidado de mantener su anonimato a nivel
público: ante la prensa, la radio, la televisión y el cine.
En los primeros días de A.A., cuando la palabra "alcohólico" llevaba un estigma más grande que
hoy, era fácil entender esta desgana de identificarse—y de hacerse publicidad.
A medida que iba creciendo la Comunidad de A.A., pronto se hicieron evidentes los valores
positivos del anonimato.
Primero, sabemos por experiencia que muchos bebedores problema vacilarían en recurrir a A.A.
si creyeran que su problema sería un asunto de discusión pública, aun si fuera por inadvertencia.
Los principiantes deben tener la posibilidad de buscar ayuda con plena seguridad de que no se
revele su identidad a nadie fuera de la Comunidad.
Además, creemos que los conceptos del anonimato personal también tienen una significación
personal para nosotros—que contribuye a refrenar los impulsos de reconocimiento personal, y
de poder, prestigio y riqueza que han provocado dificultades para otras sociedades. Nuestra
eficacia relativa en trabajar con los alcohólicos podría verse perjudicada en alto grado si
buscáramos o aceptáramos el reconocimiento público.
Aunque todo miembro de A.A. tienen perfecta libertad de interpretar la tradición de A.A. según
le parezca, no se reconoce a ningún individuo como portavoz de la Comunidad a nivel local,
nacional o internacional. Cada miembro habla únicamente por sí mismo.
A.A. tiene un deudo de gratitud con todos los medios de comunicación, por lo que han
contribuido a lo largo de los años a reforzar la Tradición de anonimato. De vez en cuando la
Oficina de Servicios Generales se pone en contacto con todos los medios de comunicación
principales en los Estados Unidos y Canadá, para describirles la Tradición y pedirles que
cooperen en asegurar que se cumpla.
Por diversas razones, un miembro de A.A. puede "romper su anonimato" deliberadamente ante
el público. Ya que es un asunto de elección y conciencia personales, obviamente, la Comunidad
como totalidad no tiene ningún control sobre tales desviaciones de la tradición. No obstante,
queda bien claro que los miembros que lo hacen no tienen la aprobación de la mayoría
abrumadora de sus compañeros de A.A.
Política Financiera
A lo largo de los años, Alcohólicos Anónimos ha afirmado y reforzado una tradición de ser
completamente auto mantenida, y de no solicitar o aceptar contribuciones de personas no-A.A.
Las contribuciones que llegan a la G.S.O. provenientes de fuentes ajenas son devueltas al
remitente con una nota que explica la postura de A.A. con respecto al asunto del auto
mantenimiento.
En los EE.UU. y Canadá, la contribución al mantenimiento de los servicios mundiales de A.A. que
los miembros individuales de A.A. pueden hacer se limita a la cantidad de $1,000 al año.
Al nivel de grupo, los gastos supuestos por el alquiler del lugar de reunión, por café, refrescos y
literatura de A.A. se sufraga con dinero que se recoge "pasando el sombrero." La mayoría de los
grupos reserva una parte de su colecta para contribuir al mantenimiento de los servicios
mundiales de A.A.
Todas las contribuciones son voluntarias. No es necesario pagar honorarios ni cuotas para ser
miembro de A.A. Todos los grupos se benefician de las actividades de la G.S.O., aunque no todos
contribuyen a su mantenimiento.
Los ingresos provenientes de la venta de libros y otra literatura aprobada por la Conferencia
siempre han sido un factor importante en el mantenimiento de los servicios de la G.S.O. y a
menudo han asegurado la continuación de dichos servicios, en épocas en las que las
contribuciones no eran de una cantidad suficiente para sufragarlos.
Solitarios e Internacionalistas
Internacionalistas
Aproximadamente 145 personas, hombres y mujeres, que sirven en las fuerzas navales o que
son miembros de la marina mercante, se describen como "Internacionalistas de A.A." Miembros
del personal de la Oficina de Servicios Generales mantienen correspondencia con los
Internacionalistas y facilitan que se intercambien cartas entre ellos mismos. Los
Internacionalistas han establecido y fomentado el desarrollo de grupos locales de A.A. en
muchos puertos de países extranjeros.
Solitarios
Unos 333 hombres y mujeres que viven en áreas aisladas en todas partes del mundo (o en áreas
en las que no ha sido posible formar grupos locales) aparecen en la lista de la Oficina de Servicios
Generales como Solitarios. Muchos de ellos lograron su sobriedad sin otro recurso que el estudio
de la literatura de A.A.
TABAQUISMO
Tabaco
Epidemiología
Según la OMS existen en el mundo más de 1250 millones de fumadores (2010), lo que
representa aproximadamente un tercio de la población mayor de 15 años. Por sexos el 47 % de
los hombres y un 11 % de las mujeres en este rango de edad consumen una media de
14 cigarrillos por día, lo que supone un total de 5827 billones de cigarrillos al año. El 74 % de
todos los cigarrillos se consumen en países de bajo-medio nivel de ingresos (Banco Mundial)
(hay que tener en cuenta que la mayor parte de la población mundial vive en países de bajo-
medio nivel de ingresos). Tanto para hombres como para mujeres, el segmento de edad en la
que fuma mayor proporción es el comprendido entre 30 y 49 años.
En México se estima que mueren diariamente entre 123 y 165 personas debido a haber
consumido tabaco, lo que convierte a esta adicción en un grave problema de salud pública.
Tabaquismo y salud
Fumar puede ser el causante de varias enfermedades, como el cáncer de pulmón, la bronquitis y
el enfisema pulmonar. El tabaquismo es reconocido desde hace varios años como un problema
de salud pública, debido a que los daños a la salud asociados al consumo del tabaco causan más
de medio millón de muertes en el continente americano.
Fumar es la causa más frecuente de muertes que pueden evitarse. Según los últimos informes,
cientos de miles de personas mueren anualmente de forma prematura debido al tabaco.
Estudios recientes indican que la exposición al humo de los cigarrillos fumados por otra gente y
otros productos del tabaco, producen al año la muerte de miles de personas que no fuman. Pese
a estas estadísticas y a numerosos avisos sobre los peligros de fumar, millones de adultos y
adolescentes siguen fumando. De todos modos, se están haciendo progresos: cada día son más
las personas que dejan de fumar.
Fumar un sólo cigarrillo da lugar a una elevación del ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y
la tensión arterial. El humo produce una reacción irritante en las vías respiratorias. La
producción de moco y la dificultad de eliminarlo es la causa de la tos. Debido a la inflamación
continua se produce bronquitis crónica. También produce una disminución de la capacidad
pulmonar, produciendo al fumador mayor cansancio y disminución de resistencia en relación a
un ejercicio corporal.
El humo del tabaco está constituido por una fase volátil o gaseosa y una fase sólida o de
partículas. La fase gaseosa representa el 95% de su peso y posee unos 500 componentes. La fase
sólida representa el 5% del peso y está formada por unos 3500 componentes, entre los que se
destacan tres: la nicotina, responsable de la adicción, el monóxido de carbono, responsable de
las enfermedades cardiovasculares, y el alquitrán, responsable de los cánceres asociados. Se han
identificado más de 4000 sustancias en el humo del cigarrillo, de las cuales al menos 60 son
probables carcinógenos humanos.
Tabaquismo y embarazo
Durante el embarazo, el tabaco multiplica su potencial dañino generando no sólo riesgos para
la fumadora, sino también para el bebé, entre otros riesgos aumentan los de sufrir embarazo
ectópico, hemorragias vaginales, alteraciones cardíacas, o en el bebé riesgo de nacer con bajo
peso, insuficiencias respiratorias, riesgo de padecer muerte súbita, infartos o leucemia infantil.
Existen numerosas investigaciones que demuestran los efectos tan nocivos del tabaquismo en
las mujeres embarazadas. Las fumadoras suelen dar a luz a niños de bajo peso (entre 150 y
250 gramos menos que las mujeres no fumadoras). Además, tanto la nicotina como el monóxido
de carbono pasan al cuerpo del feto. Se ha demostrado que la concentración
de carboxihemoglobina es dos veces mayor en la sangre del feto que en la de la madre. Si la
madre fuma durante los últimos seis meses de embarazo, aumentan los riesgos de muerte para
el recién nacido. Las mujeres que fuman, también corren más riesgo de sufrir desprendimiento
prematuro de placenta. La mortalidad de los infantes es 30 % mayor en las mujeres fumadoras
que en las que no fuman, y tienen también el doble de abortos.
Tabaquismo y cáncer
El tabaco se ha relacionado con diferentes tipos cánceres, entre los que se encuentran el cáncer
de boca, de faringe, de laringe, de esófago, de páncreas y de vejiga. En el humo del tabaco se
encuentra benzopireno, N-nitrosaminas, 2-naftilamina y 4-aminobifenilo, que
son carcinógenos humanos comprobados y están clasificados en el grupo I del Centro
Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer. También contiene cantidades relativamente
altas de posibles carcinógenos como benceno, formaldehído, cadmio, níquel y polonio
210 (radiactivo), además de dióxido de carbono y ácido cianhídrico. Es el principal factor de
riesgo para el cáncer de pulmón, atribuyéndole entre el 80 y 85% de los casos reportados.
Los primeros casos de cáncer asociados al consumo de tabaco se reportaron en el siglo XVIII. En
1761, John Hill describió los síntomas del cáncer de senos nasales en consumidores habituales
de rapé. A finales de ese mismo siglo, Samuel Thomas von Sömmerring reportó que existe una
obvia relación entre el cáncer de labio y el consumo de tabaco en pipa. Sin embargo, hasta
mediados del siglo XX esto se atribuyó a la temperatura de la boquilla. En aquel siglo el tabaco
aún seguía figurando en las farmacopeas. Hasta la edición de 1847 del libro Primitiva
Physick (1747) de John Wesley, éste recomendaba aspirar humo de tabaco para tratar el dolor
de oído, además de incluirlo en el tratamiento de la epilepsia y la hemorroides.
La primera persona en relacionar el cáncer de pulmón con el consumo de tabaco fue el médico
alemán Ernst Schönherr en 1928, al notar que la mayoría de las pacientes no fumadoras con
este tipo de cáncer eran esposas de fumadores que estaban expuestas al humo de segunda
mano. El primer estudio epidemiológico que confirma esta asociación lo publicó Franz H.
Müller en 1939. Entre 1940 y 1941 la Oficina de la Salud del Reich invirtió 48 000 marcos en
estudios relacionados con el tabaco y el cáncer. En 1941, Hitler donó 100 000 marcos de su
fortuna personal para financiar estos estudios. En 1943, Eberhard Schairer y Erich
Schöniger publicaron un trabajo en el cual se concluye que la causa principal del cáncer de
pulmón es el alquitrán presente en el humo del tabaco.
Los estudios médicos realizados en Alemania durante el régimen nazi fueron ignorados tanto en
Estados Unidos como el Reino Unido, no hay menciones al trabajo de Schairer y Schöniger en
estos países hasta los años 1960. De forma totalmente independiente, los ingleses Richard
Doll y Austin Bradford Hill comenzaron a estudiar el cáncer de pulmón en 1948 y en 1954
publicaron los resultados en el British Medical Journal, atribuyéndole la causa principal al
tabaquismo.12 Éste fue el primer estudio que trató el tema fuera de Alemania, lo que hace que
sea frecuente, incluso en la literatura médica, que se los cite como los pioneros, pese a existir
estudios alemanes que arribaron a la misma conclusión al menos una década antes.15
Entre las múltiples sustancias del humo del cigarrillo, las que presentan un mayor efecto adverso
son la nicotina y el monóxido de carbono (CO).
Los efectos del tabaco sobre las vías respiratorias se han descrito tanto a nivel de estructuras
(vías aéreas, alvéolos y capilares) como en los mecanismos de defensa pulmonar. Provocando,
en los fumadores, sintomatología respiratoria y deterioro de la función pulmonar. El tabaco
causa hipersecreción, lo que da origen a tos y expectoración crónica en los fumadores
A fecha de 1997, los europeos y los chinos son los principales consumidores de tabaco per cápita
del mundo, según el periódico alemán Nassauische Neue Presse, de Fráncfort del Meno. El 42 %
de los hombres y el 28 % de las mujeres de la Unión Europea son fumadores, pero estos
porcentajes son mucho más altos en el grupo de edades comprendidas entre los 25 y los 39 años.
El tabaquismo siega anualmente la vida de 100 000 personas en Alemania y 100 000 más
en Reino Unido. En fechas recientes a 1997, el presidente de la República Checa, Václav
Havel, fumador empedernido durante muchos años, recibió tratamiento contra el cáncer de
pulmón. De acuerdo con el diario Süddeutsche Zeitung, el presidente escribió al movimiento
europeo denominado Tabaquismo o Salud para expresar su admiración por cualquiera que logre
abandonar el hábito.
El humo del tabaco es tóxico para la piel, la exposición directa disminuye el grado de hidratación
del estrato córneo, contribuyendo al envejecimiento precoz y la aparición de arrugas faciales,
cuadro que se denomina rostro de fumador. La nicotina es vasoconstrictora, por lo que
disminuye el riego sanguíneo de la piel y provoca una disminución de la oxigenación tisular.
También exacerba las lesiones cutáneas de la psoriasis, de la pustulosas palmo plantar y el lupus
eritematoso discoide, además es un factor de riesgo para el desarrollo de carcinoma de células
escamosas, aunque no se asocia con el desarrollo de melanomas.
Un estudio detectó que el 42,2% de las adictas al tabaco desarrollaron acné no inflamatorio;
dolencia caracterizada por presencia de poros cerrados, quistes y puntos blancos y negros.
Tabaquismo y psiquiatría
Comparación de los efectos negativos del tabaco con las otras 20 drogas más usuales (cuanto
más a la derecha esté la droga, más daño producirá en el organismo, y cuando más arriba, más
dependencia generará).
No existe hoy en día una opinión unánime acerca de la importancia de la dependencia física a la
nicotina como mayor o único componente de la adicción. Allen Car, creador de un conocido
método para dejar de fumar, afirmaba que aunque la ansiedad provocada por la retirada de la
nicotina es físicamente real, es más leve de lo que aparenta. Por tanto, esta ansiedad, aunque
existente, podría estar multiplicada en la mente del fumador por factores sociales, situaciones
de estrés o sus propios temores, lo que, de ser cierto, agregaría un componente psicológico muy
importante a la adicción física.
Los fumadores de tabaco de liar muestran un mayor riesgo de cánceres de boca, faringe y
laringe, y también de pulmón que los fumadores de cigarrillos convencionales. Pero un estudio
da una prevalencia similar por el cáncer de boca. En el caso del cáncer de pulmón cambiaría la
proporción del tipo histológico, con una mayor prevalencia de adenocarcinomas cáncer de
pulmón de células pequeñas.
En un estudio analizando las marcas más consumidas en España, muestra que los contenidos de
nicotina, alquitrán y monóxido de carbono del tabaco de liar son muy superiores a los permitidos
para los cigarrillos convencionales, en algunos casos hasta de un 85 % más. El tabaco de liar
también tendría un mayor efecto oxidativo en estudios in vitro sobre cultivos de monocitos.35
Tabaquismo y cigarrillos electrónicos
Cada vez más se está generalizando el uso del cigarrillo electrónico como alternativa al cigarrillo
tradicional. A pesar de que esta metodología no provee directamente la consumición de tabaco,
en aras de la exhaustividad, vale la pena mencionar su existencia. El cigarrillo electrónico es un
dispositivo electrónico equipado con un vaporizador y un líquido que se vaporiza por el mismo.
No hay cifras oficiales sobre el número de usuarios del cigarrillo electrónico, pero a manera de
ejemplo en Inglaterra, donde el fenómeno está más extendido, para fines del 2012 la cifra de
fumadores de cigarrillos electrónicos fue de unos seiscientos mil y ascendió a un millón en el
2013. Aunque no hay un fluido líquido de nicotina, generalmente el líquido vaporizado en el
cigarrillo electrónico contiene esta sustancia, con un porcentaje seleccionado por el consumidor.
Por esta razón también los usuarios de los cigarrillos electrónicos, cuando inhalan este líquido
que contiene nicotina, están sujetos a los efectos de la adicción. El cigarrillo electrónico no está
basado en el fenómeno de la combustión, por lo tanto, no aporta la inhalación de todos aquellos
cancerígenos que se emiten en la combustión del tabaco y el papel. El mundo científico ha
adoptado un enfoque cauteloso hasta ahora, sobre los efectos de los cigarrillos electrónicos. Sin
embargo, hay estudios tranquilizadores, recientemente los Cardiólogos Europeos han declarado
que el cigarrillo electrónico no causa daño al corazón. Existe también un estudio conducido por
la Universidad de Catania, el cual no excluye que el cigarrillo electrónico pueda ser de ayuda
para aquellos que quieran dejar de fumar. En comparación con otros métodos, de hecho,
permite mantener los gestos de los cigarrillos tradicionales además de evitar los síntomas de
abstinencia.
La primera campaña de concientización sobre los riesgos del tabaquismo realizada en Estados
Unidos la llevó a cabo la American Cáncer Society en 1959.
Legislación internacional
El convenio marco para el control del tabaco es un tratado antitabaco promovido por
la Organización Mundial del Comercio (OMC) que entró en vigor el 27 de febrero de
2005, tras años de oposición e intentos de negociación de la industria tabacalera.
Países europeos han ratificado el tratado, entre ellos Alemania, Francia, Reino
Unido y España.
También lo han ratificado Uruguay, Australia, Japón, India, Chile, México y Canadá.
1. Introducción
Es una enfermedad que tiene su origen en el cerebro de un gran número de seres humanos, la
enfermedad se caracteriza por su cronicidad o larga duración, su progresiva y las recaídas.
Es el uso indebido de cualquier tipo de drogas con otros fines y no los iniciales que se han
prescrito, cuando existe la prescripción.
Es una dependencia síquica, cuyo individuo siente una imperiosa necesidad de tomar droga o,
en caso contrario, un desplome emocional cuando no la ingiere y una dependencia física
producida por los terribles síntomas de abstinencia al no ingerirla.
La drogadicción causa problemas físicos, psicológicos, sociales y financieros.
Se denomina drogadicción al estado psíquico y a veces físico causado por la interacción entre un
organismo vivo y una droga. Caracterizado por modificaciones del comportamiento, y por otras
reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible al tomar la droga en forma
continua o periódica con el fin de experimentar sus efectos síquicos y a veces para evitar el
malestar producido por la privación.
Al hablar de dependencia de una droga se refiere al uso compulsivo de este, pero hay que
diferenciar la dependencia física y síquica. En la primera se presenta el Síndrome de Abstinencia
al dejar de consumir y en la segunda dicho síndrome no se presenta.
Se debe entender que el adicto seguirá siendo un adicto mientras viva, es decir, que el individuo
se rehabilita para poder vivir sin consumir la droga y, de allí en adelante, éste será un adicto en
remisión, no estará usando la droga, pero para mantenerse en ese estado de abstinencia o
remisión no podrá bajar la guardia
Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir dependencia, estimulación o depresión
del sistema nervioso central, o que dan como resultado un trastorno en la función del juicio, del
comportamiento o del ánimo de la persona.
Es toda sustancia capaz de alterar el organismo y su acción psíquica la ejerce sobre la conducta,
la percepción y la conciencia. La dependencia de la droga es el consumo excesivo, persistente y
periódico de toda sustancia tóxica.
El término drogas visto desde un punto de vista estrictamente científico es principio activo,
materia prima. En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la farmacología
y dentro de la medicina con un fármaco, es decir que droga y fármaco pueden utilizarse como
sinónimos. Los fármacos son un producto químico empleado en el tratamiento o prevención de
enfermedades. Los fármacos pueden elaborarse a partir de plantas, minerales, animales, o
mediante síntesis.
Existe una segunda concepción que es de carácter social, según ésta las drogas son sustancias
prohibidas, nocivas para la salud, de las cuales se abusan y que en alguna forma traen un
perjuicio individual y social.
Luego nos queda el problema dónde actúan estas sustancias, ya que todas estas drogas tienen
un elemento básico en el organismo que es el sistema nervioso central el cual es la estructura
más delicada y el más importante que tiene el ser humano, y si estas sustancias actúan sobre
esas estructuras dañándolas, perjudicándolas, indudablemente que van constituir un elemento
grave y peligroso para la colectividad; para la salud individual y lógicamente para la salud
pública.
Narcóticos
La palabra narcótico es un vocablo griego que significa "cosa capaz de adormecer y sedar". Esta
palabra se usa con frecuencia para referirse a todo tipo de drogas psico activas, es decir, aquellas
que actúan sobre el psiquismo del individuo, se pueden dividir en:
Opio, opiáceos y sucedáneos sintéticos.
Neurolépticos o tranquilizantes mayores.
Ansiolíticos o tranquilizantes menores.
Somníferos o barbitúricos.
Grandes narcóticos o anestésicos generales.
Es una droga con composiciones y orígenes distintos, que tienen en común su efecto en el
organismo, aunque este se manifieste en manera y de grado diferentes.
Somníferos O Barbitúricos:
Su uso puede provocar lesiones en el hígado o en los riñones, producir erupciones cutáneas,
dolores articulares, neuralgias, hipotensión, estreñimiento y tendencia al colapso circulatorio.
La intoxicación aguda puede llegar a provocar la muerte. La dependencia física se genera entre
las 4 o las 6 semanas.
Grandes Narcóticos
Existen varias sustancias usadas en anestesia general que merecen estar incluidas en este grupo
por su capacidad de producir sopor y estupefacción, mayor que la de cualquier estupefaciente
en sentido estricto. En dosis leves produce una primera fase de excitación cordial, como el
alcohol y luego sedación y sopor. También generan tolerancia y, en consecuencia, adicción,
pudiendo ocasionar intoxicaciones agudas, e incluso la muerte.
Alucinógenas
Las drogas conocidas como alucinógenos son fármacos que provocan alteraciones psíquicas que
afectan a la percepción. La palabra "alucinógeno" hace referencia a una distorsión en la
percepción de visiones, audiciones y una generación de sensaciones irreales. La alucinación es
un síntoma grave de la psicosis de la mente y su aparición distorsiona el conocimiento y la
voluntad.
Los alucinógenos se consideran productos psicodélicos que inhiben los mecanismos de defensa
del yo, y facilitan la distribución de la sensibilidad, así como la aparición de imágenes
desconcertantes.
Metanfetamina
La persona que usa "Ice" piensa que la droga le proporciona energía instantánea. La realidad es
que la droga acelera el sistema nervioso, haciendo que el cuerpo utilice la energía acumulada.
Los efectos que causa al cuerpo varían de acuerdo a la cantidad de droga utilizada. Entre los
síntomas observados se encuentran los siguientes: lesión nasal cuando la droga es inhalada;
sequedad y picor en la piel; acné; irritación o inflamación; aceleración de la respiración y la
presión arterial; lesiones del hígado, pulmones y riñones; extenuación cuando se acaban los
efectos de la droga(necesidad de dormir por varios días); movimientos bruscos e incontrolados
de la cara, cuello, brazos y manos pérdida del apetito; depresión aguda cuando desaparecen los
efectos de la droga.
MDA:
La MDA, es una droga similar a la anfetamina que también ha sido objeto de abuso, presentando
efectos psico-físicos similares a los de la MDMA. Está droga destruye las neuronas productoras
de serotonina, que regulan directamente la agresión, el estado de ánimo, la actividad sexual, el
sueño y la sensibilidad al dolor.
Cannabis sativa-hachís-marihuana:
El Cannabis Sativa es un arbusto silvestre que crece en zonas templadas y tropicales, con una
altura de seis metros, extrayéndose de su resina el hachís. Su componente más relevante es el
delta-9-THC, conteniendo la planta más de sesenta componentes relacionados. Se consume
preferentemente fumada, aunque pueden realizarse infusiones con efectos distintos. Un
cigarrillo de marihuana puede llegar a contener 150 mg. de THC, y llegar hasta el doble si
contiene aceite de hachís, lo cual puede llevar al síndrome de abstinencia si se consume de 10 a
20 días. La dependencia se considera primordialmente psíquica. Los síntomas característicos de
la intoxicación son: ansiedad, irritabilidad, temblores, insomnios.
Puede presentarse en distintas modalidades de consumo, sea en hojas que se fuman
directamente, en resina del arbusto o en aceite desprendido de este último. De la modalidad en
que se presente la droga dependerá su denominación: "marihuana" es el nombre de las hojas
del cáñamo desmenuzadas, que después de secarse y ser tratadas pueden fumarse (también es
conocida como hierba, marihuana, mariguana, mota, pasto, María, monte, café, chocolate, etc.),
su efecto es aproximadamente cinco veces menor que el del hachís.
El nombre hachís (también conocido como hachís) deriva de los terribles asesinos (hashiscins)
árabes, que combatieran en las cruzadas en los años 1090 y 1256. El hachís se obtiene de la
inflorescencia del cáñamo hembra, sustancia resinosa que se presenta en forma de láminas
compactas con un característico olor.
Durante los años sesenta comienza el consumo casi masivo de la marihuana, así como de otras
alucinógenas como el peyote, el LSD, etc.
A pesar de ser una sustancia ilegal, su consumo sigue en aumento.
La marihuana común contiene un promedio de 3% de THC, pudiendo alcanzar el 5,5 %. La resina
tiene desde 7,5 % llegando hasta 24%. El hachís (resina gomosa de las flores de las plantas
hembras) tiene un promedio de 3.6%, pero puede a tener 28%. El aceite de hachís, un líquido
resinoso y espeso que se destila del hachís, tiene un promedio de 16% de THC, pero puede llegar
a tener 43%.
El THC afecta a las células del cerebro encargadas de la memoria. Eso hace que la persona tenga
dificultad en recordar eventos recientes (como lo que sucedió hace algunos minutos), y hace
difícil que pueda aprender mientras se encuentra bajo la influencia de la droga.
Estimulantes
Tradicionalmente usados para combatir la fatiga, el hambre y el desánimo, los estimulantes
provocan una mayor resistencia física transitoria gracias a la activación directa del sistema
nervioso central.
Estimulantes vegetales:
El café, té, el mate, la cola, el caco, el betel y la coca son plantas que crecen en muchas partes
del mundo, a pesar que suelen consumirse repetidas veces en el día, son sustancias tóxicas que
poseen efectos secundarios.
Aunque los estimulantes vegetales son considerados como inocuos, conviene moderar su
consumo ya que se trata de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos secundarios
nocivos.
Coca
La coca, hoja del arbusto indígena americano, pertenece al grupo de los estimulantes. Su
consumo es ancestral en ciertas partes de Latinoamérica, donde es una práctica habitual el
mascar las hojas. Su efecto sobre el sistema nervioso central es menor que los de la cocaína. La
coca es consumida mascándola con algún polvo alcalino como cenizas o cal. También es fumada
tanto sola como mezclada con tabaco y marihuana. Está comprobado que tiene síntomas de
abstinencia, depresión, fatiga, toxicidad y alucinaciones.
Estimulantes Químicos
La Cocaína
Es un poderoso estimulante de corta duración que actúa sobre el sistema nervioso central. La
cocaína proviene del árbol de la coca que crece en América del Sur. La cocaína (clorhidrato de
cocaína) de mayor consumo en los estados unidos es un polvo blanco y cristalino que se extrae
de las hojas de la coca. La cocaína que se compra en la calle es una mezcla de cocaína pura y de
otras sustancias que se le añaden para aumentar las existencias y las ganancias del vendedor.
Estas sustancias con las cuales se mezcla son: talco. Harina, laxantes, azúcar, anestesia local y
otros estimulantes y polvos.
La cocaína que se puede fumar es precisamente la que se obtiene en la calle, la que se convierte
en base pura al eliminar la sal de hidroclórico y otras sustancias que se la haya añadido. la Única
forma de introducirla al sistema es fumándola.
Síntomas del uso de la cocaína:
Tendencias suicidas
Cambios drásticos en el ánimo
Perdida de amigos y antiguos valores
Abortos/ malformaciones congénitas en los hijos de madres consumidoras
Pérdida de peso, como resultado de pérdida del apetito
Dolores de cabeza crónicos
Enfermedades respiratorias
Deficiencia de vitaminas
Adicción
Crimen y arresto
Muerte
Señales del uso de cocaína:
Pupilas dilatadas
Boca y nariz seca, mal aliento, humedad de los labios con frecuencia
Actividad excesiva, dificultad en quedarse quieto
Hablador, pero la conversación carece de continuidad
Nariz supurante, catarro o sinusitis crónica/problemas nasales
Disminución repentina de calificaciones escolares y desempeño laboral
Facilidad para caer en problemas o susceptibilidad a accidentarse
Uso o posesión de parafernalia, incluyendo cucharitas, cuchillas de afeitar, espejos. Pequeñas
botellas con polvo blanco,
absorbentes de plástico, vidrio o metal, pipas de vidrio y antorchas o soplete en miniatura.
La cocaína es una de las drogas más adictivas que hay, ya que su efecto, aunque fuerte es de
corta duración.
Anfetaminas
Fueron sintetizadas por primera vez entre la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX.
Los primeros experimentos clínicos se iniciaron hacía 1930, y desde 1935 se comercializó con
gran difusión en el Reino Unido, Francia y Alemania. Durante la segunda guerra mundial fue
utilizada indiscriminadamente por todos los bandos dado el carácter de euforizante que
contiene la sustancia y la agresividad.
Las anfetaminas fueron utilizadas como estimulantes luego en forma de inhalaciones para el
tratamiento de catarros y congestiones nasales, más tarde como píldoras contra el mareo y para
disminuir el apetito en el tratamiento de la obesidad y, finalmente, como antidepresivo.
Presentan una elevada tolerancia que produce habituación y necesidad de dosis
progresivamente más elevada.
El consumo de este excitante está ampliamente extendido y distribuido por todas las clases
sociales. A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la consumen preferentemente los
sectores medios y altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que pretenden
sobreexcitación como por amas de casa que buscan un anoréxico para sus dietas o por
estudiantes que preparan exámenes. Al incidir en el sistema orto simpático causan hipertensión,
taquicardia, hiperglucemia, midriasis, vasodilatación, periférica, hiperpnea, hiporexia, etc. El
estado de ánimo del adicto oscila entre la distrofia y la hipomanía, así como ansiedad, insomnio,
cefalea, temblores y vértigo. Pueden aparecer cuadros depresivos y síndrome paranoides
anfetamínicos. A dosis normales sus efectos varían de acuerdo al individuo y las condiciones de
ingesta. Pueden producir efectos placenteros, hiperactividad y sensación desbordante de
energía, pero también causan temblor, ansiedad, irritabilidad, ira inmotivada y repentina y
trastornos amnésicos e incoherentes. En la última fase se describe depresión, cuadros
paranoides y delirios paranoides, alucinaciones y trastornos de conducta. Tales situaciones se
producen cuando las dosis suministradas generalmente por vía endovenosa supera los dos
gramos. Tomadas en dosis importantes son causantes de confusión, tensión, ansiedad aguda y
miedo.
El consumo de anfetamina produce en el cuerpo los siguientes síntomas:
Acelera el ritmo cardiaco y pulmonar
Dilata las pupilas
Reduce el apetito
Produce sequedad en la boca
Sudores
Dolores de cabeza
Pérdida de visión
Mareos
Insomnio
Ansiedad
A largo plazo y/o usadas en dosis elevadas ocasionan:
Temblores
Pérdida de coordinación
Colapso físico
Daño a riñones y tejido
Mal nutrición
Aumento repentino de presión sanguínea que puede producir la muerte por ataque, fiebre muy
alta o insuficiencia cardiaca.
Es una enfermedad porque presenta síntomas claros y definidos, y cuatro grandes fases del
proceso de la enfermedad en donde esta serie de síntomas se van presentando en cada una de
las etapas y que terminan con la muerte del alcohólico o adicto si este no es atendido a tiempo.
Algunos ejemplos de estos síntomas son:
Presentar olvidos de lo que la persona hacía mientras estaba intoxicada ("lagunas mentales"),
Mentir para poder seguir consumiendo,
Robar objetos o dinero de la casa para conseguir alcohol o droga,
Justificar su manera de beber ("yo no amanezco tirado en las calles, me puedo controlar" o "es
parte de mi trabajo"),
Defender el efecto "positivo" (¿?) de usar drogas ("me sirven para estudiar o mejorar mis
calificaciones en la escuela"),
Usar excusas irracionales ("nadie me quiere"),
Sentimientos de culpa,
Ilusión de grandeza,
Conducta hostil para intimidar y tratar de controlar a la familia,
Períodos de abstinencia para demostrar que sí puede dejar el alcohol o las drogas, ("yo puedo
dejar de usar cuando quiera"),
Apatía progresiva hacia otras cosas que no sean el alcohol y/o las drogas de su preferencia,
Múltiples resentimientos y temores,
Hospitalizaciones para desintoxicación o desintoxicaciones caseras,
Minimizar el efecto ("la marihuana no hace daño, es un producto natural", "la cerveza no
contiene tanto alcohol"), etc.
Hay varios síntomas del abuso de drogas que pueden ser reconocidos como señales de peligro.
Debemos aclarar, sin embargo, que la presencia de uno o dos de ellos solamente no siempre
indica problemas de las drogas, puede revelar otras causas ya que no es fácil a simple vista
reconocer a una persona que está bajo los efectos de una droga porque se puede confundir con
otros estados emocionales. Sin embargo, el listado de las siguientes situaciones puede ayudar:
Cambios repentinos de la personalidad y excesos de mal humor sin explicación de causa
aparente.
Notable caída en el rendimiento escolar o abandono de los estudios.
Alejamiento de la compañía de otras personas.
Pérdida de interés en las actividades favoritas, tales como deportes y hobbies.
Aumentos de infracciones de tránsito.
Incorporación a un nuevo grupo de compañeros de la misma edad.
Recepción de llamadas telefónicas de personas desconocidas.
Aumento de conflictos y peleas en el seno de la familia.
Excesiva hostilidad para con los demás.
Ojos enrojecidos.
Presencia de instrumentos necesarios al consumo de drogas, sospechosa aparición de
comprimidos frascos de colirio, jarabes y envases de medicamentos.
Acentuadas alteraciones en el apetito.
Falta de motivación, incapacidad para cumplir con las responsabilidades.
Distracción, risas excesivas.
Actividades antisociales tales como mentir, robar, faltar al colegio, etc.
Cambios en los hábitos de higiene y en la alteración de la apariencia personal.
Actitudes furtivas o impulsivas, uso de anteojos obscuros, aunque no haya exceso de luz.
Uso de camisas de mangas largas incluso los días calurosos.
Reacción defensiva cuando se mencionan las drogas y el alcohol en la conversación.
Aumento de la fatiga e irritabilidad, sueño interrumpido.
Desaparición de objetos de valor.
Falta de expresión en el rostro; monotonía en la voz.
Uso de los equipos de sonido a todo volumen y cambio del día por la noche.
Afecciones bronquiales y otros problemas de salud.
Depresión emocional; frecuente mención del tema del suicidio.
Aliento alcohólico.
Confusión sobre el lugar, hora y día.
Crisis de miedo o temor exagerado.
Insomnio.
Tos crónica.
Apariencia de borrachera.
Dificultad para coordinar movimiento.
Aspecto somnoliento o atontado.
Congestión en nariz y garganta.
Habla mucho sin parar.
Temblores.
Excesiva calma o lentitud.
Crisis de risas inmotivadas.
Hablar traposo u en voz alta.
Nauseas.
Excesivo dolor de cabeza.
Lenguaje incoherente.
A veces oye, ve o siente cosas que no existen.
Según El Tipo
Salud: el consumo de drogas origina o interviene en la aparición de diversas enfermedades,
daños, perjuicios y problemas orgánico y psicológicos. Por ejemplo: Hepatitis, Cirrosis,
Trastornos cardiovasculares, Depresión, Psicosis, Paranoia, etc.
Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una amplia gama de trastornos psicológicos, como
estados de ánimo negativos e irritabilidad, actitudes defensivas, pérdida de autoestima e
intensos sentimientos de culpa.
Salud Física: La adicción suele conllevar la aparición de multitud de síntomas físicos incluyendo
trastornos del apetito, úlcera, insomnio, fatiga, más los trastornos físicos y enfermedades
provocadas por cada sustancia en particular.
Social: Los adictos a drogas, con frecuencia se ven envueltos en agresiones, desorden público,
conflictos raciales, marginación, etc.
Cuando se comienza a necesitar más a las drogas que a las otras personas pueden arruinarse o
destruirse las relaciones íntimas y perderse las amistades. Se puede dejar de participar en el
mundo, abandonar metas y planes, dejar de crecer como persona, no intentar resolver
constructivamente los problemas y recurrir a más drogas como "solución".
El abuso de las drogas puede también perjudicar a otros, por ejemplo: el dinero con que son
pagadas las drogas puede privar a la familia de satisfacciones vitales como comida o ropa. El
discutir los problemas y situaciones de la adicción puede generar conflictos familiares. Las
reacciones violentas a las drogas pueden llevar al usuario a cometer asaltos e incluso asesinatos.
Si una mujer embarazada toma drogas sin control médico puede ocasionar malformaciones
genéticas en el nuevo ser que está en gestión.
Legal: Abusar de las drogas es contra la ley. Los ofensores (tanto los que experimentan como los
que se dedican al consumo de drogas) corren el riesgo de tener que pagar multas y/o ser
encarcelados. Un arresto puede significar vergüenza, interrupción de los planes de vida,
antecedentes penales. Ciertas drogas pueden desencadenar una violencia incontrolable y
conducir al usuario a crímenes que son severamente punibles por la ley.
Economía: dado el ingente volumen de dinero que mueve el mercado de las drogas y el
narcotráfico, tanto los consumidores como los países contraen importantes deudas; se crean
bandas organizadas; se produce desestabilización económica nacional, etc. El uso continuo de
drogas puede ser muy caro, ya que sus costos se elevan a cientos y, en ocasiones, a miles de
dólares por año. Para sostener su hábito muchos usuarios recurren al crimen. Al destinar la
mayor parte del dinero a comprar las drogas, apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros
se agotan y suele aparecer el endeudamiento. A veces para poder sufragar los gastos de la
adicción se ve obligado a recurrir a actividades ilegales.
Relaciones: La relación con la familia, amigos o pareja se altera, aparecen discusiones
frecuentes, desinterés sexual, la comunicación se interrumpe, hay pérdida de confianza,
alejamiento, etc.
Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción suele restarle tiempo a su trabajo para buscar
la droga o recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor productividad, deterioro de la
calidad del trabajo o pérdida del propio trabajo.
Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto casi más importante que ninguna otra
cosa, los adictos se vuelven egoístas y egocéntricos: no les importa nadie más que ellos mismos.
Según El Nivel
Individual: son los daños experimentados por el propio consumidor de drogas.
Comunidad: el consumo de drogas genera multitud de consecuencias negativas para la familia
del drogodependiente, sobre los amigos, los vecinos, ...
Sociedad: en la sociedad produce efectos sobre la estructura y organización de la misma
(aumento de las demandas en los servicios de salud, incremento de la inseguridad ciudadana
por delitos contra la propiedad, presencia del crimen organizado a través de las redes de
narcotraficantes.
Metodología y técnicas.
Relaciones interinstitucionales
El planteamiento que nosotras le dimos al trabajo, fue primero buscar dentro de un amplio
espectro de bibliografía existente, la más moderna, y la que más nos serbia.
Luego le dimos un Marco Teórico, en el cual, vimos lo más importantes, y los puntos que aclarara
los términos, como los de drogadicción y la adicción efectos y consecuencias y las formas de
prevención.
Además, buscamos la manera de abordar el tema, con mucha cautela y siempre apoyado en
respaldo bibliográfico, para que prejuicios y valores no interviniera en el desarrollo del tema.
Al abordar el tema, estábamos de acuerdo en que era un tema amplio, que buscamos la manera
de resumirlo lo más posible, y de que era un tema en el que ya se había hablado mucho.
Dentro de la realización del tema, el mayor problema que tuvimos fue diferenciar efectos y
motivos, ya que se presentaban casi de la misma manera, y como se ve al drogadicto en la
sociedad.
En el desarrollo del tema no vimos a fondo, los tópicos de tráfico y comercialización de drogas,
la parte legal (aunque se toca superficialmente), y el consumo de drogas por Clases Sociales, no
se vio tampoco el consumo de drogas legales, como café, té, bebidas colas, tabaco y alcohol.
Tampoco tocamos la producción y fabricación de las drogas.
Para concluir tuvimos un gran y amplio apoyo del CONACE, y además en el gran material que
pudimos encontrar en Internet.
13. Conclusiones
Aun cuando las drogas han existido siempre y seguirán existiendo, el consumo problemático se
ha manifestado con fuerza en las últimas décadas transformándose en un problema social que
va en aumento ya que cada vez hay más personas que consumen algún tipo de droga, en
mayores cantidades y a edades más tempranas. Hay una mayor variedad y hay mayores
facilidades para acceder a ellas.
El consumo abusivo e drogas afecta a las personas, a las familias, a la sociedad, es decir, un
problema que nos afecta a todos y que requiere ser enfrentado por los diferentes sistemas o
grupos de nuestra sociedad (Familia, escuela, consultorio, iglesia, empresa, municipio,
universidad, entre otros)
La experiencia ha demostrado que la solución no está sólo en manos de los organismos de
control, ni en la de los expertos, es fundamental que se involucre la comunidad, la escuela y
especialmente la familia.
La drogadicción es en realidad un fenómeno muy antiguo que en nuestros días se ha
manifestado intensa y masivamente.