Los objetivos, el conflicto cognitivo y aprendizaje significativo
Ya hemos hablado de objetivos en la ficha anterior y vimos como se redactan y los diferenciamos de los propósitos. A continuación veremos la relación entre éstos y el conflicto cognitivo. El conflicto cognitivo Es un fenómeno psicológico de contraste producido por la incompatibilidad entre las concepciones alternativas y significados previos de un alumno en relación con un hecho, concepto, procedimiento, etc., determinado, y los nuevos significados proporcionados en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Este conflicto inicia un proceso de desequilibrio en la estructura cognitiva del sujeto, seguido de una nueva reequilibración, como resultado de un conocimiento enriquecido y más acorde. De este modo, el conflicto cognitivo se convierte en factor dinamizador fundamental del aprendizaje. El docente debe crear conflictos cognitivos o contradicciones. Es decir, debe producir situaciones que favorezcan la comprensión por parte del alumno de que existe un conflicto entre su idea sobre un determinado fenómeno y la concepción científicamente correcta. Es preciso señalar que la reorganización conceptual por la que pasará el alumno ni es simple ni inmediata, ya que no se trata de que adquiera la idea correcta en el vacío, sino que sea capaz de generalizarla. El aprendizaje significativo Aprender es sinónimo de comprender e implica una visión del aprendizaje basada en los procesos internos del alumno y no solo en sus respuestas externas. La teoría del aprendizaje significativo supone poner de relieve el proceso de construcción de significados como elemento central de la enseñanza. Entre las condiciones para que se produzca el aprendizaje significativo, debe destacarse: 1. Significatividad lógica: se refiere a la estructura interna del contenido. 2. Significatividad psicológica: se refiere a que puedan establecerse relaciones no arbitrarias entre los conocimientos previos y los nuevos. Es relativo al individuo que aprende y depende de sus representaciones anteriores. 3. Motivación: Debe existir además una disposición subjetiva para el aprendizaje en el estudiante. Existen tres tipos de necesidades: poder, afiliación y logro. La intensidad de cada una de ellas, varía de acuerdo a las personas y genera diversos estados motivacionales que deben ser tenidos en cuenta. La contextualización Es un desafío didáctico. Mediante ella el docente encuadra el tema a trabajar en una situación cotidiana, o sea, conocida por los niños. La idea de enseñar dentro del contexto del mundo real es que el aprendizaje sea significativo. Se puede contextualizar a partir de una narración inventada, un cuento, una dramatización, una breve obra de títeres, un video corto, una noticia periodística, un hecho conocido por los niños. Durante la contextualización se planteará el conflicto cognitivo, es decir se problematizará la situación para crear una inquietud que en el universo del niño no existe y por supuesto posee intencionalidad didáctica. La pregunta problematizadora expresa de manera específica y concreta la contradicción, es decir, permite que el estudiante evidencie lo que sabe como conocimiento previo y la falta de conocimiento para resolver lo que le pide el problema. El correcto planteamiento de la pregunta es definitivo para estimular en el estudiante su pensamiento creativo y divergente que orientará su reflexión en el proceso de apropiación del nuevo conocimiento. El conflicto cognitivo guía a los estudiantes en el análisis, así que seleccionar y planificar una situación problema exige saber hacia dónde van tanto el docente como los estudiantes, esto implica identificar los objetivos del aprendizaje implícitos en un problema específico que serán la guía durante el proceso de desarrollo del problema, y el comprender sus alcances con una evaluación que sea un indicador real de la situación. La contextualización y el planteo del conflicto cognitivo se llevan a cabo durante la primera etapa de la clase y en este momento no se otorgan respuestas. Existe una vinculación directa entre el contexto, el conflicto y el objetivo. El conflicto se deriva de la contextualización, la que está en vinculación directa con el contenido a tratar, y esta problemática apunta al objetivo. Durante el desarrollo de la clase y mediante la utilización de diferentes estrategias y recursos se resolverá el conflicto planteado en el inicio con lo que se habrá logrado el objetivo propuesto.
Un ejemplo
Tema: el sistema circulatorio. La sangre
Objetivo: Al finalizar la clase los estudiantes habrán podido desarrollar la capacidad cognitiva para reconocer al corazón como la bomba que hace que la sangre se distribuya por todo el cuerpo. Juan y Paula se divierten en casa de sus abuelos. Esta vez, decidieron pasear por un lugar donde había muchos árboles y pastos altos. En un descuido, Juan tropezó y dio con sus rodillas en el suelo; al mirarse, observó que una de ellas estaba lastimada y tenía un raspón del que salía un poco de sangre. Juan y Paula comenzaron a hacerse preguntas… ¿Por qué sale sangre cuando uno se lastima? Los chicos llegaron corriendo a la casa para que Juan pudiera curarse el raspón. Sus corazones latían muy fuerte de tanto correr. Otra vez se hicieron preguntas: ¿Para qué late el corazón?